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Ni una menos, una campaña más

Hace poco, hemos sido testigos de una de las grandes marchas que convocó a políticos,
empresarios, hombres, mujeres y niños en protesta contra el feminicidio y la agresión
contra la mujer. En nuestro país las cifras indican que disputamos los primeros puestos
en índices de violación y feminicidio, el año pasado se reportaron 95 feminicidios
consumados y 198 tentativas, según cifras del Misterio de la Mujer y Poblaciones
Vulnerables. “Ni una menos” es un tema que está dando vuelta al mundo, el 13 de
agosto se realizó la marcha en Perú demostrando así el apoyo por la causa. Sin
embargo esta campaña no tiene nada de especial, existen tantas otras como: “Únete”,
“Di NO a la violencia contra la mujer”, “Campaña de la cinta blanca”, entre otras. Claro
que es muy bonito ver como todas las personas se reúnen y ofrecen apoyo, gritan,
protestan y hasta defienden la causa. Sin embargo, “Ni una menos” no pasa de ser más
que una campaña publicitaria que no trae cambios, es decir un grito efímero que se
pierde y no logra resultados concretos.
“Ni una menos”, más que una campaña que busque mejores condiciones de vida para
las mujeres suena a slogan publicitario. Eso es en lo que se ha convertido, en una
estrategia de marketing que se ha utilizado para reforzar marcas e imágenes de
personajes públicos. Empecemos con los polos con el logo de #niunamenos, empresas
como Ripley y Topitop se encargaron de repartir gratuitamente a la población asistente
(Perú.com, 2016). Como era de esperar los créditos no se hicieron de esperar, sin
embargo no fueron las únicas empresas que se encargaron de patrocinar la marcha;
también contamos con empresas del rubro del maquillaje y redes telefónicas; por otro
lado personajes políticos también aprovecharon para demostrar su apoyo a la causa
(Victoria, 2016).
Por otro lado “Ni una menos” no tuvo objetivos concretos, fue una marcha que duró un
día y solo sirvió para que la gente salga a las calles y proteste por algo de lo que talvez
recién acababan de oír. Si los objetivos de la marcha era protestar por las agresiones
contra la mujer, su objetivo debió ser simple: buscar una propuesta o un proyecto y
ponerlo en marcha para asegurar que los feminicidios cesen y se proteja a las mujeres.
Si se pide protección para la mujer, déjenme decirles señores que la protección no se
obtiene de una marcha. No se va a regalar el respeto a las mujeres, se deben realizar
acciones que les den el respeto que merecen. (Se debe realizar acciones las cuales les
brinden el respeto que se merecen). Nuestra sociedad a pesar de los años continúa
siendo una sociedad machista, en especial en las zonas rurales, se debe primero educar
a la mujer que principalmente es la que cría hijos machistas, la que impone los roles en
la casa. Ganarse respeto no es una cuestión de marchas únicamente, es una cuestión
de actitud.
En tercer lugar hablaré de nuestro sistema de justicia, vivimos en un país tan ilógico que
si agreden o violan es culpa de la mujer. Sin embargo exigimos que las mujeres
denuncien a sus agresores a pesar de que en la mayoría de los casos estos quedan
libres. Entonces con un sistema de justicia tan ineficiente, que en vez de proteger a las
mujeres y hacer valer sus derechos justifica a sus agresores mediante argumentos poco
válidos suena ilógico que se pida que las mujeres denuncien a sus agresores, sabiendo
que al final la justicia no hará nada y estos tomarán represalias contra ellas. Antes de
salir a protestar y exigir que las mujeres maltratadas levantes la voz deberíamos trabajar
en que nuestro sistema de justicia sea más efectivo, que sancione a los agresores y
proteja a las mujeres, dándoles así la confianza y la seguridad para que denuncien los
abusos.
En conclusión, “Ni una menos” no ha planteado objetivos concretos y por lo tanto solo
se ha convertido en una campaña más, un spot publicitario más con el que se busca
cinco minutos en cámara, donde las empresas y los políticos aprovechan la oportunidad
para obtener un poco de marketing y reconocimiento; sin embargo son pocas las
personas que de verdad se han comprometido con la causa y han buscado propuestas
para eliminar la violencia de género y los feminicidios. No necesitamos más campañas
absurdas que no logren hechos concretos, no necesitamos más espacios de publicidad
para políticos y empresas, no necesitamos más escándalos donde salgan a relucir los
malos momentos por los cuales pasó una mujer agredida; necesitamos formular leyes,
programas de protección, garantías de seguridad para la mujer, necesitamos educar a
la población y enseñar que el machismo no va, enseñar a la mujer a darse su lugar, a
proteger su integridad. Cuando por fin entendamos esto y empecemos a trabajar en ello,
se podrá decir por fin “Ni una menos”, porque eso será ya un hecho y no solo una frase
usada para una campaña de publicidad.

Referencias
Perú.com. (13 de Agosto de 2016). Ni una menos: las empresas que apoyan esta importante
marcha. Perú.com.

Victoria, A. L. (12 de Agosto de 2016). Conoce a las empresas y los ministros que apoyan
#NiUnaMenos. El Comercio.

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