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¿Qué ocurre con la última imagen que registramos antes de morir? ¿Nos acompaña al otro
lado? ¿Tiene algún valor simbólico? Si pudieras decidir cuál fuera esta ¿elegirías una imagen
de tus seres queridos, un exuberante escenario o algún cliché visual, tipo un amanecer en la
playa?
Estas son algunas de las inquietas interrogantes que terminas nutriendo tras una breve
reflexión sobre el tema. La muerte, al menos a nivel racional, es un evento aún repleto de
misterios. La determinación de este acto, quizá el más tajante de todos, y sus implicaciones
biológicas, emocionales, sociales y culturales, hacen de la muerte una especie de jardín
indomable –un entramado laberinto de apacibles helechos al cual paradójicamente se nos ha
enseñado a temer–.
Si bien desde una perspectiva científica el destino práctico de esta disciplina apunta hacia su
utilidad para la medicina forense, más allá de sus posibles usos prácticos, la optografía
presume una esencia notablemente lírica –de daguerrotípica estética–. Y es que no sólo el
simple fenómeno puede detonar un increíble flujo de especulaciones imaginarias y coqueteos
poéticos; también podrían estas imágenes convertirse en una especie de souvenir de culto o
reliquia sentimental, ante la posibilidad de archivar físicamente la última imagen de un ser
querido –en sintonía con las prácticas victorianas que incluían fotografías familiares con
integrantes ya muertos que eran incorporados, simulando su vigencia biológica, para que la
muerte no los dejase "fuera de la foto".
Respecto a una de las interrogantes con las que comenzamos este texto, si pudieras decidir la
última imagen que registraran tus ojos, ¿cuál sería?, en lo personal creo que optaría por ver
a los ojos a mi muerte. Y ahora que sé que podría quedar documentada esta visión, me
regocijo con la posibilidad de que este cruce de miradas generara una dinámica similar a la
que se suscita cuando colocas un espejo frente al otro, es decir, en mi optografía quedaría
plasmado lo último que vio la propia muerte y que quedó impreso en su retina. Pero eso ya
lo veremos.