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Neumonía

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Neumonía

Rayos X de tórax donde se evidencia neumonía complicada en el lóbulo


inferior derecho con efusión.

Clasificación y recursos externos

Especialidad Neumología e infectología

CIE-10 J12, J13, J14, J15, J16, J17, J18, P23

CIE-9 480-486, 770.0

CIAP-2 R81

DiseasesDB 10166

MedlinePlus 000145

Sinónimos

 Pulmonía

Aviso médico

[editar datos en Wikidata]

La neumonía1 o pulmonía2 es una enfermedad del sistema respiratorio que consiste en


la inflamación de los espacios alveolares de los pulmones.3 La mayoría de las veces la
neumonía es infecciosa, pero no siempre es así. La neumonía puede afectar a un lóbulo
pulmonar completo (neumonía lobular), a un segmento de lóbulo, a los alvéolospróximos a
los bronquios (bronconeumonía) o al tejido intersticial (neumonía intersticial). La neumonía
hace que el tejido que forma los pulmones se vea enrojecido, hinchado y se vuelva
doloroso. Muchos pacientes con neumonía son tratados por médicos de cabecera y no
ingresan en los hospitales. La neumonía adquirida en la comunidad (NAC) o neumonía
extrahospitalaria es la que se adquiere fuera de los hospitales, mientras que la neumonía
nosocomial (NN) es la que se adquiere durante la estancia hospitalaria, una vez
transcurridas las 48 horas o dos semanas después de recibir el alta.
La neumonía puede ser una enfermedad grave si no se detecta a tiempo, y puede llegar a
ser mortal, especialmente entre personas de edad avanzada y entre
los inmunodeprimidos. En particular los pacientes de sida contraen frecuentemente la
neumonía por Pneumocystis. Las personas con fibrosis quística tienen alto riesgo de
padecer neumonía debido a que continuamente se acumula fluido en sus pulmones.
Puede ser altamente contagiosa, ya que los microorganismos causantes de dicha
enfermedad se diseminan rápidamente en el aire, y pueden propagarse por medio
de estornudos, tos y mucosidad; un paciente que ha padecido neumonía puede quedar
con secuelas de ésta en su organismo por mucho tiempo, esto lo hace potencialmente
contagioso y las personas más propensas a contraerla son las que estén en curso de
una gripe o un cuadro asmático, entre otras enfermedades del aparato respiratorio.

Índice

 1Fisiopatología

o 1.1Virus

 2Clasificación

o 2.1En función del ámbito de adquisición

o 2.2Clasificación pronóstica

 3Causas

 4Signos y síntomas

 5Diagnóstico

 6Tratamiento

 7Véase también

 8Referencias

 9Enlaces externos

Fisiopatología[editar]
Tipos de neumonía

Los casos de neumonía infecciosa a menudo


presentan una tos que produce un esputo (flema) de
color marrón o verde y una fiebrealta que puede ir
acompañada de escalofríos febriles. La disnea es el
signo temprano más específico y sensible. El dolor
torácico pleurítico también es común, (dolor agudo o Neumonías infecciosas
punzante que aparece o empeora cuando se respira
hondo.) Los enfermos de neumonía pueden toser
sangre, sufrir dolores de cabeza o presentar una piel
sudorosa y húmeda. Otros síntomas posibles son falta  Neumonía bacteriana
de
apetito, cansancio, cianosis, náuseas, vómitos y dolor  Neumonía vírica
es articulares o musculares. Las formas menos
comunes de neumonía pueden causar otros síntomas,
por ejemplo, la neumonía causada por Legionella, ya  Neumonía por hongos
que puede causar dolores abdominales y diarrea,4
mientras que la neumonía provocada
 Neumonía por parásitos
por tuberculosis o Pneumocystis puede causar
únicamente pérdida de peso y sudores nocturnos. En
las personas mayores, la manifestación de la  Neumonía atípica
neumonía puede no ser típica. Pueden desarrollar una
confusión nueva o más grave, o experimentar
desequilibrios, provocando caídas.5 Los niños con  Neumonía adquirida en la
neumonía pueden presentar muchos de los síntomas comunidad
mencionados, pero en muchos casos simplemente
están adormecidos o pierden el apetito.
 Neumonía asociada a
Los síntomas de la neumonía requieren una
evaluación médica inmediata. La exploración física ventilación mecánica
por parte de un asistente sanitario puede revelar
fiebre o a veces una temperatura corporal baja, una
velocidad de respiración elevada (taquipnea),  Síndrome agudo
una presión sanguínea baja (hipotensión), un ritmo respiratorio
cardíaco elevado (taquicardia), o una baja saturación
de oxígeno (SatO2), que es la cantidad de oxígeno en Neumonías causadas por agentes
la hemoglobina bien revelada por pulsioximetría o por infecciosos o no infecciosos
gasometría arterial (GASA). Los enfermos que tienen
dificultades para respirar (disnea), están confundidos
o presentan cianosis (piel azulada) y necesitan de  Neumonía aspirativa
atención inmediata.
La exploración física de los pulmones puede ser  Neumonía lipoidea
normal, pero a menudo presenta una expansión
(amplexión) mermada del tórax en el lado afectado,
respiración bronquial auscultada  Neumonía eosinófila
con fonendoscopio (sonidos más ásperos
provenientes de las vías respiratorias más grandes,  Bronquiolitis obliterante
transmitidos a través del pulmón inflamado y
consolidado) y estertores perceptibles en el área con neumonía organizativa
afectada durante la inspiración. La percusión puede
Neumonías no infecciosas
ser apagada (mate) sobre el pulmón afectado, pero
con una resonancia aumentada y no mermada (lo que
la distingue de un embalse pleural). Aunque estos
signos son relevantes, resultan insuficientes para  Neumonía química
diagnosticar o descartar una neumonía; de hecho, en
estudios se ha demostrado que dos médicos pueden
llegar a diferentes conclusiones sobre el mismo paciente.
Virus[editar]
Neumonía. Subtítulos disponibles.
Los virus necesitan invadir las células para su reproducción. Normalmente los virus llegan
al pulmón a través del aire, siendo inhalados por la boca o la nariz, o al ingerir un alimento.
Una vez en el pulmón, los virus invaden las células de revestimiento de las vías aéreas y
los alvéolos. Esta invasión a menudo conduce a la muerte celular, ya sea directamente o
por medio de apoptosis. Cuando el sistema inmune responde a la infección viral provoca
más daño pulmonar. Los leucocitos, principalmente los linfocitos, activan una variedad de
mediadores químicos de inflamación ―como son las citoquinas, que aumentan la
permeabilidad de la pared bronquio alveolar permitiendo el paso de fluidos―. La
combinación de destrucción celular y el paso de fluidos al alvéolo empeora el intercambio
gaseoso.
Además del daño pulmonar, muchos virus infectan a otros órganos y pueden interferir
múltiples funciones. La infección viral también puede hacer más susceptible al huésped a
la infección bacteriana.67
Las neumonías virales son causadas principalmente por el virus de la influenza, virus
sincitial respiratorio, adenovirus. El virus del herpes es una causa rara de neumonía
excepto en recién nacidos. El citomegalovirus puede causar neumonía en
inmunodeprimidos.8

Clasificación[editar]
Las neumonías puede clasificarse en:

 En función del agente causal:

o neumocócica

o neumonía estafilocócica

o Neumonía por Klebsiella

o Neumonía por Legionella

 Por la afectación anatomopatológica:

o Neumonía alveolar o lobar: afecta múltiples alvéolos, que se encuentran


llenos de exudado pudiendo incluso comprometer un lóbulo completo; no obstante
los bronquiolos están bastante respetados, motivo por el cual se puede observar
en ocasiones el fenómeno radiológico conocido como broncograma aéreo. Esta es
la presentación típica de la neumonía neumococica.

o Neumonía multifocal o bronconeumonía: afecta a los alveolos y a los


bronquiolos adyacentes; la afectación suele ser segmentaria múltiple, pero es raro
que afecte a un lóbulo completo; debido a la afectación de bronquiolos, no se
aprecia el signo del broncograma aéreo. Suele manifestarse de este modo la
neumonía por Gram negativos y por staphylococcus aureus.
o Neumonía intersticial: como su nombre lo dice afecta la zona del intersticio,
respetando la luz bronquial y alveolar. Suele ser la forma de manifestación de virus
y otros gérmenes atípicos o de Pneumocystis jirovecii, aunque en ocasiones
pueden producirla bacterias comunes.

o Neumonía necrotizante o absceso pulmonar: algunos gérmenes pueden


producir necrosis en el parénquima pulmonar, que radiológicamente aparecen
como zonas hiperlucentes en el seno de un área condensada; dependiendo de
que haya una única cavidad grande (mayor a 2 cm) o múltiples cavidades
pequeñas, se habla respectivamente de absceso pulmonar o neumonía
necrotizante.

 En función de la reacción del huésped:

o Neumonía supurada.

o Neumonía fibrinosa.9

 En función del tipo de huésped:

o Neumonía en paciente inmunocompetente.

o Neumonía en paciente inmunodeprimido.


Esta diferenciación puede determinar un espectro etiológico totalmente diferente; el tipo de
inmunodepresión, su intensidad y su duración influyen en las principales etiologías a
considerar y en el diagnóstico diferencial, pronóstico, manejo diagnóstico y terapéutico
aconsejable.
En función del ámbito de adquisición[editar]

 Adquiridas en la comunidad (o extrahospitalarias). Ha sido definida como una


infección de los pulmones provocada por una gran variedad de microorganismos
adquiridos fuera del ámbito hospitalario y que determinan la inflamación del
parénquima pulmonar y de los espacios alveolares. Esta tipo de neumonía se adquiere
en el seno de la población en general y se desarrolla en una persona no hospitalizada
o en los pacientes hospitalizados que presentan esta infección aguda en las 24 a 48
horas siguientes a su internación.

 Neumonías hospitalarias o nosocomiales (actualmente se prefiere el


término Neumonía asociada al cuidado de la Salud[cita requerida]): Presentan mayor
mortalidad que la neumonía adquirida en la comunidad. Ocurre a las 48 horas o más
después de la admisión hospitalaria, se deben excluir las enfermedades que se
encontraban en período de incubación al ingreso. En el hospital se da la conjunción de
una población con alteración de los mecanismos de defensas, junto a la existencia de
unos gérmenes muy resistentes a los antibióticos, lo que crea dificultades en el
tratamiento de la infección.
Clasificación pronóstica[editar]
Fine o PSI.
Existen dos clasificaciones pronósticas de la neumonía o pulmonía:

 Clasificación de Fine o PSI (pneumonia severity index o PSI). Esta clasificación


asigna una puntuación en función de 20 parámetros; con esa puntuación se clasifica
en uno de los 5 estratos, diferenciados por su mortalidad. La estrategia de este
sistema de clasificación se basa en que la mortalidad a los 30 días es distinta para
cada grupo. Los pacientes clasificados en los grupos I y II son los de menor riesgo,
con una mortalidad inferior a 2 %, y la mayoría pueden ser tratados de forma
ambulatoria, debe tomarse en cuenta que un paciente menor de 50 años, sin ninguna
de las enfermedades enunciadas en el cuadro, con esta de conciencia normal y sin
alteraciones importantes de signos vitales, puede asignarse al grupo I, sin necesidad
de determinaciones analíticas. Por el contrario, los pacientes clasificados en los
grupos IV y V son los de mayor riesgo, con una mortalidad que oscila entre 15 y 25 %
y deben ser ingresado. La conducta a seguir en los pacientes clasificados en el grupo
III, considerar de riesgo intermedio, con una mortalidad cercana al 4 %, no está
todavía bien definida, puede permanecer en el servicio de urgencias un periodo de
observación para decidir su ingreso o tratamiento ambulatorio.

 Clasificación CURB65 o CRB65. El modelo CURB65 o CRB65 valora 5 aspectos


y la edad mayor a 65 (de ahí el acrónimo CURB65), el cual permite estratificar a los
pacientes en 5 categorías de gravedad, con probabilidades de muerte entre 0,7 % si
tiene 0 puntos, al 40 % si tiene 4 puntos o más. También es útil para valorar la
necesidad de ingreso.
CURB65.
De cualquier forma, la decisión debe ser individualizada en cada caso, basada en la
experiencia y el sentido común y, en lo posible, debe tener en cuenta las posibilidades del
paciente.

Causas[editar]
La neumonía puede ser causada por varios agentes etiológicos:

 Múltiples bacterias, como neumococo (Streptococcus pneumoniae), Mycoplasmas


pneumoniae, Chlamydias pneumoniae.10

 Distintos virus.

 Hongos, como Pneumocystis jiroveci, cándida.

 En recién nacidos las neumonías suelen ser causadas por: Streptococcus


pneumoniae, Staphylococcus aureus y ocasionalmente bacilos gram negativos.

 En lactantes (niños de un mes a dos años) y preescolares (niños de dos años a


cinco años): el principal patógeno bacteriano es el Streptococcus pneumoniae,
además ocasionalmente es causada por la Chlamydia trachomatis y por
el Mycoplasma pneumoniae.

 En niños mayores de cinco años: Streptococcus pneumoniae y Mycloplasma


pneumoniae.

 En inmunocomprometidos: bacterias gramnegativas, Pneumocystis


jiroveci, citomegalovirus (CMV), hongos, y Micobacterium tuberculosis.8

 En ocasiones se puede presentar neumonías por bacterias anaeróbicas, en el caso


de personas que tienen factores de riesgo para aspirar contenido gástrico a los
pulmones, existe un riesgo significativo de aparición de abscesos pulmonares.

 En las neumonías nosocomiales: Pseudomonas aeruginosa, hongos


y Staphylococcus aureus.
 En personas adultas: Streptococcus pneumoniae y virus influenza.

 En los casos de neumonía atípica: virus, Mycoplasma pneumoniae y Chlamydia


pneumoniae.
Diversos agentes infecciosos ―virus, bacterias y hongos― causan neumonía, siendo los
más comunes los siguientes:

 Streptococcus pneumoniae: la causa más común de neumonía bacteriana en


niños;

 Haemophilus influenzae de tipo b (Hib): la segunda causa más común de


neumonía bacteriana;

 El virus sincitial respiratorio es la causa más frecuente de neumonía vírica.

 Pneumocystis jiroveci es una causa importante de neumonía en niños menores de


seis meses con VIH/sida, responsable de al menos uno de cada cuatro fallecimientos
de lactantes seropositivos al VIH.

Signos y síntomas[editar]

Crujido de neumonía

MENÚ
0:00

Crujido de una persona con


neumonía utilizando un estetoscopio.

¿Problemas al reproducir este archivo?

Los siguientes síntomas pueden estar relacionados con la enfermedad:11

 Generalmente, es precedida por una enfermedad como la gripe o el catarro común.

 Fiebre prolongada por más de tres días, en particular si es elevada.

 La frecuencia respiratoria aumentada:

o recién nacidos hasta menos de tres meses: más de 60 por minuto,

o lactantes: más de 50 por minuto,

o preescolares y escolares: más de 40 por minuto,

o adultos: más de 20 por minuto.

 Se produce un hundimiento o retracción de las costillas con la respiración, que se


puede observar fácilmente con el pecho descubierto.
 Las fosas nasales se abren y se cierran como un aleteo rápido con la respiración.
(Esto se da principalmente en niños).

 Quejido en el pecho como asmático al respirar.

 Las personas afectadas de neumonía a menudo tienen tos que puede producir una
expectoración de tipo mucopurulento (amarillenta), fiebre alta que puede estar
acompañada de escalofríos. Limitación respiratoria también es frecuente así como
dolor torácico de características pleuríticas (aumenta con la respiración profunda y con
la tos). También pueden tener hemoptisis (expectoración de sangre por la boca
durante episodios de tos) y disnea. Suele acompañarse de compromiso del estado
general (anorexia, astenia y adinamia).

 Al examen físico general es probable encontrar taquicardia, taquipnea y baja


presión arterial, ya sea sistólica o diastólica.

 Al examen físico segmentario, el síndrome de condensación pulmonar es a


menudo claro;

o a la palpación: disminución de la expansión y de la elasticidad torácica y


aumento de las vibraciones vocales;

o a la percusión: matidez.

o a la auscultación: disminución del murmullo vesicular. Puede presentarse


un cuadro compuesto de soplo tubario rodeado por una corona de estertores
crepitantes.

 El paciente infantil tiene la piel fría, tose intensamente, parece decaído, apenas
puede llorar y puede tener convulsiones, se pone morado cuando tose, no
quiere comer (afagia), apenas reacciona a los estímulos. El cuadro clínico es similar
en el paciente adulto.

 En adultos sobre 65 años es probable una manifestación sintomática muchísimo


más sutil que la encontrada en personas jóvenes.

Diagnóstico[editar]

Neumonía apical derecha.


Muestras de diagnóstico
a) Pulmón sano.
b) Pulmón con neumonía.
El diagnóstico de neumonía se fundamenta tanto en la clínica del paciente como en
resultado de Rx. Generalmente se usan la Rxde tórax (posteroanterior y lateral), analítica
sanguínea y cultivos microbiológicos de esputo y sangre.12 La radiografía de tórax es el
diagnóstico estándar en hospitales y clínicas con acceso a rayos x.
En personas afectadas de otras enfermedades (como sida o Enfisema) que desarrollan
neumonía, la Rx de tórax puede ser difícil de interpretar. Un TAC u otros test son a
menudo necesarios en estos pacientes para realizar un diagnóstico diferencial de
neumonía.

Tratamiento[editar]
Principal antibiótico por agente bacteriano

Frecuencia
Subtipo histológico Antibiótico
(%)

En adultos sanos:

 Azitromicina o

 Doxiciclina.
Streptococcus pneumoniae13 31,1 Comorbilidades:

 Levofloxacino o

 Moxifloxacino o

 Amoxicilina.
 Oxacilina o

 Cefuroxima o
Staphylococcus aureus 0,4
 Cefazolina o

 Amoxicilina y ácido
clavulánico

 Cefuroxima o

 Trimetoprim-
sulfametoxazol o

 Cefotaxima o

Moraxella catarrhalis 0,4  Ceftriaxone o

 Ceftazidima o

 Ciprofloxacino o

 Levofloxacina o

 Azitromicina

 Clindamicina o
Streptococcus pyogenes 0,4
 Penicilina G o

 Vancomicina

 Penicilina G o

 Ceftriaxone o

 Cefotaxima o

 Ceftriaxone o
Neisseria meningitidis 0,4
 Cloranfenicol o

 Ciprofloxacino o

 Rifampina o

 Eritromicina
Klebsiella pneumoniae 0,4
 Cefotaxima o
 Ceftriaxone o

 Gentamicina o

 Amikacina o

 Piperacilina o

 Imipenem o

 Ciprofloxacino o

 Trimetoprim-
sulfametoxazol

 Azitromicina o

 Doxiciclina.

 Cefotaxima o
Haemophilus influenzae 0,4
 Ceftriaxone o

 Amoxicilina o

 Ampicilina o

 Cloranfenicol
Neumonía Legionella
23,2
atípica pneumophila
Mycoplasma
3,0
pneumoniae
Chlamydophila
1,2
pneumoniae
Pneumocystis jiroveci 10,7
Tuberculosis 0,4

La mayoría de los casos de neumonía puede ser tratada sin hospitalización. Normalmente,
los antibióticos orales, reposo, líquidos, y cuidados en el hogar son suficientes para
completar la resolución. Sin embargo, las personas con neumonía que están teniendo
dificultad para respirar, las personas con otros problemas médicos, y las personas
mayores pueden necesitar un tratamiento más avanzado. Si los síntomas empeoran, la
neumonía no mejora con tratamiento en el hogar, o se producen complicaciones, la
persona a menudo tiene que ser hospitalizada.
Los antibióticos se utilizan para tratar la neumonía bacteriana. En contraste, los
antibióticos no son útiles para la neumonía viral, aunque a veces se utilizan para tratar o
prevenir las infecciones bacterianas que pueden ocurrir en los pulmones dañados por una
neumonía viral. La elección de tratamiento antibiótico depende de la naturaleza de la
neumonía, los microorganismos más comunes que causan neumonía en el área
geográfica local, y el estado inmune subyacente y la salud del individuo.
El tratamiento de la neumonía debe estar basada en el conocimiento del microorganismo
causal y su sensibilidad a los antibióticos conocidos. Sin embargo, una causa específica
para la neumonía se identifica en solo el 50% de las personas, incluso después de una
amplia evaluación. En el Reino Unido, la amoxicilina y la claritromicina o la eritromicina son
los antibióticos seleccionados para la mayoría de los pacientes con neumonía adquirida en
la comunidad; a los pacientes alérgicos a las penicilinas se les administra la eritromicina en
vez de amoxicilina. En Estados Unidos, donde las formas atípicas de neumonía adquiridas
en la comunidad son cada vez más comunes, la azitromicina, la claritromicina y las
fluoroquinolonas han desplazado a amoxicilina como tratamiento de primera línea. La
duración del tratamiento ha sido tradicionalmente de siete a diez días, pero cada vez hay
más pruebas de que los cursos más cortos (tan corto como tres días) son suficientes. 14
Entre los antibióticos para la neumonía adquirida en el hospital se pueden incluir
la vancomicina, la tercera y cuarta generación de cefalosporinas, las carbapenemas, las
fluoroquinolonas y los aminoglucósidos. Estos antibióticos se suelen administrar por vía
intravenosa. Múltiples antibióticos pueden ser administrados en combinación, en un intento
de tratar todos los posibles microorganismos causales. La elección de antibióticos varía de
un hospital a otro, debido a las diferencias regionales en los microorganismos más
probables, y debido a las diferencias en la capacidad de los microorganismos a resistir a
diversos tratamientos antibióticos.
Las personas que tienen dificultad para respirar debido a la neumonía puede requerir
oxígeno extra. Individuos extremadamente enfermos pueden requerir de cuidados
intensivos de tratamiento, a menudo incluyendo intubación y ventilación artificial.
La neumonía viral causada por la influenza A pueden ser tratados con amantadina o
rimantadina, mientras que la neumonía viral causada por la influenza A o B puede ser
tratado con oseltamivir o zanamivir. Estos tratamientos son beneficiosos solo si se inició un
plazo de 48 horas de la aparición de los síntomas. Muchas cepas de influenza A H5N1,
también conocida como influenza aviar o «gripe aviar», han mostrado resistencia a
la amantadina y la rimantadina. No se conocen tratamientos eficaces para las neumonías
virales causadas por el coronavirus del SRAS, el adenovirus, el hantavirus o el
parainfluenza virus.
OTROS

El grupo de riesgo de la neumonía en países desarrollados son


las personas mayores de 65 años. Esta patología afecta cada
año a más de 100.000 adultos en España. Más del 40% requieren
de hospitalización. La neumonía ocupa el tercer puesto en el
ránking de causas de mortalidad en adultos.

¿Qué es la Neumonía?
La neumonía es una patología respiratoria que afecta al pulmón.
Se trata de una inflamación respiratoria aguda.

Se caracteriza por la multiplicación de los microorganismos en


el interior de los alvéolos, esto provoca una infección en los
pulmones e, incluso, afecciones respiratorias. Cuando el cuerpo
lucha por combatir la infección, los alvéolos pulmonares se
inflaman y se llenan de fluidos. La respiración se vuelve difícil y
dolorosa.

Es la infección que provoca más ingresos hospitalarios,


sobretodo en el caso de los ancianos, ya que son
extremadamente vulnerables a ésta enfermedad. La incidencia
es más alta durante el invierno.

¿La neumonía en ancianos es


contagiosa?
Es importante remarcar que la neumonía no es contagiosa, pero
los virus y las bacterias que la provocan si.Esto significa que
por estar en contacto con enfermos de neumonía no
necesariamente tendremos ésta enfermedad, sino que podemos
desarrollar otros síntomas relacionados con afecciones
respiratorias como congestión, dolores de garganta, tos...

Causas principales neumonía en


ancianos
La neumonía se produce cuando un germen infeccioso invade el
tejido pulmonar. Estos gérmenes pueden ser bacterias, virus o
hongos y llegan por las vías respiratorias, por la faringe o por
vía sanguínea.

La tos y algunas células de nuestras vías respiratorias son el


mecanismo de defensa para evitar que lleguen las bacterias y
los virus a nuestros pulmones. Si estas defensas se debilitan,
facilitan la entrada de gérmenes al pulmón y la producción de
infecciones. Algunos de los factores riesgos que influyen a la
alteración de los mecanismos de defensa son:
o Enfermedades crónicas: diabetes, cardiopatías,
hepatopatías, cáncer, virus VIH, enfermedad renal o
enfermedad pulmonar crónica (asma, bronquitis…)

o Consumo de tabaco, alcohol y otras drogas

o Exposición a drogas por vía paternal

o Desnutrición o obesidad

o Falta de higiene oral y dental

o Demencia

o Gripe

o Varicela

o Bajo nivel de inmunidad

o Tratamientos inmunosupresores o con corticoides


crónicos (quimioterapia, diálisis…)

o Residentes en centros de enfermos crónicos, de larga


estancia o de tercera edad

Sin embargo, en el 50% de los casos, no se determina el agente


responsable de la neumonía.

Cuando hablamos de personas mayores de 65 años, a parte de


estos factores riesgo, también debemos tener en cuenta que la
edad avanzada favorece la entrada de infecciones, debido a la
disminución de las defensas y la presencia de otras
enfermedades.

Demenecia: Señal Neumonía en


ancianos
Cuando una persona de edad avanzada sufre algún tipo de
neumonía, puede no notar ningún tipo de síntoma ni
malestar. En estos casos, ciertas infecciones como la
neumonía, se han asociado con el aumento de riesgo de la
aparición de demencia o de la enfermedad de Alzheimer en
personas mayores de 65 años.

La demencia suele ser un deterioro cognitivo suficiente para


interferir en el día a día del paciente. Los síntomas más
comunes cuando la demencia es el resultado de una lesión o
infección como la neumonía son:

o Pérdidas de memoria a corto plazo

o Delirios. Problemas de comunicación y lenguaje

o Problemas de concentración y atención

o Confusión

o El razonamiento y el juicio pueden verse afectados

o Desorientación

o La percepción visual puede alterarse.

*Para poder considerarse demencia, deben aparecer por lo


mínimo 2 de estos síntomas. Un cambio importante y repentino
de conducta en el paciente es lo que debe llamar la atención de
la familia y de los cuidadores para acudir al médico.

Cómo evoluciona una neumonía


en ancianos
La neumonía se caracteriza por unos síntomas concretos,
pero no todos los pacientes experimentan los mismos. Los
síntomas más típicos de la neumonía son:
o Tos extrema, seca o con mocos, incluso, con sangre y
pus

o Fiebre

o Escalofríos

o Sonidos de afección respiratoria

Cuando la neumonía evoluciona, se pueden experimentar


algunos síntomas más graves, a parte de los anteriores, como:

o Acumulación de pus y líquidos en el pulmón

o Destrucción del tejido pulmonar Insuficiencia


respiratoria

o Dolores de cabeza

o Dolores musculares y articulares

o Alteraciones gastrointestinales

o Taquicardia Malestar general

o Cansancio

o Desorientación y alteraciones del estado de


consciencia

En el caso de neumonía en ancianos suele acabar en larga


hospitalización, debido a las complicaciones potenciales.
Además, en el caso de las personas mayores de 65 años, los
síntomas pueden ser más inespecíficos y aparecer con menos
manifestaciones.

Tener neumonía puede conllevar graves consecuencias para una


persona anciana. El riesgo de sufrir enfermedades
cardiovasulares aumenta diez veces después de los 30 días de
hospitalización.

Neumonía: Complicaciones
potenciales
Los ancianos son muy vulnerables a ciertas enfermedades. La
edad avanzada favorece la entrada de infecciones, debido a que
sus defensas son más bajas y suele existir la presencia de otras
patologías o enfermedades crónicas.

Existen una serie de factores riesgos a tener en cuenta en la


aparición y complicación de la neumonía en ancianos:

o Demencia

o Disminución de las defensas y bajo nivel de inmunidad

o Desnutrición o obesidad

o Enfermedades crónicas

o Gripe

o Estada en residencia de larga estancia, de tercera


edad o centros de día

Posibilidades de sobrevivir a una


neumonía
Existen ciertos tratamientos que ayudan a la mejora del estado
de salud del paciente. Normalmente, cuando la neumonía está
presente en personas mayores de 65 años, habrá un ingreso
hospitalario.
La neumonía en ancianos hospitalizados suele mejorar
rápidamente, ya que los profesionales sanitarios se ocupan de
ayudarles a mejorar la respiración, a obtener los nutrientes
necesarios y a ingerir los antibióticos correspondientes.

El problema empieza cuando el anciano hospitalizado recibe el


alta, ya que aún seguirá experimentando algunos síntomas
cuando llegue a su hogar. Aquí es donde existe más riesgo de
recaída y con más complicaciones.

Las recaídas de neumonía en ancianos pueden ser muy


preocupantes para su salud. Aquí es cuando requieren de
excesivos cuidados y del apoyo de cuidadores especializados en
neumonía. Cuando una persona mayor sufre una recaída de
neumonía pueden llegar a padecer alguna enfermedad
cardiovascular.

Prevención neumonía en
ancianos
La neumonía es una de las enfermedades con más mortalidad
en el mundo, por ello, es de vital importancia evitar esta
infección en cualquier tipo de paciente, ya sea anciano, adulto,
joven o niño.

Es muy importante tener presentes las causas de la neumonía


para poder cuidar nuestra salud y evitar los factores riesgo. Una
vez alguien de nuestro entorno ha contraído la enfermedad,
existen ciertas medidas para prevenir el contagio de la
neumonía:

o Es esencial tomar medidas de higiene como lavarnos


las manos con frecuencia y utilizar mascarillas.

o Debemos controlar los factores ambientales. Debemos


mantener el hogar limpio y libre de toxinas.

o Mantener una dieta saludable


o Hacer ejercicio físico de manera habitual

o No fumar y no consumir alcohol

o Vacunación contra la gripe

o Vacunación contra el neumococo

Estas medidas son de especial importancia en personas que


mantienen contacto con pacientes que padecen alguna
enfermedad contagiosa y en todos los profesionales sanitarios;
médicos, cuidadores, auxiliares...

Prevenir la gripe en ancianos


Una forma de prevenir la neumonía en ancianos es controlar sus
causas, principalmente la aparición de la gripe. Existen ciertos
pasos que pueden ayudar a nuestros mayores a evitar el virus
de la gripe:

o Mantén una dieta equilibrada

o Vacúnate una vez al año

o Haz ejercicio físico como salir a caminar

o Lávate las manos con frecuencia

o Evita compartir vasos, cubiertos, toallas y otros


utensilios que puedan estar en contacto directo con la
saliva

o Mantente hidratado

o Tápate la boca y la nariz al estornudar o toser; con el


brazo o un pañuelo
o Utiliza pañuelos desechables y evita repartirlos por la
casa

o Evita entornos cerrados, sin ventilación y con mucha


gente

Recuperación neumonía
ancianos
El tratamiento más básico y fundamental de la neumonía es el
uso de antibióticos. Cuando se origina por una gripe grave se
usan antivirales. Para ayudar a los antibióticos a cumplir su
función debemos mantener al paciente hidratado y en
reposo. Los analgésicos y los antitérmicos también son
eficaces.

En los casos de neumonías más graves podría ser necesario el


tratamiento de oxigenoterapia, según el oxígeno arterial del
paciente. Si siguen las complicaciones, éste necesitará
medicación broncodilatadora.

Para escoger el tratamiento más adecuado para cada paciente,


deberemos tener en cuenta el riesgo y los síntomas que
presenta cada uno.

Cuidados de enfermería para


neumonía en ancianos
Cuando el paciente con neumonía regresa a casa, aún
experimenta ciertos síntomas de la enfermedad que irán
mejorando poco a poco:

o La tos se irá reduciendo lentamente, en un período de


7 a 14 días
o El paciente experimentará insomnio y falta de apetito
durante una semana

o El nivel de energía se recuperará lentamente en dos o


más semanas

Una vez en casa, deberemos ejecutar algunos cuidados de


enfermería y algunas precauciones para asegurar la
disminución de los síntomas y la buena recuperación de la
neumonía del anciano. Para seguir mejorando sin
complicaciones podemos aplicar al paciente algunos cuidados
extras:

o Colocar un trozo de tela húmeda y caliente sin apretar


sobre la nariz y la boca

o Respirar aire húmedo y caliente ayuda a aflojar la


mucosidad pegajosa

o Respira hondo 2 o 3 veces cada hora. Esto le ayudará


a abrir las vías respiratorias del pulmón Intenta que el
paciente esté en reposo y descanse lo máximo posible

o Mientras el paciente está acostado, dale palmaditas


en el pecho suavemente unas cuantas veces, así le
ayudarás a sacar los mocos acumulados

o Haz que el paciente tome agua, jugo o té suave. Al


menos de 1,5 a 2,5 litros diarios

o No consuma tabaco, alcohol u otras drogas

o Siga en todo momento las pautas del médico

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