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La leyenda de mi familia

Hace mucho años mi familia tenía un pistaco que era mi tatarabuelo, que mataba gente para ganar
dinero con el aceite que tiene adentro la persona, pues el tenia odio a todos las individuos que pasaban
sobre él, ya que su esposa murió de diez disparos y fue por un pistaco. Después de la muerte de su
esposa él se juró que el mismo mataría a todos lo que vea, aparte que él trabajaba en ello todas las
noches en la sierra, Huancavelica en la ciudad de lircay. Era muy ambicioso con lo que quería, solo él
pensaba en él y sus cervezas, era una persona mala, tenía sus defectos como persona. Él tenía cinco
hijos, Teofilo, Daniel, Carlos, Roberto y Juana. Él solo no podía sacar a sus hijos adelante. Él pensaba
que la vida era así, que todo se compraba con dinero.

Un día sus cinco hijos se escaparon por los bosques, se dividieron por lo que su papá les maltrataba,
por esa razón decidieron escaparse de casa, se cansaron con lo mismo de siempre, cuando mi
tatarabuelo se dio cuenta que sus hijos no estaban en la casa, decidió buscarlos por todas las partes ,
todas las amanecidas , después de dos días, encontró a sus tres hijos menores salvos, pero sucios,
dañados, su padre les golpeo duro en la casa, después fue por la busca de sus dos hijos mayores, como
ellos fueron inteligente fueron a un establo a ocultarse. Entonces su papá siguió buscando hasta
encontrarlos. Al siguiente día, los dos niños decidieron regresar a casa, por el hambre que tenían y
pues ya era de noche el padre fue a trabajar y escucho sonidos de que alguien caminaba, los hijos
estaban confiados, el padre se acercó, calculó en donde estaba las personas y les disparó a los dos, al
acercarse y verlo, pudo ver que el mismo mató a sus dos hijos mayores y sufrió bastante, los enterró
solo sin que se entere sus tres hijos menores.
Cuenta la leyenda que, aunque han pasado varias décadas, el tatarabuelo todavía su alma permanece
en mi casa. Hay quien incluso asegura mi madre de a verlo visto hablar en sus sueños mientras que el
contempla su tristeza como la vida que quito a sus dos propios hijos.

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