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revista valenciana
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2008 |autonòmics
nº 51
Estatut
derecho foral
y autogobierno
revista valenciana
d’estudis autonòmics
2008 | nº 51
Redacción y administración:
Dirección General de Coordinación del Desarrollo Estatutario y Promoción del Autogobierno.
Conselleria de Governació. C/ Historiador Chabas, 2. 46003 Valencia.
Tl. 96 398 66 51. Fax 96 398 6810.
E-mail: rvea@gva.es
Distribución y suscripción:
Librería de la Generalitat (LliG)
Pl. Manises, 3. 46003 Valencia
Tl. 96 386 61 70. Fax 96 386 34 78
Producción:
La Gráfica ISG
ISSN: 0213-2206
Depósito legal: V-4237-2008
Presentación
Del Derecho foral al Derecho civil valenciano: historia y evolución de una reivindicación secular 162
Javier Palao Gil
Jurisprudencia
Análisis jurídico-constitucional del auto del pleno del TC de fecha 12 de junio de 2008 (número
156/08) que acordó el levantamiento de la suspensión de la Ley de Régimen Económico
Matrimonial Valenciano núm. 10/07 de 20 de marzo 282
Luis Delgado de Molina Hernández
Constitución, Estatutos de Autonomía y consultas populares: el caso del velado referéndum vasco de
octubre de 2008 294
Manuel Moreno Vázquez
Breve extracto del contenido de recientes autos del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat
Valenciana en relación con los recursos interpuestos por la Administración del Estado contra acuerdos
de las comisiones territoriales de urbanismo de la conselleria competente en esta materia de la
Administración del Consell, aprobando distintas regulaciones del planeamiento condicionadas a la
existencia de recursos hídricos que garanticen el efectivo suministro de agua 328
María José Rodríguez Blasco
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Foto anterior:
La Senyera
Frescos en el Palau de la Generalitat de Catalunya.
Mongrell. Barcelona.
Foto: Rubén Moreno.
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El Estado de las
autonomías antes y
después de 2006
Texto de:
Remedio Sánchez Ferriz
Sumario
PLANTEAMIENTO. A propósito de la competencia de la Generalitat Va-
lenciana sobre conservación, desarrollo y modificación del Derecho civil
foral valenciano. Las lagunas constitucionales de la polémica. SOBRE EL
TEXTO ESCRITO DE LA CONSTITUCIÓN DE 1978 Y EL PRIMER PROCESO
AUTONÓMICO. La necesaria perspectiva constitucional ¿El texto o el con-
texto? Un problema brillantemente intuido y anunciado. Proceso incon-
cluso pero con un principio insoslayable: la igualdad. SOBRE EL SEGUN-
DO MOMENTO AUTONÓMICO ¿RUPTURA O CONTINUIDAD? Complejidad
de la reconducción de los problemas jurídico-políticos actuales al Texto
de 1978 pese a la flexibilidad impuesta por la parca regulación de la cons-
titución territorial del Estado. El Estatuto Catalán de 2006 como referente
polémico. La defensa de su constitucionalidad. Reflexiones conclusivas.
Planteamiento:
A propósito de la
competencia de la
Generalitat Valenciana
sobre conservación,
desarrollo y modificación
del Derecho civil foral
valenciano
En la actual polémica doctrinal suscitada en torno a las competencias
de la Generalitat Valenciana en materia de Derecho civil se contrapo-
nen, si no es que yerro en mi percepción, dos posiciones:
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8. M. Aragón Reyes, “La construcción del Estado Autonómico”, en Reforma de los Estatutos
de Autonomía y Pluralismo Territorial. Revista General de Derecho Constitucional. Madrid,
Iustel, 2006, p. 36. También en “La construcción del Estado autonómico”, en El modelo de
Estado a debate. Valencia, Cuadernos Constitucionales de la Cátedra Fadrique Furió Ceriol,
n.º 54-55, p. 93 y ss.
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El Estado de las autonomías antes y después de 2006
Nada se dice sobre la esencial (a juicio de todos los que, de un modo u otro,
han entrado en la polémica) Disposición Transitoria 1ª de la Constitución
sobre los territorios a los que directamente se destina. Sin embargo, por
los estudiosos del tema y por la jurisprudencia constitucional9 sí se aduce
la especificidad (y especial significación) de concretos territorios del Estado
a la hora de justificar dicha Disposición Transitoria con la pretensión de
ofrecer una interpretación “auténtica” del precepto que contiene. Se esté, o
no, conforme con ello, los defensores de la litigiosa competencia valenciana
no pueden ignorar tan asentadas teorizaciones, pues, sólo a partir de ellas
(aun cuando se deba admitir que en nada nos afecta dicha D. A.), podremos
indagar otras vías posibles para lograr lo deseado10.
Por último, nada se dice, tampoco, referido a la naturaleza de los de-
rechos históricos, tabú innombrable, pero cuya recuperación permite
la Constitución (la original, tendremos que decir a partir de ahora)
¿se refiere a todos? Naturalmente, no; ha de optarse por una lectura
restrictiva. Pero al tratar de aplicar restrictivamente tan generosa de-
cisión constitucional de permitir su recuperación, debería explicarse
si en la restricción se ha optado por favorecer sólo (por acallarlos) a
los más polémicos, o, en cambio, permitir la recuperación a los que
demuestren mayores cotas de “particularidad o carácter propio” en su
tradición normativa a lo largo de la Historia.
Este segundo criterio de restricción es el que, sin duda alguna, rei-
vindican quienes creen que la Generalitat cuenta con raigambre muy
superior a otras instituciones autonómicas españolas a sabiendas, sin
embargo, de que el criterio que prevalece (en la realidad, pero no en
la claridad de la argumentación donde se velan las razones y se dan
por supuestos los razonamientos) es el primero. Porque nadie ignora Nadie ignora que la
que la Constitución, por más que al fin sea la norma jurídica del Or- Constitución, por más que
denamiento, sigue albergando (al menos así es, indiscutiblemente, en al fin sea la norma jurídica
la hora de su elaboración y de sus posteriores reformas) componentes
del Ordenamiento, sigue
políticos.
Así, pues, se tiene la impresión que la discusión ha centrado el pro- albergando (al menos así
blema en torno a dos polos: En primer lugar, la tácita referencia a dos es, indiscutiblemente, en la
Comunidades Autónomas peculiares, por polémicas, que sin duda es- hora de su elaboración y de
tuvieron en la mente del legislador constituyente a la hora de redac- sus posteriores reformas)
tar la Disposición Transitoria 1ª CE a modo de “freno”, “compensación”
componentes políticos.
o “remuneración” de un consenso deseado y necesario. En segundo
lugar, la posterior interpretación constitucional de la competencia del
artículo 149.1.8 que ha querido salvaguardar una segunda oportu-
10. A. Sainz Arnaiz “Hecho diferencial...”, ya cit. (pp. 53 y ss), al dictaminar sobre la posi-
bilidad de la Generalitat de Cataluña de legislar en la materia ahora debatida, parte de la
necesaria distinción entre el marco normativo de la Disp. Adic. 1ª de la Constitución y el del
art. 149. 1, 8ª. Descartado aquél como de posible aplicación, se introduce en el estudio del
segundo. Comparto el enfoque que el autor resume así con relación al artículo 149. 1, 8ª: “...
ha de insistirse en que su relación con la DA 1 CE es de pura separación material”.
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15. Apurando la cuestión, habría que hablar también de un nuevo Estado si atendemos a voces
mucho más autorizadas que la que ahora escribe. P. Cruz Villalón (“La reforma..., ya cit.), a la
vista de las recientes reformas de los Estatutos, nos da las pautas constitucionales para poder
hablar del “segundo Estado de las Autonomías” y de la “primera Constitución federal”. Contra
esta interpretación, sin embargo, se pronuncia (en forma casi virulenta) J. A. González Casanova
“Cataluña en la construcción del Estado español”, en El modelo de Estado a debate. Valencia,
Cuadernos Constitucionales de la Cátedra Fadrique Furió Ceriol, n.º.. 54-55, pp. 125 y ss.
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El Estado de las autonomías antes y después de 2006
17. F. Rubio Llorente La forma del poder. Madrid, C.E.C.P. 1993, pp. 165 y ss.
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La diferencia, pues, era aquella diferencia”. La diferencia, pues, era temporal, limitada a un mí-
temporal, limitada a un nimo de cinco años. Pero al expirar el plazo “la prohibición desaparece
y todas las Comunidades Autónomas que se vieron obligadas a limitar
mínimo de cinco años. su autonomía a la oferta contenida en el artículo 148 pueden iniciar
Pero al expirar el plazo “la la reforma de sus Estatutos para asumir todas las competencias que el
prohibición desaparece artículo 149 no reserva en exclusiva al Estado”19.
y todas las Comunidades Así, se mantenía inconcluso un proceso constituyente que, a mayor
Autónomas que se vieron abundamiento, y para mayor complejidad, no fiaba sólo al texto cons-
titucional su cierre posterior (con sus lógicas y eventuales reformas)
obligadas a limitar su sino que, dando voz a las nuevas entidades territoriales, se daba paso
autonomía a la oferta a un “bloque de la constitucionalidad” o “bloque constitucional”, por
contenida en el artículo 148 haber incorporado a los Estatutos de Autonomía a la fuente jurídica
pueden iniciar la reforma de de configuración de la forma del Estado territorial, que podía con el
sus Estatutos para asumir tiempo entretejer (como así ha sucedido) una conformación nueva sin
que el texto escrito se viera transformado. Y ante todo ello, en forma
todas las competencias que premonitoria, escribía Rubio Llorente: “No es frecuente que un proceso
el artículo 149 no reserva en constituyente se mantenga indefinidamente abierto... Por lo demás,
exclusiva al Estado”. pasado cierto tiempo, siempre se podrá decir que se ha producido una
mutación constitucional y todos tan contentos”.
Así, se mantenía inconcluso Me permitiría añadir ahora que “todos tan contentos” siempre y cuan-
do se hubiera observado un alto nivel de consenso como el que asistió
un proceso constituyente
a las grandes reformas de la Transición. No ha sido así y ello es proba-
que, a mayor abundamiento, blemente lo que desfigura la nueva situación para poder calificarla, en
y para mayor complejidad, puridad, de mutación constitucional. No sería la primera que se lleva
no fiaba sólo al texto a cabo por simples leyes20 pero la cuestión es si las mismas son con-
constitucional su cierre testadas o aceptadas, de buen grado o no tan bueno, por las fuerzas
políticas21. Y, sobre todo, si la superposición de situaciones jurídico po-
posterior (con sus lógicas y
líticas nuevas contribuye al cierre y a la conclusión del proceso abierto
eventuales reformas) sino y aporta, o resta, mayor coherencia al sistema. O si, por el contrario, es-
que, dando voz a las nuevas tas últimas medidas no hacen sino seguir prolongando la provisionali-
entidades territoriales, se dad (cuando no añadiendo motivos de agravio y descontento entre los
daba paso a un “bloque de la diversos territorios de España) como para el caso de la utilización, en
desmesura, del artículo 150.2 de la Constitución denunciaba también
constitucionalidad” o “bloque
Rubio Llorente (“recurrir a ellas no significa otra cosa que eludir, una
constitucional”, por haber vez más, la decisión definitiva para prolongar la provisionalidad”22).
incorporado a los Estatutos
de Autonomía a la fuente
19. F. Rubio Llorente La forma del poder, cit., p. 168.
jurídica de configuración
de la forma del Estado 20. G. Jellineck Reforma y Mutación constitucional. Madrid, C. E. P. C. 1991.
territorial.
21. En todo caso, estas consideraciones exceden el marco de mi reflexión y no proceden
ahora; y, lo que es peor, en nada afectarían a la eficacia jurídica de las nuevas normas
jurídicas modificadoras de la estructura estatal que, por ello, como se apuntaba supra
con Rubio Llorente, son inquietantes. Y por ello, la inquietud en nada afecta a la norma
(incluso la fraudulenta) sino a la cohesión social cuyo reequilibrio resulta bastante mas
complejo que el de la vigencia o derogación de las leyes.
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El Estado de las autonomías antes y después de 2006
Cierto que, de haberse verificado la reforma constitucional con carácter Cierto que, de haberse
previo a la de los Estatutos podríamos haber estado ante un marco más verificado la reforma
claro23. Sin embargo, ello no puede ir más allá de un pasatiempo cuando
se plantea con desconocimiento de las exigencias procesales y materia-
constitucional con carácter
les del caso. Pues, tal como advierte Aparicio24, al comentar el supuesto previo a la de los Estatutos
propósito del Gobierno de completar y culminar el diseño normativo de podríamos haber estado ante
1978: “Pero completar y culminar el diseño normativo constituyente un marco más claro.
exige ser constituyente o, si se quiere, ser poder constituyente consti-
tuido Bastante y terminar el complejo institucional estatal allá donde el
primer poder no consiguió acabarlo. Según la voluntad expresada no se
quiere revisar o invertir el núcleo de las decisiones adoptadas en su día
por el poder constituyente; pero sí se quiere completarlas y culminarlas
aun a sabiendas de que no se cuenta con suficiente apoyo parlamen-
tario; y aun a sabiendas de que no se es suficiente poder constituyen-
te constituido (valga la licencia: que no se es suficiente poder)”. ¿Han ¿Han ocupado, por ello, las
ocupado, por ello, las Comunidades Autónomas el vacío de poder que
Comunidades Autónomas
en los niveles centrales no se ha sabido o querido llenar? ¿Sabían los
proponentes que, junto a requisitos procesales, los hay sustanciales? el vacío de poder que en
los niveles centrales no se
Proceso inconcluso pero con un principio ha sabido o querido llenar?
insoslayable: la igualdad ¿Sabían los proponentes que,
Pues, en última instancia, nada podrá ser definitivo hasta que en la
junto a requisitos procesales,
decisión participen todas las partes interesadas. Esto es lo realmente
importante, y no porque el mencionado bloque de la constituciona- los hay sustanciales?
lidad otorgue un papel importante a los Estatutos. La cuestión no es
de legalidad, ni de fuentes del Derecho, lo es de principios, y de prin- Volviendo al planteamiento
cipios constitucionales o, si se prefiere, de valores superiores del Or- de Rubio Llorente, la
denamiento Jurídico. No de otro modo se puede resolver el problema, Constitución no ha
pues, volviendo al planteamiento de Rubio Llorente, la Constitución establecido diferencias
no ha establecido diferencias con carácter definitivo sino provisional
y para un período tan corto como de cinco años. Porque la Constitu-
con carácter definitivo
ción “no establece dos géneros de Comunidades Autónomas distin- sino provisional y para un
tas; y donde la Ley no distingue, no puede distinguir el intérprete”25. período tan corto como
Y, siendo así, puesto que no existe excepción constitucionalmente de cinco años. Porque
autorizada al principio general (y mandato contundente, parece que la Constitución “no
ahora más que nunca) de la igualdad, las consecuencias son bien pa-
tentes para el caso que nos ocupa:
establece dos géneros de
Comunidades Autónomas
distintas; y donde la Ley
23. Sobre los 4 puntos, famosos a partir del discurso de investidura de 2004, también se
pronuncia M. Martínez Sospedra, “El manto de Penélope. Algunas notas sobre las refor- no distingue, no puede
mas constitucionales, en El modelo de Estado a debate. Valencia, Cuadernos Constitucio-
nales de la Cátedra Fadrique Furió Ceriol, n.º. 54-55, p. 39 y ss.
distinguir el intérprete”.
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Sólo la aceptación por las En primer lugar por que, según acabo de decir, es necesaria la par-
ticipación de todas las partes interesadas en una decisión territorial
Comunidades Autónomas
pues “para conciliar, siquiera sea de manera imperfecta, la diferencia
de su diferente situación jurídico-política entre Comunidades con el principio de igualdad,
política y jurídica legitimaría esta autonomía restringida de algunas Comunidades debe resultar
diferenciaciones entre ellas, al menos de su libre iniciativa”. O, dicho de otro modo, sólo la acep-
en tanto que consentidas. tación por las Comunidades Autónomas de su diferente situación
política y jurídica legitimaría diferenciaciones entre ellas, en tanto
No hay precepto que consentidas.
Y en segundo lugar, por más que la Constitución menciona las
constitucional alguno que nacionalidades y las regiones (“aunque sin definirlas”, precisa
establezca una correlación Rubio Llorente), dando por supuesto que son realidades socio-
necesaria y permanente lógicas diferentes, no es menos cierto, “sobre todo, que no hay
entre esa diferencia precepto constitucional alguno que establezca una correlación
sociológica, fáctica y la necesaria y permanente entre esa diferencia sociológica, fáctica
(una diferencia, por lo demás, que no ha sido objeto de teoriza-
diferencia jurídica que ción y cuya vaguedad permite todo género de juegos interesa-
implican los distintos niveles dos) y la diferencia jurídica que implican los distintos niveles de
de autonomía. autonomía”26.
26. F. Rubio Llorente La forma..., cit., p. 172. El modo como finaliza su reflexión el autor me
parece de lo más interesante: El problema no es fácil y para agravarlo está el hecho de que
junto a la aludida diferencia, “solo semánticamente incoada, entre nacionalidades y regio-
nes, la Constitución introduce otro factor de diferenciación específicamente jurídico, el de
los derechos históricos. Tampoco estos derechos se verían afectados por su generalización,
pero ésta exigiría que primero se determinase con exactitud en qué consisten...”.
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El Estado de las autonomías antes y después de 2006
32. Llama la atención la “masa” (esta sí es masa, por utilizar la expresión de Cruz Villalón al
referirse al amplísimo texto catalán) teórica de los constitucionalistas catalanes en la de-
fensa de lo que en este texto sólo cabe anunciar. González Casanova (op. cit.) se remonta a
la oposición frente a la Restauración canovista para hallar la línea de continuidad de pen-
samiento en que Cataluña ha querido siempre contribuir a la democratización del Estado
español. Una de sus últimas manifestaciones sería la representada por el Estatut de 2006.
33. E. Roig Molés “La reforma del Estado...”, cit. pp. 152-153.
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El Estado de las autonomías antes y después de 2006
38. E. Roig Molés “La reforma del Estado...”, cit. p. 158. Cuestión, ésta, que por lo que se
refiere al Estatuto valenciano, debería suponer un reforzamiento de la constitucionali-
dad y de la integración estatal en la medida en que la reforma surge del consenso en las
propias Cortes autonómicas y su paso por el Parlamento estatal no sólo comportó los
efectos jurídicos a que se refiere el autor, sino que, en particular por lo que se refiere a la
cuestión competencial que ahora nos ocupa, depuró las referencias de la D. A. 3 que se
consideraron inasumibles aceptando, en cambio, las demás novedades normativas que,
por consiguiente, no pueden ahora ser desconocidas.
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El Estado de las autonomías antes y después de 2006
40. Martínez Sospedra recuerda que “el problema de la ausencia de cierre del sistema de
reparto de competencias y el de la dificultad de consolidar un modelo definitivo de tal dis-
tribución, es inherente al modelo actual en tanto en cuanto el mismo se basa en el principio
dispositivo”. “El manto...”, cit, p. 45.
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El Estado de las autonomías antes y después de 2006
tir de lo dispuesto en el art. 149.1, 8. O, lo que es lo mismo, a partir En segundo lugar, lejos de
de las lagunas, normativas pero también materiales que el precepto agravios históricos, creo
deja y de las que se han ocupado ampliamente los civilistas. En última
instancia, todo habrá que reconducirse a la expresión “...allá donde
que los valores superiores
existan” y a las bases jurídicas que han llevado a interpretar la expre- del ordenamiento jurídico,
sión tan restrictivamente que se le hace decir al precepto lo que real- y en lo que se refiere a la
mente no dice. Pues “allá donde existan” tiene una clara significación inacabada construcción del
sin que el intérprete de la expresión como “allá donde estén vigentes” Estado de las autonomías,
haya ofrecido argumentación jurídico-constitucional suficiente más
allá de las remisiones a fenómenos del régimen anterior, que nada
el principio dispositivo,
tienen que ver ni con el pluralismo ni con los principios y valores del ofrecen una veta inexplorada
ordenamiento constitucional. en la que se debe entrar.
En segundo lugar, lejos de agravios históricos, creo que los valores su-
periores del ordenamiento jurídico, y en lo que se refiere a la inacaba-
da construcción del Estado de las autonomías, el principio dispositivo,
ofrecen una veta inexplorada en la que se debe entrar.
Por último, aun habiendo centrado la cuestión en torno a los cauces
indicados, la mayor o menor resistencia a la cicatería del intérprete
constitucional, también dependerá, y no poco, del modelo del Estado
de las Autonomías que se escoja. He intentado reflejar dos modelos
realmente distintos aunque no necesariamente contrapuestos. Sin
duda la concepción jurídica que de los Estatutos ofrece el segundo de
ellos también puede aportar elementos jurídicos nada desdeñables.
2008 | nº 51 35
La comp
Salón Dorado.
Palau de la Generalitat. Valencia.
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La competencia
legislativa civil de la
Generalitat
Texto de:
Vicente Domínguez Calatayud
e
E l tema sobre el cual se va a tratar en este trabajo es el de las posi-
bilidades de la Generalitat para el ejercicio de la competencia legis-
lativa en materia de Derecho civil. Es éste un tema complejo desde el
a tratar en este trabajo es
el de las posibilidades de la
punto de vista jurídico y que, además, se ubica en la esencia misma de
la entidad valenciana. Un tema con una larga historia entre nosotros,
Generalitat para el ejercicio
los valencianos, respecto del que últimamente se han dado pasos muy de la competencia legislativa
importantes que conviene recordar: en materia de Derecho civil.
i
• 1. El primero fue la creación del Observatorio de Derecho Civil Va- Es éste un tema complejo
lenciano por Decreto 30/2002, de 26 de febrero, del Consell de la Ge-
desde el punto de vista
neralitat, modificado por el Decreto 150/2002, de 10 de septiembre.
Su objetivo fue rastrear en la sociedad valenciana la pervivencia de
jurídico y que, además, se
costumbres que pudieran considerarse como Derecho civil valencia- ubica en la esencia misma de
no, es decir, constatar la existencia de un Derecho consuetudinario la entidad valenciana.
que, “tras la abolición de los Fueros y hasta nuestros días, subsistiera
a
en el territorio de la Comunidad valenciana”, como dice el párrafo
segundo del FJ. 1. de la sentencia 121/1992, de 28 de septiembre, del
Pleno del Tribunal Constitucional, resolviendo el recurso promovido
por el Gobierno de la Nación en relación con algunas disposiciones
de la Ley 6/1986, de las Cortes Valencianas, de regulación de los
Arrendamientos Históricos Valencianos. El Observatorio, en su pri-
mera fase de existencia, realizó unos trabajos, fruto de los cuales fue
la comprobación de la existencia de unas costumbres que, a efectos
puramente didácticos, como luego tendremos ocasión de exponer
con mayor amplitud, pueden considerarse como costumbres forales
por razón de la época de la que proceden, tal sucedía con el tes-
tamento mancomunado o “testament del u per l´atre i a totes les
passades”, o con ciertos usos que regulaban las relaciones de vecin-
dad entre los predios, la venta de cosechas, el “herbatge”o “ius usus
2008 | nº 51 39
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40 2008 | nº 51
La competencia legislativa civil de la Generalitat
de un Código Civil valenciano, en desarrollo de lo dispuesto en el artículo La razón de ser de ese cambio
49.1 2ª del Estatut d’Autonomia. Impulsar asimismo cuantas actuaciones de ubicación administrativa
de distinta naturaleza a la legislativa dimanen del Estatut d’Autonomia
de la Comisión hay que
para su desarrollo. Dichos organismos quedarán adscritos a la Consellería
de Gobernación y bajo la dependencia de esta dirección general.
buscarlo y se encontrará en
b) Promover convenios de colaboración destinados a la investigación, pro- el papel primordial que el
moción y divulgación del Derecho foral civil valenciano.” Conseller de Gobernación
del Gobierno Valenciano
La razón de ser de ese cambio de ubicación administrativa de la Co-
que surge de las elecciones
misión hay que buscarlo y se encontrará en el papel primordial que
el Conseller de Gobernación del Gobierno Valenciano que surge de las municipales y autonómicas
elecciones municipales y autonómicas de 2007, el Honorable Sr Serafín de 2007, el Honorable Sr.
Castellano Gómez, jugó, como portavoz, en la anterior legislatura, del Serafín Castellano Gómez,
grupo parlamentario popular de las Cortes Valencianas, en la redacción jugó, como portavoz, en la
de la reforma estatutaria y en el logro del consenso político que posibi-
anterior legislatura, del grupo
litó su aprobación, por los dos partidos políticos mayoritarios, tanto en
las Cortes Valencianas, como en las Cortes Generales. parlamentario popular de
Ubicada en la Consellería de Gobernación y bajo la directa dependencia las Cortes Valencianas, en
de la Dirección General de Coordinación del Desarrollo Estatutario y la redacción de la reforma
Promoción del Autogobierno, bajo el impulso de su titular, la Ilma Sra. estatutaria y en el logro del
Carolina Salvador Moliner, el 26 de octubre de 2007 el Consell aprueba
consenso político que posibilitó
el Decreto 218 que contiene el Reglamento de la Comisión de Codifi-
cación Civil Valenciana y su órgano asesor, el Observatorio de Derecho su aprobación, por los dos
Civil Valenciano. En el preámbulo de esta norma se dice que “Tras esta partidos políticos mayoritarios,
reforma estatutaria (la llevada a cabo por la Ley Orgánica 1/2006, de 10 tanto en las Cortes Valencianas,
de abril), que reconoce a la Generalitat la competencia legislativa plena como en las Cortes Generales.
en materia de conservación, modificación y desarrollo del Derecho foral
civil valenciano y clarifica su modo de ejercicio (contenido fundamen-
talmente, como aclara el propio preámbulo en el artículo 49. 1. 2ª., en Ubicada en la Conselleria de
el artículo 7 y en la Disposición Transitoria Tercera del Estatut), es ne- Gobernación y bajo la directa
cesario dotar de un nuevo impulso a dos organismos ya existentes, con
el objeto de hacerlos más operativos y eficaces en su funcionamiento,
dependencia de la Dirección
en aras de que puedan desarrollar plenamente el Estatut d´Autonomía. General de Coordinación
Estos organismos son la Comisión de Codificación Civil Valenciana y del Desarrollo Estatutario y
el Observatorio de Derecho Civil Valenciano”. Posteriormente, dos Re- Promoción del Autogobierno,
soluciones del Conseller de Gobernación: una, de 9 de noviembre de bajo el impulso de su titular, la
2007 y otra, de 31 de enero de 2008, determinaron, respectivamente, la
composición de la Comisión y del Observatorio.
Ilma. Sra. Carolina Salvador
El cumplimiento de los objetivos de la Comisión de Codificación Civil Moliner, el 26 de octubre de 2007
Valenciana representará la superación de una tremenda injusticia histó- el Consell aprueba el Decreto 218
rica de que fue víctima el Antiguo Reino de Valencia y, desde entonces, que contiene el Reglamento de la
todos los valencianos: la abolición del Derecho foral valenciano llevada Comisión de Codificación Civil
a cabo por el Decreto de Nueva Planta de 29 de junio de 1707. Tal abo-
lición fue la respuesta de Felipe V al alineamiento del Reino de Valencia
Valenciana y su órgano asesor, el
con las pretensiones dinásticas del Archiduque Carlos, pretensiones con Observatorio de Derecho Civil
las que también se alinearon los aragoneses, los baleares y los catalanes Valenciano.
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El cumplimiento de los sin que la abolición, de una u otra manera, llegara a alcanzar a sus res-
objetivos de la Comisión de pectivos Derechos civiles que pervivieron, aunque con sus fuentes de
producción cegadas, producción que pasó a dispensarse por un Estado
Codificación Civil Valenciana único que vertebró jurídicamente el Reino de España.
representará la superación Así acabó el período foral del Reino de Valencia que duró lo que éste,
de una tremenda injusticia casi 500 años, 500 años de foralidad, de régimen foral, del que forma-
histórica de que fue víctima ron parte unas Instituciones, unas competencias y unas normas ema-
el Antiguo Reino de Valencia nadas en el ejercicio de tales competencias, en particular y por lo que
aquí y ahora nos interesa, un Derecho civil al que podemos considerar,
y, desde entonces, todos los desde una perspectiva científica y técnica, como el más perfecto de los
valencianos: la abolición del Derechos Civiles de los Reinos y territorios de la Corona de Aragón.
Derecho foral valenciano La singularidad del castigo le priva de toda racionalidad, de toda ex-
llevada a cabo por el Decreto plicación que pueda buscar su justificación en motivos de reorgani-
de Nueva Planta de 29 de zación jurídico-política del Reino de España; no hay otra forma más
ilustrativa de demostrar lo afirmado que leer las causas de la abolición
junio de 1707. en el propio Decreto de 29 de junio de 1707, a sus claras e inequívocas
palabras me remito.
La injusticia permanece, agrandada, si cabe, en nuestros días. Cuando,
durante el siglo XIX, se inicia nuestra codificación civil se opta defi-
nitivamente por el sistema de Compilaciones, para recoger aquellos
Derechos civiles especiales o forales que antes se quiso, sin éxito, que
fueran meros apéndices al Código Civil. Las Compilaciones de los De-
rechos civiles especiales o forales se elaboraron durante el régimen
político anterior y cuando, el 29 de diciembre de 1978, entró en vi-
gor nuestra Constitución pareció, al amparo del artículo 149-1-8ª de
nuestra Norma Fundamental, que sólo tenían competencia legislativa
en materia de Derecho civil las CC.AA. en las que existiera Derecho civil
Tal conclusión es, muy en especial o foral en tal fecha.
particular para Valencia, Tal conclusión es, muy en particular para Valencia, contraria a la igual-
dad, como valor constitucional, y al respeto al desarrollo de la identi-
contraria a la igualdad, dad de los pueblos de España como base y fundamento político de su
como valor constitucional, condición de región o nacionalidad, y de su estructuración en Comuni-
y al respeto al desarrollo dades Autónomas titulares de la autonomía y el autogobierno consti-
de la identidad de los tucionales en el seno de la indisoluble unidad de la Nación española.
pueblos de España como Muy al contrario, la reintegración a los valencianos del que fuera su
Derecho civil foral, debidamente actualizado y ajustado a los valores
base y fundamento y principios de nuestro bloque de constitucionalidad, haría que los
político de su condición valencianos nos reencontráramos con una buena parte de nuestra
de región o nacionalidad identidad perdida o abolida, profundizando, de este modo, en nuestra
y de su estructuración en condición de pueblo, de nacionalidad histórica.
Comunidades Autónomas El Derecho civil, ese Derecho que hacen las personas en el día a día, en
el ejercicio de su cotidianidad y en pie de igualdad, con absoluta liber-
titulares de la autonomía y el tad y espontaneidad para resolver sus conflictos de intereses o para
autogobierno constitucionales regular la forma y las consecuencias de sus objetivos coincidentes, ese
en el seno de la indisoluble Derecho se hace por el pueblo, contiene el mapa genético de un pue-
unidad de la Nación española. blo, describe su historia y nos habla de su idiosincrasia con tanta fuer-
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za y precisión como la lengua de ese pueblo, el otro gran instrumento Muy al contrario, la
identitario inventado por las gentes, conservado y modificado, en fin, reintegración a los valencianos
ejercitado por ellas en sus relaciones cotidianas con el fin de hacerse
entender. Señorías, Lengua y Derecho, por este orden, son los dos ele-
del que fuera su Derecho
mentos que más identifican a un pueblo, los dos factores de reconoci- civil foral debidamente
miento y autoreconocimiento de las gentes de un pueblo. Ya las fuentes actualizado y ajustado a los
romanas definen el Derecho civil como “quod quisque populus ipse sibi valores y principios de nuestro
ius constituit id ipsius proprius civitatis est, vocaturque ius civile”. bloque de constitucionalidad
La Historia de España ha confirmado la verdad de este aserto. Nuestro
país, fundamentalmente a causa de su situación geográfica, ha sido
haría que los valencianos
objeto de múltiples mezclas culturales producto de invasiones, unas nos reencontráramos con
veces, o de más pacíficas relaciones otras veces. Ni en unas, ni en otras, una buena parte de nuestra
se produjo jamás la pretensión de sustituir el Derecho civil de unos ciu- identidad perdida o abolida
dadanos, de un pueblo, por el Derecho civil de otros ciudadanos, de otro profundizando, de este
pueblo, viniera a estar entre nosotros con armas o sin ellas. El pueblo
invasor, en la hipótesis más extrema, traía su Derecho civil que aplicaba
modo, en nuestra condición
a sus miembros y respetaba el que los otros habitantes de la Península de pueblo, de nacionalidad
se rigieran por el que les era propio; sólo cuando el devenir natural histórica.
de las relaciones de los componentes de uno y otro pueblo fusionaba
culturas, prácticas de conducta e intereses, sólo en ese momento, se
fusionaba el Derecho civil que regía sus vidas y relaciones cotidianas,
de tal suerte que bien puede decirse que el Derecho civil de los pueblos
de España siempre ha sido el que tales pueblos se han ido dando pací-
ficamente, día a día y sin interrupción, a sí mismos o el que, respetuoso
con la idiosincrasia y prácticas arraigadas del pueblo destinatario, le ha
ido suministrando el legislador de turno.
En este panorama descrito, sólo hay una excepción, la del Reino de
Valencia, la del Histórico Reino de Valencia, la de los valencianos desde
1707 hasta hoy. Todos los demás pueblos de España, como antes decía,
tienen el Derecho civil que se han dado a sí mismos o el que les han
dado desde el poder político, reconociendo, siempre fielmente, el que
el pueblo ya usaba, de algún modo, como suyo. Cierto que desde 1707
hasta la Constitución de 1978, hasta nuestra vigente Constitución, sin
posibilidad de modificarlo o desarrollarlo por sí mismos, salvo el parén-
tesis representado por el artículo 15 de la Constitución republicana de
1931, toda vez que el poder legislativo se dispensaba por el Estado úni-
co y centralizado, que con su consabida evolución estructural posterior,
sustituyó a los Reinos peninsulares de la monarquía austracista.
En el marco jurídico-político suministrado por nuestra vigente Consti-
tución, los pueblos de España, estructurados en Comunidades Autóno-
mas, recuperan su poder legislativo que comparten con el del Estado
y lo proyectan, naturalmente, como no podía ser de otro modo, entre
otras materias, sobre su Derecho civil en los términos que resultan del
artículo 149-1-8ª. En este marco constitucional de reencuentro de los
pueblos de España con su Historia, con su identidad, en definitiva, con-
sigo mismos, en ese marco de formulación jurídico-constitucional, de
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Nuestro primer Estatuto relevante y significativo de tales artículos era el 31.2, que atribuía a la
de Autonomía, aprobado Generalidad Valenciana competencia exclusiva sobre la “conservación,
modificación y desarrollo del Derecho civil valenciano”. Aquel Estatu-
por la Ley Orgánica 5/1982, to, de conformidad con nuestros antecedentes históricos, se producía
de 1 de julio, se posicionó en términos absolutamente idénticos a los del artículo 9. 2 del primer
respecto de la atribución de Estatuto catalán y al 27.4 del Estatuto gallego y, en términos que, con-
la mencionada competencia templados con la conveniente ponderación de elementos históricos,
a la Generalidad Valenciana jurídicos y sociales, son idénticos, en su significado último, a los de los
estatutos vasco, aragonés, navarro y balear. Ninguna de estas Comuni-
como si no hubiera habido dades Autónomas necesitó Ley Orgánica de Transferencia en este punto,
abolición foral, como si como la que se dictó para los valencianos, La Ley Orgánica 12/1982, por
a la entrada en vigor de la sencilla razón de que todas estas Comunidades tenían su Derecho civil
la Constitución, el 29 de especial o foral existente al tiempo de entrar en vigor la Constitución.
diciembre de 1978, los Pero es muy significativo, sin duda, el que aquel Estatuto se produjera en
términos tan similares, si no idénticos, a los de los Estatutos de Autono-
valencianos tuviéramos mía de estas Comunidades y que, además, se dictara, para complemen-
nuestro propio Derecho tarlo, para evitar cualquier duda de constitucionalidad por razón de las
civil foral. competencias asumidas en él por la Generalidad, la citada Ley Orgánica
12/1982, de 10 de agosto, que luego fue derogada por innecesaria por la
Ley Orgánica 5/1994, de 24 de marzo.
Por otro lado, contenía aquel Estatuto una verdadera singularidad, un
auténtico guiño reintegrador. En efecto, ninguno de los Estatutos de
Autonomía vigentes en nuestro país, cuando regulaban los recursos pa-
trimoniales o financieros de sus respectivas Comunidades o Haciendas
Autónomas, hacían referencia a los bienes procedentes de las herencias
intestadas cuando el causante ostentara, al tiempo de su fallecimiento,
la condición jurídica de ciudadano de la respectiva Comunidad Autóno-
ma. Sin embargo, nuestro Estatuto de Autonomía, nos decía esto mismo
en su artículo 50-c. Este artículo se repite en el artículo 22. 2 de la Ley
3/1986, de 24 de octubre, de Patrimonio de la Generalidad Valenciana.
La naturaleza civil de la norma es incuestionable como lo demuestra,
entre otros argumentos, su regulación en sede de Código Civil (arts.
956 a 958 CC) o de leyes de naturaleza civil, sean éstas específicamen-
te reguladoras del fenómeno sucesorio (arts. 347 y 348 del Código de
Sucesiones de Cataluña; arts. 220 y 221 de la Ley aragonesa 1/1999,
de 24 de febrero, de sucesiones por causa de muerte) o sean Com-
pilaciones de Derecho civil especial o foral (las leyes 304 y 307 de la
Compilación Navarra que regulan la sucesión a favor de la Comunidad
Foral Navarra, o el art. 51 de la Compilación de Baleares, que se remite
al Código Civil para regular la sucesión intestada de quienes tienen
vecindad civil balear al tiempo de su fallecimiento).
Era pues el artículo 50-c de nuestro primer Estatuto de Autonomía
una norma de naturaleza civil “ratione materiae” incrustada en nues-
tra norma institucional básica.
El mismo artículo 50-c del Estatut nos decía que el causante, cuya
sucesión intestada regula, ha de tener la condición jurídica de valen-
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...transferida tal competencia confirma el artículo 49. 1. 2 del actual Estatuto, refiriendo tal compe-
tencia al Derecho civil foral valenciano.
por la Ley Orgánica 12/1982,
de 10 de agosto; y confirmada
la plena asunción estatutaria III. “Los argumentos” de “la postura”
doctrinal que niega a la Generalitat Valenciana
de tal competencia y la la competencia legislativa en Derecho civil
correlativa capacidad de la valenciano
Generalidad para su ejercicio
por las Leyes Orgánicas 5
y 12/1994, de 24 de marzo,
N o obstante lo hasta aquí dicho, ha habido y hay autores que sos-
tienen que sin reformar la Constitución, concretamente el artícu-
lo 149. 1. 8ª de la misma, la Generalidad carece de competencia para
no cabe duda alguna sobre legislar en materia de Derecho civil valenciano.
la exclusiva competencia de El argumento central de esta postura negativa es el de negar valor
y eficacia a la transferencia porque el Estado no puede transferir
la Generalidad Valenciana
aquello de lo que no es titular, si el Estado no es titular de la com-
para legislar en materia de petencia para legislar en Derecho civil valenciano, sino en Derecho
Derecho civil, obviamente civil sin más, no puede haber transferido a la Generalidad Valenciana
de Derecho civil valenciano, la competencia, que no detenta, para legislar sobre Derecho civil va-
conservándolo, modificándolo lenciano. Los postulantes de esta teoría sugieren que la transferen-
cia podría valer y producir sus efectos derivadores de la titularidad
y desarrollándolo, como
competencial si se hubiera suprimido, del artículo 31. 2 del Estatut, el
confirma el artículo 49. 1. 2 gentilicio valenciano que tal precepto adjunta al Derecho civil, pues
del actual Estatuto, refiriendo entonces el Estado habría transferido aquello de lo que es titular,
tal competencia al Derecho es decir, la legitimidad para legislar en Derecho civil sin más en los
civil foral valenciano. términos que resultan del artículo 149. 1. 8ª de la Constitución. Es
obvio que el Estado, tanto en la Ley Orgánica 5, como en la Ley Or-
gánica 12, ambas de 1982, transfirió su competencia legislativa civil
a la Comunidad Valenciana, transferencia, con ocasión de la cual, el
Derecho civil se apellidó con el gentilicio propio de los habitantes
de la Comunidad Valenciana, pues a no otra cosa que Derecho civil
valenciano iba a dar lugar su ejercicio por la Generalidad. Pero es
que el propio Tribunal Constitucional, en el inciso final del párrafo
tercero del FJI. de su sentencia 121/1992, nos dice que el artículo 31.
2 del EACV es un precepto “cuya virtualidad competencial ha de ser
entendida, por lo demás, a la luz de lo dispuesto en la Ley Orgánica
12/1982 de transferencias a la Comunidad Valenciana de competen-
cias de titularidad estatal”.
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No creo que se pueda negar por la costumbre y por contenido normativo, el mismo que el de
la existencia de un Derecho la costumbre, lo que teniendo en cuenta el carácter local y diver-
so de la costumbre, plantea la imposibilidad de crear una norma
civil valenciano de rango legal legal con pretensiones de aplicación general en todo el terri-
y admitir la existencia de uno torio de la Comunidad, que contenga un régimen legal único
de rango consuetudinario, que necesariamente coincidirá con el de la costumbre en ciertos
cuando uno y otro nos fueron lugares pero diferirá del régimen consuetudinario observado en
igualmente abolidos, o, mejor otros lugares y del no régimen consuetudinario de los territorios
en los que no existiera costumbre alguna que rigiera esa parte
incluso, el consuetudinario de la realidad social, lo que hace inobservable o incumplible el
nos fue abolido una vez, en requisito exigido al legislador valenciano por el TC en la letra b)
1707, y otra vez, en 1889, del FJ 2 de la sentencia 121/92, en el sentido de que la Ley que
aunque esta segunda vez formaliza la antes costumbre se limite al objeto social por ella
mejor debiéramos hablar, regulado y copie exclusivamente su mismo régimen normativo.
• 2. Por otro lado, las costumbres, pretendidamente forales, ya las
quizás, de una seudo teníamos los valencianos como fuente de nuestro Derecho civil
abolición, toda vez que el común, de modo que para su conservación y el mantenimiento
Derecho castellano que nos de su eficacia jurídica entre nosotros no hacía falta que el Esta-
fue aplicado tras la abolición do nos transfiriera competencia alguna. Desde luego, según el
foral se sucedió a sí mismo TC, tampoco se nos transfirió por el Estado competencia algu-
na para modificarlas ni para desarrollarlas dado que el régimen
tras el proceso codificador. consuetudinario delimita, según el Alto Tribunal, el objeto y el
contenido dispositivo del régimen legal que, de esta manera,
en nada puede modificar ni desarrollar el ya existente régimen
consuetudinario. Es muy difícil, por no decir imposible, entender
que con esa interpretación del TC se le está transfiriendo a la
Generalidad algo que tenga que ver con legislar, con redactar
y promulgar leyes en las Cortes Valencianas, en el sentido en el
que la propia Constitución entiende, formal y materialmente, lo
que es legislar, ya que las Cortes Valencianas se han de limitar
a recoger el contenido dispositivo consuetudinario y, sin más,
convertirlo en Ley escrita cambiando sólo su rango normativo y
En definitiva, lo que, según el ámbito de su aplicación que de local pasa a general en todo el
el TC, transfirió el Estado territorio de la Comunidad contra lo que, según vimos, la propia
a la Generalitat fue una sentencia ordena. En definitiva, lo que, según el TC, transfirió el
competencia consistente, más Estado a la Generalitat fue una competencia consistente, más
que en legislar, en tomar una decisión sobre la aplicación y efi-
que en legislar, en tomar una cacia de una norma consuetudinaria preexistente, una decisión
decisión sobre la aplicación cuya adopción se incardinaba, más que en una competencia
y eficacia de una norma legislativa civil propiamente dicha, en una competencia que,
consuetudinaria preexistente, contemplada desde la óptica de los resultados prácticos que
una decisión cuya adopción produce o debería producir, más parece una competencia para
dictar preceptos sobre aplicación y eficacia de las normas, lo que
se incardinaba, más que en es una competencia, ésa sí, reservada en exclusiva y en todo
una competencia legislativa caso al Estado por el artículo 149. 1. 8ª CE. Todo ello sin olvidar,
civil propiamente dicha..., además, que con el ejercicio de la competencia que estudiamos,
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Pero, me pregunto si resultará acorde a la Constitución”. Traigo a colación esta doctrina del
tales límites, es decir, no TC siendo plenamente consciente de que, en la sentencia citada, el TC
está refiriéndose a las competencias atribuibles por el Estatuto, las del
desnaturalizar “el contenido
art. 149. 3. CE, y a los límites de la correlativa atribución estatutaria en
que sea propio de cada cuanto afecte a las competencias estatales del art. 149. 1. CE; pero, me
materia y que permita su pregunto si tales límites, es decir, no desnaturalizar “el contenido que
recognoscibilidad como sea propio de cada materia y que permita su recognoscibilidad como
institución” no deberían ser, institución” no deberían ser, por pura lógica, igualmente observados
por el TC cuando interpreta el alcance y forma de ejercicio por una
por pura lógica, igualmente
Comunidad Autónoma, no de una competencia atribuible y asumida
observados por el TC de las del art. 149. 3. CE, sino de una competencia de las del art. 149.
cuando interpreta el alcance 1. CE transferida por el Estado al amparo del art. 150. 2. CE y luego es-
y forma de ejercicio por una tatutariamente asumida por una LO, la 5/1994, posterior a la sentencia
Comunidad Autónoma, 121/1992, de suerte que tal interpretación no pueda desnaturalizar el
contenido que sea propio de tal materia y “que permite su recognos-
no de una competencia
cibilidad como institución”, como hace, con la competencia legislativa
atribuible y asumida de las civil de la Generalitat, la sentencia 121/1992, lo que motiva, entre otras
del art. 149. 3. CE, sino de razones, su desenvolvimiento lógico por el Estatuto de 2006 a partir de
una competencia de las del las mismas premisas admitidas por el propio TC.
art. 149. 1. CE transferida
por el Estado al amparo VII. El recurso de inconstitucionalidad
del art. 150. 2. CE y luego contra la Ley 10/2007, de 20 de marzo, de
Régimen Económico Matrimonial Valenciano
estatutariamente asumida por
una LO, la 5/1994, posterior
a la sentencia 121/1992, de P ara terminar este trabajo, es inevitable hacer una referencia al re-
curso de inconstitucionalidad número 9888-2007 interpuesto por
el Excelentísimo Señor Presidente del Gobierno de la Nación contra la
suerte que tal interpretación
Ley 10/2007, de 20 de marzo, de la Generalitat el 21 de diciembre de
no pueda desnaturalizar el 2007, admitido a trámite por providencia del Pleno del Tribunal Cons-
contenido que sea propio de titucional de 17 de abril de 2008, la cual fue publicada en el BOE de
tal materia y “que permite 22 de abril de 2008. Tal admisión a trámite comportaba la suspen-
su recognoscibilidad como sión automática de la entrada en vigor de la referida Ley, que estaba
prevista para el día 25 de abril de 2008, toda vez que tal efecto era
institución”, como hace, con
consecuencia, conforme al artículo 30 de la Ley Orgánica del Tribunal
la competencia legislativa Constitucional, de la invocación por parte del Presidente del Gobierno
civil de la Generalitat, la del artículo 161. 2 de la Constitución.
sentencia 121/1992, lo que El mismo día en el que la Ley recurrida debió entrar en vigor, el Tribu-
motiva, entre otras razones, nal Constitucional notificó a la Generalitat la concesión de un plazo
de cinco días hábiles para oponerse a la suspensión de la entrada en
su desenvolvimiento lógico
vigor, presentándose por la Abogacía General de la Generalitat las per-
por el Estatuto de 2006 a tinentes alegaciones contra la suspensión dentro del citado plazo que
partir de las mismas premisas concluyó el día 6 de mayo a las 14 horas.
admitidas por el propio TC. Ésta es la situación actual y, por el momento, final de un camino que
se inició cuando la Comisión de Seguimiento de Actos y Disposiciones
de las Comunidades Autónomas del Ministerio de Administraciones
Públicas, examinó, en su reunión del día 14 de mayo de 2007, la Ley de
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en el apartado anterior, el Presidente del Gobierno y (…) podrán in- Tal recurso, según resulta
terponer recurso de inconstitucionalidad en el plazo de nueve meses de la notificación a la
contra leyes (…) en relación con las cuales, y con la finalidad de interpo-
ner el recurso, se cumplan los siguientes requisitos: a) Que se reúna la
Generalitat de la providencia
Comisión Bilateral de Cooperación entre la Administración General del del Pleno del Alto Tribunal
Estado y la respectiva Comunidad Autónoma (…) b) Que en el seno de admitiendo el recurso a
la mencionada Comisión Bilateral se haya adoptado un acuerdo sobre trámite, se formuló por el
iniciación de las negociaciones para resolver las discrepancias (…) c) jefe del ejecutivo contra la
Que el acuerdo sea puesto en conocimiento del Tribunal Constitucional
por los órganos anteriormente mencionados dentro de los tres meses
referida Ley en su totalidad,
siguientes a la publicación de la Ley”, nada se dice pues sobre que en en todo su contenido.
el seno de la citada Comisión Bilateral se haya alcanzado el acuerdo
pretendido y perseguido por ambas partes, acuerdo que pudo haberse
alcanzado o no, como así sucedió.
De lo antes dicho, se desprende que el recurso de inconstitucionalidad,
que, según el artículo 31.1 de la LOTC, se ha de plantear en el plazo de
tres meses a partir de la publicación de la Ley recurrida, es decir, en el
caso que nos ocupa, debió interponerse antes del día 22 de junio de
2007, se puede interponer antes de los nueve meses desde la referida
publicación, es decir, en el caso de referencia antes del 22 de diciembre
de 2007, siempre que se haya reunido la Comisión Bilateral de Coope-
ración, como efectivamente sucedió, para buscar “la solución adecuada
a fin de evitar el recurso”. La Comisión se reunió e intentó, sin resultado
positivo alguno, dar una nueva redacción a los artículos de cuyo encaje
constitucional duda el Gobierno de la Nación, es decir, a los artículos
los artículos 15, 17.2, 27.2, 30, 33, 37, 39, 42, 46, 47 y 48 de la Ley de
Régimen Económico Matrimonial Valenciano.
El efecto suspensivo previsto en los artículos 161.2 de la Constitución
Española y 30 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional es, exclusi-
vamente, consecuencia de la impugnación de la norma, en su totalidad
o en parte, de la misma ante el Tribunal Constitucional como conse-
cuencia de la duda que el recurrente, en este caso el Presidente del
Gobierno, alberga sobre su constitucionalidad, de suerte que la parte
de la Ley no impugnada no puede, en modo alguno, ver suspendida
su entrada en vigor puesto que, no habiendo sido recurrida, es decir,
no siendo sospechosa de reproche alguno de ortodoxia constitucional,
nada puede impedir su entrada en vigor en los términos que la misma
Ley prevé.
Los únicos artículos que cabe racionalmente entender recurridos por el
Excmo. Sr. Presidente del Gobierno de la Nación son los artículos 15,
17.2, 27.2, 30, 33, 37, 39, 42, 46, 47 y 48 de la Ley 10/2007, de 20 de
marzo, de Régimen Económico Matrimonial Valenciano, DOCV n.º 5.475
de 22 de marzo de 2007, toda vez que son los artículos respecto de
los cuales la Comisión Bilateral de Cooperación Administración General
del Estado-Generalitat intentó encontrar un acuerdo dada su sospecha
de inconstitucionalidad por parte del Ministerio de Administraciones
2008 | nº 51 65
[51] Revista Valenciana d’Estudis Autonòmics
En resumidas cuentas, como Públicas y por parte del Ministerio de Justicia. De no ser estos artículos
se desprende de los artículos los afectados por una posible inconstitucionalidad sino todos los de la
Ley 10/2007 de la Generalitat Valenciana, el objetivo de la citada Comi-
30 y 32 de la LOTC y 161 CE, sión debió ser buscar un acuerdo sobre todos ellos y no sólo sobre los
la reunión de la Comisión mencionados preceptos, como se desprende del Acuerdo de la Comi-
Bilateral de Cooperación no sión notificado el día 7 de junio de 2007 al Tribunal Constitucional por
es un trámite esencial del el Excmo. Sr. Ministro de Administraciones Públicas y por el Excmo. Sr.
procedimiento del recurso de Vicepresidente del Gobierno de la Generalitat, como antes vimos o, al-
ternativamente, el recurso de inconstitucionalidad se debió interponer
inconstitucionalidad, sino sólo antes del día 22 de junio de 2007.
un requisito indispensable La reunión de la citada Comisión Bilateral de Cooperación permite
para que el plazo de alargar el plazo para recurrir la Ley afectada de presunta inconstitu-
interposición del mismo cionalidad conforme al artículo 33 de la LOTC. En efecto, tal plazo es el
pase de ser de tres meses a de tres meses desde la publicación de la Ley cuya constitucionalidad
se cuestiona (art 33.1 LOTC), plazo que puede prorrogarse hasta nueve
ser de nueve meses desde meses desde la indicada publicación caso de que, como sucedió en
la publicación de la norma esta ocasión, se reúna la citada Comisión, aún sin lograr el pretendido
recurrida. En el caso de la acuerdo. Si en este momento procedimental el recurrente pretendiera
Ley de Régimen Económico haber cuestionado ante el TC otros artículos distintos de aquéllos so-
Matrimonial, como ésta se bre los que la mencionada Comisión buscó, aunque infructuosamente,
el acuerdo, se debería de tener por no celebrado o cumplido el trámite
publicó en el DOCV el día 22 dilatorio previsto en el artículo 33.2 de la LOTC, es decir, la reunión de
de marzo de 2007, el plazo la Comisión Bilateral de Cooperación y, consecuentemente, se debería
para recurrirla concluyó el considerar como interpuesto fuera de plazo el recurso ante el tribunal
22 de junio; pero, como antes Constitucional, de suerte que no debería haber sido admitido a trámite
de que venciera ese plazo el antes referido asunto identificado bajo el numeral 9888-2007.
En resumidas cuentas, como se desprende de los artículos 30 y 32 de
se constituyó la indicada la LOTC y 161 CE, la reunión de la Comisión Bilateral de Cooperación
Comisión, el plazo para no es un trámite esencial del procedimiento del recurso de inconsti-
recurrir se prolongó hasta el tucionalidad, sino sólo un requisito indispensable para que el plazo
día 22 de diciembre de 2007. de interposición del mismo pase de ser de tres meses a ser de nueve
meses desde la publicación de la norma recurrida. En el caso de la Ley
de Régimen Económico Matrimonial, como ésta se publicó en el DOCV
el día 22 de marzo de 2007, el plazo para recurrirla concluyó el 22 de
junio; pero, como antes de que venciera ese plazo se constituyó la
Una vez que se constituye indicada Comisión, el plazo para recurrir se prolongó hasta el día 22
de diciembre de 2007.
la Comisión y ésta centra la Una vez que se constituye la Comisión y ésta centra la duda de cons-
duda de constitucionalidad titucionalidad sobre determinados preceptos, 11 artículos en este caso,
sobre determinados buscando el acuerdo respecto de ellos y no respecto de los restantes
preceptos, 11 artículos artículos de la Ley, cuya constitucionalidad no se discute, no cabe duda
en este caso, buscando el de que si la Comisión no logra su objetivo de suprimir tales artícu-
los o darles una redacción aceptable para ambas partes, la prórroga
acuerdo respecto de ellos y del plazo para recurrir afecta sólo a los artículos sobre los que versó
no respecto de los restantes el trabajo de la Comisión, sin extenderse al resto de los artículos no
artículos de la Ley, cuestionados, por lo que cabe decir que el 21 de diciembre de 2007
66 2008 | nº 51
La competencia legislativa civil de la Generalitat
2008 | nº 51 67
[51] Revista Valenciana d’Estudis Autonòmics
Tras una serie de meditadas TC manifiesta que “…en este momento procesal, y a los efectos de la
resolución del incidente, lo discutido no han de ser cuestiones proce-
consideraciones efectuadas
sales o relativas a la delimitación de competencias entre el Estado y la
a partir de las premisas Comunidad Valenciana en materia de Derecho civil, sino, únicamente,
referidas, el TC acuerda si la aplicación de la norma impugnada resulta susceptible de provocar
“levantar la suspensión perjuicios de imposible o difícil reparación en los intereses públicos o
de la Ley de la Comunitat en los de los ciudadanos afectados por la norma en cuestión, los cua-
les, precisamente por revestir tal carácter, hayan de prevalecer frente
Valenciana 10/2007, de
a los perjuicios derivados del eventual mantenimiento de la suspen-
20 de marzo, de Régimen sión inicialmente acordada.”. Parte también el TC de la idea de que “la
Económico Matrimonial prolongación de la suspensión…es una medida que debe tomarse con
Valenciano”. sumo cuidado y con carácter excepcional, pues sólo así, se evitará un
indebido bloqueo del ejercicio de sus competencias por las CCAA…”.
Tras una serie de meditadas consideraciones efectuadas a partir de las
premisas referidas, el TC acuerda “levantar la suspensión de la Ley de la
Comunitat Valenciana 10/2007, de 20 de marzo, de Régimen Económi-
co Matrimonial Valenciano.”. Respecto del citado auto, el Magistrado
don Javier Delgado Barrio formuló un voto particular concurrente al
que se adhirió el Magistrado don Jorge Rodríguez Zapata Pérez, en el
que, entrando en las cuestiones procesales que quedaron planteadas
antes, en este trabajo, se concluye que el recurso del Excmo Sr Presi-
dente del Gobierno de la Nación es extemporáneo parcialmente, es
decir, en cuanto recurre más artículos de la Ley que los llevados al seno
de la Comisión Bilateral de Cooperación por lo que “debió, por tanto,
inadmitirse el recurso en cuanto excedía de las cuestiones planteadas
ante la Comisión Bilateral, por lo que, en este ámbito, ni siquiera era
planteable la cuestión de la suspensión de la Ley impugnada”.
VIII. Conclusión
Sólo cabe, para concluir, dejar
muy claramente manifestado
S ólo cabe, para concluir, dejar muy claramente manifestado el deseo
de que, sea por la vía procesal de la inadmisión por extempora-
neidad parcial del recurso, sea por la vía material y sustantiva de los
el deseo de que, sea por la argumentos que fundamentan un desenvolvimiento lógico por parte
vía procesal de la inadmisión del TC de su propia doctrina sentada en la sentencia 121/1992, o sea,
por ambas vías, quede claramente atribuida a la Generalitat su compe-
por extemporaneidad
tencia para legislar en Derecho foral civil valenciano con plenitud, con
parcial del recurso, sea la misma plenitud con que ejercen la competencia equivalente las Co-
por la vía material y munidades Autónomas que, como la Valenciana, como su antecesora
sustantiva de los argumentos histórica, el Reino de Valencia, la tuvieron y no sufrieron, como sufrió
que fundamentan un el Reino de Valencia, la triste y discriminadora singularidad de ver abo-
lidos sus Fueros pese a incidir en las mismas causas de abolición que
desenvolvimiento lógico por
concurrieron en nosotros. La Constitución ampara y los valencianos, a
parte del TC de su propia través de sus legítimos representantes, han pedido en el Estatut y en la
doctrina sentada en la Ley 10/2007 el desenvolvimiento pleno de la doctrina iniciada por el TC
sentencia 121/1992... en su sentencia 121/1992. Lo único que falta es que el Gobierno de la
68 2008 | nº 51
La competencia legislativa civil de la Generalitat
Nación y el Tribunal Constitucional lo reconozcan y admitan como una ....o sea, por ambas vías, quede
pretensión irrenunciable derivada de la inapelable lealtad y fidelidad claramente atribuida a la
constitucionales de los valencianos y sus órganos de autogobierno.
Los valencianos perdimos nuestro íntegro patrimonio foral a resultas
Generalitat su competencia
de una victoria militar de españoles contra españoles, un botín de gue- para legislar en Derecho foral
rra, una dolorosa singularidad que, desde entonces, ha discriminado civil valenciano con plenitud,
dolorosamente a la Comunidad Valenciana en contra de los principios con la misma plenitud con
y valores proclamados en nuestra Constitución, la cual, por ejemplo, en que ejercen la competencia
los apartados 1 y 2 de su Disposición Derogatoria, deja sin valor ni efec-
to alguno una serie de normas por oponerse a ella y en su apartado 3
equivalente las Comunidades
declara “…derogadas cuantas disposiciones se opongan a lo establecido Autónomas que, como
en la presente Constitución”, ¿no cabe entender derogados los Decretos la Valenciana, como su
de 29 de junio y de 29 de julio de 1707?, ¿no cabe entender restau- antecesora histórica, el Reino
rada por nuestro proceso estatutario en su conjunto, e íntegramente de Valencia, la tuvieron y
recuperada nuestra foralidad civil, la que tales Decretos abolieron, a los
efectos de ejercer plenamente la competencia transferida y asumida
no sufrieron, como sufrió el
con pleno respeto a las mismas transferencia y asunción acaecidas, así Reino de Valencia, la triste y
como a la tutela constitucional de la foralidad civil? discriminadora singularidad
En definitiva, lo que en estas reflexiones se propone es un desenvol- de ver abolidos sus Fueros
vimiento de la doctrina que sentara el Tribunal Constitucional en su pese a incidir en las mismas
sentencia 121/1992; un desenvolvimiento para hacer efectiva y llenar
de contenido la transferencia y posterior asunción estatutaria de una
causas de abolición que
competencia, un desenvolvimiento lógico con su propia doctrina: a) concurrieron en nosotros.
o bien con la que resulta de su generosa aplicación de la institución La Constitución ampara y
de las materias conexas y con la situación resultante del desistimiento los valencianos, a través de
del Abogado del Estado respecto del recurso contra la Ley Primera del sus legítimos representantes,
Código Civil Catalán, es decir, con la doctrina de la desvinculación de
la competencia legislativa en Derecho civil de la tutela de la foralidad
han pedido en el Estatut
civil, aunque, evidentemente, no sea esto lo querido por el legislador y en la Ley 10/2007 el
estatutario de 2006, ni por la misma CE, que, de este modo, ha mutado; desenvolvimiento pleno de la
b) o bien con la doctrina de la propia sentencia 121/1992 que recoge el doctrina iniciada por el TC
criterio constitucional de tutela de la foralidad civil, recogido también en su sentencia 121/1992.
en el Estatut de 2006, pero sin limitarla a la costumbre foral, la cual,
además de estéril desde el punto de vista de la efectividad de la com-
Lo único que falta es que
petencia, como ha quedado demostrado en la práctica legislativa de la el Gobierno de la Nación y
Generalitat, resulta conceptualmente contradictoria y, por ello, imposi- el Tribunal Constitucional
ble si se la separa del Derecho civil escrito contenido en nuestros Furs. lo reconozcan y admitan
como una pretensión
irrenunciable derivada de la
inapelable lealtad y fidelidad
constitucionales de los
valencianos y sus órganos de
autogobierno.
2008 | nº 51 69
régimen económico matrimonial y el marco competencial del Estatuto de Autonomía de la
uto de Autonomía de la Comunidad Valenciana El régimen económico matrimonial y el m
régimen económico matrimonial y el marco competencial del Estatuto de Autonomía de l
tatuto de la Comunidad Valenciana El régimen económico matrimonial y el marco compet
económico matrimonial y el marco competencial del Estatuto de Autonomía de la Comun
utonomía de la Comunidad Valenciana tatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana E
El régim
at Valenciana tatuto de Autonomía de la Comunidad Valencia
a Comunidad Valenciana El régimen económico matrimonial y el marco competencial del
marco competencial del Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana
la Comunidad Valenciana El régimen económico matrimonial y el marco competencial de
tencial del Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana El régimen eco
nidad Valenciana El régimen económico matrimonial y el marco competencial del Estatuto
El régimen económico matrimonial y el marco competencial del Estatuto de Autonomía d
men econ
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[51] Revista Valenciana d’Estudis Autonòmics
Foto anterior:
El régimen
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nonial y el marco competencial del Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana El régimen
a de la Valenciana El régimen económico matrimonial y el marco competencial del Estatuto de Au
El régimenonial y el marco competencial del de Autonomía de la Comunidad Valenciana El régimen económ
de la Valenciana El régimen económico matrimonial y el marco competencial del Estatuto de Autonomía de
El y el marco competencial del Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana El régimen económico m
la Comunidad Valenciana El régimen económico matrimonial y el marco competencial del Estatuto de Auton
El y el marco competencial del Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana El régimen económico m
Valenciana El régimen económico matrimonial y el marco competencial del Estatuto de Autonomía de la Co
El y el marco competencial del de Autonomía de la Comunidad Valenciana El régimen económico matrimon
ciana72El 2008
régimen
| nº 51 económico matrimonial y el marco competencial del Estatuto de Autonomía de la Comunid
El y el marco competencial del Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana El régimen económico m
El régimen económico
matrimonial y el marco
competencial del Estatuto de
Autonomía de la
Comunidad Valenciana
Texto de:
Javier Guillem Carrau
Sumario
1. Introducción 2. Síntesis de la reforma del EACV 3. Las soluciones
técnicas en materia de competencias de las recientes reformas esta-
tutarias 4. La cuestión competencial en la reforma del Estatuto de la
Comunidad Valenciana 5. La competencia en materia de Derecho civil
6. Conclusiones
1. Introducción1
i
Institucional Básica para la Comunidad Valenciana2.
2008 | nº 51 73
[51] Revista Valenciana d’Estudis Autonòmics
3. Sobre la cuestión de las competencias se configura un nivel más amplio que el que le
correspondía mediante la vía de acceso a la autonomía por el artículo 143 de la Consti-
tución española, y con una estructura institucional de autogobierno plena. La cuestión
del máximo techo competencial fue debatida sobre todo durante la toma en conside-
ración de la Proposición de Reforma del EACV ante el Pleno de Les Corts aunque a la
propuesta de reforma se le realizaron modificaciones a su paso por el Congreso. Véase, a
modo de ejemplo, el Diario de Sesiones de la reunión de constitución de la Comisión de
Estudio para la reforma del Estatuto de la VI Legislatura de las Cortes Valencianas [Diario
de Sesiones. Comissió no permanent especial de d’estudi per a una posible reforma de
l’estatut d’autonomia i la consolidació del autogovern. VI Legislatura, n.º 1 (año 2004)],
el debate de la toma en consideración de la iniciativa en las Cortes Valencianas (Diario
de Sesiones de las Cortes Valencianas, n.º 93, de 3 de junio de 2005) y las intervenciones
de Joan Ignasi Pla i Durà y Serafín Castellano Gómez en el Congreso de los diputados en
representación de Las Cortes Valencianas en el Debate a la totalidad sobre la propuesta
de reforma (DS. Congreso de los Diputados n.º 111 de 20/09/2005 P.: 5558)
74 2008 | nº 51
El régimen económico matrimonial y el marco competencial del Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana
2. Síntesis de la reforma
del EACV
Tras la reforma de 2006,
C omo norma institucional básica, el EACV determina la denomi-
nación, el territorio, las lenguas, la bandera y el himno como
elementos constitutivos e identificativos de la Comunidad Valen-
se contiene la referencia a
la identidad diferenciada
ciana. Además, en el Título I, tras la reforma de 2006, se contiene
la referencia a la identidad diferenciada como “nacionalidad histó-
como “nacionalidad
rica” de la Comunidad Autónoma dentro de la unidad de la nación histórica” de la Comunidad
española; incorporando también la referencia a los valores de la Autónoma dentro de
Unión Europea concretando el contenido de la condición política la unidad de la nación
de valenciano; la aplicación del Derecho Civil Foral Valenciano y la
española; incorporando
también la referencia a los
Participación, democracia y voto a través de las nuevas tecnologías, dir. Lorenzo Cotino valores de la Unión Europea
Hueso, Comares 2006, pp.265-280; “Crónica de la Reforma del EACV” en Revista General
de Derecho Constitucional, n.º1, 2006, www.iustel.com, pp.237-266; “Estudio y tramita- concretando el contenido
ción de la reforma del EACV” en Corts. Anuario de Derecho Parlamentario, n.º16, 2005;
PEÑARANDA RAMOS, J.L.: Reforma del Estatuto de autonomía de la Comunidad Valen-
de la condición política de
ciana : trabajos parlamentarios, Cortes Generales, Departamento de Publicaciones, 2006; valenciano; la aplicación
y “Informe sobre la propuesta de reforma del EACV”, Revista de las Cortes Generales, n.º
63, p. 223 y ss. del Derecho civil foral
valenciano y la realidad de
6. Las Sentencias tienen su origen en el Recurso de inconstitucionalidad n.º 7288-2006,
en relación con el artículo 20 de la Ley Orgánica 1/2006, de 10 de abril, de reforma
los ciudadanos de la UE
de la Ley Orgánica 5/1982, de 1 de julio, de Estatuto de Autonomía de la Comunidad residentes en la Comunidad
Valenciana, y en el Recurso de inconstitucionalidad n.º 7289-2006, en relación con el
artículo 20 de la Ley Orgánica 1/2006, de 10 de abril, de reforma de la Ley Orgánica Valenciana.
5/1982, de 1 de julio, de Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana (BOE n.º
230 de 26/9/2006). Ambos recursos fueron resueltos mediante Sentencias de 12 y 13 de
diciembre de 2007 respectivamente, declarando la constitucionalidad del artículo 20 de
la Ley Orgánica 1/2006, por el que se le da nueva redacción al artículo 17 del EACV. Sobre
estas Sentencias, véase: FERNÁNDEZ FARRERES, G.: ¿Hacia una nueva doctrina constitu-
cional del Estado Autonómico?, Cuadernos Civitas, Thomson, 2008.; GUILLEM CARRAU, J.
Y VISIEDO MAZÓN F.: “El Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana ante el TC
(Comentario a las sentencias del Tribunal Constitucional 247/2007 y 248/2008” , Revista
Aranzadi del Tribunal Constitucional, n.º 4, junio 2008; ZARAGOZA MARTI, M.F.: “El nuevo
derecho estatutario al agua y la posible constitucionalidad de las cartas de derechos de
los Estatutos de Autonomía. A propósito de la STC 247/2007”, Revista Europea de Dere-
chos Fundamentales, n.º 10/2 º sem.2007, pp.197-217.
2008 | nº 51 75
[51] Revista Valenciana d’Estudis Autonòmics
7. Debe destacarse que, por un lado, se cita al valenciano como la lengua propia de la Co-
munidad y, por otro, se realiza la declaración de la oficialidad del idioma valenciano y del
castellano, con el reconocimiento del derecho de uso de ambas y la especial protección y
respeto a la recuperación del idioma valenciano. Con relación a la lengua propia de la Comu-
nidad Valenciana, esto es el valenciano, se hace mención expresa en el nuevo artículo sexto
a la Acadèmia Valenciana de la Llengua como “Institución normativa del idioma valenciano.
Al respecto, véanse los comentarios realizados respecto a la identidad diferenciada en SIMÓ
SANTONJA, V.L.: “Título Primero: la Comunidad Valenciana (artículos 1 a 7) en Corts. Anuario
de Derecho Parlamentario, 2007, n.º 18, pp.287-300; por BAÑO LEÓN, J.Mª y BOIX PALOP, A.:
“El Estatuto Valenciano en el marco de la reforma territorial” en Revista Aragonesa de Admi-
nistración Pública, VIII, Zaragoza, 2005, pp. 243-278; y sobre las novedades en el Título I por
GARCÍA EDO, V.: “Derecho foral e identidad valenciana. Comentarios al Título I del Estatuto de
Autonomía” en Corts. Anuario de Derecho Parlamentario, 2007, n.º 18, pp.301-321.
76 2008 | nº 51
El régimen económico matrimonial y el marco competencial del Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana
Títulos de la proposición de ley en los que sólo había modificaciones parciales por estar
sustancialmente de acuerdo con su contenido (III, IV y los relacionados con la UE y la
cooperación internacional). El defensor de la enmienda, Síndic del Grupo Parlamentario
Esquerra Unida-Els Verds-E.Valenciana:Entesa, incidió en los ejes que fundamentaban la
enmienda a la totalidad: deficiencias democráticas en la definición de ciudadanía valen-
ciana; en el mantenimiento de la barrera electoral; el sistema de financiación planteado;
los aspectos de denominación, lengua y personalidad del pueblo valenciano, y lo relativo
a ayuntamientos y Administración Local. Posteriormente, en el Congreso, tras la vota-
ción favorable en el debate a la totalidad, las enmiendas no aprobadas en Comisión (DS.
Comisión Constitucional, Congreso de los Diputados n.º 468 de 02/02/2006)fueron deba-
tidas junto al Dictamen de Comisión(BOCG. Congreso de los Diputados n.º B-196-11 de
06/02/2006) ante el Pleno (BOCG. Congreso de los Diputados n.º B-196-12 de 08/02/2006
P.: 179) serían rechazadas en Sesión celebrada el 15 de febrero de 2006 (BOCG. Congreso
de los Diputados n.º B-196-13 de 15/02/2006; DS. Pleno, Congreso de los Diputados Núm.
148 de 09/02/2006). En cuanto a las enmiendas presentadas en el Senado (BOCG. III B,
10(b), 3-marzo-2006), la defensa de las mismas fue planteada en los mismos términos
tanto en la Comisión General de las Comunidades Autónomas como en el Pleno de la
Cámara baja, donde se alternaron las intervenciones de los portavoces del grupo mixto
y otros grupos minoritarios, que cuestionaban, básicamente, los temas de simbología e
identidad contenidos en el Estatuto, con la de los dos grupos mayoritarios que avalaban
el texto procedente del Congreso de los Diputados como reflejo del consenso social y
político (D.S. Comisión General de las Comunidades Autónomas n.º 750, 6-marzo-2006
y D.S. Pleno, n.º 73 de 8-marzo-2006). Véase: GUILLEM CARRAU, J. y VISIEDO MAZÓN F.:
“Los trámites parlamentarios…, p.165 y ss.
9. Este aspecto es destacado también por la doctrina que consideró altamente recomenda-
ble que el Estatuto contuviera una declaración de derechos que, no siendo coincidente con
la de la Constitución, integrara derechos de la Carta del extinto Tratado por el que se esta-
blece una Constitución para Europa (GARRIDO MAYOL, V.: “Oportunidad, constitucionalidad
y relevancia de…, p. 90). Sobre las razones y reticencias a la introducción de un catálogo de
derechos en la tramitación parlamentaria de la reforma estatutaria de 2006, cabe destacar,
como señala Tur Ausina, las opiniones doctrinales sobre la cuestión que fueron planteadas
en el seno de la Ponencia de Estudio de la posible reforma del Estatuto de Autonomía y
consolidación del autogobierno. Como señala Tur Ausina disponibles en la página www.
cortsvalencianes.es. En particular, respecto a la cuestión de los derechos, Tur Ausina destaca
las intervenciones de los comparecientes ante la Comisión de Estudio de una posible refor-
ma del Estatuto de Autonomía y consolidación del autogobierno, que no fueron del todo
unánimes al respecto, si que coincidieron en la conveniencia de la Carta (véase en la citada
web las intervenciones de los profesores ASENSI SABATER, GARRIDO MAYOL, MARTÍNEZ
SOSPEDRA y SÁNCHEZ FERRIZ). Desde el punto de vista institucional, Tur Ausina destaca la
intervención del Síndic de Greuges en tanto institución orientada a procurar la garantía de
los derechos de los ciudadanos (Véase: TUR AUSINA, R.: “La introducción de un Catálogo de
Derechos en el nuevo EACV” en Un Estatuto para el siglo XXI. Revista Valenciana d’Estudis
Autonómics, pp.182-185). Esta cuestión no ha estado exenta de polémica doctrinal respecto
a la reforma del EACV y el resto de las reformas estatutarias que le han seguido. La decisión
2008 | nº 51 77
[51] Revista Valenciana d’Estudis Autonòmics
10. Así, el EACV contiene la referencia al Síndic de Greuges -alto comisionado de las Cor-
tes para la defensa de los derechos y libertades reconocidos en el Título I de la Constitu-
ción y en el Estatuto en las actuaciones de la Administración pública de la Generalitat, de
las autoridades y personal, de los organismos autónomos y de los entes locales y el Con-
sell Valencià de Cultura, encargado del asesoramiento de las Instituciones Públicas de la
Generalitat en materias que afecten a la cultura valenciana y de la defensa y promoción
78 2008 | nº 51
El régimen económico matrimonial y el marco competencial del Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana
11. El EACV determina que serán elegidos por sufragio universal, libre, igual, directo y
secreto, en la forma que determina la Ley Electoral Valenciana. Respecto al régimen elec-
toral, en la tramitación parlamentaria en el Congreso fue eliminada la referencia directa
a la conocida como barrera electoral. Este hecho generó un debate doctrinal sobre la vi-
gencia de la misma, presente en la Ley Electoral autonómica, que abocó a la interposición
del recurso contra el Decreto de disolución de las Cortes y convocatoria de comicios cuya
resolución parece haber perdido interés mediático y doctrinal debido a los resultados por-
centuales obtenidos por las candidaturas que se presentaron a los comicios autonómicos
de 2007. El TSJCV, Sección Primera de la Sala de lo Contencioso-Administrativo, resolvió
el recurso mediante Sentencia de 25 de mayo de 2007 que desestimaba el recurso y
confirmaba la adecuación al Ordenamiento Jurídico del Decreto 4/2007, del President de
la Generalitat y de los actos que se dictaron en ejecución de dicho Decreto, interpretando
que la reforma estatutaria “…no ha tenido la pretensión como afirman los demandantes
de dejar sin efecto la barrera del 5 %... “ (FJ6) . Véase: BAÑO LEÓN, J.Mª y BOIX PALOP, A.: “El
Estatuto…, p. 251, op. cit.; FELIP, J.Mª: “El sistema electoral valenciano en la Ley Orgánica
1/2006, de EACV” en Corts. Anuario de Derecho Parlamentario, 2007, n.º 18, pp.117-144;
MARTÍNEZ SOSPEDRA, M.: “Sobre la necesidad de una reforma de la Ley Electoral Valen-
ciana” en Corts. Anuario de Derecho Parlamentario, 2007, n.º 18, pp.121-147.
2008 | nº 51 79
[51] Revista Valenciana d’Estudis Autonòmics
La aplicación del Derecho En cuanto a la aplicación del Derecho Valenciano se afirma su prefe-
Valenciano se afirma su rencia a cualquier otro en materias de competencia exclusiva. Como
es sabido, la producción normativa de Les Corts Valencianes revestirá
preferencia a cualquier otro la forma de Ley de la Generalitat y que queda excluida del cono-
en materias de competencia cimiento de la jurisdicción contencioso-administrativa, estando tan
exclusiva. sólo sujetas al control de constitucionalidad.
Como ya hemos indicado en la introducción, como el propio Preám-
bulo indica, se trata “…de una reforma sustancial que permita disponer
de un Estatuto que, dentro del marco constitucional, esté equiparado al
más alto nivel”. Interesa, en esta síntesis, realizar una mención concreta
de las referencias estatutarias a la Administración de Justicia porque
llama la atención su inclusión en el Título de Instituciones de la Ge-
neralitat13. Sobre la cuestión de la autonomía local, junto al recono-
80 2008 | nº 51
El régimen económico matrimonial y el marco competencial del Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana
lenciana”. Por último, el Estatuto precisa que la Policía Judicial se organizará al servicio,
y bajo la vigilancia, de la Administración de Justicia de acuerdo con lo que regulan las
Leyes procesales. Asimismo, se determina que la colaboración entre la Sala de Gobierno
del TSJCV y la Conselleria competente en materia de justicia será “a través de la Comisión
Mixta”, que deberá crearse a tal efecto. Al igual que en otras reformas estatutarias coetá-
neas, se señala que una Ley autonómica determinará la estructura, composición, nom-
bramiento y funciones del Consell de la Justicia de la Comunidad Valenciana de acuerdo
con la LOPJ. Dicho Consejo no puede entrar en el núcleo de la Administración de Justicia
en sentido estricto de acuerdo con lo expuesto por el TC en su Sentencia 56/1990, ni par-
ticipar en el ámbito administrativo reconocido por la LOPJ a otros órganos. Al respecto,
véase: AGUIAR DE LUQUE,L.: “Poder Judicial y reforma estatutarios” en Revista General
de Derecho Constitucional, n.º1, 2006, www.iustel.com, pp.55-95, y “El futuro del modelo
de Estado: poder judicial y reformas estatutarias y legales. ¿Estamos en presencia de
una transformación en el Estado autonómico? en El Futuro del modelo de Estado, IMAP,
Madrid, 2007, pp. 229-265; BAÑO LEÓN, J.Mª y BOIX PALOP, A.: “El Estatuto…, p. 272, op.
cit.; BORRELL MESTRE, J.: “Justicia y Comunidades Autónomas” en Revista española de la
función consultiva. –n.º 4 (jul.-dic. 2005), pp.137-159; MAGRO SERVET, V.: “Comunidades
Autónomas y poder judicial” en La Constitución Española, XXV Aniversario, Generalitat
Valenciana, 2003, pp. 331-353.
14. La Administración local se regula, entre otros, en los artículos 63 y 64 y 51.1.7 del
EACV. En este contexto, se incorpora a las competencias de la Generalitat las de ejecución
de la legislación del Estado en relación con las autorizaciones de endeudamiento de los
entes locales de la Comunidad Valenciana de acuerdo con lo que determine la legislación
del Estado. Conviene destacar que, en las Cortes Generales, se eliminó la obligación pre-
ceptiva de informar por la Comisión Mixta entre la Generalitat y la Federación Valenciana
de Municipios y Provincias las iniciativas legislativas en tramitación en Les Corts que
afecten de manera específica a las entidades locales y en la tramitación de planes y nor-
mas reglamentarias de idéntico carácter (Véase: PEÑARANDA RAMOS, J.L.: “Informe sobre
la propuesta…, p. 289 y 301). Al igual que en la redacción originaria, las Diputaciones
Provinciales son reconocidas como expresión de la autonomía provincial y actuarán como
instituciones de la Generalitat Valenciana. El Estatuto posibilita la transferencia o dele-
gación en las Diputaciones la ejecución de aquellas competencias que no sean de interés
general de la Comunidad Valenciana, especialmente en áreas de obras públicas, sanidad,
cultura y asistencia social. La coordinación de las funciones propias de las Diputaciones,
que sean de interés comunitario, se realizará por ley de las Cortes Valencianas. Tras la
reforma de 2006, la Federación Valenciana de Municipios y Provincias aparece reconocida
como órgano consultivo y deliberante para determinar las bases y métodos de participa-
ción de la administración local. Asimismo, se dispone que con los mismos criterios que
a escala estatal, sobre la base del principio de subsidiariedad será creado por Ley de Les
Corts el Fondo de Cooperación Municipal de la CV (DIEZ SÁNCHEZ, J.J.: “El régimen local
valenciano” en Un Estatuto para el siglo XXI. Revista Valenciana d’Estudis Autonómics, n.º
47/48, 2006, pp. 189-209, p. 202).
15. En el artículo 59 del EACV se regulan las relaciones con el Estado y otras CC.AA.
junto con la afirmación de que el Estado debe velar por los desequilibrios territoriales
que perjudiquen a la Comunidad, se proclama la especial relación de colaboración con las
Comunidades Autónomas vecinas que se incluyen en el Arco Mediterráneo. En este Título
de las relaciones con el Estado y otras Comunidades Autónomas, en las Cortes Generales
se eliminaron de la propuesta de reforma la referencia a los principios de lealtad, coordi-
nación, cooperación y colaboración como rectores de las actuaciones de las administra-
ciones públicas de la Comunidad Valenciana y en las relaciones con las Instituciones del
Estado (GUILLEM CARRAU, J. y VISIEDO MAZÓN, F.: “Tramitación de la …,p. 182, op. cit.;
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[51] Revista Valenciana d’Estudis Autonòmics
correspondientes iniciativas
16. La doctrina destaca que el nuevo EACV, al contrario que su predecesor, es absolu-
para dicha actualización”. tamente consciente, tanto del carácter europeo como de la dimensión internacional de
las competencias de la Comunidad. (Véase CARDONA LLORENS, J.: “La Comunidad Valen-
ciana región europea abierta al mundo: los Títulos VI y VII, del Estatuto de Autonomía”
en Corts. Anuario de Derecho Parlamentario, 2007, n.º 18, pp.387-419). Desde el ingreso
de España en la entonces Comunidad Económica Europea y en el marco establecido por
la Constitución y el Tratado CE, el EACV se constituye en el instrumento jurídico que
legitima, con el mismo reconocimiento que otras regiones de la UE, la participación de
la Comunidad Valenciana en el proceso de formación de políticas comunitarias en la
UE, mediante su presencia en el Comité de Regiones y en otras instancias de carácter
consultivo o representativo, sobre todo en materia de política regional y fondos estruc-
turales. Al respecto, la participación de la Comunidad Valenciana en la formación de la
voluntad del Estado ante al UE se manifiesta principalmente en el derecho a participar
en todos los procesos que establezca el Estado para configurar la posición española
en el marco de las instituciones europeas, cuando estén referidas a sus competencias
propias y también a ser oída en aquellos otros que, incluso sin ser de su competencia, le
afecten directa o indirectamente, con mención específica a la participación en el proceso
de Asociación Euromediterránea. En este punto queda por determinar la corrección del
déficit de parlamentarismo que se desgrana en el articulado expuesto. Asimismo, se
afirma ostentar la competencia exclusiva para el desarrollo y ejecución de las normas y
disposiciones europeas en el ámbito de sus competencias en el artículo 49.4 (GUILLEM
CARRAU, J. y VISIEDO MAZÓN, F.: “Tramitación de la …,p. 182; PEÑARANDA RAMOS, J.L.:
“Informe sobre la propuesta…, p. 298). Sobre las reformas en el Reglamento de las Cortes
Valencianas, véase: SORIANO HERNÁNDEZ, E.: “Notas sobre la reforma del Estatuto en la
reforma del Reglamento de les Corts Valencianes” en Corts. Anuario de Derecho Parla-
mentario, 2007, n.º 18, pp.235-249.
17. Debe hacerse mención también de la Disposición Adicional segunda de la Ley 1/2006
que hace referencia a la conocida como “cláusula Camps”, “cláusula de compromiso” con
el siguiente contenido en su apartado tercero “cualquier ampliación de las competencias
de las Comunidades Autónomas que no estén asumidas en el presente Estatuto o no le
hayan sido atribuidas, transferidas o delegadas a la Comunidad Valenciana con anterio-
ridad obligará, en su caso, a las instituciones de autogobierno legitimadas a promover
las correspondientes iniciativas para dicha actualización”. No se puede afirmar que la
cláusula tenga el efecto automático de evitar la desigualdad competencial pero contiene
el propósito establecido normativamente de adhesión de la Comunidad al necesario
movimiento centrípeto del sistema y de realizar una activa labor de actualización com-
petencial. Con otras palabras, la cláusula expresa perfectamente una opinión común en
torno a lo que en el plano competencial debe ser la configuración estatutaria en lo ju-
rídico-material, donde el principio homogeneizador acaba imponiéndose al dispositivo.
La doctrina ha analizado la citada cláusula desde diversos puntos de vista. Entre otros:
BALAGUER CALLEJÓN, F.: “Las cuestiones competenciales en los actuales procesos de re-
forma de los EA” en Revista General de Derecho Constitucional, n.º 1, 2006, www.iustel.
com, pp.39-53; BAÑO LEÓN, J.Mª y BOIX PALOP, A.: “El Estatuto…, p. 277, op. cit.; EMBID
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El régimen económico matrimonial y el marco competencial del Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana
IRUJO, A.: Balance de …, p. 165, op. cit.; GARRIDO MAYOL. V.: “- “Oportunidad, constitu-
cionalidad y relevancia de la reforma del EACV” en Un Estatuto para el siglo XXI. Revista
Valenciana d’Estudis Autonómics, n.º 47/48, 2006, p. 85, op. cit.; GUILLEM CARRAU, J.
y VISIEDO MAZÓN, F.: “Tramitación de la …,p. 226, op. cit.; TUR AUSINA, R.: “El sistema
competencial valenciano tras la reforma estatutaria de 2006. Análisis al hilo de la reciente
oleada de reformas estatutarias” en Modelo de Estado y Reforma de los Estatutos, dir. por
Vicente Garrido Mayol, Fundación Profesor Manuel Broseta Pont, 2007, p. 257.
18. Señala un sector de la doctrina que la redacción de la Disposición Derogatoria del Es-
tatuto de Autonomía trae causa de la enmienda formulada conjuntamente por los Grupos
Parlamentarios del PSOE y PP a consecuencia del informe emitido en trámite de Ponencia
por los Servicios Jurídicos del Congreso de los Diputados, disponible en Revista de las
Cortes Generales n.º 63, p. 223 y ss. La cuestión consistió en que el texto inicial propuesto
por las Cortes Valencianas no contenía una disposición derogatoria ya que afirmaba me-
diante una disposición transitoria la vigencia de la norma estatutaria hasta la entrada en
vigor de la reforma en trámite (BOCG n.º 196-I, de 15.07.2005, p.27). La propuesta técnica
consistió en suprimir la citada transitoria y añadir una derogatoria. El problema se suscitó
en que el título de la propuesta era de propuesta de reforma de la Ley 5/1982 con lo que
la disposición derogatoria podría ser interpretada como una derogación a la nueva Ley
Orgánica (vid. GARRIDO MAYOL, V.: Modelo de Estado y Reforma de los Estatutos, Funda-
ción Profesor Manuel Broseta Pont, 2007, p. 146).
19. La redacción final provocó una polémica sobre si existía o no un EACV pero lo que no
puede aceptarse es, en virtud del desliz técnico, ensombrecer de tal modo la voluntad del
legislador. Véase, Levante-EMV de 3 al 7 de junio de 2006.
20. GUILLEM CARRAU, J. y VISIEDO MAZÓN, F.: “Tramitación de la …,p. 226, op. cit.
21. En definitiva, se observa una profundización en los conceptos de buen gobierno o go-
bernanza y potenciación del parlamentarismo en muchos aspectos de la reforma (amplia-
ción de mayoría a 2/3 para la reforma del EACV y el establecimiento de la mayoría cualifi-
cada de 3/5 para desarrollar y reformar el entramado institucional; la creación del Consejo
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[51] Revista Valenciana d’Estudis Autonòmics
3. Las soluciones
técnicas en materia
de competencias de
las recientes reformas
estatutarias
Apertura y flexibilidad
son los caracteres básicos A pertura y flexibilidad son los caracteres básicos del sistema de
reparto competencial que se delimita en los artículos 148, 149
y 150 de la Constitución22. El Estado políticamente descentralizado,
del sistema de reparto que se configura con un sistema de distribución territorial de com-
competencial. petencias, es uno de los más complejos que el Derecho comparado
ofrece, y que ha sido concretado por obra del Tribunal Constitucio-
nal, como pieza capital del sistema23.
22. La apertura y flexibilidad se predican por la doctrina (BIGLINO CAMPOS, P.: “Reforma
de la Constitución, reforma de los Estatutos de Autonomía y configuración del Orden
de Competencias” en Revista de las Cortes Generales, segundo cuatrimestre 2005, n.º
65, pp.7-31). Señala Garrido Mayol (GARRIDO MAYOL, V: “Sinopsis del artículo 149 de
la CE” disponible en http://narros.congreso.es/constitucion/index.htm) que “… el sistema
competencial articulado por la Constitución de 1978 se encuadra, a simple vista, dentro
del llamado sistema de “doble lista” o sistema germánico, en el que la norma constitucio-
nal detalla en dos listas, por un lado, las competencias exclusivas del Estado, y por otro,
aquéllas que podrán corresponder a los entes descentralizados…Ahora bien, una lectura
atenta de los preceptos, en combinación con otros artículos como el 150 CE, nos permi-
ten observar, en realidad, un sistema de triple lista con rasgos peculiares. Así, encontra-
ríamos: a) Las competencias exclusivas del Estado, según el art. 149 de la Constitución;
b) Las competencias que pueden ser asumidas por las Comunidades Autónomas, según
el art. 148 de la Constitución; c) Las demás competencias, en cuanto la “facultad” o la
“materia” no mencionada expresamente como exclusiva del Estado, podrán ser asumi-
das por las Comunidades Autónomas, en virtud de la cláusula residual del art 149.3 CE,
al disponer que las materias no atribuidas expresamente al Estado por la Constitución
Española podrán corresponder a las Comunidades Autónomas, si así lo establecen sus
propios Estatutos. De este modo, cabría deducir, por ejemplo, una competencia integrada
dentro de esta tercera lista en la ejecución de la legislación sobre propiedad intelectual
o industrial, pues el art. 149.1.9ª sólo reserva al Estado la competencia exclusiva sobre la
legislación en la citada materia”.
23. Entre otros, véase: ARAGON, M.: “La construcción del Estado autonómico” en Revista
General de Derecho Constitucional, n.º1, 2006, www.iustel.com, pp. 15-38; MUÑOZ MA-
CHADO, S.: “Pactismo y soberanía en la organización territorial” en El Futuro del modelo
de Estado, coord. por ÁLVAREZ CONDE, IMAP, Madrid, 2007, pp. 13-27. Especial referen-
cia se puede realizar a los fundamentos jurídicos relativos a esta cuestión que se contie-
nen en la Sentencia de 12 de diciembre de 2007 del Tribunal Constitucional en relación al
artículo 20 de la Ley 1/2006 de reforma del EACV y que se comentan posteriormente.
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El régimen económico matrimonial y el marco competencial del Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana
Tal como expone la doctrina, esta interpretación exige, para su com- La complejidad del sistema
prensión, tener en cuenta lo señalado por el TC “…son los Estatutos las competencial español, junto
normas llamadas a fijar las competencias” (STC 76/1983), por lo que si
a la enorme posibilidad
no existe una asunción expresa de competencias por parte de una Co-
munidad, no podrá decirse que la competencia le corresponde, a no descentralizadora que ofrece
ser que le haya sido transferida o delegada por el Estado. La comple- el texto constitucional,
jidad del sistema competencial español, junto a la enorme posibilidad permite observar cómo
descentralizadora que ofrece el texto constitucional, permite observar la inmensa mayoría de las
cómo la inmensa mayoría de las competencias se encuentran com-
competencias se encuentran
partidas entre el Estado y las Comunidades Autónomas. No obstante,
resulta preferible no depender en exceso de la terminología y atender compartidas entre el
a un criterio casuístico para delimitar el sistema de competencias de Estado y las Comunidades
acuerdo con las necesidades y evolución del Estado Autonómico24. Autónomas.
El sistema de reparto de competencias se sostiene, pues, en el “prin-
cipio de disponibilidad”, por el cual son las Comunidades Autónomas
las llamadas a manifestar su voluntad de aumentar las cotas de poder
a través de la asunción de competencias, ya sea a través de la reforma
de su Estatuto vía Ley Orgánica, pero también a través de una Ley
Orgánica del Estado de transferencia o delegación (artículo 150.2 de
la Constitución)25. El resultado final de tal principio dispositivo consti-
tucional ha sido, sin embargo, el de una práctica homogeneidad entre
todas las Comunidades Autónomas tanto en los aspectos competen-
ciales como en los institucionales26.
De este modo, el desarrollo constitucional del principio de democra-
El sistema de reparto de
cia territorial ha supuesto la creación de verdaderas comunidades
políticas, de clases políticas territoriales y de centros de articulación competencias se sostiene,
de intereses de las comunidades territoriales afectadas en expresión pues, en el “principio de
de su autogobierno, produciéndose una generalización del hecho disponibilidad”.
24. GARRIDO MAYOL, V.: “Sinopsis del artículo 149…, op. cit.
25. Señala Bacigalupo que las Leyes Orgánicas de transferencia y delegación fueron utili-
zadas desde el primer momento como mecanismo de atribución extraestatutaria de com-
petencias a las Comunidades Autónomas. De acuerdo con lo dispuesto en el artículo 150.2
de la CE se igualó por esta vía a las Canarias y la Comunidad Valenciana con las llamadas
Comunidades de primer grado (Leyes Orgánicas 11/1982, de 10 de agosto, de transferencias El desarrollo constitucional
complementarias para Canarias, y 12/1982, de 10 de agosto, sobre transferencias a la Co-
munidad Valenciana de competencias en materia de titularidad estatal; esta última ya dero- del principio de democracia
gada por la Ley Orgánica 12/1994, de 24 de marzo, una vez incorporadas sus previsiones a
la reforma del Estatuto llevada a cabo en 1994). Posteriormente tuvo lugar, en el marco del territorial ha supuesto la
Pacto Autonómico de 1992 y para instrumentar en una primera fase (seguida en 1994 de las
correspondientes reformas de los Estatutos), la ampliación del ámbito competencial de las
creación de verdaderas
Comunidades de segundo grado (Ley Orgánica 9/1992, de 23 de diciembre, de Transferencia comunidades políticas, de
de Competencias a las Comunidades Autónomas que accedieron a la autonomía por la vía
del artículo 143 de la Constitución), apunta Bacigalupo. Véase, entre otros, BACIGALUPO clases políticas territoriales y
SAGESSE, M.: “Sinopsis del artículo 150 de la Constitución” disponible en http://www.con-
greso.es/constitucion/constitucion/indice/index.htm; VILLAR PALASÍ, J. L.: VILLAR PALASÍ,
de centros de articulación de
J.L.: “Leyes Marco, Leyes Orgánicas de transferencia o delegación y Leyes de armonización:
artículo 150” en Comentarios a la Constitución española de 1978, dirigidos por Óscar Alzaga
intereses de las comunidades
Villamil, Madrid, Cortes Generales, 1996-1999, T. XI, pp. 321-355. territoriales.
26. EMBID IRUJO, A.: “Balance del Estatuto…, p. 163, op. cit.
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[51] Revista Valenciana d’Estudis Autonòmics
Pugnando en dichas reformas diferencial. Ahora todos los territorios reivindican una comunidad
las dos concepciones de política propia y con el mismo nivel de autogobierno, en otras pa-
labras, existe una “autonomía emocional territorializada”27.
federalismo –cooperativo y En dicho contexto, se identifica por parte de la doctrina que el objetivo
competitivo–. de las reformas consiste en configurar los Estatutos como una especie
de Constituciones autonómicas28, pugnando en dichas reformas las
dos concepciones de federalismo-cooperativo y competitivo– y des-
tacando las iniciativas encuadradas en la segunda de la concepciones,
donde priman las políticas aisladas emprendidas unilateralmente por
determinados entes territoriales sobre las políticas de conjunto que
pudieran llegar a ser signo común entre todos ellos29.
Un sector de la doctrina subraya se ha asistido a la identificación explíci-
ta o implícita de la función constitucional y de su carácter complemen-
tario a la Constitución para la delimitación de las competencias entre el
Estado y las CC.AA., desconociendo el principio de primacía constitucio-
nal y asimilando la función de “estatuyente” a la de “co-constituyente” y,
consecuentemente, blindando la norma estatutaria30.
Esta técnica –con origen en la reforma del Estatuto catalán y presente
en versión modificada en las reformas andaluza, castellano-manchega
y canaria consiste en la combinación de, por un lado, una definición
28. Entre otros, véase: EMBID IRUJO, A.: “Balance del Estatuto…, p. 169, op. cit. ; LÓPEZ
RAMÓN, F.: “Reflexiones sobre el procedimiento en la tercera reforma estatutaria” en
Revista Aragonesa de Administración Pública, VIII, Zaragoza, 2005, pp. 15-33; y ORTEGA
L.: “Reforma Constitucional…, p. 40, op. cit.
29. EMBID IRUJO, A.: “Balance del Estatuto…, p. 151 y 152, op. cit.
30. Esta afirmación es utilizada por Álvarez Conde (ÁLVAREZ CONDE, E.: “Reflexiones so-
bre…, p.55, op. cit. y “Algunas reflexiones sobre…, p. 31, op. cit.) y Cruz Villalón (CRUZ
VILLALÓN, P.: “La reforma del Estado de las Autonomías” en Revista d’Estudis Autonòmics
i Federals, n.º2, 2006, pp. 77-123). Se ha suscitado debate doctrinal en torno de la cues-
tión de la reforma constitucional, sosteniendo que los límites materiales implícitos a la
reforma constitucional debían haber sido proyectados sobre las propuestas de reformas
estatutarias que, aún no incurriendo en inconstitucionalidad formal por no alterar la letra
de la Constitución, tuviesen por objeto forzar un cambio de tanto calado en la legislación
estatal, que llegasen a perturbar seriamente el significado de esa letra constitucional, su-
poniendo, en realidad, su vulneración, motivo por el que resultaría inexcusable declararlas
inconstitucionales. Desde este punto de vista, la afirmación de que lo que no está prohibi-
do en la Constitución está permitido solo sería aceptable para la cuestión de los derechos
fundamentales porque la vocación irradiante de éstos así lo demanda. En definitiva, dichas
iniciativas suponen exigencias de asimetrías inconstitucionales (PORTERO MOLINA, J.A.:
“Los retos del Estado de las Autonomías” en Modelo de Estado y Reforma de los Estatutos,
dir. por Vicente Garrido Mayol, Fundación Profesor Manuel Broseta Pont, 2007, pp. 23-40).
Viver Pi i Sunyer ha recogido sus reflexiones sobre las críticas recibidas por la técnica elegi-
da para la cuestión competencial en la reforma catalana (Véase: VIVER PI I SUNYER, C.: “En
defensa dels Estatuts d’Autonomia com a normes juridiques delimitadores de competèn-
cies. Contribució a una polèmica juridicoconstitutucional” en Revista d’Estudis Autonòmics
i Federals, n.º1, 2005, pp. 97-130.)
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El régimen económico matrimonial y el marco competencial del Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana
31. Entre otros, véase: PORRAS RAMÍREZ, J.Mª: Las reformas estatutarias y …, p.54, op. cit.; PE-
MÁN GAVÍN, J.Mª: “En torno a la reforma del Estatuto Aragonés: las posibilidades de una am-
pliación competencial” en Revista Aragonesa de Administración Pública, VIII, Zaragoza, 2005,
pp. 307-360; TUR AUSINA, R.: “El sistema competencial valenciano tras la reforma estatutaria
de 2006. Análisis al hilo de la reciente oleada de reformas estatutarias” en Modelo de Estado y
Reforma de los Estatutos, dir. por Vicente Garrido Mayol, Fundación Profesor Manuel Broseta
Pont, 2007, p. 227; VIVES PI I SUNYER, C.: “En defensa dels estatuts…, p. 100, op. cit.
32. Entre otros, véase: BAÑO LEÓN, J.Mª y BOIX PALOP, A.: “El Estatuto…, p. 248; BIGLINO
CAMPOS, P,: “Reforma de…, p. 19, op. cit.; PORRAS RAMÍREZ, J.Mª: Las reformas estatuta-
rias y …, p.53, op. cit.; TUR AUSINA, R.:. 265 “El sistema competencial…, p. 237, op. cit.
33. La totalidad de las comparecencias realizadas ante la Ponencia de estudio para la re-
forma del EACV y la consolidación del autogobierno se encuentran disponibles en el sitio
de Les Corts: http://www.cortsvalencianes.es/Comparecencias?id_nodo=4148&accion=1
34. Informe sobre la reforma del Estatut, Institut d’Estudis Autonómics, Barcelona 2003,
disponible en http://www10.gencat.net/drep/binaris/re1_tcm112-20012.pdf
35. VIVER I PI-SUNYER, C.: Materias competenciales…, op. cit.; FERNÁNDEZ FARRERES,
G.: “El sistema de distribución de competencias entre el Estado y las Comunidades Autó-
nomas en la Jurisprudencia Constitucional: Cuestiones resueltas, problemas pendientes”
en Revista Parlamentaria de la Asamblea de Madrid, n.º 2, 1999, p. 29.
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[51] Revista Valenciana d’Estudis Autonòmics
La adopción de modelos Sin embargo, esta novedosa técnica tampoco parece solventar los
“clásicos”, en cuanto a las siguientes problemas: la tensión reinvindicativa bilateral de compe-
tencias; la falta de delimitación exacta o precisa de las competencias
técnicas de distribución autonómicas de acuerdo con el principio de “exclusividad en sentido
competencial, son opciones estricto”36; la petrificación competencial37; la laminación competen-
a los que un sector de la cial de las CC.AA. por el Derecho comunitario38; la delimitación de los
doctrina otorga “tintes más títulos competenciales del Estado y el concepto de “lo básico”, defi-
realistas”, invitando menos nidos por la Constitución (entre otros, STC 20/1988); la calidad del
ejercicio de las competencias por los parlamentos autonómicos; la
a la confusión y al bloqueo dificultad derivada de la interconexión de los Ordenamientos comu-
frente al Estado. nitario, estatal y autonómico39 o la imposibilidad de dividir la reali-
dad en dos esferas de poder estancas y completamente separadas40.
La adopción de modelos “clásicos”, en cuanto a las técnicas de distri-
bución competencial, son opciones a los que un sector de la doctrina
otorga “tintes más realistas”, invitando menos a la confusión y al blo-
queo frente al Estado, aunque ello no signifique, sin embargo, que el
debate competencial hubiera quedado cerrado si todas las Comuni-
dades hubieran optado por un modelo clásico puesto que seguirían
vigentes los riesgos “constitucionales” como los que, a continuación,
se relacionan: las tendencias centrífugo-asimétricas autonomistas y
la compensación de las fuerzas centrípetas del Estado y, en definiti-
va, las limitaciones derivadas de las intervenciones estatales, que se
podrían evitar mediante el desarrollo y la concreción de los títulos
competenciales41.
Precisamente, la desigualdad que puede generar la diversidad de
36. Los Estatutos que han elegido esta técnica han optado por utilizar un doble concepto
de exclusividad (STC 37/1981), véase: PORRAS RAMÍREZ, J.Mª: Las reformas estatutarias y
…, p.55, op. cit.
37. BALAGUER CALLEJÓN, F.: La reforma del Estatuto de Cataluña desde la perspectiva de
la ordenación competencial. Un análisis de las líneas generales del título V de la propues-
ta de reforma, MAP, 2005, p. 17 y 22.
41. VIVER PI I SUNYER, C.: “En defensa dels estatuts…, p. 129, op. cit.
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El régimen económico matrimonial y el marco competencial del Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana
43. Esta situación es descrita desde ámbitos o percepciones distintas por BAÑO LEÓN,
J.Mª y BOIX PALOP, A.: “El Estatuto…, p. 247, op. cit. y EMBID IRUJO, A.: “Balance del
Estatuto…, p. 164, op. cit.
44. Sobre la reforma constitucional y sus interrelaciones con las reformas estatutarias, véase,
entre otros: ÁLVAREZ CONDE, E.: “Algunas reflexiones sobre…, p. 29, op. cit.; BAÑO LEÓN, J.Mª
y BOIX PALOP, A.: “El Estatuto…, p. 248, op. cit.; BIGLINO CAMPOS, P.: “Reforma de…, p. 29,
op. cit.; EMBID IRUJO, A.: “Balance del Estatuto…, p. 148, op. cit.; GÓMEZ-FERRER MORANT,
R.: “Los principios de unidad y …, p. 52, op. cit.; ORTEGA L.: Reforma constitucional y reforma
estatutaria” en Revista Aragonesa de Administración Pública, VIII, Zaragoza, 2005, pp. 37-
94; ROIG MOLÉS, E.: “La reforma del Estado de las Autonomías: ¿ruptura o consolidación
del modelo constitucional de 1978?”, en Revista d’Estudis Autonòmics i Federals, n.º3, 2006,
pp.149-186; VIVER PI I SUNYER, C.: “En defensa dels estatuts…, p. 121, op. cit.
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[51] Revista Valenciana d’Estudis Autonòmics
45. Sobre las Sentencias citadas se ciernen luces y sombras para determinados repre-
sentantes de la doctrina. Para unos el Tribunal no ha juzgado el precepto impugnado
sino que, al contrario, por medio de una sentencia de las llamadas “preventivas”, está
adelantando su juicio de constitucionalidad sobre otros Estatutos y está impulsando
la medievalización del ordenamiento renunciando a formular juicios de validez sobre
los Estatutos o las leyes cuando matizan reglas constitucionales, se entrometen en
ámbitos competenciales que les son ajenos, etc. (ÁLVAREZ CONDE, E.: “La inocentada
Navideña del TC” en ABC, 3.1.2008; MUÑOZ MACHADO, S.: MUÑOZ MACHADO, S.:
“La Senda Constitucional hacia la Edad Media”, en El Mundo, 16.1.2008; ZARAGOZA
MARTÍ, M.F.: “El nuevo derecho e…, p.197 y ss). Pascua Mateo considera que la inclu-
sión de las declaraciones de derechos dista de ser una cuestión resuelta y pacífica
y ello a pesar de contar con una sentencia constitucional relativamente favorable
bien que al precio de rebajar su eficacia a la de meros principios. Desde un punto de
vista metajurídico, puede sostenerse la conveniencia de recortar su carácter retórico,
que pudiera llevar a desilusiones a ciudadanos poco familiarizados con la técnicas de
la interpretación jurídica que ven cómo presuntos derechos le son denegados o no
se desarrollan con la intensidad que se quiere aparentar (PASCUA MATEO, F.: “Título
Preliminar. Artículo 7” en Asamblea. Revista parlamentaria de la Asamblea de Madrid.
Especial Monográfico, Comentarios al Estatuto de Autonomía de la Comunidad de
Madrid, junio 2008, p.154 a 155). Para otros, los pronunciamientos objeto de análisis
han constituido una sentencia fundamental, como un trallazo restallante y eficaz,
sobre nuestro Estado autonómico con consecuencias futuras decisivas con motivo de
resolver una cuestión menor acerca del derecho al agua establecido en el nuevo esta-
tuto valenciano. Esta cuestión se soluciona con la afirmación de la competencia de la
Comunidad Autónoma en una materia compartida con el Estado no permite el reco-
nocimiento del derecho en cuestión sino de acuerdo con la legislación del Estado, “…
de manera que no se impone estatutariamente una actuación al Estado en la materia,
sino el reconocimiento en tal norma autonómica de un derecho a favor de los ciuda-
danos de la Comunidad Autónoma de Valencia, sólo para el caso de que la legislación
nacional establezca la redistribución mencionada por parte del Estado” (SOLOZABAL,
J.J.: “La autonomía en serio”, en El País, 27.12.2007 cualquier caso, por la doctrina se
impone una reflexión sobre la función jurisdiccional desempeñada por el Alto Tribunal
(PEREZ ROYO, J.: “El rosario de la aurora” en El País, 22.12.2007, “Más legitimidad” en
El País, 11.1.2008). Deben tenerse en cuenta los cinco votos particulares discrepantes
respecto a las Sentencias de 12 y 13 de diciembre de 2007. Estos votos contienen
argumentaciones diversas al respecto del conjunto del pronunciamiento, afirmando
todos ellos que el recurso debía haberse estimado y que debería haberse declarado
inconstitucional el precepto impugnado pese a compartir parte de los contenidos de
la fundamentación jurídica del mismo.
46. En la STC 247/2007, a juicio del TC, el Estatuto de Autonomía es una norma “que
ocupa, sin duda, una singular posición en nuestro sistema de fuentes, lo que impo-
ne que hayamos de prestar especial atención a la compleja trama de interrelaciones
existentes en el seno de dicho sistema de fuentes y que lo hagamos ponderando la
posición y función que tienen en él los Estatutos de Autonomía”. El TC también realiza,
en el FJ 5, consideraciones generales acerca de la relevancia que los Estatutos de Auto-
nomía tienen en nuestro sistema constitucional y en este sentido plantea que “nuestra
Constitución prevé un Estado “compuesto” o “complejo” pues en él las Comunidades
Autónomas participan con el Estado, del poder político, configurándose así nuestro
Estado Autonómico”. En esta configuración del Estado Autonómico, los Estatutos de
Autonomía, a juicio del Tribunal, “constituyen una pieza esencial en la estructura com-
puesta del Estado que nuestra Constitución recoge”. Pero precisamente los Estatutos
de Autonomía que tienen una eficacia territorial limitada, son normas de cabecera
de los correspondientes ordenamientos autonómicos, que se encuentran subordina-
dos a la Norma Superior del Ordenamiento, a la Constitución Española. Los Estatutos
de Autonomía, señala el TC, en el FJ 6, presentan tres característica fundamentales,
como son la necesaria confluencia de voluntades en su procedimiento de elaboración,
90 2008 | nº 51
El régimen económico matrimonial y el marco competencial del Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana
48. En la STC 247/2007, el Tribunal deja patente la capacidad de los Estatutos de Auto-
nomía para poder recoger aquellas materias no atribuidas expresamente al Estado por la
Constitución (art. 149.3 CE) además, indica que las competencias del Estado se proyectan
en ámbitos diferentes, las estrictamente reservadas y otras que pueden ser asumidas por
sus Estatutos o no, según ellos mismos establezcan. En definitiva, el Tribunal entiende que
“los Estatutos atribuyen competencias a las Comunidades Autónomas en el ejercicio del
principio dispositivo que la Constitución les reconoce, y al hacerlo, también determinan
las del Estado” (FJ 7).
2008 | nº 51 91
[51] Revista Valenciana d’Estudis Autonòmics
Un sector de la doctrina
considera que la falta de un
4. La cuestión
común compromiso de fines competencial en la
ha generado, precisamente,
una diversa técnica reforma del Estatuto
delimitadora de competencias
en el EACV-seguido por
de la Comunidad
otras Comunidades como Valenciana
la aragonesa y la balear-
Como es sabido, en los trabajos preliminares a la reforma del EACV,
frente a otras normas se impusieron dos premisas: la catalogación de las competencias y
institucionales básicas –la el nivel competencial asumido49. Junto a ello, diversas novedades
catalana, la andaluza, la puntuales irían en la línea de plasmar determinados compromisos
castellano-manchega y la en relación con las competencias en materia de Administración de
Justicia, sector audiovisual, seguridad jurídica preventiva y sus de-
canaria–. Para otro sector
marcaciones, y relaciones con la UE y acción exterior.
de la doctrina, el EACV Asimismo, destaca la doctrina que, en este aspecto, se trataba principal-
no procede, propiamente mente de efectuar una reforma pendiente desde el periodo 1996-1999
hablando, a un blindaje de las en el que otras CC.AA. procedieron a perfeccionar el sistema de autogo-
competencias, sin embargo bierno. Existían competencias asumidas no reflejadas estatutariamente
y nuevos retos y ámbitos materiales que incorporar al Estatuto50.
contiene especialidades en su
Un sector de la doctrina considera que la falta de un común compromi-
artículo 46 y en la Disposición so de fines ha generado, precisamente, una diversa técnica delimitadora
Adicional Segunda. de competencias en el EACV –seguido por otras Comunidades como la
aragonesa y la balear– frente a otras normas institucionales básicas– la
catalana, la andaluza, la castellano-manchega y la canaria–. Para otro
sector de la doctrina, el EACV no procede, propiamente hablando, a un
blindaje de las competencias, sin embargo contiene especialidades en su
artículo 46 y en la Disposición Adicional Segunda51.
En realidad reproduce el modelo clásico de competencias exclusivas
(art.49); competencias de desarrollo legislativo y ejecución de la le-
gislación básica del Estado (art. 50); y la ejecución de la legislación
del Estado (art. 51). Básicamente, explica la doctrina, los listados
competenciales del EACV siguen siendo los reversos de las compe-
tencias establecidas en el artículo 149 CE52.
92 2008 | nº 51
El régimen económico matrimonial y el marco competencial del Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana
En primer lugar, tras la reforma de 2006, se concreta el ámbito com- Se determinan las materias
petencial con las materias en las que la Generalitat tiene competencia en las que existe una
exclusiva (de legislación y ejecución) en el artículo 49. No obstante
se apunta aquí que la repetida cláusula “sin perjuicio” evidencia que
competencia compartida en
se trata en realidad de materias compartidas con el Estado. Apunta el marco de la Legislación
la doctrina que la técnica legislativa de la reforma aragonesa es más Básica del Estado.
acertada al evitar los sin perjuicio mediante el empleo de la frase “en
el marco del artículo 140 y 149.1 de la Constitución”53.
En segundo lugar, se determinan las materias en las que existe una
competencia compartida en el marco de la Legislación Básica del
Estado (correspondiendo a la Generalitat el desarrollo legislativo y
la ejecución). Algunas dudas ha planteado, desde el punto de vis-
ta del principio de unidad, la posibilidad establecida en el artículo
44.2 la competencia de la Generalitat para dictar normas con carác-
ter provisional en materias sobre las que la Constitución atribuye al
Estado la competencia de legislación básica. En consonancia con la
STC 32/1981 se plantea que la Comunidad Autónoma puede legislar
respetando las bases materiales que se deduzcan de la legislación vi-
gente y con carácter provisional, puesto que serán derogadas cuando También se configuran
sean incompatibles con la legislación básica dictada con posteriori-
otras materias en las que
dad por el Estado54.
En tercer lugar, también se configuran otras materias en las que co-
corresponde a la Generalitat
rresponde a la Generalitat la ejecución, siendo del Estado la legisla- la ejecución, siendo del
ción básica y su legislación de desarrollo. Se explica por la doctrina Estado la legislación básica y
que, en ningún caso, el Estatuto puede vincular al Estado en punto a su legislación de desarrollo.
su legislación básica55.
En cuarto lugar, la Comunidad Valenciana asume, además de las La Comunidad Valenciana
facultades y competencias comprendidas en el Estatuto, las que se
asume, además de las
hallen implícitamente comprendidas en las mismas, aplicándose sub-
sidiariamente el Derecho estatal (artículos 49.2 y 51.1.11). facultades y competencias
En quinto lugar, explica la doctrina que la cláusula contenida en el comprendidas en el
artículo 46 del Estatuto completa perfectamente la técnica de distri- Estatuto, las que se
hallen implícitamente
53. Por ejemplo, como ocurre con la materia de las denominaciones de origen. Son de
gran interés las aportaciones y análisis de López Benítez que sugiere que “no estamos comprendidas en las mismas,
ante la tradicional dialéctica competencia exclusiva/competencia compartida o ante la
habitual antinomia entre competencia exclusiva/competencia concurrente, sino ante
aplicándose subsidiariamente
una técnica sui generis de distribuir competencias en la que la exclusividad, cierta de la el Derecho estatal.
competencia autonómica, precisa de la colaboración del Estado en el sentido descrito por
el TC en su Sentencia 209/1989”. En este tipo de competencias, el Estado y las Comuni-
dades realizan actuaciones complementarias en relación con el acto de autorización o
reconocimiento provisional de una denominación, la remisión de las cuentas generales
y presupuestos de los Consejos Reguladores, la instrucción y resolución de expedientes
sancionadores por infracciones cometidas por empresas ubicadas en una Comunidad Au-
tónoma en relación con Denominaciones de origen de otras Comunidades Autónomas, la
expedición de los certificados esenciales para la exportación, etc. LÓPEZ BENÍTEZ, M.: Las
Denominaciones de Origen, CEDECS, Barcelona, 1996, p. 96
54. GÓMEZ-FERRER MORANT, R.: “Los principios de unidad y …,p. 39, op. cit.
2008 | nº 51 93
[51] Revista Valenciana d’Estudis Autonòmics
anterioridad obligará, en su 57. La doctrina ha analizado la citada cláusula desde diversos puntos de vista. Entre
caso, a las instituciones de otros: BALAGUER CALLEJÓN, F.: “Las cuestiones competenciales …, p. 51, op. cit.; BAÑO
LEÓN, J.Mª y BOIX PALOP, A.: “El Estatuto…, p. 277, op. cit.; BAÑO LEÓN, J.Mª: “El Estatuto
autogobierno legitimadas a de Autonomía en el Ordenamiento estatal y en el autonómico” en Comentarios al EACV
dir. BAÑO LEÓN, J.M.., Thompson- Civitas, 2007, pp. 53-73; EMBID IRUJO, A.: Balance de
promover las correspondientes …, p. 165, op. cit.; GARRIDO MAYOL. V.: “Oportunidad, constitucionalidad…, p. 85, op. cit.;
iniciativas para dicha GUILLEM CARRAU, J. y VISIEDO MAZÓN, F.: “Tramitación de la …,p. 226, op. cit.; PEMÁN
GAVÍN, J.Mª: “En torno a la…, p. 346, op. cit.; TUR AUSINA, R.: “El sistema competencial…,
actualización”. p. 257, op. cit..
94 2008 | nº 51
El régimen económico matrimonial y el marco competencial del Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana
58. Para un sector de la doctrina (ÁLVAREZ CONDE, E.: “Reflexiones sobre..., p. 59, op.
cit.), otras reformas estatutarias desvirtuaban el sistema del artículo 150 por considerar
el citado sistema una obligación, y no una potestad, del Estado, como el caso del Estatuto
de Cataluña, aunque finalmente el precepto en cuestión (Disposición Adicional tercera)
fue corregido en el Congreso de los Diputados.
59. Por un lado, esta reforma realiza para la doctrina una actualización competencial a la
luz de nuevos retos y de cambios derivados del progreso socio-económico, quedando al-
gunos pendientes como pueden ser el tema del agua y la inmigración, que se abordan en
el capítulo de los derechos y deberes de los valencianos; la cuestión de las competencias
sobre el sistema penitenciario; los objetivos, la tramitación y gestión de subvenciones;
etc. (TUR AUSINA, R.: “El sistema competencial…, p. 243, op. cit.). Por otro, se ha conside-
rado que la reforma ha estado, desde el punto de vista competencial, muy condicionada
por el juego de las mayorías políticas existentes a escala autonómica y estatal (BAÑO
LEÓN, J.Mª y BOIX PALOP, A.: “El Estatuto…, p. 247, op. cit.).
2008 | nº 51 95
[51] Revista Valenciana d’Estudis Autonòmics
5. La competencia en
materia de Derecho civil
Destaca la doctrina que el EACV aprobado como Ley Orgánica 5/1982,
en su artículo 31, reconocía a la Generalitat Valenciana competencia ex-
clusiva sobre la conservación, modificación y desarrollo del Derecho civil
valenciano en idénticos términos al Estatuto de Galicia (artículo 27.4) y
del Estatuto de Cataluña (artículo 9.2). No obstante, la norma institu-
cional básica de la Comunidad Valenciana contenía alguna peculiaridad
no compartida con Estatuto alguno en materia de Derecho civil como
fue considerar los bienes de herencias intestadas, cuando el causante
ostentara la condición política de valenciano, al describir la composición
del patrimonio de la Generalitat (en su artículo 51.1.c)63.
Con mayor o menor Con mayor o menor predicamento, durante los trabajos en po-
predicamento, durante los nencia previos a la reforma del EACV en 2006, se plantearon pro-
trabajos en ponencia previos a puestas de modificación de algunos aspectos de los preceptos que,
en la norma estatutaria, se ocupan de la materia del Derecho civil
la reforma del EACV en 2006,
valenciano64.
se plantearon propuestas
de modificación de algunos 62. En relación a las competencias de inmigración, se presentaron sendas enmiendas
aspectos de los preceptos (enmienda 14 del Grupo Parlamentario Mixto y las enmiendas 96 y 97 del Grupo Parla-
mentario GER-ECR). El resto de cuestiones apuntadas fueron propuestas en las enmien-
que, en la norma estatutaria, das 104 a 108 y 114, todas ellas del Grupo Parlamentario ERC (BOCG, Congreso de los
Diputados, n.º B-196-11, de 6/2/2006, p. 151). Véase: PEÑARANDA RAMOS, J.L.: “Informe
se ocupan de la materia del sobre la propuesta…, pp.287 y 297, op. cit.
Derecho civil valenciano.
63. Sobre esta cuestión, véase, entre otros: BAÑO LEÓN, J.Mª y BOIX PALOP, A.: “El Estatuto…,
p. 255; DOMINGUEZ CALATAYUD, V.: “La competencia exclusiva de la Generalitat sobre la
conservación, modificación y desarrollo del Derecho civil foral valenciano” en Corts. Anuario
de Derecho Parlamentario, 2007, n.º 18, pp.323-344; GARRIDO MAYOL V.: “Las competen-
cias de la Generalitat Valenciana en materia de Derecho civil: perspectivas de futuro”, RVEA,
nº41/42 p. 282-309; GUILLEM CARRAU, J.: “La reforma del marco competencial del Estatu-
to…, en prensa; MOLINER NAVARRO, R.: “Las competencias en materia de Derecho civil foral a
la luz del artículo 489.1.2º del nuevo EACV” en Corts. Anuario de Derecho Parlamentario, 2007,
n.º 18, pp.345-366; MONTÉS PENADÉS, V.L.: “El Derecho foral valenciano” en Comentarios al
EACV dir. BAÑO LEÓN, J.M.., Thompson- Civitas, 2007, pp. 261-323.
96 2008 | nº 51
El régimen económico matrimonial y el marco competencial del Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana
Pese a la similitud entre las versiones originaria y reformada del Es- Pese a la similitud entre
tatuto sobre esta cuestión, la redacción entre el contenido de la Ley las versiones originaria y
Orgánica 1/2006, de 10 de abril, y el Estatuto de Autonomía refor-
mado –Ley Orgánica 5/1982, de 1 de julio–, no es idéntica porque
reformada del Estatuto sobre
además de las menciones contenidas en la Exposición de motivos65, esta cuestión, la redacción
el artículo 7.1 insiste en el desarrollo legislativo de las competencias entre el contenido de la
de la Generalitat, procurando la recuperación de los contenidos co- Ley Orgánica 1/2006, de
rrespondientes de los Fueros del histórico Reino de Valencia, en plena 10 de abril, y el Estatuto de
armonía con la Constitución y con las exigencias de la realidad social
y económica valenciana.
Autonomía reformado –Ley
Asimismo, figura ahora la competencia exclusiva de la Generalitat en Orgánica 5/1982, de 1 de
el artículo 49.1.2ª para la “conservación, desarrollo y modificación del julio–, no es idéntica.
Derecho civil foral valenciano”, y en la Disposición Transitoria tercera,
se reafirma en lo anterior señalando que “la competencia exclusiva
sobre el Derecho civil foral valenciano se ejercerá, por la Generalitat,
en los términos establecidos por este Estatuto, a partir de la normativa Figura ahora la competencia
foral del histórico Reino de Valencia, que se recupera y actualiza, al exclusiva de la Generalitat
amparo de la Constitución española”66. en el artículo 49.1.2ª para
Podría citarse a este respecto también, la singularidad representada la “conservación, desarrollo
por la vecindad civil valenciana, a la que se alude en el artículo 3,
y modificación del Derecho
apartado 4 del nuevo Estatuto de Autonomía, cuando se señala que
“El Derecho civil foral valenciano se aplicará con independencia de
civil foral valenciano”.
donde se resida, a quien ostente la vecindad civil valenciana conforme
a las normas del Título Preliminar del Código Civil, que serán igual-
mente aplicables para resolver los conflictos de leyes”.67 Por ello, en el
“la competencia exclusiva
65. La propia Exposición de motivos del nuevo EACV, después de señalar que se intenta sobre el Derecho civil foral
una reforma de hondo calado, que permita disponer de un Estatuto que “dentro del mar-
co competencial, esté equiparado al más alto nivel”, enfatiza que “pretende el impulso y
valenciano se ejercerá, por la
desarrollo del Derecho civil foral valenciano aplicable” y, por ello, según dice expresamen- Generalitat, en los términos
te, “el desarrollo legislativo de las competencias de la Generalitat, en plena armonía con
la Constitución española, procurando la recuperación de los contenidos de los Fueros del establecidos por este Estatuto,
Reino de Valencia, abolidos por la promulgación del Decreto de 29 de junio de 1707”.
a partir de la normativa
66. En cuanto a la propuesta de reforma y su evolución a lo largo de la tramitación parla- foral del histórico Reino de
mentaria, fruto de las negociaciones entre los dos grupos mayoritarios en el Congreso de los
Diputados, fueron realizadas incorporaciones y modificaciones en el texto de la propuesta
Valencia, que se recupera y
de reforma del EACV. En la propuesta de reforma del artículo 49 del EACV se incluyó por actualiza, al amparo de la
las Cortes Generales una precisión a la propuesta de las Cortes Valencianas en relación
con la competencia exclusiva de la Generalitat para la conservación, desarrollo y modifi- Constitución española”.
cación del “Derecho civil foral valenciano” que tuvo consecuencias en la redacción de la
disposición transitoria tercera del Estatuto que, respecto la competencia exclusiva sobre el
“Derecho civil Foral valenciano”, se precisa “…se ejercerá, por la Generalitat, en los términos
establecidos por este Estatuto, a partir de la normativa foral del histórico Reino de Valencia,
que se recupera y actualiza, al amparo de la Constitución española” desapareciendo así la
referencia a la Disposición Adicional primera de la Constitución y al Decreto de 29 de junio La singularidad representada
de 1707. Así el texto estatutario da por consolidada la doctrina constitucional emanada
en la STC 121/92. No obstante, considera un sector de la doctrina que la competencia de por la vecindad civil
la Generalitat en materia de Derecho civil no ha quedado ni mejorada ni fortificada por la
constante y recurrente invocación del Derecho foral histórico.
valenciana, a la que se alude
en el artículo 3, apartado
67. Como señala la doctrina, esta vecindad civil se recogía ya en la propia Ley de Patrimo- 4 del nuevo Estatuto de
nio de la Generalitat (Ley 3/1986, de 24 de octubre) que, en su artículo 22.2, disponía que,
en caso de sucesión intestada y a falta de personas con derecho a heredar, según la ley Autonomía.
2008 | nº 51 97
[51] Revista Valenciana d’Estudis Autonòmics
”… Las normas y artículo 7.2 del EACV se dispone que” … Las normas y disposiciones
disposiciones de la de la Generalitat y las que integran el Derecho Foral Valenciano ten-
drán eficacia territorial excepto en los casos en los que legalmente
Generalitat y las que sea aplicable el estatuto personal y otras normas de extraterritoria-
integran el Derecho foral lidad”. Otras dos singularidades respecto a la cuestión de la trascen-
valenciano tendrán eficacia dencia que el EACV, tras su reforma de 2006, otorga al Derecho civil
territorial excepto en los foral valenciano son las referidas a los conocimientos del mismo por
casos en los que legalmente los miembros de la carrera judicial y por los notarios68.
En cuanto a la aplicación del Derecho Valenciano, se afirma su pre-
sea aplicable el estatuto ferencia a cualquier otro en materias de competencia exclusiva en el
personal y otras normas de artículo 45 del EACV.
extraterritorialidad”. Respecto a las competencias de los órganos jurisdiccionales en la
Comunidad Valenciana, de acuerdo con el artículo 37.2 del EACV, en
materia de Derecho civil foral valenciano, es lógico el conocimiento
de los recursos de casación y de revisión, como competencia exclusi-
va del TSJCV, así como los recursos de casación para la unificación de
la doctrina y el recurso en interés de ley en el ámbito Contencioso-
Administrativo cuando afecten exclusivamente a normas emanadas
de la Comunidad69.
En definitiva, la doctrina entiende que las Cortes Valencianas están
plenamente legitimadas para legislar en materia de Derecho civil,
de acuerdo con lo establecido en el artículo 49.1.2ª del Estatuto de
Autonomía de la Comunidad Valenciana, que otorga a la Generalitat
competencia exclusiva en “la conservación, desarrollo y modificación
del Derecho civil foral valenciano”.
En materia de Derecho En este contexto, destaca un sector de la doctrina que en la propia
civil foral valenciano, es Exposición de motivos se revela la idea-fuerza de la recuperación de
los contenidos de los Fueros70 que, a juicio de otro sector, da contenido
lógico el conocimiento de
a la propia Disposición Transitoria tercera, considerándose por algún
los recursos de casación
y de revisión, como
de bienes, se integrarán en el patrimonio de la Generalitat cuando el causante ostentase
competencia exclusiva la condición jurídica de valenciano, destacándose por algunos autores, que en ninguno
de los Estatutos de Autonomía vigentes en España, cuando regulan los recursos patri-
del TSJCV, así como los moniales o financieros de sus respectivas Comunidades o Haciendas autónomas, hacen
recursos de casación para la referencia a los bienes procedentes de herencias intestadas cuando el causante ostente,
al tiempo de su fallecimiento, la condición jurídica de ciudadano, de la respectiva Comu-
unificación de la doctrina y nidad Autónoma (MONTÉS PENADÉS, V.L.: “El Derecho foral…, p. 261).
69. BAÑO LEÓN, J.Mª y BOIX PALOP, A.: “El Estatuto…, p. 255.
98 2008 | nº 51
El régimen económico matrimonial y el marco competencial del Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana
autor como el acierto más trascendente y de futuro del nuevo Estatuto. Las Cortes Valencianas están
Se entiende que ello exigirá una doble armonía con la Constitución
plenamente legitimadas
(desechando privilegios y disposiciones que tenían su base en discrimi-
naciones por diferencias de sexo, raza o religión) y con las exigencias de para legislar en materia de
la realidad social económica valenciana. Tales exigencias parece, para Derecho civil, de acuerdo con
estos autores, que se justifican plenamente, por ejemplo, en materia lo establecido en el artículo
matrimonial, para la recuperación de los regímenes de separación de 49.1.2ª del Estatuto de
bienes y la Germanía; o en materia testamentaria, para la libertad de
Autonomía de la Comunidad
testar que tanto tiene que favorecer la continuación y la conservación
de las empresas familiares71. De igual modo, se ha considerado justo Valenciana, que otorga a la
que “tras tres siglos del expolio del pueblo valenciano se recupere el de- Generalitat competencia
recho a legislar por sí mismo en materia de Derecho civil y, finalmente, exclusiva en “la conservación,
entienden que el texto de la Disposición Transitoria tercera no hace sino desarrollo y modificación
derogar parcialmente el Decreto de Nueva Planta de 1707”72.
del Derecho civil foral
No obstante, un sector de la doctrina considera que no se produce
una derogación sustancial, a través del artículo 7.1 y la Disposición valenciano”.
Transitoria 3, de la Nueva Plana, que pueda significar el desarrollo
de la competencia sobre Derecho civil con base en un Derecho foral
histórico y, por ello, no se resuelve el problema de una pauta o medida
de la competencia y no es aceptable en términos de guiar al operador
jurídico73.
En todo caso, debemos destacar que la inclusión del término “foral”
por las Cortes Generales tiene una relevancia capital. Si su ausencia
parecía remitir la competencia de la Generalitat a lo efectivamente
vigente en el momento de entrada en vigor de la Constitución, la in-
corporación del mismo despeja definitivamente todas las dudas sobre
la plena capacidad legislativa en materia foral, y zanja, de una vez
por todas, el debate doctrinal sobre el significado de la expresión “allí
donde exista”, del artículo 149.1.8ª, de la Constitución española, que
ya no cabe interpretar referido al momento de la entrada en vigor de
la Constitución, sino en un sentido amplio a la vigencia del Derecho
foral en algún momento anterior, aunque en 1978 se encontrara de-
rogado74.
74. De acuerdo con ello, parece que el Estatuto está tratando de operar una derogación
sustancial, es decir, está acaso tratando de remover el obstáculo que la Nueva Planta pueda
significar para la atribución y el desarrollo de la competencia del Derecho civil valenciano.
Esto es así por cuanto el contenido del artículo 149.1.8ª de la Constitución española, referi-
do a la legislación civil de las Comunidades Autónomas “allí donde exista”, no representaría
necesariamente vigencia actual, esto es en 1978, sino que con un valor relativo al adverbio
“allí”, más allá de que en la Comunidad Autónoma estuviera vigente un régimen foral en
todo o en parte de su territorio, e incluso no requiriéndose una vigencia actual, sino que
bastaría la pretérita. Ello salvaría el caso de la Comunidad Valenciana, y no cabría enten-
2008 | nº 51 99
[51] Revista Valenciana d’Estudis Autonòmics
der impedimento alguno para este reconocimiento, ni con la redacción del Estatuto de la
Ley Orgánica 5/1982, ni tampoco con la nueva redacción dada mediante la Ley Orgánica
1/2006, de 10 de abril, del EACV que expresamente se refiere a ello (MOLINER NAVARRO,
R.: “Las competencias en materia de Derecho civil foral…,p. 364).
75. Entre otros: GARRIDO MAYOL V.: “Las competencias de la …, p. 290; MONTÉS PENA-
DÉS, V.L.: “El Derecho foral…, p. 317.
76. MOLINER NAVARRO, R.: “Las competencias en materia de Derecho civil foral…,p.
365.
100 2008 | nº 51
El régimen económico matrimonial y el marco competencial del Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana
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[51] Revista Valenciana d’Estudis Autonòmics
Sin haberse planteado en pues ningún precepto de la Constitución así lo declara, consideran-
momento alguno dudas de do que tan sólo queda vedado al legislador, estatal o autonómico,
“la interpretación genérica y abstracta del sistema constitucional de
constitucionalidad sobre reparto competencial con pretensión de vinculación general a todos
las competencias asumidas los poderes públicos, imponiéndoles su propia interpretación de la
en materia de Derecho Constitución” 78.
civil foral valenciano tras En definitiva, hay que reseñar también que, sin haberse planteado
la reforma de 2006, su en momento alguno dudas de constitucionalidad sobre las compe-
tencias asumidas en materia de Derecho civil foral valenciano tras
desarrollo legislativo hasta el la reforma de 2006, su desarrollo legislativo hasta el momento ha
momento ha sido objeto de sido objeto de un polémico debate desde el punto de vista jurídico
un polémico debate desde y mediático79.
el punto de vista jurídico y
mediático. 6. Conclusiones
A lo largo de las líneas que anteceden se ha revisado la reforma del
EACV en sus principales aspectos competenciales, destacando las inci-
dencias de su tramitación parlamentaria donde fueron realizadas mo-
dificaciones sustanciales a la propuesta inicial de reforma. Asimismo,
con el interés de situar la cuestión competencial del EACV, ha sido
Mantener la técnica considerada necesaria una breve referencia de las soluciones técnicas
empleadas para la citada cuestión en otras reformas estatutarias.
legislativa clásica de Desde el punto de vista competencial, tras la reforma de 2006, cabe
asunción de competencias destacar que, en primer lugar, se ha procedido a mantener la téc-
frente a las otras técnicas nica legislativa clásica de asunción de competencias frente a otras
planteadas por la doctrina o técnicas planteadas por la doctrina o puestas en práctica en otras
puestas en práctica en otras reformas estatutarias. En segundo lugar, se percibe un incremento
de los ámbitos competenciales desde el punto de vista material con
reformas estatutarias. matizaciones derivadas del iter parlamentario.
78. Asimismo el Tribunal, como consecuencia de esto, entiende que, “los poderes legis-
lativos constituidos, estatal o autonómico, ejercerán su función legislativa de modo le-
gítimo cuando, partiendo de una interpretación de la Constitución, sus normas se dirijan
a su ámbito competencial, ejerciendo las competencias propias siempre que, al hacerlo,
no pretendan imponer a todos los poderes públicos, como única, una determinada op-
ción interpretativa, del precepto constitucional….” (FJ 8). El TC entiende que “el legislador
estatutario, como cualquier legislador, ha de interpretar necesariamente la Constitución
al ejercer la función atributiva de competencias a la correspondiente Comunidad Autó-
noma que la Constitución le reconoce”. Parece que, por tanto, el Estatuto de Autonomía
que es norma estatal, la norma institucional básica de la Comunidad, se dirige a los
propios poderes de la Comunidad Autónoma singularmente, a la Asamblea Legislativa,
ejerciendo una tarea de ordenación de sus respectivas potestades, esto es, fijando el
marco normativo en el que aquéllos deben actuar (FJ 10).
79. Ante este debate, en función de la condición de letrado de Les Corts, no procede mani-
festación alguna de carácter sustantivo. Por ello, junto a la doctrina científica citada ante-
riormente, cabe remitir a la hemeroteca de los principales periódicos de las tres provincias
de la Comunidad Valenciana durante el periodo prelectoral de finales de 2007 y principios
de 2008. En todo caso, no hay más remedio que esperar al pronunciamiento del TC sobre
el respeto a los principios rectores del Ordenamiento Jurídico recogidos no sólo en el ar-
tículo 148 de la Constitución, sino también en el artículo 149.1.8 de la misma, ya que nos
encontramos en un recurso de inconstitucionalidad que parece interconectar elementos
del procedimiento de la cuestión de inconstitucionalidad.
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El régimen económico matrimonial y el marco competencial del Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana
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Territoria
alización
del Derecho
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Foto anterior:
Territorial
Territoriali
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de
D
Derechooral valenciano Territorializacion del Derecho foral valenciano Territorializacion del Derecho fora
oral valenciano del Derecho foral valenciano Territorializacion del Derecho foral valenciano Territ
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Territorializacion Derecho valenciano Territorializacion del Derecho foral valenciano Territorializacion del D
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Territorializacion
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del Derecho foral valenciano Territorializacion del Derecho foral valenciano Territorializacion del derecho fo
Territorialización del
Derecho foral valenciano
Texto de:
Vicente L. Simó Santonja
1. Introducción
Un análisis de la territorialización del derecho foral valenciano, ne-
cesariamente tiene que partir de la conquista de la Ciudad de Valen-
cia y del otorgamiento de su propia “carta puebla”, COSTUM, luego
denominada FURS, que evolucionaría a través de diferentes Cortes,
hasta culminar en las de 1329, en las que el problema expansivo,
puede darse por resuelto. Este proceso de casi noventa años no fue
sencillo aunque estuviese suficientemente claro en la mente de Jai-
me I, desde un principio. En parte, al menos, tal dificultad deriva del
sistema legislativo, fueros y privilegios, y de su “encaje” de datación,
que aún no siendo confuso, lo es, porque hubo “privilegios sueltos”
y “privilegios que pasaron a ser “textos de Fueros”, siendo ambos
“legislativos”.
2. Las llamadas
“Cortes de Conquista”
LÓPEZ ELUM califica como “Cortes de Conquista” las reuniones ha-
bidas entre 1225 y 1236, en las que Jaime I solicitaba a los tres
brazos ayuda para emprender la conquista de territorio musulmán
(campaña insular de Mallorca; campaña peninsular de Valencia). De
este modo los estamentos, más o menos cohesionados, se unían a
los objetivos de la monarquía, con la esperanza de reparto de las
tierras conquistadas.
Tales Cortes, referidas a Valencia, según el citado autor tuvieron
lugar en Monzón el año 1236, donde acudieron Lleida, Tortosa, Za-
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1. LÓPEZ ELUM, compara estos lugares con los barrios del Llibre del Repartiment: se
reconocen los siete primeros, y aunque no aparecen en 1236, hace constar otros que
no estuvieron presentes: Barcelona, Tarragona, Rápita, Vilafranca, Momblanch y Prades.
No procede aquí, hacer juicios de valor sobre los “asentados”, aragoneses y/o catalanes;
ni como fueron convencidos los segundos a participar en la empresa no habiendo asis-
tido a la pretendida reunión de 1236, que tuvo, en realidad, como principal objetivo la
confirmación de la moneda jaquesa y el pago del impuesto de monedaje por aragoneses
y tortosinos. Están documentadas las entregas de casas y tierras a los participantes, y
otros compromisos del Rey.
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Territorialización del Derecho foral valenciano
2. Blasco de Alagón, nacido en algún lugar de Aragón, estuvo cerca del Rey en muchas
ocasiones: la boda (1221, con cargo de Mayordomo), la muerte trágica de Pedro de
Ahones (1226) que desemboca en guerra civil; y siempre fiel al rey, éste le recom-
pensa con la promesa de poseer todo pueblo, castillo o fortaleza que conquiste. Pero
las amistades se tuercen cuando en 1227 Zayyan destrona a Abuzeyt, en Valencia.
Los historiadores discrepan si entre 1230/32, don Blasco estuvo “desterrado”, o mejor
“infiltrado” en el reino moro de Valencia. El texto transcrito dice “gitàs”, que significa
destierro. La conversación que comentamos tuvo lugar durante el verano de 1232, y el
26 de octubre del mismo año, don Blasco conquista la estratégica población de More-
lla, que el rey pretende recuperar, y recupera entregándosela en feudo. Curiosamente,
Blasco de Alagón falleció, en 1301, en Messina, mientras luchaba a favor de Federico
II de Sicilia. De las palabras dichas, se deduce la importancia “en tots temps”, del reino
moro de Valencia.
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3. La conquista de la
ciudad de Valencia
Antes de 1238, la repoblación sólo afecta a la zona norte del Reino.
Son 25 cartas pueblas, cuya estadística obliga a la reflexión: 16
(64%) a Fueros aragoneses, de los cuales, 14 a Fueros de Zarago-
za, a saber, Cirat (1232), Vallibona (1233), Burriana (1233 Y 1235),
Fredes y Boixart (1236), Benicarló (1236), Vinaroz (1236), Vilanova
(1237), Mola Escabosa (1237), Coratxar y Penya d’Aronyal (1237),
Almassora (1237), Ludient (1238) y Salsadella (1238); 1 a Fuero
de Teruel, Xerica (1238); 1 a Fuero de Teruel-Sepúlveda, Morella
(1238); 6 (24%) a Fuero de Lérida, a saber, Calig y Catí (1234), Cer-
vera del Maestre (1235), Rosell (1237), San Mateo (1237), Carrascal
(1238); 3 (11’2%) a costumbres de Barcelona, a saber, Castillo de
Xivert (1235), Torre de Moncada (1235) y Benicaldim de Almenara
(1238); y 1 (0’8%) a Fuero Islámico, Xivert (1234).
Durante estos años aparecen dos concesiones reales que podían ser
indicio de cómo sería la legislación valenciana: en diciembre de 1237
Jaime I nombra a Juan Galindo de Daroca para desempeñar “vitalicia-
mente” el cargo de merino (çalmedina, cargo de origen catalán); y en
junio de 1238, Ferrán Garcés era designado Curia o Justicia (cargo de
origen aragonés), mientras viviera, según consta en el Llibre del Re-
partiment. Pero el sistema cambia radicalmente cuando ambos cargos,
apenas once meses después, dejan de ser vitalicios, para ser anuales.
La realidad no es otra que la víspera de San Miguel, en 1238, se rin-
de Valencia y los “repartidores” entran en la ciudad el 9 de octubre.
Historiadores, juristas y cualquier persona preocupada por el “qué
pasó”, se interrogan, desde la duda, ¿qué cuerpo legal se dicta o
impone para Valencia? ¿un cuerpo legal ya existente, como cuando
se concedieron otras cartas pueblas, con la simple indicación, poco
desarrollada, de “a Fuero de…”? ¿un cuerpo legal nuevo, formulado
tras la rendición? Y si así fuera, ¿cuándo y cuánto el tiempo para su
redacción y promulgación?.
3.1. Datación
Resumiendo, por agrupación las diversas opiniones al respecto, po-
drían simplificarse en dos:
3. En este texto, Jaime I desvela que la excelencia del reino moro de Valencia, le había
sido hecha durante la conquista de Mallorca, por Sanç d’Orta, con lo que debemos re-
troceder a 1229, la idea de la conquista del reino de Valencia (no sólo de la ciudad de
Valencia). El plan se cumplió milimétricamente, y en todo caso El Puig de Santa María, ya
estaba en su cabeza, como centro de operaciones.
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4. CASTELL MAIQUES, fue paciente durante más de diez años, para terminar su Tesis Doc-
toral, en que la datación se hace exacta; y explica muchas cosas y problemas.
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...y como corolario de Derecho local amplio, complejo y extenso, acorde con la im-
indispensable, redactar portancia de Valencia, ni improvisado, ni tampoco precipitado a la
(encargar la redacción) adopción de otros modelos locales de otras importantes ciudades
de su Corona, que respondiera además al concepto de un derecho
un texto de Derecho local
científico, basado en los principios de Derecho común que ya llega-
amplio, complejo y extenso, ban desde Italia, a través de juristas que estudiaban en Bolonia.
acorde con la importancia Durante mucho tiempo, este texto inicial se consideró anónimo
de Valencia, ni improvisado, aun apuntando el nombre del jurista VIDELA DE CANELLAS, obispo
ni tampoco precipitado de Huesca, estudiante en Bolonia. ARCADI GARCIA, ya concluyó
en 1996 que en la primera redacción de la COSTUM, se intuía la
a la adopción de otros
intervención del jurista PERE ALBERT, documentado en Bolonia, de
modelos locales de otras donde regresó en 1233 para trabajar primero al servicio del Obispo
importantes ciudades de su de Barcelona, y luego al servicio de la Corona, que le reconoció una
Corona, que respondiera importante donación el 13 de junio de 1238, durante el sitio de
además al concepto de un Valencia; y precisamente en la redacción del texto legal, tomando
como base, en mayor o menor medida, los libros de Derecho de que
derecho científico, basado
disponía: el Corpus Iuris Civilis y el Liber Judiciorum, sobre todo, y
en los principios de Derecho en menor medida, a veces simplemente testimonial, dadas las dife-
común que ya llegaban desde rencias de extensión, las Decretales pontificias, las Consuetudines
Italia, a través de juristas que ilerdenses, los Usatges, las obras del propio autor y, por supuesto, el
estudiaban en Bolonia. Derecho consuetudinario local musulmán o mozárabe.6
ARCADI GARCIA, afirmó que, en su tiempo, “los Furs son precisamente
ARCADI GARCIA, afirmó el monumento más extenso dentro del Derecho hispánico”. Y es así,
las rúbricas del texto inicial latino, superaban los 1.500 fueros (leyes,
que, en su tiempo, “los artículos), de los que 2/3 son “romanos”, apenas 60 concordantes con
Furs son precisamente el las costumbres de Lérida. Hablando de números, estadísticos, y aunque
monumento más extenso más adelante tendremos que retomar el tema, teniendo en cuenta la
dentro del Derecho traducción al “romanç” valenciano en 1261, y a las ampliaciones de
hispánico”. Y es así, las 1271, tomando valores medios ponderados de ambos textos resulta
que las adiciones son 140 (136/146), las “romanceadas” son 90 (94/84)
rúbricas del texto inicial y los fueros nuevos, 48. Tan sólo un fuero fue suprimido (removit/
latino, superaban los 1.500 remou). En números redondos, de los 1500 fueros, sobre 250 son mo-
fueros (leyes, artículos), de dificaciones y correcciones de 1261, y 48 nuevos de 1271.
los que 2/3 son “romanos”, Parece fácil soltar lastre numérico, pero vale la pena conocer el
apenas 60 concordantes con esfuerzo que debió suponer aquella legislación, ¡de 1238!, con este
contenido, según la indicación de PASTOR:
las costumbres de Lérida.
6. PERE ALBERT escribió, por ejemplo, un “De Batalla” (Libellus de batalla facienda), que
guarda concordancia con la Rúbrica XXII, De batalles, del libro IX de los Fori Antiqui,
incluso en detalles muy concretos: doce custodios del campo, tres por cada ángulo;
duración del combate; cordel de cáñamo para medir a los contendientes, etc. No de-
beríamos olvidar que las “Commemoracions”, reconocidas en las Cortes de Monzón de
1470, están influidas por los Fori Antiqui, en la parte de Derecho feudal: IX-XXI-1, IX-
XXI-4, por ejemplo. La originalidad de PERE ALBERT pude encontrarse en la aplicación de
una nueva metodología jurídica, que combina los preceptos del Derecho tradicional con
la dogmática y las soluciones propias del IUS COMUNE. Metodología racionalista que
tendía a buscar la norma y la solución jurídica aplicables a cualquier planteamiento del
hecho, lo que significaba la superación de las lagunas del Derecho. La primera manifes-
tación importante de esta metodología se encuentra precisamente en los FORI ANTIQUI,
por tratarse de un derecho nuevo que así lo permitía.
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9. Si importante es que el cargo pase de vitalicio a anual, aún lo es más que el elegido,
“sit de civitati”, o sea, ciudadano “valenciano”, y no extraño.
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10. Antes del 22 de febrero de 1250, los términos utilizados por las Cartas Pueblas, son:
consuetudines (Vilafamés, 1243; Carpesa, 1243; Denia, 1245; Binata, 1247; Sagunto,
1248); Forum et consutudinem (Puçol. 1242; Sueca, 1245; Moncada, 1248); Fuero de
la ciudad (Museros, 1241); Forum Valentia (Albal, 1244; Albal, 1244); Fueros o Forum
(Alcàsser, 1248; Silla, 1248; Torrent-Picanya, 1248); Iurisdictionem et usum vivitatis (Al-
zira, 1249); Ad bonum intellectum secundum civitatis (Peñíscola, 1250); Secundum quod
fecerint Valentie (Borriol, 1250). A partir de la fecha del Privilegio se utilizan los térmi-
nos: Forum Valentie (Xàtiva, 1250; Favanella, 1279; Finestrat, 1280; Biar, 1287); Foris et
consuetudines/Consuetudines et foros (Lliria, 1253; Cullera, 1253; Bocairent, 1256).
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Comenzaría por redactarse traducción para que DON JAIME pudiera verlo y revisarlo más có-
el texto latino, después modamente. Y él mismo, o algún letrado cercano a su persona,
realizaría enmiendas y retoques del texto, incluso reteniendo o su-
realizarían su traducción primiendo algunos fueros que también se traducen al latín. Ambos
para que DON JAIME textos se mantendrían paralelos, con cierta primacía del valencia-
pudiera verlo y revisarlo más no, hasta la redacción de Alfonso II, en 1329.
cómodamente. Y él mismo, BORRULL dio a conocer la traducción del manuscrito de Benifaçà
o algún letrado cercano fechado el 31 de marzo de 1261, siete días antes de que fueran
aprobados en Cortes, cuyo colofón, de sobra conocido, es: “Guillel-
a su persona, realizaría mus et Vitales, illorum Bernardusque soláis traslaverunt hos foros
enmiendas y retoques del et redigerunt IN LINGUAM PLANAM LEGALITER ATQUE ROMANAM,
texto, incluso reteniendo o et dominus rex laudavit, jurandosque ratisficavit. Mille ducenties
suprimiendo algunos fueros decies sex primo sub anno, et sub kalendis aprilis mensis, iste liber
que también se traducen est scriptum. Jacobus sit benedictus.”. Guillermo y Vidal, y el com-
pañero de ambos Bernardo, tradujeron estos fueros y los pusieron
al latín. Ambos textos se legalmente en lengua llana y romana, y el señor rey los alabó y con
mantendrían paralelos, juramento los ratificó: el año mil doscientos primero sobre diez
con cierta primacía del veces seis (1261, el día antes de las calendas del mes de abril (31
valenciano, hasta la redacción de marzo) este libro fue concluido de escribir. Don Jaime sea ben-
de Alfonso II, en 1329. decido. 12 Creyó BORRULL que los traductores fueron dos monjes
de Benifçà, aclarando CHABÁS, que eran tres. Siguiendo a BETI,
ARCADI GARCIA y GERMÀ COLÓN opinaron que la traducción del
texto debió hacerse en Valencia por tres sabios o juristas, llamados
Guillermo, Vidal y Bernardo.
Aunque se pone en duda el carácter paccionado de estas Cortes,
por el Albalá de la Jura de 1261 que se ubica en el Archivo Mu-
nicipal de Valencia, induce a lo contrario. El rey reconoce haber
recibido los castillos que Valencia tenía en prenda por la prenda de
48.000 sueldos, que había recibido por su Cruzada a Tierra Santa. Y
asigna a la ciudad dicha cantidad que había de percibir por la con-
firmación y juramento de los Fueros de Valencia, tanto de la mis-
ma ciudad como de los lugares y villas de la huerta pertenecientes
a clérigos y militares, y de las villas de Castellón, Villafamés, Onda,
Lliria, Corbera, Cullera y Gandía: “in universis et singulis denariis
quos nunc habere debemus pro confirmatione fororum valentie”.
Apenas un año después, según resulta del Privilegio de 5 de diciem-
bre de 1962, el Infante don Pedro, el futuro Pedro el Grande, juró
también los fueros y costumbres prometiendo observarlos cuando
asumiese la potestad y administración del reino (AUREUM OPUS,
LXIII): “Sponte consulte et ex certa scientia et bono animo, per nos
et sucesores nostros presentes et futuros, laudamus, concedimos,
12. Un comentario mínimo, pero trascendente, siquiera porque tal texto acertado o
erróneo, ya no puede ser modificado; dice lo que dice y nada más que lo que dice, so-
bran interpretaciones posteriores a quienes lo escribieron. La traducción asegura que la
traducción se hace a “lengua llana, legal y romana”. Nada autoriza, a nadie para afirmar
que la versión se hizo a “lengua catalana”, todo lo más a que se trató de “romance”, que
era legal y romano (latino).
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En 1266, parece ser que el En 1266, parece ser que el rey asistió a una posible asamblea, ex-
rey asistió a una posible clusivamente con el Brazo real (ciudadano), sin que fueran Cortes,
como pretendieron BEUTER, MARICHALAR y MANRIQUE. DANVILA
asamblea, exclusivamente con y LÓPEZ ELUM, consideran, con acierto, que el objeto de la reunión
el Brazo real (ciudadano), sin con el Brazo real, no tuvo otra finalidad que recoger fondos para
que fueran Cortes, el objeto sofocar la rebelión mudéjar de Montesa, siendo el más importante
de la reunión con el Brazo compromiso el que ante representantes de Valencia, Xàtiva, Sa-
real, no tuvo otra finalidad gunto y Burriana (también Mallorca), se adoptó, de no devaluar
la moneda. Aparecen documentados el 15 de abril algunos privi-
que recoger fondos para legios: exención a ciudadanos que tuvieran caballos y ayudaran al
sofocar la rebelión mudéjar rey, limitaciones de ejercicio de la abogacía, régimen de los Jurados
de Montesa, siendo el más de Valencia, etc.
importante compromiso el Las Cortes de 1271, se habían hecho necesarias porque habían
que ante representantes de transcurrido 10 años desde las de 1261. Esta última reforma y am-
pliación del texto primitivo de la COSTUM está documentada en el
Valencia, Xàtiva, Sagunto y Privilegio de 21 de marzo de 1271 (AUREUM OPUS, LXXXI):
Burriana (también Mallorca), “Per nos et omnes sucesores nostros, confitentes et reconogscen-
se adoptó, de no devaluar tes nos in civitate Valentie FOROS ET CONSUETUDINES VALENTIE
la moneda. Aparecen IAM IURASSE, ipsas per omnia et in omnium observare, et ex ipsis
documentados el 15 de abril aliquid non diminuere vel eis addere vel aliquas in aliquo inmu-
tare; verum cum natura quotidie novas deproperet edere formas,
algunos privilegios: exención et nobis morbis nova convenian antidota preparari, et non sit re-
a ciudadanos que tuvieran prehensible judicandum, si sequndum varietates temporum, STA-
caballos y ayudaran al rey, TUTA VARIENTUR HUMANA, AD INSTANTIAM ET REQUISITIONEM
limitaciones de ejercicio de MAGNATUM ET MILITUM, ET RELIGIOSORUM, ET PROBATORUM
la abogacía, régimen de los HOMINUM CIVITATIS ET TOTIUS REGNI VALENTIE cum instancia
requirentes QUOD FOROS ALIQUOS DEBEREMUS CORRIGERE ET
Jurados de Valencia, etc. EMENDARE AC ETIAM DECLARARE, et etiam propter ea que no-
viter contingunt, ALIQUA NOVA ADDERE DEBEREMUS…Propter
Las Cortes de 1271, se habían utilitatem comunes civitatis et totius regni Valentie predicti, PRE-
hecho necesarias porque DICTOS FOROS CORRECCTIONE DEDIMUS. ADDENTES, DETRAHEN-
habían transcurrido 10 TES, CORRIGENTES ET EMENDANTES QUE IN IPSIS ADDENDA FUE-
años desde las de 1261. Esta RANT, DETRAHENDA, CORRIGENDA AC ETIAM EMENDANDA; ET UT
OMNIA, QUE IN IPSSIS ADDIDIMUS, DETRAXIMUS, CORREXIMUS,
última reforma y ampliación
ET EMENDAVIMUS CUM OMNIBUS ALIIS FORIS, QUI IN ALIQUO
del texto primitivo de la TACTI NON SINT, VEL INMUTATI. Per nos et nostros sucesores sine
COSTUM está documentada diminutione, adictione, correctione aliqua peerpetuo observetur,
en el Privilegio de 21 de juramos…”
marzo de 1271 Del texto se deducen con claridad los motivos de la convocatoria
de Cortes y la presencia de los tres Brazos. Hemos puesto en ma-
Del texto se deducen con yúsculas parte del texto, para dejar fuera de discusión que Jaime
claridad los motivos de la I, admite el PACTISMO: en adelante los reyes no legislarán solos;
necesitarán los acuerdos en Cortes. Dentro del cuerpo general del
convocatoria de Cortes y la
Código valenciano, estos fueron añadidos son fácilmente recog-
presencia de los tres Brazos. noscibles por el empleo de la frase FEM FUR NOU, que aparece
incluida en 48 ocasiones, en el texto de BORONAT PERA (29 en
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cumea ex certa scientia et de vestro assensu et ad vestir requisi- El texto no obliga la salida de
tionem duxeremus concedenda, corrigenda, ac etiam ordinandam, quienes no quieran aceptar
nec obstantibus aliquis privilegiis impetratis in contrarium vel de
cetero impetrandis. Et ut predicta omnia maiori gaudeant firmitate,
los fueros de Valencia,
juramus per Deum et eius sancta quatuor evangerlia a nobis corpo- pero sí que deba aceptarse
raliter tacta et crucrem domini…” la sumisión expresa. Esta
El texto no obliga la salida de quienes no quieran aceptar los fueros problemática sería germen
de Valencia, pero sí que deba aceptarse la sumisión expresa. Esta de futuros conflictos entre
problemática sería germen de futuros conflictos entre la realeza y
los aragoneses, y entre los aragoneses y los valencianos. Anótese
la realeza y los aragoneses,
la gravedad que supone que en las Cortes de Aragón celebradas y entre los aragoneses y los
en abril de 1285, se nombró Justicia al caballero aragonés Alonso valencianos.
Martínez, para juzgar en el Reino de Valencia, a quienes quisiesen
ser juzgados por fuero de Aragón.15
Durante el reinado de Alfonso I el Liberal (1285-1291), se cele- Durante el reinado de Alfonso
braron Cortes, no legislativas en 1286 y 1289. Todo lo que se sabe I el Liberal (1285-1291),
de las primeras debe deducirse el Privilegio, AUREUM OPUS, II, “de
se celebraron Cortes, no
celebratione curie ac iuramento et confirmatione fororum, privile-
giorum et consuetudinem valentie”, fechado en Burriana a X calen- legislativas en 1286 y 1289.
das octubre. Se tiene constancia de la presencia de 12 ciudades y
villas: Valencia, Xàtiva, Ontinyent, Bocairent, Sagunto, Denia, Alzira,
Cocentaina, Morella, Peñíscola, Alcoy y Alpuente. En otro Privilegio
(AUREUM OPUS, III) confirma “quels homens de la ciutat e de tots
los altres lochs del regne de valentie pusque fer unitat ab sagra-
ment”, lo que significa que el rey estaba con el pueblo y tenían a la
nobleza como enemigo común. Respecto de las Cortes de 1289, que
fueron generales en Monzón, tan solo se sabe que su única finalidad
fue tomar resoluciones en las guerras que mantenía Castilla con
Francia.
Durante el reinado de Jaime II el Justo (1291-1327) las dos Cor- Durante el reinado de Jaime
tes celebradas, fueron dispares. En las de 1292 quedó demostrado
II el Justo (1291-1327) las
que los valencianos eran muy celosos de sus libertades. En abril de
dicho año, estando en Barcelona dio una Real Carta que olvidaba
dos Cortes celebradas,
privilegios anteriores; cuando en enero de 1293 visitó Valencia, no fueron dispares. En las de
tuvo más remedio que conceder el Privilegio, AUREUM OPUS, III, 1292 quedó demostrado que
que anulaba tal Carta, en términos casi humillantes, “imponentes los valencianos eran muy
nobis et nostris perpetuo sub dictis capitulis et super ómnibus con-
celosos de sus libertades.
tentis in eis silentium sempiternum”. Reconocía además, y de paso,
la avaricia y maldad de los partidarios de la legislación aragonesa: Reconocía además, y de
“atendentes itaque et recta consideraciones pensantes quod avari-
paso, la avaricia y maldad
de los partidarios de la
15. El precedente del PRIVILEGIO DE LA UNIÓN valenciana, hay que buscarlo, en el
AUREUM OPUS, XXXI, que se titula DE UNITATE FACIANDA: “cum intellexemus vos velle
legislación aragonesa.
facere Fraternitatis et sacramentum pro tractanda inter vos e avenida pace et tranqui-
litate et fidelitate nostra conservanda integriter…significamos vobis quod nobis placet
que dictam fraternitatem et sacramentum faciatis et de predicáis non obstat dicto foro,
por nos et nostros licencias damus foro ipso ex tunc in suo robore duraturo” (Tudela, 27
septiembre 1284).
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Las Cortes de 1301/1302, tieee cecitas et damande ambitionis improbitas sic quandoquem
cuyos capítulos fueron leídos animos ocupant subiectorum et in illam temeritatem impellunt
quod ea que iam ad salutem et comunes libertatem omnium mag-
en la Catedral de Valencia el nis laboribus ac summis vigiliis statuta e inventa fuerunt: studient
21 de enero. non insubtiliter exquisitis machinationibus usurpare: et subite illa
iam in favores et libertatem omnium eliminata fueron subvertere
La aportación más importante noveretur”.
de Jaime II fue la de concretar Las Cortes de 1301/1302, cuyos capítulos fueron leídos en la Cate-
el perfil territorial del reino dral de Valencia el 21 de enero, tan solo dieron lugar a 20 rúbricas
que recoge PALMART. Pero sin duda la aportación más importante
de Valencia, en la sentencia
de Jaime II fue la de concretar el perfil territorial del reino de Va-
arbitral de Torriella, 1304, y lencia, en la sentencia arbitral de Torriella, 1304, y en el acuerdo de
en el acuerdo de Elche, 1305. Elche, 1305. En 1308 se incorpora con carácter de circunscripción
En 1308 se incorpora con especial “ultra Sexonam”, y comprende ciudades tan importantes
carácter de circunscripción como Orihuela, Elche, Elda, Novelda, Aspe, Petrer, Crevillent, etc.
Esta incorporación supuso disponer unas comarcas de gran riqueza
especial “ultra Sexonam”,
cerealística, en especial Orihuela, con incidencia en la exportación;
y comprende ciudades tan y cierta situación inestable o conflictibilidad fronteriza, que culmi-
importantes como Orihuela, naría en la guerra de los dos Pedros. Con motivo de las anexiones
Elche, Elda, Novelda, Aspe, territoriales del reino, se crea una nueva circunscripción adminis-
Petrer, Crevillent, etc. Esta trativa: habrá un Portantveus de la ciutat y regne de Valencia, con
lloctinents dellà Xuquer y dellà Uixó, con capitalidad en Valencia;
incorporación supuso
y un procurador de Orihuela, con capitalidad en esa ciudad, que
disponer unas comarcas de desde 1363 recibe el título de Gobernador.
gran riqueza cerealística, En 1323 los gobernantes de Valencia se dan cuenta de la impor-
en especial Orihuela, con tancia mediterránea del reino: “sien encara en la dita ciutat e regne
incidencia en la exportación; contigües a la mar, per la qual cosa hi ha moltes abtes e con-
vinents al navegar de la mar, e en lo dit regne se facen alcuns
y cierta situación inestable
fuyts qui de necessitat, per profit de la terra, se cove a trer del dit
o conflictibilidad fronteriza, regne per portar a diverses parts del mon”. Fue GUICHARD quien
que culminaría en la guerra apuntó la hipótesis de la fase expansiva del reino que duraría aún
de los dos Pedros. Con medio siglo, que acabaría reconociendo el LIBRO DEL BUEN AMOR:
motivo de las anexiones “Monpesler, Alixandria e la nombrada Valencia non tienen de le-
tuarios tantos ni tanta especia”. No debe olvidarse la contribución
territoriales del reino, se crea
valenciana a la conquista de Cerdeña (1323-1324), en la idea de
una nueva circunscripción expansión mediterránea, que durante este reinado protagonizó el
administrativa: habrá un futuro rey Alfonso el Benigno.
Portantveus de la ciutat Durante el reinado de Alfonso II el Benigno (1327-1336), tan sólo
y regne de Valencia, con se celebran las Cortes de 1329, definitivas para el tema de terri-
torialización que nos ocupa: un importante Proemi, y 29 rúbricas
lloctinents dellà Xuquer y
con un total de 59 fueros.16 El proemio tiene un hondo sentido
dellà Uixó, con capitalidad en jurídico y político que reconoce la importancia de la situación del
Valencia; y un procurador de reino, necesitada de una leyes que se acomoden a la misma. Al
Orihuela, con capitalidad en tema que nos ocupa considero conveniente su transcripción ínte-
esa ciudad, que desde 1363
recibe el título de Gobernador. 16. DANVILA, MARTINEZ ALOY y SILVIA ROMEU, anotan 66.
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Territorialización del Derecho foral valenciano
gra para comprender la preocupación regia por la unidad legislativa, Durante el reinado de
que luego se trasluce en la Rúbrica XIV, y en la segunda publicación Alfonso II el Benigno
de los Fueros, que supone la sumisión a Fuero de Valencia, de dos
ciudades importantes, Burriana y Villareal que lo eran a Fuero de
(1327-1336), tan sólo se
Aragón (las mayúsculas son nuestras): celebran las Cortes de 1329,
“Les coses divinals son axi perfectes que tostemos stan fermes sens definitivas para el tema de
alcuna variacio perque les lugs daquelles semblantment son per- territorialización
durables e no reeben mutatio ne correctio. Mas a la conditio de la
humanal natura la qual es posada en continua mutatio en la qual La preocupación regia por
no es res que puxa durar en un stament fo necesaria savie guverna-
tiva per la qual los reys e els princeps que si meteys e lurs sotmeses
la unidad legislativa, que
los quals nostre senyor los ha comanats deven reger saviament en supone la sumisión a Fuero
deguda e dreta operario, e stablissen diverses e E NOVELES LEIGS de Valencia, de dos ciudades
SEGONS LA MUTACIO E VARIETAT DELS TEMPS DELS NEGOCIS per importantes, Burriana y
les quals fos donada regla e determinacio als fets novells, fos encara Villareal que lo eran a Fuero
supplit e corregit tot ço que en les ligs antigues imperfetament e
no profitosa a la cosa publica fos ordenat. E COM ALCUNA COSA
de Aragón.
NOS CONVENGA MES A PRINCEP QUE TENIR A SERVAR JUSTICIA
PER LA QUAL LOS REYS REGNEN, E FORAGITAR DIVISIO DE REGNES
E REDUIR ENTRE SOS SOTMESES UNIO E CONCORDIA. Per ço NOS
NAMFOS, per la gratia de Deu rey darago, de valentia, de sardinia e
de Córcega e comte de Barcelona, VETLANTS EN LOS PROFITS DE LA
COSA PUBLIAC, en los quals nos reposamens prosperam, sguardant
quel senyor rey en Jaume de bona memoria besavi e predecesor nos-
tes, qui a honor e gloria de Deu, e a exaltaçio de la fe cristiana per
ordenacio divinal ab loable victoria conqueri lo regne de Valencia
tollen aquell de mans de sarrahins e infels acabada la dita benven-
turada conquista a FEU E ORDENA FURS DE VALENTIA PER UNIVER-
SAL E UNA LEY A TOTS LOS HABITADORS DEL DIT REGNE, E ENAPRES
VEEN QUE PER LA VARIETAT DELS FETS LAVORS ENTREVINENTS HA-
VIA OPS MELLORAMENTS EN LOS FURS SOBREDITS CORREGI E ME-
LLORA AQUELLS PER PROFIT E BON STABLIMENT DEL DIT REGNE, e
cobejants resemblar aytant com porem nostres predecessors en lur
savi regiment, e considerants que iassia aquel Fur de Valentia e les
addicions de aquell fetes, fossen e sien fetes a observacio de justici
e a gran profit del regne, empero que segons que dit es alcuna lig
humanal no pot esser bastant e determinacio e provissio de tots los
affers que novellament sesdevenen, E PER ÇO COM HAVEM TROBAT
PER EXPERIENCIA QUE SOBRE LES COSES DITES DEIUS SCRITES ERA
NECESSARIA ORDINATIO E PROVISIO NOSTRA COM LOS DITS FURS No hay duda: el rey se
ANTICHS NOY BASTASSEN E SEIJANTS LA DIVISIO E DEPARTIMENT inclina, con claridad, por la
DE LIG QUI DALCUN TEMPS ENÇA ES SUBINTRADA EN LO DIT REGNE
UNIDAD LEGISLATIVA A
EN QUANT A NOS ES POSSIBLE AB LA AIUDA E INSPIRATIO DE NOS-
TRE SENYOR REDUIR A UNITAT DE LEY,ÇO ES DE FUR DE VALENTIA”.
FUERO DE VALENCIA, y
No hay duda: el rey se inclina, con claridad, por la UNIDAD LEGIS- para ello reune Cortes, en la
LATIVA A FUERO DE VALENCIA, y para ello reune Cortes, en la Igle- Iglesia Catedral.
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[51] Revista Valenciana d’Estudis Autonòmics
17. POR PARTE DEL REY: el Infante Pedro, Jaime Escrivá procurador del Infante Ramón
Berenguer. BRAZO ECLESIÁSTICO: fray Pedro de Tous (Montesa), fray Sancho de Aragón
(San Juan del Hospital), Fray Juan (Valldigna), Juan Galíndez (Calatrava) y Arnau Çano-
guera (Montalbán). BRAZO NOBILIARIO: Bernat Sarriá, Galcerán Bellpuig, Bernat Fabre,
Ferrer d’Areny, Berenguer Guardiola, y Pretiano de Baldalach. CABALLEROS Y GENERO-
SOS: Gil Martínez de Entená, Martín Roi´Disverre, Pedro Çafranquea, Pedro Vives, Rigo
de Quintavall, Guillem de Santacoloma, Ramón de Libia, Ramón Costa, Ramón Castellá,
Jaime Catellá, Pedro Caldero, Jaime de Riusech, Francisco de Matero, Bernat Fabre, Juan
Sánchez de Valterra, Guerau Fabre, Pelegrin Esquerre, Andre Guillem, Ramon Sant Layr,
Galcerán de Monsoriu, Ponce Guillem de Vilafranca, Francisco de Montpalau, Guillem
Dalmau, Berenguer Dalmau, Francisco Escorna, Ramón Caselles, Juan Escrivá, Bartolomé
Fabre y Ximeno Sánchez de Tovia. POR LAS CIUDADES Y VILLAS: Valencia (Ramón Costa,
Pedro Cabet, Ramón de Libia, Ramon Soler, Matías Espulgues, Jaime Crespi, Gil Martínez
de Entença, Bartolomé Matoses, Guillem de Santacoloma, Berenguer de Ripio, Andre
Guillem Escrivá, Arnau Çanoguera, Jaime de Castellet, Bernat Çanou. Salvador Rich, Do-
mingo de Claramunt, Francisco de Vallobrega, Jaime Tolsá, Bernat Ballester, Ramon Pol-
gar y Pedro Roig), Xàtiva (Tomás Cofre, Bernat Sanç), Morella (Arnau Ster, Arnau Escola),
Morvedre (Buenafe de Vallebrara, Buenafe de Sanfeliu), Alzira (Pasqual Marco, Pedro
Calçada), Castellón (Pedro Tovars, Ramón de Alós), Alicante (Bertrán de Puigmoltó, Ni-
colás Amat), Orihuela (Guillem de Liminyana, Pedro Masquefa); Guardamar (Bernat MI-
CIP, Pedro Obispo), Lliria (Domingo de Coplliure), Cullera (Pedro Romeo, Guillem Janer),
Castielfabib (Martín Pérez de Rataston, Martín Domínguez del Portero), Ademuz (Juan
Pérez de Castell, Rodrigo de Noros), Ontinyent (Berenguer March, Guillem de Vallés) y
Alpuente (Gil Sánchez, Miguel de Algarra). La lista puede parecer excesivamente larga y
hasta penosa, pero no he querido privarles del conocimiento de quienes hicieron posible
la territorilaización. Naturalmente no estuvieron presentes ni Burriana, ni Villarreal, lo
que provocó las dos publicaciones de tales Cortes, que aparecen en el texto arriba.
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Territorialización del Derecho foral valenciano
El Fuero de Aragón
pervivió, pero fue perdiendo
posiciones progresivamente.
18. El momento, histórico, debió ser emocionante. Y tal puede opinarse, si a la firma
de los citados síndicos, se unieron las de otros insignes personajes: el hermano del
rey, Ramón Berenguer, Ramón arzobispo de Valencia, Pedro Abadía y Pedro Escrivá
procuradores del Capitulo de la Catedral, fray Bernardo abad de Benifaçá, Jaime Folquer
procurador del Abad de Poblet, Vidal de Vilanova comendador de Montalbán, Bernardo
de Sanfkluviá, Jaime Ripio, Arnau de Vilanova, Gil Jiménez de Romeo, Pedro Espulgues,
Francisco Espulgues, Pedro Colom, Rodrigo Lançol, Ponce de Vlaragut, Bernat Dolmus,
Arnau de Romaní, Juan Fernández Muñoz, Bernardo Vives de Cañamás, Tomás Vives de
Cañamás, Galcerán de Riusech, Martín de Castellar, Fernando Pérez Muñoz, Ferrer Vives
de Cañamás, Pedro Sánchez de Oblites, Ramón de Vilanova, Mateo Lançol, Español de
Çervato, Berenguer de Rajadell y Gil de Asín. Fueron testigos, Pedro de Luna, Ramón
Ribelles, Berenguer de Vilaragut, Bernat Despujades, Guillem de Montoliu, Ximeno de
Aynar, Ramón de Alentorn, Guillem de Peñafiel, Ramón Ferrer y Pedro Marquet. Queden
sus nombres para memoria.
19. El reino de Valencia siguió celebrando Cortes: Pedro el Ceremonios, 1336-1387 (en
1336, 1342, 1346, 1349, 1354, 135778, 1360, 1362, 1362, 1365, 1367, 1369770, 1371,
1373, 1376, 1382/84), Juan I el Cazador (en 1389), Martín el Humano, 1395-1410 (en
1401/1403, Fueros de los 32, en 1407), Fernando I, 1412-1416 (en 1415), Alfonso el Mag-
nánimo, 1416-1458 (en 1417-18, 1419, 1421, 1428, 1429, 1435-36, 1437-38 y 1443-46),
Juan II, 1458-1479 ( en 1459, 1465 y 1469-71), Fernando el Católico, 1479-1516 (en
1479, 1484-89, 1495-96, 1510 y 1512), Carlos I, 1518-1556 ( en 1528, 1533, 1537, 1542,
1547 y 1552), Felipe II, 1556-1598 (en 1563-64, y 1585), Felipe III, 1598-1621 (en 1604),
y Felipe IV, 1621-1665 (en 1626 y 1645).
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4. La “idea” de
territorialización
Hemos “paseado” las Cortes valencianas, los problemas y los esfuerzos
de unicidad legislativa. Que se planteó, desde el inicio de la COSTUM,
y aún antes por los efectos de la repoblación anterior a ella, en el nor-
te del Reino de Valencia, en cartas pueblas que ya hemos clasificado
por “familias”. Una solución unificadora que alcanza la cima en las
Cortes de 1329, no surge por generación espontánea, viene de mucho
tiempo atrás y no ya porque los problemas “diarios” jurídicos se enco-
nen o dificulten. Lo esencial es caminar ese camino desde la intuición
inicial de Jaime I. Por pura lógica si pretendió como está demostrado y
admitido crear un reino de Valencia “independiente”, tuvo que pensar
en una legislación “única” e independiente, contraria a la existencia
en el reino de diferentes legislaciones aplicables de otros fueros que
no fueran los de Valencia. Debemos profundizar el tema, para que se
comprenda tanto la preocupación inicial, como la de sus sucesores,
que acabó “bien”, porque acabó, es un decir, en 1329.
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Territorialización del Derecho foral valenciano
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* 1241: Museros
* 1242: Puçol
* 1243: Carpesa, Silla.
* 1244: Albal.
20. He elegido este ejemplo, como demostración tangencial de cómo se tradujo y legis-
ló en 1261, 1271. Los añadidos son cuatro, un “enadeix” y tres “encara enadeix”, ¿quién es
capaz de remitirse sólo al 1261, sólo al 1271?. Nunca se sabrá con certeza absoluta.
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Territorialización del Derecho foral valenciano
21. Solo razones políticas de repoblación pueden justificar que después de 1238 encon-
tremos poblaciones, hacia el norte, repobladas a fueros aragoneses (Alcora, Catí, Benasal,
Albocasser, Castell de Cabres, Vilafranca, Vilafamés, Vinaroz, Ares, Culla, Alcolea, Tirig, Vista-
bella, Peñíscola, Adzaneta y Villarreal); a Costum de Lérida (Cabanes). Pero esto se compensa
con repoblaciones, en la misma zona, a Fuero de Valencia (Onda, Alquería de Tales, Borriol,
Alcalá de Xivert, Olocau del Rey, Ballestar de Benifaçá, Castellón y Santa Maria de Pulpis).
Por los Tratados con Alfonso X, puede parecer curioso que el Fuero de Córdoba se conceda a
Alicante, y el de Murcia a Orihuela y a Elche (que modificaba su sujeción al de Sevilla).
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5. Algunas
conclusiones
De todos los textos aportados podemos deducir algunas conclusio-
nes, quizá mejor flexiones y reflexiones, que justifique el tema pro-
puesto de la territorialización de la COSTUM-FUEROS DE VALEN-
CIA, a todo el Reino. Telegráficamente hablando podian ser estas
a tenor de los datos, “simples pistas”, a veces, y hasta si se quiere,
intuiciones de un jurista, de buena fe.
• Partiendo de aquel terrado de Alcañiz, en 1232 (sin olvidar
el Cap de Pera, en 1229), Jaime I tiene decidida la conquista de
Valencia y su reino, del reino moro de Valencia.
• Quienes le acompañan, y otros que se unirán después, siguien-
do el símil de los próximos JJOO, consideran que se ha dado el
pistoletazo de salida…y ¡ancha es Valencia!, porque en ocasiones,
por su cuenta, avanzan, conquistan y hasta se permiten el lujo
de dictar leyes, cartas-pueblas, a fueros de su complacencia.
• Cuando hacia abril de 1237 sientan las reales en el Puig de San-
ta María, tuvo el rey tiempo y espacio para muchas noches de
insomnio, para marcarse a sí mismo “su territorio”; y teniendo en
cuenta antecedentes y conductas ambiciosas, alguna noche, des-
pierto, encontró una solución casi salomónica: Valencia no serie ni
aragonesa, ni catalana. Formaría un reino independiente.
• Y para tal territorio necesitaría leyes propias. Y las tuvo. Pero
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TAULET Y RODRIGUEZ-LUESO, E., “Derecho Foral Valenciano” (Valencia, 1950).
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Orígen
Orígenes del derecho foral valenciano Orígenes dere cho foral valenciano Orí
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Foto anterior:
Jaume I
Jardines del Parterre. Valencia
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foral146
valenciano
2008 | nº 51Orígenes del Derecho foral valenciano Orígenes del Derecho foral valenciano Orígenes del D
Orígenes del Derecho foral valenciano Orígenes del Derecho foral valenciano Orígenes del Derecho foral val
Orígenes del Derecho
foral valenciano
Texto de:
Vicent García Edo
s
tiembre de 1238, víspera de la festividad de San Miguel, como en manos de Jaime I el día
consecuencia del acuerdo firmado en esa fecha entre el rey cristia-
28 de septiembre de 1238.
no y Zayyán, último señor o rey musulmán de Valencia. En los días
siguientes se materializaría la salida ordenada de sus habitantes,
según nos cuenta el Llibre dels Fets, o biografía de Jaime I, en donde Apenas un mes después
sin embargo no hay noticia alguna de que apenas un mes después tendría lugar la promulgación
tendría lugar en la ciudad uno de los hechos más importantes de su de unas leyes nuevas para su
dilatada historia, como fue la promulgación de unas leyes nuevas buen gobierno.
para su buen gobierno, por parte de los nuevos administradores
cristianos.1
Nos referimos al texto que habitualmente denominamos como Cos- Nos referimos al texto que
tum de València, que no era otra cosa sino un cuerpo legislativo habitualmente denominamos
e
muy completo y por tanto muy extenso, compuesto adrede para la
capital del nuevo reino cristiano incorporado a la corona real ara-
como Costum de València,
gonesa, como primer paso para su posterior aplicación al conjunto que no era otra cosa sino
del reino cuando ello fuese posible, pero bajo una nueva denomi- un cuerpo legislativo muy
nación, la de Furs de València, hecho que se produciría oficialmente completo y por tanto muy
a partir de 1261. Sin embargo y desde esta última fecha, el proceso extenso, compuesto adrede
aún tardó casi tres cuartos de siglo más en completarse, tal como
sucedería en las Cortes de 1329-1330, por impulso del rey Alfonso
para la capital del nuevo
II de Valencia; y aún así se seguirían conservando durante siglos reino cristiano.
en algunas poblaciones de las comarcas del norte del reino insti-
1. Este artículo se redacta a partir de algunos de los resultados de los trabajos de investi-
gación sobre documentación foral valenciana medieval, llevados a cabo en la Universitat
Jaume I de Castellón entre 1991 y 1998 por los profesores Arcadi García Sanz y Vicent
García Edo, continuados por el segundo hasta la actualidad tras el fallecimiento del pro-
fesor García Sanz en 1998. Buena parte de ellos han sido objeto de publicación, como
queda reflejado entre las referencias bibliográficas que figuran al final de estas páginas, a
cuya consulta remitimos para una más amplia aproximación al tema.
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Orígenes del Derecho foral valenciano
“Una Costum, una moneda de lig e de pes e de figura, una alna, un quar-
ter, un almut, una fanecha, un kafiç, una onça, un march, una liura, una
arrova, un quintar, e un pes e una mesura, en tot lo Regne e en la Ciutat
de València sia per tots temps”.
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[51] Revista Valenciana d’Estudis Autonòmics
156 2008 | nº 51
Orígenes del Derecho foral valenciano
2008 | nº 51 157
[51] Revista Valenciana d’Estudis Autonòmics
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Orígenes del Derecho foral valenciano
No han sido muchas las incorporaciones, como es lógico, pero sí ...que es la primera Ley en
suficientes para dejar constancia de la obligación moral de pro- materia de Derecho civil
curar una simbólica restitución de la dignidad de nuestro antiguo
Derecho, a través de un reencuentro con la realidad de la socie-
promulgada al amparo de la
dad valenciana del siglo XXI, actualmente organizada en forma de Ley Orgánica 1/2006, de 10
Comunidad Autónoma, heredera del antiguo Reino de Valencia, y de abril, de Reforma de la Ley
reconocida en la reciente reforma del Estatuto valenciano como Orgánica 5/1982, de 1 de julio,
“Nacionalidad Histórica”, un término que a todas luces insuficien- de Estatuto de Autonomía de
te, si bien es la primera vez que ese carácter queda expresamente
plasmado en una ley aprobada por las Cortes Españolas, con lo
la Comunitat Valenciana.
que se ha dado punto y final a la injusticia que suponía para los
valencianos ser durante tres siglos el único de los antiguos reinos
peninsulares literalmente aplastado en el ámbito jurídico por una
monarquía nueva, forastera, absoluta, desconocedora del territo-
rio en donde se instalaba al ser instaurada a comienzos del siglo
XVIII, y que solía manifestar el alcance de su poder con actuacio-
nes de esta naturaleza.
El capítulo 5 de la obra del profesor García Sanz está dedicado al El capítulo 5 está dedicado
dret de successions, basado principalmente en el libro VI de los
Furs, cuyas instituciones están igualmente siendo objeto de aten-
al dret de successions,
ción por la Comisión de Codificación de Derecho civil valenciano, basado principalmente
en todo aquello que sea posible y adecuado incorporar al articu- en el libro VI de los Furs,
lado de la futura Ley Valenciana de Sucesiones, actualmente en cuyas instituciones están
proceso de redacción, que seguramente se convertirá, próxima- igualmente siendo objeto de
mente, en la segunda Ley de la Generalitat Valenciana en materia
de Derecho civil.
atención por la Comisión
Así pues, en estos primeros años del siglo XXI y sin que tal deci- de Codificación de Derecho
sión haya supuesto quebranto alguno para nuestra sociedad, de civil valenciano, en todo
manera muy modesta pero suficiente, la obra de los juristas del aquello que sea posible y
siglo XIII que trabajaron al servicio de Jaime I, cuyo VIII Centena- adecuado incorporar al
rio de su nacimiento celebramos este año 2008, vuelve a estar en
vigor a través de la recuperación de algunas instituciones jurídi-
articulado de la futura Ley
cas que ellos pusieron por escrito, a partir de las enseñanzas que Valenciana de Sucesiones.
los antiguos juristas romanos de comienzos de nuestra era nos
transmitieron.
La Reforma del Estatuto de Autonomía de la Comunitat Valenciana, La Reforma del Estatuto de
por tanto, ha venido a poner fin a una injusticia histórica que dio
comienzo en 1707 cuando, a resultas de una guerra en la que lo que
Autonomía de la Comunitat
menos contaba eran los intereses de los valencianos, nos fue arre- Valenciana, por tanto, ha
batado nuestro bien más preciado, nuestras leyes y nuestros fueros; venido a poner fin a una
y si bien es verdad que desde el expolio hasta la restitución parcial injusticia histórica que dio
han transcurrido exactamente tres siglos y la sociedad valenciana comienzo en 1707.
actual casi nada tiene que ver con la del pasado, lo que realmente
importa no es tanto la posibilidad de recuperar algunas o muchas
de las instituciones que formaron parte de nuestro antiguo ordena-
miento, como la de poder legislar de nuevo en determinadas par-
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celas del Derecho, con la misma libertad con que durante siglos se
vino haciendo con total normalidad, y como continuaron haciendo
otros reinos peninsulares en idénticas circunstancias a las nuestras,
a los cuales la misma fuerza de las armas que arrebataron a los va-
lencianos esa competencia, a ellos en cambio se la mantuvieron, lo
cual no solo fue una tremenda arbitrariedad sino un total desprecio
al conjunto del pueblo valenciano, error que afortunadamente ya se
halla en proceso de reparación.
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Orígenes del Derecho foral valenciano
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Del Derec
cho foral
al Derecho civil
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Foto anterior:
Del Derecho
foral al Derecc
ccivil valencian
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o nciano: historia y evolución de una reivindicación secular Del Derecho foral al Derecho civil vale
el Derecho foral al Derecho civil valenciano:
historia y evolución de una reivindicación secular Del Derecho foral al Derecho civil valenciano: historia y ev
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Derecho civil valenciano: historia y
evolución de una reivindicación secular Del Derecho foral al Derecho civil valenciano: historia y evolución d
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Derecho civil valenciano: historia y evolución de una reivindicación secular Del Derecho foral al Derecho civ
Derecho foral al Derecho civil valenciano: historia y evolución de una reivindicación secular Del Derecho for
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secular
2008 |Del
nº 51Derecho foral al Derecho civil valenciano: historia y evolución de una reivindicación secular
de y evolución de una reivindicación secular Del Derecho foral al Derecho civil valenciano: historia y evoluci
Del Derecho foral al
Derecho civil valenciano:
historia y evolución de una
reivindicación secular
Texto de:
Javier Palao Gil
Propósito
L a intención de estas líneas no es otra que hacer una reflexión
meditada y una exposición sucinta sobre el itinerario histórico de
una de las reivindicaciones más habituales en el sentido de presencia
PALABRAS CLAVE
Derecho civil valenciano
Fueros de Valencia
constante en el devenir de sus hechos políticos y sociales del pueblo Historia del Derecho valenciano
valenciano ante los gobiernos de la nación a lo largo de tres siglos.
Me refiero a la potestad o competencia de los valencianos, de sus
instituciones representativas, para legislar en materia de Derecho civil
dentro del ámbito territorial y político del antiguo reino de Valencia,
hoy Comunitat Valenciana.
c
No pretendo, dicho sea de antemano, construir un discurso histórico
con fines moralizantes o retóricos; tampoco loar o glosar viejas eda-
des de oro perdidas, instaladas en el imaginario colectivo valenciano
como un retrato estático y que sólo conducen al suspiro nostálgico o
a pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor. Por desgracia, este
tipo de representación ha sido y es frecuente entre un cierto modo de
n
exponer la historia en tierras valencianas.
Sin embargo, la historia construida como ciencia, con su método crí-
tico y su análisis sistemático de las realidades del pasado es, desde
hace siglos, un instrumento útil –uno más, pero de cierto relieve–
para aclarar y, si las circunstancias lo permiten, explicar la existencia
de un título para reivindicar un derecho, una potestad o una compe-
tencia en manos de un colectivo concreto. Desde mi punto de vista, Todo proyecto político, más
perfectamente objetable por otra parte, todo proyecto político, más o menos ambicioso, más
o menos ambicioso, más o menos general, debería partir de una re- o menos general, debería
flexión histórica sobre las bases que el pasado proporciona para cons-
partir de una reflexión
truirlo. Así se hizo, sin ir más lejos, cuando creamos nuestro régimen
autonómico durante la Transición. Entonces recuperamos antiguas
histórica sobre las bases que
instituciones del pasado, como la Generalitat o la Sindicatura de el pasado proporciona para
Greuges, para embastar un autogobierno perdido durante siglos. Y construirlo.
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Durante la crisis política que supuso la Transición, los vivos que tu-
vieron que enfrentarse a ella tomaron prestados nombres, ropajes y
consignas de los espíritus del pasado, aquí1 y en toda España, para
resolver un problema latente desde siglos atrás: el de la unidad de
una nación plural. La tradición histórica pesa, queramos o no, y de
ahí el viejo adagio que mantiene que quien la ignora está condenado
a repetirla.
Por tanto, entiendo que no es superflua una reflexión de corte his-
tórico sobre la pretensión –bien política– de la Generalitat Valen-
ciana sobre su competencia para legislar en materia de Derecho
civil. Asumo que esa misma reflexión ya ha sido hecha por muchos
–autoridades, juristas, políticos, historiadores...–, pero quizá pueda
añadirse una exposición escrita, más extensa y que refleje algunos de
los datos que la moderna ciencia histórica ha ido proporcionando en
los últimos tiempos. Y entiendo la importancia práctica de la tarea.
El Derecho civil, con sus El Derecho civil, con sus instituciones y leyes, es el sistema jurídico
instituciones y leyes, es el del que un pueblo se dota para regir su convivencia más íntima, su
quehacer diario personal y colectivo. Es, además, hoy día, un referen-
sistema jurídico del que un
te cultural de primer orden, emparejado con la lengua; lo veremos
pueblo se dota para regir su en muchos de los escritores que han abordado la cuestión durante
convivencia más íntima, su décadas: lengua propia y Derecho civil –nuestras leyes, nuestros fue-
quehacer diario personal y ros– van de la mano. Y son pocos los que dudan de que el Derecho
colectivo. Es, además, hoy civil es uno de los ámbitos en que se manifiesta, de forma más pro-
día, un referente cultural de
1. A veces, incluso con exceso. Las referencias a los fueros en la actual redacción del Es-
primer orden, emparejado tatut producen confusión y dificultades en la interpretación de algunos preceptos, como
con la lengua. en el caso del art. 7.1, cuando se alude a la reintegración del “entramado institucional
del histórico Reino de Valencia”. Dicho entramado varió con el tiempo; además, las difi-
cultades para recuperar instituciones de Derecho público propias del Antiguo Régimen
más allá del mero nombre, son insuperables (cfr. Blasco, 2006, pp. 2-3).
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Del Derecho foral al Derecho civil valenciano: historia y evolución de una reivindicación secular
nunciada, la pluralidad de las tierras de España y al que se acogen El Derecho civil es uno
éstas para configurar, junto con otros elementos, su identidad propia. de los ámbitos en que se
En todo ello, este trabajo solo pretende ser una modesta aportación
a un debate sobre una cuestión amplia y compleja por sus muchas
manifiesta, de forma más
facetas. Y la de la historia es, sin duda, una más. pronunciada, la pluralidad
de las tierras de España y
Una historia en los al que se acogen éstas para
configurar, junto con otros
orígenes elementos, su identidad
propia.
E l 29 de junio de 1707, un decreto redactado por el embajador de
Luis XIV en España, Amelot, y rubricado por Felipe V, declaraba
abolidos “todos los fueros, privilegios, exenciones y libertades de que
gozaban (…) los referidos Reinos de Aragón y de Valencia”. Se abría
para ambos territorios, para toda la Corona de Aragón con posteriori-
dad, una nueva página de su historia, caracterizada por la pérdida del
antiguo régimen político de que disfrutaron desde la Edad Media, y
que proporcionaba una amplia autonomía de gobierno y unos meca-
nismos jurídicos que les permitían contrapesar el creciente poder de
los reyes de la Monarquía Hispánica.
No obstante el carácter general de esta derogación primera, los No obstante el carácter
hechos posteriores demostraron que la voluntad y la intención del
general de esta derogación
monarca no tenían un alcance tan extenso. Así, tras la campaña vic-
toriosa de fines de 1710 –batallas de Brihuega y Villaviciosa– Felipe
primera, los hechos
V recuperó el reino de Aragón, ocupado durante algunos meses por posteriores demostraron que
el archiduque Carlos, y accedió a restituirle una parte de su antiguo la voluntad y la intención
derecho foral, el relativo a sus leyes municipales o civiles, mediante del monarca no tenían un
el decreto de 3 de abril de 1711 (Morales, 1986; 2007, pp. 168 ss.).
alcance tan extenso.
Esta vía de reintegración o conservación de una parte de las leyes
privativas de estos reinos se mantuvo en el tenor literal de los decre-
tos de Nueva Planta promulgados entre 1715 y 1716 para Cataluña
y Mallorca (Mercader, 1968; Gay, 1992; Piña, 2007; Planas, 2007). El
rey daba así su brazo a torcer ante las diversas peticiones y consejos
que había recibido, alguno tan señalado como el de su propio abuelo,
Luis XIV. La subsistencia de las instituciones del Derecho privado no
perjudicaba a la unificación política que pretendía con los decretos, al
tiempo que se podía interpretar como una medida de clemencia que
fomentase una mayor adhesión de los grupos sociales dominantes en
los territorios de la Corona de Aragón.
No puede decirse que el Reino de Valencia permaneciese quieto ante la
posibilidad de recuperar una parte de su Derecho foral, abolido en 1707.
Pocos días después de recibirse en la capital la noticia de la derogación,
un grupo de autoridades y notables trabajó en la redacción de un Mani-
fiesto al monarca; en él se rechazaba la acusación de rebeldía contenida
en el decreto de 29 de junio, y se pedía –tímidamente, eso sí– la devolu-
ción de los fueros. El episodio, expuesto años atrás por Mariano Peset,
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Si habían de perder los das”. En el debate intervino el propio Luis XIV, que, a consultas de
su embajador, intercede por los aragoneses: si habían de perder los
privilegios más gravosos
privilegios más gravosos para la soberanía, poco debería importarle
para la soberanía, poco al Rey de España que después se gobernasen con sus leyes propias4.
debería importarle al Rey Un Real Decreto, de 3 de abril de 1711, vino a sancionar parte de los
de España que después se cambios propuestos por el marqués. Entre ellos, la reducción de la
gobernasen con sus leyes Chancillería a Audiencia y la instalación en ésta de dos salas, una de
ellas civil, en que se juzgaría “según las Leyes Municipales de este
propias.
Reyno de Aragón”.
Culminaba el proceso iniciado en febrero de 1710, pero sólo para
Aragón. ¿Por qué no se extendió la medida al Reino de Valencia? Las
razones son diversas. En Valencia y la situación era muy diferente. La
crisis de 1710 no había producido un vacío de poder, sino que había
consolidado el modelo organizativo formado desde 1707, y con ello
el poder de los militares. Los jueces de la Chancillería colaboraron
con los comandantes a la hora de mantener el orden. Cuando se
producen los cambios en Aragón, no hay ninguna alusión al reino de
Valencia y a sus posibilidades de seguir el mismo camino. Tampoco
era esperable un memorial en ese sentido, dado el precedente de Ortí
y Blanquer en 1707. Más bien, los informes que llegan desde Valencia
insisten en el carácter levantisco y rebelde de sus naturales, y en su
incapacidad para adaptarse a las nuevas leyes y respetarlas. En es-
tas circunstancias, y con una información deformada que el Rey no
puede contrastar por sí mismo –como sí hace en Aragón– no parecía
prudente alterar el estado de cosas. Mientras la situación bélica no se
decantase de modo definitivo del lado borbónico, no se estudiarían
cambios de mayor calado. Se perdía así una nueva oportunidad de
lograr la restitución de los fueros abolidos.
Habría que esperar a 1719 para que surgiese otra ocasión5, posi-
blemente la más conocida por la historiografía valenciana. No es
preciso extenderse en sus hechos, pues ya fueron bien expuestos
Algunos regidores del por Mariano Peset (Peset, 1972, pp. 677 ss.) y se han reproducido en
Ayuntamiento entregaron otras monografías y estudios. En mayo de ese año, Felipe V, su mujer
al monarca un memorial en y el príncipe de Asturias visitaron Valencia de camino a Zaragoza.
el que pedían la devolución Durante tres días, del 5 al 8, se sucedieron las visitas, cumplimientos
y besamanos, en medio de un ambiente festivo. En el momento de la
de los fueros, alegando dos partida, algunos regidores del Ayuntamiento entregaron al monarca
razones: la dificultad que un memorial en el que pedían la devolución de los fueros, alegando
el cambio del sistema legal dos razones: la dificultad que el cambio del sistema legal provocaba
provocaba en la práctica del en la práctica del Derecho, entre abogados y jueces, y el precedente
derecho, entre abogados y
jueces, y el precedente de 4. Carta de Luis XIV a Blécourt, de 30 de marzo de 1711, en A. Baudrillart, Phillipe V et
Aragón, Cataluña y Mallorca. la Cour..., vol. I, pp. 441-442.
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Del Derecho foral al Derecho civil valenciano: historia y evolución de una reivindicación secular
Sólo unos días después, el 19, Sessé recibe del canónigo Jerónimo
Monsoriu una copia del memorial de 1719 y la carta del Ayuntamien-
to en que reitera la petición, y que quedó presentada (Peset, 1972, pp.
714-715). El agente sugiere al cabildo que escriba también la Diputa-
ción –la Generalitat– en representación del reino, mostrando su in-
terés, y aquí se perciben las primeras dificultades, pues el intendente
Mergelina, que la preside, ya se resistió a firmar la carta de la ciudad,
El reino está inerme en su
aunque al final lo hizo: es imposible que, en nombre de la Diputación,
haga representación alguna; además, por la abolición de los fueros representación, es sólo una
quedaron los estamentos extintos y desautorizados, y prohibidas sus provincia más de Castilla, y
juntas y reuniones. El reino está inerme en su representación, es sólo asumen su defensa la ciudad
una provincia más de Castilla, y asumen su defensa la ciudad de Va- de Valencia y el cabildo
lencia y el cabildo metropolitano, antiguas cabezas –síndicos– de dos
metropolitano, antiguas
de los estamentos forales, el eclesiástico y el real.
El resultado del esfuerzo de Sessé fue la Cédula de 28 de mayo, en lo cabezas –síndicos– de dos
que el Consejo pedía a la Audiencia un informe sobre los fueros en de los estamentos forales, el
materia civil contrarios a las regalías y a la autoridad del monarca, eclesiástico y el real.
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7. ARV, Real Acuerdo, libro n.º 16 (1721), ff. 21 vº y 138-139. Sessé había advertido al
cabildo de la expedición de la cédula para que estuviese preparado (ACV, legajo 4.891).
8. Carta del cabildo catedralicio a Josep Altavert, de 10 de junio de 1721 (ACV, legajo
4.891).
9. Para Altavert, tanto en 1719 como en 1721, el Ayuntamiento debió haber especificado
que pedía –los fueros concretos– en un memorial aparte de la carta; de este modo, el
Consejo podría haber trabajado sobre una petición específica tomando las decisiones
oportunas.
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Del Derecho foral al Derecho civil valenciano: historia y evolución de una reivindicación secular
“Dízese que el Fiscal de esta Audiencia, que ha estado quatro o cinco me-
ses sin ir a Consejo, trabajando para el informe que pidió su Magestad
sobre el Decreto que quería expedir en execución de la concessión de las
Leyes municipales de este Reyno, ha hecho un papel muy voluminoso y
contrario al intento, por inferirse de él que no ay cosa en todas las leyes
municipales del reyno que no se oponga a su Magestad, sus Regalías y
bien público”10.
10. Carta del cabildo catedralicio a Manuel de Sessé, de 2 de septiembre de 1721 (ACV,
legajo 4.891). Debe mencionarse aquí la carta escrita por Mayans a Nebot en abril de
1749, y en la que acusaba al pavorde José Vicente Arbuxech de haber sido “…el consultor,
por medio del juez León, que se valió de él” (A. Mestre, 1970, p. 407).
11. Es lo que aconteció con la Paz de Viena de 1725, cuando se extendió el bulo de que
entre las cláusulas se contenía una reintegración general de los fueros a todos los terri-
torios de la Corona de Aragón.
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Entre Ilustración y
Revolución: epígonos
del foralismo
A gotadas las oportunidades para la restitución foral, fuese total o
parcial, la reivindicación entró en una nueva fase que se prolon-
garía cerca de un siglo. En ella, la petición tiene un carácter dual: por
un lado, se reclaman las normas del Derecho civil, alegando siempre
el agravio comparativo con el resto de territorios de la Corona de
Aragón; por otro, el carácter absolutista de la monarquía borbónica
provoca que, en ocasiones, algunas personalidades y autoridades del
reino se atrevan a denunciar los excesos del poder y a recordar cómo
se combatían en el pasado foral. Era una manera de proponer un
regreso a aquellas instituciones que contrapesaban y frenaban los
abusos.
La ciudad de Valencia siguió En cuanto al primero de los supuestos, la ciudad de Valencia siguió
pidiendo con insistencia la restitución de los fueros en materia
pidiendo con insistencia la
de derecho privado. Entre 1731 y 1739 lo hizo en al menos tres
restitución de los fueros en ocasiones (Palop, 1975, pp. 70-71); imaginaba detenido en la ma-
materia de Derecho privado. rea burocrática de la Corte el expediente que se formó en 1721 y
Entre 1731 y 1739 lo hizo en pretendía que se le diese cauce. El resultado fue, en la práctica, el
al menos tres ocasiones. mismo que entonces… El Memorial de Greuges de 1760 se encuen-
tra a caballo de los dos casos. En esa fecha, las Cortes castellanas,
a las que se habían incorporado algunas ciudades de la Corona de
Aragón, fueron convocadas para jurar al nuevo rey, Carlos III. Los
diputados que provenían de las capitales de la antigua Corona de
Aragón llevaron conjuntamente una Representación que, por su
contenido, bien podía considerarse un memorial de agravios y una
denuncia sistemática de muchos aspectos de la política borbónica;
otros capítulos suponían una defensa similar del sistema político
y las instituciones anteriores a la Nueva Planta (Moreu, 1968, p.
8). Previamente a la adopción del memorial, el Ayuntamiento de
Valencia había aprobado una propuesta para “…que, a semejanza
del Reyno de Aragón y Principado de Cataluña, que gozan de sus
fueros o leyes municipales, les conceda Su Magestad a esta ciudad
y reyno, aunque sea con las limitaciones que a Zaragoza y Barce-
lona”. La propuesta quedó matizada en la representación conjunta,
en la que se le decía al nuevo rey que Felipe V “…quiso assí mismo
que en lo civil se guardasen las leyes municipales de los Reynos de
Aragón, Cathaluña y Mallorca, no alcanzándose la razón por que
esta providencia no ha de extenderse al Reyno de Valencia, que
también tenía sus propias leyes municipales”.
La petición no surtió efecto –las Cortes ya no eran el lugar idóneo
para efectuar reivindicaciones– pero venía a mostrar un anhelo
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Del Derecho foral al Derecho civil valenciano: historia y evolución de una reivindicación secular
13. En Valencia, al contrario que en Castilla, de los pleitos sobre diezmos conocía un juez
secular nombrado por el monarca.
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restauración, aunque fuese “…para ser un gran forista importa leer sentencias de la antigua Audien-
parcial, de la legislación. cia de Valencia porque es lo mejor que se ha escrito en asunto de fue-
ros (…) A V. S., i a este reino, importa mucho ser un gran forista; porque
este reino ni le tiene, ni esperanza de tenerle de presente; i ahora ahí, en
la Audiencia, i después en el Consejo de Castilla, será V. S. el oráculo (…)
14. Algunas de las principales instituciones salvadas de la abolición por expreso de-
seo del monarca fueron: la resolución de los conflictos de jurisdicción con la Iglesia
mediante un sistema arbitral –la llamada “Concordia de la reina Leonor”–; la jurisdic-
ción secular sobre diezmos; la regalía de amortización; el asilo eclesiástico reducido a
la iglesia principal de cada lugar; la jurisdicción del monarca sobre los religiosos que no
tuviesen superior en el reino y la jurisdicción señorial especial, conocida como alfonsina.
A ello habría que añadir materias relevantes como la regulación del real patrimonio– del
que formaba parte la amortización–; o los censos, constituidos en su práctica totalidad
antes de la abolición, tanto los enfitéuticos –que en el reino eran perpetuos– como los
consignativos o censals.
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“Leamos con atención y respeto los códigos antiguos de España; salgan del
polvo del olvido los fueros memorables de Aragón y de Valencia, las cos-
tumbres laudables de Cataluña y las leyes de la fiera Cantabria: consúltese
nuestra historia, escuchemos la voz hermosa de la patria (…) y jurando ser
españoles, aprendamos a serlo estableciendo las opiniones, y hasta los usos
y las costumbres sobre el modelo de los antiguos españoles17”.
En Valencia, dos van a ser las voces que vuelvan a alzarse, por última
vez en mucho tiempo, en recuerdo de un mundo que había quedado
un siglo atrás ya. Cabe recordar que en 1807 se cumplían los pri-
meros cien años de la abolición; no hubo conmemoración alguna
–Carlos IV era, al fin y al cabo, nieto de Felipe V– y fueron un his-
toriador y un jurista los que, con sus obras, recordaron aquel hecho
trascendental. El primero fue fray Bartolomé Ribelles, cronista de la
ciudad y el reino. La Audiencia recurrió a él y a sus conocimientos
para elaborar el informe que le había pedido la Comisión de Cortes
de la Junta Central, y éste escribió unas Memorias histórico-críticas
de las antiguas cortes del Reyno de Valencia. Los oidores adoptaron
el escrito del fraile dominico como informe propio (Cortes de Cádiz,
1968, pp. 25 ss.); el régimen foral constituía aún una referencia bien
visible en la estructura política del reino, incluso cien años después.
17. José Canga Argüelles, Observaciones sobre las Cortes de España y su organización,
Valencia, 1809, p. 18. La finalidad última de Canga no es, sin embargo, la restauración de
viejas instituciones o cuerpos legales, sino “constituir la legal representación de la nación
en sus Cortes” (véase García Monerris, 2002).
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Las leyes deben adaptarse monarquía. A su juicio –en el que sigue a muchos juristas– las leyes
a las circunstancias tan deben adaptarse a las circunstancias tan variables de los distintos
reinos de España y las Indias, a su diversidad geográfica, cultural y
variables de los distintos
vital, a sus diferentes particularismos; lo contrario sería reincidir en
reinos de España y las Indias, el despotismo. La derrota de sus posiciones, en las que coincidió con
a su diversidad geográfica, otros diputados catalanes, como Aner y Lázaro de Dou, fue completa.
cultural y vital, a sus La proposición presentada por el clérigo palentino, Espiga y Gadea,
diferentes particularismos; lo en diciembre de 1810, para llevar a cabo dicha codificación, obtuvo
amplia mayoría. De Dou recordó a las Cortes que no se contaba con
contrario sería reincidir en el
los textos del Derecho catalán, preservado de la abolición en 1716; le
despotismo. replicaría el diputado novohispano, José Miguel Gordoa, que criticó
la posibilidad de que se introdujesen peculiaridades forales:
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Del Derecho foral al Derecho civil valenciano: historia y evolución de una reivindicación secular
“¿Qué resta ya del antiguo régimen foral del Reino de Valencia? El tribunal
de los Acequieros, o de las aguas; algunas costumbres populares; restos
de trages en nuestros labradores, y nada más. Todo ha ido desaparecien-
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“Antes que Valencia, pues, acabe de perder los miserables restos de su pa-
sada grandeza, antes de que veamos absorvidos hasta los pergaminos de
nuestros archivos, puestos a merced del Estado; antes que desaparezca la
generación que conserva todavía algún recuerdo de la pasada libertad, de
amor patrio y de doradas ilusiones en el porvenir; y antes en fin de que
se nos obligue a callar para siempre al pie de las glorias destrozadas de
nuestros abuelos, me apresuro a levantar de su sepulcro gótico la olvidada
magestad de nuestra antigua dignidad foral18”.
18. Boix respondió a los periódicos que, desde Madrid, despreciaban su obra por con-
siderarlo traidor a la patria: “…no podemos menos de recordar con sentimiento el con-
cepto que han merecido estos estudios forales a algún periódico de Madrid. Aquellos
escritores ven en estas obras un empeño en resucitar aislada la vieja monarquía de Ara-
gón. Se equivocan: deseamos la unidad de todos los pueblos; porque esa es la tendencia
que se observa en el siglo actual. Lo que deseamos es sustituir a tantas constituciones,
traducidas de lenguas estrangeras, un régimen análogo a los antiguos fueros de Aragón
o de Navarra”.
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Del Derecho foral al Derecho civil valenciano: historia y evolución de una reivindicación secular
19. Como señala Evarist Olcina, “…als possibles voluntaris del País allò dels furs els so-
nava com a música celestial, ni sabien el que volia dir aqueixa paraula ni, molt menys
encara, els importava que hom els tornés aquelles llibertats, entre altres coses perquè a
ningú no se li havia ocorregut d’informar-los que n’estaven mancats. Ni un sol valencià
no va agafar les armes per restablir el finit règim foral o per conquistar una autonomia
que ningú no pretenia” (1976, p. 82).
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Del Derecho foral al Derecho civil valenciano: historia y evolución de una reivindicación secular
20. Las conclusiones eran las siguientes: “1) Que no se pot negar l’existència d’un Dret
consuetudinari valencià que viu unes vegades fora i altres en contra de la legislació comú
i positiva actual. 2) Que deu reconéixer-se eixe Dret com llegislació local valenciana
d’aplicació en nostre regne. 3) Que per a això el mig a les hores més pràctic és el de
reconéixer la costum general i local com font positiva de Dret, sense més limitació que la
proscripció d’aquelles que atenten contra lo esencial i immutable de la naturalea humana,
a la llei natural i a les bones costums. 4) Que en sa conseqüència, haurà de demandar la
reforma en aquest sentit de l’art. 5 del Còdic Civil i concordants, fent ús per a això del mig
que establix la disposició addicional 3ª de l’esmentat cos legal”.
21. Véase por ejemplo el artículo de V. Ballester en “El Pueblo” de 18 de junio de 1907,
titulado “El Dr. Faustino, Minio y Gasparo o les naus de Barcelona y la flauta solidaria”: “Es
disparatar hasta la quinta esencia o tener una mala fe extraordinaria, la pretensión de hacer
creer a la multitud que los fueros de Valencia eran una cosa superabundante, modelo de
libertad y de buen gobierno. Llamar fueros a cuatro concesiones que otorgaron los monarcas
aragoneses para vivir en paz con los levantiscos valencianos es una bobería que raya en la
necedad. ¡Los Fueros! Da risa ver cómo se llenan la boca estos superregionalistas hablando
de los fueros y despotricando contra Felipe V por haber anulado aquellas concesiones con un
ligero puntapié (…) Estamos todos en el secreto: ni historia, ni literatura, ni lengua, ni nada”.
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Del Derecho foral al Derecho civil valenciano: historia y evolución de una reivindicación secular
El Derecho civil
valenciano
L a proclamación de la II República en 1931 abrió nuevas perspec-
tivas y esperanzas. Y sobre ellas acabó de arraigar la idea de una
legislación civil propiamente valenciana, creada por un ente legisla-
dor igualmente propio, que iba calando en algunos de los sectores
políticamente más influyentes. Los actos culturales y de promoción, o
la enseñanza en los círculos valencianistas permitía recuperar del ol-
vido y reforzar posibilidades.22 No puede causar extrañeza, pues, que
el art. 6 del Anteproyecto de Estatuto de la Región Valenciana, de 11
de julio de 1931, y de corte blasquista, previera lo siguiente: “Aun-
que se aplicará en el territorio valenciano el Derecho civil común, la
Asamblea tendrá facultades para regular las modalidades valencianas
del contrato de compra-venta, arrendamiento y toda la materia de
riegos”. Era una proclama modesta y limitada, en un momento en que
la atención estaba centrada en el debate sobre la nueva Constitución;
pero la victoria de las fuerzas de izquierda en las elecciones de 28 de
junio hacía prever que podría atenderse a una reivindicación cada vez
más extendida y compartida.
La Constitución de 1931 dispuso lo siguiente, en cuanto a la materia
que nos ocupa:
La generosa redacción constitucional abría las puertas, por fin, a la La generosa redacción
posibilidad de recuperar una competencia amplia sobre el Derecho constitucional abría las
civil, mucho mayor que la prevista en el Anteproyecto de julio. Sólo
quedaba plasmarla en un Estatuto regional; pero la redacción de éste
puertas, por fin, a la
se demoró por muchas causas. Por un lado, estaban las divisiones posibilidad de recuperar una
provinciales, es decir, los recelos de Alacant y Castelló hacia el proyec- competencia amplia sobre el
to impulsado y liderado por València. Por otro, las lógicas disensiones Derecho civil.
partidistas: en este caso, fue el blasquismo –el PURA– el que trató de
22. Por esas fechas, Juan Beneyto, profesor de Historia del Derecho en la Universidad,
daba clases de Derecho Valenciano en la sede de Acción Cultural Valenciana y publicaba
algunos opúsculos sobre los fueros y su doctrina jurídica, y sobre ciertas instituciones
forales relacionadas con la agricultura.
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En estos años, la izquierda encauzar las tareas del Estatut a través de las instituciones públicas,
política valenciana se que dominaba por su triunfo electoral en 1931; frente a él surgen
fuerzas progresistas y abiertamente nacionalistas, más proclives a
significará por su apoyo a la redacción de un texto ambicioso, equiparable con el de regiones
las reivindicaciones de tipo que llevaban más avanzados los trabajos. En estos años, la izquierda
nacionalista o regionalista, política valenciana se significará por su apoyo a las reivindicacio-
sobrepasando a las fuerzas nes de tipo nacionalista o regionalista, sobrepasando a las fuerzas
moderadas y conservadoras, moderadas y conservadoras, que hasta entonces habían tenido un
protagonismo indudable. La derecha emergente, es decir, la DRV,
que hasta entonces habían apenas entró en el debate y mostró unas tendencias regionalistas
tenido un protagonismo muy tímidas; sus prioridades y problemas eran otros. Los avatares
indudable. políticos de la propia República afectaron también a la redacción
del Estatut. A los avances del primer bienio siguió un parón durante
el período 1933-1935. Pero la victoria del Frente Popular, en febrero
del 36, y los avances experimentados en la tramitación de los Es-
tatutos vasco y gallego motivaron el surgimiento de una Comisión
estatutaria conjunta, integrada por los frentes populares de las tres
provincias. La primera reunión se fijó para finales de julio de 1936 en
Valencia, pero la rebelión militar y el inicio de la Guerra Civil obliga-
ron a suspenderla.
El estallido de la guerra no supuso una interrupción de los trabajos,
sino que, a causa de la nueva situación, las fuerzas políticas más
importantes, encuadradas en el bando republicano en Valencia, ela-
boraron sus propias propuestas de Estatutos, con el fin de presentar
unas bases que sirviesen para un proyecto definitivo. Pues bien, to-
Todas las propuestas das las propuestas incluían una regulación concreta y definida de la
incluían una regulación potestad de legislar en materia civil. Veámoslas:
concreta y definida de la • a) “Proyecto de Bases para el Estatuto del País Valencià”, pre-
potestad de legislar en sentado por la C.N.T. de Valencia (23 de diciembre de 1936)
materia civil. “Base 9ª.- Derecho privado y justicia: A) Corresponderá al País
Valenciano la potestad de legislar en materia civil, quedando
reservada al Estado la ordenación de las reglas destinadas a re-
solver las colisiones entre las diversas legislaciones civiles del
territorio español.”
• b) “Avantprojecte d’Estatut de la Regió Valenciana”, publicado
por Esquerra Valenciana (20 de febrero de 1937)23
“Títol II. Contingut i extensió de l’Autonomia.
Art. 5. Pertany a la competència de la Regió Valenciana, d’acord
amb els articles 16 i 17 de la Constitució de la República, la le-
gislació exclusiva i l’execució en les matèries següents: (…) b) 1.ª
23. Esquerra Valenciana, una escisión nacionalista del blasquismo, se había converti-
do en un partido de referencia tras sus avances electorales en febrero de 1936. Sus
concejales en Valencia impulsaron una nueva comisión para el Estatuto que contó con
adhesiones de Castelló y Alacant, dentro de un clima general de apoyo al autonomismo.
El proyecto se basa en el texto del Estatuto vasco, que copia literalmente en ocasiones,
aunque también se sirvió del Estatut de Cataluña, sin dejar de introducir modificaciones
y matices de cierto relieve.
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Del Derecho foral al Derecho civil valenciano: historia y evolución de una reivindicación secular
24. El texto se encuentra a medio camino entre los dos anteriores. Publicado en el diario
El Pueblo el 5 de marzo de 1937, posibilitó que el 27 se reuniesen representantes de las
tres provincias para discutir si se optaba por un régimen de mancomunidad o de estatuto,
decidiéndose esto último. Pero los proyectos autonomistas se aplazaron ante la difícil si-
tuación militar y los cambios políticos –el gobierno de Negrín, que exigió la concentración
del poder para ganar la guerra-.
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La muerte del general, en La muerte del general, en cierto modo, retrotrajo las reivindicaciones
del valencianismo a la situación en que se hallaban durante la Repú-
cierto modo, retrotrajo
blica, como si el largo paréntesis del franquismo sólo hubiese servido
las reivindicaciones del para detenerlas durante un tiempo. La cuestión nacional era uno de
valencianismo a la situación los grandes retos que debía afrontar el país, y a nadie se le escapaba
en que se hallaban durante que democracia y autogobierno regional formaban un tándem in-
la República, como si el largo disoluble. Incluso las autoridades políticas que habían detentado el
poder durante la dictadura –los procuradores en Cortes– percibieron
paréntesis del franquismo
la tendencia y llegaron a pedir en junio de 1976 al gobierno de la na-
sólo hubiese servido para ción “la autonomía económica, administrativa y cultural de la Región
detenerlas durante un tiempo. valenciana” (Sanz & Felip, 2006, pp. 169-173). Pero fueron las fuerzas
de izquierda y nacionalistas, a través de la Taula de Forces Polítiques
En este hervor autonomista i Sindicals del País Valencià, las que asumieron mayor protagonismo.
por una y otra parte, la idea En este hervor autonomista, por una y otra parte, la idea de reclamar
la competencia para legislar en materia de Derecho civil fue recu-
de reclamar la competencia
perada. Los primeros anteproyectos de Estatuto de Autonomía ya
para legislar en materia de preveían su incorporación. Así, el llamado “Estatut d’Elx”, finalizado
Derecho civil fue recuperada. en octubre de 1975 (art. 15): “Només la Generalitat promulga Lleis
i qualsevol disposicions de rang inferior per a regular en territori
valencià tot allò referent a: (…) 3. Dret civil i Registre de l’estat civil”.
En febrero de 1976, otro anteproyecto, el “Estatut del Consell”, man-
tenía la misma competencia exclusiva en su art. 22.3, que remataba
con el contenido del 23: “El País Valencià es dicta el seu propi Dret
Civil sense renunciar a unificar-lo amb el del Principat de Catalunya
i el de les Illes Balears”. Estas primeras redacciones se fueron aco-
tando con posterioridad. Así, el denominado “Estatut de Morella”,
un anteproyecto presentado a principios de 1979 en respuesta a la
convocatoria de anteproyectos hecha por el Plenari de Parlamenta-
ris en noviembre del año anterior, recoge en su Título II, art. 7 (“De
las competencias del País Valenciano”) lo siguiente: “Corresponde al
País Valenciano la legislación exclusiva, la potestad reglamentaria y
la ejecución en las siguientes materias: (…) 3ª. Derecho civil propio,
en los términos previstos por el art. 149.1.8ª de la Constitución. 4ª.
Legislación procesal derivada del Derecho propio del País Valenciano.
Tribunales tradicionales y consuetudinarios”. El resto de propuestas
recoge, con unas fórmulas u otras, la atribución de la competencia
a la Generalitat. La unanimidad que se observa entre las propuestas
hechas por los partidos extraparlamentarios no se mantiene cuando
leemos las que hicieron los que sí tenían representación en el Plenari
de Parlamentaris. Así, los textos del PSOE y del PCPV presentan la
redacción que llegará hasta el texto aprobado, mientras que en el
caso de UCD y AP, cuyas redacciones en el ámbito competencial son
casi idénticas, la potestad ha desaparecido del título correspondien-
te, aunque se haga una referencia al Derecho valenciano en el orden
civil a la hora de determinar la competencia de los órganos jurisdic-
cionales de la Comunidad Autónoma (Els Avantprojectes, 1992, pp.
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Del Derecho foral al Derecho civil valenciano: historia y evolución de una reivindicación secular
253 ss.). Esta divergencia muestra que, en la Transición, fueron los En la transición, fueron los
partidos de izquierda –y los grupos nacionalistas que se incluyeron
partidos de izquierda los que
en ellos– los que rescataron y sostuvieron la capacidad legisladora
de la Generalitat25.
rescataron y sostuvieron la
En cualquier caso, esta discrepancia técnica entre los principales par- capacidad legisladora de la
tidos, la involución autonomista perceptible en esos mismos partidos Generalitat.
–sobre todo, a raíz del frustrado golpe de Estado del 23-F de 1981– la
decisión de reconducir el proceso estatutario por la vía del art. 143
de la Constitución y la exacerbación en aquellos años de la llamada
“batalla de Valencia” en torno a los principales signos de identidad
de los valencianos son algunos de los elementos que influyeron en
el enunciado final del artículo 31.2, corto y equívoco, susceptible de
diversas interpretaciones: “La Generalidad Valenciana tiene compe-
tencia exclusiva sobre las siguientes materias: (…) 2. Conservación,
modificación y desarrollo del Derecho civil valenciano”26. Tampoco
debe olvidarse la redacción del art. 149.1-8ª de la Constitución de
1978, cicatera y discriminatoria27 si la comparamos con el art. 15 de la
Republicana de 1931. El resultado fue una competencia prácticamen- El resultado fue una
te vacía de contenido: en 15 años, apenas una ley promulgada, la de competencia prácticamente
Arrendamientos Históricos que, por añadidura, acabó recurrida en el
Tribunal Constitucional. Pero, como apuntaba el senador Josep Bevià
vacía de contenido: en
el día de la aprobación definitiva del texto en el Senado 15 años, apenas una
ley promulgada, la de
“…somos plenamente conscientes de que este Estatuto no es una meta, Arrendamientos Históricos
sino un punto de partida; que no es un elemento sacralizable, sino un
proyecto de futuro, un instrumento de integración (…) de las tres provin-
cias valencianas (…) un texto que nos reivindica de casi trescientos años
de infancia oficial tutelada, y nos enlaza de nuevo con nuestra historia.
Con este Estatuto, los valencianos podemos intentar recobrar nuestra
25. No puedo entrar aquí en los detalles del proceso de elaboración y la tramitación par-
lamentaria del Estatut de 1982 –ya hay un volumen sobre ello–. Pero sí apuntar un hecho
revelador: el único grupo parlamentario que propuso suprimir el art. 31.2 a su paso por el
Congreso fue el de Coalición Democrática, el partido que tras las elecciones de 1982, se
convertiría en Alianza Popular.
26. No deja de llamar la atención que la redacción propuesta por el grupo Minoría Catalana,
en su enmienda a la totalidad, mejoraba la del Estatut, al conceder al País Valenciano la le-
gislación exclusiva, la potestad reglamentaria y la ejecución sobre el “Derecho civil propio”.
27. José Antonio Noguera de Roig trató de introducir en el Senado una enmienda a la D.T. 2ª
de la Constitución, por la que equiparaba en competencias autonómicas a aquellos territorios
“que en el pasado hubiesen plebiscitado afirmativamente proyectos de Estatutos de Autono-
mía [con aquéllos que, como en el caso del País Valenciano] hubieren gozado de estatutos fo-
rales de autogobierno y de un derecho propio, y ambos les hubiesen derogado unilateralmente
en su integridad, y cuenten al tiempo de promulgarse esta Constitución con regímenes provi-
sionales de autonomía”. Noguera entendía que Valencia, junto a otros territorios, “gozaron de
un régimen de gobierno autonómico, que alcanzaba, por lo menos en alguno de ellos, la forma
estatal, y que fue abolido contra la voluntad de sus habitantes por «Derecho de conquista».
Dudoso derecho que supuso, incluso, la destrucción del Derecho privado valenciano, caso úni-
co, atropello único en la historia de nuestro país” (la cursiva es mía)
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28. Entre 1993 y 1996, en el área de Historia del Derecho de la Universitat de València
se leyeron tres tesis doctorales sobre el Derecho civil foral en materia de Derecho de
sucesiones (Pascual Marzal), propiedad de la tierra (Manuel Febrer) y régimen económico
del matrimonio (Dolores Guillot). Las tres fueron editadas y constituyen un corpus histo-
riográfico caudal para conocer nuestro antiguo derecho. En 1996 publicó Arcadi Garcia
(Universitat Jaume I) sus Institucions del dret civil valencià, otra obra básica. También los
departamentos de Derecho civil de Valencia y Castellón han investigado sobre aspectos
muy variados, desde las pervivencias forales al título competencial de la Generalitat. No
sé si son éstos los trabajos a que se refiere Martínez Sospedra cuando critica en 2001 que
no se haya recopilado el Derecho civil valenciano (Martínez, 2001, p. 36); desde luego, no
se han “pagado explendidamente” (sic).
29. Cabe subrayar que en 17 de las comparecencias que celebró la Comisión parlamen-
taria encargada de la reforma estatutaria se reclamó el reforzamiento de la competencia
en materia de legislación civil.
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Del Derecho foral al Derecho civil valenciano: historia y evolución de una reivindicación secular
Consideraciones
finales
C oncluido este recorrido histórico, algunas circunstancias pueden
resaltarse entre un panorama de tres siglos:
• Existe una larga tradición histórica en cuanto a la reivindica-
Existe una larga tradición
histórica en cuanto a
ción de la recuperación, por parte del pueblo valenciano, de la la reivindicación de la
potestad de legislar en materia de Derecho civil, con los límites recuperación, por parte
establecidos en la legislación general del Estado. En ese sentido, del pueblo valenciano, de
y exceptuando algunos períodos concretos del siglo XIX, jamás se
la potestad de legislar en
ha perdido el recuerdo de la potestad que durante cerca de cinco
siglos disfrutó el antiguo Reino de Valencia, junto con otros terri- materia de Derecho civil.
torios de la Corona de Aragón y del resto de la nación española.
• Esa reivindicación se ha hecho patente siempre que el país ha Esa reivindicación se ha
experimentado un proceso de cambios y, de forma especial, en hecho patente siempre que
los momentos históricos en los que ha sido apreciable una libe- el país ha experimentado
ralización y democratización de las estructuras de gobierno. Así,
la encontramos en el acceso al trono de Carlos III, en vísperas de
un proceso de cambios y,
las grandes reformas de la Ilustración española; durante la guerra de forma especial, en los
de la Independencia, en torno a la Constitución de 1812; durante momentos históricos en
el Bienio Progresista; en 1873, con un proyecto de Constitución los que ha sido apreciable
federal a la vista y en la proclamación del cantón de Valencia; a una liberalización y
partir de 1900, tras la crisis de Cuba, y cada vez con más intensi-
dad. Los límites políticos, legales e históricos también juegan su
democratización de las
papel: si entre 1907 y 1914 no se progresó en la idea en mayor estructuras de gobierno.
medida, fue porque aún no se sabía cómo “reconstituir la región
valenciana”; la idea de autonomía estaba presente, pero la de una
asamblea legislativa –un Parlament– sería mucho más tardía; re-
cuérdese que la Asamblea General de la Mancomunidad de Ca-
taluña de 1914 no tenía potestad legislativa, y cuando Cambó la
reclamó en 1919, las Cortes españolas lo rechazaron. Por fin, a lo
largo de la II República, la reclamación aparece de forma nítida
y definida con sus rasgos presentes. El Estatuto de Autonomía
actual, por tanto, culmina un largo proceso de siglos, dando res-
puesta a un anhelo concreto del pueblo valenciano.
• Dicho anhelo no responde a un capricho o a una ocurrencia co-
Dicho anhelo no responde
yuntural. Por el contrario, lo que pretende es corregir una anomalía
histórica y un absurdo legal. La anomalía histórica es bien cono-
a un capricho o a una
cida: de todos los territorios históricos de la antigua Corona de ocurrencia coyuntural. Por
Aragón, solo el Reino de Valencia perdió por completo su Derecho. el contrario, lo que pretende
No hay aún una explicación satisfactoria para este castigo sin pa- es corregir una anomalía
rangón, derivado seguramente de la intransigencia de los ministros
histórica y un absurdo legal.
y funcionarios castellanos en Valencia y Madrid. El absurdo legal se
produce cuando se considera que, de todos los territorios históri-
cos de España, la Comunitat Valenciana es el único sometido a un
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De todos los territorios Derecho civil que no es el suyo propio. Cataluña, Aragón, Mallorca,
históricos de España, la Navarra o las provincias vascas mantienen sus leyes antiguas, y las
han desarrollado extensamente. Por otro lado, el resto de reinos
Comunitat Valenciana es y provincias –Andalucía, Extremadura, Murcia, León, Asturias–
el único sometido a un se rigen por su Derecho histórico, que es el de Castilla. El caso
Derecho civil que no es el de Galicia es extraordinario: habiendo aplicado durante siglos el
suyo propio. Derecho castellano, acaba de promulgar una ley de más de 300
artículos con su Derecho civil propio. El antiguo Reino de Valencia,
sin embargo, se vio forzado a sustituir su Derecho propio por otro
ajeno, de forma violenta, sin planificación previa alguna y en ape-
nas unos meses. Aquella tropelía histórica dejó honda huella en el
pueblo valenciano, y ésa es la razón por la que, periódicamente,
surge la solicitud de la restitución, y cada vez con más fuerza.
El Estatuto trata de zanjar un Dicho de otro modo: el Estatuto trata –tanto en su redacción de
antiguo agravio que acabó 1982 como en la de 2006– de zanjar un antiguo agravio30 que
acabó creando una disimetría patente. En un número anterior de
creando una disimetría
esta misma revista, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón soste-
patente. nía que “el mapa constitucional de España sigue diferenciando la
España uniforme de raíz castellana, salvo Galicia, la España foral
de Euskal Herria y la España incorporada de la antigua Corona de
Aragón” (Herrero de Miñón, 2003, p. 115). Nadie duda de la per-
tenencia de la Comunitat Valenciana a este último núcleo; pues
bien, dentro de él, el único territorio que estaría privado de legislar
en materia civil sería la Comunitat. Es esa brecha la que se trata de
cerrar; y argumentos históricos para ello los hay.
• A menudo se ha insistido en la debilidad de las reivindica-
ciones valencianas ante el Estado como causa del fracaso iden-
titario y autonomista. Dicha debilidad existe, y sus causas son
muy variadas; han sido analizadas y expuestas a menudo. Pero
no suele recordarse el carácter uniformista y centralizador de
la España del XIX y el XX, empeñada constantemente en repri-
mir, a menudo con la violencia, cualquier amago de reivindica-
ción territorial. Ya los diputados de Cádiz se mostraron hostiles
con las reclamaciones particulares hechas desde algún escaño.
Las elites políticas del Como señaló Borja de Riquer, las elites políticas del XIX confun-
dieron la nacionalización –la creación de una nueva nación– con
XIX confundieron la
la centralización y la uniformización. Si tenemos en cuenta que
nacionalización –la creación éstas se llevaron a cabo siguiendo el patrón habitual castellano,
de una nueva nación– la lengua de la Administración y de la educación, las leyes, la
con la centralización y la división del territorio, la historia, la cultura, etc., todo tiene el
uniformización. marchamo de Castilla, podemos entender el hastío de una par-
te del país ante la imposición de un modelo que no es sentido
30. En ello sigue la estela de otras regiones: cabe recordar, como un ejemplo entre va-
rios, la recuperación por Vizcaya y Guipúzcoa de sus antiguas instituciones de Derecho
público en 1977, tras ser suprimidas por un decreto de junio de 1937. También en ese
caso, a la derogación siguió la recuperación.
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“Actualment devem plorar aquella pèrdua [la de 1707], més per los grans
perjuïns carrejats durant cent noranta-cinc anys d’uniformació llegisla-
tiva; com si diguérem de treball destructor de la nostra personalitat va-
lenciana; cent noranta-cinc anys d’actuació permanent de tots los mitjos
irresistibles de què dispon el govern central; des de la imposició violenta,
realitzada sense pietat, hasta el precepte legal i la insinuació directa o
indirecta encaminades a l’acaparament de la pensa valenciana; des de
l’opressió dels cossos fins a l’esclavitud de les intel.ligències… (…)31”.
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33. En el mismo sentido escribía Boix en 1855. Por lo demás, esta crítica no tiene nada
de nuevo. Véase, por ejemplo, el artículo de Félix Azzati titulado “Discutamos” y publi-
cado en “El Pueblo” de 12 de julio de 1907 (Cucó, 1999, pp. 89-90). Antes de deslizarse
por esta senda, quien lo haga debería reparar en que estos comentarios se vinculan al
discurso más rancio y grotesco del blasquismo. Allá cada uno… Por mi parte, creo que
es más fácilmente criticable la redacción del art. 149.1-8ª de la Constitución, tan restric-
tiva como discriminatoria y sin una lógica coherente cuando se analiza con detalle, al
mezclar criterios históricos y jurídicos con poca fortuna. ¿Dónde está el interés general
del Estado, característico del art. 149, en materia de Derecho civil, cuando se reconoce
expresamente un interés territorial en este punto? En fin, ¿para cuándo una reforma que
nos libre de las ataduras que otros no tienen?
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La l
libertad pacticia en la Ley 10/2007, de 20 de marzo, de Régimen Económico Matrimonial
mico Matrimonial Valenciano La libertad pacticia en la Ley 10/2007, de 20 de marzo, de R
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Ley 10/2007, de 20 de marzo, de Régimen Económico Matrimonial Valenciano La libertad
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Valenciano La libertad pacticia en la Ley 10/2007, de 20 de marzo, de Régimen E
Régimen Económico Matrimonial Valenciano La libertad pacticia en la Ley 10/2007, de 20
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Valenciano La libertad pacticia en la Ley 10/2007, de 20 de marzo, de Régimen Económic
Económico Matrimonial Valenciano La libertad pacticia en la Ley 10/2007, de 20 de marz
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Foto anterior:
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Ley 10/2007, de 20 de marzo, de Régimen Económico Matrimonial Valenciano La libertad pacticia en la Ley
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Matrimonial Valenciano La libertad pacticia en la Ley 10/2007,
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libertad pacticia en la Ley 10/2007, de 20 de marzo, de Régimen Económico Matrimonial Valenciano La liber
La libertad pacticia en la Ley
10/2007, de 20 de marzo, de
Régimen Económico
Matrimonial Valenciano
Texto de:
Rosa Moliner Navarro
d
L a Ley 10/2007, de 20 de marzo, de Régimen Económico Matri-
monial Valenciano, dentro de su Título I (Disposiciones comunes
al régimen económico matrimonial valenciano), regula en su capí-
tulo IV la figura denominada “carta de nupcias” o capitulaciones
matrimoniales (que así es como se denomina esta figura en el De-
recho civil común). La regulación específica ocupa los artículos 22
a 30 del texto legal, aunque las referencias a esta carta de nupcias
están presentes también en otros apartados: art. 4, con relación a
la libertad pacticia de los cónyuges; art. 6, con relación al régimen
supletorio de separación de bienes; art. 34, con relación a la forma
de las donaciones propter nupcias; art. 38, como medio para la de-
terminación, en su caso, de los bienes agermanados; art. 44, relativo
al régimen supletorio de separación de bienes; Disposición Transito-
ria Primera, relativa a la validez de las capitulaciones otorgadas con
7
anterioridad a la entrada en vigor de la Ley.
En el presente artículo realizaremos un análisis de esta regulación, En el presente artículo
sin entrar en las cuestiones de constitucionalidad que se han plan- realizaremos un análisis
teado con relación a la competencia normativa de la Generalitat en de esta regulación, sin
materia de Derecho civil y al contenido de diversos artículos recu-
entrar en las cuestiones de
rridos ante el TC por el abogado del Estado. Entiendo que dicha ma-
teria debe ser objeto de un tratamiento específico en otro lugar. En constitucionalidad que se
principio, y considerando que el Auto del TC de 12 de junio de 2008, han planteado con relación a
ha levantado la suspensión cautelar que pesaba sobre la entrada en la competencia normativa de
vigor de la Ley, el comentario y las reflexiones que aquí se plasman, la Generalitat en materia de
parten del presupuesto de su plena vigencia y constitucionalidad.
Derecho civil y al contenido
No obstante, analizaremos especialmente la reserva manifestada
por el abogado del Estado ante el TC por el contenido del art. 27.2 de diversos artículos
de la Ley, relativo a los Registros públicos, a nuestro juicio, con es- recurridos ante el TC por el
caso fundamento. abogado del Estado.
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1. Vinculación de la
figura con el Derecho
foral
Toda recuperación del
Derecho foral debe pasar,
C omo expresa el preámbulo de la nueva Ley “la regulación foral
del régimen económico matrimonial giraba en torno a dos ideas
básicas, que eran por una parte la subordinación de la mujer al mari-
necesariamente, por el filtro do, a quien competía, fundamentalmente, la responsabilidad econó-
del principio de igualdad mica del matrimonio y de la familia, y de otro, el régimen dotal con su
entre hombre y mujer, significado foral”. La subordinación de la mujer al marido, como tam-
consagrado en el art. 14 bién subraya el Preámbulo, resulta absolutamente incompatible con
nuestra realidad constitucional; razón por la cual, toda recuperación
de la Constitución. En este del Derecho foral debe pasar necesariamente, por el filtro del princi-
caso, en lo que se refiere pio de igualdad entre hombre y mujer, consagrado en el art. 14 de la
particularmente a la gestión Constitución. En este caso, en lo que se refiere particularmente a la
y responsabilidad económica gestión y responsabilidad económica del matrimonio y la familia.
del matrimonio y la familia. En otras palabras, aunque el fundamento y la inspiración de lo que se
regula puede remitirse al Derecho histórico valenciano (els Furs), la
realidad de lo que se ha plasmado en el texto legal viene acomodado
a las actuales circunstancias sociales y jurídicas. En consecuencia, la
conexión entre las instituciones reguladas y el Derecho foral, como
se ha afirmado (BLASCO, 2007: 9-10), es efectivamente más de tipo
formal que material. En ese sentido, el Preámbulo admite sin amba-
ges que “el ejercicio de la competencia estatutaria en esta materia
dará lugar a una normativa necesariamente diferente de la que estu-
viera vigente en nuestra época foral, pero reconocible en ella a través
de instituciones como la carta de nupcias, las donaciones por razón
de matrimonio, la libertad de pactos en cuanto al régimen económico
matrimonial, la adopción del régimen de separación de bienes como
régimen económico matrimonial supletorio o la germanía”. No obs-
tante, y aunque tales instituciones estén todas recogidas hoy en el
Código Civil, directa o indirectamente (contando con que el pacto
de germanía puede establecerse por vía convencional en el Derecho
Nadie puede negar común), nadie puede negar legitimidad a la decisión de reivindicar-
las como propias del Derecho foral valenciano y de reintegrarlas al
legitimidad a la decisión
Derecho civil propio, una vez actualizadas y tamizadas por el actual
de reivindicarlas como marco constitucional.
propias del Derecho foral En efecto, de la Exposición de Motivos de la Ley (y de gran parte del
valenciano y de reintegrarlas articulado) se deduce un permanente interés por vincular y justificar
al Derecho civil propio, una la competencia normativa ejercitada por la Generalitat a la existen-
cia de un Derecho foral histórico, y el contenido de las instituciones
vez actualizadas y tamizadas
reguladas en el texto, a la presencia de tales figuras en els Furs. Este
por el actual marco interés resulta explicable por tres motivos: la necesidad de armonizar
constitucional. el Derecho histórico con la Constitución; la de ajustarlo a la realidad
204 2008 | nº 51
La libertad pacticia en la Ley 10/2007, de 20 de marzo, de Régimen Económico Matrimonial Valenciano
social actual y la de evitar caer en un arbitrismo legislativo. Consi- Considero, pues, que la
dero, pues, que la vinculación entre el texto y el Derecho histórico vinculación entre el texto
valenciano es algo más que un simple desideratum; y no comparto la
y el Derecho histórico
opinión de quienes consideran que se trata de algo falso y erróneo1.
La recuperación del Derecho foral no significa ni representa un deseo valenciano es algo más que
de volver al pasado y de situarnos de nuevo en una sociedad medieval, un simple desideratum; y
como es obvio (o debería serlo). La recuperación de determinadas ins- no comparto la opinión de
tituciones civiles está ligada a la afirmación de una identidad propia quienes consideran que se
que los valencianos desean conservar y en la que desean profundizar.
trata de algo falso y erróneo.
De ahí que sea perfectamente razonable pensar que el contenido de
esas instituciones civiles, de no haber sido derogadas en su momento,
habrían evolucionado en su adaptación a la realidad social y presen-
tarían hoy un perfil jurídicamente adecuado a los valores superiores
La recuperación del
sobre los que se asienta nuestro Estado; en particular la libertad y la Derecho foral no significa
igualdad. De ahí, que la corrección que el legislador ha hecho de tales ni representa un deseo
figuras bajo el tamiz de esos dos principios fundamentales, no las de volver al pasado y de
desvirtúa por completo, ni las remite a las ya presentes en el Código
situarnos de nuevo en
Civil, sino que las perfila en su contenido, manteniendo su matriz
original y conservando el sentido que las inspiró y las consolidó his-
una sociedad medieval,
tóricamente en este territorio. como es obvio (o debería
Cierto que el solo nombre no hace a las cosas, sino que simplemente serlo). La recuperación de
las denomina. Cierto que el régimen dels Furs no descansaba sobre la determinadas instituciones
libertad civil de ambos cónyuges, sino en todo caso sobre la del mari-
civiles está ligada a la
do (y normalmente sobre la de los padres, en masculino). Pero cierto
también que la evolución social y jurídica permite afirmar que cuando
afirmación de una identidad
hoy nos referimos a libertad civil estamos aludiendo al hombre y la propia que los valencianos
mujer, y lo que queremos resaltar es, precisamente, la importancia desean conservar y en la que
histórica que para el matrimonio valenciano tuvieron los pactos nup- desean profundizar.
ciales. Eso es lo que la Ley reivindica, tamizado por el principio de
igualdad entre hombre y mujer. Cierto que la separación de bienes
foral (que no es el régimen de separación de bienes) se articulaba a
través de un régimen dotal romano, que significaba que la mujer no
tenía derecho sobre los bienes que el marido ganara o conquistara2.
Pero cierto es también que el régimen dotal evolucionó en Cataluña o
Mallorca hacia un régimen de separación de bienes, tal y como hoy lo
entendemos (DELGADO, 1974: 67), lo que permite a nuestro legislador
autonómico sostener con fundamento que la separación de bienes
se constituya en el régimen económico matrimonial supletorio de la
2. La norma está en Furs V, I, IX: “La muller no haja alcuna cosa en aquellas coses quel
marit guanyarà o conquerrà ultra lo exovar ol creix que li es feyt per raó del exovar”. Lo que
se regula aquí no es, ovbiamente, un régimen de separación de bienes sino el dot y el creix
(vid. GUILLOT, 2002:30-34).
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206 2008 | nº 51
La libertad pacticia en la Ley 10/2007, de 20 de marzo, de Régimen Económico Matrimonial Valenciano
2.1.1. El origen
El sistema convencional o contractual, caracterizado por la libertad
de los cónyuges para estipular, dentro de unos límites más o menos
amplios, su régimen matrimonial, nunca existió en el Derecho roma-
no, ya que en éste la mujer carecía de expresión económica. Pasaba a
depender del marido en calidad de loco filiae en el matrimonio cum
manu, o se limitaba a administrar un peculio en el matrimonio sine
manu, puesto que en este caso continuaba dependiendo del pater
familias. Esta limitada capacidad de administración se desarrollará
posteriormente conforme evolucionó la figura de la dote y la apor-
tación de bienes de ésta al matrimonio, con el fin de garantizar su
sustentación futura. Los pactos patrimoniales se incrementaron en
el Bajo Imperio, una vez que el matrimonio se fue convirtiendo en La forma más frecuente
un complejo entramado de donaciones y contradonaciones (GUILLOT, de ordenación económica
2002: 23-24). del matrimonio en la Alta
La forma más frecuente de ordenación económica del matrimonio en Edad Media fue la basada
la Alta Edad Media fue la basada en el sistema visigodo de aportación
de una dote por el marido a favor de la mujer. La inmensa mayoría de
en el sistema visigodo de
los documentos privados de esta época son “cartas dotales” otorga- aportación de una dote
das por el esposo a favor de la esposa con ocasión del matrimonio. por el marido a favor de la
Pocas veces aparece un régimen de comunidad, y lo suele hacer bajo mujer. La inmensa mayoría
la forma de societas particularis, en la cual la masa común está inte- de los documentos privados
grada solo por ciertos bienes, junto a los cuales coexisten otros que
son de propiedad exclusiva de los cónyuges. A una variedad de este
de esta época son “cartas
régimen se le denomina gananciales en León y Castilla (son comu- dotales” otorgadas por el
nes las rentas y los bienes adquiridos a título oneroso); comunidad esposo a favor de la esposa
de conquistas en Navarra; conquistas y mejoramientos en Vizcaya. A con ocasión del matrimonio.
otra variedad de este régimen se le denomina comunidad de mue-
bles y ganancias y es el propio de Aragón (son comunes todos los Dentro de este sistema de
muebles y los adquiridos a título oneroso). Una tercera variedad de
este régimen fue el de comunidad de bienes futuros (incluye en el
comunidad se produce la
haber común todos los bienes futuros adquiridos por los cónyuges variante de separación de
bajo cualquier título y excluye todos los presentes al momento del bienes, procedente de la
matrimonio). evolución del matrimonio
Dentro de este sistema de comunidad se produce la variante de sepa- romano sine manu, y que
ración de bienes, procedente de la evolución del matrimonio romano
sine manu, y que permitía a cada uno de los esposos conservar la
permitía a cada uno de
titularidad de todo lo que adquiría a título individual. No obstante, los esposos conservar la
estuvo matizado por la “presunción muciana” (si quien adquiría era la titularidad de todo lo que
mujer se presumía que el dinero empleado era del marido o de quien adquiría a título individual.
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No obstante, estuvo matizado la tuviera bajo su potestad). De ahí que luego fuera atenuado por
el sistema dotal (que adjudicaba a la mujer la propiedad sobre esos
por la “presunción muciana”
bienes, aunque durante el matrimonio los administraba el marido)
(si quien adquiría era la mujer y que fue el sistema propio de los territorios de Cataluña y Valencia
se presumía que el dinero a partir del siglo XIV. De ahí que en rigor no pueda hablarse de la
empleado era del marido o existencia de un verdadero régimen de separación en Valencia, sino
de quien la tuviera bajo su de un régimen dotal tendente al levantamiento de las cargas del
matrimonio y a la protección económica de la mujer. Un sistema
potestad). De ahí que luego
que acabó prevaleciendo en la población hispanorromana frente al
fuera atenuado por el sistema sistema visigodo de la dote del marido y que, posteriormente, pasó al
dotal (que adjudicaba a la Derecho sucesorio y a la disolución del matrimonio, bajo el nombre
mujer la propiedad sobre esos de gananciales (distribución por mitad de los bienes habidos durante
bienes, aunque durante el el matrimonio) que se consolidó en Castilla (GUILLOT, 2002: 26-28).
Como decimos, el régimen económico más utilizado en la práctica en
matrimonio los administraba
el Reino de Valencia fue el de separación de bienes suavizado con el
el marido) y que fue el sistema sistema dotal (Furs, V, 4, 8): cada cónyuge conservaba la propiedad
propio de los territorios de de sus bienes, y el levantamiento de las cargas matrimoniales y la
Cataluña y Valencia a partir estabilidad económica se conseguía con la institución del eixovar o
del siglo XIV. dote y al del creix.
Pero, también el Derecho valenciano contempló el régimen de Ger-
mania (Furs, VI, 6, 10), que suponía un contrato voluntario por el
que todos los bienes que los cónyuges poseían antes de contraer
matrimonio y los que adquirían después se hacían comunes y se
dividían por mitad, tras el pago de las deudas, al disolverse la socie-
Y es aquí donde aparece dad conyugal. Y es aquí donde aparece un precedente de la actual
un precedente de la actual carta de nupcias, puesto que la constitución de la Germania debía
carta de nupcias, puesto pactarse en capitulaciones, tal y como se desprende de los fueros
cuando señalan que la mujer no tenía derecho a recibir nada de lo
que la constitución de la que el esposo ganaba, excepto que otra cosa se hubiese dispuesto en
Germania debía pactarse en las cartas matrimoniales (BELDA, 1966: 105-112):
capitulaciones, tal y como
se desprende de los fueros “La muller no haja alcuna cosa en aquelles coses quel marit guanyarà o
conquerrà, oltra lo exovar ol creix que li es feyt per raó de lexovar, si doncs
cuando señalan que la mujer
lo marit no ho feu posar e comprendre en la carta que fo feita el temps de
no tenía derecho a recibir matrimoni entre ell e ella” (Furs, V, 1, 10).
nada de lo que el esposo
ganaba, excepto que otra cosa Este régimen era practicado por los mozárabes de la ciudad antes de la
se hubiese dispuesto en las reconquista y luego continuó practicándose. Se realizaba básicamente
cartas matrimoniales. entre campesinos y artesanos, puesto que la esposa aportaba tam-
bién su trabajo en los campos y talleres, generando una colaboración
equivalente a la del marido a efectos patrimoniales. No obstante, en la
práctica apenas se formalizaron contratos matrimoniales de germania
durante el siglo XVII. Lo que indica que dicho sistema fue muy puntual
y localizado en algún sector, dado que el régimen dotal era el propio
del reino y el que se imponía por adaptarse mejor a las circunstancias
de la sociedad valenciana. En la medida en que ésta se hizo más indus-
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De esta realidad foral, tomó la Ley de Bases de 1888 (base 22) el sis-
tema de libertad de estipulación entre los futuros cónyuges, llevando
al Código Civil, en sus arts. 1315 ss. (Libro IV, Obligaciones y contra-
tos), el contrato sobre los bienes con ocasión del matrimonio. Lugar
de colocación muy discutido, por cuanto separa el Derecho de familia
puro del Derecho de familia aplicado a los bienes; y más censurado
aún por cuanto que excede de la simple estipulación o capitulación
matrimonial. En todo caso, la incorporación de las capitulaciones al
Derecho común se produjo para paliar el efecto de la codificación y
la implantación de un único régimen legal para todo el país (con la
excepción de los territorios forales) y la consiguiente desaparición de
regímenes económico-matrimoniales de tipo capitular que estaban
muy arraigados en algunas zonas, aun no siendo forales.
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gamiento y el del matrimonio (art. 1334 CC). Porque, en efecto, no El art. 27.1 establece el
parece razonable que a tales compromisos se les otorgue una validez requisito formal básico:
sine die (entre otras cosas porque las circunstancias actuales cambian
con enorme celeridad y el plazo de un año es más que suficiente para
la carta de nupcias debe
presumir que si la intención de contraer permanece, se deba revisar o otorgarse en escritura
ratificar el pacto nupcial acordado). Por otra parte, si lo que acontece pública. En este sentido,
es la ruptura del compromiso, no estaría de más aplicar ope legis la el precepto asume la
caducidad del documento, en lugar de forzar, a quienes (seguramen- doctrina general de que las
te) no tienen demasiadas ganas de coincidir, a realizar una revocación
del documento notarial formalizado, con los gastos que ello, además,
capitulaciones exigen, no
acarrea. cualquier tipo de documento
público, sino precisamente
2.3.5. La forma de la carta de nupcias la escritura pública, como
El art. 27.1 establece el requisito formal básico: la carta de nupcias elemento constitutivo
debe otorgarse en escritura pública. En este sentido, el precepto asu-
me la doctrina general de que las capitulaciones exigen, no cualquier
ad solemnitatem. En
tipo de documento público, sino precisamente la escritura pública, consecuencia, éstas deben
como elemento constitutivo ad solemnitatem. En consecuencia, éstas considerarse un negocio
deben considerarse un negocio jurídico de carácter solemne; es decir, jurídico de carácter solemne;
que en defecto de escritura pública carecerán de validez alguna, tanto es decir, que en defecto de
inter partes como frente a terceros.
No obstante, esta conclusión habrá que entenderla referida a lo que
escritura pública carecerán
doctrinalmente suele denominarse el “contenido típico” de la carta de validez alguna, tanto inter
de nupcias (lo relativo a cuestiones económico patrimoniales, como partes como frente a terceros.
veremos a continuación), puesto que sobre algunos de los aspectos
denominados “atípicos”, sí cabe considerar válida y eficaz la declara-
ción de los cónyuges, aunque se recoja en otro tipo de documento
público, sea o no de carácter notarial. Así puede ocurrir, por ejemplo,
con el reconocimiento de un hijo extramatrimonial, como ya había-
mos apuntado al hablar de la naturaleza contractual de la figura (LA-
SARTE, 2000: 201).
2.4. La publicidad
El n.2 del artículo 27 se ocupa de establecer, con carácter imperati-
vo5, un segundo requisito formal para la oponibilidad a terceros de lo
estipulado en la carta de nupcias: el momento de su inscripción en el
Registro Civil. Con una salvedad: que se pruebe que los terceros afec-
tados “tenían conocimiento del otorgamiento o de la modificación y
de su contenido antes de su publicidad registral”.
Parece bastante evidente que la oponibilidad frente a cualquier ter-
cero, con derechos adquiridos, o no, exige la publicidad de las capitu-
laciones para que se pueda conocer su contenido y actuar en conse-
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[51] Revista Valenciana d’Estudis Autonòmics
Parece bastante evidente cuencia y con fundamento. De ahí también la atinada incorporación
al precepto de la posibilidad de probar el conocimiento previo del
que la oponibilidad frente
pacto o el sentido de su modificación. En efecto, lo relevante para
a cualquier tercero, con el tercero es el conocimiento fehaciente del régimen económico que
derechos adquiridos, o no, rige entre aquéllos con los que se relaciona económica o patrimo-
exige la publicidad de las nialmente. El hecho de que ese conocimiento derive de la publicidad
capitulaciones para que se registral (y por tanto se pueda presumir) o que derive de un conoci-
miento directo y personal de las estipulaciones (y por tanto se pueda
pueda conocer su contenido
probar que así es) resulta indiferente a los efectos del objetivo que
y actuar en consecuencia se pretende: proteger la seguridad del tráfico, evitando los posibles
y con fundamento. De fraudes o defectos de consentimiento en las obligaciones que se
ahí también la atinada contraigan o en los derechos que se adquieran.
incorporación al precepto Esta disposición es una de las impugnadas dentro del recurso de
inconstitucionalidad n. 9888/2007 interpuesto contra la Ley 10/2007
de la posibilidad de probar
por el abogado del Estado y aceptado a trámite por el TC, con fecha
el conocimiento previo del 17 de abril de 2008, alegando que la ordenación de los registros en
pacto o el sentido de su instrumentos públicos es una competencia del Estado, de acuerdo
modificación. En efecto, lo con el art. 149.1.8 de la Constitución6. Siendo esto cierto, no parece
relevante para el tercero es que la norma recogida en el art. 27.2 afecte, modifique o altere de al-
guna manera el funcionamiento de aquéllos, ni pretenda establecer
el conocimiento fehaciente
algún tipo de ordenación sobre los mismos. Sobre todo, teniendo en
del régimen económico que cuenta que el art. 17 del Código de familia de Cataluña recoge una
rige entre aquéllos con los norma semejante y no ha sido objeto de ningún tipo de recurso o
que se relaciona económica o modificación. En consecuencia, entendemos que el TC no encontrará
patrimonialmente. aquí vulneración alguna del citado precepto constitucional.
Precisamente al hilo del citado art. 17 del Código de familia de Ca-
taluña, debemos resaltar que el artículo únicamente hace referencia
al Registro Civil, sin realizar alusión alguna a otro tipo de registros
públicos que podrían resultar pertinentes en este caso. En efecto, el
precepto catalán especifica que la oponibilidad a terceros se supe-
dita a su inscripción en el Registro Civil, “y en su caso, en los demás
registros públicos que la legislación establezca”. Esta cautela resulta
extremadamente atinada y oportuna. Como sabemos, el Derecho
común prevé que si las capitulaciones matrimoniales, o su modifica-
ción, afectan a bienes inmuebles se tomará razón en el Registro de
la Propiedad en la forma y a los efectos previstos en la Ley Hipote-
caria (art. 1333 CC y art. 75 LH). También el Código de Comercio (art.
29.1) prevé que en la hoja abierta a cada empresario individual en el
Registro Mercantil haya una inscripción de las capitulaciones matri-
moniales y de los títulos que acreditan la propiedad de los bienes de
cada cónyuge (arts. 87.6ª y 92.3ª del RRM). En un nivel distinto y muy
limitado se encuentra también la publicidad realizada por el notario
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La libertad pacticia en la Ley 10/2007, de 20 de marzo, de Régimen Económico Matrimonial Valenciano
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Así pues, en nuestro caso, del contenido atípico que ahora veremos (donaciones por razón de
es muy previsible que las matrimonio, etc.), lo que contribuirá también a mantenerlas en una
reducida proporción.
cartas de nupcias contengan Bajo la designación de contenido “atípico” se engloban las esti-
mayoritariamente la exclusión pulaciones que no tienen por objeto la expresa determinación del
del régimen de separación régimen económico del matrimonio, aunque sean de índole pa-
de bienes (lo cual reducirá trimonial. El artículo 25 las denomina como: “cualesquiera otros
mucho su otorgamiento, pactos de naturaleza patrimonial o personal entre los cónyuges o
a favor de ellos, de sus hijos nacidos o por nacer, ya para que pro-
porque la tendencia social se duzcan efectos durante el matrimonio o incluso después de la diso-
mueve en sentido contrario). lución del mismo, sin más límites que los que establece esta Ley, lo
que resulte de las buenas costumbres y lo que imponga la absoluta
igualdad de derechos y obligaciones entre los consortes dentro de
su matrimonio”.
El Derecho común suministra algunos supuestos clásicos de este
tipo de contenido atípico: reconocimiento de una filiación no ma-
trimonial (art. 120.1 CC); hacer donaciones por razón de matrimonio
(arts. 1338 y 1341.2 CC); mejorar a los hijos y descendientes en la
sucesión (art. 827 CC); hacer promesa de mejorar o no mejorar (art.
826 CC); otorgar a un cónyuge la facultad de distribuir los bienes
El precepto incorpora dos del otro y mejorar con ellos a los hijos comunes (art. 831 CC). Como
elementos importantes y puede verse, las estipulaciones “por razón del matrimonio” que pue-
novedosos en este ámbito. den incorporarse a las capitulaciones pueden tener, o no, contenido
En primer lugar, alude al económico y pueden ser de cualquier tipo, siempre dentro de los
límites impuestos por la propia ley, la costumbre y el principio de
nasciturus como sujeto igualdad entre cónyuges.
destinatario de pactos; lo No obstante, el precepto incorpora dos elementos importantes y
cual, aun siendo lógico y novedosos en este ámbito. En primer lugar, alude al nasciturus
regulado (art. 30 CC) no como sujeto destinatario de pactos; lo cual, aun siendo lógico y re-
suele ser objeto frecuente de gulado (art. 30 CC) no suele ser objeto frecuente de reconocimiento
legislativo expreso, en punto a lo que le favorece. En segundo lugar,
reconocimiento legislativo alude a la posibilidad de pactar determinadas cuestiones para que
expreso, en punto a lo que produzcan efectos después de la disolución del matrimonio; es de-
le favorece. En segundo cir, una especie de plantilla (o documento pormenorizado) del hi-
lugar, alude a la posibilidad potético convenio regulador con ocasión del divorcio. Con esto, el
de pactar determinadas alcance de la carta de nupcias se universaliza, pudiéndose regular
todo tipo de cuestiones personales y patrimoniales desde antes de
cuestiones para que la celebración del matrimonio hasta después de su disolución. Ante
produzcan efectos después de esto no cabe sino reconocer el enorme poder de tal documento.
la disolución del matrimonio; Cabe la posibilidad de que los cónyuges otorguen capitulaciones
es decir, una especie de cuyo contenido se limite al que hemos denominado “atípico”, sin lle-
plantilla (o documento var a cabo determinación alguna relativa al régimen económico del
matrimonio propiamente dicho. En tal caso, el régimen económico-
pormenorizado) del matrimonial que les será aplicable, de acuerdo con el art. 6 y el art.
hipotético convenio regulador 44 de la Ley, será el sistema legal establecido como supletorio de
con ocasión del divorcio. separación de bienes.
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el art. 26.2 establezca esta obvia garantía a favor del tercero, que le
evite todo posible prejuicio y que se supedita, como ya apuntamos,
no sólo a la publicidad registral, sino al momento de su efectivo
conocimiento.
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La libertad pacticia en la Ley 10/2007, de 20 de marzo, de Régimen Económico Matrimonial Valenciano
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3. Algunas breves
conclusiones
D e todo lo expuesto, podemos extraer tres conclusiones funda-
mentales. En primer lugar, que el régimen diseñado por la Ley
10/2007 de la carta de nupcias es muy paralelo al régimen estable-
cido por el Derecho común (por otra parte, tampoco es fácil innovar
mucho en esta materia, ya que, como dijimos, el Derecho común lo
recogió precisamente del Derecho foral). Pese a ello se podría haber
aprovechado para mejorar algunas deficiencias de lo regulado en el
Derecho común, pero no ha sido así.
En segundo lugar, se hace permanente (y quizá exagerado) hincapié
en los dos principios básicos que rigen el sistema capitular (y todo el
régimen económico matrimonial): la “total” libertad contractual de
los cónyuges (actuales o futuros) y la “absoluta” igualdad de ambos
en los derechos y obligaciones. Se deberían haber moderado tales
afirmaciones para evitar algunas incoherencias jurídicas.
En tercer lugar, hay muchos aspectos positivos y avanzados en la re-
gulación, que hemos señalado en nuestro análisis, como la apertura
a una realidad social en la que crecen exponencialmente las situacio-
nes de crisis matrimonial; la protección de los hijos y en especial del
nasciturus, etc., que permiten evaluarla de manera positiva.
226 2008 | nº 51
La libertad pacticia en la Ley 10/2007, de 20 de marzo, de Régimen Económico Matrimonial Valenciano
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La carta de
nupcias
[51] Revista Valenciana d’Estudis Autonòmics
Foto anterior:
La carta
de nupc ias en el Derecho civil valenciano La carta de nupcias en el Derecho civil valenciano La carta de nu
de nupcias en el Derecho civil valenciano La carta de nupcias en el Derecho civil valenciano La cart
La carta de en el Derecho civil valenciano La carta de nupcias en el Derecho civil valenciano
La carta de nupcias en el Derecho civil valenciano La carta de nupcias en el Derecho civil valenciano La cart
La carta de nupcias en el Derecho civil carta de nupcias en el Derecho civil valenciano La carta de nupcias e
valenciano La carta de nupcias en el Derecho civil
valenciano La carta de nupcias en el Derecho civil valenciano La carta de nupcias en el Derecho civil valenci
nupcias en el Derecho civil valenciano La carta de nupcias en el Derecho civil valenciano La carta de nupcias
valenciano La carta de nupcias en el Derecho civil valenciano La carta de nupcias en el Derecho civil valenci
nupcias
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2008el| nº
Derecho
51 civil valenciano La carta de nupcias en el Derecho civil valenciano La carta de nupcias
civil valenciano La carta de nupcias en el Derecho civil valenciano La carta de nupcias en el Derecho civil val
La carta de nupcias en
el Derecho civil
valenciano
Texto de:
Carmen Boldó Roda
Sumario
I. Introducción: la Ley 10/2007 como “puente” entre ordenamientos
civiles. II. Vinculación histórica y adecuación a la realidad social. III.
Concepto y naturaleza jurídica de la carta de nupcias. IV. Anteceden-
tes históricos. V. La capacidad para otorgar la carta de nupcias. VI.
Contenido de la carta de nupcias. VII. Momento del otorgamiento de
la carta de nupcias. VIII. Requisitos formales. IX. Eficacia e ineficacia
de la carta de nupcias. X. Conclusión.
I. Introducción: la Ley
10/2007 como “puente”
entre ordenamientos
civiles La Ley 10/2007, de 20 de
L a Ley 10/2007, de 20 de marzo, de la Generalitat, de Régimen
Económico Matrimonial Valenciano, constituye el hecho más re-
levante, acontecido durante los últimos trescientos años, respecto
marzo, de la Generalitat,
de Régimen Económico
de la recuperación del Derecho civil histórico valenciano. Obvia- Matrimonial Valenciano,
mente, tal ley tiene su apoyo en el texto del vigente Estatuto de constituye el hecho más
Autonomía –aprobado a su vez mediante Ley Orgánica 1/2006– que relevante, acontecido
concede tanta importancia a esta cuestión que incluso se refiere a
durante los últimos
ella en su preámbulo.
Nuestro vigente Estatut d’Autonomia establece las tres condiciones trescientos años, respecto de
o requisitos que debe cumplir cualquier desarrollo legislativo que la recuperación del Derecho
tenga que ver con la competencia de Derecho civil valenciano, a civil histórico valenciano.
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[51] Revista Valenciana d’Estudis Autonòmics
II. Vinculación
histórica y
adecuación a la
realidad social
D ando por supuesta la voluntad de cumplimiento de la Consti-
tución y del resto del bloque de constitucionalidad que inspira
nuestra Ley de Régimen Económico Matrimonial, merece la pena
destacar los otros dos aspectos generales y relevantes de la citada
Ley 10/2007 que son, como dijimos antes, la vinculación a la tradi-
El entronque de la citada ción histórico-legislativa valenciana y la adecuación a la realidad
social.
norma con nuestro Derecho El entronque de la citada norma con nuestro Derecho foral es algo
foral es algo que se palpa que se palpa a lo largo de todo su texto articulado, sin demasia-
a lo largo de todo su texto da dificultad. No es sólo la referencia nominal a diversas figuras
articulado, sin demasiada históricas la que lo pone de manifiesto, tales como la germanía,
dificultad. las donaciones propter nuptias y universales, la predetracción del
ajuar doméstico o la propia carta de nupcias, sino el tratamiento
que de las mismas hace la Ley lo que permite llegar a tal conclu-
sión. Como botón de muestra basta citar el concepto de germanía
1. Esta triple exigencia es llevada directamente al párrafo segundo del art. 1 de la Ley de Régi-
men Matrimonial Valenciano, cuyo tenor es el siguiente: “(la) regulación se lleva a cabo desde
la recuperación del Derecho foral civil valenciano y su pertinente desarrollo y adaptación a los
valores y principios constitucionales, así como a las nuevas demandas sociales”.
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La carta de nupcias en el Derecho civil valenciano
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[51] Revista Valenciana d’Estudis Autonòmics
III. Concepto y
Igualdad y libertad naturaleza de la carta
civil son dos principios
interconectados que a su
de nupcias
vez se relacionan con el libre
desarrollo de la personalidad
A ntes de adentrarnos en el concepto y la naturaleza de la car-
ta de nupcias conviene tener presente una serie de cuestio-
nes que son consideradas por la Ley 10/2007 como disposiciones
y con la libertad de pactos comunes del régimen económico matrimonial valenciano o como
(autonomía privada). Dicho principios generales. A una de ellas ya nos hemos referido antes,
de otra manera, la libertad aunque su mención en la Ley podría haber sido obviada por di-
manar directamente de un principio constitucional. Se trata del
de pactos y la de otorgar
principio de igualdad entre cónyuges, cuya plasmación positiva se
capitulaciones son una halla en el artículo 3 de la Ley (“El régimen económico matrimonial
consecuencia de que en valenciano tiene como fundamento la plena igualdad jurídica de
el ordenamiento de que los cónyuges y se define por la más absoluta libertad civil entre los
se trate los otorgantes son mismos, sin perjuicio de la necesaria protección social, económica y
jurídica de la familia...”).
considerados libres e iguales,
Igualdad y libertad civil son dos principios interconectados que a
pues de otro modo ni los su vez se relacionan con el libre desarrollo de la personalidad y con
pactos ni las capitulaciones la libertad de pactos (autonomía privada). Dicho de otra manera,
podrían ser eficaces. la libertad de pactos y la de otorgar capitulaciones son una conse-
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IV. Antecedentes
históricos
E n una breve referencia a los antecedentes históricos valencia-
nos de la carta de nupcias no puede dejar de señalarse que,
tal y como ha explicado uno de los autores que ha estudiado con
mayor profusión el asunto, SIMÓ SANTONJA, “el sistema económi-
co matrimonial valenciano se contiene fundamentalmente en el
libro V (I de la edición latina), que empieza con la rúbrica ‘De arres
e desponsalles’. Las capitulaciones matrimoniales eran solemnes y
necesariamente debían otorgarse al tiempo (antes) de la celebra-
ción del matrimonio, no después, y su finalidad básica era suavizar
o alterar el régimen legal de separación de bienes, bien por referen-
Como señala la doctrina, cia a un régimen dotal, bien por pacto de la germanía”. En efecto,
el legislador histórico en los textos, señala el referido autor, se habla de “carta nupcial”,
valenciano siguió el criterio de “carta matrimonial” y de “carta de sponsalici”, aunque también
es posible encontrar referencias a las “cartes nupcials”, a la “carta
romano y organizó el que son feyta al temps de matrimoni entre ell e ella” y otras locu-
matrimonio foral bajo el ciones parecidas.
régimen de separación de Como señala la doctrina, el legislador histórico valenciano siguió el
bienes, pero dejando a salvo criterio romano y organizó el matrimonio foral bajo el régimen de
la libertad de los cónyuges separación de bienes, pero dejando a salvo la libertad de los cónyu-
ges para pactar un régimen distinto. Obviamente, esta posibilidad
para pactar un régimen debía ejercitarse, como se acaba de señalar, por medio de las capitu-
distinto. Obviamente, esta laciones o carta de nupcias.
posibilidad debía ejercitarse,
como se acaba de señalar, por
medio de las capitulaciones o
carta de nupcias.
3. Comentario del Código Civil, op. Cit., pp. 572 y 573.
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La carta de nupcias en el Derecho civil valenciano
V. La capacidad
para otorgar la carta
de nupcias
A la capacidad para otorgar la carta de nupcias, la Ley de Régimen
Económico matrimonial Valenciano dedica los artículos 22, 23
y 24. El primero de índole más general, el segundo relativo a un su-
puesto especial en el que interviene como contrayente un menor y el
tercero respecto del incapacitado.
La regla general, contenida en el primer inciso del art. 22, es que Pueden otorgar carta de
pueden otorgar carta de nupcias o capitulaciones “quienes pueden nupcias o capitulaciones
válidamente contraer matrimonio”. En este punto, la coincidencia
con el Código Civil es completa, pues también esta norma hace
“quienes pueden válidamente
equivalentes, con los matices que se verán después, la capacidad contraer matrimonio”.
para contraer matrimonio y para otorgar capitulaciones. Sin embar-
go, el mismo precepto valenciano, siguiendo la pauta marcada por
el art. 323 CC, señala a continuación que cuando la carta de nupcias
o capitulaciones “atribuya derechos de un contrayente menor al otro
cónyuge sobre bienes inmuebles, establecimientos mercantiles o in-
dustriales u objetos de extraordinario valor, aquél necesitará para
el eficaz otorgamiento de la carta de nupcias los complementos de
capacidad de sus progenitores y, en su defecto, de su curador”. La
atribución que un cónyuge pueda hacer a favor del otro no deja de
ser una suerte de enajenación; por consiguiente, la norma conteni-
da en el citado art. 323 CC ya era de aplicación a los matrimonios
valencianos antes de la entrada en vigor de la Ley 10/2007, del mis-
mo modo que lo es a los matrimonios españoles sometidos al Dere-
cho común. Lo que hace la ley valenciana es especificar la cuestión
en sede capitular, lo cual resuelve cualquier género de duda que al
respecto pudiera surgir.
El menor que con arreglo a ley puede casarse es el emancipado y
el mayor de catorce años que ha obtenido dispensa de edad, tal y
como establecen los artículos 46 y 48,2º del Código Civil. A estas
dos posibilidades se refiere la segunda parte de este art. 22 de la
Ley 10/2007.
Por otro lado, el artículo 23 es complementario de la segunda par-
te del art. 22, acabado de enunciar; pues, advierte que “si alguna
disposición capitular supusiera enajenación o gravamen de bienes
del contrayente menor o le impusiere a éste modo o contrapresta-
ción, éste necesitara los complementos de capacidad de sus padres
o personas que ejerzan cargos tutelares, o del otro cónyuge des-
pués de la celebración del matrimonio, si éste fuera mayor de edad
y la disposición afectara a bienes de los mencionados en el artículo
precedente”.
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La carta de nupcias en el Derecho civil valenciano
VI. Contenido de la
carta de nupcias
D e conformidad con lo señalado en el epígrafe referido al concep-
to y naturaleza de esta figura, el art. 25 de nuestra Ley 10/2007 se
refiere al contenido de la carta de nupcias o capitulaciones matrimo-
niales. En él se afirma que “en la carta de nupcias o capitulaciones ma-
trimoniales se puede establecer el régimen económico del matrimonio
y cualesquiera otros pactos de naturaleza patrimonial o personal entre
los cónyuges o a favor de ellos, de sus hijos nacidos o por nacer, ya para
que se produzcan efectos durante el matrimonio o incluso después de la
disolución del mismo, sin más límites que lo que establece esta ley, lo que
resulte de las buenas costumbres y lo que imponga la absoluta igualdad
de derechos y obligaciones entre los consortes dentro del matrimonio”.
Como se puede comprobar y ya fue indicado más arriba, en el Có-
digo Civil y el la Ley de Régimen Matrimonial Valenciano la citada
libertad capitular se encuentra constreñida por los límites que es-
tablece de manera respectiva la propia norma, esto es, el Código
Civil, para el Derecho común, y la Ley 10/2007, para el Derecho civil
valenciano. En el primer caso, el art. 1315 del Código, siguiendo
una fórmula muy parecida a la utilizada en otros preceptos del
mismo cuerpo legal (v. gr., el art. 1255), establece que el régimen
económico del matrimonio será el que los cónyuges estipulen “sin
otras limitaciones que las establecidas en este Código”. Sin embargo,
como acabamos de ver, el art. 25 de la Ley 10/2007, de la Genera-
litat, prescribe que los límites no serán otros que lo que establezca
la ley, lo que resulte de las buenas costumbres y lo que imponga la
absoluta igualdad de derechos y obligaciones entre los consortes
dentro de su matrimonio.
Como se puede comprobar, la referencia a la que, a modo aparen-
te de ejemplo, nos hemos referido al analizar el concepto y la na- Resulta fácil percibir la
turaleza de la carta de nupcias ha sido totalmente intencionada,
pues resulta fácil percibir la enorme coincidencia que existe entre
enorme coincidencia que
la enumeración de los límites que el referido art. 25 impone a la existe entre la enumeración
libertad capitular y los que el art. 1255 del Código Civil establece a de los límites que el referido
la autonomía privada (ley, moral y orden público). La mención a la art. 25 impone a la libertad
ley es evidente, aunque el art. 25 de la Ley 10/2007 menciona úni- capitular y los que el art. 1255
camente la propia ley como fuente de las limitaciones, en realidad
esta referencia debe hacerse extensiva a cualquier ley aplicable a los
del Código Civil establece
cónyuges en materia capitular, tanto del Derecho común español a la autonomía privada (ley,
como del propio novel ordenamiento civil valenciano. La referen- moral y orden público).
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[51] Revista Valenciana d’Estudis Autonòmics
4. Para que se pueda observar con mayor claridad esta coincidencia, reproduzco aquí el
citado art. 1328 CC: “Será nula cualquier estipulación contraria a las Leyes o a las buenas
costumbres o limitativa de la igualdad de derechos que corresponda a cada cónyuge”.
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La carta de nupcias en el Derecho civil valenciano
dad contenida en las capitulaciones” (ÁLVAREZ SALA, seguido, entre Llama la atención el
otros, por HERRERO GARCÍA)5. En efecto, el principio de igualdad no hecho de que el art. 25
empece que los cónyuges o terceras personas puedan realizar libe-
ralidades singulares en concepto de dote, de las que pueda resultar
de la Ley 10/2007 prevea
beneficiado alguno de ellos. expresamente la inclusión de
Por último, llama la atención el hecho de que el art. 25 de la Ley pactos en las capitulaciones
10/2007 prevea expresamente la inclusión de pactos en las capitu- a favor de los “hijos nacidos
laciones a favor de los “hijos nacidos o por nacer”. En ello difiere la o por nacer”.
regulación valenciana de la contenida en el Código Civil, la cual, en
sede de capitulaciones matrimoniales no se refiere directamente a la
cuestión. No obstante, conviene precisar dos cosas, a saber: que la re-
gulación del Código no prohíbe tales pactos y por otra, el art. 831 del
mismo cuerpo legal regula la mejora hecha en testamento o “en capi-
tulaciones matrimoniales”, estableciendo una especie de excepción a
la regla contenida en el precedente artículo 830 que, como es cono-
cido, prescribe que “la facultad de mejorar no puede encomendarse a
otro”. Realmente no se trata de una excepción porque el mejorante es
parte del negocio jurídico en el que se otorga la mejora, esto es, del
negocio de capitulaciones. Así pues, vemos de nuevo que la vigente
regulación valenciana y la contenida en el Código Civil español no
es diferente desde el punto de vista esencial, y que si existe alguna Por tanto, el contenido que
diferencia en realidad es de mero matiz. los cónyuges pueden dar a
Por tanto, el contenido que los cónyuges pueden dar a la carta de nup-
la carta de nupcias puede
cias puede ser aquel que tengan por conveniente, cabiendo la posibi-
lidad, al igual que sucede en el Derecho civil común español, de que ser aquél que tengan por
incluyan cualesquiera pactos de naturaleza personal o patrimonial, con conveniente, cabiendo la
los límites que tanto el Derecho común como el valenciano imponen a posibilidad, al igual que
la autonomía capitular. sucede en el Derecho
civil común español, que
VII. Momento del incluyan cualesquiera pactos
de naturaleza personal o
otorgamiento de la patrimonial, con los límites
que tanto el Derecho común
carta nupcias como el valenciano imponen
a la autonomía capitular.
H emos podido comprobar que el momento en el que podían ser
otorgadas las capitulaciones o carta de nupcias en el antiguo
Derecho foral valenciano debía tener lugar con anterioridad a la En la actualidad, el Derecho
celebración del matrimonio. En la actualidad, el Derecho civil va- civil valenciano así como
lenciano así como el Derecho común (art. 1326 CC) admiten que las
capitulaciones puedan ser otorgadas tanto antes como después. Se-
el Derecho común (art.
ñala el párrafo 1 del art. 26 de la norma valenciana que “la carta de 1326 CC) admiten que las
nupcias o las capitulaciones matrimoniales se podrán otorgar antes capitulaciones puedan ser
otorgadas tanto antes como
después.
5. Comentario del Código civil, op. cit., p. 573.
2008 | nº 51 243
[51] Revista Valenciana d’Estudis Autonòmics
VIII. Requisitos
formales
D e nuevo, a propósito de esta cuestión, el Derecho valenciano y el
común coinciden. El paralelismo entre el art. 1327 CC y el art. 27
de la Ley valenciana es completo: “para su validez, la carta de nupcias
o capitulaciones matrimoniales y sus modificaciones se deben otorgar
en escritura pública”. Como se puede comprobar, lo único que añade
el segundo respecto del primero es la referencia al requisito para la
modificación. Acaso no hubiera sido necesaria tal inclusión, puesto
que el art. 26 de la misma ley impone como vimos que sea por medio
de carta de nupcias o las capitulaciones la referida modificación; no
obstante, la abundancia, en este punto, no perjudica.
La carta de nupcias, al igual Por tanto, la carta de nupcias, al igual que las capitulaciones, cons-
que las capitulaciones, tituye un negocio solemne, por cuanto la escritura pública tiene
constituye un negocio carácter constitutivo o ad solemnitatem. La escritura pública, para
solemne, por cuanto la el otorgamiento o modificación de las capitulaciones, no puede ser
sustituida por ningún otro tipo de documento público, notarial o ju-
escritura pública tiene
dicial. En este sentido, la carta de nupcias o las capitulaciones que no
carácter constitutivo o ad consten en escritura pública son radicalmente nulas y no producirán
solemnitatem. ningún efecto inter partes ni respecto de terceros.
244 2008 | nº 51
La carta de nupcias en el Derecho civil valenciano
IX. Eficacia e
ineficacia de la carta
de nupcias La carta de nupcias quedará
ineficaz tras la declaración
de nulidad matrimonial,
E stas cuestiones son reguladas por los artículos 28, 29 y 30 de la
Ley 10/2007. Estos preceptos regulan tres situaciones diferentes, a
saber: 1) la eficacia de la carta de nupcias entre los cónyuges e incluso
divorcio o separación de los
cónyuges.
respecto de sus hijos en caso de nulidad, separación o divorcio; 2) la
eficacia de la carta de nupcias respecto de los derechos concedidos por
La excepción que se
terceros y 3) la eficacia de la carta de nupcias después de la muerte de
uno de los cónyuges.
refiere a las atribuciones o
La primera es regulada de conformidad con el principio general que con- constitución de derechos
siste en que la carta de nupcias quedará ineficaz tras la declaración de que, a pesar de otorgarse en
nulidad matrimonial, divorcio o separación de los cónyuges, con la ex- las capitulaciones, tengan
cepción de que ello no podrá causar perjuicio personal o reducción de los
una causa diferente que no
derechos constituidos a favor de los hijos en las mismas capitulaciones
o la carta de nupcias.
sea incompatible
La segunda se apoya en el mismo principio que la anterior, con la excep-
ción que se refiere a las atribuciones o constitución de derechos que, a Lo pactado en la carta
pesar de otorgarse en capitulaciones, tengan una causa diferente que no de nupcias entre los
sea incompatible con la nueva situación de los beneficiarios o titulares de contrayentes o entre éstos
tales derechos.
y terceras personas puede
La tercera se apoya en el principio general que consiste en que lo pactado
en la carta de nupcias entre los contrayentes o entre éstos y terceras perso-
tener eficacia después de la
nas puede tener eficacia después de la muerte de cualquiera de los consor- muerte de cualquiera de los
tes, en los mismos términos pactados o en los que resulten de la concreción consortes.
o ratificación testamentaria de la previsión capitular, en su caso.
2008 | nº 51 245
[51] Revista Valenciana d’Estudis Autonòmics
...el régimen económico contenido, límites, momento del otorgamiento, posibilidad de modifi-
matrimonial, y que además cación, requisitos formales, nulidad y eficacia respecto de los cónyuges,
hijos y terceros, etc. La finalidad de estas páginas no ha sido otra que
lo hace tratando de evitar dar una primera información al lector interesado sobre cuál es la vigente
remisiones, en la medida de regulación de la carta de nupcias en el Derecho civil valenciano. A este
lo posible, a cualquier otro estudio seguramente seguirán otros, y a la aprobación de la Ley seguirá
Derecho civil supletorio. su aplicación y jurisprudencia. Habrá que estar atentos especialmente a
esta última, de manera que dentro de algún tiempo, cuando haya habido
oportunidad de que nuestros tribunales se pronuncien, volverá ser un
Ello es así especialmente
buen momento para volver a estudiar la carta de nupcias.
respecto de una de las figuras
centrales de la propia Ley: la
carta de nupcias.
246 2008 | nº 51
La carta de nupcias en el Derecho civil valenciano
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2008 | nº 51 247
Las car
rgas del
matrimonio
[51] Revista Valenciana d’Estudis Autonòmics
Foto anterior:
Las cargas
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Las cargas del
250 2008 | nºmatrimonio
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monio en la LREMV Las cargas del matrimonio en la LREMV Las cargas del matrimonio en la LREMV Las c
Las cargas del
matrimonio en
la LREMV
Texto de:
Luis-Miguel Higuera Luján
Resumen
L a LREMV, con técnica normativa mejorable, establece una regula-
ción de las cargas del matrimonio que resulta aplicable a todos los
sujetos a su ámbito de aplicación, cualquiera que sea su régimen con-
creto y la fecha de su celebración. Su carácter básico se combina con
una amplísima libertad de pactos. Se enumeran los gastos constitutivos
de cargas, regulando solo la obligación de los cónyuges (proporcional
a sus rentas y patrimonios) y no la de otros parientes, y estableciendo
m
frente a terceros una responsabilidad que, con relación al patrimonio
personal del cónyuge que no contrae la obligación, es siempre subsi-
diaria. Se reconoce el trabajo para la casa como contribución al levan- La Ley de la Generalitat
tamiento de cargas, pero su carácter compensable, sin adecuada distin-
10/2007, reguladora
ción entre los distintos regímenes matrimoniales, es problemática.
del régimen económico
matrimonial valenciano,
I. Introducción dedica el Capítulo II del
Título I a la regulación de las
Referencia a la “Cargas del Matrimonio”. En
esencia, estos ocho artículos
transitoriedad –8 al 15, ambos inclusive–
establecen de forma expresa
L a Ley de la Generalitat 10/2007, reguladora del régimen econó-
mico matrimonial valenciano, dedica el Capítulo II del Título I a
la regulación de las “Cargas del Matrimonio”. En esencia, estos ocho
qué obligaciones integran el
concepto genérico de cargas
artículos –8 al 15, ambos inclusive– establecen de forma expresa qué
obligaciones integran el concepto genérico de cargas matrimoniales
matrimoniales y quiénes son
y quiénes son los obligados, así como el modo y forma en que deben los obligados, así como el
cumplir esa obligación. Con criterio algo innovador, según luego se modo y forma en que deben
expondrá, se determinan los ámbitos objetivo y subjetivo de este ca- cumplir esa obligación.
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[51] Revista Valenciana d’Estudis Autonòmics
1. El problema se suscita con relación a supuestos regulados por los artículos que se
comentan, respecto de hechos producidos bajo su vigencia, pero en el seno de matrimo-
nios contraídos con anterioridad.
252 2008 | nº 51
Las cargas del matrimonio en la LREMV
2. Debe señalarse que el actual art. 71.1.c) del Estatuto aprobado por L.O. 1/2006 ha
sustituido la mención a la “condición jurídica de valenciano” por la de “vecindad civil
valenciana”, confirmando el criterio interpretativo que se apunta en el texto.
3. Hasta tal punto es así, que tradicionalmente se ha venido hablando de vecindad civil
común o de vecindad civil foral, especificando en este segundo caso de cuál se trata, y
no haciéndolo en el primero (se habla de vecindad civil catalana o vizcaína, pero no de
vecindad civil madrileña, andaluza o –hasta ahora– valenciana).
2008 | nº 51 253
[51] Revista Valenciana d’Estudis Autonòmics
II. Concepto y
determinación de las
cargas del matrimonio
a) Concepto
El Código Civil no contiene un precepto específico que defina y regule
el concepto normativo de “cargas del matrimonio”, a cuyo sostenimien-
to quedan obligados ambos cónyuges por igual (art. 1.318 CC) desde
la reforma de 13/05/1981. Lo que hace es especificar qué gastos son
de cuenta de la sociedad de gananciales (arts. 1.362 y 1.363 CC). Es
a partir de alguno de ellos, puestos en relación con la regulación del
derecho de alimentos y algunas normas relativas a la colación, como
en el Derecho Común puede llegarse a una especificación concreta de
lo que sean aquellas cargas. Aun cuando el núcleo esencial de éstas
sea pacífico en la doctrina y en la jurisprudencia, queda sin embargo
abierta la discusión acerca de si el criterio delimitador de las mismas es
el de su frecuencia o periodicidad (al objeto de incluir sólo las de ca-
rácter ordinario, cfr. art. 1.319 CC), o si por el contrario, deben aquéllas
determinarse por razón de su cuantía o importe (con el fin de referirlas
al concepto relativo del “nivel de vida” de la familia, con independencia
de que se produzcan o no periódica o frecuentemente).
El Derecho catalán no utiliza la expresión “cargas del matrimonio” sino
la de “gastos familiares”, sustituyendo lo definido por la definición, y
permitiendo que el concepto o denominación no constriña el círculo
de los obligados sólo a quienes están unidos por vínculo matrimonial.
A partir de la Ley de la Generalitat 8/1993, se especifican en el art. 4 del
Código de Familia (en adelante CFC) los que merecen dicha condición.
El Derecho balear, al igual que el Código Civil, recoge el concepto de
cargas del matrimonio sin hacer una definición ni relación de las mis-
mas (art. 4 de la Compilación), si bien sí especifica lo que sean cargas
familiares en el supuesto de las parejas estables no casadas (art. 5.2 de
la Ley 18/2001).
El Derecho navarro (Ley 84 de la Compilación) y el Derecho aragonés
(art. 36 de la suya), por razón de prever como supletorios regímenes de
comunidad, siguen la misma sistemática del Código Civil, especificando
qué gastos son de cuenta de los respectivos patrimonios consorciales,
en lugar de definir o relacionar los que propiamente sean gastos fa-
El art. 9 de la Ley Valenciana miliares o cargas del matrimonio, independientemente de cuál sea el
10/2007 define las cargas régimen específico de éste.
del matrimonio como “los El art. 9 de la Ley Valenciana 10/2007 define las cargas del matrimo-
(gastos) necesarios para el nio como “los (gastos)4 necesarios para el mantenimiento de la fami-
mantenimiento de la familia,
con la adecuación a los usos 4. El término “gastos” queda omitido en la norma, sin duda por alguna errata del propio texto
que no ha sido objeto de “corrección de errores”. Ello no obstante, la especificación que luego
y el nivel de vida familiar”. hace el precepto no deja lugar a dudas acerca de que se refiere al concepto genérico de gasto.
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Las cargas del matrimonio en la LREMV
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[51] Revista Valenciana d’Estudis Autonòmics
5. Porque ese contenido se mide cuantitativamente, según luego se expondrá, con “ade-
cuación a los usos y el nivel de vida familiar” (art. 9), que puede resultar más elevado por
razón de las rentas y patrimonios del cónyuge no progenitor, excediendo no sólo del
“mínimo vital” al que suelen reconducirse las obligaciones alimenticias, sino del nivel
económico determinado por las posibilidades de sus propios progenitores.
6. De hecho, hay un mayor ejercicio de solidaridad familiar (desde el punto de vista con-
ceptual, que puede o no corresponderse con el cuantitativo económico) en la solución de
la Ley valenciana frente al régimen ganancial del Código Civil, porque en la germanía no
se integran –salvo pacto– los frutos de los bienes privativos, que en todo caso se hacen
gananciales en el Derecho Común, de suerte tal que bajo la sociedad de ganancias, el
cónyuge que se aprovecha de los rendimientos de los bienes privativos de su consorte, no
acaba soportando las cargas propias de éste, salvo que el caudal inventariado no alcance
a cubrir el total importe del reintegro al que tiene derecho (art. 1403 CC). Sin embargo, en
la germanía valenciana no se han previsto –salvo que se pacten– derechos de reintegro, y
tampoco se integran en ella –salvo pacto expreso– aquellos frutos, por lo que finalmente
el cónyuge que no se beneficia de las utilidades del patrimonio ajeno, sí puede acabar
soportando las obligaciones para las que ese patrimonio resulte insuficiente.
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Las cargas del matrimonio en la LREMV
7. Ello no obstante, su mención específica solo tiene sentido respecto de los no comunes,
por lo que se dice en el texto y porque la discapacidad de los comunes no hace sino
integrar el contenido específico de las obligaciones derivadas de la patria potestad o de la
filiación (al objeto, por ejemplo, de promover la incapacidad y de prorrogar o rehabilitar
aquélla), cuyos costes económicos se integran, como el de los demás hijos comunes y
según se ha dicho, en el concepto genérico de cargas del matrimonio.
8. Entiendo que el régimen de pago y reintegro del art. 1.363-1º CC avala esta conclu-
sión, pues si finalmente es el cónyuge progenitor quien soporta el gasto, no obstante
el anticipo ganancial, es porque la obligación es propia de él y no del matrimonio. Por
otro lado, no creo que los deberes de mutua ayuda y socorro mutuos (arts. 67 y 68 CC)
sean suficiente título para convertir ese gasto en carga del matrimonio; en el mejor de
los casos, generarían una acción de un cónyuge frente al otro, pero en ningún caso una
responsabilidad directa del cónyuge no progenitor frente al acreedor del gasto.
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[51] Revista Valenciana d’Estudis Autonòmics
9. Tanto el art. 173.1 CC, para el acogimiento, como el art. 269 CC para el tutor, prevén
obligaciones alimenticias y educativas similares a las derivadas de la patria potestad
(art. 154 CC).
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Las cargas del matrimonio en la LREMV
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[51] Revista Valenciana d’Estudis Autonòmics
Son carga del matrimonio La Ley valenciana, siguiendo el criterio del art. 4 CFC, hace una enu-
los gastos alimenticios y meración no exhaustiva de lo que se entiende por gastos constitu-
tivos de cargas. Pueden éstos separarse en dos bloques: los gastos
las atenciones de previsión personales y los patrimoniales.
adecuadas a los usos y
circunstancias de la familia, Gastos personales
siempre que sean generados Son carga del matrimonio los gastos alimenticios y las atenciones de
o tengan por beneficiarios a previsión adecuadas a los usos y circunstancias de la familia, siempre
que sean generados o tengan por beneficiarios a las personas antes indi-
las personas antes indicadas. cadas (apartados 1 y 2 del art. 9). Unos y otros son, en el fondo, el mismo
gasto, sólo que en un caso actual y en el otro diferido o aleatorio.
Con relación a los gastos Con relación a los gastos alimenticios y atenciones de previsión que
alimenticios y atenciones tienen por sujetos a los cónyuges e hijos, es evidente que deben en-
de previsión que tienen tenderse en sentido amplio, según constante jurisprudencia, y no sólo
por sujetos a los cónyuges reducidos al “mínimo vital” que resulta del art. 142 CC. Es decir, aqué-
e hijos, es evidente que llos que satisfacen las necesidades propias de modo que uno pueda
vivir como hijo de sus padres o como marido o mujer de su cónyuge.
deben entenderse en sentido Quedarán incluidos, por tanto, los seguros médicos no obligatorios,
amplio, según constante los seguros de daños o de responsabilidad civil sobre la vivienda, los
jurisprudencia, y no sólo salarios y seguros sociales del personal doméstico, los seguros por in-
reducidos al “mínimo vital”. capacidad temporal cuando los capitales asegurados estén igualmente
destinados al levantamiento de las cargas del matrimonio, los gastos
de ocio y recreo, los regalos de uso, los gastos funerarios12, etc. Todos
Fuera de los sujetos que ellos, adecuados a los usos y nivel de vida familiar, que en el fondo
integran la familia nuclear, será el canon en base al cual calibrar el concepto de necesidad o con-
el concepto de alimentos veniencia.
deberá ajustarse a lo que Fuera de los sujetos que integran la familia nuclear, el concepto de
alimentos deberá ajustarse a lo que resulta de la legislación aplicable
resulta de la legislación
(en este caso, los arts. 142 ss CC), puesto que es la obligación alimen-
aplicable (en este caso, los ticia previamente existente –esté o no declarada– la que se integra,
arts. 142 ss CC). total o parcialmente, en el capítulo de las cargas.
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Las cargas del matrimonio en la LREMV
Cabe preguntarse si basta la cotitularidad para que tales gastos También “gastos derivados
merezcan la calificación de cargas familiares o si, por el contrario, de la gestión y defensa” de
es necesario que sean usados por la familia o puestos a su ser-
vicio. Aunque la Ley no lo dice, a diferencia de lo que hace con
los mismos bienes.
los de titularidad privativa, entiendo que el uso o la disponibilidad
familiar son necesarios. La diferencia estriba en que si los bienes Cabe preguntarse si basta
de titularidad conjunta, por el hecho de serlo, se consideran bienes la cotitularidad para que
del matrimonio, la obligación de atender los gastos de adquisición, tales gastos merezcan
conservación, mejora, gestión y defensa es carga familiar y debe ser
satisfecha según lo pactado o de forma proporcional a sus respec-
la calificación de cargas
tivas rentas y patrimonios (art. 8.2), lo cual abre la posibilidad de familiares o si, por el
exigir a uno de los cónyuges, para atender tales gastos, una con- contrario, es necesario que
tribución distinta a la participación concreta que tenga en dicho sean usados por la familia o
bien. Es por ello que el criterio ha de ser restrictivo, teniendo en puestos a su servicio.
cuenta que el principio separatista inspirador de la Ley implica la
inexistencia de una masa común de bienes13, y exigir que los bienes
participados por uno y otro cónyuge sean efectivamente usados
o puestos al servicio de la familia para que tales gastos tengan la
consideración de cargas familiares, diferenciando de este modo en-
tre bienes comunes de los cónyuges y bienes del matrimonio o la
familia. Al menos, ese criterio ha de mantenerse con relación a los
gastos de adquisición y a los de mejora.
Con relación a los “bienes privativos” o de “titularidad privativa de
algunos de los miembros de la familia” (art. 9.3 in fine y 9.4), los gastos
de adquisición, conservación, mejora, gestión o defensa sólo consti- Con relación a los “bienes
tuyen carga familiar (i) si están destinados al uso de ésta y (ii) “en privativos” los gastos de
proporción al valor de su uso”. adquisición, conservación,
Por bienes privativos hay que entender los particulares de cada cón- mejora, gestión o defensa
yuge que no formen parte de un patrimonio común. Es decir, no sólo
sólo constituyen carga
los privativos propiamente dichos (que lo son cuando hay otros ga-
nanciales), sino todos aquéllos sobre los que exista una titularidad familiar (i) si están destinados
individual, aunque sea compartida en proindiviso. al uso de ésta y (ii) “en
El uso de los bienes ha de ser in natura. Si lo que ocurre es que el bien proporción al valor de su uso”.
es fructífero y sus frutos se aplican al levantamiento de cargas, no por
eso el bien está destinado al uso de la familia, puesto que las rentas o
utilidades pertenecen al cónyuge propietario, obligado personalmen- El uso de los bienes ha de
te a contribuir al levantamiento de esas cargas. Si su contribución ser in natura.
excede de lo que le corresponda conforme a su régimen matrimonial
o a lo dispuesto en el art. 8 de la Ley, procederá en su caso los reinte-
gros o compensaciones oportunos, pero no por ello se entenderá que Cómo se fije el valor de uso
el bien productor de los frutos ha sido usado por la familia. es algo que tampoco define
Cómo se fije el valor de uso es algo que tampoco define la Ley, quedan- la Ley, quedando por ello a
do por ello a la decisión de los Tribunales, salvo acuerdo de los cónyu- la decisión de los Tribunales,
ges. En mi opinión, el criterio más adecuado es el del ahorro familiar
El criterio más adecuado es
el del ahorro familiar que el
13. Véase la STS (Sala 1º) n.º 564/06, de 31 de mayo. uso comporta.
2008 | nº 51 261
[51] Revista Valenciana d’Estudis Autonòmics
que el uso comporta. Habrá que acudir por ello a la naturaleza del bien.
Así por ejemplo, el valor de uso de un inmueble se reconducirá al valor
en renta, que es lo que habría tenido que pagar la familia para usarlo,
calculándose mediante su capitalización la proporción anual que di-
cho valor guarda con el de adquisición, y refiriendo dicho porcentaje a
cada uno de los gastos de que se trata. Por el contrario, en el caso de
los bienes muebles o, en general, de los consumibles, el valor de uso
será el de su amortización, calculándose de igual modo su porcentaje
con relación al propio valor de adquisición.
III. La obligación
de contribuir al
levantamiento de las
cargas
a) Naturaleza
Señala el art. 8.1 que, “con independencia del régimen económico
“Con independencia
matrimonial, los cónyuges están obligados a contribuir al levanta-
del régimen económico miento de las cargas del matrimonio”.
matrimonial, los cónyuges Aunque pueda tener –y de hecho tiene– un contenido trascendente,
están obligados a contribuir vinculado a los deberes de ayuda y socorro mutuos inherentes al com-
al levantamiento de las promiso matrimonial, se trata de una verdadera y propia obligación
jurídica, exigible internamente entre los esposos (por tanto, bilateral) y
cargas del matrimonio”.
externamente por los acreedores. A estos efectos, la Ley diferencia los
dos planos, estableciendo el régimen de responsabilidad ad extra (art.
Se trata de una verdadera y 11) y el régimen obligatorio ad intra (art. 8 y 12 al 15). En este apartado
propia obligación jurídica. nos vamos a referir a las relaciones intrafamiliares, que determinan la
identidad de los obligados y la cuantía de su obligación.
Aunque se trata de una obligación, también es un derecho vinculado
También es un derecho
a la propia dignidad y autonomía personal.
vinculado a la propia dignidad En puridad, la obligación no es “independiente” del concreto régimen
y autonomía personal. económico que rija el matrimonio, sino presupuesto del mismo, pues
cada uno de los distintos regímenes arbitra mecanismos diferentes
para darle cumplimiento.
Esta obligación contributiva, por último, es indeclinable, como ex-
presión de que el régimen económico matrimonial, como el matri-
monio mismo, tiene su fundamento en la plena igualdad jurídica
de los cónyuges (art. 3 LREMV y 66 CC). Ello no es óbice a que el
contenido de la respectiva obligación de cada cónyuge sea distin-
to, en función de sus propias circunstancias económicas. Pero sí es
criterio limitador del ámbito de la autonomía de la voluntad en los
pactos capitulares.
262 2008 | nº 51
Las cargas del matrimonio en la LREMV
b) Sujetos obligados
Son obligados los cónyuges, conforme al citado art. 8.1 y demás
concordantes. Ambos cónyuges. Según lo apuntado más arriba, en-
tiendo que el pacto de exoneración absoluta de uno de ellos es nulo,
por contrariar el principio indisponible de igualdad conyugal. Sobre
el particular, la doctrina no es uniforme, habiendo autores que sos-
tienen dicha nulidad, otros que admiten en algún caso su validez y
otros que la admiten con carácter general en la esfera interna entre
los esposos. Sin embargo, en mi opinión, lo que hace nulo dicho pacto
capitular no es el hecho mismo de la exoneración, sino precisamente
su eficacia vinculante para el cónyuge exonerado, que sólo puede Solo sería válida la
modificarlo de común acuerdo con su consorte14. En consecuencia,
solo sería válida la exoneración si se arbitrara no como pacto, sino
exoneración si se arbitrara
como renuncia unilateral de la parte exonerante a exigir de su con- no como pacto, sino como
sorte la contribución al levantamiento de cargas. Va de suyo que la renuncia unilateral de la
exoneración de la que tratamos presupone la capacidad económica parte exonerante a exigir de
del exonerado, porque en caso contrario nos encontramos ante un su consorte la contribución
supuesto de imposibilidad de cumplimiento.
No menciona la Ley la contribución al levantamiento de cargas que
al levantamiento de cargas.
los hijos o los ascendientes convivientes puedan estar obligados a
hacer. Aun cuando la Ley sea de Régimen Económico Matrimonial y
los principales obligados sean los cónyuges, parece haberse separado No menciona la Ley
el legislador valenciano de las últimas tendencias legislativas, ten- la contribución al
dentes a introducir preceptos que declaran y delimitan la obligación
contributiva de los demás miembros de la unidad familiar. Se rompe
levantamiento de cargas que
también de este modo, al menos nominalmente, la correspondencia los hijos o los ascendientes
entre los sujetos generadores de los gastos o cargas familiares y los convivientes puedan estar
sujetos obligados a su levantamiento. Más parece que se trate de un obligados a hacer.
olvido que de una opción, porque nada se dice sobre el particular en
la Exposición de Motivos, ni del articulado de la Ley se deduce nin-
gún mandato excluyente del deber exigible a estas otras personas. En En todo caso, la obligación
todo caso, la obligación de lo hijos seguirá siendo exigible al amparo de lo hijos seguirá siendo
del art.155.2 CC, aplicable no tanto por vía supletoria (D.F. Segunda) exigible al amparo del
como por vía directa, al regular las relaciones parterno-filiales. Res-
art.155.2 CC. Respecto de
pecto de los ascendientes, no existe ninguna norma expresa sobre la
que fundar su deber contributivo, que siempre podrá descansar en la los ascendientes, no existe
prohibición del enriquecimiento injusto, salvo que se demuestre la ninguna norma expresa
voluntad de los cónyuges de atender gratuitamente a dichos gastos. sobre la que fundar su
Se ha perdido, por tanto, una oportunidad para perfilar la obligación deber contributivo, que
de estas otras personas. A mi modo de ver y de lege ferenda, la con-
siempre podrá descansar
tribución de los hijos, en contra de lo que determinan los arts. 155.2
CC, 5.2 CFC o 5.3 de la Ley Aragonesa de REMV, no debe remitirse sin en la prohibición del
más a la equidad, pues convendría al menos distinguir los supuestos enriquecimiento injusto,
14. Dicho en lenguaje vulgar: solo puede dejar de ser un/a mantenido/a si el otro cónyuge
lo quiere, salvo que decida romper el matrimonio. Lo cual –entiendo– atenta a su propia
dignidad personal.
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Las cargas del matrimonio en la LREMV
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Si los reembolsos se efectúan Si los reembolsos se efectúan durante la vigencia del régimen ma-
durante la vigencia del trimonial (que será, a estos efectos, el de separación), debe dárseles
carácter transaccional, sin posibilidad futura de revisión.
régimen matrimonial, El derecho de reembolso es, por supuesto, disponible: cabe modali-
debe dárseles carácter zarlo o renunciarlo, sin perjuicio de la posible inoficiosidad. En prin-
transaccional. cipio, no se ve obstáculo para que sea también transmisible a los
herederos, si bien deberá quedar probado que tal derecho existía, y
que la desproporción contributiva no se corresponde con el acuerdo
de los cónyuges, amparado por el art. 8.2, y cuya licitud no parece
cuestionarse15, o que aquel derecho no estaba renunciado. Quizá, de
lege ferenda, fuera prudente excluir la transmisión hereditaria cuan-
do los legitimarios sean hijos comunes de los esposos.
Nada dice la Ley sobre Nada dice la Ley sobre la posible prescripción o caducidad del dere-
la posible prescripción o cho, a diferencia de lo que ocurre en la regulación del trabajo para
caducidad del derecho. la casa. Entiendo que, al tener naturaleza liquidatoria, aunque pue-
da ser parcial o transitoria, ha de estar sujeta al mismo régimen,
esto es: no está sujeta la acción a plazo de prescripción constante el
También guarda silencio la matrimonio, porque puede ejercitarse durante él o al tiempo de su
Ley acerca de si el reintegro disolución, sin que exista ninguna obligación de anticiparlo a ésta; y
ha de ser en dinero o puede deberá quedar sujeta al mismo plazo de prescripción de cinco años, a
serlo en especie. La necesidad contar desde la disolución, al que se sujeta el trabajo para la casa.
de hacerlo en dinero puede También guarda silencio la Ley acerca de si el reintegro ha de ser en
dinero o puede serlo en especie (en bienes o derechos); e igualmente si,
forzar aplazamientos o una vez liquidado, ha de ser pagado en el acto o puede ser fraccionado.
fraccionamientos. A falta de acuerdo entre las partes, entiendo que la compensación será
monetaria, salvo causas muy justificadas que impidan la enajenación
de bienes para obtener su producto líquido. Más flexibilidad debe reco-
nocerse al arbitrio judicial en cuanto al tiempo del pago, pues precisa-
mente la necesidad de hacerlo en dinero puede forzar aplazamientos
o fraccionamientos que, en todo caso, se compensarán con el devengo
del interés legal sobre las cantidades líquidas a que se refieran.
La contribución al
levantamiento de cargas, d) Las formas de contribución
como contribución La contribución al levantamiento de cargas, como contribución eco-
económica, puede hacerse nómica, puede hacerse en dinero o en especie. La Ley regula una
contribución específica concreta, como es el trabajo para la casa del
en dinero o en especie. que después se hablará. Pero caben otras, como reverso de lo dis-
puesto en los apartados 3º y 4º del art. 9, reconducidas en esencia al
Las contribuciones en
destino al uso familiar de bienes o derechos de titularidad particular
especie plantean varios de uno de los cónyuges.
problemas. Uno es el de su Las contribuciones en especie plantean varios problemas.
valoración, que por razón de Uno es el de su valoración, que por razón de lo dicho anteriormente
lo dicho anteriormente ha ha de ser reconducida al valor de uso determinado por el ahorro
familiar que implican.
de ser reconducida al valor
de uso determinado por el
15. De hecho, está expresamente admitida en el art. 44 para el régimen de separación
ahorro familiar que implican. de bienes.
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Las cargas del matrimonio en la LREMV
IV. La responsabilidad
frente a terceros por las
obligaciones derivadas
de cargas familiares
a) Régimen general
Establece el art. 11.1 de la Ley que “De los actos de un cónyuge dirigi-
dos a satisfacer las necesidades ordinarias de la familia, según los usos
del lugar y las circunstancias de ésta, responderán frente a terceros, en
primer lugar y solidariamente, los bienes del cónyuge que contrajo la
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18. El Código Civil lo recoge expresamente en el art. 1438, en sede de régimen de sepa-
ración; aunque no se dice de modo expreso para la sociedad de gananciales, la doctri-
na no ve inconveniente en entenderlo como principio general, máxime cuando en esta
última se contiene alguna especificación del mismo (p.ej. art 1360). El art. 5.1 CFC lo
enuncia entre los modos de contribución al levantamiento de cargas, estableciendo el
régimen de compensación –con la diferencia que se apunta en el texto– en la regulación
específica del régimen de separación (art. 41). Tanto la Ley 103.b) de la Compilación
Navarra como el art. 4.1 de la Balear, prevén el trabajo para la casa como modo de
contribución, pero no establecen regla alguna de compensación para el supuesto de
disolución del régimen.
19. El precepto, además, tiene una sistemática errónea, pues se refiere a ”los servicios
previstos en este artículo como colaboración para el levantamiento de las cargas del ma-
trimonio”, cuando su previsión se realiza en el artículo anterior, reservando el 13.1 para
la enunciación de los criterios valorativos.
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Las cargas del matrimonio en la LREMV
preciso practicar reintegros entre ellos; pero lo que debería ser objeto Lo que debería ser objeto de
de reclamación de uno a otro es el importe en el que el reintegro que- reclamación de uno a otro
de fijado, y no la valoración estimativa del trabajo aportado. Por ello,
entiendo mucho más acertado el criterio seguido por el art. 41 CFC,
es el importe en el que el
que no tiene como objeto de compensación el trabajo para la casa reintegro quede fijado, y no
en sí mismo considerado, sino el desequilibrio injusto de patrimonios la valoración estimativa del
que se produce al tiempo de la disolución cuando uno de los cónyu- trabajo aportado.
ges ha trabajado para la casa; es decir, que utiliza el trabajo del que
tratamos no como objeto de compensación, sino como presupuesto
para que pueda valorarse el carácter justo o injusto del desequilibrio
de patrimonios, siendo esto último lo que se compensa.
La naturaleza del derecho lo hace compatible con otros que respon- La naturaleza del derecho
den a causa diferente, como es el caso de la pensión compensatoria. lo hace compatible con
Así lo declara expresamente el art. 14.2 LREMV. La jurisprudencia20,
otros que responden a causa
interpretando el art. 1438 CC, no ha tenido especiales dudas sobre la
compatibilidad de ambas figuras, sosteniendo que la pensión com- diferente, como es el caso de
pensatoria responde al desequilibrio que se crea de cara al futuro la pensión compensatoria.
por una pluralidad de factores concurrentes durante el matrimonio,
en tanto que la compensación del trabajo para el hogar repone una
situación pasada que depende sustancialmente de un único factor,
cual es la dedicación exclusiva o preferente al mismo. En el Derecho
catalán, sin embargo, no ha resultado tan pacífica la compatibilidad
entre la pensión compensatoria y la indemnización por desequilibrio
patrimonial, habiendo jurisprudencia contradictoria con relación al
antiguo art. 23 de la Compilación, que finalmente zanjó el art. 41.3
CFC, sin nombrarla expresamente, pero diciendo que el derecho a
la compensación patrimonial ha de ser tenido en cuenta para la fi-
jación de los demás derechos de carácter económico que resulten
compatibles.
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trabajo siempre son comunes (p.ej. art. 1347.1 CC), de modo que el
trabajo para la casa es una contribución intangible a la formación
del patrimonio común, que es el que responde primeramente del
levantamiento de cargas y el que se repartirá entre los cónyuges al
finalizar el régimen. Si fueren precisas aportaciones privativas por
insuficiencia del mismo, como quiera que dichas aportaciones han
de ser proporcionales a las rentas y patrimonios privativos21, las re-
glas que en estos preceptos se contienen carecen de toda eficacia
para determinar la respectiva contribución suplementaria de uno y
otro cónyuge, pues el trabajo para la casa no genera un patrimonio
específico a nombre de quien lo presta. Es más, si se considerara
ficticiamente creado dicho patrimonio por la valoración que estos
preceptos proponen, no sólo se estaría computando dos veces lo
mismo (porque los frutos de ese trabajo se han materializado en el
patrimonio común), sino que se podría llegar a la situación imposible
de exigir contribución suplementaria a una persona que carece de
bienes materiales con los que contribuir, o a la desproporcionada de
exigir a quien lo ha prestado una contribución superior a su patrimo-
nio real. Y si no fueren precisas dichas aportaciones por suficiencia
del patrimonio común, al disolverlo y liquidarlo se repartirá el que
haya conforme a las reglas del propio régimen, sin que la valoración
del trabajo para la casa influya en ellas ni lo acreciente. De hecho,
esta idea aparece en el párrafo primero del art. 14, si bien confun-
diendo el concepto de compensación con el de cuota de liquidación
y estableciendo unos condicionantes –haber recibido efectivamente
ventajas patrimoniales y que éstas sean cuantitativamente equipa-
rables a lo que le correspondería por la compensación del trabajo-
que generan quiebras sistemáticas en lo que constituye la esencia de
un régimen comunitario.
En algún caso, además, existe una clara antinomia entre la obliga-
ción de compensar el trabajo para la casa conforme a los criterios
propuestos por la Ley y la regulación especial que dicha contribución
tiene en el régimen ganancial. Es el supuesto del art. 1360 CC, que
se refiere a la colaboración de un cónyuge en las actividades empre-
sariales o de explotación del otro. El precepto citado, por remisión al
1359, obliga a compensar dicho trabajo si la explotación, estableci-
miento mercantil o empresa privativa ha experimentado un incre-
mento de valor por razón de la actividad del cónyuge no propietario,
y no en otro caso; establece como acreedora frente al titular del
negocio o actividad, a la sociedad de gananciales y no directamente
al otro cónyuge; y cifra la compensación en el aumento de valor que
le sea imputable, y no en ninguno de los criterios contenidos en el
art. 13.1 LREMV.
21. Propiamente, en el régimen ganancial solo pueden ser privativos los bienes, porque
las rentas, frutos y demás ingresos, aunque provengan de bienes privativos, son también
gananciales.
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Las cargas del matrimonio en la LREMV
22. Un adecuado resumen puede verse en SAP Murcia de 6/11/06 (El Derecho Jurispru-
dencia 2006/316482).
23. Supuesto que el cónyuge que los presta no tenga otros ingresos o bienes propios. Si
los tuviera, el valor del trabajo debería sumarse al del resto de sus recursos, para deter-
minar su deber de contribución.
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[51] Revista Valenciana d’Estudis Autonòmics
trabajo para la casa con otras figuras que nada tienen que ver con ella,
como son la cuota de liquidación del patrimonio común o el derecho
a la participación en las ganancias del otro cónyuge. Por otro lado, es-
tablece un criterio de equiparación parcial, pues solo opera cuando se
reciben “ventajas patrimoniales”, sin que sea aplicable en los supuestos
de patrimonios deficitarios o de inexistencia de derecho a la participa-
ción. Finalmente, la excepción depende de que esas “ventajas patrimo-
niales” sean equiparables a la compensación debida, equiparación que
debe entenderse cuantitativa a falta de otras posibles25. Esta última
idea se refuerza por el hecho de que el art. 13.1 atribuye a los criterios
contenidos en ella la condición de “mínimos”, por lo que sería proble-
mática una equiparación por debajo de las cantidades resultantes de
su aplicación. Por tanto, de acuerdo con la literalidad del precepto,
podrían resultar fundadas reclamaciones compensatorias del trabajo
para la casa en las liquidaciones de regímenes comunitarios cuando
no se reciban bienes en adjudicación de la cuota de liquidación (por no
existir o ser deficitario el patrimonio común), o cuando se reciban en
menor cuantía a la estimada por dicho trabajo, pago que además sería
compatible con la pensión compensatoria. Entiendo que esta solución
es problemática y merecerá una corrección jurisprudencial.
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Las cargas del matrimonio en la LREMV
Bibliograf ía sumaria
(Además de las obras generales)
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Abogado de Familia en Temas Patrimoniales de Actualidad, Ed. Dykinson, Madrid 1998.
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[Jurisprudencia]
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Jurisprudencia
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la suspensión de la Ley de Régimen Económico Matrimonial Valenciano núm. 10/07 de 20
08 (número 156/08) que acordó el levantamiento de la suspensión de la Ley de Régimen Ec
l del auto del pleno del TC de fecha 12 de junio de 2008 (número 156/08) que acordó el lev
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[Palacio de Justicia]
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Ley de Régimen Económico Matrimonial Valenciano núm. 10/07 de 20 de marzo. Análisis jurídico-constituc
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auto del pleno del TC de fecha 12 de junio de 2008 (número 156/08) que acordó el levantamiento de la suspe
10/07 de 20 de marzo. Análisis jurídico-constitucional del auto del pleno del TC de fecha 12 de junio de 2008
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284Régimen
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156/08) que acordó el levantamiento de la suspensión de la Ley de Régimen Económico Matrimonial Valenci
Análisis jurídico-constitucional del
auto del pleno del TC de fecha 12
de junio de 2008 (número 156/08)
que acordó el levantamiento de la
suspensión de la Ley de Régimen
Económico Matrimonial Valenciano
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Texto de:
Luis Delgado de Molina Hernández
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El resultado final del alcance por mandato de la LOTC (Art. 34); y recordar, a efectos de su con-
de la prerrogativa concedida sideración “doctrinal”, como facultad excepcional limitada tempo-
ralmente en cuanto a su vigencia. Basta considerar el texto inicial,
al Presidente del Gobierno que constituía el Art. 143 del Anteproyecto presentado a la Comisión
para, con sólo la invocación Redactora y los cambios operados en su texto tras las intervenciones
de la citada Norma (161.2), de los miembros de la misma, representantes del Grupo Socialista,
producir el efecto de la Minoría Catalana y Partido Comunista, asumidos, posteriormente,
suspensión cautelar por por la Ponencia Constitucional y que dieron lugar, salvo matices sin-
tácticos, a lo que hoy es el Art. 162.1 vigente.
mandato de la LOTC (art. En uso de trámite procesal adecuado, la Generalitat Valenciana, an-
34); y recordar, a efectos de tes de la expiración del plazo de cinco meses de la medida cautelar,
su consideración “doctrinal”, solicitó, a través de sus Servicios Jurídicos:
como facultad excepcional • La inadmisión del recurso por cuanto la cuestión competencial
limitada temporalmente en no fue objeto de negociación en el seno de la Comisión bilateral
de cooperación;
cuanto a su vigencia. • La inadmisión parcial del mismo y el alzamiento de la suspen-
sión en relación con los arts. 15, 17.2, 27.2, 30, 33, 37, 39, 42, 46,
47 y 48 de la Ley, por ser estos los únicos que pueden ser objeto
de recurso.
• Por último, el alzamiento de la suspensión de todos los pre-
ceptos de la Ley impugnada para el caso de considerarse que el
recurso presentado lo es frente al texto completo de la misma.
Cual era el relativo al Como resulta de la simple lectura de las pretensiones “incidentales” for-
proceso previo a la muladas, la GV introducía, en este tramite procesal de controversia sobre
inconstitucionalidad llevado a la medida cautelar de suspensión, un elemento a esgrimir en cuanto a
cabo a través de la Comisión la cuestión de fondo, cual era el relativo al proceso previo a la inconsti-
tucionalidad llevado a cabo a través de la Comisión Bilateral de Coope-
Bilateral de Cooperación
ración Administración General del Estado-Generalitat Valenciana de 7
Administración General del de junio de 2007, y en el que únicamente se hacía referencia a los arts.
Estado-Generalitat Valenciana 15, 17.2, 27.2, 30, 33, 37, 39, 42, 46, 47 y 48 de la Ley ahora impugnada.
de 7 de junio de 2007, y en Proceso durante el cual, la Administración General del Estado sólo puso
el que únicamente se hacía reparos a los once artículos (o apartados de artículos) citados, sin tacha
alguna en cuanto al resto de la normativa, mientras que, en el recurso
referencia a los arts. 15, 17.2,
interpuesto –y en la medida incidental de suspensión–se atacaba, por
27.2, 30, 33, 37, 39, 42, 46, 47 y supuesta inconstitucionalidad, la totalidad de la citada Ley.
48 de la Ley ahora impugnada. Y en base a esta “incongruencia”, se articulaba el defecto legal de una
Proceso durante el cual, la “desviación de poder” por parte del Gobierno de la Nación, impután-
Administración General del dole la aceptación constitucional de sus preceptos –salvo los once
citados–en el trámite previo de las negociaciones habidas, mientras,
Estado sólo puso reparos a los
en sede constitucional, su postura había sido de impugnación de
once artículos (o apartados de toda la Norma, incluida la parte que previamente había admitido.
artículos) citados, sin tacha Con este planteamiento –y otros relativos al fondo de la cuestión-
alguna en cuanto al resto de la sobre la competencia de la GV para legislar en materia de Derecho
normativa. autonómico conforme a su Estatuto modificado (Ley Orgánica 1/2006,
de 10 de abril, en especial en sus arts. 7, 49.1.2 y Disposición Transitoria
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de la suspensión de la Ley de Régimen Económico Matrimonial Valenciano núm. 10/07 de 20 de marzo
2º. Requisitos
concurrentes
para la concesión/
mantenimiento de la
suspensión
E s importante, a mi juicio, (en interpretación de la facultad de so-
licitud de suspensión del art. 162.1 CE), el razonamiento que el TC
hace sobre su procedencia o improcedencia, justificándola no sólo
en la objetividad del texto y, por tanto, en la posibilidad de que se
En la necesidad de que ese
haga uso de ella, sin más; sino en la necesidad de que ese derecho de derecho de petición (con
petición (con el automatismo ya citado de su concesión por mor del el automatismo ya citado
art. 30 de la LOTC), venga respaldado, como “conditio sine qua non” de su concesión por mor
con la necesidad de evitar daños a los “intereses públicos o perjuicios
del art. 30 de la LOTC),
concretos a los ciudadanos”.
Así debe interpretarse cuando en su punto 2, párrafo segundo, dispo-
venga respaldado, como
ne que “En efecto, debemos reiterar que en este momento procesal, y “conditio sine qua non” con
a los efectos de la resolución de este incidente, lo discutido no han de la necesidad de evitar daños
ser cuestiones procesales o relativas a la delimitación de competencias a los “intereses públicos o
entre el Estado y la Comunitat Valenciana en materia de Derecho civil
perjuicios concretos a los
sino, únicamente, si la aplicación de la norma impugnada resulta sus-
ceptible de provocar perjuicios de imposible o difícil reparación en los
ciudadanos”.
intereses públicos o en los de los ciudadanos afectados por la norma
en cuestión, los cuales precisamente por revestir tal carácter, hayan de
prevalecer frente a los perjuicios derivados del eventual mantenimien-
to de la suspensión inicialmente acordada”.
Teniendo en cuenta estos dos elementos como susceptibles de basar La objetividad del mandato
la bondad de la petición de suspensión (y el automatismo en su con-
cesión), vemos que la objetividad del mandato de nuestra CE, precisa,
de nuestra CE, precisa,
además, del elemento concurrente de “daños a los intereses públicos” además, del elemento
o “daños a los ciudadanos afectados” para que pueda ser mantenida concurrente de “daños a los
en sede constitucional. intereses públicos” o “daños
Consecuencia de lo anterior es que, planteado conflicto sobre éste pun- a los ciudadanos afectados”
to, el TC deberá examinar –y de hecho examina con detalle– la concu-
rrencia de dichos elementos, no como una cuestión abstracta alegada
para que pueda ser mantenida
por cualquiera de ambas partes, sino como tema concreto a valorar, en en sede constitucional.
cuanto a su existencia y amplitud, según cita la propia resolución al
manifestar en el punto 3 de sus Fundamentos que: “Sentado lo anterior,
recordaremos que sobre este tipo de incidentes de suspensión existe una
consolidada doctrina constitucional, de acuerdo con la cual, para deci-
dir acerca del mantenimiento o levantamiento de la misma, es necesario
ponderar, de un lado, los intereses que se encuentran afectados, tanto el
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Análisis jurídico-constitucional del auto del pleno del TC de fecha 12 de junio de 2008 (número 156/08) que acordó el levantamiento
de la suspensión de la Ley de Régimen Económico Matrimonial Valenciano núm. 10/07 de 20 de marzo
3º. Inexistencia de
inseguridad jurídica
o de daños para el
interés público o
para los ciudadanos,
dif ícilmente reparables
L a cuestión planteada como alegato defensivo por el Gobierno, no
obstante la carencia ya analizada de elementos concurrentes que han
llevado al Pleno del TC a su desestimación, la aborda de nuevo el propio El TC admite la
TC en el punto 6 de los Fundamentos Jurídicos de la resolución que co-
consustancialidad del
mentamos, sentando una doctrina que consideramos digna de resaltar:
• a) Inseguridad jurídica alegada, provocada por la existencia funcionamiento de los
de una Ley Autonómica (en este caso la LREMV) atacada por dos ordenamientos legales
supuesta inconstitucionalidad, en vigor durante la tramitación (estatal y autonómico)
del recurso interpuesto. Esta primera cuestión es rechazada por con un manifiesto deseo
el TC no ya por la falta de probanza de dicha inseguridad, sino
de no colisión entre ellos;
en base a considerar que “los daños (supuestos) que pudieran
ocasionarse a la seguridad jurídica, son una consecuencia inhe- pero manteniendo que en
rente a toda situación de pendencia de un recurso de inconstitucio- el supuesto de tal colisión
nalidad y consustanciales, por tanto, al funcionamiento del Estado –a resolver por la vía de la
de las Autonomías y a la coexistencia del ordenamiento estatal con inconstitucionalidad– y la
los ordenamientos autonómicos…”
situación de “riesgo” que la
Llama la atención la claridad con la que el TC admite la consustan-
cialidad del funcionamiento de los dos ordenamientos legales (es- misma comporta, es normal
tatal y autonómico) con un manifiesto deseo de no colisión entre y debe aceptarse el mismo
ellos; pero manteniendo que en el supuesto de tal colisión –a resol- so pena de quebrar ab inicio
ver por la vía de la inconstitucionalidad–y la situación de “riesgo” las facultades de impulso
que la misma comporta, es normal y debe aceptarse el mismo so
legislativo de las CC.AA. en
pena de quebrar ab inicio las facultades de impulso legislativo de
las CC.AA. en sus ámbitos competenciales. sus ámbitos competenciales.
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Análisis jurídico-constitucional del auto del pleno del TC de fecha 12 de junio de 2008 (número 156/08) que acordó el levantamiento
de la suspensión de la Ley de Régimen Económico Matrimonial Valenciano núm. 10/07 de 20 de marzo
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nstitución, Estatutos de Autonomía y consultas populares: el caso del velado referéndum v
velado referéndum vasco de octubre de 2008 Constitución, Estatutos de Autonomía y con
os de Autonomía y consultas populares: el caso del velado referéndum vasco de octubre de
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Estatutos
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de Autonomía
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Constitución, de Autonomía y consultas populares: el caso del velado referéndum vasco de octubre de 2008
Constitución,
Estatutos de Autonomía y
consultas populares: el caso del
velado referéndum vasco de
octubre de 20081
Texto de:
Manuel Moreno Vázquez
Sumario:
I. Introducción. II. El supuesto de hecho y los tres parámetros para
enjuiciar la constitucionalidad de la Ley vasca. A) Origen político y
fundamentación jurídica de la consulta. B) Fundamentación jurídica
del recurso de inconstitucionalidad y alegaciones del Parlamento y
del Gobierno del País Vasco. III. El fondo y la forma: un referéndum
disfrazado de consulta popular, el cuestionamiento de la democra-
cia representativa y una alusión específica al concepto de “compe-
tencia implícita”. IV. El objetivo material de la consulta: una nueva
relación entre el Estado y la Comunidad Autónoma del País Vasco.
V. Un vicio de inconstitucionalidad vinculado con la alteración sus-
tancial del proceso de formación de la voluntad de una Asamblea
Legislativa. VI. De la Sentencia 103/2008, de 11 de septiembre, del
Tribunal Constitucional, a la regulación de las consultas populares
en los Estatutos de Autonomía reformados durante 2006 y 2007: la
matizada obtención de principios generales a partir de una decisión
concreta. VII. Silencio en octubre: breves consideraciones finales
sobre un referéndum no nacido.
I. Introducción
C omo es sabido, la técnica del levantamiento del velo ha permi-
tido a los tribunales de distintos órdenes jurisdiccionales averi-
guar cuál era el verdadero contenido de muchas relaciones jurídicas
que se escondían detrás de instituciones o figuras ficticias. Así ha
1. El autor quiere dedicar estas páginas a la memoria del Prof. Dr. D. Joaquín García Morillo,
Catedrático de Derecho Constitucional de la Universitat de València-Estudi General, en el
décimo aniversario de su fallecimiento. Mantener vivo su recuerdo y amar el Derecho Cons-
titucional es lo poco que puedo hacer para agradecerle lo mucho que me enseñó.
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2. La Ley fue publicada en el Boletín Oficial del País Vasco número 134, de 15 de julio
de 2008.
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¿Cuáles fueron los ¿Cuáles fueron los argumentos esgrimidos por el Gobierno Vasco
y por el Parlamento de esa Comunidad Autónoma para defender la
argumentos esgrimidos
plena constitucionalidad de la norma sometida a examen?
por el Gobierno Vasco y • 1. Para rebatir el primero de los vicios imputados a la Ley
por el Parlamento de esa 9/2008 se alegó la existencia de una competencia implícita de
Comunidad Autónoma la Comunidad Autónoma para convocar una consulta popular
para defender la plena no refrendataria, vinculada con el artículo 9.2 del Estatuto de
Autonomía, así como la competencia autonómica en materia
constitucionalidad de la
de organización, régimen y funcionamiento de sus institucio-
norma sometida a examen? nes de autogobierno.
• 2. No habría existido inconstitucionalidad material en la me-
dida en que con la consulta sólo se pretendía conocer un esta-
do de opinión de la ciudadanía vasca, sin cuestionar el orden
constitucional vigente ni anticipar inevitablemente hipotéticas
consecuencias jurídicas de futuro ni dar cobertura a una ini-
ciativa popular que, directa o indirectamente, plantease una
reforma constitucional.
• 3. Finalmente, no se habría producido infracción alguna del
Reglamento del Parlamento Vasco en la tramitación de la Ley
impugnada, puesto que el Abogado del Estado habría realiza-
do un paralelismo improcedente entre los requisitos consti-
tucionalmente habilitantes para adoptar un decreto-ley y las
exigencias previstas para tramitar un proyecto de ley por el
procedimiento de lectura única.
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7. Al hilo de la mención realizada a la Ley Orgánica 2/1980, debe recordarse que ésta
contempla los distintos aspectos procedimentales vinculados con las condiciones para
celebrar las distintas modalidades de referéndum: campaña de propaganda, votación,
escrutinio y proclamación de resultados, reclamaciones y recursos. Así mismo, cuando
en próximas páginas se aluda a la regulación de las competencias sobre consultas popu-
lares asumidas por determinadas Comunidades Autónomas en los Estatutos de Autono-
mía reformados durante 2006 y 2007, téngase en cuenta el contenido de la Disposición
Adicional de dicha Ley Orgánica, a cuyo tenor: “Las disposiciones de la presente ley
no alcanzan en su regulación a las consultas populares que puedan celebrarse por los
Ayuntamientos, relativas a asuntos relevantes de índole municipal, en sus respectivos
territorios, de acuerdo con la legislación de Régimen Local, y a salvo, en todo caso, la
competencia exclusiva del Estado para su autorización”. Los contenidos de la Ley Orgá-
nica reseñada deben ser interpretados también en relación con lo que establecen la Ley
Orgánica 5/1985, de 19 de junio, de Régimen Electoral General, y las Leyes Electorales de
las Comunidades Autónomas.
La referencia a la legislación de Régimen Local ha de entenderse realizada, en la actua-
lidad, al artículo 71 de la Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases del Régimen
Local: “De conformidad con la legislación del Estado y de la Comunidad Autónoma,
cuando ésta tenga competencia estatutariamente atribuida para ello, los Alcaldes, previo
acuerdo por mayoría absoluta del Pleno y autorización del Gobierno de la Nación, po-
drán someter a consulta popular aquellos asuntos de la competencia propia municipal
y de carácter local que sean de especial relevancia para los intereses de los vecinos, con
excepción de los relativos a la Hacienda Local”.
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la soberanía nacional y dejar en manos de los ciudadanos de una Se ha pretendido desde una
Comunidad Autónoma la capacidad para decidir sobre cuestiones Comunidad Autónoma
que afectarían directamente al orden de la convivencia de todo el
pueblo español9.
establecer unas relaciones
Esto lleva al Tribunal a considerar que la Ley 9/2008 adolece tam- con el Estado como si de
bién del segundo de los vicios de inconstitucionalidad que le habían otro Estado se tratase,
sido imputados, por un motivo que está directamente relacionado revisando los roles del
con la inconstitucionalidad de carácter competencial ya expuesta. poder constituyente y de
La norma impugnada constituía el instrumento para convocar no ya
un referéndum sino prácticamente, de forma más o menos directa,
los poderes constituidos,
un referéndum de reforma constitucional encubierta, en tanto en al margen de los cauces
cuanto las consecuencias que podían derivarse del mismo eran la procedimentales
consolidación del derecho a decidir su propio futuro por parte de expresamente regulados, y
una Comunidad Autónoma, con independencia de lo que pudiera eso es algo que no parece
opinar el resto de ciudadanos integrantes del pueblo español, único
poder constituyente y único titular de la soberanía nacional reco-
admisible porque supondría
nocido en el texto de la Constitución. fragmentar la titularidad de la
De tal modo que la fundamentación de la norma en la supuesta soberanía nacional y dejar en
competencia implícita derivada de la obligación de los poderes manos de los ciudadanos de
públicos vascos de facilitar la participación de los ciudadanos de una Comunidad Autónoma
esa Comunidad Autónoma en la vida política, resultaría más exor-
bitante, si cabe, puesto que habría sido utilizada para dotar de una
la capacidad para decidir
ficticia consistencia a un derecho inexistente, poniendo en duda, a sobre cuestiones que
corto o medio plazo, el sustrato del poder constituyente y, con ello, afectarían directamente al
el fundamento y la esencia de los poderes constituidos, siempre orden de la convivencia de
desde una parte del Estado pero con efectos sobre el conjunto de todo el pueblo español.
todos los ciudadanos.
También esta realidad se escondía bajo el velo levantado por el Tri-
bunal.
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11. Como es sabido, siguiendo un orden cronológico, han sido seis las reformas estatutarias
aprobadas: Ley Orgánica 1/2006, de 10 de abril, de reforma de la Ley Orgánica 5/1982, de 1
de julio, de Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana; Ley Orgánica 6/2006, de 19
de julio, de reforma del Estatuto de Autonomía de Cataluña; Ley Orgánica 1/2007, del 28 de
febrero, de reforma del Estatuto de Autonomía de las Illes Balears; Ley Orgánica 2/2007, de
19 de marzo, de reforma del Estatuto de Autonomía para Andalucía; Ley Orgánica 5/2007,
de 20 de abril, de reforma del Estatuto de Autonomía de Aragón, y Ley Orgánica 14/2007, de
30 de noviembre, de reforma del Estatuto de Autonomía de Castilla y León.
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primera mitad de los años ochenta del pasado siglo, así como su
posterior reforma durante los años noventa12.
Con independencia de la decisión que pueda adoptar el Tribunal
Constitucional sobre los recursos de inconstitucionalidad plantea-
dos contra numerosas disposiciones de algunos de esos nuevos
Estatutos (en particular, el catalán), se trata de efectuar un estudio
comparativo de todos ellos para verificar las notables diferencias
con el supuesto vasco y, a partir de esas divergencias, valorar la
posible extrapolación de los argumentos que han servido de moti-
vación a la Sentencia de 11 de septiembre de 200813:
Lo primero que merece ser 1. Lo primero que merece ser destacado es la existencia, en todos
destacado es la existencia, los Estatutos, de una referencia expresa a la competencia de la Co-
en todos los Estatutos, de munidad Autónoma respectiva en materia de consultas populares:
• a) En el caso de la Comunitat Valenciana, el artículo 28.5 del
una referencia expresa Estatut indica que “el President de la Generalitat podrá pro-
a la competencia de la poner, de acuerdo con lo que determine la legislación del Es-
Comunidad Autónoma tado, la celebración de consultas populares en el ámbito de la
respectiva en materia de Comunitat Valenciana, sobre cuestiones de interés general en
consultas populares. materias autonómicas o locales”, y el artículo 50 de esa misma
norma prevé lo siguiente: “En el marco de la legislación básica
del Estado y, en su caso, en los términos que la misma es-
tablezca, corresponde a la Generalitat el desarrollo legislativo
y la ejecución de las siguientes materias: 8. Corresponde a la
Generalitat el desarrollo legislativo del sistema de consultas
populares municipales en su ámbito, de acuerdo con aquello
que dispongan las leyes a las que hace referencia el apartado
3 del artículo 92 y número 18 del apartado 1 del artículo 149
de la Constitución Española. Corresponde al Estado la autori-
zación de su convocatoria”.
12. Ángel RODRÍGUEZ ha puesto de manifiesto la diferencia que existía entre la re-
gulación de las consultas populares en los Estatutos de Autonomía antes y después
del proceso de reformas de 2006 y 2007. Con anterioridad, el ámbito competencial
autonómico estaba restringido a las consultas populares locales, de manera que aque-
llas Comunidades Autónomas que no ostentaban una competencia explícita sobre la
materia, solían regularla invocando la competencia sobre régimen local. Por tanto, ya
fuera por una u otra vía, las Comunidades Autónomas podían ejercer la competencia
en materia de consultas populares, siempre que éstas se circunscribieran al ámbito
local. Sobre este particular, y en general para una comparación detallada de los Es-
tatutos no reformados y de los sí modificados durante estos últimos años, véase, del
autor citado, “Consultas populares”, en Francisco BALAGUER CALLEJÓN (dir.): Refor-
mas estatutarias y distribución de competencias, Instituto Andaluz de Administración
Pública, Sevilla, 2007, págs. 875 a 886.
13. Si bien es cierto que tanto la jurisprudencia como la doctrina aluden también, como
tipos específicos de consultas populares, a la participación ciudadana en los referendos
que se celebran durante los procedimientos de aprobación o reforma de un nuevo Esta-
tuto de Autonomía, sin embargo aquí se hará mención únicamente a aquellos preceptos
que, en cada Estatuto, contienen previsiones sobre las consultas populares en sentido
amplio, por entender que se trata del enfoque más ajustado al comentario que se está
llevando a cabo.
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14. Ha de tenerse en cuenta que una de las novedades importantes introducidas por
el Estatuto catalán, que como después se comprobará fue seguido en esto por otras
Comunidades Autónomas, ha sido la de incluir, dentro del Título IV (De las competencias)
un Capítulo I (Tipología de las competencias) en el que se define qué debe entenderse por
competencias exclusivas, compartidas y ejecutivas. En lo que aquí interesa, el artículo
110.1 del Estatuto catalán define las primeras del siguiente modo: “Corresponden a la
Generalitat, en el ámbito de sus competencias exclusivas, de forma íntegra la potestad
legislativa, la potestad reglamentaria y la función ejecutiva. Corresponde únicamente a
la Generalitat el ejercicio de estas potestades y funciones, mediante las cuales puede
establecer políticas propias”.
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15. De modo prácticamente idéntico al artículo 110.1 del Estatuto catalán, el artículo
42.2.1º del Estatuto andaluz indica que las competencias exclusivas asumidas por la
Comunidad Autónoma de Andalucía comprenden “la potestad legislativa, la potestad
reglamentaria y la función ejecutiva, íntegramente y sin perjuicio de las competencias
atribuidas al Estado en la Constitución”.
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2008 | nº 51 321
Extrac
ctoSentencia
de la
Foto anterior:
Extracto
Ext
de la Sentee
ncia 311/2
n 2
2006 del Traibunal Constitucional en el recurso de Amparo 6148-2005 (por vulneración del derech
de Amparo 6148-2005 (por vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva en materia de viole
género) Extracto de la Sentencia 311/2006 del Tribunal Constitucional en el recurso de Amparo 6148-2005 (
violencia de género) Extracto de la Sentencia 311/2006 del Tribunal Constitucional en el recurso de Amparo
en materia de violencia de género) Extracto de la Sentencia 311/2006 del Tribunal Constitucional en el recur
dicial efectiva en materia de violencia de género) Extracto de la Sentencia 311/2006 del Tribunal Constitucio
a la tutela judicial efectiva en materia de violencia de género) Extracto de la Sentencia 311/2006 del Tribunal
del derecho a la tutela judicial efectiva en materia de violencia de género) Extracto de la Sentencia 311/2006
vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva en materia de violencia de género) Extracto de la Sentenc
6148-2005 (por vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva en materia de violencia de género) Extrac
de Amparo 6148-2005 (por vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva en materia de violencia de gén
Extracto de la Sentencia 311/2006
del Tribunal Constitucional en
el recurso de amparo 6148-2005
(por vulneración del derecho a la
tutela judicial efectiva en materia
de violencia de género)
Texto de:
María José Rodriguez Blasco
e
interpuso QUERELLA personándose en el Juzgado competente en el
ejercicio de la acción popular, al amparo de los artículos 125 de la
Constitución Española, 19 de la Ley Orgánica del Poder Judicial y 101
de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Dicha personación se realizó por
el entonces Gabinete Jurídico (ahora actual Abogacía General) de la
Generalitat, en su representación y en calidad de “acusadora” en el
ejercicio de la acción popular.
2
El Ministerio Fiscal se opuso a dicha personación por entender que
la Administración de la Generalitat no encajaba en el concepto de
“ciudadanos” del artículo 125 de la Constitución Española, pero el
Juzgado confirmó la personación, por cuanto afectaba a intereses
públicos, considerando que con el delito, presuntamente cometido, se
producía un lesión indirecta a toda la sociedad, aplicando un “criterio
legitimador universal” que avalaba dicha personación.
La acción popular es un derecho cívico, que pertenece tanto a las
personas físicas como jurídicas, tanto a las de Derecho Privado, como
a las de Derecho Público. En tal sentido se concluye con una inter-
pretación amplia de la expresión “ciudadanos” del artículo 125 de
la Constitución Española. Por otra parte, no existe precepto alguno
que impida al Gobierno de una Comunidad Autónoma ser parte en
un proceso penal. Una interpretación acorde al principio pro actio-
2008 | nº 51 325
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326 2008 | nº 51
Extracto de la Sentencia 311/2006 del Tribunal Constitucional en el recurso de amparo 6148-2005
(por vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva en materia de violencia de género)
2008 | nº 51 327
eve extracto del contenido de recientes autos del Tribunal Superior de Justicia de la Comun
ntra acuerdos de las comisiones territoriales de urbanismo de la conselleria competente en
ento condicionadas a la existencia de recursos hídricos que garanticen el efectivo suminist
la Comunitat Valenciana en relación con los recursos interpuestos por la Administración d
ente en esta materia de la Administración del Consell, aprobando distintas regulaciones d
ministro de agua. Breve extracto del contenido de recientes autos del Tribunal Superior de
ción del Estado contra acuerdos de las comisiones territoriales de urbanismo de la conselle
Brevedele
nitat Valenciana en relación con los recursos interpuestos por la Administración del Estad
n esta materia de la Administración del Consell, aprobando distintas regulaciones del plane
ro de agua. Breve extracto del contenido de recientes autos del Tribunal Superior de Justic
del Estado contra acuerdos de las comisiones territoriales de urbanismo de la conselleria c
el planeamiento condicionadas a la existencia de recursos hídricos que garanticen el efect
Justicia de la Comunitat Valenciana en relación con los recursos interpuestos por la Adm
eria competente en esta materia de la Administración del Consell, aprobando distintas reg
extracto
l contenido de
Foto anterior:
Breve extra
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Breve e xtde recientes autos del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana en relación con los
acuerdos de las comisiones territoriales de urbanismo de la conselleria competente en esta materia de la Adm
miento condicionadas a la existencia de recursos hídricos que garanticen el efectivo suministro de agua. Brev
Justicia de la Comunitat Valenciana en relación con los recursos interpuestos por la Administración del Estad
conselleria competente en esta materia de la Administración del Consell,
aprobando distintas regulaciones del planeamiento condicionadas a la existencia de recursos hídricos que ga
de recientes autos del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana en relación con los recursos i
comisiones territoriales de urbanismo de la conselleria competente en esta materia de la Administración del
cionadas a la existencia de recursos hídricos que garanticen el efectivo suministro de agua. Breve extracto de
Comunitat Valenciana en relación con los recursos interpuestos por la Administración del Estado contra acu
competente en esta materia de la Administración del Consell, aprobando distintas regulaciones del planeami
Breve extracto del contenido de recientes autos
del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat
Valenciana en relación con los recursos interpuestos
por la Administración del Estado contra acuerdos
de las comisiones territoriales de urbanismo de
la conselleria competente en esta materia de la
Administración del Consell, aprobando distintas
regulaciones del planeamiento condicionadas a la
existencia de recursos hídricos que garanticen el
efectivo suministro de agua.
Texto de:
María José Rodriguez Blasco
a
188 de 28 de marzo de 2008, por el que se inadmite el recurso con-
tencioso-administrativo contra un acuerdo de la Comisión Territorial
de Urbanismo, supeditando la aprobación definitiva y publicación de
un determinado planeamiento urbanístico al cumplimiento de ciertas
condiciones de conformidad con la normativa vigente, entre otras la
existencia de recursos hídricos suficientes.
El órgano judicial concluye, tal y como defiende la Administración del
Consell, que el acto impugnado por la Administración del Estado no es
susceptible de recurso porque no nos hallamos ante un acto de apro-
bación definitiva del planeamiento, sino que la misma se producirá una
vez se subsanen las deficiencias observadas y, por consiguiente, deberá
volver al órgano competente para su aprobación definitiva, quien orde-
nará su publicación de conformidad con lo dispuesto en la normativa
urbanística.
Como hemos señalado, se trata de un acto cuya eficacia y validez queda
supeditada a la subsanación de ciertas condiciones, y así lo determina la
propia Comisión Territorial de Urbanismo.
El artículo 57.1 de la Ley 30/1992 ha regulado la posibilidad de que los
actos administrativos incluyan una cláusula accesoria que contenga
una condición suspensiva, al prever que los actos administrativos “se
presumirán válidos y producirán efectos desde la fecha en que se dicten,
salvo que en ellos se disponga otra cosa”. En este sentido, la jurispru-
dencia ha reconocido en numerosas ocasiones la plena legitimidad del
establecimiento de condiciones suspensivas, cuyo incumplimiento pro-
voca la ineficacia del acto (STS 3ª 29.11.2000). La casuística es amplia,
como es fácil de colegir a la vista de los repertorios jurisprudenciales
(SSTS 3ª 1.9.1993, 23.9.1994, 13.6.1995, 18.3.1999 y 29.1.2002, entre
otras muchas).
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Breve extracto del contenido de recientes autos del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana en relación con
los recursos interpuestos por la Administración del Estado contra acuerdos de las comisiones territoriales de urbanismo de la
conselleria competente en esta materia de la Administración del Consell, aprobando distintas regulaciones del planeamiento
condicionadas a la existencia de recursos hídricos que garanticen el efectivo suministro de agua.
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Breve extracto del contenido de recientes autos del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana en relación con
los recursos interpuestos por la Administración del Estado contra acuerdos de las comisiones territoriales de urbanismo de la
conselleria competente en esta materia de la Administración del Consell, aprobando distintas regulaciones del planeamiento
condicionadas a la existencia de recursos hídricos que garanticen el efectivo suministro de agua.
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Breve extracto del contenido de recientes autos del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana en relación con
los recursos interpuestos por la Administración del Estado contra acuerdos de las comisiones territoriales de urbanismo de la
conselleria competente en esta materia de la Administración del Consell, aprobando distintas regulaciones del planeamiento
condicionadas a la existencia de recursos hídricos que garanticen el efectivo suministro de agua.
Ley Jurisdiccional, para llegar a la conclusión de que el interés público por una
parte y daños y perjuicios de los particulares por otra, son los dos conceptos que
armonizados determinarán la procedencia o no de la suspensión, teniendo en
cuenta, en todo caso, que el público en general interés tiene una significación
prioritaria y trascendental para denegar la suspensión o para otorgarla con
mayor o menor amplitud. De otra parte lo que se impugna es una modificación
del Plan General de Puzol en la zona de playa y un proyecto de urbanización de
ésta, ambos son, o deben ser, el resultado de una elaboración meditada, jus-
tificada y democrática en cuanto fruto de la amplia participación de cuantos
ciudadanos hayan de verse afectados de cualquier forma por su ordenamiento,
lo que implica que muy importantes, graves y patentes deben ser las razones
que se esgriman para provocar la suspensión de su ejecutividad...”.
“... viene declarando esta Sala que el Plan elemento central del derecho urbanís-
tico, expresa el modelo territorial elegido en atención al interés público, y este
interés demanda la ejecución con notoria intensidad, por lo que solo excepcio-
nalmente, esto es, cuando se vean afectados intereses de muy elevada conside-
ración, puede accederse a suspensiones como la que ahora se examina..”.
“... ocurre, sin embargo, que el acto impugnado, aprobación definitiva del
Plan Parcial, en sí mismo considerado, no comporta la demolición del edi-
ficio... habrá de ser posiblemente, cuando se dicten actos en ejecución del
Plan, en los que eventualmente se acuerde la demolición, cuando resultara
procedente la petición de suspensión que ahora se formula. En consecuencia
de momento, hay un interés público evidente en la ejecución del Plan Parcial
aprobado, y es obvio que esta aprobación no causa, en sí misma y considera-
da los perjuicios de imposible o difícil reparación...”.
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Breve extracto del contenido de recientes autos del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana en relación con
los recursos interpuestos por la Administración del Estado contra acuerdos de las comisiones territoriales de urbanismo de la
conselleria competente en esta materia de la Administración del Consell, aprobando distintas regulaciones del planeamiento
condicionadas a la existencia de recursos hídricos que garanticen el efectivo suministro de agua.
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El art. 25.4, por las razones que hemos expuesto, no se puede interpre-
tar con el alcance que lo hace la Administración del Estado. Y a este
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Breve extracto del contenido de recientes autos del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana en relación con
los recursos interpuestos por la Administración del Estado contra acuerdos de las comisiones territoriales de urbanismo de la
conselleria competente en esta materia de la Administración del Consell, aprobando distintas regulaciones del planeamiento
condicionadas a la existencia de recursos hídricos que garanticen el efectivo suministro de agua.
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Colaboran
en este número:
Carmen Boldó Roda: Doctora en Derecho. Profesora Titular de Derecho Mercantil de la Uni-
versitat Jaume I, Castelló. Magistrada Suplente de la Audiencia Provincial de Castellón. Vocal
de la Comisión de Codificación Civil Valenciana.
Vicent García Edo: Doctor en Derecho. Doctor en Historia. Profesor Titular de Historia del
Derecho Español de la Universitat Jaume I, Castelló. Vocal de la Comisión de Codificación Civil
Valenciana.
Javier Guillem Carrau: Abogado. Doctor en Derecho. Lletrat Major de Les Corts Valencianes.
Rosa Moliner Navarro: Doctora en Derecho. Profesora Titular de Derecho Civil de la Univer-
sitat de València. Vocal de la Comisión de Codificación Civil Valenciana.
Manuel Moreno Vázquez: Jefe de Servicio de Derecho Foral y Seguimiento Legislativo, Di-
rección General de Coordinación del Desarrollo Estatutario y Promoción del Autogobierno,
Conselleria de Gobernación, Generalitat Valenciana.
Javier Palao Gil: Doctor en Derecho. Profesor Titular de Historia del Derecho y de las Institu-
ciones de la Universitat de València. Vocal de la Comisión de Codificación Civil Valenciana.
Consejo de Redacción
José Desfilis López Mauro Guillen Grech Manuel Moreno Vázquez
Vicente Domínguez Calatayud Ana María Matamales Sanchis Isabel Musoles Martínez – Curt
Federico Fernández Roldán Rosa Moliner Navarro Remedios Sánchez Férriz
Javier Guillem Carrau María José Morales Godos Jesús Emilio Torrejón Puchol
Nota de redacción: La revista no se hace responsable ni comparte necesariamente las opiniones expresadas por los
autores, que las formulan bajo su exclusiva responsabilidad.
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COLABORAN
Carmen Boldó Roda
Luis Delgado de Molina Hernández
Vicente Domínguez Calatayud
Vicent García Edo
Javier Guillem Carrau
Luis-Miguel Higuera Luján
Rosa Moliner Navarro
Manuel Moreno Vázquez
Javier Palao Gil
María José Rodríguez Blasco
Remedio Sánchez Ferriz
Vicente L. Simó Santonja