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360182674_585540.html
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Canosa Betés, J. Arqueología: Para qué, para quién, cómo y por qué
des humanas del pasado. Estos debates sin em- tión que es, posiblemente, la más importante de
bargo parecen haberse eternizado sin que se todas.
llegue a un punto y final mientras que siguen
apareciendo nuevas voces críticas y corrientes ¿Para quién se hace Arqueología? Respon-
teóricas en el seno de la Arqueología con sed de der a esta pregunta es, en la teoría, bastante
cambio hasta el punto de que, dentro de lo fácil, los conocimientos obtenidos de las
bueno que la variedad de voces y opiniones excavaciones arqueológicas e investigaciones
aporta a una disciplina como la nuestra, si Ste- posteriores va destinado a la gente, a las perso-
ven Spielberg decidiera ambientar el próximo nas comunes que son, al fin y al cabo, dueñas
capítulo de la saga en nuestro tiempo, el sub- de ese patrimonio que es estudiado. El mundo
título de Indiana Jones V bien podría ser "En de la Arqueología es pequeño pero a la vez muy
busca del paradigma perdido". grande, cada año hay un enorme número de
publicaciones de revistas, congresos, libros y
Estas reflexiones y debates arqueológicos se demás generando un volumen de conocimiento
han centrado mayoritariamente en un ámbito que sería inabarcable para una sola persona. Sin
teórico alejados, tal vez, de lo terrenal, enten- embargo, y pese a esta enorme cantidad de
diendo esto como la propia aplicación de la Ar- conocimiento e información disponible, algunos
queología, sus usos y funciones más allá del estudios nos han enseñado cómo en la sociedad
mundo académico. Desde Arqueoweb, hemos hay, por lo general, una falta de conocimiento
considerado que es el momento idóneo para sobre la Arqueología, aunque no precisamente
generar un espacio en el que revisar la propia de reconocimiento, un dato preocupante que nos
naturaleza de la disciplina para tratar de mejo- indica que algo se está haciendo mal… de
rarla dentro de las posibilidades de las que hecho, algo sintomático del interés que genera
disponemos los arqueólogos, un espacio para la nuestra disciplina es el auge y la relevancia que
autocrítica y la reflexión en el que profesionales han adquirido en los últimos años teorías ridícu-
de diferentes áreas nos hablaran sobre la las sobre astronautas del pasado y demás. Así, y
Arqueología pasada, presente y, especialmente, reconociendo que junto con los arqueólogos
futura. existen otros responsables como los medios de
comunicación o los planes educativos de este
Así, les animamos a contestar a una serie de desconocimiento, podemos preguntarnos ¿Hasta
cuestiones: ¿Para qué sirve la Arqueología? qué punto tiene la Arqueología una relevancia
¿Por qué es importante y por qué se debería para la sociedad actual? ¿Está, por lo general, la
seguir invirtiendo dinero en ella incluso en los Arqueología de hoy verdaderamente dirigida al
tiempos que corren? Estas quizás suenen como público o, más bien, se está haciendo arqueo-
unas cuestiones básicas pero en realidad pueden logía para arqueólogos? ¿Se encuentran algunos
ser difíciles de contestar, especialmente al sectores o integrantes de la Academia desde una
público profano de la materia que no termine de posición narcisista investigando por su propia
ver una utilidad práctica a la misma y ante el diversión y para sí mismos o verdaderamente se
cual haya que justificar que siga invirtiéndose está trabajando para la gente?
en el descubrimiento del pasado y que, posible-
mente, desconozca en gran medida el origen del Además de estas cuestiones y siguiendo esta
patrimonio investigado y que ese patrimonio le tendencia existencialista, preguntamos a los
pertenece por ley junto al resto de los ciudada- participantes los caminos que debería seguir en
nos… un tema que enlaza con la siguiente cues- el futuro nuestra disciplina, cómo llegar a ellos
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y hasta qué punto podemos los arqueólogos ser tes tipos de empresa que conocemos de Arqueo-
parte de esos cambios teniendo en cuenta que logía, todo esto con la intención de mostrar pun-
las acciones que afectan al patrimonio arqueoló- tos de vista variados y tratar de ofrecer así una
gico están, en última instancia, sujetas a visión global de los problemas planteados,
decisiones e intereses políticos. entendiendo que la solución (si es que hay algo
que solucionar) es algo a lo que hay que llegar
Por último, evidentemente, pedimos también desde todos los rincones de la disciplina.
a nuestros participantes el por qué, unas
respuestas argumentadas tanto de estas como de No obstante, el lector probablemente se dará
todas las cuestiones que ellos mismos nos de- cuenta de que en esta visión global falta algún
seen plantear. representante de los museos. Desde el equipo
editorial pedimos disculpas a todos, pero las
Desde Arqueoweb, hemos intentado dar voz causas de esta ausencia han sido ajenas a la
a todos los sectores de la profesión, ya sea la organización.
academia, instituciones de investigación
independientes, la administración o los diferen-
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Arqueología: Abrir ojos cada vez más grandes
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Ruiz Zapatero, G. Arqueología: abrir ojos cada vez más grandes
2. La Arqueología sirve para tres cuestiones y los medios de comunicación. Los ojos cada
esenciales. La primera para producir vez más grandes tienen que abrirse también
conocimiento histórico de todas las sociedades para repensar los usos y abusos de las narrativas
pretéritas, de todos sus miembros, de toda su arqueológicas. Y los conocimientos
experiencia histórica - desde planos de igualdad arqueológicos, inevitablemente, sirven para
y respeto -, y de los avances y logros de las conocernos mejor pero también para crear y/o
culturas humanas en todos los tiempos y todos reforzar agendas políticas, para construir
los espacios. Conocimiento histórico que identidades, para mercantilizar el pasado y
constantemente extiende sus niveles de hacer negocios con la materialidad del pasado.
comprensión y explicación. La Arqueología, la Los ojos de los arqueólogos tienen que abrirse a
historia material de las sociedades, nos todos estos problemas. Todo eso concierne a la
proporciona nuevos conocimientos de la Arqueología y sus practicantes. Los ojos cada
historia humana pero también una profunda y vez más grandes deben mirar a como el pasado
larga visión de lo que constituye la esencia de la se hace presente en nuestros días, como el
naturaleza humana. Lo que somos como pasado intersecciona al presente. Esto también
humanos sólo adquiere contornos más definidos es Arqueología.
en la “historia profunda” (deep history) que
elabora la Arqueología desde nuestros más La tercera y última cuestión de para qué
remotos orígenes a la arqueología del presente. sirve la Arqueología es para proteger, conservar
La segunda cuestión fundamental es la y presentar el pasado material, la memoria
vigilancia atenta y crítica de cómo los material de la historia humana. Los sitios
conocimientos producidos se utilizan por el arqueológicos, los restos exhibidos y
propio colectivo arqueológico y por todos los salvaguardados en los museos constituyen el
agentes no-expertos como los poderes políticos pasado tangible, visible y susceptible de ser
vivido. Y los ojos de los arqueólogos y
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arqueólogas tienen que ser cada vez más amplios sectores, los más desfavorecidos, de las
grandes para incrementar la protección de los sociedades contemporáneas. Necesitamos abrir
restos arqueológicos, para mejorar los medios ojos cada vez más grandes para hacer
de comunicar las historias arqueológicas y para arqueologías más inclusivas, más “desde
buscar nuevos formatos y canales con los que abajo”. Arqueologías que den cuenta del pasado
llegar a cuantas más audiencias mejor. La a todas las clases y sectores de la sociedad. Y es
Arqueología tiene que proporcionar que además la Arqueología, como bien señalo
conocimientos históricos pero también Graham Clark, puede ser más democrática que
experiencias vitales, formas de sentir de forma buena parte de la Historia porque su objeto de
diversa ese pasado; sencillamente porque sin estudio posible es toda la sociedad: los
públicos no tienen sentido los sitios, los museos poderosos y los débiles, los importantes y los
y todas las actividades de difusión que giran en excluidos, los hombres y las mujeres, los
torno a ellos. El patrimonio arqueológico - ancianos y los niños. Todos se pueden rastrear
término académico y administrativo muy en la materialidad social. La Arqueología tiene
desgastado - no trata solo de restos, legislación vocación global, holística, puede abarcar a
y normativas, tiene que tratar de la gente del todos los miembros de las comunidades
presente. Es la gente del presente la que da humanas.
sentido al patrimonio arqueológico del pasado.
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Ruiz Zapatero, G. Arqueología: abrir ojos cada vez más grandes
grandes. Ojos más grandes para crear una de más visibilidad social y política a la
arqueología con más tejido social, para conectar Arqueología.
con más audiencias, y en definitiva para dotar
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6. A modo de recapitulación de mis palabras Para que la arqueología pueda llegar a todos de
anteriores me gustaría destacar tres reflexiones forma comprensible pero no devaluada. Las
finales: posibilidades que tenemos los arqueólogos y
arqueólogas de aprender de los distintos
a) La Arqueología en este país tiene que públicos y de los agentes no-académicos son
ganar presencia en la arena pública, debería muy importantes pero muy poco utilizadas.
desarrollarse más en el tejido social y Puede ser una manera de dar voz a los sin voz,
proponerse conquistar posiciones de mayor de hacer historia contando con los ciudadanos.
consideración educativa, social y política. La De aprender los propios arqueólogos a contar
arqueología es conocimiento y si no se difunde historias, de descubrir nuevas fórmulas y de
no tiene sentido. Los medios de comunicación emplear nuevos canales y medios de difusión.
juegan un papel crucial en esa tarea porque cada
vez más lo que existe es una fuerte sinergia
entre medios. Por ello la presencia de la
Arqueología en los medios de comunicación c) La Arqueología tiene que ayudar a que los
resulta de crucial importancia. ciudadanos tengan no una mera crónica de
hechos y fechas sino una auténtica conciencia
crítica del pasado, para pensar en el presente y
así actuar y construir el futuro. En suma, para
b) Necesitamos explorar nuevas maneras de poder “pensar históricamente”. Y pensar
hacer divulgación histórica y arqueológica, históricamente es aprender a examinar las
nuevos medios de llegar a la gente sin perder el noticias de la televisión, evaluar un editorial de
rigor pero teniendo en cuenta que rigor no es un periódico, contextualizar un hallazgo
sinónimo de aburrimiento. Rigor tiene que ser, arqueológico y, en fin, resistir buena parte de la
ante todo, apelar a la racionalidad de la gente, propaganda política del “pensamiento único”.
de toda la gente, de cuanta más gente mejor.
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Ruiz Zapatero, G. Arqueología: abrir ojos cada vez más grandes
La función crítica de la Arqueología tiene que la verdad pero tenemos que tener muy presente
servir para romper las memorias únicas, las que “la historia es también el campo de batalla,
versiones oficiales y oficialistas, los tópicos y la comunicación, su principal recurso” como
escolares y los lugares comunes falsos. Tiene ha escrito el historiador Justo Serna. Y esto
que proporcionar herramientas para reflexionar, último no deberíamos olvidarlo los
de forma independiente, sobre el presente y arqueólogos. Nuestros ojos y los de los miles de
cuestionar los poderes establecidos. En estudiantes de Arqueología que se están
definitiva, una especie de alfabetización formando por todo el mundo cada vez están
arqueológica de la ciudadanía. más abiertos al conocimiento del pasado y a su
comunicación a la sociedad. Así podemos
La Arqueología tiene que ser un instrumento confiar, razonablemente, en que el pasado tiene
cargado de futuro y no un cementerio de futuro y ese tiene que ser el estímulo
conocimientos eruditos más o menos permanente de cuantos nos apasionamos con y
irrelevantes. La arqueología es una batalla por por la Arqueología.
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La Arqueología posible.
David Barreiro
Instituto de Ciencias del Patrimonio (INCIPIT). CSIC
Todas las preguntas que comienzan con un aquí está la clave del peligro que entrañan este
“¿Para qué sirve...?” son ambiguas y peligrosas. tipo de preguntas.
Ambiguas porque desde un punto de vista
positivista o ecosistémico todo sirve para algo, Pero si buscamos una justificación moral
hasta lo que, no siendo obra humana, parece para la arqueología, entonces habría que modifi-
estar más alejado de una cotidianeidad utilita- car ligeramente la pregunta y decir: ¿Para qué
rista: las nubes, las flores, las montañas, el debe servir la arqueología? Porque no se trata
canto de los pájaros... Mientras que, desde un de la utilidad actual de la arqueología en tanto
punto de vista metafísico (casi nihilista), todo es disciplina, sino de su utilidad conforme a una
fútil y nada sirve para nada, pues la vida, en sí finalidad moral. Y aquí es donde se vienen
misma, carece de finalidad. “¿Para qué sirve la produciendo frecuentes desencuentros entre
vida?” es una pregunta, en sí misma, absurda. diferentes concepciones de la arqueología (las
Preguntarse por la utilidad de cualquier cosa en distinguiremos de forma un tanto simple): una
la vida (incluyendo los actos y obras humanos) arqueología básica (que produce conocimiento
por lo tanto, también lo sería. Como decía sobre las sociedades del pasado a partir de la
Antonio Machado: documentación y estudio de sus restos materia-
les) y una aplicada (que utiliza y/o produce ese
Bueno es saber que los vasos conocimiento en contextos de gestión de recur-
nos sirven para beber; sos –ordenación del territorio, evaluación
lo malo es que no sabemos ambiental, socialización del patrimonio cultu-
para qué sirve la sed.
ral-). Para las visiones más críticas, esta arqueo-
Peligrosas porque las preguntas que comien- logía aplicada es una arqueología que sirve a los
zan con un “¿Para qué sirve...?” suelen arrastrar intereses hegemónicos que marcan la pauta de
una intención puramente pragmática, limitada la modernización. En otros lugares hemos inten-
(que no es poco, pero es insuficiente) a una tado mostrar que la participación de la arqueo-
optimización de la gestión práctica de la vida logía en estos procesos no tiene por qué impli-
social, sin un contexto que confiera un sentido car una complicidad unívoca con los mismos,
moral a nuestros actos. Las preguntas qué por lo que no profundizaremos ahora en ello.
comienzan así suelen buscar un contexto de Nos interesa ahora, más bien, indagar en la
justificación para la posible respuesta en el pro- finalidad moral de esta arqueología entendida
pio ámbito de la racionalidad cognitivo-instru- como práctica científica básica (obviando, de
mental: sirve aquello que produce más conoci- momento, la imposibilidad de esta neutralidad
miento y/o que propicia la reproducibilidad axiológica por parte de ninguna práctica cientí-
sistémica. No se busca un contexto de justifica- fica): ¿para qué debe servir la práctica de
ción ético o moral (ni mucho menos estético) y
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Barreiro, D. La Arqueología posible
producir conocimiento sobre las sociedades del Sí, la arqueología forma parte del relato
pasado etcétera? histórico de la Modernidad, es una práctica
concebida y generada en un contexto histórico
Esta pregunta tiene múltiples posibles dado, y sus rasgos ontológicos y epistemológi-
respuestas, desde las más idealistas y tópicas cos están indisolublemente marcados por este
(“porque los pueblos que ignoran su historia hecho incuestionable. Ahora bien, hemos visto
están condenados a repetirla”, y argumentos que hay, como mínimo, dos visiones distintas
similares) hasta las más pragmáticas (para dar (la segunda incluye la primera, generalmente)
trabajo a distintos tipos de profesionales), pa- de lo que es la arqueología: por un lado, una
sando por las más cínicas (porque es un nicho ciencia que nos habla del pasado desde el pre-
de mercado insuficientemente explotado y con sente; por otro lado, una ciencia que contribuye
un gran potencial). Nosotros nos alinearíamos (en qué medida lo hace, y con qué rol, eso
(y aquí se da una de las claves de nuestra visión puede variar, y mucho) a la gestión y socializa-
de una arqueología aplicada distinta a la que ción de un segmento de la realidad actual que
sostienen muchos de sus críticos) con una res- denominamos patrimonio cultural. Por tanto,
puesta más dialéctica: para contribuir reflexiva- tenemos una visión de la arqueología como
mente a la transformación del mundo. Y aquí, práctica (en conjunción con otras disciplinas
derivadas de esta primera pregunta reorientada científicas) autorizada para emitir discursos
y moralmente situada, surgen preguntas nuevas: sobre los hechos del pasado, para generar un
¿Puede la arqueología contribuir a la emancipa- discurso histórico. Y tenemos una visión de la
ción? ¿Merece la pena una arqueología que no arqueología que, apoyándose en la idea anterior
sea crítica en sus objetivos cognitivos y prácti- (nuevamente en conjunción con otras discipli-
cos? Si la respuesta es no, entonces es mejor nas científicas), nuclea procesos de producción
dedicarse a otras formas de lucha, o a luchar por de patrimonio cultural, que son procesos socia-
un lado y hacer arqueología por otro (y regresa- les y políticos, más que científicos.
mos a la respuesta pragmática de más arriba). Si
la respuesta es sí, hay que preguntarse por las La condición social de la arqueología tiene
condiciones: ¿Dónde sería posible esta arqueo- un doble origen: es social porque toda práctica
logía emancipatoria, dentro de la práctica científica es social (algo que olvidan con
discursiva de la Modernidad o “al margen” de frecuencia los defensores de una arqueología
esta? ¿Es esto último factible? ¿Puede haber “básica”, no contaminada por no formar parte
una práctica científica a-moderna? Preguntas de procesos de modernización, de gestión del
que nos sacan de la ciencia para llevarnos a pre- patrimonio, etc.), y es social, además, porque
guntas de corte más filosófico: ¿Hay margen muchas veces se orienta a la producción de
para la transformación dentro de la Moderni- patrimonio cultural, que es un proceso social
dad? ¿Es un proyecto acabado o es la única sa- supracientífico. Y, si retomamos el argumento
lida? Y si es un proyecto acabado, ¿cuál es la moral derivado del intento de respuesta a la
alternativa? ¿Hay cabida para una práctica pregunta primera, creemos que la arqueología
científica como la arqueología en esa alterna- debe servir para generar un discurso histórico
tiva? ¿No forma parte la arqueología de esos contra-hegemónico y además para contribuir,
grandes relatos de la Modernidad que, según desde su especificidad científica, a procesos
algunos, deberían ir a parar al basurero de la abiertos y participativos de producción de
historia? patrimonio. Esto es: sea cual sea nuestra idea de
la arqueología (y nuestra práctica) es factible
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vado, lo público y lo común y con vistas a la marginal (convertida en una actividad para dile-
concreción de una estrategia política real (que tantes y voluntarios en la periferia del sistema).
veremos más abajo). Ni siquiera la gestión del patrimonio, ni la ar-
queología aplicada, tal y como las entendemos
Por último, hay que preguntarse por las hoy, existirían en este escenario.
consecuencias humanas (el drama más directo y
perceptible) de todo este proceso de cambio en En resumen y en conclusión, desde nuestro
la configuración de la disciplina. En el mejor de punto de vista, hoy más que nunca se hace difí-
los casos, que una arqueología alternativa como cil concebir un escenario para una arqueología
la que hemos esbozado (incluyendo el contexto parecida a lo que (casi) todos los profesionales
político de dicho escenario: el reempodera- desearíamos, sin concebir las condiciones socia-
miento de lo público) sea capaz de absorber les, económicas y políticas que la podrían
toda la mano de obra generada durante estos posibilitar. Esto es: se nos antoja más absurdo
veinticinco años es algo que se antoja díficil. que nunca pensar en que los problemas de la
Parece difícil que vuelva a haber un nivel de arqueología, a todos los niveles, puedan ser re-
“destrucción creativa del territorio” (como dice sueltos al margen de la acción política. Así
David Harvey) semejante. En todo caso, más pues, todas las preguntas acaban por resumirse
allá de las necesidades imperiosas de los en una, ya formulada en su momento (y respon-
profesionales de la arqueología que todavía dida según las circunstancias históricas): ¿qué
sobreviven a la crisis (habrá que ver si los dos hacer?
tercios de desempleados de la arqueología
producidos en los últimos cinco años son Aquí va un intento de respuesta, una pro-
recuperables), es obligación de las instituciones puesta para la que (por qué no) anhelamos ad-
de investigación trabajar en escenarios que hesiones:
prefiguren modelos de negocio (en el sentido -Iniciar un proceso participativo, a escala lo-
amplio del concepto) y actividad alternativos, y cal, para recabar demandas sociales en relación
reclamar una política científica que no sea auto- con la arqueología y el patrimonio y para
destructiva. Como es obligación de los gestores socializar un concepto alternativo de arqueo-
del patrimonio empezar a alzar la voz e intentar logía y de patrimonio.
parar la espiral destructora neoliberal empren-
dida desde las altas instancias de la administra- -Iniciar un proceso participativo, incluyendo
ción. Se hace difícil pensar en un empodera- el nivel experto, para articular estas demandas
miento social en torno a la arqueología y el sociales en una propuesta de política científica y
patrimonio mientras se producen cambios lega- patrimonial.
les (por ejemplo, en Madrid, punta de lanza de
-Integrar estas propuestas en los programas
esta tendencia) que apuntan en la dirección
políticos de las formaciones que se muestren
opuesta. En el peor de los casos, de seguir el
interesadas. En realidad, este sería el primer
proceso de expropiación de lo público por la
punto, o, en todo caso, estos tres primeros pun-
oligarquía financiera nacional y transnacional,
tos serían simultáneos. Y por formaciones
la arqueología será despojada del grueso de su
interesadas no nos referimos a partidos que se
fuerza de trabajo (ya lo está siendo) y se
limiten a incluir una alusión al tema en sus pro-
convertirá en una práctica científica, por un
gramas electorales.
lado, residual (ejercida por un sector académico
envejecido y enclaustrado) y, por otro lado,
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Arqueología para el futuro en un mundo globalizado
Por tanto, la Arqueología debe estar al servicio que nos obliga a formular con honestidad inter-
(debe permanecer al servicio) de todos los huma- pretaciones y discursos que creemos que son cier-
nos, en su conjunto e individualmente, sin nin- tos. Discursos llenos de “intención de verdad” en
guna distinción. Por esto, los arqueólogos deben los que se hace evidente tanto un profundo res-
hacer un esfuerzo para aunar exigencia científica peto hacia los humanos del pasado, como para
y capacidad divulgadora y así hacer llegar el con los humanos del presente y los del futuro.
conocimiento de nuestro pasado a todos los ámbi- Los arqueólogos debemos ser y comportarnos
tos de la sociedad. Por eso, tal vez en la actuali- con una completa honestidad profesional ya que
dad sea una necesidad de primer orden desarrollar nos convertimos en la voz del testimonio de los
discursos que permitan acceder a la masa de la humanos del pasado. Y nuestro testimonio
población al conocimiento arqueológico del pa- permanece a través del tiempo.
sado. Para que puedan hacerlo suyo e interiori-
zarlo como parte de nuestra experiencia colectiva La variedad en los métodos y enfoques a la
humana. Y que, individualmente, todos puedan hora de hacer Arqueología, y la participación de
afrontar sus decisiones, en el grado de otras disciplinas afines, deben repercutir en una
responsabilidad que le corresponda a cada uno en mejora continua de los procedimientos de obten-
cada momento, conociendo y teniendo en cuenta ción de evidencias y de su interpretación. Es
la mayor cantidad que sea posible del bagaje necesaria la diversidad de enfoques teóricos y
cultural humano. procedimientos, pero creo que lo mejor es asumir
esta pluralidad como la disponibilidad de una
diversidad de herramientas para obtener conoci-
miento y no como la elección de caminos o
ARQUEOLOGÍA: ¿CÓMO? creencias excluyentes. Debemos construir distin-
La Arqueología es una disciplina joven y aún tos enfoques y puntos de vista, pero no doctrinas.
en proceso de desarrollo. Por tanto creo que es Debemos comportarnos como investigadores
muy sano que haya muchas formas de hacer Ar- rigurosos pero flexibles y no dogmáticos.
queología, siempre que se acepten los mínimos También es muy importante comprender que
exigibles a una actividad científica. La Arqueo- sin interpretación no hay Arqueología. Excavar
logía se ha ido construyendo como método cientí- yacimientos, extraer materiales, describirlos,
fico progresivamente, mientras se ha ido practi- analizar evidencias, catalogar estilos o cualquier
cando. Hemos aprendido de nuestras distintas otra actividad que pueda parecer revestida de una
experiencias, de los aciertos y fracasos y mejora- apariencia científica no dota por si misma de
mos continuamente al enfrentarnos al desafío contenido científico a una intervención arque-
permanente de nuestra práctica profesional. ológica. Es la explicación, la interpretación de los
Es bueno y necesario que exista la suficiente comportamientos de las sociedades humanas que
libertad para crear distintas formas de realizar la generaron el yacimiento arqueológico y sus
práctica arqueológica, pero esta debe ir acompa- contenidos, lo que caracteriza al arqueólogo co-
ñada de un irrenunciable compromiso con la mo científico y lo distingue del mero excavador:
búsqueda de la verdad en el estudio de las la generación de un discurso histórico a partir de
sociedades humanas del pasado. Esto no significa evidencias físicas, empíricas.
pretender detentar la “Verdad” de un modo Por tanto es importante entender que un ar-
dogmático. Significa aceptar un irrenunciable queólogo debe completar su formación científica
compromiso ético y moral, una responsabilidad, como investigador con la práctica de la arqueo-
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logía en los yacimientos arqueológicos. Si no se vación de este como hogar colectivo de los huma-
conoce de modo riguroso y exhaustivo cómo fun- nos y de todo lo que permite la vida. Conocemos
ciona el proceso de descubrimiento y extracción nuestra fragilidad y nuestras limitaciones tanto
de estructuras y materiales arqueológicos y cómo como nuestras asombrosas posibilidades. Esto
se documenta e interpreta el sustrato arqueoló- incluye la necesidad de definir nuestro modelo de
gico y sus contenidos, no se puede interpretar desarrollo y comportamiento colectivo ante el
como lo hace un arqueólogo. No se puede generar futuro. E incluye también la necesidad de
un discurso genuinamente arqueológico. implicarnos, de un modo que era impensable
hasta hace muy pocas décadas, en la construcción
De este modo, debemos asumir que la Arqueo- de nuestro futuro colectivo.
logía es siempre una actividad científica con un
enorme grado de exigencia que debe ser desarro- Para esto, los humanos necesitamos urgente e
llado por profesionales cualificados. Profesiona- imperiosamente la recuperación de nuestra histo-
les que acepten la necesidad de formación conti- ria colectiva, de nuestra memoria como especie.
nua y el compromiso ético y moral que conlleva Necesitamos elaborar un registro de conoci-
esta actividad. Profesionales no solo capaces de miento del pasado como nunca hasta ahora podía-
contextualizar crono-culturalmente un yacimiento mos haber concebido. Una historia mucho más
o materiales arqueológicos, sino también de inter- rigurosa, profunda y exhaustiva que los discursos
pretarlos. Porque la actividad investigadora conocidos hasta el presente. Una historia que per-
científica no solo consiste en documentar un mita tomar decisiones colectivas como nunca
fenómeno sino, y principalmente, desentrañarlo, hasta ahora los humanos lo habíamos hecho. Por-
comprenderlo esencialmente y explicarlo en la que necesitamos conocernos y conocer el mundo
medida de nuestras posibilidades y asumiendo en el que vivimos, saber cómo hemos sido y
nuestras limitaciones. cómo somos, saber cómo era el mundo en el que
vivíamos y como hemos vivido en él. De este
Por tanto, no existe una Arqueología hecha de- modo podremos seguir adelante, podremos tomar
ntro del ámbito académico que es diferente de la las decisiones adecuadas y podremos aprender a
que se hace fuera del ámbito académico. Solo hay preservar nuestro mundo (con todo lo que con-
un tipo de Arqueología: esta es siempre una tiene) y a preservarnos a nosotros mismos.
misma actividad científica por mucho que se des- Cuanto más conozcamos sobre nuestro pasado
arrolle en distintos ámbitos de actuación. colectivo mejor podremos planificar y tomar
decisiones adecuadas que mejoren nuestras
condiciones de vida y nuestras expectativas futu-
ARQUEOLOGÍA: ¿POR QUÉ? ras.
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Arqueología y crisis desde una administración de cultura autonómica
Las crisis siempre son buenos períodos de ello ha contribuido a que hoy se conozcan y
reflexión y es bien sabido que la Arqueología protejan mejor los bienes arqueológicos y a que
tal y como la hemos conocido en estos últimos la Arqueología se encuentre inmersa en muchos
años necesitaba de ello. Desde las procedimientos de gestión administrativa como
administraciones de cultura autonómicas la ges- la evaluación de impacto ambiental, la
tión arqueológica ha sufrido las consecuencias planificación urbanística o la gestión turística.
del boom inmobiliario, en el que nuestra activi-
dad ha quedado relegada a un mero instrumento Con la llegada de la crisis, en las
de liberalización del suelo para su posterior administraciones hemos sufrido drásticos recor-
urbanización. Las administraciones se han visto tes de plantilla, lo que supone la paralización o
congestionadas por una gran avalancha de pro- ralentización de muchas de las tareas que se
yectos a tramitar, con un escaso personal venían llevando a cabo, así como la supresión
especializado superado por las circunstancias e de inversión en programas de investigación y
incapaz de ejercer un control efectivo sobre difusión. Casi hemos vuelto a la coyuntura de
estas actuaciones. Todo ello ha supuesto que en los años 80 del pasado siglo, aunque con un
muchas ocasiones se haya perdido de vista el bagaje y una experiencia mucho más amplia en
objetivo fundamental de nuestra disciplina, que cuanto a gestión arqueológica se refiere. Es
es el conocimiento del pasado, pesando más las hora pues de reflexionar sobre lo que hemos
necesidades urbanísticas, los intereses económi- hecho estos últimos años, para qué ha servido y
cos y las presiones políticas. hacia dónde queremos ir. ¿De verdad eran
necesarios para nuestro desarrollo socioeconó-
Afortunadamente no todo ha sido así, al ca- mico tantas infraestructuras y nuevas
lor de la bonanza económica desde las urbanizaciones hoy medio abandonadas?, ¿ha
administraciones autonómicas también se han merecido la pena la destrucción de tanto
promovido importantes programas de investiga- Patrimonio Arqueológico?, ¿cuánto conoci-
ción arqueológica, se han realizado políticas de miento de calidad hemos obtenido de todas esas
musealización y difusión de este patrimonio y intervenciones arqueológicas?, ¿cuánto de ese
se han ampliado -o directamente creado- las conocimiento ha llegado a la comunidad cientí-
plantillas de profesionales de la Arqueología fica y cuánto a la sociedad en general?, ¿hemos
dentro de la administración. Este último punto cumplido realmente con lo que nos hizo
es importante porque hasta que no ha habido dedicarnos a esta profesión, es decir, profundi-
arqueólogos/as directamente trabajando en la zar en el conocimiento de nuestro pasado?
administración no se ha promovido realmente
una protección efectiva de nuestro patrimonio,
insistiendo en la necesidad de la realización de
¿Para qué sirve la Arqueología?
inventarios y cartas arqueológicas, desarro-
llando un importante esfuerzo normativo y A pesar de que desde hace ya treinta años la
elaborando planes de gestión y difusión. Todo Arqueología se encuentra inmersa en muchos
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Sagardoy Fidalgo, T. Arqueología y crisis…
que la mayoría de las intervenciones se han lugar es hora de conocer mejor nuestros bienes
realizado en unas condiciones muy precarias, arqueológicos, realizando o completando los
con presiones y plazos excesivamente cortos. catálogos, cartas de riesgo y cartas arqueológi-
La mayoría de ellas han tenido como resultado cas, que por lo general existen para el ámbito
la excavación y posterior destrucción de los rural, pero no siempre en las ciudades y conjun-
yacimientos, y lo único que ha quedado de ellos tos históricos. Conociendo mejor estos bienes
son ingentes cajas de materiales que colapsan podremos establecer jerarquizaciones en la
los museos e informes almacenados en los protección: desde reservas arqueológicas que no
archivos de la administración. se puedan tocar, hasta yacimientos que tras su
estudio puedan ser destruidos sin problemas.
Con respecto a estos informes y memorias, Todo ello permitirá planificar cómo puede des-
muchos de ellos se reducen a una mera tarea arrollarse un conjunto urbano y logrará que
descriptiva con escasa o nula labor de cuando se vaya a producir una obra podamos
interpretación y ajenos a toda teoría o investiga- prevenir mejor las afecciones sobre los bienes
ción histórica ¿de qué nos sirve tener 2 folios arqueológicos, reduciendo la sorpresa y el
descriptivos de unidades estratigráficas si no hallazgo casual, lo que suele implicar un coste
realizamos un esfuerzo de análisis histórico? La económico y social alto. Esto nos permitirá
mayoría de estos trabajos no serán nunca también minimizar la destrucción del Patrimo-
publicados, aunque algunas comunidades han nio Arqueológico que hemos sufrido en las dos
intentado poner remedio a este problema me- últimas décadas, evitando las excavaciones en
diante anuarios y otro tipo de publicaciones, y área como mecanismo principal de “protec-
es muy escaso el porcentaje de ellos que lo hará ción”.
en clave de divulgación por lo que, lamentable-
mente, lo que hemos devuelto a la sociedad ha Es el momento también de realizar planes di-
sido muy poco. rectores, planes especiales y de gestión sobre
los bienes arqueológicos -muy necesarios en el
ámbito urbano- que estén consensuados social-
mente y se desarrollen en fases a corto, medio y
¿Cómo llegar a una mejor Arqueología?
largo plazo. En la medida de lo posible han de
Está claro que la coyuntura de crisis actual y contar con recursos económicos y humanos
el escaso personal y presupuesto con el que claramente definidos, siendo autónomos frente
a la coyuntura política (Castillo 2011: 1058).
cuentan las administraciones de cultura no faci-
lita mucho nuestra labor. Hay cuestiones como En cuanto a la normativa, aún son muchas
la necesidad de ejercer un control más efectivo las comunidades que no tienen protocolos de
sobre las intervenciones, el expolio, etc. que actuación arqueológica bien definidos que
conllevan directamente un aumento de las solventen la excesiva burocratización y agili-
cen los trámites con las personas profesionales
plantillas de profesionales tanto en la
y particulares. También es necesario un mayor
administración autonómica como local, pero esfuerzo de coordinación entre comunidades.
hay otras medidas que dependen sólo de un Hemos asistido en estas últimas décadas a una
cambio de enfoque, de mejorar la planificación proliferación de leyes autonómicas, reglamentos
o de rentabilizar los recursos disponibles. de Arqueología y multiplicación de las figuras
de protección, que dificultan mucho nuestra
Desde las administraciones de cultura es el profesión cuando se trabaja en más de una
momento de realizar una verdadera Arqueología comunidad autónoma.
Preventiva (Martínez y Castillo 2007, Querol
2010: 316 y ss.), definida como el conjunto de Aún falta establecer más medidas de
actividades destinadas a identificar y proteger el colaboración interadministrativa, con urba-
Patrimonio Arqueológico antes de que cualquier nismo, medio ambiente, turismo, diputaciones y
tipo de incidente pueda afectarle. En primer ayuntamientos. Debe haber una colaboración
312
ArqueoWeb, 15, 2014: 310-314 ISSN: 1139-9201
más estrecha entre la administración de cultura ían ser más habituales a la hora de realizar nues-
y urbanismo, de forma que haya desde el princi- tros planes y políticas de gestión.
pio profesionales de la Arqueología que se
impliquen en la planificación de nuestro suelo y Hay pequeñas actuaciones que desde la
en la realización de los catálogos urbanos. Hay administración se podrían promover para incluir
recursos desaprovechados, como las medidas más participación social en nuestro trabajo. Por
compensatorias que aplican otras administracio- ejemplo en determinadas actuaciones de interés
nes como medio ambiente, que pueden desti- -una plaza pública, una iglesia, etc.- podría obli-
narse al estudio o conservación de los bienes garse a hacer un “abierto por obras” de forma
arqueológicos y pocas veces se utilizan para que la ciudadanía pueda visitar la intervención
este fin. A veces se producen descoordinaciones un día a la semana con un horario determinado
cuando sobre un mismo bien intervienen varias o se puede requerir que instalen carteles en las
administraciones: nacional, autonómica y vallas de obra que expliquen el por qué de una
municipal, por ejemplo en las ciudades históri- intervención y los principales hallazgos.
cas y otras veces se produce un solapamiento de Actuaciones en esta línea, que no suponen ape-
funciones entre autonomías, diputaciones y nas costes, producirían mayor aprecio y
ayuntamientos, por ejemplo en lo relativo al reconocimiento social hacia el Patrimonio
turismo cultural. Establecer medidas de Arqueológico y nuestra profesión.
concertación no implica coste alguno, tan sólo
Debemos planificar mejor lo que se pone en
un mayor esfuerzo de entendimiento entre
valor y lo que no y contar siempre con el poste-
administraciones. rior mantenimiento de estos bienes. No en todos
Y nuestra asignatura siempre pendiente, la los ayuntamientos ha de haber un museo
sensibilización social con respecto al Patrimo- arqueológico o un aula de interpretación, ni
nio Arqueológico y nuestro trabajo como cualquier resto que se encuentre en una ciudad
profesionales de la Arqueología. Cuando habla- histórica ha de ser musealizado. Hay que elegir
mos de sensibilización, casi siempre nos referi- muy bien lo que se difunde o no, conservar un
mos a la difusión en clave de publicación o de fragmento de muro en un parking no siempre
musealización de unos restos. Es verdad que está jugando a favor del respeto a la Arqueo-
hace falta más trabajo en este sentido, pero si logía sino que muchas veces va en su contra,
queremos que se valore más positivamente por ejemplo si no está explicado con medios
nuestra profesión, debemos empezar a implicar adecuados o no se encuentra incluido en una de
a la sociedad en muchos más aspectos de nues- las rutas arqueológicas urbanas. Es ingente la
tro trabajo y no tratarla sólo como receptora cantidad de recursos y energía que cuesta poner
final del “producto arqueológico”. en marcha esas actuaciones, muchas de las cua-
les luego quedan en el olvido, con carteles
Desde las administraciones de cultura es el deteriorados e ilegibles y los bienes en grave
momento de incluir en todas nuestras actuacio- estado de deterioro.
nes más participación social –a veces nos
olvidamos de que trabajamos para la ciuda- Con respecto a la publicación de los resulta-
danía- empezando por usar un lenguaje más dos de las intervenciones también desde la
comprensible en nuestros escritos, mejorando la administración se pueden arbitrar soluciones,
accesibilidad a los recursos que gestionamos: por ejemplo la publicación directa de las memo-
catálogos, consulta de expedientes e informes, rias mediante los anuarios y revistas on line,
etc. y estableciendo más medidas de transparen- como ya hacen algunas comunidades autóno-
cia: cómo se organizan los servicios, qué mas. Claro que para ello deben establecerse
actividades llevamos a cabo, cómo se adoptan prescripciones técnicas concretas sobre los
las decisiones y quiénes son las personas contenidos y estructura de las memorias para
responsables. Herramientas como los estudios que sean de mejor calidad y la obligatoriedad de
de percepción pública, las encuestas publicarlos, de forma que se incluyan desde el
poblacionales o los grupos de discusión deber- principio en los presupuesto de cualquier
313
Sagardoy Fidalgo, T. Arqueología y crisis…
intervención. También deberían incluirse breves Por último, no podemos perder de vista que
resúmenes divulgativos con imágenes de las la administración autonómica ha de proteger,
intervenciones para colgarlos en las páginas tutelar y coordinar la gestión de nuestro
web de difusión cultural de la administración o
Patrimonio Arqueológico pero no podemos
para su uso como notas de prensa en los medios
locales. esperar que se ocupe de todo. Hace falta más
colaboración con otros agentes en la gestión,
Por otra parte, desde la administración -y tanto administraciones locales, como empresas
aquí tienen el papel fundamental las universida- y profesionales privados, grupos de acción lo-
des-, se deben promover programas de
cal, asociaciones culturales, etc. en definitiva,
investigación para ir resolviendo las lagunas de
conocimiento científico que se tienen sobre un implicar a la sociedad en su conjunto en la ges-
tema concreto o una región determinada. La tión y no sólo en la difusión de nuestro trabajo.
mayoría de las personas profesionales de la Ar- No olvidemos que al Patrimonio Arqueológico
queología, por las circunstancias a que a veces no lo protegen las leyes ni la administración,
está sometido su trabajo (bajo salario y malas sino la gente que lo valora, que se identifica con
condiciones laborales, escasos plazos, presión él y que se compromete en su conservación. La
de la empresa promotora, presión de la
participación social es indispensable si quere-
administración, etc.) no siempre va a poder
realizar un trabajo de investigación profunda, mos que la actividad arqueológica sea sosteni-
por eso la administración debe promover esa ble.
malla de conocimiento donde las pequeñas
actuaciones de la Arqueología Preventiva pue-
dan insertarse.
Referencias bibliográficas
CASTILLO MENA, A. (2011): «Guía de Buenas Prácticas en Patrimonio Mundial: Arqueología». En A.
Castillo (ed.) Actas del Primer Congreso Internacional de Buenas Prácticas en Patrimonio Mundial:
Arqueología: 1054-1059. Editorial Complutense. Madrid.
GONZÁLEZ RUIBAL, A. (2012): «Hacia otra arqueología: diez propuestas». Complutum Vol. 23 (2): 103-
116.
QUEROL, M.A. (2010): Manual de gestión del Patrimonio Cultural. Editorial Akal. Madrid.
314
De la Arqueología de la mortadela a la Arqueología de la resistencia.
La democratización fallida de la Arqueología española
Se nos pregunta desde la dirección de la re- puesto para nuestro mundo el desarrollo de In-
vista: “Arqueología: Para qué, para quién, ternet.
cómo y por qué”. Cuatro preguntas que, en
principio, deberían obtener una fácil respuesta ¿Cómo? La práctica arqueológica puede
en una disciplina centenaria como la arqueo- ser desempeñada en el sector público o privado.
logía. En lo público, en la universidad, museos o insti-
tutos de investigación como el CSIC; en el sec-
¿Para qué? Para conocer mejor nuestro tor privado, en empresas de arqueología, funda-
pasado, para comprender el presente y diseñar ciones, etc. Pero tanto en uno como en otro caso
el futuro de nuestra sociedad. Un conocimiento la práctica de nuestra disciplina debe ir siempre
que viene dado a través del estudio de la cultura ligada a la investigación.
material que han generado las distintas socieda-
des humanas y de la inserción de los objetos en En efecto, es la investigación científica la
los yacimientos y de éstos en los paisajes cultu- que faculta el desarrollo de una práctica de la
rales, superando la visión de la arqueología ce- disciplina de manera correcta, que sea realmen-
ñida al objeto, algo que, por sorprendente que te crítica y ética a la vez. En realidad, si no hay
aún pueda parecer, todavía sigue sin asimilarse investigación resulta difícil, diríamos imposible,
del todo en nuestro país. realizar una práctica de nuestra disciplina que
no esté anquilosada. No vamos a entrar en el
¿Para quién? Obviamente el arqueólogo debate estéril de la existencia de una investiga-
trabaja por motivaciones puramente personales, ción ligada al mundo universitario, por un lado,
que van desde inquietudes personales a modas y y otra “profesional” o de gestión, que se asocia
vanidades propias de la condición humana, pero comúnmente a la práctica privada. En términos
sin perder nunca de vista el hecho de que el generales, en los dos ámbitos, público o priva-
arqueólogo trabaja para la sociedad en su con- do, resulta factible desarrollar el ejercicio de la
junto: desde las comunidades locales, donde profesión, si bien en ambos casos también la
realiza su trabajo en un primer nivel, a los foros ausencia de una auténtica labor de investigación
científicos y la divulgación de los resultados de viene siendo, por desgracia, una constante. No
sus estudios con destino a un entorno globaliza- descubrimos nada nuevo al afirmar que la ar-
do. Una labor de difusión que, a día de hoy, queología en España es, en gran medida, ágrafa
resulta mucho más fácil de realizar para el ar- y, lo que es aún peor, pueden contarse por miles
queólogo y, sin duda, mucho más asequible al los ejemplos de ausencia absoluta de investiga-
gran público gracias a la revolución que ha su- ción. De hecho, no hay más que ver la escasa
influencia de la arqueología española –salvo las
315
Morín de Pablos, J. y Barroso Cabrera, R. De la Arqueología de mortadela…
raras excepciones personales que todos cono- Para muchos de nosotros, la arqueología na-
cemos y que cada cual cree encarnar– en el ció como una vocación temprana, cuyo impulso
concierto internacional. nació en una etapa precoz de nuestra existencia,
posiblemente durante la juventud o, incluso, en
En realidad, a día de hoy el crédito de la ar- la misma niñez. Nuestra visión de la disciplina
queología española en el mundo académico lógicamente fue variando con el estudio y la
internacional es prácticamente inexistente. A práctica de la misma, aunque, en nuestro caso
diferencia de otras disciplinas, como la historia personal, siempre nos ha guiado el interés por el
o la epigrafía, donde es fácil encontrar profe- conocimiento del pasado y el deseo de transmi-
sionales y estudios reconocidos en el ámbito tir ese conocimiento a la sociedad en la que
internacional, el papel de la arqueología españo- vivimos y que, en no pocas ocasiones, es la
la es prácticamente nulo y se limita a propor- misma que nos paga. Somos conscientes que la
cionar datos que luego son procesados por in- práctica de la disciplina arqueológica va ligada
vestigadores extranjeros. Y eso en el mejor de a un comportamiento ético, que desgraciada-
los casos, porque la realidad es, en demasiadas mente muchas veces no existe o no se da en la
ocasiones, la simple ignorancia de los trabajos medida que debiera darse. Asimismo, somos
realizados en nuestro país. A ello ha contribuido plenamente conscientes de que la sociedad ge-
sin duda la regionalización de los estudios y la nerada por el capitalismo postmoderno, embar-
falta de una dirección conjunta de los proyectos cada en la construcción de un utópico futuro de
de investigación, pero también, no cabe duda, la felicidad y democracia completas, apenas tiene
desidia de los que se supone son profesionales memoria o la tiene de forma muy selectiva. Pe-
del sector. ro es precisamente por esta razón por la que
¿Por qué? En un mundo postmoderno, sigue intacta la necesidad de disciplinas como la
en el que parece que toda la información está en nuestra, cuyo ejercicio resulta todavía más ne-
la red, resultan cada vez más obvias las inmen- cesario ya que, mucho mejor que cualquier otra,
sas carencias que aquella presenta. A ello se sirve para reflejar el pasado tal como fue, con
suma una peculiaridad excepcional del registro sus errores y sus aciertos.
arqueológico, a saber: sigue siendo una fuente A lo largo de estos años hemos tenido la for-
de información para la reconstrucción histórica tuna de poder escribir más de medio centenar de
no sujeta a manipulación (al menos no en la libros y alrededor de quinientos artículos en
medida que presentan las fuentes documentales) diversas revistas o congresos. Obviamente
ni en el pasado ni en el presente (pues a nadie se nuestro propósito ha sido siempre publicar di-
le ocurriría manipular nuestra “basura” para chos estudios en revistas científicas indexadas,
desorientar a unos hipotéticos arqueólogos del pero tampoco hemos tenido reparo en acudir a
futuro). De hecho, si un arqueólogo del futuro publicaciones de ámbito local o de tipo genera-
estudiara el “paisaje del boom económico” de la lista que acercaran la investigación al gran
últimas década, le resultaría fácil elaborar un público. Puede que esto último no sea del gusto
SIG con las infraestructuras diseñadas, el inmo- de los círculos académicos españoles, tan a me-
biliario construido, etc. Un panorama cierta- nudo encerrados en una cómoda torre de marfil
mente complejo, pero cuyo estudio podría abor- bajo la fácil excusa de la investigación, pero
darse de manera muy semejante a como un ar- realmente a nivel personal, no cabe duda que ha
queólogo clásico afronta en la actualidad el es- sido una experiencia ciertamente gratificante.
tudio de la “crisis del III d.C.”. En la actualidad, sin embargo, nuestra labor de
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ArqueoWeb, 15, 2014: 315-321 ISSN: 1139-9201
investigación sobrevive más gracias a la amis- romano se excavaban los edificios de espectá-
tad de arqueólogos a los que mueven los mis- culos, porque existían posibilidades de descu-
mos valores, que al interés de las instituciones brir mejores y más vistosos materiales, al tiem-
encargadas de la investigación arqueológica. po que se despreciaban otras áreas del yaci-
miento o los niveles contemporáneos, moder-
Y es que, a pesar de la imagen idílica nos, medievales e, incluso, los tardoantiguos.
que algunos puedan tener aún, resulta evidente Esta praxis produjo sin duda un atraso con res-
que la arqueología española no ha vivido una pecto a las nuevas tendencias de la arqueología,
auténtica democratización de sus estructuras. La sobre todo a partir de mediados de la década de
práctica de la arqueología en España sigue rea- los 60. A partir de esa fecha es cuando las ca-
lizándose de forma jerarquizada y clientelar, lo rencias del sistema creado en la posguerra se
que impide en la mayoría de los casos un desa- hicieron patentes y cuando debieron acometerse
rrollo de la disciplina con visión crítica. Ese es, reformas en el mismo destinadas a corregirlas.
a nuestro juicio, uno de los muchos –quizás el Unas reformas que, sin embargo, no llegaron
principal– problemas de la disciplina en la ac- nunca a efectuarse y que, de forma lamentable,
tualidad. El modelo desarrollado en el fran- han perpetuado y extendido hasta la actualidad
quismo, que se empezó a fraguar inmediata- los defectos del sistema como si de un tumor
mente después de la guerra civil, se ha perpe- maligno se tratara.
tuado en el tiempo de una manera casi arque-
ológica. De hecho, la estructura del Estado Esta mecánica no se justifica sólo por el ais-
franquista se mantuvo sin apenas variación has- lamiento del país durante la dictadura, puesto
ta los inicios de los años ochenta, por lo que que en los años sesenta y setenta dicho aisla-
hasta entonces la práctica de la disciplina conti- miento era ya cosa del pasado y además, como
nuó ligada exclusivamente al mundo universita- decimos, se perpetuó después de la muerte de
rio y a los museos, instituciones que se encar- Franco, sino por el modelo generado, que era
gaban de realizar las excavaciones en los dife- vertical e inmovilista. Es decir, porque se trata-
rentes yacimientos de nuestro país. Aunque ba de un modelo donde no se premiaba a los
entonces se puso en marcha un programa anual mejores, sino a los más dóciles. Por increíble
de publicación de memorias de excavaciones, el que pueda parecer, todavía en nuestros días hay
modelo pronto entró en barrena, siendo la directores de yacimientos del postfranquismo
práctica común la realización de campañas que siguen “dirigiendo” yacimientos vitales
anuales sin la publicación de las preceptivas para procesos históricos sin haber publicado
memorias y, lo que es aún peor, la inexistencia jamás una Memoria de excavación ¿Cómo ex-
de proyectos que planteasen a priori qué pro- plicar esto en un país de la UE en pleno siglo
blemas históricos se pretendían estudiar en cada XXI? En nuestra opinión, esto sólo tiene su
campaña de excavación. explicación en la pervivencia del sistema clien-
telar en las instituciones encargadas de velar por
El sistema fraguado en los años del fran- el desarrollo de la investigación. Esta responsa-
quismo se perpetuó, corregido y degenerado, bilidad atañe de forma muy especial –debido a
arrastrando los evidentes defectos del mismo y, la forma como se ha gestado el modelo español
por el contrario, ninguna de sus ventajas (que de investigación– al ámbito universitario.
también las tuvo, todo hay que decirlo). La
práctica en general iba ligada a excavar y a pu- Durante años se ha seguido con la
blicar lo que se descubría. Así, en el mundo práctica de una disciplina anclada en una meto-
317
Morín de Pablos, J. y Barroso Cabrera, R. De la Arqueología de mortadela…
dología casi decimonónica. En la formación de cado por el resto de las Comunidades– en el que
los estudiantes ha primado la visión teórica de se dejaba en manos de la iniciativa privada la
la disciplina, mientras que las escasas prácticas gestión de estas intervenciones. Ese es, a gran-
ejecutadas en los yacimientos se realizaban a des rasgos, el modelo que ha pervivido en nues-
cambio del alojamiento y manutención. En esos tro país en los últimos treinta años.
años de transición era habitual recibir un boca-
dillo de mortadela sevillana, en corte fino, casi Con el desarrollo del modelo, pareció en un
traslúcido, a razón de tres o cuatro lonchas en primer momento que se generaban nuevos pro-
media pistola de pan, a cambio de mano de obra fesionales fuera de la universidad y del mundo
barata y poco dispuesta a la rebelión. Esto pue- de los museos, y que con ello se iban a revitali-
de dar una idea cabal del nivel de la práctica de zar definitivamente las estructuras de la anqui-
la disciplina arqueológica en nuestro país de losada arqueología española. Sin embargo, pa-
aquellos años de la década de los 80, ahora tan sada la euforia de los primeros momentos, a día
celebrada. Uno de los que aquí suscribe todavía de hoy siguen sin percibirse en el horizonte
recuerda el “shock” que le produjo su estancia claras señales de transformación del sistema. Al
en la Universidad de Siena en el año 1987, no fin y al cabo, y como tantas veces ocurre en
sólo por la comida (que era excepcional), ni el España, la llamada “arqueología de gestión” fue
alojamiento (en un convento renacentista), sino concebida como un parche provisional destina-
por contar con una cartografía sobre fotografía do a solucionar un problema que el sistema, por
aérea a escala 1:1000, un ordenador portátil, su inmovilismo, era incapaz de afrontar. Con la
etc. Y, lo que era más importante, la práctica de crisis, el parche saltó por los aires, y mientras se
una disciplina con una visión crítica que cues- desinflaban las burbujas inmobiliaria y viaria,
tionaba los modelos existentes y generaba unos se desvanecía también el sueño de una arqueo-
nuevos. Allí un alumno de segundo de carrera logía de gestión al margen de las instituciones
podía discutir con el catedrático, ya que lo que oficiales.
movía la investigación no era la perpetuación de Pero este no era el único problema que debía
un modelo asumido, sino la crítica y el debate la arqueología de gestión privada. Un punto
continuo. importante fue que la creación de los primeros
El desarrollo del Estado de las Auto- organismos autonómicos se nutrió de los ele-
nomías (diecisiete Comunidades Autónomas, mentos más inoperantes que el sistema cliente-
todas y cada una de ellas ansiosas de reescribir lar no había sido capaz de asimilar en la univer-
su historia nacional, con sus respectivos héroes sidad. Cierto es que con el paso del tiempo se
y batallitas que dieran lustre al ente en cuestión) han ido incorporando arqueólogos que han ga-
supuso el traslado de las competencias en mate- nado su plaza en una oposición pública, y de
ria de arqueología desde el Estado a los diferen- cuya competencia no es posible dudar, pero en
tes gobiernos autonómicos. Más decisivo si la mayoría de los casos estos profesionales no
cabe fue el evidente desarrollo económico del ocupan puestos de responsabilidad en el siste-
país, que generaba continuas intervenciones de ma, casi siempre copados por los “arqueólogos”
urgencia cuya gestión desbordó la capacidad de de la primera hornada. Si el sistema desarrolla-
las instituciones implicadas en el estudio arque- do hasta entonces era, por decirlo de alguna
ológico, principalmente universidades y muse- forma, “feudal”, en algunas autonomías derivó
os. En ese momento la Comunidad de Madrid en un sistema cuasi-mafioso, donde los inter-
generó un modelo –que posteriormente fue cal- eses particulares y económicos primaron sobre
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ArqueoWeb, 15, 2014: 315-321 ISSN: 1139-9201
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Morín de Pablos, J. y Barroso Cabrera, R. De la Arqueología de mortadela…
de la arqueología privada se integren en las es- Aquí se aprovecha el anonimato de los evalua-
tructuras estatales de investigación. dores para liquidar asuntos pendientes que nada
tienen que ver con la investigación. Por el con-
En el caso español, ese desinterés del Estado trario, cuando se escribe para revistas extranje-
y las Comunidades Autónomas por la investiga- ras es fácil observar la diferencia de la evalua-
ción generada en la arqueología privada se ad- ción: donde en España priman la descalificación
vierte más claramente en la ausencia de series genérica y los asuntos personales pendientes (o,
para publicar las memorias de las respectivas dicho al cristiano modo, “el navajeo”), allí se
intervenciones: sólo una de ellas tiene un Noti- hace hincapié en la crítica honrada de los postu-
ciario más o menos actualizado y ninguna una lados científicos, es decir, en puntualizar sobre
serie destinada a las Memorias de excavación. las cuestiones tratadas y en matizar la argumen-
En otras palabras, los arqueólogos que trabajan tación empleada por los autores.
en la gestión privada han tenido que investigar,
difundir y publicar sus intervenciones al margen Respecto a la conservación del patrimo-
de cualquier respaldo oficial. Es comprensible, nio arqueológico en España, es admirable ver
aunque no justificable, que muchos de nuestros que aún hoy día nuestra sociedad no sea real-
colegas hayan optado por una actitud, que podr- mente consciente de la ingente cantidad de ya-
íamos definir de unamuniana, que lo fía todo al cimientos arqueológicos que se han destruido
“¡Que investiguen ellos!”. Lo verdaderamente sin que eso haya sido motivo que mueva a re-
triste es que “ellos”, es decir, los arqueólogos flexión, ni siquiera a las administraciones com-
“oficiales”, los funcionarios de la arqueología, petentes (universidades, museos y, por supues-
tampoco lo hacen. La prueba es que ninguna to, profesionales de la arqueología) teóricamen-
universidad o institución española cuenta con te encargadas de su custodia. El escenario resul-
una serie prolongada de Memorias de excava- ta más desolador todavía si lo enmarcamos en la
ción. La excepción que confirma la regla, y por praxis moderna de la disciplina, dirigida al es-
ello si cabe aún más digna de mención, es la tudio de los yacimientos desde la óptica de su
serie del Museo de Prehistoria de Valencia. No integración en el paisaje ¿Cuántos paisajes ar-
debemos de olvidar que la Memoria de excava- queológicos se conservan todavía inalterados en
ción es el documento que permite la revisión nuestro país? En este campo, al igual que suced-
crítica por parte de otros colegas de los trabajos ía en el tema de la investigación, se les ha re-
desarrollados en un yacimiento. En realidad, si prochado con frecuencia a los arqueólogos
no hay Memoria la excavación resulta del todo “privados” su aparente docilidad ante dicha
punto estéril, la excavación de un yacimiento situación. Ciertamente los arqueólogos “priva-
resulta totalmente inservible para la investiga- dos” han sido dóciles en este asunto… pero por
ción. desgracia no lo fueron menos que las adminis-
traciones autonómicas y locales que en teoría
Por otro lado, la perversidad intrínseca del tenían el encargo expreso de proteger ese patri-
sistema español se puede apreciar en la lucha monio; tampoco menos dóciles que el Estado
despiadada que las diferentes facciones libran que consintió que aquellas no cumplieran con
en las publicaciones de sus respectivos orga- su obligación y permitieran la destrucción sin
nismos, donde la autocita suele ser una constan- mover un solo dedo por ello, y, por último y
te, así como en la frecuente utilización del sis- con no menos carga de culpabilidad, el mundo
tema de evaluadores para eliminar a los oponen- universitario, que asistió callado y complaciente
tes sin atender al criterio de calidad del trabajo. a esa orgía de destrucción. Desde el Colegio de
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Bendita crisis, maldita profesión.
El año 2013 nos ha dejado muy buenas dad y, después, de la ciencia. Podemos vivir sin
muestras políticas del valor de la arqueología. arqueología ni patrimonio arqueológico, pero ya
Un diputado valenciano decía orgulloso que su que tenemos tiempo para preocuparnos de esas
lengua provenía del ibero. Una Consejera cosas, lo hacemos. La arqueología siempre ha
presentaba una nueva ley de patrimonio histó- sido elitista y aún hoy lo sigue siendo en
rico diciendo que el patrimonio es una pesada demasiados contextos. Esas élites burguesas
losa para el desarrollo. Ana Botella aseguraba que comenzaron a practicarla, tenían una forma-
que su ideología es la que más progreso ha ción humanística que hoy no tienen nuestros
traído a la historia de la humanidad. Yo me pre- políticos y fueron capaces de otorgarle valor a
gunto si no estamos malgastando dinero los vestigios de nuestro pasado. Valor se tradujo
público… en interés y protección. Así llegaron las leyes y
la profesionalización. Pero hoy ese pasado entra
Hace unos días un colega se quejaba de los en cuestión ante una realidad muy distinta.
que piden derechos para los animales cuando
aún no hemos alcanzado derechos para los Einstein decía que sólo hay dos cosas infini-
humanos. Yo me empiezo a quejar de toda la tas, el universo y la estupidez humana. La física
arqueología que se practica cuando todavía no ya habla de universos en plural y pronto pondrá
hemos sido capaces de transmitir la que se hizo en duda el infinito. La arqueología es una herra-
el siglo pasado. Pero, sobre todo, me pregunto mienta útil para ponerle límites a la estupidez
por qué trabajamos. Desde que llegamos a la humana. Ese es el mantra con el que me levanto
universidad nos adoctrinan con la idea de que la por las mañanas y me pongo a trabajar. A mi el
arqueología es muy importante y nos lo pasado ya no me importa como fin, sino como
terminamos creyendo. En algunas facultades medio para actuar en el presente. Esa es la
incluso te dan pruebas de su valor identitario y razón por la que sigo haciendo arqueología.
económico. Desde que me dedico a la arqueo- Pero claro, lo que hago no es arqueología a se-
logía pública he podido comprobar que, cas, sino utilizar la arqueología para un fin que
efectivamente, la importancia va mucho más no siempre tiene que ver con el conocimiento.
allá y la arqueología participa de procesos ¡Cómo voy a cuestionar la definición clásica!
sociales de los que a veces ni nos enteramos. Arqueología se hace porque queremos conocer
Pero esto no deja de ser una construcción, una el pasado, para que lo conozcamos, para quien
consecuencia inevitable de algo que ya estaba le interese y con un método riguroso, algunos
en marcha cuando nos paramos a mirar. dirían que científico. Algún compañero termi-
naría este debate en dos líneas. ¿Por qué
Si echamos la vista al pasado, vemos que la necesitamos debatir tanto sobre este tema?
arqueología es un resultado más de la curiosi-
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ArqueoWeb, 15, 2014: 322-325 ISSN: 1139-9201
La crisis nos ha traído la quiebra de un mo- mos mejor la posición en la que nos encontra-
delo en el que estábamos muy cómodos y una mos. Como profesionales inútiles, en el sentido
bofetada de realidad. Unos pensaban que las más utilitarista del término, buscando su sitio en
obras no iban a terminar nunca y como éramos una sociedad en crisis. Maldita profesión, que
esenciales en ellas siempre habría trabajo. Otros ha traducido la presencia de la arqueología en el
pensaban que los políticos siempre estarían dis- contexto comercial a una nueva forma de
puestos a dar dinero para sacarse la foto ante el explotación en todos los sentidos y a todos los
primer esto, o el aquello más antiguo. De re- niveles. Porque profesionales somos todos, no
pente, las obras se terminaron y los políticos sólo los que estamos en las empresas, y el con-
recortaron por lo más fácil. texto comercial atañe también a la Academia.
Ahora nos echamos las manos a la cabeza y Pero ya estamos en 2014, parece que la fase
no nos podemos creer como se va derrumbando más dura de la crisis ha pasado y llega el mo-
todo a nuestro alrededor. No nos creemos que la mento de mirar adelante. En estos años de deca-
arqueología ya no le importe a nadie, que los dencia hemos adquirido unos hábitos poco
políticos no cumplan con su función, que siem- saludables para una disciplina eminentemente
pre se recorte por el mismo sitio, que no se investigadora. Nos hemos enfangado en la ru-
escuchen alternativas y que el futuro se vea ne- tina de lo que funcionaba, hasta que dejó de
gro. Pero tenemos lo que nos merecemos, lo funcionar. Entonces llegó el momento de buscar
que nos hemos ganado en estos últimos años de alternativas y comenzaron las modas. La solu-
bonanza. Por eso titulo este texto así. Bendita ción a la crisis era la tecnología aplicada al
crisis que ha terminado con un vicio sin patrimonio.
precedentes en la destrucción del patrimonio
arqueológico. Maldita esta profesión que lo ha Tecnología se convirtió en sinónimo de ju-
permitido. guete y el juguete se puso de moda. 3D, QR,
SIG, Social Media, Dron… esas cosas que algu-
Si echamos un momento la vista atrás nos nos empezaban a aplicar antes de la crisis
encontraremos con la clásica torre de marfil por parecían una panacea y se están usando sin ton
un lado y con la precariedad absoluta por el ni son como fin. Desde luego resulta atractivo
otro. Académicos mayoritariamente desentendi- decir que se van a hacer ciertas cosas, pero
dos del mundo y absortos en su búsqueda de un ¿para qué? Esa misma moda llegó al patrimonio
conocimiento que no termina de llegar a nadie. y los excavadores se convirtieron en expertos de
Empresarios que aprovechan el exceso (o de- la puesta en valor, la divulgación y el turismo.
fecto) de trabajo para cosificar investigadores, Muchos lo han hecho bien, pero entre todos
convertidos en herramientas para la liberación volvieron a saturar un mercado ya de por sí muy
del terreno. Técnicos desbordados y desmotiva- limitado en tiempos de crisis, trayendo la
dos. Estudiantes todo terreno que aceptan la precariedad a las modas. ¿Hemos sido alguna
precariedad como salida a la nada. Todos ellos vez profesión?
en un contexto social que sigue su vida indife-
rente ante las barreras que se colocan entre la Cuando se echa un ojo a los últimos datos
arqueología y el medio. ¿Era esa la arqueología sobre asociacionismo, queda claro que no. Pasa
que queremos? en arqueología y pasa en general. Lo que aún
nadie ha estudiado son las causas, debe ser que
Bendita crisis que ha terminado con ella y aún tenemos una fuerte herencia de la dictadura.
nos ha devuelto a la realidad. Ahora entende- Cuando surgen los gremios, mucho antes de la
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Almansa Sánchez, J. Bendita crisis, maldita profesión.
Edad Media, no lo hacen como una forma de tre líneas que sólo las leo yo. Imaginad lo que
competencia sin escrúpulos, sino como una pasa cuando en vez de hablar de la crisis de la
forma de protección y especialización. Ese es el arqueología hablamos del Paleolítico. Nadie lo
origen de un corporativismo que ha llevado a entiende si no está en la materia. Faltan
muchas profesiones a lo que son hoy (medicina, comunicadores, gente que sepa transmitir nues-
abogacía, o arquitectura, por ejemplo). Todos tro trabajo. Porque es apasionante, pero a veces
los intentos de asociacionismo a gran y mediana tenemos que orientar el mensaje. Muchos criti-
escala que ha habido en arqueología han resul- can la vulgarización, pero hay muchas formas
tado en fracaso. Sólo pequeñas asociaciones de vulgarizar. A mi me gusta. Mi abuelo y mis
muy localizadas y con objetivos muy concretos padres no necesitan saber muchas cosas, y los
han salido adelante. Es una pena, porque las niños tampoco. Lo que hay que sembrar es la
asociaciones profesionales son una herramienta semilla del interés y eso no se consigue con
esencial para la profesionalización. Como ejem- dataciones calibradas sino con sentimientos.
plo, el Reino Unido, un entorno más liberal que Historias que lleguen a la gente con conceptos
el español y con unas leyes mucho más laxas básicos. A partir de ahí profundizaremos.
con respecto al patrimonio en el que varias
asociaciones profesionales, gubernamentales y Suelo recordar a menudo ese chiste de For-
privadas, han conseguido regular la práctica en ges en el que unos ancianos critican la forma-
unas condiciones mucho mejores que las nues- ción técnica de unos arqueólogos en una obra.
tras. También sufren, pero de forma distinta. No Para poder llegar a eso, primero hay que saber
nos ponemos de acuerdo y seguimos actuando qué es la arqueología y cómo fue la Prehistoria.
como una profesión cainita, donde es imposible Un trabajo arduo que se consigue en el aula,
llegar a nada. pero también en los medios. ¿Es eso vulgarizar?
Vulgaricemos.
A donde tenemos que llegar es a la sociedad,
pero con una imagen radicalmente distinta a la Porque el futuro de la arqueología pasa
que se transmite. No hablemos ya de lo que se irremediablemente por el valor social. Si la
percibe. Sin entrar a criticar nuestra pasividad gente no tiene la necesidad de arqueología, no
ante la pseudoarqueología, nuestra oferta habrá arqueología. Hoy, la gente no tiene esa
alternativa es escasa, elitista y mediocre. La necesidad y vivimos de la herencia de otros
sociedad es compleja, y también formamos tiempos. La sociedad paga y no disfruta. Ese es
parte de ella. Cuando entro a un museo o voy a el primer fallo, el mayor fallo.
un yacimiento arqueológico, lo hago con ojos Esto es un foro y debe fomentar el debate. Si
de ciudadano y no me gusta lo que veo. No me de mi dependiera no se volvería a excavar un
emociona, ni me atrae. Es más, cuando miro solo yacimiento, salvo de forma preventiva,
con ojos de arqueólogo tampoco me suele gus- hasta que todo el conocimiento que no hemos
tar. ¿Tan mal lo estamos haciendo? generado en los últimos 25 años salga a la luz.
Puede que no sea una cuestión del bien y del Es inaceptable que los libros de historia sigan
mal. El problema es que lo hacemos para noso- mintiendo a los estudiantes porque no queramos
tros y ese nosotros a veces se queda mi. Yo el (es una cuestión de voluntad) transmitir el
primero. Escribo para mi, aunque a veces me conocimiento. Esto es una acusación. Y el que
entiendan los demás, pero soy consciente de se sienta aludido está tardando mucho en hacer
que muchas de las cosas que digo están tan en- su parte. Tengo un libro de Historia de 1935
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con el mismo mensaje que los que yo usé y los eso no quiere decir que esa forma tradicional de
que usan hoy. La única novedad es Atapuerca. arqueología deje de practicarse. Es necesario
que alguien estudie cerámicas, procesos
Todo está relacionado. Si un niño no aprende productivos o cambio social, que mida los talo-
a valorar su patrimonio, seguramente nunca lo nes en las lascas, inventaríe las hachas y hagan
haga. Ese niño algún día votará a políticos que una tipología de porcelanas. Si no tenemos
recibieron su misma educación o trabajará en materia prima, no podemos hacer nada más.
profesiones que afectan gravemente al patrimo- Este alegato es por una arqueología diferente,
nio. Ese niño nació hace 50 años y nacerá de- transdisciplinar, que vaya más allá de los yaci-
ntro de 50 años. Ese niño preferirá creer las mientos y los objetos, incluso de las sociedades
ocurrencias de Giorgos Tsoukalos o sus múlti- del pasado. Que llegue al presente. Un alegato
ples versiones cinematográficas porque no tiene para que todos miremos más allá de las piedras
alternativa. Porque la única alternativa que ha y algunos se preocupen por ese más allá mien-
planteado el Canal Historia (Arqueólogo por un tras los demás siguen haciendo lo de siempre,
día) recibe las críticas de un sector que ni si- pero con el compromiso de que llegue a algo.
quiera lo ha visto. Nos gusta criticar lo que
hacen los demás, pero nosotros no hacemos Compromiso es la palabra con la quiero con-
nada. cluir este texto, porque sólo con el compromiso
de todos vamos a ser capaces de sacar adelante
Como decía al principio yo no hago arqueo- nuestra profesión.
logía, o al menos de una forma tradicional, pero
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Socialización del patrimonio, patrimonio expandido y contextualiza-
ción de la cultura.
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¿es importante que haya filósofos o zapateros? ni en el posterior diálogo. Público que ni si-
La respuesta es que es importante porque somos quiera espera poder entrar en esa gestión, com-
seres sociales, y como parte de la sociedad portándose tal y como se les presenta, como
hemos de aprender para construir tiempos y público (Maceira, 2007: 40). Nuevos públicos,
espacios. Quizás el tema a discutir es la inver- nuevos grupos de interés pasivos, espectadores
sión, sobre todo cuando no somos capaces de de lo que hacen los investigadores y artistas. La
cubrir las necesidades básicas. Y nosotros cree- participación ciudadana se enfoca en determina-
mos que ahí está esta cuestión. La cultura, y por das subvenciones, cada vez más, en la exigencia
ende el Patrimonio, de toda índole, y en este de que los proyectos sean presentados por
sentido también arqueológico, es una necesidad asociaciones, que responden a dos premisas: por
básica. Los humanos tenemos la capacidad de un lado que representan a un determinado
explicar el mundo que nos rodea y esa misma colectivo social y por otro, que no tengan ánimo
necesidad se refleja en la cultura que conforma de lujo. Desgraciadamente, y aunque sin
los contenidos que llenan el recipiente explica- generalizar, muchos colectivos, sin futuro
tivo. Por tanto, sí que debemos invertir, pero en empresarial o científico, han adoptado el for-
lo que debemos reflexionar es en la forma y el mato de asociación para poder trabajar, muchas
objeto de inversión. veces en precario, en Patrimonio. Además, las
administraciones locales ven lo asociativo como
Las inversiones en Patrimonio no están fuera algo no productivo y no generador de riqueza
de los problemas o direcciones a las que se en- (Fernández, comunicación presentada al
frenta la inversión en cultura. Estas inversiones SoPa’13 3 ). No creemos que trabajar desde la
rara vez responden a un demanda social y en ciudadanía y no para la ciudadanía, tenga una
muchas ocasiones van dirigidas a un público figura fiscal única, además del malentendido de
«culto». Una de los elementos que facilitan la la expresión «sin ánimo de lucro», que muchas
ruptura del patrimonio histórico y la sociedad veces parece entenderse como trabajo gratuito.
actual es el establecimiento de esa frontera entre Los trabajos de socialización del patrimonio
lo antiguo «incuestionable», estudiado por «sa- arqueológico deben contar con la presencia de
bios», que «no se puede tocar» y que en reali- profesionales, como exige la ley de patrimonio,
dad, en muchos casos, tiene una continuidad y esos profesionales deben recibir una
directa con el contexto actual, del que somos su remuneración económica, sin querer decir esto
fruto y que se mantiene, especialmente en el que estemos hablando de beneficios industria-
rural como una realidad que sólo se les presenta les, sino del pago por un trabajo profesional. No
como una traba para su inserción en la sociedad debemos dejar de ser profesionales y científicos
del futuro. para ser voluntarios. El voluntariado esta tam-
Las nuevas directrices de las subvenciones a bién en la mesa de discusión, planteándose
proyectos culturales inciden en varios aspectos, debates sobre si la construcción debe realizarse
y entre esos destaca «la incorporación de nue- con la incorporación de voluntarios desde el
vos públicos». Generalmente encontramos que
3
los procesos de integración y difusión cultural Jesús Fernández Fernández (Asociación Sociocultural
La Ponte) y Pablo Alonso González (University of
se plasman en una participación de la ciuda- Cambridge), El ecomuseo de Santo Adriano (Asturias):
danía sobre un producto cultural, que se pre- un proyecto para la puesta en valor y socialización del
senta en bien de la sociedad, aunque esa socie- patrimonio cultural en el medio rural. Comunicación
presentada al I Congreso Internacional sobre Educación y
dad no es integrada en la creación del discurso Socialización en el Medio Rural, sOpA’13, Malpartida de
Cáceres 18-21 de Septiembre de 2013.
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Walid Sbeinati, S. y Pulido Royo, J. Socialización del patrimonio…
respeto. El concepto voluntario se interpreta esto es lo que debería ser. Si no nos respetamos
como colaboración desinteresada, y en nuestra a nosotros mismos como profesionales, cómo
opinión, eso es falso y no lleva a una construc- queremos que nos respeten los que invierten sus
ción sostenible. La participación en la creación, impuestos. El narcisismo es un concepto que
protección o generación de contenidos cultura- desgraciadamente sólo nos incumbe a nosotros.
les y patrimoniales tiene recompensa. Esta no Envidias y críticas no constructivas van de
siempre debe ser económica, pero como apunta mano de los profesionales de la Arqueología,
Alicia Castillo: «El problema no es hacer tra- desde hace casi tanto tiempo que no sabríamos
bajo gratis per se. El problema es que el 99% decir si los arqueólogos nos hacemos narcisistas
de nuestro trabajo lo sea» (Castillo, 2011: 43). o si el narcisismo es innato a esta disciplina.
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pesar de que esta búsqueda de acercamiento del problemáticas relacionadas con esos sectores,
patrimonio a los ciudadanos, la Arqueología y sin la que no habría podido nacer la crítica so-
Etnografía, se quedaron estancadas en los viejos cial. La Arqueología, o quizás mejor el Patrimo-
paradigmas como se refleja en que a pesar de la nio, no forma parte de los discursos sociales
creación de gran número de museos con esos críticos. No los discutimos porque los
contenidos, el número de visitantes ha ido en desconocemos. Al preguntar a los ciudadanos si
claro decrecimiento (Azuar, 2007: 31). conocen la ley de patrimonio y qué opinan de
ella, las respuestas evidencian que la descono-
Los proyectos de Patrimonio, en sus contex- cen y lo que es peor, la incluyen en ese saco de
tos macro o micro, incluyen, dentro de lo que se leyes que no les afecta, que sólo sirven para
ha venido llamando Nueva Gestión Patrimonial, organizar a los profesionales (y paradójica-
el fomento de la democratización de la cultura, mente no a los científicos), y que en general es
la búsqueda del dialogo, la interacción con el un muro que les impide poder acceder al
público, o el desarrollo del territorio, dentro de patrimonio y participar del mismo. Así, la
sus objetivos. ¿Pero esos objetivos son reales?, educación se muestra como unos de los pilares
¿se cumplen?, y quizás la pregunta más impor- fundamentales de esta lucha si queremos que el
tante, ¿todos entendemos lo mismo por Patrimonio arqueológico forme parte de la
democratización de la cultura? Como se pre- crítica social, no como meros espectadores
gunta Iñaki Arrieta son proyectos de «arriba- (García Santa María y Pascual Bellido, 2012:
abajo», quedando la gestión de «abajo-arriba» 118), sino para que forme parte de su identidad
sólo en el plano teórico (Arrieta, 2007: 14). (Borghi, 2012: 319).
Generalmente encontramos que los procesos Ciertamente la ley del patrimonio se cons-
de integración y difusión cultural se plasman en truyó respondiendo a unas realidades ya supera-
una participación de la ciudadanía sobre un pro- das, y por eso mismo, deberían sufrir un pro-
ducto cultural, que se presenta en bien de la ceso de reflexión colaborativa que suponga
sociedad, aunque esa sociedad no es integrada cambios positivos en la misma, y que permita
en la creación del discurso ni en el posterior no sólo la protección de los restos arqueológi-
diálogo, público que ni siquiera espera poder cos frente a malvados expoliadores, sino que se
entrar en esa gestión, comportándose tal y como construya desde la propia sociedad. Pero todo
se les presenta, como público (Maceira, eso debe partir del conocimiento y no de las
2007:40). La construcción colectiva de los demandas de los arqueólogos.
discursos patrimoniales se enfrenta, además de
a las dificultades de pasar del fomento de la La Arqueología, como todas las ciencias, se
proactividad ciudadana a la praxis, con múlti- va construyendo y adaptando a las necesidades
ples trabas económicas, legales, políticas y sociales, entendidas estas como políticas (y por
científicas, cuyas actuaciones deben ser revisa- tanto económicas). Poner en la mesa de la
das si queremos que la participación ciudadana discusión los problemas sociales y cómo ellos
pase del plano teórico al real y factible. afectan a la construcción de nuestro futuro es un
deber innato a todas las disciplinas. Estas
En otras materias como la sanidad o la cuestiones no nacen desde la Arqueología, na-
educación, los ciudadanos estamos luchando cen desde la crítica social a la situación sin fu-
porque se oiga nuestra voz y se respete nuestra turo y de no retorno que nos imponen desde los
opinión. Y eso es posible porque podemos acce- organismos de poder: medios de comunicación,
der a la información de todo lo relativo a las
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Walid Sbeinati, S. y Pulido Royo, J. Socialización del patrimonio…
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Yrais Angulo (2011), hablando de gestión Plantear estas cuestiones facilita la participa-
social del patrimonio dice: ción interesada, ya que los participantes pueden
trabajar desde lo que ellos quieren aprender y
“Creo que hay un gran reto en el tema de enseñar, de forma que todo el trabajo a realizar
la Gestión social, y el Patrimonio Cultural y sea mediante la aportación colectiva. Se incen-
tiene que ver con el compromiso que además tiva así que los participantes se sientan parte
debe tener los servidores públicos, primero importante de la comunidad y del Patrimonio
se requiere de un personal capacitado y dis- que forma parte de ella. La necesidad de acer-
puesto a desempeñar un papel activo para carse a comunidades donde el acceso a la
promover la transformación de los modelos redistribución del conocimiento es más compli-
de gestión que se implementen, el compro- cado a gran escala, pero sí más factible a pe-
miso es un tema de conciencia social de queña escala, permite crear nuevas dinámicas
pensamiento crítico y de acciones concretas de gestión del Patrimonio colectiva, participa-
que no se queden en papel y letra muerta las tiva y principalmente integrante. Permite gene-
declaratorias ,y el segundo en la elabora- rar nuevas estrategias de conocimiento del valor
ción de proyectos factibles, discutidos desde del Patrimonio (frente al término puesta en va-
las propias comunidades, es preciso contar lor 9) basando estas en el principio del conoci-
con elementos teóricos conceptuales y miento y su distribución horizontal. Esto per-
operativos que les permitan orientar y mite además romper con las lógicas centralistas
conducir procesos con una perspectiva inter- de la programación cultural y así conocer otras
disciplinaria, intersectorial e inter-organiza- realidades de gestión del Patrimonio.
cional”.
7
Dinámica que desarrollamos dentro del proyecto
CINETÍNERE: cine itinerante por la recuperación social comunidades y necesidades, siendo ellas las que
del Patrimonio en el medio rural. PULIDO y WALID configuran el discurso en cada caso.
9
(2014, ep.). Utilizar términos como puesta en valor lleva a pensar
8
Esta metodología sigue transformándose y adaptándose que estamos dando un valor a un Patrimonio que en sí
conforme vamos aprendiendo de la respuesta social. Las mismo ya lo tenía aunque ese valor se haya perdido en el
preguntas planteadas se van adaptando a las diferentes camino o este escondido en diferentes políticas culturales.
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Figura 1: Diagrama metodológico del Patrimonio Expandido
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