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UNIVERSIDAD NACIONAL AGRARIA DE LA

SELVA
FACULTAD DE AGRONOMÍA

DEPARTAMENTO ACADÉMICO DE CIENCIAS AGRARIAS

RAICES Y TALLOS TUBEROSOS Y SEUDOBUBLBOS

CURSO : PROPAGACION DE PLANTAS

ALUMNO : MELGAREJO NARCISO, Rossi Yusely

DOCENTE : ING. MIRANDA ARMAS, CARLOS M.


CICLO : 2018 - I

Tingo María – Perú


RAICES Y TALLOS TUBEROSOS

Definición y estructura

La clase de raíces y tallos tuberosos comprende varios tipos de


estructuras con crecimiento tuberosos engrosados que funcionan como órganos
de almacenamiento. Botánicamente difieren de los tubérculos verdaderos,
aunque en el uso hortícola a veces se aplica a todos ellos el término “tubérculo”.

Raíces tuberosas. Varias especies herbáceas perennes producen raíces


secundarias con grandes engrosamientos. Ejemplos típicos de ellas son la
batata (camote) (Ipomoea batatus) y dablia. La estructura interna y externa de
esos engrosamientos es aquella de las raíces. No hay presentes nudos o
entrenudos y las yemas sólo se producen en el extremo de la corona o tallo
(proximal); las raíces fibrosas, por lo general sólo se producen en el extremo
opuesto (distal). La polaridad es inversa a la de un tubérculo verdadero.

Tallos tuberosos. Los tallos tuberosos son producidos por el


engrosamiento de la porción hipocotílica de la planta procedente de semilla, pero
puede incluir los primeros nudos de epicótilo y la sección superior de la raíz
primaria. Como plantas típicas que presentan esta estructura se encuentra a la
begonia tuberosa (begonia X tuberhybrida) y al ciclamen (Cyclamen persicum).
Estas estructuras tienen una orientación vertical, produciendo una o más yemas
vegetativas en el extremo superior o corona. En la parte basal de la estructura
producen raíces fibrosas.
Figura 1. Tipos de raíces y tallos tuberosos. Arriba, izquierda: batata (camote)
mostrando tallos adventicios. Arriba, derecha: Dalia durante los primeros
periodos de crecimiento. La porción de raíz vieja se desintegrará al producir la
nueva planta. Las raíces nuevas pueden usarse para propagación. Abajo,
izquierda: Begonia tuberosa, mostrando su orientación vertical. Este tipo
continúa engrosando cada año.

Patrón de crecimiento

Las raíces tuberosas son bienales; se producen en una estación, después


de la cual se quedan durmientes al morir el brote herbáceo. Funcionan como
órganos de almacenamiento que permite a la planta sobrevivir al periodo de
reposo. En la primavera siguiente, las yemas de la corona producen nuevos
brotes, los cuales durante su crecimiento inicial utilizan el material alimenticio
procedente de la raíz vieja.
Luego, la raíz vieja se desintegra y se producen nuevas raíces tuberosas que a
su vez mantienen a la planta durante el siguiente periodo de reposo.

Figura 2. Propagación de la batata (camote). Los


brotes (tallos) adventicias se desarrollan cuando la
raíz madre se coloca en condiciones cálidas y
húmedas. Izquierda: la raíz de la izquierda ha sido
expuesta a 34.5 °C durante 26 h para superar la
dominancia proximal que muestra la raíz no tratada
de la derecha. Fotografia cortesía de Welch y Little.
Derecha: Una vez que los brotes están bien
enraizados se separan y plantan.

Por otra parte, los tallos tuberosos de la begonia tuberosa y del ciclamen
son perennes y continúan creciendo para ensancharse lateralmente cada año.
Normalmente estas especies.

Figura 3. Propagación de Dalia. Para


producir una nueva planta, cada raíz
tuberosa individual de llevar una
sección de corona que tenga una yema
de tallo, como lo muestra la raíz
separada de la izquierda.
Se propagan por semilla, pero se puede extraer el “tubérculo “,
almacenarse y usarlo para la propagación anual durante varios años.

Propagación

DIVISION

El método usual de propagación de raíces tuberosas es dividir la corona


en tal forma que cada sección lleve una yema de tallo. La dalia, por ejemplo, se
saca con su racimo de raíces intacto, se seca durante unos días y se almacena
a temperaturas de 4 a 10 °C en aserrín o vermiculita. El almacenamiento sin
cubrir puede producir a la desecación. El racimo de raíces se divide a fines del
invierno o poco tiempo antes de plantar. En condiciones cálidas y húmedas las
yemas empiezan a crecer y los tubérculos se pueden dividir, segurandose que
cada sección lleve una yema.

Los Tallos tuberosos de las begonias tuberosas pueden dividirse poco


después de que se inicie el crecimiento en primavera en tanto cada sección
tenga una yema. Para combatir la pudrición, la superficie cortada debe
espolvorearse con un fungicida y cada sección se debe dejar secar varios días
después de cortarla y antes de colocarla y antes de colocarla en un medio
húmedo.

TALLOS ADVENTICIOS

Las raíces carnosas de algunas especies, como la batata, tienen


capacidad para producir brotes se coloca en las condiciones adecuadas. Las
raíces se colocan en arena en tal forma que no se toquen entre sí y se cubren a
una profundidad de unos 5cm. La cama se mantiene húmeda.

La temperatura debe ser de unos 27°C al principio y de 21 a 24°C después


que se ha iniciado el brote. A medida que los nuevos brotes o pies salen a través
de la cubierta, se agrega más arena de manera que finalmente los tallos tendrán
una cubierta de 10 a 12.5 cm. En la base de esos tallos adventicios se forman
raíces. Una vez que los pies están bien enraizados, se les separa de la planta
madre y se trasplantan. Si las raíces de batas se cortan en mitades y las partes
se someten a 43°C durante unas 26 h, aumenta la producción de pies. Con este
procedimiento se supera la dominancia apical y también se controlan nematodos
y enfermedades fungosas.

En ciertas cultivares de batata este procedimiento puede modificarse


dividiendo las raíces tuberosas en porciones de 20 a 25g, y antes de plantarlas
se tratan con un fungicida y se le somete a un tratamiento de prebrotación
durante 4 semanas a 26.5 °C con 90% de humedad relativa.

El ciclamen puede ser multiplicado vegetativamente cortando el tercio


superior del tallo tuberoso y rayando la superficie en cuadros de 1cm2. Se
desarrollan brotes adventicios por tubérculo y se pueden usar en la propagación.

ESTACAS FOLIOSAS

En plantas de este grupo, como las dalias o las begonias tuberosas, la


propagación vegetativa a menudo es más satisfactoria usando estacas de tallo,
de hoja o de hoja con yema. Las estacas forman raíces en sus bases. Este
proceso puede estimularse si las estacas de tallo incluyen inicialmente una
pequeña porción de la raíz o tallo carnoso. En la propagación de batatas, también
pueden usarse estacas de las guías de los cultivos establecidos.

RIZOMAS

Estructura

Un rizoma es una estructura de tallo especializada en la cual el eje


principal de la planta crece horizontalmente, justo abajo o sobre la superficie del
suelo. Varias plantas de importancia económica como el bambú, la caña de
azúcar, el bananero y muchas gramíneas forrajeras, así como diversas
ornamentales, como los Iris rizomatosos y el lirio del valle tienen rizomas. La
mayor parte de ellas son monocotiledóneas, aunque unas cuantas
dicotiledóneas, como el arándano azul de mata baja (Vaccinium angustifolium)
tienen tallos subterráneos análogos que se clasifican como rizomas. La mayor
parte de los helechos y de los grupos de plantas inferiores tienen rizomas o
estructuras a éstos.
En la figuran se muestran las características estructurales de un rizoma.
El tallo aparece segmentado debido a que está compuesto por nudos y
entrenudos. En cada nudo se inserta una vaina de aspecto foliar; envuelve al
tallo y al expandirse forma el follaje de la planta. Cuando las hojas y las vainas
se desintegran, dejan una cicatriz en el punto de inserción identificando al nudo
y dando una apariencia segmentada. En las cercanías del nudo se desarrollan
raíces adventicias y de puntos de crecimiento lateral. Los brotes erectos, aéreos,
que crecen sobre el nivel del suelo, así como los tallos floríferos (culmos) se
producen, ya sea terminalmente en la punta del rizoma o a partir de ramas
laterales.

Se encuentran dos tipos generales de rizomas. El primero (paquimorfo),


se ilustra con el de Iris y el jengibre. Este rizoma es grueso, carnoso y acortado
con relación a su longitud. Se ve como un macollo de muchas ramas formado
por secciones individuales cortas. Es determinado; esto es, cada macollo termina
en un tallo florífero y el crecimiento continúa solo de ramas laterales. El rizoma
tiende a quedar orientado horizontalmente saliendo las raíces de su cara inferior.

El segundo tipo (leptomorfo), se ilustra con el lirio del valle. El rizoma es


delgado con entrenudos largos. Es indeterminado; esto es, crece continuamente
en longitud en el ápice terminal y por ramificación lateral. El tallo es simétrico y
tiene yemas laterales en la mayoría de los nudos, los cuales casi todos quedan
durmientes. Este tipo no produce un macollo, sino que extiende con amplitud
sobre un área.

Existen tipos intermedios entre los mencionados a los cuales se les denomina
mesomorfos.

Patrón de crecimiento

Los rizomas crecen por alargamiento de los puntos de crecimiento


producidos en el extremo terminal y en las ramas laterales. Su longitud aumenta
también por el crecimiento en los meristemas intercalares situados en la parte
inferior de los entrenudos. A medida que la planta continúa su crecimiento y su
parte más vieja muere, las diversas ramas que se originan de una planta pueden
finalmente quedar separadas para formar plantas individuales de un solo clon.
Los rizomas muestran estados consecutivos de crecimiento vegetativo y
reproducción, pero los ciclos de desarrollo difieren algo en los dos tipos descritos.
En el rizoma paquimorfo del Iris un ciclo de crecimiento principia en una sección
florífera con la iniciación y crecimiento de una rama lateral. El tallo florífero
muere, pero esas nuevas ramas laterales producen hojas y crecen
vegetativamente durante el resto de la estación.

Figura 4. Estructura y ciclo de desarrollo del Lirio del valle ( Convallarian majalis).
Derecha: sección de rizoma como aparece al fin de la primavera o al principio
del verano con ramas de 1, 2 y 3 años de edad. Una nueva rama del rizoma se
empieza alargar al comienzo de la primavera y termina en el otoño en una yema
de brote vegetativo. En la primavera siguiente las hojas de la yema se abren, las
materias nutrientes producidas por fotosíntesis den las hojas se acumulan en el
rizoma. El crecimiento en la segunda estación es de nuevo vegetativo. A principio
de la tercera estación se comienza a formar una yema floral y al mismo tiempo
se forma un meristema vegetativo en la axila de la última hoja. Arriba, izquierda:
sección de una rama de 3 años de edad mostrando la yema floral terminal y la
yema del brote lateral encerrado en cubierta de hojas. Esta sección se llama a
veces corona y se fuerza para que floree en primavera. Al principio de la
primavera el brote floral se expande, floree y luego muere, iniciando la yema de
brote vegetativo un nuevo ciclo de desarrollo. Reproducido de Zweede.

Un tallo subterráneo, el almacenamiento de alimentos y la producción de una


buena yema floral al terminar el periodo vegetativo, depende de la fotosíntesis.
En consecuencia, en ese periodo no se deben remover hojas. En la primavera
siguiente se produce un tallo florífero y no puede efectuarse más crecimiento
terminal. En general, las plantas con esta estructura florean en primavera y
crecen vegetativamente durante el verano y el otoño.

Como regla general, las plantas con hábito leptomorfo (con excepciones)
crecen en forma vegetativa al principio de la estación de desarrollo y florecen
más tarde en el mismo periodo. La longitud del tiempo en que un rizoma
individual permanece vegetativo varia en las diferentes especies de plantas. Por
ejemplo, una rama individual del Lirio del valle dura 3 años en estado vegetativo
antes que se forma una yema florífera. Algunas especies de bambúes
permanecen vegetativas por muchos años, cambiando luego abruptamente y
toda la planta produce flores.

En algunas plantas rizomatosas, como el arándolo azul, el desarrollo de


rizoma se incrementa por medio de las temperaturas elevadas y un fotoperiodo
largo, estando correlacionado con un crecimiento vigoroso de la parte aérea.

Figura 5. Estructura de una planta de iris (de


tipo rizomatico), según aparece en la época de
su floración. Una sección vieja de 2 años de
edad que floreó el año anterior y que ahora está
muriendo se muestra en D. la rama lateral que
sale de ella está formada por la sección
vegetativa de 1 año de edad (B); ramas
vegetativas laterales de la estación en el curso
(A) florecerá el año siguiente.
Figura 6. Rizoma tuberoso de la planta
jengibre tropical (Zingiber officinale). Se
propaga con facilidad por división del
grueso rizoma, el cual es la fuente del
jengibre comercial.

DIVISION DE MACOLLOS Y RIZOMAS

La división es el procedimiento ordinario para propagar plantas que tienen


una estructura rizomatosa, pero dicho procedimiento puede variar algo en los
dos tipos. En rizomas paquimorfos, se acortan en secciones individuales (o
culmos) en su punto de unión con el rizoma, se recorta la parte aérea y la sección
obtenida se trasplanta a un nuevo lugar. Los rizomas leptomorfos pueden en
realidad manejarse en la misma forma, removiendo del rizoma un solo brote
lateral trasplantándolo. La punta del rizoma del Lirio del valle que porta una yema
florífera denominada “corona” se remueve junto con la sección inferior enraizada
y se trasplanta.

En general, la división se efectúa al comienzo del periodo de crecimiento


(como al inicio de la primavera) o casi al final del mismo (esto es, a fines del
verano o en otoño).

La propagación se efectúa cortando el rizoma en secciones,


asegurándose de que cada una de ellas tiene cuando menos una yema lateral u
“ojo”, siendo en esencia una estaca de tallo. Los bananeros por ejemplo, se
propagan en esta forma. Este método general sirve bien para rizomas
leptomorfos en los cuales en la mayoría de los nudos se presenta un punto de
crecimiento lateral durmiente. Los rizomas se cortan o se dividen en secciones y
de los nudos se desarrollan nuevos tallos y raíces adventicias. En el caso de las
gramíneas para prados pistas que producen rizomas, se cortan secciones de los
mismos y se trasplantan los pedazos individuales. Con este método pueden
establecer con facilidad plantas nuevas.

ESTACAS DE CULMOS

En plantas grandes productoras de rizomas como en los bambúes, el tallo


aéreo o culmo puede usarse para estacas. Estas estacas pueden consistir en
culmos enteros, en cuyo caso todo el brote aéreo se coloca horizontalmente en
un surco o zanja. Nuevas ramas aparecen en los nudos. Un procedimiento
alterno más común es cortar el tallo en secciones de 3 a 4 nudos y colocarlas
verticalmente en el terreno como se hace con una estaca ordinaria de tallo.

SEUDOBULBOS

Un seudobulbo, (literalmente u “falso bulbo”) es una estructura


especializada de almacenamiento, que consiste en una sección engrosada,
carnosa de tallo, formada por uno o varios nudos producida por muchas especies
de orquídeas. En general, la apariencia de los seudobulbos varía con las
diferentes especies de orquídeas, siendo estas diferencias lo suficientemente
características como para ayudar en la identificación de especies.

Patrón de crecimiento

Estos seudobulbos salen durante la estación de crecimiento en brotes


verticales que se desarrollan lateral o terminalmente del rizoma horizontal. Las
hojas y flores se forman, ya sea en el extremo terminal o en la base del
seudobulbo, dependiendo de la especie. Durante el periodo de crecimiento
acumulan reserva de nutrientes y agua ayudan a la planta a subsistir durante el
periodo subsiguiente de reposo.
Figura 7. Orquídea catleya, mostrando la
estructura de rizoma y seudobulbos erectos y
alargados como parte basal de los tallos.

Propagación

HIJUELOS

En unas cuantas orquídeas, como las especies Dendrobium, el


seudobulbo es largo y articulado, estando formado por muchos nudos en los
cuales se desarrollan hijuelos. De la base de estos hijuelos se desarrollan raíces.
Los hijuelos enraizados se cortan de la planta madre y se colocan en macetas.

DIVISION

Las especies de orquídeas de mayor importancia comercial, tales como


Cattleya, Laelia, Miltonia y Odontoglossum, pueden propagarse por división del
rizoma en secciones, dependiendo el procedimiento exacto de la clase de
orquídea en particular. La división se hace durante el periodo de reposo, de
preferencia justo antes que se inicie un nuevo periodo de crecimiento.

Con una navaja afilada se corta del rizoma a distancia suficiente del
extremo terminal como para incluir en la nueva sección de 4 a 5 seudobulbos,
dejando la sección vieja de rizoma con cierto número de seudobulbos viejos o
bulbos traseros, de los cuales se han caído las hojas. La sección se coloca en
macetas y de la base de los bulbos y en los nudos empiezan en ellas en seguida
el crecimiento. Removiendo de la parte vieja las partes nuevas del rizoma, se
estimulan nuevos crecimientos. Estas nuevas partes crecen durante una
estación y pueden removerse el año siguiente.

Un procedimiento alternativo es hacer cortes parciales en el rizoma y


dejarlos por 1 año. En esta forma se originan nuevos crecimientos que después
se pueden remover y ponerse en maceta.

BULBOS TRASEROS Y BULBOS VERDES

Los bulbos traseros (es decir, aquellos sin follaje) se usan comúnmente
para propagar clones de Cymbidium. Estos bulbos se remueven de la planta, la
superficie cortada se pinta con algún Compuesto para injertos y se colocan en
un medio de enraíce para que se formen nuevos brotes. Cuando han alcanzado
la fase que se muestra en la que se puede separar el brote del bulbo y poner en
maceta. Este bulbo trasero puede volverse a propagar formándose de el un
segundo brote.

En la propagación de Cymbidium también se pueden usar bulbos verdes


(es decir, aquellos que tienen hojas). Se ha demostrado que el tratamiento con
ácido indolbutírico, ya sea por remojo o untándolos como pasta, es benéfico.

Figura 8. “bulbo trasero” de una orquídea


Cymbidium que fue movido de la planta
madre y colocado el brote que aquí se
muestra. Este brote ahora está listo para
ser separado y colocarlo en maceta.
Cuando se hace esto, debe aparecer un
segundo brote. Cortesia de A. Kofranek.

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