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Dogmática Jurídica
Derecho I Diurno
A lo largo y ancho de la historia, todas las civilizaciones que existen y han existido fueron
regidas por algún tipo de norma, teniendo un líder o gobernante a su cargo. Tomando como
ejemplo de aquellas que habitaron la media luna fértil en la primera era del homo sapiens,
se encuentra una organización de su sistema político y jurídico representado en un rey
soberado, en ocasiones se le era atribuida una divinidad que era propia de su cultura. Este
monarca ejercía su poder sobre una ciudad de tamaño considerable, lo hacía con base en
sus propios principios morales y religiosos, obteniendo un poder absoluto, a su cargo había
un mando subordinado que se encargaba de administrar y sistematizar las políticas en las
ciudades.
Todos estos hábitos son herencia de los antepasados de los pueblos o de comunidades que
nos antecedieron, dejando un legado diverso de formas manifestar lo que es representativo
de cada uno, entre ellos el baile, arquitectura, literatura y hasta la infraestructura.
Trayéndolo a un plano contemporáneo en nuestro país, se aprecia que la normatividad
vigente salvaguarda mucho la cultura ancestral de las diferentes etnias indígenas y
afrodescendientes, ya que todo el derecho positivo que rige en el territorio nacional es
tomado con base en la costumbre general de los habitantes del país, de manera objetiva se
crean las leyes, sin embargo, con la Constitución de 1991 se vela por el que se garantice la
libertad de cada individuo pero sin que se perjudique la del otro, esta es una regla general
del derecho universal, también extraía de las costumbre de los primeros pueblos.
En la anterior Constitución de 1886, existía una costumbre distinta a la de ahora, siendo una
época marcada por los regímenes eclesiásticos, se consagró en la carta magna el
catolicismo como religión oficial, la consagración al sagrado corazón de Jesús en 1902
como medio para acabar la guerra de los mil, todo esto ya formaba parte de la cultura de los
colombianos y de todos modos fue herencia que nos dejó la corona tras la conquista de
América, costumbres religiosas, su lengua y hasta la forma en cómo se entretenían que son
propias de su cultura pasaron a ser parte de nuestro sistema jurídico.
La creación de una ley en Colombia tiene ciertos parámetros que deben ser cumplidos
satisfactoriamente, como primera medida debe existir un debate en el congreso de la
república sobre una problemática específica, de allí se clasifica de acuerdo a lo que se
norma que sea pertinente crear (Marco, Orgánica, Ordinario o Estatutaria), luego de que se
debate y estructura la ley esta procede a una revisión por parte de la Corte Constitucional
quien determina si es constitucional o inconstitucional, si llega a ser aprobada pasa al tercer
paso que es la debida sanción por el presidente de la república para nacer a la vida jurídica.
Puede haber el caso que dicha norma sea declarada inconstitucional y no llegue a ser
sancionada, una razón por la cual esto podría llegar a suceder es que dicha norma atente
contra las culturas y diversidades étnicas que habitan en el Estado. Por ende, la cultura no
es solo fuente derecho para la legislación de normas con base en todo lo que la compone,
sino que también es un aporte para ella misma y su preservación. En la Constitución
Política de Colombia, Título I de los principios fundamentales en los artículos 2, 7 y 8 son
muy explícitos a la hora de hablar de preservar, proteger y garantizar la participación y
diversidad de estos grupos sociales. Esto se debe a la riqueza patrimonial que para nuestro
país representa, no solo por la arquitectura que algunos pueblos poseen y aún conservan,
pero todavía existen pueblos muy apartados de la civilización, viven bajo las costumbres
ancestrales que por siglos los han gobernado y que de cierta manera, son una rica fuente
para alimentar el conocimiento y el estudio de la antropología, la cual nos puede ayudar a
comprender mejor muchas facciones de nuestra cultura actual, conocer el origen de ellas,
pues no todo fue herencia de los españoles, sino de la mezcla de ellos y de la cultura que ya
estaba presente en estas regiones.
De existir una ley que pretenda atentar contra cualquier diversidad étnica y cultural se verá
con obligada a extinguirse antes de nacer al mundo jurídico. Si dado el hipotético caso se
llegase a aprobar una legislación como esas, no solo habría revuelo en Colombia, en
muchos otros países y consigo vendrían organismos internacionales a esclarecer y evitar
que se atente con algo que es indispensable para la comprensión del derecho hoy en día y
que representa los comienzos de nuestra humanidad.
Ahora, miremos una forma de gobierno de un país europeo con alto índice de desarrollo
humano como Suecia, donde se puede apreciar una evolución de su cultura y por
consiguiente de su sistema normativo. A principio del siglo XX el estilo de vida de los
suecos no era nada distinto del resto del mundo, la familia tradicional era la predominante y
se considera extraño todo aquello que no estuviera acorde al modelo aceptado por la
sociedad de ese momento. Pero al entrar en la época de los 60’ con todas esas corrientes
pacifistas y liberadoras, los países más desarrollados de Europa empezaron a tener un giro
en la forma en que miraban el mundo y Suecia no fue la excepción, por el contrario es uno
de los países pioneros en establecer políticas diferentes y más abiertas a los diferentes
pensamientos de las personas. La religión no es oficial para el Estado, todos son libres de
ejercer su fe o culto a su manera sin perturbar a su vecino, pues debido al manifiesto de la
familia del futura, la forma de vivir en Suecia, las costumbres y su cultura se transformaron,
haciendo una gran diferencia a como era unos setenta años atrás.
Ya habiendo visto diferentes culturas de diversos países, nos damos cuenta que existen
brechas muy grandes entre ellos. Por este motivo, resulta una tarea difícil que una norma
que sea aplicada en un país como Afganistán sea efectiva en Suecia, cuando para empezar
las problemáticas sociales son totalmente diferentes, los tipos de gobierno se pueden
diferenciar tan fácilmente como el día y la noche. Colombia un país que tiene un horario
laboral a la semana considerablemente alto a comparación de muchos países en Europa, una
ley que permita que todo aquel que se identifique con el judaísmo pueda abstenerse de
asistir a ciertas obligaciones laborales en las festividades judías solo habría dos opciones,
primero que muchas personas se “conviertan” al judaísmo para disfrutar de ese beneficio,
como hacen muchos de inscribirse en grupos étnicos afro, indígenas o hacerse pasar por
desplazados para obtener una satisfacción por recibir un bien particular, y dos, que
simplemente nadie le preste atención a eso y solo la minoría judía del país sea quien se
acoja a esa medida, ya que el cristianismo es el predominante en esta parte del globo.
No obstante, se ha presentado en Colombia que se quiere adoptar medidas realizadas en
otros países que si han tenido bue resultado, no comparten un gobierno religioso ni
autoritario o dictatorial, pero la cultura de varia en ciertas cosas, los criterios de su
habitantes es distinto al nuestro y su nivel cultural hablando de la comprensión y la
capacidad de razonar como seres humanos y darnos cuenta de que hay cosas que son
innecesarios para la vida como la violencia o contar con mayor conciencia al hacer las
cosas, como no tirar basura a la calle, ejemplos muy cotidianos pero que nos diferencian en
gran manera a estos Estados. Son factores que no se tienen en cuentan y simplemente el
gobierno decide implementar estas medidas pero el efecto que se produce es totalmente
adverso al esperado, ignorando elementos tan indispensables a la hora de legislar como
conocer la cultura sobre la cual se va a trabajar. Existen disciplinas y ciencias encargadas
de estudiar la sociedad, sus factores y los fenómenos que mueven en las culturas de cada
pueblo, de esta manera se puede caracterizar las necesidades que allí hay y por medio de
ese mismo estudio se plantee una solución a dicha problemática, con base en las
costumbres y cultura de cada comunidad, buscando entenderlos a ellos y no solo sancionar
y restringir, sino liberar, regular y crear criterios para que se pueda existir una verdadera
armonía en el país.