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LA MANO QUE PIENSA

SABIDURÍA EXISTENCIAL Y CORPORAL EN LA ARQUITECTURA


JUHANI PALLASMAA

El libro La mano que piensa, aborda el papel de la mano como parte de nuestro
entendimiento del mundo y nosotros mismos, su gran importancia como medio de
comunicación y trabajo. Va mucho más allá de ser solo el ejecutor de lo que
ordene el cerebro, tiene un propio conocimiento y habilidades. Relaciona las
labores de escritura, artesanía y arquitectura como ejemplos clave de la relación
entre la mano y el trabajo.

La cultura occidental hoy en día entiende el cuerpo y la mente como entes


separados, por ello se tiene una doble actitud con respecto al cuerpo humano. La
separación de actividades físicas e intelectuales con relación al cuerpo es
claramente donde se aprecia esta postura occidental. El cuerpo y todos sus
componentes son considerados como un medio de identidad, social y sexual, pero
no se relaciona o se relaciona mínimamente como parte de conocimientos y de la
comprensión de la existencia a partir de lo corporal. En el mundo deportivo y
artístico, si existe un reconocimiento de relaciones directas entre el cuerpo y la
enseñanza. Mientras que se reconoce su papel educativo en este tipo de
actividades no se reconoce el papel integral de la mano con la inteligencia humana
y con la evolución de los seres humanos.

A diferencia del mundo occidental, previamente a la industrialización el valor del


trabajo artesanal, realizado con el cuerpo tenía un gran valor. La interacción
sensorial con el mundo exterior era vital para la experiencia de los humanos.
Formaba parte de un acercamiento al mundo atreves de los sentidos. Después de
la época industrial se ha tomado una vía del estilo de vivir en nuestros cuerpos
frente a lo deseado que deberíamos vivir a través de nuestros cuerpos. Se ha
olvidado que los sentidos son lo que nos conectan con el mundo no son
simplemente receptores de estímulos. Es importante entender que todo el cuerpo
desde la cabeza hasta la punta de los pies producen un conocimiento, se asocia la
cabeza como fuente única de conocimiento pero la realidad es otra, todo el cuerpo
esta estructurado, produce y almanseña conocimiento. En la interacción humana
se puede pensar que el 100% de la comunicación se da a través del lenguaje
verbal, pero lo cierto es que el 80% de la comunicación se da fuera de este canal
verbal.

La forma final de la mano es el resultado de una evolución compleja del ser


humano e involucra una estrecha relación entre ojo, mano y cerebro. El proceso
evolutivo comienza cuando las manos dejan de usarse para la movilización y
pueden iniciar a realizar nuevas actividades, nuevos usos. La creación de
herramientas fue el punto de partida, para la mejor articulación de la mano, los
dedos y el pulgar. La mano como tal es un símbolo, representa personalidades,
culturas, adquiere diversos significados, etc. Es la única lengua que es natural del
hombre, previo al lenguaje las manos suponen un medio de entendimiento y de
comunicación. La mano puede terminar siendo mucho más versátil que incluso la
boca.

Dentro del ámbito de la arquitectura, las maquetas o modelos funcionan con el


mismo efecto que los bocetos, sin importan su tamaño son una expresión de lo
que el arquitecto piensa, permite un nuevo modo de analizar, proporciona una
base para trabajar. Se produce una transferencia mental de la idea al dibujo a la
maqueta al proyecto. Los dibujos y maquetas funcionan de mediadores de ideas.,
se hace una transferencia mental Tradicionalmente la arquitectura se consideraba
un oficio, había una estrecha relación con la construcción previamente al
renacimiento, el dibujo como herramienta para la arquitectura no estaba presente
.Con forme ha pasado el tiempo el arquitecto se ha distanciado del mundo físico,
la especialización lo aleja y debilita el trabajo artesanal del arquitecto. El uso de la
computadora resalta más esta separación, lo táctil, lo pensado y el objeto
diseñado se separan..
La habilidad, la destreza se consigue con la práctica, la repetición esto puede
llevar al aburrimiento, pero solo con el tiempo dedicado se perfecciona, se conoce
el material y las capacidades de la mano. En menos de unos segundos la mano se
puede encontrar realizando diversas cosas gracias al conocimiento que ha
adquirido de la práctica. El ojo, la mano y la mente se unifican. Al dibujar cualquier
objeto, se interioriza el carácter del objeto, se toca y se siente la superficie, la
imagen termina siendo registrada en la memoria muscular. Existen 3 tipos de
imágenes la dibujada, la visual cerebral y la de la memoria muscular. A diferencia,
las fotografías generan un registro corporal débil, mientras que un dibujo puede
representar recuerdos vívidos de las escenas dibujadas.
La relación entre el dibujante y el dibujo es claramente un viaje corporal, que es
guiado por la mano y lo sensorial del cuerpo. No necesariamente tiene un orden,
puede verse desordenado pero realmente tiene un orden interior, es importante
que refleje los rastros del dibujo, las manchas, el proceso del dibujo. Se reafirma la
relación entre mente, ojo y mano. Una importante parte del ser humano es la
capacidad de imaginar, para empezar las imágenes mentales tienen la misma
autenticidad que aquellas que ven los ojos. Esta habilidad es esencial para el ser
humano. En la actualidad hay una gran exposición de imágenes por la
comunicación de masas, se ha perdido la calidad de la imaginación, nos vemos
abrumados por este diluvio de imágenes.

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