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BREVE SISTEMICA

I. Antecedentes históricos

Nació en la segunda mitad del siglo XX, a partir de la psiquiatría y la necesidad

de dar una respuesta a problemas que no podían solucionarse de manera individual,

como el tratamiento de la esquizofrenia, ya que al darse seguimiento a los pacientes con

este padecimiento se observó que, al regresar con sus familias, los pacientes recaían con

facilidad y tenían que ser internados otra vez.

La teoría sistémica es un marco teórico que sirve de sustento de un modelo de

investigación y tratamiento psicológico donde el enfoque se hace sobre el grupo familiar

más que sobre el individuo aislado, por lo que resulta en este aspecto,

significativamente distinto de otras teorías y modelos clínicos. Muchos enfoques o

marcos teóricos poseen la particularidad de centrarse en los procesos intrapsíquicos que

se dan “en la mente del sujeto”, en lugar de tratar con las interacciones que ocurren

entre las personas. De esta manera, la teoría familiar sistémica fundamenta la terapia

familiar sistémica como un tipo de tratamiento psicológico para los sistemas familiares

(Eguiluz, 2001). En la actualidad la terapia familiar no centra solo en la terapia familiar,

sino que también abarca el tratamiento individual y de parejas.

II. Bases teóricas

El origen de la terapia breve se encuentra en la orientación hacia el logro del

insight como el objetivo principal en la psicoterapia psicodinámica (Bellack & Siegel,

1983; Golfried, Greemberg & Mamar, 1990), el interés en el aquí y el ahora de la

terapia conductual y el establecimiento de una relación terapéutica empática de la

terapia centrada en el cliente.ç


Se ha identificado y utilizado un amplio número de modelos de terapias breves

(Epstein & Brown, 2002), entre los que se pueden citar la terapia interaccional

estratégica breve en pacientes alcohólicos (Berg & Miller, 1992; Berg, 1995), no como

un enfoque global, sino como un conjunto de técnicas a aplicar en un paquete de

tratamiento amplio; la terapia psicodinámica breve (Garske & Molteni, 1985), que

incluye elementos como el contrato terapéutico, tareas entre sesiones y establecimiento

de límites, procedimientos que algunos autores consideran como un acercamiento a la

terapia de conducta (Rodríguez-Naranjo, 2000); la psicoterapia expresiva de apoyo

(Luborsky, 1984), un enfoque de terapia psicodinámica adaptada al abuso de sustancias;

la terapia breve de familia, utilizada desde enfoques diversos, al igual que la terapia

breve de grupo (Kristen, 1999; Epstein & Brown, 2002) con resultados efectivos

(Lowinson, Ruiz & Millman, 1997); terapias cuyo método se centra en la solución de

problemas, la realización de tareas, aproximaciones cognitivo comportamentales y la

intervención en crisis (Dulmus & Wodarski, 2002). (Hewitt Ramirez & Gantiva Diaz,

2009)

III. Técnicas de intervención

El modelo sistémico considera los síntomas como expresiones de la disfunción

familiar. La solución del problema radica en modificar la estructura familiar de manera

que esta encuentre otras formas de comunicarse y de interactuar que se adecuen a las

exigencias internas y externas, para llevar a cabo este propósito diferentes escuelas

sistémicas han utilizado diferentes procedimientos:

a. La escuela interaccional o escuela de Palo Alto: Parten de la idea de

que las soluciones intentadas por el sistema para resolver una dificultad son las que

mantienen el problema; ya que los intentos de solución suelen fallar, esto ocasiona

que en lugar de que se resuelva el problema se logra mantenerlo obstaculizando así


el cambio. (Camacho, 2006). Las intervenciones están dirigidas en primer lugar a

identificar los intentos de solución fallidas y los circuitos o pautas interaccionales

que mantienen el problema, su objetivo es modificar estas pautas interaccionales que

rigen al sistema (Camacho, 2006). Feixas y Miró (1993) señalan que esta escuela

propone “tiempos de resolución breves (…) y las principales técnicas utilizadas por

esta escuela son las prescripciones, sugerencias y redefiniciones (Cit. Camacho,

2006, p. 21).

b. La escuela Estructural Estratégica: Entre sus mayores representantes

está Salvador Minuchin y Jay Haley. Esta escuela centra su interés en las jerarquías

y los roles que conforman la estructura de un sistema; también parten de la idea de

que en las familias existen alianzas y coaliciones, las primeras se refieren a una

relación cercana entre dos personas, en las segundas se refieren a la relación o

vinculación entre dos personas pero esta se dirige siempre en contra de un tercero.

Asimismo entienden a la familia como un sistema con límites y fronteras que a su

vez sirven para diferenciar los subsistemas (parental, fraternal, de hijos, etc.) unos

de otros (Camacho, 2006). Minuchin (1974) señala que “los límites pueden ser

difusos, rígidos o claros, dependiendo de esto podemos conceptualizar a las familias

como aglutinadas y dispersas o desligadas” (Cit. en Camacho, 2006). Entre las

técnicas más utilizadas son la reestructuración familiar que se refiere a romper las

coaliciones y crear nuevas alianzas logrando con esto cambios en los poderes y en

las jerarquías; asimismo usa la desequilibración que hace referencia a cuando el

terapeuta se alía con un miembro o subsistema para formar nuevas alianzas y

coaliciones; también utiliza la redefinición de síntoma o intervenciones paradójicas

(Camacho, 2006).
c. La escuela de Milán: Entre sus mayores representantes esta Selvini

Palazzoli. Desde esta escuela se pone atención desde los primeros datos recogidos

por la familia. Trabajan en particular con el significado que puede tener la familia

respecto al síntoma o al paciente identificado “chivo expiatorio” de la problemática

familiar. Entre sus intervenciones más importantes es el uso de técnicas como la

connotación positiva, pregunta circular, rituales e intervenciones paradójicas

(Camacho, 2006).

Así es como surgen los principales modelos de intervención contemporáneos en

la terapia sistémica, los cuales son:

• Las intervenciones emocionales que van dirigidas a detectar y cambiar

“cómo se sienten los clientes o la familia frente al problema, consigo mismos, en

relación a otros o a ciertas experiencias”.

• Las intervenciones cognitivas que tienen como objetivo cambiar la

“narrativa”, es decir, “la forma en que la persona o la familia dan sentido a su

historia y a su situación actual, incluyendo su visión sobre el problema por el que

consultan”.

• Y las intervenciones conductuales o pragmáticas, muy utilizadas en

terapia sistémica, que tienen como objetivo modificar los patrones de interacción

entre los miembros de la familia y/o en relación al problema. (Ocampo, 2017)

Referencias
Hewitt Ramirez, N., & Gantiva Diaz, C. (2009). La terapia breve: una alternativa de
intervención psicológica efectiva. Avances en psicologia latinoamericana, 165-
176.
Ocampo, M. (8 de septiembre de 2017). A medium corporation. Obtenido de BREVE
RECORRIDO POR LA PSICOTERAPIA SISTÉMICA.: https://medium.com/teorías-y-
sistemas-psicoterapéuticos-2018-1/breve-recorrido-por-la-psicoterapia-
sistémica-b431501f1297

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