DEFICIT FISCAL

SUPERAVIT FISCAL

Que es el Déficit
Es necesario antes de definir el término de déficit fiscal, hacer referencia a cada uno
de los conceptos que lo conforman por separado, para poder comprender la
complejidad de éste.
El término déficit hace referencia a una carencia de algo. En el aspecto económico,
está relacionado con el mal aprovechamiento de los recursos. Por lo tanto, se tiene
un déficit cuando la cantidad de dinero usada en todos los gastos en una empresa,
en el gobierno de un país, o en el presupuesto de una persona (egresos) es mayor
a la del dinero que recibe (ingresos); es decir, gasta más de lo que tiene y por lo
tanto se presenta un déficit.
En la teoría económica, este término es muy usado para asuntos fiscales y de
presupuesto y para asuntos comerciales. En este caso vamos a hacer referencia a
la cuestión fiscal. Fiscal viene de la palabra fisco, que significa tesoro del Estado.
La unión de ambos términos permite acceder a una noción de lo que el fisco adeuda,
es decir, se habla de dineros públicos, de dineros del Estado. tenemos entonces el
déficit fiscal que aparece cuando hay un mal manejo del dinero público, que trae
como consecuencia complicaciones económicas para todo el país.

Características
El déficit fiscal es la diferencia negativa entre los ingresos y los egresos públicos,
en donde el estado gasta más dinero del que recibe en un cierto plazo determinado
(normalmente un año).
El dinero que recibe el Estado lo obtiene, por ejemplo:
 de los impuestos que cobra a los ciudadanos
 de las ganancias que recibe por vender petróleo y otros recursos naturales.
 de préstamos que pide en el exterior o en el país, etc.
Sin embargo, el Estado también tiene una gran cantidad de gastos, por ejemplo:
 (los sueldos que le paga a sus funcionarios).
 inversión social e infraestructura
 Educación
 pagos de la deuda
 seguridad nacional etc.
por lo tanto, este déficit aparece cuando los ingresos recaudados no alcanzan para
cubrir aquellas obligaciones de pago que han sido comprometidas en el
presupuesto.
Para medir el déficit fiscal, la contabilidad nacional aplica diversos criterios respecto
a los pagos, los cobros y las obligaciones. Por lo general, el déficit se califica o se
juzga de acuerdo al porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) que representa.
Las administraciones públicas tienen la obligación de realizar un presupuesto para
saber cuáles serán sus ingresos y gastos en el próximo año. Por ello, sabrán con
anterioridad si un Estado va a tener o no déficit público. En este caso se conoce
como déficit presupuestario, porque hace referencia al déficit fiscal previsto por el
Gobierno al realizar los presupuestos del año siguiente.
Definiciones
Es importante señalar que cuando un país gasta más de lo que ingresa se dice que
tiene un déficit fiscal, si gasta lo mismo que ingresa, un presupuesto equilibrado y
si gasta menos que lo que entra en sus arcas, tiene un superávit.
Cuando un país se encuentra en etapa de crecimiento, es normal que presente un
superávit presupuestario dado que la sociedad pagará debidamente sus impuestos
y consumirá más bienes y servicios, pues contará con un empleo que se lo permitirá.
Por su parte, las empresas tendrán un nivel más elevado de beneficios, lo que traerá
como consecuencia positiva, un mayor ingreso del dinero fiscal.

Tipos de déficit fiscal

Déficit cíclico

Si estamos hablando de una economía que tiene desempleo, quiere decir que el
ingreso de esa economía va a ser más bajo, la recaudación de impuestos (barra
azul) menos que la (barra roja) que son gastos. Existe un déficit
Sin embargo, si la economía crece más, y se ubica en posición de pleno empleo es
decir su ingreso se ha incrementado y por lo tanto la recaudación tributaria se eleva,
se podría tener una situación de superávit
Se dice que es un déficit cíclico porque se da de acuerdo con el ciclo económico,
cuando la economía está en desempleo y tiene recesión entonces tenemos déficit,
pero si la economía está en una fase expansiva del ciclo económico es decir está
en su pleno empleo o cerca, tendera a darse el superávit
Este se convierte en un instrumento de política económica para enfrentar
situaciones de recesión y alto desempleo.
El gobierno observa entonces cuando hay recesión, cuando hay alto desempleo y
decide gastar más y recortar sus ingresos, de manera que se da el déficit fiscal
como un instrumento o una ayuda para hacer frente a esa situación de recesión.
Ejemplo: el gobierno observa que hay desempleo, que las empresas están
produciendo o vendiendo menos, que se está presentando una situación de
recesión y desempleo, entonces el gobierno decide gastar más, decide realizar
algunas obras de infraestructura, que además de solventar una necesidad significan
un mayor gasto, el gobierno le paga a empresas o paga más sueldos a sus
empleados, las empresas a su vez tienen que comprar materiales, o insumos que
tendrán que compran a otras empresas, estas otras empresas contratan más
personal, entonces las personas van a las tiendas a gastar más y se vuelve un
encadenamiento a todo el resto de la economía, es decir en términos generales se
eleva la demanda de todos los bienes y servicios.
Por lo tanto, el gasto del gobierno afectaría positivamente, estimulando la demanda
agregada, de manera que se empieza a dinamizar la economía, de esta forma
puede salir de su recesión y se empieza a elevar el nivel de empleo

Déficit estructural
Teoría
Uno de los más importantes economistas de la historia, John Maynard Keynes,
expuso en su teoría que los déficits fiscales eran una herramienta para reactivar una
economía cuando ésta se encontraba en recesión; sin embargo, esta teoría tiene
también muchas críticas, pues algunos teóricos sugieren, por el contrario, que los
déficits fiscales elevan el costo de vida de los ciudadanos, el cual se mide por medio
de la inflación.

¿Cómo cubre el estado el déficit fiscal?

Existen varios métodos utilizados por los gobiernos para poder pagar el déficit fiscal,
como la disminución del gasto, un aumento en los dineros que los ciudadanos deben
pagar al estado (impuestos), un aumento en la cantidad y monto de los préstamos
que solicita en el exterior o a nivel nacional, o con emisiones de dinero. Para poder
tener buenos resultados, todas estas herramientas se deben utilizar con mucho
cuidado, pues la disminución del gasto puede afectar las políticas sociales y de
inversión del gobierno; los impuestos pueden hacer que los ciudadanos dejen de
consumir y de invertir por pagar estos impuestos, lo cual haría que la economía de
los países no creciera; los préstamos aumentan la deuda del Estado (éste, al
competir con entidades privadas por el dinero, hace que aumenten las tasas de
interés que, a su vez, pueden llevar a una disminución de la inversión en el país); y,
por último, las emisiones de dinero pueden terminar generando un aumento de la
inflación.

Déficit fiscal y deuda pública

Por otro lado, cabe definir el término déficit fiscal y deuda pública, ya que muchas
veces se cree que son la misma cosa y, claramente, no lo son.
El déficit fiscal, como ya lo hemos dicho, se refiere a las pérdidas del Estado a lo
largo de un año; mientras que el segundo término hace referencia a la deuda que el
Estado ha asumido frente a sus acreedores en varios períodos, es decir el déficit
que ha acumulado. Al existir el déficit, el Estado debe recurrir a la deuda pública
para pagar la diferencia negativa de sus acciones económicas, de este modo,
ambos conceptos se retroalimentan.

Consecuencias del déficit fiscal

La relación que existe entre déficit fiscal y deuda pública es irrefutable, ya que juntas
conforman un círculo vicioso y permanente que se ve reflejado en la utilización de
la deuda pública para solventar los gastos del año anterior. Como consecuencia el
déficit se incrementa y cada año se hace más difícil de cubrir la deuda.

el déficit fiscal puede ocasionar la falta de liquidez y necesidad de financiación de

los gastos presupuestarios, ya sea mediante deuda (recurso más utilizado), como
demorar los pagos, y en ocasiones, si la diferencia entre ingresos y gastos es
grande, una administración puede ir a la quiebra. Es el caso de Grecia o Portugal
con la crisis de 2008, donde el estado no ha sido capaz de financiar sus gastos por
sí mismo, recurriendo a financiación exterior (rescate).