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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Popular Para la Educación Superior

Universidad José Antonio Páez

Facultad de Ingeniería

Escuela de Ingeniería Civil

Problema de la vivienda en 23 estados de Venezuela.

Integrante:
Lerwin Colina
C.I:24554523

San Diego, Mayo 2019


Introducción
El acceso a una vivienda digna es un derecho humano fundamental y satisfacer
esta demanda social representa un gran desafío para los gobiernos que deberían
promover programas de vivienda orientados a garantizar este derecho y abatir
la desigualdad social. En los últimos años, el Estado venezolano se olvidó del
problema del habitad y se dedicó a construir viviendas con lo cual se han agudizado
las problemáticas de seguridad, salubridad, servicios, atención de salud primaria,
escolaridad, transporte, aguas servidas, corrupción, etc. La construcción de
viviendas por parte del Estado venezolano, a través de la denominada Gran Misión
Vivienda Venezuela, se ha convertido en los últimos años en la política más
emblemática del gobierno actual. Pese a ello, no ha escapado de la realidad política,
social y económica del país, denuncias de corrupción e irregularidades en cuanto a
eficiencia de la política, y en general cuestionamientos acerca del cumplimiento de
la garantía del derecho a una vivienda adecuada según los estándares
internacionales establecidos en la Observación General Nº 4 del Comité de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas.
Problema de vivienda en Venezuela

El gobierno con una incompetencia descomunal y preso de sus propias


contradicciones no es capaz de encontrar vías para resolver este dramático
problema y la verdad es que no se construyen suficientes viviendas por culpa del
mismo. Lo limita la inestabilidad económica que promueven sus políticas, la
inseguridad jurídica que pisotea día tras día, la inflación que encarece
continuamente las obras, los costos de los préstamos y el desincentivo al ahorro
que no permite lograr una base suficiente de recursos para financiar la actividad.

La situación de la vivienda está asimismo muy relacionada con la inseguridad. En


entornos donde se malvive, sin servicios y teniendo que recorrer oscuros y
peligrosos callejones en los que no entra la policía es casi imposible impedir la
criminalidad. Así que ambos problemas pueden compartir al menos parcialmente
una misma solución.

Terrenos acordes para viviendas:

Con las alturas suficientes y dejando la mitad del suelo para calles, parques y
respetando los grados de las pendientes se puede edificar en la misma superficie
más de siete apartamentos por cada rancho previamente existente, es decir, con el
suelo de unos 140.000 ranchos es posible construir más de un millón de
apartamentos decentes, en un entorno adecuado y más seguro. Las estimaciones
indican que para esto se requerirían unas 1.250 hectáreas, en las que se sustituirían
mayoritariamente y de forma progresiva los ranchos por nuevas viviendas, sin
requerir de expropiación alguna.

Construir un millón de viviendas, urbanizando y con el beneficio al promotor, puede


requerir de unos 70.000 millones de dólares, una minucia comparado con lo que se
ha regalado al exterior y lo que se ha perdido entre los dedos de algunas manos,
sobre todo si se toma en cuenta que se resuelve totalmente el problema de vivienda
a la clase más necesitadas. El pago puede reconocer un 10% o 15% por el aporte
del suelo y la demolición del rancho. El resto podría ser pagado por el propietario a
30 años a un tipo de interés igual al que obtendría el Estado para financiar las obras,
con una cuota que nunca podría superar un porcentaje del salario mínimo.

Es posible edificar un millón de viviendas adicionales en menos de 10 años a un


costo final para el Estado de 10.000 millones de dólares, logrando un enorme
impacto en la economía con la creación de miles de empleos. Un gobierno
preocupado por el país eliminaría las barreras políticas y económicas que limitan la
construcción de viviendas y comenzaría a desarrollar de una vez un plan como el
propuesto en este artículo.

¿Cuáles son los estados donde hay menos viviendas?

Venezuela es un país mayoritariamente urbano con más del 90% de población


urbana, en la cual un porcentaje cercano al 85% de la población vive en zonas de
la Cordillera de la Costa (al norte del país), repartida en numerosas
conglomeraciones urbanas tales como Caracas, Maracaibo, Valencia,
Barquisimeto, Maracay, entre otras, todo esto a pesar de que la mitad del área
geográfica de Venezuela se ubica al sur del río Orinoco; esta región contiene
solamente un 5 % de la población venezolana.

El estudio de la población en Venezuela está a cargo del Instituto Nacional de


Estadística (INE), que se encarga de recabar, analizar y publicar datos. Su
publicación más conocida es el Censo de población, que se realiza en un periodo
no mayor a 15 años, el último estudio de este tipo se realizó en el año 2011.

Según las proyecciones del instituto nacional de estadística, los estados más
poblados para el año 2017 son: Zulia, Miranda, Carabobo, Aragua, y Distrito
Federal.

Los sectores con mayor necesidad de un plan de viviendas son las ciudades
grandes, al tener una cantidad de población mayor al resto del país, además de
poseer zonas de bajos recursos que tengan un mayor número hogares en malas
condiciones de habitad. Seguido de esto, enfocarse en zonas rurales, las cuales, a
pesar de tener un menor número de habitantes, también persiste un alto porcentaje
de personas en condiciones de cambiar su estado en el que vive.

Que se puede hacer:

1. El Estado debe concentrar sus esfuerzos de vivienda en los que menos


tienen complementándose con el esfuerzo privado.
 No debe haber mercado de financiamiento ni de construcción para los más
pobres. El Estado de asume el financiamiento para la construcción de estas
viviendas.
 Las viviendas construidas financiadas por el Estado deben ser construidas
realmente por el sector privado bajo un contrato.

2. El Estado debe subsidiar a la demanda.


 El subsidio debe ser a la demanda y no a la oferta ni a los insumos ni a los
materiales.
 Los ciudadanos deben escogen cual es la vivienda que desean comprar y el
Estado les facilita el subsidio.
 Las empresas de construcción privadas competirían para ganarse la
preferencia de los consumidores.

3. La asignación de viviendas por parte del Estado debe ser transparente y


estimula el ahorro.
 Debe existir una lista pública elaborada con base en criterios de puntos
claros.
 El ahorro y la bancarización deben ser obligatorios para estar en la lista.
 La prioridad se debe otorgar con base en el ahorro, el número de familiares
y antigüedad en el programa.
4. En el país debe haber un manejo exitoso de la inflación y crecimiento
económico.
 Expresión del valor de la vivienda en Unidades de Fomento con el objetivo
de considerar la inflación.
 Abatimiento de la inflación.
 Despegue del crecimiento económico.

5. Crecimiento masivo del financiamiento a la construcción y compra de


vivienda.
 Existencia de fondos privados dispuestos a invertir en el largo plazo
(vivienda), tales como fondo de pensiones y empresas de seguro.
 Titularización de hipotecas y desarrollo del mercado de capitales.

El problema más grande en Venezuela es el de la inflación, esta economía que


tenemos y que no para de aumentar por falta de mandatarios competentes (El
Gobierno) y que gracias a ellos Venezuela cada momento está más decaída,
deteriorada, etc. Muchos venezolanos perdieron el impulso a invertir en su país así
que prefieren escapar e intentar surgir en otro. El cambio y la solución pueden llegar,
pero cuando haya una buena administración económica, social y cultural, en ese
momento todos esos venezolanos que se fueron regresaran y apostaran a una
mejor Venezuela.
Conclusión

Llevando un buen control de la economía del estado se pueden lograr muchos


cambios y mejoramientos positivos. Realizando estudios en cada estado y
comunidad del país para así obtener información de cuáles son los sectores del país
con mayor crisis de vivienda, cuales tienen mayor población.

No existe un Proyecto Nacional claro para revertir esta situación. El modelo de


Estado que tenemos en Venezuela, desde hace casi un siglo, puede
conceptualizarse como un capitalismo de Estado, subdesarrollado y petrolero
dependiente (Petro-Estado). Oscila, dentro de un marco de centralismo político
autoritario, entre una tendencia hacia la modernización mediante el desarrollo de
una economía mixta público-privada (esfuerzo descentralizador) y otra tendencia
autoritaria nacionalista- estatista (estado céntrico), que a través de la concentración
de poder mediante el autoritarismo militarista y/o el populismo político, asume un rol
distribuidor ineficiente de renta petrolera.

Dichos proyectos deben tener un enfoque a futuro, que sea de crecimiento y


proyección, que no sea un plan para resolver un problema y salir de él. De manera
que en los próximos años no terminen siendo un fracaso y zonas en la que no
merezca la pena adquirir una vivienda.

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