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Análisis de Andrei
Chikatilo
Un análisis psicológico del Carnicero de Rostov
Andréi Románovich Chikatilo fue un asesino en serie que vivía en la Unión Soviética.
Fue conocido bajo el alias de "El Carnicero de Rostov", cometió asalto sexual,
asesinato y mutilación de como mínimo 52 mujeres y niños entre 1978 y 1990.
Chikatilo confesó un total de 56 asesinatos y fue juzgado por 53 de éstos en abril de
1992. Fue condenado y sentenciado por 52 muertes en octubre de 1992,
posteriormente fue ejecutado en febrero de 1994.
Egocentrismo: Chikatilo demuestra un gran interés por ser reconocido por otras
personas, en parte por las bajas habilidades sociales que poseía, ya que la verse
limitadas sus recursos psicosociales para interactuar con otras personas era
frecuentemente menospreciado, humillado o dominado por otras personas, esto lo
llevó a acumular sentimientos de impotencia y odio hacia quienes lo ridiculizaban, el
único medio donde se sentía cómodo para encontrar reconocimiento en el ambiente
académico, terminando tres licenciaturas se interesó en la docencia, posiblemente el
único lugar donde intuía que tendría el reconocimiento de personas por sus
licenciaturas e inteligencia, a pesar de sus brillantes credenciales sus alumnos no los
respetaban, le pusieron el apodo de “ganso” porque sus largos hombros encorvados
hacían que su cuello pareciese alargado, y porque lo tenían por tonto. A pesar de las
agresiones físicas, verbales, en su trabajo y en casa Chikatilo hizo poco para
detenerlo, simplemente se sometía a ellos, por lo que podemos decir que tenía un
egocentrismo basado en su formación académica (no en su capacidad intelectual)
pero que no era lo suficientemente fuerte (a pesar de ser un formación muy difícil de
lograr) para imponer su autoridad y respeto a los demás.
Agresividad: Chikatilo gran parte de su vida pudo lidiar con los sentimientos de
impotencia, rechazo y humillación que por la dinámica social que vivía, en pocos
momentos de su vida se mostraba impulsivo, en especial con la sensación de
agresividad, pero por su historia de vida y los crímenes que cometió se especula que
el objeto más frecuente de su agresividad eran las mujeres y jóvenes, por el constante
menosprecio, el reclamo de mujeres por su impotencia sexual, a pesar de la gran
variabilidad de las víctimas, fue durante los primeros dos asesinatos que Chikatilo
saco todo el resentimiento que cargaba en su recuerdos. Es obvio que solo podía
sacar todos estos sentimientos cuando estaba a solas con las víctimas, cuando se
sentía impotente, cuando estaban vivas o muertas. El aspecto más sobresaliente es
la falta de culpa después de los episodios de violencia, y el placer que le genera el
sufrimiento de sus víctimas.
Indiferencia afectiva: Chikatilo podía establecer vínculos profundos, pero con muy
pocas personas, la más importante su pareja sentimental y posiblemente sus hijos a
los que se dedicaba por temporadas, en especial entre su primer y segundo
asesinato, aunque no hay más información al respecto.
Inintimidabilidad: Chikatilo ciertamente mostraba temor por la consecuencia de sus
actos, lo demuestra con la cautela en la que envolvía a la víctima para ir de paseo al
bosque para no ser visto, además que durante su periodo en la cárcel en 1984 donde
pauso y perfecciono su elección de víctimas. Más temía al remordimiento, la
sensación de culpa o la angustia por los actos cometidos, su único temor era a la
justicia soviética.
Inadaptado:
Área sexual: Incapacidad de tener una erección salvo momentos muy raros,
frustración por la poca capacidad de tener coito con mujeres, teniendo
eyacules prematuras o impotencia, sensación y pensamientos sobre su
castración de nacimiento.
Adaptación:
Evidencia conductual: Le quita los ojos a la víctima, semen encima del cuerpo,
muerde, corta y mastica, pezones, pechos y otras partes del cuerpo.