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Práctica de laboratorio de onda sonora

Gabriela Isabel Rodríguez Campos1


1
1er año. Facultad de Física. Universidad de La Habana. Colina Universitaria, Vedado, 10400 La Habana,
Cuba.

Resumen:
Propuesta para una práctica de laboratorio utilizando el clásico experimento de las
figuras de Chladni donde se muestras ondas sonoras estacionarias bidimensionales. A
partir de las vibraciones acústicas se encuentran los modos normales de vibración
midiendo la frecuencia con la que estos ocurren encontrando así los armónicos.

Introducción:
Durante el segundo semestre del primer año de la carrera de Física en la Universidad de La
Habana, se imparte la asignatura Física General II, comúnmente conocida como Molecular. En
la asignatura son explicados contenidos importantes como la termodinámica, que contribuyen a
nuestra formación como físicos y además se incluye de manera breve el tema de ondas
mecánicas. De manera unísona, en Física Experimental II se desarrollan las prácticas de
laboratorio relacionadas con los contenidos de física que son impartidos durante el semestre.
Seguramente muchos de los que culminamos ese primer año recordamos experimentos como: la
comprobación experimental de la Ley de Boyle-Mariotte, la determinación de Módulo de
Young, y la determinación del coeficiente de viscosidad de un líquido (por método de Stokes o
de Ostwald), pero de seguro no recordamos ningún experimento relacionado con ondas
mecánicas.

Dentro de las ondas mecánicas, las sonoras pueden resultar atractivas, sobre todo si tratamos
con un joven estudiante de primer año. Probablemente se deba a la relación evidente que existe
entre la onda sonora y la música.

Conocer un poco de sonido y música hace más fácil entender algunos aspectos de la física. Se
ha comprobado que la afinidad que Albert Einstein tenía por el violín y Max Planck hacia el
piano, son más que una casualidad. Sin embargo una de las cosas más importantes que
descubrieron, a principios del siglo XX, Einstein y Planck, fue que a escalas subatómicas, las
partículas se comportan como ondas. Debido a eso, muchos de los fenómenos que pensamos
cuando hablamos de música son aplicables a la manera como se comporta el mundo dentro del
átomo.

Podemos identificar a un instrumento musical por un grupo de frecuencias de sonido que le


son naturales, producto de los materiales y la manera como está hecho, también es posible
identificar a un átomo por la frecuencia de luz que emite cuando es excitado por un estímulo
externo. En ambos casos lo que percibimos es producto de una serie de vibraciones.
A fin de cuentas el sonido es un conjunto de ondas y la física se acerca a la naturaleza a través
del estudio de las partículas y las ondas.

Las ondas mecánicas pueden definirse como la propagación de la perturbación de un medio. El


sonido es una onda mecánica elástica. Es longitudinal ya que las partículas de materia se
mueven en dirección perpendicular a la dirección de propagación de la onda. Además, es
esférica dado que la energía se propaga en las 3 dimensiones espaciales.

En otras palabras, estas ondas se generan mediante las variaciones de presión, humedad o
temperatura del medio, produciendo el desplazamiento de las moléculas que lo forman. Cada
molécula transmite la vibración a las que se encuentren en su vecindad, provocando un
movimiento en cadena. Esa propagación del movimiento de las moléculas del medio, producen
en el oído humano una sensación descrita como sonido.

Para que un sonido se genere es necesario que vibre alguna fuente, estas vibraciones pueden ser
transmitidas a través de diversos medios elásticos, entre los más comunes se encuentran el agua
y el aire. La propagación del sonido involucra transporte de energía sin transporte de materia a
través de la materia sólida, líquida o gaseosa, tratándose de una onda longitudinal las
vibraciones se producen en la misma dirección en la que se propaga el sonido.

Desarrollo:
En el siglo XVIII el doctor en derecho, cazador de meteoritos, violinista y físico alemán Ernst
Florenz Friedrich Chladni diseñó el experimento por el que es recordado: las placas de Chladni.
Estudioso de la acústica, utilizó una placa metálica cuadrada y el arco de un violín para mostrar
el comportamiento de las ondas sonoras al propagarse. Su experimento consistía en tomar la
placa entre los dedos índice y pulgar buscando una superficie mínima de contacto y frotarla
con el arco, sobre la placa se había espolvoreado previamente una sustancia granulada como
la arena. Al frotar la placa se producían llamativos dibujos según con qué ángulo se apoyara el

Ilustración 1: Patrones en una placa de


Chladni de bordes libres

arco y cómo se sujetara la placa. El propio Chladni recogió los resultados obtenidos en su
tratado Die Akustik, publicado en 1802.

El experimento de Chladni adquirió cierta notoriedad debido al interés que mostró el emperador
Napoleón Bonaparte en el mismo. Probablemente incitado por Laplace ofreció un premio de
tres mil francos a quién fuera capaz de explicar el fenómeno.En 1817 la matemática francesa So
phie Germain (ayudada por Lagrange) encontró la ecuación diferencial que regía el fenómeno y
ganó el premio. Sin embargo, su trabajo tenía serios errores en lo referente a las condiciones de
contorno, en 1850 Gustav Kirchoff señaló este hecho y resolvió el problema para un disco con
borde libre utilizando valores propios. La ecuación diferencial para una placa rectangular no fue
planteada hasta 1909 por Walter Ritz.En la actualidad, el experimento de Chladni ha sido
reproducida de diversas maneras: el el dorso de una guitarra acústica, en la membrana de un
tambor o en una placa, ya sea rectangular o circular, unida a un altavoz.

Los patrones observados en el experimento de Chladni muestran las líneas en las cuales se
acumula la arena, el motivo de que la arena quede inmóvil en esas líneas es sencillamente que
se trata de los puntos en los que la placa metálica no vibra. Las líneas en las cuáles la amplitud
del movimiento es cero, es decir, la vibración es nula, se conocen como líneas nodales.

Introducción teórica:

Ernst Chladni propuso una ley fruto de sus experimentos, conocida como Ley de Chladni. Si
bien no es tan útil como la ecuación de onda para describir las vibraciones de sistemas,
introduce varios conceptos que debemos conocer.

Ec 1
Donde f es la vibración a la que se somete la placa, C es una constante, y m y n son el número
de líneas nodales paralelas a cada una de las direcciones, x e y, que definen la superficie. Las
líneas nodales están formadas por nodos, puntos en los que el medio no vibra (la amplitud es
cero) característicos de las ondas estacionarias.
el valor de la constante C sólo depende, en principio, de las propiedades del platillo.
La teoría para el caso de una placa cuadrada, implica la resolución de la ecuación de ondas en
dos dimensiones. Las condiciones de contorno obligan a que el borde de la placa sea un
antinodo. Si se resuelve la ecuación para esas condiciones de contorno se encuentra la siguiente
solución para las frecuencias de resonancia:

Ec 2
donde arepresenta la dimensión de la placa cuadrada, v la velocidad del sonido en la placa y
(m,n) el número de líneas nodales observadas en horizontal y vertical respectivamente.
En el experimento se observan figuras muy vistosas pero difíciles de explicar, que no se
corresponden totalmente con los patrones predichos teóricamente, los cuales se recogen en el
libro “The Physics of Musical Instruments”, de Fletcher y Rossing. Dichas discrepancias
pueden deberse a que la geometría no es la ideal: la placa no es una membrana ideal, los bordes
están doblados, etc
Debido a que idealizamos el sistema de estudio con el que interaccionan las ondas
considerándolo bidimensional, las fórmulas que rigen el movimiento de éstas deberán
escribirse para dos dimensiones. Estas fórmulas pueden obtenerse a partir de la ecuación de
onda, que es la misma para placas tanto rectangulares como circulares, por ejemplo, al ser las
dos superficies bidimensionales.
La ecuación de onda en dos dimensiones corresponde a la expresión:

Ec 3
Siendo u la función de onda, t la dimensión temporal, x e y las coordenadas espaciales y c la
velocidad de la onda en el medio a considerar.
Sin embargo, esta ecuación no nos proporciona información acerca de las características
vibracionales del sistema. Resolver la ecuación de ondas implica resolver tres ecuaciones
diferenciales, proceso que explicaremos brevemente:
Para obtener las soluciones, utilizamos el método de separación de variables. Consiste en
obtener una aproximación, usando una función producto: u(x,y,t)=X(x)Y(y)T(t)
Separando los tres términos, obtenemos las ecuaciones diferenciales, que corresponden a las
de un movimiento armónico simple: la placa vibra con un movimiento análogo al de un MAS.

Ec 4
Siendo X, Y y T las funciones que hemos definido en el método de separación de variables, t la

dimensión temporal, x e y las coordenadas espaciales y ω la frecuencia angular de la onda.

Resolviendo estas tres ecuaciones obtenemos una función general:

Ec 5
Si consideramos las posibles soluciones reales, obtenemos una expresión que se corresponde a

la interacción de dos ondas, una en el eje x y otra en el y:

Ec 6
Aplicando la condición de que la onda se haga cero en los extremos (su amplitud tenderá a

cero) y teniendo en cuenta que trabajamos con estacionarias:

Ec 7
Siendo n=1,2,3… al ser estacionarias; a y b son las dimensiones de la placa (si es cuadrada,

serán iguales).

Ec 8
Donde m y n son, respectivamente, el número de líneas nodales en las direcciones OY y OX, y

sin contar los nodos en el borde de la placa.

En general usaremos m+1,n+1 en lugar de m,n, para poder asociar m,n=0,0 con el modo

fundamental de vibración. De esta manera, la ecuación resulta:

Ec 9
Esta última ecuación es la expresión obtenida de la ecuación de onda que usaremos como base

para las representaciones en placas bidimensionales, reproduciendo diversos patrones:

supondremos una frecuencia constante y modificaremos el número de líneas nodales (m,n),

evaluando los cambios en la disposición de la arena en la superficie.

Técnica experimental:

Fig 1: Equipo experimental

El montaje de esta experiencia es sencillo. Se requieren elementos de fácil adquisición. Para la


implementación que se muestra en la fotografía se ha usado el siguiente material:
Placa metálica cuadrada
Fig 2: Caso de placa en forma circular
Placa metálica circular
Cloruro sódico
Generador de frecuencias
Altavoz
El dispositivo experimental utiliza una placa metálica cuadrada. Un altavoz, recuperado del
equipo de sonido de un automóvil, alimentado por un generador de frecuencias, hace vibrar la
placa a diferentes
frecuencias. Como pequeños cuerpos se ha usado cloruro sódico en lugar de arena como se
hacía originalmente, por dar granos más ligeros. Se espolvorea el cloruro sódico sobre la placa
de modo
homogéneo. Se conecta el oscilador a la frecuencia adecuada y la sal comienza a moverse
cuando la placa vibra, de modo que finalmente se reproduce el patrón de ondas estacionarias,
dando lugar a las figuras. Se usa cloruro sódico en lugar de sal común para evitar que se
apelmace con la humedad.

Fig 3: Caso de placa cuadrada

Lo primero es calibrar si la placa está completamente horizontal, Para ello se induce


una frecuencia baja pero con una amplitud grande, hasta que se observe que los granos de
azúcar no caen por los lados. Una frecuencia de unos 15 Hz sería suficiente. Una vez realizado
este paso previo se empieza con la práctica en sí, en primer lugar y como medida de protección
es conveniente colocarse los tapones en los oídos.
Se empezará a aumentar la frecuencia de Hercio en Hercio hasta que se alcance una figura
resonante, esto se puede observar de dos formas diferentes, en primer lugar de forma acústica,
se escucha un sonido más agudo y en segundo porque los granos empiezan a saltar. Una vez se
ha aproximado a una frecuencia que cumpla estas características se cambia el incremento a uno
más preciso y se busca que la figura quede lo más nítida posible. Este proceso se debe repetir
para ir viendo las diferentes figuras aumentando la frecuencia poco a poco. Cada vez que se
aumenta la frecuencia es necesario aumentar la amplitud de la oscilación. Para frecuencias bajas
(menores de 500 Hz) si se usa la máxima amplitud los granos saltan demasiado y se caen la
mayoría, con lo que no se ve correctamente, sin embargo para frecuencias altas es indispensable
poner la máxima amplitud ya que en caso contrario no se observa con nitidez.
Hacerlo de esta forma es necesario la primera vez que se realiza la práctica pues las
frecuencias propias se buscan a ciegas, y resulta bastante molesto para el oído. De hecho a partir
de una frecuencia los tapones se hacen imprescindibles. Toda frecuencia característica debe ser
anotada y la figura fotografiada para su análisis posterior. Durante todo el proceso es necesario
añadir granos., dado que los granos suelen caerse por los lados, es recomendable echar más por
el centro.

Conclusiones:

El primer objetivo de la práctica es la visualización de ondas estacionarias de dos dimensiones.


Se le pide al estudiante encontrar las frecuencias para las cuales ocurre resonancia, es decir, se
muestran los armónicos o modos normales que son apreciables en las nítidas figuras que ser
forman. Una vez encontrados estos valores de frecuencia se puede orientar al estudiante a
calcular la constante C de Chladni con la utilización de la Ec 1 a partir de encontrar
el número de líneas nodales paralelas a cada una de las direcciones; esto para un armónico
determinado en el caso de que se utilize una placa circular. Por otra parte, en el caso del
experimento con la placa cuadrada, se le puere pedir al estudiante que calcule la velocidad de
propagación de la onda a travéz de la placa a partir de la Ec 2.

Bibliografía:
[1] Arango J., Escobar L., Reyes C.- Figuras de Chladni en tambores. Lecturas matemáticas,
volumen 33 (2012)
[2] H. L. Eubank, J. M. Ramsay and L. A. Rickard, Basic Physics for secondary schools, (eds) K.
Dallison and R. Kunz, (The Macmillan Company of Canada Limited, Canadá,1957), chap 6.
[3] W. D. Henderson, Problems in Physics,(McGraw-Hill Book Company Inc, New York and
London, 1931), chap 7.
[4] R. L. Weber, M. W. White, K. V. Manning, J. Febrer, Física General Moderna, (Ciencia y
Técnica, La Habana, 1967), cap 13-16.
[5] Georgi H. – The physics of waves. Prentice Hall (1993)

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