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Aspectos económicos de la República Aristocrática (1895 – 1919)

El periodo comprendido entre 1899 hasta 1919 fue designado por el historiador Jorge
Basadre como la “República Aristocrática” para designar el tiempo en que un reducido
grupo social (oligarquía) controlaba los destinos del país. La República Aristocrática
también es conocida como el segundo civilismo por coincidir con la hegemonía política
del Partido Civilista sobre las tendencias más bien de carácter demócrata (pierolismo).

• Se denomina periodo de la República Aristocrática, a una etapa coyuntural de 20 años,


en la cual la fuerza política fueron los Civilistas.

• La República Aristocrática fue un régimen de formalismo legal y estancamiento social;


las fuerzas conservadoras dominantes ejercieron el poder bajo el marco de un Estado
aparentemente democrático, con libertad de prensa, con oposición y división y
cumplimiento formal de la Constitución.

• Fue un gobierno aristocrático y elitista alejado de las masas populares dejando


marginados y postergados.

• Durante este periodo de 20 años hubo constantes luchas por parte de las masas indígenas,
obreros, artesanos contra el régimen aristocrático, con huelgas, paros, protestas y
rebeliones.

• La República Aristocrática fue un régimen para los poderosos y los aristócratas, para
los selectos y los miembros de la élite, el pueblo fue dejado al margen, pese a las protestas.

ECONOMÍA Y SOCIEDAD.

El Perú durante la República Aristocrática es un país eminentemente agrícola y


desarticulado por la presencia de las haciendas controladas por terratenientes que
presentan claramente rasgos feudales, ya que estos mantienen el dominio bajo la forma
de gamonalismo señorial. Estas características van a sufrir ciertos cambios con la
presencia del capital financiero.

Por ejemplo, la costa norte sufre transformaciones en las relaciones de trabajo debido a
la presencia de la burguesía agro exportadora que establece el trabajo asalariado
mediante el “enganche”, que después procederá apropiarse de las tierras de los
campesinos. Estas medidas también perjudicaron a los minifundios costeños.

En la sierra central (Cerro de Pasco) se produjo la inversión de grandes capitales en la


actividad minera, “enganchando” también a los campesinos de las comunidades con la
previa expropiación de sus tierras; además se incentivó la producción lanera, textil y de
alimentos que muchas veces se vendía a las empresas mineras para la reventa a los
indígenas para su abastecimiento.

Ciertos cambios económicos sociales se desarrollaron a partir de los “enclaves”, es decir


de las empresas que funcionaban con capital extranjero y se dedicaban a extraer materias
primas de un territorio en el cual tenían plena autonomía. Existían dos tipos de
“enclaves”:
1. “Enclaves” agrarios: ubicados principalmente en la costa norte, dedicados a cultivar
algodón y caña de azúcar que luego eran exportados. Aquí destaca el capital inglés
(Grace), alemán (Gildemeister), etc., quienes eran los más grandes latifundios del norte,
llamados los Barones del Azúcar. También encontramos a grandes hacendados peruanos
como los Aspíllaga, Manuel Candamo; y en el sur, a López de Romaña, en el valle de
tambo (Arequipa).

2. “Enclaves” mineros: ubicados principalmente en la sierra central (Cerro de Pasco),


donde predominaba el capital norteamericano.

Durante toda la República Aristocrática nuestra economía era dominada por el capital
inglés; pero el capital norteamericano, desplazó al capital inglés, después de la Primera
Guerra Mundial siendo su punto de lanza la minería de cobre. En el sector urbano, en
especial Lima, también se produjeron cambios en la estructura económica social con la
penetración capitalista. A principios del siglo XX, en esta ciudad existían cierta
producción artesanal: vestido, calzado, muebles, etc., dirigido por pequeños
propietarios (artesanos) que explotaban a los trabajadores (operarios) y se
agrupaban en gremios. Ante la presencia de fábricas con tecnología de vanguardia
y con grandes capitales (Vitarte Duncan Fox, D’Onofrio, Field, etc.) y ante el
comercio de importación, los artesanos van a quebrar económicamente puesto que
es dura la competencia con las mercancías hechas en fábricas.

Gran parte de estos artesanos se convirtieron en proletarios (obreros) de los nuevos


centros fabriles, como estibadores de los puertos ó en mejor de los casos en pequeños
comerciantes. Surge así en las ciudades una clase proletaria que por su origen
(artesanos) principalmente van a tomar como bandera de lucha el anarco
sindicalismo. El eje de toda esta estructura económico-social que se va formando es, por
supuesto, la fuerza de trabajo, que consigue y explota de diferentes maneras:

A. EL “ENGANCHE”. Mecanismo mediante el cual se disponía de la fuerza de trabajo


de una persona con un salario adelantado. El “Enganche” se efectuaba entre el capitalista,
el “enganchador” o contratista (proveedor de la mano de obra “enganchada” al capitalista)
y los trabajadores que eran en su mayoría campesinos que nunca habían tenido tierras o
habían sido despojados de sus tierras. El contrato se cerraba con el pago de un salario
adelantado al trabajador (contrato de enganche). Cuando éste entraba a la empresa
minera o agrícola contraía fuertes deudas que lo obligaban a continuar trabajando en la
empresa hasta cancelarlas, lo que prolongaba el tiempo. El “enganche” se desarrolló
agresivamente en la sierra central (región minera) y en la costa norte (región azucarera y
algodonera).

B. EL “YANACONAJE”. Forma de trabajo servil típica de la colonia que permaneció


vigente aún en la República Aristocrática. Consistía en el trabajo en las tierras de un
hacendado, efectuada por los campesinos a cambio del derecho al mañay o parcela
campesina. El dueño de la hacienda no siempre ejercía su administración ya que éste
se encontraba, comúnmente, en la ciudad. El mayordomo o capataz era quien ejercía
haciendo suyo el control brutal sobre los trabajadores campesinos para beneficio del
hacendado. El “yanaconaje” va a persistir en especial en la sierra sur.

C. LA “CORRERÍA”. Sistema brutal e inhumano que realizaban los expedicionarios


caucheros para conseguir trabajadores. Consistía en la persecución de las tribus
amazónico para capturar a los habitantes y someterlos a la explotación cauchera sin
ninguna retribución. Esta forma de trabajo se parece mucho a la explotación
esclavista, por su salvajismo y afán de lucro inmediato.

“Las relaciones sociales de producción de la economía cauchera fueron


semiesclavistas, lo que determinó el surgimiento de algunas modalidades de lucha
de los trabajadores: las fugas de los centros de producción, el incumplimiento de los
contratos, la morosidad en el pago de las deudas, y los motines a veces violentos,
fueron las manifestaciones más importantes…”

D. LA “HABILITACIÓN”. Fue otra forma de explotación de nativos en la Amazonía


(Iquitos); consistía en adelantarle una miseria al trabajador para recabar caucho.
Estas dos últimas formas de explotación de mano de obra, fue practicada mayormente en
la amazonia por F. Fiztcarrald, el rey de caucho, quien introdujo la “habilitación”.

A MANERA DE CONCLUSIÓN.

El periodo comprendido entre 1895 y 1919 estuvo marcado por el predominio de un


peculiar consenso político que permitió una prolongada estabilidad política y cierto
desarrollo económico. Este periodo recibió la denominación de República Aristocrática,
por el historiador peruano Jorge Basadre, debido a su estabilidad y carácter oligárquico,
que presentó distintas perspectivas:

 Económica: se pueden identificar tres grupos en su interior: uno basado en la economía


del azúcar en la costa, otro en la minería y el latifundismo de la sierra central, y un tercero
basado en el comercio lanero del sur. A esto habría que añadir los hombres de negocios
y banqueros vinculados con el capital extranjero.

 Social: era un mundo reducido de familias que practicaban matrimonios al interior de


su mismo grupo, con sus intereses centrados en la costa. A la cabeza se encontraban un
círculo conocido como los 24 amigos, que se veían de forma regular en el Club Nacional
para discutir los asuntos nacionales.

 Política: estaban agrupados en torno al Partido Civil. Carecieron de un proyecto


nacional de país y actuaron movidos, sobre todo, por una mentalidad aristocrática y
rentista, aliada en la sierra con los poderes regionales de los gamonales y con capitales
extranjeros.

La oligarquía vivía con los ojos puestos en Europa, influenciada por la Belle Époque.
Defendían el rol de una élite aristocrática y paternalista. En contraste, conocían poco del
país, salvo por las visitas ocasionales a sus propiedades. Asimismo, poseían una idea
marcada de diferenciación social con respecto a los indígenas y sectores populares.

A grandes rasgos, las características de este periodo son las siguientes:

 Dependencia económica hacia el capitalismo inglés.


 Desarrollo de nuevas actividades económicas: agro-exportación (azúcar y algodón),
extracción cauchera y la extracción petrolera.
 Predominio político del Partido Civil en el poder ejecutivo y legislativo. El Partido
Demócrata o pierolista se constituyó en la oposición, aunque progresivamente fue
mermando su presencia en la escena política. El civilismo sufrió, sin embargo, un
cismo, dividiéndose en el civilismo clásico y en el leguiísmo.
 Surgimiento de los movimientos obreros organizados (anarcosindicalismo).

¿Cómo termino la Republica Aristocrática?

La república aristocrática no duro mucho tiempo debido a los constantes conflictos entre
diferentes grupos y el debilitamiento del partido civilista. La clase obrera no era
homogénea, en el Perú estaba dividida por su origen. Los trabajadores más organizados
eran los que estaban en Lima y fundamentalmente los ligados al sector exportador eran
los que podían conseguir mejoras a sus reclamos. Estas injusticias cedieron paso al
anarquismo que fue la forma que vieron los trabajadores para reclamar por sus bajos
salarios y terribles condiciones laborales. Con el apoyo de los obreros se elige al primer
presidente populista del Perú, que es derrocado poco tiempo después. Con el inicio de la
Primera Guerra Mundial tanto las importaciones como las exportaciones se vieron
afectadas, pero una vez que la demanda extranjera se reinició produjo ganancias
inesperadas con la subida de precios de los productos, es en este periodo que la minería y
el petróleo pasan completamente a manos de un monopolio de empresas extranjeras. Es
también aquí cuando los estadounidenses empiezan a tener más preponderancia en la
economía del país. Esta época hizo que las élites se dedicaran intensamente a la
exportación basada en acumular riquezas y descuidaron la producción de manufacturas
nacionales para el consumo interno, lo que sería una de las causas del posterior
empeoramiento de las condiciones económicas de los trabajadores y de conflictos
sociales. Debido a las perturbaciones de la guerra, ocurre en la sierra sur del Perú el
levantamiento de Rumi Maqui, quien trató de agrupar a los indígenas en contra de la
explotación y abusos que los campesinos recibían de los gamonales. Trató de crear ciertas
reformas legislativas y educativas al elegir representantes que no tenían origen
campesino. En los pueblos de la zona, el movimiento fue sofocado duramente y Rumi
Maqui huyó. Los movimientos obreros se vieron alentados también por la Revolución
Rusa que prometía el surgimiento de un país donde los trabajadores serían los dueños de
su destino y en el que no serían explotados más. La huelga de 1918 -1919, por la jornada
de las 8 horas de trabajo marca un hito en los movimientos sociales del Perú al haber
logrado con una movilización general alcanzar este reclamo por mejores condiciones de
trabajo, una consecuencia directa del mismo fue el fortalecimiento del movimiento
sindical, el que luego en 1919 fue usado por Leguía para llegar al poder e iniciar los once
siguientes años de su gobierno.

Augusto B. Leguia
Dependencia Económica II

Azúcar y Algodón

En la costa norte el azúcar era el primero de los productos peruanos de exportación ya


desde antes de la guerra, el ingreso de nuevos inversionistas permitió revivir esta
industria. De los antiguos hacendados algunos sobrevivieron y algunos fueron vendidos
por quiebra. En la costa central, específicamente en Ica y Cañete, se producía el algodón.
Este era el segundo producto de exportación. Los hacendados algodoneros no tenían tanto
peso político y económico como los hacendados azucareros. Por otro lado, esta industria
beneficio tanto a los grandes productores como a los campesinos, ya que los cultivadores
de algodón daban tierras a cambio de la mitad de la producción y también contrataban
migrantes de la sierra para cultivar sus mejores campos, quienes luego regresaban a sus
tierras y reinvertían en sus propios cultivos.

Caucho
La economía en la selva se desarrolló entre 1880 y 1920. En 1880, Europa y Estados
Unidos demandan alta cantidad de Caucho, por lo que Perú y Brasil se convierten en
exportadores de este producto, el cual provenía de la recolección en los árboles de goma
que existían y no de ninguna plantación. La extracción la realizaban los indios nativos
quienes fueron semi-esclavizados obligados a trabajar y quienes morían de desnutrición
y enfermedades. Esto produjo un escándalo internacional por el trato que se le dio a los
nativos por parte de la Peruvian Amazon Company entre 1908 y 1912. Los barones del
caucho fueron Fitzcarraldo, Arana, Kahn y Víctor Israel, quienes usaron el dinero de las
ganancias en importaciones lujosas y para mantener sus estilos de vida. En 1912, sus
exportaciones alcanzaron el 30% de las exportaciones totales, sin embargo, no desarrollo
la economía de la zona debido a la falta de eslabonamientos con la economía nacional.
Finalmente, en 1915 los precios del caucho empezaron a caer, debido a que la oferta de
este producto se vuelve mayor y que la producción del lejano oriente más industrializada,
acaparara la producción de este producto. Así en 1920, la economía amazónica se vuelve
a estancar.

Petróleo
La explotación del petróleo que estaba en manos de empresas extranjeras se ubicaba en
la costa norte del Perú, Piura y Tumbes. En 1904, la explotación de este recurso aumenta
debido al aumento de la demanda nacional e internacional. Un poco antes de la primera
guerra mundial, la Standard Oil de New Jersey compra los campos petrolíferos que eran
propiedad de los británicos. Las ganancias de la empresa eran altísimas y los impuestos
muy bajo, esto fue muy malo para el país.
La Dependencia económica I

La Minería

La mineria se convirtio en uno de los motores de la economia


del Perú, tal como lo es hoy en día.

Luego de la guerra con Chile, revivió la minería en la sierra del Perú, se impulsó la
minería de plata y se descubrieron nuevas minas. En 1892 cae el precio de la plata lo que
ocasiona que las ganancias de los empresarios de plata bajen. En esa misma época se
empieza a explotar el cobre y estas minas se vuelven más accesibles luego de la
construcción del tren de La Oroya y permite que ingresen inversiones norteamericanas y
compren las minas a precios muy altos. La compra de estas minas permitió la expansión
de la minería,. Cuando las minas eran explotadas por los empresarios locales el dinero
producto de las utilidades se reinvertía en la región en la producción agraria y en el
comercio de la región. Impulsando incluso el cultivo del café en la selva del Perú. Cuando
llegan los norteamericanos las utilidades no regresan, pero a pesar de eso de una nueva
elite regional en el centro del Perú, conformada por mineros, hacendados y comerciantes.

Los Hacendados y Campesinos de la Sierra

Hubieron muchos campesinos en la sierra que quedaron sin


tierras luego de la guerra.
La relación entre los hacendados y los campesinos se va a caracterizar por el cercamiento
de las comunidades. Debido a que los hacendados y empresarios buscan expandir sus
tierras para incrementar sus cultivos, estos ven las posesiones de los campesinos y
de las comunidades campesinas. Estas últimas que ya se encontraban debilitadas
por la guerra, al reducirse su población masculina y la cantidad de cultivos, fueron
presa fácil de la usurpación de tierras por parte de los hacendados quienes
recurrieron a los cobros coactivos por deudas o a la compra forzada causando que
muchos campesinos se queden sin tierras. La situación en la sierra es diferente debido
a la exportación de lana hacía Gran Bretaña. Estas exportaciones se habían duplicado
entre 1885 y 1895 y 1920 pasando de 2624 toneladas métricas de lana a 5286. Existían
dos tipos de lanas: las de baja calidad producidas por los hacendados en gran escala, y las
de alta calidad que provenían del altiplano y que se vendían a comerciantes arequipeños.
Formando una economía de producción e intercambio entre los campesinos, comerciantes
y hacendados.

• Identificar y explicar los aspectos de la economía peruana más resaltantes de


este periodo

La denominada “Reconstrucción nacional” en el Perú no fue sino el reacomodo de


nuestra economía y aparato productivo a los intereses monopólicos del capital inglés.
Solamente la oligarquía agroexportadora, ligada al partido civil, se “reconstruyo”
económicamente en virtud a su “alianza” con el capital británico, en realidad su relación
con este era de subordinado. El Perú internamente seguía igual, no había cambios en el
aspecto económico y social, se mantenían las relaciones feudales de producción casi
intactas desde los tiempos coloniales.
Esta llamada “Reconstrucción nacional” se inició con la firma del contrato Grace,
dando origen así a una época de pleno dominio inglés: “República Aristocrática”,
donde surgieron nuevas contradicciones sociales que han de impulsar el desarrollo
de la historia peruana en el siglo XX: movimiento obrero y campesino.

Gobernantes de la republica aristocrática

• Nicolas de Pierola (1895-1899)


Establece la libra peruana de oro y el Estanco de la sal. Se da gran apoyo a la
fundación de instituciones crediticias y financieras.
Se funda la escuela militar de Chorrillos y se establece el servicio militar
obligatorio.

• López de Romaña (1899 – 1903)


Se estimuló de inversión norteamericana en minería con la cerro de Pasco
Minning Company. Se promulgaron los códigos de minería, comercio y aguas. Se
inició la construcción del ferrocarril La oroya – Cerro de Pasco y se rompió
relaciones diplomáticas con Chile.

• Manuel Cándamo (1903 – 1904)


Gobierna después de salir elegido por el partido civil. Propone un gran proyecto
de construcción de ferrocarriles. No culminó su periodo presidencial.

• José Pardo y Barreda (1904 – 1908)


Se produce la gran movilización social de obreros con la federación de panaderos
“Estrella del Perú”. Se crean escuelas nocturnas y se construye el ferrocarril La
Oroya – Huancayo. Se construye la cripta de los Héroes.

• Primer Gobierno de Augusto B. Leguía (1908 – 1912)


Enfrentó para llegar al poder a los pierolistas del partido demócrata. Impulso la
colonización de la selva. Se promulgo la primera ley de Accidentes de Trabajo.
Los problemas limítrofes se dieron en todas las fronteras (Bolivia, Ecuador, Brasil
Chile y Colombia).

• Guillermo Billinghurst (1912 – 1914)


Se consiguió las 8 horas de jornada laboral para los trabajadores del Muelle del
Callao, se reglamentó el derecho a huelga. Ante la ola de huelgas los civilistas
optaron por el golpe militar con Oscar Benavides (1914 – 1915).

• Segundo gobierno de José Pardo y Barreda (1915 -1919)


Rompió relaciones con Alemania en el marco de la Primera Guerra Mundial. Se
produjo el levantamiento campesino de Rumi Maqui. Se dio el arbitraje
internacional del asunto de la Brea y Pariñas.
Se elevaron las exportaciones Se estableció a nivel nacional las ocho horas de
trabajo. Cáceres apoyó el golpe de estado de Leguía.

Consenso de fuerzas políticas


Se inicia con el consenso de las dos fuerzas políticas predominantes, civilistas y
demócratas, para derrocar a Cáceres. Seguida por la alianza entre Piérola y la oligarquía
civilista quienes necesitaban una figura con gran respaldo popular para poder pacificar el
país, convirtiéndose así Piérola en su “hombre a caballo”. Piérola permite tener una
estabilidad política desde 1895 hasta 1899, año en que transfiere el poder a los civilistas
quienes lo toman hasta 1919, ya que, durante el periodo de Piérola, estos habían logrado
ocupar los puestos públicos estratégicos como el Aparato Electoral lo que les permitió
manipular las elecciones, permitiendo la derrota de los demócratas.
Los políticos siempre representan a algún grupo de poder económico, lo que no fue la
excepción durante este periodo. El consenso político entre los partidos civilistas y
demócratas representaban los intereses económicos de los hacendados azucareros de la
costa, los industriales, los comerciantes, las élites terratenientes de la sierra y otros. Cuyo
objetivo era favorecer las inversiones y controlar a las masas.
Crisis europea
Lo que produjo que los exportadores pudieran estar listos para exportar una vez que
Europa salió de la crisis en 1895 y empezara a demandar productos como el azúcar, lana,
algodón, café, cobre, zinc, plomo. Los exportadores también se vieron beneficiados por
el tipo de cambio favorable al contarse con una divisa fuerte. Este boom exportador
permitió que las ganancias se reinvirtieran para modernizar las plantas exportadoras.
También permitió que las ganancias se reinvirtieran en las industrias de manufacturas
locales, ya que los asalariados del sector exportador se habían convertido en un gran
mercado para los productos de estas industrias.
La falta de importaciones debido a la crisis europea hizo que también se invirtiera en la
producción de piezas para las maquinarias de los ingenios azucareros y fundiciones.

La exclusión y la opresión
El otro lado de la bonanza económica fue la exclusión y la opresión. El gobierno de
Piérola fue autocrático, “paternalista”, y no democrático. Se opuso a la ley que permitía
el voto de los que no sabían leer ni escribir. Como los sectores populares no podían votar,
y solo lo podían hacer los sectores acomodados se garantizaba la continuación de los
gobiernos conservadores. Como consecuencia las clases bajas no se integrarían al poder
político y sus demandas no serían escuchadas.
Sumado a ello, Piérola continuó con la política de Cáceres respecto a los hacendados de
las regiones del Perú, uniéndose a ellos para restaurar las relaciones jerárquicas de
autoridad que se habían destruido durante la guerra. Usando la represión y la exclusión si
las clases subalternas no lo aceptaban.
El gobierno central dependía de los gamonales -los grandes señores feudales de la sierra-
para controlar el descontento de los campesinos. Así los representantes de los gamonales
que obtienen cargos para el congreso en las elecciones regionales apoyan al gobierno
central a cambio de que este deje gobernar a los gamonales a su antojo.

MATERIAL: CURSO
Por el lado económico, los gobiernos civilistas propiciaron el desarrollo de las
exportaciones, que se vieron alentadas en dichos años por la demanda de los nuevos países
europeos que accedían a la industrialización y la apertura del Canal de Panamá. Al azúcar,
algodón y cobre se añadieron el caucho de la Amazonía, el petróleo, las lanas del sur
andino, el café y la cocaína (que hasta 1911 fue una exportación legal, por sus
aplicaciones terapéuticas y medicinales).
La explotación de las materias primas demandó capitales que comenzaron a provenir del
extranjero, con la consiguiente desnacionalización de las empresas. La Cerro de Pasco
Corporation y la International Petroleum Company desarrollaron gigantescas
explotaciones en la sierra central y la costa norte, respectivamente, erigiendo los típicos
“company towns” que la literatura social denunciaría más tarde como enclaves
imperialistas. Las haciendas azucareras y algodoneras permanecieron en su mayor parte
en manos de hacendados nacionales (muchos eran descendientes de inmigrantes), pero
para la comercialización de sus cosechas dependían en ocasiones del crédito de las casas
mercantiles extranjeras.

Las empresas dedicadas a la exportación crecieron en tamaño. Se volvieron “más


burguesas a condición de ser cada vez menos nacionales”, como anotó el historiador
Heraclio Bonilla. Implantaron procesos de trabajo más eficientes en cuanto al producto
conseguido por cada trabajador empleado o por cada dólar invertido, pero no demandaban
insumos nacionales o de otros sectores, como en la época de los arrieros. El transporte de
la caña de azúcar hasta los ingenios fue mecanizado, al tiempo que éstos comenzaron a
usar motores en vez de mulas o bueyes; grandes máquinas desmotadoras separaban el
algodón de la semilla en las plantaciones.

Estas transformaciones volvieron el sector exportador menos nacional, no solo


porque ocurrieron en gran medida bajo la conducción de capitales extranjeros, sino
porque la moderna tecnología desempleó muchos recursos internos que hasta el
momento habían conseguido que las exportaciones transmitiesen efectos
multiplicadores al resto de la economía. Los ganaderos de Huancavelica que producían
llamas para el transporte de los minerales; los talabarteros de Huamanga, Tarma y Jauja
que fabricaban las riendas, alforjas y aparejos de los animales; los arrieros que conducían
los productos, así como lo veterinarios, salineros y artesanos que colaboraban hasta los
inicios del siglo XX con la actividad exportadora quedaron desenganchados del
crecimiento económico. Sólo con muchas dificultades conseguirían algunos reciclarse
como trabajadores ferroviarios u obreros modernos en las unidades productivas.

La adopción de nueva tecnología ocurrió también porque la bonanza exportadora


demandó miles de trabajadores que, al comienzo, el país no estuvo preparado para
proveer. La falta de hombres dispuestos a vender cotidianamente su trabajo a
cambio de un salario había sido un problema crónico en el Perú desde la época
colonial. En el siglo XIX la quietud de la economía, desgarrada apenas por la locura del
guano y la fiebre constructora de los ferrocarriles, no logró impulsar la formación de un
mercado laboral. Esclavos africanos hasta 1854, coolíes chinos primero y japonés después
atendieron hasta los inicios del siglo XX las demandas laborales que esporádicamente
hizo el sector empresarial. El auge exportador de las primeras décadas del siglo XX
cambiaría este panorama.

La transición fue complicada y lenta. Los empresarios debieron recurrir al empleo de


enganchadores, unos hombres que de ordinario eran comerciantes o autoridades políticas
locales y que procuraban atraer a campesinos de los pueblos al trabajo en las haciendas o
minas. Los campesinos no tenían muchas necesidades monetarias que los impulsasen
a buscar salarios. Su consumo era ascético y limitado a los bienes de la propia
economía rural.

Los enganchadores desarrollaron la práctica de adelantar regalos e incluso salarios a los


potenciales operarios. Hablaban cosas estupendas de los lugares de trabajo, consiguiendo
con estas artes conducir un buen número de hombres a las empresas exportadoras. Una
vez en el lugar de trabajo los campesinos no siempre se acomodaron a las condiciones
reales, surgiendo disputas entre los trabajadores, los enganchadores y los empresarios.
Dada la escasez de mano de obra, éstos trataban de retener a los trabajadores, incluso
cuando su contrato (éstos pactaban periodos de sólo seis a 12 semanas) ya había
terminado. Para ello inventaban deudas o incentivaban a los operarios a tomarlas,
instalando bazares de bebidas y alimentos en los campamentos.

El enganche se convirtió así en un tema de denuncia social. Los casos más graves de
abuso de los trabajadores ocurrieron en las plantaciones de caucho de la Amazonía,
donde el Estado carecía de presencia. Los nativos eran ahí esclavizados y forzados a
trabajar bajo amenaza de castigos físicos. Lentamente, los enganchados aprendieron a ser
obreros dóciles y disciplinados ya apreciar las ventajas de un empleo estable que les
rendían un salario monetario. Al final de la primera Guerra Mundial los obreros
contratados por la economía de exportación sumaban alrededor de 150000 hombres,
que incluidas sus familias se acercaban al millón de personas. Añadido a este número
el de los trabajadores que indirectamente creaba el sector de exportación, como el de las
tiendas de comercio en las ciudades y los empleados públicos, podríamos decir que una
mitad de la población peruana quedaba inscrita dentro de la modernidad.

FUENTE: Contreras, C. y Zuloaga, M. (2014). Historia mínima del Perú. México,


D.F.: Turner, El Colegio de México. Páginas 214-217
República Aristocrática: antecedentes, características, movimientos sociales, economía

Por

Joaquin Montano

La República Aristocrática es el nombre dado por el historiador Jorge Basadre a la


época de la historia peruana en la que el poder estuvo ocupado por la oligarquía. Esta
etapa comprendió entre los años 1895 y 1919 y comenzó con el ascenso a la presidencia
de Nicolás de Piérola.

Como el resto de los mandatarios de la República Aristocrática, Piérola pertenecía al


Partido Civil. Todos los presidentes de este periodo llegaron al poder de manera
democrática. El final de esta etapa llegó en 1919, cuando Augusto Leguía dio un golpe
de Estado. Para ello contó con el apoyo de algunos sectores obreros, marginados durante
esos años.


Convención de partidos realizada en Lima en 1915, para elegir una candidatura única para
las elecciones presidenciales – Fuente: Archivo PEISA bajo la licencia Creative
Commons Atribución Compartir Igual 3.0

Entre las características más destacadas de la República Aristocrática se encuentran la


dependencia económica de Inglaterra, así como el desarrollo de nuevas actividades
económicas, especialmente aquellas dedicadas a la agro-exportación. Los oligarcas que
coparon los puestos de poder estaban relacionados directamente con esas actividades.

Durante ese periodo se sucedieron siete presidentes, aunque alguno repitió mandato. La
única interrupción de mandatarios civilistas se produjo en 1914, cuando Oscar R.
Benavides dio un golpe de Estado y, posteriormente, convocó elecciones.

Índice [Ocultar]

 1 Antecedentes

o 1.1 Partido Civilista

o 1.2 Andrés Avelino Cáceres

o 1.3 Crisis europea

 2 Características

o 2.1 Oligarquía

o 2.2 Características políticas

o 2.3 Características sociales

 3 Movimientos sociales durante la República

o 3.1 Agrupaciones o mutuales

o 3.2 La rebelión de la sal

o 3.3 El levantamiento de Rumi Maqui

 4 Economía

o 4.1 Impuestos bajos

o 4.2 Modelo exportador

o 4.3 Haciendas azucareras

o 4.4 Enganche

o 4.5 Minería
o 4.6 El boom del caucho

o 4.7 Capital inglés y estadounidense

 5 Gobernantes

o 5.1 Nicolás de Piérola (1895-1899)

o 5.2 López de Romaña (1899 – 1903)

o 5.3 Manuel Candamo (1903 – 1904)

o 5.4 José Pardo y Barreda (1904 – 1908)

o 5.5 Primer Gobierno de Augusto B. Leguía (1908 – 1912)

o 5.6 Guillermo Billinghurst (1912 – 1914)

o 5.7 Segundo gobierno de José Pardo y Barreda (1915 -1919)

 6 Referencias

Antecedentes

Tras la independencia, Perú no consiguió desarrollar una economía autosuficiente debido


a las dependencias estructurales creadas durante su etapa como colonia española.

El país debió buscar alguna potencia en la que apoyar su economía. Estados Unidos y,
sobre todo, Gran Bretaña fueron las elegidas.

Por otra parte, en el ámbito político se vivía una coyuntura contradictoria. Las clases
dominantes en la economía, la oligarquía, no había sido capaz de convertirse también en
la clase dirigente. Las instituciones eran muy débiles, lo que había propiciado que los
militares ocuparan el poder de manera habitual.

Partido Civilista

Desde la fundación de la República y hasta 1872, todos los gobiernos habían estado
formados por militares. Para tratar de competir con ellos, el 24 de abril de 1871 se produjo
un movimiento decisivo para la historia del país. Una Junta de Notables fundó la Sociedad
Independencia Electoral, el origen del Partido Civilista.

Esta Sociedad nombró a un candidato para presentarse al cargo de Presidente, Manuel


Pardo y Lavalle. Se trató de la primera ocasión en la que la oligarquía, sin participación
de las clases populares, plantaba cara a los militares para controlar el Estado.

Andrés Avelino Cáceres

El último presidente antes de la llegada de la República Aristocrática fue Andrés Avelino


Cáceres. Su gobierno había ido perdiendo popularidad hasta que, en 1894, estalló una
sangrienta guerra civil.
Ese conflicto estuvo precedido por el consenso alcanzado entre los civilistas y la otra
fuerza política importante, los demócratas. En esa unión estaban presentes las figuras más
destacadas de la economía peruana. El elegido para liderar el asalto al poder fue Nicolás
Piérola.

Después de unos enfrentamientos que costaron la muerte de mil personas, el 20 de marzo


de 1895, Avelino Cáceres tuvo que abandonar el cargo. Tras una breve presidencia
interina ocupada por Manuel Candamo, se convocaron elecciones. El vencedor fue
Nicolás de Piérola, primer mandatario de la República Aristocrática.

Crisis europea

Aparte de esos acontecimientos internos, Perú también se vio influido por la crisis que
estalló en Europa entre 1892 y 1895. El consiguiente descenso de la inversión extranjera,
hizo que el gobierno comenzara a invertir para mejorar las estructuras económicas
internas.

De esta forma, cuando la crisis europea terminó, las empresas peruanas estaban
preparadas para exportar de manera más productiva. Las ganancias, aparte de para
modernizar los mecanismos exportadores, también se usaron para reactivar la industria
manufacturera local.

Características

La República Aristocrática estuvo marcada por la llegada al poder de una oligarquía que
controlaba la economía del país. No obstante, esa élite estaba supeditada al capital inglés.

Oligarquía

La oligarquía estaba formada por la clase más adinerada de Perú. Sus componentes eran
blancos, descendientes de familias europeas. Normalmente, eran bastante racistas y
clasistas.

Durante este periodo, los oligarcas formaron un círculo muy cerrado, repartiéndose todos
los cargos de la política del país. Así, se produjo una monopolización del Estado para
beneficio de esta clase social.

Características políticas

El Partido Civilista mantuvo la hegemonía durante todo el periodo de la República


Aristocrática. En algunas ocasiones, lo hizo aliándose al Partido Demócrata y, en otras,
al Partido Constitucional.

Los miembros del partido, de la clase oligárquica, controlaban las grandes haciendas de
la costa, así como las estructuras agro-exportadoras del país. Para ampliar su control
económico, establecieron alianzas con los gamonales, terratenientes de las provincias
interiores.
Por otra parte, los civilistas establecieron contacto con las élites inglesas y
estadounidenses. Gracias a ello, se beneficiaron de los acuerdos económicos que el Estado
alcanzaba con el capital de ambos países.

Los otros sectores sociales, especialmente, artesanos, campesinos y la pequeña burguesía,


se vieron marginados del crecimiento económico nacional. Por eso, fueron frecuentes las
protestas y manifestaciones en demanda de derechos laborales.

Características sociales

La estructura social durante este periodo se caracterizó por la exclusión de las clases
trabajadoras. Todos los privilegios quedaron en manos de los grandes propietarios de las
haciendas y los comercios. Igualmente, existía una gran discriminación racial hacia los
peruanos de origen indígena y africano.

Por esa causa, se produjeron movilizaciones, siendo de especial importancia aquellas que
reclamaban la jornada laboral de 8 horas.

Movimientos sociales durante la República

La sociedad peruana estaba estrictamente dividida según su extracción social y su origen


geográfico.

Las diferencias no solo se daban entre las diversas capas sociales, sino incluso dentro de
los trabajadores. Así, los limeños eran los que mejor estaban organizados, especialmente
aquellos ligados al sector exportador.

Agrupaciones o mutuales

Los trabajadores peruanos comenzaron a organizarse en mutuas o agrupaciones en las


últimas décadas del siglo XIX. Mediante estas agrupaciones empezaron a luchar en
defensa de sus derechos laborales, buscando mejores condiciones de trabajo.

De esta forma, en 1882 apareció la Confederación de Artesanos Unión Universal y, dos


años después, se produjo una exitosa huelga de los estibadores del muelle del Callao.

Después de otros episodios de huelga, como la de la fábrica de tejidos Vitarte en 1896, se


celebró el Primer Congreso Obrero, que concluyó con la creación de un plan general de
lucha.

Ya en 1905, las presiones obreras lograron que se presentara ante el Congreso el Primer
Proyecto de Leyes Sociales, aunque su tramitación se demoró durante años.

Entre todos estos movimientos destacó la huelga de 1918-1919, convocada para


demandar el establecimiento de la jornada laboral de ocho horas. Consecuencia directa
de estas movilizaciones fue el fortalecimiento del movimiento obrero, que luego fue
usado por Leguía como apoyo para su llegada al poder.

La rebelión de la sal
Una de las primeras protestas durante este periodo se produjo en 1896. Ese año, el
presidente Piérola impuso un impuesto de 5 centavos por cada kilo de sal. La reacción de
los indígenas de Huanta fue levantarse contra el gobierno, aunque sin éxito.

El levantamiento de Rumi Maqui

Una de las rebeliones más destacadas durante la República Aristocrática se produjo en


1915, cuando un movimiento campesino liderado por Teodomiro Gutiérrez lo desafió en
Puno. El objetivo del Rumi Maqui fue restaurar el Tahuantinsuyo.

Economía

La economía fue uno de los asuntos más importantes de la República Aristocrática. Sus
gobiernos se centraron en el impulso y desarrollo de nuevas actividades, normalmente
ideadas para la exportación.

La ideología del Partido Civilista era, en lo económico, muy cercana al liberalismo. Así,
para ellos, el Estado debía ser pequeño y no debía cometer grandes gastos.

Los civilistas eran contrarios al intervencionismo, por lo que redujeron el gasto público
de manera considerable. Como defensores del libre mercado, dejaron el protagonismo a
la empresa privada.

Impuestos bajos

La actuación de los gobiernos de la República Aristocrática en el ámbito de la fiscalidad


fue reducir los impuestos. El objetivo era librar de ellos a los grandes empresarios y
propietarios de las haciendas.

Sin embargo, incrementaron los impuestos indirectos, aquellos que grababan a los
productos de consumo masivo (sal, licor, tabaco…), sin importar la riqueza de cada
consumidor. Algunos autores califican al Perú de la época como una especie de paraíso
fiscal, con grandes ventajas para los propios oligarcas civilistas.

Modelo exportador

La exportación fue la principal actividad económica durante este periodo. El producto


más importante era el azúcar, aunque las manufacturas fueron cobrando mayor
protagonismo con el paso de los años.

El contexto internacional favoreció las exportaciones peruanas. Europa se encontraba en


la etapa denominada Paz Armada, con todas sus potencias preparándose para la guerra.
Además, se estaba desarrollando la segunda Revolución Industrial, con la creación de
nuevas industrias que demandaban grandes cantidades de materias primas.

Haciendas azucareras
Las haciendas situadas en la costa eran una de las bases de la economía peruana. Solían
ser muy grandes y modernas y su producción se destinaba, casi totalmente, a la
exportación.

Los dueños de estas haciendas eran miembros o estaban relacionados con el Partido
Civilista. Por u riqueza e influencia eran llamados “Barones del Azúcar”.

Enganche

Uno de los sistemas más comunes para contratar trabajadores para las minas o las
haciendas era el enganche. Se trataba de un sistema en el que el enganchador (el
empleador) ofrecía un anticipo y el enganchado tenía que pagarlo con su trabajo.

La mayoría de las veces, ese enganche se producía cuando los trabajadores pasaban por
problemas económicos y no le quedaba más remedio que asumir el acuerdo. En caso de
que incumpliera con su parte, su empleador podía denunciarlo por estafa.

El sistema desembocaba muchas veces en una deuda impagable por parte de los
trabajadores, hasta el punto de convertirse en permanente. Otras veces, la paga se
realizaba con fichas solo válidas dentro de la hacienda, lo que atrapaba aún más a los
empleados.

Minería

Con el fin de fomentar la actividad minera, el gobierno declaró a los empresarios exentos
de pagar impuestos durante 25 años. Por otra parte, en 1893, se amplió el ferrocarril hasta
La Oroya y, después, a Cerro de Pasco, Huancayo y Huancavelica.

La zona en la que la minería se desarrolló con más fuerza fue en la sierra central. La
principal propietaria de esas minas fue la Cerro de Pasco Mining Corporation, con un
70% de capital norteamericano.

El boom del caucho

Una de las materias primas que aportó mayor riqueza a Perú fue el caucho. A partir de
1880, Europa y los Estados Unidos comenzaron a demandar grandes cantidades de ese
producto, siendo Perú y Brasil los principales vendedores.

La cara negativa de estas exportaciones se encontraba en las condiciones de los


trabajadores. La mayoría eran indígenas que sufrían un régimen de semiesclavitud por
parte de la Peruvian Amazon Company. Muchos murieron debido a los malos tratos, la
desnutrición y enfermedades.

El escándalo internacional subsiguiente no frenó la extracción y, en 1912, el caucho


representaba un 30% de todo lo que Perú exportaba.

En 1915, los precios del caucho descendieron notablemente, ya que los países asiáticos
acapararon la producción.
Capital inglés y estadounidense

La economía peruana durante esta fase adolecía de una gran dependencia de capital
extranjero, especialmente británico y estadounidense.

En una primera etapa, que llegó hasta el año 1900, la británica Casa W.R. Grace, mediante
un acuerdo firmado en 1888, dominó la exportación de todas las materias primas de Perú
que se dirigieran al Reino Unido.

Después, Perú priorizó el comercio con los Estados Unidos y aparecieron nuevas
empresas de ese país, como Cerro de Pasco Mining Corporation. En pocos años,
controlaron la extracción de buena parte de las materias primas peruanas.

Gobernantes

El primer gobierno perteneciente a la República Aristocrática tuvo como presidente a


Nicolás Piérola, quien asumió el cargo en 1895. Desde esa fecha, y con una breve
interrupción en 1914, el Partido Civilista ocupó el poder en el país durante 24 años, hasta
1919.

Nicolás de Piérola (1895-1899)


Presidente Nicolás de Piérola

Entre las medidas más destacadas que Piérola tomó durante su mandato se encuentra el
establecimiento de la libra peruana de oro y del Estanco de la Sal. De igual forma, su
gobierno apoyó la fundación de instituciones de crédito y financieras.

López de Romaña (1899 – 1903)

El sucesor de Piérola, López de Romaña, fomentó la inversión estadounidense en la


minería peruana. Durante su estancia en el poder se fundó la Cerro de Pasco Mining
Company.

De igual forma, promulgó los códigos que regulaban la minería y el comercio. En el


campo de las infraestructuras, dio comienzo la construcción del ferrocarril La Oroya –
Cerro de Pasco. Por otra parte, rompió relaciones diplomáticas con Chile.

Manuel Candamo (1903 – 1904)

Durante su corta etapa de gobierno, apenas un año, propuso un gran proyecto para ampliar
la línea de ferrocarriles del país.

José Pardo y Barreda (1904 – 1908)

Pardo y Barreda tuvo que afrontar una gran movilización social protagonizada por los
obreros de la federación de panaderos.

Entre sus medidas destacaron la creación de las escuelas nocturnas, así como la
construcción del ferrocarril La Oroya – Huancayo.

Primer Gobierno de Augusto B. Leguía (1908 – 1912)

Los partidarios del expresidente Piérola se habían pasado al Partido Demócrata, aunque
Leguía pudo derrotarlos y alcanzar el poder. Durante su gobierno, Perú vivió varios
problemas fronterizos con Bolivia, Ecuador, Chile, Brasil y Colombia.

En otros ámbitos, Leguía impulsó la colonización de la selva y promulgó la primera ley


de accidentes de trabajo.

Guillermo Billinghurst (1912 – 1914)

Las movilizaciones de los trabajadores del muelle del Callao obligaron al gobierno a
aceptar la jornada de 8 horas. Además, legisló sobre el derecho a huelga.

Sin embargo, esas medidas no calmaron a las organizaciones de trabajadores. Ante esa
situación, se produjo en golpe de Estado de Óscar Benavides, quien se mantuvo en el
poder durante un año hasta convocar nuevas elecciones.

Segundo gobierno de José Pardo y Barreda (1915 -1919)


El segundo mandato de Pardo y Barreda se produjo cuando ya había comenzado la
Primera Guerra Mundial. En ese contexto, Perú rompió relaciones con Alemania,
alineándose con los aliados.

En el interior, el gobierno hizo frente al levantamiento campesino de Rumi Maqui.


Además, se produjo el arbitraje internacional sobre la Brea y Pariñas.

El mencionado conflicto mundial favoreció las exportaciones peruanas, aunque continuó


el descontento de los trabajadores. Pardo y Barrera amplió la jornada de ocho horas a todo
el territorio nacional, pero, finalmente, se produjo un golpe de Estado liderado por Leguía
y apoyado por las organizaciones obreras.

Con ese golpe terminaba la República Autoritaria, dando paso al Oncenio, un periodo de
once años con Leguía como presidente.

Referencias

1. Yépez Huamán, René Gabriel. La República Aristocrática. Obtenido de


pasadodelperu.blogspot.com

2. Historia del Perú. La República Aristocrática. Obtenido de historiaperuana.pe

3. Carpeta Pedagógica. República Aristocrática. Obtenido de


carpetapedagogica.com

4. U.S. Library of Congress. The Aristocratic Republic. Recuperado de


countrystudies.us

5. Mother Earth Travel. Recovery and Growth, 1883-1930. Obtenido de


motherearthtravel.com

6. OnWar. Revolution of 1895 in Peru. Obtenido de onwar.com

7. Encyclopedia of Latin American History and Culture. Civilista Party, Obtenido


de encyclopedia.com

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