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1
Swanson,
J.
(1997).
Diccionario
de
idiomas
bı́blicos:
Griego
(Nuevo
testamento).
Bellingham,
WA:
Logos
Bible
Software.
cual,
siendo
en
forma
de
Dios,
no
estimó
el
ser
igual
a
Dios
como
cosa
a
que
aferrarse,
7
sino
que
se
despojó
a
sí
mismo,
tomando
forma
de
siervo,
hecho
semejante
a
los
hombres;
8
y
estando
en
la
condición
de
hombre,
se
humilló
a
sí
mismo,
haciéndose
obediente
hasta
la
muerte,
y
muerte
de
cruz.
La
humildad
está
en
el
corazón
del
carácter
cristiano,
ninguna
virtud
es
más
ajena
a
los
caminos
del
mundo.
El
llamado
de
Dios
es
a
la
humildad
y
su
ora
solo
se
puede
realizar
mediante
la
humildad.
Todo
lo
contrario
es
una
obra
del
príncipe
del
este
mundo,
una
característica
de
la
influencia
satánica
es
el
orgullo.
Que
viene
del
corazón
del
mismo
satanás.
Isaías
14.12-‐15
12
!!Cómo
caíste
del
cielo,
oh
Lucero,
hijo
de
la
mañana!
Cortado
fuiste
por
tierra,
tú
que
debilitabas
a
las
naciones.
13
Tú
que
decías
en
tu
corazón:
Subiré
al
cielo;
en
lo
alto,
junto
a
las
estrellas
de
Dios,
levantaré
mi
trono,
y
en
el
monte
del
testimonio
me
sentaré,
a
los
lados
del
norte;
14
sobre
las
alturas
de
las
nubes
subiré,
y
seré
semejante
al
Altísimo.
15
Mas
tú
derribado
eres
hasta
el
Seol,
a
los
lados
del
abismo.
Ezequiel
28.11-‐17
11
Vino
a
mí
palabra
de
Jehová,
diciendo:
12
Hijo
de
hombre,
levanta
endechas
sobre
el
rey
de
Tiro,
y
dile:
Así
ha
dicho
Jehová
el
Señor:
Tú
eras
el
sello
de
la
perfección,
lleno
de
sabiduría,
y
acabado
de
hermosura.
13
En
Edén,
en
el
huerto
de
Dios
estuviste;
de
toda
piedra
preciosa
era
tu
vestidura;
de
cornerina,
topacio,
jaspe,
crisólito,
berilo
y
ónice;
de
zafiro,
carbunclo,
esmeralda
y
oro;
los
primores
de
tus
tamboriles
y
flautas
estuvieron
preparados
para
ti
en
el
día
de
tu
creación.
14
Tú,
querubín
grande,
protector,
yo
te
puse
en
el
santo
monte
de
Dios,
allí
estuviste;
en
medio
de
las
piedras
de
fuego
te
paseabas.
15
Perfecto
eras
en
todos
tus
caminos
desde
el
día
que
fuiste
creado,
hasta
que
se
halló
en
ti
maldad.
16
A
causa
de
la
multitud
de
tus
contrataciones
fuiste
lleno
de
iniquidad,
y
pecaste;
por
lo
que
yo
te
eché
del
monte
de
Dios,
y
te
arrojé
de
entre
las
piedras
del
fuego,
oh
querubín
protector.
17
Se
enalteció
tu
corazón
a
causa
de
tu
hermosura,
corrompiste
tu
sabiduría
a
causa
de
tu
esplendor;
yo
te
arrojaré
por
tierra;
delante
de
los
reyes
te
pondré
para
que
miren
en
ti.
El
orgullo
es
la
tentación
máxima
por
parte
de
satanás,
porque
el
orgullo
está
en
el
corazón
de
su
propia
naturaleza
maligna.
El
orgullo
es
el
pecado
de
competir
con
Dios,
y
la
humildad
es
la
virtud
de
someterse
a
su
gloria
suprema
e
incomparable.
El
orgullos
se
manifiesta
de
muchas
formas,
podemos
ser
tentados
a
tener
orgullo
por
nuestras
capacidades,
nuestras
posiciones
educación,
posición
social,
apariencia
física,
poder
e
incluso
el
conocimiento
bíblico.
Que
el
Señor
nos
ayude
a
no
ser
orgullosos
porque
es
el
principio
de
una
vida
lejos
de
Dios.
Santiago
4.4-‐6
4
!!Oh
almas
adúlteras!
¿No
sabéis
que
la
amistad
del
mundo
es
enemistad
contra
Dios?
Cualquiera,
pues,
que
quiera
ser
amigo
del
mundo,
se
constituye
enemigo
de
Dios.
5
¿O
pensáis
que
la
Escritura
dice
en
vano:
El
Espíritu
que
él
ha
hecho
morar
en
nosotros
nos
anhela
celosamente?
6
Pero
él
da
mayor
gracia.
Por
esto
dice:
Dios
resiste
a
los
soberbios,
y
da
gracia
a
los
humildes.
Salmos
138:6
6
Porque
Jehová
es
excelso,
y
atiende
al
humilde,
Mas
al
altivo
mira
de
lejos.
La
humildad
empieza
por
una
conciencia
correcta
de
nosotros
mismos,
es
decir
ser
honestos
con
nuestros
propios
pecados.
La
humildad
nos
permite
vernos
como
está
nuestro
corazón
frente
a
un
Dios
santo.
Isaías
2.11-‐12
11
La
altivez
de
los
ojos
del
hombre
será
abatida,
y
la
soberbia
de
los
hombres
será
humillada;
y
Jehová
solo
será
exaltado
en
aquel
día.
12
Porque
día
de
Jehová
de
los
ejércitos
vendrá
sobre
todo
soberbio
y
altivo,
sobre
todo
enaltecido,
y
será
abatido;
La
mansedumbre.
La
humildad
por
ende
produce
mansedumbre
πραΰτης
(prautēs)≡
amabilidad,
mansedumbre,
humildad.
gentileza
n.
—
actuar
de
una
manera
gentil,
suave
y
ecuánime.
La
idea
es
un
espíritu
afable
y
controlado,
lo
opuesto
a
toda
actitud
vengativa
y
virulenta.
LA
idea
es
ser
domado
de
todo
tipo
de
rebeldía.
Una
persona
mansa
por
lo
general
es
tranquila,
discreta,
apaciguadora
y
de
buenas
maneras,
además
nunca
es
vengativa
ni
defensiva.
Martin
Lloyd-‐Jones
:
Ser
manso
significa
que
está
por
completo
acabado
y
que
necesita
de
Dios.
Aplicación
Dios
quiere
una
Iglesia
Humilde
y
Mansa,
Dios
quiere
hombres
que
sean
capaces
de
ver
lo
profundo
de
su
pecado,
llorar
hasta
que
sus
fuerzas
se
acaben,
Dios
quiere
ver
hombres
y
mujeres
que
puedan
observar
la
grandeza
de
Dios
y
reconocer
que
fueron
creados
y
no
ellos
a
si
mismos,
disfrutar
al
máximo
de
la
misericordia
de
Dios.
Un
hombre
humilde
siempre
disfruta
y
goza
de
su
salvación.
La
ausencia
de
la
Ira
es
la
característica
mas
significativa
de
nuestra
humildad.
¿Estas
pidiendo
a
Dios
ser
más
manso
e
humilde
como
nuestro
Señor?
2.El
carácter
hacia
los
demás
v.2a
Pablo
comienza
con
otra
virtud
pero
esta
vez
no
es
personal
sino
tiene
que
ver
con
una
actitud
hacia
las
demás
personas,
por
ende
cada
virtud
lleva
a
la
otra.
El
individuo
manso
es
lento
para
insistir
en
sus
derechos.
Se
da
cuenta
que
ante
la
vista
de
Dios
no
tiene
derechos
por
naturaleza.
Todos
sus
derechos
fueron
recibidos
por
gracia.
“En
vista
de
que
Dios
ha
sido
tan
paciente
conmigo,
aun
cuando
ante
sus
ojos
de
santidad
mis
pecados
sobresalen
en
forma
mucho
más
clara
que
las
faltas
de
mi
hermano
ante
mis
ojos,
yo
debo,
sin
lugar
a
dudas,
ser
paciente
con
mi
hermano”.
La
mención
de
la
paciencia
es
seguida
por
la
cualidad
de
soportar
o
ser
indulgente.
2
3
Hendriksen,
W.
(1984).
Comentario
al
Nuevo
Testamento:
Efesios
(p.
200).
Grand
Rapids,
MI:
Libros
Desafio.
Pablo
llama
a
los
creyentes:
resistan
sabiendo
que
esto
ha
de
expresarse
de
la
única
manera
posible
con
el
amor
AGAPE
DE
DIOS.
Romanos
12.9-‐21
9
El
amor
sea
sin
fingimiento.
Aborreced
lo
malo,
seguid
lo
bueno.
10
Amaos
los
unos
a
los
otros
con
amor
fraternal;
en
cuanto
a
honra,
prefiriéndoos
los
unos
a
los
otros.
11
En
lo
que
requiere
diligencia,
no
perezosos;
fervientes
en
espíritu,
sirviendo
al
Señor;
12
gozosos
en
la
esperanza;
sufridos
en
la
tribulación;
constantes
en
la
oración;
13
compartiendo
para
las
necesidades
de
los
santos;
practicando
la
hospitalidad.
14
Bendecid
a
los
que
os
persiguen;
bendecid,
y
no
maldigáis.
15
Gozaos
con
los
que
se
gozan;
llorad
con
los
que
lloran.
16
Unánimes
entre
vosotros;
no
altivos,
sino
asociándoos
con
los
humildes.
No
seáis
sabios
en
vuestra
propia
opinión.
17
No
paguéis
a
nadie
mal
por
mal;
procurad
lo
bueno
delante
de
todos
los
hombres.
18
Si
es
posible,
en
cuanto
dependa
de
vosotros,
estad
en
paz
con
todos
los
hombres.
19
No
os
venguéis
vosotros
mismos,
amados
míos,
sino
dejad
lugar
a
la
ira
de
Dios;
porque
escrito
está:
Mía
es
la
venganza,
yo
pagaré,
dice
el
Señor.
20
Así
que,
si
tu
enemigo
tuviere
hambre,
dale
de
comer;
si
tuviere
sed,
dale
de
beber;
pues
haciendo
esto,
ascuas
de
fuego
amontonarás
sobre
su
cabeza.
21
No
seas
vencido
de
lo
malo,
sino
vence
con
el
bien
el
mal.
Aplicación
Soportar
en
el
Amor
de
Dios
es
un
deber
de
cada
cristiano
verdadero,
si
no
estamos
viviendo
de
esta
manera
es
como
un
hombre
que
toma
para
sí
pero
nunca
da.
El
verdadero
creyente
debe
considerar
su
propio
pecado,
vivir
en
humildad
y
mansedumbre,
por
ende
con
paciencia
soportar
la
falta
de
un
creyente
inmaduro
o
niño
en
fe.
Cuando
en
la
Iglesia
hay
dificultades
es
porque
los
dos
no
han
madurado,
o
no
tienen
a
Dios.
¿En
realidad
eres
hijo
de
Dios?
Proverbios
10.10-‐14
10
El
que
guiña
el
ojo
acarrea
tristeza;
Y
el
necio
de
labios
será
castigado.
11
Manantialde
vida
es
la
boca
del
justo;
Pero
violencia
cubrirá
la
boca
de
los
impíos.
12
El
odio
despierta
rencillas;
Pero
el
amor
cubrirá
todas
las
faltas.
13
En
los
labios
del
prudente
se
halla
sabiduría;
Mas
la
vara
es
para
las
espaldas
del
falto
de
cordura.
14
Los
sabios
guardan
la
sabiduría;
Mas
la
boca
del
necio
es
calamidad
cercana.
¿Estamos
glorificando
a
Dios
con
nuestras
vidas?
¿Estamos
amado
como
Dios
nos
pide?
1
Juan
4.13-‐21
13
En
esto
conocemos
que
permanecemos
en
él,
y
él
en
nosotros,
en
que
nos
ha
dado
de
su
Espíritu.
14
Y
nosotros
hemos
visto
y
testificamos
que
el
Padre
ha
enviado
al
Hijo,
el
Salvador
del
mundo.
15
Todo
aquel
que
confiese
que
Jesús
es
el
Hijo
de
Dios,
Dios
permanece
en
él,
y
él
en
Dios.
16
Y
nosotros
hemos
conocido
y
creído
el
amor
que
Dios
tiene
para
con
nosotros.
Dios
es
amor;
y
el
que
permanece
en
amor,
permanece
en
Dios,
y
Dios
en
él.
17
En
esto
se
ha
perfeccionado
el
amor
en
nosotros,
para
que
tengamos
confianza
en
el
día
del
juicio;
pues
como
él
es,
así
somos
nosotros
en
este
mundo.
18
En
el
amor
no
hay
temor,
sino
que
el
perfecto
amor
echa
fuera
el
temor;
porque
el
temor
lleva
en
sí
castigo.
De
donde
el
que
teme,
no
ha
sido
perfeccionado
en
el
amor.
19
Nosotros
le
amamos
a
él,
porque
él
nos
amó
primero.
20
Si
alguno
dice:
Yo
amo
a
Dios,
y
aborrece
a
su
hermano,
es
mentiroso.
Pues
el
que
no
ama
a
su
hermano
a
quien
ha
visto,
¿cómo
puede
amar
a
Dios
a
quien
no
ha
visto?
21
Y
nosotros
tenemos
este
mandamiento
de
él:
El
que
ama
a
Dios,
ame
también
a
su
hermano.