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JHONATAN LEAL TAPIERO

TITULO: CAPITALISMO RIQUEZA Y PODER

Palabras clave: Desarrollo, capitalismo, Pobreza.


Teniendo en cuenta que el capitalismo es el sistema que ha formado casi la totalidad de los
sistemas económicos del planeta, “modelando las fuerzas productivas con las
correspondientes relaciones de propiedad y de producción” [Sunkel y Paz 1970/1988,150],
las cuales dejan a su paso muchas preguntas puestas a discusión por los diferentes pensadores
y corrientes económicas dando opiniones positivas y negativas de nuestro modo de
producción actual, el capitalismo.
El capitalismo hoy en día es el principal motor de las sociedades, estas son un conjunto, que
se conectan para trasformar los recursos y la formas de vivir en la que lo hacen entre ellos
los hombres es decir, las distintas relaciones de poder que pueden emerger dentro de un
determinado modo de producción están permeadas por una visión mucho más grande del
deber ser de las cosas, donde confluyen una variedad de intereses que a menudo suelen ser
excluyentes entre los distintos actores que conforman el proceso, aunque claro está, esta
descripción resulta apropiada si se asume solo una parte o más bien el desarrollo delimitado
o explicado a través del modo de producción capitalista en el que se pueden encontrar
diversos antagonismos bastante evidente o al menos así son descritos en la postura marxista
más esencial, la razón fundamental de esto es que son unos los poseedores del capital y de
los medios de producción y otros quienes tienen para ofrecer únicamente su fuerza de trabajo
y sus capacidades, podemos ver que la preocupación original del capitalismo data de tiempos
mucho atrás donde lo que se busca es encontrar cada vez estados más avanzados de confort,
armonía y esparcimiento para la humanidad en general y aunque en la sociedad siempre han
existido marginados y poderosos, la transformación del mundo, la transformación de los
modos de vida y de producción en el espacio-tiempo a través de la historia ha sido una tarea
en la que todos asumen o perpetran un rol participativo o pasivo pero de la que no pueden
escapar o estar por fuera de los cambios ya sean buenos o malos. Dentro de lo bueno que
tiene este sistema muchos Teóricos y políticos han enfatizado la habilidad del capitalismo
para promover el crecimiento económico, tal como se mide por el Producto Interno Bruto
(PIB), utilización de la capacidad instalada o calidad de vida. Este argumento fue central, por
ejemplo, en la propuesta de Adam Smith de dejar que el libre mercado controle los niveles
de producción y de precio, y distribuya los recursos. Sostienen que el rápido y consistente
crecimiento de los indicadores económicos mundiales desde la revolución industrial se debe
al surgimiento del capitalismo. aquellos que están a favor del capitalismo lo pueden probar
mediante los constantes crecimientos el PIB (per cápita) viéndose reflejado en la sociedad
por medio mejores las condiciones socioeconómicas a través del tiempo.
Defensores del capitalismo afirman que este sistema puede organizarse a sí mismo como un
sistema complejo sin necesidad de un mecanismo de planeamiento o guía externa. A este
fenómeno se lo llama laissez faire. En un proceso de este tipo la búsqueda de ganancias tiene
un rol importante. A partir de las transacciones entre compradores y vendedores emerge un
sistema de precios, y los precios surgen como una señal de cuáles son las urgencias y
necesidades insatisfechas de las personas. La promesa de ganancias les da a los
emprendedores el incentivo para usar su conocimiento y recursos para satisfacer esas
necesidades. De tal manera, las actividades de millones de personas, cada una buscando su
propio interés, se coordinan y complementan entre sí cambiando el mundo constantemente
por medio de la globalización como producto del capitalismo. El concepto como tal de
desarrollo no siempre ha estado inmerso en el pensamiento económico o no ha sido como tal
el fin último de la disciplina, pues desde tiempo atrás los economistas clásicos se preocuparon
por temas como la acumulación del capital, la liberalización del mercado y la tierra como
factor relevante, todo esto como condiciones necesarias para perpetrar el tan anhelado
crecimiento que es el tema central o al cual todos desean llegar, claro está que el crecimiento
está condicionado a llegar al estado estacionario pues se torna inviable por algo que de
manera casi acertada proponía Malthus, por el crecimiento exponencial de la población a un
ritmo superior al que lo hacen los factores productivos, por lo que podríamos decir que si
bien este último autor no estaba tratando de forma directa el concepto de desarrollo si estaba
mucho más adelantado – tal vez sin saberlo y de manera imprecisa- a uno de los principales
problemas ambientales que se derivarían del proceso de reproducción del modo de
producción capitalista, la sobrepoblación. Sin duda alguna, el desarrollo se ha podido
entender como sinónimo de progreso, teniendo como objetivo el bienestar tanto a largo como
a corto plazo de la sociedad, con lo anterior y contextualizando en el ámbito económico para
su definición se puede decir que el desarrollo está presente en el sistema productivo en la
medida en que haya presencia de cambios y avances tecnológicos capaces de ser generadores
de mayor excedente acompañado de cierto grado de bienestar social, además de aumentar los
factores productivos y mejorar su manejo. Así, el desarrollo tiende a confundirse o a estar
relacionado constantemente con el concepto de crecimiento económico, siendo este tal vez
uno de los errores más comunes o un sinónimo mal establecido que ha conseguido perdurar
en el imaginario de quienes analizan, ejecutan o evalúan las políticas o modelos económicos
que incluyen de manera estándar al total de la humanidad, desconociendo el rol que juegan
distintos elementos en una sociedad tales como la diversidad cultural, la posición geográfica,
la distribución territorial, el papel histórico y la posición que ocupan dentro de la economía
mundo las naciones, el de centro o periferia. Dentro de este último elemento reside tal vez
uno de los problemas más grandes en cuanto al concepto y ejecución de desarrollo, dado que
ha sido práctica común homogenizar el proceso o verlo como una serie de etapas, donde en
palabras de Marx se dice lo siguiente: “el país industrialmente más avanzado no hace sino
mostrar al más atrasado la imagen de su propio futuro” (Marx, 1881).
Si bien hasta ahora se ha dado un bosquejo general en lo que al desarrollo respecta, no se ha
hablado de este y de sus repercusiones en el ámbito de los llamados países tercermundistas,
pues a través de la interpretación del desarrollo -que no es más que la réplica del consumismo
y la degradación acompañada de estándares y pautas en los modos de vida de las personas
de las “grandes” ciudades- asumida por los países del primer mundo, se genera un nuevo
criterio que invade la mentalidad de los generadores de políticas, de los actores con poder y
de los entes gubernamentales, dicha concepción tan dañina como perversa es el
subdesarrollo, cuyo concepto nace por primera vez en el discurso del presidente Harry
Truman (1949) amoldando a su antojo la diversidad de condiciones de vida en el sur, bajo la
clasificación de países subdesarrollados; la importancia de esta denominación radica en el
hecho de que desde este punto de vista es como se han establecido varios programas y planes
de desarrollo de países sur y Latinoamericanos, donde el eje principal o el ancla que se ha
tenido para llegar a alcanzar el nivel de vida de los países “más adelantados” ha sido la
industrialización, suponiendo a su vez que las estructuras mercantiles y el libre juego de la
oferta y la demanda van a operar de igual forma tanto en los países del norte que cuentan con
una larga trayectoria en la parte industrial como en los países del sur, que han replicado
durante varios siglos estructuras feudales, de señoreo y de hacienda. Otro de los grandes
inconvenientes que surgen con la utilización de parámetros de desarrollo pre establecidos por
organismos internacionales como lo fue en su tiempo la CEPAL y la ONU es que se tienden
a crear medidas válidas universalmente para la medición de los estándares de calidad de vida,
siendo estos algunas veces excluyentes o presentando problemas para ser aplicados de
manera generalizada, dando así resultados que se alejan de la realidad. Con lo anterior, se
podría decir que a las colonias de todo el mundo se les ha negado la posibilidad de escoger
su propio horizonte de desarrollo, ya sea por la vía impositiva- dado que muchas de ellas
siguieron siendo colonias en momentos claves de su historia como en el caso de la india- o
por la vía de la suplantación cultural, añadiendo parámetros de consumo y de conducta
impropios de las sociedades a las cuales llegan los nuevos paradigmas de desarrollo, esto se
puede ver en la cotidianidad cuando cada vez se hace más grande el desarraigo por las
costumbres locales y por ende el concepto de comunidad, al tiempo que se establecen con
más fuerza costumbres ajenas a las verdaderas de los actores sociales. Tal vez uno de los más
grandes problemas, más grande aún que la suplantación cultural, que la pobreza infundida,
que la depresión y la melancolía importadas, tal vez más grande que todo esto, el principal
problema reside en el ámbito ambiental, territorial y ecológico, pues como ya se sabe los
países de sur y Latinoamérica cuentan con vastas riquezas ecológicas que los países
aparentemente desarrollados cegados por una visión crematística de las cosas no ven más que
como un nicho de recursos para la generación de riquezas y la creación de “bienestar” en sus
respectivas naciones. De esta relación tan desigual y particular entre centro y periferia surge
una de las grandes paradojas que reafirma una vez más como es que la falta de nacionalidad
y sentido de pertenencia combinados con el poder político pueden marcar o ser la pauta para
entender el actual deterioro del medio ambiente y de la relación energética con este mismo
en países pobres y desiguales, siendo los gobernantes de estos países pobres quienes a su
vez carecen de sentido de pertenencia hacia sus territorios, siendo estos mismos quienes
tienen el poder y establecen qué se va a hacer con los recursos y con las comunidades que
muchas veces se encuentran establecidas en dichos lugares, ya sea por una tradición histórica
o por su condición geográfica. Lo cierto es que las pautas de desarrollo dadas por los países
aventajados pueden hacer que un país con potencial agrícola como Colombia haya optado
por darle vía libre al ámbito minero-energético y la industrialización como principal fuente
de ingresos, generando así una gran cantidad de conflictos internos, dando origen a diversas
luchas de clases sociales – unas más violentas que otras- que si bien se desenvuelven en el
interior del país, tienen su origen siglos atrás, donde el modelo de desarrollo escogido en la
época ha perdurado mientras al mismo tiempo se reafirman constantemente las relaciones de
poder donde se adapta, transforma y legitima el modo de producción capitalista-feudalista a
través de la coerción y la violencia. Con esto no se puede dejar de lado las diferentes
consecuencias que ha traído consigo la ola desarrollista que con el afán de generar y a su vez
acumular riqueza ha traspasado los límites morales de la sociedad, además de los impactos
devastadores en el medio ambiente al que hoy en día se hace frente a nivel mundial. De
manera puntual, se puede hablar entonces de los aspectos positivos y negativos intrínsecos
en el desarrollo capitalista. El desarrollo capitalista ha llegado al punto en el que infunde y
modifica el pensamiento y la cultura de las personas, se dice que a medida que avanza dicho
desarrollo la sociedad adquiere libertades, eso sí depende desde qué punto se vea el concepto
de libertad, porque, aunque se amplíen las posibilidades de elección en el mercado, la
humanidad va a seguir obligada a consumir y a ser partícipe de una modalidad devastadora
que ya está teniendo sus efectos. En este punto, surgen paradojas como el hecho de que nunca
en la historia de la humanidad hubiese existido suficiente alimento para todos como si pasa
ahora, pero aun habiendo superado este problema de la producción en volumen de alimentos,
existe gente que literalmente muere de hambre. La racionalidad ha invadido por completo la
mentalidad de las personas haciendo que estas vean la miseria y la pobreza como algo
cotidiano. El desarrollo capitalista fomenta el individualismo al tiempo en el que las personas
compiten entre sí de manera egoísta y ambiciosa. Sin embargo, dicho desarrollo no ha sido
capaz de suplir totalmente las necesidades de las personas que carecen de vivienda,
alimentación, salud, educación y empleo, con lo que se puede llegar a la conclusión de que
es un proceso que, a pesar de generar riqueza, no logra garantizar bienestar en su plenitud.
Sumado a lo anterior, el capitalismo se ha caracterizado por el inadecuado manejo en el
contexto laboral, en el que continuamente se ve la explotación de los trabajadores, además
de que no garantiza empleo para toda la oferta de fuerza de trabajo existente. El capitalismo
ha provocado que toda relación que pueda existir entre seres humanos sea mercantilizada y
usada de forma conveniente, esto está presente en todos los contextos posibles en los que la
sociedad se desenvuelve, es así como hoy en día la religión más allá de tener como objetivo
la dogmatización del individuo tiene como meta perpetrar la existencia de una creciente
población sumida en el miedo y conforme con las condiciones precarias implantadas en el
entorno, Sin embargo, a pesar de todas las dificultades que presenta el sistema hay aspectos
que permiten que el desarrollo capitalista no sea del todo perverso, de esta forma se dará paso
a enunciar algunas de las aparentes bondades que ofrece dicho sistema. En primer lugar, se
puede hablar de la facilidad que ofrece el desarrollo capitalista para que la población
maximice sus posibilidades de consumo- este entendido desde un punto de vista de la teoría
del consumidor neoclásica- ofreciendo de igual forma una expansión del mercado en
diferentes sectores, lo que de cierto modo es un estímulo o señal para que nuevos empresarios
entren a este, generando así un crecimiento parcial de la economía. Otro aspecto interesante
del desarrollo capitalista es la evolución del sistema laboral en el que las condiciones de
trabajo ofrecen mejores garantías al empleado en comparación a otros modos de producción,
de cierta manera el individuo -en teoría- no está obligado a trabajar en algo que no le guste
porque tiene autonomía en su decisión y es poseedor de libertad para escoger entre diferentes
alternativas siempre y cuando su preparación y su forma de vida se lo permitan.
Para finalizar es pertinente y necesario mencionar un aspecto tan importante como
controvertido en lo que al desarrollo general de la humanidad se refiere, este aspecto es el
avance tecnológico en el que ha transcurrido el capitalismo, ya que si bien ha contribuido a
mejoras notables en la vida de las personas también ha sido usado para finalidades que
atentan contra de la vida de las mismas. Para contextualizar lo anterior, se puede decir que la
tecnología ha sido usada de formas que realmente actúan en pro de la humanidad como es el
caso de las vacunas, los medicamentos, los artefactos que ayudan a la movilidad de personas
discapacitadas, los que fueron grandes revelaciones como el caso del teléfono, etc. Por otro
lado se podría hablar de que la tecnología también ha sido usada con fines de mantener el
estado actual del sistema y de saciar las necesidades que el mismo genera, aquí es donde
aparece la tecnología como un mecanismo que facilita y mantiene el constante ritmo de
consumo, la que reemplaza la mano de obra y suple necesidades industriales, así como
también aquella que suple las “nuevas necesidades” de interacción e interconexión
permanente como el caso de las redes sociales. Por último, la tecnología también ha sido
manipulada con fines destructivos como lo han sido las armas de diversos tipos, los
mecanismos utilizados en la extracción de combustibles fósiles, los que en general han sido
portadores de violencia, contaminación, desigualdad y desarreglos sociales. El sistema
capitalista no provee las necesidades básicas de una población, pues el intento intelectual, de
encontrar el modo de ofrecerlas se ve frustrado ya que todas esas ventajas sociales pueden
lograrse, principalmente, a través de la distribución compulsiva de la producción, por otra
parte, necesariamente estatal y dirigiste. Si no fuera así, cada sector estaría reclamando una
distribución en función de sus intereses particulares. La actitud autoritaria y absolutista
implícita en la distribución compulsiva choca contra los principios liberales que sostienen al
capitalismo, este permite la explotación laboral y la desocupación pues son medios
imprescindibles para que el capitalismo logre y ofrezca todas las ventajas que recibe el
hombre en libertades políticas y desarrollo económico sostenido, virtudes propias de este
sistema. Genera una competencia feroz por obtener el dinero. Ej. La ambición y el egoísmo
que generaron en los hombres las sociedades capitalistas. El capitalismo no ha mostrado ser
un sistema que pueda garantizar los derechos sociales en su plenitud. El capitalismo
internacional financiero ha sido un gran instigador de las guerras y ha mostrado un alto grado
de insensibilidad frente a la miseria de los pueblos. Por otro al disminuir el papel del estado
en un sistema capitalista, se resta a las clases menos favorecidas la capacidad de intervenir y
participar en la redistribución de la riqueza, el sistema capitalista antepone la libertad
individual, por encima del resto de los derechos humanos. Por otro lado, si bien, las
problemáticas que surgen con la implementación de un sistema capitalista son cada vez más
frecuentes que se echen a perder en el imaginario de los individuos, que están tan ocupados
en vivir bajo la alienación del capitalismo y bajo la carrera por conseguir la promesa del
idealismo propuesto por éste, que terminan en un cansancio ético incapaz de ver la nefasta
consecuencia del aquel. Esto al igual que la rápida adaptación a las distintas disyuntivas del
sistema es el eje principal de la viabilidad del modelo económico.
Si bien es cierto la idea normativa del fundamento capitalista está basada en una perspectiva
meramente de riqueza y crecimiento se debe tener en cuenta los costos que dicha riqueza
traería consigo y que ya se han expuesto de manera más generalizada en este trabajo, la
pobreza hace parte del paisaje capitalista, dentro de las relaciones de producción inmersa en
el sistema capitalista la pobreza es un fenómeno que necesita ser estudiado muy
rigurosamente principalmente por el discurso político ya que la voluntad política es el pilar
para solucionar la problemática de la pobreza alcanzando así el estado del deber ser del
sistema, ese estado quimérico de sociedad utópica en el cual no existe pobreza, en el cual
existiría una eficiente dotación de servicio de educación, salud, vivienda, empleo. Esta visión
quimérica del desarrollo está muy relacionada con el estado de bienestar social. ¿No debería
el sistema fijar esta meta de bienestar como objetivo ?, ¿debemos servir para que el sistema
perdure o el sistema debe servirnos para vivir mejor? Si bien aún bajo el entramado de la
trasformación y adaptación del capitalismo mientras no atienda cabalmente el bienestar
social siempre habrá el inconformismo social el cual podría conllevar a una latente revolución
ideológica que pretenda abolirlo bajo premisas de un mañana mejor.

Bibliografía

Marx, K. (1981). Capital: A critique of political economy, Volume III. Trans. D. Fernbach.
New York: Penguin.

Max-Neef, M. A., & Centro de Alternativas de Desarrollo. Cepaur. (1984). Economía


descalza. Nordan.

Truman, H. S. (1949). Annual Message to the Congress on the State of the Union. January,
5, 1945-1953.

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