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EL ENOJO

INTRODUCCIÓN
¿Quién no se ha enojado alguna vez?, sería imposible que alguien no levantara la mano,
pues el enojo es parte de la vida de todo ser humano, desde el recién nacido hasta a quién
ya lo está saludando la muerte. Todos nos enojamos, sea con el cónyuge o en al el centro
de estudios o de trabajo, en los centros comerciales, en todo lugar.
¿Por qué Dios habrá dado al hombre la capacidad de enojarse? Y si lo ha dado, entonces
debe de haber alguna, o algunas maneras de controlarlo. Y como esto atañe a todos,
incluidos los líderes cristianos, pues ellos tratan no solo con personas de todo nivel social
y problemático, sino que también ellos como seres humanos caídos, también se
encuentran con el mismo problema. Por eso pienso que es de gran importancia conversar
acerca de él.

SU ORIGEN, TIPOS Y CÓMO RESPONDER ANTE ÉL


El enojo se origina cuando reaccionamos ante un suceso que nos causa irritación,
frustración, dolor, disgusto, a veces también es alimentado por la vergüenza. El enojo
siempre no pone en contra de alguien. En lo cognitivo nos afecta de una mala manera,
pues ofusca la mente, nos hace maquinar cosas infernales incluso con aquellos que
decimos amar.
La capacidad de enojarnos, parece que proviene de Dios, y deriva de su santidad y de su
amor. Por eso vemos tanto a Dios en el Antiguo Testamento como a Jesús en el Nuevo
Testamento, enojándose. Entonces, si revisamos las veces y las circunstancias en las que
Dios se enojó, podremos ver que siempre lo hizo por una justa razón. Veamos algunos
ejemplos:
- Isaías 34:2 Porque el enojo del SEÑOR es contra todas las naciones, y {su} furor
contra todos sus ejércitos; las ha destruido por completo, las ha entregado a la
matanza.
- Zacarías 1: 15 y con gran enojo estoy yo enojado contra las naciones que están
confiadas; porque cuando yo estaba un poco enojado, ellas contribuyeron al mal
- Apocalipsis 11:18 Y las naciones se enfurecieron, y vino tu ira y {llegó} el tiempo
de juzgar a los muertos y de dar la recompensa a tus siervos los profetas, a los
santos y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir
a los que destruyen la tierra.
- Mateo 21: 12-13 12 Jesús entró en el templo y echó de allí a todos los que
compraban y vendían. Volcó las mesas de los que cambiaban dinero y los puestos
de los que vendían palomas. 13 «Escrito está—les dijo—: “Mi casa será llamada
casa de oración”;* pero ustedes la están convirtiendo en “cueva de ladrones”»
- Marcos 3: 5 Jesús se les quedó mirando, enojado y entristecido por la dureza de
su corazón, y le dijo al hombre:—Extiende la mano. La extendió, y la mano le
quedó restablecida
El escritor Gary Champan (2007) hace una aclaración bastante importante respecto a si
el enojo es malo
El enojo no es malo; el enojo no es pecaminoso; el enojo no es parte de nuestra naturaleza
caída; el enojo no es satanás que obra en nuestra vida. Todo lo contrario, el enojo es
evidencia de que estamos hechos a imagen de Dios.
Ciertamente el enojo puede ser la manifestación de nuestra preocupación por lo recto, lo
justo, e indignación por todo lo que Dios aborrezca.
Entonces, ¿el enojo puede hacer bien? Si, si es que se usa como una motivación para
tomar decisiones ante la injusticia. Lo podemos ver incluso cuando Dios e enojó con Adán
y Eva, y su enojo, lo hizo tomar otras acciones favorables al hombre. También vemos en
el Antiguo testamento que cuando Israel u otras naciones hacían mal, Dios se enojaba y
enviaba a profetas para decirles que estaba airado y que los iba a aniquilar. Pero cuandp
el pueblo se arrepentía, Dios ya no les hacía mal. Esto lo podemos ver claramente, por
ejemplo en el libro de Jonás.
En la vida social, el enojo ha ayudado a cristianos a tomar decisiones admirables, por
ejemplo la actitud de Martin Luther King Jr., en su lucha contra la segregación racial en
los Estados Unidos. El enojo en contra de la esclavitud, motivó a William Wilberforce y
Thomas Clarkson para que en Gran Bretaña se eliminara la trata de esclavos. Lo mismo
hizo el presidente Abraham Lincoln cuando firmó la Proclamación de Emancipación.
Pero, siendo sinceros, muchas veces también nos enojamos por causas injustas,
especialmente de nuestra parte.

¿Cómo actuar cuando estemos enojados?. Los psicólogos aconsejan diversas estrategias,
una de ellas, reconocer que estamos enojados y preguntarse cómo se va a actuar. Esto
ayuda al enojado en razonar y desistir de una mala acción. Otra estrategia que se aconseja
es “contar hasta mil”. Yo pienso que esto es solo un decir, nadie contaría hasta mil, pero
creo que sí valdría contar hasta que uno sea consciente que ya está calmado. Otra
estrategia es, deberá hacerse preguntas como, ¿Por qué estoy enojado?, y buscar si hay
razón para estarlo, y aún si el enojo es justo, como ya dije líneas arriba, buscar opciones
de solución. Entre esas opciones seguro que habrá algunas de fuerte agresión verbal y tal
vez inclinaciones a la agresión física.
Ante esta encrucijada, uno puede preguntarse “mi enojo está motivado por el amor? ¿Mi
enojo es para restaurar o restablecer una relación que anda mal?, ¿mi enojo es lo mejor
para la otra persona? Lo que podría ayudar al cristiano, de manera efectiva, es tomar dos
acciones:
1. Confrontar a la persona en amor. El consejo de Jesús fue “Si tu hermano pecare
contra ti, repréndele, y si se arrepiente, perdónale” (Mateo 18:15-20). Pablo
también aconseja: “…si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que
sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti
mismo, no sea que también seas tentado” (Gálatas 6: 1).
2. Conténgase en responder de inmediato. Aunque esto puede ser demasiado
tentador, deberá evitar desahogarse física y verbalmente. Esperar puede ayudar a
no hacer cosas que después lamente y que incluso si se arrepienta, dejen huellas.
3. Decidir pasar por alto el asunto. Esto ayuda cuando uno sabe que no tendrá ningún
valor confrontar a quien nos hizo daño pues tal vez no habría respuesta positiva
de su parte. Esto significa resignarse y poner el asunto y a la persona en manos de
Dios y dejar que si Él desea, haga justicia cuando lo desee.
4. Ejecutar una acción constructiva. Primero orar a Dios para que sane el impacto
emocional. Tal vez se requiera orar muchas veces, pero si se hace con sinceridad,
Dios ayudará.
Pero el enojo no siempre es tan bueno, pues si así fuera, ¿por qué ha causado tanto
daño en el mundo? Es porque satanás ha tomado lo bueno de Dios para pervertirlo.
Hay un enojo válido, y se le conoce como el enojo definido. Este es aquel que nace
de una reacción por algo injusto que nos hacen. El otro enojo, el malo, es conocido
como “enojo distorsionado”, y nace de un simple disgusto o de cualquier cosa que no
tengan que ver con una transgresión moral. Pienso que las mayores veces por las que
nos enojamos, lo hacemos con este enojo distorsionado.

CONCLUSIÓN
Aunque todos lidiamos con el enojo, incluidos los ministros de Dios, ellos, como tales
deben someterse más a Dios para que vayan adquiriendo el carácter de Cristo y así poder,
en su hogar saber manejar sus emociones, sus pensamientos y enseñar a la congregación
a hacerlo. Los cristianos, al aprender a manejar sus emociones, harán extensiva esta forma
de actuar en sus hogares, en los centros de estudios, centro de labores.
Creo que una de las mejores formas de presentar salud mental, emocional y psicológica,
además de presentarnos como buenos cristianos, es actuando de la manera apropiado ante
las provocaciones o ante las diversas circunstancias.

REFERENCIAS

Chapman, G. (2013). El enojo. Cómo manejar una emoción poderosa de una manera
saludable. Michigan. Portavoz

https://www.sbch.cl/sitio/2013/versiculos-de-la-biblia-acerca-del-enojo/ Versículos de la
biblia acerca del enojo

https://bible.knowing-jesus.com/Espa%C3%B1al/topics/Dios-Enojado-Con-Las-
Naciones

https://www.gotquestions.org/Espanol/ira-de-Jesus.html ¿Alguna vez se enojó Jesús?

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