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Unidad 2: Fase 3 – Elaboración del resumen y general estrategias

Presentando Por

Mishell Dayanna Figueredo Hernandez cod. 1099371095

Yuli Esther Baron cod.

Diana Jimena Espinel cod

Cindy Nathalia Sandoval cod.1098636320

Grupo – 403018A_611

Presentado a:

Segundo Antonio Mena

Universidad Nacional Abierta y a Distancia “UNAD”.


antropología psicológica
Colombia
Introducción

Desde la Psicología Cultural, se establece que “la cultura es la que da sentido al


comportamiento humano” (Aguirre Baztán, 2002), coincidiendo con lo establecido por Ardila
(1992) quien, desde la Psicohistoria, plantea una postura interaccionista, es decir, que existe
una interacción entre el individuo y su contexto, los que finalmente inciden en la
construcción de los procesos históricos.

El siguiente trabajo tiene como fin realizar una adecuada revisión y comprensión de la
unidad dos, realizando un resumen con los aportes de cada integrante del curso resaltando
los aspectos más importantes de cada lectura.
RESUMEN

La Psicología Cultural es una perspectiva alternativa, que surge de la crítica a los


principales postulados y principios teóricos y metodológicos de la Psicología que dominó
en el siglo XX. Esta, era la heredera legítima de la primera Psicología de Wundt - la del
laboratorio, las mediciones, las funciones primarias. La psicología cultural puede ser
considerada como la heredera de la 2ª Psicología propuesta por W. Wundt, y de la
Psicología Cultural Histórica de Lev Vygotsky. Para ambos, los procesos psicológicos
superiores son mediados culturalmente y son históricamente contingentes.

Esta perspectiva alternativa exige una formación que rebasa el currículo formal
universitario. La psicología cultural exige no sólo aprendizaje conceptual, sino
transformación de la sensibilidad, de la mentalidad, y apertura a muy diversas disciplinas.

La perspectiva racionalista de la ilustración es unas de estas líneas del pensamiento, la que


encuentra sus raíces en la perspectiva empirista y racionalista del pensamiento ilustrados, se
caracteriza por defender modelos basados en la observación, argumentando a favor de la
misma naturaleza interna y mental de todos los hombres, en esta perspectiva, implica un
uso de la noción de la cultura muy próximo al concepto de civilización, como el estado de
bienestar que se alcanza una vez salido de las barbaries.

La psicología transcultural, de orientación claramente positivista, podría considerarse la


culminación de esta línea de pensamientos sobre la relación entre mente y cultura. Esta
encuentra sus raíces mas directas en las ideas de las ilustraciones sobre la unidad psíquica
de la humanidad y hasta cierto punto recupera el enfoque racionalista del hombre y de su
evolución derivado de la doctrina de progreso.

la Psicología Transcultural, a pesar de que se preocupa por la relación entre mente y cultura
difiere, considerablemente, en sus presupuestos teóricos, métodos y objetivos, de la
Psicología cultural.

La rebelión romántica contra la ilustración una de esta línea de pensamiento critica de la


primera su empirismo y defiende la necesidad de utilizar métodos evolutivos o históricos.
También de manera muy especial critica su defensa de la doctrina del progreso y la
perspectiva racionalista del hombre y de su evolución que ésta implica. En primer lugar, es
importante considerar que ambos diferían radicalmente en la noción de cultura de la
Ilustración. En segundo lugar, podemos aludir a la crítica explícita de ambos al ideal de
progreso de la humanidad. El tercer pilar que comparten ambos autores es la potencialidad
que otorgaron al lenguaje, como principal agente de los cambios de valores y modos de
pensamiento.

La psicología de los pueblos es la tradicional dicotomía entre las teorías a-históricas y


universales de la mente y las teorías históricas remite a otra dicotomía, la oposición entre
las ciencias “naturales” y las “culturales históricas”.

La psicología desarrollada por Lazarus y Steinthal se caracteriza, fundamentalmente, por


poner en el centro de interés los aspectos sociales y culturales de la vida de los individuos,
en cuanto que responsables de la constitución psicológica de éstos. Pero existen dos autores
que influyeron aún más si cabe, en la psicología de Lazarus y Steinthal.

De manera muy resumida, y respecto a la relación entre mente y cultura, podríamos decir
que del primero asumieron su insistencia en la determinación social de la constitución
psicológica del individuo; lo que les proporcionó su hipótesis básica: los fenómenos
colectivos deben ser analizados como acontecimientos similares de los que suceden en la
mente individual. Por otro lado, de Humboldt tomaron su defensa de la estrecha relación
existente entre lenguaje, pensamiento y la mentalidad de los pueblos.

Es en este punto en el que nos parece más sugerente las aportaciones de Lazarus y Steinthal
de cara a la constitución de una Psicología Cultural.

Pero, aunque fueron ellos quienes trazaron los objetivos, tareas y principios básicos de
dicha psicología, Wilhelm Wundt, como veremos, fue quien más hizo por su desarrollo,
expansión y difusión.

las dos psicologías de Wilhelm Wundt Como decíamos más arriba, quizá el autor que más
contribuyó al desarrollo de esta visión fue Wilhelm Wundt.

Estas partes siguen sus propias leyes y utilizan su metodología característica. El sistema de
psicología propuesto por Wundt adoptó la estrategia de Mill, esto es, reconocer que están
implicados dos órdenes de realidad diferentes, lo que supone crear dos psicologías, una
apropiada para cada uno. Por una parte, la psicología fisiológica, el estudio experimental de
la experiencia inmediata. Sin embargo, para completar su proyecto, Wundt vio la necesidad
de contar con una segunda psicología, la Psicología de los Pueblos. Entendía que, debido
fundamentalmente a los métodos que utilizaba la primera, se hacía imposible el estudio de
los procesos psicológicos superiores (como el pensamiento o la memoria).

En busca de una psicología de la mente y la cultura a nuestro juicio, el desarrollo de la


Psicología Cultural ha permitido recuperar la Psicología de los Pueblos de Wundt,
especialmente su defensa de la estrecha relación existente entre mente y cultura, mediada
ésta por el desarrollo histórico, y con ello, reconocerle como antecedente de la misma. Esta
es la tradición de la que es heredero uno de los enfoques actuales más importantes de
Psicología Cultural. Nos referimos al enfoque simbólico del antropólogo Richard Shweder
y sus colaboradores. Otras aproximaciones culturales, como la Psicología de Bruner o la
tradición europea de Psicología cultural de Boesch y Eckensberger, aunque no de manera
tan directa, también bebieron de esta segunda línea de pensamiento. Ahora bien, el hecho
de que la psicología asumiera como tarea propia el descubrimiento de los rasgos
universales de la constitución psicológica humana no significa necesariamente que ignorara
la cultura.

No obstante, las intenciones iniciales de esta revolución fueron de algún modo secuestradas
por aquellos que reducían la mente a una máquina. Bruner se sitúa con aquellos que están
preocupados por el hecho de que la transformación de la “psicología cognitiva” en “ciencia
cognitiva” y el creciente énfasis en la reducción de lo cognitivo a lo fisiológico
deshumanice el concepto de mente que la misma revolución cognitiva se había propuesto
rescatar.

Pero esto no es todo. Por otra parte, cuando la cultura se convirtió en tema de investigación,
lo hizo en forma de investigación transcultural. Ahora bien, la mayor parte de este trabajo
se desarrolló en el marco del conductismo metodológico, en el que se concede a la cultura
la categoría de variable independiente. Como hemos señalado anteriormente, la Psicología
Transcultural supone un intento renovado de superar, precisamente, el fracaso de la
Psicología Cognitiva para incluir en sus análisis a los aspectos histórico-culturales como
motor del desarrollo psicológico. Pero es un intento que, al adoptar los términos típicos de
la Psicología Cognitiva y mantener las nociones que ésta defendía sobre ellos, entiende la
relación entre los procesos cognitivos y los aspectos culturales en términos de variables
dependiente e independiente respectivamente.

Partiendo de las críticas a la Psicología Transcultural tradicional de la década de los


sesenta, en un intento de diferenciarse de ella, y como consecuencia de los nuevos
desarrollos de la antropología psicológica, especialmente asociados a las nociones de
persona y self, se agrupan un conjunto de autores que coinciden en defender la necesidad de
una nueva forma de estudiar la relación entre individuo y cultura y de otorgar un papel
central a ésta última (Koch & Leary, 1985).

El posconflicto está de acuerdo con la literatura y el naciente bagaje teórico que se empieza
a dimensionar alrededor del postconflicto, se entiende éste como un período de tiempo en el
cual se superan los conflictos armados, sea parcial o totalmente.

Uno de los parámetros que evidencian escenarios de postconflicto es la disminución de


homicidios por el conflicto armado. Comprender la importancia del fin del conflicto
armado bajo una tendencia de negociación, permite evidenciar con mayor relevancia, esos
parámetros cuantitativos.

En concordancia con los sucesos, es interesante el concepto de Galtunf, para quien los
conflictos entendidos de forma positiva, pretenden un escenario constructivo en cuanto a
generadores de transformación social, a su vez, por la implicación pedagógica que
requieren, ya que posibilita el espacio para enseñar/aprender a gestionar los conflictos. El
autor propone el reconocimiento del “triángulo de la violencia” para interpretar su
dinámica, desde la violencia directa, la violencia estructural que evidencia la existencia de
estructuras injustas que no permiten la satisfacción de las necesidades y requiere planes y
programas para transformar la sociedad y crear el bienestar colectivo.

En la construcción de paz incluye uno de los puntos clave o senda del postconflicto, pero
antes, es preciso identificarlo también como proceso institucional, que desde el método “top
down”, conserva algunas pautas interesantes al debate. Sin embargo, constituida la
estabilidad política a través del postconflicto y desarrolladas progresivamente las sendas del
postconflicto: Reconciliación social y nuevo Diseño institucional, pueden permitirse y
construirse escenarios donde tanto las reformas institucionales, decisiones desde el Estado,
serían tan vitales y congruentes con las opciones que se abordan desde lo local o desde la
ciudadanía, desde las poblaciones que habitan las entidades subnacionales “excluidas”,
incluso desde la mismas víctimas, asumiendo una actitud endógena y no paternalista. Entre
tanto, los procesos de Construcción de Paz dependen de la consolidación del posconflicto,
así sea en algunos territorios, regiones o municipios. La construcción de paz según
Angelika Rettberg (2012) es un proceso en el que las acciones y escenarios, principalmente
institucionales e institucionalizadas, buscan evitar la recaída en el conflicto armado
propiciando el reconocimiento de las causas del conflicto y atendiendo o superando las
consecuencias del mismo. Los principales escenarios de construcción de paz en Colombia
se fortalecen a raíz de la formulación e implementación (top-down) de la ley 1448 del 2011,
con la cual se estructuran los fundamentos de la atención a víctimas, se reconocen los
hechos victimizantes, se priorizan las rutas de atención, los enfoques de derechos y
diferencial, entre otros, la restitución de tierras y restablecimiento de derechos, así como las
bases para la reintegración y la reconciliación social.

En la senda de la reconciliación social, María Lucía Méndez (2011) sostiene que a finales
de los años 90´s en Suráfrica, el tema de la Reconciliación Social, a nivel global toma auge,
por los procesos de post-apartheid que promovieron el reconocimiento de los Derechos
Humanos para los grupos poblacionales y pueblos tribales que reclamaban la visibilización
de sus necesidades y por lo tanto el reconocimiento político y cultural que por años fue
ignorado.

El concepto de Reconciliación según la CNRR (2006) es mirar la realidad por fuera de la


violencia, es fomentar la construcción de las relaciones sociales por medio de una
convivencia pacífica y una proyección de país alejado del conflicto, aportando a la
construcción teórica y teniendo en cuenta los principios desarrollados por el maestro
Orlando Fals Borda, en su concepción de lo que permitiría la construcción de un sistema
geosocio cultural apropiado para la realidad colombiana y que denominó “socialismo
raizal”, y aunque aquí no se trata de proponer la construcción de ese sistema social, sí se
considera interesante contemplar dichos planteamientos para promover las bases de un
escenario territorial y social que se potencialice desde la Artículo de Revisión / Sociología -
Ciencia Política 71 endogénesis, la con textualidad y el trópico, con el único fin de superar
las visiones exógenas y potenciar, de acuerdo al contenido de éste capítulo, la
reconciliación social como proceso para fortalecer las potencialidades humanas, así como
también, fortalecer de las capacidades políticas de las entidades subnacionales “excluidas”,
de las cuales se hablará más adelante, evitando con ello, no repetir los errores del pasado y
caer así nuevamente en el conflicto armado.

En la senda del diseño institucional se prioriza la necesidad de una estabilidad política que
se estructure a partir del proceso de transición hacia el postconflicto y de acuerdo a ello a
partir de un diseño institucional que abarca la construcción de “la redacción constitucional,
la ingeniería de sistemas electorales, la implementación de mecanismos de representación y
participación, la cesión de autonomías y la composición de los poderes del Estado”.

La descentralización y el sistema político ha sido clave en las diversas transformaciones


políticas que los Estados andinos han llevado a cabo en los últimos decenios. Agregan, sin
embargo, que el principal foco de interés en la historia de América Latina, ha estado puesto
en la tradición centralista de la política latinoamericana cuya trayectoria comienza con las
instituciones coloniales. Los autores definen tres partes de la descentralización: la Política
que es la capacidad y posibilidad de que los niveles de gobierno sean conformados o
elegidos por voto popular directo, lo que propiciaría una apertura de nuevos espacios para
la competencia nacional y sub-nacional, entendido esto en que, los espacios de poder se
multiplican. La Económica-fiscal, asignándole recursos propios a los entes sub-nacionales
para el cubrimiento de sus propios gastos y la Administrativa, por lo que se optimizarían los
servicios.

La descentralización y las privaciones políticas subnacionales Según O’Neil (2008) la


descentralización es una reforma o serie de reformas que incrementan el poder político por
medio de la elección de funcionarios sub-nacionales que antes eran designados, pero
también, la descentralización otorga cierto nivel de capacidad autónoma a esos niveles sub-
nacionales que, de no estar preparados para fortalecer dicha autonomía, ésta estará alejada
de las realidades en los territorios.

Las entidades sub-nacionales excluidas: aumento de capacidades políticas La autonomía se


erige como principal determinante de la descentralización, en Colombia es un derecho
amparado en la constitución, así mismo en ésta, se conciben las unidades territoriales que
pueden acceder a dicha autonomía, no solo fiscal sino también política. Las unidades
territoriales en vigencia son el municipio, el distrito y el departamento, pero hay otras tres
entidades que figuran como el principal reto de la descentralización, y que defino como
“entidades sub-nacionales excluidas” las cuales son: las Entidades Territoriales Indígenas
(ETIS), la Provincia y la Región

Las debilidades del sistema político para representar algunos sectores sociales, y su
incapacidad para atender a sus demandas, son a su vez causas próximas/institucionales y
sistémicas/estructurales. Además de la evidente conexión entre la disponibilidad de
recursos ilegales y persistencia de grupos armados en el país, se identifica también
sugerida, una conexión entre debilidad de la democracia y violencia: la histórica
desconexión del sistema político por parte de importantes sectores de la población
colombiana –o surelacionamiento por vías ilegales y redes clientelistas y de cooptación–, y
la incapacidad institucional para promover bienestar y seguridad material contribuyen a la
continuación del conflicto. (Gonzales, 2003).

El concepto de Construcción de Paz incluye uno de los puntos clave o senda del
postconflicto, pero antes, es preciso identificarlo también como proceso institucional, que
desde el método “top down”, conserva algunas pautas interesantes al debate. Como lo
afirman Charbonneau, B y Parent, G. (2012) existe una amplia discusión acerca de los
enfoques “top-down” y “bottom-up” que se orientan en diferente dirección frente a la
preocupación por implementar el proceso de construcción de paz o “Peacebuilding”.
Conclusiones

 El desarrollo de esta actividad nos permitió el reconocimiento del curso, su


estructura general, toda su temática y objetivo de la misma, de tal forma que nos
proporcionó una visión más clara de la psicología cultural.

 Pudimos realizar una consulta permanente a diferentes fuentes documentales


aportadas por el curso, se tomará los apuntes concluyendo un resumen de ella.

 El trabajo colaborativo es de gran aporte a nuestro auto aprendizaje y desarrolla un


habito de trabajo en equipo.

 La psicología cultural puede ser considerada como la heredera de la 2ª Psicología


propuesta por W. Wundt

 El desarrollo de la Psicología Cultural ha permitido recuperar la Psicología de los


Pueblos de Wundt

 El principal foco de interés en la historia de América Latina, ha estado puesto en la


tradición centralista de la política latinoamericana cuya trayectoria comienza con las
instituciones coloniales.

Referencias bibliográficas
Cubero, M. & Santamaría A. (2005) Psicología Cultural una aproximación conceptual e
Histórica al encuentro entre mente y cultura. Recuperado de

http://www.redalyc.org/pdf/799/79902303.pdf

Guerrero, P. (2002). Estrategias conceptuales para entender la identidad, la diversidad y


la diferencia. Ed. Abya Yala. Recuperado de

http://repository.unm.edu/bitstream/handle/1928/10559/La%20cultura%20estrategias
%20conceptuales.pdf

Bastidas, L. (2015) Potencialidades humanas y capacidades territoriales: sendas para el


postconflicto en Colombia. Universidad de Nariño. DESBORDES - Revista de
Investigaciones de la Escuela de Ciencias Sociales, Artes y Humanidades -
UNAD Recuperado de

http://hemeroteca.unad.edu.co/index.php/desbordes/article/view/1867/2082

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