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¿SABÍAS QUE LA ÚLTIMA IMAGEN QUE REGISTRAN TUS

OJOS ANTES DE MORIR SE QUEDA IMPRESA EN TU


RETINA?

POR: JAVIER BARROS DEL VILLAR - 11/07/2014

LA OPTOGRAFÍA ES UN MÉTODO CIENTÍFICO QU E PERMITE REGISTRAR LA


ÚLTIMA IMAGEN QUE OB SERVAMOS Y QUE QUEDA IMPRESA EN NUESTRA
RETINA

¿Qué ocurre con la última imagen que registramos antes de morir? ¿Nos acompaña al otro
lado? ¿Tiene algún valor simbólico? Si pudieras decidir cuál fuera esta ¿elegirías una imagen
de tus seres queridos, un exuberante escenario o algún cliché visual, tipo un amanecer en la
playa?

Estas son algunas de las inquietas interrogantes que terminas nutriendo tras una breve
reflexión sobre el tema. La muerte, al menos a nivel racional, es un evento aún repleto de
misterios. La determinación de este acto, quizá el más tajante de todos, y sus implicaciones
biológicas, emocionales, sociales y culturales, hacen de la muerte una especie de jardín
indomable –un entramado laberinto de apacibles helechos al cual paradójicamente se nos ha
enseñado a temer–.

La optografía es una disciplina dedicada a desvelar aquellas últimas imágenes que


registramos, las cuales aparentemente quedan impresas en nuestra retina. Popularmente se
apunta a Wilhelm Friedrich Kühne como el precursor pues en 1881, tras dar muerte a una
rana en su laboratorio y examinar sus ojos logró distinguir la figura, impresa en su retina, de
unos mecheros, curiosamente lo último que habría registrado el animal. Casi un siglo
después, el fotógrafo británico M. Warner capturó la imagen de un becerro pocas horas
después de haber sido muerto en el matadero. Mientras analizaba la fotografía resultante,
notó que en los ojos del animal se mostraba el reflejo de un suelo de concreto, por cierto la
última superficie que este había registrado visualmente.
El video The Last Thing They Ever Saw explica a detalle por qué ocurre este fenómeno. Al
parecer para que se preserve la última imagen captada por una persona antes de dejar de
respirar, el único requisito es que cierre los ojos al momento de su muerte –lo cual recuerda
al movimiento del obturador en una cámara, con los párpados actuando como uno–. En el
último minuto de este video, el cual sólo se encuentra en inglés y sin subtítulos, se muestran
algunos ejemplos optográficos.

Si bien desde una perspectiva científica el destino práctico de esta disciplina apunta hacia su
utilidad para la medicina forense, más allá de sus posibles usos prácticos, la optografía
presume una esencia notablemente lírica –de daguerrotípica estética–. Y es que no sólo el
simple fenómeno puede detonar un increíble flujo de especulaciones imaginarias y coqueteos
poéticos; también podrían estas imágenes convertirse en una especie de souvenir de culto o
reliquia sentimental, ante la posibilidad de archivar físicamente la última imagen de un ser
querido –en sintonía con las prácticas victorianas que incluían fotografías familiares con
integrantes ya muertos que eran incorporados, simulando su vigencia biológica, para que la
muerte no los dejase "fuera de la foto".

Respecto a una de las interrogantes con las que comenzamos este texto, si pudieras decidir la
última imagen que registraran tus ojos, ¿cuál sería?, en lo personal creo que optaría por ver
a los ojos a mi muerte. Y ahora que sé que podría quedar documentada esta visión, me
regocijo con la posibilidad de que este cruce de miradas generara una dinámica similar a la
que se suscita cuando colocas un espejo frente al otro, es decir, en mi optografía quedaría
plasmado lo último que vio la propia muerte y que quedó impreso en su retina. Pero eso ya
lo veremos.

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