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a anteriormente también sirve para la división de la frecuencia de entrada entre 2n, donde n es

el número de biestables entre la entrada y la última salida.

Secuenciación y metaestabilidad[editar]
Los biestables síncronos son propensos a sufrir un problema denominado metaestabilidad,
que ocurre cuando una entrada de datos o de control está cambiando en el momento en el
que llega un flanco de reloj. El resultado es que la salida puede comportarse de forma
imprevista, tardando muchas veces más de lo normal en estabilizarse al estado correcto, o
incluso podría oscilar repetidas veces hasta terminar en su estado estable. En un ordenador
esto puede suponer la corrupción de datos o causar un fallo de programa.
En muchos casos, la metaestabilidad en los biestables se puede evitar asegurándose de que
los datos y las entradas de control se mantienen constantes durante un periodo de tiempo
especificado antes y después del flanco de reloj, denominados setup time (tsu) y hold time (th)
respectivamente. Esos tiempos están establecidos en la hoja de datos del dispositivo en
cuestión, y son típicamente entre unos pocos nanosegundos y unos pocos cientos
de picosegundos para dispositivos modernos.
Desafortunadamente, no siempre es posible cumplir estos requisitos, porque los biestables
pueden estar conectados a entradas en tiempo real que son asíncronas, y pueden cambiar en
cualquier momento fuera del control del diseñador. En este caso, lo único que puede hacerse
es reducir la probabilidad de error a un determinado nivel, dependiendo de la fiabilidad que se
desee del circuito. Una técnica para reducir la incidencia es conectar dos o más biestables en
cadena, de forma que la salida de una se conecta a la entrada de la siguiente, y con todos los
dispositivos compartiendo la misma señal de reloj. De esta forma la probabilidad de un suceso
metaestable puede reducirse considerablemente, pero nunca podrá eliminarse por completo.
Existen biestables robustos frente a la metaestabilidad, que funcionan reduciendo los tiempos
de setup y hold en todo lo posible, pero incluso estos no pueden eliminar por completo el
problema. Esto es debido a que la metaestabilidad es mucho más que un problema de diseño.
Cuando el flanco de reloj y la entrada de datos están suficientemente juntos, el biestable tiene
que elegir el evento que ocurrió antes. Y por más rápido que se haga el dispositivo, siempre
existe la posibilidad de que sucedan lo suficientemente juntos como para que no se pueda
detectar cual es el que ocurrió primero. Así pues, es lógicamente imposible el construir un
biestable a prueba de metaestabilidad.
Otro parámetro temporal importante de un biestable es el retardo reloj-a-salida (clock-to-
output tCO) o retardo de propagación (propagation delay tP), que es el tiempo que el biestable
tarda en cambiar su salida tras un flanco de reloj. El tiempo para una transición alto-a-bajo
(tPHL) es a veces diferente del de las transiciones de bajo-a-alto (tPLH).
Cuando se conectan biestables en cadena, es importante asegurar que el tCO del primero es
mayor que el hold time (tH) del siguiente, ya que en caso contrario, el segundo biestable no
recibirá los datos de forma fiable. La relación entre tCO y tH está garantizada normalmente si
ambos biestables son del mismo tipo.

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