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Universidad de San Carlos de Guatemala

Centro Universitario de Zacapa CUNZAC

Licenciatura en Administración de Empresas

Curso:

Socioeconómica General.

Cambio climático: efectos en Guatemala

Áreas protegidas en Guatemala.

Catedrático:

Lic. Luis Alfredo Castañeda.

Nombre del estudiante:

Carlos Rene Cruz García

Numero de carné:

201942625

Lugar y Fecha:

18 de Mayo de 2019.
Índice

Definición de Cambio Climático…………………………………....................................pág. 1-3

Antecedentes y Situación Actuales en Guatemala……………..................................pág. 4-5

Principales Acciones para Mitigación y Adaptación al Cambio Climático………...pág. 6

Institucionalidad y Políticas Publicas para la Gestión de AP en Guatemala……....pág. 7

Agenda Futura Para la Gestión de AP en Guatemala…………………………………...pág. 8

Definición de Áreas Protegidas……………………………………………………………..pág. 9-10

Antecedentes y Situación Actuales en Guatemala………………………………………pág. 11-12

Importancia Económica, Social y Ambiental de la AP en Guatemala………………..pág. 13-14

Institucionalidad y Políticas Publicas Para la Gestión de AP en Guatemala……….pág. 15-17

Agenda Futura Para la Gestión de AP en Guatemala…………………………………...pág. 18-20


Introducción
Podemos definir cambio climático a la variación global del clima de la Tierra. Este
fenómeno es debido a causas naturales y también a la acción del hombre y se
producen a muy diversas escalas de tiempo y sobre todos los parámetros climáticos:
temperatura, precipitaciones, nubosidad, etc

La constatación del cambio climático comenzó hace unas décadas, a partir de


observaciones que indicaban la subida de las temperaturas medias del planeta
durante el último siglo y el incremento de las condiciones climáticas extremas
(inundaciones, huracanes, olas de calor, etc.).

La influencia del ser humano sobre el clima comenzó con la deforestación de bosques
para convertirlos en tierras de cultivo y pastoreo, pero, actualmente, su influencia es
mucho mayor al producir importantes cantidades de los llamados gases de efecto
invernadero (GEI): dióxido de carbono, metano, óxidos nitrosos etc. Pero, ¿en qué
consiste exactamente el llamado efecto invernadero? Veamos cuál es la causa y la
influencia del ser humano en el desequilibrio que actualmente se está produciendo.

El cambio climático es una realidad que cada vez tendrá más incidencia en nuestras
vidas. ¿Has notado en tu región, o en la televisión, que las tempestades y las
inundaciones cada vez son más frecuentes? ¿No te parece que hace más calor en
invierno, con menos nieve y más lluvia? ¿No tienes la sensación de que la primavera
llega un poco antes cada año, que las plantas florecen o las aves regresan antes de lo
esperado? Todos estos son síntomas de una aceleración del cambio climático, o
calentamiento global, como a veces se le llama. Si no tomamos ninguna medida para
detenerlo, el mundo en que vivimos se deteriorará y quedarán alteradas las formas de
vida que hoy nos parecen normales.
Marco Teórico

1. Definición de Cambio Climático


2. Antecedentes y Situación Actuales en Guatemala
3. Principales Acciones para Mitigación y Adaptación al Cambio Climático
4. Institucionalidad y Políticas Públicas para la Gestión de AP en Guatemala
5. Agenda Futura Para la Gestión de AP en Guatemala
6. Definición de Áreas Protegidas
7. Antecedentes y Situación Actuales en Guatemala
8. Importancia Económica, Social y Ambiental de la AP en Guatemala
9. Institucionalidad y Políticas Publicas Para la Gestión de AP en Guatemala
10. Agenda Futura Para la Gestión de AP en Guatemala

11.
Definición de Cambio Climático
Se llama cambio climático a la variación global del clima de la Tierra. Esta variación se debe

a causas naturales y a la acción del hombre y se produce sobre todos los parámetros climáticos:

temperatura, precipitaciones, nubosidad, etc, a muy diversas escalas de tiempo.

En la actualidad existe un consenso científico, casi generalizado, en torno a la idea de que nuestro

modo de producción y consumo energético está generando una alteración climática global, que

provocará, a su vez, serios impactos tanto sobre la tierra como sobre los sistemas socioeconómicos.

Ya en el año 2001 el Tercer Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre

Cambio Climático (IPCC) señalaba que se están acumulando numerosas evidencias de la existencia

del cambio climático y de los impactos que de él se derivan. En promedio, la temperatura ha

aumentado aproximadamente 0,6°C en el siglo XX. El nivel del mar ha crecido de 10 a 12

centímetros y los investigadores consideran que esto se debe a la expansión de océanos, cada vez

más calientes.

El Informe de Síntesis del Quinto Informe de Evaluación del IPCC, publicado en noviembre de

2014, concluye que "la influencia humana en el sistema climático es clara y va en aumento, y sus

impactos se observan en todos los continentes. Si no se le pone freno, el cambio climático hará que

aumente la probabilidad de impactos graves, generalizados e irreversibles en las personas y los

ecosistemas. Sin embargo, existen opciones para la adaptación al cambio climático, y con

actividades de mitigación rigurosas se puede conseguir que los impactos del cambio climático

permanezcan en un nivel controlable, creando un futuro más claro y sostenible".

El cambio climático nos afecta a todos. El impacto potencial es enorme, con predicciones de falta de

agua potable, grandes cambios en las condiciones para la producción de alimentos y un aumento en

los índices de mortalidad debido a inundaciones, tormentas, sequías y olas de calor. El Informe de

Síntesis confirma que "el cambio climático se constata en todo el mundo y que el calentamiento del

sistema climático es inequívoco. Desde la década de 1950, muchos de los cambios observados no
han tenido precedentes en los últimos decenios a milenios y los impactos del cambio climático ya se

han sentido en los últimos decenios en todos los continentes y océanos".

El cambio climático no es un fenómeno sólo ambiental sino de profundas consecuencias

económicas y sociales. Los países más pobres, que están peor preparados para enfrentar cambios

rápidos, serán los que sufrirán las peores consecuencias. El Informe de Síntesis de 2014 sostiene

con claridad que "muchos riesgos son particularmente problemáticos para los países menos

adelantados y las comunidades vulnerables, dada su limitada capacidad para afrontarlos. Las

personas marginadas en los ámbitos social, económico, cultural, político, institucional u otro son

especialmente vulnerables al cambio climático”.

Un cambio es una modificación, una alteración o una transformación de algo. Climático, por su parte,

es un adjetivo que alude al clima: el conjunto formado por las condiciones de la atmósfera que

resultan características de una cierta zona.

La idea de cambio climático, en este marco, alude a una variación del clima del

planeta Tierra generada por la acción del ser humano. Este cambio climático es producido por el

proceso conocido como efecto invernadero, que provoca el llamado calentamiento global.

Como se puede advertir, hay tres grandes nociones que están vinculadas: cambio climático, efecto

invernadero y calentamiento global. Puede decirse que el cambio climático es una consecuencia del

calentamiento global, provocado a su vez por el efecto invernadero.

Se llama efecto invernadero al proceso que provocan determinados gases (los gases de efecto

invernadero), que absorben parte de la radiación térmica que emite la superficie del planeta y

la “devuelven” a la superficie. Este efecto genera un aumento de la temperatura: el calentamiento

global.

Dicho calentamiento, en definitiva, supone un cambio climático en la Tierra. La mayor temperatura

atmosférica provoca que se derritan los glaciares, incrementa el nivel del mar, expande las regiones

desérticas, modifica las precipitaciones y termina afectando a todos los seres vivos.
En estos momentos, podemos establecer que, en la actualidad, el cambio climático se ha convertido

en el principal problema de la humanidad. Tanto es así que sus consecuencias están comenzando a

ser devastadoras y, de continuar sin tomar medidas, las mismas lo pueden ser aún más.

Entidades especializadas en el cuidado y protección del medio ambiente dan a conocer algunos

datos relativos a las transformaciones que ya está ocasionando el citado cambio climático como son

estas:

-La temperatura ha aumentado 1,1 grados, el mayor incremento de la historia de la humanidad. De

seguir todo así se prevé que a finales del siglo en el que estamos la temperatura podría haber

llegado a aumentar unos 4,8ºC.

-Las sequías están siendo constantes en numerosos rincones del planeta, lo que resulta realmente

un problema por muchas razones como, por ejemplo, por los daños que sufren las cosechas.

-Están produciéndose numerosos fenómenos meteorológicos extremos como son los huracanes y las

tormentas.

En su acepción más amplia, la noción de cambio climático trasciende al fenómeno causado por

el hombre. Un cambio climático también puede producirse por factores no generados por las

personas, como erupciones de volcanes, desplazamientos de las placas tectónicas o incluso

modificaciones de las radiaciones del sol que llegan al planeta.

Antecedentes y Situación Actual en Guatemala

Sistema político reconocido en la historia de Guatemala, con las malas prácticas enraizadas en su

gestión, sus oscuros principios y el camino hacia las funciones públicas y poderes en el Estado,

deben cambiar de forma radical.


Que nos están manipulando poderes extranjeros y violando nuestros principios constitucionales por

orden de Estados Unidos, es independiente a la necesidad de erradicar la corrupción e iniciar el

camino correcto para cambiar Guatemala hacia una mejor Nación, en donde se restablezcan las

bases de derecho y justicia para el desarrollo. Si nosotros mismos no lo podemos hacer porque no se

puede ser juez y parte, es necesario que nos apoyemos y asesoremos de entidades externas.

Es el caso que estamos viviendo en Guatemala con la gestión de la CICIG en conjunto con el MP en

el combate a la corrupción. Lo vemos con buenos ojos desde el punto de vista de justicia, desde el

punto de vista social, desde el punto de vista del derecho. No es posible que los poderes del Estado

se apoderen de sus recursos de forma autoritaria y que no lleguen a los fines para los cuales está

concebida por principio la gestión pública. Se deben combatir las redes y estructuras de mafia y los

culpables pagar por los delitos. El sistema lo permite y eso debe cambiar.

En definitiva, toda esta gestión por parte de las autoridades de justicia, si bien es cierto tendrá

consecuencias muy positivas de cambio y de sentar precedentes para un futuro mejor, también tiene

consecuencias negativas en el corto plazo, debido al impacto que representa en el ambiente

económico, de inversión y de negocios en estos momentos.

Si analizamos esta situación, podemos observar que salen a luz las grandes deficiencias y

debilidades que tenemos en el país, la falta de Estado de Derecho y certeza jurídica como la base

principal para la operación de los sectores productivos, y de esta forma se crea incertidumbre y

desconfianza en los entes de inversión.

Debido a las malas prácticas del sistema en el Estado, muchos buenos Empresarios también han

sido víctimas de extorsión y manipulación en el tema de impuestos, en casos de importaciones y

exportaciones para poder generar y hacer negocios rentables.


“Ojo” que no solo se pueden señalar a Empresarios corruptos involucrados, sino también los hay

víctimas que no tenían opción y han caído en las garras del sistema corrupto. Esta situación genera

incertidumbre por lo que se contrae la inversión y afecta la economía en general, además de la

injerencia que tienen en la economía muchos de los Empresarios que están siendo señalados. Por

otro lado, se desvelan muchas de las malas políticas y la ineficiencia de las Autoridades en el Estado

en temas fiscales, políticas de apertura de mercados para incentivar la inversión extranjera en un

ambiente sano y propicio que genere la credibilidad y confianza para la inversión. Todo esto se suma

a la situación política para venir a afectar considerablemente a la economía del país. Se habla de un

buen número de Empresas, Corporaciones multinacionales que se están retirando del país buscando

países que brinden un ambiente adecuado para la inversión en temas de seguridad, certeza jurídica,

y condiciones fiscales adecuadas, lo cual golpea igualmente a la economía y crea desempleo

afectando el aspecto social Siempre he pensado que Guatemala es un país en donde muchos

inversionistas extranjeros lo ven como el lugar ideal para invertir por su posición geográfica, clima,

riqueza natural y muchas cosas positivas, sin embargo, cuando experimentan la falta de apertura,

ineficiencia, malas políticas, prácticas y corrupción de sus autoridades los ahuyentan a buscar

nuevos mercados, esta es una triste realidad.

Principales Acciones para Mitigación y Adaptación al Cambio Climático

Las medidas de mitigación son aquellas acciones que están encaminadas a reducir y limitar las

emisiones de gases de efecto invernadero, mientras que las medidas de adaptación se basan en

reducir la vulnerabilidad ante los efectos derivados del cambio climático. La finalidad del módulo sobre

adaptación al cambio climático y su mitigación es apoyar a los gestores forestales en la evaluación y

respuesta a los desafíos y oportunidades que plantea el cambio climático. El módulo ofrece información básica

y más detallada sobre las cuestiones principales que se han de tener en cuenta al evaluar la vulnerabilidad y

los riesgos ligados al cambio climático y las opciones de adaptación y mitigación. Además, incluye enlaces a
importantes herramientas y casos en los cuales se han aplicado estas herramientas en el sector forestal con el

fin de adaptarse al cambio climático y mitigar sus impactos.

Los efectos del cambio climático y la variabilidad del clima en los ecosistemas forestales son ya

evidentes en todo el mundo y ulteriores impactos son inevitables, al menos a corto y medio plazo.

Los posibles impactos varían entre las distintas regiones, y algunos tipos de bosques son más

vulnerables que otros; algunos de ellos son un aumento y disminución del crecimiento de las plantas,

un incremento de la frecuencia y la intensidad de incendios y enfermedades y un aumento de la

gravedad de los fenómenos meteorológicos extremos como sequías, tormentas y viento. En algunos

casos, el cambio climático perjudica la capacidad de los bosques para proporcionar productos

madereros y no madereros y servicios medioambientales esenciales, como la protección de las

cuencas hidrográficas, en detrimento de las condiciones de vida de los habitantes de los bosques, las

comunidades dependientes de los recursos forestales y otras personas que se benefician de los

bosques. Responder a todos los desafíos que plantea el cambio climático requerirá ajustes en las

estrategias forestales y cambios en los planes y las prácticas de gestión forestal. Los retrasos en la

adopción de Medidas aumentarán el costo y la dificultad de hacer esos ajustes.

Institucionalidad y Políticas Publicas Para Mitigación y Adaptación al


Cambio Climático

La adaptación y la mitigación son las dos respuestas principales al cambio climático. Constituyen dos

caras de la misma moneda: la mitigación se ocupa de las causas del cambio climático y la

adaptación aborda sus impactos.

En el sector forestal, la adaptación abarca los cambios en las prácticas de gestión para disminuir la

vulnerabilidad de los bosques ante el cambio climático y las intervenciones destinadas a reducir la

vulnerabilidad de las personas frente al cambio climático. Las estrategias de mitigación en el sector

forestal se pueden agrupar en cuatro categorías principales, a saber: la reducción de las emisiones
debidas a la deforestación; la reducción de las emisiones debidas a la degradación forestal; el

incremento de los sumideros forestales de carbono y la sustitución de productos. La sustitución

comprende la utilización de madera en lugar de combustibles fósiles para la producción de energía y

el uso de fibras lignificadas en lugar de materiales como el cemento, el acero y el aluminio, cuya

producción implica la emisión de grandes cantidades de gases de efecto invernadero. Se necesitan

urgentemente medidas de mitigación del cambio climático, también en los bosques, para ayudar a

reducir las interferencias del hombre en el sistema climático, pero esas medidas empezarán a tener

efecto en la temperatura media de la superficie de la tierra sólo dentro de unos decenios. Por esta

razón, será preciso adoptar medidas de adaptación en los bosques para garantizar el suministro

continuo de bienes y servicios ambientales durante muchos años. La adaptación al cambio climático

consiste en el “ajuste en los sistemas naturales o humanos a los estímulos climáticos reales o

esperados, o a sus efectos, que modera el daño o aprovecha las oportunidades beneficiosas” (IPCC,

2008). La adaptación en este contexto implica un proceso de adecuación, sostenible y permanente,

en respuesta a circunstancias ambientales nuevas y cambiantes; además, implica modificar

consecuentemente el comportamiento, los medios de vida, la infraestructura, las leyes, políticas e

instituciones en respuesta a los eventos climáticos experimentados o esperados. Existen diferentes

tipos de adaptación: preventiva y reactiva, privada y pública, autónoma y planificada. Algunos

ejemplos de adaptación son la construcción de diques fluviales o costeros, la sustitución de plantas

sensibles al choque térmico por otras más resistentes, etc. Mitigación frente al Cambio Climático

Cambios y reemplazos tecnológicos que reducen el insumo de recursos y las emisiones por unidad

de producción. Aunque hay varias políticas sociales, económicas y tecnológicas que reducirían las

emisiones, la mitigación, referida al cambio climático, es la aplicación de políticas destinadas a

reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y a potenciar los sumideros. 12 Plan de Acción

de Adaptación y Mitigación frente al Cambio Climático La mitigación frente al Cambio Climático es


humana orientada a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero o mejorar las fuentes de

captura de carbono.

Agenda Futura Para la Adaptación y Mitigación al cambio Climático

Dado que las condiciones climáticas van más allá de los parámetros históricos, la adaptación y la

mitigación al cambio climático precisarán el ajuste de los objetivos de gestión, los enfoques y los

sistemas de monitoreo. Afortunadamente, la gestión forestal sostenible es coherente con la

adaptación al cambio climático y su mitigación, y proporciona un marco integral que puede adaptarse

a las circunstancias cambiantes. Los gestores forestales deberán incorporar el cambio climático en

su planificación y, en consecuencia, ajustar sus prácticas de gestión a fin de reducir la vulnerabilidad

y facilitar la adaptación al cambio climático. Asimismo, los gestores forestales tendrán que poner

mayor énfasis en la gestión de riesgos y examinar con atención los costos de los cambios en la

gestión forestal en comparación con los posibles beneficios, teniendo en cuenta que los costos de

las medidas de adaptación al cambio climático probablemente aumentarán cuanto más tiempo se

retrasen. Los gestores forestales deberían tratar de optimizar los beneficios potenciales del cambio

climático sacando provecho de la política de incentivos y los mecanismos de apoyo financiero a la

adaptación al cambio climático y su mitigación. El cambio climático plantea importantes desafíos,

pero ofrece también nuevas oportunidades para el sector forestal. Los gestores forestales (y otras

partes interesadas) tendrán que tomarlas en consideración y examinar las respuestas al cambio

climático en el contexto de los múltiples bienes y servicios ambientales que los bosques proporcionan

para satisfacer las diversas necesidades de una extensa gama de partes interesadas.

Definición de Áreas Protegidas


Un área, término que procede del latín área, es un espacio o terreno que está delimitado de

alguna forma, ya sea física o simbólica. Protegido, por Las áreas protegidas, en este marco,

son sectores especiales que se establecen con el objetivo de cuidar su biodiversidad y sus

condiciones naturales. Estas áreas son sometidas a un régimen legal particular para asegurar su

adecuada conservación.

Al establecer un área protegida, las autoridades intentan minimizar el impacto de la acción

humana sobre el ambiente. Es posible que en un área protegida no esté permitido construir, circular

en automóvil o encender una fogata, por citar algunas acciones que atentan contra la naturaleza.

Existen diferentes clases de áreas protegidas de acuerdo a la legislación de cada país. Un paisaje

protegido, por ejemplo, es un territorio natural que se conserva por sus cualidades culturales y

estéticas. En este caso particular, el ser humano puede haber intervenido incluso de forma

significativa en el ambiente; sin embargo, la combinación resultante de su accionar y la respuesta de

la naturaleza ha dado una zona bien definida, con una belleza sin igual y un valor incalculable desde

un punto de vista cultural o ecológico.

Cabe mencionar que el paisaje protegido puede ser marino o terrestre. Entre los ejemplos más

significativos se hallan el Paisaje Protegido de Las Lagunetas, situado en la isla

de Tenerife (España) y el Parque Nacional de Santa Teresa. Este último se denomina «parque

nacional» aunque no se trate de la categoría a la que pertenece, la cual se define más adelante; la

inconsistencia se debe a que fue bautizado años antes de que se implementase el sistema de

clasificación que usamos en la actualidad.

Cuando se desea contribuir a la conservación de la fauna, la flora o la geología de un lugar, se puede

crear un área protegida conocida como reserva ecológica o reserva natural: la Reserva Ecológica

de Buenos Aires(Argentina), la Reserva Natural de la Sierra de la Malcata (Portugal), etc.


El parque nacional es otro tipo de área protegida que dispone de un estatus jurídico extraordinario.

Se trata de espacios en los cuales hay uno o más ecosistemas que no se ven amenazados de forma

significativa por la acción del ser humano, ya que no los explota ni los ocupa al punto de poder

alterarlos considerablemente. Algunos de los ejemplos más importantes dentro de esta categoría son

el parque nacional Cabo Polonio de Uruguay, el Parque Nacional Montaña de la

Mesa de Sudáfrica y el Parque Nacional del Lago Tai en China.

En los parques nacionales podemos encontrar especies animales y vegetales, hábitats y sitios

geomorfológicos de gran interés para la ciencia, el ámbito de la educación o incluso la industria de

la recreación. Sobra decir que la belleza de estos paisajes casi no tiene rivales, y por eso suelen ser

usados por los cineastas para impactar al público con escenarios que muchas veces parecen propios

de la fantasía para quienes nunca han salido de la ciudad.

Otro espacio que podemos considerar dentro del grupo de las áreas protegidas es el monumento

natural, donde es común hallar uno o más elementos naturales bien definidos que representen un

valor incalculable a nivel nacional, como ser hábitats amenazados —tanto de especies vegetales

como animales—, un sitio visto únicamente allí o formaciones geológicas muy particulares. Del

mismo modo que en la mayoría de los casos anteriores, la intervención del ser humano en un

monumento natural no siempre está permitida, o bien debe someterse a un nivel de control muy

estricto y no puede ser a gran escala.


Antecedentes y Situación Actual en Guatemala

Las consecuencias de erradicar la corrupción en el Estado, tienen un impacto negativo para el país

en el orden político, económico y social en el corto plazo…El sistema político reconocido en la

historia de Guatemala, con las malas prácticas enraizadas en su gestión, sus oscuros principios y el

camino hacia las funciones públicas y poderes en el Estado, deben cambiar de forma radical. Que

nos están manipulando poderes extranjeros y violando nuestros principios constitucionales por orden

de Estados Unidos, es independiente a la necesidad de erradicar la corrupción e iniciar el camino

correcto para cambiar Guatemala hacia una mejor Nación, en donde se restablezcan las bases de

derecho y justicia para el desarrollo. Si nosotros mismos no lo podemos hacer porque no se puede

ser juez y parte, es necesario que nos apoyemos y asesoremos de entidades externas. Es el caso

que estamos viviendo en Guatemala con la gestión de la CICIG en conjunto con el MP en el combate

a la corrupción. Lo vemos con buenos ojos desde el punto de vista de justicia, desde el punto de

vista social, desde el punto de vista del derecho. No es posible que los poderes del Estado se

apoderen de sus recursos de forma autoritaria y que no lleguen a los fines para los cuales está

concebida por principio la gestión pública. Se deben combatir las redes y estructuras de mafia y los

culpables pagar por los delitos. El sistema lo permite y eso debe cambiar. En definitiva, toda esta

gestión por parte de las autoridades de justicia, si bien es cierto tendrá consecuencias muy positivas

de cambio y de sentar precedentes para un futuro mejor, también tiene consecuencias negativas en

el corto plazo, debido al impacto que representa en el ambiente económico, de inversión y de

negocios en estos momentos.

Si analizamos esta situación, podemos observar que salen a luz las grandes deficiencias y

debilidades que tenemos en el país, la falta de Estado de Derecho y certeza jurídica como la base
principal para la operación de los sectores productivos, y de esta forma se crea incertidumbre y

desconfianza en los entes de inversión.

Debido a las malas prácticas del sistema en el Estado, muchos buenos Empresarios también han

sido víctimas de extorsión y manipulación en el tema de impuestos, en casos de importaciones y

exportaciones para poder generar y hacer negocios rentables.

“Ojo” que no solo se pueden señalar a Empresarios corruptos involucrados, sino también los hay

víctimas que no tenían opción y han caído en las garras del sistema corrupto. Esta situación genera

incertidumbre por lo que se contrae la inversión y afecta la economía en general, además de la

injerencia que tienen en la economía muchos de los Empresarios que están siendo señalados. Por

otro lado, se desvelan muchas de las malas políticas y la ineficiencia de las Autoridades en el Estado

en temas fiscales, políticas de apertura de mercados para incentivar la inversión extranjera en un

ambiente sano y propicio que genere la credibilidad y confianza para la inversión. Todo esto se suma

a la situación política para venir a afectar considerablemente a la economía del país. Se habla de un

buen número de Empresas, Corporaciones multinacionales que se están retirando del país buscando

países que brinden un ambiente adecuado para la inversión en temas de seguridad, certeza jurídica,

y condiciones fiscales adecuadas, lo cual golpea igualmente a la economía y crea desempleo

afectando el aspecto social. Siempre he pensado que Guatemala es un país en donde muchos

inversionistas extranjeros lo ven como el lugar ideal para invertir por su posición geográfica, clima,

riqueza natural y muchas cosas positivas, sin embargo, cuando experimentan la falta de apertura,

ineficiencia, malas políticas, prácticas y corrupción de sus autoridades los ahuyentan a buscar

nuevos mercados, esta es una triste realidad.


Esperemos que en lo que falta del año se realicen cambios positivos en los diferentes sectores

productivos y económicos del país y el proceso jurídico de los casos de corrupción avance

positivamente, para que el impacto en estos aspectos sea manejable hasta pasar la tormenta…

Importancia Económica, Social y Ambiental de la AP en Guatemala

La importancia de las áreas protegidas ha sido reconocida internacionalmente. Bajo el Programa de

Trabajo en Áreas Protegidas (PoWPA, por sus siglas en inglés) de la Convención sobre Diversidad

Biológica (CDB), 190 gobiernos se han comprometido para lograr sistemas efectivos de áreas

protegidas en sus países para el año 2012. Los gobiernos también han acordado evaluar, con

urgencia, los costos económicos, sociales y culturales, los beneficios e impactos que surgen de

establecer y manejar las áreas protegidas y ajustar las políticas de manejo, cuando sea necesario

La Evaluación de los Ecosistemas del Milenio de las Naciones Unidas (MA por sus siglas en inglés),

ha concluido que aproximadamente el 60 por ciento de los servicios de los ecosistemas a nivel

mundial se están degradando o no se está utilizando en forma sostenible (MEA, 2005). En los países

en desarrollo, donde existe la mayor parte de la biodiversidad, se están llevando a cabo los cambios

más rápidos. Durante los últimos cien años, la actividad del hombre ha incrementado tres veces el

índice de extinción de las especies y entre el 12% y el 52 % de las especies se encuentra en peligro

de extinción (CBD, 2006). A pesar de estas estadísticas dramáticas, la voluntad política para resolver

los asuntos de la conservación sigue siendo baja en muchos países y existe una baja inversión que

se agrava para las áreas protegidas (consulte la Figura 1 acerca de la ayuda internacional para el

desarrollo en el año 2006 (OECD, 2008)). Por el compromiso de designar tierras para la

conservación, se han logrado establecer casi 120,000 áreas protegidas en todo el mundo que cubren

casi el 12% de la superficie de tierra en el planeta y el 1% de las áreas marinas; sin embargo,
únicamente entre el 25% y el 30% de estas áreas se encuentran bajo manejo activo. A pesar del

rápido incremento en la cantidad de áreas protegidas, los financiamientos principales parecen estar

disminuyendo (Mansourian y Dudley, 2008). Se calcula que solamente en los países en desarrollo

existe actualmente una brecha de financiamiento de más de US$1 mil millones (Bruner et al., 2004).

Una proyección modesta muestra que el manejo efectivo de un sistema de áreas protegidas

extendido en los países en desarrollo puede requerir de US$12 a US$13 mil millones por año durante

la siguiente década (Emerton, et al., 2006). A pesar que el financiamiento para las áreas protegidas

se está reduciendo, existe una gran expectativa para que éstas produzcan beneficios sociales,

económicos y culturales, además de conservar la biodiversidad. Asegurar que las áreas protegidas

proporcionarán dichos beneficios es algunas veces determinante para atraer el apoyo necesario para

su creación, pero cumplir con estas promesas es difícil. Por otro lado, existe la preocupación de que

los derechos de los pueblos se han ignorado en muchas actividades conservacionistas, la mayoría

de ellas posiblemente en la creación de las áreas protegidas como parques nacionales y reservas de

vida silvestre (Colchester 2003). Los costos y la distribución desigual de los beneficios de las áreas

protegidas con frecuencia han sido ignorados, además, existe una lista deprimente de ejemplos de

las áreas protegidas establecidas a través de la reubicación contundente de las comunidades locales

y de los problemas posteriores que estas personas enfrentan, quienes con frecuencia son los grupos

más pobres y excluidos de la sociedad. Está claro que en el futuro, establecer y manejar un área

protegida debe ser, necesariamente, un proceso más inclusivo y por lo tanto, más complejo, más

costoso y que requiere de mayor tiempo. Bajo estas circunstancias, examinar los vínculos entre

establecer y manejar un área protegida y los problemas de pobreza en los países en desarrollo, se

ha convertido claramente en una necesidad práctica y ética.

Guatemala es un país reconocido por su alta diversidad biológica y su multiculturalidad, sin embargo,

también es uno de los lugares del planeta más vulnerables al Cambio Climático, cuyos efectos

directos se evidencian cada año en pérdida de valiosas vidas humanas, cambios drásticos en los
ecosistemas terrestre y marinos y, especialmente, en la amenaza constante que representa para la

producción de alimentos. Cuando se asume una cartera como la de Medio Ambiente y Recursos

Naturales, en una realidad tan desafiante como la de Guatemala, se requiere ir más allá del mandato

establecido en la ley para descubrir el papel histórico a cumplir. En este sentido, en materia

ambiental este papel histórico no compete solamente al Ministerio de Ambiente y Recursos

Naturales; por el contrario, la institucionalidad ambiental es un asunto de corresponsabilidad, de

gobernanza y esencialmente de visión compartida, algo que debemos aún descubrir y construir. De

ahí nace la necesidad de un crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, desvinculado

de la degradación del medio ambiente. Hablar de desarrollo sostenible es hablar del mundo y país

que construiremos y dejaremos como legado a las próximas generaciones. Somos testigos a nivel

mundial del grave problema del deterioro ambiental y de los recursos naturales, del cual Guatemala

no está exenta. Los fenómenos climatológicos han sido más recurrentes y con mayor intensidad,

comprobando así las predicciones realizadas por estudios científicos que hacen evidente la

inmediata necesidad de intervención de los Estados, organismos internacionales y población en

general. De tal cuenta existe la certeza que de no tomarse las medidas de mitigación respectivas, la

sobrevivencia del planeta se pondrá en riesgo, lo que incidirá en la situación del ambiente global para

la presente y futuras generaciones, que en su momento demandarán o agradecerán las medidas que

se tomen o dejen de tomarse.

Institucionalidad y Políticas Públicas para la Gestión de AP en


Guatemala

En 1989 se crea el Consejo Nacional de Áreas protegidas, con personalidad jurídica que depende

directamente de la Presidencia de la República, cuya denominación abreviada es CONAP o

simplemente Consejo, como el órgano máximo de dirección y coordinación del Sistema


Guatemalteco de Áreas Protegidas (SIGAP) creado por esta misma ley. Tiene jurisdicción en todo el

territorio nacional, sus costas marítimas y su espacio aéreo. Posee autonomía funcional y su

presupuesto se integra por una asignación anual del Estado y el producto de las donaciones

específicas particulares, países amigos, organismos y entidades internacionales. El+ Consejo

Nacional de Áreas Protegidas -CONAP- es una entidad pública, dependencia de la Presidencia de la

República, que fue establecida en el año de 1989 y regula sus actuaciones según lo establecido en

la Ley de Áreas Protegidas (Decreto Legislativo 4-89, y sus reformas).

Es el órgano máximo de la dirección y coordinación del Sistema Guatemalteco de Áreas Protegidas

(SIGAP), con jurisdicción en todo el territorio nacional, sus costas marítimas y su espacio aéreo.

La Constitución Política de la República en su artículo 64 establece que: “Se declara de interés

nacional la conservación, protección y mejoramiento del patrimonio natural de la Nación. El estado

fomentará la creación de parques nacionales, reservas y refugios naturales, los cuales son

inalienables. Una ley garantizará su protección y la de la fauna y la flora que en ellos exista”. Esta es

la norma constitucional que orienta la importancia del adecuado manejo y administración de las áreas

protegidas, por lo tanto, es esta norma constitucional la que fundamenta la emisión de la Ley de

Áreas Protegidas, Decreto 4-89 del Congreso de la República de Guatemala y por lo tanto es

igualmente el principal fundamento donde debe enfocarse la presente Política de Coadministración.

Para determinar más ampliamente el fundamento legal de la coadministración, es necesario citar

algunas normas jurídicas contenidas en la Ley de Áreas Protegidas, Decreto 4-89 del Congreso de la

República de Guatemala, tal y como las que se relacionan a continuación: El artículo 2 del Decreto 4-

89 antes citado estipula que: “Se crea el Sistema Guatemalteco de Áreas Protegidas (SIGAP),

integrado por todas las áreas protegidas y entidades que las administran, cuya organización y

características establece esta ley, a fin de lograr los objetivos de la misma en pro de la conservación,

rehabilitación, mejoramiento y protección de los recursos naturales del país y la diversidad biológica”.
En la norma legal antes citada, ya la ley reconoce la existencia de otras entidades que administran

áreas protegidas, las cuales se van a convertir en coadministradores en virtud de que la misma Ley

de Áreas Protegidas estipula en su artículo 59 en su parte conducente que: “Se crea el Consejo

Nacional de Áreas Protegidas, con personalidad jurídica que depende directamente de la Presidencia

de la República, cuya denominación abreviada en esta ley es “CONAP” o simplemente el Consejo,

como el órgano máximo de dirección y coordinación del Sistema Guatemalteco de Áreas Protegidas

(SIGAP) creado por esta misma ley, con jurisdicción en todo el territorio nacional, sus costas

marítimas y su espacio aéreo….”. Es decir que al constituirse el CONAP como el órgano máximo de

dirección y coordinación del SIGAP, en virtud de la norma anterior citada, se convierte entonces éste

en el Administrador de Áreas Protegidas por excelencia y las demás entidades públicas, privadas u

otros grupos de la Sociedad Civil Organizadas tales como las Organizaciones no Gubernamentales,

Comunidades, Comités Pro-Mejoramiento o cualquier otra Asociación Civil de naturaleza no lucrativa

que realicen la función de administrar áreas protegidas con objetivos específicos de preservación y

conservación del entorno ambiental en áreas consideradas como protegidas por la legislación

ambiental guatemalteca , se van a convertir entonces en Coadministradores o Coadyuvantes con el

CONAP, al cumplimiento de los objetivos de éste, de conformidad con lo establecido en los artículos

64 y 97 de la Constitución Política y en las normas pertinentes contenidas en la Ley de Áreas

Protegidas. Además del artículo 2 de la Ley de Áreas Protegidas antes citado, la coadministración

encuentra su sustento legal en el artículo 12 de la misma Ley, que en su parte conducente faculta a

la Secretaría Ejecutiva del CONAP a disponer desde el momento en que un área esté considerada

como protegida (para efectos de preservación y conservación del entorno ambiental), “…lo

conveniente para su…adecuada programación, administración, financiamiento y control”. La misma

ley reconoce el protagonismo que pueden jugar las organizaciones civiles sin fines de 8 lucro, al

mencionar en su artículo 57 que “las agrupaciones no gubernamentales conservacionistas de la

naturaleza, integrantes del SIGAP, podrán ser agentes representantes y ejecutivos del Consejo
Nacional de Áreas Protegidas, CONAP, para lo cual deberá mediar un convenio específico”.

Igualmente el artículo 17 del Reglamento de la Ley de Áreas Protegidas estipula que: “El manejo de

las áreas protegidas legalmente declaradas podrá ser efectuado, de acuerdo a su categoría de

manejo, directamente a través de su Secretaría Ejecutiva o ser confiado, mediante suscripción de un

convenio u otro mecanismo legal, a otras entidades nacionales públicas o privadas sin fines de lucro.

La persona individual o jurídica a quien se le confiare el manejo y administración de un área

protegida deberá tomarla bajo su control inmediato”. La norma anterior citada viene a constituirse en

la norma específica que faculta a la Secretaría Ejecutiva del CONAP, a otorgar en Coadministración

con el objetivo de eficientica su manejo, áreas protegidas integrantes del SIGAP. El artículo 57 de la

Ley de Áreas Protegidas establece que: “Las agrupaciones no gubernamentales conservacionistas

de la naturaleza, integrantes del SIGAP, podrán ser agentes representantes y ejecutivos del Consejo

Nacional de Áreas Protegidas, CONAP, para lo cual deberá mediar un convenio específico”. La

norma citada faculta igualmente al CONAP para que mediante la Coadministración, entidades de la

Sociedad Civil, inscritas en el CONAP como Agrupaciones u Organizaciones no Gubernamentales

Conservacionistas de la Naturaleza, puedan coadyuvar al cumplimiento de los objetivos del CONAP,

representándolo en un área protegida específica en la cual podrán implementar acciones que

eficienticas su manejo dentro de lo que corresponde a la protección, preservación, conservación y

mejoramiento del área bajo un concepto de desarrollo sustentable, siempre bajo la supervisión del

CONAP. Por lo anotado en las normas anteriores relacionadas, se puede deducir que el concepto

legal de coadministración, no es un concepto preciso establecido en una norma jurídica, sino que es

un concepto de forma implícita que se encuentra establecido y definido en la Ley de Áreas

Protegidas y que ha sido implementado por parte del CONAP, para otorgar el manejo de áreas

protegidas a otras entidades bajo su control y supervisión.

Agenda Futura Para la Gestión de AP en Guatemala


El calentamiento del sistema climático es inequívoco, como evidencian ya los aumentos observados

del promedio mundial de la temperatura del aire y del océano, el deshielo generalizado de glaciares,

y el aumento del promedio mundial del nivel del mar (IPCC, 2007). El cambio climático se manifiesta

con el aumento de la incidencia e intensidad de los fenómenos oceanográficos y meteorológicos, así

como aumento de enfermedades, en la disminución de la disponibilidad y calidad de los recursos

hídricos, en la reducción de la producción de alimentos y en los impactos en la infraestructura básica

y de servicios, ocasionando serios impactos económicos y socio ambientales (MARN, 2009).

Guatemala ha sido considerada recientemente por las Naciones Unidas como uno de los 10 países

más vulnerables a los efectos negativos del cambio climático, situación que se evidencia, ya que en

los últimos años el país ha sido seriamente afectado por tormentas tropicales como el Mitch en el año

1,998 y Stan en el 2,005. Un claro ejemplo de los impactos de estos fenómenos, se observó en el

año 2010 con la tormenta Agatha, cuyas pérdidas económicas se estiman entre 7 y 8 mil millones de

quetzales. (SEGEPLAN et al, 2010) Expertos en el tema coinciden en que las áreas protegidas son

una de las formas más poderosas y costo efectivas para afrontar al Cambio Climático. Proteger la

integridad de los ecosistemas contribuye a reducir los riesgos e impactos de eventos extremos como

tormentas, sequías y aumento en el nivel del mar; así también conservar las áreas protegidas

mantiene los servicios que ayudan a las personas frente al cambio climático como el suministro de

agua, recursos pesqueros, medicinas y agro-biodiversidad los cuales son imprescindibles en el

sector productivo. (UICN, 2010) Conscientes del impacto que el cambio climático tendrá en los

ecosistemas naturales y la sociedad guatemalteca la Secretaría Ejecutiva del CONAP impulsó la

elaboración de la Agenda de Cambio Climático para las Áreas Protegidas y Diversidad Biológica, con

la finalidad de asegurar la provisión de bienes y servicios ambientales, que son la base de los

esfuerzos de adaptación y mitigación de la sociedad guatemalteca a los impactos negativos

asociados al cambio climático. La Agenda identifica y orienta las acciones de adaptación y mitigación
que se promoverán en los próximos cinco años para la gestión del SIGAP y diversidad biológica de

Guatemala, considerándose como una herramienta importante para la obtención de fondos públicos

y privados que permitan su implementación. El éxito de las acciones planteadas en la agenda,

depende de la participación activa de la sociedad por lo que el CONAP invita a los actores de los

distintos sectores sociales a apoyar este planteamiento que será parte esencial de los esfuerzos de

los guatemaltecos para afrontar el Cambio Climático. 6 1. ANTECEDENTES Desde su creación en el

año 1989 el Consejo Nacional de Áreas Protegidas ha desempeñado la función rectora relacionada

con la conservación y administración del Sistema Guatemalteco de Áreas Protegidas – SIGAP- y de

la diversidad biológica del país. Para esto, se formularon varios instrumentos de gestión y

planificación, entre los que destacan el Plan Estratégico Institucional del CONAP 1999-2010, la

Estrategia Nacional para la Conservación y Uso sostenible de la Diversidad biológica y su Plan de

Acción (1999) y la Política Nacional y Estrategias para el desarrollo del Sistema Guatemalteco de

Áreas Protegidas (1999). La importancia de contar con un SIGAP eficiente, radica en los bienes y

servicios que éste brinda a la sociedad guatemalteca. Entre estos se tienen, regulación del clima

local, captación y regulación del ciclo hidrológico, protección frente a fenómenos naturales

(deslaves), mantenimiento de la productividad de suelos y de la capacidad productiva de los

ecosistemas acuáticos y principalmente los marinos (pesquerías), conservación de la diversidad

biológica y de la riqueza genética (CONAP, 1999). Es por estas causas que el Sistema Guatemalteco

de Áreas Protegidas debe ser protegido y fortalecido, ya que es una opción viable para la adaptación

de la sociedad al cambio climático. La importancia del SIGAP hace imprescindible que se

establezcan acciones que garanticen la permanencia de su diversidad biológica. Estas acciones se

deben orientar a mejorar la capacidad de resiliencia de los ecosistemas que conformar el sistema, y

de esta forma, poder asimilar las perturbaciones y eventos extremos del clima, como huracanes,

tormentas locales o sequías, y por otro lado, disminuir los impactos y riesgos asociados a dichos

fenómenos. En esta medida, la adaptación de la sociedad guatemalteca al cambio climático debe


enfocarse a reducir la vulnerabilidad de los pueblos y comunidades que dependen de estos

ecosistemas, ya que en la mayoría de los casos, son las que se ven más afectadas por los efectos

de eventos meteorológicos extremos (MARN, 2009). La Política Nacional sobre Cambio Climático se

orienta hacia el Desarrollo Humano Trans. generacional –DHT- y a la erradicación de la pobreza,

para lo cual se promoverá la conservación y fortalecimiento del Sistema Guatemalteco de Áreas

Protegidas. Para esto se propone una acción dentro de las áreas de incidencia política, la

conservación y gestión de ecosistemas. Esta línea se orienta hacia la gestión de las cuencas

hidrográficas, los suelos y su diversidad biológica, que se encuentren bajo una gestión de

restauración, conservación y manejo integrado, tomando en cuenta la variabilidad y el Cambio

Climático. El SIGAP cuenta con las valoraciones ambientales necesarias para realizar estimaciones

económicas de sus aportes a la adaptación y mitigación al Cambio Climático (MARN, 2009).


Análisis

Guatemala ha declarado de interés nacional la conservación, protección y


mejoramiento de su patrimonio natural, el cual está integrado por su diversidad
biológica, principalmente. Para esto, el Estado de Guatemala ha centrado su
estrategia por medio de la conservación in situ, la que se realiza por medio del SIGAP.
Derivado de los análisis realizados sobre las competencias institucionales del CONAP
y con base en lo establecido en la ley, este tiene un papel preponderante y rector
sobre la gestión del Sistema Guatemalteco de Áreas Protegidas y de la diversidad
biológica del país.

En términos generales, los ecosistemas y la diversidad biológica muestran altos


niveles de presión, derivados principalmente por una creciente demanda de recursos;
la explotación selectiva de especies; el cambio en el uso o la cubierta de los suelos; el
régimen acelerado de la deposición de nitrógeno por causas humanas; la
contaminación de los suelos, aguas y aire; la introducción de especies no autóctonas;
la desviación de aguas hacia ecosistemas gestionados de forma intensiva y sistemas
urbanos; la fragmentación o unificación de paisajes; y la urbanización e
industrialización. A estas presiones se suma el cambio climático. Esta constituye una
presión adicional sobre los ecosistemas, la diversidad biológica que está contenida en
ellos y los bienes y servicios que proporcionan. Resulta difícil cuantificar los impactos
del cambio climático, dadas las presiones múltiples e interactivas que actúan sobre los
ecosistemas terrestres

El calentamiento del sistema climático es inequívoco, como evidencian ya los


aumentos observados del promedio mundial de la temperatura del aire y del océano, el
deshielo generalizado de glaciares, y el aumento del promedio mundial del nivel del
mar (IPCC, 2007). El cambio climático se manifiesta con el aumento de la incidencia e
intensidad de los fenómenos oceanográficos y meteorológicos, así como aumento de
enfermedades, en la disminución de la disponibilidad y calidad de los recursos hídricos
en la reducción de la producción de alimentos y en los impactos.
Conclusión

En materia jurídico-institucional, es posible concluir que Guatemala ha realizado


importantes esfuerzos en materia de bosques y cambio climático, algunos de los
cuales son: • Se creó la Comisión de Implementación Conjunta (OGIC) Se realizó el
Inventario de Gases de Efecto de Invernadero publicado en enero del 2001. Se
elaboró la Primera Comunicación Nacional sobre Cambio Climático, diciembre del
2001. Se realizaron talleres de información en la capital y en Quetzaltenango,
Huehuetenango, Mazatenango, Petén, Zacapa y Cobán. Existe el proyecto de sustituir
la Comisión de Implementación Conjunta y crear la Autoridad del Mecanismo de
Desarrollo Limpio. Se creó el Programa de Cambio Climático, dentro del Ministerio de
Ambiente y Recursos Naturales (MARN). Se cuenta con una Política Nacional Forestal
que considera el tema de cambio climático. Se ha iniciado un Estudio Nacional
Estratégico sobre cambio climático. Se cuenta con una Estrategia Nacional de
Biodiversidad que contempla acciones para el tratamiento del cambio climático. Se ha
suscrito un Convenio de Cooperación en el Campo de Mecanismo de Desarrollo
Limpio entre el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales y el Gobierno de los
Países Bajos, sobre las reducciones de emisiones obtenidas a partir del año 2000. Si
bien no existe una autoridad de MDL en Guatemala, la OGIC prepara una estrategia
para crearla a corto plazo. Existe la posibilidad de reformar el Acuerdo de Creación de
la Comisión Nacional de Implementación Conjunta (OGIC) asignándole un nuevo y
adicional rol como autoridad nacional.
Conclusión
En la actualidad, el 41% del territorio de Guatemala está disponible para implementar
proyectos MDL. Esto re presenta un total de 4.46 millones de hectáreas de tierras
Kyoto para el país. Tras evaluar las variables sociales, económicas y biofísicas se
concluye que un 16.9% de estas tierras Kyoto puede dedicarse a proyectos MDL en el
período 2003-2012, lo que re presenta 0.7 millones de hectárea es, equivalentes al
6.5% del territorio nacional. La estimación de estas áreas se basó en los únicos mapas
de cobertura disponibles para el país al momento de realizar el estudio. Es importante
recordar que dichos mapas (PAFG 88 y MAGA 99) fueron realizados mediante
clasificaciones visuales de imágenes de satélite, por lo que dichas categorizaciones
presentan limitaciones de detalle e interpretación. Aun así, la escala requerida es
comparable con la escala de los mapas fuente, por lo que el nivel de detalle de los
mismos es adecuado para los fines de este estudio. No obstante, las áreas derivadas
de la comparación de ambos mapas, un paso necesario en los cálculos de Áreas
Kyoto, pueden presentar un grado de incertidumbre considerable. No es posible
obtener un dato cuantitativo del margen de error de las áreas calculadas a partir de
estos mapas. A modo de ejemplo de cómo las áreas de cobertura boscosa del país
pueden variar dependiendo de los procedimientos de interpretación de imágenes, se
presenta la Tabla 8 donde se muestran los valores de cobertura forestal para
Guatemala, de acuerdo con d i f e rentes fuentes de información. Los mapas de
cobertura del MAGA e INAB fueron realizados a partir de las mismas imágenes de
satélite pero con diferente s procedimientos de interpretación, y muestran una
diferencia de 6,640 km2 (664,000 ha) de cobertura boscosa. El mapa del 2001, que
está actualmente en elaboración, presentará una mejora considerable respecto a los
mapas de 1999 ya que la interpretación fue digital, la escala de detalle es de 1:50,000
y la clasificación ha sido ampliamente apoyada por verificaciones de campo.
Recomendaciones

En la actualidad, no existe una normativa nacional que regule específicamente lo


relativo al cambio climático. Esto incumple el compromiso de Guatemala con el
Convenio Centroamericano de Cambio Climático. Por lo tanto, al no contar con una ley
específica, se recomienda una reforma de la Ley de Protección y Mejoramiento del
Medio Ambiente, para incorporar un capítulo destinado a regular lo relativo al tema.
Asimismo, se requerirá de una reforma legal del actual marco institucional, para
introducir lo relativo a las regulaciones vinculadas con el MDL y la autoridad que lo
implemente.

D e n t ro de las actuales discusiones para la elaboración del Programa Forestal


Nacional (PFN) de Guatemala, es recomendable incorporar consideraciones respecto
a las modalidades y procedimientos correspondientes a las actividades de proyectos
de forestación y reforestación, en el marco de un mecanismo para un desarrollo limpio.
También es necesario dar seguimiento a la "Estrategia y Plan de Acción de
Biodiversidad"1 en los temas de Uso y Valoración de las Áreas Silvestres,
específicamente en lo relativo a los Mecanismos de Apoyo para la Gestión de
Proyectos en el Mercado de Carbono, respecto a: establecer un Programa de
Asistencia Técnica, implantar un Fondo de Pre inversión, así como diseñar y
desarrollar los mecanismos de Banco y Sistema de Transacción de Créditos de
Carbono para poder guardar los créditos por el carbono fijado actualmente (para lo
cual no existe mercado en este momento)

En un país con tierras de vocación mayoritariamente forestal, es indispensable contar


con programas de educación para construir una cultura forestal en la población. Por lo
tanto, se recomienda establecer programas educativos a la ciudadanía.
Anexos
El calentamiento del sistema climático es inequívoco, como evidencian ya los
aumentos observados del promedio mundial de la temperatura del aire y del océano, el
deshielo generalizado de glaciares, y el aumento del promedio mundial del nivel del
mar (IPCC, 2007). El cambio climático se manifiesta con el aumento de la incidencia e
intensidad de los fenómenos oceanográficos y meteorológicos, así como aumento de
enfermedades, en la disminución de la disponibilidad y calidad de los recursos
hídricos, en la reducción de la producción de alimentos y en los impactos en la
infraestructura básica y de servicios, ocasionando serios impactos económicos y socio
ambientales (MARN, 2009).
Anexos

Las áreas protegidas ya son beneficiosas en términos de mitigación y adaptación.

Estas áreas pueden ayudar a la naturaleza y a la sociedad a mitigar el cambio


climático por medio de la captura y el almacenamiento del carbono (CO2) en los
ecosistemas naturales, y a adaptarse a los cambios climáticos actuales o
pronosticados mediante la provisión de diferentes formas de servicios de los
ecosistemas.

Las áreas protegidas pueden servir para ambas cosas la mitigación y la adaptación al
cambio climático. La mitigación se logra al guardar carbono que puede ser emitido de
otra forma o retenido en la atmósfera, y la adaptación se logra a través del
aprovisionamiento de un rango de bienes y servicios ambientales que tienen que ver
directamente con algunos de los impactos del cambio climático en las personas.

Las áreas protegidas proveen medios prácticos y efectivos para tratar muchos
aspectos de la adaptación a través de enfoques basados en los ecosistemas.
Anexos
El cambio climático tiene un impacto directo sobre muchos de los riesgos que pueden
dar lugar a desastres.

El clima es cada vez más variable y sujeto a condiciones climáticas extremas. Los
especialistas en reducción de desastres enfatizan que los impactos del cambio
climático necesitan ser evaluados junto a otros desastres naturales.

El papel más inmediato de las áreas protegidas en la reducción de desastres es, el de


aminorar los efectos de los peligros naturales.

Las áreas protegidas pueden jugar un papel vital en el manejo de las amenazas
existentes, reduciendo las presiones en general y al mismo tiempo proveyendo
medidas activas de manejo para reducir los riesgos climáticos que amenazan la
biodiversidad.
Referencias Bibliográficas

https://webcache.googleusercontent.com/search?
q=cache:QQxXsb5wb1wJ:https://definicion.de/cambio-climatico/+&cd=1&hl=es-
419&ct=clnk&gl=gt

https://www.sostenibilidad.com/cambio-climatico/mitigacion-adaptacion-cambio-
climatico/
https://elperiodico.com.gt/opinion/2016/07/09/situacion-actual-de-guatemala/

https://www.cepal.org/es/publicaciones/11277-institucionalidad-politicas-publicas-desarrollo-
rural-guatem

file:///C:/Users/User/Downloads/Agenda%20Estrategica%20Interinstitucional.pdf

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http://www.unis.edu.gt/ap/fetch/seguridad-social-guatemala.pdf

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rural-guatemala

file:///C:/Users/User/Downloads/Agenda%20Estrategica%20Interinstitucional%20(1).pdf

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