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OBELISCO
Hay unas pocas ciudades en el mundo que tienen un diseño extraño, se diría
masónico tanto en su trazado como en sus monumentos públicos, colocados en
lugares estratégicos y energéticos.
La ciudad de Washington es una de esas ciudades, otras similares son París, Londres,
Roma y hasta el mismo Vaticano tienen obeliscos, pirámides y estatuas inquietantes,
estratégicamente ubicadas. Curiosamente fueron y son capitales y sedes del Poder
con mayúsculas.
La ciudad de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, tiene también una disposición
masónica que es para otro artículo, y la ciudad de Buenos Aires le sigue en cuanto a su diseño,
a partir de 1880 momento de la federalización de la capital de la República
Argentina, encabezado por el primer Intendente Municipal Torcuato de Alvear.
Pero, el Obelisco, colocado en 1936, quiebra la línea energética entre la Casa Rosada y el
Palacio de Tribunales, acortando el triángulo. No es tampoco por casualidad que para
erigir el Obelisco masónico se demolió la antigua Iglesia de San Nicolás de Bari,
construida en 1733 y demolida en 1931, lugar donde casualmente flameó la bandera
argentina por vez primera, el 23 de agosto de 1812.
Se destruyó un templo sagrado e histórico para construir lo que sería la destrucción del
país, un Obelisco horrendo que es como una aguja clavada permanentemente en la
sien, generando dolor y sufrimiento. Además, su construcción, no estuvo a cargo de
argentinos, sino a cargo de la compañía inglesa Siemens, Bawnion, Geope, Green &
Bilfinger, que tardó apenas cuarenta días en construirlo con más de 150 obreros que
trabajaron en dos turnos. Incluso hubo en la obra, una muerte de un italiano que trabajaba en
el Obelisco, de apellido Cosentino.
En el esoterismo se acepta que los edificios atraen y generan las energías que representan.
Todos los escudos, banderas, señales, signos, obeliscos, edificios de culto, de poder o
conmemorativos, incorporan elementos escultóricos, gráficos y trazados geométricos
que como símbolos y mensajes secretos, impactan siempre en el inconsciente colectivo de
los pueblos con propósitos e intenciones muy precisos.
Obelisco egipcio en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano.
Desde la antigüedad, los sabios guías y conductores de las grandes culturas de la humanidad,
conocieron y aplicaron conocimientos secretos para elegir los sitios en donde fundar
sus ciudades y establecer dentro de ellas las sedes de los edificios simbólicos más
representativos.
Es imposible pensar que el desarrollo alcanzado por Roma en sus primeros siete siglos fuera
obra de la voluntad humana. Es como si en el momento determinado y elegido para la
consagración de Roma, se hubiera lanzado una flecha hacia el futuro con un destino
determinado preciso y el cual de manera inconsciente fuera realizado por las sucesivas
generaciones que la habitaron. Ha sido tan potente el impulso dado en su fundación, que
a pesar de la caída del Imperio Romano en el año 476 después de Cristo, ése mismo
sitio geográfico fue elegido y ocupado por la Iglesia Católica para instalar su sede
Vaticana.
Plaza de los Tres poderes en Brasilia, donde se reúnen los máximos dirigentes del país vecino.
Con ese conocimiento llegaron a estas tierras del Plata algunos inmigrantes insignes que
intervinieron secretamente en la ubicación geo-urbana de las TRES SEDES DE LOS
PODERES DEL ESTADO en la Ciudad de Buenos Aires. Trataré de explicarlo en forma sencilla.
El triángulo descubierto por el arquitecto Urría, tiene al este, la Casa Rosada; al norte, el Palacio de Tribunales y
al oeste, el Palacio del Congreso, en el centro la sede de la Masonería. Obsérvese como el Obelisco quiebra la
línea que une los poderes Ejecutivo y Judicial. -- Hacer clic en la imagen para ampliarla.
Este Gran Triángulo formado por las Tres Sedes de los Poderes del Estado en un hecho sin
duda excepcional. Conforman una armonía geométrica que difícilmente se pueda hallar
en otra ciudad en el mundo. Ni siquiera la ciudad de Washington, capital de los Estados
Unidos de América, posee tal cualidad, pese haber sido diseñada por Maestros Arquitectos
Masones, y en donde el arquitecto L’Enfant crea el llamado Triángulo Federal, conformado
por la Casa Blanca, el Capitolio y el Monumento a George Washington. Ni tampoco en
la ciudad de Brasilia el diseño de la Plaza de los Tres Poderes, obra del arquitecto Oscar
Niemeyer, en donde los edificios de los tres poderes del estado conforman entre sí un
triángulo de tres lados iguales, equilátero.
Sala de ingreso a la sede central de la Masonería argentina.
Pero he aquí un hecho casi secreto. En el año 1857 se construye la Sede de la Masonería
Argentina en la hoy calle Teniente General Juan Domingo Perón en el número 1242
de la misma.
Y aquí está el quid de la cuestión. Veamos la secuencia de las construcciones: En el año 1873
comienza la construcción de la Casa Rosada, en el año 1897 comienza la
construcción del Congreso Nacional y en el año 1890 comienza la construcción del
Palacio de Tribunales.
Volviendo a la geometría. En todo triángulo hay un solo punto desde el cual es posible trazar
una circunferencia tangente a sus tres lados. ¿Y en donde se ubica ese punto en el Gran
Triángulo…? Pues en donde está ubicada la Sede de la Masonería Argentina, en el número
1242 de la calle Teniente General Juan Domingo Perón. Edificada en el año 1857 cuando
aún ni se habían elegido los sitios que ocuparían las sedes de los Tres Poderes del Estado. Es
decir, pareciera que la Masonería Argentina digitó a sabiendas y muy secretamente la
ubicación de las Tres Sedes de los Poderes del Estado, y que desde su sitio dentro de
este Gran Triángulo monitorea simbólicamente su coordinación energética.
Iglesia de San Nicolás de Bari, construida en 1733 y demolida en 1931 para construir en
su lugar al infame Obelisco.
Este Gran Triángulo es de una armonía espectacular, tanto desde el punto de vista geo-
urbano como desde el punto de vista simbólico-esotérico.
Retomando al Gran Triángulo, si tomamos el ángulo con vértice en la Sede del Poder
Legislativo, el Congreso de la Nación, y a ése ángulo lo dividimos en tres partes, es decir, si
trazamos la trisección de este ángulo, una de las líneas se dirige hacia exactamente el
cateto opuesto que une la sede del Poder Judicial con la sede del Poder Ejecutivo,
precisamente al lugar en donde está ubicado nada menos que el Obelisco de Buenos
Aires. Geométricamente es impecable.
En conmemoración de los primeros 400 años de la fundación de la ciudad de Buenos por Juan
de Garay en 1536, se inaugura el día 23 de Mayo de 1936 a las 15 horas el Obelisco de
Buenos Aires en intersección de las Avenidas 9 de Julio y Corrientes. En el mismo lugar en
donde se encontraba la Iglesia consagrada a San Nicolás de Bari, que fue demolida y
en donde se había izado por primera vez en la ciudad la Bandera Nacional el 23 de
Agosto de 1812. Se reemplaza entonces un edificio religioso con una construcción,
digamos pagana.
Curiosamente, el Obelisco de Buenos Aires tiene una escalera interna de nada menos 206
escalones, que es la misma cantidad de huesos que contiene el esqueleto humano
(206), por lo que se puede inferir que nos plantaron un hito de muerte a todos los argentinos.
En ese mismo lugar a la sazón, los radicales pugnaron por colocar un busto en homenaje a don
Hipólito Irigoyen, fallecido en el año 1933.
El Obelisco de Buenos Aires, desde 1936 emanando oscuridad sobre la Argentina.
Y esto es de gran importancia para nuestro análisis. Con la construcción del Obelisco,
intencionalmente se practicó una punción en el lugar, es como haber hincado una
gigantesca cuña o un enorme clavo en el perímetro de este triángulo armónico y
precisamente en un punto crítico, de tal modo de impedir su maravilloso equilibrio y
funcionamiento energético.
Fundamentalmente, con una especie de acupuntura urbana se crea una anomalía geo-
patógena, es decir un punto de disociación inarmónica que afecta el equilibrio del
Gran Triángulo que conforman los Tres Poderes del Estado.
Podría emularse como si fuera una astilla o espina que se clavara en nuestra piel y que
de inmediato surgiera una molesta irritación cutánea, o como si tomáramos una hoja de
papel y sobre ella claváramos la punta de un lápiz, su superficie se deformaría. Valga la simple
comparación para ejemplificarlo de un modo sencillo.
Por otra parte, la aparente calma institucional hasta el golpe de 1930 tiene su correlación con
el suceder posterior al año 1936, en donde la secuencia de interrupciones
constitucionales comparativamente es alarmante.
Aquí quiero dejar en claro en este análisis mi certeza de la inocencia del arquitecto Alberto
Prebisch, autor de la obra, en la intención oculta que conllevaba su construcción. Cabe
agregar que el arquitecto Prebisch calificó a su obra como un monumento, y estuvo en
desacuerdo en llamarla obelisco.
1936 + 19 = 1955 caída del Gobierno del Gral. Perón. Revolución Libertadora. Persecución al
peronismo. Odio.
1955 + 19 = 1974 muerte del Gral. Perón. Subversión marxista y acciones contrainsurgentes.
Odio.
1974 + 19 = 1993 Pacto de Olivos y Reforma Constitucional. Inestabilidad institucional. Odio
disimulado.
1993 + 19 = 2012… otra vez el Odio se hace presente y a la vista de todos y sin tapujos.
Entonces, los ciclos iniciados en el año 1936 con la inauguración del Obelisco emergen
en odio cada 19 años. Esto sucede en forma secuencial e independientemente de los
aconteceres histórico-políticos que suceden en sus interregnos y lo que aparenta ser
recurrente a simple vista.
Por lo tanto, la conclusión frente a este análisis del Obelisco de la ciudad de Buenos Aires, es
que el Obelisco es un hito perturbador de la armonía institucional que conforman
urbanísticamente las Tres Sedes de los Poderes del Estado.
Podría decirse que estas construcciones son nodos de poder, o sea, centros que crean un campo energético que
resuena a una cierta frecuencia energética, y tienen un nivel vibracional que aumenta o disminuye de acuerdo a
la particular situación geográfica, geométrica y arquitectónica del edificio.
“Lo que yo he estado investigando es como las sedes de las instituciones muchas veces se encuentran
interrelacionados entre sí, en un sencillo sistema geométrico, es la aplicación de esa geometría que hemos
estudiado en la escuela primaria y el secundario, relacionando los edificios institucionales o también de edificios
públicos e instituciones civiles. En el caso de la ciudad de Buenos Aires tenemos que la masonería colocó en
forma de un gran triángulo a los tres poderes del Estado, vinculó la Casa Rosada, sede del Gobierno nacional
que era el antiguo Fuerte de Buenos Aires, el Palacio de Tribunales y el Palacio Legislativo o Congreso Nacional,
construyendo en el centro exacto del triángulo a la sede de la Gran Logia Masónica. Es el único punto donde se
puede trazar una circunferencia con tangente en los tres lados del gran triángulo, es un hecho muy
llamativo”, dijo el arquitecto.
“En el ángulo donde está el Palacio Real, si se hace una trisección, una de las líneas va
directamente al Banco de Inglaterra, y la otra línea va a la Torre de Londres, esto es
una planificación de mucha precisión y no es que encontraron un baldío y edificaron. Tiene una
precisión de trazado muy llamativa. Si yo marco a la Gran Logia de Inglaterra, veo que
está en un mismo círculo con la Catedral de Westminster. En ese ángulo que conforman
con centro en el Palacio Real con una línea a la sede masónica y otra a la catedral, la bisectriz
exacta va al Parlamento británico. Acá hay una geometría perfecta. Los ingleses van a
aplicar esto en Buenos Aires, pero en contra de los argentinos”.
La sede masónica
Una vez que la masonería ya tenía determinado donde irá a estar su sede en Buenos Aires,
“edifican su templo en el año 1858 en la calle Cangallo al 1200, y lo terminan
inaugurando en 1862. Pero aún no se había construido las sedes del Congreso
Nacional y del Palacio de Justicia. Entonces los masones edifican un rectángulo
imaginario apoyándose en la iglesia de Balvanera, en la catedral metropolitana con
una línea recta y mediante un trazado muy antiguo, de Euclides, ya que son dos
cuadrados exactos, determinan la media de extrema razón del segmento que une la
Catedral metropolitana con la iglesia de Balvanera. Ese punto pasa exacto donde ya
está el templo masónico, pero en el cruce donde se unen las dos circunferencias con
la diagonal, allí está el Parque de Artillería, que será en el futuro el Palacio de
Tribunales. Es llamativo que trazando una línea paralela desde donde estará ubicado
el Palacio de Justicia siguiendo por la catedral Metropolitana y el Edificio de Estudios
Jesuitas, y la catedral Anglicana da justo donde estará la sede del Congreso de la
Nación, que en ese lugar estaba el antiguo mercado de los hermanos Spinetto, donde
se transa, se arregla, se habla ¿y qué se hace hoy en el Congreso? Se transa, se
arregla, se habla…”, (risas).
“Otro problema serio a nivel energético es la Casa Rosada, que son tres casas en una, edificadas donde antes existió el
Fuerte, luego fue el Correo, luego la Aduana. Es un edificio que no es simétrico, es la única casa de gobierno del
mundo que no tiene una arquitectura simétrica. La entrada principal es sobre Leandro Alem y la entrada a la
Plaza de Mayo es una entrada secundaria, esto es a propósito”, aseguró Urria.
Consultado sobre el tiempo que le ha llevado esta investigación Urria respondió que comenzó
hace muchos años estudiando el trazado de las catedrales góticas, en el año 1984 ya
tenía la síntesis de la manipulación arquitectónica en Buenos Aires. “Con la ayuda de
un escritor francés con el que me carteaba, en los años 70´, él me fue orientando y
años después pude decodificar con mucha precisión el trazado de la cuadratura del
círculo. Una circunferencia equivalente a un cuadrado y a su vez se puede hacer en
viceversa.
“No es casual esto, hay demasiada geometría aplicada, no es que encontraron en Once la calle Pasteur y construyeron
un edificio, y la sinagoga se hizo porque era un lindo espacio. Aquí hay un estudio muy serio y con una
intencionalidad, esto no es casualidad. Acá hay una lucha oculta entre los maestros anglo masones y los Sabios de
Sión para apoderarse de la Argentina. Es un problema interno de ellos, nosotros acá somos los convidados de
piedra, los ciudadanos de la república somos el pato de la boda. La interrelación geométrica de los puntos
geourbanos que yo he podido verificar no es casualidad”, aseguró el arquitecto.
“Los ingleses, al verse perjudicados por estas dos construcciones, graciosamente nos donan
en 1910, para el Centenario de la Patria, la Torre de los Ingleses. Se inaugura en
1916, y tiene en su estructura cuatro relojes que son la réplica exacta del Big Ben.
¿Para qué ponen esto aquí los ingleses, en un sitio que en 1910 era un páramo? Lo
hicieron para neutralizar a la sinagoga Libertad y a la AMIA. Esto es geometría
exacta”, enfatizó.
Prosiguió Urria, “la contramedida sionista fue ubicar la gran sinagoga de la calle Paso que
se inaugura en 1931, el trazado es exacto. Es geometría pura, trazaron una bisectriz
entre la sinagoga y el Poder Ejecutivo y se llevan puesto el templo masónico de la
calle Perón 1242. Esto no es casual”, enfatizó el arquitecto.
El arquitecto Urria mostró fotos aéreas del Palacio de Hacienda que tiene agujeros diseñados
ex profeso, “es un agujero negro por donde se van los capitales del país, no hay modo
de salir de esto, en este edificio, porque está sujeto al esquema inglés. Estudié los
edificios de los ministerios de Hacienda en Londres y los de París y están bastante
bien armonizados. Mientras no se mueva el ministerio de Economía a otro edificio,
nada va a cambiar”.
Respecto al edificio del Banco Nación fue concebido por Bustillo para funcionar como teatro, allí estuvo el primitivo
teatro Colón. “Tiene otra raíz telúrica. Es una maravilla, es un precioso edificio que se debe conservar. El Banco
Nación tiene una cúpula que lo cubre, en cambio el ministerio de Hacienda tiene un hueco supuestamente para
que entre el aire y la luz pero por ahí se va el dinero de los argentinos. Un amigo de Buenos Aires, Claudio
Ardohain, experto en geobiología, me dijo que con una cúpula se podría neutralizar bastante el Ministerio de
Hacienda”.
El arquitecto Urria analizó también las sedes de las embajadas y de los partidos políticos en la Capital Federal, “vemos
que los chinos para su sede se fueron a una zona donde no hay embajadas, en la calle Crisólogo Larralde, ellos dicen
que lo eligieron porque hay muy poco tránsito y casas bajas, pero el verdadero motivo es que el lugar tiene un muy
buen Feng Shui y la línea recta pasa sobre la Embajada Británica. Estas cosas no son casuales. El trazado chino
pretende someter al poderío inglés en la Argentina”.
Sobre la sede del gobierno de la ciudad dijo lo siguiente: “La sede de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires comenzó a
ser edificada en 2013 pero en el año 2010 se proyectaba colocar allí la nueva sede del Banco de la Ciudad de Buenos
Aires, pero en definitiva el arquitecto Sir Norman Foster, inglés, termina diseñando la sede de la Ciudad
Autónoma. Este arquitecto coloca la sede de gobierno en un lugar que forma un ángulo recto con un cateto
directo a la Casa Rosada y el otro cateto a la Embajada China y el ángulo es de 90 grados exactos. Acá no hay
chiste, esto no es casual. También se percibe un ángulo de 52° que va directo a la Embajada británica. Foster
también une la Torre de los Ingleses con la sede de la Ciudad Autónoma pasando por el nefasto Obelisco de
Buenos Aires, que tiene en su interior una escalera de 206 escalones, la misma cantidad de huesos del esqueleto
humano. Los ingleses nos clavaron un muerto en el año 1936”.
“Entonces, podemos observar que la planificación de Mauricio Macri para ser presidente
empieza a ser manejada de otro modo, vemos que el PRO en el año 2013 instala su sede
en la calle Balcarce 412, casi esquina a la avenida Belgrano. Si se traza una línea
hasta la sede nacional del Partido Justicialista en calle Matheu 130, la misma línea
también pasa por la sede de la Unión Cívica Nacional, en calle Alsina casi la Avenida
Entre Ríos y no debe confundirse con la sede de la UCR en la calle Tucumán que es la
sede de la Capital, los tres partidos mayoritarios alineados. Esto es muy llamativo y
nada casual, porque a partir del año 2013 estos dos partidos (UCR y PJ) están
liquidados. Esto es geometría pura, la bisectriz PRO-UCR-PJ resulta de los lados PRO
ó Sinagoga Libertad y PRO ó Nueva Sede de Gobierno de la Ciudad Autónoma de
Aires, y una sub-bisectriz va directa desde la sede del PRO a la AMIA, como si
existiera un pacto del PRO con el rabinato”, denunció el arquitecto y agregó: “Una vez
que el PRO gana las elecciones y se instala en la Casa Rosada el 10 de diciembre de
2015, mirando el mapa de la ciudad de Buenos Aires y las relaciones geométricas
uno llega a la conclusión de que todo encaja. No se puede negar”.
Llama la atención que los tres poderes del
Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), el
Banco Central, el Banco Nación, el Ministerio
de Hacienda y la sede del PRO estén
alineados en la misma circunferencia.
En otro gráfico el arquitecto mostró una gran circunferencia que une las tres sedes de los poderes del Estado, y en
la que se encuentran el Banco Central, el Banco Nación y el Ministerio de Hacienda y ¡oh casualidad! la sede del
PRO en calle Balcarce 412 casi la Avenida Belgrano desde el año 2013 y alineada de tal modo que con lo que se
puede inferir que esto no es casual. “Todo dispuesto de este modo, va a colapsar”, vaticinó Urria.
La solución que debería tomarse es “instalar la Casa Rosada en otro lugar de la Capital
Federal, un lugar estratégicamente elegido y todo este esquema se desmorona. Y
además hay que demoler el Obelisco, idea que tuvo el intendente Goyeneche con la
aprobación de la legislatura pero no lo dejó el presidente Roberto Ortiz, que era
masón. Una vez eliminado esto y la sede de la masonería, toda esta planificación
deja de tener sentido”, aseveró Urria.
“El único que podría atreverse a hacer estos cambios sería el Hombre de Gris que cita
Benjamín Solari Parravicini o el Hombre del Norte que cita Don Orione”, comentó
Urria.