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Éxodo 19: 20)= Y descendió Jehová sobre el monte Sinaí, sobre la cumbre del
monte; y llamó Jehová a Moisés a la cumbre del monte, y Moisés subió.
Este término que se utiliza aquí como “subió”, es la palabra ALAH e implica
algo más que ascender o subir. Tiene que ver también con levantarse, y es un verbo
que aparece más de ochocientas veces en el Antiguo Testamento. Implica tanto
levantar como ofrecer cuando se refiere a sacrificios.
(21) Y Jehová dijo a Moisés: Desciende, ordena al pueblo que no traspase los
límites para ver a Jehová, porque caerá multitud de ellos.
(22) Y también que se santifiquen los sacerdotes que se acercan a Jehová,
para que Jehová no haga en ellos estrago. (Observe que si el sacerdote no está
santificado cuando se acerca a Dios, Él puede causarle un estrago en su vida, su
ministerio, su familia o lo que sea)
(23) Y Moisés dijo a Jehová: el pueblo no podrá subir al monte Sinaí, porque tú
nos has mandado diciendo: Señala límites al monte, y santifícalo.
(24) Y Jehová le dijo: Ve, desciende, y subirás tú, y Aarón contigo; más los
sacerdotes y el pueblo no traspasen el límite para subir a Jehová, no sea que haga en
ellos estrago.
Es importante consignar que aquí, todo Israel tuvo la experiencia que Moisés
conoció en el monte Sinaí. La intención estaba muy clara: Dios viene a su pueblo para
instruirle. Aunque íntima, su relación con Dios se mantendría dentro de ciertos límites.
Esos límites obedecían a la santidad de Dios; esta distancia podía ser salvada,
únicamente, por Jesucristo, quien permite a los hombres penetrar lo que Hebreos
llama “detrás del velo”.
(Éxodo 20: 1)= Y habló Dios todas estas palabras, diciendo: (2) Yo soy Jehová
tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.
Al respecto, Jeremías 35:15 añade: Y envié a vosotros todos mis siervos los
profetas, desde temprano y sin cesar, para deciros: Volveos ahora cada uno de
vuestro mal camino, y enmendad vuestras obras, y no vayáis tras dioses ajenos para
servirles, y viviréis en la tierra que di a vosotros y a vuestros padres; más no
inclinasteis vuestro oído ni me oísteis.
¿Es esto una crítica ácida, mal intencionada y sin otro objetivo que establecer
una lucha entre credos que se disputan los favores o la adhesión de las personas?
¿Se trata sólo de eso?
¿Tan pobre es el pueblo de Dios para caer en esta batalla mínima y escasa de
nivel espiritual? Entienda: no se trata de esta iglesia sí y aquella no; se trata de la
Palabra de Dios y punto. Por algo sigue adelante con este asunto en el verso siguiente
cuando dice:
Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: no perjurarás, sino cumplirás
al Señor tus juramentos. Pero yo os digo: no juréis en ninguna manera; ni por el cielo,
porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por
Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. Ni por tu cabeza jurarás, porque no
puedes hacer blanco o negro un solo cabello. Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no;
porque lo que es más de esto, de mal procede.
Y luego rematan la rutina con un: “Si así no lo hiciere, que Dios y la Patria me
lo demanden”. ¡Pobre ilusos! No saben que pese su tranquilidad, fruto de que la patria
nada hace ante sus fallas o pecados, Dios se toma en serio ese juramento y los estará
esperando al final de sus carreras terrestres para preguntarles qué es lo que han
hecho con ese pacto formulado en su presencia. ¿Habrá alguien que vaya a
decírselos antes que sea demasiado tarde?
Cabe consignar que el día de reposo sería una especie de feriado dispuesto
por Dios. La palabra hebrea significa “desistir”. Alguien que viva bajo el pacto
dispuesto por Dios debe detener sus actividades cotidianas para honrar a Dios
descansando cada siete días.
(9) Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; (10) más el séptimo día es
reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu
siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas.
(11) Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar y todas las
cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de
reposo y lo santificó.
(12) Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra
que Jehová tu Dios te da.
Honrar, mientras tanto, significa tener en alta estima, mostrar respeto, glorificar
y exaltar. Sostener económicamente a sus padres porque estos no llegan a cubrir sus
gastos con sus magros ingresos jubilatorios, no es sinónimo de honra, sino una parte
casi obligatoria de cada hijo. Parte de las mismas prerrogativas con las cuales los
padres tienen la obligación de sostener a sus hijos menores.
(13) No matarás.
Es verdad; hay mucha gente que no llega a entender ciertas cosas, pero a Dios
más que entenderlo en sus disposiciones, hay que obedecerle. “No matarás”, significa
exacta y precisamente eso mismo: No matarás. Y no le quite usted ni le agregue. Y no
intente aclarar el concepto porque lo va a oscurecer.
(15) No hurtarás.
Es indudable que este mandamiento tiene la connotación de otorgar la
seguridad de que todo lo que se posea sea adquirido a través de medios legítimos. Yo
no puedo saber cómo es esta historia en diferentes lugares del planeta porque cada
cultura, cada sociedad, se maneja de modos distintos.
¿Es que justo habrá acertado a pasar un ladrón por allí y llevárselo? No
necesariamente. Para un episodio así, no necesitamos a un delincuente nato y
declarado. Cualquier persona se lo puede llevar sin cargo de conciencia alguno.
Nadie pensará que es hurto, todos se justificarán con un: “Pero estaba allí,
abandonado, no era de nadie…” Así es la naturaleza humana por estos barrios. Claro;
la cosa se complica cuando se le dice a esa gente que esto es, según los
mandamientos de Dios, tan pecado como adulterar o matar.
Claro que este al cual me he referido, no es el único hurto por el cual somos
pasibles de juicio y sentencia divinos. Porque hay otros hurtos, otros robos que, sin
contabilizar objetos materiales, tienen que ver con propiedad privada.
Sobre esto no hay legislación humana. Sobre esto, incluso, no hay condena
por parte del hombre. No le hace. Dios ha dicho “No hurtarás”. Y eso sigue siendo
vigente y activo, más allá de las “chicanas” que usted pueda argumentar para evadirlo.
¿A quien se le puede ocurrir que miembros del reino del Dios Todopoderoso
sean personas no confiables o mentirosas? Mire; debería decirle, a la vista de lo que
estamos estudiando, - Y créame que lo lamento -, que al que se le ocurrió esa –
Según usted – “barbaridad”, es a Dios!!
Pablo mismo está pidiendo que no se lo malinterprete como si dijera que la ley
es mala en sí misma. Varias veces enfatiza que es buena, pero al mismo tiempo
explica vívidamente la imposibilidad de cumplirla empleando las propias fuerzas.
Mucha es la gente que habla del amor de Dios como un todo. Asimismo, no
son pocos los que suponen que Dios es SOLAMENTE amor, cuando Él es mucho más
y muchas cosas más al unísono.
Son los antiguos mandamientos, los diez de los que habla todo el mundo
cristiano. En el próximo capítulo comenzaremos a hablar de los que emanaron de
Jesús, que fueron muchos, más de lo que nos imaginamos, y que, si lo decimos en
códigos idiomáticos modernos, no han tenido tanta prensa. No le hace. Tienen el
mismo valor que estos.
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(14) Más Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿Y tú
vienes a mí?
(15) Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos
toda justicia. Entonces le dejó.
(18) Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón,
llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran
pescadores.
Usted puede, hoy, si quiere, predicar el evangelio del modo en que se le antoje,
se acostumbre en su congregación o lo dictaminen los cabezones regentes de su
denominación. Dios es misericordioso y, lo predique como lo predique, Él lo usará para
bien y mucha gente hallará salvación.
Pero eso no quiere decir que usted no esté adulterando el producto básico, que
en ese caso es el evangelio. Por algo se dice por allí que quien no lo predica conforme
a como lo hizo Jesús, será llamado anatema. ¿Y como lo predicó Jesús? En el verso
17 usted tiene la letra precisa y específica. El evangelio que predicó Jesús consistía en
tres aspectos básicos:
¿Quiere saber algo? El mundo tiene razón, en ese caso, somos hipócritas,
simuladores y mentirosos, y que fingimos algo que no es verdad. ¡Pero hermano!
¿Cómo sentir regocijo con todos los problemas que tengo?
Confirmación: no sólo eliminan a los genuinos, sino que además los expulsan
como a herejes. ¿Nunca lo has visto por allí?. Y, finalmente, también Santiago lo
argumenta cuando consigna que: Hermanos míos, tomad como ejemplo de aflicción y
de paciencia a los profetas que hablaron en el nombre del Señor. Muy bien: sobre todo
esto es que Jesús establece el Mandamiento Nº 3: Gozaos y alegraos porque
vuestro galardón está en los cielos.
(Mateo 5: 14)= Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un
monte no se puede esconder.
(16) Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras
buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
A eso es que se refiere cuando dice que una luz no se coloca debajo de un
almud ni se esconde por ninguna parte. Una luz es para que alumbre y traiga claridad
al marco de oscuridad que inunda la tierra. Y no habla de oscuridad física y material,
obviamente, sino de la espiritual.
(Mateo 5: 17)= No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no
he venido para abrogar, sino para cumplir.
(18) Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una
jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido.
(20) Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los
escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.
Aquí es el momento de dejar algo muy en claro: en primer término, no
podemos ni admitir ni defender a aquellos que eligen vivir bajo la ley porque, la Biblia
lo dice, están bajo maldición. Son los que solemos denominar como “legalistas”, que
existen y pululan en todas las iglesias, que usted conoce muy bien y que,
seguramente, más de un problema o inconveniente habrá tenido con alguno de ellos.
Eso por una parte. Pero por la otra, esto no es línea abierta o carta libre para
que despreciemos y hasta nos burlemos de la ley. No se olvide que el Antiguo
Testamento, - dice la Biblia -, es “sombra de lo que habría de venir”, esto es, el Nuevo
Testamento.
Y que Jesús, - En este pasaje lo dice con claridad –, sin ser de manera alguna
un odioso legalista, vino a cumplir con esa ley y no a abrogarla. Nuestra confusión
radica en que, en efecto, no debemos VIVIR bajo la ley porque esta es la era de la
Gracia, pero de ninguna manera podemos minimizarla o caricaturizarla porque
proviene nada menos que del mismísimo Dios Todopoderoso.
El verso 19, si usted sabe leer bien la escritura, verá que está confirmando
ampliamente la razón global de ser de este estudio, ya que habla de no quebrantar
uno de “estos mandamientos”, a los que llama “muy pequeños” porque los relaciona
con los antiguos, pero al mismo tiempo establece que debemos respetarlos del mismo
modo que a los otros.
Y no nos amenaza con fuegos ni torturas chinas, sencillamente nos dice que
quien los respete y además los enseñe, será llamado “grande” en el reino, en tanto
que quienes no lo hagan, serán considerados “pequeños”. Mire: no me preocupa ni me
interesa en lo más mínimo su doctrina denominacional ni su teología personal.
Lo único que tengo para decirle, es lo que ha leído. El que tiene oídos oiga lo
que el Espíritu le dice a la iglesia. Santiago alude a esto cuando dice en 2:10 que
Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace
culpable de todos, que es un hermoso texto para alentar a quienes la han omitido y
desalentar, al mismo tiempo, a los que pretenden justificarse mediante ella. Aquí es
donde queda establecido el Mandamiento Nº 5: Vuestra justicia será mayor que la
de los religiosos profesionales.
(Mateo 5: 21)= Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera
que matare será culpable de juicio.
(22) Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será
culpable de juicio; y cualquiera que diga Necio, a su hermano, será culpable ante el
concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego.
En el verso 21, es obvio que hace alusión a los primeros Diez que ya hemos
estudiado en el primer capítulo de este trabajo. En el 22, mientras, alude a que el
sexto mandamiento antiguo no sólo prohíbe el acto de matar, sino que se aplica
también al pensamiento y a la palabra, a la cólera injusta y a los insultos destructivos.
Lo primero es más que obvio que no será hallado en ninguna de nuestras
congregaciones, pero lo segundo ya no es tan seguro. La palabra utilizada aquí como
“necio”, es una expresión de tono coloquial de disgusto por la manera de pensar de
alguien, similar a “tonto” o a “estúpido”.
“Fatuo”, mientras tanto, expresa cierto desprecio por el carácter de alguien. Los
dos insinúan que esa persona merece ir al infierno. El concilio del cual se habla aquí
designaba al principio la sinagoga, pero ale escribirse este evangelio de Mateo, puede
que se refiriera a un cuerpo investigadito de la iglesia.
Ahora bien; el sentido concreto de este texto tiene que ver con esa manía
nuestra de tranquilizar nuestras conciencias con actitudes externas, mientras hacemos
como que no nos damos cuenta que, en efecto, Dios ve con total y absoluta claridad
en nuestros corazones y de ninguna manera puede ser burlado.
(28) Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya
adulteró con ella en su corazón.
(29) Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti;
pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea
echado al infierno.
Una vez más, Jesús utiliza la base de uno de los mandamientos antiguos, para
establecer uno nuevo. Complementario del otro, quizás, pero nuevo en su
interpretación, tanto literal como tipológica.
Sin embargo, esto tiene aún mayor profundidad cuando encara el tema de los
miembros productores de pecado. Da como modelo al ojo y a la mano, en ambos
casos derechos. ¿Por qué? ¿Qué significa eso, más allá de que algún sector lo haya
tomado literalmente y haya producido verdaderas barbaridades en la iglesia?
(Mateo 5: 31)= También fue dicho: Cualquiera que repudie a su mujer, déle
carta de divorcio.
(32) Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de
fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete
adulterio.
En primer término, podemos ver que los fariseos interpretaban las enseñanzas
de Moisés sobre el divorcio en el sentido de que un hombre podía repudiar (divorciar)
a su mujer virtualmente por cualquier motivo.
El texto que se lee en Deuteronomio 24:1 dice: Cuando alguno tomare mujer y
se casare con ella, si no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa indecente,
le escribirá carta de divorcio, y se la entregará en su mano, y la despedirá de su casa.
Por lo tanto, sería muy interesante que en muchas congregaciones que actúan
como discriminadoras para los divorciados, se tenga muy en cuenta el motivo de cada
divorcio. Porque es más que obvio que en el caso específico del adulterio por parte de
alguno de los cónyuges, y pese a que Dios, efectivamente, aborrece el divorcio, deja
claramente establecidas las pautas para efectivizarlo entendiendo que, ante un caso
rotundo de infidelidad, será muy complicado sino imposible volver a establecer una
alianza basada, preponderantemente, en la confianza mutua.
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Eso es, al menos, lo que una gran parte de nosotros, en este sector de
Latinoamérica, ha podido vivenciar en su breve pero suficiente paso por algún sector
de las diferentes Fuerzas Armadas.
(Mateo 5: 33)= Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: No
perjurarás, sino cumplirás al Señor tus juramentos.
Los fariseos elaboraron complicadas reglas sobre los juramentos, y sólo los
que invocaban el nombre divino eran obligatorios. Jesús enseña que un juramento
obliga independientemente de la fórmula que se utilice.
Su uso es superfluo pues la palabra dada debe ser más que suficiente. Jurar,
en todo caso, equivale a confesar que no siempre decimos la verdad. En Levíticos
19:12 leemos: Y no juraréis falsamente por mi nombre, profanando así el nombre de tu
Dios. Yo Jehová.
(36) Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo
cabello.
(37) Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de
mal procede.
Este pastor me dijo algo que supongo para él era una verdad insoslayable,
pero que a mí no me llenó ni me convenció. Me dijo: “Ellos juran porque saben muy
bien por lo que juran. Y luego cumplen”.
La ley del talión, de esto es de lo que Jesús está hablando aquí, no pretendía
de ninguna manera alentar la venganza personal, sino proteger al ofensor de un
castigo más severo que el que merecía su ofensa.
Aquella vieja manía casi lindando con la herejía de elaborar doctrinas a partir
de un solo verso, se ha tomado de este verso para darle a los cristianos una pálida
imagen de personajes débiles, cobardes y pusilánimes.
A los Corintios, en la primera carta 6:7: Así que, por cierto es ya una falta en
vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos. ¿Por qué no sufrís más bien el
agravio? ¿Por qué no sufrís más bien el ser defraudados?
Esto implica una realidad: todo creyente debería estar libre de actitudes
mezquinas, al punto de elegir soportar antes que cometer un agravio. Una pérdida
moral es mayor que cualquier ganancia material.
(40) Y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa;
(41) y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos.
Cuando en el verso 41 dice que cualquiera que lo OBLIGUE a llevar una carga,
esa palabra, OBLIGUE, es la palabra griega ANGAREUO, y es un verbo derivado de
la lengua persa, que describe a un mensajero que posee autoridad para impeler a la
gente al servicio publico.
Como podemos ver, la connotación de esta “obligación” tiene mucho más que
ver con una carga pública establecida que con un acto de autoritarismo inconsistente.
De todos modos, el contexto general de este pasaje, nos deja indeleble el
Mandamiento Nº 10: No reaccionar mal ante la ofensa, ni conducirse con ánimos
de venganza.
(Mateo 5: 43)= Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu
enemigo.
Se nos manda a amar a quienes nos tienen animosidad. Jesús no deja lugar
para la especulación en este pasaje, sino que nos manda a amar a los que nos
aborrecen, nos desprecian y nos persiguen.
(45) Para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace
salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.
(46) Porque si amáis a los que os aman, ¿Qué recompensa tendréis? ¿No
hacen también lo mismo los publicanos?
(48) Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos
es perfecto.
Aquí hay algo que es concreto y específico. Usted deberá amar porque así lo
ha decidido, no por causa de determinadas circunstancias. Deberá dejar que los malos
tratos de otros le recuerden a usted que puede vencer sus maldades por medio del
amor.
(2) Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como
hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los
hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa...
3) Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, (4)
para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará
en público.
¡Que notable! Jesús utiliza esta palabra, HIPÓCRITAS con un añadido que no
es casual: dice que “en la sinagoga”. ¿Por qué? ¿No habría hipócritas en cualquier
otro sitio? Sí que los había, pero Jesús sabe muy bien que, tal cual está escrito en
Jeremías, la hipocresía nació en la iglesia y a partir de sus líderes, que entonces eran
“los profetas”.
Pero aquí debemos aclarar algo. Este texto no está hablando de OFRENDAS
ni mucho menos de DIEZMOS. Porque esto último es un dinero de Dios que, cuando
lo llevas a tu alfolí (Que es el sitio en el cual guardas tu alimento, en este caso
espiritual), no haces nada más que devolverle lo que le pertenece.
Pero fíjese que si ese mismo día, un tiempo después, vamos al templo y allí el
pastor nos invita a pasar al frente a orar como apertura de la reunión, es probable que
arranquemos más o menos así: “Bendito y loado Señor de las alturas
inmaculadas…Vengo a tu santísima y majestuosa presencia para rendirte adoración
por…”
(Mateo 6: 5)= Y cuando ores, no seas como los hipócritas (Usted ya saben
quienes y como eran) porque ellos aman el orar de pie en las sinagogas y en las
esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres: de cierto os digo que ya tienen
su recompensa. (Esto es lo que terminamos de explicar anteriormente)
(6) Más tú, cuando ores, (Entienda esto: dice “cuando ores”; no dice “Si en una
de esas tienes ganas de orar”; lo que equivale a decir que debemos orar, que no es
una opción que tomaremos “si lo sentimos”) entra en tu aposento, y cerrada la puerta,
ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en los secreto te recompensará
en público.
(7) Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que
por su palabrería serán oídos.
Y que hay todavía en una gran parte del pueblo de Dios una confusión muy
similar a la que aquí se explicita, es más que evidente. En el primer libro de los Reyes,
18:26 se nos habla de la victoria de Elías en el monte Carmelo, y en alusión al pueblo
pagano, dice este verso: Y ellos tomaron el buey que les fue dado y lo prepararon, e
invocaron el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: ¡Baal,
respóndenos! Pero no había voz, ni quien respondiese; entre tanto, ellos andaban
saltando cerca del altar que habían hecho.
Esto deja bien en evidencia que, si usted no está orando conforme al propósito
y la voluntad de Dios, podrá creer o suponer que le ora a Dios, pero Él no oye esta
oración y, por lo consiguiente, aunque pase horas y hasta días haciéndolo, no va a
mover de ninguna manera su accionar con ello.
(8) No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué
cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.
(9) Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos,
santificado sea tu nombre.
Aquí, Jesús, ofrece una muestra de su íntima relación personal con Dios.
Relación que, por otra parte, debería ser la misma que tendríamos que tener nosotros,
en lugar de verlo como algo muy lejano y a veces despreocupado por nuestros
padeceres o necesidades, ya que en Romanos 8:15, Pablo lo confirma cuando dice:
Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor,
sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!
Por eso es que dice en su oración-modelo: Padre Nuestro. Mientras que la expresión
posterior de “santificado sea”, tiene que ver con el establecer el principio de orar como
una forma de adoración.
Si el reino es una nube que sólo sirve para tocar suaves melodías con un
instrumento a cuerdas, ¡Bien aburrido es el Dios que tenemos y grandes deseos de
mucha gente dinámica es irse al infierno, al cual se lo vende mucho más entretenido!
Ironías al margen, ¿Se da cuenta como la iglesia, desde sus principales fuentes de
enseñanza, se ha tragado una grosera mentira del diablo?
Y todos sabemos muy bien que cuando se dice una parte de una verdad, la
parte que queda sin decir, es equivalente a una mentira. Por eso la gente se bloquea,
no intenta hacer demasiado fuera de lo que le ordenen sus pastores locales, porque
total, - piensa -, ya soy salvo y sólo me queda, como máxima expectativa, aguardar el
gran día del último suspiro para irme, al fin, a estar con Él, y dejar atrás este
verdadero infierno terrenal que ya nos e soporta.
¿Para qué? Para trabajar dentro de él y por su extensión. Porque hemos sido
salvos por Gracia PARA, y no POR. Y – tal como le tocó a Jesús -, también nosotros
deberemos pagar un precio para servir.
Si Dios jamás te ha cobrado un centavo por su perdón para con todas tus
barrabasadas, ni te atrevas tú a cobrárselo a aquel o aquellos que te hayan ofendido
en cualquiera de sus circunstancias. No hay excusa posible. Por más que alguien me
diga: “¡Pero hermano! ¡Usted dice eso porque no sabe lo que me hicieron!” ¿Qué cree
usted que podría decirle Dios con relación a sus incredulidades, pecados y demás
yerbas?
(13) Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el
reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.
La petición final implora el poder de Dios para vencer el mal, de manera que
quien lo invoque no caiga ni sea vencido por la tentación del maligno. El Padrenuestro,
es un modelo de oración que contiene siete grandes tópicos, cada uno de los cuales
representa una necesidad humana básica:
1)= La Necesidad paternal: Padre Nuestro. Cuando ore, todas sus necesidades
son atendidas por la benevolencia incomparable de un padre amoroso que no se
parece en nada al mejor padre carnal que usted haya podido tener. Y mucho menos al
peor, como en muchos casos sucede, y que lleva a la persona al máximo grado de
rencor, resentimiento y, por ende, incredulidad.
3)= Las Prioridades de Dios: Venga tu reino. Usted debe declarar ya mismo
que las prioridades del reino de Dios, tiene que ser establecidas en usted mismo, en
sus seres queridos, en su congregación local y en su nación.
6)= Poder sobre Satanás: Y no nos metas…líbranos del mal. Pida al Señor un
muro de protección alrededor suyo y de sus seres queridos. Pídale que le vista con su
armadura. Y ni siquiera pierda su tiempo discutiendo si se debe enseñar o no Guerra
Espiritual en las iglesias. Padre, Hijo y Espíritu Santo ya han dicho que sí. Y punto.
7)= Sociedad Divina: Porque tuyo es el reino. Glorifique a Dios que le hizo
participante de su reino, de su poder y de su gloria.
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Es por demás de lógico que así sea, ya que la gente, con escasa o nula
información teológica y con una formación religiosa global y mayoritaria basada en
ritos, no puede de ninguna manera ni siquiera plantearse alguna diferencia entre una
cosa y la otra.
(Mateo 6: 16)= Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque
ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo
que ya tienen su recompensa.
¿Qué está diciendo Jesús aquí? ¿Acaso que ayunar servirá solamente para
hacernos ver delante de los hermanos? En absoluto. No faltan quienes han
interpretado esto en este sitio, pero que no le quepan dudas que no es así.
Allí, en el verso 5, señala: ¿Es tal el ayuno que yo escogí, que de día aflija el
hombre su alma, que incline su cabeza como junco, y haga cama de cilicio y de
ceniza? ¿Llamaréis esto ayuno, y día agradable a Jehová? ¿No es más bien el ayuno
que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar
ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo?
(17) Pero tú cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, (18) para no
mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre
que ve en lo secreto te recompensará en público.
¿Qué quiere decir esto? Que el ayuno no es una opción, sino que forma parte
activa de la vida del creyente. Ese es quizás el fundamento de este Mandamiento Nº
14: El ayuno no es para lucirse.
Sin embargo, mucho pueblo de Dios sigue sin “convertir” sus bolsillos, tal cual
como si Dios se ocupara de todos sus problemas pero no del que tiene que ver con su
futuro económico. Y eso no es todo: he visto a unos cuantos de esos predicadores
mencionados o autores de los libros descriptos que, en sus vidas privadas, hacen
exactamente todo aquello que desde el púlpito o las páginas de sus libros han
recomendado no hacer.
(21) Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón
Aquí tiene que quedar algo muy en claro para evitar falsas interpretaciones,
falsas aplicaciones y hasta falsos legalismos: Jesús, de ninguna manera está
prohibiendo las posesiones materiales ni disfrutar de ellas, tal como algún sector
autodenominado como “cristiano” ha interpretado, enseñado, aplicado y obligado a
vivir a sus adherentes.
El pueblo de Dios debe orar constantemente por aquellos que tienen autoridad
y responsabilidad sobre la iglesia y también en la sociedad. El Proverbios 23:4 dice:
No te afanes por hacerte rico; sé prudente y desiste. Salomón; miles de años antes, el
mismo principio. No es pecado tener; pecado es vivir solamente para tener.
Hebreos 13:5 apunta más a la profundidad del tema, ya que especifica ciertos
aspectos no dichos en lo anterior. Textualmente señala: Sean vuestras costumbres sin
avaricia, contentos con lo que tenéis ahora, porque él dijo: No te desampararé, ni te
dejaré. ¿Sabe qué concepto queda flotando y tintineando como una campanilla en
nuestro cerebro aquí? …contentos con lo que tenéis ahora…
Porque, en efecto, una cosa es la lucha por el progreso, lo cual está perfecto a
los ojos de Dios, y otra muy diferente la permanente insatisfacción, cosa que Dios
aborrece en todos los terrenos.
Queda claro que la avaricia y los temores financieros son superados por la
seguridad fundada en la constante presencia de Dios y en las promesas que el Señor
nos ha hecho sobre la satisfacción de nuestras necesidades diarias. Debido a la
palabra de consuelo que Dios ha pronunciado, podemos decir confiadamente: El
Señor es mi ayudador; no temeré…
Esto quiere decir que toda posesión material carece de valor eterno, y por lo
tanto perecerá. Quiere decir, también, que debemos evitar toda adquisición
innecesaria. ¿Por qué? Porque las riquezas y las posesiones innecesarias, pueden
traer inconvenientes a su vida.
(Mateo 6: 25)= Por tanto os digo: no os afanéis por vuestra vida, qué habéis de
comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la
vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
Esto sigue, pero muy bien vale hacer un pequeño alto, un leve paréntesis,
porque tiene que ver con un asunto que tiene grandes implicancias dentro de nuestras
propias organizaciones. Importante es que el mundo incrédulo e impío conozca las
formas de vida para los miembros del reino de Dios, pero para que ello suceda, la
gente que compone ese reino deberá ser, en primera instancia, quien de claras
muestras y modelo de ese tipo de vida. De otro modo, todo será nada más que
discurso, que en la Biblia, ya está escrito como “vana palabrería”.
Un traje o ambo económico, más camisa y corbata del mismo nivel, por estas
tierras, implican una erogación promedio de cien dólares, mientras que una camisa de
primer nivel o un pantalón en juego, cuestan por sí solos más del doble de eso.
Este ejemplo que Jesús les da a sus discípulos aquí, en torno a este asunto, ya
fue dado por Dios mismo a Job cuando le revela la cualidad y la calidad de su
omnipotencia. En el verso 41 del capítulo 38 de su libro, podemos leer: ¿Quién
prepara al cuervo su alimento, cuando sus polluelos claman a Dios, y andan errantes
por falta de comida?
Voy más allá: ¿No le habrá creído usted alguna vez a Satanás su clásica
mentira de hacerle pensar que usted es una basura, una porquería o lo peor de lo
peor? Bien; si la creyó, ahora aprenda: para usted también es la promesa, así sea lo
peor.
(27) ¿Y quien de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura
un codo?
Esta es una tremenda y contundente verdad que, sin embargo, el hombre pasa
casi toda su vida ignorando o, lo que es peor, resistiéndola. YA fue dicho por el
salmista, en el Salmo 39:4-5 cuando David expresa: Hazme saber, Jehová, mi fin, y
cuanta sea la medida de mis días; sepa yo cuan frágil soy. He aquí diste a mis días
término corto, y mi edad es como nada delante de ti; ciertamente es completa vanidad
todo hombre que vive.
(28) Y por el vestido, ¿Por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo,
cómo crecen: no trabajan ni hilan; (29) pero os digo, que ni aún Salomón con toda su
gloriase vistió así como uno de ellos.
En el primer libro de los Reyes, en 10:4-7, hay algo que bien puede servir de
ejemplo: …Y cuando la reina de Sabá vio toda la sabiduría de Salomón, y la casa que
había edificado, asimismo la comida de su mesa, las habitaciones de sus oficiales, el
estado y los vestidos de los que le servían, sus maestresalas, y sus holocaustos que
ofrecía en la casa de Jehová, se quedó asombrada. Y dijo al rey: Verdad es lo que oí
en mi tierra de tus cosas y de tu sabiduría; pero yo no lo creía, hasta que he venido, y
mis ojos han visto que ni aún se me dijo la mitad; es mayor tu sabiduría y bien, que la
fama que yo había oído…
Lo único que cabe agregar aquí por si usted no se ha dado cuenta, que la que
está asombrada, impactada y conmovida por la sabiduría y el oropel de la pompa de
Salomón, es Sabá, una reina, una mujer acostumbrada desde la cuna a las dos cosas
que aquí la deslumbran, lo que nos muestra en qué nivel se movía esa sabiduría y esa
gloria.
(30) Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios
la viste así, ¿No hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?
Súmele todo esto, y agregue esa palabra que nos asegura que sin fe es
imposible agradar a Dios y tendrá la clave de una vida victoriosa, muy por encima de
cualquier receta humana que le puedan hasta predicar.
(32) Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial
sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.
¿Qué significa esta acotación en cuanto a que son “los gentiles” los que
buscan las cosas materiales con preponderancia por sobre todo lo demás? Pues
exactamente eso, que los que estaban fuera de la vida piadosa o espiritual, no tenían
otras expectativas que no fueran sus posesiones.
Pues sí, eso es exactamente lo que significa. Pero con una aclaración. No es
cualquier parte de la mundana calle en contra de cualquier parte de un templo llamado
iglesia; es la diferencia clara y concisa que hay entre alguien que cree y alguien que
no cree, mucho más allá de si va o no todos los domingos sentarse en los bancos de
algún templo.
No son pocos los que han enseñado que el reino, es el sitio donde vamos a ir
el día en que nos toque irnos a la presencia de Dios. El humorismo gráfico, llevado por
esta enseñanza, ha elegido ilustrarlo con la figura de un hombrecito de rostro casi
depresivo, vestido con un largo camisón blanco, sentado en una especie de nube,
ejecutando música con un instrumento muy similar a la lira. Todo es pura fábula.
El reino no es nada de eso, ya que si fuera el cielo o paraíso, con esta palabra,
Dios nos estaría diciendo que tenemos que suicidarnos, una verdadera barbaridad,
mientras que si fuera lo otro, no se vislumbra que clase de justicia podría existir en una
nube y con un hombre sumamente aburrido.
Ya sé que a usted esto le puede parecer hasta ridículo, pero créame que se ha
llevado a varios el diablo con este cuento en el que, consciente o inconscientemente,
hemos colaborado un poco cada uno de nosotros. Y ni hablar cuando a este principio
se lo desea aplicar para los diezmos u ofrendas.
“¡Pero no, hermano! ¿Cómo quiere que diezme u ofrende si lo que gano no me
alcanza para vivir?” Clásico, real, lógico, contundente. No sirve para el reino de Dios
que no es ni clásico, ni lógico. Busca primero el reino…y TODO lo demás vendrá por
añadidura. “
Algunas escrituras: Mateo 19:28: Y Jesús les dijo: De cierto os digo que en la
regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros
que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce
tribus de Israel.
Dígame la verdad: ¿Usted cree que van a juzgar a las doce tribus de Israel
algunos de esos hermanos avaros, miserables, cobardes e hipócritas que usted
conoce? ¿Pero se salvan? No hablamos de salvación, que es por gracia, hablamos de
servicio al reino, donde se pagan precios.
(34) Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana
traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.
En lugar de estar preocupados por las cosas materiales, nuestro interés debe
ser buscar primeramente el reino de dios en todas las cosas, sabiendo que al hacerlo,
el Señor ha ofrecido responder fielmente al pacto que nos asegura que TODAS las
demás cosas, TODAS, nos serán añadidas sin que debamos hacer ningún esfuerzo
para ello.
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ormalmente, los principios básicos que rigen las vidas de las personas,
tienen que ver con la voluntad y el propósito de Dios. Y no estoy hablando de las vidas
de los cristianos, estoy hablando de la vida de toda la humanidad.
Por eso es que en Marcos 4:24, Jesús les dice: Mirad lo que oís; porque con la
medida con que medís, os será medido, y aún se os añadirá a vosotros los que oís.
Esto es así; A nosotros nos parece erróneamente que algo está pésimo y así lo
decimos. Conjuntamente con nosotros, gente incrédulo ve lo mismo y dice lo mismo.
Para ellos, la justicia si bien no será benévola, no tendrá esa carga que para
nosotros sí tendrá: agregarle el mismo concepto con que nosotros nos manejamos. Ni
se imaginen si fue un concepto de exageración sin otra intención que la de causar
daño!
Así lo interpreta Pablo y así se lo enseña a los Romanos, cuando en 2:1 les
dice: Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quien quiera que seas tú que juzgas;
pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo
mismo.
Y por si los creyentes de Roma les hubiera quedado alguna duda, a este
principio lo reitera más o menos similar en el capítulo 14:10 cuando expresa: Pero tú,
¿Por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿Por qué menosprecias a tu hermano?
Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo. Un pequeño detalle para que
usted tenga bien en cuenta: no dice que “todos ustedes, los cristianos, comparecerán
ante el tribunal de Cristo”; dice que TODOS lo harán. Sean cristianos o no, sean
creyentes o incrédulos.
(Mateo 7: 2)= Porque con el juicio con que juzgáis (Esto es: con la misma
intención, con la misma motivación) seréis juzgados, y con la medida con que medís,
os será medido.
(3) ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de
ver la viga que está en tu propio ojo?
Esto tiene mucho que ver con los defectos, con los errores o con las
equivocaciones. Aún con cuestiones de fondo tales como el divorcio. Porque una cosa
es sentarse en los cómodos sillones de la oficina pastoral a ayudarle a él a juzgar un
caso de divorcio, con el hombre y la mujer sentados al medio en dos sillas que mucho
más parecen dos banquillos de acusados, y otra cosa muy distinta, un día, sin culpas y
sin haberlo buscado, usted es quien se encuentra en esas sillas y otros en los
cómodos sillones, dándole letra al mismo pastor para que los discipline duramente, los
exonere y hasta los expulse de la congregación.
(5) ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para
sacar la paja del ojo de tu hermano.
Y recuerdo dos: “Si el empleado tiene sus ojos cerrados y la cabeza apoyada
sobre sus brazos sobre su escritorio, el empleado duerme”. “Si el jefe tiene sus ojos
cerrados y su cabeza apoyada sobre sus brazos sobre el escritorio, el jefe medita
sobre soluciones laborales más productivas”.
(Mateo 7: 6)= No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante
de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen.
Hay una palabra que aplicamos mal con relación al evangelio: Discriminación.
Porque si bien toda discriminación parece ser mala, (racial, social, de piel), Jesús nos
está señalando aquí con mucha contundencia, que al predicar el evangelio,
inexorablemente deberemos discriminar.
Este texto tiene varios correlatos que convendrá revisar para tener la noción
exacta y el panorama mucho más abierto y claro sobre su significación, ya que no son
pocos los sitios en los que se ha interpretado con demasiado simplismo y, en lo
profundo, sólo ha traído más decepción y frustración al pueblo.
Marcos 11:24 lo pinta así: Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando,
creed que lo recibiréis, y os vendrá. Una sola pregunta: ¿Qué quiere decir cuando dice
“todo”? Pues precisa y exactamente eso: TODO. Aquí el texto está emparentado con
la maldición de la higuera, y la lección positiva que se puede extraer de esa maldición
es el poder de la oración con fe.
Porque un poco más adelante, en 16:23-24, según Juan Jesús dice: En aquel
día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al
Padre en mi nombre, os lo dará. Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid
y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido. Aquí está la otra clave importante:
Porque, ¿Sabe qué? El suyo es el nombre delante del cual se dobla toda
rodilla y se cumplimenta toda palabra. ¿Le parecerá todavía un simple formulismo? No
se equivoque, no lo es. Porque mire como lo enfoca Santiago:
Santiago 4:3: Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros
deleites. ¿Se da cuenta como se va reacomodando y al mismo tiempo acotando ese
TODO inicial que parecía una puerta abierta hacia cualquier tipo de pedido?
Entienda esto: Dios jamás va a responder favorablemente a una oración que
solicita algo que se encuentra fuera de su propósito y de su voluntad. Porque el
hombre tendrá todo el libre albedrío que a usted se le ocurra para hacer lo que le
venga en gana, pero de allí a que pretenda que Dios le ayude, está listo.
Hacer que Dios envíe por oración algo que está en contra de sus leyes, es
intentar manipular a Dios. Y eso, donde quiera que se haga y con los métodos con que
se quiera realizar, es lisa y llanamente HECHICERÍA. Juan, en su primera carta 3:22
confirma esto: …y cualquiera cosa que pidiéremos la recibiremos de él, porque
guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de
él.
Y por si no fuera suficiente, en esta misma carta pero en 5:14 y 15, se lee: Y
esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su
voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos,
sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.
(8) Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se
le abrirá.
Este texto reproduce, de alguna manera, lo que podemos leer en el libro del
profeta Isaías, cuando en 29:12 y 13, vemos: Entonces me invocaréis, y vendréis y
oraréis a mí, y yo os oiré; y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis con
todo vuestro corazón. La respuesta a la pregunta sobre si usted quiere,
verdaderamente, encontrar a Dios, es: búsquelo con todo su corazón, no con fórmulas,
métodos, ritos o cualquier otra actitud externa.
(9) ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una
piedra?
(11) Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros
hijos, ¿Cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que
le pidan? Entienda por favor. “Buenas Cosas”, no “cosas interesantes”, “cosas de
moda”, o “cosas que se nos antojan”. Sólo habrá que tener muy en cuenta cuales son
las “buenas” cosas según la mente de Dios.
(12) Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros,
así también haced vosotros con ellos, porque esto es la ley y los profetas.
Además, como una expresión de la ley del amor, la nueva versión de Jesús de
la “regla de oro” judía, resume todo lo que Dios requiere de nosotros en relación con
los demás. Mandamiento Nº 19: Haz con los hombres todo aquello que deseas
que los hombres hagan contigo.
(Mateo 7: 15)= Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con
vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.
Esto es total y absolutamente actual. Hay muchos “falsos” que pretenden ser
guías cristianos, pero cuyo propósito real y es egoísta y destructivo. ¿Cómo probarlos?
¿Cómo estar seguros de no equivocarnos?
Por lo tanto, lo que aquí hallamos como “falso profeta”, es lícito no sólo para
este ministerio, sino también para el apostólico (Y que no le quepan dudas que en este
tiempo sobreabundan) para el profético, (Que es el del texto, y se ve invadido por
mucha gente con espíritus de adivinación), para el pastoral, (Con la cuestión de que
para liderar una iglesia, la organización religiosa y no la Biblia ha determinado que un
hombre deba ser ordenado como pastor, cada día aparecen más asalariados
ocupando esos espacios.
Hay un texto que tiene relación con lo que aquí se expresa, que no sólo le
otorga las bases, ya que pertenece al Antiguo Testamento, sino que además descubre
que cierto pecado no tiene nacimiento en el seno del mundo pagano sino en la propia
iglesia. Se trata del que está en el libro del profeta Jeremías 23:15-16 donde leemos:
Por tanto, así ha dicho Jehová de los ejércitos contra aquellos profetas: he aquí que yo
les hago comer ajenjos, y les daré a beber agua de hiel; porque de los profetas de
Jerusalén salió la hipocresía sobre toda la tierra…
(Basta. No diga usted más que “el mundo hipócrita” no honra a Dios, porque
ahora ya sabe por boca de Dios mismo, que la hipocresía nació en la iglesia, y no en
el mundo incrédulo, impío, pagano y pecador) ...Así ha dicho Jehová de los ejércitos:
No escuchéis las palabras de los profetas que os profetizan; os alimentan con vanas
esperanzas; (Esto en idioma actual, se llama: Voluntarismo) hablan visión de su propio
corazón, no de la boca de Jehová. (Y a esto se le suele llamar: declaración victoriosa)
¿En qué sitio del planeta se podría levantar un profeta? Acertó. En el único
lugar en que puede ocurrir ese hecho, es en la iglesia.) Agrega el verso 24: Porque se
levantarán falsos cristos, (Mesías), y falsos profetas, y harán grandes señales y
prodigios, de tal manera que engañarán, si fuese posible, aún a los escogidos.
(Piense nuevamente: ¿En qué lugar podría levantarse alguien que, con
mentiras y alguna que otra señal sobrenatural, podría engañar a los escogidos de
Dios? Acertó de nuevo. En la iglesia, ya que fuera de ella, usted jamás creería ni una
palabra por ungida que le pareciera ni una señal por milagrosa que fuera)
Pedro lo explica desde otro ángulo, desde otra perspectiva, desde otro plano.
Toma para ello la amplitud de esta palabra y la resume en una suerte de consejo
práctico para creyentes. Para que sean, en efecto, creyentes y no sencillamente
crédulos aptos para cualquier engaño.
Juan establece sus propios fundamentos alrededor de este asunto, que como
puede verse, no es ni menor ni de poca monta. En su primera carta 4:1, expresa
textualmente: Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de
Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.
(Esto nos deja en evidencia que los creyentes no pueden ser tan ingenuos
como para aceptar indiscriminadamente los pronunciamientos de todos los profetas,
los postulados de todos los apóstoles, las decisiones de todos los pastores, las
enseñanzas de todos los maestros o los métodos de todos los evangelistas que
pretenden ser de Dios, esto es, que hablan con autoridad e inspiración divinas.
Ciertamente, detrás de cada ministro hay un espíritu, pero puede que sea un
falso espíritu, descrito aquí como “el espíritu del anticristo”, y “el espíritu del error”, no
como “el Espíritu de Dios”, el cuales “el Espíritu de la Verdad”. Por lo que, teniendo en
cuenta que hay muchos maestros de cultos heréticos que afirman ser mensajeros de
Dios, debemos probar los espíritus que los poseen para determinar su origen. En su
carta a los Tesalonicenses, Pablo da las mismas instrucciones.)
También desde la simbología profética del libro del Apocalipsis se toca este
tema aunque, reconozcamos, desde un ángulo más contundente en su conclusión.
Conviene leer el texto de tres versos completo porque contienen, en su contexto, una
serie de aspectos íntimamente ligados con lo estructural.
Apocalipsis 16:12-14 dice: El sexto ángel derramó su copa sobre el gran río
Éufrates; y el agua de éste se secó, para que estuviese preparado el camino a los
reyes del oriente. Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la
boca del falso profeta, (Esta es la trinidad satánica: Satanás, su diablo y su ministro)
tres espíritus inmundos a manera de ranas; pues son espíritus de demonios, que
hacen señales…
Como cierre, muy bien podemos utilizar el texto donde Pablo advierte y exhorta
sobre esto. Allí, en el capítulo 20 y desde el verso 25 al 31, el apóstol expresa: Y
ahora, he aquí, yo sé que ninguno de todos vosotros, entre quienes he pasado
predicando el reino de Dios, verás más mi rostro. Por tanto, yo os protesto en el día de
hoy, que estoy limpio de la sangre de todos, porque no he rehuido anunciaros todo el
consejo de Dios.
Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os
ha puesto por obispos, para apacentar la Iglesia del Señor, la cual él ganó por su
propia sangre. Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros
lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos (Del seno de
nuestras propias organizaciones, no desde el mundo exterior) se levantarán hombres
que hablen cosas perversas (Torcidas) para arrastrar tras sí a los discípulos. Por tanto,
velad, acordándoos que por tres años, de noche y de día, no he cesado de amonestar
con lágrimas a cada uno.
Este texto, observe con suma atención, no está dirigido de ninguna manera a
aquellos que no tienen responsabilidades ni incidencia en el seno de las
congregaciones. Está directamente apuntado a lo que llamamos “liderazgo”.
Mejor dicho: al falso liderazgo, que es aquel que deja en evidencia estar más
interesados en ellos mismos, en su estabilidad financiera, en su prestigio personal o
denominacional, que en cuidar su rebaño. De los que tratan de que la gente los siga,
en lugar de enseñarles que sigan a Cristo.
El texto que sigue, contiene a ese principio básico que, por ser mal entendido,
mal interpretado y mal evaluado, ha producido obviamente mala enseñanza y
confusión dentro del pueblo de Dios.
(Mateo 7: 16 )= Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los
espinos, o higos de los abrojos?
(17) Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.
(18) No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos
buenos.
Entonces, ¿Cuáles son esos frutos de los que se está hablando aquí? No
alcanzarían mil estudios para mencionarlos. Pero me voy a quedar como ejemplo
básico, con una parte del carácter de Jesús, otra parte de la conducta de Jesús y una
parte final para el poder de Jesús.
¡Pero hermano! ¡Él era el Hijo de Dios! ¡¡Basta!! ¡No sea religioso misticista!
Jesús era Dios, - en efecto -, pero encarnado en un hombre, un hombre como usted o
como yo, o como usted, hermana en Cristo, porque aquí no se trata de género
humano sino de globalidad genérica.
Entonces Él nos está diciendo que sí se puede, que cuando decimos que Él
era una cosa y nosotros otra muy distinta, solamente estamos dándole toda la gloria a
Satanás, ya que le decimos que está haciendo lo suyo muy bien y que nos tiene
derrotados y sin salida.
Nos está diciendo que usted no puede ser una clase de persona en el templo
de su iglesia y otra diametralmente opuesta durante la semana, en su casa, con su
familia o en su trabajo o la escuela. Usted es un hijo de Dios en todo momento de
todos sus momentos.
Hasta cuando está haciendo el amor con su esposa usted no deja de ser un
hijo de Dios, ¿Lo entiende? ¿Cómo dice? ¿Qué le parece inoportuno mezclar el sexo
con las cosas santas? ¿Y qué cree usted que es la sexualidad? ¿Algo sucio, puesto
como por obligación en nuestros cuerpos? No mi amigo; sucio es lo que el diablo ha
logrado pervirtiéndolo.
Porque Dios lo hizo limpio, lo hizo sano y lo hizo bueno en gran manera.
“Claro…para la procreación…” Por favor; no crea más esa mentira romana. Si el sexo
fuera solamente para procrear y no para disfrutarlo, dentro del matrimonio, como
bueno en gran manera: ¿Me puede explicar por qué el Dios Todopoderoso, Creador,
Majestuoso y Justo por sobre toda Justicia, hizo a la mujer con un solo día fértil, con
un solo día en el que ovula y está apta para la fecundación?
¿Se equivocó Dios y armó todo este lío? No. Dios no se equivocó y este no es
ningún lío. Sólo hay que evaluarlo y adoptarlo conforme a como Él lo pensó y no como
a nuestras carnalidades pecaminosas les parece.
(Mateo 7: 21)= No todo el que me dice Señor, Señor, entrará en el reino de los
cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
Sé que me va a decir que esto es mucho menos probable que exista, pero se
equivoca. Y no es ninguna novedad para Pablo, por ejemplo, que hace mucho tiempo
que escribió que temía que habiendo sido heraldo para los demás, él mismo fuera
eliminado.
Si tiene memoria recordará el intento, (En este caso fracasado), que hicieron
aquellos judíos, exorcistas ambulantes, que intentaron invocar el nombre del Señor
Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: …Os conjuro por Jesús, el que
predica Pablo…
Sin embargo, cuando se invoca con fe en el poder del Espíritu Santo, puede
esperarse que se manifieste su potencia y su gloria. Inherente al nombre de Jesús no
está solamente su autoridad, sino la plenitud de su naturaleza y carácter. Así,
cualquier oración ofrecida, o ministerio iniciado en el nombre de Jesús, debe estar de
acuerdo con su ser y propósitos.
En la carta a los Romanos, a propósito de estos conceptos declamatorios,
Pablo escribe en 2:13: …porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino
los hacedores de la ley serán justificados…
Además, lo que Pablo da a entender debidamente aquí, es que tanto los judíos
como los gentiles están bajo el juicio de Dios. Pero se diferencian unos de los otros en
que los judíos poseen la Ley, mientras los gentiles no, aunque por naturaleza cumplen
con algunas cosas estipuladas por la ley.
Dios ha dado a todas las personas desde la creación del género humano, el
instinto moral, aunque el continuo reincidir en el pecado o una cultura que lo tolera
puede distorsionarlo. El caso es que esta gente será juzgada de acuerdo con la
revelación que haya recibido. La norma para el juicio de los judíos será la Ley escrita;
en el caso de los paganos, lo será la ley no escrita de la conciencia y la naturaleza.
(Mateo 7: 24)= Cualquiera, pues, que oye estas palabras, y las hace, le
compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.
(26) Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a
un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; (27) y descendió lluvia, y
vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue
grande su ruina.
Sólo una duda: ¿Qué con la Arena? ¿Por qué el modelo de la Arena, pese a
que en otro texto se habla de la Tierra? Porque en el caso de la Tierra, lo que nos está
diciendo, es que no podemos fundamentar nuestra casa, que es nuestra vida, en
nuestra carnalidad, eso es el polvo de la Tierra.
Mientras que la Arena, que químicamente es una mezcla de pequeñas
partículas de roca mezcladas con Tierra, implican la manía de tantos supuestos
cristianos que intentan vivir una vida espiritual tomando una pequeña porción de Cristo
y mezclándola con su carnalidad. No funciona.
Porque Jesús, que estructuralmente no era nadie, tenía una autoridad que
emanaba de su vida misma, no de los cargos eclesiásticos que tuviera. Por eso es que
se maravillaban de su doctrina y no les parecía en absoluto similar a los clásicos
religiosos de la época llamados escribas. Aquí es donde se inscribe y se escribe el
Mandamiento Nº 23: Si nuestro fundamento no es Cristo, lo nuestro no es
cristianismo.
(Mateo 8: 18)= Viéndose Jesús rodeado de mucha gente, mandó pasar al otro
lado.
(20) Jesús le dijo: Las zorras tienen guarida, y las aves del cielo nidos; más el
Hijo del Hombre no tiene donde recostar su cabeza.
(21) Otro de sus discípulos le dijo: Señor, permíteme que vaya primero y
entierre a mi padre.
(22) Jesús le dijo: Sígueme, deja que los muertos entierren a sus muertos.
Lo primero que habrá que tener en cuenta aquí, es que quien se acerca
ofreciéndose para seguirle, es un escriba, esto es: un religioso. Un hombre
acostumbrado a obedecer a líderes preestablecidos sin más costo que el de su
obsecuencia.
Jesús, en dos palabras, le deja en clara evidencia que su óptica para las cosas
de Dios, tiene un derrotero totalmente diferente al de los sacerdotes, fariseos,
conductores de la única iglesia organizada de ese tiempo.
La otra cosa para tener en cuenta es que, como toda persona acostumbrada a
sacar ventajas de los estamentos considerados importantes, este escriba llegó a la
presencia de Jesús váyase a saber mediante qué estratagemas, ya que en el primer
verso se nos dice que al verse rodeado de mucha gente, (Quizás demasiada para el
gusto por el perfil bajo que tenía Jesús) Él mandó pasar al otro lado. Y es a ese otro
lado, no se sabe ni se dice mediante qué estrategia, que llega este religioso a ofrecer
sus servicios.
Lo que Mateo está haciendo aquí, es relatar dos severas enseñanzas que
ilustran la verdadera exigencia del también verdadero y genuino discipulado, que no es
como muchos han pretendido enseñarnos, una simple cuestión de sujeción pastoral.
Ese principio, en todo caso, era el que traía en sus alforjas el escriba, pero
Jesús le dejó bien en claro que la cosa iba mucho más allá. Porque es notorio que
Jesús no tiene en cuenta en absoluto el fervor momentáneo, que casi siempre es mero
producto de alguna clase de impacto emocional.
Lo de los muertos, mientras tanto, tiene que ver con una de las excusas más
frecuentes en los hombres que de alguna manera intentan sacarle el cuerpo al
servicio: sus obligaciones familiares. Por un lado, Jesús le está diciendo a este hombre
con toda claridad que así tuviera que asistir al sepelio de su padre, ese no sería
obstáculo para dejar de cumplir con la voluntad de Dios.
(Mateo 9: 9)= Pasando Jesús de allí (Del sitio en el que había sanado a un
paralítico), vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado al banco de los
tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y se levantó y le siguió.
Está bien; no tiene mayor incidencia teológica y ni siquiera espiritual como para
convertirse en parte de la doctrina cristiana, pero por favor le pido que en un ejercicio
de imaginación, trate de recrear la escena que se relata aquí para que halle,
inmediatamente, un trasfondo espiritual de alto voltaje.
De pronto pasa a su lado un hombre vulgar, común, sin mayor importancia que
la que podría tener alguien que está siendo seguido por alguna gente. Y sin mediar
mayor conversación, sólo lo mira y le dice: Sígueme.
Algo así como decir: “No sé de qué se trata esto, pero tengo la certeza que
viene de parte de Dios y no puedo dudar ni dejar de obedecer.” Cuidado: Mateo no era
un religioso, pero conocía al Dios de los hebreos.
(12) Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino
los enfermos. (Esto, si bien es una parábola, deja entender que el hecho de ser
pecador, incrédulo e impío es, en alguna medida, una enfermedad que puede y debe
ser sanada.)
No está escrita en este texto la primera de las tres palabras básicas que
rodearon el ministerio terrenal de Jesús: Ven. Pero sí está en el versículo 9 la
segunda, que es Sígueme, para concluir en este verso 13 con la última que, de alguna
manera, es la habilitación divina para nuestro propio servicio: Id.
Por otra parte, Jesús se comparaba a sí mismo con un médico que concurre
adonde más se lo necesita. Es tan absurdo que Jesús se rehúse a tratar con
pecadores públicamente reconocidos, como que un médico se niegue a tratar a un
enfermo, sea por la causa que sea. Sé perfectamente lo que está pensando usted en
este momento.
“¡Pero hermano! ¡Está lleno de malos médicos que, porque al enfermo le falta
la identificación que lo acredita como socio de alguna obra social prepaga o alguna
obra social que le cubra sus atenciones, directamente lo dejan abandonado a su
suerte sin atenderlo!
Pregunto: ¿Si los pecadores ven prohibido sus ingresos a los templos que se
dicen adoradores del Dios de todo amor, adonde se supone que vana ir a intentar salir
de su mugriento estado?
Este texto que hemos leído, no sólo nos muestra que tal actitud por parte
nuestra no está moralmente bien, sino que incluso, nos asegura que nos estamos
manejando de un modo antibíblico, aunque queramos argumentarlo con fundamentos
basados en esa moralidad declamada. Ellos están enfermos y buscan sanarse.
A Jesús, es más que evidente, no le importó un rábano que los vecinos, (Que
en este caso eran los líderes de la Iglesia), pensaran mal de Él. Él vino a hacer una
tarea y no habría nadie que se lo pudiera impedir.
La respuesta de Jesús, finalmente, tiene que ver con la Palabra de Dios más
antigua, la única que Jesús conocía, ya que a la restante la estaban escribiendo Él y
sus discípulos. En Oseas 6:6 dice: …Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y
conocimiento de Dios (Que no es estudio intelectual y sistemático, sino Intimidad), más
que holocaustos…
¿Es necesario algo más para encontrar ese estilo de vida que nos identificará
como “Cristianos”? Sí. Tener muy en cuenta lo que es el Mandamiento Nº 25:
Misericordia quiero, y no Sacrificios.
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Por eso hablamos de misericordia, por eso hablamos de amor, por eso
hablamos de compasión. Son elementos que Dios utiliza permanentemente, pero que
en nuestras almas impuras no siempre se expresan como se debe. En lugar de ello,
buscamos taparlos con hechos concretos que, por mejor intencionados que sean, no
siempre llevan al mejor resultado.
(15) Jesús les dijo: ¿Acaso pueden los que están de bodas tener luto entre
tanto que el esposo está con ellos? Pero vendrán días cuando el esposo les será
quitado, y entonces ayunarán.
Vale la pena aclarar en este punto, que el ayuno sugería luto, pero la presencia
de Jesús junto a sus discípulos, que inaugura de alguna manera el Reino de los
Cielos, era una ocasión de gozosa celebración, tal como ocurre en cualquier banquete
de bodas. La respuesta de Jesús está demostrando, asimismo, el error del ayuno
tradicional, que falla totalmente en discernir las específicas orientaciones de Dios.
(16) Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo, porque tal remiendo
tira del vestido, y se hace peor la rotura.
(17) NI echan vino nuevo en odres viejos; de otra manea los odres se rompen,
y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero echan el vino nuevo en odres
nuevos, y lo uno y lo otro se conservan juntamente.
Por eso es que quienes hemos recibido una Palabra fresca y no hemos
vacilado en llevársela al pueblo, resultamos tan singulares, tan “raros” y, en algunos
casos, hasta tan…locos. Es que sencillamente tenemos la autoridad que sólo da el
Espíritu Santo para batallar contra toda una estructura armada en base a tradiciones,
costumbres y políticas religiosas.
(Mateo 9: 35)= Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las
sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y
toda dolencia en el pueblo.
(37) Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los
obreros pocos.
En primer término, deberemos consignar que este pequeño trozo escrito por
Mateo, resume de manera completa y casi brillante el ministerio de Jesús en Galilea y
la comisión que Él dio a sus discípulos.
Porque, - se nos dice -, Él recorría todas las ciudades. No algunas, no las que
lo recibían mejor; todas. Y allí a qué se dedicaba. A las dos cosas que los hijos de
Dios todavía deberían dedicarse hoy: enseñar en la iglesia y predicar en el mundo.
Allí, en ese mundo impío, incrédulo y pecador será donde los milagros de
sanidad serán más notorios. ¿Por qué? Porque ese mundo necesita que algo o
alguien toquen sus vidas en lo más profundo para poder creer. La iglesia no necesita
de eso, ya que debe vivir por la fe sin necesidad de ver. Eso no inhibe los milagros en
la iglesia, pero no podrán ser estos el motivo de asistencia.
Hagamos una encuesta entre los cristianos que cada domingo concurren a un
templo, y veremos con asombro su resultado. Un ochenta por ciento de ellos, por lo
menos, asiste en búsqueda de solución par sus necesidades personales, mientas que
el resto lo hace para adorar en espíritu y en verdad.
Dice, además, que sintió compasión por las multitudes porque las vio
desamparadas y dispersas “como ovejas que no tienen pastor”. Nominalmente, hoy,
cada oveja de cada redil tiene un pastor, pero lo que se observa mayoritariamente, es
exactamente lo mismo: desamparo y dispersión.
De allí que una vez más, la necesidad de verdaderos y genuinos obreros, por
encima de gente designada por amiguismos u otros acomodos eclesiásticos, es más
que evidente porque, una vez más, la mies supera a la mano de obra espiritual.
Eso nos lleva inexorablemente a la misma conclusión que dio a conocer Jesús
cuando Él pudo observar esta alternativa. Allí, con un simple pedido, pronunció lo que,
estimamos, es el Mandamiento Nº 27: Rogar al Señor de la mies, que envíe
obreros a su mies.
(Mateo 10: 5)= A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones, diciendo: Por
camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis. (6) sino id antes
a las ovejas perdidas de la casa de Israel.
Si usted hoy se planta frente a alguien que aún no conoce a Dios y le dice
estas mismas palabras, seguramente recibirá una inmediata respuesta: “¿Ah, sí? ¿Y
adónde está ese reino, si es que puedo saberlo? Allí será el tiempo donde usted
deberá decir: míreme: yo lo represento. ¿Está preparado?
Los discípulos habían recibido gratuitamente la autoridad para echar fuera los
demonios y sanar, y debían realizar esta obra de Jesús sin exigir nada a cambio. Esa
fue la idea ministerial en el principio. ¿Quiere decirme quien y bajo que circunstancias
la modificó?
A otros, que creen mucho más que los anteriores en todas estas cosas, se les
ha convencido que, si desean sanar enfermos y echar fuera demonios (otra vez: no
hablemos de resurrecciones) deberán “capacitarse” en prestigiosos seminarios que
preparan a los hermanitos para esa tarea.
Una gran mayoría de estos fieles siervos que a veces dejan sus años, su salud
y hasta sus vidas dentro de las congregaciones, descubre cuando llegan a viejos, que
se han pasado toda una vida creyendo servir al Señor cuando en verdad, estuvieron
sirviendo al pastor…
Nosotros creemos que cuando un hombre o una mujer, sin esperar hacer
ningún buen negocio, se pone a trabajar auténticamente para el Señor, Él corre con
todos los gastos sin que esta persona tenga que pedirlo o hacer largos discursos
manipuladores para que alguien meta su mano en los bolsillos.
(11) Mas en cualquier ciudad o aldea donde entréis, informaos quien en ella
sea digno, y posad allí hasta que salgáis.
(13) Y si la casa fuere digna, vuestra paz vendrá sobre ella; mas si no fuere
digna, vuestra paz se volverá a vosotros.
Si debo ser claro, este texto, aparentemente escrito bajo otras perspectivas,
destruye total y absolutamente el viejo cuento evangélico de la “cobertura”. Entre las
cosas que Dios dice que somos, nos llama “casas”, ¿Recuerda?
Si somos “casa” digna, la paz del discípulo que llegue en el nombre del Señor,
inundará nuestras vidas, pero si nuestra casa no tiene o ha perdido esa dignidad, esa
paz solamente beneficiará a ese siervo, pero nunca a nosotros.
Es mucha la gente que supone que, como quiera que se comporte, igualmente
estará a salvo por el simple hecho de estar en una buena iglesia con un excelente
pastor. No se engañe, por favor, le va la vida abundante de hoy y la eterna de mañana
en ello. Usted rendirá cuentas de sus actos, y nunca ha sido escrito que la santidad de
otros nos cubra lo suficiente como para vivir como se nos da la gana.
He visto gente asustadísima por la posibilidad de que Dios los borre del libro de
la vida, “convertirse” oficial y formalmente, todos los domingos, en cada culto, en cada
reunión. En una ocasión predicando en una iglesia donde había bautismo, hice un
llamado y dos de los que se iban a bautizar pasaron para “aceptar a Jesucristo” (???)
(15) De cierto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para
la tierra de Sodoma y de Gomorra que para aquella ciudad.
Este último versículo, asimismo, rompe con una de las enseñanzas mal
interpretadas y directamente falsas que podrían haber hecho cometer errores
gravísimos a más de un creyente desprevenido: la enseñanza de que el Dios
castigador, “no existe”.
Lo que sucede es que, como ningún pastor que se precie de tal es partidario de
ceder su púlpito y las predicaciones de domingo a alguien con otra palabra, la que
mayoritariamente hemos recibido proviene de pastores, que en el mejor de los casos,
tienen un corazón de amor. Llevados por este sentimiento, de hecho que el mensaje
no podía ser otro.
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(Mateo 10: 16)= He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed,
pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas.
Este texto ha sido tergiversado, (Así fuera con la mejor de las intenciones),
reemplazando este mandato de ser prudentes, lo cual es una condición que emana
de la paz del Espíritu, con la palabra astutos, que no sólo no es sinónimo, sino
sencillamente contrapuesta. La que era astuta, era la serpiente del huerto, la cual ya
todos sabemos de quien se trataba.
(20) Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre
que habla en vosotros.
Es cierto, cada uno podría dar aquí, decenas de respuestas lógicas, atinadas,
probables y diferentes. Pero sucede que la Biblia no es un compendio de hipótesis,
sino Palabra de Dios revelada por su Espíritu Santo, y como tal debemos verla,
aceptarla, creerla y ponerla por obra.
Y el contexto de lo que aquí venimos leyendo tiene que ver con la persecución
que tendremos por parte de falsos hermanos, falsos líderes y falsos cristianos. Eso me
dice a mí que, cuando se habla de perseverar, no puede estar desvinculado del resto.
Por lo tanto, usted deberá perseverar en su permanente batalla contra los que se
levantan par agredirlo desde dentro mismo de lo que llamamos globalmente: la iglesia.
Dice aquí que Jesús regresará junto a sus seguidores, antes que éstos
terminen de recorrer todas las ciudades de Israel. Este complejo versículo, ha sido
interpretado por los eruditos bíblicos de distintas maneras, lo cual nos está mostrando
que sin la garantía de una revelación del Espíritu.
Algunos lo ven como parte de su aparición en la Transfiguración, otros sobre el
día de Pentecostés, otros tantos en la destrucción de Jerusalén en el año 70 dc. (Para
juzgar) o en la Segunda Venida.
(26) Así que no los temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser
manifestado, ni oculto, que no haya de saberse.
Bien; aquí se nos dice que no temamos. ¿Por qué? Por una simple razón: no
hay nada encubierto que no haya de ser manifestado, ¿Lo entiende? Y además, por si
no alcanzara con esto, tampoco hay nada oculto que no haya de saberse. Esa es
nuestra tranquilidad. Y esa, al mismo tiempo, es la espada de justicia sobre la cabeza
de los corruptos.
(Mateo 10: 27)= Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que oís al
oído, proclamadlo desde las azoteas.
(28) Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar;
temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.
Fíjese que esta palabra que aquí se utiliza como TEMOR, es algo distinta a la
evaluada con anterioridad. Esta es la palabra MORAH y tiene que ver con un miedo
reverencial, terror, pavor. Un objeto o persona que infunde miedo, respeto o
reverencia.
MORAH deriva de YARE, que significa “tener miedo de”, “temer”, “reverenciar”.
MORAH aparece una docena de veces en el Antiguo Testamento. Génesis 9:2 nos
habla del temor y del espanto que los descendientes de Noé le inspirarían a todos los
animales después del diluvio.
(29) ¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae
a tierra sin vuestro Padre.
(30) Pues aún vuestros cabellos están todos contados. (¿Cuantas veces ha
oído predicar sobre este concepto? ¿Sabe cuanta menos corrupción habría dentro de
las congregaciones si todos sus miembros tuvieran bien en claro este asunto?)
(31) Así que, no temáis, más valéis vosotros que muchos pajarillos.
(Mateo 10: 32)= A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres,
yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos.
¿Está mal, acaso, que la hagan? No. Pero no cuando quien la hace la está
creyendo. Porque aquí se especifica eso: que no es suficiente con decir algo en voz
alta, sino que para que tenga el efecto que se menciona al final, además de
expresarlo, hay que creerlo.
Observe que Pablo subraya aquí el principio espiritual del sufrimiento presente
seguido de la futura gloria, citando un antiguo himno o confesión de fe. Su propósito
era llamar a la valentía y a la resistencia, aún el martirio, en el servicio del Señor.
Las vestiduras blancas de las cuales se está hablando aquí, son la expresión
de las túnicas de los considerados justos en Jesucristo, y por lo tanto de gozo
victorioso. Y el hecho de no borrar su nombre, reafirma la promesa del Señor. El libro
de la vida es el registro eterno de los redimidos por Dios.
Es más que notorio que Jesús no deja espacio alguno para lo que en ciertos
sitios se tiene como un “discipulado secreto”. Si somos luz y somos sal, es imposible
que nos mantengamos en oculto sin hacerle saber a la humanidad en qué creemos y
quienes somos.
El hijo de Dios no ha sido redimido para hacer el ridículo. Ha sido salvo para
proclamar el poderío y señorío de Jesucristo en todo tiempo y lugar, siempre y cuando
el Espíritu no le muestre que debe mantenerse en silencio como les ocurriera en algún
momento a los discípulos en Asia.
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i le pregunto cual es el mal mayor que afronta la iglesia del Señor hoy día,
al margen de sus propias experiencias locales que seguramente las tendrá, coincidirá
conmigo en que es la falta total de unidad. La franca y abierta competencia en cada
congregación por captar un miembro más.
Esa falta de unidad, cuestión de la cual la Biblia nos habla con mucha claridad,
tiene una connotación más que evidente. Las profundas, amplias, históricas y
aparentemente irreconciliables divisiones que existen dentro del cuerpo.
Todos sabemos lo que significa tener una casa dividida, habitar en una casa
dividida o pertenecer a un reino dividido. Sencillamente, no se puede prevalecer. Es un
principio espiritual que muy difícilmente pueda ser modificado, hagan lo que hagan los
hombres al respecto, si es que no alteran sus conductas egoístas y mezquinas. Ese es
el punto del próximo mandamiento.
(Mateo 10: 34)= No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he
venido para traer paz, sino espada.
Cuando alerta sobre los tremendos pecados del pueblo de Israel, el profeta
Miqueas ya lo anticipa a esto, tal cual lo podemos leer en el capítulo 7 de su libro, y en
los versos que van desde el 4 y hasta el 6 inclusive. Allí dice:
(37) El que ama a padre o a madre más que a mí, no es digno de mí; el que
ama a hijo o a hija más que a mí, no es digno de mí; (38) y el que no toma su cruz y
sigue en pos de mí, no es digno de mí.
(39) El que halla su vida la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la
hallará.
Tenga cuidado con lo que termina de leer. Jesús de ninguna manera ataca las
relaciones familiares. Lo que está mostrando aquí es que cualquier atadura terrenal,
por respetable que parezca, no importa lo íntima que sea, que impida la total entrega a
Dios, es considerada idolatría.
En suma: Lo que se nos está mostrando, es la prioridad absoluta por parte del
señor en toda nuestra vida, en cada uno de sus hechos, lo que nos deja con total y
meridiana claridad el Mandamiento Nº 32: No colocar absolutamente a nada ni a
nadie por delante de Jesucristo.
Porque dice que aquellos que ofrezcan su apoyo en cualquier plano, a los
auténticos mensajeros del Señor, recibirán bendiciones; porque al recibir a los
representantes del señor, lo están recibiendo a Él.
(Mateo 11: 1)= Cuando Jesús terminó de dar instrucciones a sus doce
discípulos, se fue de allí a enseñar y a predicar en las ciudades de ellos.
Una vez más aquí se separan las dos terminologías clásicas dentro de la
iglesia. Para Jesús (Y por ende, para todos nosotros), enseñar es una cosa que se
hace dentro de la iglesia, y predicar es otra (anunciar la caída de Satanás) y se hace
en el mundo incrédulo.
(2) Y al oír Juan, en la cárcel, los hechos de Cristo, le envió a dos de sus
discípulos, (3) para preguntarle: ¿Eres tú aquel que había de venir o esperaremos a
otro?
(4) Respondiendo Jesús, les dijo: Id, y haced saber a Juan las cosas que oís y
veis.
(5) Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos
oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio; (6) y
bienaventurado es el que no halle tropiezo en mí.
Los pecadores son redimidos, los que no tienen oídos espirituales para
entender, de improviso lo encuentran y aprenden. Los que espiritualmente estaban
muertos, vuelven a la vida y a todos los pobres en espíritu les es anunciada la solución
total y definitiva. ¡Mira si no ocurre!
¿Y qué podría ser hallar tropiezo en Él? Esta palabra, TROPIEZO, en este
texto, es la palabra SKANDALIZO, y habla originalmente, de poner una trampa o una
piedra de tropiezo en el camino. El nombre con el que se relaciona, se refería al palo
con la carnada o el anzuelo de una trampa.
(Mateo 11: 20)= Entonces comenzó a reconvenir a las ciudades en las cuales
había hecho muchos de sus milagros, porque no se habían arrepentido, diciendo: (21)
¡Ay de ti, Corazón! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho
todos los milagros que han sido hechos en vosotras, tiempo ha que se hubieran
arrepentido en cilicio y en ceniza.
Preste atención a esto que voy a decirle ahora, por favor. De hecho, de
ninguna manera lo elabore como una doctrina firme a seguir inconmoviblemente,
porque no lo es. Apenas se trata de una evaluación primaria que surge de una
reflexión también primaria, pero que puede ser útil en algún lugar del planeta.
Asimismo, en este texto, de alguna manera se nos da una leve pista con
relación al por qué, al significado y a la razón de los milagros. ¿Debemos ir cada
domingo al templo ansiando ver señales y milagros? No está mal y puede ser posible.
Dios es soberano y hace como quiere, cuando quiere y en el lugar y momento que
quiere.
Pero convengamos que, si tal como lo dice en el final del verso 21, los milagros
hechos en Corazón y Betsaida, hubieran llevado a la gente de Tiro y Sidón al
arrepentimiento, es más que notorio que la intencionalidad mayor de los milagros son,
precisamente, llevar al hombre a un encuentro con Cristo. Por lo tanto,
prioritariamente, los milagros estarían apuntados al mundo secular.
(22) Por tanto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo
para Tiro y para Sidón, que para vosotras.
(23) Y tú, Capernaum, que eres levantada hasta el cielo, hasta el Hades serás
abatida; porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en
ti, habría permanecido hasta el día de hoy.
(24) Por tanto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo
para la tierra de Sodoma, que para ti.
Independientemente de las connotaciones históricas a las cuales es bastante
complicado abstraerse, hay una realidad insoslayable para el hoy, para el aquí y para
el ahora, lo que conforma el Mandamiento Nº 35: Quienes mayores milagros
reciban y me rechacen, más condenación tendrán.
(Mateo 11: 25)= En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre,
Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los
entendidos, y las revelaste a los niños.
Preste mucha atención: ¿Qué tiene que ver esto que dice Jesús aquí, con la
idea global eclesiástica de que sin preparación académica no se puede ministrar?
¿Quiénes son los sabios en el evangelio, los que reciben revelación o los que hacen
cinco años de un seminario? ¿Y quienes son los niños, los pequeños de edad o los
incorruptibles?
(27) Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al
Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo
quiera revelar.
Este debe ser el versículo que más almas ha traído a los pies de Cristo. ¿Sabe
usted cuanta es la gente que se ha convertido luego de entender que la única forma
de obtener descanso verdadero y paz inigualable, es ir a Él?
(29) Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y
humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; (30) porque mi yugo es
fácil, y ligera mi carga.
Hay una realidad que puede verse casi a primera vista. En contraste casi
violento con las pesadas cargas del legalismo judaico, Jesús está convocando
notoriamente a una relación abierta, libre y leal, (A eso llama “mi yugo”), que permite
observar la rectitud de la ley sin vivir bajo sus dictados.
Entonces aquí cabe otra pregunta básica de este tiempo: ¿Por qué causa los
hombres que dicen representar a Dios en la tierra han implementado, en lugar de esa
relación abierta, libre y leal, una sujeta a un hombre, cerrada y prisionera de pequeñas
o grandes ambiciones de esos hombres?
¿Y por qué razón, a todos los fieles y genuinos hombres y mujeres que han
recibido la directiva de Dios por medio de la revelación, de predicar y enseñar sobre
esa apertura, libertad y lealtad, son mirados como delincuentes dentro de la iglesia y
hasta exonerados de ellas bajo el pretexto de blasfemias, herejías o rebeldías?
Dice que ese yugo a llevar por nosotros, es fácil. LA palabra FÁCIL que vemos
traducida aquí, es la palabra CHRESTOS. Proviene del verbo CHRAOMAI, que
significa “usar”. La palabra, sin embargo, denota lo que es útil, agradable, bueno,
confortable, cómodo y servible.
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(Mateo 12: 1)= en aquel tiempo iba Jesús por los sembrados en un día de
reposo; y sus discípulos tuvieron hambre, y comenzaron a arrancar espigas y a comer.
No son pocas las clases bíblicas donde, a favor de una concepción de las
cosas eminentemente occidental y contemporánea, no se entiende del todo la actitud
que aquí tienen los discípulos. Yo he oído a sólidos maestros desconfiar de la
honestidad de los doce, rescatando sólo la de Jesús, a partir de esto que se podría
considerar como un robo liso y llano o, al menos, como una falta de respeto y
consideración para con el dueño.
Pero resulta ser que era costumbre en aquellos tiempos que, si usted
caminaba por campo ajeno y sentía hambre, podía proveerse del alimento sin
sobrepasarse en su cosecha, esto es: para comer sí, para comercializar o abusar, no.
Deuteronomio 23:25 da cuenta de esta ley.
(2) Viéndolo los fariseos, le dijeron: he aquí tus discípulos hacen lo que no es
lícito hacer en el día de reposo.
(3) Pero él les dijo: ¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y los que con
él estaban tuvieron hambre; (4) como entró en la casa de Dios y comió los panes de la
proposición, que no les era lícito comer ni a él ni a los que con él estaban, sino
solamente a los sacerdotes?
Ahora, pues, ¿Qué tienes a mano? Dame cinco panes, o lo que tengas.
Así el sacerdote le dio el pan sagrado, porque allí no había otro pan sino los
panes de la proposición, los cuales habían sido quitados de la presencia de Jehová,
parea poner panes calientes el día que aquellos fueron quitados.
Recreemos un poco esta historia. David tiene en este momento, veinte años de
edad. Su exilio duró diez años hasta que fue coronado rey de Judá en Hebrón, a la
edad de treinta años. Nob está a mitad de camino entre Jerusalén y Gabaa. Aunque el
arca se encontraba todavía en Quiriat-jearím, el tabernáculo, sitio principal del culto
judío, había sido levantado en Nob. Ahimelec, mientras tanto, es el biznieto de Elí.
(5) ¿O no habéis leído en la ley, como en el día de reposo los sacerdotes del
templo profanan el día de reposo, y son sin culpa?
(6) Pues os digo que uno mayor que el templo está aquí.
Es más que claro que el propio Jesús está declarando aquí que Él y sólo Él
tiene la estatura más que suficiente como para hacerse cargo de toda la fe de toda la
gente. Y agrega que Él es mayor que el templo, lo que dice con total claridad que de
ninguna manera la asistencia a un culto un día domingo servirá para evaluar la
madurez de un cristiano, sino su auténtica y genuina fe en Cristo.
En otros registros, (El caso de la suegra de Pedro, por ejemplo), Jesús procede
a la inversa: lo que parecía ser una enfermedad que producía un estado febril, termina
interpretándose que era un demonio, ya que no sanó a aquella mujer sino que
reprendió su fiebre.
(23) Y toda la gente estaba atónita, y decía: ¿Será este aquel hijo de David?
(24) Mas los fariseos, al oírlo, decían: Este no eche fuera los demonios sino por
Beelzebú, príncipe de los demonios.
(25) Sabiendo Jesús los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido
contra sí mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no
permanecerá.
(26) Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido; ¿Cómo,
pues, permanecerá su reino?
(28) Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha
llegado a vosotros el reino de Dios.
Queda claro: el milagro de esta sanidad sobre una patología diabólica, fue
ejecutada por el Espíritu Santo, como una señal inequívoca de la presencia del Reino
de Dios. Además, entienda que aquí los fariseos querían desacreditar a Jesús
intentando que la gente creyera que el lo había hecho de manera satánica, pero ni
siquiera se les ocurrió negar la existencia de esos demonios, como tanto fariseísmo
moderno está haciendo en este tiempo.
(29) Porque ¿Cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y
saquear sus bienes, si primero no le ata? Y entonces podrá saquear su casa.
En este dramático encuentro con los fariseos, Jesús redefine el significado del
Reino de Dios, y muestra lo absurdo que es atribuir la expulsión de demonios al poder
de Satanás. Por el contrario, esto demuestra la penetración del reino de Satanás por el
Reino de Dios en Jesús.
Es lamentable, pero han caído en un profundo error que, a menos que alguien
pueda conmover sus espíritus y abrir sus ojos, los llevará a la perdición. Porque el
último verso leído es lo suficientemente claro como para transformarse en el
Mandamiento Nº 38: El que no está conmigo, está en contra de mí.
(Mateo 12: 31)= Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a
los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada.
(32) A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será
perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este
siglo ni en el venidero.
Quiero que sepa usted que hoy, en este mismísimo tiempo moderno que
vivimos, hay un espíritu fariseico que ronda dentro de los templos. Es el espíritu que
lleva a que en muchos casos, no se quiera perdonar algo que según Dios tiene perdón
(Divorcio, homosexualidad, adulterio) y se mantenga indiferencia para con la
religiosidad que asegura que muchas de las cosas que se hacen por la unción del
Espíritu, provienen de Satanás con el fin de asustar a los cristianos, evitando que sean
ministrados por el Dios de todo poder.
De allí que, por más que estos tiempos sean diferentes y las condiciones de
vida también resulten totalmente disímiles, el principio antiguo elevado de nivel por
Jesús mismo, sigue total y absolutamente vigente, convirtiéndose en el Mandamiento
Nº 39: El único pecado que no tiene perdón es el de la blasfemia al Espíritu
Santo.
(Mateo 12: 33)= O haced el árbol bueno, y su fruto bueno, o haced el árbol
malo, y su fruto malo; porque por el fruto se conoce el árbol.
¡Qué ejemplo el que coloca Jesús! No hay lugar para el error ni para la mala
interpretación. Es ineludible: un árbol bien plantado, firme y sano, va a producir
inexorablemente un fruto acorde. Un árbol decrépito, corrupto y sin savia nutritiva,
entregará un fruto, también, acorde. ¿Cómo todavía podemos estar equivocándonos
tan feo, si esto es tan claro?
Habrá algún cristiano, por enojado que se encuentre con algún sector de la
estructura eclesiástica oficial, que se atreva a decirles a unos cuantos pastores lo que
Jesús les dice aquí a las autoridades religiosas de su tiempo?
(35) El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el
hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas.
(36) Mas yo os digo que toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella
darán cuenta en el día del juicio.
Este último verso debería estar colgado en un cuadro bien visible, o pegado en
la puerta de la heladera de cada predicador de iglesia. Porque así como hay
predicando siervos ungidos que hablan sólo lo que Dios envía, hay otros que están en
lo que Pablo le anticipaba a Timoteo como “fábulas”. Y esto último, sin dudas, es
palabra ociosa.
(37) Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás
condenado.
Este contexto, sin embargo, nos deja en claro que no podemos ni debemos de
ninguna manera hacer lo que en el mundo secular se llamaría “dialéctica estéril”. Todo
lo que nuestra boca diga tendrá que venir de Dios. Ese es el Mandamiento Nº 40: Por
tus palabras serás justificado o condenado.
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María, (En un primer plano por dos motivos: la deidificación plasmada por el
catolicismo romano de su figura, y la preponderancia que en la Biblia hay sobre ella
con relación a su esposo) y José son indiscutidos, pero no así lo que seguramente
completara su familia: sus hermanos de sangre. Con esto en mente hallamos un texto
donde Jesús valida cada cosa en su sitio.
(Mateo 12: 46)= Mientas él aún hablaba a la gente, he aquí su madre y sus
hermanos estaban afuera, y le querían hablar.
Para mí siempre estuvo total y absolutamente claro que Jesús tuvo hermanos
carnales en cantidad, tal como era la usanza en su época. Y lo puedo aseverar por
dos motivos: primero, porque dice que José no “conoció” a María (Esto significa que
no tuvo relaciones sexuales con ella), hasta que ella no dio a luz a Jesús. Eso está
escrito.
(47) Y le dijo uno: He aquí tu madre y tus hermanos están afuera, y te quieren
hablar.
Allí llegan María y algunos de sus otros hijos, deseando verle y hablar con él.
Pregunto: ¿Qué hubiera hecho usted en lugar de Jesús? Muy probablemente, lo
mismo que hubiera hecho yo: suspender todo y dedicar mi atención a mi mamá y a
mis hermanos.
Pero resulta ser que Jesús tenía muy en claro cual era la diferencia entre lo
espiritual y lo anímico que tan bien ha delineado en sus trabajos Watchman Nee. Y su
reacción no provino de un alma cargada de emociones y sentimientos, sino de un
espíritu humano, lleno del Espíritu Santo de dios, dispuesto a obedecer al Padre a
cualquier costo.
(49) Y extendiendo sus manos hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y
mis hermanos.
(50) Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los
cielos, ese es mi hermano, y hermana, y madre.
(Mateo 13: 10)= Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les
hablas por parábolas?
(11) Él, respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os es dado saber los
misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado.
(12) Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no
tiene, aún lo que tiene le será quitado.
(Mateo 11: 25)= En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre,
Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los
entendidos, y las revelaste a los niños. (¿Qué es lo que Dios ha escondido de los
sabios y de los entendidos y, por el contrario, les ha revelado a los niños o a los que
son como ellos? Sus misterios, todo lo concerniente a su reino. En suma: el
conocimiento de Él.)
(Mateo 19: 11)= Entonces él les dijo: No todos son capaces de recibir esto, sino
aquellos a quienes es dado. (¿De qué viene hablando Jesús, aquí? Del celibato, del
don de continencia que permite quedarse sin casar a un hombre. ¿Qué es aquello que
no todos son capaces de recibir, entonces? Un don de Dios.)
(Juan 6: 65)= Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le
fuere dado del Padre. (Jesús dice esto en referencia a la reacción que algunos de sus
discípulos habían tenido con relación a una palabra que Él había dicho y que ellos
habían considerado “muy dura”. La Palabra de Dios no puede ofendernos ni
molestarnos cuando es recibida a través de nuestros oídos espirituales. En los oídos
anímicos o intelectuales, es muy probable que lo mismo sí pueda ofender.)
(1 Corintios 2: 9-10)= Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni
oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los
que le aman. Pero Dios nos la reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo
lo escudriña, aún lo profundo de Dios. (Aquí hay algo que queda muy claro: se
necesitan dos cosas para conocer las cosas de Dios: una revelación de Dios a través
del Espíritu, y una respuesta espiritual apropiada del ser humano.)
(Mateo 25: 29)= Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más, y al que no
tiene, aún lo que tiene le será quitado. (Este es el penúltimo verso de lo que
conocemos como “La Parábola de los Talentos”, y nos dice que al que tiene se le dará
y TENDRÁ MÁS. Esta expresión, en el original PERISEO, significa tener en
abundancia, en exceso, mucho más, superior. El término muestra la generosidad de la
gracia de Dios, al asegurar que el fiel uso de nuestros talentos y dones nos prepara
para nuestro propio progreso.)
Ya ha quedado claro. Aquel que llega a la vida con talentos y luego, al conocer
a Cristo pasa esos talentos por la cruz para que sean bendecidos y ungidos, es
indiscutible que habrá de recibir mucho más. Los que así no lo hagan cuando llegan, o
directamente a los que no llegan, los pocos que tienen les serán quitados y terminarán
sus días sin nada.
Esto es válido también para la luz necesaria para acceder a una revelación de
Dios. Si no se la tiene, cualquier revelación parece una fantasía digna de mentes
afiebradas o llenas de misticismo. Ello nos muestra que es lo que dice el
Mandamiento Nº 42: Al que tiene, se le dará más. Al que no tiene, se le quitará lo
que tiene.
(Mateo 13: 13)= Por eso les hablo por parábolas; porque viendo no ven, y
oyendo no oyen, ni entienden.
Esto que dice Jesús aquí y que Mateo rescata, no es nuevo. Ya fue dicho antes
por dos profetas: Jeremías y Ezequiel. Jeremías 5:21: Oíd ahora esto, pueblo necio y
sin corazón, que tiene ojos y no ve, que tiene oídos y no oye. Ezequiel 12:2: Hijo de
hombre, tú habitas en medio de casa rebelde, los cuales tienen ojos para ver y no ven,
tienen oídos para oír y no oyen, porque son casa rebelde. Lo cual nos muestra que el
origen de las parábolas tiene que ver con la rebeldía del pueblo y su incapacidad para
oír y entender.
(14) De manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dijo: De oído
oiréis, y no entenderéis; y viendo veréis, y no percibiréis.
(15) Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, y con los oídos oyen
pesadamente, y han cerrado sus ojos, y oigan con los oídos, y con el corazón
entiendan, y se conviertan, y yo los sane.
(16) Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque
oyen.
(17) Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo
que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.
Dice que los profetas DESEARON ver las cosas que nosotros vemos hoy. Y la
palabra que se utiliza para este término, aquí, es la palabra EPITHUMEO, que significa
fijar uno su corazón en algo, anhelar, codiciar, desear grandemente, apasionarse por
algo.
La palabra recalca la intensidad del deseo más bien que el objeto deseado.
Describe las dos cosas: los buenos y los malos deseos. Por eso es que Jesús nos
hace conocer lo que se transforma en el Mandamiento Nº 43: Bienaventurados son
sus ojos porque ven.
(Mateo 13: 24)= Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es
semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo; (25) pero mientras
dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue.
“El mensaje central de esta parábola es que el reino consumado de Dios será
diferente al presente reino. El primero existirá en un medio perfecto donde sólo se
hallarán los hijos del reino. En la actualidad, los hijos del reino y los hijos del maligno,
viven juntos en la sociedad.”
Por lo tanto, bajo este concepto específico y puntual, al lugar donde el enemigo
viene y siembra su cizaña, es adentro mismo de la iglesia, del campo del Señor, donde
éste terminaba de sembrar la buena semilla. ¿Adonde convivirán, entonces, la buena y
la mala semilla? Adentro de la iglesia, no en la sociedad secular. Allí es todo cizaña. O
quizás no, mire:
Porque si tomamos en cuenta que la cizaña, - se nos dice aquí -, era una
imitación casi perfecta de la semilla del trigo, con la cual se podrían confundir hasta los
hijos del Reino, y si le agregamos que para nosotros, el trigo representa el alimento
genuino y nutritivo, esto es: la Palabra, nos queda bien en claro que la cizaña,
entonces, más que hombres, es palabra falsa.
(26) Y cuando salió la hierba y dio fruto, entonces apareció también la cizaña.
(27) Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: Señor, ¿No
sembraste buena semilla en TU campo? ¿De donde, pues, tiene cizaña?
(28) Él les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres,
pues, que vayamos y la arranquemos?
(29) Él les dijo: No, no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también con
ella el trigo.
Pero dice que de manera conjunta, cuando apareció esa hierba, se hizo ver
también la cizaña. Ya sabemos que la cizaña se parecía enormemente al trigo, que
era muy común en Palestina y que no se podía distinguir la una de la otra hasta que
no llegaba el tiempo de la cosecha.
¿Le queda claro? Yo sé que esto cambia muchos mapas, pero eso es bueno y
glorifica a Dios, no al enemigo. Por tanto, ya sabe usted de donde proviene. Y sabe,
además, que esto implica la designación del Mandamiento Nº 44: Dejad crecer el
trigo y la cizaña juntos hasta el día de la siega.
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Estoy dispuesto a aceptar que en parte, eso sea así. Porque sería, - desde el
plano de lo natural -, lo más lógico conforme a la estructura del hombre en su ser
interior. Sin embargo, la Palabra es el alimento del creyente, y Jesús prestó mucha
atención a este punto y, es más, la Biblia está plena en relatos que tienen que ver con
ese tema.
(Mateo 14: 13)= Oyéndolo Jesús, se apartó de allí en una barca a un lugar
desierto y apartado; y cuando la gente lo oyó, le siguió a pie desde las ciudades.
(14) Y saliendo Jesús, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanó
a los que de ellos estaban enfermos.
Atención que aquí no dice que sanó a “algunos” de esos enfermos, o a los que
tenían fe en Él, o a los que se mostraban creyentes. Sencillamente dice que, porque
sintió compasión de ellos, sanó a los que de ellos estaban enfermos. Esto se interpreta
de una sola manera: a todos.
Para los hebreos, SPLANCHNA, era el lugar de donde surgían las tiernas
misericordias y los sentimientos de afecto, compasión, simpatía y piedad. Por lo
menos cinco de los milagros de Jesús son consecuencia directa de su compasión.
(17) Y ellos dijeron: No tenemos aquí sino cinco panes y dos peces.
(21) Y los que comieron fueron como cinco mil hombres, sin contar las mujeres
y los niños.
El milagro de los panes y los peces, es el único que aparece en los cuatro
evangelios. Su significado puede captarse en el Sermón pronunciado por el Señor
después del milagro, en el cual se proclamó “el pan de vida”.
Es más que notorio que si, tal como hemos expresado, este suceso es el único
que Dios decidió que figurara en los cuatro evangelios, es indudablemente porque
contiene una enseñanza, una revelación y un mensaje que está mucho más allá de un
grupo de gente comiendo.
Aquí, entonces, hay unas palabras que Jesús les deja a ellos, pero también a
todos nosotros, y que se transforman en el Mandamiento Nº 45: Dadles vosotros de
Comer.
(Mateo 15: 10)= Y llamando a sí a la multitud, les dijo: Oíd y entended: (11) No
lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto
contamina al hombre.
Más tarde, Pablo sería mucho más amplio y específico con respecto a las
modalidades legalistas de su tiempo, anticipando, asimismo, que nosotros también
habríamos de padecerlo, y advirtiéndonos en qué consistirían algunos de sus
requisitos. Leamos 1 Timoteo 4: 1-5 y reflexionemos:
…Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos (¿En los
postreros tiempos de quien? De la iglesia. Tiene dos mil años. Ya podemos estar
tranquilamente en esos “postreros” tiempos) …algunos apostatarán de la fe,
escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; (¿Cree usted que la
iglesia, en la calle, se va a poner a escuchar espíritus engañadores y doctrinas de
demonios? ¿No, verdad? Acertó. Esos espíritus y esas doctrinas nos serán predicadas
desde algunos púlpitos, único modo en que la iglesia podría ser engañada)
Todo lo que Dios creó fue hecho para nutrir y traer salud a los seres humanos y
es bueno para tal propósito, y ha de ser recibido con acción de gracias. Nuestras
comidas deben ser precedidas por la palabra de Dios y por la oración, porque creemos
que Dios bendecirá y santificará los alimentos que ingerimos. De esto habla el verso
11.
(12) Entonces acercándose sus discípulos, le dijeron: ¿Sabes que los fariseos
se ofendieron cuando oyeron esta palabra?
Le aclaro que lo que ofendió a los fariseos fue la palabra que usted acaba de
leer. La que señala que no interesa a Dios en absoluto lo que el hombre HACE
externamente, sino lo que el hombre ES internamente. Esto, que vivamente ofendió a
los religiosos, tal como lo hace en la actualidad con los de nuestro tiempo, fue
sumamente ampliado para los discípulos.
(13) Pero respondiendo él, dijo: Toda planta que no plantó mi Padre celestial,
será desarraigada.
(14) Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos
caerán en el hoyo.
Esta debe ser nuestra actitud hoy, y ahora, con las mismas alternativas. ¿No le
ha sucedido a usted que, recibiendo una palabra fresca, renovada y tremenda de Dios,
al querer compartirla, algunos hermanos lo han mirado como para asesinarlo? No se
enoje, no se pelee con ellos, no quiera hacer que lo entiendan. Son ciegos. Y si están
guiando a otros, el resultado es el que lee aquí.
Pedro aplicó sin proponérselo, un viejo adagio chino, que si bien no forma parte
de la literatura cristiana, por el contrario, tiene otros orígenes, es innegable su
sabiduría práctica, lo cual lo hace apto para examinarlo y adoptarlo si es bueno para
nosotros.
Es aquel que dice que: “Alguien que pregunta algo muy sabido, que muy pocos
ignoran, es altamente probable que pase cinco minutos por tonto. Pero quien no lo
pregunta y elige quedarse con las dudas, puede ser tonto toda su vida. Pedro no tuvo
en cuenta su status de discípulo dilecto del pastor: lo que ignoraba quiso saberlo y lo
preguntó. ¿Cuántos hacemos lo mismo, hoy?
(17) ¿No entendéis que todo lo que entra en la boca va al vientre, y es echado
en la letrina?
(18) Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y eso contamina al hombre.
(19) Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los
adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias.
(20) Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero el comer con las
manos sin lavar no contamina al hombre.
(6) Y Jesús les dijo: Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos y de los
saduceos.
(7) Ellos pensaban dentr4o de sí, diciendo: eso dice porque no trajimos pan.
(8) Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué pensáis dentro de vosotros,
hombres de poca fe, que no tenéis pan?
(9) ¿No entendéis aún, ni os acordáis de los cinco panes entre cinco mil
hombres, y cuantas cestas recogisteis?
(10) ¿Ni de los siete panes entre cuatro mil, y cuantas canastas recogisteis?
(11) ¿Cómo es que no entendéis que no fue por el pan que os dije que os
guardaseis de la levadura de los fariseos y de los saduceos?
¡Es tan simple lo que Jesús está diciendo aquí, que verdaderamente no nos
explicamos como todavía hay tantos pero tantos cristianos sinceros que no lo han visto
ni entendido! Porque aquella vieja doctrina de los fariseos y los saduceos de
reemplazar lo auténtico por fórmulas y ceremonias, no ha quedado en el recuerdo de
la historia, sino que está vigente y activo en muchas partes.
Y son muy pocos los que entienden que esta, que en apariencia puede verse
como una “pequeña” desviación, termina siendo el suicidio espiritual de mucha gente.
De allí que Jesús convierte esta expresión en el Mandamiento Nº 47: Guárdense de
las doctrinas falsas de los religiosos.
(14) Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o
alguno de los profetas.
(16) Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios
viviente.
Hay otros textos que de un modo u otro, corroboran esto. En 1 Corintios 15:50,
Pablo dice: Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el
reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción.
A los Gálatas, en 1:15-16 les consigna: Pero cuando agradó a Dios, que me
apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia, revelar a su Hijo en mí,
para que yo le predicase entre los gentiles, no consulté enseguida con carne y sangre.
(18) Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi
iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
Cabe aclarar una vez más porque se han instrumentado decenas de doctrinas
erróneas respecto a esta expresión, que la Roca no es Pedro como individuo, porque
Cristo sustituyó la palabra PETRA, que es una roca colocada en el fundamento de una
edificación, por PETROS, que es un fragmento de PETRA.
Lo que Cristo está diciendo aquí, es que Él mismo era la Piedra (PETRA) sobre
la cual descansa la iglesia, y que la iglesia se construye con esta clase de piedras
(PETROI) que participan de la naturaleza de PETRA, a través de la confesión de fe en
Él.
(19) Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la
tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los
cielos.
Las llaves, sugieren autoridad. A través de Pedro, que sería una figura de la
iglesia por las edades, Jesús está traspasando a la iglesia su autoridad o control de
atar y desatar en la tierra. DE origen claramente rabínico, la metáfora “atar y desatar”
tiene que ver con prohibir o permitir.
Termina este texto expresando que envió a sus discípulos a que no dijeran a
nadie que Él era el Cristo, ya que aguardaba que a quienes se refugiaban en la fe,
Dios mismo se lo revelara. Esto coincide con lo que es su Mandamiento Nº 48:
Ustedes tienen toda la autoridad para atar y desatar en la tierra.
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Esto ocurre porque a los hombres, su egocentrismo les ha jugado una mala
pasada y por sus almas de ninguna manera han aceptado sujetarse a un espíritu
humano que, en el caso de los creyentes auténticos, debería estar lleno del Espíritu
Santo de Dios. Hay un mandamiento que surge del siguiente texto que tiene
parentesco real con lo expuesto.
(Mateo 16: 24)= Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en
pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.
(25) Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda
su vida por causa de mí, la hallará.
(27) Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus
ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.
Tomar la cruz no significa soportar alguna carga irritante, sino renunciar a las
ambiciones egoístas. Tal sacrificio trae consigo la vida eterna y la más plena
experiencia de la vida del reino ahora.
Anteponer los intereses del reino de Dios a todos nuestros propios intereses,
no es un asunto sencillo y es lógico que así sea. Hemos sido formados por la escuela
secular basamentada en recursos de la psicología para pretender, siempre, estar
primeros en todo. Y en el reino de Dios los parámetros son otros y opuestos, por lo
que desprenderse de lo anterior e integrarse a esto, no es una tarea que resulte
sencilla y fácil de cumplimentar.
No interesa demasiado si la Biblia dice otra cosa: eso es lo que se les enseñó
e inculcó desde pequeñas y así seguramente tendrá que seguir. Bajo el disfraz de la
“sujeción” se han cometido verdaderas crueldades dentro de las iglesias.
(Mateo 17: 1)= Seis días después, (De lo que hemos relatado anteriormente),
Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto;
(2) y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus
vestidos se hicieron blancos como la luz.
Es más que notorio, tanto por este como por otos textos similares, que Pedro,
Jacobo y Juan constituían el círculo íntimo de los allegados a Jesús. Esto nos enseña
que no podemos enfadarnos si el actual liderazgo también tiene su propio círculo
íntimo.
Claro que con alguna diferencia más que ostensible: la Biblia misma demuestra
en un sinfín de episodios y relatos, que esa calidad de cercanos a Jesús no les
proporcionó a estos tres ninguna clase de privilegios “especiales”, cosa que sí
suceden con los modernos círculos cercanos al poder.
En cuanto al verbo “transfiguró” que se utiliza aquí, puede ser interpretado sin
errores como una transformación espiritual, es evidente que en este caso específico,
también se observó una transformación visible, que reafirmó la gloria de Jesús el
Mesías.
Si algún esotérico de los que nunca faltan, advertido por el diablo de sus
limitaciones, llega a preguntarle esto, ¿Qué va a responderle? Lo que debe responder
es lo que en realidad deberíamos enseñar: que el hombre es quien no puede ni
invocar ni intentar tomar contacto con los muertos. Dios es soberano y Él puede hacer
lo que quiera, cuando quiera y de la manera que quiera.
(4) Entonces Pedro dijo a Jesús: Señor, bueno es para nosotros que estemos
aquí; si quieres, hagamos aquí tres enramadas: una para ti, otra para Moisés, y otra
para Elías.
¡Como se debe haber sentido Pedro para proponerle a Jesús esto! Esto que
Lucas, en su evangelio, rotula como incoherente, ya que dice que pedro dijo esto “no
sabiendo lo que decía”. Pero nos sirve para hacer una evaluación que nos deja una
clara lección.
(5) Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz
desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él
oíd.
Esta expresión que Dios el Padre vierte aquí sobre su Hijo Jesús, no es aislada
ni única. Se reitera en otras ocasiones y la Biblia las rescata debidamente. Por
ejemplo, en 1 Pedro 1:17: Pero cuando él recibió de dios Padre honra y gloria, le fue
enviada desde la magnífica gloria una voz que decía: Este es mi Hijo amado, en el
cual tengo complacencia.
(6) Al oír esto los discípulos se postraron sobre sus rostros, y tuvieron gran
temor.
(8) Y alzando ellos los ojos, a nadie vieron sino a Jesús solo.
(10) Entonces sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Por qué, pues, dicen
los escribas que es necesario que Elías venga primero?
(12) Mas yo os digo que Elías ya vino, y no le conocieron, sino que hicieron con
él todo lo que quisieron; así también el Hijo del Hombre padecerá de ellos.
(13) Entonces los discípulos comprendieron que les había hablado de Juan el
Bautista.
Este es uno de los relatos proféticos más hermosos que hay en la Escritura.
Sin embargo, rescataremos del principio los elementos básicos para ordenar el
Mandamiento Nº 50: Levántense y no tengan miedo.
(Mateo 17: 14)= Cuando llegaron al gentío, vino a él un hombre que se arrodilló
delante de él, diciendo: Señor, ten misericordia de mi hijo, que es lunático, y padece
muchísimo, porque muchas veces cae en el fuego, y muchas en el agua.
(18) Y reprendió Jesús al demonio, el cual salió del muchacho, y éste quedó
sano desde aquella hora.
(19) Viniendo entonces los discípulos a Jesús, aparte, dijeron: ¿Por qué
nosotros no pudimos echarlo fuera?
(20) Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo que si
tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se
pasará; y nada os será imposible.
Muchos han creído entender, y así lo han enseñado, que cuando Jesús habla
de “este género”, se refiere a un determinado género de demonios. En absoluto. Si
observa bien el contexto, podrá ver con claridad que el género al que Jesús alude, es
el de la incredulidad, que es lo que no sale sin oración y ayuno.
De allí que nos queda, para incorporarlo a la galería especial que venimos
recopilando y estudiando, el Mandamiento Nº 51: La lucha contra la incredulidad
se gana con oración y ayuno.
(Mateo 18: 1)= En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo:
¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?
(2) Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, (3) y dijo: De cierto
os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los
cielos.
(4) Así que, cualquiera que se humille como este niño, ese es el mayor en el
reino de los cielos.
Porque ser como niño, habla del carácter, no de otra cosa. Jesús confronta la
tendencia de la humanidad de asociar la autoridad con un ejercicio de dominio sobre
otros. Al leer esto, no habrás podido evitar asociarlo con algunas cosas que habrás
visto adentro de tu congregación, ¿Verdad? Eso sucede, inevitablemente, porque tus
líderes aún no han logrado ser como niños, y por lo tanto, aunque sigan ejerciendo
liderazgo, todavía no caminan en dirección del Reino de Dios.
Esto, indefectiblemente, nos lleva a otras de las llaves preciosas del evangelio,
a otra de las verdades inexorables que deberán regir nuestras vidas, a lo que en suma
es, el Mandamiento Nº 52: Humillarnos como Niños.
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(Mateo 18: 10)= Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños; porque
os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en
los cielos.
Además, dice que sus ángeles son como ángeles guardianes del más alto
rango, ya que ven constantemente el rostro del Padre. ¿El rostro del Padre? ¿Pero no
era que a Dios, nadie le vio jamás? Allí se hablaba de hombres, no de ángeles.
Con lo cual, y para cerrar este pequeño apéndice, podemos llegar a una
conclusión que quizás no sea demasiado importante, pero que aclara bastante la
expresión anterior. Los ángeles no son seres humanos de carne y hueso, sino
espíritus. Y por eso pueden ver el rostro (Obviamente espiritual) del Padre. ¿Está
claro?
(11) Porque el Hijo del Hombre ha venido para salvar lo que se había perdido.
(13) Y si acontece que la encuentra, de cierto os digo que se regocija más por
aquella, que por las noventa y nueve que no se descarriaron.
(14) Así no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se
pierda uno de estos pequeños.
Por este motivo es que no sabemos muy bien de qué Biblia se puede haber
extraído el principio que se ha transformado en obligación eclesiástica, que señala que
cuando alguien decide retirarse de una congregación debe pedir una entrevista y
comunicárselo al pastor de la misma.
Si el creyente congregado es una oveja y decide irse de ese redil, ya sea
porque tiene razón en sus protestas o porque está totalmente equivocado y va a
perderse, la obligación no está por parte de esta persona, sino del pastor, que es
quien tiene que salir a ver el motivo por el cual se ha quedado con una oveja menos.
Así le hayan quedado no noventa y nueve, ¡Noventa y nueve mil!
¿Ha visto usted, en algún lugar de la tierra, a un pastor que salga preocupado
a buscar una oveja perdida? No estoy hablando de alguien con mucho dinero cuyo
diezmos y ofrendas cimentaban una buena parte de la estructura congregacional,
hablo de una oveja del montón, carente y vulgar.
Es probable que alguien pueda decirme que sí, que en su iglesia eso ha
sucedido. Es lo más lógico y gloria a Dios por ello. Pero, pregunto, ¿En cuantas se ha
vivido esa experiencia a la inversa? Sencillo: están obrando llevados por su
carnalidad, en contra de lo que Dios quiere, que tal como se dice aquí, es que ninguno
de estos “pequeños” se pierda.
(Mateo 18: 15)= Por tanto, (Le recuerdo que viene hablando de la oveja
descarriada, perdida y del pastor que debe salir a buscarla), si tu hermano peca contra
ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano.
¡Es que lo he enfrentado y se ha enojado aún más conmigo! ¡No quiere oírme!
El verso textual es muy claro y concreto. Dice que “si te oyere” habrás ganado a tu
hermano. Si no te oyere, es indudable que las cosas serán diferentes. ¿Diferentes? Sí.
Prefiero utilizar ese término en lugar de decir: opuestas.
Lucas 17:3 amplía este concepto: Mirad por vosotros mismos. Si tu hermano
pecare contra ti, repréndele; y si se arrepintiere, perdónale. A esto último, yo lo
reiteraría a cada momento. Porque por cada congregación donde un miembro le pide
perdón a otro y es perdonado, hay por lo menos cien donde no sólo no se le perdona
sino que, incluso, se le margina, ignora y olvida.
Gálatas 6:1 le aporta otra idea al mismo asunto: Hermanos, si alguno fuere
sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de
mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.
Esto ha sido tenido en cuenta en muy pocas ocasiones, tanto por la gente del
común que asiste a diversas iglesias, como a sus propios líderes. Se reprende,
disciplina o sanciona a gente que ha cometido faltas, de una manera tal como si
quienes lo hacen, jamás pudieran caer en lo mismo. ¿Alguien podrá asegurarme que
esto es así o, por el contrario, adherirá a la idea de que cualquiera de nosotros está
expuesto a un error?
Santiago se vuelve aquí de una discusión sobre las afecciones físicas para
considerar la enfermedad espiritual, instando a la restauración de los que se han
extraviado. La expresión “entre vosotros”sugiere que quien ha errado es un miembro
de la iglesia.
(16) Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de
dos o tres testigos conste toda palabra.
Así fue confirmado posteriormente por una carta que no tiene autor concreto
conocido, como es la de los hebreos. Allí el autor señala, en el capítulo 10 y versículo
28 donde leemos: …El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o tres
testigos muere irremisiblemente.
(17) Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por
gentil y publicano.
(18) De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y
todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo.
La promesa que hace Jesús puede aplicarse a la oración en general, pero tiene
que ver más específicamente con la guía divina que debe buscarse y recibirse en
cuestiones de disciplina. En esos casos, la oración nos protege contra el espíritu de
venganza.
El término “De acuerdo” que se utiliza en este verso, es en los originales una
sola palabra leída como SUMPHONEO. Proviene de SUM, que significa “Junto” y
PHONEO, que se traduce como “Sonar”. SUMPHONEO es sonar simultáneamente,
estar en acuerdo, estar en armonía. La palabra SINFONÍA viene de SUMPHONEO.
Metafóricamente, significa orar al unísono.
Y una acotación final que quizás pueda evitar algunos malos entendidos o
errores: Cuando se dice que lo que pidan dos o más de dos, de acuerdo, no se trata
de cualquier cosa, se tata específicamente de un asunto relacionado con la disciplina.
Nadie dice que no tenga validez para lo demás, pero no podemos crear una doctrina
respecto a ello.
(20) Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo
en medio de ellos.
Este texto nos deja dos definiciones de tanta claridad que indefectiblemente
debemos transformarlas en mandamientos cristianos, esto es: provenientes de Jesús
durante su ministerio terrenal. El Mandamiento Nº 54: Todo lo que aten o desaten
en la tierra, será atado o desatado en el cielo. Y en otro sector, nos encontramos
con el Mandamiento Nº 55: Donde están dos o tres congregados en mi nombre,
allí estoy yo.
(Mateo 18: 21)= Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿Cuántas veces
perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?
Además a Pedro no se le ocurrió como por arte de magia elaborar una frase
célebre para que los cristianos de hoy hagan bromas al respecto. Él había leído la ley
y conocía un texto que nosotros tenemos en el libro del Génesis 4:24: …Si siete veces
será vengado Caín, Lamec en verdad setenta veces siete lo será.
(22) Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aún hasta setenta veces siete.
(¿Jesús le estará diciendo a Pedro que debería perdonar una ofensa hasta
cuatrocientos noventa veces? En absoluto. Siete es el número de lo completo, el bien
llamado número de Dios, y lo que debe entenderse aquí como siete y sus múltiplos, es
“todas las veces que fuese necesario”.)
(23) Por lo cual, (Por todo lo que venimos viendo sobre la disciplina y el
perdón), el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus
siervos.
(24) Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía mil
talentos.
(28) Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía
cien denarios; y asiendo de él, le ahogaba, diciendo: págame lo que me debes.
Convengamos algo para que sirva de mejor entendimiento a las raíces de esta
parábola. Diez mil talentos representaban la mayor suma imaginable en aquella época
y sitio. En contraposición con esto, cien denarios era una cantidad decididamente
insignificante.
(30) Mas él no quiso, sino fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase la
deuda.
(34) Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase
todo lo que le debía.
(35) Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo
corazón cada uno a su hermano sus ofensas.
Esta parábola ilustra el principio del perdón, un elemento vital en el proceso de
la disciplina eclesiástica, que es de lo que se viene hablando. Esto ya fue explicado a
los discípulos en un modelo de oración que les fuera dado. Dios ha perdonado
gratuitamente nuestras deudas, así que nosotros también debemos perdonar de la
misma manera.
1)= Jesús demostró como la actitud de no perdonar puede limitar lo que Dios
haría en otros. Nótese que el consiervo encarcelado está todavía en prisión al final de
esta historia, lo cual revela como una actitud intransigente puede “atar” a una persona
a circunstancias indeseables y perpetuar un problema.
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(Mateo 19: 1)= Aconteció que cuando Jesús terminó estas palabras, (Venía
hablando del perdón), se alejó de Galilea, y fue a las regiones de Judea al otro lado
del Jordán.
Hay que aclarar que los rabinos estaban divididos en cuanto a la interpretación
del divorcio. Los conservadores de la escuela de Shammai sostenían que el adulterio
era el único motivo de divorcio; mientras los liberales de la escuela de Hillel eran
partidarios del divorcio por cualquier causa, aún por disgusto personal.
(4) Él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio,
varón y hembra los hizo?
(5) Y dijo: Por eso el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los
dos serán una sola carne?
(6) Así que ya no son más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios
juntó, no lo separe el hombre.
Esto habla con claridad de lo que es el designio, la voluntad y el propósito de
Dios: que el matrimonio sea un estado permanente y sin disolución. Pero claro;
estamos hablando de un matrimonio al que Dios juntó. Es probable que cuando no es
Dios el que junta a dos personas, a corto o mediano plazo pueda surgir el factor que
los lleve a la disolución.
(7) Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio y
repudiarla?
(8) Él les dijo: por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a
vuestras mujeres; mas al principio no fue así.
(9) Pero yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de
fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera.
Pero es menester que escuche las palabras de Jesús y recuerde: Dios puede
cambiar los corazones y quitar toda su dureza si tan sólo nosotros se lo permitimos.
No obstante, también debemos tener muy en cuenta la salvedad que Jesús hace para
el divorcio: la fornicación.
Porque el texto dice que cualquiera que repudia (Se divorcia) a su mujer y se
casa con otra, adultera. Y en otros textos dice que ella también adulterará cuando
vaya y se case con otro. Pero lo remata señalando que todo eso será así, salvo por
causa de fornicación, que dentro del matrimonio es indudablemente el adulterio.
(10) Le dijeron sus discípulos: Si así es la condición del hombre con su mujer,
no conviene casarse.
La conclusión de los discípulos parece sumamente extrema, pero si lo vemos
desde el ángulo y la óptica de las dudas con respecto a la calidad del matrimonio que
va a contraerse, es muy atinada y convendría tenerla muy en cuenta antes de tomar
decisiones fundamentales.
(Mateo 19: 11)= Entonces él les dijo: No todos son capaces de recibir esto, sino
aquellos a quienes es dado.
(12) Pues hay eunucos que nacieron así del vientre de su madre, y hay
eunucos que son hechos eunucos por los hombres, y hay eunucos que a sí mismos se
hicieron eunucos por causa del reino de los cielos. El que sea capaz de recibir esto,
que lo reciba.
Fíjese usted que Jesús, mientras reconocía que el matrimonio era la norma,
recomendaba el celibato en el caso de nacer impotente, o estar castrado, o de quien
voluntariamente quisiera evitar el matrimonio para dedicarse exclusivamente al
servicio del Señor.
Parecería ser de textos como este que el catolicismo romano implantó como
ley absoluta el celibato de sus sacerdotes, cosa que ha sido un error porque no parte
de la premisa de ningún don, sino de una disposición humana que, como tal, ha
producido enormes problemas sociales y pecaminosos en si mismos.
(Mateo 19: 13)= entonces le fueron presentados unos niños, para que pusiese
las manos sobre ellos, y orase; y los discípulos les reprendieron.
(14) Pero Jesús dijo: Dejad que los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque
de los tales es el reino de los cielos.
Es bien cerito que existe todo un símbolo precioso en este pasaje y que como
tal habrá de interpretarse, tomarse e implantarse. Pero no menos cierto resulta que
hoy, pleno siglo veintiuno, hay todavía muchos ministros verdaderas “estrellas”
evangélicas a las cuales un niño no alcanzaría ni siquiera a tocar porque sus
guardaespaldas entrenados se lo impedirían bajo la premisa de “no se debe molestar
al siervo”…
Sin embargo, hay otros textos donde se consigna que la comparación con los
niños dista mucho de ser relacionada con sus defectos. Pablo, en 1 Corintios 14:20,
dice: Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en la malicia,
pero maduros en el modo de pensar. Pedro, mientras, en su primera carta 2:2,
expresa: desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para
que por ella crezcáis para salvación.
Por tanto, es el resultado concreto del Mandamiento Nº 59: Sólo los que son
como niños heredarán el reino de los cielos.
(Mateo 19: 16)= Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿Qué bien haré
para tener la vida eterna?
En primer término, deberá observar usted que este hombre creía que a la vida
eterna se accedía a partir de obras o algo que podía ganarse por esfuerzo propio. En
parte tiene que ver con la ley, a partir de lo que leemos en el libro de Levítico.
En Levítico 18:5 dice textualmente: Por tanto, guardaréis mis estatutos y mis
ordenanzas, los cuales haciendo el hombre, vivirá en ellos. Yo Jehová.
(17) Él le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios.
Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.
(20) El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más
me falta?
(21) Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a
los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme.
(22) Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas
posesiones.
Tiene que ver con la esencia de esa riqueza y no con la riqueza en sí misma.
Lo explaya bien Pablo cuando le escribe a Timoteo, en su primera carta, 6:9-10,
cuando le dice: Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en
muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y
perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando
algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.
(24) Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una
aguja, que entrar un rico en el reino de Dios.
Es claro que Jesús exagera, pero no por gusto sino como parte de su modismo
parabólico. Así es como explica como es imposible que alguien pueda entrar al cielo si
confía más en las riquezas que en Dios. Su uso paralelo del Reino de los Cielos y del
Reino de Dios, muestra que estas dos expresiones son sinónimas.
Supuestamente, poseer riquezas era una evidencia del favor de Dios. Jesús
demuestra la falacia de este punto de vista afirmando que, por el contrario, podían ser
un obstáculo para ello. Además, la respuesta de los discípulos deja también en
evidencia que en algunas cosas, ellos no habían entendido absolutamente nada.
(26) Y mirándolos Jesús, les dijo: para los hombres esto es imposible; mas
para Dios todo es posible.
¿Nunca se ha preguntado usted qué es lo que significa eso de que para Dios
todo es posible? Comencemos por decir que esta palabra, POSIBLE, aquí, es la
palabra DUNATOS. Podemos compararla con nuestras más conocidas “dinastía”,
“dinamita”, “dínamo” y “dinámico”. ES algo fuerte, potente, poderoso.
(28) Y Jesús les dijo: De cierto os digo que en la regeneración, cuando el Hijo
del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido
también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel.
Porque las recompensas, hay que saberlo, serán dispensadas según las
normas del cielo, no sobre las que rigen tradicionalmente en la tierra. Esta afirmación
sirve de introducción a una conocida parábola, como es la de los obreros de la viña.
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(Mateo 20: 1)= Porque el reino de los cielos es semejante a un hombre, padre
de familia, que salió por la mañana a contratar obreros para su viña.
(2) Y habiendo convenido con los obreros en un denario al día, los envió a su
viña.
Esta parábola tiene su origen en la actitud que manifiestan los discípulos ante
el servicio y las recompensas. Aunque se recibirán las recompensas, Jesús rechaza el
deseo de servir por obtener recompensa en lugar de por amor.
La negociación casi gremial que el padre de familia tuvo con los obreros que
pensaba contratar, no se escapó a lo que era regla casi inamovible en la época. Ese
denario convenido, era el promedio básico que se pagaba por todo un día de trabajo.
(3) Saliendo cerca de la hora tercera del día, vio a otros que estaban en la
plaza desocupados; (4) y les dijo: id también vosotros a mi viña, y os daré lo que sea
justo. Y ellos fueron.
Cabe aclarar para una mejor comprensión del relato desde el punto de vista
lineal e histórico, que la llamada “hora tercera” eran las 9.00 de la mañana. Y tiene
origen este episodio porque, por el contrario, cualquier clase de labores agrícolas se
iniciaba a las 6.00 de la mañana o AM.
(5) Salió otra vez cerca de las horas sexta y novena, e hizo lo mismo. (Aquí se
trata de la hora de la “siesta”, esto es: posterior al almuerzo: entre las 12.00 AM y las
3.00 PM).
(6) Y saliendo cerca de la hora undécima (Las 5.00 PM) halló a otros que
estaban desocupados; y les dijo: ¿Por qué estáis aquí todo el día desocupados?
(7) Le dijeron: Porque nadie nos ha contratado. Él les dijo: id también vosotros
a la viña, u recibiréis lo que sea justo.
(8) Cuando llegó la noche, el señor de la viña dijo a su mayordomo: llama a los
obreros y págales el jornal, comenzando desde los postreros hasta los primeros.
(9) Y al venir los que habían ido cerca de la hora undécima, recibieron cada
uno un denario.
(10) Al venir también los primeros, pensaron que habrían de recibir más; pero
también ellos recibieron cada uno un denario.
(13) Él, respondiendo, dijo a uno de ellos: amigo, no te hago agravio; ¿No
conviniste conmigo en un denario?
(14) toma lo que es tuyo, y vete; pero quiero dar a este postrero, como a ti.
(15) ¿No me es lícito hacer lo que yo quiero con lo mío? ¿O tienes tú envidia,
porque yo soy bueno?
(16) Así los primeros serán postreros, y los postreros, primeros; porque
muchos son llamados, mas pocos escogidos.
Ese pago, ¿Tendrá que ser mayor para aquellos que se entregaron a Cristo
cuando eran pequeños, que los que se convirtieron segundos antes de morir? Un
gremialista diría que sí, que eso sería “muy justo”. Pero resulta ser que la justicia de
Dios es muy diferente a la del hombre.
Y que además de esa clase de justicia distinta, hay un elemento que no
siempre es tenido en cuenta por la gente creyente: Dios es Soberano. Y Soberanía,
entre otras cosas y más allá de la fraseología teológica y religiosa, es algo así como:
hago lo que quiero, como quiero y con quien quiero. ¡¡Es que no lo entiendo!! No lo
entiendas; sólo créelo y confía.
Hay algo más: tiene que ver con el servicio. ¿No has oído decir que más que
Dios te use, lo que realmente interesa es que Dios te apruebe? ¡Hermano! ¿No es lo
mismo? No, no es lo mismo. Judas Iscariote, Saúl, Balaam, fueron usados, pero:
¿Fueron aprobados? Dios te llama, tú respondes y luego, conforme a tus respuestas,
Él te escoge o no.
(Mateo 20: 20)= Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con
sus hijos, postrándose ante él y pidiéndole algo.
(21) Él le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo: ordena que en tu reino se sienten
estos dos hijos míos, el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda.
(22) Entonces Jesús respondiendo, dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber
del vaso que yo he de beber, y ser bautizados con el bautismo con que yo soy
bautizado? Y ellos le dijeron: podemos.
El vaso se usaba como símbolo de una gran alegría o de una gran pena. Aquí
hay una clara referencia a la muerte de Jesús y, más específicamente, al juicio de Dios
sobre el pecado. El bautismo, aquí, significa ser sumergido en el sufrimiento decidido
por Dios.
(23) Él les dijo: a la verdad, de mi vaso beberéis, u con el bautismo con que yo
soy bautizado, seréis bautizados, pero el sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es
mío darlo, sino a aquellos para quienes está preparado por mi Padre.
Fíjese usted que Santiago y Juan, (Pues de ellos se está hablando aquí),
ciertamente sufrieron. Santiago fue el primero de los apóstoles en sufrir el martirio, y
en sus últimos años, Juan también sufrió persecución y exilio. De acuerdo con la
tradición cristiana, también fue martirizado.
(24) Cuando los diez oyeron esto, se enojaron contra los dos hermanos.
(25) Entonces Jesús, llamándolos, dijo: sabéis que los gobernantes de las
naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad.
(26) mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande
entre vosotros, será vuestro servidor, (27) y el que quiera ser el primero entre vosotros
será vuestro siervo; (28) como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para
servir, y para dar su vida en rescate por muchos.
El pecado exige una expiación, un precio que hay que pagar por causa de la
pena de muerte que pesa sobre nosotros. Jesús nos regaló un rescate universal (Para
muchos), de naturaleza vicaria. LUTRON define el precio que se pagó par cancelar
nuestra deuda.
Creo, y más que creer así, sencillamente, debería decir que estoy totalmente
convencido, que tengo certeza absoluta, que este texto que termina usted de leer y de
analizar a la luz de la historia y de lo que el mismo Espíritu pueda ahora estar
enseñándole, es el menos tenido en cuenta por la estructura eclesiástica que
conocemos.
Porque Jesús dice que los amos del planeta (Y usted puede recordar en este
momento los nombres y apellidos que conoce perfectamente por estar
permanentemente en las cubiertas de todos los diarios y en las principales cadenas de
la televisión internacional) se hacen señores de ellas.
Y eso es exactamente así. Porque si tomamos, por ejemplo, una nación con
funcionamiento democrático, descubriremos que, en lugar de elegir a personas que de
alguna manera trabajarán para ellos, el pueblo elige a gente que luego pasará a
dominarlos totalmente.
Ni hablar de los países donde los sistemas de gobierno tienen que ver con
otras particularidades y donde la población no tiene ni siquiera el derecho a optar o a
elegir más o menos libremente por elecciones. Allí sencillamente es despotismo total y
tiranía absoluta. Aquí también usted podrá inscribir nombres y apellidos que no es
necesario que yo le suministre.
(Mateo 21: 12)= Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a todos los
que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas
de los que vendían palomas.
Cabe consignar que conforme al grado, tamaño o magnitud del pecado que se
deseaba expiar, el sacerdote ordenaba una ofrenda determinada que podía ser: un
buey, un cordero o una paloma.
Uno de los factores relacionados con las ofrendas, consistía en que todo el
mundo observara al protagonista marchando hacia el altar con su ofrenda, y pudiera
tomar conocimiento del grado de pecado que éste había cometido. La labor de
cambistas o vendedores en el templo se había creado, precisamente, como forma de
evitar esa humillación.
(13) Y les dijo: escrito está: mi casa, casa de oración será llamada; mas
vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.
Esto que Jesús dice aquí, tiene correlato en el libro de Isaías. Allí, en 56:7 se
lee: …yo los llevaré a mi santo monte, y los recrearé en mi casa de oración; sus
holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será
llamada casa de oración para todos los pueblos.
(15) Pero los principales sacerdotes y los escribas, viendo las maravillas que
hacía, y a los muchachos aclamando en el templo y diciendo: ¡Hosanna al hijo de
David! se indignaron, y le dijeron: ¿Oyes lo que estos dicen? Y Jesús les dijo: sí;
¿Nunca leísteis: de la boca de los niños y de los que maman perfeccionaste la
alabanza?
En otros órdenes, hoy está ocurriendo algo muy similar. Cuando dentro del
ambiente evangélico tradicional, cargado de enormes discursos llamados “mensajes” y
carentes de poder de Dios manifestado, aparece alguien que sí lo esgrime como
mayor relieve, todos los líderes están dispuestos a reconocerlo, pero de ninguna
manera a admitir que lo suyo es fraudulento y plagado de manipulaciones
emocionales.
De allí que en este texto, aparecen dos sentencias pronunciadas por Jesús que
dividiremos en dos fracciones con el fin de que cada una significa enseñanza,
crecimiento y bendición a su pueblo: Mandamiento Nº 64: No hagan de mi casa una
cueva de ladrones. Y el siguiente, Mandamiento Nº 65: De la boca de los que son
como niños se ha perfeccionado la alabanza.
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, n el consenso global de la escritura, hay dos frutos que tienen que ver de
manera directa con el pueblo de Dios. Uno es la uva, o la viña, que tiene relación
directa con lo que es todo el pueblo en general. La otra es la higuera, o los higos, que
tienen implicación de remanente.
Hay una parábola en el evangelio de Mateo, que tiene que ver precisamente
con la higuera, y que además de significar una expresión concreta y contundente de la
autoridad de Jesús sobre toda la creación, implica además una tipología de lo que
espera el Señor de su remanente santo.
(19) Y viendo una higuera cerca del camino, vino a ella, y no halló nada en ella,
sino hojas solamente; y le dijo: nunca jamás nazca de ti fruto. Y luego se secó la
higuera.
Vamos a explicar algo que si bien tiene que ver directamente con la botánica,
está íntimamente ligado al contenido espiritual de este pasaje. No se olvide que la
Biblia siempre será un compendio de relatos literales que encierran principios
espirituales.
En una higuera, primero se forma el fruto y luego aparecen las hojas. Así es
que uno espera siempre encontrar suficientes frutas en un árbol lleno de hojas. La
higuera designa aquí al Israel de los tiempos de Jesús, cuyo sistema religioso y
herencia prometían dar frutos satisfactorios.
La diferencia que siempre va a existir entre una higuera y una viña, tiene que
ver con el fruto y no con las hojas. Porque una uva, (fruto de la viña), contiene tres o a
lo sumo cuatro semillas para prolongar su especie, mientras que un higo, si usted lo
examina, verá que es todo semilla.
(20) Viendo esto los discípulos, decían maravillados: ¿Cómo es que se secó
enseguida la higuera?
(21) Respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no
dudareis, no sólo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte le dijereis: quítate
y échate en el mar, será hecho.
(22) Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.
(Mateo 21: 23)= Cuando vino al templo, los principales sacerdotes y los
ancianos del pueblo se acercaron a él mientras enseñaba, y le dijeron: ¿Con qué
autoridad haces estas cosas?¿Y quien te dio esta autoridad?
(25) El bautismo de Juan, ¿De donde era? ¿Del cielo o de los hombres? Ellos
entonces discutían entre sí, diciendo: Si decimos, del cielo, nos dirá: ¿Por qué, pues,
no le creísteis?
Cuando habla del BAUTISMO de Juan, en este texto, la palabra original que
utiliza, es BAPTISMA, que viene del verbo BAPTIZO, que significa, remojar, sumergir.
BAPTISMA hace énfasis en el resultado del acto más que en el acto mismo.
Es una decisión íntima y personal de cada hombre o mujer llegados a los pies
de Cristo, en un marco de obediencia a un mandato, desear pasar por las aguas del
bautismo tal cual lo decidió Jesús en su momento. Lo que no se entiende, es que haya
organizaciones que se arroguen un derecho antibíblico de decidir si alguien “está en
condiciones” o no para ser bautizado.
¿No es verdad que esta última respuesta de Jesús, suena muy parecida a
alguna expresada por un cristiano carnal cuando, dejándose llevar por el rencor ante lo
que pueda haber sido un ataque o una ofensa, responde casi cobrándose ojo por ojo y
diente por diente?
(Mateo 21: 28)= Pero ¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y
acercándose al primero, le dijo: Hijo, ve hoy a trabajar en mi viña.
(31) ¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre? Dijeron ellos: El primero.
Jesús les dijo: De cierto os digo, que los publicanos y las rameras van delante de
vosotros al Reino de Dios.
Aquí la significación d esta parábola relatada por Jesús, es tan clara que no
admite demasiadas explicaciones. Tiene que ver con que los pecadores arrepentidos
de las faltas más viles entrarán al cielo, pero no así los religiosos hipócritas.
La verdad salta a la vista en esta parábola. Los pecadores más viles y groseros
que se arrepienten, inmediatamente son justificados y restaurados, pero los religiosos
que concurren a los templos cada domingo pero aún no están arrepentidos así sea de
sus pequeños pecados, todavía tienen que poner las cosas en orden con el Señor.
Esta parábola, entre todas las demás cosas que nos va a mostrar, nos deja
también en evidencia el conocimiento que Jesús tiene de lo que hasta allí era la única
Palabra de Dios escrita, ya que su inicio tiene que ver con una canción relacionada
con la viña y subrayará el mismo mensaje. ¡Tu sentencia es bien merecida! Como la
de la higuera, la de la viña es una metáfora que habla del pueblo de Dios.
…¿Qué más se podía hacer a mi viña, que yo no haya hecho en ella? ¿Cómo,
esperando yo que diese uvas me ha dado uvas silvestres?
Haré que quede desierta; no será podada su cavada, y crecerán el cardo y los
espinos; y aún a las nubes mandaré que no derramen lluvia sobre ella.
(34) Y cuando se acercó el tiempo de los frutos, envió sus siervos a los
labradores, para que recibiesen sus frutos.
(35) Mas los labradores, tomando a sus siervos, a uno golpearon, a otro
mataron y a otro apedrearon.
(36) Envió de nuevo a otros siervos, más que los primeros, e hicieron con ellos
de la misma manera.
(38) Mas los labradores, cuando vieron al hijo, dijeron entre sí: este es el
hechicero; venid, matémosle, y apoderémoslo de su heredad.
(42) Jesús les dijo: ¿Nunca leísteis en las Escrituras: La piedra que desecharon
los edificadores, ha venido a ser cabeza del ángulo. El Señor ha hecho esto, y es cosa
maravillosa a nuestros ojos?
(43) Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será
dado a la gente que produzca los frutos de él.
Hay algo más que resulta más que indispensable aclarar: al rechazar a Jesús,
ellos rechazaron el Reino de Dios, que será dado a la gente, término que se refiere a
un nuevo pueblo (judíos y gentiles) que produzca los frutos que Dios espera.
(44) Y el que cayere sobre esta piedra será quebrantado; y quien sobre ella
cayere, le desmenuzará.
Lo que está diciendo aquí es que todo aquel que cayere en incredulidad, será
quebrantado sobre esta piedra, y todo el que trate de arrastrarla, será hecho pedazos.
Es más que obvio que cuando dice “piedra”, está hablando de Cristo.
(46) Pero al buscar como echarle mano, temían al pueblo, porque éste le tenía
por profeta.
Por esa razón es que Dios experimenta ese desagrado. Él sabe muy bien que
al incrédulo total, al mundano, impío y pecador, siempre podrá hallarlo, un día,
quebrantado y a sus pies, dispuesto a recibir perdón y salvación.
Pero también es consciente que al religioso que anda en incredulidad es muy
complicado traerlo nuevamente a la fe, ya que habiéndola conocido, ha descreído de
su valor y ha resuelto regresar a sus anteriores formas de vida.
En este caso, no hay otra forma de solucionar lo que tiene que ver con la
extensión del Reino, que la de reemplazar a todos aquellos que hayan resuelto
despreciar al Señor de sus vidas y suplantarlos por gente nueva que esté dispuesta a
pagar todos los precios por servirle.
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De allí que el hombre se resista, por todos los medios que encuentre, a ser
pagador, a esgrimir generosidad. Lo pone de manifiesto en una clara oposición, tanto
al tributo impositivo secular al gobierno de turno, que para cumplimentar con lo que
Dios desea que cumpla para su propia bendición y prosperidad.
Esto tiene que ver con el tremendo fastidio que le producía a la clase religiosa
la creciente popularidad de Jesús. Debido a ello, las autoridades religiosas tenían que
tenderle una trampa y desacreditarlo entre la gente a fin de, - entre otras cosas –
justificar su futura muerte.
(16) Y le enviaron los discípulos de ellos con los herodianos, diciendo: maestro,
sabemos que eres amante de la verdad, y que enseñas con verdad el camino de Dios,
y que no te cuidas de nadie, porque no miras la apariencia de los hombres.
(17) Dinos, pues, que te parece, ¿Es lícito dar tributo a César, o no?
Piense lo siguiente: si Jesús contestaba que sí, perdía el favor del pueblo, ya
que éste odiaba la dominación de Roma. Pero si contestaba que no, entonces sus
enemigos lo acusarían de traidor ante las autoridades romanas.
Hay un leve y casi minúsculo detalle que deberá ser tenido en cuenta si es que
se desea comprender algunas de las cosa sucedidas en este episodio. La sola y mera
posesión de una moneda romana evidenciaba su sometimiento al dominio de Roma.
(21) Le dijeron: de César. Y les dijo: Dad, pues, a César lo que es de César, y
a Dios lo que es de Dios.
Cuando Jesús dice DAD, aquí, está pronunciando el vocablo griego
APODIDOMI, que traducido, es: cumplir uno su deber, hacia el otro, dar lo que es
debido, devolver, recompensar, restaurar.
(Mateo 22: 23)= Aquel día vinieron a él los saduceos, que dicen que no hay
resurrección, y le preguntaron, (24) diciendo: Maestro, Moisés dijo: Si alguno muriere
sin hijos, su hermano se casará con su mujer, y levantará descendencia a su hermano.
Entonces los ancianos de aquella ciudad lo harán venir, y hablarán con él; y si
él se levantare y dijere: no quiero tomarla, se acercará entonces su cuñada a él
delante de los ancianos, y le quitará el calzado del pie, y le escupirá en el rostro, y
hablará y dirá: así será hecho al varón que no quiere edificar la casa de su hermano.
Y se le dará este nombre en Israel: la casa del descalzado… Sabido esto, los
saduceos prosiguieron con su ejemplo…
(25) Hubo, pues, entre nosotros siete hermanos; el primero se casó, y murió; y
no teniendo descendencia, dejó su mujer a su hermano.
(28) En la resurrección, pues, ¿De cual de los siete será ella mujer, ya que
todos la tuvieron?
(29) Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis, ignorando las Escrituras y
el poder de Dios.
¿Cómo se supone que son los ángeles de Dios en el cielo? ¿Acaso pequeños
niños desnudos provistos de alas volando por encima de las personas con sus
cabellos rubios rizados al viento? Esa es la pintura que ha hecho el mundo secular de
ellos. Lo cierto en consecuencia con este relato es que lo que se nos dice aquí, es que
los ángeles son asexuados.
(31) Pero respecto a la resurrección de los muertos, ¿No habéis leído lo que os
fue dicho por Dios, cuando dijo: (32) Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el
Dios de Jacob? Dios no es dios de muertos, sino de vivos.
Por su parte, los saduceos aceptaban como sagrados sólo los cinco primeros
libros del Antiguo Testamento, y rechazaban la resurrección porque no encontraban
nada en ellos que apoyara esa doctrina.
No obstante, lo que nos debe quedar en limpio, es que además de plasmar las
tres generaciones pertinentes para la salvación global, Jesús nos deja aquí el que
consideraríamos como el Mandamiento Nº 71: Dios no es Dios de muertos, sino de
vivos. Con lo que el “culto a los muertos” que propone cierto autodenominado
“cristianismo”, es decididamente no bíblico.
(Mateo 22: 34)= Entonces los fariseos, oyendo que había hecho callar a los
saduceos, se juntaron a una.
(35) Y uno de ellos, intérprete de la ley, preguntó por tentarle, diciendo: (36)
Maestro, ¿Cual es el gran mandamiento de la ley?
Quiero hacer un pequeño paréntesis casi sonando a irreverencia, dado a que
estamos hablando de trampas de los fariseos para hacer caer a Jesús en algún error
que le significara el descrédito entre su gente.
¿Qué supone usted que sucede con cada hermano o hermano que ha recibido
genuina Palabra del Señor y, sin aguardar autorizaciones denominacionales,
convencionales o pastorales, hace exactamente lo que Dios le ha ordenado, que es
trasladarla al pueblo?
Pues si usted ha sido uno de ellos, lo sabe tan bien como yo: exactamente lo
mismo que ellos: buscar el modo de hacerlo equivocar con el fin de desacreditarlo.
¿Se da cuenta que el diablo no es creativo y que, mientras le rinda beneficios una
forma de actuar, él no la va a alterar por más años que pasen?
(37) Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu
alma, y con toda tu mente.
Breve interrupción para una acotación que consideramos vital: si este de amar
a Dios con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma y con toda nuestra mente, es
el mayor mandamiento, obviamente, no hacerlo, lo convierte en el mayor pecado.
(Mateo 23: 1)= Entonces habló Jesús a la gente y a sus discípulos, diciendo:
(2) en la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos.
Algo importante: los fariseos eran los más reconocidos maestros de la ley de
Moisés, aunque fallaban a la hora de observar sus propios preceptos. Muchas de sus
enseñanzas eran profundas, pero Jesús examinó aquellos aspectos en los cuales su
hipocresía anulaba la validez de sus doctrinas.
(3) Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no
hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen.
(4) Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los
hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas.
(5) Antes, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres. Pues
ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos; (6) y aman los
primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas, (7) y las
salutaciones en las plazas, y que los hombres los llamen: Rabí, Rabí.
Las filacterias eran pequeñas bolsas de cuero que contenían ciertos textos de
la Escritura, que los judíos llevaban en sus brazos o sobre sus frentes. Los flecos,
mientras tanto, eran los adornos con que los judíos decoraban los bordes de sus
mantos.
(8) Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro
Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos.
Este texto lo tengo como cabecera personal con el fin de solicitarle a todos mis
amados hermanos, - citándolo textualmente -, que no me llamen “maestro”, cuando lo
que estoy haciendo es administrar con la mayor fidelidad que pueda, un ministerio que
es del Señor.
Pero además, lo hago también porque es más que evidente y claro que el de
Maestro, no es un título que le quepa a hombre alguno, sino una función de origen
divino. ¿Quieres saber algo? Con el pastor, sucede exactamente lo mismo. Por eso no
trato a nadie con el título de Pastor. Es una función que, si se ejerce, gloria a Dios por
el pastoreado, pero que si no se ejerce, Dios bendiga al hermanito…
¿Jesús sería un obsesivo que gustaba de repetir y repetir las cosas a modo de
lavado de cerebro, tanto como para hacerle saber a sus seguidores cuales eran sus
directivas o cuales las cosas que le agradaban y cuales no? En absoluto. Jesús era
bien coherente. Por eso es que llama poderosamente la atención que sea
precisamente esto, algo que Él se tome el trabajo de repetir.
No es el único lugar en el que Jesús dice esto. Por lo que vemos en estos
tiempos, hubiera sido necesario que lo hubieran escrito en cien Biblias más. Así, a lo
mejor, los creyentes con jerarquías eclesiásticas lo entendían y, lo que es más valioso:
lo ponían por obra.
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*5 $ % % 6, 7 5 $ , ,$8 $ K :H L
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(Mateo 23: 13)= Mas ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque
cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis
entrar a los que están entrando.
(14) ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque devoráis las casas
de las viudas, y como pretexto hacéis largas oraciones; por esto recibiréis mayor
condenación.
Lo que se está diciendo aquí es que ellos, mientras profesaban rectitud, eran
injustos en su conducta. Esto se llama Hipocresía, y por años y años, ha formado
parte activa y cotidiana de la fisonomía externa de la iglesia.
¿Dios quiere eso? Sabemos perfectamente que no. ¿Dios aprueba ese
comportamiento? Sabemos totalmente que de ninguna manera. ¿Podemos engañar a
Dios? Sabemos que eso es imposible. Entonces, ¿Por qué procedemos de esa
manera?
¡Pero hermano! ¡Esto es una cosa antigua! ¿Ah, sí? ¡Por supuesto! ¿Quién
devoraría, hoy, la casa de una viuda? ÑA casa, no lo sé, pero a la viuda, conozco
muchos líderes que lo han hecho. Ah, y para colmo de males, luego, en los cultos, se
gastan todo el tiempo en larguísimas oraciones llenas de palabras altisonantes y
religiosas. Carnalidad pura. Dios aborrece eso.
(15) ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque recorréis mar y
tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del
infierno que vosotros.
Esto es lo mismo que decir que los fariseos en cuestión, eran celosos
misioneros, pero del mal. ¿Hay parangones de esto en la actualidad? Creo que de
este mismo modo, quizás no. Pero sólo una duda en forma de pregunta: ¿Alguien me
puede decir qué ha ocurrido con los miles y miles que hicieron decisiones de fe por
Cristo en las enormes campañas evangelísticas armadas por los grandes ministerios?
(16) ¡Ay de vosotros, guías ciegos! Que decís: si alguno jura por el templo, no
es nada; pero si alguno jura por el oro del templo, es deudor.
(18) También decís: Si alguno jura por el altar, no es nada; pero si alguno jura
por la ofrenda que está sobre él, es deudor.
(20) Pues el que jura por el altar, jura por él, y por todo lo que está sobre él;
(21) y el que jura por el templo, jura por él, y por el que lo habita; (22) y el que jura por
el cielo, jura por el trono de Dios, y por aquel que está sentado en él.
Hay algo que está quedando sumamente claro a través de este episodio. Los
fariseos, verdaderas autoridades de la iglesia de ese tiempo, eran mentirosos
habituales, violando su propio código moral a través de un elaborado y absurdo
sistema de juramentos obligatorios y no obligatorios.
Cuando dice que “esto era necesario hacer”, el término adquiere significación
al afirmar Jesús que lo moralmente correcto es que sus discípulos practiquen el
diezmo, no como una obligación legal, sino como un acto de disciplina consciente.
(Mateo 23: 24)= ¡Guías ciegos, que coláis el mosquito, y tragáis el camello!
Jesús utiliza una hipérbole para ilustrar la ceguera espiritual que permitía a los
fariseos fijarse en cuestiones triviales, mientras pasaban por alto cosas de enorme
importancia. Los coladores se usaban para remover materias extrañas y evitar las
impurezas que podrían contaminar a quienes las consumieran inadvertidamente.
(26) ¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que
también lo de fuera sea limpio.
(28) Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los
hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.
Lo que se menciona aquí como sepulcros blanqueados, tiene que ver con un
lenguaje extremadamente fuerte. Todavía en la Palestina de hoy se blanquean las
tumbas. Sirve para identificarlas y no tropezar con ellas accidentalmente, e incurrir así
en una profanación ritual.
(31) Así que dais testimonio contra vosotros mismos, de que sois hijos de
aquellos que mataron a los profetas.
Casi estoy oyendo a las hermanitas mayores y más celosas plantarse delante
suyo y sentenciar: “¡Cuidado, hermano! ¡No se atreva a hablarle así al sierrrrrvo de
Dios!” Porque en nuestras organizaciones, ostentar una posición o un cargo otorgado
por otros hombres, es el equivalente a haber sido colocados por el propio Dios allí.
(36) De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación.
Observe que Jesús pronuncia una severa advertencia sobre el juicio que
estaba pendiente sobre la nación. La profecía de Jesús se cumplió con la destrucción
de Jerusalén en el 70 d.C. Toda la sangre de los justos derramada desde la primera
víctima, Abel, hasta la última, Zacarías, será reclamada a Israel.
(Mateo 23: 37)= ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a
los que te son enviados! ¡Cuantas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta
a sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste!
(39) Porque os digo que desde ahora no me veréis, hasta que digáis: Bendito
el que viene en el nombre del Señor.
Ellos han rechazado al Rey, así que el Señor los abandona a su propia suerte.
Todo lo que les quedará será un sistema religioso vacío, sin sus templos y sacrificios.
Hay una semejanza con este tiempo. Hoy también están rechazando lo que el Rey
envía a decir a través de sus mensajeros. ¿Les volverá a quedar otra vez un sistema
religioso hueco y vacío, cargado de costumbres, tradiciones y modismos a los que
ellos llamarán “el culto”?
(Mateo 24: 3)= Y estando él sentado en el monte de los Olvidos, los discípulos
se le acercaron aparte, diciendo: dinos, ¿Cuándo serán estas cosas, y qué señal
habrá de tu venida, y del fin del siglo?
Jesús ha estado hablando de la destrucción del templo. Sus discípulos, con un
espíritu muy similar al de cierto liderazgo imperante hoy, pretenden una charla en
privado para ellos, sin darse cuenta que el evangelio jamás tuvo ni tendrá un mensaje
para los líderes y otro para el pueblo. El evangelio es uno y su mensaje también, para
todo el que tiene oídos para oír.
¿Se siente bien esa oración, verdad? Sin embargo aquí estamos viendo que:
orar para que Dios no permita guerras y abominaciones tremendas, será muy bueno
en nuestras pretensiones del alma, los sentimientos y la carne, pero no es bíblico, ya
que Dios ha dicho que es necesario que esto acontezca antes del fin.
(7) Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá
pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares.
Cuando dice “principio de dolores”, el término alude a los dolores de parto que
se esperaba, precedieran al fin, marcando la transición entre esta era y la era por
venir. Los severos dolores de parto, seguidos por el nacimiento y la consumación, son
también una señal del fin y el gozo en tiempos del “alumbramiento”.
Quiero que usted entienda algo muy preciso y específico: Jesús está hablando
de una serie de acontecimientos que sucederán inevitablemente en contra de los
cristianos en algún momento aquí, en la tierra. Y está adelantando que, dentro del
llamado “pueblo de Dios”, va a haber traiciones y actos incomprensibles. Conociendo
la iglesia, ¿Usted duda que esto pueda ser así?
Como para que no queden dudas respecto a que va a existir una confrontación
y que los vencedores podrán disfrutar de una recompensa clara, en el libro del
Apocalipsis, capítulo 2 y verso 7, el Señor dice a Juan en Patmos:
…El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere,
le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios.
(14) Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para
testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin.
¿Ha pensado usted de que manera podría llegar a predicarse este evangelio
del reino en todo el mundo para que efectivamente pueda llegar el fin preanunciado?
Misioneros. ¿Alcanzan? ¿Se han levantado los suficientes? No. ¿Entonces? Internet.
¿Puede ser así? Puede ser. Aleluya.
Al advertir a los discípulos contra las falsas señales, Jesús traza un cuadro de
las condiciones prevalecientes hasta el fin de la era y les señala cual será su tarea
permanente. Habrá engaños de índole religiosa, levantamientos sociales y políticos,
calamidades naturales, deslealtades y persecución; cosas que anunciarán el fin de los
tiempos.
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*5 $ % % 6, 7 5 $ , ,$8 $ K < 9 L
G ,
$ e dice a menudo que una de las características más notorias del cristiano
carnal, es la de tener tanta curiosidad que vive consultando profetas y hasta adivinos
para conocer su futuro. El tema de la Gran Tribulación ha sido, eminentemente para
esta gente, motivo de estudio permanente.
(Mateo 24: 15)= Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación
desoladora de que habló el profeta Daniel (El que lee entienda), (16) entonces los que
estén en Judea, huyan a los montes.
(17) El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa; (18) y
el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa.
(19) Mas ¡Ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días!
(20) orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en día de reposo; (21)
porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del
mundo hasta ahora, ni la habrá.
Jesús da el sano consejo de salir de la ciudad antes que sea demasiado tarde.
Los cristianos escucharon la advertencia y escaparon al pequeño pueblo de pela,
cerca del mar de Galilea.
(22) Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa
de los escogidos, aquellos días serán acortados.
El historiador judío Josefo, quien presenció la destrucción de Jerusalén, ofrece
una vívida descripción de aquellos acontecimientos. De acuerdo con su relato, más de
un millón de judíos perecieron en un día.
(23) Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está,
no lo creáis.
(26) Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está
en los aposentos, no lo creáis.
(27) Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el
occidente así será también la venida del Hijo del Hombre.
(28) Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las
águilas.
Jesús habla aquí de aves de presa (Aguilas), que revolotean sobre un cuerpo
muerto para describir la destrucción que rodeará la caída de Jerusalén y los
acontecimientos asociados al juicio final. Puede también que la frase se apoye en un
antiguo proverbio. Mandamiento Nº 78: En mi muerte se glorificará la de ustedes.
(Isaías 13: 10)= Por lo cual, (Viene hablando del oráculo contra Babilonia), las
estrellas de los cielos y sus luceros no darán su luz; y el sol se oscurecerá al nacer, y
la luna no dará su resplandor. (El juicio contra Babilonia no es sino una parte del juicio
de Dios contra el mal. Tales juicios proféticos hallan su consumación en numerosos
episodios de la historia, especialmente en las anticipaciones del gobierno de Dios a
través de la iglesia. Todo ello terminará con la consumación del Reino de Cristo al final
de los tiempos.)
(Ezequiel 32: 7)= Y cuando te hayas extinguido, (Viene hablándose del lamento
sobre Faraón y Egipto), cubriré los cielos, y haré entenebrecer sus estrellas; el sol
cubriré con nublado, y la luna no hará resplandecer su luz.
(30) Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces
lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las
nubes del cielo, con poder y gran gloria.
(31) Y enviará a sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus
escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.
(33) Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está
cerca, a las puertas.
(34) De cierto os digo que no pasará esta generación hasta que todo esto
acontezca.
(Mateo 24: 36)= Pero del día y la hora nadie sabe, ni aún los ángeles de los
cielos, sino sólo mi Padre.
Entonces, ¿Es descabellado suponer que, cuando dice que “del día y la hora
nadie sabe”, pueda tener que ver con un día que aún no se conoce pero que Dios sí
sabe, (Un día octavo en la semana, por ejemplo) y una hora que no se mide con
nuestros relojes, como ser una hora veinticinco o veintiséis?
Esto significa que la única pista que tenemos para tratar de saber como y
cuando será la venida del Hijo del Hombre, es que las condiciones ambientales
estarán dadas de manera similar a las que se tenían en los días de Noé.
(38) Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo,
casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca…
Nos dice que hasta el día en que Noé entró en el arca, previo al diluvio,
estaban comiendo, bebiendo y casándose, pero ¿Quiénes? La familia de Noé no era,
ya que ellos trabajaban en la construcción del arca. ¿Entonces? Los demás, los de
afuera. No los justos, representados por Noé y su familia, sino los impíos, ¿No es así?
(39) …y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, (¡Un
momento! Dice que no entendieron hasta que el diluvio se los llevó a todos. ¿Quiénes
no entendieron? ¿Noé y los suyos o los impíos incrédulos de afuera? Noé y su familia
entendieron y se salvaron, pero aquellos impíos no. Entonces habla de que el diluvio
se llevó a los impíos, verdad? Mire lo que dice luego: …así será también la venida del
Hijo del Hombre.
Si la pista para la venida del Hijo del Hombre será como en los días de Noe, y
en esa venida, por lo que vemos, ocurre algo parecido a cuando el diluvio se llevó a
los impíos, lo que debemos entender es que no se trata del arrebatamiento de la
iglesia, como nos enseñaron, sino de un evento anterior donde, al igual que en los
días de Noé, la venida del Hijo del Hombre arrasará con todos los impíos.
(4) Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será
dejado.
(41) Dos mujeres estarán moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra
será dejada.
(42) Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.
(43) Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón
habría de venir, velaría y no dejaría minar su casa.
(44) Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre
vendrá a la hora que no pensáis.
Pero ese “los que hayamos quedado”, más allá de todas las divagaciones
hermenéuticas que usted y yo podamos conocer, deja al menos la posibilidad de que
lo anterior tenga coherencia. Porque muy bien podría ser: los que hayan quedado
luego de la siega de la cizaña que tendrá lugar aquí, cuando venga el Hijo del
Hombre y lo haga, y cuya única pista es que habrá de ser “como en los días de
Noé…”
(Mateo 24: 45)= ¿Quien es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su
señor sobre su casa para que les de el alimento a tiempo?
En cada oportunidad que leo este versículo, no puedo menos que invertirlo en
su significado global. ¿Qué va a suceder con todos aquellos autodenominados
“siervos” a los que el Señor, cuando venga, no los encuentre dando a sus ovejas
alimento verdadero?
(48) Pero si aquel siervo malo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir;
(49) y comenzara a golpear a sus consiervos, y aún a comer y a beber con los
borrachos, (50) vendrá el señor de aquel siervo en día que este no espera, y a la hora
que no sabe, (51) y lo castigará duramente, y pondrá su parte con los hipócritas; allí
será el lloro y el crujir de dientes.
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¿Es malo esto? No. En absoluto. Todo lo contrario. No se trata de enseñar que
la Biblia puede ser interpretar de cien modos diferentes, se trata de que todos los
cristianos sepan que, tal como es el título de la versión popular de la Biblia: Dios Habla
Hoy. Y lo que dice, tiene que ver con el Hoy, por lo tanto, es totalmente diferente a lo
de ayer, aunque la Palabra en sí no haya cambiado.
(Mateo 25: 1)= Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes
que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo.
(3) Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; (4) mas
las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas.
(8) Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque
nuestras lámparas se apagan.
(9) Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotros
y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas.
La otra cosa que se nos muestra aquí, tiene que ver con la unción. ¿No conoce
usted gente que todos los meses concurre a alguna iglesia ungida, buscando que el
pastor o alguno de sus ayudantes de ese sitio, ore por ellos imponiéndole sus manos,
procurando de ese modo recibir unción?
(10) Pero mientras ellas iban a comprar (Hoy, todavía hay quienes creen que la
unción puede “comprarse” en algún sitio), vino el esposo; y las que estaban
preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta.
(11) Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor,
ábrenos!
(13) Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre
ha de venir.
(Mateo 25: 14)= Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose
lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes.
(15) A uno le dio cinco talentos (Moneda de considerable valor en ese tiempo),
y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos.
(16) Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros
cinco talentos.
(17) Asimismo el que había recibido dos, ganó también otros dos.
(18) Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero
de su señor.
(20) Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos,
diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco
talentos sobre ellos.
(21) Y su señor le dijo: bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre
mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.
(22) Llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos
talentos me entregaste: aquí tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos.
(23) Su señor le dijo: bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre
mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.
(24) Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te
conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no
esparciste; (25) por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí
tienes lo que es tuyo.
(26) Respondiendo su señor, le dijo: siervo malo y negligente, sabías que siego
donde no sembré, y que recojo donde no esparcí.
(27) Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo,
hubiera recibido lo que es mío con los intereses.
(30) Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el
crujir de dientes.
Cuando dice que al que tiene le será dado y tendrá más, esta última expresión,
en los originales, es la palabra PERISEO. Su traducción implica: Tener en abundancia,
en exceso, mucho más, superior. El término muestra la generosidad de la Gracia de
Dios.
Eso asegura que el fiel uso de nuestros talentos y dones nos está preparando
para nuestro propio progreso. De allí que en la consideración de todos estos
pormenores, nos arroja la conclusión de lo que es el Mandamiento Nº 83: Al que
tiene le será dado y al que no tiene, lo que tiene le será quitado.
(Mateo 25: 31)= Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos sus
santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria.
Sabemos cuales son los santos de Dios (Querubines, serafines, hombres altos,
alados), pero no tenemos muy claro cuales son los ángeles de Jesucristo, mucho más
si son llamados “santos”, calificativo que Dios le da a la santidad humana. ¿Son los
mismos o son sus mensajeros fieles?
(32) Y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de
los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos.
Hay dos textos en el libro de Ezequiel que tienen que ver con esta expresión.
El primero está en el capítulo 34 y verso 17, donde leemos: …Mas en cuanto a
vosotras, ovejas mías, así ha dicho el Señor: He aquí yo juzgo entre oveja y oveja,
entre carneros y machos cabríos…
¿Qué es eso del reino preparado desde la fundación del mundo? Hay otros
textos que encaran el mismo tema desde otras perspectivas. 1 Corintios 6:9 dice: ¿No
sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni
los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones.
Y dos textos finales en el libro del Apocalipsis. El primero, en 13:8 que dice: Y
la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el
libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo. Y el 17:8
que agrega: La bestia que has visto, era, y no es; y está para subir del abismo e ir a
perdición; y los moradores de la tierra, aquellos cuyos nombres no están escritos
desde la fundación del mundo en el libro de la vida, se asombrarán viendo la bestia
que era y no es, y será.
Este texto nos plantea otras dudas que, en casos, ha hecho errar el blanco a
algunos. ¿Cuándo tuvo hambre Jesús y nosotros le ayudamos? Es obvio: no está
hablando de Él mismo, sino de muchos que tienen carne y sangre como Él.
Un texto en el libro del profeta Isaías 58:7 dice al respecto: ¿No es que partas
tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas
al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano?
Otro pasaje, pero en este caso en el libro de Ezequiel 18:7 añade: …ni
oprimiere a ninguno; que al deudor devolviere su prenda, que no cometiere robo, y que
diere de su pan al hambriento y cubriere al desnudo con vestido…
Santiago 1:27 agrega algo en el Nuevo Testamento: La religión pura y sin
mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus
tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo.
El retorno del Señor trae consigo un juicio que dividirá a la gente. El juicio se
basará en los principios morales que definen el carácter, y el carácter se revela por
sus frutos, o por la falta de ellos. La evidencia externa demuestra la rectitud y justicia
internas. Las buenas obras no producen un buen carácter, sino al contrario. Un buen
carácter produce buenas obras.
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Nadie explica que la unción es un don que Dios otorga a aquellos que, como
único y mayor mérito, tienen el de haber sido obedientes, humildes y despojados de su
yo. Por la salvación nada se paga, es por Gracia; pero por la unción hay un precio a
pagar y es personal.
Jesús tiene su propia unción, pero hay un símbolo claro y pleno relatado como
una historia que a una gran mayoría se le pasa desapercibida. Es en esa historia
donde encontramos, en este capítulo, el pie para nuevos mandamientos.
(Mateo 26: 6)= Y estando Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso, (7)
vino a él una mujer, con un vaso de alabastro de perfume de gran precio, y lo derramó
sobre la cabeza de él, estando sentado a la mesa.
(8) Al ver esto, los discípulos se enojaron, diciendo: ¿Para qué este
desperdicio?
(9) Porque esto podría haberse vendido a gran precio, y haberse dado a los
pobres.
Listo. Ahora ya entiendo todo. Los discípulos de Jesús, (Al menos de los que
aquí se dan referencias expresivas), estaban en la misma tónica que muchas de
nuestras iglesias hoy: en la obra social, en lo que podría reportarle réditos políticos o
sociales. Pero en lo espiritual, Cero.
(10) Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué molestáis a esta mujer?, pues
ha hecho conmigo una buena obra.
Cuidado que esto no es enteramente espiritual. Tiene que ver también con lo
anímico, con lo afectivo. Jesús les está mostrando que el costo material no es algo a
considerar demasiado cuando se trata de llevar a cabo un acto de devoción por un ser
querido al borde de la muerte.
Esto es un claro símbolo. Jesús fue ungido por el Espíritu Santo para
desarrollar su ministerio, ¿No es así? Ahora está siendo ungido con un costoso aceite
perfumado para su futuro entierro. ¿Nadie pudo ver que se trataba de un acto profético
por parte de esta mujer?
Nadie pudo verlo. Y estaban allí todos los conspicuos discípulos de Jesús,
verdaderos apóstoles de la fe. La historia da vueltas en círculos. Hoy, todavía se de
prioridad a lo estrictamente social y material despreciando, en muchos casos, lo
profético que, generalmente, proviene de personas que no ostentan títulos ni
jerarquías eclesiásticas.
(13) De cierto os digo que donde quiera que se predique este evangelio, en
todo el mundo, también se contará lo que está hecho, para memoria de ella.
Aquí es donde nace una nueva directiva, específica y precisa. Aquí es donde
se gesta, notoriamente, el que resulta ser el Mandamiento Nº 85: Todo sacrificio
realizado por amor a Mí tiene perpetua influencia. Y no hablo de sacrificios
humanos, esto es más que claro.
(Mateo 26: 26)= Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, lo partió, y
dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo.
(27) Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de
ella todos; (28) porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es
derramada para remisión de los pecados.
Jesús usó la ocasión de la cena para inaugurar el nuevo pacto. El simbolismo
de la cena bajo el antiguo pacto, estaba a punto de ser plenamente satisfecho por
medio de la crucifixión de Cristo. En ese momento histórico, Jesús transformó el
significado de los elementos de la cena en los símbolos de su nuevo pacto.
(29) Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta
aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.
Observe con especial cuidado que Jesús no dice de ninguna manera como
muchos han enseñado, que en ese día volverá a beber el vino de nuevo (Lo que
significa “nuevamente”) con los reunidos con Él. Lo que está escrito es que lo beberá
nuevo, y no “de nuevo”.
Judas no estaba presente cuando Jesús instituyó la Cena. El pan y el vino son
solamente símbolos, que deben recordar a los seguidores de Cristo los tiempos de su
sacrificio redentor. De ninguna manera implica un ritual que consiga, por sí mismo,
algún tipo de estatura espiritual superior.
Porque salta a la vista que pasa a ser una especie de memorial levantado
anticipando su retorno, colocando como símbolo en cada paso a las festividades de la
boda del esposo. Con respecto al himno mencionado en el verso 30, considere que se
acostumbraba concluir la comida de Pascua cantando el Hallel, una parte de los
salmos.
Pero era un himno hebreo, alegre y contagioso, no uno de los gregorianos que
parecerían formar parte de nuestra liturgia por orden divina. Allí es donde se dejó de
lado el evangelio de gozo y alegría y se ingresó en el dominado por la angustia y la
tristeza, donde en lugar de dar gracias por la obra de Cristo en la cruz, se llora por una
muerte que en realidad no fue.
Por lo tanto, tenemos aquí el Mandamiento Nº 86: Beberé un vino nuevo con
ustedes en el Reino de mi Padre.
(Mateo 26: 36)= Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama
Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro.
Aquí hay algo que debería resultarles aleccionador a tanto legalista que
condena de inmediato a los cristianos anímicos: Jesús no solamente tenía un alma
como la nuestra, sino que incluso lo perturbaba en algún momento como también nos
ha sucedido a nosotros.
(40) Vino luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así
que no habéis podido velar conmigo una hora?
(41) Velad y orad, par que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está
dispuesto, pero la carne es débil.
(Mateo 28: 1)= Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la
semana, vinieron María Magdalena y la otra María a ver el sepulcro.
(2) Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del
cielo y llegando, removió la piedra y se sentó sobre ella.
Hay que aclarar algo sumamente importante en este tema. La piedra de la cual
se habla aquí, fue sacada de su lugar, no para que Jesús pudiera salir, ya que Él no
necesitaba esa ayuda, sino para que los testigos contemplaran la evidencia de una
tumba vacía.
(5) Mas el ángel, respondiendo, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque
yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado.
(6) No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue
puesto el Señor.
(8) Entonces ellas, saliendo del sepulcro con temor y gran gozo, fueron
corriendo a dar las nuevas a los discípulos. Y mientras iban a dar las nuevas a los
discípulos, (9) he aquí, Jesús les salió al encuentro, diciendo: ¡Salve! Y ellas,
acercándose, abrazaron sus pies y le adoraron.
(10) Entonces Jesús les dijo: No temáis; id, dad las nuevas a mis hermanos,
para que vayan a Galilea, y allí me verán.
(Mateo 28: 16-20)= Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte
donde Jesús les había ordenado.
Preste debida atención a un detalle. Pese a que, tal como se nos está
señalando aquí, algunos dudaban, es sumamente importante notar que la Gran
Comisión de la Iglesia nace en un claro contexto de adoración a Dios y no en otra
circunstancia ritual.
(19) Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; (20) enseñándoles que guarden
todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días,
hasta el fin del mundo. Amén.
En este último pasaje, nos quedan muy en claro los dos mandatos finales. El
primero, es el Mandamiento Nº 89: Hagan discípulos en todas las naciones. Y el
final, como consecuencia de todos los anteriores, es el Mandamiento Nº 90: Guarden
todas estas cosas que os he mandado.
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