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Introducción
La influencia del náhuatl sobre el español se presenta, sobre todo, en los bilingües
nahuas; pero en ocasiones también en hispanohablantes de la región, no sólo al ni-
vel más obvio, el léxico. Sin embargo, esto se da en una proporción menor que en
el caso de la influencia de esta lengua sobre el náhuatl. Ya que el principal propó-
sito de este trabajo es el estudio de los efectos del contacto náhuatl-español en el
caso del Balsas, en general mis observaciones sobre la influencia del náhuatl sobre
el español “estándar” resultarán marginales: no entraré a discutir sistemáticamen-
te los argumentos de Lope Blanch (1972: 157 y ss.) en contra del sustrato maya o
náhuatl para explicar el origen de ciertos fenómenos característicos del español de
México, como el doble posesivo, e.g., “su mamá de ella”. Dicho sea de paso, uno
de los argumentos está basado en la existencia de estos usos pleonásticos en el es-
pañol castizo, incluso en la tradición literaria. En el mejor de los casos, según Lope
Blanch, el sustrato indígena ejerce un papel menor e indirecto en algunos de los fe-
nómenos reputados por ser típicos del español de América, y concretamente de
México, como el uso del diminutivo:
el uso y abuso de las formas diminutivas se ha repetido en otras épocas [...] y sigue
dándose en las hablas populares de casi todos los países hispánicos. Tratándose del
desarrollo de una posibilidad propia del sistema lingüístico castellano, no hay por qué
buscarle explicaciones extrasistemáticas [...] innecesarias. A lo sumo, cabría suponer
que la coincidencia de una particularidad de la lengua náhuatl con la tendencia natural
del castellano, podría [...] haber favorecido el cumplimiento de esa posibilidad interna,
sistemática en el español.
[163]
164 José Antonio Flores Farfán
propia de la lengua. Sin embargo, hasta donde he podido ver, en España su uso es
mucho menos extendido que en México, y esta cuestión de grado puede deberse a
la convergencia con un antiguo sustrato indígena.
Si nos referimos, como en la presente investigación, a una circunstancia en que la
lengua indígena existe en una situación de adstrato, la influencia de la lengua indígena
es notable; incluso, podría afirmarse que llega a trascender a nivel de los hablantes
que pertenecen a las primeras generaciones que adoptan el español como lengua
materna, en sustitución del náhuatl, alcanzando hasta cierto punto el umbral, si no
de los estándares regionales, sí el de las variedades más coloquiales. Es posible que
de forma indirecta la presente investigación proporcione elementos para reflexio-
nar al respecto, aunque reitero que éste no es desde luego su objetivo principal.
De cualquier manera, antes de presentar las características del español regio-
nal, es claro que obedecen a determinaciones de diversa naturaleza. Es decir, con-
curren varios procesos simultáneamente en la manifestación del español regional.
Entre otros, el español local incluye una serie de retenciones del español antiguo y
del español rural. Además, la adquisición del español como segunda lengua, impli-
cando procesos de simplificación y sobregeneralización, también se manifiesta en
el español de los nahuas. Finalmente, habrá interferencias directas del náhuatl –lo
cual es mi principal foco de atención.
6.1. Fonológicas
“cuasihablantes” (cf. capítulo 8). Encontramos buenos ejemplos de este tipo de ha-
blantes en el caso de jóvenes de Xalitla que se dedican al comercio y que compran
artesanías en español a los vendedores que les contestan en náhuatl, en pueblos
con mayor uso de la lengua indígena –por ejemplo, al ir los de Xalitla a comprar
pescados a Ahuehuepan.
Al igual que otros niveles de análisis lingüístico, la producción interlingüística
del sistema de sonidos náhuatl o español constituye un indicador más para identifi-
car y evaluar la posición social de los hablantes. Existe una suerte de continuo hete-
roglósico en la que las variedades más altas del español quedan identificadas con las
formas dialectales más estándar de la lengua, mientras las variedades más “cuatre-
ras” constituyen las formas más bajas y, por tanto, más estigmatizadas (cf. capítulo 8).
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La subdiferenciación del contraste /u/ : /o/ del español se registra en diversos dialectos
de la lengua, incluyendo textos coloniales (Karttunen y Lockhart, 1976: 2 y ss. y Lockhart,
1992: 296). En los textos coloniales del Balsas (Amith, 1990) también se constata: Augustin
de la Coroz “Agustín de la Cruz”, jonio “junio”, lones “lunes”, joez “juez”, Joan agostin “Juan
Agustín”. Para un estudio detallado de las determinaciones fonomorfológicas de la varia-
ción o/u en el náhuatl clásico, cf. Hansjakob y Zimmermann, 1962. Para entender el valor
fonológico de la escritura del náhuatl en la Colonia también puede consultarse Andrews
(1975), Karttunen (1983) y Launey (1981, 1986). En los dialectos modernos se registra,
entre otros, por Law (1961: passim), Hill y Hill (1986: passim). En San Jerónimo Amanalco,
Tezcoco, registré: volontario. Este ejemplo forma parte de un texto de proselitismo religio-
so escrito a la entrada de la iglesia. Esto, al igual que en el caso de textos coloniales, sugie-
re el alto grado de persistencia del fenómeno. La subdiferenciación es una de las nativiza-
ciones más frecuentes del náhuatl del Balsas. Hill y Hill (1986: 211) siguiendo a McClure y
McClure (1977) sugieren concebirlas como “etnorreconstrucciones” –su valor simbólico
oscila contradictoriamente– en función del perfil sociolingüístico de los sujetos.
166 José Antonio Flores Farfán
“diez minutos” (s24). De manera adicional, la motivación social también puede favo-
recer la aparición de la hipercorrección: fotoro “futuro” (m12). Todo esto sólo alude
a los procesos de estigmatización o de “etnorreconstrucción” (McClure y McClure
1977; cf. capítulo 7 y 8) de tales pronunciaciones. Sin embargo, las realizaciones son
tan diversas que no es posible encasillarlas en una sola explicación. Algunos ejem-
plos de esta diversidad son (1), de /u/ a [o], y (2) de /o/ a [u]:
106
La impredecibilidad de la distribución /o/ : [u] se hace patente en que a los pocos minutos
de haber proferido “pobre”, este hablante dijo cumu tipubres “como somos pobres”.
Características del español de los nahuas 167
107
Las razones estructurales de esta subdiferenciación se proveen en 4.1. Tal vez la subdiferen-
ciación de la serie de consonantes sonoras del español sea mucho más evidente en el habla
de los monolingües o en la fase temprana de adquisición de la segunda lengua. En realidad
(5) es uno de los pocos ejemplos constatados, con una hablante bilingüe de Xalitla, de 30
años. Para la época en que Toumi (1983: 120) hizo su investigación en Xalitla (fines de los
setenta), la integración era aparentemente mucho menor aún, por lo que en todo caso és-
ta es reciente: “Le g initial est parfois considéré par les nahuas comme non phonologique
(cf. huevo prononcé [gwebo] d’ou la forme attesté plus bas es añanti”. Donde sí se observa
con toda claridad es en los textos coloniales de la región. Ahí encontramos la subdiferencia-
ción de todas las consonantes sonoras del español; por ejemplo: xuepes “jueves”, baplo “Pa-
blo”, escripano “escribano”; gotino “Godiño”, alcaltes “alcaldes”, hernato “Hernando”; y domico
“domingo” (Amith, 1990; cf. también Karttunen y Lockhart, 1976: 3 y ss., Lockhart, 1992).
168 José Antonio Flores Farfán
Otra subdiferenciación posible es la del par de las trinadas del español /ř/ : / ř /.
No obstante, la distinción es hasta cierto punto identificable, ya que existe un prés-
tamo totalmente integrado, no sólo en el Balsas, sino en todos los dialectos del ná-
huatl: /fieřo/ “feo, peligroso, difícil” vs. /fieřo/ “hierro” (cf. 5.1.).
Más recurrentes son las instancias de hipercorrección. Por ejemplo, /p/ pue-
de convertirse en [b] lo cual alude a la estigmatización de semejantes formas: bastia
“pastilla”; de bor si “de por sí”; abrobado “aprobado” (s13). La hipercorrección puede
producirse incluso como forma intrusiva, como en el segundo ejemplo:
6.1.3. Sustitución
Aparte de los fenómenos descritos, también encontramos casos en los que las estra
tegias de reinterpretación fonémica se juegan en términos del cambio de las con-
sonantes españolas por formas nahuas más o menos equivalentes; i.e., por aquellos
segmentos fonéticamente más cercanos al punto de articulación de las consonantes
del español (cf. 4.1.1. y 4.2.1.):
108
Otra fuerza concurrente que confluye en la manifestación de este fenómeno es la tendencia
a reinterpretar la /e/ átona del español como [i]. Al hablar de la integración morfológica de
los préstamos, Lockhart (1992: 297) llama la atención sobre el particular: “When a Spanish
loan began in-, or just i-, or even en- (given the nahuatl tendency to interpret unstressed Spanish e as i),
Nahuatl speakers were likely to take that element to be the article” (cursivas mías).
109
Algunos ejemplos de hipercorrección en los textos coloniales del Balsas son: lugas “Lucas”;
yndofirma “nuestra firma”; ybleytos “sus pleitos”; gorregidor “corregidor” (Amith, 1990).
Karttuneny Lockhart (1976: 6) también registran varios ejemplos.
110
Se trata de una doble interferencia derivada de la palabra náhuatl otatl “otate”.
Características del español de los nahuas 169
Tal parece que también aquí las sustituciones son menos prolijas que en los tex-
tos coloniales, lo cual sugiere una mayor integración del sistema fonológico del espa-
ñol al náhuatl.111
6.2. Fonotácticas
111
Ejemplos de esta abundancia de sustituciones en los textos coloniales del Balsas son: pelipe
“Felipe”; baltholome “Bartolomé”; balthasal “Baltasar”; malcos “Marcos”; godino “Godiño”; melio
“medio”; escriuano “escribano” (Amith, 1990); cf. también Karttunen y Lockhart (1976: 2).
112
Sin embargo, ésta es una forma rara, dada la restricción de no permitir e- inicial.
113
Este ejemplo aparece en el glosario de un texto sobre San Juan Tetelcingo (Celestino, 1992: 71).
El mecanismo epentético no es nuevo; se remonta a la época temprana del contacto. En el
náhuatl del Balsas (legajo 443 de Bienes Nacionales, expediente 1) del siglo xvii (1611) lo
encontramos: setiebere “septiembre”, augustin “Agustín”, gueregolio “Gregorio”, curoz “Cruz”, Sa
170 José Antonio Flores Farfán
Pedoro “San Pedro”, Sa pababoro “San Pablo” (cf. Amith, 1990). Karttunen y Lockhart (1976: 6)
también registran: “Cases of epenthesis to break up a difficult cluster: Palasisco (1576) for
Francisco, and terico (1634) for trigo”.
Características del español de los nahuas 171
114
114 Remodelaciones fonotácticas similares se han observado en Hill y Hill (1986: 208): “preba
Remodelaciones fonotácticas similares se han observado en Hill y Hill (1986: 208): “preba
[...] quera” “prueba” y “siquiera”, respectivamente. En el Balsas existen como squiera o quera.
115 [...] quera” “prueba” y “siquiera”, respectivamente. En el Balsas existen como squiera o quera.
115 Adicionalmente a lo dicho para la i- inicial, estamos ante un fenómeno de “refonologización”:
Adicionalmente a lo dicho para la i- inicial, estamos ante un fenómeno de “refonologización”:
la secuencia cv /...ku..../ se convierte en /kw /, sonido característico del náhuatl inexistente
la secuencia cv /...ku..../ se convierte en /kw /, sonido característico del náhuatl inexistente
en español. Podríamos esperar que fenómenos similares se produjeran con algunos de los
en español. Podríamos esperar que fenómenos similares se produjeran con algunos de los
otros sonidos del náhuatl como /λ/ y /¢/, ajenos al español (cf. 4.1.2. y 4.2.1.).
116 otros sonidos del náhuatl como /λ/ y /¢/, ajenos al español (cf. 4.1.2. y 4.2.1.).
116 Desde luego se trata de un caso en el que se producen un número de fenómenos adiciona-
Desde luego se trata de un caso en el que se producen un número de fenómenos adiciona-
les, en el que es claro domina la motivación afectiva, considerando el efecto que conlleva
les, en el que es claro domina la motivación afectiva, considerando el efecto que conlleva
tanto el cambio de /s/ a [č] –recuérdese que se asocia al habla infantil. Es decir, como con
tanto el cambio de /s/ a [č] –recuérdese que se asocia al habla infantil. Es decir, como con
la reducción de dos sílabas, estos casos también se relacionan con la categoría de afectivo,
la reducción de dos sílabas, estos casos también se relacionan con la categoría de afectivo,
precisamente con el uso de familiaridad que la contracción de los nombres propios implica
socialmente y que es un proceso común en muchas lenguas.
172 José Antonio Flores Farfán
Los ejemplos en los que se sustituye /e/ por [i] o se elide la e- inicial no se li-
mitan, desde luego, a formas afectivas:
Desde luego, los últimos ejemplos también pueden constituir una expresión
de la naturaleza espontánea del discurso, pero estas explicaciones no son excluyen-
tes sino complementarias. Más aún, es interesante notar que no todos los cambios
observados pueden explicarse en términos de los efectos de un sistema fonémico
sobre el otro; por ejemplo, la pérdida o elisión no se reduce única y exclusivamen-
te a la que tiene que ver con la restricción descrita, sino que prácticamente puede
extenderse a cualquier segmento en posición inicial, lo cual funciona como una
forma de crear un acento náhuatl. Por ejemplo, en (22) se observa la elisión de una
/k/, en la forma fosilizada de decir carajo en la región.117 En el caso de las vocales,
la a- inicial es una de las predilectas:
precisamente con el uso de familiaridad que la contracción de los nombres propios implica
socialmente y que es un proceso común en muchas lenguas.
117
Casi nadie dice carajo, por lo que esta forma puede considerarse plenamente incorporada
al repertorio de interjecciones, por lo menos al hablar en náhuatl.
Características del español de los nahuas 173
Elisión de /y/ con sustantivos españoles con un contexto Ci_v: [serio] por /
seriyo/, [morio] por /moriyo/, [sieta] por /siyeta/, etc. (cf. 4.2.1.).
Intrusión de [y] en el contexto de los sustantivos con la secuencia final _vv _#:
[tiyo] por /tio/, [fřiyo] por /frio/, [sofiya] por /sofia/, [polisiya] por /polisia/
(éste es un mecanismo parecido a la función de otras consonantes intrusivas co-
mo la /g/ que, como hemos visto, se utiliza para evitar grupos vocálicos como el
diptongo).118 En apariencia, existe una suerte de distribución complementaria en-
tre 6.2.3. y 6.2.4., relacionada con una mayor o menor proficiencia en español o
náhuatl, respectivamente.
Dado que no existe como tal en náhuatl (cf. 4.2.1.), también se observa un fe-
nómeno de desfonologización de la /ñ/, reinterpretada a través de la secuencia
vocálica más similar fonéticamente: [ninio] por /niño/, [tonio] por /toño/. Los
fenómenos de desfonologización pueden también incluir otros sonidos ajenos al
náhuatl, como es el caso de algunas de las vocales del inglés. Por ejemplo, la vocal
del nombre inglés Jane, se reinterpreta como dos vocales: [yain] (e11).
En la medida en que en náhuatl la -n final tiende a debilitarse, convirtiéndo-
se en -h, puede perderse totalmente o aspirarse –sobre todo en el español de los
hablantes más monolingües (cf. capítulo 8)–: [atiendeh], [atiende] por /atienden/,
[mandah], [manda] por /mandan/, [beh], /be/ por [ben], etcétera.
Estos hechos se interpretan como parte de los procesos de convergencia fonémica
y fonotáctica entre el náhuatl y el español, para nada ajenos a las variables sociales que
intervienen en su configuración, como la clase social o el grupo étnico de pertenencia,
la edad y el género, que nos permiten identificar variedades más o menos “cuatrapea-
das” del español. En este sentido, se presenta un gradiente que va de una mayor
a una menor diferenciación lingüística vinculada a un mayor o menor español “cuatra-
peado”: a mayor cuatrapeado mayor estigmatización social y viceversa (cf. capítulo 8).
6.3. Acento
118
Otro caso de una consonante intrusiva es /n/, que tiene que ver con lo que Karttunen y
Lockhart (1976: 8 y ss.) llaman la inestabilidad de las nasales del náhuatl. Un ejemplo de mi
propio material es se enonjó “se enojó”.
174 José Antonio Flores Farfán
Hasta donde he podido ver, la nativización al patrón acentual del náhuatl sólose
produce con los sustantivos: [‘mi.γel] en vez de /mi.’γel/, tal vez porque en los verbos
nahuas el acento sí puede llegar a variar, aunque limitado a secuencias finalescomo
-ia. De cualquier manera, este cambio también llega a ser interpretadoen función del
gradiente aludido, como uno de los aspectos más característicos de un acento náhuatl.
La manera en que estas diferencias son evaluadas varían hasta el punto de que no
necesariamente tienen que estigmatizarse, sino constituir manifestaciones de un cierto
purismo náhuatl (para una interpretación similar, cf. Hill y Hill, 1986: passim). En este
sentido, los efectos producto del contacto constituyenla materialidad de la naturaleza
contradictoria de las representaciones y prácticas diglósicas.
6.4. Morfosintácticas
Se puede decir que mientras el náhuatl es una lengua omnipredicativa (cf. 4.2.2.),
en español se requiere una forma verbal predicativa independiente (cf. 4.1.2.). En
náhuatl, la persona se marca automáticamente sin necesidad de la forma pronominal
predicativa marcada abiertamente; es decir, siempre está presente aunque de manera
cubierta. Por tanto, en español se puede observar la pérdida de los verbos predicativos:
(27) porque nosotros también tenemos fuerza porque seamos hartas las mujeres
“Porque nosotras también tenemos fuerza porque somos muchas mujeres”
o “porque estamos hartas las mujeres” (j13)
También es posible que el uso del verbo ir, que en español llega a ser utilizado
predicativamente, se alterne de manera no estándar (28) o se confunda con los ver-
bos predicativos (29):
Los verbos de movimiento castellanos también llegan a ser utilizados como formas
cuasi-predicativas, rememorando las construcciones aspectuales nahuas (cf. 6.6.1.):
(31) comprando y es hablaba yo con ellos como era ellos son es hablan espa-
ñol y hablan mexicano
“(aprendí) comprando, y es (que) hablaba yo con ellos, (como) hablan es-
pañol y hablan mexicano” (p11)
120
La forma fosilizada yes recubre el rango de “ser” y “estar” del español. En el diccionario
de Karttunen (1983: 335) lo encontramos definido como: “YE suppletive verb to be (in the
senseof Spanish estar) [...]. This verb is suppletive with the verb CĀ”. Nótese cómo la forma
náhuatlactual –por lo menos del Balsas–, presenta una -s final, probablemente del futuro.
Sin embargo,su uso no se limita a este último tiempo, aunque sea la temporalidad a la que
con más frecuenciase asocia.
Características del español de los nahuas 177
6.4.2. Persona
Desde luego que es posible que en (35) también se esté jugando un efecto
enfático; sin embargo, (36) corrobora que la obligatoriedad de la persona en ná-
huatl (cf. 4.2.3.), tiende a replicarse de manera bastante fuerte (cf. 6.6.3.). Nótese
que en (36) la forma no estándar que se produce tiene que ver, precisamente, con
la presencia del pronombre enfático:
De cualquier manera, sea ésta o no la explicación más fuerte para este tipo de
fenómenos, el hecho es que, en ocasiones, es notable un uso sobregeneralizado de los
pronombres enfáticos:
6.4.3. Número
Como en náhuatl el singular puede representar al plural –por ejemplo en el caso del
objeto de tercera persona– (cf. 4.2.2.); es decir, que se produzca una neutralización
de la oposición singular/plural, es posible encontrar ejemplos en que el clíticoacu-
sativo (o en su caso dativo) no presenta marca alguna de plural, violando la regla
de concordancia del español estándar (cf. 4.1.2.):
178 José Antonio Flores Farfán
(41) todos los pueblos tenemos derecho de que nuestros ciudadanos se orien-
te, sea orientado
“todos los pueblos tenemos derecho de que nuestros ciudadanos se orien-
ten, (que) sean orientados” (s11)
También se constata la posibilidad de aplicar la reduplicación en español como
una forma de pluralización, tal como en náhuatl (cf. 4.2.2.):
(42) bo-bolita-s
pl- -pl
“bolitas” (h11)
121
En náhuatl clásico “cuerno” es cuacuahuitl, mientras que en el náhuatl de Xalitla es kwaaku-
htli. Podría existir un cierto grado de identificación de la palabra náhuatl con su forma cua-
si-homófona española.
Características del español de los nahuas 179
Otros efectos relacionados con las diferencias descritas para ambas leng-
uas en esta categoría tienen que ver con la manera de pluralizar las terceras personas
del plural posesivo. No existe concordancia entre la forma poseída y el poseedor
(FloresFarfán, 1992: 66-7):
En suma, a pesar de que, a diferencia del náhuatl en español las terceras per-
sonas del plural posesivo requieren concordancia de número (cf. 4.1.2.), la plurali-
zación se realiza bajo el modelo nativo.
122
Con esto tampoco quiero decir que sea ésta una característica de un hipotético español re-
gional “estándar”. No obstante, sería a través de este tipo de situaciones como eventual-
mente alguna forma podría haber llegado a trascender al mundo hispanohablante, como el
uso de aunque, relacionado con el del náhuatl maske; como en la expresión del español mexi-
cano, “No le aunque” (para una aproximación reciente a la posible influencia del náhuatl
en el español mexicano cf. Lipski, 1994). Así, en Xalitla ciertas interferencias del español
bilingüe persisten en el español de hablantes cuyos padres hablan náhuatl, aunque ellos ya
tienen al español como lengua primaria. Aquí localizamos distintos tipos de hablantes que
incluyen lo que llamo pseudo y cuasi-hablantes (cf. 7.3.3.).
180 José Antonio Flores Farfán
6.4.4. Reverencial
123
Como he sugerido al hablar del número en 4.2.2., el uso de -tsiin en su forma afectiva (diminu-
tiva) se limita prácticamente a los sustantivos, por lo menos en Xalitla. En otras comunidades
donde la vitalidad de la lengua es mucho mayor (San Agustín Oapan, Analco) todavíaexiste,
hasta donde puedo ver, a nivel del verbo, aunque de manera por lo menos poco productiva
en términos de honoríficos. El uso de -tsiin en el verbo posee un valor diminutivo: poliwi-tsiin
“falta poquito”. Por otro lado, sólo he podido identificar un nivel honorífico, igualmente poco
productivo, a diferencia de otros dialectos en los que se reportan muchos más (Texcoco: Pe-
ralta, 1994; la Malinche: Hill y Hill, 1986). En Xalitla, como forma de respeto, otrora se utiliza-
ba el sufijo -tiooh: tlaneextilitiooh “buenos días (rev)”, que en San Juan Tetelcingo sigue vigente.
Es posible que este sufijo derive de teootl “dios”, aunque resemantizado, al menos por lo que
sugiere la traducción del siguiente ejemplo: totiooh nochokilia, el cual presenta la morfología re-
verencial propia del clásico: “(pobrecito) nuestro señor llora (rev)”.
Características del español de los nahuas 181
6.5. Género
sugiere la traducción del siguiente ejemplo: totiooh nochokilia, el cual presenta la morfología
reverencialpropia del clásico: “(pobrecito) nuestro señor llora (rev)”.
182 José Antonio Flores Farfán
Desde luego, los distintos tipos llegan a traslaparse, por lo que podría hablarse de
una última categoría, en la que las distintas instancias pertenecen a más de una clase.
Dicha clasificación pretende perfilar los elementos esenciales para capturar una especie
de “nuevas” reglas de género en este español, las que espero se vuelvan evidentes al
término de la presentación de la tipología.
(51) el Conasupo
mas fem
“la Conasupo”
(Comisión Nacional de Subsistencias Populares) (g11)
(52) el relación
mas fem
“la relación” (a17)
(53) pinche Martha ¡qué ojet-e!124
fem -mas
“pinche Martha ¡qué ojeta!” (p14)
(54) tres person-as comisionad-os... est-os son person-as
-fem -mas -mas -fem
(de) comunidades que salen afectad-os
-mas
“Tres personas comisionadas... éstas son personas... (de) comunidades que
salen afectadas” (a17)
124
Hasta cierto punto este caso también podría pertenecer al último tipo, si es que efectiva-
mente en la concepción androgénica del mundo se considera que los ojet-es son del sexo
masculino. En la medida en que en la práctica no sólo son hombres a los que se les puede
adscribir semejante calificación, como precisamente denota el ejemplo, evidentemente se
trata de un fenómenorelativo, imposible de generalizar de manera categórica. Más aún, la
no concordancia de género también se produce con hablantes nativos como parte del ha-
bla rápida y espontánea.
Características del español de los nahuas 183
125
Tomado de Hill y Hill (1986: 95). Sin embargo, por su naturaleza cuantificadora, el ejemplo
también podría adscribirse a 6.5.3.
184 José Antonio Flores Farfán
6.5.2 Eufonía
126
La búsqueda intuitiva de similaridades fonéticas es una estrategia frecuente en el caso de
otras lenguas indígenas genéticamente no emparentadas, como las lenguas otomangues –e.g.
el otomí–, lenguas que tampoco presentan la oposición masculino-femenino.
127
Este ejemplo fue registrado del servicio de anuncios que se utiliza en Xalitla, conocido
comoaparato. En Xalitla, estos hablantes son gente joven, con una mayor competencia, si
no es que un total monolingüismo en español.
128
En la medida en que no existen mujeres comisari-a-s, este ejemplo también cabe en el apar-
tado 6.5.4.
Características del español de los nahuas 185
En este caso lo que se replica del náhuatl es la estructura see + sustantivo (num –uno-
sus) como en see collar “un collar”, see chikiwitl “un chiquihuite (canasto)”. Tenemos
que en náhuatl el numeral, en cierto sentido, se acerca a un uso parecido al artículo
definido español. Si en efecto podría decirse que las formas que ejemplifican este tipo
se parecen a las de 6.5.1., hay que recordar que el efecto interlingüístico proviene de
orígenes distintos, por lo cual se justifica su separación. Sin embargo, se puede ver que
una regla general que sigue operando es la sobregeneralización de la -o identificada
con la forma masculina, y el vacío -ø con el femenino (y no necesariamente -a, como
en español, en el que el femenino resulta la forma marcada). Por tanto, es un-o petate,
ya que es el petate, y un-ø grabadora, puesto que es la grabadora.
(66) el violinist-o
mas -mas
“el violinista” (a15)
6.6.1. Aspecto
Nótese que en (67) el significado del verbo “querer” se traduce como “de-
sear”, lo cual corresponde en realidad a una utilización más idiomática derivada de
su propio uso en náhuatl.
6.6.2. Modo
El español cambia parte de la raíz verbal al pasar del indicativo al optativo (cf. 4.1.3.),
mientras que el náhuatl la mantiene intacta (cf. 4.2.3.). Esto produce la simplifica-
ción del sistema español. También se replica la estructura morfosintáctica del náhuatl
además de que su naturaleza arcaica muestra la antigüedad del fenómeno. Su traducción corres-
ponde a una expresión coloquial del español mexicano moderno cercano al sentido original.
188 José Antonio Flores Farfán
(e.g. optativa, como en el caso de las formas admonitivo-exhortativas, cf. cuadro 4.3),
produciendo calcos como en (74). Así, en ocasiones el imperativo mantiene la forma
morfológica indicativa como en (75) o se utilizan de forma simultánea exhortativo e
indicativo, como en (76):
(77) ¡descansen!
“¡pónganse cómodos!” (a15)
El uso de ciertas formas imperativas resulta idéntico en las variedades locales
en ambas lenguas:
6.6.3. Voz
(a) Elisión. En este caso simplemente desaparecen los marcadores que en el uso
nativo del español (cf. la categoría de voz en 4.1.3.) indican funciones sintácti-
cas de la fv:
yo aquí mi casa
“yo (estoy) aquí en mi casa” (s17)131
(b) Sustitución. En este caso otras preposiciones reemplazan a las que serían
de esperar en español estándar:
(80) vamos a salir en Tlalpan
“vamos a salir a Tlalpan” (s17)
P. pasa a dejar los dibujos en la casa
131
Lockhart (1992: 322) también encuentra que: “in Spanish Nahuatl speakers […] sometimes
omitted words like en [...] when specifying places”.
190 José Antonio Flores Farfán
132
Lockhart (1992: 576) reporta diversos casos de hipercorreción. Por ejemplo: ‘a Vuesa merced
puede mandarnos’ y ‘salió electo Goor, a Dn Andres losiano’, respectivamente, “Vuestra
merced puede mandarnos” y “Salió electo Gobernador Don Andrés...”.
Características del español de los nahuas 191
A transitive sentence has a predicate that consists of a predicator and at least one
object function. Both the predicator and the object are nuclear [...] obligatory present
functions [...] while in English certain transitive predicates allow the deletion of the
object when no specific entity is referred to [...] Nahuatl [...] does not permit this [...]
the transitivity must be attested in such a situation (Andrews, 1975: 48).
133
Al hablar de los problemas que los nahuatohablantes enfrentaban para hablar el español,
Lockhart (1992: 321) ha llamado la atención sobre este loísmo náhuatl: “It was with
the indication of the object of verbs that the trouble [...] arose. The Spanish system,
distinguishing direct from indirect, masculine from feminine, and singular from plural
objects through a welter of pronouns, was far more complex than the Nahuatl equivalent,
so Nahuatl speakers tended to simplify, sometimes going so far as to use lo [...] to cover all
cases”. El ejemplo que cita es ‘lo llamo mi hermano’, que aparece en Ruiz de Alarcón.
Características del español de los nahuas 193
Estos ejemplos hacen notar cómo también existe una tendencia a utilizar lo antesdel
verbo, como si se tratara de un prefijo, como en náhuatl (cf. 4.2.3.), en vez de un clítico,
como en español (cf. 4.1.3.). No obstante, los procesos de simplificaciónque se ejercen
en torno a lo, y en general al objeto, no terminan aquí. En ocasiones el recubrimiento
de lo alcanza no sólo al objeto definido proyectivamente, sino a la vez al reflexivo:
cuadro 6
Distintas funciones del español en el (náhuatl)
ac dat pro art
lo le te/se el
lo lo lo lo
Una posibilidad con respecto al uso de los marcadores objeto, aunque mucho
menos frecuente, debido probablemente a la naturaleza obligatoria del objeto en
náhuatl (cf. la categoría de voz en 4.2.3.), es la elisión:
Características del español de los nahuas 195
6.7. Taxis
En español existe una clase relativamente amplia de nexos (cf. 4.1.3.). Por ejemplo, la
relación conjuntiva o disyuntiva de dos fns presenta nexos distintos aunque obliga-
torios. En contraposición, esta clase en náhuatl es muy limitada, por lo que el efecto
interlingüístico remite a la elisión o simplificación de la estructura de nexos castellana:
134
Admito la posibilidad de que este último ejemplo constituya, a su vez, un fenómeno pro-
ducto del habla espontánea –e incluso parte de un proceso de adquisición del lenguaje–, lo
cual complica la cuestión considerablemente.
196 José Antonio Flores Farfán
de la preposición a por en, en la última línea se produce, tal vez como un efecto de
hipercorrección, la forma no estándar con la condición a que:
(102) “Es decir, el vendedor se compromete a venderle las máscaras [...] con
la condición (de) que se lleve la mercancía con la que él cuenta en ese
momento”
6.8. Léxicas
Los dominios que mayormente impactan el español local tienen que ver, sobre to-
do, con la flora y fauna regionales, lo cual se vuelve notable en aquellas comuni-
dades o sectores que ya hacen un mayor uso del español que del náhuatl (Maxela,
Xalitla). Sin embargo, hay que reiterar que, tal como advertimos al hablar del nivel
léxico en el caso de la influencia del español sobre el náhuatl (5.5.), comparativa-
mente hablando, resulta elocuente la desproporción en el número de préstamos
propiamente dichos a favor del español –mucho más acentuada en la medida en que
nos acercamos al habla estándar. Dado que existen fuentes publicadas que en ma-
yor o menor medida registran algunos préstamos del náhuatl al castellano regional,
como las referencias que se mencionan en (b); en lo siguiente me ocuparé más de
lo menos trabajado.
Las características léxicas más notables del español de los nahuas del Balsas son:
Características del español de los nahuas 197
(a) El uso de una serie de arcaísmos como almud (medida del maíz), ansina (así), aruba
(bulto de harina de unos 30 cuartillos), barreta (barra de hierro), barrica(tambo),
calzón (pantalones indígenas), cámara (cuete), cantor (cantante de la iglesia), cuartillo
(un cuarto de fanega), culantro (cilantro), de que,135 de presto (rápido), divisar (ver),
fánega (medida del maíz), fierro (hierro), añan, gañan136 (peón), macho (mula/o),
moza (novia), paño (rebozo), silleta (silla), talega (morral), topar (encontrarse). La
mayoría de estos términos han mantenido su sentido original más o menos
intacto, mientras otros se han transformadoo especializado en mayoro menor
medida. Como ejemplo considérese el sentido original de bonete, cuyosignificado
era “capa”, y que hoy día se utiliza para designar un tipo de árbol (listas crono-
lógicas de préstamos durante la Colonia, en las que aparecen algunosde dichos
términos, aparecen en Karttunen y Lockhart, 1976: 52 y ss.).
(b) Préstamos del náhuatl al español para designar elementos propios de la cultura
local que no tienen equivalentes castellanos, que podríamos llamar regionalis-
mos nahuas, más conocidos como nahuatlismos, que en muchos casos han lle-
gado a trascender al español mexicano estándar (cf. Lope Blanch, 1989). Algunos
ejemplosde verbos son: payanar (moler el maíz), pixcar (recolección del maíz),
tlacololear (talar), zacatear (cortar y recoger zacate). Algunos sustantivos son: nahual
(brujo), nexcomil (olla para preparar el nixtamal), nixayote (agua que se produce al
preparar el nixtamal), nixtamal (masa en bruto para las tortillas). Aquí también
localizamos dobles interferencias como amate (corteza del árbol para pintar),
chapopote (una suerte de alquitrán), chicote (un tipo de lazo), chiquihuite (un tipo de
cesta), metate (piedra para moler maíz), nana (madre), otate (un tipo de caña), pe-
tate (estera), tata (padre); además de una extensa gama de topónimos. En el caso
de los sustantivos tenemos un número muy amplio de préstamos relacionados
con flora y fauna regionales. Por ejemplo, en el caso de la flora tenemos: amol,
ahuajocote, asuchil, guamuchil, cacahuananche, cuachichil, cuasahuate, cuachalate, chamol
(cf. Ramírez de Alejandro y Dakin, 1979: 203 y ss. y Ramírez 1992). Como es
sabido, una cierta proporción de este léxico es de uso general en el español de
México y en casos incluso de América (cf. Sala et al., 1977 y LopeBlanch, 1989).
135
También presente en el español de México, por lo menos en el de la ciudad. La diferencia
con el Balsas es que en la región se utiliza de manera mucho más generalizada. Según Lope
Blanch (1989: 93) siguiendo a Henríquez Ureña “el concepto de arcaísmo debe aplicarse
sólo a formas que, vivas o normales en un habla particular, hayan dejado de pertenecer a
la norma lingüística de ‘la mayor parte del mundo hispánico’”.
136
Toumi registra “gañanti: verbe forme par la suffixation de -ti [...] a l’emprunt gañan ‘homme
de peine’”.
198 José Antonio Flores Farfán
137
Desde luego que estos elementos no presentan una distribución en absoluto homogénea,
sino que se ordenan en función de variables como la edad y el sexo: es la generación mayor
la que tiende a hacer un uso más prolijo de estas formas, sobre todo las mujeres. En gene-
ral se puede decir que a mayor castellanización, menor uso de estas formas y viceversa.
138
La manera en que se identifica lo que puede resultar un calco es comparando los usos de
las distintas formas que resultan sospechosas en ambas lenguas, en función de su distancia
relativa en términos de posibles equivalencias y, desde luego, teniendo en cuenta las dife-
rencias con el estándar.
Características del español de los nahuas 199
Weeyi aatl se utiliza sobre todo cuando crece mucho el río en tiempo de lluvias.
Aquí se utiliza en un sentido más cercano a río.
Aunque pues, frase hecha calcada de la expresión maaske teh que, entre otras co-
sas, es la forma más común para despedirse de quien contesta al que se despide.
También se utiliza en el sentido de “(no importa) que así sea”:
(108) después se vino su hermano. ahora sí vino a traer a su mujer aquí. pero
ese mujer es de familia de chilapa. esa es chilapeña maaske está viviendo acá
“su hermano vino después. Ahora sí vino a recoger a su mujer aquí.
aunque la familia de esa mujer es de Chilapa. Esa es chilapeña aunque
esté viviendo aquí”
Desde luego que esto también sugiere la identificación que se ha ejercido con
la expresión concesiva castellana por más que.139
139
En español aunque y pero son las formas adversativas con usos concesivos más frecuentes
–por lo menos en el habla coloquial urbana “estándar”–, tanto en España (Crevels, 1994 y
comunicación personal) como en México. Además, más no se utiliza aislado –requiere por
para marcar este tipo de relaciones–. No sólo por esto parece claro que el origen de maaskees
náhuatl. De acuerdo con autores como Hill y Hill (1986: 180): “The adversativeconjunction
mas ‘but, although, even’ is very common in Malinche Mexicano [...] Mas often appears
with que or qui [...] The source of this element, māzqui/ [rāzque], may be an exampleof a
syncretism of a Mexicano and a Spanish word. Suárez (1977) takes this form to be from
200 José Antonio Flores Farfán
Hasta allí, calcado de hasta umpa, frase hecha en náhuatl que probablemente es un
doble calco, es decir, se calcó primero del español al náhuatl, y de ahí de nuevo a la
lengua indígena:
(110) stampa
“hasta allí” (a16)
También se han podido detectar, como efecto del calco de los demostrativos
nahuas, la simplificación de los demostrativos del español. El español tiene una serie
de deícticos demostrativos mucho más desarrollada que la del náhuatl. Por ejemplo,
la deixis española distingue “este, esto, ese, eso, aquel, aquello”, mientras que el
náhuatlsólo establece una oposición in “este, esto” vs. un “ese, eso”.
Spanish. However, Classical Mexicano had a closely similar form, māciuhqui, ‘nonetheless,
anyhow’, and the coincidence between this form and the Spanish mas que may have led
speakers to merge the two forms”. Maaske sigue en uso en todos los dialectos conocidos
del náhuatl, con más o menos el mismo significado que registra Molina (1977: 50): “aunque
sea tal, o tal cual es”. Tal como sostiene Karttunen (1983: 128-129): “This shortened form
of mazo iuhqui has undergone further syncopation in [...] modern Nahuatl [...] commu-
nities, and in the form mazqui or mazque has become conventional leave-taking phrase
in some localities”. En efecto, en el Balsas, maaske teh “aunque pues” es la respuesta más
típica al que se despide. Maaske y más del español conviven en una serie de géneros, como
en ciertas adivinanzas con estructura adversativa: maaske mas tikwaalantok pero tikpiipiitsos,
literalmente “No importa qué tan enojado estés, la vas a besar”, los cuentos diay kitowa maaske
mas killiayan de maka teh tewa xia “de ahi dice no importa qué tanto le decían que no (vayas)
pues ve tú!” (cf. Ramírez, et al. (1992); Ramírez Celestino y Flores Farfán, 1997). Como se
puede ver, el más del español se utiliza como un cuantificador en el Balsas, con lo cual es-
tablece una distribución complementaria con maaske. El caso de maaske es el de los pocos
modificadores que llegan a ser transferidos al español bilingüe. Más aún, usos como los
descritos de aunque en el español bilingüe también se observan en el español monolingüe
r ural, no sólo en ésta sino en otras regiones de México, probablemente bajo la influencia del
náhuatl. Un ejemplo es la bien conocida expresión del español mexicano: “no le aunque”.
Características del español de los nahuas 201
Decir, calcado de -illia, en su forma killia es una muletilla discursiva muy fre-
cuente en náhuatl para marcar el discurso referido:
Un buen ejemplo del profuso uso de dice se observa en el siguiente fragmento, sin
que no obstante todas sus manifestaciones sean atribuibles a la influencia del náhuatl:
(125) pues para decir luego antes opinaban las señoras no los hicieron cuenta los
señores decían no se metan de que es mujercita no hay que tomarla cuen-
ta antes decían asi ahora no. luego dicen los señores dicen toda la mayoría le
vamos al pri dice
“Pues por decir luego (cuando) opinaban las señoras, los señores no
les hacían caso, decían ‘no hay que tomarla en cuenta’, antes así decían,
ahora ya no. Luego los señores decían ‘la mayoría le vamos al pri’” (l12)
140
Este ejemplo fue obtenido como traducción de la forma moostla n-on-tee-tla-maka-s-Ø: yo-dir-
gente-algo-dar-fut-sg, literalmente “Mañana voy a darle algo a la gente”. Otros ejemplos son:
cada padrino kitlamakan “Cada padrino pone algo (para la fiesta, e.g., comida)”, ilwitl Ahuehuepan
no teemakan mexcalli “En la fiesta de Ahuehuepan también dan de beber mezcal” (s15).
Características del español de los nahuas 203
cada padrino kitlamakan “Cada padrino pone algo (para la fiesta, e.g., comida)”, ilwitl Ahuehuepan
no teemakan mexcalli “En la fiesta de Ahuehuepan también dan de beber mezcal” (s15).
204 José Antonio Flores Farfán
Nombrar, puede estar relacionado con el verbo -nootsa, aunque tal vez también
con los verbos -towa “decir”, en su uso como killiaan “le dicen” en el sentido de “le
denominan”, e incluso quizá con -tookayootia:
Quitar, identificado con -kiixtia “sacar”, derivado a su vez del verbo kiisa “salir”
más el causativo -tia. Esto lo corrobora su uso en calcos nahuas, en los que efecti-
vamente llega a usarse con el significado de “quitar” (cf. 5.1.4.):
Saber, tal vez derivado de -mati, que en el uso náhuatl abarca tanto lo que en
español designa el verbo saber y el verbo conocer:
(142) pero de que tengan credencial pues nadie tiene nadie ni del pri tampoco
nadie. de veras pues no saben no oyen
“pero tener credencial, pues (aquí) nadie tiene, nadie, ni del pri tampoco na-
die (tiene). De verdad, porque no conocen (de partidos), no entienden” (l12)
(143) de veras no saben no oyen
“en serio, no conocen, no entienden” (l12)
Esta lista no pretende ser exhaustiva y requiere por lo menos ciertas preci-
siones. Hay que aclarar que el grado de certeza con el que se postula lo que es un
calco, varía considerablemente con respecto a casos específicos. Es decir, algunos
son más claros que otros. El grado de traslape semántico y pragmático en la iden-
tificación, sobre todo en el caso de los verbos, puede variar en función, entre otras
cosas, del grado de equivalencia de los verbos en la propia identificación, sus usos
idiomáticos y las equivalencias en juego de los motivos del calco. Un buen ejemplo
206 José Antonio Flores Farfán
es quedar, y en general todos los verbos en los que se utiliza la forma reflexiva se, lo
cual permite reconocerlos como calcos, por lo que podría hablarse de calcos par-
ciales. Formas con se son:
Hablar, por el uso de la forma reflexiva, tal vez identificado con el verbo -nootsa:
Además, el uso de los verbos en las dos lenguas en este caso es cercano (com-
párense e.g. los casos de aprender y cambiar).
También es posible que lleguen a evitarse ciertos usos de verbos castellanos
por tener un valor semántico prácticamente idéntico al verbo náhuatl. Tal vez éste
sea el caso de quitar, que se prefiere al equivalente castellano de -kiixtia, “sacar”.