Esta parte se ratifica en la demanda ya presentada al Juzgado de lo Contencioso- Administrativo número uno de Santander, en el procedimiento ordinario 422/2011. En cuanto a los hechos acaecidos encontramos que mi representada realizó en 2005 una reforma integral de su piso sito en Santander en la Calle Cuesta del Hospital, 10, 1º derecha, siguiendo el proyecto de un arquitecto. Con fecha 26 de octubre de 2006 se requirió a mi representada para que permitiera la inspección de los servicios técnicos municipales, siendo el 6 de mayo la fecha en la que el técnico competente informó que se había modificado un hueco, transformándose en una puerta balconera. El 24 de mayo de 2007 se requirió a Doña Lucía Fernández, para que legalizara el referido hueco, y el 20 de julio de 2007, mi representada interpuso recurso de reposición el cual fue desestimado por Resolución notificada el 24 de abril de 2008. Fue entonces cuando el 13 de junio de 2008, se solicitó licencia de obra menor para el hueco en cuestión, la cual se entendió estimada por silencio administrativo. El 26 de agosto de dicho año, se volvió a requerir a Doña Lucía Fernández para que demoliera las obras ejecutadas, acto contra el que se interpuso recurso contencioso- administrativo, el cual dio lugar al Procedimiento Ordinario 501/2008 del Juzgado C-A, nº3 de Santander, en el que por medio de Sentencia se declaró la caducidad del procedimiento. Con fecha 13 de octubre de 2010 se volvió a requerir a mi representada para que en el plazo de 2 meses solicitara licencia municipal para las obras ejecutadas, siendo presentadas alegaciones el 22 de diciembre de dicho año. Debido a que el 16 de mayo de 2011 se dictó Resolución por la que se desestimaban las alegaciones interpuestas, nos hemos visto obligados a interponer la perceptiva DEMANDA, la cual se basa en los siguientes Fundamentos de Derecho: En primer lugar, denunciamos la vulneración de los artículos 207 y 208 de la Ley del Suelo de Cantabria (LOTRUSCA), lo que hace que el acto recurrido sea nulo de pleno derecho en virtud del artículo 62,2 de la Ley 30/92. En el artículo 208,1 se indica que “es presupuesto del requerimiento de legalización cuando no hubieran transcurrido más de cuatro años desde la finalización de las obras ejecutadas”. Lo cual, no se cumple en este supuesto concreto, dado que las obras de mi representada finalizaron el 22 de septiembre de 2005 y el NUEVO requerimiento de legalización se sitúa en octubre de 2010. En segundo lugar: Debemos indicar que la licencia se obtuvo por silencio administrativo, de conformidad con los artículos 191 y 192 de la LOTRUSCA, cumpliendo de esta manera el requerimiento y no vulnerando la legalidad. En tercer lugar: En lo referido a la modificación de la carpintería de la fachada, debemos acogernos al artículo 6,3,7 del Plan General de Ordenación Urbana de Santander, en el cual se indica que “cabe la modificación de los huecos de las fachadas exteriores para adecuarlos a los criterios de composición y diseño existentes antes de que fueran objeto de modificaciones de menos interés”. En este caso, lo único que ha hecho mi representada ha sido cambiar una ventana, respetando la configuración exterior y morfológica. Además, el artículo citado, señala que la prohibición se refiere a fachadas exteriores, que den a la vía pública y el hueco al que se hace referencia da a una fachada interior, por lo que no cabría en ningún caso aplicar el precepto alegado por el Ayuntamiento. A su vez, consideramos que nos encontramos ante la caducidad del procedimiento del que deviene el acto recurrido, dado que se inició el procedimiento el 13 de octubre de 2010 y se notificó la resolución el 31 de mayo de 2011, habiendo transcurrido más de seis meses (y como es sabido, el plazo máximo para resolver se contará desde la fecha del acuerdo de iniciación) Todo ello, conlleva a entender que el procedimiento ha caducado y, por tanto, es nulo de pleno derecho al contravenir el artículo 42,2 de la Ley 30/92 Se prueba también la nulidad de dicho procedimiento, al vulnerar el periodo probatorio recogido en el artículo 80,2 de la Ley 30/92, que señala que “Cuando la Administración no tenga por ciertos los hechos alegados por los interesados, el instructor del procedimiento acordará la apertura de un período de prueba a fin de que puedan practicarse cuantas juzgue pertinentes” Es por ello por lo que entendemos que, se ha vulnerado el procedimiento legal establecido, ya que el mismo ha concluido con una resolución y se ha omitido el trámite preceptivo de práctica de prueba. Por tanto, la resolución recurrida no es la resolución de un recurso de reposición por lo que en todo caso sería la resolución que pone fin al procedimiento, y si fuera así, dicho procedimiento habría caducado. Por todos estos motivos, solicito que se declare la nulidad del decreto recurrido y se anule la resolución del alcalde del 16 de mayo de 2011.