LA DEFORESTACIÓN HASTA NUESTROS DÍAS

La humanidad desde sus inicios, ha buscado satisfacer sus necesidades sin importarle los
efectos que pueda ocasionar en su entorno. Hace algunos siglos la naturaleza vivía en paz,
el hombre respetaba y valoraba su medio de vida hasta que empezó la transformación, dado
que este inició con el auge de la agricultura y la ganadería llegando a la industrializacióny,
en efecto, dio un gran cambio al ambiente.

Este estilo de vida fue sedimentándose a lo largo de los años, se convirtió en algo común,
trayendo consigo efectos sociales como ambientales que lograron fortalecerse y hoy es
difícil poder controlarlos.

Desde que el hombre empezó a filosofar ha perfeccionado muchas cosas y entre ellas, el
uso de la materia prima
para satisfacer sus
necesidades y gustos de
sí mismo, pero para
complacerse era
necesario la obtención
de materia que él
mismo le atribuyó
valor, por ende, se
convertía en un bien
anhelado y era
necesario explorar
nuevos territorios para poseer minerales y es así como inicia la destrucción natural que de
manera repentina se consolidó. “los antepasados del hombre se diferenciaban de los demás
animales porque transformaban la naturaleza y producían bienes para satisfacer sus
necesidades en el transcurso desarrolló una economía de subsistencia escogiendo su presa
para evitar una mayor depredación de la naturaleza” (Instituto de Ciencias y Humanidades
– 2018)

A partir del neolítico las necesidades aumentaron y trajeron consigo el egocentrismo,

puesto que había déficit de producción y materia prima, esto motivó la división social que
perfeccionó la situación y así comenzó el expansionismo buscando tierras fértiles para ser
usados en beneficio propio sin medir los efectos en las demás especies.
El bienestar de los pueblos trajo mejor calidad de vida y por ello a evolucionar la
agricultura, las máquinas de vapor y por último máquinas industrializadas; la paradoja de
este hecho se centra en el beneficio propio del hombre y solo de este.

Este mismo cambio nos llevó al facilismo que desde el siglo XIX buscaba la producción
inmediata (menor tiempo) dando inicio al uso de fertilizantes sin importarle los efectos en
el ecosistema. Este cambio se vivió de manera indirecta en el Perú con exportación del
guano, el salitre, el caucho y la anchoveta; esto refleja que nos interesa satisfacer nuestras
necesidades a costa de la naturaleza. “Por noveno año consecutivo, la industria
biotecnológica y sus aliados festejan una continua expansión de los cultivos transgénicos,
que llegó a una tasa de dos dígitos del 20%, superando incluso la de 2003 del 15%, el
cultivo de soja tiende a erosionar los suelos, especialmente en aquellas situaciones donde
no es parte de rotaciones largar” (Miguel A. Altieri y Walter A. Pengue - 2005)

Hoy en día la demanda de automóviles, joyas, cuadernos, etc., han convertido la extracción
de materias primas en un negocio rentable y con ello la destrucción del ecosistema,
trayendo como consecuencia problemas socio ambientales por el mal control que se da en
las zonas de extracción y claros ejemplos de esta situación son los conflictos de Tía María,
El Baguazo, las Bambas, etc.

Actualmente, la depredación se ha incrementado y ha llegado a puntos tan extremos que

comenzamos a sentir los efectos negativos tales como la desglaciación precipitada y el
bochorno. Los efectos se reflejan gramaticos cambios climáticos y para poder contrarrestar
la contaminación se han creado organizaciones, asociaciones, ONG y leyes a nivel nacional
e internacional que buscan concientizar, proteger y reducir los efectos nocivos en el
ambiente. “Los factores que desencadenan la deforestación de la región amazónica se han
vuelto más complejos, ya que no solo responden a condiciones locales, sino que además se
han sumado procesos internacionales. “Con las demandas nacionales y la fuerte presión
internacional, se han intentado diversos programas para detener el avance de la
deforestación” (Diego Martino-Revista del sur 169 (1), 3-20, 2007)

La acción humana se está destruyendo a sí misma, no dejemos de lado la función que

cumplimos como ciudadanos y busquemos una solución inmediata para revertir esta
situación que hoy en día es una epidemia no solo para los humanos sino para todo ser vivo.

“Es el momento de renunciar el egocentrismo, piensa en las futuras generaciones, pues

ellas te agradecerán”