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Programa de estudio

TRABAJO SOCIAL

Asignatura
CÁTEDRA DE PAZ

Tema
Análisis sobre la reconciliación en Colombia como un proceso socio-político

Presenta
ALEJADRO GÓMEZ PUENTES
Id: 616043

Docente
WILLIAM HAROLD ROMERO NEISA

BOGOTA D.C. 2019


INTRODUCCIÓN

Uno de los mayores retos a los que se enfrenta el país de Colombia en el conflicto armado,
es cómo poner en marcha alternativas que favorezcan el tránsito de la guerra a la paz de
manera sostenible a traves de una reconciliación aplicando el instrumento del perdón. Esto
es, entre otras cosas, pensar en cómo resolver los conflictos por medios pacíficos, cómo
conciliar las exigencias de justicia con las necesidades de alcanzar la paz y cómo enfrentarse
a los crímenes y traumas del pasado. El objetivo de este análisis es hacer un panorama sobre
la reconciliación en el contexto colombiano, mencionar los elementos en el proceso de
reconciliación y el camino posible para la atención de las víctimas de la violencia, el cierre
del ciclo de la guerra y la construcción de una paz estable y duradera.
ANALISIS SOBRE LA RECONCILIACIÓN EN COLOMBIA

¿Cuál es el contexto colombiano para la reconciliación?

En el contexto del conflicto armado colombiano, la guerra ha dejado a su paso alrededor de


220,000 víctimas fatales (de las cuales un 81.5% eran civiles y un 18.5% combatientes),
resultado de crímenes tales como masacres, asesinatos selectivos, desapariciones forzadas,
torturas, amenazas, secuestros, ataques a poblaciones, minas antipersonales, bloqueos
económicos y sabotajes. A partir de estas cifras emerge la pregunta de cuál el contexto
colombiano para el perdón y la reconciliación, y bajo qué condiciones los civiles (no
necesariamente víctimas) estarían dispuestos a perdonar y reconciliarse.

De acuerdo con la definición de Murphy (2003), el perdón es un tipo de sentimiento que


permite sobreponerse a los sentimientos de venganza o de resentimiento frente a un agresor.
Estas definiciones coinciden con las de McCullough y Root (2005), quienes definen el perdón
como un proceso en el que el agredido no olvida ni niega la ofensa o el daño, pero aun así
comienza a tener una perspectiva distinta de su ofensor, hasta el punto de que logra verlo con
compasión, benevolencia y amor. En estos términos el perdón se constituye como un
mecanismo que disminuye la motivación a vengarse del agresor, decrementa también la
motivación a mantener distancia del victimario y estimula la reconciliación y los sentimientos
de benevolencia.
En este contexto, se ha indagado la disposición a perdonar de los colombianos, y en sus
estudios observados, se puede mencionar que había una baja disposición a perdonar. Sin
embargo, tales niveles de disposición variaban en función de factores como el grupo armado
que cometió el crimen, el tipo de crimen, la responsabilidad del agresor y la actitud del
agresor a la hora de pedir perdón.
La reconciliación es definida como un proceso de aceptación de un grupo a otro, que en el
fondo es el cambio en la orientación o evaluación psicológica frente a otros. En este proceso
de cambio tanto las víctimas como los perpetradores no permiten que el pasado defina las
relaciones del futuro, comienzan a ver a los agresores con sentido de humanidad, lo aceptan
y consideran la posibilidad de construir una nueva relación.
La reconciliación puede ser tanto un proceso individual como un proceso colectivo, pero a
diferencia del perdón, no puede ser un proceso unilateral, pues exige que las 2 partes
(agredido y agresor) estén comprometidas en el cambio de la dinámica de la relación y que
exista un acuerdo de no repetición de la agresión. Mukashema y Mullet (2012) y Bueno
(2006) también explican que es más fácil hablar de sentimientos de reconciliación (en el
contexto de la micropolítica), puesto que la completa reconciliación en muchos casos puede
ser evaluada como falsa, pues es acordada por representantes de los grupos, pero no
necesariamente da cuenta de los intereses individuales de todos los ciudadanos.

Teniendo en cuenta lo anterior, es evidente, que hay una brecha entre el perdón y la
reconciliación en Colombia, pues si bien el perdón podría instigar sentimientos de
reconciliación, no necesariamente se logra esta. Palanski (2012) explica que entender el
perdón como un proceso que únicamente culmina en la reconstrucción de la interacción con
el agresor en algunos casos impide que este siquiera comience. Según el autor, pueden darse
procesos de perdón sin que haya reconciliación, procesos de reconciliación sin perdón y
procesos en que no haya perdón ni reconciliación.

Los elementos en el proceso de Reconciliación en Colombia

Algunos elementos que son considerados como claves para dar una definición integral de
reconciliación son:

En primer lugar, se habla de reconciliación, para señalar que en ocasiones se trata de


reconstruir relaciones que se rompieron a causa de la guerra o la violencia política, y en otras
de construir nuevos espacios que anteriormente tampoco existían. Es esencialmente la
capacidad de establecer relaciones positivas entre individuos que difieren por aspiraciones o
intereses, pero tienen la común necesidad de cohabitar uno con otro.

En segundo lugar, se requiere de un espacio de encuentro. Un focus y un locus en términos


de Lederach. Para este autor, la reconciliación representa un espacio, un lugar o punto de
encuentro donde se reúnen las partes de un conflicto en el que pueden replantearse sus
relaciones y compartir sus percepciones, sentimientos y experiencias con el fi n de diseñar
un futuro compartido. Es un proceso que va más allá de la negociación o la firma de un
acuerdo de paz, implica el reconocimiento del pasado y el compromiso serio de construir el
futuro.

Un último elemento de definición es que la reconciliación supone cambios sociales, políticos


y económicos de fondo. Para que la reconciliación sea en realidad un proceso integral, se
debe ir más allá de implementar justicia o aceptar la verdad; es necesario que esto sea
complementado con un cambio estructural que reconstruya la sociedad y desarrolle un
escenario de justicia social apropiado para la paz.

¿cómo se han vivido los principios del proceso a nivel de verdad, memoria, justicia,
perdón, reparación y restitución?

Verdad:
Es necesario reconocer a todas las víctimas del conflicto, no solo en su condición de víctimas,
sino también y principalmente, en su condición de ciudadanos con derechos.
Es importante esclarecer lo sucedido a lo largo del conflicto, incluyendo sus múltiples causas,
orígenes y sus efectos, es parte fundamental de la satisfacción de los derechos de las víctimas,
y de la sociedad en general. La reconstrucción de la confianza depende del esclarecimiento
pleno y del reconocimiento de la verdad.

Memoria:
Cualquier discusión de este punto debe partir del reconocimiento de responsabilidad frente a
las víctimas del conflicto. No se puede borrar la memoria del dolor.
El fin del conflicto y la implementación de las reformas que surjan del Acuerdo Final,
constituyen la principal garantía de no repetición y la forma de asegurar que no surjan nuevas
generaciones de víctimas. La no repetición de manera que ningún colombiano vuelva a ser
puesto en condición de víctima o en riesgo de serlo.
Justicia:
La justicia es la condición indispensable para encontrar y consolidar la paz. La paz sólo puede
nacer y crecer entre personas justamente tratadas. La paz comienza donde acaba todo aquello
que dificulta o impide eliminar las distinciones fundadas en la arbitrariedad, establecer el
adecuado equilibrio entre los intereses adversos, dar consecuencias a los culpables y dar
protección a los más débiles.

Perdón, Reparación y Restitución:


Entendiendo el perdón en el contexto colombiano para la reconciliación, mencionado
anteriormente, se puede complementar la importancia del fin del conflicto a traves de la
reparación y restitución. Es una oportunidad para fortalecer y dinamizar el Programa de
reparación integral a las víctimas del conflicto, y para asegurar que todos quienes participaron
de manera directa e indirecta en el conflicto armado contribuyan a la reparación a través de
reconocimientos de responsabilidades por los daños causados y de acciones concretas de
reparación simbólica y material.

La reparación en este contexto comprende medidas de restitución, rehabilitación,


indemnización, satisfacción y no repetición. Dentro de estos componentes, el acuerdo hace
énfasis en la adopción de medidas para reconocer y atender los daños causados por el
conflicto a las comunidades, grupos y organizaciones, mediante el fortalecimiento de los
procesos de reparación colectiva territorial y los planes nacionales de reparación colectiva.
Igualmente se desarrollarán estrategias adicionales de rehabilitación comunitaria para la
reconstrucción del tejido social.
Adicionalmente, el acuerdo comprende la puesta en marcha de programas de retornos y
reubicación de personas en situación de desplazamiento que se articularán con los programas
de desarrollo con enfoque territorial y los procesos de restitución de tierras.
CONCLUSIÓN

No existen fórmulas únicas y satisfactorias sobre cómo una sociedad debe abordar la salida
de un conflicto armado interno y la construcción de la paz. Sin embargo, a lo largo de este
trabajo se ha argumentado la integralidad del concepto y se ha hecho evidente la necesidad
de tener en cuenta algunos elementos para plantear una estrategia de reconciliación
sostenible. Los grados y niveles que se alcancen; formas, tiempo y mecanismos que se
implementen; actores que intervengan; instrumentos y mecanismos que se diseñen
seguramente cambiaran y se ajustaran de acuerdo a una realidad o la otra, pero la concepción
de reconciliación como proceso integral es y debe ser la esencia para el éxito y la duración,
es decir, una paz verdadera y duradera.
BIBLIOGRAFÍA

Bueno M., (2006). "La reconciliación como un proceso socio-político".

Bejarano, Jesús Antonio (1999). «El papel de la sociedad civil en el proceso de paz», en Leal,
Buitrago Francisco (ed.). Los laberintos de la guerra. Utopías e incertidumbres sobre la paz,
Tercer Mundo, Bogotá, pp. 271-335

Cepeda, Castro Iván y Claudia Ortiz Girón (2004). «Procesos públicos de esclarecimiento y
justicia de crímenes contra la humanidad», en Análisis Político No. 50, Bogotá, Enero-Abril
2004.

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