Ontología

3,1. diferentes concepciones de la ontología

Como primera aproximación, la ontología es el estudio de lo que hay. Algunos cuestionan esta
formulación de lo que es la ontología, por lo que es sólo una primera aproximación. Muchos
problemas filosóficos clásicos son problemas en la ontología: la cuestión de si hay un Dios, o el
problema de la existencia de los universales, etc. Estos son todos los problemas en la ontología en el
sentido de que se ocupan de Si cierta cosa, o más ampliamente entidad, existe. Pero la ontología por
lo general también se toma para abarcar los problemas sobre las características más generales y las
relaciones de las entidades que sí existen. Hay también varios problemas filosóficos clásicos que
son problemas en la ontología entendida de esta manera. Por ejemplo, el problema de cómo un
universal se relaciona con un Que tiene (suponiendo que hay universales y detalles), o el problema
de cómo un evento como Juan comiendo una galleta se relaciona con el John y la galleta, y la
relación de comer, asumiendo que hay eventos, detalles y relaciones. Este tipo de problemas se
convierten rápidamente en metafísica más en general, que es la disciplina filosófica que abarca la
ontología como una de sus partes. Las fronteras aquí son un poco borrosos. Pero tenemos al menos
dos partes del proyecto filosófico general de la ontología, en nuestra comprensión preliminar de la
misma: primero, digamos lo que hay, lo que existe, lo que es la realidad se hace de, en segundo
lugar, decir lo que las características más generales y las relaciones de estos las cosas son.
Esta forma de ver la ontología viene con dos conjuntos de problemas que conducen a la disciplina
filosófica de la ontología siendo más compleja que simplemente responder a las preguntas
anteriores. El primer conjunto de problemas es que no está claro cómo acercarse a responder a estas
preguntas. Esto conduce al debate sobre el compromiso ontológico. El segundo conjunto de
problemas es que no está tan claro cuáles son realmente estas preguntas. Esto conduce al debate
filosófico sobre la metontología. Echemos un vistazo a ellos a su vez.
Uno de los problemas con la ontología es que no sólo no es claro lo que hay, tampoco es tan claro
cómo resolver preguntas sobre lo que hay, al menos no para el tipo de cosas que tradicionalmente
han sido de especial interés para los filósofos : números, propiedades, Dios, etc. La ontología es así
una disciplina filosófica que abarca además del estudio de lo que hay y el estudio de las
características generales de lo que también es el estudio de lo que está involucrado en resolver
preguntas sobre lo que hay en general, especialmente para el casos filosóficamente complicados.
Cómo podemos averiguar qué hay no es una pregunta fácil de contestar. Puede parecer bastante
simple para los objetos regulares que podemos percibir con nuestros ojos, como las llaves de mi
casa, pero ¿cómo debemos decidirlo para cosas como, digamos, números o propiedades? Un primer
paso para hacer progresos en esta cuestión es ver si lo que creemos ya racionalmente resuelve esta
cuestión. Dado que tenemos ciertas creencias, ¿estas creencias ya traen consigo un compromiso
racional con una respuesta a preguntas como ' ¿hay números? ' Si nuestras creencias traen consigo
un compromiso racional con una respuesta a una pregunta ontológica sobre la existencia de ciertas
entidades, entonces podemos decir que estamos comprometidos con la existencia de estas entidades.
Lo que precisamente se requiere para que este compromiso se produzca está sujeto a debate, un
debate que miraremos momentáneamente. Para averiguar a qué se ha comprometido una Establecer
de creencias, o la aceptación de un teoría particular del mundo, es parte de la disciplina más grande
de la ontología.
Además de que no es tan claro lo que es comprometerse a una respuesta a una pregunta ontológica,
tampoco es tan claro qué es realmente una pregunta ontológica, y por lo tanto lo que es que la
ontología se supone que debe lograr. Para resolver esto es la tarea de la metaontología, que en
sentido estricto no es parte de la ontología interpretada estrechamente, pero el estudio de lo que es
la ontología. Sin embargo, como la mayoría de las disciplinas filosóficas, la ontología más
ampliamente interpretada contiene su propio meta-estudio, y por lo tanto la metaontología es parte
de la ontología, más ampliamente interpretada. Sin embargo, es útil separarlo como una parte
especial de la ontología. Muchas de las preguntas filosóficamente más fundamentales sobre la
ontología son realmente cuestiones metaontológicas. La meta-ontología no ha sido demasiado
popular en el último par de décadas, en parte porque una visión meta-ontológica, la que se asocia a
menudo con Quine, ha sido aceptada como la corregir una, pero esta aceptación ha sido desafiada
en los últimos años de varias maneras. Una motivación para el estudio de la metaontología es
simplemente la cuestión de qué pregunta tiene la ontología para responder. Por ejemplo, tome el
caso de los números. ¿Cuál es la pregunta que debemos tratar de responder en ontología si
queremos averiguar si hay números, es decir, si la realidad contiene números además de cualquier
otra cosa de la que se compone? Esta manera de ponerlo sugiere una respuesta fácil: ' ¿hay
números? ' Pero esta pregunta parece una fácil de contestar. Una respuesta a ella está implícita,
parece, por las matemáticas trivial, dicen que el número 7 es menor que el número 8. Si este último,
entonces hay un número que es menos de 8, es decir, 7, y por lo tanto hay al menos un número. ¿La
ontología puede ser tan fácil? El estudio de la metaontología tendrá que determinar, entre otros, si '
¿hay números? ' es realmente la pregunta que la disciplina de la ontología debe responder, y más en
general, qué ontología se supone que debe hacer. Vamos a seguir estas preguntas a continuación.
Como veremos, varios filósofos piensan que la ontología debe responder a una pregunta diferente
de lo que hay, pero a menudo discrepan sobre lo que es esa pregunta.
La disciplina más grande de la ontología puede así Ser cuatro partes:

 O1 el estudio del compromiso ontológico, es decir, lo que nosotros o los demás estamos
comprometidos,

 O2 el estudio de lo que hay,

 O3 el estudio de las características más generales de lo que hay, y cómo las cosas que se
relacionan entre sí en las formas metafóricamente más generales,

 O4 el estudio de la metaontología, es decir, decir qué tarea es que la disciplina de la

ontología debe tener como objetivo lograr, en su caso, cómo las preguntas que pretende
responder deben entenderse, y con qué metodología se pueden responder.
3,2. cómo las diferentes concepciones de la ontología están relacionadas entre sí
La relación entre estos cuatro parece bastante sencilla. (O4) tendrá que decir cómo se supone que
los otros tres se entienden. Es tendrá que decirnos si la pregunta a ser contestada en (O2) de hecho
es la cuestión de lo que hay, que se ha tomado por encima de ser sólo una primera aproximación
para la forma de indicar lo que se supone que la ontología. Tal vez se supone que responda a la
pregunta de lo que es real en su lugar, o lo que es fundamental, alguna otra pregunta. Lo que se diga
aquí también afectará a cómo uno debe entender (O1). Al principio trabajaremos con cuál es la
manera más común de entender (O2) y (O1) y discutir alternativas a su vez. Si (O1) tiene el
resultado de que las creencias, compartimos nos comprometen a un cierto tipo de entidad, entonces
esto nos obliga a aceptar una respuesta a una pregunta acerca de lo que hay en el sentido de (O2) o
para revisar nuestras creencias. Si aceptamos que existe tal entidad en (O2) entonces esto invita
preguntas en (O3) acerca de su naturaleza y las relaciones generales que tiene con otras cosas que
también aceptamos. Por otro lado, las investigaciones en (O3) en la naturaleza de las entidades a las
que no estamos comprometidos y que no tenemos ninguna razón para creer que existirían parecerían
un proyecto bastante especulativo, aunque, por supuesto, todavía podría ser divertido e interesante.