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Invocar el nombre del Señor

1 Corintios: 1-3
Pablo, llamado por la voluntad de Dios a ser apóstol de Cristo Jesús, saluda, junto con el
hermano Sóstenes, a los que forman la iglesia de Dios que está en Corinto, que en Cristo
Jesús fueron santificados y llamados a formar su pueblo santo, junto con todos los que en
todas partes invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor nuestro y del pueblo
santo. Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo derramen sobre ustedes su gracia y su
paz.

1. Dios llama:
Por su voluntad Dios llama: Voluntad: cosa deseada, algo que se quiere,
Dios quiso llamar a Pablo, de la misma forma que quiso llamarnos a nosotros al
ministerio, sea cual sea la labor que desempeñamos, Él quiso llamarnos.

Dios quiso llamarnos para servirle en el lugar en el que estamos, así como quiso
llamarle a usted a servirle en el lugar en el que está.

2. Dios da un propósito:
A Pablo lo llamó a ser apóstol ¿Qué es apóstol?
delegado; específicamente embajador del evangelio; oficialmente comisionado de
Cristo [«apóstol»]. Quien recibe la delegación de una tarea.
Nos llamó para ser sus mensajeros o emisarios, para que habláramos al mundo el
mensaje que Él nos ha hecho conocer, el mensaje que Él nos ha dado.

¿Cuál es el propósito:
Invocar: dar derecho; por implicación invocar por ayuda, en adoración, dando
testimonio, ayuda en la toma de decisiones etc.:
Literalmente: llamar sobre, tiene el significado de apelar, invocar, llamar sobre, para
sí mismo; esto es, en favor de uno mismo; o en el sentido de invocar en
reconocimiento y adoración, haciendo uso del nombre del Señor.

En Colombia Dios está abriéndonos las puertas para desenvolvernos en el área de la


enseñanza: Curso fundamental, capacitando potenciales misioneros, a comunidades
indígenas con Planificando el futuro de mi idioma, oralidad.

3. Dios santifica para el propósito:


Santificar: Significa poner aparte para Dios, santificar, hacer una persona o cosa lo
opuesto a koinos, común. «Se utiliza en el creyente:
a. Al hecho de poner aparte al creyente para Dios (Hch 20.32; cf. Ro 15.16);
b. Del efecto sobre el creyente de la muerte de Cristo (Heb 10.10, dicho de
Dios, y 2.11; 13.12, dicho del Señor Jesús);
c. De la separación del creyente del mundo en su conducta, por el Padre por
medio de la Palabra (Jn 17.17,19);
d. Del creyente que se aparta de aquellas cosas que deshonran a Dios y su
evangelio (2 Ti 2.21).
«Por cuanto cada creyente es santificado en Cristo Jesús (1 Co 1.2, cf. Heb 10.10),
una designación frecuente en el NT para todos los creyentes es «santos» esto es,
«santificados».
Así la santidad, o santificación, no es un logro, sino el estado al que Dios, en su
gracia, llama a los pecadores, y en el que comienzan su curso como cristianos (Col
3.12; Heb 3.1)»
Pero los creyentes son llamados a santificarse (en consecuencia a su llamamiento, 2
Ti 1.9), purificándose de toda contaminación, abandonando el pecado, viviendo una
vida santa (1 P 1.15; 2 P 3.11), y experimentando comunión con Dios en su santidad.

Estamos estudiando, pero cada curso intensivo que hemos hecho ha sido un tiempo
de búsqueda del Señor, de encuentro con su presencia.

4. Dios nos da Gracia y nos da paz.


En su misericordia y por su inmenso amor con el que nos amó, Dios nos ha dado
infinita gracia y nos ha dado paz en medio de todas las circunstancias. Nuestro
Padre celestial ha cuidado de nosotros.

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