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Reglas básicas

# 1. No existen las obviedades

Los proyectos mal planificados y documentados suelen generar fricción entre los miembros
y mensajes del estilo: “Cómo es posible que no lo sepa”, “Es de cajón”, “No lo dije porque
lo daba por sentado”, “Era obvio”… Esto ocurre por dar las cosas por hechas o por
aclaradas, pero, realmente, a la hora de documentar, no existen las obviedades, todo debe
estar especificado hasta el último detalle.

Así que lista, recréate, repite… más vale pasarte de pesado que de escueto, dado que lo que
para ti es obvio, para otra persona puede que no lo sea.

En la Universidad de Harvard un profesor demostraba a sus alumnos cómo no hay que dar
nunca nada por sentado ni siquiera para preparar una tostada. ¡Y lo hacía para explicarles
qué es un algoritmo! No te pierdas este vídeo porque es francamente bueno:

# 2. Piensa en quién va a leer el documento

Que todos los miembros del equipo habléis castellano o inglés, no significa que todos
entendáis lo mismo al utilizar las mismas palabras.

Informáticos, diseñadores, gente de marketing… están programados de manera diferente,


tienen una estructura mental distinta y utilizan su propia jerga. Como coordinador del
proyecto, intenta adaptar el lenguaje de cada documento a la persona que lo va a leer,
y del mismo modo, incluye tan sólo la información relativa a sus tareas y
responsabilidades.

Ejemplo: ¿Nunca te has quejado cuando te venden productos financieros que no entiendes
cuando te los explican? Seguramente el personal que trabaja en banca lo entienda
perfectamente. El fallo no es tuyo como cliente, el fallo es de quien lo explica, dado que no
consiguen ponerse a tu nivel de conocimientos financieros (aunque puede que pienses que
prefieren que los clientes no lo entiendan, pero eso ya es otro tema). 😉

# 3. Escribe de una forma sencilla

Documentar un proyecto no es escribir una novela. Utiliza un vocabulario sencillo,


adaptado a cada miembro del equipo y combínalo creando frases cortas y con un único
sentido.

# 4. Adjunta imágenes y explicaciones gráficas


Dentro del documento, añade capturas de pantalla, gráficos, esbozos y ejemplos que
puedan ayudar a ilustrar tus ideas. Apóyate de flechas y comentarios que expliquen cada
elemento.

Hazte estas preguntas: ¿puedo sustituir este párrafo por una imagen?, ¿ha quedado lo
suficientemente ilustrado?, ¿ayudaría incluir algún ejemplo?

# 5. Estructura el contenido

Es importante que al escanear visualmente el documento, el lector consiga hacerse una


fotografía general del proyecto y entender así cómo encaja su perfil en él y cuál será su
papel. Debes tener en cuenta que cada área del proyecto debe ir en un parte distinta del
documento o incluso en documentos separados; es decir, aunque dos temas tengan que ver
con la página principal, si uno es de programación y el otro es de diseño, deberán ir por
separado.

Estructura del documento


# 1. Introducción y enfoque

La introducción debe incluir un resumen de todas las secciones del documento que formen
una fotografía general del proyecto (problema que resuelve, enfoque, objetivos principales,
requisitos…). Esta parte funciona a modo de resumen ejecutivo que todas las personas
involucradas en el proyecto puedan leer brevemente para hacerse una idea. Como
máximo debería ocupar una página.

# 2. Resumen del material que se espera recibir al final del proceso

En este apartado deben aparecer los resultados que se espera recibir al final del
proyecto, qué debe entregar cada miembro o parte de equipo y el nivel de calidad
esperado.

# 3. Descripción detallada de las funciones y elementos

En esta sección debes listar de manera pormenorizada cada caso de uso y función dentro
del proyecto. En esta parte es donde más importancia toman los bocetos y ejemplos para
ilustrar las funciones de una manera clara.

# 4. Fechas objetivo
Las fechas clave son todos aquellos momentos de especial relevancia en la consecución y
entrega de los resultados en cada fase del proyecto. Las tareas suelen agruparse en sprints
que trocean el proyecto en diferentes hitos que se deben conseguir.

Un gran aliado para marcar fechas y asegurarte de que se cumplen son los diagramas de
Gantt, así que no te olvides de incluirlos en el documento.

# 5. Composición del equipo y recursos clave

Aunque ya se conozcan entre ellos, acuérdate de explicar quiénes son las personas que
intervendrán en el proyecto, sus responsabilidades y tareas y sus datos de contacto. De
esta manera evitarás roces del estilo “esto no me correspondía”.

Este punto es también ideal para definir las herramientas de comunicación y de gestión
de tareas que se van a utilizar, para que a todos los miembros conozcan la forma y el lugar
al que dirigirse al resto de compañeros.

Extra: control de versiones


Los documentos sobre los proyectos son susceptibles de variar a lo largo del tiempo
conforme van apareciendo contingencias y el proyecto evoluciona. Es importante que
encuentres tu manera de organizar las versiones de los documentos para que no se pierda
ningún dato importante y estén ordenados. Algunas ideas para controlar las versiones de los
documentos:

 Utiliza nombres de archivo que especifiquen el número de versión o la fecha de


creación (como V.2 o 1-8-13).
 Puedes crear documentos adicionales desde cero que tan sólo especifiquen
actualizaciones sobre el documento principal.
 Sustituye Word o los PDF por Google Docs para hacer un seguimiento completo de
las modificaciones gracias a su historial de revisión.

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