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HISTORIA DE LA EPISTEMOLOGIA
Siglo XIX
Las dos obras fundamentales con las que, aunque no existiera la palabra epistemología,
empezó a desarrollarse el contenido de lo que hoy se llama así propiamente fueron la
Wissenschaftslehre (1837), de Bernard Bolzano, y la Filosofía de las ciencias inductivas
(1840) de William Whewell. La palabra Wissenschaftslehre, que Bolzano menciona al
comienzo de su obra, corresponde en alemán a lo que quiere decir en un castellano
inspirado en el griego “epistemología”, “teoría de la ciencia”. Sin embargo, ambos
vocablos, el alemán y el castellano (o el inglés epistemology), no son exactamente
sinónimos, ya que el primero ha conservado de sus orígenes más antiguos un sentido más
amplio que el que ha tomado el segundo, que se forjó para designar una disciplina más
estricta. A pesar de que en la segunda mitad de su obra abarque un campo más amplio,
Bolzano considera la palabra Wissenschaftslehre en un sentido más concreto, aquél en que
Wissenschaft designa propiamente el conocimiento científico, excluyendo cualquier otra
forma de conocimiento. Con minuciosidad y rigor, su estudio se centra en nociones
fundamentales de la lógica y anticipa algunos de los problemas de la metalógica actual.
Siglo XX
DEFINICION
En ese sentido, podemos establecer de manera más clara aún que la epistemología de lo que
se encarga es de abordar la filosofía y el conocimiento a través de la respuesta a diversas
preguntas de vital importancia como las siguientes: ¿qué es el conocimiento?, ¿cómo
llevamos a cabo los seres humanos el razonamiento? o ¿cómo comprobamos que lo que
hemos entendido es verdad?
Asimismo podemos subrayar que este concepto fue utilizado por primera vez, durante el
siglo XIX, por el filósofo escocés James Frederick Ferrier quien acuñó el término en su
obra titulada Institutos de Metafísica. En la misma aborda diversas teorías sobre el
conocimiento, la inteligencia o el sistema filosófico.
La epistemología, por otra parte, suele ser vinculada a la filosofía de la ciencia, aunque ésta
es bastante más amplia. Ciertas cuestiones metafísicas, por citar un ejemplo, forman parte
de la filosofía de la ciencia y no son objeto de estudio de los epistemólogos.
Otra disciplina relacionada a la epistemología es la metodología. Hay que resaltar que, para
el metodólogo, el conocimiento no está sometido a un juicio de valor: se lo considera, en
cambio, como información ya validada y admitida por los científicos. Lo que hace la
metodología es analizar cómo se puede expandir o incrementar el conocimiento científico.
bibliografia
https://www.significados.com/conocimiento-cientifico/
TIPOS DE EPISTEMOLOGIA
Este concepto se aleja cada vez más de los filósofos de la antigüedad. De esta forma se da
paso a los sabios, ya que se aceptan progresivamente los problemas a estudiar por parte de
los sabios especializados.
Aplicada a las premisas de verdadero y falso, enfocadas en la teoría del conocimiento sobre
la verdad o falsedad de eventos de la vida.
Ligada directamente con la filosofía, determina la medición del conocimiento sensible para
el ser humano, y la repercusión del mismo en sus actividades. En su formar de pensar,
actuar y solucionar situaciones.
Fuente: http://www.lostipos.com/de/epistemologia.html
Para citar este artículo en formato APA: LosTipos.com, equipo de redacción. (2017, 03).
Tipos de epistemologia. Gaceta educativa - Lostipos.com. Obtenido 07, 2017, de
http://www.lostipos.com/de/epistemologia.html.
CLASIFICACIÓN DE LA EPISTEMOLOGÍA SEGÚN JEAN PIAGET
Se definen como una reflexión sobre las ciencias, que son en parte inventadas y construidas
por los mismos filósofos que la estudian. Es un análisis profundo de teorías posteriores para
lograr comprenderlas y aplicarlas en los seres humanos. Para este tipo de epistemología
existe una superioridad del conocimiento científico que sobrepasa cualquier otro
conocimiento. El único conocimiento válido es este.
Jean piaget en la división que establece sobre la epistemología o teoría del conocimiento
(no consideremos aún diferencia alguna). Para J. Piaget, es posible plantear tres formas de
la epistemología: las epistemologías metacientíficas, las epistemologías paracientíficas y las
epistemologías científicas
Aclaramos aquí que se habla de las epistemologías en plural, pues se considera como
Epistemología cada uno de los planteamientos filosóficos que sobre el conocimiento han
llegado, a darse en la historia de la filosofía.
Las epistemologías meta científicas son aquellas “que parte de una reflexión sobre las
ciencias y tiende a prolongarlas convirtiéndolas en una teoría general del conocimiento”.
El prefijo “meta” nos da ya un indicio de lo que se trata. Son epistemologías que de algún
modo supera a las ciencias mismas, en efecto, las epistemologías meta científicas parten de
la reflexión sobre las condiciones de los conocimientos validos en una ciencia
en participar, y dominante en ese momento determinado, para construir una epistemología
general a todo conocimiento a partir de esa primera reflexión. Tomemos un ejemplo:
Platón, la teoría del conocimiento de este autor, nos plantea la existencia de unas
ideas absolutas alas cuales llegaba el individuo por una vía dialéctica de eliminación de
contradicciones, en Platón, este modelo era válido para cualquier tipo de conocimiento; no
sólo sobre la naturaleza sino también sobre la moral, la política o el arte. Vemos sin
embargo, que tal modelo fue originado en la reflexión sobre la matemática, muy de moda
en aquellos tiempos y del cual Platón era exitoso alumno. En la ciencia matemática, el
objeto de trabajo son números y relaciones entre estos. Tales objetos, como también los de
la geometría, no se nos presentan en la realidad sensible y físicas, más que de modo muy
rústico y aproximado. En verdad, tales objetos tan sólo se presentan fielmente en la
inteligencia. Así como en el conocimiento matemático se presentaban
lasideas como seres reales, es decir que existíanindependientemente del mismo modo éstas
debían existir para el conocimiento en general. Por ello en platón el conocimiento
verdadero, era el de las ideas puras, las cuales constituían la única realidad aceptable. Otras
importantísimas epistemologías meta científicas son de Aristóteles, Descartes y kant. La del
primero de estos se basó en la lógica (formal) la del segundo en la materia al igual que en
Platón y la del tercero en la física newtoniana. Veamos entonces como todas estas
epistemologías surgen como reflexión sobre ciencias ya parcialmente constituidas.
Establece que no debe existir una reflexión previa acerca de las condiciones del
pensamiento para alcanzar una teoría general. Se comienza esforzándose por iniciar a partir
de una crítica restrictiva de la ciencia. Fundamentando de esta manera el conocimiento de
diferentes maneras, al margen del límite de la premisa. La ciencia termina resultando
mucho más simbólica y menos objetiva. Debido a orientarse mucho más a lo físico a lo
psíquico, y se pasa por lo vital.
Las epistemologías de este segundo tipo “se esfuerzan por partir de una critica
esencialmente restrictiva de la ciencia, para fundar fuera de sus fronteras un conocimiento
con una forma diferente”.
La “critica restrictiva de las ciencias” consiste en limitar las posibilidades de conocimiento
de las ciencias. A través del citado análisis se buscaría trazar los limites por sobre los cuales
las ciencias no podrían pasar estableciendo a la vez de este modo aquellos temas y
problemas que seguirán siendo objeto exclusivo de la reflexión filosófica.
Mientras que las aquí llamadas teorías del conocimiento parten del análisis de una ciencia
en particular para postularlos principios del conocimiento en general las epistemologías
nacen dentro de una ciencia, no parten de ella constituida y permanecen dentro de sus
límites estudiando sus particularidades epistemológicas.
bibliografia
https://es.scribd.com/doc/12392510/Epistemologia-del-Conocimiento-Cientifico
TEORIAS
Es considerada una disciplina filosófica encargada del conocimiento entendido como una
relación entre objeto y sujeto. Se clasifica según la aparición de sus tratados más
importantes, los cuales son los siguientes:
bibliografia
Para el gran filósofo Immanuel Kant, la teoría del conocimiento fue objeto de estudio. Este
intentaba averiguar la reconstrucción de la metafísica como ciencia. Llevó a cabo este
estudio elaborando una suspensión de Juicio Humano, también conocido como epojé. Con
esto esperaba conocer:
La Real Academia Española define a la metafísica como la parte de la filosofía que trata del
ser en cuanto tal, y de sus propiedades, principios y causas primeras
El matiz que las delimita está en la observación o aplicación práctica de la norma que
entraña el mandato ético. Por ello, la norma ética siempre será teórica, en tanto que la moral
o costumbre será su aplicación práctica. Según este punto de vista, la moral se basa en los
valores que dicta la conciencia, que a su vez, está basado en costumbres aprendidas. Dicho
punto de vista dice que la moral no es absoluta o universal, ya que su vigencia depende de
las costumbres de una región, de aquí vendría el relativismo cultural.
Por otra parte, la universalidad de algún sistema moral es uno de los objetivos de la ética-
objetiva cuyo contenido o efecto no se considera relativo ni subjetivo, sino efectivo y
aplicable para todo hombre racional bajo un contexto determinado, siempre y cuando el
agente capaz de comportamiento pueda actuar de manera racional, entendido como aquello
en lo que todos los seres humanos puedan estar de acuerdo cuando decidan buscar un
comportamiento moral específico que se juzgo “de bien” o “correcto”, que mantenga o
cause aceptable calidad de vida o evite alguna consecuencia inconveniente, y que surja a
causa de la repetición de ciertos comportamientos probables para la humanidad). Immanuel
Kant a través de su imperativo categórico hizo el intento de dar bases a una moral
objetiva nacida de la razón y más allá de la religión. Una de las principales objeciones que
se oponen a sus razonamientos, es el uso obligatorio de la verdad y del deber con exclusión
del sentir
La crítica que hace Friedrich Nietzsche a la moral y la ética subraya que los códigos
morales y las éticas que estudian o fundamentan estos códigos morales se presentan como
desveladoras de profundas verdades sobre el ser humano.
Es famoso su análisis de la moral cristiana en el que manifiesta cómo los valores cristianos,
por ejemplo, la humildad, o la compasión, se basan realmente en la hipocresía y en el
resentimiento (según su teoría). Los valores morales son estratagemas de dominio de unos
hombres para otros. Pero ninguna moral y ninguna ética reconocen esto pues es esencial
para ellas el ocultarlo. Para descubrir esas ocultaciones propone Nietzsche un método que
él llama “genealógico”. Emprende una “genealogía de la moral”. Se trata de hacer análisis
psicológicos y de uso del lenguaje a partir de textos éticos y morales y de observaciones de
conductas morales. Para Nietzsche en su obra La genealogía de la moral nos dice que: las
morales y las éticas que hacen pasar por “verdaderos” y “universales” unos valores son
“morales de esclavos”. Su propuesta entraña la total libertad creativa de cada hombre en el
más estricto sentido, en un sentido parecido al que se aplica cuando se habla en el arte
contemporáneo de la libertad de un artista. La “moral de señores” rechaza elaborar un
elenco de valores exigibles a los demás. Cada hombre ha de realizar sus deseos y dejar que
también se expresen los deseos de los demás, sin códigos verdaderos previos.
bibliografia
Kant, Immanuel (2001). Religion and Rational Theology. Cambridge University Press.
p. 177. ISBN 9780521799980.
En séptimo lugar están los problemas epistemológicos más particulares, relacionados con
las ciencias de la vida y las ciencias del hombre. Aparecen en estas ciencias conceptos
fundamentales comunes a la física, como el concepto de ley, pero aparecen también
conceptos ajenos a ella, como el de ser; estas ciencias hablan de hechos, pero también de
valores. Puede analizarse un ser como una intersección de leyes, pero se elude así la
característica esencial de su individualidad. Pueden considerarse los valores como datos de
hechos, pero ¿estos hechos son de la misma naturaleza que la de los hechos que trata la
ciencia del mundo físico? Los conceptos propios de estas ciencias como los de tendencia,
función, éxito y fracaso, normal y patológico, finalidad, son problemáticos y exigen análisis
epistemológicos más específicos. El problema más grave es saber si estas nociones pueden
interpretarse con el lenguaje de la física, o cuando menos ponerse de acuerdo con él.
Además, la presencia en las ciencias humanas de nociones como conciencia, actividad
voluntaria, lenguaje, utensilios, política, religión, arte, han hecho surgir nuevos conceptos y
problemas, como por ejemplo, en este nuevo campo ¿hay que sustituir la comprehensión
por la explicación?; ¿las finalidades pueden, y de qué manera, considerarse causas?; ¿en
qué medida, o en qué forma, la aplicación del instrumento matemático es posible y
deseable? En el interior de estas ciencias se plantea la cuestión de su homogeneidad y de su
jerarquía. En ocasiones, una de estas disciplinas e incluso una teoría surgida de una de ellas
preside el conjunto o se atribuye una función rectora. Así, en el siglo XIX, la historia no
sólo se desarrolla por sí misma, sino que predomina en todas las partes en donde se habla
del hombre, y el materialismo dialéctico de Marx y Engels o el psicoanálisis, habiendo
nacido en el seno de una de estas ciencias, han servido de principio general de explicación
para todos los temas humanos.
Bibliografía
LA EPISTEMOLOGÍA EN EL PERÚ
Los estudios de Julio Sanz (1989) deben entenderse como reflejos de la siguiente tesis: se
debe fomentar una visión equilibrada entre ideas y experimentos como la idónea forma de
entender el desarrollo racional de la ciencia. En este sentido, los trabajos más sólidos de
Sanz se refieren a la teoría astronómica de Copérnico, la revolución de Lavoisier en la
química y el análisis del 216 Raymundo Casas Navarro Letras 78 (113), 2007 experimento
de Michelson y Morley. Un punto en el que se puede discrepar es que, en algunos casos, le
confiere mucho valor a la experimentación cuando se puede sostener que hay una cierta
autonomía de la ciencia teórica. Esto es, la indagación teórica puede caminar sin necesidad
de un fuerte control experimental, como ha ocurrido tantas veces en la historia de la
ciencia. Un trabajo muy ambicioso de Ballón (1999) puede inscribirse en la línea de
historia de la ciencia. Allí sostiene que gran parte de la crisis de la física moderna se debió
a la adhesión dogmática de los científicos al modelo metafísico atomista o cosificador. La
noción básica de su análisis es ‘compromiso ontológico’, tal como fue planteado por Quine
y asumido por Kuhn. El compromiso ontológico define qué es lo que hay y qué es lo que no
hay en el mundo y, en consecuencia, determina qué es lo que cabe investigar. El trabajo
epistemológico de Ballón se inscribe en una actitud hermenéutica pragmática y tiene como
objetivo central “mostrar la evolución estrictamente conceptual interna de una rama
decisiva de la nueva filosofía natural” (1999: 29). La tesis central de Ballón es que los
cambios de compromisos ontológicos han determinado el cambio en nuestro paradigma de
ciencia, al pasar de una visión corpuscular a una concepción dinámica, no puntualista,
inscrita en la concepción cuántica. Creemos que se trata de un trabajo verdaderamente
valioso porque asume un reto nada fácil y se adentra en los meandros del conocimiento
científico con muy buena información y una interpretación razonable. Es muy adecuada su
posición en contra de la inconmensurabilidad nihilista y su defensa de la continuidad
científica Evidentemente, hay varios desaciertos como decir que Giordano Bruno fue un
defensor del copernicanismo (cuando, en realidad, Bruno era muy ignaro en temas
científicos). Es igualmente equivocado y tendencioso explicar el desacuerdo entre Galileo y
Kepler sobre la base única del misticismo de Kepler. En Casas y Matta (2006) hemos
argumentado que la interpretación de Ballón sobre la llamada revolución copernicana
reposa en un quid pro quo, dado que exagera el efecto revolucionario de la obra del
canónigo polaco. Respecto del planteamiento central de Ballón, a saber, que el cambio en
los compromisos ontológicos es responsable de los efectos revo- 217 la epistemología en el
Perú: una aproximación crítica Letras 78 (113), 2007 lucionarios, se puede plantear la
siguiente objeción. En muchos casos, los cambios en los compromisos ontológicos son un
efecto, no son una causa del cambio de paradigma. ¿Por qué se da un cambio en los
compromisos ontológicos? Se puede sostener plausiblemente que la clave reside en la
naturaleza recalcitrante de ciertos problemas científicos. Dado que el paradigma o la
tradición vigente ya no es una buena guía para avanzar en la resolución de problemas, ello
implica que puede buscarse una nueva ruta heurística y, en consecuencia, puede darse un
cambio en los compromisos ontológicos. Por ejemplo, ¿a qué se debió el cambio de
compromiso ontológico de Einstein respecto de la gravitación universal de Newton? A que
una predicción de la gravitación newtoniana (si el Sol explotara sú- bitamente, la Tierra
saldría en el acto de su órbita) era incompatible con la relatividad especial. Por ello,
Einstein casi se obsesionó en hallar un nuevo marco para entender la gravedad y lo hizo con
su teoría de la gravedad como un alabeo espaciotemporal. Del mismo modo, la teoría del
equilibrio puntuado de Gould implica un cambio de compromiso ontológico respecto de la
concepción clásica darwiniana, pero tal cambio se produce porque el enfoque darwinista
clásico se enfrentaba a una gran dificultad: el registro fósil no es compatible con la
hipótesis de cambios continuos y graduales. Al no percatarse del rol que cumplen los
problemas en la estructura histórica de las revoluciones científicas, Ballón ha incurrido en
un expediente que puede ponerse fácilmente en cuestión. Resulta interesante y promisorio
que jóvenes estudiosos se dediquen a la investigación sobre la historia de la ciencia en el
pensamiento colonial. En una sección monográfica de la revista Escritura y pensamiento
(Año IV, Nº 8, 2001), aparecen dos contribuciones en este sentido. El primero pertenece a
Alan Pisconte y Roberto Katayama. Según sus autores, esbozarán “algunas líneas
interpretativas acerca del paradigma científico que configuró el sentido común asumido por
los cosmógrafos del virreinato peruano entre inicios del S. XVIII y las primeras décadas del
XIX” (2001: 117). Con esta construcción anfibológica presentan su cometido. La pregunta
crucial es: ¿lo cumplen? A decir verdad, sorprende la falta de prolijidad en el análisis y la
confusión conceptual en la que están metidos. Hablan 218 Raymundo Casas Navarro Letras
78 (113), 2007 de paradigma en el sentido de Kuhn y se debería esperar, en consecuencia,
que presenten las líneas de un paradigma en el sentido kuhniano del término, pero no hay
nada de ello, ni por asomo. Su análisis concluye que en los autores investigados hay
eclecticismo y escepticismo, actitudes que muy difícilmente se pueden considerar
paradigmáticas, en el sentido que Kuhn le da a su término técnico. Y este error de base no
es el único: confunden experiencia con experimentación, no hay ninguna referencia a la
teoría del flogisto (noción útil para calibrar la calidad científica de tales cosmógrafos). Al
final de su artículo, todo se aclara: Pisconte y Katayama revelan que su verdadero interés es
desentrañar los nudos culturales que bloquean el desarrollo de formas de vida moderna en
nuestro suelo. Bien, así se meten en el patio trasero de la filosofía social y ello explica por
qué no han logrado entrar en la epistemología. El otro trabajo es algo más serio. Víctor
Céspedes (2001) hace una reflexión útil para la elucidación de la historia de la ciencia en el
Perú. Su planteamiento central recusa las interpretaciones de algunos historiadores y
esgrime que el trabajo de Nicolás de Olea debe inscribirse en la concepción científica de los
jesuitas. Aunque su prosa es bastante dispareja, abusa de las yuxtaposiciones y tiende a un
estilo rococó, Céspedes presenta bien el punto del debate entre los jesuitas y Galileo, al
explicar que Olea da una mirada correcta a la naturaleza de los cometas, tema en el que
Galileo desbarró estrepitosamente. Para que el trabajo de Céspedes mejore, sería
aconsejable que investigue a fondo en las teorías del danés Tycho Brahe y en la
interpretación de Juan Bautista Riccioli, autores que no cita y, al parecer, desconoce.
Sanz, Julio (1989). Grandes ideas y experimentos de la ciencia. Lima: Amaru editores.