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PRINCIPIOS BASICOS

Para iniciarse en el apasionante mundo de la fotografía vamos a necesitar sólo tres elementos, a
saber: Ojos, cosas y una cámara fotográfica. Pasemos a detallar cada uno de ellos en esta primera
entrega del manual .
Ojos. Generalmente el ser humano tiene dos, situados en lo alto de la cara, pero para ser un buen
fotógrafo utilizaremos únicamente uno. Dejamos a su elección el mismo. No importa el color ni la
forma, lo importante es que funcione bien.
Cosas. Esto no hace falta ponerlo expresamente pues el mundo está lleno de ellas. Basta pegar un
vistazo para encontrar cosas que se puedan fotografiar. Dentro de este inmenso apartado
entrarían por ejemplo una montaña, un coche, una suegra, etcétera.
Y por último tenemos la cámara fotográfica, que dada la complejidad de este aparato, le
dedicaremos un apartado completo.

LA CAMARA FOTOGRAFICA

También llamada simplemente cámara, consta de varios artilugios que detallamos a continuación.
Si bien es cierto que existen muy variados tipos de cámaras, los elementos que las componen son
básicamente los mismos en todas ellas. Veamos el esquema adjunto para familiarizarnos con su
ubicación y sus nombres.

Ventanita. Como su nombre indica es por donde uno mira aplicando el ojo. El derecho o el
izquierdo, depende si uno es zurdo. Lo importante es que independientemente del ojo que se use,
se mantenga cerrado el otro sin deformar la cara para dar sensación de profesionalidad. Se
supone que lo que veamos por la ventanita, será lo que luego salga en la fotografía. Pero por
desgracia eso es sólo en teoría.

Pulsador. El nombre proviene de la función a realizar: pulsar. Una vez que lo que veamos por la
Ventanita nos guste, debemos apretar el Pulsador para que quede retratado para siempre. Su
mecanismo es sencillo y no entraña dificultad. Al menos a priori.

Ruedecilla. Toda cámara de alta tecnología tiene ruedecillas. Generalmente giran en ambos
sentidos y dependiendo del modelo realizan distintas funciones. Lo mejor es no tocarlas mucho y
dejarlas como están no vayamos a estropear algo. Incluso podemos probar a bloquearlas con
pegamento para evitar errores de manipulado.

Enfoque. Como su nombre indica, esta parte del Objetivo sirve para enfocar. Dado el nivel de
automatismo alcanzado, recomendamos no tocar tampoco este elemento y dejarlo como está. El
pastón que nos ha costado la cámara incluye que ella se enfoque sola. Faltaría más.

Asidero. Elemento auxiliar por donde sujetamos la cámara para que no se caiga, a la vez que
intentamos que la Ventanita posterior coincida con algún ojo. Cuidado con meter los dedos delante
del objetivo, práctica muy usual en los novatos al sujetar la cámara.
Correa. La correa sirve para que cuando golpeemos la cámara, podamos tirar de ella y recoger los
restos del aparato. También sirve como protagonista de nuestras fotos pues se suele colocar
delante del objetivo. Lo mejor es cortarla y un problema menos de que preocuparse.

Rosca. Al igual que la Ruedecilla debemos dejarla en la posición original que venía de fábrica.
Según modelos sirve para distintas cosas pero es bastante lioso conocerlas todas. Conclusión:
bloquearla con pegamento como otros elementos antes citados y así evitaremos problemas.

Botones. Su número va en relación directa con el precio de la cámara. No confundir con el


Pulsador. Para conocer sus funciones lo mejor es remitirse al manual del fabricante. Tras leer seis
capítulos y no enterarnos de nada, volvemos a la solución más efectiva: pegamento.

Diafragma. Es una cosa que no se ve, pero que está dentro del objetivo y es importante para las
fotos. Como no lo vemos ni tenemos acceso a él, no hay problema y lo dejamos como está.
Cuidado, aquí no hay que poner pegamento.

Objetivo. La parte más alargada de la cámara situada en la parte delantera. Existen muchos
tipos, pero todos acaban rayándose por igual. Cuanto menos lo manoseemos, más probabilidades
de que no se escacharre. Lo mejor es hacer como si no estuviera y olvidarse de él.

LA CAMARA DIGITAL

Actualmente ya proliferan en el mercado las denominadas cámaras digitales, por lo que les
dedicaremos un pequeño apartado explicativo. Veamos antes los elementos que las componen,
que a priori no se diferencian mucho de las cámaras corrientes de toda la vida. Como podrán
observar en el gráfico adjunto, las digitales tienen una importante ventaja sobre las tradicionales:
un menor número de botoncitos y palanquitas raras. Factor muy importante para optar por ellas y
evitarnos quebraderos de cabeza y un gasto añadido en pegamento para bloquearlos, tal como
indicábamos en la sección anterior.

Otra de las grandes ventajas es que no necesitan carrete. Usted dispara y la cámara guarda la
fotografía en la memoria hasta que la descargue al ordenador. Ojo, hemos dicho ordenador, ese
aparato infernal que ahora tiene entre sus manos. Aquí comienzan los problemas. Si ya le costó
configurar el modem, imagínese lo que le puede costar el conectar la puñetera cámara,
configurarlo todo y descargar las instantáneas. Impensable para una mente normal como la suya.
Abandone ahora y ahórrese tiempo y dinero.

Otro de los grandes inconvenientes es el precio. Por mucho que digan los fabricantes que ha
bajado mucho, siguen costando un riñón y parte del otro para las prestaciones que tienen. Y las
fotografías ya no le digo nada. Si por casualidad ha conseguido configurar bien el software, a la
hora de imprimir tenga en cuenta que va a gastar cartuchos de tinta y papel fotográfico carísimo
también. Le puede salir cada foto por lo que le costaría un carrete tradicional, revelado y
ampliación incluida.

Como colofón final, debemos reconocer que gracias a la irrupción de las cámaras digitales,
estamos disfrutando de grandiosas webs de porno amateur. Vaya un emocionado agradecimiento
para todos los aficionados a fotografiar como locos a la parienta en variadas posturas y ligera de
ropa. Aprovechamos para recordarles que aquí mismo tienen a su disposición un completo
manual para crear webs porno. De nada.

TEORIA FOTOGRAFICA

Dado el alto nivel de perfeccionamiento alcanzado por la tecnología de las cámaras, no es


necesario saber absolutamente nada de teoría para obtener buenas fotos. Basta tener
conocimiento de unos cuantos vocablos técnicos, como profundidad de campo, emulsión, velocidad
de obturación, paso universal y unos pocos más, para poder dárselas de entendido en cualquier
conversación.
Por todo ello no profundizaremos en este apartado, evitando así aburrir al lector con terminología
técnica que no servirá de nada a la hora de conseguir una buena instantánea. Usted también
desconoce cómo funciona su microondas y no por ello deja de calentarse el desayuno todas las
mañanas, ¿no?. Pues a eso nos referimos.

RESOLUCION DE PROBLEMAS

Tenemos los ojos, la cámara recién estrenada y gracias a este breve cursillo, conocemos la
principios esenciales de la fotografía. Es por ello que nos hemos dedicado como posesos a
fotografiar cosas y ahora estamos ansiosos, esperando recoger las fotos que hemos llevado a
revelar.
Pero llegado ese momento la desilusión nos embarga. Las fotos no salen como uno esperaba y nos
invade el pesimismo. No se desanime. Aprovechemos estas primeras instantáneas para corregir
nuestros errores. Bajo estas líneas, podrás encontrar una relación de las principales anomalías que
nos pueden surgir al disparar las primeras fotos y una explicación para prevenir futuros errores.

Correctísima. Como su nombre indica es una instantánea perfecta y la tomaremos como


referencia para detallar los posibles errores en el resto de fotografías.

Dedo en medio. Este fallo es fácilmente subsanable pues basta con amputarse todos aquellos
dedos que no vayamos a utilizar en el momento del disparo. Como esta medida puede parecer un
poco drástica, lo mejor será aferrarse a la cámara con ambas manos para evitar que ningún dedo
se pueda interponer delante del objetivo.

Sobrexposición. Esto ya es más complicado. Este término indica que ha entrado demasiado luz
en el momento de captar la imagen. Dicho de otra forma: has debido de tocar algo que no debías.
Para evitar que se repita, repasa todas las soldaduras hechas con pegamento siguiendo las
indicaciones del capítulo anterior.

Subexposición. Este error es igual que el anterior, pero justo al revés. Es decir, ha entrado muy
poca luz. Nuevamente habrás de revisar las juntas para evitar que todo el mundo que retrates
parezca africano.
Desencuadre. El espacio del que dispones es limitado por lo que tendrás que hacer coincidir las
cosas que quieras plasmar dentro de la ventanita de la cámara. Intenta no beber mucho alcohol
antes de cualquier sesión fotográfica para evitar este problema de desencuadre.

Desenfoque. No te preocupes, las cosas están nítidas. Lo que pasa es que tu enfoque no es
correcto. Para subsanar este problema, recomendamos ir sobrio, como en el error anterior. Si el
problema persiste habrá que pensar en soltar algo más de pasta y comprar una cámara de
enfoque automático, roñoso.

Correa por medio. Cortarla, sin más. Total no sirve para nada y siempre acaba enredándose por
algún lado, cuando no colocándose delante del objetivo. Mira que te lo avisamos.

Idiota cruzándose. Esto es más difícil de prevenir. Lo recomendable es mirar alrededor antes de
hacer una foto e intentar mantener el otro ojo abierto en busca del posible idiota. Los grandes
fotógrafos saben descubrir a tiempo a los idiotas que se interponen en sus instantáneas.

Una última recomendación: antes de irse corriendo a ver otra de las excelentes secciones que
componen estas páginas, permítannos recomendarles una visita a Paseítos, donde encontrarán
un álbum fotográfico fruto de las lecciones que acaban de leer. Si estudian mucho y son aplicados,
algún día llegarán a ser como ellos. Perseveren.

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