Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
CAPITULO 1
- La forma de Estado es una categoría política que alude a los modos específicos de relación
del Estado con la economía y con la sociedad definiendo las coaliciones sociales y políticos
que lo sustentan su naturaleza política el carácter de sus instituciones su sistema legal y
sus tipos de políticas.
- El Estado peruano del siglo XIX no tuvo un definido cuerpo organizativo ni una
vertebración institucional. Los intereses públicos no estaban separados de los
intereses privados: existía una tensión entre el patrimonialismo de los caudillos y los
poderes feudales del gamonalismo.
- El Perú del siglo XIX no tuvo una élite vigorosa y unificada ni instituciones políticas y
estatales que reemplazaran a las que habían organizado el orden colonial. Los
criollos —tanto los aristócratas como los de la clase media— no lograron constituirse
en una élite alternativa a la élite colonial ni tuvieron por eso mismo la capacidad de
crear las instituciones necesarias que contribuyeran a la organización de una relación
directa centralizada e individualista de la autoridad y al establecimiento de un orden
político estable.
El Estado oligárquico y la ciudadanía: patrimonialismo, mediaciones, faccionalismo
y exclusión total
- La política del siglo XX dejó de ser la arena movediza en la que disputaban los
ambiciosos caudillos militares que buscaban mantener la ficción de la unidad de
una sociedad fragmentada y feudalizada y de un territorio heterogéneo difícil e
incomunicado para devenir una forma relativamente institucionalizada de
construcción del orden político.
El Estado oligerquico fue la forma política e institucional más o menos centralizada que
asumió el Estado en los países periféricos en la fase capitalista de exportación de
materias primas y alimentos cuando esta estuvo en manos de las élites señoriales.
Existían principios normativos que restringían la acción legítima del Estado dentro de
los límites impuestos por el concepto de unidad orgánica, El primer principio llamado
de coordinación, establecía que cualquiera fuera forma, el Estado debía proponerse
como finalidad la consecución del bien común. El segundo principio llamado de
subsidiaridad, establecía que no obstante que el Estado era la comunidad política más
perfecta todas las partes componentes tenían su función dentro del todo orgánico.
Mediante estos principios el estatismo orgánico tomaba distancia tanto del liberalismo
como del socialismo estatista. Por un lado, la prioridad de la comunidad política y la
responsabilidad del Estado en la búsqueda del bien común implicaban fuertes
imitaciones sobre la legitimación del Estado para actuar como propietario de los
medios de producción y como planificador de la economía.
Tres fuerzas poderosas se unieron para demoler al Estado: Los grupos financieros
internacionales, el terrorismo y el populismo irresponsable.
CAPITULO 2
ESTADO Y CIUDADANIA MULTICULTURAL
Los mayores logros del proyecto educativo civilista se obtuvieron entre 1905 y1920
justamente el periodo de la República Aristocrática. En ese lapso la población creció
en un 22% pero el número de escuelas se duplicó, el número de maestros se triplicó y
la matrícula de los alumnos pasó de 85 mil a 196 mil. El crecimiento fue pues mayor
en la sierra que en la costa. Probablemente los blancos y los mestizos estaban
sobrerrepresentados y el resto subrepresentado con respecto al porcentaje real de su
respectiva población.
Pese a los avances logrados la presencia de la escuela en el campo era todavía débil.
El censo de 1940 confirmó esta idea y mostró que el proyecto civilista y las políticas
educativas de los gobiernos que vinieron después no habían sido del todo exitosos. En
los departamentos en donde se habían hecho los mayores esfuerzos y gastos los
resultados no eran muy alentadores. Al parecer los avances más auspiciosos de la
costa tenían que ver con la existencia de numerosos colegios secundarios en esta
región casi todos ellos en manos privadas. La población alfabeta mostró cierto
progreso.
Los resultados del método de Arguedas fueron relativamente positivos desde una
perspectiva cuantitativa. El crecimiento fue vertiginoso: En el cuarto de siglo que medió
entre 1940 y 1965 los principales indicadores educativos se multiplicaron por cuatro o
más veces mientras que el crecimiento de país no llegó a duplicarse.
Pero el dato más relevante de los resultados del nuevo proyecto educativo fue el
crecimiento acelerado de la educación secundaria y de la superior. La explicación
radica en la intervención del Estado en un campo que anteriormente había estado en
manos casi exclusivamente privadas decretando la gratuidad de los tres primeros años
y masificando de ese modo la educación secundaria. Lo nuevo de esta etapa es el
crecimiento de los colegios secundarios en la sierra: cada provincia de esta región
tenía por lo menos un colegio secundario. Los mestizos accedieron a la educación
secundaria y aquellos sectores indígenas que tuvieron igual acceso fueron
considerados igualmente mestizos en términos culturales. El analfabetismo además
era mayor en las mujeres que en los hombres: dos de cada tres analfabetos eran
mujeres en 1961.
La política de reconocimiento
Tres son las diferencias fundamentales. En primer lugar, el reconocimiento oficial del
quechua hacía posible que dicho idioma fuera más allá de la escuela y se extendiese a
la justicia y a otras áreas del Estado. En segundo lugar, la utilización del quechua era
como el mismo Arguedas lo reconocía una estrategia de educación y de
homogeneización cultural no forzada esto es era una forma de lograr la
castellanización por métodos no impositivos. En tercer lugar, el velasquismo no
pretendía un país castellanizado sino un país bilingüe.
El bilingüismo presentaba sin duda muchas dificultades las más importantes de las
cuales eran la acelerada castellanización del mundo andino la diversidad dialectal del
quechua y sobre todo la resistencia del mundo criollo hispanohablante a aprender el
quechua.
Pese a las grandes aspiraciones del proyecto los recursos económicos dedicados al
sector educativo no estuvieron a la altura de esa ambición. En la segunda fase del
gobierno militar el gasto público. En realidad, la educación comienza a perder prioridad
si se analiza el gasto público a partir de 1968:
Casi es un consenso hoy en las ciencias sociales que desde los años cincuenta la
población indígena inició un camino cultural propio que Aníbal Qunano ha llamado la
cholificación y que a diferencia de las dos estrategias estatales anteriores fue una
opción de los mismos campesinos indígenas. Se trata de una estrategia de
aproximación a lo que hoy existe como una comunidad política nacional redefiniendo
su propia identidad indígena sin asumir totalmente la identidad de la cultura criolla
occidental sino dando lugar a una identidad nueva: el cholo.
Ha sido Aníbal Qunano sino el primero uno de los primeros sociólogos que prestó
especial atención a lo que él llamó la emergencia del grupo cholo en la sociedad
peruana. La cholificación misma que toca a un sector es una cultura de transición.
Por los años 50 surge un sector nuevo que los antropólogos comenzaron a llamar
cholo.
Lo que diferencia a los cholos de los otros grupos étnicos es el desempeño de ciertos
roles, el bilingüismo, una vestimenta occidentalizada, el alfabetismo y un nivel
elemental de educación, la migración permanente y ciertos patrones urbanos de
consumo. Los cholos ocupan una posición ambigua pues procediendo de la población
indígena tienden a diferenciarse de ella y asumiendo elementos de la cultura criolla no
se identifican con ella. Los cholos combinan criterios étnicos con criterios de clase en
su propia constitución como grupo.
La política de reconocimiento
CAPITULO 3
En el Perú y América Latina no existe solo el ciudadano liberal. Existe también otros
tipos de ciudadanos como producto de coexistencia y la combinación de varias
matrices culturales: el patrimonialismo, el comunitarismo, el republicanismo y el
liberalismo.
comunismo, por lo contrario, afirma que el individuo solo es una utopía y que el existe
en medida que integra la comunidad que viene a ser la realidad primordial, considera
que el estado garantiza la armonía de los que conforman la comunidad política.
el republicanismo defiende el bien común, aun a costa del sacrificio de los intereses
particulares
el patrimonialismo es la apropiación privada de lo público y su administración como un
asunto privado.
Entre estos dos polos se encuentran dos tipos de ciudadanos que combinan y
demandan funciones del Estado aparentemente opuestas. Un tipo intermedio que
sostiene que la principal función del Estado es “lograr que todas las familias tengan
ingresos suficientes” y que la segunda función mas importante es “hacer que funcione
la competencia para que las personas consigan ingresos” o “garantizar la libertad
individual”. Aquellos ciudadanos que sostienen tanto la función distributista-
competitivista (opción del mercado) como la función distributista-liberal (protección de
la libertad) pueden ser llamados estatistas liberales. Ellos demandan mas Estado para
que cumpla una función de distribución con la ciudadanía y al mismo tiempo postulan
la vigencia del mercado o la protección de la libertad. Existe un cierto nivel de
asociación entre la demanda de un determinado tipo de funciones del Estado
(estatistas, comunitaristas, de competencia económica, de liberalismo político) o de
combinaciones de estas con el nivel educativo, el nivel de ingreso y la clase social. Los
ciudadanos estatistas comunitaristas tienen menores niveles de educación y de
ingreso y tienden a pertenecer a los estratos sociales populares y pobres. Los liberales
y los que tienen algún componente liberal en su cultura política, por el contrario, tienen
un más alto nivel educativo y de ingreso y pertenecen a los estratos medios y altos.
Los estatistas liberales se reclutan de entre las diversas clases y estratos sociales.