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Según el Perfil Nacional de Sustancias químicas en Colombia, publicado por el Ministerio

de Ambiente y Desarrollo Sostenible, de las 457 sustancias químicas de uso industrial puras
autorizadas en el país, 376 es decir, el 82.27% tienen entre 2 y 12 peligros a la salud, este
mismo documento resalta que existen más de 160 normas generales con alcance legal
relacionadas con sustancias químicas y más de 25 normas técnicas colombianas (NTC)
relacionadas con el manejo de sustancias químicas con temáticas que van desde la
normalización de transporte de mercancías peligrosas hasta las hojas de seguridad.
Nuestro grupo de trabajo pretende exponer de una forma general la revisión de la ley 55 de
1993, el decreto 4741 de 2005 y las Normas técnicas colombiana NTC: 4435 y 1461, desde
un punto de vista crítico, sin que sea necesario acudir a análisis jurídicos y técnicos de alto
perfil, lograr esbozar las posibles ventajas y desventajas de las mencionadas normas, así
como sus opciones de mejora desde un ejercicio de análisis exclusivamente académico.
Por normas de alcance legal, por una parte tenemos la ley 55 de 1993, por medio de la cual
Colombia inicia un camino arduo pero muy importante para la protección de todos los
trabajadores en cuanto a la manipulación de sustancias químicas; desde allí se da un punto
de partida para la aceptación de condiciones de seguridad brindadas por el mundo (o la
mayoría de este) en el manejo de sustancias químicas en el campo laboral y un refuerzo
no solo en la legislación colombiana en materia de tóxicos, sino también importantes bases
para el desarrollo en la seguridad de la toxicología laboral.
Se resalta de esta ley, que los trabajadores no solo tengan el derecho a participar de los
controles sino a conocer el tipo de producto que manipulan y el peligro que representa para
la salud al trabajar con los mismos, se dispone la obligación de fabricantes y empresarios
de suministrar toda la información, formación y realizar controles pertinentes para el manejo
seguro; también obliga a que las empresas adopten los controles que sean pertinentes,
tales como la creación de programas o planes para el manejo seguro de los productos
químicos.
Como ventaja se destaca la implementación de sistemas de clasificación, etiquetado y
marcado, fichas de seguridad, control operativo, eliminación y responsabilidades de los
diferentes estamentos en toda la cadena de producción distribución y comercialización del
producto químico. Es importante resaltar que esta ley, responde a un convenio general de
marco internacional por lo que queda faltando la regulación de procesos y detalles que no
se hacen evidentes hasta que se publiquen los respectivos decretos y resoluciones.
Por otra parte, el decreto 4741 de 2005 tiene como objetivo específico generar de manera
integral un proceso de recolección, manejo y desecho de los residuos peligrosos y a su vez
dejar claro cada uno de los conceptos que hacen parte de todo el proceso del manejo de
los residuos desde su generación hasta su disposición final.
Comprende entonces una gestión integral que es un conjunto articulado de acciones,
políticas normativas, financieras, administrativas que de manera organizada y optimizada
pretenden regular un buen manejo del residuo peligroso junto con el aprovechamiento del
mismo minimizando así los riesgos en las personas y en el medio ambiente.
Esta norma define el concepto de desecho peligroso y sus características físicas y químicas,
lo mismo que el proceso para ser calificado como residuo peligros el cual se da sólo a través
de ciertos laboratorios acreditados en el cumplimiento de la norma SW -46 de la agencia
de protección ambiental de los Estados Unidos.
Se resalta la responsabilidad que se le endilga a los generadores de residuos para el
manejo adecuado, seguro y responsable de sus propios residuos y el alcance que se le da
al transportador desde el punto de vista de formación y entrenamiento para el manejo de
contingencias tales como derrames y controles de seguridad en el manejo y transporte de
mercancías peligrosas. También se definen las responsabilidades de las entidades que
reciben y realizan la disposición final de los materiales y desechos peligroso siguiendo de
manera sistemática, estándares de clase mundial que minimicen al máximo cualquier riesgo
con respecto al medio ambiente y a las personas.
En cuanto a las normas técnicas; la NTC 4435 estandariza la elaboración de las hojas de
seguridad para los materiales durante el proceso de transporte; en un orden sistémico
establece los 16 títulos a tener en cuenta para elaborar las hojas de seguridad y los criterios
para definir los contenidos en cada uno de estos títulos, el objetivo principal de esta norma
es transferir el conocimiento de todo lo relacionado con la seguridad del material, de tal
forma que cualquier persona pueda acceder a esta información.
Esta norma define criterios que están alineados a los estándares internacionales existentes
para el manejo seguro de los materiales y permite que exista la disponibilidad de la
información en beneficio de la seguridad y salud de las personas que por diferentes
circunstancias puedan exponerse directa o indirectamente al material.
La norma NTC 1461 define los colores y señales de seguridad en el tema de higiene y
seguridad, tiene como propósito crear símbolos y colores uniformes para mejorar la
comunicación rápida y concisa de los peligros a los que eventualmente se puedan exponer las
personas. Acudiendo a diferentes formas y colores se definen entonces las señales de
prohibición, de acción de mando, de prevención y de información complementaria, destacando
las de prevención en salud para peligros de incendio, intoxicación y corrosión entre otros,
Esta norma fue publicada en abril de 1987, con la publicación del decreto 1496 de 2018,
por medio del cual Colombia adopta el Sistema Globalmente Armonizado, muy
seguramente la NTC 1461 deberá ser revisada y actualizada de tal forma que sus criterios
de señalización queden alineados a lo definido por SGA.
En conclusión, general cada una de las normas revisadas contienen importantes avances
en el tema regulatorio para el manejo seguro de las sustancias, materiales o residuos que
puedan generar alguna afectación a la seguridad y salud de las personas, no obstante que
pueden existir inquietudes sobre la estructura y contenido de cada una de ellas, por ejemplo:
Llama la atención que la publicación de estas normas en su mayoría sea quizás
respondiendo más a exigencias de orden internacional para obtener beneficios de orden
comercial y económico que motivadas por una política integral en el manejo seguro de los
químicos en Colombia. Aun así, se podría afirmar que Colombia cuenta desde su orden
jurídico con muy buenas bases normativas.
En consonancia con lo anterior, como grupo coincidimos que las promulgaciones de
algunas normas se realizan sin que existan estudios y análisis juiciosos del estado del arte
en cuanto al manejo de químicos y residuos; el no existir un estudio previo sobre la oferta
real de laboratorios que certifiquen los residuos como peligrosos o el no definir las
competencias para las personas que redactan las hojas de seguridad, o el no definir la
trazabilidad, sanciones y mecanismos de seguimiento y control al interior de las empresas
para el cumplimiento de la ley 55 y el decreto 4741, dan cuenta del grado de improvisación
que pudo estar asociado al momento de emisión de las anteriores normas.
Para este grupo de trabajo resulta preocupante que en especial el decreto 4741, no tenga
carácter retroactivo, es decir que solo a partir del año 2005 exista un marco normativo para
el manejo de residuos peligrosos, dejando por fuera los desechos tóxicos, residuos
peligrosos que han sido generados por las diferentes industrias desde comienzos de 1900
y que muy seguramente a la fecha se encuentran contaminando suelos y aguas
subterráneas en las principales ciudades de Colombia.
Por ultimo consideramos como grupo que si bien es cierto se han realizado esfuerzos
ingentes en cuanto a la normalización y estandarización en el manejo seguro de las
sustancias químicas en Colombia, aún falta obtener mayor información y conocimiento
desde las bases, con participación de la academia, agremiaciones, trabajadores,
comunidad científica, I+D y demás partes interesadas para normalizar de una forma mucho
más asertiva, efectiva y segura el manejo de las sustancias químicas en nuestro país.

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