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Cerro de Quininí

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Cerro de Quininí

Quininí

Traducción Montaña Sagrada de la Luna

Ubicación Cundinamarca

• Situación Tibacuy

• País(es) Colombia

Altitud 2.130 msnm

Superficie 1.900 ha

[editar datos en Wikidata]

El Cerro de Quininí1 (viene de Montaña sagrada de la Luna) es una reserva forestal


protectora perteneciente a un macizo montañoso de cumbre afilada que avasalla hacia el
occidente del Valle del río Magdalena y hacía el oriente del cañón del río Sumapaz, creada en
el año 1987 por la junta directiva del entonces instituto nacional de los recursos naturales
renovables del ambiente "INDERENA". Con una extensión de 1.900 hectáreas
aproximadamente, compuesta por bosques exclusivos para la protección, hasta fincas
agropecuarias (fincas cafeteras, cultivos de plátano, ganadería), representados en altitudes
que van desde los 1200 m.s.n.m. hasta los 2.133 m.s.n.m en su cumbre. La reserva forestal
protectora del Cerro del Quininí pertenece a la Jurisdicción del Municipio de Tibacuy.
Índice

 1Historia
 2Medio ambiente y ecología
 3Recomendaciones para el viajero
 4Referencias

Historia[editar]
La región corresponde al antiguo territorio indígena de los Panches, de cuya civilización hay
muestras en los petroglifos o arte rupestre y entierros funerarios dispersos en la zona, cuyo
legado representaba la importancia de la montaña sagrada de la luna "Quininí" como templo
sagrado, para alabar a la diosa.
Actualmente se dispone de senderos ecológicos que permiten reconocer los principales
pretroglifos y estructuras rocosas que se supone fueron de interés para la cultura Panche.
Destacándose entre ellas, el pico de la cabeza del indio (el cual por su particular formación y
tamaño, es el referente más reconocido del cerro por su representación histórica), el pico del
águila, el gritadero, la piedra del parto, la piedra del palco.
A lo largo del cerro, así como en gran parte del municipio de Tibacuy, hay bastantes
formaciones rocosas y piedras que emergen entre los bosques y los cultivos, que cuentan con
hendiduras conocidas como "moyas" donde se cree que los indígenas guardaban sus
posesiones valiosas, molían sus alimentos o dejaban ofrendas a sus dioses. Aunque no se ha
evidenciado alrededor del cerro. En el municipio recientemente se ha presentado la
destrucción de varias de estas rocas con dinamita, para utilizar la piedra en construcción.

Medio ambiente y ecología[editar]


La reserva forestal protectora cerro del Quininí se encuentra en Colombia en la cordillera
oriental dentro del departamento de Cundinamarca, siendo un corredor biológico importante
para el país, cuya ubicación geográfica y la abundancia de bosques nativos, hace del lugar un
área estratégica para la protección de flora y fauna, tanto de especies endémicas como de
especies migratorias.
A nivel hidrológico hace parte de la cuenca del Magdalena. Debido a que su régimen climático
es bimodal, presentando sus máximas precipitaciones en los meses de abril y octubre y de
forma opuesta los meses más secos son julio y enero, las fuentes de agua como quebradas y
nacederos pueden llegar a secarse.
Por su clima templado, es muy favorable a la proliferación de fauna y flora. Mamíferos: aunque
por la presión antrópica la presencia de grandes mamíferos nativos es casi nula, es posible
escuchar por las noches el ruido producido por las zarigueyas al comer, escalar árboles, o
hacer ladrar a los perros. Los campesinos comentan la aparición ocasional de armadillos y
tinajos. A nivel de aves, se cuenta con una gran variedad de aves canoras, llegando a ser un
lugar con más de 300 especies tanto propias de Colombia, destacándose la tangara turquesa
(Dacnis hartlaubi) endémica de Colombia, el carpintero de cola roja, mirlas grises, azulejos,
copetones, buhos y demás, hasta especies procedentes de Norteamérica. Así mismo en
cuanto a insectos es posible escucharlos o verlos en buenas cantidades, en los sectores no
intervenidos. Los hay de distintos tamaños y variedades, tales como matacaballos, avispas
cazadoras de arañas, milpies (el más vistoso es el de franjas negras y naranjas), mariposas
morpho, mariposas de cristal, etc. Hay una buena variedad de ranas y sapos, aunque por lo
abrupto del terreno es difícil encontrarlos, pero en los nacimientos de agua o riachuelos, es
posible ver bastantes renacuajos en épocas de lluvias. Hay desde pequeñas ranas (sapos)
arlequín del tamaño de monedas, a grandes sapos. En cuanto a flora, se destaca el roble, el
cedro negro, el higueron, los carboneros, los quiches, helechos y el Moh o nogal cafetero
(Cordia alliodora) el cual es bastante abundante y al florecer, es posible ver en el bosque
manchas cafés que representan la floración con semilla de estos árboles.

Recomendaciones para el viajero[editar]


El cerro del Quininí, es una reserva forestal, cuya prioridad de uso es para la conservación del
medio ambiente, así como del registro arqueológico de las culturas que habitaron el lugar, por
lo que el viajero se debe ceñir a los estándares acordes al mismo.
Al ser un macizo montañoso de cumbre afilada, recibe los vientos ascendientes de 2
microcuencas (Sumapaz y Tequendama), por lo que presenta una meteorología muy
cambiante, lo que quiere decir, que a lo largo del día y la noche, a medida que cambia la
temperatura, hay corrientes de viento, cortinas de nubes ascendentes, neblina que puede
humedecer todo el paisaje, e incluso cielos totalmente despejados, que permiten la vista de
hasta 25 municipios de ambas provincias, así como numerosas formaciones montañosas,
ecosistemas y agroecosistemas. Por lo que es importante ir bien preparado para sortear con
comodidad todos estos meteoros, de modo que se recomienda el uso de un buen bloqueador
solar que no se diluya con el sudor, impermeable, ropa cómoda que permita el movimiento y
que no retenga la humedad (tanto ambiental como la producida por el ejercicio).
Cuenta con senderos demarcados para realizar caminatas, que cubren el trayecto desde
Cumaca hasta el cerro, así como las rutas internas dentro de propiedades privadas. El nivel de
la caminata es intermedio, ascendente de ida y descendente de regreso, con algunos sectores
de nivel alto por su inclinación y por las características del terreno. Una caminata desde
Cumaca puede durar de 4 a 6 horas dependiendo de la habilidad del caminante así como las
actividades que realice durante el trayecto.
Dentro del parque no están autorizadas las fogatas ni la realización de camping, porque
afectan los ciclos naturales de los bosques que se preservan en el lugar, de los cuales el más
representativo es el bosque de robles que actualmente se encuentra en recuperación por la
presión del turismo. Para realizar estas actividades, durante el recorrido por las fincas
ubicadas en la parte media del trayecto a la montaña, se han asignado espacios para la
realización de las mismas y que cuentan con los servicios básicos (sanitarios, agua, lugar para
fogatas, duchas, comestibles) para el campista a precios realmente cómodos.
En cuanto a la hidratación y la alimentación, es importante recalcar, que la pérdida de líquidos
puede ser abundante por la exigencia del trayecto y que además solamente hay tiendas al
inicio, la mitad, por lo que se recomienda contar con bastante hidratación a la mano, así como
alimentos calóricos. Para mantener la salud del ecosistema es de vital importancia no arrojar
ningún tipo de basuras en el trayecto, porque no se cuenta con servicio de recolección de
basuras ni con canecas durante el recorrido, por este motivo es recomendable hacerse
responsable de los residuos.
Es importante tener en cuenta los costos (alimentación, transportes, entrada al
parque($10.000 por persona y 5.000 niños menores de 13 años )) , así como los transportes
($35.000 ida y vuelta para el 2014) y horarios de viaje disponibles, porque no hay rutas
directas permanentes de Bogotá a Tibacuy, además de que las rutas regulares que salen
desde el municipio de Fusagasugá, solo transitan hasta las 7pm. Desde Tibacuy a Bogotá hay
ruta directa pero es necesario reservar el cupo en la estación de transportes de Tibaucy o
Cumaca.
Si el viajero, no conoce con anterioridad el municipio, es de gran utilidad el contactarse con la
organización local, que le ofrecerán el servicio de interpretes locales, así como planes todo
incluido, que le permitirán tener un buen conocimiento del entorno, disfrutar de rutas turísticas
y las costumbres gastronómicas locales para próximas ocasiones.
Actualmente la protección del cerro ha sido asumida por APRENAT (Asociación de
Protectores de los Recursos Naturales y del Ambiente de
Tibacuy),<ref> https://aprenat.org/cuya organización vela por la subsistencia y preservación de
la reserva forestal, a través de procesos sociales con las mismas familias que habitan la zona.
Durante el trayecto por los senderos a la reserva natural, hay bastantes tramos que pasan
muy cerca (a menos de 1 metro) de precipicios verticales y de gran altitud, por lo que se
requiere de mucha responsabilidad en su tránsito, así como particular cuidado de los niños y
jóvenes que transiten por los mismos. Por la misma situación no se deben consumir alcohol ni
sustancias alucinógenas, porque se pone en muy alto riesgo su vida y la de quienes lo estén
acompañando.
No se recomienda hacer el recorrido dentro de la reserva, si presenta dolencias físicas que
dificulten el movimiento (por ejemplo problemas crónicos y/o degenerativos de las rodillas,
miedo extremo a las alturas) ni tampoco ir en solitario, porque hay varias áreas en las que no
hay señal de celular, ni presencia humana que escuche señales acústicas, además de zonas
de difícil acceso, condiciones que en su conjunto limitan la rápidez de respuesta en caso de
emergencia.

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