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América I
ISBN 950.057.003.3
Es casi imposible no notar las circunstancias tan curiosas, magnificas o hasta aterradoras y
fatídicamente tétricas, que conllevan, de una u otra manera, a formar el carácter humano, y
como de vez en cuando las circunstancias adversas se prestan en servicio de la reflexión y
el análisis de este “transcurso”. March Bloch el destacado historiador, medievalista, y no
creo equivocarme al decir exclamativamente ¡francés!, pudo en sus últimos días redactar;
interrumpida y fascinantemente, su obra Apologie pour l'histoire ou métier d'historien, ,
traducido originalmente como apología para la historia u oficio del historiador, traducido en
múltiples ocasiones como Introducción a la historia, es un libro fundamentalmente
reflexivo que además sintetiza y tantea, por así decirlo, las formas esenciales planteadas en
conjunto con su amigo Lucien Febvre, para conformar esta aparente evolución en la
historiografía que se dio en el siglo XX y que mal que bien ha seguido siendo un arquetipo
fundamental por medio del cual el estudio histórico se ha conformado, que además es el
“eco” eterno surgido de la inconmensurable experiencia y de la consciencia del mismo
Bloch.
Bloch formula de manera especifica un detalle de el estudio histórico “El historiador se halla
en la imposibilidad absoluta de comprobar por sí mismo los hechos que estudia”, ante todo se
refleja la relatividad de la perspectiva histórica, la constante necesidad testimonial,