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1.

UNIDAD I
1. Familia: Distintos conceptos. Naturaleza Jurídica. El derecho de
familia: Concepto y ubicación. Caracteres. Contenido. Derechos
subjetivos familiares.
Familia. Concepto: La palabra familia tendrá un significado diferente de
acuerdo al sentido en que se la utilice:
a) Familia en sentido amplio: es el conjunto de personas entre las cuales
existe un vínculo jurídico familiar. La familia de una persona estará
comprendida por sus parientes por consanguinidad (ascendientes,
descendientes y colaterales) como así también por sus parientes por
afinidad (parientes del cónyuge) y sus parientes por adopción (simple o
plena). En este concepto de familia se incluye también al cónyuge pese a
no ser pariente. Este significado de familia es el importante para el
estudio de la materia. b
b) Familia en sentido intermedio: es el conjunto de personas que viven
en una misma casa bajo la autoridad del dueño de ésta. Este criterio era
utilizado en el derecho romano clásico.
c) Familia en sentido restringido: la familia estaría integrada por el
padre, la madre y los hijos que viven con ellos o que están bajo su
potestad. La familia en este sentido tiene gran importancia en el orden
social. A este criterio se refiere el art. 14 bis de la CN (protección
integral de la familia; defensa del bien de familia; compensación
económica familiar).
También se define a la familia con un criterio sociológico y otro jurídico.
 Concepto Sociológico: es una institución permanente que está
integrada por personas cayos vínculos derivan de la unión
intersexual, de la procreación y del parentesco.
 Concepto Jurídico: la familia está formada por todos los individuos
unidos por vínculos jurídicos familiares que hallan origen en el
matrimonio, en la filiación y en el parentesco.
Naturaleza jurídica de la familia. Hay distintas posiciones doctrinarias:
1. La familia como una Persona Jurídica. Los que afirman esta teoría
entienden que la familia tiene derechos patrimoniales (propiedad del
bien de familia, asignaciones y prestaciones familiares, etc.) y
extrapatrimoniales (nombre patronímico, derechos que surgen de la
patria potestad, derecho a defender la memoria de los muertos, etc.).
En nuestro país son pocos los que aceptan esta teoría. Los que la
rechazan entienden que la familia en sí misma carece de capacidad de
adquirir derechos y contraer obligaciones, y tanto los derechos
patrimoniales como los extrapatrimoniales son adquiridos
individualmente por las personas que la conforman, no por la familia
en sí.
2. La familia como un Organismo Jurídico. Según esta teoría la familia
cuenta con una organización con caracteres jurídicos similares a los
del Estado: en un Estado se dan relaciones recíprocas entre los
individuos y sujeción de ellos al Estado; en la Familia se dan
relaciones recíprocas entre los individuos que la conforman y
sujeción de ellos a los miembros de la familia a quienes la ley les
confiere autoridad. Esta teoría no ha tenido seguidores en la doctrina
nacional.
3. La familia como institución. La familia es la institución de que se
vale la sociedad para regular la procreación, la educación de los hijos
y la transmisión por herencia de la propiedad. Esta teoría es sostenida
por la mayoría de la doctrina. La institución es todo elemento de la
sociedad cuya duración no depende de la voluntad subjetiva de
individuos determinados.
Derecho de familia. Concepto: está integrado por el conjunto de normas
jurídicas que regulan las relaciones jurídicas familiares.
Relación jurídica familiar: es el vínculo que se establece entre las
personas que integran la familia respecto de bienes materiales e
inmateriales y que el ordenamiento jurídico protege con el fin de que la
institución pueda alcanzar sus fines esenciales.
Ubicación: Como las relaciones familiares conciernen a situaciones
generales de las personas en sociedad, integra el derecho civil, pero con
caracteres especiales que lo distinguen de las otras divisiones de este
derecho.
Caracteres: presenta los siguientes
a) influencia de las ideas morales y religiosas al adoptar soluciones
legislativas,
b) los derechos subjetivos otorgados por sus normas implican deberes
correlativos,
c) ubica las relaciones de familia puras que organiza la familia por sobre
las relaciones pecuniarias,
d) existe mayor restricción de la autonomía de la voluntad, pues casi
todas sus normas son imperativas.
Contenido: Las partes que comprende son: derecho matrimonial;
relaciones jurídicas paterno-filiales, relaciones jurídicas parentales y
Relaciones cuasi-familiares.
Derechos subjetivos familiares: el derecho de familia participa de las
características del derecho subjetivo con la peculiaridad que los mismos
tienen como correlato un deber, es decir van acompañados siempre de un
deber. De allí su calificación de derechos-deberes o poderes-funciones.

2. Parentesco: Concepto. Grados, líneas, ramas y troncos.


Parentesco por consanguinidad, por afinidad y por adopción.
Concepto. Cómputo. Efectos Jurídicos del parentesco.
Concepto: está definido en el art. 345 CC:”El parentesco es el vínculo
subsistente entre todos los individuos de los dos sexos, que descienden
de un mismo tronco”.
Pero esta definición es parcial, ya que sólo comprende a los
consanguíneos y no a los afines ni el parentesco habido de la adopción.
De manera que el parentesco puede definirse como el vínculo existente
entre las personas en virtud de la consanguinidad, la afinidad o la
adopción.
Grado: es “el vínculo entre dos individuos, formado por la generación”
(art. 347, parte 1ra.); es decir, el vínculo o relación determinado por la
generación biológica; lo cual determinará que, entre ascendientes y
descendientes, haya tantos grados como generaciones, como dice el art.
352 CC.
Línea: es “la serie no interrumpida de grados”, o sea de generaciones
biológicas (art. 347, parte 2da.); esta definición peca de incompleta.
También, como se verá, la línea se establece por la relación existente
entre consanguíneos determinada por una ascendencia común, aunque
cada cual pertenezca a distintas ramas (caso de los parientes colaterales).
Tronco: es el ascendiente común de dos o más ramas; o sea, aquel de
quien, por generación, se originan dos o más líneas (descendentes), las
cuales, por relación a él, se denominan ramas (art. 348, CC).
Rama: art. 348 CC. Las líneas derivadas de un genitor común se llaman
ramas.
Clasificación del parentesco. Tomando en cuenta su fuente u origen, se
distingue: a) el parentesco por consanguinidad, es decir, el que vincula o
liga a las personas que descienden unas de otras (padres e hijos,
recíprocamente), o de un antepasado común; b) el parentesco por
afinidad, o sea el que vincula o liga a un cónyuge con los parientes
consanguíneos del otro, y c) el parentesco por adopción, existente entre
adoptante o adoptantes y adoptado (en la adopción simple, art. 329 y ss.
CC) o entre el adoptado y sus parientes y los consanguíneos y afines de
los adoptantes (en la adopción plena, art. 323 y ss. CC).
Efectos: el parentesco produce efectos civiles (p.ej. es fuente de
impedimentos matrimoniales, genera vocación hereditaria, derecho a
deducir oposición al matrimonio, deber alimentario, etc.); penales (p.ej.
como agravante en el delito de homicidio, abuso sexual; como tipificante
de delitos: incumplimiento de los deberes de asistencia familiar y como
eximente de responsabilidad: hurto, defraudaciones o daños, etc.) y
procesales (causal de recusación y excusación de magistrados y
funcionarios judiciales).

3. El estado de familia: Concepto y caracteres. Efectos. Título de


estado de familia. Posesión de estado. Estado aparente de familia.
Concepto: El estado es la posición jurídica que las personas ocupan en la
sociedad; esa posición les es dada por el conjunto de calidades que
configuran su capacidad y sirven de base para la atribución de deberes y
derechos jurídicos. El estado de una persona puede ser considerado
desde distintos puntos de vista; en particular el estado de familia es la
posición que una persona ocupa dentro de la familia. Esta posición estará
determinada por el vínculo jurídico familiar que lo une con otra persona.
En este aspecto, se puede tener el estado de soltero, casado, viudo,
separado o divorciado; y con relación a otra persona determinada, el de
cónyuge, pariente o extraño. Dentro del parentesco, se distinguen los
distintos tipos (por consanguinidad, por afinidad y por adopción;
matrimonial o extramatrimonial) y casos (padre, hijo, hermano, tío,
sobrino, suegro, yerno o nuera, etcétera).
Caracteres: el estado de familia es un atributo de la personalidad, y como
tal presenta los siguientes caracteres:
1) Universalidad: comprende todas las relaciones jurídicas familiares, es
decir las conyugales como las parentales.
2) Unidad: el estado de familia debe apreciarse en cada persona
individualmente.
3) Oponibilidad erga omnes: puede oponerse contra cualquiera que
intente desconocer derechos y deberes que surjan del estado de familia.
4) Inalienabilidad: no puede negociarse ni renunciarse a sus efectos.
5) Imprescriptibilidad: el paso del tiempo no altera el estado de familia.
6) Intransmisibilidad: no se transmite al morir.
7) Indivisibilidad: la persona debe ostentar el mismo estado de familia
frente a todos.
Efectos: El estado de familia produce diversos efectos jurídicos:
a) Efectos Civiles:
 Ø es la base de ciertos impedimentos matrimoniales (de
consanguinidad, afinidad, ligamen y adopción);
 Ø es fuente de la vocación hereditaria ab-intestato;
 Ø es fuente de la obligación alimentaria para los parientes, padres y
cónyuges;
 Ø otorga el derecho a la tutela y a la cúratela legítimas; etc.
b) Efectos Penales: el estado de familia puede jugar como agravante de
un delito, como eximente de responsabilidad e incluso como elemento
necesario para que se cometa el delito.
 Ø Como agravante: homicidio, violación, lesiones, privación de la
libertad, etc.
 Ø Como eximente de responsabilidad: hurto, defraudación o daño
entre cónyuges, ascendientes, descendientes y afines en línea recta.
Encubrimiento de parientes hasta 4o de consanguinidad y 2o de
afinidad.
 Ø Como elemento necesario del delito: incumplimiento de deberes
de asistencia familiar.
c) Efectos Procesales: el estado de familia inhabilita para ser testigo
salvo que sólo fuera para reconocimiento de firma.
d) Efectos Provisionales: permite gozar del derecho a pensión.
Título de estado de familia: Es el instrumento público o el conjunto de
instrumentos públicos de los cuales resulta el estado de familia de una
persona; y que conforma la prueba legalmente establecida para acreditar
ese estado. Por ejemplo:
 Ø Título de estado matrimonial: partida de matrimonio
 Ø Título de filiación matrimonial: partida de matrimonio de los
padres y partida de nacimiento del hijo
 Ø Título de filiación extramatrimonial: partida de nacimiento del hijo
e instrumento en que conste el reconocimiento del padre o la madre.
Posesión de estado: es el goce de hecho de determinado estado de
familia, con título o sin él. Quien se halla provisto del título de su estado
de familia tiene la propiedad de ese estado. Pero ello es independiente de
la situación de hecho que al estado corresponde, que puede existir con
título de estado o sin él, del mismo modo que puede existir título de
estado sin posesión, como en el caso de los esposos que viven separados
de hecho o de los hijos que no están bajo la guarda de los padres.
Estado aparente de familia. Hay estado de familia aparente cuando existe
posesión de estado pero no hay título, o cuando éste existe pero es falso
o está viciado; en el primer caso, hay estado aparente de hecho, y, en el
segundo, estado aparente de derecho.
a) Estado aparente de hecho: se da cuando hay posesión de estado sin
título (p.ej. en el concubinato).
b) Estado aparente de derecho: se da cuando hay posesión de estado con
título falso (p.ej.: matrimonio viciado de nulidad; reconocimiento de hijo
cuando en realidad no lo es). Produce todos los efectos del estado
verdadero, en tanto su poseedor no sea desplazado mediante la acción
judicial correspondiente.
4. Acciones de estado: a) Concepto, caracteres; b) Distinga acciones
de estado de familia de las acciones de ejercicio del estado de
familia; c) Clasificación de las acciones de estado: concepto de cada
y ejemplos en cada caso.
a) Acciones de Estado. Concepto: Son las que tienden a obtener un
pronunciamiento judicial sobre el estado de familia correspondiente a
una persona. Su finalidad lograr un título de estado del cual se carece
(p.ej. el de hijo extramatrimonial de determinada persona); extinguir un
título de estado falso o inválido (p.ej. el de hijo extramatrimonial
respecto de determinada persona, quién en realidad no es su padre
biológico); modificar un estado de familia del que se goza (de casado a
divorciado), crear un estado de familia nuevo (el de adoptado).
Acciones de Estado. Caracteres: a) Inalienables: no pueden transmitirse;
b) Irrenunciables: en principio son irrenunciables, pero algunos autores
consideran que este principio tiene excepciones: cuando la acción se
extingue por el transcurso del tiempo (caducidad), etc. c) Inherencia
personal: son inherentes a la persona a la cual le pertenece ei estado de
familia. En principio no puede heredarse el derecho a ejercer la acción,
sin embargo en algunos casos se admite siempre que la acción no
hubiera caducado para el difunto. d) Imprescriptibles: son
imprescriptibles; esto no significa que no puedan estar sujetas a
caducidad.
b) Distinción con las acciones de ejercicio del estado de familia: estas
acciones tienden a lograr el ejercicio de derechos o cumplimiento de
deberes que emanan de un estado de familia (p.ej. alimentos).
c) Las acciones de estado de familia se pueden clasificar a partir de
diversos criterios
 Clasificación de las acciones según el efecto de las sentencia:
1. Acciones constitutivas: buscan obtener una sentencia que genere
estado de familia nuevo o extinga o modifique el existente, lo que nunca
ocurre en las declarativas. Tenemos:
- Acciones de estado matrimonial (acción de divorcio, de separación);
- Acciones de filiación adoptiva (adopción, revocación de adopción).
2. Acciones declarativas: Buscan obtener una sentencia que establezca el
verdadero estado de una persona cuando no concuerda con el
jurídicamente aparente. Se subdividen en:
- Acciones de reclamación: tienen por objeto que se reconozca el estado
preexistente, persiguen la obtención del título de estado de familia que se
carece; las acciones de reclamación de estado son:
1. i. La acción de reclamación de estado matrimonial, que se ejerce para
obtener el reconocimiento de la existencia de un matrimonio cuando
falta el acta de celebración.
2. ii. La acción de reclamación de filiación matrimonial: Se da al hijo
del matrimonio cuando su filiación no resulta de inscripciones en el
Registro Civil.
3. iii. La acción de reclamación de la filiación extramatrimonial:
Comprensiva de la reclamación de la maternidad y la reclamación de
la paternidad, se confiere al hijo extramatrimonial cuya maternidad
no está establecida de igual manera ni ha sido reconocido por su
madre, o cuando no ha sido reconocido por su padre.
- Acciones de contestación o impugnación: su finalidad es excluir el
estado, o sea, privar del estado de familia que goza aquel a quien no le
corresponde. Persiguen la impugnación del título existente, son las
siguientes:
1. i. Acciones de estado matrimonial: busca comprobar la inexistencia
del matrimonio, su ejercicio es necesario cuando existe acta de
celebración del matrimonio inexistente, con el fin de anularla;
comprende: la acción de nulidad del matrimonio, trátese de nulidad
absoluta o relativa, cuya finalidad es obtener la anulación del
matrimonio celebrado, y la acción basada en la reconciliación
posterior a la sentencia de separación, tiene por objeto privar de
efectos tal sentencia cuando la existencia de la reconciliación es
negada.
2. ii. Acciones de filiación matrimonial: comprenden la acción de
negación de la paternidad matrimonial, la acción de impugnación de
la paternidad matrimonial, y la acción de impugnación de la
maternidad.
 Clasificación de las acciones vinculadas con el titulo de estado de
familia: pueden ser:
1. Acciones de emplazamiento: Son todas aquellas que tienen por objeto
emplazar en un estado, es decir, colocar a una persona en un estado de
familia determinado, de manera que la sentencia es el título del estado de
familia
2. Acciones de desplazamiento: las que en lugar de tratar de obtener un
título de estado tienden a destruir el título existente.
 Clasificación de las acciones según el vínculo familiar al cual se
refieren:
1. Acciones de Estado Matrimonial: acción de nulidad de matrimonio,
acción de reclamación de estado matrimonial, etc.
2. Acciones de Filiación: estas se subdividen en:
- Acciones de filiación matrimonial: acción de reclamación de la
filiación matrimonial, acción de impugnación de la paternidad, etc.
- Acciones de filiación extramatrimonial: acción de reclamación de
estado de hijo extramatrimonial, etc.
- Acciones de filiación adoptiva: acción de adopción, acción de
revocación de adopción, etc.

5. Violencia Familiar: concepto y causas. Normativa aplicable a los


casos de violencia familiar.
Concepto: se considera que existe violencia familiar cuando una persona
sufriese lesiones o maltrato físico o psíquico por parte de alguno de los
integrantes del grupo familiar. Se entiende grupo familiar a aquel
originado por el matrimonio o por uniones de hecho,
independientemente de que convivan o no.
Régimen legal: la ley 24417 establece lo siguiente:
- Sujetos que pueden denunciar:
a) toda persona que sufriese un hecho de violencia familiar. La denuncia
puede hacerla en forma verbal o escrita ante un juez de familia,
solicitando al juez además medidas cautelares;
b) los representantes legales, el ministerio público, los servicios
asistenciales sociales o educativos (público o privados), los profesionales
de la salud y todo funcionario público en razón de su labor, tienen el
deber de denunciar los hechos de violencia familiar sobre menores,
ancianos o discapacitados.
- Procedimiento: ante una denuncia de violencia familiar, el juez
requerirá de los peritos un diagnóstico de interacción familiar para
determinar: a) daños físicos y psíquicos sufridos por la víctima; b) la
situación de peligro y c) el medio social y ambiental de la familia.
- Medidas cautelares: además de las pericias, el juez puede adoptar las
siguientes medidas cautelares:
a) Ordenar la exclusión del autor del hecho violento de la vivienda donde
habita el grupo familiar.
b) Prohibir el acceso del autor del hecho violento al domicilio y a los
lugares de trabajo o estudio de la víctima.
c) Ordenar el reintegro al domicilio a petición de quien ha debido salir
de él por razones de seguridad personal, excluyendo al autor del hecho
violento.
d) Decretar provisoriamente alimentos, tenencia y derecho de
comunicación con los hijos.
Dentro de las 48 horas de adoptadas las medidas cautelares, el juez, a
partir del informe de los peritos, convocará al ministerio fiscal y a las
partes a una audiencia de mediación instando al grupo familiar a asistir a
programas educativos y terapéuticos.
Se debe dar participación al Consejo Nacional del Menor y la Familia.
En el Código Procesal Penal de la Nación se estipuló, en art. 310 párr. 2º
que en procesos de delitos cometidos dentro del grupo familiar
conviviente (aunque sea a partir de uniones de hecho) el juez podrá
disponer la exclusión del hogar del procesado, cuando las circunstancias
del hecho hicieran presumir que pueden repetirse los dichos delitos. Si el
procesado tiene deberes de asistencia familiar y la exclusión hiciera
peligrar la subsistencia de los alimentados, se deberá dar intervención al
asesor de menores para que disponga las medidas que correspondan.

UNIDAD II: MATRIMONIO


6. Matrimonio: Concepto y caracteres. Evolución histórica.
Naturaleza jurídica. Fines. Requisitos esenciales: diversidad de sexo.
Consentimiento.
Concepto: La palabra “matrimonio” puede tener tres significados
diferentes, de los cuales sólo dos tienen interés desde el punto de vista
jurídico. En un primer sentido, matrimonio es el acto de celebración; en
un segundo es el estado que deriva de ese acto para los contrayentes; y
en el tercero, es la pareja formada por los esposos. Las significaciones
jurídicas son las dos primeras:
 Matrimonio-fuente es el acto por el cual la unión se contrae.
 Matrimonio-estado es la situación jurídica que para los cónyuges
deriva del acto de celebración.
Este doble significado tiene importancia, para la determinación de la
naturaleza jurídica del matrimonio. Lo fundamental es que el
matrimonio-fuente o matrimonio-acto es el acto constitutivo del estado
de familia de cónyuges y que el matrimonio-estado es tal estado de
familia o vínculo jurídico familiar, trasuntado en un complejo de
derechos y deberes que fija el derecho.
Caracteres: se señalan como caracteres del matrimonio actual la unidad,
la monogamia, la permanencia y la legalidad.
- Unidad: está dada por la comunidad de vida a que se hallan sometidos
los esposos como consecuencia del vínculo que los liga; para
fortalecerla, las legislaciones actuales procuran que la adopción de las
decisiones más trascendentes se haga de común acuerdo entre aquéllos.
- Monogamia: implica la unión de (un solo hombre con una sola mujer)
2 personas.
- Carácter permanente (o perdurable, o estable): en el sentido de que se
contrae con la intención de que perdure y de que su estabilidad está
asegurada por la ley, la que sólo en circunstancias excepcionales permite
su disolución. Pero permanencia no puede identificarse con
indisolubilidad
- Legalidad: cabe considerarla desde el punto de vista del matrimonio-
acto o desde el del matrimonio-estado. En el primer aspecto estaría dada
por la celebración de las nupcias según las formas impuestas por la ley.
En el segundo, porque los derechos y deberes que de él surgen forman
un estatuto legal forzoso, del cual los contrayentes no se pueden apartar.
Fines: la constitución de la familia legítima, la procreación y el cuidado
y educación de los hijos.
Evolución histórica: El origen del matrimonio se vincula con el origen
de la familia, y a su respecto existe igual disidencia que con relación a
ésta, sobre si en sus orígenes la familia fue matriarcal o patriarcal. En
cuanto al número de personas que lo integran, se distingue el matrimonio
monogámico (de un hombre con una mujer) del poligámico (de uno o
más hombres con una o más mujeres). El matrimonio fundado en el
consentimiento de los contrayentes es relativamente reciente, ya que se
presenta claramente sólo en el derecho romano y en cierta etapa de la
evolución.
Requisitos: Para que exista matrimonio válido y lícito es necesaria la
reunión de requisitos intrínsecos, esenciales o de fondo y extrínsecos o
de forma. Son esenciales;
Diversidad de sexo: es un requisito tan esencial para la existencia del
matrimonio que la generalidad de las legislaciones se abstiene de
enunciarlo expresamente, dándolo por supuesto. La ley 23.515 incluyó a
la diversidad de sexo como requisito esencial del matrimonio en el
nuevo texto del art. 172 CC según el cual “es indispensable para la
existencia del matrimonio el pleno y libre consentimiento expresado
personalmente por hombre y mujer. Requisito eliminado por la ley
26.628.
Consentimiento. Es la voluntad de cada uno de los contrayentes de
unirse al otro con sujeción a las reglas legales a que está sometido el
vínculo conyugal. En nuestro régimen legal, es requisito necesario para
la existencia del matrimonio (art. 172 CC). Se manifiesta externamente,
como regla general, mediante la declaración de uno y otro de los futuros
esposos de querer tomarse respectivamente por marido y mujer (art. 188,
párr. 3 CC).

7. Concubinato: Concepto. Caracteres. Efectos.


Concepto: Según el criterio tradicional, el concubinato es la situación de
hecho en que se encuentran dos personas de distinto sexo que hacen vida
marital sin estar unidos en matrimonio. Se trata, pues, de una unión de
hecho con caracteres de estabilidad y permanencia; quedan
indudablemente excluidas de su concepto tanto la unión transitoria de
corta duración cuanto las relaciones sexuales estables pero no
acompañadas de cohabitación.
Caracteres:
1) Entre un solo hombre y una sola mujer: debe tratarse de personas de
diferente sexo y de una unión monogámica.
2) Comunidad de vida (similar a la convivencia matrimonial): no habrá
concubinato por mantener relaciones sexuales circunstanciales o
esporádicas.
3) Convivencia estable y permanente: que la convivencia perdure
durante un tiempo prolongado.
4) Fidelidad: esto no quiere decir que ante una infidelidad deja de existir
el concubinato; sino que si las infidelidades son reiteradas no se
cumpliría con el requisito de unión monogámica.
Efectos: se clasifican en efectos negativos (pérdida de un derecho) y
efectos positivos (adquisición de un derecho).
Efectos negativos
a) Pérdida del derecho alimentario: el cónyuge que por sentencia de
separación personal o divorcio vincular recibe alimentos dejará de
recibirlos si vive en concubinato.
b) Pérdida de la vocación hereditaria: el cónyuge que luego de la
separación personal conserva la vocación hereditaria sobre el otro, la
perderá si vive en concubinato.
Efectos positivos
a) Alimentos: los concubinos no tienen obligación civil de prestarse
alimentos recíprocamente; pero la jurisprudencia ha determinado que
existe entre ellos una obligación natural (es decir, ninguno le puede
exigir judicialmente al otro la entrega de alimentos, pero si uno le
entregó alimentos al otro ya no podrá reclamar lo entregado);
b) Indemnización por muerte del concubino (aumentante): si el
concubino supérstite recibía alimentos del fallecido podrá reclamar el
daño patrimonial (dejar de percibir alimentos) al autor del hecho ilícito.
c) Indemnización por muerte del concubino (trabajador): dice la LCT en
su art. 248: “En caso de muerte del trabajador, la mujer que hubiese
vivido públicamente con él, en aparente matrimonio, durante un mínimo
de 2 años anteriores al fallecimiento tendrá derecho a percibir una
indemnización cuando el trabajador fallecido fuere soltero o viudo.
Tratándose de un trabajador casado y presentándose la situación antes
contemplada, igual derecho tendrá la concubina del trabajador cuando
la esposa por su culpa o culpa de ambos estuviere divorciada o
separada de hecho al momento de la muerte del causante, siempre que
esta situación se hubiere mantenido durante los 5 años anteriores al
fallecimiento”.
d) Beneficios previsionales: dice la ley 24.241 en su art. 53: “En caso de
muerte del jubilado, del beneficiario de retiro por invalidez o del
afiliado en actividad, gozarán de pensión la conviviente o el conviviente.
Se requerirá que él o la causante se hallase separado de hecho o
legalmente, o haya sido soltero, viudo o divorciado y hubiera convivido
públicamente en aparente matrimonio durante por lo menos 5 años
inmediatamente anteriores al fallecimiento. El plazo de convivencia se
reducirá a 2 años cuando exista descendencia reconocida por ambos
convivientes. El o la conviviente excluirá al cónyuge supérstite cuando
éste hubiere sido declarado culpable de la separación personal o del
divorcio. En caso contrario, y cuando él o la causante hubiere estado
contribuyendo al pago de alimentos o éstos hubieran sido demandados
judicialmente, o el o la causante hubiera dado causa a la separación
personal o al divorcio, la prestación se otorgará al cónyuge y al
conviviente por partes iguales”.
e) Continuación de la locación: dice la ley 23.091 en su art. 9: “En caso
de abandono de la locación o fallecimiento del locatario, el
arrendamiento podrá ser continuado en las condiciones pactadas, y
hasta el vencimiento del plazo contractual, por quienes acrediten haber
convivido y recibido del mismo ostensible trato familiar”.

8. Los esponsales: Concepto y solución legal.


Concepto: recibe la denominación de “esponsales” (o “esponsales de
futuro”, por oposición a los esponsales de presente, que en el derecho
canónico histórico equivalían al matrimonio) a la promesa bilateral
mutuamente aceptada que dos personas de distinto sexo se hacen de
contraer matrimonio más adelante.
Naturaleza jurídica. En la doctrina de los países que asignan efectos
jurídicos a la promesa de matrimonio hay posiciones contrapuestas, que
van desde los que ven en los esponsales un contrato y la que los
considera una simple situación de hecho. Éstos últimos deben acudir a
diversos fundamentos para justificar efectos como el de que la ruptura
constituye un hecho ilícito, que existe una obligación ex lege de reparar
los perjuicios derivados de ella, o que tal obligación resulta de la culpa
por responsabilidad precontractual.
Como opiniones intermedias o derivaciones de la tesis contractual
pueden estimarse las que los califican de antecontrato, de acto jurídico, o
de simple acto lícito.
Solución legal: En el derecho argentino respecto de los esponsales hubo
2 momentos:
- Antes de la ley 23.515 tanto el art. 165 CC como la ley 2393 de
matrimonio civil establecían que: “La ley no reconoce esponsales de
futuro. Ningún tribunal admitirá demanda sobre la materia, ni por
indemnización de perjuicios que ellos hubiesen causado”. Es decir que,
si uno de los cónyuges rompía la promesa de matrimonio provocando
culposa o dolosamente un perjuicio al otro, el perjudicado no podía
exigir una indemnización.
- Con el dictado de la ley 23.515 (modificatoria del CC) el art. 165
quedó redactado de la siguiente manera: “Este código no reconoce
esponsales de futuro. No habrá acción para exigir el cumplimiento de la
promesa de matrimonio”. Con esta nueva redacción, el perjudicado
podría exigir ser indemnizado ya que sólo se prohíbe la acción para
exigir el cumplimiento de la promesa de matrimonio.
Régimen jurídico:
v Nulidad de los esponsales: como consecuencia de la negativa a
reconocer los esponsales de futuro, éstos son nulos como acto jurídico,
su nulidad es absoluta, declarable de oficio en cuanto resultase
manifiesta del acto, o a pedido del Ministerio Público en el interés de la
ley. Si se los encubriese bajo la forma de otro acto de objeto no
prohibido, cabe la acción de simulación tendiente a acreditar la
verdadera naturaleza del acto.
Como consecuencia de la nulidad de la obligación de casarse, también
son nulas la cláusula penal pactada entre los prometidos, la constituida
por un tercero para asegurar la obligación de contraer el matrimonio, y la
donación de tercero en favor de uno de los prometidos sometida a la
condición suspensiva de que se produzca la ruptura de los esponsales por
causa del otro prometido.
v Responsabilidad: Al que incumple la promesa de matrimonio no le
corresponde responsabilidad contractual porque la promesa recíproca de
matrimonio no constituye un contrato; pero habrá responsabilidad
extracontractual si el incumplimiento de la promesa fuera culposo o
doloso; en este caso el perjudicado podrá reclamar daños y perjuicios.
v Donaciones: Cuando existieran donaciones entre los futuros
contrayentes, las mismas deberán restituirse cuando el motivo de la
liberalidad fuera el futuro matrimonio. Estas mismas reglas se aplican
para el caso de que los regalos fueran de terceros y no entre los
cónyuges. Para determinar la restitución de una donación no importa
quién fue el culpable de que la celebración no se efectúe.
v Daños y perjuicios: La doctrina en general acepta la acción de daños y
perjuicios contra terceros causantes de la muerte de un futuro
contrayente, en el caso de daño emergente (p.ej. gastos realizados por el
sobreviviente para e! casamiento). Sin embargo, la reparación no podría
ir más allá de ese daño material o aun del moral, ya que el hecho afecta
evidentemente legítimos afectos del sobreviviente; no comprende el
lucro cesante consistente en los beneficios que el eventual matrimonio
reportaría (p.ej. derechos hereditarios), ya que se tratarían de perjuicios
meramente eventuales.
v Derecho sucesorio: Al no haber entre los novios ningún vínculo
jurídico familiar, ante el fallecimiento de uno, el otro no recibe nada de
la sucesión, salvo que le corresponda por testamento.

9. Corretaje matrimonial. Concepto. Doctrina nacional.


Concepto: contrato por el cual una de las partes (el corredor o
intermediario) se obliga frente a la otra parte (el intermediado) a prestar
su actividad para inducir a que se celebre el matrimonio entre quienes
persiguen ese propósito (o sea, entre el intermediado y el corredor o
intermediatario) y todo ello con la obligación del que contrata con el
corredor de satisfacer una remuneración (comisión) siempre que se
realice el previsto matrimonio.
Debe diferenciarse de la mediación, que es el mero acercamiento de
personas que desean casarse a fin de que se conozcan; la actividad del
mediador concluye ahí, sin que su retribución dependa de que se celebre
el matrimonio; esta última actividad es la que realizan las llamadas
“agencias matrimoniales”.
Doctrina nacional: no ha sido pacífica al respecto.
v Una postura se pronunció por el rechazo de toda acción del corredor,
sea por la necesidad de salvaguardar la absoluta espontaneidad del
consentimiento en el matrimonio, por considerar inmoral su intervención
en virtud de que su deseo de éxito sería contrario a la organización y
constitución armónica de la familia, o bien por estimar que, aun cuando
se limite a poner en contacto a los interesados, su actuación resulta
repugnante a la sensibilidad moral argentina.
v Otra postura consideró su validez, por estimar que, si no existe presión
del mediador sobre el consentimiento de los esposos, realiza una
actividad socialmente útil al concurrir honestamente a aumentar el
número de matrimonios, de modo que cabría reconocerle una modesta
retribución; o por considerar que nada hay de ilícito en la actitud de
quien coopera al acercamiento sentimental de personas de distinto sexo,
en tanto no actúe con fraude, dolo o violencia, y el precio sea
proporcionado a las tareas efectuadas y no fijado en una parte alícuota de
la dote o de los bienes del marido.
v Una tercera posición afirmó la nulidad absoluta del contrato de
corretaje matrimonial propiamente dicho (aquel en que al intermediario
sólo corresponde comisión si por su actuación se celebra el matrimonio)
y la licitud de la simple mediación entre quienes tienen el propósito de
contraer matrimonio, sin que la remuneración dependa de que se celebre
en realidad; esta postura sostuvo que debe presumirse la existencia del
corretaje prohibido cuando se fija remuneración en proporción al monto
del patrimonio de cualquiera de los contrayentes o de la dote, si hay
maniobras dolosas tendientes a conseguir que se preste el consentimiento
matrimonial, y si la remuneración resulta ser manifiestamente exagerada.

UNIDAD III: CELEBRACIÓN DEL MATRIMONIO


10. Impedimentos matrimoniales: Concepto. Clasificación. Efectos.
Concepto: se denominan impedimentos matrimoniales a aquellas
prohibiciones de la ley que afectan a las personas para contraer un
determinado matrimonio. Se trata de hechos o situaciones jurídicas
preexistentes que afectan a uno o a ambos contrayentes. Los
impedimentos legales están taxativamente enumerados y no pueden ser
ampliados por vía interpretativa.
Clasificación: se pueden clasificar los impedimentos según distintos
criterios:
a. Por la índole de la sanción a que da lugar su inobservancia,
ü Impedimentos dirimentes: son los que no permiten matrimonio válido
y que obligan a anularlo si se hubiera celebrado;
ü Impedimentos impedientes o prohibitivos: son aquellos cuya violación
no da lugar a dicha sanción, sino que se resuelven en sanciones de otro
tipo, o bien cumplen sólo una función preventiva, de modo que si bien el
oficial público que los conoce debe negarse a autorizar la celebración del
matrimonio, una vez contraído ninguna consecuencia jurídica produce su
inobservancia.
b. Por las personas respecto de las cuales se aplican
ü Absolutos: son los que obstan a la celebración del matrimonio con
cualquier persona, como la falta de edad legal,
ü Relativos: son los que sólo representan un obstáculo con respecto a
personas determinadas, como el parentesco.
c. Por el tiempo de vigencia,
ü Perpetuos: son los que no están destinados a desaparecer por el trans-
curso del tiempo, como los derivados del parentesco.
ü Temporales: están sujetos a extinción por el transcurso de un plazo
cierto o incierto. Ejemplos de impedimentos temporales de plazo cierto
serían la falta de edad legal o la disolución del matrimonio durante la
minoridad, y de temporales de plazo incierto, el matrimonio anterior
subsistente, que cesa por la muerte del cónyuge.
d. Finalmente
ü Dispensables: son los que pueden ser removidos mediante la
autorización de contraer matrimonio (dispensa) otorgada por
determinada autoridad;
ü Indispensables: no pueden ser removidos de manera alguna.
Efectos: Los efectos de los impedimentos matrimoniales son los
siguientes:
a) Son causa de oposición al matrimonio y de denuncia. La oposición a
la celebración del matrimonio sólo puede tener por motivo la existencia
de impedimentos (art. 176 CC); también puede tener lugar, sobre la base
de los impedimentos dirimentes, la denuncia de su existencia al oficial
público (art. 178 CC.
b) Son causa de negativa del oficial público a la celebración del
matrimonio. El oficial público que tiene conocimiento de la existencia de
un impedimento, sea dirimente o impediente, debe negarse a celebrar el
matrimonio (art. 195 CC).
c) Dan lugar a sanciones civiles. Son ellas, la nulidad del matrimonio en
el caso de los impedimentos dirimentes, y sanciones diversas -que serán
estudiadas al tratar de estos impedimentos en los impedientes.
d) Dan lugar a sanciones penales. El Código Penal tipifica en los arts.
134 a 137 los delitos de matrimonios ilegales (“Delitos contra el estado
civil”), varios de los cuales están dados por la celebración a pesar de la
existencia de impedimentos. Son ellos:
1. la celebración de matrimonio a pesar de saber ambos contrayentes
que existe un impedimento que causa su nulidad absoluta, reprimida
con prisión de uno a cuatro años (art. 134);
2. la celebración del matrimonio a pesar de saber uno de los
contrayentes que existe tal tipo de impedimento, cuando oculta esa
circunstancia al otro, con prisión de dos a seis años (art. 135, inc. 1);
3. la autorización del matrimonio por el oficial público a pesar de saber
de la existencia de los antedichos impedimentos, con igual pena que
la establecida en cada caso (art. 136, párr. 1º);
4. la autorización del matrimonio por el oficial público que ignora la
existencia de tales impedimentos como consecuencia de no haber
llenado los requisitos prescriptos por la ley para la celebración, con
multa de setecientos cincuenta a doce mil quinientos pesos (art. 136 y
ley 24.286), y
5. el consentimiento para el matrimonio de un menor impúber por su
representante legítimo, con igual pena (art. 137).

11. Impedimentos dirimentes e impedientes: concepto, enumeración


y breve descripción de cada uno de ellos.
Impedimentos dirimentes: son aquellos cuya violación habilita al
ejercicio de la acción de nulidad del matrimonio. Se sancionan con la
nulidad (absoluta o relativa) del matrimonio. Son los enunciados en el
art. 166, incs. 1 a 8, ya que la sanción de nulidad está establecida a su
respecto en los arts. 219 y 220.
Enumeración: 1) parentesco; 2) falta de edad legal; 3) ligamen; 4)
crimen; 5) privación de la razón; 6) sordomudez.
1) Parentesco: se dan los siguientes casos
a. Parentesco por consanguinidad (art. 166 incs. 1 y 2): entre
ascendientes y descendientes sin limitación de grado y entre hermanos y
medio hermanos (hijos del mismo padre pero de distinta madre o
viceversa).
b. Parentesco por afinidad (art. 166 inc. 4): con ascendientes o
descendientes del cónyuge sin limitación de grado.
Es importante destacar que este impedimento permanece de por vida.
c. Parentesco por adopción (art. 166 inc. 3): se debe distinguir si la
adopción es plena o simple
v Adopción plena: el adoptado rompe todos los vínculos con su familia
de sangre (aunque subsisten los impedimentos matrimoniales) y
establece plenos vínculos con la familia del adoptante. Esto implica que
el adoptado y su nueva familia se rijan por las normas del parentesco por
consanguinidad. El cónyuge del adoptado deberá respetar las normas del
parentesco por afinidad respecto de la nueva familia del adoptado. Los
impedimentos son irrevocables
v Adopción simple: el adoptado sólo establece vínculo con el adoptante,
no con toda la familia de éste. Habrá impedimento para contraer
matrimonio entre: I. adoptado y adoptante; II. adoptado e hijo del
adoptante; III. dos adoptados por el mismo adoptante; IV. adoptado y
cónyuge del adoptante; V. adoptante y cónyuge del adoptado; VI
adoptante y descendiente del adoptado. Los impedimentos
matrimoniales se extinguen con la revocación de la adopción simple.
2) Falta de edad legal (art. 166 inc. 5): pregunta siguiente.
3) Ligamen (art. 166 inc. 6): otro impedimento para celebrar matrimonio
es la existencia de un matrimonio anterior no disuelto. O sea, para
contraer un nuevo matrimonio debe estar disuelto el vínculo matrimonial
anterior.
4) Crimen (art. 166 inc. 7): pregunta siguiente.
5) Privación de la razón (art. 166 inc. 8): la privación permanente o
transitoria de la razón al momento de contraer matrimonio constituye un
impedimento dirimente. La privación transitoria de la razón podrá darse
incluso por estado de ebriedad, intoxicación por el uso de
estupefacientes, hipnosis, etc. Este impedimento protege tanto al privado
de razón como al contrayente sano que ignoraba dicho estado; es por
esto que ambos pueden pedir la nulidad del acto.
6) Sordomudez (art. 166 inc. 9): cuando el contrayente afectado no sabe
manifestar su voluntad en forma inequívoca por escrito o de otra manera.
La doctrina mayoritaria considera que este supuesto no da lugar a un
impedimento matrimonial dirimente (que implicarla la nulidad) porque
si el sordomudo no logra manifestar su consentimiento éste está faltando
y la falta de consentimiento hace inexistente al matrimonio.
Impedimentos impedientes: (o prohibitivos) son aquellos cuya violación
no da lugar a dicha sanción, sino que se resuelven en sanciones de otro
tipo, o bien cumplen sólo una función preventiva, de modo que si bien el
oficial público que los conoce debe negarse a autorizar la celebración del
matrimonio, una vez contraído ninguna consecuencia jurídica produce su
inobservancia.
Enumeración: 1) impedimentos eugenésicos; 2) falta de autorización de
los representantes legales; 3) tutela y curatela; 4) disolución del
matrimonio en la menor edad
1) Impedimentos eugenésicos: son aquellos que prohíben que una
persona celebre matrimonio por poseer una enfermedad transmisible o
hereditaria. En la actualidad, por disposición de la ley 12331 “no podrán
contraer matrimonio las personas infectadas de enfermedades venéreas
en períodos de contagio”. Para controlar esta situación, la a ley dispuso
que ambos contrayentes deberán presentar obligatoriamente un
certificado prenupcial en el que constará su estado de salud (diligencia
previa al casamiento). Existen algunos casos en que puede prescindirse
de esta constancia: 1) matrimonio en peligro de muerte de uno de los
contrayentes; 2) cuando no hubiera medico a más de 100 km; 3)
matrimonio luego de delito contra la honestidad de la mujer (violación,
estupro, rapto, abuso deshonesto).
2) Falta de autorización de representantes legales: un menor de edad para
casarse deberá cumplir con el requisito de tener autorización de los
padres, del tutor o de un juez (en su defecto). Su incumplimiento viola
un impedimento dirimente. El impedimento impediente se refiere a si el
menor celebra matrimonio sin autorización de sus representantes legales.
Si a pesar de faltar autorización el matrimonio se celebra se considerará
válido pero los cónyuges serán sancionados según el art. 131: “... no
tendrán hasta la mayoría de edad la administración y disposición de los
bienes recibidos o que recibieren a título gratuito, continuando respecto
a ellos el régimen legal vigente de los menores”. El art. 169 establece
que los padres de los menores o sus tutores deberán expresar los motivos
por los cuales no autorizan la celebración del matrimonio. Los motivos
de la negativa pueden ser: a) la existencia de algún impedimento; b) la
inmadurez psíquica del menor, 3) la enfermedad contagiosa o grave
deficiencia psíquica o física de la persona que pretende casarse con el
menor; 4) la conducta desordenada o inmoral o la falta de medios de
subsistencia de la persona que pretende casarse con el menor.
3) Tutela y Curatela: el tutor y sus descendientes no podrán contraer
matrimonio con el menor que aquél tenga bajo su guarda. Para poder
hacerlo, la tutela debe haber finalizado y las cuentas de la administración
de la misma deben estar aprobadas. Por lo tanto, este impedimento cesa
cuando ha finalizado la tutela y las cuentas son aprobadas. Si a pesar del
impedimento se celebra el matrimonio, el tutor no tendrá derecho a
remuneración alguna y si hubiese obtenido algo por la tutela deberá
restituirlo. Este impedimento también es aplicable a la cúratela.
4) Disolución del matrimonio en la menor edad: cuando un menor
celebra matrimonio, y éste se disuelve antes de que alcance la mayoría
de edad no podrá casarse nuevamente hasta cumplir 18 años.

12. Impedimentos de crimen y de falta de edad legal: desarrolle


ambos y ubíquelos en la clasificación general de los impedimentos.
Impedimento de crimen: el art. 166 inc. 7 CC establece que es
impedimento para el matrimonio “haber sido autor, cómplice o
instigador del homicidio doloso de uno de los cónyuges”.
El impedimento alude al matrimonio que pretendiese contraer el
homicida o cómplice del homicida de uno de los cónyuges, con el
supérstite. Debe tratarse de homicidio doloso, quedando por tanto
excluidos los casos de homicidios culposos o preterintencionales, o los
casos de inimputabilidad previstos en el art. 34 del Cód. Penal, e incluso,
como se ha sostenido, el homicidio ocasionado por exceso en la legítima
defensa.
No configura impedimento la mera tentativa de homicidio. La finalidad
del impedimento es la de desalentar la comisión de un homicidio con el
fin de contraer matrimonio con el cónyuge de la víctima. Las
condiciones de aplicación del impedimento son las siguientes.
- Respecto del delito de homicidio: 1) Debe tratarse de delito
consumado; 2) debe ser doloso; 3) Debe haber sido juzgado por
sentencia penal condenatoria, salvo que la acción penal se haya
extinguido, caso en el cual nada obsta para que la existencia del delito y
su autoría sean demostradas en sede civil.
- Respecto del delincuente: Puede tratarse del autor principal o el
cómplice
Falta de edad legal: El art. 166 inc. 5 CC dispone que es impedimento
para contraer matrimonio tener el hombre y la mujer menos de dieciocho
años. Se pretende asegurar mayor responsabilidad para el trascendente
acto de la vida que significa contraer matrimonio. El art. 167 establece
que “Podrá contraerse matrimonio válido en el supuesto del artículo
166, inciso 5, previa dispensa judicial. La dispensa se otorgará con
carácter excepcional y sólo si el interés de los menores lo exigiese
previa audiencia personal del juez con quienes pretendan casarse y los
padres o representantes legales del que fuera menor”. La dispensa de la
edad mínima tiene carácter de excepcional; el juez debe ponderar
detenidamente la razones expuestas consciente de que la ratio legis se
endereza a no facilitar matrimonios de quienes, carentes aún de
suficiente madurez psicológica, tampoco están en condiciones de
consolidar una unión conyugal con proyección de permanencia y
estabilidad.
Ubicación de los impedimentos en la clasificación:
- El impedimento de crimen es dirimente, relativo, perpetuo e
indispensable.
- El impedimento de falta de edad legal es dirimente, absoluto, temporal
y dispensable.

13. Matrimonio: Autorización para contraer matrimonio. Concepto


de venia. Requisitos extrínsecos. Oposición: legitimados. Formas de
celebración del matrimonio
Concepto de Venia: los menores de edad que no alcanzaron la edad legal
para casarse (18 años) necesitan autorización de sus representantes
legales para contraer matrimonio. La venia es el medio por el cual los
representantes del incapaz, o el juez en su defecto autorizan a éste a
contraer matrimonio.
La venia debe ser otorgada por
a) Los padres, si ambos ejercen la patria potestad; sino, el que la ejerce.
b) El tutor (por muerto o incapacidad de ambos padres).
c) El juez (a falta de tutor).
Si los padres o el tutor se niegan a otorgar la venia, el menor podrá
plantear la cuestión ante un juez para que éste decida si la negativa es o
no fundada (juicio de disenso). Al respecto, el art. 170 dispone: “El juez
decidirá de las causas de disenso en juicio sumarísimo, o por la vía
procesal más breve que prevea la ley local”. Se trata de un proceso sin
audiencias públicas, sumarísimo y no sujeto a formas estrictas, en el cual
basta con que se presenten al juez sumariamente los elementos
necesarios para la decisión.
Los padres o tutores deben expresar los motivos de su negativa.
La venia debe ser otorgada para contraer el matrimonio con una persona
determinada, por lo tanto no existe autorización general para contraer
matrimonio. La falta de venia no provoca la nulidad del matrimonio, ya
que la misma no configura un impedimento dirimente, sino impediente.
Requisitos extrínsecos: para que se lleve a cabo la celebración del
matrimonio, los contrayentes antes deberán cumplir con una serie de
requisitos denominados diligencias previas que se encuentran
enunciados en los artículos 186 y 187 CC:
a) Presentar ante el oficial público del Registro Civil del domicilio de
alguno de los contrayentes una solicitud que contenga:
- sus nombres y apellidos y números de DNI;
- edad;
- nacionalidad, domicilio y lugar de nacimiento;
- profesión;
- los nombres y apellidos de sus padres, nacionalidad, número de DNI,
profesión y domicilio;
- si antes han sido casados o no, y en caso afirmativo, el nombre y
apellido de su anterior cónyuge, el lugar del casamiento y la causa de su
disolución.
b) Presentar una copia debidamente legalizada de la sentencia
ejecutoriada que hubiere anulado o disuelto el matrimonio anterior de
uno o ambos futuros esposos, o declarado la muerte presunta del
cónyuge anterior, en su caso. Si alguno de los contrayentes fuere viudo
deberá acompañar certificado de defunción de su anterior cónyuge.
c) El asentimiento de los representantes legales si se tratare de menores.
d) Presentar dos testigos que declaren sobre la identidad y habilidad
nupcial de los contrayentes.
e) Presentar los certificados médicos prenupciales.
Una vez cumplidas estas diligencias previas, el oficial del Registro Civil
deberá evaluar si los contrayentes están en condiciones de celebrar el
matrimonio.
Oposición. Pregunta siguiente
Formas de celebración del matrimonio. Pregunta siguiente

14. Forma y prueba del matrimonio. Oposición. Quienes tienen


derecho a oponerse. Causales. Sustanciación. Denuncia. Celebración
del matrimonio: ordinaria e “in articulo mortis”. Prueba del
matrimonio.
Oposición: a partir del momento en que los contrayentes se presentan
ante el oficial del Registro Civil con la solicitud y hasta que se celebre el
matrimonio, pueden presentarse oposiciones a la celebración del mismo.
Quieres tienen derecho a oponerse:
ü el cónyuge de la persona que quiere contraer otro matrimonio;
ü ascendientes, descendientes y hermanos de los futuros esposos;
ü adoptante y adoptado en la adopción simple;
ü tutores o curadores;
ü el Ministerio Público, que deberá deducir oposición cuando tenga
conocimiento de algún impedimento.
Causales: Las oposiciones deben fundarse en la existencia de algún
impedimento matrimonial y deben deducirse ante el oficial público.
Si una persona que no es de las legitimadas tiene conocimiento de la
existencia de un impedimento matrimonial, puede formular la denuncia
del mismo al oficial público, quien la remitirá al juez para que se corra
vista al Ministerio Público, quien deberá deducir la oposición.
Celebración del matrimonio: el matrimonio puede celebrarse: por forma
ordinaria o por forma extraordinaria (o ¡n artículo mortis).
Forma ordinaria. Son sus requisitos: 1) El matrimonio deberá celebrarse
ante el oficial público encargado del Registro de Estado Civil y
Capacidad de las Personas correspondiente al domicilio de cualquiera de
los contrayentes. 2) La celebración debe ser pública, compareciendo los
futuros esposos en presencia de dos testigos. 3) Si alguno de los
contrayentes estuviese imposibilitado de concurrir, el matrimonio podrá
celebrarse en el domicilio del impedido, ante cuatro testigos. 4) En el
acto de celebración, el oficial público leerá a los futuros esposos los arts.
198. 199 y 200 CC (que se refieren a los derechos y deberes que se
deben mutuamente los cónyuges), recibiendo de cada uno de ellos, la
declaración de que quieren tomarse por marido y mujer. Luego el oficial
pronunciará que quedan unidos en matrimonio. 5) Cuando uno de los
cónyuges, o ambos, fuese menor de edad, se requerirá la venia en el
mismo acto o podrá acreditarse mediante declaración auténtica. 6) En
principio, el consentimiento debe expresarse verbalmente y en idioma
nacional; pero, cuando uno o ambos contrayentes ignorasen el idioma
nacional, deberán ser asistidos por un traductor público matriculado y, si
no lo hubiere, por un intérprete de reconocida idoneidad, dejándose en
estos casos debida constancia en la inscripción. 7) De la celebración del
matrimonio debe levantarse un acta en los libros del Registro del Estado
Civil y Capacidad de las Personas, que servirá como medio de prueba de
la celebración.
Forma extraordinaria (o in articulo mortis). En caso de peligro de muerte
de alguno de los contrayentes, el oficial público procederá a la
celebración del matrimonio prescindiendo de todos o algunos de los
requisitos que deberían cumplirse. Las condiciones que deben darse para
celebrar el matrimonio en forma extraordinaria son a) Peligro de muerte
de alguno de los contrayentes, y b) justificar tal circunstancia mediante
certificado médico, o en su defecto, con la declaración de dos vecinos.
Procedimiento:
 Si no se hallase el oficial encargado del Registro Civil, el matrimonio
puede celebrarse ante cualquier magistrado (con competencia) o
funcionario judicial (integrante del Ministerio Público, los defensores
de menores, los defensores oficiales y los secretarios de juzgado).
 El acta debe ser remitida al Registro Civil correspondiente para su
adecuada protocolización.
Prueba del matrimonio. El matrimonio se prueba con el acta de su
celebración, su testimonio, copia o certificado, o con la libreta de familia
expedida por el Registro Civil. Se admite la presentación de prueba
supletoria cuando medie imposibilidad de presentar alguno de los
documentos mencionados. En todos los casos deberá justificarse la
imposibilidad de la presentación.

15. La teoría del consentimiento en el matrimonio. Vicios del


consentimiento. Clasificación. Concepto. Caracteres. Ejemplifique.
El consentimiento matrimonial es el requisito intrínseco esencial para
que haya matrimonio. Es la voluntad de cada uno de los contrayentes de
unirse al otro con sujeción a las reglas legales a que está sometido el
vínculo conyugal. Según el art. 172 CC “Es indispensable para la
existencia del matrimonio el pleno y libre consentimiento expresado
personalmente por ambos contrayentes ante la autoridad competente
para celebrarlo”.
El consentimiento debe ser expresado por los contrayentes, en principio,
ante el oficial público encargado del registro civil (art. 188), y en casos
excepcionales, ante un funcionario judicial (art. 196). La recepción del
consentimiento por tales funcionarios es un requisito esencial para la
existencia del matrimonio.
Vicios del consentimiento: En principio son aplicables a los vicios del
consentimiento en el matrimonio las normas que regulan a los actos
jurídicos; dichos vicios son los que inciden sobre alguno de los
elementos del acto voluntario: el error, el dolo o la violencia. EL art. 175
CC establece: “Vician el consentimiento la violencia, el dolo y el error
acerca de la persona del otro contrayente. También lo vicia el error
acerca de cualidades personales del otro contrayente si se prueba que,
quien lo sufrió, no habría consentido el matrimonio si hubiese conocido
el estado de cosas y apreciado razonablemente la unión que contraía. El
juez valorará la esencialidad del error considerando las condiciones
personales y circunstancias de quien lo alega”.
- Violencia: Este vicio incide sobre la libertad en el consentimiento, y
puede importar tanto violencia física, como violencia moral o
intimidación.
 Violencia física: sería menester que se ejerciera sobre uno de los
contrayentes una fuerza física irresistible para obtener de este modo
su consentimiento. Pero el supuesto es bastante improbable en la
práctica, teniendo en cuenta el carácter público del acto de
celebración y la intervención del oficial público, lo cual implicaría
ejercer también violencia física contra éste.
 Intimidación: es, al menos teóricamente, posible. En un solo caso
llevado a los estrados judiciales, se anuló un matrimonio contraído
bajo amenazas contra la vida del contrayente y de su madre.
existencia de injustas amenazas. Debe tenerse en cuenta que “no hay
intimidación por injustas amenazas, cuando el que las hace se
redujese a poner en ejercicio sus derechos propios”. Por aplicación de
esta norma, se resolvió que no medió intimidación en el contrayente
que se casó con una mujer bajo amenaza de iniciársele querella por
violación de ésta, hecho que estaría probado.
- Error: error acerca de la persona del otro contrayente. Es el error sobre
el individuo físico: si queriendo casarme con Juana, consiento el
matrimonio con María, existe un error sobre la persona. Es claro que tal
tipo de error resulta casi impensable en los hechos, pudiendo
imaginárselo apenas en algún supuesto de matrimonio entre ausentes, o
en algún otro caso excepcional. En cambio, es relevante el error sobre las
cualidades personales del otro contrayente, en los términos que lo
consagra el art. 175 CC. El error sobre las cualidades del otro
contrayente recae sobre circunstancias personales relativas a éste,
preexistentes a la celebración del matrimonio y que, de haber sido
conocidas por quien alega el error, es razonable inferir que lo habrían
determinado a no casarse.
- Dolo: En tanto vicio del acto voluntario, el CC lo define así: “Acción
dolosa para conseguir la ejecución de un acto”, como “toda aserción de
lo que es falso o disimulación de lo verdadero, cualquier artificio,
astucia o maquinación que se emplee con ese fin”. Luego el CC asimila
la omisión dolosa a la acción, disponiendo que causa los mismos efectos
que ésta, cuando el acto no se hubiera realizado sin la reticencia u
ocultación dolosa. El dolo, como vicio del consentimiento matrimonial,
presenta íntima vinculación con el error. La jurisprudencia ha admitido
los siguientes casos de dolo:
 Ocultación dolosa de cualidades morales: se ha resuelto que
corresponde anular el matrimonio por dolo si la voluntad del marido
resultó viciada al desconocer la verdadera personalidad de su mujer,
de la que se enamoró en tres meses, siendo ocho años menor,
ocultándole que tenía una hija extramatrimonial, a la que daba el
carácter de sobrina; que había vivido en concubinato con un hombre
hasta sólo dos meses antes de la boda, y que ejercía la prostitución.
 Engaño sobre las cualidades personales y el estado de familia: se ha
resuelto que procede la nulidad del matrimonio si el marido resultó
ser diez años menor, carecer del título de médico invocado, no tener
solvencia alguna, ser hijo extramatrimonial y, por encima de todo
ello, un neurótico con tendencias suicidas.
 Negativa a contraer matrimonio religioso: se ha resuelto que medió
dolo en el cónyuge que, no obstante haber prometido al otro, a su
expreso requerimiento, que después de la celebración civil realizaría
el casamiento religioso, se negó posteriormente a ello.
 Negativa ulterior a hacer vida en común: algunos fallos han resuelto
que media una actitud dolosa en el contrayente que oculta al otro su
voluntad de no hacer vida en común o de no consumar el matrimonio
o que la celebración sólo se pretende para obtener otros fines. En un
caso se trataba de una mujer que se prestó al matrimonio para
provocar los celos de un anterior novio con quien intentaba
reconciliarse y en otro debido a que el matrimonio se llevó a cabo
sólo por presiones familiares.

UNIDAD IV: NULIDAD DEL MATRIMONIO


16. Matrimonios inexistentes. Diferencias con la nulidad. Hipótesis
de inexistencia. Consecuencias jurídicas de la inexistencia.
Matrimonio inexistente: Habrá inexistencia del matrimonio cuando el
aparente matrimonio carezca de alguno de los elementos estructurales
que atañen a la formación, es decir, ausencia de consentimiento prestado
personalmente por un hombre y una mujer 2 personas y la intervención
constitutiva del oficial público encargado del Registro Civil.
Nulidad: un matrimonio estará afectado de nulidad cuando no obstante
presentar los elementos estructurales que se relacionen a su existencia,
hayan fallado o estén viciadas las condiciones de validez, es decir, los
presupuestos que la ley exige para que el acto produzca, en plenitud, sus
efectos propios.
Diferencias entre la nulidad y la inexistencia. La doctrina concuerda, en
general, en destacar las siguientes diferencias.
a) La declaración de nulidad exige la promoción de la acción judicial
respectiva, mientras que la inexistencia, comprobada por el juez en el
proceso, permite a éste negar todo efecto al pretendido matrimonio.
b) La inexistencia del matrimonio, en los supuestos clásicos, provoca
que el acto sea privado de todo efecto. En cambio, en materia
matrimonial, la declaración de nulidad no obsta al reconocimiento de
ciertos efectos, en los supuestos del matrimonio putativo (produce
efectos respecto de terceros de buena fe, se emancipa el menor
pretendidamente casado).
c) La inexistencia del matrimonio puede ser alegada por cualquier
persona que tenga un interés aunque fuera meramente moral, y en
cualquier causa; puede ser opuesta como excepción ante una acción que
se funda en el matrimonio, p.ej., un juicio de petición de herencia, un
divorcio, un reclamo de alimentos; pero también en juicios de índole
puramente patrimonial (si se invocaran determinados efectos del
matrimonio, como los que derivan de la responsabilidad de un cónyuge
por las deudas contraídas por el otro, podrá señalarse en el curso de ese
juicio la inexistencia del matrimonio). Y en todos los casos bastará que
el juez compruebe la ausencia de uno de los elementos que hacen a la
existencia del matrimonio, para que considere que éste no existe, con las
consecuencias jurídicas que de ello deriven. En cambio, la nulidad sólo
puede ser declarada por sentencia dictada al cabo de un procedimiento
que tiene ese fin específico, y que debe ser promovido solamente por las
personas legitimadas para ello.
d) La inexistencia del matrimonio impide la confirmación, a diferencia
de la nulidad que, en determinados supuestos, no obsta a la caducidad de
la acción respectiva.
Hipótesis de inexistencia. Los matrimonios deben reputarse inexistentes
y no simplemente nulos en los siguientes casos:
a) Si los contrayentes tienen el mismo sexo; es la hipótesis clásica de
inexistencia. Por ello dice el art. 172 que es indispensable para la
existencia del matrimonio el consentimiento prestado por hombre y
mujer. Hipótesis eliminada por la ley 26618.
b) Si falta el pleno y libre consentimiento de uno o ambos contrayentes;
desde luego, no sería suficiente para declarar la inexistencia que en el
acta se hubiese omitido asentar la manifestación de las partes; lo que
interesa es que el consentimiento se haya realmente otorgado, y eso
puede probarse por cualquier medio. Se trata, pues, de un requisito de
fondo, no simplemente formal.
c) Si el acto no se ha celebrado en presencia de la autoridad competente.
El oficial público integra con su actuación el acto, de tal modo que éste
no puede tener existencia si aquél no ha intervenido. Si dos personas
declaran solemnemente ante un escribano público que se toman por
marido y mujer, suscribiendo la correspondiente escritura, tal
manifestación no tiene ningún valor legal, simplemente no existe, porque
el oficial público es incompetente.
Consecuencias jurídicas de la inexistencia. Los matrimonios inexistentes
se encuentran en un plano jurídico, completamente distinto al de los
nulos. Las diferencias más importantes son las siguientes:
1. La inexistencia no es decretada por el juez, sino simplemente
comprobada por él. Estrictamente, no es necesaria la declaración
judicial, aunque en la práctica esa intervención se impone con
frecuencia para impedir que se haga valer un título que sólo tiene la
apariencia de ser tal.
2. La inexistencia puede ser invocada por todo interesado. Desde luego,
puede también declararla de oficio el propio juez. Y como se trata de
una mera apariencia, puede ser opuesta por vía de acción o de
excepción.
3. La acción para hacer declarar la inexistencia de un matrimonio no
prescribe ni caduca: no rigen respecto de ella las limitaciones de los
arts. 219 y 220.
4. Los matrimonios inexistentes no son susceptibles de confirmación.
5. No producen los efectos del matrimonio putativo, ni aun cuando las
partes fueran de buena fe (art. 172).

17. Nulidad de matrimonio: a) Enuncie todos los supuestos de


nulidad relativa, quiénes son los legitimados activos para ejercer la
acción y la Caducidad en cada caso; b) Efectos de la sentencia de
nulidad de matrimonio en el caso de mala fe de ambos cónyuges.
a) Supuestos: La nulidad relativa del matrimonio tiene lugar, conforme
al art. 220 CC, cuando se contrae con alguno de los siguientes
impedimentos dirimentes: falta de edad legal y privación de la razón,
vicio en el consentimiento, o mediando impotencia de uno de los
cónyuges o de ambos.
 Falta de edad legal: es causa de nulidad relativa el impedimento del
art. 166, inc. 5, es decir, el de falta de edad legal de alguno de los
contrayentes.
Legitimación activa: la nulidad puede ser demandada por el cónyuge
incapaz y por los que en su representación podrían haberse opuesto a la
celebración del matrimonio (art. 220, inc. 1, parte segunda), que son su
padre o su madre que estuviesen en el ejercicio de la patria potestad y,
por tanto, de la representación del menor en el momento del matrimonio,
su tutor, y el defensor de menores, que desempeña su representación
promiscua. La acción es negada, pues, al contrayente no afectado por el
impedimento.
Caducidad: Conforme a la parte última del art. 220, inc. 1, “no podrá
demandarse la nulidad después que el cónyuge o los cónyuges hubieren
llegado a la edad legal si hubiesen continuado la cohabitación, o,
cualquiera fuese la edad, cuando la esposa hubiere concebido”.
 Privación de razón. El art. 220, inc. 2, determina que es causal de
nulidad relativa el impedimento del art. 166, inc. 8, la privación
permanente o transitoria de la razón. Legitimación activa: Establece
en este caso el inciso que “la nulidad podrá ser demandada por los
que podrían haberse opuesto a la celebración del matrimonio, es
decir, los ascendientes, descendientes y hermanos de uno de los
cónyuges, el curador del demente y el Ministerio Público. El mismo
incapaz podrá demandar la nulidad cuando recobrase la razón si no
continuare la cohabitación, y el otro cónyuge si hubiere ignorado la
carencia de razón al tiempo de la celebración del matrimonio y no
hubiere hecho vida marital después de conocida la incapacidad”.
Caducidad: se produce, para el privado de razón, por continuar la vida
marital después de recobrarla; para el otro, por continuar la vida marital
después de conocer el estado mental del primero.
 Impotencia. El art. 220, inc. 3, establece una causal de nulidad
relativa propia del matrimonio, la impotencia de uno de los
contrayentes, o de ambos, que impida absolutamente las relaciones
sexuales entre ellos.
Legitimación activa: La acción de nulidad corresponde al cónyuge que
alega la impotencia del otro, o la común de ambos (art. 220, inc. 3, parte
segunda), a cuyo cargo está la prueba.
Caducidad: En principio, en vida de los esposos no caduca la acción de
nulidad del matrimonio por impotencia. La continuación de la
cohabitación después de conocida no es motivo de caducidad, ya que no
se trata de un caso de error. La caducidad se produce si el afectado
recupera su potencia sexual y la consumación del matrimonio tiene
lugar.
 Vicios del consentimiento. También causan la nulidad relativa los
vicios del consentimiento a que se refiere el art. 175, conforme al art.
220, inc. 4, parte segunda. Legitimación activa: “la nulidad sólo
podrá ser demandada por el cónyuge que haya sufrido el vicio de
error, dolo o violencia, si hubiese cesado la cohabitación dentro de
los treinta días de haber conocido el error o de haber sido suprimida
la violencia”.
Caducidad: La continuación de la cohabitación por un plazo posterior a
la cesación de la violencia o al conocimiento del error o el dolo implica
una causa de caducidad de la acción.
b) Mala fe de ambos cónyuges. Si el matrimonio ha sido contraído de
mala fe por ambos cónyuges, no produce ninguno de los efectos del
matrimonio putativo, sin perjuicio de que produzca las consecuencias
generales de todo matrimonio anulado. A este respecto, dispone el art.
223 CC que “la unión será reputada como concubinato” (inc. 1) y que
“en relación a los bienes, se procederá como en el caso de la disolución
de una sociedad de hecho, si se probaren aportes de los cónyuges,
quedando sin efecto alguno las convenciones matrimoniales” (inc. 2).

18. Nulidad de matrimonio: desarrolle las causas de nulidad


absoluta, la legitimación activa y la caducidad. Efectos de la
declaración de nulidad en el supuesto de que uno sólo de los
cónyuges sea de buena fe y en el caso de mala fe de ambos cónyuges.
Las causas de nulidad absoluta son los impedimentos de parentesco por
consanguinidad, afinidad o adopción, de ligamen y de crimen (art. 219
CC, que remite al art. 166, incs. 1, 2, 3, 4, 6 y 7).
Consanguinidad: son impedimentos la consanguinidad entre
ascendientes y descendientes sin limitación y la consanguinidad entre
hermanos o medio hermanos”.
Afinidad: El inc. 4 del art. 166 considera como impedimento “la
afinidad en línea recta, en todos los grados”. No hay, pues, obstáculo
para el matrimonio con afines en línea colateral. Es de carácter
permanente, aunque haya sucesivos matrimonios disueltos.
Adopción: En el art. 166, inc. 3 se establece el impedimento: “El vínculo
derivado de la adopción plena, en los mismos casos de los incs. 1, 2 y 4.
El derivado de la adopción simple, entre adoptante y adoptado,
adoptado y descendiente o cónyuge del adoptado, adoptado y cónyuge
del adoptante, hijos adoptivos de una misma persona, entre sí, y
adoptado e hijo del adoptante. Los impedimentos derivados de la
adopción simple subsistirán mientras ésta no sea anulada o revocada”.
Ligamen: es impedimento el matrimonio anterior, mientras subsista.
Crimen: es impedimento el “haber sido autor, cómplice o instigador del
homicidio doloso de uno de los cónyuges”.
Legitimación activa: “la nulidad puede ser demandada por cualquiera
de los cónyuges y por los que hubieren podido oponerse a la celebración
del matrimonio”, esto es, por el cónyuge anterior de uno de los
contrayentes, por los ascendientes, descendientes y hermanos de
cualquiera de ellos, por sus tutores y curadores, y por el Ministerio
Público (art. 177 CC).
Buena fe de sólo uno de los cónyuges: Cuando el matrimonio putativo
ha sido contraído de buena fe por sólo uno de los cónyuges, sus efectos
se producen únicamente respecto del cónyuge de buena fe. Así lo
establece el párr. 1ro. del art. 222 CC, según el cual “si hubo buena fe
sólo de parte de uno de los cónyuges, el matrimonio producirá, hasta el
día de la sentencia que declare la nulidad, todos los efectos del
matrimonio válido, pero sólo respecto al esposo de buena fe”.

19. Efectos de la nulidad de matrimonio: a) Efectos en caso de buena


fe de ambos cónyuges; b) de buena fe de uno sólo y c) de mala fe de
ambos cónyuges, en cuanto a las relaciones personales,
patrimoniales y respecto de los hijos.
a) Buena fe de ambos cónyuges: Si bien el principio general es que la
sentencia de nulidad tiene efecto retroactivo al día en que se celebró el
matrimonio, cuando hay buena fe de ambos cónyuges, este principio no
se aplica y la sentencia de nulidad tiene efecto solo para el futuro (ex
nunc), es decir, que hasta que se dicta la sentencia de nulidad el
matrimonio produce los mismos efectos de un matrimonio válido con
respecto a los cónyuges. Las consecuencias de ello son las siguientes:
ü Efectos en las relaciones personales:
- Derechos y deberes derivados del matrimonio: cesan con la sentencia
de nulidad, salvo el deber de alimentos que subsiste cuando uno de los
cónyuges carece de recursos propios suficientes y de posibilidad
razonable de procurarse alimentos.
- Emancipación: la emancipación subsiste luego de declarada la nulidad.
- Uso del apellido marital: decretada la nulidad del matrimonio, la mujer
pierde el uso apellido marital. Sin embargo, si lo pidiere, será autorizada
a usarlo, cuando tuviera hijos y fuese cónyuge de buena fe
ü Efectos patrimoniales
- Derecho hereditario y derecho de pensión: si uno de los cónyuges
muere antes que se dicte la sentencia de nulidad, el otro tendrá derecho a
heredarlo y derecho de pensión.
- Sociedad conyugal: se considera que existió y debe disolvérsela con
efecto retroactivo al día de la notificación de la demanda de nulidad.
ü Efectos respecto de los hijos: se reputan como hijos matrimoniales.
Para el ejercicio de la patria potestad se aplican las mismas normas que a
los hijos matrimoniales si los padres continuaran conviviendo luego de
la sentencia de nulidad, de lo contrario lo tendrá quien tenga la tenencia.
Esta se determinará aplicando las mismas reglas de la separación
personal o divorcio vincular.
b) Buena fe de uno sólo de los cónyuges: Si hubo buena fe por parte de
uno de los cónyuges, el matrimonio produce los mismos efectos de un
matrimonio válido hasta la sentencia que declare su nulidad, pero solo
respecto al cónyuge de buena fe.
ü Efectos personales: el cónyuge de buena fe gozará del derecho
hereditario, derecho de pensión y alimentos, uso del apellido marital,
subsistencia de la emancipación.
ü Efectos patrimoniales: el cónyuge de buena fe puede:
- respecto a la división de bienes, el cónyuge de buena fe tiene una triple
opción: 1) hacer como que el matrimonio no existió, o sea, a cada uno le
pertenecen los bienes que adquirió durante el matrimonio; 2) hacer como
que hubo una sociedad conyugal, o sea, los bienes adquiridos durante el
matrimonio se consideran gananciales y se dividirán por mitades, salvo
los adquiridos a título gratuito; 3) hacer como que hubo una sociedad de
hecho, o sea, determinar los aportes que hizo cada uno y dividir los
bienes en forma proporcional a dichos aportes.
- revocar las donaciones que por causa del matrimonio hizo al de mala
fe;
- demandar por indemnización de daños y perjuicios, al de mala fe y a
los terceros que hubiesen provocado el error, incurrido en dolo o ejercido
la violencia;
ü Efectos respecto de los hijos: Son hijos matrimoniales, y a su respecto
se aplican las mismas reglas que en el caso de buena fe de ambos
contrayentes
c) Mala fe de ambos cónyuges: Se aplica el principio general: la
sentencia que anula el matrimonio tiene efecto retroactivo al día en que
se celebró el mismo. Ninguno de los dos goza de los beneficios del
matrimonio putativo. La unión es considerada concubinato. Con respecto
a los bienes se procede como en el caso de la disolución de una sociedad
de hecho si se prueban aportes de los cónyuges. Las convenciones
matrimoniales quedan sin efecto.
ü Efectos respecto de los hijos: son reputados extramatrimoniales; rige la
presunción de paternidad derivada del concubinato. Ello no modifica sus
derechos y deberes ni los de sus padres.

20. Extinción de la acción de nulidad del matrimonio: Principio


General. Prescripción y caducidad. Ley 23.515
Prescripción de la acción: hay coincidencia en la doctrina sobre que la
acción de nulidad absoluta es imprescriptible; en cuanto a la acción de
nulidad relativa, algunos autores consideran que es imprescriptible
(Belluscio) mientras que otros consideran que prescribe, sosteniendo la
aplicabilidad de las disposiciones generales sobre prescripción, con lo
que en general la acción prescribiría a los 10 años (art. 4023, párr. 2º
CC), sin perjuicio de la aplicación de plazos más breves a casos
especiales, como el bienal al supuesto de vicios del consentimiento (art.
4030).
Caducidad de la acción: puede operar:
a) por consolidación o sea la muerte de uno o de ambos cónyuges (ver
principio general y excepciones);
b) por confirmación, que solo puede producirse en los casos de nulidad
relativa.
Principio general: la acción de nulidad de matrimonio sólo puede
intentarse estando ambos cónyuges vivos.
Excepciones al principio general (o sea en qué casos se podrá intentar la
acción aunque los cónyuges hayan fallecido):
1) Si una persona contrae matrimonio y luego sin disolverlo contrae un
nuevo matrimonio, su cónyuge del primer matrimonio podrá presentar
una acción de nulidad sobre el segundo matrimonio aunque los
contrayentes hayan fallecido.
2) El segundo cónyuge del bígamo puede presentar tina acción de
nulidad de su matrimonio, siempre que hubiese ignorado la subsistencia
del vínculo anterior.
3) Los ascendientes y descendientes de los cónyuges del matrimonio que
se pretende anular pueden entablar la acción de nulidad sin importar si
alguno de los cónyuges hubiese fallecido siempre que la causa de la
nulidad fuera la existencia del impedimento de parentesco, ligamen o
crimen, y el motivo de la acción fuera para proteger un derecho propio.
Régimen de la ley 23.515. El texto referente a la extinción de la acción
de nulidad de matrimonio por muerte de los esposos, incluido en el art.
239 CC: “La acción de nulidad de un matrimonio no puede intentarse
sino en vida de ambos esposos”.
Uno de los cónyuges puede, sin embargo, deducir en todo tiempo la que
le compete contra el siguiente matrimonio contraído por su cónyuge; si
se opusiera la nulidad del anterior, se juzgará previamente esta
oposición.
El supérstite de quien contrajo matrimonio mediando impedimento de
ligamen puede también demandar la nulidad del matrimonio celebrado
ignorando la subsistencia del vínculo anterior.
La prohibición del primer párrafo no rige si para determinar el derecho
del accionante es necesario examinar la validez del matrimonio y su
nulidad absoluta fuere invocada por descendientes o ascendientes.
La acción de nulidad de matrimonio no puede ser promovida por el
Ministerio Público sino en vida de ambos esposos.

21. Aplicación supletoria de las normas sobre nulidad de los actos


jurídicos. Fundamentos de la tesis que la acepta y la doctrina de la
especialidad. Consecuencias de una y otra.
El CC se refiere por un lado a las nulidades de los actos jurídicos, y por
otro a las nulidades matrimoniales. Esto dio origen al siguiente
interrogante: ¿al matrimonio debe aplicársele únicamente el régimen
sobre nulidades matrimoniales; o supletoriamente debe aplicársele el
régimen sobre nulidades de los actos jurídicos? Como respuesta a este
interrogante se han elaborado dos teorías:
a) Teoría de la generalidad: supletoriamente debe aplicarse el régimen
sobre nulidades de los actos jurídicos. El argumento de esta teoría es que
el matrimonio es un acto jurídico.
b) Teoría de la especialidad: debe aplicarse únicamente el régimen sobre
nulidades matrimoniales. El argumento de esta teoría es que el
matrimonio es un acto jurídico, pero de naturaleza tan fundamental, que
requiere un régimen especial independiente del régimen general de
nulidades. La teoría de la especialidad es la posición predominante en
nuestro país.
Consecuencias de la teoría de la especialidad: 1) Las únicas causales de
nulidad son las enumeradas en los arts. 219 y 220 CC; 2) Sólo pueden
ejercer ¡a acción de nulidad aquellos autorizados expresamente por los
arts. 219 y 220. Nunca procede la declaración de nulidad de oficio.

UNIDAD V: EFECTOS PERSONALES DEL MATRIMONIO


22. Efectos personales del matrimonio: Deberes y derechos de los
cónyuges: Enumeración y breve explicación de cada uno.
Se encuentran regulados por los arts. 198, 199 y 200 CC:
Art. 198: “Los esposos se deben mutuamente fidelidad, asistencia y
alimentos”.
Deber de fidelidad: el deber mutuo de fidelidad entre los esposos es una
consecuencia necesaria del matrimonio monogámico. No sólo excluye la
posibilidad de que uno de los esposos tenga relaciones sexuales con un
tercero, sino también toda relación con persona del otro sexo que resulte
sospechosa a los ojos de quienes la conozcan, o que pueda lesionar la
reputación o los sentimientos del otro cónyuge.
Deber de asistencia: es de la esencia del matrimonio, es recíproco entre
los cónyuges, y tiene un aspecto moral o espiritual y otro material:
 § La solidaridad personal, representada no sólo por un trato
considerado y decoroso sino también por la prestación de los
estímulos necesarios para el logro del propio destino, y por la
coparticipación en todos los avatares de la vida, alegrías y dolores,
éxitos y fracasos,
 § El auxilio moral o espiritual en caso de enfermedad.
 § la ayuda de un cónyuge al otro en sus negocios particulares según
lo corriente en el medio social en que actúan: por ejemplo, en la
explotación de negocios de poca envergadura.
Deber de alimentos: alimentos son todos aquellos medios que son
indispensables para que una persona pueda satisfacer todas sus
necesidades básicas, teniendo en consideración el nivel económico de los
esposos, su edad y estado de salud, la dedicación al cuidado y educación
de los hijos, la capacitación laboral y probabilidad de acceso a un
empleo del alimentado. Esta alimentación comprende los alimentos
propiamente dicho, la educación, transporte, vestuario, asistencia
médica, etc.
Art. 199: “Los esposos deben convivir en una misma casa, a menos que
por circunstancias excepcionales se vean obligados a mantener
transitoriamente residencias separadas. Podrán ser relevados
judicialmente del deber de convivencia cuando ésta ponga en peligro
cierto la vida o la integridad física, psíquica o espiritual de uno de ellos,
de ambos o de los hijos.
Cualquiera de los cónyuges podrá requerir judicialmente se intime al
otro a reanudar la convivencia interrumpida sin causa justificada bajo
apercibimiento de negarle alimentos”.
Deber de cohabitación: Cohabitar, vivir o habitar juntos, implica
respecto de los cónyuges la obligación de convivir en una misma casa.
El deber de cohabitación es recíproco y permanente. Los cónyuges
pueden ser relevados judicialmente del deber de convivencia cuando ella
pueda poner en peligro cierto la vida, o la integridad física, psíquica o
espiritual de uno de ellos, de ambos o de los hijos, lo que será valorado
por el juez.
Débito conyugal: es el deber de prestarse a las relaciones sexuales con el
otro cónyuge. Su incumplimiento configura una causal de separación
personal o divorcio, la de injurias graves. Es una consecuencia del deber
de cohabitación y también del de fidelidad (que incluye el derecho del
cónyuge a que el otro sostenga con él relaciones sexuales).
Art. 200: “Los esposos fijarán de común acuerdo el lugar de residencia
de la familia”.
Anteriormente el marido tenía el derecho a elegir al domicilio conyugal
y la mujer tenía la obligación de seguirlo, salvo que el derecho fuera
ejercido abusivamente por el marido. En la actualidad, haciendo efectivo
el principio de la igualdad jurídica de los cónyuges, el régimen jurídico
dispone que el lugar de residencia de la familia será fijado de común
acuerdo entre los cónyuges.

UNIDAD VI: EFECTOS PATRIMONIALES DEL MATRIMONIO


23. Regímenes patrimoniales: clasificación de los regímenes típicos y
noción general de cada uno de ellos. Régimen legal argentino:
caracteres generales del régimen.
Concepto: Se llama régimen patrimonial matrimonial al sistema jurídico
encargado de regir las relaciones patrimoniales entre los cónyuges. El
régimen patrimonial matrimonial determinará: la administración y
disposición de los bienes; de qué manera deberán solventar los gastos;
etc.
Principales regímenes patrimoniales
a) Régimen de absorción. Al celebrarse el matrimonio el marido absorbe
la personalidad económica de la mujer, es decir, todos los bienes que
tenía la mujer y los que vaya adquiriendo durante el matrimonio pasan a
ser propiedad exclusiva del marido. Al disolverse el matrimonio la mujer
no tiene ningún derecho patrimonial sobre los bienes.
b) Régimen de unidad de bienes. A diferencia del régimen de absorción,
si se produce la disolución del vínculo matrimonial la mujer tienen
derecho a que se le restituya el valor de los bienes llevados al
matrimonio.
c) Régimen de unión de bienes. No se transmite la propiedad de los
bienes de la mujer al marido, pero sí su administración y usufructo. Si se
produce la disolución del vínculo matrimonial deben devolverse a la
mujer sus bienes, ya que la mujer en todo momento conserva la nuda
propiedad de sus bienes.
d) Régimen de separación de bienes. Cada cónyuge conserva la
propiedad y administración tanto de los bienes anteriores al matrimonio
como los que adquiere durante el mismo. A su vez, cada cónyuge
responde individualmente por las deudas que contrae. Hay una
independencia patrimonial total entre los cónyuges como si no
estuvieran casados. Al disolverse el matrimonio ninguno de los dos tiene
derechos sobre los bienes del otro.
e) Régimen de participación. Mientras dure el régimen cada cónyuge
administra y dispone libremente de su patrimonio, pero una vez disuelto
se otorga un crédito de compensación al cónyuge menos favorecido
patrimonialmente por el matrimonio. Para ello, debe calcularse cuál ha
sido el patrimonio inicial y cuál ha sido el patrimonio final de cada uno
de los cónyuges. La diferencia entre el patrimonio final e inicial
representa la ganancia. Si la ganancia de uno es mayor a la del otro, al
que tiene menos se le otorga el crédito.
f) Régimen de la comunidad. Al celebrarse el matrimonio se forma una
masa común de bienes que pertenece a los dos cónyuges, la cual se
divide entre ellos o sus sucesores cuando se disuelve el régimen
matrimonial. ¿qué bienes forman esa masa común? Eso depende de que
se trate de:
ü Régimen de la comunidad universal: la masa común la forman todos
los bienes de los cónyuges: bienes anteriores al matrimonio más bienes
adquiridos durante el matrimonio.
ü Régimen de la comunidad restringida: la masa común la forman sólo
algunos bienes. Los bienes que integran la masa común se denominan
bienes gananciales, y los bienes que no ¡a integran se denominan bienes
propios (bienes propios del marido y bienes propios de la mujer). Este
régimen a su vez puede ser:
 Ø Régimen de la comunidad restringida a los muebles y a las
ganancias: la masa común (bienes gananciales) la forman: a) los
bienes muebles, sean anteriores al matrimonio o adquiridos después a
título oneroso, y b) los bienes inmuebles adquiridos después del
matrimonio a título oneroso (salvo que lo hayan sido por causa o
título anterior al matrimonio, por permuta con un bien propio, o con
el producto de su venta). Por lo tanto, no forman la masa común: los
inmuebles anteriores al matrimonio y los adquiridos después a título
gratuito, por título o causa anterior al matrimonio, por permuta con
un bien propio, o con el producto de su venta (bienes propios).
 Ø Régimen de la comunidad restringida a las ganancias: la masa
común (bienes gananciales) la forman: a) los bienes muebles e
inmuebles adquiridos después del matrimonio a título oneroso (salvo
que lo hayan sido por causa o título anterior al matrimonio, por
permuta con un bien propio, con el producto de su venta o con dinero
propio). Por lo tanto, no forman la masa común los muebles o
inmuebles anteriores al matrimonio y los adquiridos después a título
gratuito, por título o causa anterior al matrimonio, por permuta con
un bien propio, o con el producto de su venta o con dinero propio
(bienes propios).
¿Quién administra la masa común? Este régimen acepta diferentes
sistemas de administración (en sentido amplio: administración y
disposición):
- Administración Marital: ejercida por el marido (inclusive sobre los bs.
propios de la mujer).
- Administración Conjunta: ejercida conjuntamente por ¡os dos
cónyuges.
- Administración Indistinta: ejercida por cualquiera de ¡os dos cónyuges.
- Administración Separada: mientras dura el régimen matrimonial cada
uno de los cónyuges administra y dispone libremente sus bienes propios
y los bienes gananciales adquiridos por él.
Régimen legal argentino. Pregunta siguiente

24. Régimen de bienes del matrimonio: Distintas teorías sobre su


naturaleza jurídica. Régimen legal argentino. Concepto.
Características fundamentales del sistema. Aplicación subsidiaria de
las reglas de la sociedad civil. Comienzo de la comunidad.
Los regímenes matrimoniales son los sistemas jurídicos que rigen las
relaciones patrimoniales derivadas del matrimonio. Dichos sistemas
comprenden, esencialmente, la regulación de la propiedad y
administración de los bienes aportados por los cónyuges
al contraer matrimonio y de los adquiridos con posterioridad, de la
contribución al sustento de la familia, y de la medida de la
responsabilidad de los esposos por sus obligaciones en favor de terceros.
Distintas teorías sobre su naturaleza jurídica:
 Es un condominio, lo cual pasa por alto que el condominio se
establece sobre bienes determinados y no sobre universalidades,
como son las masas de bienes gananciales.
 Es una copropiedad peculiar, de carácter asociativo e indivisible, que
más se parece a la noción del patrimonio en mano común.
 Es una comunidad de derechos, noción ésta que, aunque no está
regulada sistemáticamente en nuestro ordenamiento legal, admite
diversas manifestaciones particulares, entre las que aparece la que
integra las relaciones patrimoniales entre los cónyuges, respecto de
los bienes comunes.
 Es una comunidad de derechos, pero que asume la forma particular
de una sociedad sui generis, invocándose para ello la terminología
utilizada en el CC a lo largo del título de la sociedad conyugal, y lo
dispuesto por el art. 1262.
La naturaleza de la sociedad conyugal incide, en el modo de resolver
cuestiones específicas relativas a la titularidad de los bienes, y a su
gestión.
Régimen legal argentino: lo regulan los arts. 1276 y 1277 CC:
Art. 1276: “Cada uno de los cónyuges tiene la libre administración y
disposición de sus bienes propios y de los gananciales adquiridos con su
trabajo personal o por cualquier otro título legítimo, con la salvedad
prevista en el artículo 1277.
Si no se puede determinar el origen de los bienes o la prueba fuere
dudosa, la administración y disposición es conjunta del marido y la
mujer. El juez podrá dirimir los casos de conflicto.
Uno de los cónyuges no podrá administrar los bienes propios o los
gananciales cuya administración le está reservada al otro, sin mandato
expreso o tácito conferido por éste. El mandatario no tendrá obligación
de rendir cuentas”.
Art. 1277: “Es necesario el consentimiento de ambos cónyuges para
disponer o gravar los bienes gananciales cuando se trate de inmuebles,
derechos o bienes muebles cuyo registro han impuesto las leyes en
forma obligatoria, aportes de dominio o uso de dichos bienes a
sociedades, y tratándose de sociedades de personas, la transformación y
fusión de éstas. Si alguno de los cónyuges negare sin justa causa su
consentimiento para otorgar el acto, el juez podrá autorizarlo previa
audiencia de las partes.
También será necesario el consentimiento de ambos cónyuges para
disponer del inmueble propio de uno de ellos, en que está radicado el
hogar conyugal si hubiere hijos menores o incapaces. Esta disposición
se aplica aun después de disuelta la sociedad conyugal, trátese en este
caso de bien propio o ganancial.
El juez podrá autorizar la disposición del bien si fuere prescindible y el
interés familiar no resulte comprometido”.
Características del sistema: El art. 1276, párr. 1ro. confiere a cada
cónyuge la libre administración y disposición de sus bienes propios y de
los gananciales por él adquiridos, con la salvedad prevista en el art.
1277, que impone el asentimiento del otro cónyuge para determinados
actos de disposición. De tal manera, se ha adoptado el régimen de
comunidad de gestión separada, aunque no en su forma pura sino con la
limitación que resulta de la necesaria conformidad de ambos esposos
para los actos de disposición de mayor trascendencia.
Aplicación subsidiaria de las reglas de la sociedad civil: según el art.
1262 CC: “La sociedad conyugal se rige por las reglas del contrato de
sociedad, en cuanto no se opongan a lo que está expresamente
determinado en este Título”.
Comienzo de la comunidad: E l art. 1261 CC dispone: “La sociedad
principia desde la celebración del matrimonio, y no puede estipularse
que principie antes o después”.
La fecha de iniciación de la sociedad conyugal es, pues, forzosa. Los
cónyuges no pueden alterarla ni se modifica por el hecho de que se
celebre convención prenupcial, la cual sólo produce efectos desde la
celebración del matrimonio, que es la condición suspensiva a la cual está
supeditada.

25. La comunidad conyugal: Naturaleza jurídica. Bienes que la


componen. Enumeración. Concepto. Breve explicación de cada
grupo de bienes. Bienes de origen dudoso
Naturaleza jurídica: Según los distintos autores:
ü Teoría de la sociedad: se la consideró también como un tipo particular
de sociedad civil, teoría fundada en la terminología adoptada y en el
método seguido por el CC; también se la halló en la sociedad conyugal
la reunión de los elementos primordiales del contrato de sociedad
(existencia de aportes, voluntad, interés egoísta, animus lucrandi,
partición de beneficios, constitución de un fondo común distinto del
patrimonio individual de los socios).
ü Teoría del estatuto legal forzoso: Varios autores coincidieron en
afirmar que no se trata de una sociedad sino de un estatuto forzoso
impuesto por la ley. Dentro del mismo orden de ideas, se consideró que
es un régimen consecuencia del matrimonio, que forma parte de un
estatuto más amplio, el que reglamenta el régimen institucional del
matrimonio.
ü Teoría del patrimonio de afectación: es un régimen legal que no puede
ser asimilado a una sociedad ordinaria, por más que se le apliquen
subsidiariamente las reglas que rigen a ésta. La consideraba como un
patrimonio de afectación.
ü Teoría de la institución autónoma: según esta teoría es una institución
autónoma, con rasgos propios y originales.
ü Borda: es un condominio organizado sobre bases distintas de las que
son propias del derecho real del mismo nombre; una copropiedad
peculiar, de carácter asociativo e indivisible, afectada primordialmente al
mantenimiento del hogar, cuya administración ha sido conferida por la
ley a uno u otro de los cónyuges, según el origen de los bienes.
ü Belluscio: es una especie particular de sociedad civil desprovista de
personalidad jurídica, aun cuando en las relaciones con los cónyuges (o
sus sucesores universales) puede actuar como sujeto de derecho en el
proceso de liquidación y a los efectos del ajuste de los créditos y deudas
surgidos durante la gestión de los bienes en el curso de la vigencia de la
sociedad conyugal.
Bienes que la componen: En toda sociedad conyugal hay o puede haber
cuatro masas de bienes: los bienes propios del marido, los bienes propios
de la mujer, los gananciales cuya administración está reservada al
marido y los gananciales cuya administración está reservada a la mujer.
 Bienes propios: llamados en el CC “dote” para el caso de la mujer, y
“capital propio” los del marido. Son los que pertenecen a cada
cónyuge desde antes de la celebración del matrimonio y los que
adquiere durante éste a título gratuito, o por subrogación real con
otro bien propio, o por una causa o título de adquisición anterior al
matrimonio. Pertenecen con exclusividad a cada cónyuge y al
momento de disolverse la sociedad conyugal en nada se verán
afectados. Sin embargo, es común a ambos el uso, goce y usufructo
de dichos bienes durante la sociedad conyugal.
 Bienes gananciales: son los que se adquieren durante el matrimonio a
título oneroso, o aun después de la disolución de la sociedad
conyugal por una causa o título anterior a tal disolución. Conforman
la 'masa común' que se dividirá en partes iguales al momento de
disolver la sociedad conyugal.
Bienes de origen dudoso: Dispone el art. 1276, párr. 2º: “S¡ no se puede
determinar el origen de los bienes o la prueba fuere dudosa, la
administración y disposición corresponde al marido, salvo también lo
dispuesto en el artículo siguiente”.
Art. 1277 párr. 1º: “Es necesario el consentimiento de ambos cónyuges
para disponer o gravar los bienes gananciales cuando se trate de
inmuebles, derechos o bienes muebles cuyo registro han impuesto las
leyes en forma obligatoria, aportes de dominio o uso de dichos bienes a
sociedades, y tratándose de sociedades de personas, la transformación y
fusión de éstas. Si alguno de los cónyuges negare sin justa causa su
consentimiento para otorgar el acto, el juez podrá autorizarlo previa
audiencia de las partes”.

26. Efectos patrimoniales del matrimonio: Bienes gananciales y


bienes propios: conceptos y enuncie cada clase de bienes.
El CC ha adoptado un régimen matrimonial de comunidad restringida,
hay bienes propios de cada uno de los cónyuges y bienes gananciales de
la sociedad conyugal.
Bienes propios: El CC llama “dote” al conjunto de bienes propios de la
mujer (arts. 1243, 1263, 1264 y 1265) y “capital propio” del marido a
los de éste (art. 1264).
A unos y otros los considera capital de la sociedad conyugal; según art.
1263: “El capital de la sociedad conyugal se compone de los bienes
propios que constituyen el dote de la mujer, y de los bienes que el
marido introduce al matrimonio, o que en adelante adquiera por
donación, herencia o legado”.
Básicamente, son bienes propios los que integran los siguientes grupos:
a) Los llevados al matrimonio, es decir, aquellos cuya propiedad ha sido
adquirida antes de la celebración de éste (bienes aportados, según los
arts. 1243 y 1263l).
b) Los adquiridos después de la celebración del matrimonio, cuando la
adquisición es a título gratuito (arts. 1243 y 1263).
c) Los adquiridos por permuta con otro bien propio, por la inversión de
dinero propio, o por la reinversión del dinero obtenido de la enajenación
de algún bien propio (art. 1266, partes primera y segunda).
d) Los aumentos materiales de los bienes propios (art. 1266, parte
tercera).
e) Los adquiridos después del matrimonio pero por título o causa
anterior a él (arts. 1267 a 1270).
f) Los bienes propios por su naturaleza, según la doctrina que admite
esta categoría en el derecho argentino.
En general, esos seis grupos comprenden todos los supuestos de bienes
propios o explican el carácter propio de éstos; pero deben añadirse otros
casos en que los textos legales determinan que se los considere así.
Bienes gananciales: expresa el art. 1272 parte primera, que son
gananciales “los bienes que cada uno de las cónyuges, o ambos
adquiriesen durante el matrimonio, por cualquier título que no sea
herencia, donación o legado”. En principio, son bienes gananciales
todos los adquiridos durante la vigencia de la sociedad conyugal por uno
u otro de los esposos, con tal de que la adquisición no haya sido a título
gratuito. Pero deben exceptuarse los que tienen carácter propio por
responder a alguna de las circunstancias que les asignan esa calidad, en
especial por la subrogación real, la accesoriedad a otros propios, o la
existencia de causa o título de adquisición anteriores al matrimonio. Por
otra parte, debió decirse “durante la sociedad conyugal”, y no “durante el
matrimonio”, ya que puede disolverse aquélla sin que éste se disuelva.

27. Efectos patrimoniales del matrimonio: Indivisión


postcomunitaria: Concepto. Naturaleza jurídica. Caracteres.
Concepto: Existe indivisión (en general) cuando dos o más personas
tienen derechos en común sobre un bien o un conjunto de bienes, sin que
exista división material de sus partes. Ejemplo son el condominio
(derecho de propiedad de varias personas sobre la misma cosa), la
indivisión hereditaria (que tiene lugar en caso de pluralidad de herederos
o de sucesores universales mortis causa, desde el fallecimiento del
causante hasta la partición) y la copropiedad de bienes inmateriales que
no son cosas.
La indivisión postcomunitaria, es la que se produce entre los cónyuges, o
entre uno de ellos y los sucesores universales mortis causa del otro, o
entre los sucesores universales mortis causa de ambos, desde la
disolución de la sociedad conyugal hasta la partición de los bienes.
La indivisión postcomunitaria es entonces la situación en que se halla la
masa de bienes gananciales desde la disolución de la sociedad conyugal
hasta la partición.
Naturaleza jurídica: en la doctrina nacional existen básicamente tres
opiniones acerca de la naturaleza jurídica de la indivisión
postcomunitaria: 1) la que sostienen que es una universalidad jurídica; 2)
la de que constituye, simplemente, un condominio sobre las cosas y una
copropiedad sobre los bienes inmateriales que la componen; y 3) la que
niega su existencia como masa indivisa única.
Caracteres de la indivisión postcomunitaria.
a) Es una masa de bienes estática: queda conformada únicamente con los
bienes gananciales existentes al momento de la disolución de la sociedad
(salvo que ingresen bienes con posterioridad a la disolución pero por
causa o título anterior). Los bienes que adquiera cada cónyuge luego de
la disolución son propios.
b) Administración de los bienes gananciales: durante la sociedad
conyugal cada cónyuge administra y dispone libremente de los bienes
gananciales que adquiere (con la restricción del 1277); luego de la
disolución de la sociedad la situación cambia. La doctrina disiente sobre
qué tipo de administración debe aplicarse a los bienes gananciales:
- Administración conjunta: i) administración: cada uno de los cónyuges
pierde la administración de sus bienes gananciales, los que deben ser
administrados en forma conjunta o mediante un administrador designado
judicialmente; ii) disposición: el acto de disposición otorgado por uno
solo de los cónyuges es nulo, pero el mismo quedaría salvado respecto
de terceros adquirentes de buena fe si se trata de adquisiciones a título
oneroso de cosas muebles (en este caso, el cónyuge que enajena
responde a la sociedad conyugal por el valor de la cosa enajenada).
- Administración separada c/rendición de cuentas: cada uno sigue
administrando y disponiendo de los gananciales que adquirió pero ya no
libremente porque deberá rendir cuentas al otro acerca de cada acto que
realice sobre dichos bienes.
c) Contenido: i) activo de la indivisión postcomunitaria: bienes
gananciales existentes al momento de la disolución de la sociedad
conyugal; los adquiridos luego de la disolución, pero por causa o título
anterior a ella; los que los sustituyen por subrogación real; los créditos
gananciales de uno u otro cónyuge; los frutos, rentas y productos de los
bienes gananciales; ii) pasivo de la indivisión postcomunitaria:
mantienen su vigencia hasta la partición los arts. 5 y 6 de la ley 11.357.
Cada cónyuge responde frente a sus acreedores con sus bienes propios o
gananciales adquiridos por él (sin perjuicio de las excepciones del art. 6).
Por lo tanto: la disolución de la sociedad conyugal no confunde los
pasivos de los cónyuges.

28. Administración de la comunidad: Actos de administración y


Actos de disposición: Concepto. Reglas del código civil.
Asentimiento conyugal. Artículos 1276 y 1277 del CC
El CC ha establecido la gestión separada de los bienes de los cónyuges;
es decir, que cada uno de ellos administra y dispone de sus propios y de
los gananciales por él adquiridos'. Así, el art. 1276, párr. 1º, dispone:
“Cada uno de los cónyuges tiene la libre administración y disposición de
sus bienes propios y de los gananciales adquiridos con su trabajo
personal o por cualquier otro título legítimo, con la salvedad prevista en
el art. 1277”.
Actos de administración: Conforme lo establece el art. 1276, cada uno de
los cónyuges tiene la libre administración y disposición de sus bienes
propios y de los gananciales adquiridos con su trabajo personal o por
cualquier otro título legítimo. Es decir, se establecen dos masas
patrimoniales, respecto de cada una de las cuales tanto el marido como la
mujer tienen derechos exclusivos de administración. Las masas
patrimoniales están compuestas:
a) Ante todo, por los bienes propios de cada uno de los cónyuges. Y es
obvio que si pueden administrar sus bienes propios, también pueden
hacerlo respecto de los bienes adquiridos con el producido de las rentas
de los bienes propios.
b) Por los bienes gananciales adquiridos por cada uno de ellos con su
trabajo personal.
c) Por los bienes adquiridos por cualquiera de ellos por cualquier otro
título legítimo. El art. 1276 les atribuye a los esposos la libre
administración de todos los bienes adquiridos por cualquier título
legítimo. Dentro de estos bienes adquiridos por título legítimo, deben
incluirse los gananciales que resulten de juegos de azar, loterías, etc.,
legalmente autorizados.
Actos de disposición: Conforme con el art. 1276, cada uno de los
cónyuges tiene libre disposición de sus bienes propios y de los
gananciales adquiridos con su trabajo personal o por cualquier otro título
legítimo.
Asentimiento conyugal: el principio general del art. 1276 tiene
importantes excepciones. Según el art. 1277, es necesario el
consentimiento de ambos cónyuges para disponer o gravar los bienes
gananciales, cuando se tratase de inmuebles, derechos o bienes muebles
cuyo registro han impuesto las leyes en forma obligatoria, aportes de
dominio o uso de dichos bienes a sociedades y tratándose de sociedades
de personas, la transformación o fusión de éstas.
Su fundamento es doble. En primer lugar, acentuar la unidad del
matrimonio y el carácter societario de los bienes gananciales, haciendo
más viva y operante la comunidad conyugal. Ninguno de los cónyuges
permanece extraño a la suerte de los bienes; y cuando se trata nada
menos que de disponer de los más importantes bienes comunes, es
necesario el asentimiento del cónyuge administrador.

29. Las convenciones matrimoniales: Concepto y régimen legal.


Donaciones entre esposos, es posible? Forma. Caracteres jurídicos.
Concepto: es el acuerdo celebrado entre los futuros cónyuges con el fin
de determinar
el régimen matrimonial al cual quedarán sometidos, o bien alguno de los
aspectos de sus relaciones patrimoniales. Cada legislación determina su
alcance, según sistemas que varían desde la libertad absoluta hasta la
restricción a objetos taxativamente enunciados en la propia ley; existen,
además, legislaciones donde no están permitidas y en las cuales el
régimen matrimonial es único e inmodificable. Por el contrario, otras
autorizan celebrar contratos de matrimonio con posterioridad a la
celebración de éste, modificando el régimen matrimonial durante la vida
conyugal.
Régimen legal: según lo dispuesto en el art. 1217 CC (según la ley
26.618) las convenciones matrimoniales pueden tener únicamente los
objetos siguientes:
a) La designación de los bienes que cada uno lleva al matrimonio: la
designación de los bienes llevados al matrimonio es una prueba pre
constituida del carácter propio de los bienes enunciados, de modo que
esa calidad no podría ser luego discutida por los esposos ni por sus
sucesores. La enunciación de los bienes aportados podría ir acompañada
de su tasación o la estimación de su valor, como resulta de los arts. 1251
y 1256, que aluden a tal tasación o estimación respecto de los bienes
propios de la mujer.
No prevé la ley la posibilidad de que, a más de la enunciación de los
bienes, se incluya la de las deudas de los cónyuges. No por ello ha de
considerársela prohibida, ya que resultaría útil para completar la
determinación de su situación patrimonial al contraer matrimonio.
Las donaciones que el esposo hiciere a la esposa. (art. derogado por ley
26.628)
b) Las donaciones que un futuro cónyuge le hiciera al otro:
Donaciones entre esposos, es posible?: Antes de la ley 26.628 estaban
permitidas las del esposo a la esposa, y taxativamente prohibidas por el
art. 1231 la de la esposa al esposo.
Luego de la reforma, en el capítulo 1 de las convenciones matrimoniales
se admiten libremente las donaciones entre cónyuges, pero el art. 1231
no reformado, mantiene la prohibición de donaciones de la esposa al
esposo.
Forma: según el art. 1184 inc. 4 se requiere escritura pública, cualquiera
sea el valor de los bienes. El art. 1225 estipula: “La escritura pública del
contrato de matrimonio debe expresar los nombres de las partes, los de
los padres y madres de los contrayentes, la nacionalidad de los esposos,
su religión, edad, domicilio y actual residencia, el grado de parentesco
si lo hubiera, la firma de los padres o tutores de cada uno de los
contrayentes, si fuesen menores, o la de un curador especial cuando los
padres hubieren rehusado su consentimiento al matrimonio y fuere
suplido por el juez”.
El límite de mil pesos fijado por el art. 1223 para la obligación de
escritura pública debe considerarse derogado.
Caracteres de las convenciones matrimoniales: son los siguientes
a) Solemnes. la forma es exigida ad solemnitatem, bajo sanción de
nulidad (art. 1223.
b) Condicionales. su existencia y validez depende de la celebración del
matrimonio y de la validez de éste, salvo la eficacia de las donaciones
hechas en favor de la esposa de buena fe en caso de matrimonio putativo
(arts. 222, inc. 2, y 223, inc. 2).
c) Inmutables. es nulo todo contrato que se celebre después del
matrimonio, ni el hecho antes puede ser revocado, alterado o modificado
(art. 1219).

30. Efectos patrimoniales del matrimonio: Desarrolle cada uno de


los Contratos permitidos y de los contratos prohibidos entre los
cónyuges.
La legislación civil argentina no contiene norma alguna que,
genéricamente, autorice ni prohíba la celebración de contratos entre los
cónyuges. Hay prohibiciones expresas de realizar ciertos contratos, así
como otros que resultan claramente permitidos. Quedan, sin embargo,
dudas que motivan disensiones doctrinales acerca de aquellos sobre los
cuales las disposiciones legales guardan silencio.
Contratos expresamente prohibidos:
1) Donación: la prohibición surge de los siguientes artículos del CC: art.
1807: “No pueden hacer donaciones los esposos, el uno al otro durante
el matrimonio”. Art 1820: “Las donaciones mutuas no son permitidas
entre esposos”.
2) Compraventa: la prohibición surge del artículo 1358 CC: “el contrato
de venta no puede tener lugar entre marido y mujer, aunque hubiese
separación judicial de los bienes de ellos”. Esta última frase implicó
discusiones doctrinarias acerca de su alcance. Las diferentes posturas
son:
a. “la prohibición subsiste ante la separación judicial de los bienes”
(Belluscio);
b. “la prohibición subsiste ante la separación judicial de los bienes
excepto que la causa de la misma fuera la separación personal” (Bossert,
Zannoni);
c. “la prohibición no subsiste nunca ante la separación judicial de los
bienes porque con ella se disuelve el régimen de la comunidad entre los
esposos”.
En cambio, no se discute que la prohibición no subsiste en caso de
divorcio vincular.
3) Permuta: la prohibición surge del artículo 1490 CC: “no pueden
permutar, los que no puede comprar y vender”.
4) Cesión de créditos: la prohibición surge del artículo 1441 CC: “no
puede haber cesión de derechos entre aquellas personas que no pueden
celebrar entre sí el contrato de compra y venta”.
5) Dación de pago: la prohibición surge de los arts. 780 (casos en que a
la dación en pago debe considerarse una cesión de créditos) y 781(para
el caso en que la dación en pago debe considerarse como una compra-
venta) del CC.
Efectos de los contratos prohibidos celebrados entre los esposos: la
mayor parte de la doctrina considera que son nulos de nulidad absoluta.
Obviamente, la prohibición no rige en caso de divorcio vincular, pues
entonces las partes no son ya esposos. En caso de anularse el matrimonio
quedaría convalidada la compraventa anterior a la sentencia.
Contratos expresamente permitidos:
1) Mandato: según el art. 1276: “uno de los cónyuges no podrá
administrar los bienes propios o los gananciales cuya administración le
está reserva al otro, sin mandato expreso o tácito conferido por éste”.
De aquí surge que puede celebrarse entre los esposos el contrato de
mandato, ya sea expreso o tácito.
2) Constitución del derecho real de hipoteca: surge del art. 1259, el que
prevé la posibilidad de que el marido constituya hipoteca en garantía de
sus deudas a favor de la mujer y del art. 1296 que prescribe: “el marido
puede oponerse a la separación de bienes, dando fianzas o hipotecas
que aseguren los bienes de la mujer”.
Casos dudosos: hay otros contratos que originaron discusiones
doctrinarias sobre si podían o no celebrarse.
a) Fideicomiso: no parece haber inconveniente para admitir un
fideicomiso en el cual uno de los cónyuges sea fiduciante y el otro
fiduciario, puesto que de aquél a éste no se transmite la propiedad plena
sino la propiedad fiduciaria, al solo efecto de administrar los bienes y
transmitirlos luego al fiduciante, al beneficiario o al fideicomisario. Lo
que importa es el destino final de los bienes, que no pueden ser
transmitidos entre cónyuges ni a título oneroso ni a título gratuito, y no
la transmisión fiduciaria, que es eminentemente provisional ya que no
otorga la propiedad plena ni puede exceder de cierto plazo.
b) Locación: La doctrina está dividida acerca de la admisión del contrato
de locación entre cónyuges. El art. 1494 CC prescribe que “todo lo
dispuesto sobre el precio, consentimiento y demás requisitos esenciales
de la compraventa, es aplicable al contrato de locación”. Se ha
interpretado que le serían aplicables a la locación igualmente las reglas
sobre capacidad; por lo tanto, entre cónyuges no podría haber locación,
ni de cosas, ni de servicios, ni de obra. La doctrina mayoritaria autoriza
la locación entre esposos.
c) Contrato de trabajo: También discrepa la doctrina sobre la posibilidad
de que se celebre contrato de trabajo entre cónyuges. Los que sostienen
la negativa, se fundan en que la subordinación propia de la relación
laboral sería discordante con la índole de las relaciones personales entre
marido y mujer; otros lo admiten, pues piensan que la subordinación no
es personal sino sólo jurídica y económica dentro del ámbito de la
empresa, de modo que no afectaría los deberes derivados del matrimonio
ni la igualdad jurídica entre los esposos.
d) Renta vitalicia: La constitución de renta vitalicia a título gratuito es
una donación y, por consiguiente, no puede ser hecha entre cónyuges.
Tampoco puede un cónyuge dar el precio de la renta vitalicia a un
tercero, para que éste la pague al otro cónyuge ya que también allí habría
una donación al otro cónyuge. Pero si el tercero da el precio a un
cónyuge para que éste pague la renta al otro, el contrato es válido,
porque equivaldría a una donación del tercero al beneficiario.
e) Contrato de sociedad: Si bien esta cuestión generó opiniones
contrarias, la sanción de la ley 19.550 no dejó margen para la discusión:
los esposos pueden integrar entre sí sociedades por acciones y de
responsabilidad limitada. Cuando uno de los cónyuges adquiera por
cualquier título la calidad de socio del otro en sociedades de distinto
tipo, la sociedad deberá transformarse en el plazo de seis meses o
cualquiera de los esposos deberá ceder su parte a otro socio o a un
tercero en el mismo plazo”. Por lo tanto los esposos sólo pueden integrar
entre sí sociedades por acciones y de responsabilidad limitada.

31. Bien de familia: Fundamento. Requisitos para la constitución del


bien de familia. Efectos. Desafectación.
Fundamento: la crisis por la que atraviesa la familia en las sociedades
contemporáneas y las dificultades económicas que conspiran contra su
solidez, han hecho surgir la necesidad de una legislación protectora. La
institución del bien de familia es una de las iniciativas más importantes
adoptadas con ese propósito en los últimos tiempos. Se procura poner a
la familia al abrigo de las vicisitudes económicas, de los malos negocios
o aun de la muerte del padre.
Régimen legal: La ley 14.394 organiza el régimen de bien de familia. A
tal efecto el art. 34 dice: “Toda persona puede constituir en 'bien de
familia' un inmueble urbano o rural de su propiedad cuyo valor no
exceda las necesidades de sustento y vivienda de su familia, según
normas que se establecerán reglamentariamente”.
Requisitos para la constitución del bien de familia. Para que un inmueble
pueda constituirse como bien de familia, es indispensable su inscripción
en el Registro Inmobiliario; sólo a partir de esa inscripción surte los
efectos legales correspondientes (art. 35, ley 14394). Para poder inscribir
como tal un inmueble en el Registro de la Propiedad es necesario:
a) Que se trate de un inmueble urbano o rural cuyo valor no exceda las
necesidades de sustento y vivienda de la familia (art. 34, ley 14394).
b) Que el constituyente tenga cónyuge o ascendiente o descendiente o
hijos adoptivos; o en defecto de ellos, parientes colaterales hasta el tercer
grado inclusive de consanguinidad que convivieran con él (art. 36, ley
14394). La ley habla de descendientes o ascendientes sin agregar
calificación alguna; debe entenderse, por tanto, que el beneficio los
alcanza a todos, sean legítimos o extramatrimoniales. Basta que el
constituyente esté casado, aunque no tenga hijos.
c) Que el constituyente asuma el compromiso de habitar la vivienda o de
explotar por cuenta propia el inmueble o la industria en él existente,
salvo excepciones que la autoridad de aplicación podrá acordar sólo
transitoriamente y por causas debidamente justificadas (art. 41, ley
14394 y art. 1, decr. reglamentario).
Se ha declarado que dar el bien en locación no configura “explotación” a
los fines del art. 41, ley 14394.
d) Que el solicitante justifique su dominio sobre el inmueble y consigne
el nombre, edad, parentesco y estado civil de los beneficiarios, así como
los gravámenes que pesan sobre el inmueble (art. 43, ley 14394).
e) Que el solicitante no sea titular de otro bien de familia. Cuando
alguien resulte propietario único de dos o más bienes de familia, deberá
optar por la subsistencia de uno solo, bajo apercibimiento de mantenerse
como bien de familia el constituido en primer término (art. 45, ley
14394).
Efectos: los efectos de la constitución de un bien de familia son los
siguientes:
1. i. El bien no puede ser enajenado ni legado ni podrá con él hacerse
mejora a alguno de los coherederos (art. 37, ley 14394), por más que
el mejorado sea alguno de los coherederos beneficiarios del bien de
familia. La ley quiere que éste se distribuya entre los herederos de
acuerdo al orden testamentario legítimo, que no puede ser alterado
por el testador. Tampoco puede ser gravado con hipoteca sin la
conformidad del cónyuge; si éste se opusiere o faltare o fuere
incapaz, sólo podrá el juez autorizar el gravamen cuando medie causa
grave o manifiesta utilidad para la familia (artículo citado). La
apreciación de la necesidad o utilidad queda sujeta al prudente
arbitrio judicial.
2. ii. El bien de familia no será susceptible de ejecución o embargo por
deudas posteriores a su inscripción como tal, ni aun en caso de
concurso o quiebra; quedan exceptuadas las deudas provenientes de
impuestos o tasas que graven directamente el inmueble, los
gravámenes hipotecarios constituidos regularmente de acuerdo al art.
37, los créditos provenientes de construcción o mejoras introducidas
en la finca (art. 38) y las expensas comunes nacidas en el régimen de
propiedad horizontal. Sólo en estas hipótesis de excepción, pueden
los acreedores embargar y ejecutar el bien de familia.
La doctrina sentada por la Corte Suprema en el sentido de que la
inembargabilidad del bien de familia opera sus efectos desde el momento
en que fue solicitada su afectación a dicho régimen y no a partir del
momento en que el Registro practicó el asiento.
Desafectación: Conforme lo determina el art. 49 de la ley 14394,
procederá la desafectación del bien de familia y la cancelación de la
inscripción en el Registro de la Propiedad:
a) A instancia del propietario, con la conformidad del cónyuge; a falta de
cónyuge o si este fuere incapaz, se admitirá el pedido siempre que el
interés familiar no resulte comprometido.
b) A solicitud de la mayoría de los herederos, cuando el bien de familia
se hubiere constituido por testamento, salvo que medie disconformidad
del cónyuge supérstite o existan incapaces, en este supuesto, el juez de la
sucesión o la autoridad competente, resolverá lo que resulte más
conveniente para el interés familiar.
c) A requerimiento de la mayoría de los copartícipes, si hubiere
condominio, computada en proporción a sus respectivas partes.
d) De oficio, a instancia de cualquier interesado, cuando no subsistieren
los requisitos previstos en los arts. 34, 36 y 41 o hubieren fallecido todos
los beneficiarios.
e) En caso de expropiación, reivindicación, venta judicial decretada en
ejecución autorizada por la ley o existencia de causa grave que justifique
la desafectación a juicio de la autoridad competente.
32. Pasivo de la sociedad conyugal: Problemas que plantea el tema.
Cargas: art. 1275 del CC. Responsabilidad de uno de los cónyuges
por la obligación contraída por el otro: ley 11.357.
Problemas que plantea el tema: del mismo modo que se distingue entre
bienes propios y comunes (o gananciales) de los cónyuges, habría
también de diferenciarse entre obligaciones propias y obligaciones
comunes, es decir, entre las que están a cargo de uno de los cónyuges y
las que pesan sobre el haber común. Sin embargo, la distinción no es tan
simple porque la generalidad de las leyes que reglamentan el régimen de
la comunidad conyugal adoptan criterios diferentes para responsabilizar
a los esposos frente a terceros acreedores y para establecer sobre qué
bienes debe pesar en definitiva la obligación solventada.
Por tanto, resulta necesario distinguir dos problemas:
a) La cuestión de la obligación, es decir, la determinación de los bienes
sobre los cuales puede ejercerse el derecho de persecución de los
acreedores cuando la deuda ha sido contraída por uno de los cónyuges, o
por ambos pero sin solidaridad. Se trata del aspecto externo de las
obligaciones, que rige las relaciones entre los esposos y los terceros
acreedores determinando si el cónyuge que no las contrajo es
responsable por ellas y, en caso afirmativo, con qué bienes responde.
b) La cuestión de la contribución, consistente en determinar si la
obligación debe pesar en definitiva sobre la masa ganancial, o bien sobre
los bienes propios o la porción de gananciales que corresponde en la
partición al cónyuge deudor. En el primer caso, la deuda se denomina
común, y en el segundo, personal. Es, pues, el aspecto interno de las
obligaciones, que rige las relaciones de los esposos entre sí, sin
trascender a terceros.
La distinción tiene las siguientes consecuencias:
1) si una obligación personal es pagada con fondos gananciales, en la
liquidación de la sociedad conyugal habrá derecho a recompensa a favor
de ésta contra el cónyuge deudor;
2) si una obligación común es pagada con fondos propios, habrá derecho
a recompensa a favor del cónyuge que la solventó contra la sociedad
conyugal, y
3) si la obligación personal es pagada con fondos propios, o la común
con gananciales, no hay derecho a recompensa.
Cargas: art. 1275 del CC: en

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