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2019

FORMACION DE LA
CONCIENCIA Y PRAXIS
ETICO –AXIOLOGICA
DOCENTE

DOCENTE : Mscg. Normán


ESCUELA ACADÉMICA :
Idiomas
ESTUDIANTE: Heidy Teresa
Morales Mondragón
CICLO: VI

TARAPOTO-2019
ÍNDICE

1. INTRODUCCION……………………………………………………... Pág.
2. CONCIENCIA…………………………………………………………. Pág.
2.1. CONCEPTO DE CONCIENCIA…………………………………… Pág.
2.2.CONCIENCIA MORAL ……………………………………………… Pág.
2.3.¿CÓMO DIRIGE LA CONCIENCIA LA CALIDAD DE LAS ACCIONES
HUMANAS?............................................................................................. Pág.
2.4.FORMACION DE LA CONCIENCIA ……………………………… Pág.
3. PRAXIS ETICO-AXIOLOGICA DEL DOCENTE …………………… Pág.
3.1. ÉTICA ………………………………………………………………… Pág.
3.2. ÉTICA EN UN CENTRO EDUCATIVO…………………………… Pág.
3.3.AXIOLOGÍA DEL DOCENTE ………………………………………. Pág.
4. CONCLUSIONES…………………………………………………………. Pág.
5. BIBLIOGRAFIA …………………………………………………………. Pág.

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1. INTRODUCCION

En el presente informe de investigación veremos temas relevantes como la formación


de la conciencia, perfil ético y axiológico del docente. Estos temas son importantes
debido , primero tocaremos el tema de la conciencia veremos con mas detenimiento
de que se trata y lo que se involucra en ella y segundo respecto a la praxis ético –
axiológica del docente , esto es muy relevante también debido a que más adelante
como estudiantes de la facultad de educación y humanidades debemos ponerlos en
práctica y que no solo queden como una información dada, es de suma importancia
que perfil ético debemos lograr tener cuando nos desenvolvamos como docentes en
nuestra vida profesional y no solo profesional sino también en nuestra vida diaria
puesto a que seremos ejemplo de nuestro alumnado y debemos de demostrar correctos
comportamientos frente a estos , sin más preámbulos empecemos .

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2. CONCIENCIA
2.1.CONCEPTO DE CONCIENCIA

Para poder entender el concepto de la conciencia moral, es necesario primero


entender que es la conciencia. La conciencia es el acto “mediante el cual una
persona se percibe a sí misma en el mundo.” El concepto de la conciencia puede
ser abordado desde diferentes enfoques. Etimológicamente, la palabra conciencia
proviene del latín, y se refiere al conocimiento que una persona tiene sobre sí
misma. “Podría decirse que la conciencia es una especie de sujeto interior, que
comprende las acciones que la persona va realizando e impone las normas morales
de acuerdo con las cuales se manejará esa persona, las que suelen ser aprendidas
y aprehendidas.”[1] Por su parte, la filosofía establece que la conciencia es ‘la
facultad humana para decidir acciones y hacerse responsable de las consecuencias
de acuerdo a la concepción del bien y del mal.’ Desde el punto de vista de la
filosofía, la conciencia viene siendo un concepto moral, y pertenece al ámbito de
la ética.

2.2. CONCIENCIA MORAL


La conciencia moral es la voz en el interior de cada individuo que nos dice si
nuestras acciones son correctas o incorrectas; ‘precisando un poco podemos
decir que la conciencia moral es la capacidad de juzgar las acciones, no solo las
nuestras sino también las de los demás, como buenas o malas.’ Existe una
relación entre la conciencia moral y la religión. Como ya mencionamos,
mediante la conciencia moral el hombre decide que acciones son buenas o malas,
es decir, es el mecanismo mediante el cual el individuo juzga y aprueba cada
acción. De esta forma el individuo puede ver sus propios actos en relación con
los planes de Dios. La norma suprema de conducta es la ley divina, y a través de
la conciencia el hombre descubre si sus acciones encajan con lo que Dios quiere.
‘En consecuencia la conciencia es norma próxima (subjetiva, personal,
inmediata) de moralidad, pero la norma suprema (objetiva) es la ley de Dios. ‘En
base a lo expresado en el párrafo anterior, podemos afirmar que en efecto la
conciencia si se forma, y que esta formación es necesaria para el individuo. El
Catecismo recalca que “hay que formar la conciencia, y esclarecer el juicio
moral.” De la misma forma como trabajamos para superarnos en distintas áreas

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de nuestras vidas, es necesario invertir tiempo y esfuerzo en la formación de
nuestra conciencia. ‘Una educación de la conciencia es necesaria, como es
necesario para todo hombre ir creciendo interiormente, puesto que su vida se
realiza en un marco exterior demasiado complejo y exigente.’ Esta es una labor,
que, a diferencia de otras, dura toda la vida, ya que nuestra conciencia es puesta
a reto diariamente. Es importante notar que la formación de la conciencia no es
igual que otro tipo de formaciones en nuestra vida cotidiana, ya que ‘lo que
pretendemos al formar la conciencia no es simplemente alcanzar una habilidad
o desarrollar una facultad, sino conseguir nuestro destino eterno.’

2.3.¿CÓMO DIRIGE LA CONCIENCIA LA CALIDAD DE LAS ACCIONES


HUMANAS?

Mediante la conciencia el hombre logra la facultad de juzgar las acciones, no solo las
propias sino también las de los demás, y clasificar las mismas como buenas o malas. La
conciencia es la fuerza que orienta la conducta humana hacia la dirección correcta. Aquí
debemos hacer una pausa y reflexionar sobre la utilización de la palabra ‘correcta’ en la
oración anterior. Y es que si bien es cierto que existe una conceptualización casi general
sobre que es correcto e incorrecto, la definición de una acción correcta o incorrecta puede
variar enormemente entre dos personas. Por esta razón es importante notar que la
conciencia moral dirige la acción humana de un individuo hacia lo que ese individuo en
particular percibe como la dirección correcta. Esta dirección varía de acuerdo a la moral
con la que cada persona rige su vida. La moral de cada individuo depende de factores
interiores y exteriores. Cuando los principios son impuestos desde afuera hablamos de
moral heterónoma o conciencia heterónoma. Mientras que cuando la persona misma se
los imponga racional y libremente, hablamos de autonomía, de moral autónoma o
conciencia autónoma.
Ejemplo concreto de como la conciencia dirige la calidad de las acciones humanas: Un
hombre va caminando atrás de una señora, y a esta se le cae un billete de veinte balboas
de la cartera. La conciencia del hombre sabe que lo correcto es devolver el dinero, ya que
quedarse con el mismo sería equivalente a robar, y eso esta mal. La conciencia del hombre
juzga la acción y de acuerdo a esto el hombre actúa.

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2.4. ¿CÓMO SE FORMA LA CONCIENCIA?

La educación y la moral.- El objetivo fundamental de la educación consiste en la


formación de la conciencia moral del hombre, para que este perciba los valores éticos
fundamentales tales como:

✓ El amor a la verdad

✓ El apego a la sobriedad y a la lealtad

✓ La dedicación y la responsabilidad al trabajo

✓ El interés a la justicia y al bien común

✓ La aversión hacia la venganza, el odio, la hipocresía, la avaricia, el egoísmo y la


cobardía

La educación ha de procurar conducir a los jóvenes hacia la reflexión científica sobre los
grandes problemas y misterios de las cosas, de la vida y del mundo, a fin de proporcionar
vivencias más profundas. Esto llevará hacia una formación de una cultura general que
lleve a la comprensión de nuestra cultura nacional, así como también a la comprensión de
otras culturas distintas a la nuestra.

Esta cultura general hará que el individuo se sienta, “ciudadano del mundo”, mediante la
comprensión que obtiene de las formas de vida y manifestaciones culturales de otros
pueblos. De este modo, contribuirá a que haya mayor tolerancia para con otros pueblos,
otras costumbres y otros valores.

Para formar una recta y sana conciencia se debe de obrar primordialmente con el
ejemplo. Así pues, todo lo que se sugiera hacer, se tendrá que vivirlo personalmente
primero nosotros, modelarlo, y hasta entonces pensar en exigir una actitud o respuesta a
los niños.

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3. PRAXIS ETICO-AXIOLOGICA DEL DOCENTE
3.1.ÉTICA

La ética constituye un estilo de vida que se comienza a construir cuando el ser humano
establece contactos con sus semejantes. Es un saber vivir de forma humana y racional en
medio de un contexto social. Los hombres participamos del mundo social todos los días,
y es en estos espacios de convivencia en los que aprendemos y consolidamos nuestra
moral, en los que adquirimos nuestra ética de vida. Ahora bien, en el proceso de
construcción de los fundamentos morales de cada persona, siempre se manifestará una
cierta preocupación por los demás, (consciente o inconsciente) una carga que nos impulsa
de una u otra forma a interesarnos por otros, a tratar de conocerlos, de entender lo que les
sucede, una inquietud que nos obliga a establecer también un compromiso
permanentemente con ellos en su formación ética. Como bien lo declara Savater en su
libro Ética para Amador: “Ser ético implica procurar darles la buena vida a los demás”.

3.2. ÉTICA EN UN CENTRO EDUCATIVO

La escuela es un suculento caldo de cultivo de relaciones morales. Por lo tanto, si bien,


ningún ser humano puede escapar a la realidad de la ética, mucho menos un maestro. Y
es que en los claustros académicos sí que se establecen abundantes relaciones éticas: entre
docentes y alumnos, entre directivos y padres de familia, entre docentes y colegas o entre
padres y estudiantes, relaciones que se manifiestan de muchas formas. Por ejemplo, en el
desarrollo de su labor pedagógica el docente bien puede asumir una actitud hostil,
indiferente o entusiasta hacia sus estudiantes o frente al trabajo realizado. De la misma
manera los estudiantes y padres de familia podrían manifestar actitudes de desinterés,
indiferencia, hostilidad o empatía hacia los maestros y su labor. En pocas palabras, cada
agente del proceso educativo pone de manifiesto constantemente en el desempeño de su
rol (maestro, alumno, padre de familia, directivo) un conjunto de actitudes y posturas que
le dan su carácter moral, y en el caso del docente, “su identidad y su consistencia
profesional, razones por las que es conocido por sus estudiantes.” (José María Nava.
Revista Educación y Cultura).

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3.2.1. PERFIL DEL DOCENTE

Surgen a partir de esta reflexión varias preguntas obligadas: ¿Cuál debe ser el perfil ético
del docente del siglo XXI? ¿Es fundamental la ética en la escuela? ¿Por qué? Intentemos
responder el primer cuestionamiento elaborando un listado de lo que debería ser la
fundamentación ética de un maestro ejemplar del siglo XXI:

 Todo docente está obligado a asumir una actitud tolerante hacia sus alumnos. Esta
actitud debe partir del reconocimiento de los demás como seres humanos, con los
cuales se puede dialogar, porque se les ha aprendido a escuchar, a valorar por
igual. Una postura como ésta apaciguará conductas violentas, de enojo e
indiferencia o sentimientos de auto-menosprecio y desigualdad que a veces se
generan en el aula. Nunca habrá educación ética en un espacio en donde
prevalezca la dominación y la violencia del profesor. Ésta surge al momento en
que cada docente da lugar a la comunicación genuina, a la reciprocidad, al vínculo
amistoso, al DIÁLOGO CIVILZADO.
 El maestro debe reflexionar profundamente sobre su proceder moral. Esto
significa que el docente debe darle un sentido moral a sus acciones dentro del
aula (¿Por qué procedí de esta manera? ¿Qué es lo conveniente moralmente
halando? ¿Está fundamentado mi proceder en un conjunto de valores o
concepción de lo que es el bien?, y a partir de ello tomar una posición moral
respecto de sí mismo y de sus estudiantes. En este sentido, coincido con José
María Nava en que un maestro debe tener en cuenta tres cuestiones morales: “qué
debo hacer en el aula, qué puedo hacer por mis alumnos y qué me está permitido
hacer”.
 El profesor debe, además, buscar la forma de recuperar su papel en la escuela
como potenciador de un espacio digno donde los estudiantes resuelvan sus
conflictos, se desempeñen como personas capaces de dar una opinión sin miedo
a ser censurados. Además, un espacio que permita manifestar libremente las
creencias y los puntos de vistas, donde se cuente con el apoyo del maestro para
ser corregidos de manera oportuna y respetuosa.
 Por último, el docente de hoy debe generar un ambiente de igualdad entre sus
alumnos. La ética debe servirle para fomentar nuevas y productivas relaciones

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entre él y sus estudiantes. Prácticas como el regaño injustificado, la represión, la
preferencia por un estudiante en lugar de otro, el abuso de poder, no propician
espacios de igualdad, sino que acrecientan la intolerancia y el individualismo.

¿Entonces? ¿Resulta la ética imprescindible en la escuela? Claro que sí. Actuar


moralmente nos lleva a despertar en nuestros estudiantes respeto y aceptación. Es
importante no perder ese ejercicio de reflexión, de volver la mirada atrás para proyectar
nuevas formas de tratar al alumno, para poder construir una nueva moral dentro del aula.
Creo que es fundamental actuar y reflexionar sobre lo actuado, “hacer y rehacer el trato
diario” con los estudiantes con una actitud de moderación, aceptación y respeto. Poner en
marcha, como dice Adela Cortina, “la posibilidad de una “ética mínima como fuente de
nuestras obligaciones” nos llevará al reconocimiento de nuestros estudiantes, a sentirnos
altamente responsables del desarrollo de sus capacidades y del alcance de todos sus
logros: a ser mejores educadores.

Por último hay que enfatizar que es en la escuela que los valores éticos alcanzan su
máxima expresión y más tarde, esos valores se expresarán en otros espacios (el trabajo,
la familia, las relaciones interpersonales extra-escuela); pues como anotamos al principio,
es la ética la que le imprime al alumno, al docente ese “modo de ser” propio, su identidad
moral. Una educación comprometida Por otra parte, existe también un interés manifiesto
por encontrar respuesta a los problemas morales presentes en la sociedad actual desde la
escuela.

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3.3.AXIOLOGÍA DEL DOCENTE

Carlos Diaz Marchant fiel portavoz de Paulo Freire en una de sus publicaciones "por una
escuela cariñosa" se refiere a los valores como un impulso al desarrollo educativo siendo
el amor, el respeto, el cariño, la equidad, la ética, la base fundamental de captar la atención
de los alumnos y darles las herramientas necesarias para fortalecer y desarrollar sus
competencias para aplicarlas en algún momento determinado de su vida.

Así pues el docente debe de mantener una atmosfera en la que impere además de los
valores ya mencionados la libertad, justicia, democracia, tolerancia y solidaridad. Desde
el punto de vista de libertad se percibe en medida, los alumnos sean libres a tomar
decisiones en la formación y construcción de su propio conocimiento, dirigidos
permanentemente por el docente, fortaleciendo el sentido de reflexión, autonomía y
responsabilidad en los educando, en lo que se refiere a la justicia no es más que retomar
la postura docente en que este como orientador hace fortalecer la equidad entre sus
alumnos y sin duda alguna propiciar en ellos el aspecto en que ellos mismos se hacen
denotar como personas más justas, así mismo la democracia se representa en la medida
en que se hacen respetar para elegir lo que los propios alumnos quieren conocer y
desarrollar así como cuando se respetan entre ellos mismos en la toma de decisiones
reforzando la autonomía de cada estudiante, es aquí donde se enmarca la tolerancia por
parte de los alumnos entre si así como el docente hacia los alumnos y con sus propios
compañeros de trabajo para con esto notar lo que ya he venido mencionando, el predicar
con el ejemplo y para terminar no podía dejar de lado la solidaridad en la que se tiene que
tener muy en cuenta para poder lograr avances significativos puesto que el trabajo
individual no es tan eficaz como lo es el trabajo colectivo que es lo que en realidad se
debe promover.

Al aplicar este método de manera adecuada el propio docente va a reconceptualizar la


forma de percibir a los alumnos desde el momento en que los dejen de ver como objetos
o recipientes vacios a los cuales se les tiene que rellenar con conocimientos.

Cabe mencionar que el necesario tomar en cuenta como lo dice Paulo Freire en su libro
Pedagogía de la Autonomía p.31 "la escuela debe de respetar no solo los saberes con los
que llegan los educando, sobre todo los saberes populares" de aquí el retomar el respeto

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de parte del docente a los alumnos con dichos conocimientos y partir hacia que ellos son
parte fundamental de la formación de su propio conocimiento.

Así pues a partir de esto es que el docente comience a trabajar con los alumnos desde su
propio ejemplo, los alumnos van a ir cambiando la percepción dado que como lo
manifesté en un principio y coincidiendo con Freire en su libro La Educación Como
Practica de la Libertad (p. 18), "en que el educando educa al educador al momento en que
el educador educa al educando, por tanto nadie educa a nadie, pero nadie se educa solo
es decir que los hombres se educan entre sí mediatizados por el mundo mismo".

4. CONCLUSIONES
 Reconocer la importancia que tiene el maestro en el desarrollo y realización de
valores ya que su forma de instruir, acompañar e incluir a los alumnos en las
escuelas, los grupos y con sus compañeros, puede o no tener repercusiones en él
y en los que nos rodean. El maestro es un referente y al ser eso se convierte en un
promotor y un acompañante que puede abogar por la realización y apropiación de
los valores.
 La conciencia del hombre juzga la acción y de acuerdo a esto el hombre actúa.
 Los docentes tenemos que determinar los valores como fortalezas y no como
debilidades, puesto que en nuestros días es muy notorio que carecemos de ellos
debido a que nos encontramos emergidos en una sociedad muy hermética y muy
dura llena de discriminación, violencia, rebelión y mucho de esto
injustificadamente, por ello es necesario buscar las estrategias exactas y justas
para el logro de una buena aplicación del desarrollo de estos valores.

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5. BIBLIOGRAFIAS
 Carlos Díaz Marchan año 2007. "Por Una Escuela Cariñosa" Santiago –Chile. Edición
olejnik.
 Paulo Freire, 2006, "pedagogía de la autonomía" siglo XXl editores, México D.F.
 Paulo Freire, 2007,"la educación como practica de la libertad" siglo XXI editores,
México D.F.
 Reymer; (2005). Monografías.com

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