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I. Introducción. II. Los hechos previos al inicio del juicio. III. Las
circunstancias procesales. IV. Los argumentos de la sentencia en
comentario. V. Reflexión sobre la hiposuficiencia negocial y reclamacional
del trabajador. VI. Normas que son violadas ante la falta de registración.
VII. La clandestinidad como refinada discriminación al trabajador. VIII.
Conclusión.
Doctrina:
I. INTRODUCCIÓN
Los hechos que originan este caso constituyen un supuesto muy común y
que genera múltiples litigios en tribunales.
Pues bien, en el caso que nos ocupa, un fallo de la Cámara Civil Comercial
Minas y Laboral número uno de San Luis primera circunscripción, se
observa la misma situación.
En este caso, lo que ocurrió es que el actor comenzó como empleado en una
empresa, en la cual la costumbre era tomar a la persona y registrarla sólo
«si quedaba efectiva», a los tres meses.
Pero antes que se cumplieran los «subsiguientes tres meses», (es decir, a los
cinco meses y medio aproximadamente) recibió un telegrama de despido
«por encontrarse en período de prueba». Se le entregaron las certificaciones
de servicios conf. art. 80 L.C.T. pero estrictamente por los «dos meses y
medio» que había estado registrado.
Por ello, esta prueba, como lo afirmó la Cámara, se tenía que analizar en
conjunto con las demás pruebas y no de manera aislada, ni entender que,
porque la parte haya «jurado que no» en la audiencia confesional, ello
implicaría que los hechos no hayan ocurrido.Se ha sostenido también sobre
la prueba confesional que “los efectos de la confesión se valoran, en el
fuero laboral, según el sistema de apreciación en conciencia que autoriza a
los magistrados a ponderarla en su correlación con el resto de las pruebas y
atendiendo a las circunstancias propias de la causa, lo que permite un
amplio margen de valoración, pues de lo contrario se haría prevalecer la
ficción sobre la realidad” (Caso «Alaniz D c/ Pesquera Rio Fueguino» y
«Veiguela Pablo c/ Cadena de hoteles») (6)
e) Razones por las que se hizo lugar a la demanda por indemnización por
despido:
Recordemos aquí, además que, cuando de acuerdo con el primer párrafo del
artículo 29 L.C.T., se establece que el trabajador ha sido empleado directo
de la empresa usuaria de sus servicios, se entiende que el trabajador tendría
que haber sido empleado registrado de esa empresa destinataria de sus
servicios (a veces llamada «usuaria») desde el primer momento. No basta
con que haya estado registrado con la «intermediaria» o agencia. Así pues,
no sería admisible un período de prueba primero en una intermediaria y
luego entrar a trabajar «con nuevo período de prueba» en la empresa
usuaria de servicios (en los supuestos del art. 29 L.C.T.). Esta situación
sería casi la misma que la que ocurrió en el fallo judicial que estamos
anotando:habría sido como si la empresa usuaria hubiese incorporado al
trabajador al principio como «no registrado» (mal llamado «en negro») bajo
el ropaje de que estaba registrado con la intermediaria, y luego de esos
meses pretendiera recién registrarlo y comenzar el periodo de prueba.
Este criterio ha sido sustentado, entre otros, por la CNAT Sala X en fallo
del 29/4/2011 «Álvarez María c/ Hewlett Packard Arg. SRL» al decir:
VIII.CONCLUSIÓN
Por todo ello, volviendo al fallo que estamos comentando (Pascaud Franco
Aristides c/ K. cobro laboral (14)) , en el cual un trabajador fue ingresado
sin registrar y «recién a los tres meses» se lo registró, para luego despedirlo
a los dos meses y medio posteriores con el argumento de que estaba en el
período de prueba, observamos que:
– Formaba parte de la cultura empresarial el tomar a los trabajadores y
registrarlos recién a los tres meses.
(9) «Fox Boivin Fernando Alexis c/ Furo S.A. s/ despido» C.N.A.T. sala
VII. 5-10-07. Microjuris Cita: MJ-JU-M-35316-AR, MJJ35316
(10) ELIAS, Jorge: «Hiposuficiencia reclamacional, un nuevo desafío para
el derecho del trabajo», Doctrina al día, Thomson Reuters, 7 marzo 2012,
disponible libremente online.
(12) CNAT Sala X Expte N° 24.897/07 Sent. Def. N° 18.475 del 29/4/2
011 «Álvarez, María Cecilia c/Hewlett Packard Argentina S.R.L y otro
s/despido» (Stortini – Corach – Brandolino).
(15) Voto del Dr. Rodolfo Capón Filas en “Stringa Domingo Alberto c/
Unilever de Argentina S. A. s/ despido”, C.N.A.T. sala VI 23 de octubre de
2000, SD 53.533.