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Revista de Psicología

ISSN: 0716-8039
revista.psicologia@facso.cl
Universidad de Chile
Chile

Méndez Tapia, Lorena; González Bravo, Luis


Descripción de patrones de apego en menores institucionalizados con problemas conductuales
Revista de Psicología, vol. XI, núm. 2, 2002, pp. 75-92
Universidad de Chile
Santiago, Chile

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=26411206

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Revista de Psicología de la Universidad de Chile, Vol. XI, Nº 2: Pág. 75-92. 2002

Descripción de patrones de apego en menores


institucionalizados con problemas conductuales1

Description of Attachment Patterns of Institutionalized


Minors with Behavior Problems.

Lorena Méndez Tapia*


Luis González Bravo**

Resumen
La presente investigación evalúa patrones de apego en niños institucionalizados con
problemas conductuales, utilizando criterios DSM- IV y la escala RADQ de Randolph,
a través de un diseño de investigación alternativo a la “situación extraña de
Ainsworth” y al AAI. Habiendo obtenido puntajes aceptables de validez y
confiabilidad para el RADQ, se encontró que el 37, 9 % de los menores identificados
con problemas conductuales cumplían los criterios DSM-IV para trastorno reactivo de
la vinculación y un 20, 7 % de la muestra cumplían los criterios diagnósticos de AD.
Así mismo, el patrón de apego con más prevalencia corresponde al tipo ansioso, con
un 38.3%. Se revisan los alcances y limitaciones de estos hallazgos.
Palabras clave: apego, niños institucionalizados, problemas conductuales.

Abstract
The present investigation asesses attachment patterns in institutionalized children
with conduct problems. In contrast, to previous designs which followed the
Ainsworth Strange Situation or the AAI procedures, this investigation uses DSM – IV
criteria and the Randolph Attachment Disorder Questionaire . After obtaining
significant RADQ validity and confiability scores, it was found that 37,9% of the
children with behaviour problems met the DSM –IV criteria for Reactive Attachment
Disorder and 20,7% met the diagnostic criteria for AD. Furthermore, the most frecuent
attachment pattern was the Anxious type, (38,3 %). Finally, a review of the impact and
limitations of the results is presented.
Key words: attachment , institutionalized children, behaviour problems

1
Esta investigación fue desarrollada gracias al financiamiento otorgado por la Dirección de Investigación de la
Universidad San Sebastián, y no habría sido posible sin la colaboración de los centros que en esta participaron y de
nuestros asistentes de investigación: Carolina Concha, Verónica Harris, Rosa Burguess, Andrés Sepúlveda, Paola
Reyes, Katherine Eisele y Cecilia Sandoval.
* Docente, Escuela de Psicología, Universidad San Sebastían, Concepción. Chile. Email: lmendez@mater.uss.cl
**Docente Escuela de Psicología, Universidad San Sebastían, Concepción. Chile.

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Introducción vación de la proximidad con otro indivi-


duo claramente identificado que se consi-
La gran mayoría de los niños que mani- dera mejor capacitado para enfrentar el
fiestan conductas agresivas son diagnosti- mundo. Esto es obvio cuando la persona
cados con algún Trastorno asociado al Dé- está asustada, fatigada o enferma, y se sien-
ficit Atencional y Comportamiento Pertur- te aliviada con el consuelo y los cuidados.
bador. Sin embargo, estos criterios se limi-
tan sólo a describir y no explicar las posi- La investigación acerca del comporta-
bles causas de estos trastornos. miento de apego se ha desarrollado en dos
grandes periodos. Desde 1970 a 1985, los
La intervención de los problemas estudios se centraron en la replicación de
conductuales en nuestro país consiste, en las investigaciones originales de Ainsworth
su mayoría, en el manejo de las conductas y sus colegas en los cuales se observaba el
agresivas observables, aún cuando sabemos comportamiento del infante hacia el cuida-
que existen otros factores asociados a la dor, en respuesta a una situación extraña
agresión y éstos no son tratados adecuada- generada por la separación breve de la
mente. Esto conlleva a la repetición de las madre en un medio desconocido. El com-
conductas agresivas y al fracaso en cuanto portamiento observado ante el regreso de
al manejo preventivo de los comportamien- la madre se organizaba en tres patrones
tos perturbadores. conductuales denominados: Seguro,
Evitativo y Ambivalente (Ainsworht,
Esta investigación pretende identificar
Blehar, Waters, y Hall, 1978 citado en Lyons-
y evaluar la psicopatología subyacente a la
Ruth, 1996). El infante seguro saluda a la
conducta agresiva y contribuir a una eva-
madre a su regreso y se calma con el con-
luación comprensiva de estos trastornos a
tacto físico y la aproximación afectiva de
partir de la teoría del vínculo afectivo.
ésta. El niño seguro es capaz de restable-
Este enfoque tiene implicaciones tera- cer el juego a nivel de pre-separación. El
péuticas ya que considera los factores sub- infante evitativo es menos tendiente a llo-
yacentes a la conducta perturbadora. Así, rar ante la separación, no saluda a la madre
se pretende además plantear elementos a a su regreso y la ignora inicialmente. La
considerar en la intervención de los Tras- conducta evitativa tiende a aumentar del
tornos del Comportamiento. primer al segundo reencuentro. Los infan-
tes ambivalentes (o resistentes) son propen-
sos a llorar durante el episodio de separa-
ción y a menudo continúan llorando cuan-
Marco Teórico do la madre regresa. Son difíciles de con-
solar y muestran una aproximación pasiva.
Según Bowlby (1993, 1995) el término Desde 1985 al presente, la investigación, se
apego se refiere a un sistema de conductas concentró en estudiar la relación entre los
que son activadas por estrés y que tienen tipos de apego y familias de bajo y alto
como objetivo la reducción del arousal y la riesgo. Los hallazgos indicaron que el com-
reinstauración del sentido de seguridad, portamiento de algunos niños no coincidía
usualmente logrado en la infancia tempra- con los patrones identificados previamen-
na a través de la proximidad física con un te. Luego Main y Solomon (1990, en Lyons-
cuidador y más tarde dada por la disponi- Ruth, 1996) clasificaron una cuarta catego-
bilidad psicológica de este. Según esta teo- ría denominada conducta de apego desor-
ría, el sistema de apego motivacional con- ganizada.
siste en cualquier forma de conducta que
tiene como resultado el logro o la conser-

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En la literatura mundial, la distribución si el relato del individuo acerca de eventos


de los patrones de apego en la población de vida (pérdida de un familiar o de una
en general, hasta 1985, era de 65% seguro, relación significativa, negligencia/abuso por
20% evitativo, y 14 % ambivalente (van parte de los padres o cuidador principal)
Ijzendoorn & Kroonenberg, 1988 citado en es evaluado como incoherente (Main y
Lyons-Ruth, 1996). En 1995, un estudio de Golwyn, 1985 – 1995 en Waters y Hamilton
meta-análisis, arrojó la siguiente distribu- 2000).
ción; 55% seguro, 23% evitativo, 8%
ambivalente y 15% desorganizado (van
Ijzendoorn, 1995 en Lyons – Ruth, 1996). Interés clínico en niños
Un avance en la comprensión de las con- institucionalizados
ductas de apego, fue dado por el desarro- Desde comienzos del siglo XX los clíni-
llo de la Entrevista de Apego Adulto (AAI) cos se han interesado en el desarrollo psi-
realizada por Main y Goldwyn en 1991 cológico y el bienestar de los niños
(Lyons–Ruth, 1996). Esta entrevista institucionalizados (Chapin, 1915 en Zeanah,
semiestructurada recoge las experiencias 1996). Durante los primeros cincuenta años,
tempranas de apego del individuo y el sig- las objeciones hechas al cuidado
nificado que este le da actualmente a las institucional fueron minimizadas por la
experiencias pasadas de apego. El sistema comunidad científica. Las observaciones de
de puntuación se basa en (1) descripciones Skeel en 1966, se subestimaron debido a que
de apego temprana (2) lenguaje utilizado los resultados implicaban que el medio te-
en la entrevista (3) habilidad para entregar nía un impacto profundo en la inteligencia.
un relato integrado y creíble de experien- Del mismo modo, muchas otras demostra-
cias de apego y su significado. Se conside- ciones acerca de la condición psicológica de
ra que el lenguaje y el estilo del discurso los niños institucionalizados tuvieron poco
corresponde a las representaciones de ape- impacto, quizás porque se estimaba que la
go (George, Kaplan, & Main, 1985, 1996 ci- condición psicológica era la causa y no el
tado en Water y Hamilton, 2000) resultado de la crianza institucional. Algu-
nos piensan que todas las publicaciones rea-
Los individuos clasificados seguros son
lizadas en las revistas profesionales no tu-
capaces de narrar sus historias coherente-
vieron el impacto, en términos de desper-
mente, valoran las relaciones de apego que
tar consciencia, que tuvieron las películas
perciben como significativas en su desarro-
de Rene Spitz (1945, 1946) acerca de niños
llo. Son clasificados inseguros aquellos adul-
institucionalizados (Zeanah, 1996)
tos cuyos relatos aparecen incoherentes. Los
adultos clasificados indiferente (dismissive) Luego de la segunda guerra mundial, la
niegan o minimizan el impacto de las rela- Organización Mundial de la Salud (OMS)
ciones de apego, tienen dificultad para re- se interesa en evaluar las repercusiones para
cordar los eventos, a menudo idealizan las la salud mental en el caso de “ niños que
experiencias y describen antecedentes eran huérfanos o habían sido separados de
tempranos de rechazo. Los individuos en sus familias por otras razones y precisaban
la categoría preocupado muestran confu- de cuidado en familias adoptivas, institu-
sión acerca de las experiencias tempranas, ciones u otros tipos de atención colectiva”
su descripción de la relación con los padres (Bowlby, 1995). En su publicación El Cuida-
esta marcada por rabia o pasividad, e in- do Materno y Salud Mental, Bowlby resumió
tentos mantenidos por complacer a los pa- las observaciones de Spitz (1945, 1946) y de
dres. La clasificación no resuelto se asigna muchos otros acerca de los efectos dañinos

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de la institucionalización prolongada en el a la teoría de Bowlby validando la existen-


desarrollo de la personalidad. Según cia de una asociación significativa entre
Bowlby, los niños que habían sido priva- psicopatología y relaciones conflictivas no
dos de sus madres, particularmente aque- resueltas de la infancia
llos niños institucionalizados, sufrían en su
desarrollo emocional, intelectual, verbal, Según Fonagy y sus colaboradores, la
social e incluso físico. ansiedad indica el nivel al cual la experien-
cia traumática se vivencia en el presente, y
Rutter y cols., (2001) intentaron delinear se relaciona significativamente con apego
los patrones conductuales de apego no resuelto.
específicamente asociados a privación
institucional. Un grupo de 165 niños Por otro lado, se encontró que los pa-
rumanos adoptados antes de los 42 meses cientes con Trastorno Depresivo Mayor
de edad fueron comparados a los 4 y 6 años eran significativamente más propensos a ser
de edad con 52 niños británicos no seguros que los Bipolares o Distimicos (40%
deprivados quienes habían sido adoptados vs. 19% y 10%, respectivamente). Pacientes
durante la infancia. Los hallazgos mostra- con Trastorno Bipolar tendían a clasificar
ron que existe una asociación entre proble- más dentro de la categoría indiferente (38%)
mas de apego, desatención, hiperactividad, que los pacientes con Trastorno Depresivo
problemas pseudocognitivos y privación Mayor (7%) o que los pacientes con Distimia
institucional. Sin embargo, no se encontró (14%)
una asociación entre dificultades emociona- Además, se encontró que los pacientes
les, problemas de relación con pares, pro- deprimidos tenían una visión más triste del
blemas de conducta y deprivación mundo y menores expectativas de sus figu-
institucional. ras de apego, lo cual explicaría la asocia-
ción entre depresión y una idealización dis-
minuida de los padres.
Apego y Psicopatología
La relación más específica demostrada
En un estudio muy interesante, Fonagy en esta linea fue entre el diagnóstico de per-
y cols., (1996) investigaron la relación en- sonalidad borderline y la clasificación de
tre patrones de apego y clasificación psi- apego tipo preocupado. Un 88% de los pa-
quiátrica en una muestra de 82 internos no cientes borderline fueron clasificados como
psicóticos y 85 casos control, utilizando la temerosos y preocupados por el trauma y
Entrevista de Apego para Adultos (AAI) y la pérdida. Aún cuando este mismo autor
el sistema de clasificación de Main y señala que las diferentes clasificaciones de
Goldwyn (1991). Los pacientes psiquiátri- apego no se asocian a patologías específi-
cos eran más propensos a clasificar dentro cas, en general la literatura relaciona esti-
de la categoría preocupado y no resuelto los inseguros de apego con varias de ellas,
con relación a la pérdida y el abuso. En el siendo esta una fructífera y promisoria área
Eje I Ansiedad se asoció a la clasificación de desarrollo para la psicología clínica
no resuelto mientras que en el Eje II, Tras- (Jones, 1996). Según el autor, es difícil des-
torno de Personalidad Fronterizo fue aso- cribir relaciones sistemáticas entre tipos de
ciado con trauma severo inconcluso. apego y tipos de clasificación clínica. Agre-
Más específicamente los resultados in- ga que en general la clasificación
dican que, las categorías preocupado y no diagnóstica depresión, no está exclusiva-
resuelto son características de la población mente conectada con la categoría no resuel-
psiquiátrica. Este estudio proporcionó apoyo to de apego adulto. Aún más, la relación

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entre trastorno oposicionista, trastorno go distingue dos tipos de estrategias secun-


disocial y apego tipo indiferente no es con- darias. Un tipo de estrategia secundaria se
vincentemente clara, al igual que entre tras- desarrolla cuando el individuo percibe a la
tornos afectivos y el tipo de apego preocu- figura de apego como indiferente (ignoring)
pado. o rechazador de las señales de apego. Bajo
esta situación el individuo desactiva el sis-
Rosenstein y Horowitz (1996, en Jones tema de apego para reducir un potencial
1996), concluyeron que los adolescentes con conflicto con la figura de apego. Esta
una organización de apego tipo indiferente desactivación se mantiene al desviar la aten-
eran más propensos a presentar trastorno ción dada a las señales de apego. Un se-
disocial, abuso de sustancias, personalidad gundo tipo de estrategia defensiva, se de-
narcisista o antisocial, y a presentar sarrolla cuando el individuo percibe la fi-
autoreportes de rasgos narcisistas gura de apego como inconsistente, y para
antisociales y paranoides de personalidad. mantener la relación con el cuidador prin-
Los adolescentes con un tipo de apego pre- cipal el individuo hiperactiva el sistema de
ocupado eran más propensos a presentar apego con el fin de monitorear la figura de
un trastorno afectivo, obsesivo – compulsi- apego y maximizar el output. Los resulta-
vo, histriónico, borderline o esquizotípico dos de esta investigación indicaron que las
y autoreportaban rasgos de personalidad mujeres con estrategias hiperactivadas eran
evitativo, ansioso, y distímico. más tendientes a reportar niveles más ele-
En otro estudio Cole-Detke & Kobak vados de síntomas depresivos, mientras que
(1996), evaluaron la relación entre estrate- las mujeres con estrategias desactivadas
gias de apego y el reporte de sintomatología tendían a verbalizar índices más altos de
depresiva y de trastornos de la alimenta- sintomatología relacionada con trastornos
ción, en un grupo de mujeres universita- de la alimentación.
rias. Siguiendo la conceptualización de Main
& Weston (1990, 1982), Kobak y cols.,(1993
en Cole-Detke & Kobak, 1996) reformularon Apego y Déficit Atencional
el modelo de la teoría de control que aso- Para los fines de la presente investiga-
cia la apreciación del individuo acerca de la ción se centrará la atención en aquellos des-
disponibilidad de la figura de apego con el órdenes considerados dentro del DSM-IV,
desarrollo de estrategias de apego que re- en la categoría de Trastornos por Déficit
gulan el despliegue de atención y la emo- de la Atención y Comportamiento Pertur-
ción. Desde esta perspectiva, una estrate- bador, que incluye Trastorno por Déficit de
gia segura resulta del modelo de una figu- la Atención con Hiperactividad, Trastorno
ra disponible y sensible o un modelo del por Déficit de la Atención con
sí mismo como eficaz en elicitar y merece- Hiperactividad No especificado, Trastorno
dor de una respuesta parental aún cuando Disocial, Trastorno Negativista Desafiante,
exista una relación pobre con los padres. Trastorno de Comportamiento Perturbador
Esto permite al individuo desarrollar es- No especificado.
trategias primarias para iniciar efectivamen-
te conductas de apego y coordinar con fle- Con relación específicamente al déficit
xibilidad las conductas de apego con otros atencional, se considera uno de los tras-
sistemas de comportamiento. Las estrate- tornos de salud mental más frecuentemen-
gias secundarias o defensivas se desarro- te diagnosticado en USA, alcanzando entre
llan cuando el individuo percibe las figuras el 2% y el 14 % de los niños en edad escolar
de apego como insensibles y no disponibles. (Scahill y Schwab- Stone, 2000). En nuestro
Según el mismo autor, la literatura de ape- país no se han realizado estudios

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epidemiológicos comparables, aún cuando mas conductuales en niños preescolares


se ha encontrado una prevalencia de 6,2% (Lyons-Ruth, Alpern & Rapacholi, 1993).
en los niños de primero básico. (Bizama,
1998). Apego y conducta agresiva
Los trastronos de la conducta agresiva
Así mismo se presenta en comorbilidad están definidos por dos categorías
con otros trastornos disruptivos de la con- diagnósticas en el DSM-IV: Trastorno
ducta, como el Trastorno Negativista De- Negativista Desafiante (TND) y Trastorno
safiante y el Trastorno Disocial (Biederman Disocial (TDS). El diagnóstico de TND in-
y col, 1993, citado en Scahill y Schwab- cluye conductas menos severas y menos
Stone, 2000), y a su vez, estos últimos tras- antisociales que el TDS, tales como rehusar
tornos ocurren con una tasa más alta a la cumplir con las reglas de los adultos,
esperada en la misma población escolar pataletas, conducta provocativa, actitud
(Scahill y Schwab- Stone, 2000). Estos desafiante, en cambio el diagnóstico de TDS
indicadores subrayan la necesidad de com- requiere de comportamientos más agresi-
prender la complejidad del fenómeno para vos o antisociales tales como, robo, provo-
diseñar adecuados programas de interven- car incendios o dañar la propiedad priva-
ción. da. Por lo tanto, niños agresivos menores
En torno a la relación entre apego y dé- de 6 años raramente son diagnosticados con
ficit atencional, Yoshikawa (1997) realizó un TDS, pero la mayoría de los niños con TDS
estudio longitudinal con 40 infantes de 18 tienen historia de TND (Loeber, Lahey &
meses con características de comportamien- Thomas, 1991 en Lyons -Ruth, 1996). Estu-
to escurridizo manifestado en no mirar dios epidemiológicos de la población en
cuando eran llamados por los padres, ni general estiman que un 6% de los niños en
tampoco confirmar o chequear la presencia edad escolar presentan TDS ( Robins, 1991
de los padres. A los seis años de edad, 28 en Lyons-Ruth, 1996) y todos los estudios
de estos niños fueron diagnosticados con convergen concluyendo que en la edad es-
Déficit Atencional con Hiperactividad, 6 colar, el Trastorno Disocial es varias veces
resultaron con Retardo Mental y 4 con Tras- más frecuente en niños que en niñas con
torno Generalizado del Desarrollo.. una incidencia de un 5% a 10 % en niños y
de 1% a 3% en niñas (Steward, Debois,
La asociación entre la clasificación de Meardon, & Cummings, 1986 en Lyons –
apego inseguro en la infancia y futuros pro- Ruth, 1996). En general, se estima que
blemas conductuales ha sido mixta cuando aproximadamente un 6% de los niños esco-
los padres puntúan los problemas de con- lares presentan trastorno disocial (Robins,
ducta (Bates, Maslin, & Frankel, 1985; Fagot 1991).
& Kavanaugh, 1990; Lewis y cols., 1984 en
Zeanah, 1996). Esta asociación ha sido más Específicamente acerca de la relación
consistente cuando los profesores u obser- entre apego y conducta agresiva, estudios
vadores puntúan problemas de conducta longitudinales han encontrado una relación
(Erickson y cols., 1985; Fagot & Kavanaugh, entre apego inseguro en la infancia- parti-
1990; Suess, Grossman & Sroufe, 1992; cularmente apego tipo evitativo - rabia y
Wartner, Grossman, Fremmer-Bombik, & conducta desafiante hacia los padres y pa-
Suess, 1994 en Zeanah, 1996). Una investi- res durante la infancia temprana y media y
gación con una muestra de alto riego su- en los años preescolares (Ainsworth & cols,
giere una fuerte asociación entre la clasifi- 1978; Fagot & Kavanagh, 1990; Matas,
cación de apego desorganizado y proble- Arend, & Sroufe, 1978; Erickson, Sroufe, &
Egeland, 1985 en Lyons-Ruth, 1996). Según

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el mismo autor, Main (1990) entrega una contraron que los factores que contribuían
descripción de la estrategia subyacente al a la etiología de la conducta agresiva esta-
apego evitativo de los infantes, como res- ban relacionados con la relación de apego,
trictiva en la verbalización de rabia y ma- estresores familiares, disciplina y caracte-
lestar y desentendiéndose de las claves que rísticas del niño tales como temperamento
podrían intensificar el deseo de buscar apo- o problemas neurobiológicos. Con relación
yo y confort. Otros estudios con familias a las conductas violentas, existe un esfuer-
más aventajadas económicamente, no han zo importante por comprender las conduc-
documentado con consistencia la relación tas agresivas en la infancia a partir de los
especifica entre la estrategia de apego desórdenes del apego (Myeroff & cols,
evitativo y el posterior comportamiento 1999).
agresivo (Bates, Bayles, Bennett, Ridge, &
Brown, 1991; Fagot & Kavanagh, 1990 en En otro estudio, se examinaron los fac-
Lyons-Ruth, 1996) tores asociados a los problemas
conductuales disruptivos iniciados en la
Desde 1985, según Lyons – Ruth (1996) infancia, en una muestra de 80 niños que
los estudios de apego comenzaron a cen- habían sido derivados a una clínica psiquiá-
trarse en infantes con riesgo social o psico- trica infantil y diagnosticados con trastor-
lógico y codificar la presencia de apego no negativista desafiante y un grupo con-
desorganizado como también los tipos de trol de 80 niños. Se estudiaron cuatro áreas:
apego ambivalente, evitativo y seguro. Es- características de vulnerabilidad del niño,
tos estudios indican que el apego evitativo déficit en el estilo parental, apego inseguro
en familias de alto riesgo tiende a manifes- y adversidad familiar. Los resultados mos-
tarse de manera desorganizada en contras- traron que la combinación de estos cuatro
te a la forma organizada de apego evitativo factores proporcionaban alta sensibilidad,
en familias de infantes de bajo riesgo. Es- 81% y especificidad, 85%, ( Rutter; 2001).
tudios más recientes han encontrado que
es la desorganización, y no la evitación pre- Otras investigaciones más recientes han
cisamente, lo que estaría asociado a la con- utilizado clasificaciones, que aún cuando
ducta agresiva. De acuerdo al mismo au- conservan algunos rasgos esenciales de las
tor, estudios posteriores encontraron que categorías tradicionales de Ainsworth o
los niños con apego seguro exhibían com- Main, incorporan algunos elementos
portamiento prosocial hacia los padres y novedosos y categorías originales. Este es
pares durante los años preescolares. el caso del trabajo desarrollado en el Cen-
tro de Apego de Evergreen, Colorado, el
La investigación de apego indica que cual también será incorporado en la presen-
muchos de los correlatos del comportamien- te investigación, y que considera la catego-
to agresivo infantil pueden ser identifica- ría ansioso, la cual incluye a niños que ha-
dos en la infancia, antes de que se inicien biendo tenido una historia de vinculación,
los ciclos de agresión. Es más, el apego des- esta fue disfuncional, y aparecen como so-
organizado parece ser un precursor en el bre apegados e hiperdemandantes de afec-
desarrollo futuro del comportamiento agre- to. Los niños evitativos, por otra parte,
sivo (Lyons-Ruth, 1996). Según el mismo son más aislados y tienden a rechazar hos-
autor, la clasificación de apego ambivalente tilmente manifestaciones de afecto o pro-
es poco frecuente y no ha sido asociada con tección. En la categoría ambivalente, se in-
conducta agresiva. cluyen menores que se caraterizan por su
conducta desafiante y oposicionista, buscan-
En apoyo a esta línea de investigación, do el afecto con fines manipulativos. Los
Greenberg, Speltz, & DeKlyen (1993) en-

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niños clasificados como desorganizados, son Debido al hecho de que, en primer lu-
los más perturbados manifestando compor- gar, solo un bajo porcentaje de los meno-
tamiento bizarro y lábil. (Randolph, 2000) res institucionalizados disponen de un diag-
nóstico psicológico y/o psiquiátrico formal
y, en segundo lugar, en el caso de haberlo
tenido en algún momento, no siempre se
Metodología encuentra en el centro de atención, se utili-
zó un criterio amplio que permitía incluir
Objetivo General: tanto a aquellos menores con un diagnósti-
Determinar la relación existente entre co psiquiátrico y/o psicológico que se in-
patrones de apego y la presencia de tras- cluya en la categoría de trastornos del com-
tornos conductuales en menores portamiento perturbador, como a aquellos
institucionalizados que aún no teniéndolo formalmente, son
reconocidos por sus cuidadores como ma-
nifestando problemas de conducta eviden-
Objetivos Específicos: te.

1.- Identificar menores institucionalizados Quedó finalmente una muestra de 58


diagnosticados con trastornos sujetos extraída de los hogares Ciudad de
conductuales Niño, Hogar Patricia Ortiz, CTD Nuevo
Amanecer y Hogar Capullo
2.- Evaluar patrones de apego en meno-
res institucionalizados diagnosticados C. Definición de las variables:
con comportamiento perturbador
1. Trastorno Reactivo de la Vinculación.
3.- Correlacionar la prevalencia de los A. Definición Conceptual : Relación so-
trastornos de comportamiento pertur- cial que en la mayor parte de los con-
bador con patrones de apego textos, se manifiesta marcadamente
alterada e inapropiada para el nivel
A. Población: Frente al hecho de que no de desarrollo del sujeto, que se inicia
existen antecedentes diagnósticos de la po- antes de los 5 años de edad y que se
blación de menores institucionalizados con asocia a una crianza sumamente
trastornos del comportamiento perturba- patológica.(APA, 1994)
dor, se considerará como población al total
de niños institucionalizados en la Octava B. Definición Operacional : Cumpli-
Región, el cual asciende a 8542 menores, de miento de los criterios DSM-IV para
los cuales 3885 son mujeres y 4657 varones trastorno reactivo de la vinculación.
(SENAME, 2001).
2. Género.
B. Definición del tamaño estimativo de la A. Definición Conceptual : Forma que
muestra: La muestra a seleccionar fue de tipo reciben las palabras para indicar el
No Probabilística e intencionada, ya que solo sexo (García-Pelayo, 1990: 500).
se evaluó a aquellos menores identificados
y/o diagnosticados con problemas B. Definición Operacional : Respuesta
conductuales y que residen en la actualidad dicotómica asignado en el espacio para
en centro de menores dependientes de la sexo, y delimitado por las opciones
supervisión técnica del Servicio Nacional de hombre o mujer.
Menores (SENAME).

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3. Trastorno de apego (8r, 9r, 11r, 16r, 20r, 27r). Además in-
A. Definición Conceptual: Trastorno cluye un procedimiento de análisis que
reactivo de la vinculación que se ca- permite descartar maltrato sin proble-
racteriza tanto por cumplir los crite- mas de apego.
rios de desorden reactivo de la vin- Se realizó una aplicación piloto para
culación del DSM-IV como los crite- validar la prueba. Considerando que
rios del Desorden Negativista Desa- la mayoría de las investigaciones de
fiante. (Randolph, 2000). apego en niños se han hecho en base
al procedimiento conocido como Si-
B. Definición Operacional : Puntaje Ob- tuación Extraña de Ainsworth, y que
tenido en la Escala RADQ. por lo tanto no se disponía de instru-
4. Trastorno de Conducta. mentos psicométricos adecuados para
A. Definición Conceptual: Patrón de fun- ser utilizados como prueba criterio, se
cionamiento conductual caracterizado decidió utilizar dos instrumentos, que
por un bajo nivel de adaptación a las aún cuando no miden de forma espe-
normas e interacción social. cífica y estandarizada el constructo
original, consideran los autores que
B. Definición Operacional: Valor numé- ilustra teóricamente lo que se entien-
rico asignado en la categoría trastor- de como vinculación.
no de conducta del protocolo de in- La primera, el PSC o Pediatric
vestigación. Symptom Cheklist (Jellinek y cols.,
1988) es una escala ampliamente utili-
D. Instrumentos Utilizados: Para el pre- zada para medir funcionamiento
sente estudio se utilizaron 2 Instru- psicosocial y que cuenta con antece-
mentos, los que a continuación de des- dentes de validez adecuados para
criben: nuestro país, con un alpha total de
1.- Cuestionario de Desorden de Apego 0.853 (George y cols., 1994-1995). Para
de Randolph (RADQ o Randolph complementar este análisis se diseñó
Attachment Disorder Questionaire), un instrumento que los autores deno-
adaptada y traducida por los autores, minaron Historieta Apego, y que con-
de Randolph (2000). Esta escala cons- siste en un set de historietas que re-
ta de treinta ítems con alternativa de presentan 5 situaciones diferentes de
respuesta tipo Likert de 1 a 5, que interacción entre adultos y niños. Cua-
evalúa el constructo conocido como tro de ellas representan patrones de
desorden de apego (AD) . Este apego alterados (ambivalente, desor-
constructo es desarrollado principal- ganizado, evitativo, indiscriminado) y
mente por Elizabeth M. Randolph del una que relataría una situación de ape-
Centro para el Tratamiento del Ape- go normal entre un niño y algunos
go de Evergreen, USA. adultos.
La combinación de los distintos ítems Se le pidió a un grupo de 47 padres
en su sentido original (y algunos en de niños de NSE similar a la que sería
un sentido inverso o r) permite iden- la muestra definitiva que contestara
tificar seis subescalas que discriminan ambos instrumentos y el RADQ. A
los distintos sub-tipos de AD. Estas aquellos padres que seleccionaron his-
son AVD 1 (ítems 1, 2r, 3, 15, 16), ANX torietas de apego alterado se le deno-
1 (5, 10, 17, 22, 23), AMB 1 (8r, 9r, 11r, minó con fines de análisis Grupo de
13r, 18r, 20r), AVD 2 (1, 3, 5r, 15, 16, Apego Anormal y a los que seleccio-
22r), ANX 2 (1r, 3r, 18, 20, 22), AMB2 naron historietas de apego normal, se

83
Revista de Psicología de la Universidad de Chile

le denominó Grupo de Apego Nor- (1) incapacidad persistente para iniciar la


mal. mayor parte de las interacciones so-
Pues bien, las diferencias en las me- ciales o responder a ellas de un modo
dias de los puntajes RADQ entre los apropiado al nivel de desarrollo, ma-
grupos de Apego Anormal y de Ape- nifestada por respuestas excesivamen-
go Normal son significativas (con te inhibidas, hipervigilantes, o suma-
puntajes más altos para el grupo anor- mente ambivalentes y contradictorias.
mal), encontrándose un t para
varianzas distintas de 2.76 con un p < (2) vínculos difusos manifestados por una
0.001. En el PSC también las diferen- sociabilidad indiscriminada con acu-
cias son significativas encontrándose sada incapacidad para manifestar vín-
un t para varianzas distintas de 2.66 culos selectivos apropiados.
con un p< 0.001. Es resumen, las ma- B.- El trastorno del criterio A no se ex-
dres que tienden a calificar los patro- plica exclusivamente por un retraso
nes de apego de sus hijos como nor- del desarrollo (como en el retraso
males, tienden asimismo a reportar un mental) y no cumple criterios de tras-
mejor funcionamiento psicosocial y un torno generalizado del desarrollo.
puntaje más bajo en el RADQ. Esto ya
es un hallazgo interesante. C.- La crianza patogénica se manifiesta
El PSC arrojó una confiabilidad de 0.90 al menos por una de las siguientes ca-
y el RADQ una confiabilidad de 0.92. racterísticas:
La correlación de Pearson entre el (1) Desestimación permanente de las ne-
RADQ y el PSC fue de 0.811 con un p cesidades emocionales básicas del niño
< 0.001. relacionadas con el bienestar, la
estimulación y el afecto.
2.- Protocolo de Investigación de Ape-
go. Este protocolo de investigación fue (2) Desestimación persistente de las ne-
diseñado exclusivamente para esta in- cesidades físicas básicas del niño.
vestigación y está basado en los crite-
rios del Manual Diagnóstico y Psiquiá- (3) Cambios repetidos de cuidadores pri-
trico de Desórdenes Mentales de la marios, lo que impide la formación de
Asociación Americana de Psiquiatría, vínculos estables.
DSM-IV (APA, 1994). Este protocolo D.- Se supone que el tipo de crianza des-
se diseñó transformando cada uno de crita en el Criterio C es responsable
los cuatro criterios del DSM-IV para del comportamiento alterado descri-
el Trastorno Reactivo de la Vincula- to en el criterio A. (por ej., las altera-
ción, en un procedimiento de recolec- ciones del criterio A empezaron tras
ción de datos. la instauración de los cuidados
Los Criterios del DSM IV para el tras- patogénicos que aparecen el Criterio
torno reactivo de la vinculación de la C.)
infancia o la niñez son los siguientes: Para el criterio A se diseñó una entre-
A.- Relaciones sociales en la mayor parte vista estructurada con 7 preguntas orienta-
de los contextos sumamente alteradas das a evaluar lo considerado en el criterio.
e inadecuadas para el nivel de desa- Si el adulto responde a cuatro de las siete
rrollo del sujeto, iniciándose antes de preguntas en forma positiva, se considera
los cinco años de edad y puestas de presente el criterio.
manifiesto por (1) o (2):

84
Descripción de patrones de apego en menores... , Vol. XI, Nº 2: Pág. 75-92. 2002

Para el criterio B, los evaluadores reali- Tabla 1


zaron un diagnóstico diferencial según los
criterios DSM-IV, descartando trastorno Edad Frecuencia Porcentaje
generalizado del desarrollo, retraso men- 6 2 3.4
tal, Asperger y trastorno desintegrativo in- 8 2 3.4
fantil. 9 3 5.2
10 6 10.3
Para el criterio C se revisó el expediente
11 7 12.1
existente para cada niño en el Centro de
Menores, identificando la ocurrencia en 12 4 6.9
los dos primeros años de vida de los inci- 13 10 17.2
dentes considerados en el criterio, utilizan- 14 12 20.7
do para ello los informes judiciales, psico- 15 8 13.8
lógicos, sociales, etc. 16 4 6.9
Total 58 100%
El criterio D fue confirmado utilizando
las mismas fuentes.

Para los fines de la presente investi- Tabla 2


gación se considerará como presencia de Edad Mujer Hombre Total
trastorno reactivo de la vinculación el
cumplimiento de los cuatro criterios 6 1 1 2
DSM-IV. 8 2 2
9 2 1 3
10 4 2 6
11 1 6 7
Resultados 12 4 4
13 2 8 10
A continuación se presentan los resulta-
dos de la aplicación de los instrumentos a 14 6 6 12
la población estudiada. 15 8 8
16 2 2 4
Para comenzar se presentan los descrip- Total 18 40 58
tivos de la muestra.

La muestra estuvo constituida por 58 Frente al hecho de que la mayor parte


menores, 18 mujeres y 40 varones. Las eda- de los menores estudiados, como se ha des-
des fluctuaron entre 6 y 16 años, siendo la crito, no contaban en el centro con un diag-
media de 12 años y seis meses, y la desvia- nóstico psiquiátrico disponible, se creó un
ción estándar de 2.46 años. A continuación rótulo adicional a aquellos correspondien-
se presentan las frecuencias de edad para tes a la categoría de trastornos del compor-
la muestra total, y el detalle de la distribu- tamiento perturbador del DSM IV. Así, la
ción por edad y género. clasificación final incluye: Problemas
Conductuales (01), Trastorno por Déficit de
la Atención (02), Trastorno por Déficit de
la Atención No Especificado (03), Trastor-
no Disocial (04), Trastorno Negativista De-
safiante (05), Trastorno del Comportamien-
to Perturbador No Especificado(06).

85
Revista de Psicología de la Universidad de Chile

Tabla 3 Tabla 6
Diagnóstico Frecuencia Mujer % Hombre % Total
Problemas Conductuales 47 Cumple criterios 6 33.3 16 40 22
Trastorno por Déficit de la Atención 6 TRV
Trastorno Disocial 3 No cumple 12 66.7 24 60 36
criterios TRV
Trastorno Negativista Desafiante 2
Total 18 100 40 100 58
Total 58

Tabla 7
Tabla 4
Edad No cumple Si cumple Total
Tipo de Desorden
TRV TRV
Conductual Mujeres Hombres Total
6 2 2
Problema Conductual. 16 31 47
8 1 1 2
Déficit Atencional con
Hiperactividad 6 6 9 2 1 3
Trastorno Disocial 1 2 3 10 3 3 6
Trastorno Negativista 11 4 3 7
Desafiante 1 1 2 12 3 1 4
Total 18 40 58 13 6 4 10
14 7 5 12
15 5 3 8
A continuación se examinarán los resul- 16 3 1 4
tados de la evaluación de la presencia del
Total 36 22 58
Trastorno Reactivo de la Vinculación (DSM
IV) a través del instrumento Protocolo de
Investigación de Apego.
Al analizar la distribución de los sujetos
De los 58 sujetos de la muestra original, que califican para Trastorno Reactivo de la
el 37,9 % cumple los criterios DSM IV para Vinculación, según el tipo de Trastorno
Trastorno Reactivo de la Vinculación. En las Conductual que presenta, se obtienen los
tablas 5, 6 y 7 se muestran estos resultados resultados ilustrados en el gráfico 1. Llama
para el total de la muestra y distribuidos particularmente la atención que dentro de
por género y edad. la categoría Problema Conductual, el 40.4%
de los menores cumplan los criterios para
Trastorno Reactivo de la Vinculación, según
Tabla 5 el DSM IV.
Frecuencia Porcentaje
Cumple criterios Trastorno
Reactivo de la Vinculación 22 37.9
No cumple criterios Trastorno
Reactivo de la Vinculación. 36 62.1
58 100%

86
Descripción de patrones de apego en menores... , Vol. XI, Nº 2: Pág. 75-92. 2002

Porcentaje por Subtipo


100
83.3
80

de Trastorno
Conductual
59.6 66.7
60 50 50 Serie1
40.4
33.3 Serie2
40
16.7
20
0
1 2 3 4
Tipo de Trastorno

No Cumple Criterios TRV


Cumple Criterios TRV

1.- Problema Conductual De los 58 sujetos de la muestra inicial,


sólo 47 pudieron ser sometidos a esta clasi-
2.-Déficit de la atención con ficación, principalmente por el hecho de que
hiperactividad existían missing values que eran absoluta-
3.- Trastorno Disocial mente necesarios para ella. Así no se pudo
incluir el 19% de la muestra original.
4.- Trastorno Negativista desafiante.
En este contexto, de los 47 menores eva-
luados, 6 cumplían los criterios de la cate-
goría Evitativo (12.8%), 18 los de la catego-
Los porcentajes descritos en el gráfico ría Ansioso (38.3%), 12 los de la categoría
anterior deben ser analizados a la luz de la Ambivalente(25.5) y 11 los de la categoría
cantidad de sujetos incluidos en cada cate- mixto (23.4%).
goría. Por ejemplo, no es posible conside-
rar como equivalentes el problema Así mismo, a través del RADQ se pudo
conductual presente en 47 sujetos con el identificar aquellos menores que cumplían
trastorno negativista desafiante, que tiene los criterios diagnósticos para Desorden de
sólo 2 sujetos. Apego (AD, Attachment Disorder), la cate-
goría utilizada por la autora del instrumen-
Pasando a una tercera parte del análisis, to para describir los Trastornos de Vincula-
se clasificó a los sujetos según el tipo de ción, precisando que esta frecuencia ascen-
apego que presentaban. Para este propósi- día a 12, un 20.7% de la muestra total (58).
to, se utilizaron las subescalas del RADQ
que permiten situar a los sujetos en los dis- Además este instrumento permite iden-
tintos tipos de apego que la autora del ins- tificar a aquellos menores que teniendo
trumento identifica. Debemos recordar que indicadores de haber experimentado mal-
la clasificación que Randolph utiliza no co- trato, no cumplen los criterios para AD. En
rresponde exactamente a la utilizada por este caso estos suman 37 niños, con un 63.8
Ainsworth y por otros autores a partir de % de los casos.
la década de los 80. Randolph clasifica los
tipos de apego en Evitativo, Ansioso, Por otra parte, al identificar a aquellos
Ambivalente y Mixto, el cual representa una menores que teniendo problemas de con-
mezcla de algunos de los tipos anteriores. ducta, no cumplen los criterios de AD, se
precisa que éstos suman 35, el 60.3% de la
muestra.

87
Revista de Psicología de la Universidad de Chile

Al cruzar entonces la clasificación AD con Por último, al analizar el tipo de vínculo


la clasificación TRV nos encontramos con inseguro según el tipo de desorden
que sólo 7 de los 12 casos identificados po- conductual que presenta (para un n válido
sitivamente como puntuando para AD, cum- de 47) y según género, se obtienen los re-
plen también los criterios para TRV. sultados que se observan en la tabla 8 y en
la tabla 9.
Existirían entre 8 y 9 casos (entre un
22.9% y un 24.3%) que no cumpliendo los
criterios de AD, si cumplen los criterios de
TRV.

Tabla 8
Tipo Problema Déficit Trastorno Trastorno Total.
Vinculo Conductual Atencional con Disocial Oposicionista
hiperactividad
Evitativo 5 1 6
Ansioso 12 4 1 1 18
Ambivalente 12 12
Mixto 10 1 11
Total 39 5 2 1 47

Tabla 9
Tipo Vínculo Mujer Hombre Total
Evitativo 2 (13.3%) 4 (12.5%) 6 (12.8%)
Ansioso 7 (46.7) 11 (34.4%) 18 (38.3%)
Ambivalente 2 (13.3%) 10 (31.3%) 12 (25.5%)
Mixto 4 (26.7) 7 (21.9%) 11 (23.4%)
Total 15 (100%) 32 (100%) 47 (100%)

Análisis y Discusión. En primer lugar, sólo una mínima parte


Antes de proceder a analizar los resul- de los menores dispone en su carpeta de
tados propiamente estadísticos, es necesa- antecedentes de informes psiquiátricos y/
rio hacer algunas consideraciones. Sin o psicológicos, que permitan avalar diag-
duda, esta investigación no habría sido po- nósticos y planificar tratamientos en inter-
sible sin la total colaboración de las institu- venciones con los menores. Entendemos
ciones de menores con las cuales llevamos que gran parte de esta situación se debe a
a cabo ésta. No obstante lo anterior, debe- la escasez de recursos humanos y materia-
mos señalar la gran cantidad de dificulta- les en el ámbito del sector público en nues-
des técnicas a las que nos vimos enfrenta- tro país para realizar estas evaluaciones. Por
dos al desarrollarla. otra parte, existe un bajo nivel de capacita-

88
Descripción de patrones de apego en menores... , Vol. XI, Nº 2: Pág. 75-92. 2002

ción y sensibilización en el ámbito profe- relaciones afectivas tempranas y actuales


sional acerca de la importancia de conocer que el menor tiene, lo cual permitiría even-
en profundidad los diagnósticos DSM-IV, tualmente (como sucede en países como
y de cuanto puede repercutir su uso ade- EEUU y Canadá) diseñar planes de trata-
cuado en el trabajo psicosocial. Así, muchos mientos coherentes con esta nueva visión.
de los menores que han sido evaluados o
bien no disponen de un diagnóstico rigu- En el caso nuestro, hemos constatado la
roso, o bien las categorías diagnósticas no dificultad de realizar investigaciones en
corresponden a las categorías DSM- IV. ó torno al vínculo afectivo, además, por el
CIE-10. hecho de que no se dispone de una varie-
dad de instrumentos adecuados y
Esto se cruza profundamente con la rea- estandarizados a nuestra realidad, y que
lidad de los niños institucionalizados y de ofrezcan una alternativa real a procedimien-
la atención de ellos en el sistema público. tos como la situación extraña de Ainsworth,
Los siempre insuficientes recursos econó- para evaluar menores. Esto sucede con la
micos del sector público en este ámbito así AAI (Adult Attachment Interview) o el PBI
como en el de la salud mental, sumado a la (Parental Bonding Inventary), que más bien
particular complejidad de la atención de se aplican a poblaciones adultas.
estos menores, deja poco espacio para ins-
tancias de perfeccionamiento y coordina- Creemos que nuestra investigación ha
ción intersectorial para los profesionales hecho un aporte en sugerir al menos dos
que en él trabajan. Los riesgos de esta si- estrategias para evaluar patrones vinculares
tuación, son perpetuar la cadena de situa- en niños. Primero, el instrumento creado
ciones vitales de exclusión y marginación como prueba criterio para el RADQ, las
que estos niños y niñas han venido enfren- Historietas Apego, en la medida que se fun-
tado desde temprana edad. La importan- damentan en una aproximación visual más
cia de un buen diagnóstico, además de uni- que lingüística, podría permitir acceder a
formar criterios y precisar formulaciones o las representaciones que los padres hacen
hipótesis explicativas para los fenómenos, con respecto al funcionamiento de sus hi-
es que permite distinguir la gravedad y el jos. Segundo, a pesar de las diferencias de
grado de rigidez e inmodificabilidad de los postulados de Randolph con los clási-
ciertos cuadros. cos de Ainsworth, consideramos que nues-
tro estudio da a conocer en el ámbito na-
La oportunidad de aprovechar resulta- cional un instrumento de gran valor prácti-
dos como los que presentamos en esta in- co como el RADQ. La pertinencia de los
vestigación, es factible sólo en un espacio postulados básicos que están a la base de
de conversación donde es necesario que su construcción, a la luz de los hallazgos
existan adecuados procesos de evaluación encontrados, serán discutidos luego.
y diagnóstico que puedan ser revisados,
criticados y modificados. Con respecto a la evaluación de los pa-
trones de apego, recordemos, utilizamos
En particular en el caso del vínculo afec- dos fuentes primarias de información: los
tivo, el espíritu que mueve a los autores de criterios DSM-IV para trastorno reactivo de
la presente investigación es desplazar el la vinculación y los resultados del RADQ
foco de atención desde el típico diagnósti- que permiten identificar AD.
co conductual que rotula al niño con la su-
puesta e implícita convicción de que es muy Con respecto al primero, encontramos
difícil modificar “un mal comportamiento”, que un 37.9% de los menores cumplen los
hacia una evaluación de la calidad de las criterios de TRV. Esto es extremadamente

89
Revista de Psicología de la Universidad de Chile

interesante por varias razones. Primero, lla- categoría de tipo ansioso no pertenece a
ma la atención que a pesar de las dificulta- los tipos señalados por Ainsworth y otros
des técnicas en el acceso de la información, autores, y que por lo tanto en una medida
en la existencia o no de ésta, en el tiempo importante no es factible hacer comparacio-
que los cuidadores conocían a los niños, en nes con los resultados de las investigacio-
que mucha de la información requerida re- nes llevadas a cabo con anterioridad.
quiere un análisis retrospectivo, etc., se
hubiese encontrado esta prevalencia. Segun- No obstante, el hecho de que la
do, que ésta sienta las bases para estudios categorización aluda a un tipo de funciona-
epidemiológicos que según el DSM- IV son miento internalizante, tiene implicancias clí-
limitados y desde donde se asevera que el nicas ya que muchos de estos menores iden-
TRV “parece ser muy poco frecuente”. Ter- tificados con problemas conductuales, pro-
cero, existiría un evidente sub-diagnóstico bablemente presenten síntomas depresivos
de TRV en una población que por defini- en la actualidad o en el corto plazo. Es de-
ción, está más expuesta a las situaciones de cir, habría una gran cantidad de menores
deprivación afectiva que están a la base de con un potencial de depresión importante
la etiología del TRV. Por lo menos, se pue- que no estarían siendo visualizados y por
de afirmar que hay una desatención, por supuesto, tampoco atendidos.
parte de los clínicos a aquellos signos que De hecho, las categorías precisadas por
lo evidencian o, en general, a la dimensión Randolph y el desarrollo de un constructo
explicativa de los fenómenos que conside- teórico como AD, que además de incluir la
ra como clave para iluminar conceptualización de vínculo más tradicio-
conceptualmente las conductas del niño, las nal, incluye el Trastorno Negativista Desa-
relaciones con la madre o los cuidadores fiante, son aspectos que aún en el momento
primarios antes de los cinco años de vida. presente están sujetos a revisión y a una
Cuarto, que el hecho de que se tome con- discusión teórica. Ya que el RADQ está cons-
ciencia de los porcentajes aludidos incide truido sobre estas conceptualizaciones, aún
profundamente en el diseño de planes de debe ser analizado con una mirada crítica.
tratamiento para los Trastornos
Conductuales en los niños, ya que se Sin embargo, en la medida que alcanzó
reposiciona como estrategia fundamental buenos indicadores de confiabilidad y va-
para la reparación el establecimiento de re- lidez en nuestra aplicación piloto y a partir
laciones afectivas sólidas y de confianza. de la escasez de instrumentos en español
que midan patrones de vinculación en ni-
Con respecto a los tipos de vínculo en- ños y adolescentes, se considera que es una
contrados como más prevalentes en la po- herramienta útil de conocer y aplicar.
blación estudiada, se encontró el tipo an-
sioso con un 18 %. Esto no coincide con lo Para terminar, recalcar la importancia de
señalado con la literatura donde el más fre- llevar a cabo más investigaciones como esta,
cuente era el evitativo (van Ijzendorn, en que evidencien las necesidades afectivas y
Lyons-Ruth, 1996). psicológicas de los niños deprivados e
institucionalizados en nuestro país.
Antes de arribar a conclusiones apresu-
radas, es importante percatarse de que la

90
Descripción de patrones de apego en menores... , Vol. XI, Nº 2: Pág. 75-92. 2002

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Período de límite de recepción de artículos: 30 de Marzo 2002.


Fecha de aceptación artículos: 30 de octubre 2002.

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