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Consistente.-
Puesto que la personalidad es un rasgo distintivo de cada persona, éste permanece
relativamente estable a lo largo del tiempo, influyendo en su comportamiento. Esto no
evita que el individuo pueda cambiar su comportamiento debido a factores ambientales
o a las necesidades experimentadas.
Diferenciadora.-
La personalidad permite identificar a cada individuo como un ser único. Esta
característica se traduce en las distintas reacciones que pueden tener las personas ante
un mismo estímulo. La personalidad es única por ser una combinación de factores
internos, pero si queremos utilizarla como criterio de segmentación, se pueden destacar
uno o varios rasgos comunes.
Evolutiva.-
Aunque la personalidad es un rasgo consistente, puede variar a largo plazo por
la interacción con el medio, por las experiencias vividas por el individuo o simplemente,
a medida que el individuo va madurando.
No predictiva.-
La personalidad es una compleja combinación de características y comportamientos que
hacen difícil la predicción de la respuesta de los consumidores a los estímulos sugeridos.
*Según otra fuente son cinco las características por las que se puede definir la
personalidad. Éstas son: la personalidad abierta, la extraversión, la disciplina, la neurosis
y la amabilidad.
Extraversión (o introversión).
Alta socialización, atrevimiento en situaciones sociales, tendencia a evitar la soledad.
Tiende a experimentar emociones positivas: satisfacción, alegría, excitación. Posee una
intensa relación con el entorno. Su opuesto, la introversión, es idéntico, pero del signo
contrario en todo.
Apertura al cambio (o cerrazón).
Curiosidad intelectual, exploración estética, gusto por las experiencias interiores,
independencia de juicio. Tiende a la originalidad, la conciencia de las propias emociones
y a ser altamente imaginativo. En el caso opuesto, se trata de lo contrario: un talante
menos sensible al arte, más conforme a la familiaridad y menos
Responsabilidad (o irresponsabilidad).
Autocontrol, planificación, organización, todo aquello que compone la voluntad de
logro. Tiende a personalidades más concienzudas, más voluntariosas y determinadas, y
en su caso opuesto, tiende a valoraciones morales más laxas.
Amabilidad (o incordialidad).
Docilidad, capacidad de entablar relaciones interpersonales amistosas, confiabilidad,
solidaridad. Su polo positivo tiende a una mayor conformidad y el negativo a un
pensamiento crítico.
Neuroticismo.
Personalidades ansiosas, inestables, de mucha volubilidad emocional, con altos
contenidos de ansiedad y preocupaciones. Tiende a la baja tolerancia al estrés, poca
capacidad social, poca adaptabilidad.
TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
Los trastornos de la personalidad son un grupo de afecciones mentales en las cuales una
persona tiene un patrón prolongado de comportamientos, emociones y pensamientos
que es muy diferente a las expectativas de su cultura. Estos comportamientos
interfieren con la capacidad de la persona para desempeñarse en las relaciones
interpersonales, el trabajo y otros contextos.
En algunos casos, es posible que no te des cuenta de que tienes un trastorno de
personalidad porque tu manera de pensar y comportarte te parece natural. Y es posible
que culpes a los demás por los problemas que tienes.
Los trastornos de personalidad generalmente comienzan en la adolescencia o la adultez
temprana. Existen muchos tipos de trastorno de personalidad. Algunos tipos se vuelven
menos obvios en el transcurso de la mediana edad.
Causas
La personalidad es la combinación de pensamientos, emociones y conductas que nos
hacen únicos. Es el modo en el que ves, comprendes y te relacionas con el mundo
exterior, así como el modo en el que te ves a ti mismo. La personalidad se forma durante
la infancia y en ella incide la interacción de lo siguiente:
Los genes. Es posible que determinados rasgos de la personalidad se transmitan
de padres a hijos mediante los genes heredados. A veces, estos rasgos se llaman
tu temperamento.
El entorno. Esto incluye los alrededores en los que creces, los eventos que
tuvieron lugar y las relaciones con familiares y otras personas.
Se piensa que los trastornos de la personalidad son provocados por una combinación de
estas influencias genéticas y del entorno. Es posible que los genes te hagan vulnerable
a desarrollar un trastorno de la personalidad, y una situación de la vida puede
desencadenar el desarrollo.
Factores de riesgo
Si bien no se conoce la causa precisa de los trastornos de la personalidad, ciertos
factores parecen aumentar el riesgo de desarrollar o desencadenar estos trastornos,
entre ellos, los siguientes:
Antecedentes familiares de trastornos de personalidad u otras enfermedades
mentales
Vida familiar abusiva, inestable o caótica durante la niñez
Diagnóstico de trastorno de la conducta en la niñez
Variaciones en la química y en la estructura del cerebro
*Los profesionales en salud mental clasifican estos trastornos en los siguientes tipos:
Trastorno de la personalidad antisocial
Trastorno de la personalidad por evitación
Trastorno límite de la personalidad
Trastorno de la personalidad dependiente
Trastorno histriónico de la personalidad
Trastorno narcisista de la personalidad
Trastorno de la personalidad obsesivo-compulsiva
Trastorno de la personalidad paranoica
Trastorno esquizoide de la personalidad
Trastorno de la personalidad esquizotípica
Síntomas
Los síntomas varían ampliamente, dependiendo del tipo de trastorno de la personalidad.
En general, los trastornos de la personalidad involucran sentimientos, pensamientos y
comportamientos que no se adaptan a un amplio rango de escenarios.
Estos patrones generalmente comienzan en la adolescencia y pueden llevar a problemas
en situaciones laborales y sociales.
La gravedad de estas afecciones varía de leve a severa.
Pruebas y exámenes
Los trastornos de personalidad se diagnostican sobre la base de una evaluación
psicológica. El proveedor de atención médica valorará los antecedentes y la gravedad
de los síntomas de la persona.
Tratamiento
Al principio, las personas con estos trastornos usualmente no buscan tratamiento por
su cuenta. Esto es porque sienten que el trastorno es parte de ellos. Tienden a buscar
ayuda una vez que su comportamiento ha causado problemas graves en sus relaciones
personales o en sus trabajos. También pueden buscar ayuda cuando están luchando con
otro problema psiquiátrico, como un trastorno del estado anímico o drogadicción.
Aunque lleva tiempo tratar los trastornos de personalidad, ciertas formas de
psicoterapia pueden servir. En algunos casos, los medicamentos son un complemento
útil.
Expectativas (pronóstico)
El pronóstico varía. Algunos trastornos de la personalidad mejoran enormemente
durante la madurez sin ningún tratamiento. Otros solo mejoran lentamente, incluso con
tratamiento.
Posibles complicaciones
Las complicaciones pueden incluir:
Problemas con las relaciones interpersonales
Problemas en el trabajo o la escuela
Otros trastornos de salud mental
Intentos de suicidio
Abuso de drogas y alcohol
Trastornos de estado de ánimo y ansiedad