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El Alma de la Toga

a) Quién es abogado

Abogado no será aquel que de memoria redacte el pandectas, o la institutas si no


aquel que se apasione por su arte, el que busca no llevar a su cliente a lo que este
le pida, si no a la emanación pura de la justicia, el que de ella ejerza
permanentemente.

b) La fuerza interior

Menciona indubitablemente como es precisa esa fuerza interior que distingue a la


abogacía de otras profesiones, ya que en el campo de guerra el abogado se haya
en una especie de confinamiento en solitario público, cuando si bien no se haya
privado de la libertad, se encuentra solo a la condición de la confianza, esto
mencionado como que lo único meramente formal con lo que contamos los
abogados, es eso, nosotros mismos como abogados. Debemos aprender a
confiar en nosotros mismos, en vivir nuestra vida sin tener como condicionales las
opiniones de los demás colegas, que si bien son válidas, muchas veces y por la
práctica moralista de cada caso en cuestión, podría no ser la más correcta o la
indicada.

c) La sensación de la justicia

Al ser nosotros un ministerio para la ley, debemos notar inexorablemente dicha


puntualización “ministerio para la ley” esto que señalo es sin lugar a dudas vértice
de la piedra angular en la abogacía, como resulta que aquellos que peleasen en
nombre de los gobiernos liberales, que abogaron contra la pena de muerte, sean
hoy los que ahorcan y fusilan a mansalva. ¿Dónde está lo justo? No podemos juzgar
meramente con base en lo que puntualice la ley, sin lugar a dudas, hay que vivirla,
hay que interpretarla
.

d) La moral del abogado

Uno de los conflictos más grandes a los que se enfrentan muchas veces los colegas,
que es sin lugar a dudas lo primordial, mantener la moral o desistir de la misma. Si bien
somos parte fundamental de nuestro ingenio, este no deberá prevalecer por encima
de nuestra moral, basarnos en la rectitud de nuestra conciencia.

Debemos servir al fin bueno, aunque sea con los medios malos y no viceversa.

e) El secreto profesional

En el principio de la historia la función del abogado fue de patronato, de protección, de


confidencia. No es una simple y llana carrera, es un ministerio, por lo tanto debemos
fidelidad a lo que nuestro cliente nos confiese, entrando al conflicto con el tema que
antecede a este, ¿Es posible servir al secreto profesional y a la moral del
abogado conjuntamente? Es quizá una de las dudas más tratables en esta carrera de
vida al encontrar conflictos de propia conveniencia, de interés particular ajenos y de
grave interés social.

f) La chicana

El último recurso del que debe de valerse un abogado sin duda alguna, no son más
que trámites innecesarios que se emplean para la obtención de un tiempo superior
al dado por la ley para la obtención de beneficios o para la presentación de pruebas.
¿Medios dilatorios del procedimiento para ganar tiempo o para probar una verdad
incomprobable de no existir dichas dilatorias? Se debe actuar conforme a los
tiempos que establece la ley, no buscar beneficios en otros, aunque si bien debería
ser así a fin de buscar, prevalezca la ley.
g) La sensibilidad

El abogado es artista, vive de las emociones de los clientes a fin de hacerlas del
conocimiento del juez mediante su plasme en los escritos o su recitación en las
palabras, no podemos ser fríos de alma y mostrarnos insensibles a los sentimientos
de nuestros clientes y/o de nuestra contraparte, sin embargo, a su vez, no
podemos ser emocionales en estos, y debemos a bien olvidar nuestro triunfo, tan
pronto salimos de la sala y de nuestro cliente nos despedimos.

h) El desdoblamiento psíquico

Principio fundamental del abogado, actuamos por el cliente, pero no para el cliente,
actuamos en pro del prevale cimiento de justicia aunado a la petición del 1ro. Pero
debe de existir una separación entre uno y otro en virtud de la separación de
cuerpos, actuares y pensares entre unos y otros.

i) La independencia

Al igual que lo mencionado arriba mencionado, debemos actuar si bien por nuestro
cliente no para nuestro cliente. Esto se debe a que indubitablemente habrá de actuar
a lo que a su parecer convenga, no salvaguardando la integridad de la justicia en la
mayoría de los casos, lo cual debe de sr punto de partida del actuar como abogados.
No prestamos un servicio, ya que esto llevaría consigo el pago y la subordinación, si
no, un manejo de situación con asesoramiento y procedimientos procesales con el
fin, (no siempre cierto) de llegar a donde el cliente pida o aclama la justicia.

j) El trabajo

Ser firmes en eso es base fundamental, no hacer o emitir opinión alguna sobre la
forma correcta de trabajar o del punto de vista laboral de otro abogado ya que puede
ser desaventurado al no contar con bases que fundamenten nuestro decir
puntualmente, al mismo tiempo que demeriten el del otro.
k) La palabra

Los abogados más allá de los escritos debemos de contar principalmente con
nuestras palabras, somos abogados, es decir abogamos a favor de algo,
exponemos una historia encuadrada a un hecho, por lo cual la dicción y uso correcto
es fundamental. Si no nos entienden, como habrán de hacernos caso.

l) El estilo forense

Los abogados debemos de darnos doble orgullo conforme a nuestra profesión, no


solo somos abogados, si no artistas. Somos oradores y escritores, lo cual no es
facultad de muchos hombres, hay que explicar en pocas palabras lo mucho que
pretendemos, haciendo saber porque tenemos la razón y por qué habría de sernos
dada.

m) Los Especialistas

“El abogado que sea especialista en una materia, no es abogado alguno”. No


debería existir la especialización en esta materia, ya que como abogados, es nuestro
deber conocer de todos los temas inherentes a la carrera, por lo tanto el que se
especialice en un tema de terminado, no está, si no determinado al fracaso.

n) La abogacía y la política

Debería terminarse con la ideología de que cualquiera puede ser político, si bien
mucha gente puede o podría conocer de las necesidades fundamentales de la gente,
no somos si no nosotros los abogados los que conocemos de leyes, su uso y
aplicación. Es en esta noble carrera donde deberían de recaer la base de gobierno de
nuestro entorno.

o) Los pasantes

El inicio del abogado, si bien la familia será la base fundamental de todo hombre, es
aquí donde el abogado tendrá sus primeros inicios. Lo que vea en los abogados
postulantes, no será, si no la base de su desarrollo en el futuro, por lo cual resulta
predominante ser ejemplo a seguir para ellos/nosotros.
Análisis crítico

Hace constante referencia en cuanto a diferenciación refiere entre el termino


arriba empleado, abogado y licenciado en derecho que si bien en nuestra
actualidad se emplean cual sinónimos, están los mismos distante de serlos
ya que el segundo es un estudioso de las leyes con una cédula que le
permite el ejercicio del oficio, mientras que el primero es un complementador
de este al ser el primero más un ministerio de justicia encargado de velar por
la justicia que no es sino la búsqueda final del derecho.

Glosario Bibliográfico

Ángel Ossorio y Gallardo

(Madrid, 20 de junio de 1873 – Buenos Aires, 19 de mayo de 1946) fue un abogado y


político democristiano español, ministro de Fomento durante el reinado de Alfonso XIII,
embajador de la Segunda República Española y una figura destacada en el proceso de
concepción de la «solución corporativa» entre 1913 y 1931.Fue conocido por el apodo
de «Papa de la juridicidad»

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