Yo creo… con la fe de la Iglesia VICARÍA EPISCOPAL TERRITORIAL
“En la Iglesia, Una, Santa, Católica y Apostólica…” DEL ESPÍRITU SANTO
Los grandes testigos ENCUENTRO CON JESÚS, EL CRISTO
Soy trigo de Dios y he de ser molido por los dientes de las fieras, para llegar a ser ITINERARIO CATECUMENAL pan limpio de Cristo. FICHA PARA EL CATECÚMENO (San Ignacio de Antioquía - + 110) La enseñanza de la Iglesia 4ª ETAPA: ENTRAR EN LA ORACIÓN ¿En qué sentido la Eucaristía es memorial del sacrificio de Cristo? La Eucaristía es memorial del sacrificio de Cristo, en el sentido de que 11. Jesús y la multitud en el desierto (Marcos 6, 34-44) hace presente y actual el sacrificio que Cristo ha ofrecido al Padre, una vez por todas, sobre la Cruz en favor de la humanidad. El carácter Cristo es nuestro pan sacrificial de la Eucaristía se manifiesta en las mismas palabras de la institución: «Esto es mi Cuerpo que se entrega por vosotros» y «Este cáliz es la nueva alianza en mi Sangre que se derrama por vosotros» (Lc 22, 19- 20). El sacrificio de la Cruz y el sacrificio de la Eucaristía son un único Jesús, como hizo Moisés, alimenta a las multitudes en el sacrificio. Son idénticas la víctima y el oferente, y sólo es distinto el modo desierto. Jesús, sin embargo, va mucho más lejos y realiza de ofrecerse: de manera cruenta en la cruz, incruenta en la Eucaristía. algo completamente nuevo: Él ve nuestra hambre y se ● Catecismo de la Iglesia Católica, Compendio § 280 (remite al convierte en alimento para nosotros. De este modo, Jesús Catecismo § 1362-1367) ¿De qué modo la Iglesia participa del Sacrificio eucarístico? perfecciona y realiza plenamente la Alianza de Dios En la Eucaristía, el sacrificio de Cristo se hace también sacrificio de los con su pueblo. miembros de su Cuerpo. La vida de los fieles, su alabanza, su Pero Él no quiere hacer nada sin que nos impliquemos sufrimiento, su oración y su trabajo se unen a los de Cristo. En cuanto directamente: “Denles ustedes de comer”. Esta misión funda sacrificio, la Eucaristía se ofrece también por todos los fieles, vivos y el ministerio de la Iglesia, para el cual se cuenta con la difuntos, en reparación de los pecados de todos los hombres y para participación de todos. obtener de Dios beneficios espirituales y temporales. También la Iglesia del cielo está unida a la ofrenda de Cristo. Catecismo de la Iglesia Católica, Compendio § 281 (remite al Catecismo § 1368-1372. 1414) Hablaron contra Dios diciendo: “¿Podrá Dios preparar una La liturgia de la Iglesia mesa en el desierto? Verdad es que golpeó la roca, fluyó el Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este pan, fruto de la tierra y agua y se desbordaron los ríos; pero, ¿también podrá darnos del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te pan y proporcionar carne a su pueblo?” Desde arriba dio presentamos; él será para nosotros pan de vida. orden a las nubes y abrió las compuertas del cielo; hizo que Oración de presentación de las ofrendas, en la Misa les lloviese maná para comer y les sirvió un trigo del cielo. El Un paso en el catecumenado hombre comió pan de héroes, les mandó provisiones hasta la hartura. Dios no nos abandona nunca. Por la Iglesia, Él nos comunica un don Salmo 77 (78), 19-20. 23-25 precioso, su propio Hijo, Jesucristo, quien en la fe nos da su vida como alimento: la Eucaristía. ARQUIDIÓCESIS DE BOGOTÁ El Señor nos alimenta… “Jesús sintió lástima de ellos” El te afligió, haciéndote pasar hambre, y después te alimentó con el Al desembarcar, vio un gran gentío y sintió lástima, porque maná –que tú no conocías ni conocieron tus padres– para enseñarte que eran como ovejas sin pastor. Y se puso a enseñarles muchas el hombre no vive sólo de pan, sino de todo lo que sale de la boca de cosas. Como se hacía tarde, los discípulos fueron a decirle: “El lugar es despoblado y ya es muy tarde; despídelos para Dios. que vayan a los campos y a los pueblos vecinos a comprar Deuteronomio 8, 3 algo para comer.” Él les respondió: “Denles ustedes de comer.” Ellos respondieron: “Tendríamos que comprar pan No quiero que ignoren, hermanos, que todos nuestros padres estuvieron por doscientos denarios para darles de comer.” Les contestó: bajo la nube y atravesaron el mar; todos se bautizaron en la nube y el “¿Cuántos panes tienen? Vayan a ver.” Lo averiguaron y le mar uniéndose a Moisés; todos comieron el mismo alimento espiritual y dijeron: “Cinco panes y dos pescados.” Ordenó que los hicieran recostarse en grupos sobre la hierba verde. Se todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca sentaron en grupos de cien y de cincuenta. Tomó los cinco espiritual que les seguía, roca que es Cristo. panes y los dos pescados, alzó la vista al cielo, bendijo los 1 Corintios 10, 1-4 panes y los partió y se los fue dando a los discípulos para que los sirvieran; y repartió los pescados entre todos. Porque yo recibí del Señor lo que les transmití: que el Señor, la noche que Comieron todos y quedaron satisfechos. Recogieron las era entregado, tomó pan, dando gracias lo partió y dijo: “Esto es mi sobras de los panes y los pescados y llenaron doce canastas. Los que comieron eran cinco mil hombres. cuerpo que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía.” De la misma manera, después de cenar, tomó la copa y dijo: “Esta copa es la Marcos 6, 34-44 nueva alianza sellada con mi sangre. Cada vez que la beban háganlo en memoria mía.” Y así, siempre que coman este pan y beban esta copa, proclamarán la muerte del Señor, hasta que vuelva. Saborear la Palabra 1 Corintios 11, 23-26 Jesús aparece aquí como el nuevo Moisés que organiza al pueblo en el desierto para que viva. A través de su enseñanza, Jesús lo conduce hacia Sacó como un rebaño a su pueblo, los guió como un hato por el “verdes praderas”, “fuentes de agua viva”, al banquete mesiánico que desierto; los condujo seguros, sin alarmas, mientras el mar cubría a sus es prefigurado aquí. Este relato nos habla también, de manera enemigos. simbólica, de la eucaristía: el “pan de héroes” nos es ofrecido y Salmo 77 (78), 52-53 compartido por los discípulos a los cuales Jesús encomienda esta misión, después de haberles anunciado que será necesario que ellos entreguen también su propia vida, al servicio de la Iglesia naciente. La multiplicación de los panes es en el Evangelio un anuncio de la pasión de Cristo, quien compartirá con sus apóstoles su propio cuerpo como alimento.