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“LUCHANDO POR LA BENDICIÓN” Iglesia Manantial de Vida de Cuenca

Pastor Rafa Boix

INTRODUCCIÓN

* Santiago 5:17-18 “Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró
fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. Y
otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto.”

¿Elías? ¿Quién era Elías?


- El profeta de fuego
- El profeta que vivía en la presencia de Dios
- El profeta que desafiaba a los reyes y dioses falsos.

Pero sobre todo, Santiago dice que Elías era…. “Hombre…” con todo lo que eso implica.

Y además… “sujeto a pasiones… semejantes a las nuestras.” Sujeto a sufrimientos, a altibajos, a


emociones, a las circunstancias, etc.

“Oró fervientemente para que no lloviese,” o como otras versiones dicen: “rogó insistentemente”.
No fue una simple oración, no fue una oración sencilla y nada más. Fue una continua oración hasta
que Dios contestó. Fue una insistencia, una lucha en oración hasta que se aseguró que Dios le
estaba escuchando.

Luchó por el resultado y venció.


- Luchar: “Contender a brazo partido; Pelear, combatir; Disputar, bregar,
abrirse paso en la vida.”
- Vencer: “Sujetar, derrotar o rendir al enemigo; Rendir a alguien; Superar las
dificultades o estorbos, obrando contra ellos; Prevalecer.”
Dios nos llama a luchar por las bendiciones, a perseverar, Dios nos llama a VENCER.

¿Qué hacemos con lo que Dios nos ha dado? ¿Qué sucede cuando Dios nos entrega una Palabra,
una promesa? ¿Cuál es el siguiente paso después de recibir una Palabra específica de Dios?

LUCHAR Y VENCER

I. JACOB LUCHÓ
* Génesis 32:22-30
“Y se levantó aquella noche, y tomó sus dos mujeres, y sus dos siervas, y sus once hijos, y pasó
el vado de Jaboc. Los tomó, pues, e hizo pasar el arroyo a ellos y a todo lo que tenía. Así se
quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba. Y cuando el varón vio que
no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se descoyuntó el muslo de Jacob
mientras con él luchaba. Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré,
si no me bendices. Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob. Y el varón le
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dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los
hombres, y has vencido. Entonces Jacob le preguntó, y dijo: Declárame ahora tu nombre. Y el
varón respondió: ¿Por qué me preguntas por mi nombre? Y lo bendijo allí. Y llamó Jacob el
nombre de aquel lugar, Peniel; porque dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma.”

No es tiempo de lamentarse, es tiempo de luchar, y vencer.


<<Tú no conoces mi vida, mi situación…>> No, pero conozco la de Jacob.
A. La vida de Jacob no fue fácil.
- Su nombre: “Usurpador, mentiroso”
- Su padre: “Amaba más a su hermano”
- Su hermano: “Llegó a odiarlo por robarle la bendición y la primogenitura”
- Su suegro: “Le engañó haciéndole trabajar durante 14 años para conseguir a su esposa.”
Tuvo que huir de su casa, de su hermano, de su suegro, siempre huyendo.
¿Tenía Jacob una Palabra de Dios? ¿Tenía promesas que estaba esperando? ¿Estaba cansado de
esperar su tiempo? ¿Estaba cansado de su estado, de cargar con consecuencias?

* Génesis 28:12-19 Dios se le aparece en sueños dándole una Palabra:


- Le daría una tierra a él y a su descendencia.
- Te extenderás (v.14)
- Te guardaré donde vayas.
- No te dejaré hasta que haya hecho lo que te dije.
¿Te suena? ¿Has recibido palabras, promesas similares?

B. Luchó por la bendición


Dios se le apareció ¿Para qué? ¿Qué quería Dios? ¿Para qué descendió? ¿Para qué bajó donde
estaba Jacob?
v.24-25) “y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba. Y cuando el varón vio que no podía
con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se descoyuntó el muslo de Jacob mientras con
él luchaba. Y dijo: Déjame, porque raya el alba.”

¿Había Dios descendido sólo para luchar con Jacob? ¿Qué propósito tenía? ¿Por qué le pidió a
Jacob que le soltara?
Quería saber HASTA QUE PUNTO DESEAS LA BENDICIÓN. ¿Estás dispuesto a luchar por
ella? Jacob luchó. Peleó. “No he llegado hasta aquí para volver atrás”. “No voy a
desperdiciar esta oportunidad”.
Luchar: Agarrar, luchar cuerpo a cuerpo. ¡¡Agarra las promesas que Dios te ha dado!!

¿Quería Dios irse sin más, sin bendecir a Jacob? ¿Qué hubiera pasado si Jacob hubiera soltado a
Dios, si no hubiera luchado hasta el final?
EL ESPÍRITU SANTO NOS LLAMA A LUCHAR POR LA BENDICIÓN

C. Jacob venció
En todas las luchas están los que vencen o pierden. Tú decides quién quieres ser.
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vv.24-28) “y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba. Y cuando el varón vio que no podía
con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él
luchaba. Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me
bendices. Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob. Y el varón le dijo: No se
dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has
vencido.”

Jacob Tenía circunstancias que le gritaban que era un perdedor, tenía una Palabra que no acababa
por cumplirse.
Luchó con Dios aún cuando Dios parecía que quería irse sin bendecirle. Perseveró, y venció.

Dios: Cuando Dios vio que Jacob no tenía intenciones de soltarle fue cuando preguntó: “¿Cuál es
tu nombre?” ¿Qué es lo que estás esperando, pidiendo? ¿Cuál es la Palabra que quieres que
cumpla en tu vida?

Jacob: “Mi nombre es Jacob. Usurpador, mentiroso. Quiero un cambio en mi vida. Conseguir las
cosas por tu bendición, no por mis fuerzas.”

Dios: “No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel”. ¿Qué hizo que Dios concediera a Jacob su
petición? ¿Qué provocó el cambio, la respuesta?
v.28) “porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.”
Vencer: “Ser capaz” Comprender, prevalecer… Has sido capaz de entender, comprender que esa
Palabra era para ti y te has aferrado a ella sin soltarla hasta prevalecer.

* Hechos 6:8 “Esteban lleno de gracia y poder hacía grandes señales y milagros entre el pueblo”
Esteban estaba convencido de que era capaz.

EL ESPÍRITU SANTO NOS LLAMA A LUCHAR Y A VENCER

II. LOS DISCÍPULOS LE OBLIGARON A QUEDARSE


* Lucas 24:28-29 “Llegaron a la aldea a donde iban, y él hizo como que iba más lejos. Mas
ellos le obligaron a quedarse, diciendo: Quédate con nosotros, porque se hace tarde, y el
día ya ha declinado. Entró, pues, a quedarse con ellos.”

A. Las circunstancias
Los discípulos estaban desanimados. Habían estado con Jesús, habían recibido promesas y ahora
Jesús había muerto. La promesa de que resucitaría parecía difuminarse, no cumplirse. Las
circunstancias parecían prevalecer por encima de la Palabra que habían recibido.

B. Jesús aparece
¿Dónde los llevó? A la Palabra.
- Comenzó a recordarles las promesas, las Palabras que les había hablado.
- Hizo que sus corazones ardieran.
- Les había dado esperanzas de nuevo.
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Pastor Rafa Boix

“Ahora Jesús hizo como que iba más lejos.” ¿Realmente quería Jesús pasar de largo? ¿Era ese el
propósito por el cual había aparecido? ¿Qué debían hacer los discípulos? ¿Debían dejar escapar la
oportunidad, dejar que Jesús se fuera?

C. Le obligaron a quedarse
Forzar al contrario. Forzar la situación, las circunstancias.
Lucharon y vencieron.
EL ESPÍRITU SANTO NOS LLAMA A LUCHAR Y A VENCER

III. DANIEL LUCHÓ


Daniel 10
Durante 21 días luchó en oración por una respuesta. ¿Quería Dios responderle? ¿Qué hubiera
pasado si Daniel no hubiera prevalecido?

Había oposición, ángeles luchando a su favor. El cielo estaba en movimiento mientras Daniel
oraba, peleaba en intercesión, HASTA QUE VENCIÓ.

VI. ABRAHAM LUCHÓ


Romanos 4:18-22 “El creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas
gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia. Y no se debilitó en la fe
al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la
esterilidad de la matriz de Sara. Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios,
sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también
poderoso para hacer todo lo que había prometido; por lo cual también su fe le fue contada
por justicia.”

- Tenía una Palabra de multiplicación, de bendición, de extensión.


- Las circunstancias no eran muy favorables: - 100 años
- Sara 90 años
- Sara estéril
- Creyó contra esperanza para llegar a ser CONFORME A LO QUE SE LE HABÍA DICHO.
- No se debilitó en la fe al considerar su cuerpo (circunstancias reales, su realidad)
- No se debilitó en la fe ante la esterilidad de Sara.
- No dudó de la promesa, no dejó lugar a la incredulidad.

Se fortaleció en fe dando gloria a Dios. Fortalecer: “apoderarse”


Se apoderó de la promesa glorificando a Dios, proclamando la promesa, la fidelidad de Dios,
luchando contra lo que las circunstancias gritaban.

¿Tuvo Abraham motivos para dudar? ¿Para desanimarse? ¿Para creer que esto no era para él?
¿Para creer que quizás Dios no le había hablado? LUCHÓ Y VENCIÓ

V. LOS DISCÍPULOS LUCHARON


Marcos 4:35-41 Jesús les da a los discípulos una Palabra: “PASEMOS AL OTRO LADO”
Durante el proceso hasta que se cumpliera esta palabra pasaron pasó algo: SE LEVANTÓ UNA
GRAN TEMPESTAD.
Cada vez que un hijo de Dios recibe una Palabra, una promesa, hay tempestades preparadas para
hacer que te rindas.
JESÚS DORMÍA: ¿Realmente Jesús dormía? ¿Cómo puede alguien dormir así? El agua
cayéndole encima, la barca de un lado a otro, los discípulos gritando desesperados.
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Pastor Rafa Boix

¿Realmente Jesús dormía? NO, hacía como que dormía. Quería ver la reacción de los discípulos.
Quería ver su respuesta ante las circunstancias adversas. Quería ver donde quedaba la Palabra
que les había dado. Si eran capaces de creer y luchar por llegar hasta el final. Si pondrían los
ojos en las circunstancias o en la Promesa.
Los discípulos lucharon, pero no vencieron, se dejaron vencer por las circunstancias ¿Qué vas a
hacer tú?

CONCLUSIÓN

EL ESPÍRITU SANTO NOS LLAMA A LUCHAR Y A VENCER


¿Qué hay que vencer? Vencer:
- nuestros miedos - la incredulidad
- la inseguridad - lo que las circunstancias nos dicen

- Elías era un hombre, pero venció en oración y vio el respaldo de Dios.


- Jacob era un hombre, pero venció y consiguió ver realizado su sueño, su anhelo.
- Daniel era un hombre, pero venció, movilizó el cielo y a los ángeles para ver una respuesta.
- Abraham era un hombre, pero consiguió que Dios cumpliera su palabra porque no dejó lugar a la
duda ni a la incredulidad a pesar de las circunstancias.
- Los discípulos de Emaús pudieron dejar escapar a Jesús, pero le obligaron a quedarse.

Jesús hace como que duerme, pero SÓLO ESTÁ ESPERANDO TU REACCIÓN. Te dirá que le
sueltes, permitirá circunstancias adversas, hará como que pasa de largo por delante de ti, pero
sólo quiere ver si estás dispuesto a luchar por la bendición y vencer.

El mensaje a las siete iglesias de Apocalipsis fue: “Al que venciere”


- Para obtener la salvación, hay que vencer, perseverar hasta el final.
- Para obtener las promesas de Dios, hay que vencer, luchar y vencer a:
La incredulidad, al temor, a la realidad, a las voces que nos gritan alrededor.

2ª Timoteo 4:7 “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.”

¿Te dijo el Espíritu Santo que te extendías? ¿Te dijo que ensancharas tu tienda para dejar espacio a
lo nuevo de Dios? ¿Qué has hecho para ensancharte? ¿Dónde ha quedado esta palabra?

EL ESPÍRITU SANTO NOS LLAMA A LUCHAR Y A VENCER

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