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SEÑOR
JUEZ DE TUTELA (REPARTO)
E. S. D.
MEDIDA PROVISIONAL
Con base en los hechos que más adelante expondré y por la necesidad y la
urgencia solicito como medida provisional que se ordene a la E.P.S
CAFESALUD, la entrega inmediata del medicamento TEMOZOLAMIDA
(TEMODAL) CAPSULAS X 10 MG FRASCO X 5 CAPS # 9, a ISABEL
CRISTINA SOTO GOMEZ, así mismo que se ordene la realización de
RADIOTERAPIA en Acelerador lineal con colimador multihojas, con planeación
computarizada en TAC, simulador multicortes de 64 cortes, integrando sus
imágenes en software de planeación en tres dimensiones 3D. Máscara
termoelástica para inmovilización de la cabeza durante la planeación y la
ejecución del tratamiento, esto de manera conjunta con la toma del medicamente
descrito anteriormente, por ser de carácter urgente según diagnóstico del médico
tratante, de igual manera la protección integral de la enfermedad catastrófica
como lo es sufragar los gastos del tratamiento en que deba incurrir ISABEL
CRISTINA, solicito a usted Señor Juez ordenar de manera INMEDIATA Y
PROVISIONAL a la E.P.S CAFESALUD, la realización de la RADIOTERAPIA,
la entrega del medicamento para QUIMIOTERAPIA y la protección integral de la
enfermedad de carácter paliativo que motivan esta Acción de Tutela.
HECHOS
CUARTO: A raíz del diagnóstico dado por el médico, que manifestaba que todo
estaba normal, el 3 de Noviembre de 2010 decidimos llevar a ISABEL CRISTINA
a valoración médica a donde un médico particular en SINAPSIS, donde se le
realizó un electroencefalograma computarizado con equipo digital de
polisomnografía y electroencefalografía Alice 5 de 21 electrodos.
PETICIÓN
Solicito, Señor Juez, se sirva con sustento en las normas invocadas y los
argumentos fácticos y de derecho sustentados, decretar en fallo de tutela, lo
siguiente:
DERECHOS VIOLADOS
Esta acción en procura de tutela de los derechos mencionados encuentra su
sustento en la Constitución Política, en la Ley, en la Doctrina y fundamentalmente
en la jurisprudencia de la Corte Constitucional.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
Fundamento la presente acción en los artículos 11, 48, 49, 86, de la Constitución
Política, Decreto 2591 de 1991, Decreto 306 de 1992, Decreto 1382 de 2000,
Ley 100 de 1993, y demás normas concordantes y complementarias al caso
materia de estudio.
Uno de los signos más notables del Estado Social de Derecho (artículo 1°
superior) se relaciona con el compromiso asumido por la organización estatal
consistente en brindar protección a los derechos económicos, sociales y
culturales. Como ha sido señalado de manera abundante en la jurisprudencia de
esta Corporación, por medio de estas garantías se materializa el propósito que
animó el tránsito del Estado de Derecho, anclado en una concepción puramente
formal de las libertades, hacia este nuevo modelo en el cual se reconoce el
trasfondo económico y social que subyace la totalidad de las relaciones
presentes en el ordenamiento, del cual depende, en último término, la posibilidad
real de goce de tales libertades.
En tal sentido, el objetivo al cual se hace alusión con la cláusula Estado social
de derecho consiste en ofrecer un acceso material al conjunto de derechos
reconocidos en los textos constitucionales, pues por motivo de la profunda
escisión entre economía y derecho –la cual había sido concebida como la
fórmula ideal para la realización de las libertades de las personas, se hizo
evidente la necesidad de enmendar las rupturas del tejido social que habían
surgido como consecuencia de la liberalización total del mercado que, a su vez,
había apartado a buena parte de la población de la oportunidad de ejercer sus
libertades fundamentales. El Estado Social de Derecho emerge, entonces, como
el resultado de una acentuada reformulación de los instrumentos para la
consecución de la libertad y, hasta cierto punto, de una nueva reflexión acerca
del concepto mismo de libertad que pretende ser amparada en las democracias
constitucionales.
1
En relación con el derecho a la salud, esta Corporación ha señalado que este es un
derecho fundamental de tipo asistencial, porque requiere para su efectividad de normas
presupuéstales, procedimentales y de organización que hagan viable su eficacia en la
práctica. Ver sentencia T-544 de 2002 y T-304 de 2005, entre otras.
2
Al respecto, consultar sentencias C-577 de 1995 y C-1204 de 2000.
3
“Son fines esenciales del Estado: servir a la comunidad, promover la prosperidad general y
garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución;
facilitar la participación de todos en las decisiones que los afectan y en la vida económica,
política, administrativa y cultural de la Nación; defender la independencia nacional, mantener
la integridad territorial y asegurar la convivencia pacífica y la vigencia de un orden justo. / Las
autoridades de la República están instituidas para proteger a todas las personas residentes en
Colombia, en su vida, honra, bienes, creencias, y demás derechos y libertades, y para asegurar
el cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de los particulares.”
como aquella en la que se encuentran las niñas y los niños, cuyos derechos por
orden del artículo 44 superior merecen una protección especial y en las que se
hallan algunas personas por motivo de sus limitaciones físicas, psíquicas,
sensoriales o económicas (artículo 13 superior) – en las que el derecho a la salud
se tornaba autónomo y podía ser protegido acudiendo a la tutela. Empero, tales
matizaciones dejaron en parte sin resolver el interrogante sobre el eventual
carácter iusfundamental que el derecho a la salud puede revestir.
De otra parte, como se indicó atrás, son varios los instrumentos internacionales
que reconocen el derecho de las personas a la salud5. El artículo 25 de la
Declaración Universal de Derechos Humanos afirma en su párrafo 1º que “toda
persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a
su familia, la salud y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la
asistencia médica y los servicios sociales necesarios.”
5
El derecho a la salud se reconoce en el inciso iv) del apartado e) del artículo 5 de la Convención
Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial, de 1965; en el
apartado f) del párrafo 1 del artículo 11 y el artículo 12 de la Convención sobre la eliminación de
todas las formas de discriminación contra la mujer, de 1979; así como en el artículo 24 de la
Convención sobre los Derechos del Niño, de 1989. Varios instrumentos regionales de derechos
humanos, como la Carta Social Europea de 1961 en su forma revisada (art. 11), la Carta Africana
de Derechos Humanos y de los Pueblos, de 1981 (art. 16), y el Protocolo adicional a la
Convención Americana sobre Derechos Humanos en Materia de Derechos Económicos, Sociales
y Culturales, de 1988 (art. 10), también reconocen el derecho a la salud. Análogamente, el derecho
a la salud ha sido proclamado por la Comisión de Derechos Humanos, así como también en la
Declaración y Programa de Acción de Viena de 1993 y en otros instrumentos internacionales.”
6
Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de Naciones Unidas, Observación
General 14, (artículo 12 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales),
(22º período de sesiones, 2000), U.N. Doc. E/C.12/2000/4 (2000).
“la salud abarca una amplia gama de factores socioeconómicos que promueven
las condiciones merced a las cuales las personas pueden llevar una vida sana,
y hace ese derecho extensivo a los factores determinantes básicos de la salud,
como la alimentación y la nutrición, la vivienda, el acceso a agua limpia potable
y a condiciones sanitarias adecuadas, condiciones de trabajo seguras y sanas y
un medio ambiente sano7.” Mediante la Observación General 14, el Comité de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales destacó, por lo demás, que el
derecho a la salud supone la existencia de cuatro elementos sin la presencia de
los cuales no podría sostenerse que se está garantizando la efectividad del
7
Ibíd.
derecho a la salud. Estos elementos son: disponibilidad8, accesibilidad9,
aceptabilidad10 y calidad11.
8
Esto es, la presencia del “número suficiente de establecimientos, bienes y servicios públicos de
salud y centros de atención de la salud, así como de programas.” El Comité admite que la
naturaleza misma de estos establecimientos, bienes y servicios puede estar determinada por
diferentes factores dentro de los cuales se cuenta también el nivel de desarrollo del Estado Parte.
Subraya, sin embargo, cuáles son los servicios básicos de salud que deben ser incluidos con
independencia de ese nivel de desarrollo. Al respecto, indica lo siguiente: “[c]on todo, esos
servicios incluirán los factores determinantes básicos de la salud, como agua limpia potable y
condiciones sanitarias adecuadas, hospitales, clínicas y demás establecimientos relacionados con
la salud, personal médico y profesional capacitado y bien remunerado habida cuenta de las
condiciones que existen en el país, así como los medicamentos esenciales definidos en el
Programa de Acción sobre medicamentos esenciales de la OMS.” Ibíd.
9
Es decir, que las personas puedan ingresar a los establecimientos de salud y hacer uso efectivo
de los bienes y servicios de salud sin que se presente ningún tipo de discriminación. A juicio del
Comité, lo anterior supone asegurar, de una parte, que los sectores más vulnerables y marginados
de la población no sean discriminados respecto de su posibilidad de hacer uso de los
establecimientos, bienes y servicios de salud. Toda suerte de discriminación – sea ella de género,
origen, raza o condición social, cultural o económica – queda terminantemente prohibida. En
opinión del Comité, la accesibilidad implica, de otra parte, garantizar el acceso físico en el sentido
de procurar las condiciones para que los establecimientos, bienes y servicios de salud estén al
alcance de todas las personas con independencia del lugar geográfico que habiten. Con ello se
trata de proteger de manera especial a sectores vulnerables o marginados tales como “las minorías
étnicas y poblaciones indígenas, las mujeres, los niños [y las niñas], [las y] los adolescentes, las
personas mayores, las personas con discapacidades y las personas con VIH/SIDA. La
accesibilidad también implica que los servicios médicos y los factores determinantes básicos de
la salud, como el agua limpia potable y los servicios sanitarios adecuados, se encuentran a una
distancia geográfica razonable, incluso en lo que se refiere a las zonas rurales. Además, la
accesibilidad comprende el acceso adecuado a los edificios para las personas con discapacidades.”
La accesibilidad conlleva asimismo a establecer condiciones por medio de las cuales se haga
factible el acceso a la salud de quienes carecen de los suficientes recursos económicos para tales
efectos. Así,“los establecimientos, bienes y servicios de salud deberán estar al alcance de todos.
Los pagos por servicios de atención de la salud y servicios relacionados con los factores
determinantes básicos de la salud deberán basarse en el principio de la equidad, a fin de asegurar
que esos servicios, sean públicos o privados, estén al alcance de todos, incluidos los grupos
socialmente desfavorecidos. La equidad exige que sobre los hogares más pobres no recaiga una
carga desproporcionada, en lo que se refiere a los gastos de salud, en comparación con los hogares
más ricos.” (Subrayas fuera del texto original).La accesibilidad comporta, del mismo modo, el
derecho a estar informados en forma suficiente sobre los establecimientos, bienes y servicios de
salud y, en tal sentido, a “solicitar, recibir y difundir información e ideas acerca de las cuestiones
relacionadas con la salud. Con todo, el acceso a la información no debe menoscabar el derecho
de que los datos personales relativos a la salud sean tratados con confidencialidad.” Ibíd.
10
Este requisito se cumple, según el Comité, cuando los establecimientos actúan y los bienes y
servicios se prestan de manera que se asegure el respeto por la ética médica y por las diferencias
culturales, esto es, cuando se obre bajo cánones “respetuosos de la cultura de las personas, las
minorías, los pueblos y las comunidades, a la par que sensibles a los requisitos del género y el
ciclo de vida,” y se conciban los servicios de tal modo que garanticen, en forma simultánea, el
respeto por el principio de confidencialidad.
11
De conformidad con lo establecido por el Comité en la Observación General 14, los
establecimientos, bienes y servicios de salud no sólo han de ser aceptables, mirados desde un
enfoque cultural, sino “también apropiados desde el punto de vista científico y médico y ser de
Según lo establecido en el Pacto sobre Derechos Sociales, Económicos y
Culturales la salud es, pues, un derecho fundamental que envuelve – como
sucede también con todos los demás derechos fundamentales -, prestaciones
de orden económico orientadas a garantizar de modo efectivo la eficacia de estos
derechos en la práctica. A ese respecto es muy clara la Observación 14 cuando
admite que el Pacto “establece la aplicación progresiva y reconoce los
obstáculos que representan los limitados recursos disponibles.” Lo anterior no
significa, sin embargo, que la salud deje de ser un derecho fundamental.
Justamente en este sentido, agrega la Observación General 14, el Pacto también
impone a los Estados Partes diversas obligaciones de efecto inmediato.
buena calidad. Ello requiere, entre otras cosas, personal médico capacitado, medicamentos y
equipo hospitalario científicamente aprobados y en buen estado, agua limpia potable y
condiciones sanitarias adecuadas.” (Subrayas fuera del texto original).Ibíd.
12
Consultar entre otras, Corte Constitucional. Sentencia T-016 de 2007; T-173 de
2008; T-60 de 2008.
determinación de las prestaciones que lo definen. En este contexto, es preciso
tanto racionalizar su prestación satisfactoria a cargo de los recursos que
conforman el sistema de salud en Colombia, como determinar en qué casos su
protección es viable mediante tutela.
13
Corte Constitucional. Sentencia. SU-337 de 1999.
salud se encuentra vinculado con otras garantías en virtud del nexo profundo
que comparten estas libertades, el cual les comunica el norte ideológico que
comparten, que no es otro distinto, a obtener la cabal realización del principio
de dignidad humana. De este modo, el derecho a la salud guarda una estrecha
relación con los derechos fundamentales a la integridad personal y a la vida
en condiciones de calidad y de dignidad, entre otros. Puestas así las cosas,
es necesario resaltar que dicha relación de articulación tan sólo indica la unidad
de propósito que recorre el conjunto de derechos reunidos bajo el signo de los
derechos fundamentales. Lo anterior significa que la alteración de una
determinada garantía –en este caso, el derecho a la salud- de manera
ineluctable concluye en la afectación de otros derechos que la rodean.
Por tal razón, en todos los casos se presenta una relación de conexidad con
derechos de diferente orden, tal como se hace evidente al suponer una violación
cualquiera de un derecho fundamental específico, en cuyo caso se observa que,
sin importar la garantía particular en la cual se piense, tal infracción coincide con
una vulneración del derecho a la dignidad humana –Vgr. Libertad de locomoción
– dignidad humana; derecho a la educación – dignidad humana; derecho al
debido proceso – dignidad humana. La anterior consideración pone de presente
en el caso particular del derecho bajo estudio que el carácter fundamental del
derecho a la salud no puede depender de una alegada relación de conexidad
con otros derechos fundamentales pues dicha exigencia trae consigo dos
proposiciones que suscitan serios reparos: (i) en primer lugar, por esta vía se
niega la naturaleza iusfundamental del derecho a la salud, en la medida en que
se demanda la acreditación de un vínculo con un derecho del cual sí se pueda
predicar efectivamente tal carácter; (ii) en segundo término, como ha sido
señalado en esta providencia, en cierta medida tal requisito es un contrasentido
dado que una vulneración de un derecho fundamental –cualquiera sea éste- en
todos los casos trae consigo la alteración de otras garantías, por lo que en estos
eventos siempre se presenta una relación de conexidad.
14
Cfr. Corte Constitucional. Sentencias T-076 de 1999 y T-956 de 2005, entre muchas
otras.
que pese a no estar expresamente catalogado en el texto de fundamentales,
ellos se toman en fundamentales cuando su desconocimiento pone en peligro
derechos de rango fundamental o genera la violación de estos, conformándose
una unidad que reclama protección integral, pues las circunstancias fácticas
impiden que se separen ámbitos de protección.
Se ha señalado por el alto tribunal que para que los derechos a la seguridad
social y a la salud se consideren como derechos fundamentales, es necesario
que cumplan los presupuestos destacados por la jurisprudencia, los cuales son:
15Ver entre otras sentencias la SU-180 de 1997 y T-1255 M.P. Dr. Alejandro
Martínez Caballero, T-488 de 2001, M.P. Dr. Jaime Araujo Rentaría.
práctica de tratamientos, en virtud de la primacía de la Constitución al amparar
el citado derecho fundamental.
Por otra parte si una persona padece una enfermedad incurable que afecta de
manera grave su vida y las condiciones en que se desarrolla, la protección que
se le debe brindar no es sólo de resultado, sino que incluye la facultad de agotar
todas las posibilidades enderezadas a conservar su existencia vital. El paciente
en esas circunstancias no está destinado a ser abandonado a la fatalidad sino
que tiene derecho a que se le garanticen unas mínimas condiciones para aliviar
sus dolencias y abrigarle esperanzas de recuperación y de prolongación de la
vida amenazada, si ese es su deseo16 Así, como lo ha manifestado la Corte, el
Estado debe ofrecer a los enfermos terminales que enfrentan intensos
sufrimientos, todas las posibilidades para que sigan viviendo, por lo cual es su
obligación brindarles los tratamientos paliativos del dolor17.
16 Se pueden consultar las sentencias T-271 del 23 de junio de 1995 (M.P. Alejandro Martínez
Caballero) y T-224 del 5 de mayo de 1997 (M.P. Carlos Gaviria Díaz).
17 Cfr. Corte Constitucional. Sentencia C-239 del 20 de mayo de 1997 (M.P. Carlos Gaviria Díaz).-
de la Salud18 con respecto a los programas nacionales de control de cáncer para
fundamentar su fallo.
El mismo artículo señala, además, que se garantizará a los pacientes con cáncer
“Todos los estudios necesarios para el diagnóstico inicial, así como los de
complementación diagnóstica y de control”.
18 Las cuales se deben tener en cuenta dada la necesidad de determinar el contenido de los
derechos humanos reconocidos en la Constitución y en tratados internacionales a la luz de la
interpretación que de los mismos hacen los órganos internacionales que tienen la competencia
de aplicar las normas de derecho internacional: Cfr. Sentencias C-010 de 2000 y T-1319 de 2001.
Si bien la OMS no es un órgano jurisdiccional o cuasijurisdiccional de aplicación de normas de
derechos humanos, el Comité de Sociales, Económicos y Culturales, que sí tiene la anterior
naturaleza, a propósito del derecho a la salud ha afirmado que “los Estados Partes deben utilizar
la información y los servicios de asesoramiento amplios de la OMS en lo referente a la reunión
de datos, el desglose de los mismos y la elaboración de indicadores y bases de referencia del
derecho a la salud”: en Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, Observación
General 14, El derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud (artículo 12), 2000. Párrafo
57.
19 Ibid.
procurar alivio a sus dolencias, a buscar, por los medios posibles, la
prolongación de la vida amenazada, si así lo desea."
Así las cosas, es preciso concluir que en los casos de pacientes con cáncer, la
EPS a la cual se encuentre afiliado el usuario, tiene la responsabilidad de realizar
todos los estudios necesarios para el diagnóstico inicial de la enfermedad, así
como los de complementación diagnóstica y de control y suministrar de manera
eficiente e inmediata los tratamientos que requiera el paciente para el
mejoramiento de su calidad de vida y protección de su derecho fundamental a la
vida., sin dilatar en el tiempo el suministro de los tratamientos que requiere el
paciente para conservar la vida.
Ahora bien, de acuerdo con la norma citada, otra situación es la relacionada con
la responsabilidad de la EPS y del ente territorial respectivo, frente al costo del
procedimiento diagnóstico según su inclusión o no en el Plan Obligatorio de
Salud. En este sentido, es claro que desde ningún punto de vista, la definición
de dicha responsabilidad puede implicar la demora en la realización del
diagnóstico y del tratamiento médico a seguir. Esto por cuanto, (i) como se indicó
anteriormente, la tardanza en la realización de un diagnóstico médico, dado que
dilata la determinación de la enfermedad, prolonga los padecimientos del
usuario, y por lo tanto, disminuye sus condiciones de vida en términos de
dignidad; (ii) la efectividad de los derechos fundamentales a la salud, a la vida
digna y a la integridad personal de un paciente, no puede posponerse a la
resolución de las controversias económicas o administrativas que se susciten
entre las EPS y los entes territoriales; (iii) las responsabilidades financieras y
administrativas de las EPS y de los entes territoriales, no pueden ser asumidas
por los sujetos más vulnerables del Sistema de Seguridad Social en Salud, esto
es, los usuarios; y, (iv) las EPS cuentan con medios de defensa judicial para
hacer efectivo su derecho a repetir contra el ente territorial respectivo, por el valor
de todos aquellos servicios médicos que preste y que no se encuentren incluidos
en el POS-S.
PRUEBAS
DOCUMENTALES
12. Fotocopia de la orden médica del Oncólogo Clínico, Dr. Jesús Insuasty,
del día 6 de Diciembre de 2010, donde especifica el medicamento
TEMOZOLAMIDA (TEMODAL) CAPSULAS X 10 MG FRASCO X 5
CAPS # 9.
ANEXOS
JURAMENTO
COMPETENCIA
NOTIFICACIONES
La suscrita podrá ser notificada en la calle 53 # 16-173 Barrio San Miguel Tel:
6303345- 3124162485.
Del señor Juez,
_________________________
MARIO FERNANDO SOTO GOMEZ
C.C. No. 91.292.552 de Bucaramanga.