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Sinopsis de la Pedagogía de la Esperanza

En esta obra, Paulo Freire propone crear una pedagogía de la esperanza que
supere la ?pedagogía del oprimido?, por lo que sintetiza los grandes temas
gestados en medio de las luchas sociales que convulsionaron a América Latina y a
los pueblos del Tercer Mundo, y que provocaron las reflexiones sobre la necesidad
de sobrevivir y de vencer el agobio de la dominación. El autor profundiza en la
historia para mostrar las condiciones que dieron forma al pensamiento; descubre
las tramas que envolvieron la vida, ideas y procesos sociales; muestra la tragedia
de las discriminaciones, la extensión de la injusticia y el drama de los que
lucharon. La obra es también una prueba de fortaleza de parte de una generación
que resistió al sometimiento y que extrajo de las vicisitudes y de las persecuciones
el coraje para trabajar en la transformación social. La obra es también una prueba
de fortaleza de parte de una generación que resistió al sometimiento y que extrajo
de las vicisitudes y de las persecuciones el coraje para trabajar en la
transformación social.

Ideas del Libro Pedagogía de la Esperanza


lgunas ideas del libro Pedagogía de la Esperanza:
Las personas tienen que llegar al fondo de su problema por sí mismos y ver la
capacidad de darle cara, no hay unas personas que lo saben todo y otras nada..
El ser humano si niega la realidad en la que vive es humillado, pero es humillado
por aceptar la ideología del que lo humilla. El mundo lo niega y se produce la
autonegación.
Cada persona tiene “el saber de la experiencia vivida” (educación) y cada persona
concibe la educación de forma diferente dependiendo de su contexto (experiencia
vivida).
La educación neutra no es posible. En la enseñanza, se puede y se debe
transmitir los propios pensamientos ideológicos, respetando los del educando, ya
que, enseñar no es transmitir los conocimientos concretos de un objeto, enseñar
es un acto creador y crítico respetando el antagónico.
El opresor no libera ni se libera a sí mismo. El oprimido en cambio, si lucha libera
al opresor por el hecho de impedirle continuar oprimiendo.
Respetar y conocer el contexto en el que vive el educando es imprescindible para
el educador y la educadora. De esta manera mediante la comunicación llegará
más a los educandos.
La educación no sólo debe ser transmitida por especialistas, en ella influyen
cocineros, familia, porteros, cuidadores, etc. El contenido de la educación puede
variar dependiendo de quien elige los contenidos.
Tanto el educador como el educando al enseñar aprenden y al aprender enseñan.
El educador debe de señalar las diferentes visiones que hay en el mundo y no
proponer sólo su propia visión.
Es importante que el educador y la educadora no sean autoritarios, que no crean
que en la relación educador – educando el único que educa es el educador.
Si el educador es autoritario, anula y aplastan el pensamiento de los educandos.
Este tiende a generar en los educandos pensamientos tímidos, inauténticos o a
veces rebeldes.
Una posición muy válida del educador es aquella en la que el educador hace una
pequeña introducción y después deja participar a los educandos.
El “cansancio existencial” es la pérdida de toda esperanza. El sueño y la utopía
son indispensables para el educador, que a través del análisis político hace
descubrir y transmite las posibilidades para la esperanza, la expectativa de
cambio. Dado que sin ella no se lucha para cambiar las cosas.
Para educar a los educandos es imprescindible saber sus intereses, y desde ahí
educarlos.
Todas las personas, independientemente del “mundo” que sean, y de lo que sean,
(albañiles, filósofos, etc.) necesitan un conocimiento propio como seres históricos,
político, sociales y culturales. Este conocimiento es mejor que sea desde lo local
(concreto) hacia los mundial (no concreto).
Los educadores deben hacer toda una serie de reflexiones en torno a como
educar, que educar, etc.
Cuando la persona se sumerge en sí misma perdiendo toda esperanza, sus ganas
de luchar se ven mermadas o desaparecen.
Es importante que los educadores potencien la libertad, creatividad, capacidad de
elegir, etc. de los educandos.
Es preciso que las minorías, aún siendo diferentes entre ellas, se unan para luchar
por unos derechos, para poder vencer a una mayoría.
A las minorías no hay que tratarlas de un modo protector y paternalista, se puede
hablar, tratar, discutir, etc. como con cualquier persona.
La multiculturalidad consiste en que cada individuo tiene derecho a ser diferente,
sin miedo a ser diferente, a poder moverse y posibilidad de que las diferentes
personas crezcan juntas. Esto en la sociedad se ha dado a duras penas, por
ejemplo el tema del bilingüismo no es un tema espontaneo sino un fenómeno
creado políticamente.

CONCEPTOS PRINCIPALES
En el dominio de las estructuras (…) el conocimiento más crítico de la realidad, que
adquirimos a
través de su desnudamiento, no opera, por sí solo, la modificación de la realidad.
(…) En el dominio de las estructuras (…) la percepción crítica de la trama, a pesar
de ser indispensable, no basta para modificar los datos del problema. (…) La
educación, en cuánto práctica reveladora, gnoseológica, no efectúa por sí sola la
transformación del mundo, aunque es necesaria para ella.
Es mucho más difícil vivir en el exilio si no nos esforzamos por asumir críticamente
su espaciotiempo como la posibilidad de que disponemos. Es esa capacidad crítica
de arrojarse a la cotidianidad, sin prejuicios, lo que lleva al exiliado a una
comprensión más histórica de su propia situación. Por eso una cosa es vivir la
cotidianidad en el contexto de origen, inmerso en las tramas habituales de las que
fácilmente podemos emerger para indagar, y otra vivir la cotidianidad en el
contexto prestado, que exige de nosotros no solo que nos permitamos desarrollar
afecto por él,
sino también que lo tomemos como objeto de nuestra reflexión crítica, mucho más
de lo que hacemos con el nuestro.
El discurso crítico sobre el mundo es una forma de rehacerlo. El mundo al que
aspiramos es anunciado, en cierto modo, en nuestra imaginación. Y en esto no hay
ningún idealismo. La imaginación, la conjetura en torno a un mundo diferente (…)
son necesarias para la praxis de los sujetos históricos y transformadores de la
realidad. La educación debe perfilar las conjeturas, los diseños, las anticipaciones
del mundo nuevo. Una de las cuestiones centrales de la educación es la del
lenguaje como camino de invención.
Los individuos (expuestos a situaciones humillantes) tienen la necesidad
fundamental (mientras no se comprometen, mientras no luchan) de negar la
verdad que los humilla porque han introyectado una idea que los perfila como
incompetentes y culpables, autores de su fracaso, cuya razón de ser se encuentra,
en cambio, en la perversidad del sistema. La fuga de lo real intenta domesticar la
realidad mediante el ocultamiento.
No acepto la reducción de la conciencia a un puro reflejo de las estructuras. La
conciencia y la subjetividad tienen importancia. Por eso promulgo una
concientización.

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