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- El aumento de la masa al que hace referencia la sustancia blanca está asociado con
la mielinización de las vías corticales relacionadas a esta región cerebral. Este
proceso de mielinización –como se ya se dijo anteriormente- se desarrolla hasta la
segunda década de la vida, la mielinización es el proceso por el que se forma la
mielina en los axones de las neuronas (García-Molina y otros, 2009, p. 437).
- Un aspecto decisivo para la presente tesis es señalar que en las áreas de asociación
heteromodal, es decir, las zonas que reciben dos a tres tipos de información
sensorial entre las que se encuentra el lóbulo frontal el proceso de mielinización es
lento pero permanente. Que en muchos casos es posterior a la segunda década de la
vida. Con esto se demostraría que el proceso de desarrollo mental del ser humano
siempre alcanzaría un adecuado funcionamiento posterior a la edad en la que
comúnmente se conoce, pues solo cuando existe una óptima mielinización la
información que intenta procesarse será acogida por la zona específica del cerebro
(García-Molina y otros, 2009, p. 437).
- Desde los dos a siete años se disminuye la densidad neuronal prefrontal, esto viene
dado por el incremento de los árboles dendríticos de las neuronas localizadas en la
tercera capa de la corteza prefrontal, en las capas vemos que no finaliza hasta los
cuatro años. Es una de las características de estas investigaciones el aporte
fundamental sobre la disminución de la densidad neuronal prefrontal, esta viene
acompañada de un desarrollo de los árboles dendríticos de las neuronas que se
localizan en la tercera capa de la corteza prefrontal en las capas vemos que no
finaliza hasta los cuatro años de edad. Esta disminución alude al decaimiento de la
sinapsis de la corteza prefrontal durante las dos primeras décadas de vida. Lo
anterior nos muestra que el proceso para que el ser humano pueda alcanzar un
desarrollo adecuado del conocimiento estará limitado a su maduración cerebral
(García-Molina y otros, 2009, p. 437).
“Las evidencias neurocientíficas de los últimos años han puesto de relieve que el cerebro
adolescente no está completamente desarrollado, lo que a menudo conduce a
comportamientos y procesos de pensamiento erráticos dentro de ese grupo de edad (…) Los
avances científicos como la imagen por resonancia magnética funcional –escáner MRI- han
proporcionado valiosos datos que sirven para reforzar que los adolescentes ‘son más
vulnerables, más impulsivos y menos autodisciplinados que los adultos’. (…) Todo esto me
lleva a concluir que los delitos cometidos por jóvenes por debajo de los 18 años no merecen
la pena de muerte. La práctica de ejecutar a este tipo de infractores es una reliquia del
pasado y no se compadece con la evolución de los estándares de decencia que caracterizan
el progreso de una sociedad madura. Deberíamos poner final a esta vergonzosa práctica
(Pozuelo Pérez, 2015).”
Este importante hito plantea que el desarrollo neurocientífico es el que reubica la situación
de la madurez del cerebro adolescente planteando su incompleto desarrollo emocional y
cognitivo.
Ahora, en el caso del informe del amicus curiae de la Asocación Americana de Psicología y
la Asociación de Psicólogos de Missouri, en el caso Roper v. Simmons nos indican con
respecto a la madurez cerebral en los adolescentes:
- La diferencia entre los adolescentes con los adultos con respecto a la toma de
riesgos, planificación, la inhibición de impulsos radica en que los primeros tienen
una dimensión biológica en que se fundamenta su inmadurez: el cerebro humano
que poseen no es del adulto maduro sino que este se forma después de que los
adolescentes hayan llegado hasta la edad de un adulto joven.
Por otro lado el informe del amicus curiae Asociación Americana de Psicología y de la
Asociación de Psicólogos de Missouri y en el informe de la Asociación Médica Americana,
Asociación de Psiquiatras Americanos, Sociedad americana de psiquiatras para
adolescentes entre otros nos indicaron sobre la madurez del cerebro adolescente:
En cuanto a esto último es importante señalar pues constituye uno de los principales
objetivos de la presente investigación. Sostener que el proceso de maduración cerebral es
un desarrollo continuo implica que sobrepasa los 18 años, edad que se establece en nuestro
sistema jurídico para alcanzar la mayoría de edad. Esto nos permite colegir que la edad
cronológica no se condice con la edad biológica1.
La profesora nos indica que el parámetro para asumir como adulto un cerebro son los
siguientes:
1
En este aspecto es importante señalar que los antiguos romanos consideraban de una forma distinta la edad: a) Se consideraba púber
hasta los quince años, b) El periodo de la adolescencia duraba desde los quince hasta los treinta años, c) la juventud se prolongaba desde
los treinta a los cuarenta y cinco años.
medios que han hecho posible la comunicación entre sus diversas partes. Estas redes
se forman desde la infancia hasta la edad adulta y se caracteriza porque se reducen
en conexiones locales y aumenta cuando son conexiones que distribuyen
información (2016, Somvervile, p. 1165).
- Estudios especializados nos refieren que existen varias regiones del cerebro en las
que el crecimiento no se estanca ni siquiera a los 30 años, siendo esta la edad mayor
en la muestra (2016, Somvervile, p. 1165).
BIBLIOGRAFÍA
García-Molina, A.; Enseñat-Cantallops, A.: Tirapu-Ustárroz, J; Roig-Rovira, T.,
Maduración de la corteza prefrontal y desarrollo de las funciones ejecutivas durante los
primeros cinco años de vida. En: Revista de Neurología, 2009. Recuperado de: Disponible:
http://eseupe.com/wp-content/uploads/2018/03/Garcia-Molina-et-al-2009-Rev-Neurol-
FFEE-infantil.pdf
Somervile, L. (2016). Review of neurology, p. 435-440