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© 1961 C. S.

Nott © ¡999 Editorial Ganesha, Venezuela

Nueva York, enero 1924

Nue

1
Título de la obra en inglés:
Teachings of Gurdjieff
The Journal of a Pupil
Publicada en 1961 por Routledge & Kegan Paul Limited
Londres

Traducción: Alberto Carrión Corrección y cuidado de la edición: Suzanne Gay, Eduardo Gil, Arhan
Pérez y Reynaldo Pérez Só
Diseño de portada: Miguel Manrique
Paginación electrónica: María Isabel Arenas
Impresión: Corpográfica S.A., Caracas

Hecho el depósito de ley


Depósito Legal Tf. 46919991001664
Única versión autorizada en español
Primera edición: Julio de 1999

Todos los derechos reservados de acuerdo a las Convenciones

Internacionales y Panamericanas sobre los Derechos de Autor.

Ninguna pante de esta publicación puede ser reproducida en forma alguna

o por ningún medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopias,

grabaciones, o cualquier sistema de registro y recuperación

de información sin permiso por escrito del editor.

ISBN 980-6404-03-3
Impreso en Venezuela- Printed in Venezuela
EDITORIAL GANESHACONTENIDO

Prefacio.................................................................11
Prólogo................................................,................15
I Nueva York y Fontainebleau 1923-5..................21

II Nueva York y Fontainebíeau 1925-6..............133


IlIcomentarios de Orage sobre Belcebú.............179
IV Fontainebíeau 1928.......................................298
C. Stanley Nott

Epílogo 309G. I. GURDJIEFF


Diario de un Alumno

Recuento de algunos años


con G. I. Gurdjieffy A. R. Orage
en Nueva York
y Fontainebleau-Avon

4
GANESHA
PREFACIO
Han pasado más de treinta y cinco años desde que entré en contacto por primera
vez con el sistema de Gurdjjeff. Este diario, empezado en 1924.es un registro parcial
de mis primeros años de trabajo (1923 a 1928) con G.I. Gurdjieff y A.R. Orage. Ño se
trata de la exposición del sistema, sino más bien de un relato de mi propia
experiencia de algunos hechos y palabras de estos dos hombres, compilado a partir
de centenares de páginas de apuntes. Más que cronológico es temático. Muchas de
las charlas fueron repetidas, D veces después de largos intervalos, desde diferentes
aspectos v en formas diversas.

Al configurar este diario, he tenido en mente el creciente número de personas que


hoy se interesan en las ideas de Gueorgui Ivánovich Gurdjieff. Los que no conocen
su enseñanza pueden confundirse con algunos de los términos y expresiones
utilizados. Sin embargo, existe allí mucho material que podrá interesar a muchas
personas insatisfechas de nuestra manera actual de vivir. Algunas de ellas querran
leer el libro del mismo Gurdjieff, Relatos de Belcebú a su nieto: Crítica
objetivamente imparcial de la vida de los hombres.

Cuando conocí a Gurdjieff y a Orage, yo era inmaduro, ingenuo e inquieto, sin


ningún conocimiento de verdaderas ideas; y nunca podré serle suficientemente
agradecido a Gurdjieff por su paciencia

Infinita en aquellos primeros años, así como también, a sus alumnos más antiguos,
por su orientación, especialmente a A.R. Orage, al doctor Stjoernval v a Thomas de
Hartmann, quienes con el tiempo llegaron a ser mis amigos íntimos y, podría
decirse, mis hermanos mayores. Ya no soy joven. A lo largo de mi variada existencia
he experimentado casi todo lo que la vida ordinaria puede ofrecer -tanto lo que
llamamos bueno como lo que llamamos malo-. Y puedo ver ahora que cualquier
logro que he podido obtener para mi propio ser y comprensión, cualquier cosa real
que he sido capaz de conocer y comprender, Gurdjieff, a su sistema y a su metodo.
Ellos me han dado un centro de gravedad y una meta puedo decir: "Gracias a Dios
por su regalo inefable".

La cosmología y la cosmogonía, la creación y mantenimiento del universo, la ley de


Tres y la ley de Siete, las causas de la degeneración del hombre y los medios para
su redención, la escatología -las cuatro últimas cosas: detalladas explicaciones de
todo esto pueden encontrarse en el libro de Gurdjieff Relatos-de Belcebú a su Nieto,
una obra de arte objetiva de primera magnitud- Fragmentos de una
Enseñanza desconocida: En busca de lo milagroso de P.D. Ouspensky, aunque no
puede considerarse como arte objetivo, es, sin embargo, una obra maestra como
reportaje objetivo de las charlas de Gurdjieff en Rusia. Como introducción al sistema
de Gurdjieff, nunca será superada. Pero, mientras el estudio de Fragmentos aporta
sólo conocimiento -aunque de un alto nivel- el estudio de los Relatos de Belcebú
aporta tanto conocimiento como "comprensión".

En pocas palabras, el sistema de Gurdjieff incluye escritos; danzas sagradas,


Movimientos y ejercicios; música; y la enseñanza en sí. Los libros de Gurdjieff están
organizados en tres series: La primera, Relatos de Belcebú a su Nieto; la segunda,
Encuentros con Hombres Notables; la tercera, La Vida no es Real sino cuando "Yo
Soy". La primera fue publicada en 1950; la segunda ha sido editada en francés pero
aún no en inglés; la tercera permanece inédita*. Parte de la música ha sido
publicada.

Gurdjieff recogió en Oriente una gran cantidad de danzas sagradas, danzas


folklóricas y ejercicios; y él mismo compuso muchas danzas y movimientos, algunos
de los cuales se basan en el símbolo del eneagrama. También compuso y coleccionó
una gran cantidad de piezas musicales que fueron armonizadas bajo su supervisión
por Thomas de Hartmann. Muchas de estas danzas y composiciones musicales son
arte objetivo.

Se puede adquirir un conocimiento de la teoría del sistema a partir de los libros; y


de hecho, todo investigador serio debería leer Relatos de Belcebú y Fragmentos de
una Enseñanza Desconocida. Pero la enseñanza en sí, que incluye trabajo práctico
-el Método- sólo puede ser impartida a grupos especiales por instructores que
hayan pasado ellos mismos por largos períodos de trabajo intensivo.

La primera parte de este libro está constituida principalmente por recuentos de


trabajos con Gurdjieff; la segunda, presenta los comentarios de Orage acerca de
Relatos de Belcebú a su Nieto en e! grupo de Nueva York; mientras la tercera es en
cierto modo una consecuencia y resultado de las dos primeras.
Hoy en día las tres series han sido publicadas en francés, inglés y español, y algunas de ellas en otros idiomas (alemán, italiano, portugués, ruso,
etc.). N. del T.
PROLOGO
Siendo aún un niño pequeño en el poblado de Hertfordshire donde crecí, a menudo
me parecía que había algo extraño y hasta absurdo en el comportamiento de la
gente grande; la actitud de unos hacia otros en público y lo que decían unos de
otros en privado, no coincidía. Mientras iba creciendo, me iba dando cada vez más
cuenta de la diferencia entre la vida como pensaba que debía ser y como era en
realidad. Con el tiempo, por supuesto, tuve que empezar a aceptarlo. "Tal vez", me
decía, "no sea la vida ni la gente grande lo que está errado, sino yo". Pero algo en
mí no llegó a aceptar esto enteramente. Como niño, imaginaba que debía haber
algún lugar donde yo fuera feliz; que encontraría satisfacción en algún trabajo o en
una religión distinta de la metodista. Amaba mi hogar y amaba a mis padres, pero
rara vez me sentía satisfecho. No sé si por causa de algo en mi herencia o por la
influencia de los planetas en el momento de mi concepción y nacimiento, o una
mezcla de ambos, pero una inquietud interna y una insatisfacción -por una parte
con lo que me encontrara haciendo y por otra con las circunstancias que me
rodeaban- no me permitían una paz interior; siempre estaba allí la pregunta
implícita: "¿Para qué sirve la vida?"

A los siete años compré mi primer libro: su título, curiosamente, era Johnny's Search
(La Búsqueda de Johnny).

Abandoné la escuela a los trece años, sin haber aprendido literalmente nada -ya
que leí y escribí sin haber sido enseñado- y pasé de un trabajo a otro, siempre
preguntándome para qué servía la vida. A los dieciocho años, viajé por Tasmania, y
de allí por Nueva Zelandia, Australia y Canadá, trabajando en haciendas de ovejas,
en granjas y en otros trabajos físicos. En 1914, mientras vivía en una pequeña isla
frente a la costa de la Columbia Británica, estalló la Primera Guerra Mundial. Me
alisté de inmediato para convertirme en uno de los millones de muchachos y
jóvenes que fueron arrastrados a esta catástrofe colectiva; y en 1917 fui dado de
baja en las trincheras de Francia. Fue entonces cuando comencé a pensar
seriamente acerca del sentido de la vida.

Aunque recibí una educación religiosa y fui, de joven, catequista y predicador laico,
(literalmente un hombre "temeroso de Dios"), la religión organizada ya no tenía
sentido para mí; no era capaz de darme respuestas satisfactorias a las preguntas
que surgían en mí como consecuencia de la desilusión resultante de la guerra,
donde la vida o la muerte de uno dependía a menudo del capricho de algún
estúpido colocado por azar en un puesto de mando. La estupidez y el absurdo, tan
frecuentes en la vida ordinaria, no eran nada comparados con las colosales
estupideces de la guerra, donde miles de seres perdieron sus vidas debido a la
vanidad o el orgullo de alguien. Solía preguntarme: ¿Por qué deben sufrir los
hombres así? ¿Por qué los políticos y los periódicos nos ahogan con sus mentiras?
¿Por qué se vive la vida en una atmosfera de mentiras? George Bernard Shaw, con
quien conversé muchas veces, era el único entre mis conocidos que estaba
dispuesto a admitir que la guerra era un asunto terrible y que había algo
extrañamente errado en la actitud del hombre hacia la guerra y hacia la vida en
general. Para él era como si estuviéramos viviendo en un manicomio.

Debe existir, sentía yo, alguien, alguna enseñanza, capaz de dar una respuesta
clara a mis preguntas. Y un día, en el último año de la guerra, surgió la convicción
de que debía encontrar ese maestro y esa enseñanza. Pero esto tenía que buscarlo,
y el lugar más probable

para encontrar al uno o a la otra era el Lejano Oriente. Después del armisticio partí,
y por dos años peregriné alrededor del mundo, visitando América del Norte, Japón,
China, Malasia, Birmania, India, Egipto e Italia. A pesar de que tuve experiencias
muy interesantes, conocí toda clase de hombres y de religiones y contemplé
muchos paisajes maravillosos, no llegué a descubrir ni el maestro ni la enseñanza
que en mi ser interior sentía capaces de satisfacerme.
Volví a Inglaterra mejor de salud, aunque sufriendo todavía los efectos de la fiebre de las
trincheras y la artillería. El éxito financiero llegó a mí a través de relaciones comerciales en Viena,
donde estuve casi un año. Ganaba dinero fácilmente y podía darme la buena vida de un rico joven
soltero en la ciudad. También me acogí a la "reforma social" y pasé a residir en el "Toynbee Hall".
Allí surgió la oportunidad de trabajar con una misión de ayuda en Rusia, en Ucrania, donde pasé
uno de los períodos más interesantes de mi vida entre los campesinos, ya que la enferrnedad_del
comunismo no había llegado al distrito donde yo estaba. Al regresar a Inglaterra, me encontré
muy prontó ínmerso en el mundo literario y editorial, y desenvolviéndome en la más alta
sociedad. Todo lo que un joven ambicioso podía desear estaba en mi camino, incluyendo una
carrera pública, apoyada por la gente de nombre, dinero e influencia. En un sentido estaba
satisfecho, pero la satisfacción iba acompañada de una profunda insatisfacción. Parecía que me
encaminaba hacia un callejón sin salida. Sentía que todas mis experiencias equivalían a nada, a
un mero telón de fondo. Debía encontrar el Libro Mágico de los cuentos de hadas rusos. El Anillo
Mágico, la Rama Dorada; algo que me diera un indicio del sentido de la vida
.En este momento me topé con un soneto que describía mi
estado interior. La impresión que hizo en mí fue tan vivida que
tuve que leerlo cien veces. Pertenece a Partenofil y Partenofe
(1593):

"¡Oh, dulce contentamiento!

¿Dónde se encuentra tu apacible morada?

¿Acaso con los pastores y alegres Enamorados,

Cuyo canto en los prados se entona y resuena

Cuidando sus rebaños y ganado en las llanuras?

¡Oh, dulce contentamiento! ¿Dónde descansas protegido?

¿En el cielo, con los ángeles, que cantan alabanzas

De aquél que hizo, y gobierna por Su mandato

Las mentes y corazones de todo ser viviente?

¡Oh, dulce contentamiento! ¿Dónde tienes tu refugio?

¿En iglesias, con las gentes religiosas,

Que agradan a los dioses con diferentes plegarias,

Y luego, en sus estudios, meditan sobre ello?


¡Sea que aparezcas en el cielo o en la tierra, donde quiera te
encuentres, aquí no te refugiarás!"

De súbito -y tan irracionalmente como parecía- abandoné mi


vida en Inglaterra. De hecho, estaba presionado por algo dentro
de mí, algo que había comenzado durante una conversación
casual; y en octubre de 1923 zarpé hacia Nueva York donde
conseguí trabajo en una librería, con la idea de abrir una por mi
cuenta. La librería, "The Sunwise Turn", era una especie de
centro cultural, que atraía jóvenes escritores, artistas, poetas y
músicos de la época. Pasaba mis fines de semana con amigos
intelectuales en Croton, a orillas del Hudson, discutiendo y
polemizando acerca de cómo el mundo debía ser gobernado. Mi
situación y mi estado interior volvieron a ser tal como habían
sido en Londres.

Al conocer tantas personas y absorber tantas nuevas


impresiones olvidé que estaba buscando una enseñanza, un
camino nuevo. Pero donde

1
0
10quiera que vamos, no importa lo que hagamos, siempre
llevamos sobre nuestros hombros el "viejo del mar" de Simbad.
Aunque podamos olvidarlo por algún tiempo, nunca nos
abandona, porque forma parte de nosotros mismos.
Así que después de unos tres meses de la
incesante ronda de actividad social, cultura! y de
negocios en Nueva York, de nuevo comencé a
experimentar un vacío interior. Y fue entonces
cuando, a través de un encuentro
aparentemente casual con un inglés, Alfred R.
Orage, todo cambió para mí.NUEVA YORK Y
FONTAINEBLEAU 1923-5
A fines de diciembre de 1923, Orage, recién llegado a Nueva
York desde Fontainebleau con un tal doctor Stjoernval, pidió
permiso en la librería donde yo trabajaba para dar una charla
sobre las ideas de G. 1. Gurdjieff y su Instituto. En Londres,
Orage había sido propietario y director de la revista New Age,
que George Bernard Shaw había calificado como la mejor revista
de literatura e ideas que Inglaterra había producido desde el
siglo XVIII. Yo había visto a Orage una vez. El doctor Stjoernval
era un médico que trabajó con Gurdjieff en Rusia y lo acompañó
a Francia junto con su esposa.
Se concertó una reunión, y en aquella noche se llenó la librería
con un auditorio de hombres y mujeres bien vestidos y de
aspecto intelectual. Voy a relatar lo esencial de la charla de
Orage. Es clara y concisa, y sirve de base para lo que sigue en
este diario.
"El Instituto para el Desarrollo Armónico del Hombre, en
Fontainebleau", dijo Orage, "que se basa en el sistema de G. I.
Gurdjieff, es en realidad una continuación de la sociedad
llamada los 'Buscadores de la Verdad', fundada en 1895 por un
grupo de médicos, arqueólogos, científicos, sacerdotes, pintores,
etc., cuya meta era colaborar en el estudio de los así llamados
fenómenos sobrenaturales, y en la cual cada uno de sus
miembros tenía interés desde su punto de vista particular. Los
miembros de esta Sociedad realizaron expediciones a Persia,
Afganistán, Turquestán, Tíbet, India y otros países, para
investigar documentos antiguos y todo tipo de fenómenos. Hubo
grandes dificultades y algunos perdieron la vida
accidentalmente, otros, de muerte natural, y algunos
simplemente abandonaron la búsqueda. Finalmente, con un
reducido número de supervivientes, el señor Gurdjieff llegó a
Rusia en 1913. Su primera parada fue en Tayikistán. Desde allí
prosiguieron a Moscú, con la idea de organizar y poner en uso la
enorme cantidad de material que habían recogido. En Moscú el
señor Gurdjieff dio una serie de charlas, que llegó a interesar a
un buen número de grupo de científicos, músicos, médicos,
ingenieros y escritores. Se hicieron los arreglos para establecer
un Instituto con el propósito de formar alumnos. Pero el estallido
de la Primera Guerra Mundial, seguido por la revolución de
1917, hizo imposible la continuación del trabajo allí"."El señor
Gurdjieff decidió abandonar Rusia. El y un grupo de alumnos
emprendieron un viaje peligroso y difícil, a través de
lasmontañas hasta Tbilisi, y allí realizó su proyecto de fundar el
Instituto para el Desarrollo Armónico del Hombre. Más alumnos
se incorporaron. Posteriormente creyó necesario trasladarse a
Constantinopla, donde, después de muchas dificultades,
continuó el trabajo del Instituto. Con el paso del tiempo el señor
Gurdjieff llegó a la conclusión de que Europa sería un lugar más
apropiado para su meta. Fueron a Alemania por poco tiempo y
finalmente llegaron a París. Allí se realizó una demostración de
Movimientos

y Danzas Sagradas, pero, aunque asistieron muchos franceses,


pocos se interesaron. Después de mucho buscar una sede
permanente, se encontró y, en 1922, se compró el Cháteau du
Prieuré (o Cháteau des Basses-oges) en Fontainebleau-sur-Avon,
donde se estableció el Instituto".

En este momento surgieron preguntas. Después de


responderlas, Orage continuó:

"Lo alumnos se dividen en dos categorías: la de aquéllos que se


interesan principalmente en la teoría del sistema, y la de los que
no sólo se interesan en la teoría, sino que también desean
trabajar y ser formados en el método".

"El sistema se basa en las conclusiones siguientes: La vida en


nuestro tiempo ha llegado a ser tan compleja que el hombre se
ha desviado de su tipo original, es decir, un tipo que debió ser
dependiente de su entorno -el país donde nació, el ambiente de
crianza y la cultura en la que fue educado-. Estas condiciones
deberían haberle trazado al hombre su camino de desarrollo e
indicarle el tipo normal que debería haber alcanzado. Pero
nuestra civilización, con sus medios casi ilimitados para
influenciar a un hombre, le ha hecho casi imposible vivir en las
condiciones que habrían sido normales para él. Mientras que la
civilización ha abierto para el hombre nuevos horizontes en el
conocimiento y en la ciencia y elevó su nivel de vida, ampliando
así su percepción del mundo, en vez de promoverlo a un nivel
general más elevado, sólo ha desarrollado ciertas facultades en
detrimento de otras y algunas las ha destruido por completo.
Nuestra civilización ha despojado al hombre de las cualidades
naturales y esenciales de su tipo heredado, pero no le ha dado
lo que necesitaba para el desarrollo armónico de un nuevo tipo;
de manera que la civilización, en vez de producir una
individualidad completa adaptada a la naturaleza y al entorno
donde se encuentra los que en realidad fueron responsables de
su creación- ha producido un ser fuera de su elemento, incapaz
de vivir una vida plena, y al mismo tiempo extraño a esa vida
interior que por derecho debería ser suya".

"Es con respecto a esto que el sistema psicológico del señor


Gurdjieff se pronuncia. El sistema comprueba,
experimentalmente, que la percepción del mundo para un
hombre de nuestro tiempo y su modo de vida no constituyen la
expresión consciente de sí mismo como un todo, sino, por el
contrario, son la manifestación inconsciente de sólo una de sus
tres partes".

"Desde este ángulo, nuestra vida psíquica (como percibimos el


mundo y expresamos nuestra percepción de él), no es un todo,
un todo que actúa como un recipiente de nuestras percepciones
y una fuente de nuestras expresiones. Por el contrario, está
dividida en tres entidades separadas, que casi no tienen nada
en común, y que son diferentes en substancia y en función".
"Estas tres partes separadas y totalmente distintas -fuentes de
la vida intelectual, emocional e instintivo-motriz del hombre,
tomada cada una en el sentido de la totalidad de funciones
propias de ella— son llamadas en el sistema de Gurdjieff, centro
intelectual, centro instintivo-motor y centro emocional".

"Cada percepción y expresión verdaderamente, conscientes de


un hombre debe ser el resultado de un trabajo simultáneo y
coordinado de los tres centros, cada uno de los cuales tiene que
desempeñar su papel en la tarea conjunta; es decir, debe
aportar su cuota de asociaciones. Una percepción completa en
cada caso particular sólo es posible si los tres centros trabajan
juntos. Pero debido a las muchas y variadas influencias que
perturban y afectan al hombre moderno, el trabajo de los
centros está casi siempre inconexo, con el resultado de que sus
funciones intelectuales, emocionales e instintivo-motrices no
logran completarse y corregirse unas a otras. Transitan por
distintos caminos, raras veces se encuentran, y de esta manera
sus momentos de conciencia real son muy escasos".

"Los tres centros no coordinan por la siguiente razón: existen,


por decirlo así, tres hombres diferentes en un solo individuo; el
primer hombre sólo piensa, el segundo sólo siente y el tercero
vive sólo por sus instintos y funciones motrices. Tenemos
entonces, podría decirse, un hombre lógico, un hombre
emocional y un hombre físico. Tres en uno que nunca se
entienden entre sí; no sólo eso, sino que consciente, y hasta
inconscientemente, interfieren unos con otros, en sus planes,
intenciones y trabajo; y sin embargo, cada uno de ellos, en el
momento en que actúa, habla con autoridad, y dice 'yo".

"Si observamos el trabajo de los centros, veremos cuan


contradictorios y cuán divididos están, y será evidente que el
hombre no puede ser amo de sí mismo porque él mismo no
puede controlar el trabajo de sus centros. Ni siquiera sabe cuál
de sus centros será el próximo que empiece a funcionar.
Nosotros no nos damos cuenta de esto porque sufrimos de la
ilusión de que hay una especie de unidad en nuestros varios
'yoes".

"Si observamos correctamente las manifestaciones de la psiquis


de un hombre moderno, se verá claramente que nunca actúa
por propia iniciativa y por razones que le son propias, sino que
sólo expresa por sus acciones, los cambios que son provocados
en su mecanismo por causas que están fuera de él. El no piensa:
algo en él piensa; él no actúa: algo actúa a través de él; él no
crea: algo en él crea; él no logra: algo se logra a través de él".

"Esto se hace claro cuando somos capaces de comprender los


procesos de percepción de las influencias externas e internas de
cada centro, mediante los cuales se realizan las acciones de
respuesta".

"Los centros de un niño recién nacido pueden ser comparados


con discos de gramófono en blanco sobre los cuales, desde el
primer día o desde las primeras horas, se graban las
impresiones del mundo interior y del mundo exterior. Las
impresiones grabadas se preservan en cada uno de los tres
centros en el mismo orden (a menudo absurdo) y en la misma
relación en que fueron recibidas por primera vez. Los procesos
de pensar, razonar, juzgar, memorizar e imaginar son
exclusivamente el resultado de las impresiones grabadas, que
se combinan y se asocian de diferentes maneras bajo la
influencia de choques accidentales. Los discos, cuyo contenido
se convierte así en el centro de asociación, son puestos en
marcha con diversos grados de intensidad por estos mismos
choques. Otro choque, o uno de diferente intensidad, ponen en
funcionamiento a otro disco y evoca otra asociación más, y en
consecuencia, otra serie de pensamientos, sentimientos, actos;
y ningún centro puede añadir nada de sí mismo a las
combinaciones formadas en los otros centros. El resultado es
que la percepción del mundo de un hombre es la consecuencia
de sólo una parte de su ser o, para decirlo de otra manera, el
hombre tiene tres modos diferentes de procesar la percepción, y
cada uno tiene poco contacto con el otro, o lo hace por
casualidad y sólo parcialmente. En consecuencia, cada
conclusión a la que llega un hombre, cada juicio, es el trabajo de
sólo una parte de su estructura, la expresión de sólo una
pequeña porción del material que ha almacenado. De allí que
sus juicios y conclusiones sean siempre parciales, y en
consecuencia falsos".

"A partir de todo lo que se ha dicho podemos ver que el primer


paso en un desarrollo equilibrado del hombre consiste en
enseñarle cómo ser capaz de introducir, desde un principio, el
trabajo de sus tres centros en sus funciones psíquicas. Cuando
los tres centros sean capaces de trabajar con igual intensidad al
mismo tiempo, entonces las tres ruedas principales de la
máquina humana funcionarán en forma pareja y no interferirán
unas con otras. No funcionarán como ahora, al azar, sino que
trabajarán de la mejor manera posible con sus diferentes
potencialidades por separado; y también con relación al grado
de conciencia que le es posible lograr al hombre pero que en su
vida ordinaria nunca logra".

"No debe olvidarse que el grado de desarrollo posible para cada


centro es diferente con cada hombre; de la misma manera como
son diferentes las impresiones registradas. Por lo tanto la
enseñanza y el entrenamiento de cada persona en el trabajo
deben ser estrictamente individuales".
"En el transcurso del tiempo los desórdenes funcionales a los
que está sujeta la máquina humana en condiciones ordinarias,
aumentan, y únicamente después de una lucha larga y decidida
contra los defectos que han surgido en ella, puede dicha
máquina funcionar en forma pareja. Un hombre es incapaz de
sostener esta lucha solo y por sus propios esfuerzos. Tampoco
puede beneficiarse de los numerosos métodos de
autoentrenamiento y desarrollo personal que están de moda
(sean éstos de fabricación propia o importados de Oriente) los
cuales recomiendan indiscriminadamente métodos y ejercicios,
tales como ejercicios físicos, ejercicios de meditación,
concentración y respiración; sistemas de dieta y ayuno,
experiencias inducidas, etc. Estos métodos están dirigidos a
todos, sin considerar las necesidades y habilidades individuales,
y sin tomar en cuenta las peculiaridades personales. No sólo son
inútiles, sino que incluso pueden llegar a ser peligrosos. Los que
traten de reparar una máquina defectuosa sin una comprensión
completa y profunda podrán efectuar algunos cambios, pero
estos cambios a su vez provocarán otros que una persona
inexperta no podrá prever ni evitar. La máquina humana se
encuentra siempre en equilibrio mecánico, ya sea que esté
funcionando en forma pareja o no; en consecuencia, cualquier
cambio provocado en un lugar seguramente ocasionará un
cambio en otro lugar, y es absolutamente necesario que esto
sea previsto y tomado en cuenta".

"Para evitar consecuencias inesperadas e indeseables es


importante que cuando un hombre empieza a trabajar sobre sí
mismo, se someta a la disciplina impuesta por los métodos
especiales y estrictamente individuales utilizados por el
Instituto. Podemos decir que uno de los propósitos es el
desarrollo de nuevos procesos que cambiarán y regularán los
viejos. En otras palabras, en este trabajo tenemos que
desarrollar nuevas facultades que no se pueden alcanzar en las
condiciones de la vida diaria que vemos a nuestro alrededor; y
un hombre no puede desarrollarlas sin ayuda, ni tampoco
mediante la práctica de un método general".

"El uso de métodos de entrenamiento estrictamente


individualizados sólo es posible cuando cada aspecto particular
de la condición orgánica y psíquica del hombre, así como su
educación y todas las circunstancias de su vida, son tomados en
cuenta. Se necesita un largo período de tiempo para determinar
y prescribir con exactitud estas condiciones. Y esto debido a que
el hombre, desde sus primeros días, como resultado de su
crianza, adquiere una máscara externa y presenta
externamente un tipo que no tiene nada que ver con su tipo
real. A medida que el hombre envejece, esta máscara se hace
más gruesa, y al final es incapaz de verse a sí mismo por causa
de la máscara".

"Para descubrir las particularidades de un individuo -lo que es


real detrás de la máscara- es necesario descubrir los rasgos y
facultades de su tipo. Para esto su máscara debe ser destruida,
y esto toma tiempo. Sólo cuando la máscara ha sido destruida,
podemos estudiar y observar al hombre mismo, es decir, a su
tipo real".

"Los interesados entre ustedes están invitados a asistir a las


próximas charlas, cuya fecha y lugar serán anunciados en
breve". Luego hizo una descripción sucinta de la vida en el
Prieuré y del tipo de trabajo que se hacía allí y terminó invitando
a que le hicieran preguntas. Hubo muchas, pero no pude
seguirlas, aunque la audiencia parecía profundamente
interesada y hubo algo de discusión. Para mí la charla tuvo poco
significado. Fui incapaz de captar una sola de las ideas; tal vez
eran muy nuevas para mí. Todo podría haber terminado allí, y el
sistema no hubiera sido más que otra brizna de paja en el
viento, pero al día siguiente Orage entró en la librería y cuando
me lo presentaron me preguntó qué impresión había tenido de
la charla. Dije: "Ninguna en absoluto. No pude entender nada".
"No se preocupe", replicó, "dentro de una semana llegará
Gurdjieff con cuarenta alumnos para ofrecer demostraciones de
ejercicios y Danzas Sagradas. ¿Por qué no viene?" Puesto que
siempre me había interesado la danza, acepté.

En este primer encuentro con Orage me sentía como si lo


hubiese conocido siempre. Era más bien como si me hubiera
reencontrado con alguien a quien conocía íntimamente, que me
agradaba y de quien había estado separado por mucho tiempo.

La primera demostración tuvo lugar en Leslie Hall, y la entrada


era libre. El salón se llenó de lo que se conoce como "gente
interesante", es decir, los que leen, escriben, pintan, componen,
o simplemente hablan sobre tales cosas.
Encontré a Orage entre bastidores meciendo a una pequeña
niña tomándola de los brazos y hablando con un hombre y una
mujer que obviamente eran sus padres. Cuando se alejaron,
Orage me dijo que el hombre era un policía vestido de civil,
enviado para cerciorarse de que no se exhibiera ninguna danza
"erótica".

Tomé asiento entre el público. Pasó mucho tiempo y nos


comenzamos a impacientar. Luego, sobre las nueve, Orage
subió al estrado y después de pedir silencio, dijo: "La
demostración de esta noche constará principalmente de varios
movimientos del cuerpo humano tomados del arte del Antiguo
Oriente, ejemplos de gimnasia sagrada, Danzas Sagradas y
ceremonias religiosas, conservadas en ciertos templos de
Turquestán, Tíbet, Afganistán, Kafiristán, Chitral y otros lugares.
El señor Gurdjieff, junto con otros miembros de los 'Buscadores
de la Verdad', llevaron a cabo durante muchos años en el
Cercano y Lejano Oriente una serie de investigaciones que
prueban que en el Oriente algunas danzas no han perdido el
significado profundo-religioso y científico en el verdadero
sentido-que tenían en la antigüedad. Las Danzas Sagradas y las
posturas y los movimientos en series siempre han sido una de
las materias vitales enseñadas en las escuelas esotéricas de
Oriente. Tienen un doble propósito: transmitir cierto tipo de
conocimiento, y ser un medio para adquirir un estado de ser
armónico. Los límites últimos de resistencia de quien los ejecuta
se alcanzan mediante la combinación de movimientos no
naturales e inhabituales y al hacerlos se obtiene una nueva
calidad de sensación, una nueva calidad de concentración y
atención y una nueva dirección de la mente, todo con vistas a
una meta definida. La danza aún tiene un sentido muy diferente
en el Oriente de! que le damos en Occidente. En la antigüedad
la danza era una rama del arte verdadero, y servía los
propósitos de la religión y de un conocimiento más elevado. Una
persona que se especializaba en un tema comunicaba su
conocimiento a través de obras de arte, especialmente danzas,
al igual que nosotros difundimos el conocimiento por medio de
libros. Entre los primeros cristiano la danza en las iglesias
constituía una parte jmportante del ritual. La antigua Danza
Sagrada no es sólo un medio para lograr una experiencia
estética, sino un libro, por decirlo así, o una escritura, que
contiene un fragmento definido de conocimiento. Pero es un
libro que no puede ser leído por cualquiera. Un estudio detallado
de las Danzas Sagradas, y de posturas y movimientos
especiales, real izado a lo largo de los años, ha probado la
importancia que tienen en el trabajo para el desarrollo armónico
del hombre; el desarrollo paralelo de todos sus poderes, una de
las metas principales del señor Gurdjieff. Los ejercicios y la
gimnasia sagrada son utilizados en su sistema como uno de los
medios para educar la fuerza moral del alumno, para desarrollar
su voluntad, su paciencia, su capacidad de pensamiento,
concentración y atención, oído, vista, tacto, etc."

"El programa de esta noche consistirá principalmente de danzas


en grupos. En el Instituto, éstas preceden a los movimientos
individuales, más complicados, la mayoría de los cuales son
danzas para una sola persona. Además de los movimientos
daremos una demostración de 'Fenómenos Sobrenaturales', uno
de los temas estudiados en la escuela de Gurdjieff, de los que se
dará mas tarde una explicación breve. Se pide al público que se
abstenga de aplaudir".

Después de otra larga pausa entró el señor de Hartmann con


una pequeña orquesta. Thomas de Hartmann, un aristócrata de
los de antes, había sido paje en la corte del Zar, pero había
abandonado la vida en la corte para dedicar su tiempo a la
música. Era un compositor y pianista brillante. En su ballet "La
Flor Rosada", uno de los primeros que Diaghileff presentó en
Moscú, Nijinsky danzó por primera vez en público. La señora de
Hartmann había sido en su juventud una prometedora cantante
de ópera. Ellos conocieron a Gurdjieff en Moscú, y cuando
estalló la revolución, abandonaron literalmente todo y lo
acompañaron a través de las montañas, hasta Tbilisi.

Me impactó la manera como el señor de Hartmann permaneció


sentado frente al piano durante la larga pausa. Mientras los
músicos de la orquesta se inquietaban y nosotros, el público,
cuchicheábamos nerviosamente y mirábamos a nuestro
alrededor para ver quién estaba allí, el señor de Hartmann
permanecía sentado, completamente tranquilo, relajado y, sin
embargo, atento a todo lo que ocurría.

Finalmente los alumnos entraron al escenario y formaron filas.


Estaban vestidos con túnicas y pantalones blancos. Las túnicas
de las mujeres eran largas, las de los hombres, cortas. El cabello
de las mujeres estaba sujeto con cintas de oro, no así el de los
hombres.

En las danzas orientales que siguieron, hombres y mujeres


lucieron los vistosos trajes apropiados, diseñados por Gurdjieff y
basados en los que aún se usaban en Oriente a principios de
siglo, algunos de los cuales yo mismo había visto allá.

A la orden de "ruki storn" (o ruki v storonu) los alumnos


levantaron sus brazos a los costados, la música comenzó, y
manteniendo los brazos extendidos, marcaron complicados
ritmos con los pies. Se mantuvieron así, con los brazos
estirados, durante quince minutos o más. Vino luego un "grupo
máquina" en el cual los movimientos parecían representar el
funcionamiento de máquinas o piezas de una máquina: alumnos
solos o grupos de dos o tres realizaban diferentes movimientos,
aunque como un conjunto armonioso.

Un grupo de los primeros seis ejercicios obligatorios fue seguido


por un segundo grupo de seis "obligatorios" porque se obligaba
a los alumnos a pasar por una serie de ellos antes de que se les
permitiese ejecutar las danzas y los movimientos más
complicados. Estos eran llamados "ejercicios gimnásticos" pero
eran totalmente diferentes de lo que yo conocía como gimnasia.
De los primeros seis, tres provenían del Templo de la .Medicina
en Sari, en el Tíbet, y tres de una escuela esotérica, los
"Videntes" de Kafiristán. El efecto que me ocasionaron estos
ejercicios, los movimientos y la música, fue electrizante. Era
como si los hubiera visto antes; nuevos aunque familiares, y
deseaba, con todos mis sentimientos y mis instintos, hacerlos yo
mismo.

A continuación vino un grupo grande, La Iniciación de una


Sacerdotisa, un fragmento de un misterio llamado Los
Buscadores de La Verdad. A medida que se desarrollaba, con
movimientos, posturas, gestos y danzas, era como si todos los
presentes estuvieran participando en una ceremonia religiosa.
La música me conmovió profundamente, al igual que al resto del
público. El cambio en la atmósfera de la sala se podía sentir con
los sentidos y los sentimientos. La esposa de Gurdjieff
desempeñó el papel de la sacerdotisa en este grupo.

Después siguió una serie de danzas derviches con los trajes


apropiados. Incluyeron la danza derviche Ho Yah, originaria de
Chian (Ho Yah: Oh Tú, Dios Viviente); una Gran Oración de una
orden de monjes que se llaman a sí mismos "Los que Toleran la
Libertad" y a quien la gente llama "Los que han Renunciado"; el
Paso del Camello, proveniente de Afganistán; los movimientos
rituales de los Monjes Velados de la Orden Lakum; una
ceremonia fúnebre para un derviche muerto en el Monasterio de
Subari, en Thershzas; también danzas de los Derviches
Guerreros y los movimientos rituales de los Derviches Giradores.

Las danzas de los derviches fueron ejecutadas por los alumnos


varones, aunque en algunas de ellas una o dos mujeres
desempeñaban papeles menores. Los ritmos y movimientos
eran vigorosos, fuertes, y positivo- masculinos. Uno tenía ante sí
un cuadro, por decirlo así, del hombre como la fuerza realmente
activa. Seguidamente vino la presentación de un peregrinaje. Se
nos dijo que: "en Asia, especialmente en Asia Central, existen
personas que han hecho un voto para obligarse a sí mismas a
sufrir por una bendición recibida o esperada y emprenden
peregrinajes inusitados. Viajan a un lugar sagrado de una
manera insólita o penosa, como por ejemplo dando volteretas,
andando hacia atrás o de rodillas. Les mostraremos una forma
de peregrinación que es común en el Cáucaso y en Turquestán.
Se llama 'Midiendo el camino por medio de la propia talla'. El
camino es a veces muy largo, hasta mil trescientos kilómetros.
El peregrino va desde su casa hacia el lugar sagrado en medio
de cualquier clima, quizá cargando un bulto de cuarenta y cinco
kilogramos, y a menudo llevando algún objeto frágil, una
ofrenda para el santuario. Aunque tal peregrinaje con frecuencia
produce heridas que, según las ideas occidentales, deberían
ocasionar un envenenamiento de la sangre, los observadores
nunca descubrieron caso alguno en el que las heridas no se
hayan curado al día siguiente".

Dos o tres alumnos subieron al estrado y se pusieron de rodillas,


luego se acostaron boca abajo con los brazos estirados. Después
arrastraron sus piernas debajo de ellos y se pusieron de pie en
el lugar que habían tocado antes con los dedos de las manos,
repitiendo estos movimientos alrededor del escenario. Se dice
que Rabia, la famosa santa Sufí, que "aunque era una mujer, era
la corona de los hombres", peregrinó de esta manera desde su
casa hasta La Meca, una distancia de varios centenares de
kilómetros.

La "Pythia" era un fragmento de una ceremonia realizada en los


santuarios de Hudarika en Chitral. Fue descrita como el sueño
magnético de la sacerdotisa que, en la víspera del año nuevo,
predice los acontecimientos que los miembros del santuario
presenciarán durante el año venidero.

Se decía que las danzas de mujeres eran ejercicios preparatorios


para las novicias de varios conventos y algunos movimientos
pertenecientes a su ritual. Yo habia visto algo similar en el norte
de la India y en China, pero nunca había visto nada comparable
con la belleza, la gracia y el encanto de éstas, ni en Oriente ni
en Occidente. Tenían nombres como: El Ganso Sagrado, Los
Amores Perdidos, La Oración, El Vals, y así sucesivamente.
Mientras las danzas de los derviches habían expresado las
cualidades activas de hombría y masculinidad, las danzas de las
mujeres expresaban las cualidades pasivas de la feminidad
-ternura y delicadeza-. La música también, con sus
encantadoras melodías, tenía una cualidad profundamente
atrayente.

Para mí el momento culminante de la noche se presentó durante


una serie de movimientos llamados El Gran Siete o El Gran
Grupo. Este provenía de una orden religiosa asentada cerca del
Monte Ararat, los Aisores, una secta cristiana con matices de
sufismo. La serie de movimientos se basaba en un símbolo muy
antiguo, el Eneagrama, construido matemáticamente como los
movimientos de la orden de los Esenios Puros, fundada cientos
de años antes de Cristo.
Durante toda la noche, pensamientos y emociones habían
surgido en mí, recordándome por asociación experiencias
emocionales vividas de danzas de hombres y mujeres que había
presenciado en la India y en China; del canto increíblemente
dulce de mujeres en los templos; de los tambores; del Taj Mahal;
la Esfinge; las Pirámides; las imágenes de Buda; el canto de los
coros y el resonar de órganos en viejas catedrales durante la
Pascua; todo lo que más profundamente me había conmovido
en la religión, la música y el arte, despertaba gradualmente.
Luego, la música del Gran Grupo empezó en un compás lento y
solemne, casi como una advertencia. A medida que procedía,
ascendiendo y descendiendo en olas de sonido, una sensación
de alegría invadió mis sentimientos; al mismo tiempo, mi mente
estaba fija en los complicados movimientos de los alumnos. Pero
con el sentimiento de alegría estaba mezclada una sensación,
no de tristeza, sino de profunda seriedad. Era como si me
estuviera diciendo algo a mí y yo tratara de comprender, una
escritura que yo trataba de descifrar. Entonces, cuando la
música alcanzó un crescendo triunfante, se hizo la luz. "Esto",
sentí, "es lo que siempre he estado buscando. ¡Aquí está lo que
he buscado hasta los confines de la tierra. Aquí está el final de
mi búsqueda!" Era una convicción clara, sin una pizca de duda,
y desde aquel momento hasta hoy, nunca me ha asaltado duda
alguna.

Durante el intervalo, después del "Gran Grupo", no tenía ganas


de hablar. La gente ya no charlaba frivolamente, su
conversación era sosegada. También estaban un poco perplejos,
ya que los movimientos no pertenecían a ninguna categoría de
danzas conocida.

Después del intervalo, Orage volvió al escenario y empezó a


hablar del ejercicio de stop. Dijo:

"En este ejercicio el alumno, a la orden de 'stop', tiene que parar


todo movimiento. La orden puede ser dada en cualquier sitio, en
cualquier momento. Lo que sea que esté haciendo el alumno, ya
sea durante el trabajo, el descanso o durante las comidas, tiene
que detenerse inmediatamente. La tensión de sus músculos
tiene que ser mantenida; su expresión facial, su sonrisa y su
mirada se quedarán fijas y en el mismo estado en que se
encontraban cuando lo sorprendió la orden. Las posturas
resultantes serán utilizadas por los principiantes para el trabajo
mental, para acelerar el trabajo intelectual mientras se
desarrolla la voluntad. El ejercicio del stop no conlleva posturas
nuevas, es sencillamente un movimiento interrumpido.
Generalmente, cambiamos nuestras posturas tan
inconscientemente que no nos damos cuenta de las posiciones
que asumimos entre posturas. Con el ejercicio del stop la
transición entre dos posturas resulta partida en dos. El cuerpo,
llamado por una orden repentina, se ve obligado a detenerse en
una posición en la cual nunca se había detenido anteriormente.
Esto hace posible el observarse mejor a sí mismo. Uno puede
verse bajo una nueva luz, puede tener una sensación y un
sentimiento de sí mismo diferentes y así traspasar el círculo
vicioso de su automatismo".

"La arbitrariedad de nuestros movimientos es una ilusión. El


análisis psicológico y el estudio de las funciones psicomotoras,
tal como están estipulados por el sistema de Gurdjieff, muestran
que cada uno de nuestros movimientos, voluntario o
involuntario, es una transición inconsciente de una postura
automática a otra postura automática -el hombre escoge entre
las posturas disponibles, aquellas que están de acuerdo con su
personalidad; y el número de sus posturas es muy reducido.
Todas nuestras posturas son mecánicas. No nos damos cuenta
de cuan estrechamente entrelazadas están nuestras tres
funciones: motriz, emocional y mental. Ellas dependen unas de
otras; surgen unas de otras; están en constante acción
recíproca. Cuando una cambia, las otras cambian. La postura de
nuestro cuerpo corresponde a nuestros sentimientos y a
nuestros pensamientos. Un cambio en nuestros sentimientos
producirá un cambio correspondiente en nuestra actitud mental
y en nuestra postura física. Por lo tanto, si queremos cambiar
nuestros hábitos emocionales y nuestras formas habituales de
pensar, primero tenemos que cambiar nuestras posturas
habituales. Pero en la vida ordinaria nos es imposible adquirir
nuevas posturas físicas, debido al automatismo del proceso del
pensamiento y a los movimientos habituales. No solamente
están entrelazados los procesos intelectuales, afectivos y
motrices del hombre, por decirlo así, sino que cada uno de los
tres está obligado a trabajar en el círculo cerrado de las
posturas automáticas habituales. El método del Instituto de
preparar al hombre para un desarrollo armónico consiste en
ayudarlo a liberarse del automatismo. El ejercicio del stop es
una ayuda. Si el cuerpo físico es mantenido en una posición
desacostumbrada, los cuerpos más sutiles de la emoción y del
pensamiento podrán expandirse en otra forma".

"Es importante acordarse de que es necesaria una orden


exterior para hacer funcionar la voluntad, sin la cual un hombre
no podrá mantener la postura de transición. Un hombre no
puede darse la orden de detenerse a sí mismo, porque las
posturas combinadas de las tres funciones son demasiado
pesadas para que la voluntad se movilice. Pero viniendo de
afuera, la orden del 'stop' juega el papel de la función mental y
emocional, cuyo estado generalmente determina la postura
física; de esta manera la postura física, estando fuera de su
estado habitual de sometimiento a las posturas mentales y
emocionales, se encuentra debilitada, y a su vez debilita las
otras posturas. Esto hace posible que nuestra voluntad gobierne
en nuestras funciones por un breve momento".
En ese momento Gurdjieff subió al escenario y pude observarlo
de cerca. Vestido con traje obscuro y sombrero de fieltro negro,
era un hombre físicamente muy fuerte; no obstante, al caminar,
era tan ágil como un tigre. Observó al público medio sonriente;
y nos abarcó a todos con una mirada de sus penetrantes ojos
obscuros. No encajaba en ninguno de los tipos conocidos: con
certeza no en el tipo "místico", o yogui, o filósofo, o "maestro";
podía haber sido un participante en expediciones arqueológicas
en Asia Central.

Una vez agrupados los alumnos a un lado del escenario,


Gurdjieff lanzó algo al aire y ellos corrieron para agarrarlo. El
gritó: "Stop". Como por arte de magia el grupo se convirtió en
estatuas, en actitudes variadas. Transcurrió más o menos un
minuto. "Davolna", dijo Gurdjieff y todos se relajaron y se
retiraron. Se hizo el ejercicio varias veces.

Después de esto vinieron los Chorovods -danzas folklóricas y


campesinas- y la señora de Hartmann salía al escenario antes
de cada danza para dar algunas explicaciones. Empezó
diciendo:

"Casi todos los pueblos de Asia tienen sus propias danzas. El


Instituto ha recogido más de doscientas. La primera que vamos
a mostrar, normalmente ejecutada por muchachas jóvenes,
proviene de la región de Kumurhana en Turquía, aunque su
origen se remonta a la antigua Grecia, y las posturas de las
bailarinas se asemejan sorprendentemente a los dibujos de
jarrones y vasijas antiguos". En realidad así lo hicieron y la
alegre melodía parecía haber sido tocada con la flauta de Pan. A
esto siguió luego una danza de la cosecha, originaria del oasis
de Kerie ejecutada por hombres y muchachas alrededor de una
mujer.

La danza de los Tikins de Transcaspia provenía del Festival de


los Tapices. Era costumbre de los Tikins de varios distritos traer
sus tapices tejidos durante el año a cierta ciudad para celebrar.
Se peinaban y después se prensaban los tapices de manera que
se vieran sólo las fibras finas de la lana. Los métodos de prensar
eran muy variados. En Khorassán por ejemplo, se realizaban
carreras de camellos sobre los tapices extendidos. En Persia
eran extendidos en la calle para que fueran pisoteados por la
gente, los camellos y los burros. Entre los Tikins, cuyos tapices
eran considerados como los mejores, éstos eran extendidos y
pisoteados al ritmo de música.

Las danzas folklóricas fueron seguidas por las Labores


Manuales. Y la señora de Hartmann dijo:

"Estos ejercicios forman parte del trabajo rítmico del Instituto, es


decir, las labores manuales ejecutadas rítmicamente. Esto era
común en
Oriente, donde varios tipos de trabajo manual eran
acompañados con música para incrementar la producción. Fue
con el acompañamiento de música que se erigieron muchas de
las colosales construcciones del Antiguo Oriente, como se sabe
por las inscripciones. Todavía se mantiene esta costumbre en las
fuentes del río Pianje, en el oasis de Kerie y otros sitios. Cuando
el trabajo en el campo ya no es posible, los aldeanos se reúnen
en el edificio más grande durante las noches de invierno y
trabajan en varias labores al compás de la música.
Observaciones del trabajo realizado por grupos con música
rítmica, hechas en el Instituto Gurdjieff, demuestran que la
productividad se incrementa de cinco a veinte veces,
comparada con la de gente que trabaja sola. Ahora les
mostraremos tres grupos:

1. Peinado e hilado de lana.


2. Manufactura de zapatos y tejido de medias de punto.
3. Tejido de tapices".

Me interesaban particularmente los movimientos de trabajo


hechos con música y una especie de tarareo o humming de los
alumnos, porque en una fábrica de guantes en Devonshire yo
había observado a las obreras mientras trabajaban: una de ellas
cantaba una canción folklórica mientras el resto la acompañaba
con una especie de tarareo suave. En Japón y China solía
observar a los coolies haciendo labores monótonas, halando
cuerdas, transportando materiales, cantando al mismo tiempo
en coro; realmente disfrutaban de su trabajo. Y no pude evitar la
comparación con la manera como trabajaba yo en Nueva
Zelandia, semana tras semana, abriendo huecos para postes y
otras faenas ingratas, mientras me aburría increíblemente.
Hasta hace cincuenta años se utilizaban ritmos de trabajo en
todo el mundo, incluso en Inglaterra. Los barcos de vapor
acabaron con los cantos. En Alemania, antes de la primera
Guerra Mundial, se utilizó música en las fábricas; y en Inglaterra
se intentó con música de radio. Pero en ningún caso llegó a
incrementarse la producción; faltaba el ritmo. En la fábrica de mi
padre se hacía el trabajo a mano, y cuando las obreras
empezaban a cantar juntas, espontáneamente se trabajaba más
y mejor. Todo esto, ahora parece haber desaparecido con la
planificación y el automatismo. El ritmo humano en el trabajo,
que es una cosa instintiva y emocional, ha sido suplantado por
el ritmo no humano de la máquina y la correa transportadora.
Una profunda necesidad instintiva ha quedado insatisfecha y
esto conduce a un fuerte apetito por lo anormal e incluso por el
crimen.

Después del segundo intervalo vino la última parte del


programa, los "trucos", los "semi-trucos", y los "fenómenos
reales y sobrenaturales". Orage dijo: "Presentaremos ahora
algunos de los llamados 'fenómenos sobrenaturales', también
estudiados en el Instituto. El señor Gurdjieff divide todos estos
fenómenos en tres categorías: trucos, semi-trucos y verdaderos
fenómenos sobrenaturales. Los trucos se realizan
artificialmente, cuando el ejecutante los presenta como surgidos
de alguna fuente de fuerza natural. Los semi-trucos, como el
encontrar un objeto perdido con las manos vendadas, no son
producidos por habilidad manual; la tercera categoría, los
auténticos fenómenos, están basados en leyes que la ciencia
oficial es incapaz de explicar".

"Como ejemplo, vamos a escoger al ya bien conocido de


encontrar una prenda perdida. Se esconde algo sin que lo sepa
una persona, quien aún estando con los ojos vendados, la
encuentra tomando de la mano a uno de los espectadores. El
público cree que quien la encuentra lee los pensamientos de la
otra persona. Es víctima de un engaño. Ocurre un fenómeno
realmente sin ningún truco por parte del ejecutante, pero no
tiene nada que ver con la transmisión de pensamiento. Se hace
por medio del reflejo sobre nuestro sistema muscular de
nuestras experiencias emocionales. Puesto que hay una
reacción muscular a cada pequeña vibración del cuerpo físico,
sea por relajación o contracción, es posible después de mucha
práctica, sentir las vibraciones más sutiles, y éstas ocurren en
los más impasibles, aun cuando la persona intenta
voluntariamente dominarlas. La mano tomada por la persona de
los ojos vendados, responde inconscientemente al conocimiento
que su dueño tiene del escondite; sus leves cambios, casi
imperceptibles, son un lenguaje que interpreta el
médium,
conscientemente si conoce el secreto, instintivamente si es
ignorante de esta ley, y que le lleva a adivinar dónde está
escondido el objeto".

"A los fenómenos similares, producidos por leyes diferentes de


aquéllas a las cuales se les atribuyen y que al mismo tiempo no
son artificiales en su esencia, Gurdjieff los llama 'semi-trucos".

"La tercera clase de fenómenos está compuesta por aquellos


que tienen como base de su manifestación leyes que no tienen
explicación de la ciencia oficial: auténticos fenómenos
sobrenaturales. Esto no tiene relación alguna con el espiritismo,
fantasmas, etc. Es un experimento sobre la reacción de una
fuerza inferior bajo el impacto de una fuerza superior; o la
reacción de alumnos de un nivel más bajo a algo que es emitido
por un nivel más alto. El estudio de esta clase de fenómenos
está organizado muy seriamente en el Instituto y plenamente de
acuerdo con los métodos de la ciencia occidental. No todos los
miembros o alumnos son admitidos. Se requieren tres
condiciones. La primera es un conocimiento amplio y profundo
de alguna rama especial; la segunda es una mente por
naturaleza perseverante y escéptica; y la tercera y más
importante, es la certeza preliminar necesaria en la
confiabilidad futura del alumno para garantizar que él no
abusará del conocimiento adquirido para fines egoístas".

"Respecto a los trucos, su estudio está considerado como


necesario a la vez para los futuros investigadores de fenómenos
genuinos, y para cada uno de los alumnos del Instituto. Este
conocimiento no sólo liberará a un hombre de muchas
supersticiones sino que también introducirá en él una capacidad
para la observación crítica, indispensable para el estudio de
fenómenos auténticos, que requieren de una actitud
perfectamente imparcial y un razonamiento libre de prejuicios".

"Entre los alumnos presentes, algunos han trabajado desde hace


mucho tiempo y ya están familiarizados con estos fenómenos.
Hay también alumnos jóvenes que están lejos de entenderlos.
Sin embargo, todos participan en los experimentos".

"Esta noche los fenómenos serán presentados como si todos


fueran auténticos, aunque en realidad habrá de los tres tipos:
trucos, semi- trucos y fenómenos sobrenaturales auténticos.
Pero dejaremos su clasificación al criterio del público".

"El primero", continuó Orage, "es un ejercicio de memorización,


de recordar palabras. Algunos de los alumnos se acercarán
ahora a ustedes y recogerán palabras, que pueden ser en
cualquier idioma. Aunque podemos recordar y repetir hasta
cuatrocientas palabras en una reunión, para no cansar al público
tomaremos sólo cuarenta. Esto es suficiente para dar una ¡dea
de la posibilidad de desarrollar la memoria en muy corto tiempo.
Hay que señalar que en el sistema de Gurdjieff la enseñanza es
raras veces directa, casi siempre es indirecta. Hay que tener
presente que todos los ejercicios están diseñados para
desarrollar la rapidez de la mente y de la atención, que a su vez
tienen como meta principal el desarrollo armonioso del alumno.
Ningún ejercicio especial es dado para el desarrollo de la
memoria; se obtienen los resultados por medio del trabajo
general y ejercicios que ayudan al desarrollo del hombre en su
totalidad".

Unas cuarenta palabras fueron recogidas entre el público y


leídas una vez en el escenario a los alumnos, quienes entonces
empezaron a repetirlas, y en la medida en que yo pude
entender, la mayoría de ellos las repitieron correctamente,
aunque muchas de las palabras eran muy extrañas. Entonces la
señora de Hartmann, que estaba sentada en el público, dijo:
"Ahora, si el público me da algunos números, yo los transmitiré
por sugestión a los alumnos". A continuación, se puso frente a
los alumnos, que estaban en el escenario, y en pocos minutos
ellos empezaron a repetir los números que le habían dado.

Ella continuó: "el siguiente ejercicio consistirá en la transmisión


de nombres o formas de objetos a distancia, mediante
representación. Pedimos a los espectadores que enseñen o
nombren a la alumna que está sentada en el público, algún
objeto que tengan consigo. Su nombre o forma será adivinado a
continuación por los alumnos en el escenario".

Yo tenía en la cadena de mi reloj una piedra verde, pequeña y


rara, llamada "Tiki", que había adquirido en Nueva Zelandia. Se
la enseñé y los alumnos la describieron en forma adecuada.

Cuando esto terminó, el señor de Hartmann dijo: "Ahora pido a


los espectadores sugerir a la misma alumna el nombre de
cualquier ópera que haya existido en cualquier país del mundo.
Ella me lo transmitirá y yo tocaré un trozo. Mientras tanto ruego
al público de la primera fila que guarde silencio". Entonces tocó
trozos de numerosas óperas, algunas de las cuales yo nunca
había oído.

Durante todo este tiempo, la atención del público estuvo


concentrada en el escenario. Estaba completamente
embelesado. Entonces el señor de Salzmann se presentó con un
caballete y hojas grandes de papel blanco y la señora de
Hartmann se sentó otra vez en el público.

Orage dijo: "Pedimos al público que sugiera, de la misma


manera, a la alumna sentada entre ustedes, cualquier criatura,
desde el microbio más pequeño hasta la bestia más grande,
existente o prehistórica, de agua, tierra o aire. Ella lo transmitirá
al artista en el escenario y él lo dibujará". Entonces el señor de
Salzmann dibujó los animales, etc., con rapidez y exactitud
sorprendentes. Así, después de casi cuatro horas, llegó a su fin
la demostración de aquella noche.

Los trucos y semi-trucos me tenían completamente confuso.


Como "espectáculo" eran mucho más difíciles que otros que
había visto realizar a profesionales. Podía haber pensado que los
alumnos habían pasado por cursos de magia; pero me sentí un
poco aliviado y algo asombrado al ver entre los alumnos a dos
que como yo habían sido socios del Club 1917, en Londres. De
todos modos parecía magia, y como descubriría más tarde, era
magia, pero magia auténtica.

Mientras nos levantábamos para salir me acordé de que no hubo


demostración alguna de "fenómenos auténticos", y me pregunté
por qué. No fue sino mucho más adelante, después de mucho
estudio, cuando me di cuenta de que ciertamente hubo una
demostración concreta de fenómenos auténticos.
Durante los días siguientes no pude pensar en otra cosa sino en
las danzas y la música; y estaba algo turbado por el sentimiento
de haber encontrado aquello que había buscado durante tanto
tiempo.

Como era natural, me acordé de Cristian en el libro Pilgrim s


Process from this World to íhe Next, puesto que mi familia había
sido educada con John Bunyan y con la Biblia, y la familia de mi
madre era originaria de la región de Bunyan. Cuando era niño,
era como si sus personajes vivieran en la aldea vecina. Conocía
el libro casi de memoria y, reflexionando, me vino a la mente el
siguiente pasaje:

Entonces vi en mi sueño, que el camino por donde Cristian tenía


que ir estaba cercado, a ambos lados, por una pared y esa
pared se llamaba Salvación. Así que el agobiado Cristian subió
corriendo este camino, no sin gran dificultad debido a la carga
en sus espaldas. Corrió así hasta que llegó a un lugar algo
empinado en donde había una cruz, y un poco más abajo, al
fondo, un sepulcro. Así lo vi en mi sueño: justo al llegar a la cruz,
la carga se soltó de sus hombros, y rodando fue a dar a la fosa
del sepulcro, donde cayó y no la volví a ver más. Entonces
Cristian, lleno de liviandad y gozo, exclamó con alegre corazón:
'¡El me ha dado descanso con sus penas, y con su muerte me ha
dado la vida!' Por algunos instantes se quedó como estático, al
ver el gran beneficio que la Cruz le había hecho: miraba a uno y
a otro lado, lleno de asombro, hasta que ya su corazón rompió
en abundantes lágrimas.

Yo había llegado al final de mi búsqueda. Sí, pero el peregrinaje


apenas comenzaba.

Durante día y medio, los periódicos neoyorquinos concedieron


mucho espacio a la demostración. Uno de los periódicos
dominicales sensacionalistas le dedicó dos páginas con fotos y
epígrafes fantasiosos. Una de las reseñas se titulaba: "El Gran
Armonizador afina". Otra, dando una supuesta descripción de la
vida en el Prieuré, contaba cómo los alumnos se reunían en el
jardín central a la medianoche para bailar una danza salvaje, y
en el momento culminante, el propio Gurdjieff aparecía entre
ellos gritando: "¡Bailen! ¡Bailen! ¡Bailen por la libertad!" Siempre
hay periodistas que arrastrarán las ideas más nobles por el
fango para proporcionar sensaciones fuertes al lector dominical.
Pero los artículos sensacionalistas no impidieron que las
demostraciones siguientes se llenaran hasta el tope con gente
realmente pensante. En todas partes, entre gente que estaba
"en algo", como se dice, o discutiendo de cualquier cosa, el
tema de conversación era: "¿Has visto las danzas de Gurdjieff?"
Algunos decían que los alumnos estaban hipnotizados, otros,
que estaban intimidados porquenunca sonreían, otros se
quejaban porque no podían hacer que las danzas encajaran en
una categoría para poder etiquetarlas y escribir artículos sobre
ellas o sobre el "sistema". Nadie tenía la satisfacción de explicar
a los demás de qué se trataba. Esto molestó a parte de la
intelligentsia, que se habría burlado, de no ser por la alta
posición de los alumnos más antiguos de Gurdjieff. Orage tenía
una reputación literaria internacional. Gordon Craig había dicho
que el señor de Salzmann entendía más que nadie en el mundo
occidental sobre iluminación y escenografía. De Hartmann era
un músico de primer orden y el doctor Stjoernval tenía una gran
reputación en Rusia como médico psiquiatra. Por otra parte, tres
de las alumnas jóvenes -una inglesa, una armenia y una
montenegrina-eran consideradas entre las mejores bailarinas de
Europa. Como decían algunos: "Tiene que haber algo en un
sistema que atraiga talentos tan variados para seguir a
Gurdjieff'. Por otro lado, alguien de Londres, lector de la New
Age, me dijo: "¡No es una lástima ver a un hombre con el talento
y la reputación de Orage desperdiciando su vida literaria de
Londres para seguir a un charlatán!" Una señora habiéndome
sobre la demostración, dijo: "Entiendo que el señor Gurdjieff
vive en el bosque de Fontainebleau con Katherine Mansfield y
que se llaman a sí mismos 'Los Amantes del Bosque". Mi primer
contacto personal con Gurdjieff tuvo lugar un día o dos después
de la demostración. Yo había estado hablando con Jane Heap,
quien había venido a la librería donde yo trabajaba. Ella, con
Margaret Anderson, estaba editando y publicando la Little
Review, que si bien no era la equivalente en los Estados Unidos
de la New Age de Inglaterra, se le parecía en sus objetivos. Unos
minutos después de que ella se había ido, entraron Orage y el
doctor Stjoernval. De inmediato sentí que yo era un simple joven
en la presencia de estos hombres adultos. Muy pronto pude
hacer otra comparación más sorprendente aún. Llegó Gurdjieff,
muy impresionantemente vestido con un abrigo negro con
cuello de astracán y llevando un gorro de astracán. Con un
guiño en sus ojos, empezó a bromear con los otros. Entonces,
dio una vuelta alrededor y lo encontré parado a mi lado. Levanté
la mirada y me impresionó la expresión de sus ojos, su
profundidad de entendimiento y compasión. Irradiaba un
enorme poder y "ser" como jamás, en todos mis viajes, había
encontrado en otro hombre, y tuve la sensación de que,
comparados con él, tanto el doctor Stjoernval como Orage
parecían jóvenes al lado de un adulto.

Me sentí algo incómodo y, según mi costumbre, intenté entablar


conversación. Tomando un ejemplar del Tertium Organum de
Ouspensky, que en vano había intentado leer, le pregunté: "¿ha
leído usted esto, señor Gurdjieff?" Hizo un gesto con la mano y
dijo: "Muy difícil". Pensé que quería decir que era difícil para él.
Entonces le dije: "Señor Gurdjieff, si tiene usted sitio, me
gustaría ir a trabajar en su

3
3
30Instituto". El respondió: "Sitio de sobra. Pero también
necesario pensaren la vida. Muchos jóvenes en el Instituto
estudian para la vida. Uno será ingeniero. El estudia para
conseguir un papel. Muy necesario en la vida tener papel".

Me midió con una mirada como un joven inmerso en sueños,


sueños de pensamientos, sueños de sentimientos, sueños de
mujeres, un joven al cual la idea de vivir en una comunidad,
relevado de toda responsabilidad, le parecía muy deseable; al
menos a una parte de mí. Esta fue la única ocasión en que
intenté hablar de libros con Gurdjieff.

Estaba desilusionado de que sólo uno de mis amigos, entre los


intelectuales de Crotón, hubiera mostrado interés en las ideas
del Instituto. La excepción era Boardman Robinson, el artista. La
"izquierda" era vagamente hostil. Pero la izquierda se opone
siempre a las ideas que tienen como meta cambiar el estado
interior del hombre. Ellos quieren cambiar condiciones
exteriores, resultados. "Cambien la forma de gobierno y todo irá
bien. Lo mejor está aún por venir". La felicidad, para ellos, está
en el futuro. Pero como dice Pope:La esperanza brota eterna en
el pecho del hombre El hombre nunca es, pero siempre será
bendecido.

Hablo de esto porque hasta este momento había vivido entre la


intelligentsia, creyendo lo que ellos creían, y estaba en camino
de ser un intelectual fosilizado, identificado con ideas gastadas.

Casi todas las noches Gurdjieff se reunía con grupos. No daba


conferencias de la forma corriente, sino charlas informales que
consistían sobre todo en preguntas y respuestas. Una vez,
durante una reunión en el apartamento de Jane Heap, me era
difícil mantener mi atención sobre la charla, se me desviaba
continuamente hacia una joven atractiva sentada cerca de mí, y
me sobresalté cuando Gurdjieff, respondiendo a alguien,
empezó a hablar sobre el sueño y la atención. Señalándome,
dijo: "Este joven, por ejemplo, no tiene ninguna atención, está
más de tres cuartas partes dormido". Me desperté de mis
sueños y empecé a darme cuenta.

Alguien preguntó: "¿Cómo podemos adquirir atención?" El dijo


(no intentaré, excepto en algunas ocasiones, reproducir su
inglés chapurreado): "En general, poca gente tiene atención. Es
posible dividir la atención en dos o tres partes. En este trabajo
hay que intentar adquirir atención. Sólo cuando se ha adquirido
atención se puede empezar a observarse a sí mismo y a
conocerse a sí mismo. Hay que empezar con cosas pequeñas".
"¿Con qué cosas pequeñas podemos empezar?" Gurdjieff.
"Usted tiene movimientos nerviosos e inquietos que hacen
pensar que es un bobo y no tiene autoridad sobre sí mismo. Lo
primero es ver estos movimientos y detenerlos. Si trabaja en
grupo, se le puede ayudar, e incluso su familia puede ayudarle.
Entonces podrá detener estos movimientos inquietos. Haga de
esto su meta y después tal vez pueda adquirir atención. Esto es
un ejemplo del hacer. Todo el mundo, cuando empieza en este
trabajo, desea hacer cosas grandes. Si empieza con cosas
grandes, nunca hará nada. Empiece primero con cosas
pequeñas. Si desea interpretar música y comienza a tocar sin
tener práctica, nunca va a poder tocar verdaderas melodías, y
aquellas que toque harán sufrir a la gente, por lo cual lo odiarán.
Ocurre igual con las cosas psicológicas. Para lograr algo real es
necesaria mucha práctica y mucho trabajo. Primero empiece por
hacer cosas pequeñas. Si al principio tiene como meta cosas
grandes, nunca hará nada ni será nada. Y sus acciones irritarán
a la gente y serán la causa de que lo odien".

A mediados de enero de 1924, durante una reunión en el


Estudio O'Neil, llegué y encontré cierto número de personas ya
sentadas. Era gente de dinero e interesada en el arte
contemporáneo, la música y las ideas. La reunión había sido
pautada para las nueve, pero eran casi las diez cuando apareció
Gurdjieff. Vino desde otra habitación, vestido con un traje gris,
un par de zapatillas viejas y con una gran papa asada en la
mano. Todo el mundo se quedó helado y en silencio. Se sentó en
el borde de la plataforma, de cara a nosotros, y empezó a
comer. Parecía estar desempeñando un papel, el de un caballero
benevolente y de mediana edad en una fiesta. Hizo un chiste y
la atmósfera más bien tensa desapareció en una carcajada.
Después de algunos comentarios, cambió su expresión y dijo:
"Quizás alguien tiene pregunta".

La primera fue: "¿Podría usted explicar la Ley de Tres?"

Gurdjieffdijo: "Tome una cosa simple, el pan. Tiene harina, tiene


agua. Los mezcla. Una tercera cosa es necesaria, calor,
entonces tiene pan. Así en todo. Tres fuerzas, tres principios son
necesarios. Entonces tiene resultado".

Otro dijo: "Parece una pregunta más bien tonta, pero ¿cuál diría
usted que es la diferencia entre los hombres y las mujeres?"
Gurdjieff. "En general los hombres tienen la mente más
desarrollada, las mujeres, el sentimiento más desarrollado. Los
hombres son lógicos, las mujeres no son lógicas. Los hombres
deben aprender a sentir más, las mujeres a pensar más. Es
necesario pensar, sentir y tener la sensación de una cosa antes
de que pueda llegar a ser real para uno".
"Acerca del tener la sensación, usted no sabe lo que es 'tener la
sensación'. A menudo confunde el tener la sensación con el
sentimiento, y el sentimiento con el tener la sensación. Tiene
que saber cuándo está pensando, cuándo está sintiendo y
cuándo está teniendo la sensación. Los tres procesos son
necesarios y hace falta mucho trabajo para entenderlo".

Pregunta: "¿Qué es el sufrimiento? No hablo de dolor físico, sino


del sufrimiento que pesa sobre los sentimientos y sobre la
mente. Quizás me refiero al sufrimiento emocional y mental,
cuando muchas veces no tiene razón aparente".

Gurdjieff. "Hay diferentes tipos de sufrimiento. En general, todo


el mundo sufre. Pero la mayor parte del sufrimiento es
mecánico. Hay dos ríos en la vida. En el primer río el sufrimiento
es pasivo e inconsciente. En el segundo río el sufrimiento es
'voluntario', que es muy diferente y de gran valor. Todo
sufrimiento tiene causa y consecuencia. La mayor parte de su
sufrimiento ahora tiene causa y consecuencia. La causa de la
mayor parte de su sufrimiento ahora son sus callos o el que
alguien se los pise. Para llegar al segundo río hay que dejar todo
atrás".

Pregunta: "¿Puede usted decirnos qué lugar tiene el amor en su


sistema?"

Gurdjieff: "El amor ordinario va con el odio. Amo esto, odio


aquello. Hoy te amo, la semana que viene, o la hora siguiente, o
el minuto siguiente, te odio. Aquel que realmente ama, puede
ser. Aquel que puede ser, puede hacer. Aquel que puede hacer,
es. Para saber del amor real hay que olvidar todo sobre el amor
y buscar una dirección. Tal como somos no podemos amar.
Amamos porque algo dentro de nosotros mismos se combina
con las emanaciones de otro. Con esto empiezan las
asociaciones agradables, quizás por emanaciones químico-
físicas del centro instintivo, emocional o intelectual. También
puede ser por influencias del aspecto exterior, o por
sentimientos; yo te amo porque tú me amas a mí, o porque no
me amas; por sugerencias de otras personas, por un sentido de
superioridad, por piedad y por muchas otras razones, subjetivas
y egoístas. Nos dejamos influenciar. Proyectamos nuestros
sentimientos en otras personas. La ira engendra ira. Recibimos
lo que damos. Todo atrae o repele.

Hay el amor del sexo, que ordinariamente se conoce como


'amor' entre hombres y mujeres; cuando esto desaparece, un
hombre y una mujer ya no se 'aman' Hay amor del sentimiento,
que evoca lo opuesto y hace sufrir a la gente. Más tarde
hablaremos del amor consciente".
En respuesta a otra pregunta dijo: "Toda vida necesita amor. Las
vacas dan más leche, las gallinas más huevos, cuando sus
dueños las aman. Diferentes personas al sembrar, obtienen
diferentes resultados. Un hombre fuerte puede marchitar las
plantas con odio, e incluso destruir a otras personas. Empieza
amando a las plantas y a los animales y entonces quizás
aprenderás a amar a la gente".

"Si, pero, ¿qué es el amor?", dijo el que preguntaba. "Hablamos


del amor todo el tiempo, pero cuando me lo pregunto a mí
mismo sé que no sé. Quizás el desearle suerte a una persona, el
desearle el bien, eso sea amarla. Pero ¿cómo puedo saber yo lo
que es bueno para otras personas? Incluso para mis propios
hijos. Algunas veces cuando he luchado por algo que yo había
pensado que era para su bien, ha resultado no ser bueno".

Gurdjieff: "Cuando sabes que no sabes, eso ya es mucho. Ven a


los grupos y más tarde hablaremos sobre esto".

Pregunta: "¿Por qué es que los hombres son atraídos tantas


veces hacia mujeres que les hacen sufrir; y de la misma
manera, por supuesto, las mujeres hacia hombres?"

Gurdjiejf: "Reflexiona sobre lo que dije sobre el amor del


sentimiento".

Durante las reuniones, siempre experimenté un sentimiento de


placer mientras escuchaba a Gurdjieff y sentía que ya estaba
"en el camino" y era capaz de "hacer", y que de ahí en adelante
yo sería muy diferente. Pero al día siguiente caía otra vez en los
mismos hábitos. Sabía en mi esencia que lo que él decía era la
verdad que yo esperaba oír desde hacía tanto tiempo. Pero por
mí mismo, en mi vida, empecé a tener cierta idea de la
dificultad de "hacer" cualquier cosa. Aunque "sentía" que era la
verdad, yo no "comprendía".
Hablé con Orage sobre la dificultad que tenía en recordar lo que
se decía en las reuniones y sobre la dificultad de hacer cualquier
cosa. El me dijo: "Para ti todavía no ha llegado la hora de
'hacer'. Es necesario ponderar todo lo que dice Gurdjieff,
aprender y prepararte". Le pregunté: "¿Qué es ponderar?"
Respondió: "Desde un punto de vista, es pensar con la parte
intelectual de cada centro, mental, emocional y motor. En el
Nuevo Testamento se dice: 'María ponderaba todas estas cosas
en su corazón'. Quiere decir repasarlas, sopesarlas". Cuando
empecé a intentar ponderar, me di cuenta de que nunca había
"ponderado". Solamente había estado dándole vueltas con parte
de mis emociones. Entonces, recordando lo que Gurdjieff había
dicho sobre mí, comencé a acordarme de lo que había oído
sobre el sueño: "¡Despierta, tú que duermes!" dice el profeta;
"ahora Cristo ha resucitado entre los muertos y de aquellos que
dormían ha devenido el primer fruto", dice Pablo. Según los
Sufíes, el Cristo que surgió en el cuerpo de Jesús, fue a Jerusalén
montado sobre el Asno del Deseo. En el Mahabharata uno de los
grandes héroes se llama el "Conquistador del Sueño". Los
griegos hablaban del cuerpo como la "Tumba del Alma", y en la
Iglesia ortodoxa cantan en la Pascua: "Cristo ha resucitado. El ha
conquistado la muerte con la muerte y ha dado vida a aquellos
que estaban en la tumba". La idea resuena en la poesía. El
poeta Tudor escribe:

"Toda esta noche, estridente cantaclaro, Con su trompeta


anunciando el día, Bate sus alas y canta con fuerza ¡Mortales,
mortales, despertad, levantaos!"

El canto del gallo, para mí uno de los sonidos más dulces de La


naturaleza, se asocia a menudo con el despertar. Dijo Prudencio:
"Al cantar el gallo, Cristo surgió de las tinieblas". Y fue al cantar
el gallo que Pedro se "recordó" de sí mismo.

La idea se encuentra en los cuentos de hadas. Por ejemplo, la


Bella Durmiente. En cada uno de nosotros hay algo dormido
esperando ser despertado por el beso de la enseñanza real.
Algunas canciones de cuna también transmiten la idea: "El
Pequeño Niño Azul", que está "debajo del pajar profundamente
dormido". El poeta sufí Attar, en La Conferencia de los Pájaros,
habla de "el sueño que llena tu vida".
Las charlas y demostraciones empezaban a darme un sabor de
lo profundamente dormido que estaba. El primer indicio de que
algo ciertamente estaba empezando a impresionar mi
subconsciente, a cambiar en mí, me vino en un sueño.

Desde noviembre de 1917, cuando fui herido y dado de baja de


las trincheras de primera fila en el Somme, había sido
disturbado por un sueño que se repetía con frecuencia. En el
sueño yo estaba otra vez en el ejército, saliendo para la batalla,
hacia lo que parecía una muerte segura. Muchas veces me
disparaban y me despertaba al caer. Los acontecimientos
siempre estaban acompañados por un sentimiento de asombro,
mezclado con abatimiento, desesperanza y un arrepentimiento
de haberme permitido una vez más estar metido en aquella
terrible situación de la que no había escapatoria. Todos los
sentimientos de miedo, desesperanza y desesperación estaban
condensados en los pocos segundos previos al despertar. El
sueño era tanto más real que la realidad, que tenían que pasar
dos o tres minutos antes de que recobrase el sentido, con una
enorme sensación de alivio. Un largo y costoso psicoanálisis no
había producido ningún efecto duradero.
Mientras estaba con el analista me liberaba, porque le transfería
mis sufrimientos. Cuando lo dejaba, el miedo volvía. Un
resultado del análisis fue el descubrimiento de que los sueños
son causados tan a menudo por el miedo y la aprehensión, el
dinero y el estómago, como por el sexo. El psicoanálisis
ordinario es como coger un trozo de acero torcido y torcerlo
para enderezarlo. Cuando se le suelta, normalmente se vuelve a
retorcer. Es necesario un proceso de retemplado. El sistema de
Gurdjieff, así parecía, era una técnica para retemplar.

Después de asistir durante algunas semanas a reuniones y


demostraciones, volví a tener el sueño que acabo de mencionar.

Estaba yo en el ejército, lleno de depresión, desaliento y


autorreproche por haberme dejado llevar otra vez a la situación
intolerable de la que no parecía haber salida alguna.
Marchábamos hacia la batalla como hacia el matadero. En la
guerra -y en nuestro estado de vigilia-la naturaleza
generalmente nos provee de topes o amortiguadores entre las
emociones de miedo y la expectativa de heridas dolorosas,
sufrimiento y muerte. Pero en los sueños los topes no existen, y
en mis sueños sufría al darme cuenta de lo que realmente es la
guerra. Entonces, en el sueño, algo empezó a cambiar y me
encontré alejado del ejército. Me hallaba en un lugar elevado,
estaba obscuro pero en las tinieblas podía distinguir al ejército,
debajo, alejándose sin mí y un enorme sentimiento de alivio me
poseía. Detrás de mí había un resplandor de luz en el que podía
ver vagamente las formas de dos hombres. Me di la vuelta y vi a
Gurdjieff y a Orage y oí que uno de ellos decía: "¿una vía de
escape?" Entonces me desperté.

El sueño recurrente nunca llegó a dejarme por completo pero


poco a poco se hacía menos molesto; y siempre había una
salida; con el tiempo, sólo quedó acompañado por un vago
sentimiento de inquietud. Tal vez yo no lo quería olvidar por
completo; quizás quería recordar el estado de sueño en el que
estaba cuando me ofrecí en sacrificio a Moloch, Kali, Shiva el
Destructor, Marte o cualquiera de los nombres que dan los
hombres a la fuerza de destrucción.
Hubo nuevas demostraciones de Movimientos y danzas en el Neighborhood
Playhouse, la Iglesia de Saint-Mark's-in-the-Bowery y en Carnegie Hall. En el
Neighborhood Playhouse se leyó lo que recibió luego el título de "Conclusiones del
Autor" en los Relatos de Belcebú, donde se habla acerca del "Río de la Vida". Y fue
allí, al final de una de las demostraciones, cuando los alumnos estaban saliendo del
escenario, que Gurdjieff llamó a una de las jóvenes, una bailarina bella y distinguida,
y con una voz que la mayoría pudo oír la regañó diciendo: "Usted estropea mi trabajo.
Baila para usted misma, no para mí".Cuando ella empezó a defenderse, él hizo un gesto con
la mano y se marchó. Me impactó mucho, pero de repente me di cuenta de la conexión entre el
sistema de Gurdjieff y la ¡dea cristiana de hacer todo por la gloria de Dios, la idea de trabajar
para el ser interior de uno mismo y para la gloria de Dios.

En febrero acompañé a Orage a Boston, donde él debía realizar los preparativos para una
demostración y la posible formación de un grupo. Esperaba serle útil, porque conocía gente
importante en Boston y Cambridge, Massachussets. En 1919 cuando me encontraba en
Cambridge tuve la idea de licenciarme en literatura inglesa y psicología, pero como sufría de
desilusión y desasosiego por la guerra, me fue difícil estudiar. Sentado un día en la Biblioteca
Widener, se me ocurrió la idea que me tomaría tres años dominar una escuela de la psicología; y
había varias escuelas, cada una especializada sólo en un aspecto de la psiquis del hombre.
Necesitaría años para conocer todas las escuelas reconocidas y así obtener una idea completa del
hombre. ¿Conocería entonces mucho más sobre mí mismo y sobre los otros hombres? Algo
parecía decirme que no, al igual que con el estudio académico de la literatura. La cultura como
fin en sí misma ya no me interesaba. Abandoné la idea de estudiar en Harvard y seguí mi
peregrinaje alrededor del mundo. Sin embargo, había hecho amistad con Charles Townsend
Copeland, amistad que se renovó en mi segunda visita a los Estados Unidos. Era profesor y
figura pública, pero al mismo tiempo un ser lleno de humanidad. Le dije a Orage que pensaba
que él podría sernos muy útil. "Lo dudo", dijo él, "solamente he conocido un profesor interesado
en ideas reales, el profesor francés Denis Saurat. Es más probable que hasta los hombres de
negocios estén más interesados que los profesores, los académicos o los escritores".
Ninguna de las "personas importantes" con las que hablé, demostró el más mínimo interés en
Gurdjieff, al cual consideraban uno más entre los filósofos excéntricos de Europa.

Mi estadía en Boston con Orage me dio oportunidad de hablar con él y de llegar a conocerlo. En
respuesta a una pregunta mía, respecto al propósito de la visita de Gurdjieff a Norteamérica, me
dijo: "Las demostraciones, las reuniones y las charlas son como una red echada al mar. De los
cientos de personas que ven y oyen,sólo unas pocas, en estado de insatisfacción consigo mismas
y con la vida, sentirán que nosotros tenemos algo que ellos buscan. Esto no quiere decir
necesariamente que estas pocas personas sean 'infelices'. Puede ser que estén llevando una vida
activa, sean ricos y de buena posición, pero sentirán que hay algo más que el círculo de la
existencia ordinaria. En otras palabras, hay ciertas personas que poseen un centro magnético, o el
germen de uno. Estas son las personas que tienen la posibilidad de
37trabajar sobre sí mismas. El resto de la humanidad, al no
sentir la necesidad, no hará nada. Estamos, de hecho,
ofreciendo a la gente una oportunidad de tener un propósito en
la vida, de utilizar su sufrimiento — las insatisfacciones que
sienten- para su propio bien. ¿Cuántos la aprovecharán? Ya
veremos".
"¿Estaba usted en un estado de insatisfacción consigo mismo y
con la vida cuando conoció a Gurdjieff?'", le pregunté.
"Claro que lo estaba. Ya empezaba a desilusionarme con la vida
puramente literaria y cultural cuando conocí a Ouspensky, que
vino a verme antes de 1914. Se me hacía más y más difícil
forzarme a mí mismo a escribir las notas de la semana en la
New Age. Había sido un profundo desengaño para mí, darme
cuenta que mi vida intelectual, con la que estaba asociado todo
lo más alto y mejor de la cultura occidental, no me llevaba a
ninguna parte. Como solía decirse: 'Yo no había encontrado a
Dios".
"Entonces, ¿conoció a Ouspensky antes de que él conociera a
Gurdjieff?"
"Sí. Yo tenía correspondencia con Ouspensky cuando él era
periodista en Rusia, y vino a verme cuando regresaba a Rusia de
Oriente, en 1914. Cuando estalló allí la revolución, lo puse en
contacto con el señor F. S. Pinder, que era el representante del
gobierno británico en Ekaterimburgo. Ouspensky estaba
desubicado y Pinder le dio trabajo en su equipo. El gobierno no
pagaba su salario y creo que Pinder le pagó de su propio bolsillo.
Cuando Ouspensky llegó por segunda vez a Inglaterra, vino a
verme. Yo me puse en contacto con algunos escritores, médicos,
psicólogos y otros y reunimos en el estudio de Lady Rothermere
en St. John's Wood. Ouspensky había encontrado lo que yo
buscaba. Pero después de la primera visita de Gurdjieff al grupo
de Ouspensky, supe que Gurdjieff era el maestro".
"Con el tiempo, vendí la New Age, abandoné mi vida literaria y a
loa grupos de Ouspensky y me fui a Fontainebleau. Mis primeras
semanas en el Prieuré fueron semanas de auténtico sufrimiento.
Me ordenaron cavar y como no había hecho ningún ejercicio
desde hacía años, sufría tanto físicamente que al volver a mi
habitación, una especie de celda, literalmente lloraba de fatiga.
Nadie, ni siquiera Gurdjieff, se me acercaba. Me preguntaba:
'¿para esto he abandonado yo toda mi vida anterior? Por lo
menos entonces tenía algo. Ahora, ¿qué tengo?' Cuando estaba
verdaderamente hundido en la desesperación, sintiendo que no
podría seguir adelante, me comprometí a hacer un esfuerzo
especial y justamente entonces algo cambió en mí. Pronto
empecé a disfrutar del trabajo duro y después de una semana
Gurdjieff se me acercó y me dijo: 'Ahora, Orage, pienso que ha
cavado suficiente. ¡Vámonos a tomar un café! Desde aquel
momento empezaron a cambiar las cosas. Esta fue mi primera
iniciación. Lo anterior había quedado atrás".Así que Orage,
mediante su revista, New Age, había sido el centro de lo mejor
en todas las ramas del pensamiento contemporáneo de aquel
período; para esa revista, hombres como Chesterton, Belloc,
Shaw, Wells y Arnold Bennett con gusto escribían sin cobrar, y
de él T. S. Eliot había dicho que era el mejor crítico literario de
su tiempo.
Me enteré por Orage de que Gurdjieff, durante su última visita a
Ouspensky en Londres, había llevado consigo a F. S. Pinder como
intérprete. Ouspensky no estaba de acuerdo con algunas de las
interpretaciones de Pinder, pero Gurdjieff insistió. El pensaba
que Ouspensky era demasiado intelectual, con demasiada teoría
y poco trabajo práctico. Con el tiempo sólo Orage, Pinder y otros
pocos de los alumnos ingleses se quedaron en el Prieuré; los
demás volvieron a Londres. Entre los alumnos de Ouspensky
había un tal J. G. Bennett, que permaneció allí por unos pocos
días y no volvería a encontrar a Gurdjieff hasta muy poco antes
de su muerte en 1949. El Señor Rowland Kenney, quien había
sido editor del Daily Herald durante su primer año en 1912, y su
esposa, también estuvieron en el Prieuré por algún tiempo.
Orage dijo que estaba agradecido a Ouspensky por haber sido el
medio de su encuentro con Gurdjieff, porque "fue sólo entonces
cuando empecé a distinguir entre conocimiento y comprensión".
Añadió Orage: "Para mí, Ouspensky representaba el
conocimiento, un gran conocimiento; Gurdfjieff la comprensión,
aunque, por supuesto, Gurdjieff tenía también todo el
conocimiento".
F. S. Pinder, quien tampoco dudó en considerar a Gurdjieff como
el maestro, era ingeniero civil. Después de haber conocido a
4
3
Ouspensky en Ekaterimburgo, fue encarcelado por los
bolcheviques y sentenciado a muerte. Durante su prisión
perfeccionó su conocimiento del ruso. Al final lo liberaron y
después de la guerra le fue otorgada la Orden del Imperio
Británico. Para mí es interesante, por cierto, que los tres, Orage,
Pinder y Kenney, hombres notables en el verdadero sentido de
la palabra, hombres de entendimiento, recibieron como yo, su
"falta de educación", como ellos mismos la llamaban, en la
escuela primaria.
Es una gran bendición cuando alguien puede contar con la
amistad de hombres mayores y en algunos aspectos más sabios
que uno mismo. Una amistad basada sobre algo esencial y sobre
una meta común y fundamental. La amistad y el amor de las
mujeres pueden correr paralelos a ella, pero nunca sustituirla.
Me siento afortunado de haber tenido estos tres amigos: "como
el hierro afila al hierro..."
En otra conversación con Orage en Boston, empecé diciendo le:
"¿Piensa iniciar grupos esotéricos en Nueva York? Si es cierto,
me gustaría ser alumno".
"No", me respondió; "esotéricos no, ni siquiera mesotéricos.
Estos están muy lejos de nosotros. Si podemos empezar un
grupo exterior, exotérico, ya es bastante"."Pero, ¿no es el
Prieuré una escuela esotérica?"
"Sí lo es. Probablemente la única en el mundo occidental de hoy.
Pero un hombre puede vivir en el Prieuré y no darse cuenta de
esto. Obtienes del Prieuré justamente lo que das en trabajo
sobre ti mismo, es decir, de acuerdo con el auténtico esfuerzo.
Hay gente viviendo ahora allí para quien el lugar no es más que
una maison de santé".
"Me parece", dije, "que usted y yo hemos empezado por
extremos opuestos. Yo he hecho casi todo tipo de trabajo físico y
me he ganado la vida en muchos tipos de empleo. He viajado o
vivido en veinte países distintos; sin embargo, nunca he
utilizado mi mente. Como una oveja se queda atontada ante sus
esquiladores, así me quedo yo delante de los intelectuales:
inarticulado. Para mí el trabajo físico o los negocios son fáciles,
pero utilizar mi mente me es difícil. No puedo razonar las cosas,
sólo las siento".
El respondió: "Bueno, creo poder decir que sé más de las ideas
intelectuales de la actualidad que la mayoría de los hombres,
pero cuando empecé a trabajar con Gurdjieff, pronto me di
cuenta de que no comprendía nada. Tuve que empezar de
nuevo. Se puede decir que en este sistema todos empezamos
desde cero. A la vez, mi formación como editor puede ser muy
útil en este trabajo". Y añadió: "Tú piensas con tus sentimientos,
¿verdad? Tienes que aprender a pensar con tu intelecto. Una de
las metas de este trabajo es el hacer posible que un hombre
tenga la sensación, sienta y piense simultáneamente. Todos
somos anormales en el hecho de que uno o más de nuestros
centros no está desarrollado. Por esto Gurdjieff llama a su
Escuela: 'Instituto para el Desarrollo Armónico del Hombre".
"¿Es verdad que todos somos anormales?" Pregunté. "Toma a
Bernard Shaw por ejemplo. He estado con él varias veces. Se
podría pensar que es normal".
"He conocido bien a los Shaw por muchos años", dijo Orage.
"Estuve con ellos el día antes de su boda. Shaw siente con su
intelecto y le falta lo que se llama 'comprensión emocional'. En
una ocasión Shaw y yo estábamos cenando con una amiga y la
conversación giró sobre la emoción y el intelecto. Ella le dijo:
'Pero tú sabes, Shaw, tú careces de comprensión emocional'.
'¿Qué quieres decir?' Respondió. 'Por supuesto que tengo
comprensión emocional'.' ¡No, no!' Dijo ella, 'Orage la tiene,
pero tú no'. Shaw se molestó porque no podía ver que esto era
cierto. Más tarde, cuando se fue, ella dijo: 'Pobrecito Shaw,
estaba un poco dolido. Su problema es que se le subieron los
humos".
Estoy desilusionado", dije, "de que ninguno de mis amigos de
Cambridge o de Boston estén interesados en las ideas de
Gurdjieff ni en la demostración de las danzas. Cuando estaba en
Harvard en 1919, me parecía que la vida de la gente culta en
Cambridge era quizá la mejor que se podía encontrar,
comparable a la vida cultural de Inglaterra del siglo XVIII, antes
del obscurantismo de los siglos XIX y XX".
40"Estoy de acuerdo", dijo Orage, "pero según Gurdjieff el
desarrollo interior del individuo no depende de la cultura, a
pesar de que la cultura pueda servir de base. Por el contrario, la
cultura depende del individuo desarrollado, o más bien, de un
grupo de hombres trabajando juntos. El brote y el florecimiento
de la cultura que ocurre de tiempo en tiempo en la historia, sin
ninguna razón aparente, la construcción de las Catedrales
Góticas, el Renacimiento, el teatro de Shakespeare, son
ejemplos del resultado de un grupo de hombres trabajando
conscientemente. Algo más; no se podrá convencer a nadie de
la validez del sistema de Gurdjieff mediante argumentos
intelectuales. Y nosotros no deseamos convencer a nadie ni
convertir a nadie. Les ofrecemos un medio de ayuda a aquellos
que sienten la necesidad. Aquellos que están sanos, tú sabes,
no tienen la necesidad de un médico. Gurdjieff dice que el
Prieuré es un taller de reparación para automóviles averiados".
Regresé a Nueva York deseando tomar parte activa en las
danzas y los grupos, pero algo me frenaba. Había, como se dice,
una lucha entre dos partes mías. Una parte decía: "Haz un
esfuerzo. Hazlo". La otra decía: "Espera, no sabes en lo que te
puedes estar metiendo". Realmente era una mezcla de miedo,
timidez e inercia lo que me retenía. Miedo a tener que renunciar
a cosas que apreciaba, algunas cosas vagas a las que me
aferraba. Entonces, en vez de tomar parte activa en las clases
de Movimientos, simplemente miraba. Siendo como yo era, no
podía hacer otra cosa. "Una máquina sólo puede actuar como
una máquina". Sobre todo tenía miedo de que me impidiesen
realizar mi valioso capricho: abrir una librería en Nueva York.
Caprichos, deseos, surgen comúnmente por causas
desconocidas para nosotros, algunos legítimos, otros no. Los
ilegítimos, aquellos que son dañinos, deben ser reprimidos; y los
no dañinos deben ser satisfechos, o puede que no nos dejen en
paz.
"Satisface tus caprichos no dañinos, pero no los cultives", dijo
Orage. "En este trabajo no se te pide renunciar a nada. Los
objetos y las asociaciones caerán por sí mismos cuando ya no
estés identificado con ellos. De cualquier manera, hay que hacer
algo para ganarse la vida. ¿Por qué no una librería?" "También
quiero ir al Prieuré", dije. "Bueno, ¿por qué no haces las dos
cosas? Pasas el verano en el Instituto y luego vuelves para
empezar tu negocio. Pero dime, ¿por qué quieres ser un
librero?" "Porque me gustan los libros".
"Hacerse librero porque te gustan los libros es, en mi opinión,
algo así como hacerse carnicero porque te gustan los animales".
Había otro problema. En Rusia había conocido a una joven
norteamericana. Nos habíamos separado, siguiendo nuestros
respectivos caminos, y volvimos a encontrarnos en Nueva York.
Teníamos mucho en común y nos comprometimos, pero parecía
que nuestros intereses comunes se estaban debilitando. Ella
estabaresentida por mi interés en el sistema de Gurdjieff, y
después de la primera demostración se negó a continuar yendo
a las reuniones. Se quejaba de que Gurdjieff estaba en contra de
la Revolución Rusa y que estaba perdiendo mi interés en las
cosas por las que habíamos trabajado juntos: "la reforma social
y el bien de los demás". Cuando le conté que estaba planeando
ir al Prieuré y le pedí que viniese, ella dijo: "No, tendrás que
escoger entre Gurdjieff y yo". Se lo conté a Orage, quien dijo:
"Conocí a un hombre en Londres en una situación similar. Estaba
enamorado de una mujer. Con el tiempo surgió algo que él
deseaba hacer. Esto significaba mucho para él. Cuando se lo
contó, ella empezó a poner objeciones. Mientras más lo
discutían más insistía ella en que no lo hiciese, incluso con
lágrimas en los ojos. Entonces él no pudo resistir más; y en el
momento en que le contó que había renunciado a sus planes,
ella lo despreció por su debilidad. Con el tiempo sus relaciones
terminaron. Nunca se perdonó a sí mismo, y tuvo que hacer
grandes esfuerzos para realizar sus planes originales, aunque
ahora modificados". Esto me impresionó profundamente.
Porque, aunque Orage no lo sabía, podía haber estado relatando
un suceso de mi propia vida algunos años atrás. Tampoco yo me
había perdonado a mí mismo y de no ser por la intervención de
Orage, podía haber repetido ahora la misma equivocación.
"Tienes que recordar", continuó Orage, "que la mujer
norteamericana, más que ninguna otra, está malcriada. Está
claro, toda mujer quiere las cosas a su manera, pero una de las
tragedias de la vida norteamericana es que las mujeres han
llegado a lograrlo hasta el punto de dominar a los hombres. La
fuerza pasiva ha llegado a ser la activa. Una de las
consecuencias es el enorme número de divorcios que hay aquí,
comparado con Europa. Gurdjieff echa la culpa a los hombres
del deterioro del status de las mujeres en los Estados Unidos. Lo
extraño es que los norteamericanos lo consideran como señal
de 'progreso".

"Hasta las campesinas de Europa Central entienden


instintivamente el arte del amor mejor que muchas sofisticadas
mujeres norteamericanas, o incluso las inglesas. Las mujeres no
logran desarrollarse interiormente porque sus hombres se
quedan como niños. Las mujeres desean ser dominadas de la
manera correcta. Pero hace falta un hombre para dominar a una
mujer. Los hombres europeos han tenido miles de años para
volverse relativamente adultos, mientras los norteamericanos
en lugar de seguir adelante a partir del punto al que habían
llegado los europeos,han vuelto a la niñez, o por lo menos, a la
adolescencia. Pero mientras que ésta es una de sus grandes
desventajas, es también una de sus grandes posibilidades. Es
posible hacer algo con los niños.

Gurdjieff dice que los norteamericanos tienen más posibilidades


para el bien que cualquier otra nación, pero que están a merced
de ideales
42erróneos, traídos de Europa y deformados con el tiempo; han
llegado al poder y al dinero tan fácilmente que su civilización
puede decaer y podrirse mucho antes de madurar. En una
civilización auténtica una mujer comprende su función y no
tiene otro deseo que el de ser una mujer".

Le conté a mi joven amante que había escogido ir a


Fontainebleau. Durante el invierno me encontré con frecuencia
con nuevas experiencias, como la entrevista con una mujer
"sabia". Oí hablar de ella a un amigo, y por sugerencia suya le
envié mi nombre y apellido, fecha de nacimiento y dinero.
Después de varios días, recibí cuatro hojas de papel de apretada
escritura sobre mis características esenciales y posibilidades,
buenas y malas, e incluso un esbozo de los tipos de
circunstancias con los que probablemente me encontraría.
Algunas de las cosas que escribió sobre mí eran extraordinarias,
posibilidades de bien y de mal que incluso yo nunca había
sospechado. También destacó las características de personas
que aún no había encontrado, pero que más tarde llegaron a ser
parte de mi vida.
Ella vivía en un pueblito en el norte del estado de Nueva York y
fui a verla. Era una mujercita tranquila y simpática, del tipo de
"sabia" que había conocido en aldeas de Rusia; porque en la
vieja Rusia cada aldea tenía su sabia, y ellas estaban dotadas
hasta un límite fuera de lo normal, de la sabiduría subconsciente
de la raza. Los campesinos iban a pedir consejo y a hablarle
sobre sus problemas. Ella no era una médium en el sentido
espiritista corriente. Le pregunté cómo sabía tanto de mí,
alguien a quien ella nunca había visto ni oído. Me dijo: "No sé.
Tomo tu carta en mis manos, hago algunos cálculos, entonces
me siento enfrente de la máquina de escribir, poniéndome en un
cierto estado, y todo me viene así. Al principio le contaba a la
gente lo que pensaba que le iba a ocurrir, pero esto depende de
tantas cosas, y muchas veces me equivocaba, entonces lo dejé
de hacer. Ahora sólo hago el carácter, y siento que puedo
ayudar a la gente diciéndole sus posibilidades, buenas y malas".
Ella podía saber cosas sobre una persona por su escritura, sólo
cuando estaba a solas, no hablando sino utilizando el don
llamado mejor dicho, mal llamado), por los espiritistas,
psicometría. Es como si la película de nuestra vida fuese hecha
al nacer y nos fuese entregada; y como si ciertas personas, en
ciertos estados, fueran capaces de ver partes por adelantado. Si
nos cuentan acerca de nuestro "futuro", ponemos en ello
nuestra interpretación subjetiva y malgastamos energía

5
0
esperando el bien anticipado y temiendo el mal anticipado.
Nos hicimos amigos y la llevé a ver una de las demostraciones.
Ella dijo: "Esto es lo real. El señor Gurdjieff es un hombre que
comprende el significado de la religión verdadera. Es un hombre
que ha visto a Dios".
No es suficiente decir: "Conócete a ti mismo", y es siempre un
choque que le hablen a uno de su lado obscuro, porque no
deseamos verlo.

El sistema de Gurdjieff proporciona una técnica", dijo Orage. "Se


te puede decir cuáles son tus fallas durante años, pero a no ser
que tú mismo hagas el esfuerzo de la manera correcta, seguirás
siendo el mismo. Su sistema tiene un método que no se enseña
en libros, por el cual puedes aprender poco a poco cómo hacer
este esfuerzo de conocerte a ti mismo, pero debes estar
preparado para trabajar durante mucho tiempo, quizás por
años, y habrá largos períodos cuando parece que nada ocurre y
que nada cambia".

Gurdjieff llevó a sus alumnos primero a Boston y luego a


Chicago, para las demostraciones y charlas. Las consecuencias
de todo este esfuerzo fueron pocas. Las semillas cayeron en
tierra baldía. A su vuelta a Nueva York, dieron una última
demostración en el Carnegie Hall. Hubo problemas con el
Sindicato de Músicos acerca de la orquesta. El Sindicato insistía
en que se emplearan músicos adicionales, incluyendo a un
pianista. Entonces Gurdjieff los despidió a todos y el señor de
Hartmann tocó la música solo en un gran piano de conciertos.
Esta última demostración fue la única en Nueva York para la que
se vendieron entradas. Como algunos espectadores estaban
sentados en los asientos más baratos de atrás y algunos de los
más costosos estaban vacíos, Gurdjieff invitó a lagente de los
asientos baratos a acercarse y sentarse en los más caros, y así
lo hicieron. El programa fue muy largo, duró casi cuatro horas;
sin embargo, pocas personas se marcharon antes del final.
¡Sobra decir que no se quedaron por cortesía! Se ejecutaron
todas las danzas y Movimientos y también los trucos y semi-
trucos. Se leyeron todas las explicaciones, aparte de la charla
que se dio en el Neighborhood Playhouse y que fue añadida más
tarde a los Relatos de Belcebú.

Recuerdo esta noche en particular por algo que luego me


asombró. Estaba conmigo una joven adinerada que había venido
más con la esperanza de ver a Orage que la demostración.

5
1
Después de la actuación ella sugirió pedirle a Gurdjieff que
viniera a tomar un café con nosotros. Sorprendentemente él
aceptó. Dejando a toda la gente importante en el Carnegie Hall,
nos llevó al café Child's en Columbus Circle, al otro lado de la
calle. Me sorprendió la forma como él cruzaba la calle entre el
tráfico, no de la manera nerviosa y tensa como lo hace la
mayoría de la gente, sino como si estuviese sintiendo con toda
su presencia, completamente atento a lo que estaba haciendo,
como un elefante sabio que yo había visto abriéndose camino a
través de una zona difícil en un bosque de Burma.
Mientras tomábamos café, Gurdjieff habló de las dificultades
que encontraba en adquirir dinero para su trabajo. "La gente
pagará cualquier cosa por trivialidades", dijo, "pero por algo que
realmente necesita, incluso en la vida ordinaria, no pagará". Le
hice algunas preguntas, sólo porque pensé que debía decir algo,
y él respondió de manera que "viendo yo no veía y oyendo yo
no entendía". Además, condicionado como estaba por mi
formación religiosa de creer que "la salvación era gratuita para
todos", surgió en mí un sentimiento de que la enseñanza de
Gurdjieff debería ser impartida a cambio de nada y que un
hombre como él no debería tener dificultad alguna en conseguir
todo el dinero que necesitase. Entonces, aunque le hubiera
podido dar unos cuantos cientos de dólares que le hubieran sido
útiles en aquel momento, me contuve. Y esto fue para mí una
de las muchas cosas que más tarde llegaron a ser "un factor de
recuerdo", como él lo llamaba, para el remordimiento de
conciencia.
Gurdjieff le había dado a Orage una gran tarea, la de recolectar
el dinero suficiente para su estadía en los Estados Unidos. A
Orage no le importaba ser pobre, pero su familia había sufrido
mucho de la pobreza cuando él era niño y la odiaba. De la
misma manera odiaba tener que bregar para ganar dinero,
igualmente le desagradaba tener que pedir dinero para
cualquier propósito, aunque no fuese el suyo. Gurdjieff había
llegado a Nueva York con cuarenta personas y sin dinero. A la
vez insistió en que las primeras demostraciones deberían ser
gratuitas. Entonces Orage tuvo que usar sus recursos hasta el
límite, su encanto, su persuasión, su fama como editor. Sin
embargo, los norteamericanos son gente de mano abierta y
realmente les gusta dar para algo que los toca, y eso sin
ninguna expectativa de recompensa material, ni siquiera de la
publicidad tan apreciada por ellos. El dinero empezó a fluir.
Orage dijo: "Según Gurdjieff, somos ingenuos acerca del dinero;
como individuos y como naciones estamos hipnotizados por

5
2
ideas sobre el dinero, ideas que han existido durante siglos.
Miles de personas están siendo forzadas a la bancarrota y
cientos de miles son despedidas de su trabajo en Inglaterra
ahora (1924) porque el dictador de las finanzas Montagu
Norman dice que el sistema monetario no debe cambiarse. Cada
época tiene sus supersticiones, en cada época hombres y
mujeres son sacrificados a dioses falsos, a ideales falsos".

5
3
"Gurdjieff dice que la actitud ante las finanzas forma parte del
estado de ensueño en el que vivimos. Si los hombres pudieran
despertar, muy pronto esto cambiaría. La actitud de Gurdjieff
hacia el dinero es diferente a la de cualquier persona que he
conocido. Necesita dinero para su meta. No se puede hacer
nada importante sin dinero. Por lo menos uno de los viajes de
predicación de Jesucristo fue financiado por mujeres adineradas.
Puede parecer que Gurdjieff está malgastando el dinero, pero él
lo calcula y lo utiliza para ciertos fines no personales. Hacepocos
días un hombre le dio un cheque de cien dólares para su "gran
trabajo", insinuando con sus modales que le estaba haciendo un
gran favor. Gurdjieff se lo agradeció muchísimo y le invitó a
cenar en un restaurante al día siguiente. Eramos diez para la
cena. Cuando el camarero trajo la cuenta, Gurdjieff discutió,
diciéndole que había olvidado anotar algo, y el camarero se la
llevó. Cuando volvió, Gurdjieff la miró, pagó, dio al camarero una
buena propina y puso la cuenta sobre la mesa para que el
donante la pudiese ver. Yo estaba sentado a su lado. Eran
exactamente cien dólares".Alguien preguntó: "¿Qué lugar ocupa
el libre albedrío en su sistema?"
Gurdjieff respondió: "El hombre ordinario no tiene voluntad, no
hace nada por sí mismo. Lo que es considerado como voluntad,
es meramente un deseo fuerte. Un hombre fuerte tiene deseos
fuertes, un hombre débil, deseos débiles. Un hombre es llevado
en una dirección u otra por lo que desea, por lo que quiere. No
tiene un auténtico deseo sino muchos deseos. Un hombre puede
tener muchos deseos pero puede ser que uno predomine y él
dedica su vida al logro de este deseo, sacrificándolo todo; y la
gente dice que tiene una voluntad fuerte. Sólo un hombre que
tiene un 'Yo', puede tener voluntad. Cuando un hombre tiene un
'Yo' puede ser amo de sí mismo, entonces tiene una voluntad
que es libre, no un capricho o deseo, sujeto a todo a su
alrededor, que puede cambiar con la comida, la gente, el clima
y el sexo. La voluntad auténtica viene con el deseo consciente,
al hacer cosas voluntariamente. Pero tiene que trabajar durante
años, durante siglos quizás. Tenemos un Amo dentro de
nosotros, pero este Amo está dormido. Tiene que despertarse y
controlar todos estos pequeños amos en nosotros. Muchas
veces lo que se llama voluntad es una relación entre estar
dispuesto y no estar dispuesto. Por ejemplo, la mente quiere
algo, los sentimientos no lo quieren. Si la mente en este caso es
más fuerte que los sentimientos, el hombre obedece a su
mente. Si los dos están más o menos igualados, el resultado es
conflicto, duda y vacilación. Esto es lo que se llama el libre
albedrío en el hombre ordinario. Unas veces está dominado por
la mente, otras veces por los sentimientos, otras por el cuerpo y
más a menudo por el centro sexual". Después de la reunión,
alguien preguntó a Orage: "¿Proporciona el sistema alguna
técnica para obtener el libre albedrío, y hay, por escrito, alguna
proposición o descripción clara del sistema?".
Respondió Orage: "Hay dos partes en esta pregunta: Primero,
existe una técnica y un método definido para el trabajo práctico
sobre uno mismo. También hay un lado teórico, como aquel
enseñado por Ouspensky en Londres. En el Prieuré ambos son
enseñados, pero para los principiantes el trabajo es sobre todo
práctico. Gurdjieff dice que ambos métodos, el práctico y el
teórico, se enseñan poco a poco; son dados en fragmentos que
tienen que ser ensamblados y pegados. 'Pero usted tiene que
hacer el pegamento', dice él; 'sin el pegamento, nada

5
5
46pegará'. La voluntad y su adquisición es un gran misterio.
Nadie ha vistojamás la voluntad, pero podemos ver su
manifestación en aquellos que la tienen. Gurdjieff, por ejemplo,
tiene una voluntad tremenda. Es el poder de hacer".
Otro preguntó: "¿Cómo pondría usted en palabras la técnica
mediante la cual se puede adquirir la voluntad?"
"En primer lugar", dijo Orage, "tiene usted que saber que se
puede adquirir una voluntad equivocada. Por ejemplo, un
hombre desea tener poder sobre los otros para sus propios fines
materiales. Después de cierto tiempo, algo en él se cristaliza,
pero es una cristalización equivocada. El método se puede
resumir en la siguiente frase: sufrimiento voluntario y esfuerzo
consciente. El sufrimiento voluntario es forzarse a sí mismo a
soportar las manifestaciones desagradables de los demás. El
esfuerzo consciente, es el esfuerzo de sentir, recordar y
observarse a sí mismo. Es el hacer conscientemente cosas
pequeñas, el esfuerzo hecho en contra de la inercia y la
mecanicidad del organismo, no para provecho o ganancia
personal, no por ejercicio, salud, deporte, placer o ciencia, y no
por resentimiento, gusto o disgusto. El recuerdo de sí nunca
llega a ser un hábito. Es siempre el resultado de un esfuerzo
consciente, muy pequeño al empezar, pero que se incrementa
al hacerlo. Un momento de recuerdo de sí es un momento de
conciencia, es decir, de conciencia de sí, no en el sentido
ordinario, sino una conciencia del Ser real, que es 'Yo', junto con
una conciencia del organismo: el cuerpo, los sentimientos y los
pensamientos".

Una novelista dijo a Gurdjieff en una reunión: "Algunas veces


siento que soy más consciente cuando escribo. ¿Es así o me lo
imagino?" El respondió: "Usted vive en sueños y escribe sobre
sus sueños. Sería mucho mejor para usted fregar el piso
conscientemente que escribir cien libros como lo hace ahora".
Sobre el recuerdo de sí, él dijo: "Un hombre no puede recordarse
de sí mismo porque intenta hacerlo con su mente, por lo menos
al principio. El recuerdo de sí comienza con la sensación de sí.
Tiene que ser hecho a través del centro ¡nstintivo-motor y del
centro emocional. La mente sola no constituye un ser humano al
igual que el cochero tampoco constituye todo el conjunto. El
centro de gravedad del cambio está en los centros emocional y
motor, pero éstos sólo están ocupados en el presente; mientras
la mente mira hacia delante. El deseo de cambiar, de ser lo que
uno debería ser, tiene que estar en nuestro centro emocional y
la habilidad de hacer en nuestro cuerpo. Los sentimientos
pueden ser fuertes, pero el cuerpo es perezoso, está hundido en
la inercia. La mente tiene que aprender el lenguaje del cuerpo y
de los sentimientos, y esto se hace a través de la correcta
observación de si Uno de losbeneficios del recuerdo de sí, es
que uno tiene la posibilidad de cometer menos errores en la
vida. Pero para un completo recuerdo de sí, todos los centros
tienen que trabajar simultáneamente y tienen que ser
estimulados artificialmente, el centro intelectual desde el
exterior, y los otros dos desde el interior. Tiene usted que
distinguir entre sensación, emociones y pensamientos, y decir a
cada sensación, emoción y pensamiento. 'Recuérdame de
recordarte'. Y para esto debe tener un 'Yo'. Y tiene que empezar
a separar las cosas interiores de las exteriores, a separar 'Yo', de
'ello'. Esto se parece a lo que dije sobre la consideración interna
y externa".Alguien dijo: "No veo claro lo que usted quiere decir
por consideración".
Gurdjieff respondió: "Le daré un ejemplo sencillo. Aunque estoy
acostumbrado a sentarme con las piernas cruzadas, considero la
opinión de la gente de aquí y me siento como ellos, en una silla.
Esto es consideración externa.
"En cuanto a la consideración interna: Alguien me mira -pienso
yo- con desaprobación. Esto desencadena las asociaciones
correspondientes en mis sentimientos. Si soy demasiado débil
para refrenarme de reaccionar, me enojo con él. Considero
internamente y muestro que estoy enojado. Así es como
usualmente vivimos, manifestamos afuera lo que sentimos
adentro.

• "Deberíamos tratar de trazar una línea entre las impresiones


interiores y las exteriores. Algunas veces deberíamos considerar
externamente aún más de lo que hacemos ahora. Por ejemplo,
siendo más corteses con la gente de lo que usualmente somos.
Se puede decir que lo que hasta ahora ha estado afuera debería
estar adentro; y lo que estaba adentro debería estar afuera.
Desafortunadamente siempre reaccionamos. Pero, ¿por qué
debería estar enojado o dolido cuando alguien me mira con
desaprobación, o si no me mira, o no me toma en cuenta?
Puede ser que él mismo sea esclavo de la opinión de otro,
quizás es un autómata, un loro repitiendo las palabras de otro.
Quizás alguien le ha pisado un callo. Y mañana puede que
cambie. Si él es débil y yo me enojo con él, soy todavía más
débil; y al ahogarme en un vaso de agua, por la consideración, y
llegar hasta un estado de rencor, se pueden estropear mis
relaciones con otras personas.

"Tiene que entenderse muy claramente y establecerse como un


principio, que ustedes no deben permitirse llegar a ser esclavos
de las opiniones de los demás. Tienen que ser libres de quienes
los rodean. Y cuando lleguen a ser libres por dentro, estarán
libres de ellos"
"A veces puede que sea necesario para usted fingir estar
enojado; y si alguien le abofetea la mejilla, no necesariamente
deberá dar la otra. Algunas veces es necesario responder de tal
manera que el otro se

48
acuerde hasta de su abuela. Pero no debe considerar
internamente. Por otra parte, si usted está libre internamente,
puede suceder que si alguien le abofetea la mejilla sea mejor
dar la otra. Depende del tipo de la otra persona; y algunas veces
un hombre no olvidará semejante lección en cien años. Algunas
veces uno debe contestar, otras no. Un hombre sólo puede
escoger cuando él está libre internamente. Un hombre ordinario
no puede escoger, no puede resumir la situación rápida e
imparcialmente, porque para él su exterior es su interior. Es
necesario trabajar sobre uno mismo, aprender a no tener
prejuicios, ordenar y analizar cada situación como si uno fuese
otra persona; sólo entonces puede uno ser justo. Ser justo en el
momento de la acción es cien veces más valioso que ser justo
después. Y sólo cuando uno puede ser realmente imparcial con
uno mismo será capaz de ser imparcial con los demás".
"Hace falta muchísimo para esto. El libre albedrío no puede
lograrse pidiéndolo, ni se puede comprar en una tienda. La
acción imparcial es la base de la libertad interior, el primer paso
hacia el libre albedrío".
En otra reunión preguntaron: "¿Es necesario sufrir
constantemente para mantener abierta la conciencia?"
"Como ya les he dicho", dijo Gurdjieff, "hay muchos tipos de
sufrimiento. Este también es un palo que tiene dos puntas. Un
tipo de sufrimiento conduce al ángel, el otro al diablo. El hombre
es una máquina muy complicada. Al lado de cada buen camino
hay el malo correspondiente. Cada cosa está en paralelo a otra.
Donde hay poco bien, hay poco mal. Donde hay mucho bien,
también hay mucho mal. Donde hay un positivo fuerte habrá un
negativo fuerte. Pero donde hay mucho mal no significa que
también va a haber mucho bien. Con el sufrimiento es fácil
encontrarse uno mismo en el camino equivocado. El sufrimiento
puede fácilmente transformarse en placer. Muchas personas
aman su sufrimiento. Uno es golpeado una vez, le duele. La
segunda vez que uno es golpeado lo siente menos. La quinta
vez ya desea ser golpeado. Uno no debe dormirse sino estar
siempre alerta. Uno debe saber lo que es necesario en cada
momento, si no, uno puede tropezarse y salirse del camino".
Otra pregunta: "¿Qué papel juega la conciencia en la adquisición
de un 'Yo?" Gurdjieff contestó: "Al principio la conciencia ayuda
a ganar tiempo. Aquel que tiene conciencia puede tener calma.
Quien tiene calma tiene tiempo que puede utilizar para trabajar.
Más tarde, la conciencia sirve a otro propósito. Un hombre
ordinario ocupa la mayor parte de su tiempo en considerar; una
asociación se detiene, otra empieza. Sale contento por la
mañana, en pocos minutos se entristece, otros pocos minutos y
está resentido o enfadado, está a la merced de cientos de
asociaciones inútiles. La máquina trabaja todo el tiempo. La
energía recogida durante el sueño hace fluir nuestras
asociaciones durante el día. Durante todo el día continúa el
gasto en nosotros. Nuestro almacén de energía es suficiente
para nuestra vida mecánica

49
ordinaria, pero no para trabajar sobre nosotros mismos. Si por
ejemplo, comparamos la energía gastada (en el trabajo
mecánico ordinario) con una bombilla eléctrica de 15 vatios, la
energía gastada por el trabajo activo equivaldría a una bombilla
de 100 vatios, que muy rápidamente consume la corriente
disponible. Sí utilizamos nuestro almacén de energía en
asociaciones inútiles, ansiedades, resentimientos,
preocupaciones, etc., sólo tendremos suficiente energía,
digamos, para la mañana y ninguna para el resto del día. Y sin
energía el hombre es solamente un pedazo de carne. Lo que
tenemos que hacer es aprender a economizar nuestra energía.
La naturaleza nos formó para que pudiéramos tener suficiente
energía para hacer ambos tipos de trabajo, el trabajo ordinario
de la vida y el trabajo sobre nosotros mismos. Pero hemos
olvidado cómo trabajar normalmente; de ahí el desperdicio de
energía. La energía producida por nuestro dinamo y almacenada
en nuestro acumulador es consumida por nuestros movimientos,
emociones, sensaciones y manifestaciones. La gastamos no
solamente en lo que es necesario sino en lo que no lo es. Por
ejemplo, cuando usted se sienta y habla, necesita energía para
esto, pero también gesticula. Puede ser que esto sea necesario
para poner énfasis, pero no hace falta ninguna energía para las
piernas y otros músculos; sin embargo, todo el tiempo está
sentado en tensión. Esto no lo puede evitar aunque lo sepa. Su
mente no tiene ningún poder para dar órdenes. Es necesario un
largo período de ejercicios para liberarse uno mismo de las
tensiones innecesarias. No obstante, el cuerpo no utiliza tanta
energía como las asociaciones. Todo el tiempo tenemos miles de
pensamientos, sentimientos y experiencias inútiles, agradables
y desagradables; y todo sucede sin el 'Yo".

"La energía utilizada en el trabajo consciente es convertida para


uso futuro, aquella utilizada inconscientemente se pierde para
siempre". Pregunta: "¿Cómo podemos economizar energía?"
"Para aprender esto hace falta mucho tiempo. No puede
empezar intentando economizar la energía de las emociones.
Empiece por lo más fácil, la energía en el cuerpo. Cuando haya
aprendido esto habrá adquirido un sabor que le servirá de
clave".

Pregunta: "¿Utilizamos menos energía cuando estamos


acostados?" "Cuando usted está acostado, tiene menos
impresiones externas, pero puede gastar mucha más energía en
asociaciones mentales. Puede ser que gaste menos energía
caminando que estando sentado, porque las piernas se mueven
por inercia y solamente necesitan ser impulsadas de vez en
cuando. Si un automóvil está funcionando en una velocidad
baja, utiliza más energía que cuando está en una alta, cuando
gran parte del movimiento es por inercia. Cuando está acostado,
presa de asociaciones, está en una velocidad baja, por decirlo
así. De la misma
50
manera el gasto de energía en un músculo dado puede ser
diferente".

En otra reunión se le preguntó: "¿Cuál es la actitud de su


sistema ante la moralidad?"
El respondió: "La moralidad puede ser subjetiva u objetiva. La
moralidad objetiva es la misma para todos los hombres y en
todas partes. La moralidad subjetiva es diferente en distintos
países y en distintas épocas. Todos definen de forma diferente la
moralidad subjetiva. Lo que una persona llama 'bueno', otra lo
llama 'malo' y viceversa. La moralidad subjetiva también es un
palo de dos puntas y se le puede dar vuelta de un lado y del
otro. Desde el tiempo en que el hombre apareció sobre la tierra,
desde el tiempo de Adán, empezó a formarse en nosotros, con
la ayuda de Dios, de la naturaleza y de nuestro ambiente, un
órgano cuya función es la conciencia. Todo hombre tiene este
órgano y quienquiera que sea guiado por su conciencia vive de
acuerdo con los preceptos de su voz interior. Pero el hombre
vive según el capricho de la conciencia subjetiva, que al igual
que la moralidad subjetiva, es diferente en todas partes".
"La conciencia objetiva no es un palo de dos puntas, es el darse
cuenta de lo que es bueno y malo, formado en nosotros a través
de las épocas. Pero ocurre que por muchas razones este órgano
está recubierto por un tipo de costra, que solamente puede ser
traspasada mediante intenso sufrimiento. Entonces habla la
conciencia. Pero después de un tiempo el hombre se tranquiliza
y de nuevo el órgano se recubre. En circunstancias ordinarias un
fuerte choque es necesario para que el órgano se descubra. Por
ejemplo, la madre de un hombre muere y él empieza a oír la voz
de su conciencia. Amar, honrar y querer a la madre, es el deber
de cada hombre. Pero el hombre raras veces es un buen hijo.
Cuando su madre muere, él se acuerda de cómo se comportaba
con ella y empieza a sufrir de remordimientos. El hombre es un
gran cerdo y como un cerdo, pronto se olvida; la conciencia se
sumerge otra vez y él empieza a vivir de la forma automática
usual. Aquél que no tiene conciencia no puede ser
verdaderamente moral",
"Otro caso. Yo puedo saber lo que no debo hacer, pero por
debilidad no puedo contenerme. Por ejemplo, el doctor dice que
el café me hace daño. Lo pienso, pero solamente estoy de
acuerdo con él cuando no siento ganas de tomarlo, y me
abstengo de hacerlo. Es lo mismo en todo. Sólo cuando un
hombre está lleno puede ser moral. Deben olvidarse de la
moralidad. La habladuría actual sobre la moralidad está vacía,
significa verter la nada en el vacío. Su meta es ser cristianos, en
el verdadero sentido de la palabra, pero para poder ser
cristianos tienen que ser capaces de hacer. Y actualmente no
pueden. Cuando sean capaces de hacer, serán capaces de llegar
a ser cristianos".
"La moralidad externa es diferente en todas partes y en esto
uno debe comportarse como los demás. Como se dice: 'Donde
fueres haz lo que
51vieres'. Esto es moralidad externa. Para tener moralidad
interior es necesario ser capaz de hacer".

En abril zarpé para Londres. Mientras miraba cómo se alejaba el


perfil de las torres de Nueva York, repasé las experiencias y
acontecimientos de los últimos seis meses. En la vida uno a
veces atraviesa por desiertos emocionales, terrenos áridos
donde nada ocurre. Otras veces las experiencias e impresiones
se acumulan. Por momentos uno se halla en un oasis, en otros
en una selva entre animales salvajes. Los meses, las semanas y
los días, parecen convertirse en años. En mi caso, había estado
viviendo en un país de abundantes experiencias emocionales y
mentales.
Fue bastante extraño que hubiese encontrado un maestro y una
enseñanza precisamente en Nueva York, donde nunca hubiera
esperado encontrar algo de contenido interior. En mi primera
visita en 1919, aunque me gustó la gente, la ciudad como lugar
de residencia me pareció repulsiva. Tuve el mismo sentimiento
en mi segunda visita y la ciudad me es todavía más ajena que
ninguna otra capital, incluyendo a Pekín. Aunque todavía me
disgusta como ciudad, siempre pienso en ella con un
sentimiento de agradecimiento porque me siento endeudado.
Como Gurdjieff solía decir: "Todo palo tiene dos puntas, una
buena y otra mala".
Nueva York es una ciudad temible, y como toda gran ciudad, un
centro de tensión. Una gran ciudad es como un dinamo que
succiona la energía de millones de seres humanos, a quienes la
naturaleza agrupa en grandes cantidades en ciertas partes del
planeta, como hormigas y termitas en sus gigantes colonias,
todo ello sin duda para un propósito cósmico. Las termitas, que
han sacrificado su vista, su sexo y su libertad al Estado, sin duda
aluden con orgullo al tamaño de sus ciudades, tal como algunos
neoyorquinos y londinenses se jactan de que sus ciudades sean
las más grandes del mundo.
La posición de Francia e Inglaterra frente a Norteamérica es
comparable a la de la Antigua Grecia frente a la joven Roma. Por
cientos de años, después de que Roma se convirtiera en una
gran potencia, Grecia siguió ejerciendo una enorme influencia
sobre ella y sobre los nuevos pueblos que surgieron en Europa.
Apenas llegué a Londres, escribí al Prieuré para preguntar si
podía ir a trabajar allí. Mientras tanto ordené mis asuntos
financieros.
Aunque parte de mí aún deseaba ir al Instituto en

6
3
Fontainebleau, otra parte se resistía. Al no recibir respuesta,
esta otra parte comenzó a proponerme todo tipo de razones
para no ir. Después surgieron la timidez, el miedo a lo
desconocido y a lo desacostumbrado. ¿No debería yo ocuparme
de mis negocios en vez de perder mi tiempo en algo que en
definitiva podría resultar ser sólo otra doctrina más? Durante
una semana o dos continuó esta lucha entre el "Sí" y el "No", y
al final algo en mí, o la gracia de Dios, me movió a ir.

Llegué a Fontainebleau y tomé un coche de caballos. Mientras el


caballo trotaba calle abajo mis emociones fueron removidas
como por una cuchara. Y todo se grabó tan fuertemente en mi
aparato receptor que las impresiones están tan claras hoy como
entonces: el resplandor del sol, los frondosos árboles, el tintineo
del pequeño tranvía de Samois, el canto de los serruchos y el
dulce olor fresco del aserrín en el aserradero, las casas, la gente
y el sombrío castillo del Príncipe Orloff.

El coche se detuvo frente a un gran portón y el cochero dijo:


"Prieuré". Le pagué y de puro nerviosismo le di una propina que
lo hizo quitarse el sombrero. Por encima de la tapia pude ver el
suave tejado del castillo, y desde el patio vino el sonido del
salpicar de una fuente, un sonido agradable en aquel caluroso
día de primavera.

Al lado de la puerta de la conserjería había una campanilla con


las palabras: Sonnez fort. Así lo hice y esperé. No se oía nada.
Toqué otra vez. Después de un rato aparecieron dos niños y sin
decir palabra cogieron mi equipaje y lo pusieron en la
conserjería, y el mayor, que se llamaba Valya, me indicó que me
sentase. Ellos desaparecieron. Pasó un largo rato y mientras
estaba sentado me dejé penetrar por las impresiones y pronto
sentí algo muy inhabitual en la atmósfera. No sabía si era el
resultado de algo dejado por los antiguos monjes, o por la
pequeña corte de la señora de Maintenon, o por el trabajo de
Gurdjieff y sus alumnos, pero era similar a lo que uno siente en
iglesias y templos antiguos; y supe que al venir aquí, mi deseo
más profundo, aunque inconsciente e informulado, me había
sido concedido.

La aparición de la señora de Hartmann, que entró y me estrechó


la mano, cortó el hilo de mis reflexiones. "¿Recibió el señor
Gurdjieff mis cartas?" Pregunté. "He estado esperando una
respuesta". "¿Sus cartas?" Dijo ella. "El señor Gurdjieff no

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contesta cartas. ¿Por qué esperar tanto? Regresamos hace ya
tres semanas. Bien, le enseñaré su habitación. Quizás desee
descansar, ¿sí? Perdone, tengo mucho que hacer". Me llevó a mi
habitación que estaba en el primer piso, lujosamente
amueblada al estilo francés antiguo. Mi ventana daba a los
grandes céspedes y sombreadas veredas, canteros de flores y
pequeños estanques, todos relucientes bajo el resplandor del
sol, y más allá, el bosque. Me apoyé en el alféizar de la ventana
y llenándome de tanta belleza, toda la tensión y aprensión se
desvanecieron. Una vez más el Pilgrim's Progress me vino a la
mente:
Entonces Cristián pasó, aunque lleno de temor a los leones,
siguió cuidadosamente las instrucciones de Vigilante, y oyó, sí,
los rugidos de aquellas fieras, pero ningún daño recibió. Batió
palmas, y en cuatro saltos llegó a la portería del palacio y
preguntó a Vigilante:
Cristián: "¿De quién es este palacio? Me será permitido pasar en
él la noche?"
Portero: "Este palacio pertenece al Señor del Collado, y ha sido
construido para servir de descanso y seguridad a los peregrinos.
Y tú, ¿de dónde vienes y a dónde vas?"
Cristian: "Vengo de la ciudad de Destrucción, y me dirijo al
Monte Sion; mas la noche me ha sorprendido en el camino, y
desearía, si en ello no hubiese inconveniente, pasarla aquí".
Portero: "¿Cuál es tu nombre?" Cristian: "Ahora me llamo
Cristian; mi nombre anterior era Sin-Gracia. Desciendo de la
raza de Jafet, a la cual Dios persuadirá de morar en los
tabernáculos de Sem".
Portero: "¿Cómo has llegado tan tarde? El sol es ya puesto".
Cristián: "He tenido dos grandes desgracias. Primeramente me
dejé rendir del sueño en la ensenada de la cuesta del Collado, y
como si con esto no hubiese perdido bastante tiempo,
durmiendo se me cayó de las manos el diploma, cuya falta no
noté hasta que estaba en la cima, de la cual tuve que volver, y
gracias al Señor, lo encontré. Estas han sido las causas de mi
tardanza".
Después de haber descansado, fui al bosque donde había
mucha gente atareada cortando matorrales, limpiando la tierra,
quemando basura o cortando troncos. Una joven a la que había
conocido en Nueva York, dejó su trabajo para saludarme.
Gurdjieff pasó, pero después de mirar hacia donde yo estaba, no
me hizo más caso; como tampoco los otros. Y algo desalentado,
me alejé; al sentir la necesidad de compañía me uní a uno de los
grupos de trabajo, tratando de ayudar un poco hasta que sonó

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la campana de la torre y todos fuimos a tomar el té.
Durante los primeros días dormí en mi habitación, en el "Ritz",
como lo llamaban los alumnos, los dormitorios lujosamente
amueblados donde se instalaba a los invitados y a los recién
llegados. Desde allí me cambiaron arriba, al "Corredor de los
Monjes". Más tarde fui trasladado de nuevo, al último piso, a lo
que solían ser las habitaciones de la servidumbre, que daban al
patio de los establos, y era llamado el "callejón de las vacas".
Era libre de hacer lo que quisiera y aparentemente nadie me
hacía caso. Pero quería trabajar y cuando pregunté qué podía
hacer, me dijeron que ayudara en el bosque. Entonces me unía
con un grupo o con otro.

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He dicho que "aparentemente nadie me hacía caso". En realidad
todo lo que hacía, la forma como lo hacía y lo que decía, era
comunicado a Gurdjieff. Había oído sobre el duro trabajo físico, y
muchos alumnos deltipo intelectual lo encontraron
extremadamente duro. En cuanto a mí, acostumbrado a largas
horas de trabajo como peón en Australia y a la vida de las
trincheras en Francia, esto no era nada difícil, y me encontré
muy a gusto en tales condiciones. Pero aún tenía que descubrir
lo que era trabajar, aun de manera semiconsciente.

Al hacer los Movimientos por las noches, experimentaba una


satisfacción física, emocional y mental, como nunca me había
ocurrido antes, incluso cuando hice danzas folklóricas con los
campesinos de Europa Central y de Rusia. Había algo nuevo en
estas danzas, algo que no era ni folklórico ni clásico; sin
embargo, tenía algo de los dos. El baile de salón y el jazz, que
me habían apasionado y en los que me habían considerado
bastante bueno, ahora me parecían necios y sin sentido, hasta
subhumanos. Al pasar el tiempo y al aprender más de los
Movimientos y danzas, más disfrutaba de la buena danza
clásica, de la danza folklórica y del ballet, y disfrutaba menos
del baile "moderno". Puede ser que esto fuese una de las
pequeñas cosas que subconscientemente tenía miedo de
perder. A propósito, después de haber estado en el Prieuré cerca
de un mes, un viejo amigo, con el que había trabajado en Rusia,
el joven príncipe M., me invitó a una fiesta en un cabaret de
Montparnasse, y aunque disfruté de su compañía y de la de sus
amigos, la atmósfera del lugar y el baile me hicieron sentir
físicamente mal.

Nuestra vida diaria seguía una rutina que cambiaba con alguna
frecuencia. La campana para despertarse sonaba a las seis y
media. El desayuno consistía en grandes rebanadas de pan
tostado con café; después venía el trabajo en los jardines o en el
bosque o en la casa. Había una pausa desde las doce y media
hasta las dos para el almuerzo. El té era a las cuatro y la cena a
las seis y media. Las danzas y Movimientos seguían hasta las
diez o las once. Durante el día el señor Gurdjieff daba charlas
para todos y hablaba a los alumnos individualmente.

A los pocos días de mi llegada, uno de los alumnos me enseñó


los alrededores. El castillo fue un regalo de Luis XIV a la señora
de Maintenon. Lo había mandado a construir a partir de las
ruinas de un viejo monasterio, del que no quedaban sino unos
pocos bloques de piedra; en uno de estos apenas pude descifrar
Ad maiorem gloriam Dei. El castillo había pasado a Maítre
Labori, el abogado de Dreyfus, de cuyo albacea Gurdjieff lo
compró en 1922, con muebles y cuadros, algunos de Rosa
Bonheur.

La casa estaba armoniosamente proporcionada por dentro y por


fuera. Le daba a uno una sensación de bienestar y satisfacción.
Desde Avon
55corría un arroyo a través de la propiedad, de trece acres de
extensión, cercada por un muro alto. Escondidas del castillo por
árboles, había una fila de casitas llamada El Paradou, y allí
vivían la madre de Gurdjieff y su hermana casada, su hermano
Dmitri y su familia, el doctor y la señora Stjoernval y el señor y
la señora de Salzmann. Más allá del Paradou había un
invernadero en ruinas, y todavía más allá el Study House.

El Study House había sido construido por los alumnos unos


dieciocho meses antes, con materiales de un hangar en desuso.
Tenía la forma de un "tekke" derviche. Las paredes y el suelo
eran de tierra. Dentro, sobre la entrada, había una pequeña
galería con un asiento, y colgada alrededor de la galería había
una colección de instrumentos de cuerda y tambores del
Cercano y el Lejano Oriente. En las paredes había varios
diplomas o certificados en caracteres orientales, que le habían
sido otorgados a Gurdjieff en diferentes ocasiones. El piso del
Study House estaba cubierto de alfombras de Persia, Afganistán
y otros países orientales y también había tapices colgados de
las paredes. Dentro y a la derecha de la entrada había un
estrado con colgaduras, el asiento del propio Gurdjieff. A lo largo
de las paredes del Study House había asientos elevados para los
espectadores, separados del espacio abierto por una valla de
madera pintada. Al fondo había una plataforma elevada de
tierra cubierta con linóleo para los Movimientos y delante, una
pequeña fuente. Las ventanas tenían vitrales y estaban pintadas
con una agradable armonía de colores. También había,
distribuidos en las paredes, en una escritura parecida al persa o
turco, aforismos o proverbios. La atmósfera era la de un lugar
sagrado, debido en parte al efecto de la combinación de colores
sobre los sentidos y los sentimientos, -porque Gurdjieff sabía
cómo producir efectos precisos mediante colores, así como
mediante sonidos y movimientos- y en parte por las vibraciones
de los alumnos que practicaban allí los Movimientos y las
Danzas Sagradas.

Me llevaron a través del jardín, ahora en pleno florecimiento,


hacia una piscina. Al lado de la orilla más alta había un mirador.
Ahí comenzaba la huerta. Más allá estaba el bosque con sus
paseos. Un lugar de belleza, dignidad y encanto, y sobre todo,
saturado por una atmósfera como la de una iglesia antigua o un
monasterio y, sin embargo, viviente y vital.

Pasamos un grupo de niños que jugaban juntos, Nikolá


Stjoernval, Bussik de Salzmann, de cinco años, algunos de los
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sobrinos y sobrinas de Gurdjieff y la señora de Salzmann con su
hijo Michel de seis meses en un cochecito. Terminamos nuestro
paseo en la vaquera. Tenía curiosidad por verla, ya que había
conocido a K.atherine Mansfield en Londres cuando ella y John
Middleton Murry estaban montando Signature con Kotelianski, y
Orage le había publicado su primer relato
56en la New Age. Fue él, según ella, quien le enseñó a escribir.
Orage le había sugerido que fuese al Prieuré. Ella había pasado
unos días allí y se iba a decidir si debía quedarse. EHa vio al
señor Gurdjieff en París oon el señor Pinder como intérprete.
Gurdjieff le dijo seriamente que si quería vivir más tiempo tenía
que ir a un clima cálido y seco. "¿Y cuánto tiempo más viviría?"
Preguntó ella. "No lo sé", contestó él. Ella pensó un momento y
dijo: "No, si usted me lo permite, volveré y viviré el resto de mi
vida en el Prieuré".
Cuando Katherine Mansfield volvió al Prieuré, Gurdjieff dijo que
tenía que pasar mucho tiempo en la vaquera, ya que las
emanaciones y los vahos de los animales la ayudarían. Se
construyó una plataforma sobre los pesebres y el señor de
Salzmann pintó las paredes y las puertas de vivos
colores y dibujos. Aquí la señora Murry, acostada en un diván,
observaba cómo ordeñaban las vacas o miraba un dibujo del
Eneagrama en el techo. El señor de Salzmann también había
pintado a algunos de los alumnos, y como se dice que todos
representamos a un tipo de animal o pájaro, había dibujado sus
rostros dándoles los cuerpos que les correspondían. Orage tenía
el cuerpo de un elefante, otro el de un asno, otro la cabeza de
un perro de lanas, otro la de un buitre. Una joven pareja
comprometida tenía cabezas de tórtolas, etc. Nunca una
vaquera había sido tan alegre, colorida e interesante.
Una de las jóvenes que la cuidaba me dijo que Katherine
Mansfield había expresado su gratitud a Gurdjieff. "Si me
hubiera marchado del Prieuré y hubiera seguido mi antigua vida,
me hubiera muerto muy pronto de aburrimiento", dijo. "Aquí, en
todo caso, estoy viva por dentro y la gente alrededor mío está
viva, y aquí no soy Katherine Mansfield, la escritora, sino la
señora Murry, una mujer enferma, cuidada sin aspaviento, sin
sentimentalismo. Otra cosa, aquí por fin veo lo que siempre he
deseado ver, personas que son ellas mismas y que no
representan un papel detrás de una máscara". Al final ella
estaba en un estado en el que un pequeño choque sería fatal y
el pensamiento de que J. M. Murry iba a venir a verla la inquietó,
porque ella dijo que él nunca entendería lo que el Prieuré
representaba para ella. Murió poco después de que él llegara.
Había dicho que Gurdjieff y su gente habían hecho todo lo
posible por ella, y que había llegado a una mejor comprensión
de sí misma y de los demás en su corta permanencia en el
Prieuré, que en toda su vida anterior. Sin embargo, la gente
todavía habla y escribe del "charlatán" de Fontainebleau que
causó su muerte prematura. Yo estaba entonces en Rusia y le
escribí a Murry, que me contestó con una frase: "K. M. era
perfecta". Por supuesto no era perfecta, pero su chispa de
energía solar le daba una comprensión, especialmente sobre las
mujeres. Desafortunadamente sus admiradores deseaban que
fuese una especie de ángel y Murry alentó este deseo.Parece ser
que Gurdjieff y algunos alumnos habían venido a París desde
Hellerau, donde habían estado por algún tiempo y con él
algunos de los mejores alumnos de Jaques Dalcroze, los cuales
después de ver las danzas de Gurdjieff, se dieron cuenta que la
euritmia, aunque proporcionaba un fundamento para el estudio
del movimiento, era un juego de niños en comparación.
Gurdjieff, tan pronto como llegó a París, comenzó a hacer
ensayos para una demostración. El mismo diseñó y cortó los
trajes, los alumnos los confeccionaron.
La primera demostración en París se dio en el "Théatre des
Champs Elysées", pero aunque el teatro estaba repleto, ningún
francés se interesó lo suficiente como para llegar a ser alumno.
Esperaron otros veinte años. Cuando Diaghilev, quien era amigo
del señor de Hartmann, vino al Prieuré, estaba tan impresionado
con las danzas y los Movimientos que hizo varias visitas. Cierto
número de alumnos de Ouspensky y otros vinieron de Londres
para la demostración, y la misma señora Ouspensky ayudó en
los preparativos. La mayor parte del dinero para esta fase de las
actividades de Gurdjieff vino del grupo inglés de Ouspensky, al
que pertenecían el doctor Maurice N icol I y su esposa, así como
Clifford Sharp, editor del New Statesman, y su esposa, el doctor J.
A. M. Alcock y el doctor James Young. Más tarde la doctora Mary
Bell, Algernon Blackwood, J. D. Beresford y D. Mitrinovich
vinieron a las reuniones.

Unos veinte de ellos eran personas destacadas en sus


profesiones y eran lectores o colaboradores de la revista de
Orage, la New Age. Gurdjieff visitó al grupo en Londres y varios
alumnos fueron escogidos para ir al Prieuré, pero solamente
Orage y tres o cuatro más se quedaron allá por cierto tiempo.
Cuando llegué, todos los ingleses, excepto Orage, dos o tres
mujeres y uno o dos jóvenes, se habían marchado para volver a
sus empleos o para trabajar de nuevo con Ouspensky. La hija de
la señora Ouspensky y su hijo pequeño permanecieron en el
Prieuré.

Después de haber experimentado con casi todo tipo de trabajo


físico y de incomodidades como soldado, marinero, granjero y
obrero, consideraba que el Prieuré no tenía nada que aportarme
en este aspecto. Pero no me llevó más de dos o tres semanas
para comenzar a ver que aún tenía mucho que aprender; para
darme cuenta de que no sabía cómo trabajar físicamente -como
un hombre y no como una máquina- Se me había dicho que
picara piedras y junto con cuatro muchachas me pasé diez días
partiendo piedra caliza en trozos pequeños del tamaño de una
nuez. Contrastaba con el trabajo de los hombres a la sombra, en
los senderos del bosque. Bajo el calor del sol, el trabajo se hizo
monótono, tedioso y aburrido y mis sentimientos comenzaron a
rebelarse. Trabajaba espasmódica y nerviosamente. Un día
apareció Gurdjieff con el doctor Stjoernval. "¿Por qué trabaja tan
nerviosamente?" Preguntó. "Es un resultado de la guerra", dije.
"No", replicó. "Pienso tú
58siempre así. Observa a Gertrude, mira como ella trabaja. Toda
tu atención se va en observar el reloj, esperando escuchar la
campana de la cena". Al día siguiente el doctor Stjoernval me
dijo: "Tú sabes, el señor Gurdjieffdice que debemos aprender a
trabajar como hombres, no como obreros ordinarios; como
hombres, no como máquinas. Trata de ahorrar tu energía
mientras estás picando piedras. Desperdicias mucha energía
lamentando lo que haces. Haz una lista de treinta o cuarenta
palabras en una lengua extranjera y memorízalas mientras
estás trabajando. Al mismo tiempo trata de sentir tu cuerpo y de
darte cuenta de lo que estás haciendo".
Comencé a darme cuenta de que cuando Gurdj ieff le decía algo
a uno, esto era registrado no solamente en la mente sino en los
sentimientos, de tal manera que uno no podía evitar reflexionar
seriamente sobre ello. Poco después, al esforzarme en hacer
este simple ejercicio, comenzó a tener lugar un cambio en mi
actitud hacia la monotonía del trabajo. Parte de la energía que
había estado desperdiciando con mi lamento fue utilizada
productivamente para mí mismo. El trabajo incluso llegó a
satisfacerme. Unos días más tarde, Gurdjieff apareció otra vez y
me echó un vistazo. Al día siguiente se me dio otro trabajo:
ayudar a los jóvenes a regar el jardín más lejano. El agua tenía
que ser traída desde el arroyo, fuera del portón del sur, a una
distancia de cien yardas, de modo que se necesitaba toda la
mañana. Un día advertí que el arroyo corría al otro lado de la
tapia alta que bordeaba el jardín más lejano, y me pareció que si
pudiéramos abrir un boquete y hacer correr el agua a través de
la tapia, ahorraríamos una enorme cantidad de trabajo. Mi
compañero estuvo de acuerdo, pero señaló que el agujero
podría hacer derribar la tapia. Entonces sugerí hacer un sifón
por encima de la tapia. Conseguimos una manguera y
succionamos el agua, conduciéndola por encima de la tapia de
diez pies de altura para que cayera dentro de la zanja. Se
solucionó nuestro problema. Algunos de los alumnos vinieron a
verlo. Uno dijo: "Imagínate, todas esas grandes mentes como
Orage, Nicoll, Young y Pinder, pasaron semanas cargando agua y
ninguno de ellos pensó en esta ¡dea tan simple".
Dos días después Gurdjieff regresó de un viaje. Emocionados, le
contamos lo que habíamos ideado para el agua y le pedimos
que viniese a verlo. Mientras estábamos a su lado, orgullosos de
nuestra obra, él vio todo y dijo: "Muy bien, muy ingenioso. Ahora
tengo otra idea. Quitar la manguera y llenar la zanja.
Buscaremos un manantial". Entonces continuamos
transportando el agua desde afuera. Esa misma semana me

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encontré con el doctor Stjoernval, quien dijo: "Te mostraré algo".
Me llevó con él, me señaló una de las inscripciones y me
preguntó: "¿Sabes lo que dice?" Negué con la cabeza. Dice:
"Recuerda que aquí el trabajo es un medio, no un fin".
El manantial no fue encontrado sino cinco años después y me
tocó a mí encontrarlo. Su descubrimiento se convirtió en el
medio de una nueva comprensión del trabajo y de mí mismo en
relación con el trabajo. Pero ya hablaré de eso a su debido
tiempo.
Algunas veces Gurdjieff tomó medidas drásticas para hacernos
ver como estábamos apegados o identificados con nuestro
trabajo y sus resultados. Dos inglesas aficionadas a la jardinería
habían trabajado intensamente en el jardín y produjeron una
hermosa combinación de flores. A los alumnos jóvenes y
especialmente a los niños se les echaba de allí a menudo por
temor a que lo estropeasen. Cuando el jardín estaba en su
esplendor le pidieron a Gurdjieff que viniese a verlo. El vino y se
aseguró de que todos los demás también vinieran. Asintió con la
cabeza, sonrió y dijo: "Muy bonito, muy bonito". Y se alejó.
Aquella noche "ocurrió" que el portón quedó abierto y las
terneras y las ovejas pastaron en el espléndido jardín.
Como resultado de estos dos incidentes releí, y por primera vez
con provecho, "El Elixir" de George Herbert:

Mi Dios y mi Rey me enseñe,


en todas las cosas verte a Ti; y
en todo lo que se emprende
hacerlo como para Ti.
Un sirviente con esta condición, hace del más
vil oficio algo divino; quien según Tus leyes
barre una habitación, de ello hace el acto más
fino,
Es ésta la piedra famosa que en oro
todo lo transforma; porque lo que
Dios posee y toca no puede
nombrarse de otra forma.

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De vez en cuando se corría la voz para que quienes estuviesen
disponibles fueran al bosque. Gurdjieff aparecía y empezaba lo
que llamábamos un equipo de trabajo scurry, derivado del ruso
"skorey", rápido. Se repartían herramientas y se daban varios
trabajos individualmente y en grupos: limpiar, cortar la maleza,
prender fogatas, limpiar zanjas. Todos trabajaban con rapidez y
esmero, hasta llegar a su límite, pero (y esto era una de las
metas) con atención. El mismo Gurdjieff trabajaba
apremiándonos con \skorey\ \skorey\ Era estimulante y se podía
aprender mucho sobre uno mismo si uno era capaz de
recordarse de sí mismo, porque estos trabajos estaban
relacionados con lo que el programa del Instituto llamaba "dulía-
terapía", o terapia del esclavo; cuando un hombre se somete
voluntaria y completamente a las órdenes de un maestro. Una
vez Gurdjieff citó un aforismo griego: "Sé esclavo libremente y
no serás esclavo".Después de dos o tres horas de trabajo,
gritaba: '‘\DavolnaV ¡Suficiente! Algunas veces se sentaba
sobre un tronco, otras veces iba al Study House. Se traía té y
comida y nos sentábamos a refrescarnos. Usualmente alguien
hacía una pregunta y él nos hablaba en una mezcla de ruso e
inglés. Tratábamos de recordar lo que él había dicho y de
ensamblarlo después, porque él siempre hablaba de tal manera
que nos obligaba a usar nuestras mentes, competidos a
reflexionar.

Una vez alguien hizo una pregunta sobre la "libertad", y


Gurdjieff comenzó: "La libertad conduce a la libertad. Esa es la
verdad, no entre comillas, sino en el sentido real. La verdad no
es sólo teoría, no es sólo palabras, puede alcanzarse. La libertad
de la que hablo es la meta de todas las escuelas, de todas las
religiones de todos los tiempos. Es algo muy grande. Todo el
mundo, consciente o inconscientemente, desea la libertad. Hay
dos clases, la Libertad Menor y la Libertad Mayor. No puedes
tener la Libertad Mayor hasta no haber logrado la Libertad
Menor. La Libertad Mayor es nuestra liberación de las influencias
exteriores; la Menor, de las influencias dentro de nosotros".
"Para nosotros, principiantes, la Libertad Menor es una gran
cosa. No está sujeta a nuestra dependencia de influencias
externas. La esclavitud interior viene de muchas fuentes;
depende de muchas cosas independientes, a veces de unas y a
veces de otras. Hay tantas que si tuviéramos que luchar con
cada una por separado para liberarnos de ellas, la mitad de toda
una vida no sería suficiente Entonces tenemos que encontrar un
medio, un método de trabajo, que nos permita destruir
simultáneamente dentro de nosotros tantos enemigos como nos
sea posible, pues es de ellos que surgen estas influencias. Entre
estos enemigos, los dos principales son la Vanidad y el Egoísmo.
En una enseñanza son llamados emisarios o representantes del
diablo. Y por una razón u otra se habla de ellos como la señora
Vanidad y el señor Egoísmo".

"Como he dicho, hay muchos enemigos internos, pero he


mencionado solamente estos dos por ser característicos.
Mencionarlos todos ahora nos llevaría demasiado lejos".
"Estos representantes del diablo están todo el tiempo en el |
umbral, e impiden la entrada no sólo de las buenas sino de las
malas influencias; tienen un lado bueno y otro malo".
"Son una especie de centinela y para tratar con ellos, yo
personalmente les recomiendo no perder el tiempo lucubrando
sobre ellos, sino tratar con ellos, razonando consigo mismo,
simple y 1 activamente. Por ejemplo, tomemos al Egoísmo, el
cual ocupa la mitad de nuestro tiempo y de nuestra vida.
Cuando es tocado por alguien o algo, somos heridos
inmediatamente y por mucho tiempo , después. Y los
sentimientos heridos, por inercia, cierran la puerta a la vida. Yo
vivo. La vida está

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61afuera. Estoy en la vida cuando estoy conectado con el
exterior. Si imagino que la vida existe sólo dentro de mí, esto no
es vida. No puedo vivir solo para mí; estoy ligado al mundo
exterior y así lo está todo el mundo".
En este momento Gurdjieff se sentó entre dos rusos, Merslukin e
Ivanov, y continuó:
"Por ejemplo, estoy sentado entre Merslukin e Ivanov. Vivimos
aquí juntos. Ahora supondremos que Merslukin me llama tonto;
inmediatamente empiezo a considerar. Estoy ofendido y dolido.
Ivanov me echó una mirada desaprobadora, como si me
despreciara. Nuevamente estoy dolido, y por mucho tiempo.
Considero interiormente y me olvido de mí mismo. Y así sucede
con todos, todo el tiempo. Tan pronto como una experiencia de
este tipo se desvanece, otra toma su lugar".
"No debemos olvidar que nuestra máquina está construida de
tal manera que no hay diferentes sitios para diferentes
experiencias al mismo tiempo. Dentro de nosotros hay sólo un
lugar" -esto lo dijo enfáticamente- "donde una experiencia puede
ocurrir. Si este lugar está ocupado por un tipo de experiencia
indeseable, no puede ser ocupado a la vez por una experiencia
distinta de tipo deseable".
"Bueno, Merslukin me llamó tonto. Pero, ¿por qué debo sentirme
dolido? En realidad, para mí, personalmente, no estoy dolido, no
porque no tenga orgullo o amor propio, quizás tenga más que
cualquiera de ustedes, pero quizás sea mi orgullo lo que no me
permite sentir que he sido insultado. Lo pienso, lo razono. Me
digo a mí mismo: 'Si me llamó tonto, ¿quiere decir que él es
sabio? Quizás él mismo sea tonto. Actúa como un niño y no se
puede esperar que los niños sean sabios. Quizás alguien le ha
estado hablando acerca de mí y se ha formado ¡deas necias.
Mucho peor para él. Yo sé que en este caso no soy un tonto, o
sea, que no me ofendo. Si un tonto me llama tonto, no me
ofende interiormente".
"Por otro lado pude haber sido un tonto. En este caso debo
agradecerle por haberme dejado ver que me he comportado
como un tonto. En ninguno de los casos estoy ofendido".
"Sobre Ivanov, supongamos que él me mira con malos ojos. Pero
en vez de dejar que esto me ofenda, le compadezco por
mirarme así. Algo o alguien lo ha contrariado. Pero ¿puede él
descubrir el motivo verdadero? Yo me comprendo a mí mismo y
puedo juzgarme imparcialmente. Quizás alguien le ha dicho algo
acerca de mí y esto le ha dado una cierta impresión de mí.
Siento que sea tan esclavo, que me haya mirado a través de los
ojos de otro. Esto tan sólo demuestra que él mismo no tiene
existencia, que él no es sino un esclavo".
"Y así con todos ustedes, todos son lo mismo, pero yo les doy
estos dos ejemplos como base para un razonamiento activo.
Toda la dificultad está en el hecho de que no nos poseemos a
nosotros mismos y que no tenemos orgullo verdadero. El orgullo
verdadero es algo grande; desafortunadamente no lo poseemos.
El orgullo es una especie de medida de la opinión que uno tiene
sobre sí mismo. Si un hombre tiene auténtico orgullo, ello
prueba que él es. El orgullo es también nuestro principal
enemigo, el gran obstáculo para nuestros deseos y logros, el
arma del representante del infierno".
"El orgullo es también un atributo del alma. Por el orgullo
podemos distinguir al espíritu. El orgullo evidencia que su
poseedor es del cielo.
El orgullo es 'Yo', 'Yo' es Dios. El orgullo es el infierno, el orgullo
es el paraíso. Estos dos, teniendo el mismo nombre,
exteriormente iguales, son diferentes y opuestos, y ninguna
consideración y observación ordinaria de ellos, distinguirá jamás
a uno del otro".
"Se dice: 'El que tiene orgullo verdadero ya ha logrado la mitad
de su libertad'. Sin embargo, aunque estamos repletos de
orgullo, tenemos que admitir que no hemos obtenido la más
pequeña partícula de libertad para nosotros mismos".
"Nuestro propósito tiene que ser, tener el orgullo verdadero.
Sólo entonces nos libraremos de muchos de nuestros enemigos
interiores, y es posible que incluso nos libremos de los llamados
señora Vanidad y señor Egoísmo. ¿Cómo podemos distinguir el
orgullo verdadero del falso? Es difícil observar y discriminar en
los demás; es cien veces más difícil hacerlo en nosotros
mismos".
Se detuvo, miró alrededor y con una sonrisa socarrona añadió
sarcásticamente: "Gracias al cielo' les oigo decir, 'que nosotros
sentados aquí no corremos el riesgo de confundir uno con el
otro. El hecho de que estemos aquí y hayamos trabajado sobre
nosotros mismos demuestra, por supuesto, que estamos vacíos
de falso orgullo, entonces no hay ninguna necesidad de
buscarlo".
Retomando su tono normal concluyó: "De todas maneras tienen
que tratar de aprender a razonar activamente. Tienen que hacer
de esto un ejercicio. Cada uno tiene que recordar alguna
ocasión, pasada o presente, de orgullo herido; y cada uno, con
la participación de los demás, tiene que razonar sobre esto.
Después llamaré a uno o a varios de ustedes para hablar de su
caso, que tiene que ser auténtico y no imaginado".
Como resultado del trabajo en el Instituto muchas cosas
comenzaron a removerse en mí. Mis debilidades llegaron a ser
más "fuertes", es decir, se mostraron más claramente. Al
comenzar a disolverse mi personalidad habitual, era como si
una olla comenzase a hervir y la escoria a subir hasta el borde.
Había imaginado que "amaba" a la gente, de la forma débil
pseudocristiana que mi religión me había enseñado. Me vino
como un "choque" al empezar a darme
cuenta que odiaba a ciertas personas. Una de las rusas dijo: "No
me gustan tus emanaciones. Tú me odias".
"¡Odiarte! ¡Por supuesto que no!".
"¡Claro que sí! Pero no te identifiques con eso. Al comienzo,
muchas veces este trabajo hace aparecer lo peor de nosotros.
Para eso estamos aquí, para verlo. Ya pasará".
Cuando lo pensé, vi que de verdad la odiaba, y por la única
razón de que nuestras personalidades no congeniaban. Estaba
sorprendido de la fuerza de mi odio. Muy pronto, efectivamente
desapareció y lo olvidé. Entonces empecé a darme cuenta de
que crecía en mí un nuevo odio hacia uno de los jóvenes. No era
su personalidad, sino algo en nuestras esencias lo que hizo
surgir mi desagrado. Cuando Gurdjieff nos puso a trabajar
juntos, difícilmente podía mirarlo, y lo que yo decía se
expresaba en un tono de resentimiento. Un sábado por la tarde
en el baño turco, Gurdjieff, según su costumbre, comenzó a
hablar, esta vez sobre cómo las personalidades pueden odiarse
entre sí, o las esencias odiarse entre sí. Dijo que teníamos que
comprender y razonar esto nosotros mismos y darnos cuenta de
lo que ocurre en nosotros, y no identificarnos con lo que
estamos sintiendo en el momento: entonces cambiaremos. De la
misma manera como se odian, las personalidades y las esencias
también pueden amarse,
"Tienen que comprender", dijo, "que ambos, el odio ordinario y
el amor ordinario, son mecánicos. Después puede ser que
comprendan algo del amor verdadero".
Nos vestimos y empezamos a salir. Cuando me iba, Gurdjieff,
delante de todos, señalando al hombre que mencioné, me dijo:
"Tú lo odias, tú crees que él es la cola de un burro. Pero tú ni
siquiera la cola del burro. Tú eres menos, tú eres lo que sale del
burro".
En otra ocasión, estaba charlando con el ruso M., y él me
contestó de una manera algo desdeñosa y arrogante como los
rusos acostumbran algunas veces, lo que parecía significar:
"Pobre joven ignorante". Fue como si hubiese recibido un golpe
en el plexo solar.
Me sentí herido y me fui rumiando mi desagrado. Entonces
pensé: "Esto es de lo que Gurdjieff estaba hablando. Quizás yo
tuve la culpa". Cuando lo pensé un poco más, vi que realmente
yo había sido la causa de que me hablase en la forma en que lo
hizo, y mi sentimiento herido desapareció.
Gurdjieff manipulaba constantemente a la gente y a las
situaciones para provocar fricción, para crear emociones
negativas entre ellos y darles la oportunidad de ver algo de sí
mismos. Le pidió a Orage que pusiera en buen inglés una charla
que había sido traducida del ruso. Después se la dio a la señora
de Hartmann para corregirla y le dijo a otra persona que se lo
hiciese saber a Orage. Cuando él se enteró de esto, por un
momento pareció molesto, pero después comenzó a sonreír.
En mi niñez, y ciertamente más tarde en la vida, toda clase de
personas,
desde mis padres hasta mis oficiales superiores en el ejército,
constantemente me estaban diciendo qué pensar, sentir y
hacer. Exteriormente acepté sus ¡deas, interiormente dudaba de
ellas. Dudaba que estuviesen hablando por convicción propia
fundada en una experiencia directa. Ahora había encontrado un
hombre que -estaba convencido- hablaba desde su propia
experiencia cuando me señalaba mis faltas y debilidades. El
había superado estas cosas por sus propios esfuerzos y
comprendía completamente mis necesidades. También los
alumnos más antiguos al contestar mis preguntas sobre el
sistema hablaban solamente desde su propia experiencia
directa.
Ya dije que el trabajo físico tal como se entiende ordinariamente
no era difícil, excepto para aquellos que nunca lo habían hecho,
como algunos de los ricos y los "intelectuales". Había oído que
la comida era simple, escasa, espartana, pero para mí los
alimentos ordinarios eran suficientes, satisfactorios y sabrosos,
y las comidas de los invitados de Gurdjieff eran abundantes y
deliciosas. Para desayunar, pan tostado con mantequilla y café;
para el almuerzo, un guiso con legumbres y un postre; a las
4:30, té y pan con mantequilla, y para cenar un poco de carne
con legumbres, seguidas de un trozo de pastel. Cuando hacía
frío o llovía comíamos en el comedor ruso; en días despejados,
afuera, en pequeñas mesas. El comedor "ruso" era obscuro y sin
más muebles que una mesa grande y unos bancos. Gurdjieff
comía con nosotros, excepto cuando había invitados, lo cual era
frecuente.
A los invitados se les servía el almuerzo o la cena en el comedor
"inglés", con los alumnos más antiguos; normalmente algunos
de los nuevos alumnos también eran invitados. Este comedor
era un salón espacioso con los muebles originales. Aquí la
señora de Maintenon convidaba a su pequeña corte y recibía a
Luis XIV. Había una mesa grande que podía acoger a unas
veinticinco personas y dos mesas laterales para sentar a veinte
en cada una, en conjunto setenta o más personas podían comer
cómodamente. El sitio de Gurdjieff estaba a! centro de la mesa
grande, frente a las ventanas. Detrás de él, sobre la repisa de la
chimenea había una foto de su padre, un anciano de expresión
afable, de barba y bigote, con un gorro de astracán. Los sábados
por la noche después del baño turco, todos comíamos en el
comedor "inglés". Los alumnos más antiguos y los invitados se
sentaban en la mesa grande. En una de las mesas laterales, los
jóvenes y en la otra los niños. Estas cenas de los sábados y
otras ocasiones especiales eran fiestas patriarcales. Al principio
de la comida, la gente se sentaba tranquilamente y empezaba
la conversación, que nunca llegó a un tono desagradable.
Gurdjieff solía relatar a los recién llegados y a los invitados cómo
había sufrido por la mala comida que había tenido que comer en
Norteamérica e Inglaterra. Describía las propiedades de la
comida servida en la mesa; cómo había sido preparada a fin de
retener todos los elementos activos que mantenían el estómago
en buenas condiciones y que proporcionaban la energía
necesaria. Algunas veces comenzaba a hablar a alguien en un
tono de voz que hacía que todos se quedaran quietos y
escuchasen con atención, porque lo que él decía podía estar
dirigido a la persona señalada o a cualquier otra. Sea como
fuere, cada quien podía sentir dónde le apretaba el zapato.

Frases muy sencillas que uno había oído repetir a la gente


cientos de veces mecánicamente, se cargaban ahora de sentido.
Por ejemplo una vez oí las palabras: "Tú vives en el pasado. El
pasado está muerto. Actúa en el presente. Si vives como
siempre has vivido, el futuro será como el pasado. Trabaja sobre
ti mismo, cambia algo de ti mismo, entonces el futuro quizás
será diferente".
Cuando hablaba de esta forma, sus ojos chispeaban y uno sentía
que estaba oyendo una verdad por primera vez. Ella penetraba.
Algo más, uno no se decía: "Esto es para éste o para aquél",
sino: "Esto es para mí". Cuando él deseaba transmitir algo a una
persona en particular, esa persona nunca dejaba de recibirlo. Lo
que él dijo sobre vivir en el pasado, se aplicaba, por supuesto, a
mucha gente, pero yo lo sentía dirigido particularmente a mí. Al
pensarlo, vi que uno de mis errores era estar siempre
recordando el pasado, la aversión y el miedo de un pasado
desagradable, como la guerra y los años de la escuela, y una
añoranza por "los días que nunca volverán". Para algunos toma
tiempo llegar a un estado donde no tengan ni miedo a la
recurrencia del pasado ingrato, ni anhelo por el retorno de lo
grato. Como mi abuelo solía decir: "Agua pasada, no muele
molino". Y el poeta: "Miramos adelante y atrás, y suspiramos por
lo que no está".

En todos mis viajes pienso que nunca comí nada tan delicioso
como aquellas cenas: alimentos de cada rincón del mundo.
Había sopa, carnes condimentadas, aves, pescados, verduras de
toda clase, las maravillosas ensaladas cuyos jugos bebíamos en
vasos, postres y pasteles, frutas de todas clases, platos de
bocadillos orientales, hierbas fragantes, cebollas crudas y apios.
Calvados y slivovitz para los mayores y vino para los jóvenes y los
niños. Una especialidad era la cabeza de cordero después del
plato de carne, hecho al estilo caucasiano, delicioso y muy
nutritivo. Gurdjieff contaba a algún invitado que en el Oriente se
consideraba a los ojos del cordero como la parte más sabrosa y
lo honraba ofreciéndole uno, el cual era habitualmente
rechazado, excepto por aquellos que querían
hacerse notar. Todas las provisiones y el trabajo de la cocina
eran supervisados por Gurdjieff, y parecía que sus recetas no
tenían fin. El mismo era un cocinero magnífico y sabía preparar
cientos de platos orientales, aunque él mismo nunca comía
mucho. Así es como deben serlas comidas, solía yo pensar,
poder saborear los alimentos y disfrutarlos sin estar identificado
con ellos, por una parte, y a la vez, no serles indiferente.
Algunas veces decía a alguien: "Come, come. Los ingleses
picotean su comida. Nunca saben lo que están comiendo.
¿Sabes por qué? Ellos exportan toda su buena comida y viven
sólo de margarina y de cordero congelado australiano. ¡Nunca
comen comida fresca!"
Acabada la cena, se levantaba y nos precedía al salón, donde se
servía café y licores. Hablaba, y casi siempre había alguna
enseñanza en lo que decía. Después del café, Hartmann tocaba
el piano.
Las cenas de Gurdjieff al igual que las de la vieja Rusia, Irlanda,
Francia, o incluso Inglaterra a fines del siglo XVIII, tenían esto en
común: uno debía disfrutar de la comida y la bebida y apreciar
el hecho de que algunas personas habían empleado su tiempo y
trabajo en prepararla. En esto contrastaban con las cenas de
sociedad en Londres y Nueva York, donde la regla era la charla
incesante, y los comentarios sobre la comida eran considerados
de mal gusto.
Entre mis parientes campesinos, el cultivo de la tierra ocupaba
naturalmente la mayor parte de la vida. En sus casas y en mi
casa la preparación de los alimentos para las comidas ocupaba
una gran parte de las tareas del día, y luego el disfrutarlas nos
proporcionaba un tema de conversación que nunca fallaba. ¡Qué
cantidad enorme de tiempo se dedica a la producción de los
alimentos en comparación con el que toma su preparación para
consumirlos! Y qué poco tiempo se emplea en consumirlos
comparado con lo que se tarda en prepararlos; y mucho menos
tiempo se emplea en el proceso de expulsar el desperdicio del
organismo.
En el Prieuré a todo el mundo le tocaba el turno de ser ayudante
de cocina, y a los experimentados, de ser cocineros. El trabajo
de ayudante no era deseado, incluso como medio para el propio
desarrollo. Significaba trabajar desde las 5 de la mañana hasta
las 11 de la noche, quedándose sin Movimientos, ni música, ni
charlas de Gurdjieff; un incesante lavar y fregar platos, restregar
sartenes y cazuelas, cepillar los pisos de piedra, de vez en
cuando picar algo de comer, con todo tipo de gente entrando
para calentarse una taza de café o conseguir algo de comer.
Fue como ayudante de cocina que por primera vez me encontré
con la señora Ouspensky. En aquella ocasión le había tocado ser
la cocinera del día y se movía con aires y estilo de una gran
duquesa; ciertamente era una mujer notable. A menudo
Gurdjieff bromeando la molestaba; a veces después de uno de
esos roces, ella se marchaba del salón indignada, diciendo:
"¡Niel, niel, GueorguivanichV
Un acontecimiento semanal siempre esperado era el ritual del
baño turco. Había sido construido el año anterior por los
alumnos, bajo tierra; lo

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único que se veía era el techo. Una escalinata conducía a los
vestuarios. Más allá había una gran caldera que calentaba las
salas, el agua y el vapor. El baño de los hombres era cada
sábado a las siete y media de la tarde y las mujeres tomaban el
suyo más temprano. Un asunto aburrido, sin duda, puesto que
no tenían a Gurdjieff para entretenerlas como lo teníamos
nosotros. Nos sentábamos en un banco de tierra compactada
para desvestirnos; el sitio de Gurdjieff estaba enfrente. Mientras
nos desnudábamos y nos calentábamos, él hablaba o bromeaba.
En mi primera visita dijo: "Sabe, es una regla que todo el que
viene a mi baño tiene que saber contar tres anécdotas
divertidas. ¿Puede hacerlo?"

Una vez que nos habíamos desvestido y calentado, seguíamos a


Gurdjieff al cuarto caliente, una sala grande y circular sostenida
por un pilar central. Después de un tiempo allí, lo seguíamos a
un pequeño baño ruso de vapor y nos apiñábamos en bancos
literas unos sobre otros como sardinas. Durante mucho tiempo,
no pude entrar en el baño de vapor sin sufrir un ataque de
claustrofobia.

Durante el tiempo que estaba abierto el vapor, casi no podía


aguantar el deseo de sal irme. Necesitaba todo mi valor para
quedarme sentado ahí hasta que se cerraba el vapor, entonces
nos bajábamos de las banquetas y nos fustigábamos unos a
otros con manojos de ramas entre las nubes del vapor que se
dispersaba. De vuelta en el cuarto caliente nos lavábamos con
champú y nos dábamos masajes unos a otros sobre las
banquetas. Había una ducha caliente y otra fría, una manguera
y una pequeña fuente de agua fría en el piso para agacharse y
rociarse desde abajo.
Después del lavado y el masaje volvíamos a la sala de reposo
para fumar o dormitar. Después de descansar, Gurdjieff hablaba
o intercambiaba bromas con los rusos. Salzmann tenía un
repertorio inagotable de anécdotas divertidas que a menudo
hacían que Gurdjieff se desternillara de la risa. Orage era muy
ocurrente y divertido, aunque sus bromas generalmente tenían
que ser traducidas por Hartmann, el único de los rusos que
hablaba bien inglés.
Gurdjieff dijo un día en el Study House: "Entiendo que para
algunos no está claro lo que se llama 'centro' formatorio. No es
un centro, es un aparato. Consiste de varias máquinas
conectadas con los centros".
"Los choques de un centro pasan a través del aparato
formatorio y si los pensamientos, sentimientos o sensaciones
asociados son lo suficientemente fuertes, harán funcionar
asociaciones correspondientes en otro centro. Las asociaciones
entre los centros son transmitidas a través de las conexiones del
aparato formatorio. Los centros, por así decir, están compuestos
de materia espiritualizada, no así el aparato formatorio que es
una máquina con la que nacemos".
Nos dio como ejemplo una fábrica con varios departamentos,
donde los

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socios son los centros. Hay una oficina general a cargo de una
secretaria. En nosotros la oficina general es el aparato
formatorio, y la secretaria, nuestra crianza y educación,
nuestros puntos de vista adquiridos automáticamente. Todos los
mensajes del exterior, entre los departamentos y entre los
socios son recibidos
en la oficina y transmitidos por la secretaria con todas las
referencias y la correspondencia relacionada. Pero la secretaria
es perezosa y a menudo inclinada al ensueño; pulsa los botones
equivocados y confunde los mensajes. Así es nuestro aparato
formatorio.
Esta conversación, con el tiempo, me aclaró muchas cosas.
Dependemos de esta secretaria. Los choques accidentales
ponen algo en movimiento dentro de nosotros y charlamos y
charlamos, o escribimos. Hay quien charla incesantemente,
como un disco rayado. No sólo los pregoneros de las ferias y
mercados, los intelectuales y los políticos, sino también mucha
gente amable y de buenas intenciones deja salir de su boca un
interminable río de palabras.
Al principio me era muy difícil hacerle preguntas a Gurdjieff. Por
una parte, había timidez, miedo a decir tonterías, a que se
pensara que yo era estúpido, inercia interior; y por la otra, el
sentimiento de no saber qué preguntar. Este estado de desear
preguntar y no poder hacerlo, alcanzó tal grado que me hacía
sufrir. Un día vi a Gurdjieff acercarse por el camino del bosque
conduciendo una carreta tirada por un caballo. Se detuvo y miró
lo que yo estaba haciendo, entonces se bajó para ajustar el
aparejo. En ese momento, haciendo un esfuerzo tremendo dije:
"señor Gurdjieff: ¿por qué se me hace tan difícil hablarle y
hacerle alguna pregunta?" Me miró sin decir nada, me tomó del
brazo y fue como si una cálida corriente de electricidad me
hubiese traspasado. Al montarse en la carreta me indicó que me
sentara a su lado y nos pusimos en marcha. Seguimos así
durante media hora, mientras él daba instrucciones a algunas
personas; luego, dándome las riendas, me dijo que llevara el
caballo al establo y entró a la casa. No habíamos intercambiado
ni una palabra. Pero desde entonces tuve un sentimiento
diferente hacia él, y aunque nunca llegó a ser fácil hacerle
preguntas, mi actitud cambió y descubrí que si reflexionaba
sobre una pregunta lo suficiente y podía formularla claramente,
algunas veces estaba contestada de antemano. Los domingos
sólo trabajaban los de la cocina y no había danzas ni
Movimientos en el Study House. Después de almorzar en el
comedor inglés, Gurdjieff, con dos o tres alumnos, se iba
generalmente a París, en su pequeño Citroen, a su apartamento
en el Boulevard Pereire. Por la tarde se reunía y hablaba con
gente en el Café de la Paix, cerca de la Opera, o tal vez
organizaba una cena en l'Ecrevisse, en Montmartre. El Café de
la Paix era su "oficina", como él lo llamaba. Cada vez que estaba
en París, se le podía encontrar allí, mañana y tarde, dispuesto a
hablar con cualquiera que quisiera verle y tomar café con él.
Cuando se quedaba en el Prieuré, hacía un viaje diario a
Fontainebleau
69para tomar café y reunirse con gente en el Henri Deux y cada
cierto tiempo viajaba en automóvil a una u otra región de
Francia, llevando consigo algunos alumnos.
Hasta sentarse a su lado cuando hablaba en ruso con otros, era
una experiencia. Como uno de los Rishis, él "resplandecía de
energía" dejándolo a uno revitalizado. Así como una pequeña
máquina eléctrica puede cargarse de energía sólo por estar
cerca de una más poderosa, así también una persona podía
magnetizarse por estar cerca de Gurdjieff, por su fuerza y por su
"ser".
Después de haber estado en el Prieuré por algún tiempo,
comencé a pensar en mi abuelo. La primera asociación me vino
por el retrato del padre de Gurdjieff, sobre quien él escribe en la
Segunda Serie de sus libros, Encuentros con Hombres Notables. Mi
abuelo y el padre de Gurdjieff tenían algún parecido y aunque
mi abuelo era el más inglés de los ingleses, en su vejez parecía
un pope ruso. Era un "iletrado", un granjero que trabajaba con
sus peones. Exceptuando unos pocos libros antiguos tales como
Pilgrim s Progress y la Biblia, leía poco, aunque poseía un vasto
conocimiento que le venía de una larga ascendencia de
hacendados agricultores. No era comerciante y nunca llegó a ser
rico como su hermano, también agricultor, y nunca se
aprovechó de la debilidad ajena. El recordaba una gran cantidad
de dichos que había tomado de aquí y de allá. Cuando los
escuché siendo joven, causaron poca impresión consciente en
mí pero su efecto en el subconsciente debió ser considerable,
porque comencé a recordarlos poco a poco, ya que se
adaptaban a mi actual forma de vida. Sospecho que tomó
algunos de George Herbert. Entre ellos los siguientes:

• Haciendo, aprendemos.
• Aquél que se apiada del otro se recuerda de sí. Dios, nuestros padres y
nuestro maestro nunca pueden ser recompensados.
• Líbrame Señor de cuatro casas: de la del prestamista, del garito, del
hospital y de la prisión.
• Las casas de los abogados se construyen sobre la cabeza de los
tontos.
• El doctor debe su subsistencia al paciente, el paciente le debe sólo
dinero.
• Puedes sacar del saco sólo lo que está allí.
• No piensa bien el que no piensa dos veces.
• La mitad del mundo desconoce cómo "miente " la otra mitad.
• Nadie conoce el peso de la carga del otro.
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• Lo que un día te da, otro día te lo quita.
• El que tiene calor cree que todos los demás también lo tienen.
• Tres que se ayudan entre sí soportan la carga de seis.
• Ama a tu vecino, pero no derribes tu cerca.
• Nadie es tonto todo el tiempo, pero todos son tontos alguna vez.
• Cuanto más trepa el mono, más muestra el rabo.
• No aconsejes a nadie que se case o que vaya a la guerra.
• Una mano lava a la otra, y ambas lavan la cara.
• Antes de casarte manten tus ojos muy abiertos; después mantenlos
medio cerrados.
• No habría grandes hombres si no hubiera pequeños hombres.
• Cuando el zorro comienza a predicar no pierdas de vista a los
gansos.
• Hoy es miércoles, y la mitad de la semana ya se fue.
• Tener mucho dinero da miedo; no tenerlo da pena.
• Un hombre bien alimentado no sabe lo que piensa el hambriento. Antes
de aceptar como amigo a un hombre, come un saco de sal con él.
• Señálale a un buen hombre su falta y la convertirá en virtud; señálasela
a un mal hombre y la duplicará. Nada seca más rápido que una lágrima.
Durante toda mi vida, mis abuelos, por el mero hecho de ser,
tuvieron una gran influencia en mí, y el estudio de las ideas de
GurdjiefFy el trabajo según su método me hicieron darme cuenta
de lo importante que fue esa influencia.
Los Movimientos y las danzas eran extremadamente
interesantes. No me parecían difíciles como le parecían a alguna
gente; sin embargo, al igual que con todo lo demás que yo había
adquirido en la vida ordinaria, tuve que comenzar de nuevo y
olvidar lo que había aprendido. Me tomó mucho tiempo
aprender a tener la sensación y sentir cada movimiento, cada
posición, cada postura. "Sentir" parecía ser una cosa muy
simple, pero siendo inglés y habituado a los ejercicios físicos y al
entrenamiento militar, necesitaba que me recordaran una y otra
vez "tener la sensación" de mi cuerpo. El "Primero Obligatorio"
lo intenté hacer como una serie de espasmos físicos, hasta que
Gurdjieff me reprendió severamente delante de todos, lo cual
me mortificó hasta tal punto que abandoné la sala y me senté.
Pocos minutos después se acercó a mí y me explicó algo
calmadamente. Regresé a mi puesto en la clase y desde aquel
momento empecé a comprender algo del significado interior de
las danzas y comencé a practicarlos en todos mis ratos libres.
Finalmente se me permitió tomar parte en la "Iniciación de la
Sacerdotisa" y sentí que estaba participando, realmente, en una
8
9
ceremonia religiosa. Nuestros instructores eran la señora de
Salzmann, la señora Galumian, y la señora Olgivana H.
-francesa, armenia y montenegrina, respectivamente-. Comencé
a aprender rápidamente, y pronto estuve haciendo todos los
obligatorios y participando en todas las danzas. Hartmann
tocaba en un viejo piano vertical que bajo sus dedos producía
una música mágica. Cuando Gurdjieff quería una melodía nueva
la tocaba en el piano con un solo dedo, y silbaba para completar
las notas. Hartmann retomaba entonces la melodía agregando
poco a poco los acordes. Gurdjieff se mantenía de pie detrás de
él hasta estar satisfecho de los resultados. No le daba tregua a
Hartmann hasta lograr lo que quería. Un músico menos
experimentado que Hartmann jamás hubiera podido producir
aquella música y él mismo, por lo menos una vez, encontró la
situación tan intolerable que se levantó del piano y abandonó el
Study House.
El Movimiento de los "Treinta Gestos" fue compuesto en esa
época. Gurdjieff llamó a las tres instructoras, les mostró los
movimientos unas cuantas veces, explicándoles; le dio la
melodía a Hartmann y fue a sentarse. Comenzaron a trabajar
con las posiciones de inmediato, y en poco tiempo, en menos de
una hora, ya nos las estaban enseñando. Pero nosotros, los
jóvenes alumnos, teníamos que emplear muchas horas
trabajando en ellas antes de ser capaces de realizarlas
aceptablemente.
Como todo gran arte, las danzas y los Movimientos eran más
modernos que los modernos, aunque con raíces en el pasado.
Un día comprobé con enorme sorpresa, aquí en el Prieuré, que
por primera vez en mi vida no deseaba estar en ningún otro
lugar. La vaga inquietud que había perturbado mi vida ya no
existía. Aquí podía encontrar todo lo que había anhelado. No es
que no sufriera en ocasiones, pero se trataba de otro tipo de
sufrimiento. Si la mayor parte de éste no era sufrimiento
voluntario, al menos había dejado de ser completamente
automático. Aunque había ocasiones en que sentía como si todo
el peso del sufrimiento del mundo descansara sobre mi estado
de ánimo. Gurdjieff, al verme un día en ese estado, me pidió que
fuera a tomar café con él, a Fontainebleau. Mirándome
despreocupadamente le dijo a Orage, quien se encontraba allí:
"Orage, cuando las cosas parecen estar en su peor momento
generalmente mejoran un poco". Fue como si algo de su energía
estuviera dirigida hacia mí, y con esto mi ánimo comenzó a
recuperarse. Aparte de las "gracias" por el café no dije una sola
palabra hasta que estuve de regreso en el Prieuré. Pero el mal
9
0
humor y la depresión, que a veces duraban días, habían
desaparecido.
Hartmann me dijo que cuando estaban en el Cáucaso contrajo
tifus, y el ataque fue tan severo que no se esperaba la
recuperación. "Pero usted sabe", me dijo, "un día recuperé la
conciencia y vi a Gurdjieff reclinado sobre mí con su rostro lleno
de sudor. Toda su fuerza parecía dirigida hacia mí. Me dio un
trozo de pan y se marchó. Me senté y empecé a comerlo, y me
di cuenta de que él había salvado mi vida".
En otra ocasión, en el mismo café de Fontainebleau, el Henri
Deux, Gurdjieff estaba conversando con Hartmann, Stjoernval y
Salzmann en ruso, mientras Orage y yo lo hacíamos en inglés.
Entonces comenzó a hablar de pavos con Orage, y mirándome,
dijo con una sonrisa: "El no pavo real ni cuervo, sino pavo".
Viendo que yo no comprendía, hizo una seña a Orage, quien
dijo: "La característica de un pavo es que siempre se está
alabando, alardeando, no sólo ante los demás sino ante sí
mismo cuando está sólo".
Debí tener una expresión de abatimiento en mi rostro, pues
Hartmann me dijo: "Debería decirle que aunque el señor
Gurdjieff dice muchas cosas acerca de los pavos, a él le gusta
mucho ese animal". Sólo mucho tiempo después me di cuenta
de esta característica en mí, y pude observarla imparcial y hasta
divertidamente. Dándole un vistazo a mi vida veo cómo, aún
siendo un niño, este "pavonearse" se había manifestado
constantemente, tratando de mostrarme a mí mismo y a los
demás como si fuera "alguien", y no una simple nulidad. Ahora
era capaz de enfrentarme al pavo, y éste dejó de graznar.
Un día, durante la cena, Gurdjieff volvió a hablar sobre el pago,
sobre las diferentes formas de pagar, sobre el pago por la deuda
contraída por nuestra existencia: la deuda con la naturaleza.
Dijo: "Ustedes me pagan por permitirles trabajar aquí. Pero al
trabajar aquí sabrán y sentirán cómo vive el noventa por ciento
del mundo. Al trabajar físicamente de la manera correcta se
puede obtener mucha comprensión. Si ayudan a su vecino,
ustedes, a su vez, serán ayudados; quizá mañana, quizá en un
año, quizá en cien años. Pero serán ayudados. La naturaleza
debe pagar la deuda; es una ley. Si nos gusta lo que hacemos
cuando trabajamos, somos inmediatamente recompensados con
la satisfacción recibida. Si no nos gusta, y hacemos esfuerzos, la
recompensa debe llegar, pero más tarde. Esuna ley matemática,
y toda la vida es matemática. El presente es un resultado del
pasado, y el futuro será el resultado del presente. Todo lo que
tiene vida debe luchar; al mirar al pasado generalmente

9
1
recordamos los tiempos difíciles, los tiempos de lucha; pero la
lucha es vida".
Alguien preguntó por qué nacemos y por qué morimos?.
Gurdjieff respondió: "¿Desea saberlo? En realidad, para saberlo
usted debe sufrir. Debe aprender a sufrir no como lo hace ahora,
sino conscientemente. Actualmente su sufrimiento apenas vale
un franco, y para comprender un poco usted debe sufrir por un
millón de francos".
A otra persona, que formuló una pregunta sobre las emociones
negativas, le respondió: "Todo mal pensamiento y todo mal
sentimiento repercute en usted, en los otros, y en mí, y los
malos pensamientos y los malos sentimientos nos separan de la
vida". Entre los aforismos del Study House figuraban éstos:
"Aquí no hay rusos ni ingleses, ni judíos ni cristianos, sino
únicamente aquellos que persiguen una misma meta: llegar a
ser". "La energía empleada en un trabajo interior activo se
transforma al instante en una nueva reserva; la empleada en
trabajo pasivo se pierde para siempre".
"Aquí sólo podemos dirigir y crear condiciones, mas no ayudar".
"Cuanto peores las condiciones de vida, mejores los frutos del
trabajo; siempre y cuando se recuerde el trabajo".
Gurdjieff empleaba rara vez las palabras "sistema", "método",
"recuerdo de sí", "observación de sí". Los términos de cualquier
tipo se petrifican; debido a su constante uso por el aparato
formatorío, se convierten en expresiones sin contenido. La vida
en el Prieuré era, en sí misma, un proceso para hacernos
acordar constantemente que debemos recordarnos de nosotros
mismos, observarnos a nosotros mismos, tomar en cuenta lo
que hacemos, cómo nos movemos, hablamos, sentimos,
pensamos. Las condiciones eran tales que se nos daba
oportunidades para hacer decrecer nuestras viejas
personalidades de manera que nuestra esencia pudiera crecer y
nuestra propia individualidad pudiera ocupar el sitio de una
personalidad que no es la nuestra. Un aforismo decía: "Recuerde
que usted ha venido aquí después de haber comprendido la
necesidad de luchar consigo mismo -únicamente consigo
mismo-. Por lo tanto, agradezca a todo aquel que le ofrece una
oportunidad".
No había conferencias ni charlas "preparadas". Gurdjieff podía
hablar en cualquier lugar, en cualquier momento. Teníamos que
estar continuamente alerta cuando estaba cerca para no
perdernos de nada, y aprendimos a "sentir" cuando era probable
que se sentara a hablar. Lo mismo con la música. En cualquier
momento llamaba a Hartmann para que tocara, por la mañana o

9
2
por la tarde, en el Study House o en el salón. Se corría la voz, y
dejábamos nuestro trabajo en el bosque y subíamos a sentarnos
y escuchar, y no divagábamos con ensueños como hacemos
habitualmente al oír música.
Una vez, mientras descansábamos en el bosque y el humo azul
se desprendía de la fogata, y sólo los sonidos distantes de la
lejana Avon rompían la quietud, Gurdjieff preguntó: "¿Por qué
todos tan callados? ¿Nadie tiene pregunta?"
Luego de una pausa alguien dijo: "Se me hace difícil distinguir
entre esencia y personalidad".
"Cada uno de nosotros", respondió Gurdjieff, "se compone de
dos hombres: esencia y personalidad. La esencia es todo aquello
con lo que nacemos: herencia, tipo, carácter, naturaleza; la
esencia es lo real de nosotros. La esencia no cambia. Yo, por
ejemplo, tengo una piel morena que pertenece a mi tipo; es
parte de mi esencia. La personalidad es una cosa accidental,
que comenzamos a adquirir tan pronto como nacemos; está
determinada por nuestro entorno, por las influencias externas,
por la educación y así sucesivamente. Es como un traje que uno
usa, como una máscara; algo accidental que cambia con las
circunstancias. Es la parte falsa del hombre, y puede ser
cambiada artificial o accidentalmente -en pocos minutos-por
hipnosis o por droga. Un hombre con una 'fuerte personalidad'
puede tener la esencia de un niño, oculta por esa personalidad.

"Cuando hablamos de desarrollo interior y cambio interior,


hablamos del crecimiento de la esencia. Ahora bien, la cuestión
no es adquirir nada nuevo sino recuperar y reconstruir lo que se
ha perdido. Este es el propósito del desarrollo. Cuando hayan
aprendido a distinguir la personalidad de la esencia y a
separarlas, comprenderán qué es lo que debe ser cambiado. En
el presente tienen sólo una meta: estudiar. Ustedes son débiles
y dependientes, son esclavos y están indefensos ante todo lo
que los rodea. Se necesita tiempo y trabajo para romper los
hábitos de años, y posteriormente será posible reemplazar
ciertos hábitos por otros. El hombre depende de lo externo, pero
éste es inofensivo en sí mismo y ustedes aprenderán a
reemplazar influencias que impiden su desarrollo por aquellas
que pueden ayudarlos".
Hubo una pregunta sobre la observación de sí mismo. Gurdjieff.
"AI principio las condiciones para el trabajo deben ser
preparadas. Por ahora ustedes sólo pueden tratar de darse
cuenta de lo que están haciendo, y reunir material que va a ser
útil para el trabajo. Todavía no pueden observar cuándo sus

9
3
manifestaciones provienen de Ja esencia, y cuándo de la
personalidad. No pueden diferenciarlo mientras estén reuniendo
material porque el hombre no tiene más que una atención,
dirigida a lo que está haciendo. Su mente no ve sus
sentimientos ni sus sentimientos ven su mente".
También habló de llegar a ser capaz, más adelante, de dividir
nuestra atención en dos o hasta tres partes. Pero cuando
alguien le preguntó cómo podía hacerse esto, dijo: "Ustedes no
pueden hacer .-esto todavía. Más tarde hablaremos de ello. En
general, la gente no tiene una atención verdadera. Lo que creen
que es atención es sólo tensión. Primero tienen que luchar para
adquirir atención. La correcta observación de sí es posible sólo
después de que hayan adquirido suficiente atención. Empiecen
con cosas pequeñas".
Uno de nosotros preguntó: "¿A qué clase de cosas pequeñas se
refiere? ¿Qué puedo hacer?"

Gurdjieff: "Hay dos clases de hacer: hacer mecánico, automático,


y hacer de acuerdo a su deseo verdadero. Tome alguna cosa
pequeña que usted no es capaz de hacer, pero que desea hacer.
Haga de esto su Dios. No deje que nada interfiera. Luche
únicamente para lograr su deseo. Si tiene éxito en esta cosa
pequeña le daré una tarea más grande. En la actualidad muchos
de ustedes tienen un apetito anormal por hacer cosas que son
demasiado grandes para ustedes. Este apetito les impide hacer
las cosas pequeñas que podrían hacer. Destruyan este apetito.
Olviden

estas cosas grandes. Conviertan en meta el romper algún hábito


pequeño.
"Si quieren, pueden. Sin querer no pueden jamás. Querer es lo
más poderoso que hay en el mundo. Por encima de Dios. Por
supuesto, hablo del querer consciente; y con el querer
consciente, todo se logra". Uno de nosotros preguntó: "¿Sería
una buena tarea soportar las manifestaciones de los demás?"
"Soportar las manifestaciones desagradables de los demás es
una gran cosa", respondió. "Es el mayor logro para un hombre.
Solamente un hombre que se ha perfeccionado a sí mismo
puede hacer esto. Convierta en su meta el adquirir la capacidad
de soportar una manifestación de alguien que ahora no puede
soportar sin nerviosismo. Al imponerse a sí mismo una meta
voluntaria y al obligarse a sí mismo a cumplirla, crea
magnetismo y capacidad para hacer".
Otra persona dijo: "Creo que mi mayor defecto es hablar

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demasiado. ¿Sería bueno tratar de no hablar demasiado?"

Gurdjieff:"Para usted ésta es una buena meta. Usted estropea


todo con su parloteo. Es un obstáculo hasta para sus negocios.
Cuando usted habla demasiado, sus palabras no tienen peso.
Trate, como ejercicio, de no hablar demasiado. Si tiene éxito
recibirá muchos beneficios. Es algo grande, no pequeño. Si tiene
éxito le diré qué hacer después".

A otra persona le dijo: "Para usted una buena tarea sería tratar
de preguntar. Usted desea saber, pero no habla. Para usted este
esfuerzo sería muy bueno".
Al responder a otra pregunta sobre la observación de uno
mismo, dijo: "Para observar se necesitan muchas cosas. La
primera es la sinceridad consigo mismo. Esto es muy difícil. Es
mucho más fácil ser sincero con un amigo. Se nos hace difícil
mirarnos a nosotros mismos, pues tenemos miedo de que
podamos ver algo malo, y sí por accidente, verdaderamente
miramos en profundidad, vemos nuestra propia insignificancia.
Tratamos de no vernos porque tememos sufrir remordimiento de
conciencia. Hay muchos perros sucios dentro de nosotros, y no
queremos verlos. La sinceridad puede ser la llave de la puerta a
través de la cual una parte puede ver a otra parte. La sinceridad
es difícil debido a la gruesa costra que ha crecido sobre la
esencia. Cada año un hombre se pone un traje nuevo, una
máscara nueva, una sobre la otra. Todo esto tiene que quitarse
poco a poco. Es como pelar las diversas capas de una cebolla.
Mientras no sean removidas estas máscaras no podemos vernos
a nosotros mismos".
"Un ejercicio útil es tratar de ponerse a sí mismo en el lugar de
otro. Por ejemplo, sé que A. está pasando por una situación
difícil. Está abatido y de mal humor. La mitad de él trata de
escucharme, la otra mitad está ocupada con su problema. Le
digo algo que en otra ocasión le haría reír, pero que ahora hace
que se enoje. Ahora bien, conociéndolo, yo trataré de ponerme
en su lugar y de preguntarme cómo reaccionaría".
"Si hago esto con bastante frecuencia empezaré a ver que si
alguien tiene mal genio podría haber una razón que no tiene
nada que ver conmigo personalmente. Debemos tratar de
recordar que, a menudo, no es la persona misma sino su estado
del momento el que se comporta de manera irritable con
nosotros. Como yo cambio, también el otro cambia". "Si usted
puede hacer esto y recordarse y observarse a sí mismo, verá
muchas cosas, no sólo en la otra persona sino en usted mismo,

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cosas que jamás se imaginó".
"Sólo puede ser justo quien es capaz de ponerse en el lugar de
otros". "Juzgue a los otros como a sí mismo y rara vez se
equivocará".
Al hablar del arte, dijo: "No amen el arte con sus sentimientos.
El arte verdadero está basado en las matemáticas. Es una clase
de escritura con un significado interior y uno exterior. En los
primeros tiempos, hombres conscientes -que comprendían los
principios de las matemáticas- compusieron música, diseñaron
estatuas e imágenes, hicieron pinturas y construyeron edificios
-todos hechos de tal manera que tuvieron un efecto definido
sobre la gente que entraba en contacto con ellos: en sus
sentimientos y en sus sentidos-".
"Hay una habitación en un monasterio de Persia, por ejemplo,
cuyas proporciones y volúmenes son tales que todo aquel que
entra en ella comienza a sollozar".
Recordé que había oído hablar de las primeras catedrales
góticas que fueron diseñadas por hombres que comprendían los
principios de las matemáticas, y cómo estos principios podían
aplicarse. Las proporciones, el volumen del interior, la presión
del aire, la acústica; el efecto de la luz filtrándose por los
vitrales, la música -todo estaba matemáticamente calculado de
manera que, inconscientemente, la gente ascendía a un plano
superior-. En tal estado algunos podían recibir ideas elevadas. Y
nadie sabe quiénes fueron los hombres que diseñaron las
primeras catedrales.
De todas las obras de arte que vi en el Oriente, el Taj Mahal y la
Esfinge fueron las que más me impresionaron. El primero no
tiene más de trescientos cincuenta años, la otra cinco mil o más,
y aun así, según Gurdjieff, es una copia de una esfinge de
Babilonia de ocho mil años de antigüedad. Ambas obras forman
parte de la tradición esotérica, esa corriente oculta y eterna que
vivifica la vida del hombre, que impide que caiga en un estado
permanente de barbarie.
Las obras de arte objetivas son resultado de las escuelas
esotéricas. Las catedrales de Notre Dame de París y Notre Dame
de Chartres son producto de una escuela esotérica cristiana; el
Taj Mahal, de una escuela esotérica sufí. Sir Arthur Bryant relata
que duques y condes y hasta reyes, así como mercaderes y
campesinos, consideraban como un privilegio que se les
permitiera ayudar en la construcción de las primeras catedrales,
transportando las piedras y mezclando la argamasa. También en
Inglaterra, las catedrales de Ely, St. Albans y York son quizá,
igualmente, obras de arte objetivo. Puede decirse que todas las
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grandes obras de arte provienen de escuelas esotéricas.
También en China hay ejemplos. En el Templo del Cielo hay tres
galerías circulares o plataformas; la más cercana al suelo es la
más grande, la del medio es más pequeña; la de la parte más
alta es la más pequeña de todas, y era allí donde, únicamente,
el emperador rendía culto.
Hay un gran templo en el norte de China que visité un soleado
día de invierno. La entrada estaba flanqueada por un solo y
largo muro de mosaicos. Desde el camino, donde comenzaba el
muro, el templo parecía remoto y diminuto en la distancia, con
un esbozo de tejados y arcadas; algunos con tejas amarillas,
algunos con tejas verdes, azules, púrpura. Mientras me
acercaba, los diferentes tejados con tejas de diversos colores
cambiaban de lugar, formaban dibujos, se confundían unos con
otros. El efecto de la perspectiva, las formas cambiantes, me
impresionaron extraordinariamente. Era como si ellos, noyó, se
estuvieran moviendo; transmitían una impresión de luz y de
color, de libertad emocional y mental, una totalidad armoniosa,
un sentido de perfección que algo en mí añoraba.
En el Prieuré, las impresiones de estos templos -chinos,
islámicos, cristianos- venían a mi memoria constantemente;
formaban un todo con los viejos cuentos de hadas y mitos, y con
algunas de las piezas musicales y danzas de Gurdjieff; me
habían hablado en el mismo lenguaje, y lo que decían era oído
con los sentimientos. Los hombres del pasado construyeron para
la gloria de Dios, así como para vivir y para hacer negocios. El
maravilloso salón cubierto de tela de Ypres, destruido en la
Primera Guerra Mundial, fue un ejemplo de ello. En el siglo XIX
se comenzó a construir sólo por negocio, por dinero y por
orgullo y vanidad; una plaga cayó sobre la arquitectura. La
arquitectura, como todo lo demás, tiene su lugar en una escala;
involuciona tanto como evoluciona, hasta que alcanza lo
negativo absoluto, el "do" más bajo, en los edificios comerciales
de los tiempos recientes.

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7
Gurdjieff nunca dejaba pasar una ocasión para reprender a un
alumno -a veces con enfado, a veces gentilmente-. Estábamos
trabajando en el Study House. El estaba sentado en su silla
especial, observándonos. Por un instante me olvidé de mí mismo
e hice algo realmente tonto. De inmediato me gritó: "¡Idiota,
DurakX ¿Por qué hace eso? ¿Quiere estropear mi trabajo?" Yo
estaba tan mortificado y herido que estuve a punto de
marcharme. Pero él empezó a decirme cuan necesario era
guardar una pizca de pimienta roja a la mano, que era su deber
pinchar con el tenedor "usted sabe dónde". En otras palabras,
debo estar constantemente alerta para recordarme de mí
mismo.
Un día, mientras trabajaba en un lugar del bosque que había
sido parcialmente despejado, tropecé y caí sobre un palo
puntiagudo que se incrustó en mi pierna. El palo se rompió, y
tuve que extraerlo. Llamé a los hombres y pedí que trajeran una
carretilla. Me colocaron en ella y me condujeron a la casa. La
herida parecía grave, y Gurdj ieff envió inmediatamente al
doctor Stjoernval a mi habitación, y pidió a una de las jóvenes
rusas que me cuidara. Se hizo todo lo posible por mí. Me subió la
temperatura, y durante más o menos un día estuve muy
afiebrado. La mujer rusa durmió en mi dormitorio y me atendió,
y una semana después yo ya estaba en pie y en actividad,
aunque pasó mucho tiempo antes que la herida estuviera
totalmente curada. Estaba conmovido por la amabilidad que
todos me mostraban. Aunque Gurdjieff podía humillarlo a uno
ante los demás, herir su vanidad y orgullo, provocar sus celos y
su envidia, aunque algunos alumnos parecían despreciarlo a uno
o tratarlo con indiferencia, si uno caía enfermo, se hacía todo lo
posible por su comodidad y bienestar.
En general, no había reglas fijas en el Prieuré; pero había
muchas que se cambiaban cada cierto tiempo. Sin embargo,
había una regla fundamental, importante, tácita, de la cual
todos estaban al tanto: "Un alumno no debe hacer nada que
dañe el trabajo".
En cuanto a las reglas cambiantes, una consistía en que, por u
período de una semana, toda carta escrita en el Prieuré debía
pasa la censura; otra regla consistía en que nadie debía
trasponer los muros del Prieuré salvo para realizar asuntos que
atañían a GurdjiefF; otra, que nadie debía ir a Fontainebleau sin
permiso, y así sucesivamente. A menudo eran ejercicios que no
debían tomarse de manera literal; pero si uno era sorprendido
violando la regla, tanto peor para uno.
Tres de nosotros teníamos la costumbre de trepar el muro para
dirigirnos al Sena a tomar un baño -un descanso muy agradable
después de un duro trabajo durante los calurosos días
veraniegos-. Evadíamos la regla eludiendo a los "guardias", y
rara vez perdíamos nuestro baño. Era una especie de juego.
Gurdjieff hablaba frecuentemente de la necesidad de ejercitar el
propio ingenio, de ser "ladino", no en el sentido moderno sino en
el bíblico. Con frecuencia decía de alguien, con un tono de
desprecio, que era "ingenuo". Por supuesto, nosotros teníamos
consideración externa en lo concerniente a la organización y a la
dirección del lugar, y en nuestra actitud hacia Gurdjieff y los
otros alumnos.

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9
A nadie se le permitía entrar en los terrenos del Prieuré sin la
autorización personal de Gurdjieff. Pero sucedió que un día, dos
amigos de S., una de las personas muy cercanas a Gurdjieff,
tocaron la campanilla de la conserjería y pidieron ver a S.
Gurdjieff había salido ese día. P., el muchacho de servicio, llamó
a S., quien se dirigió a laentrada, pidió a sus amigos que
entraran, les invitó a tomar café y caminó con ellos por la
propiedad. Se marcharon una hora más tarde. Esa misma tarde,
en el salón, después de cenar, Gurdjieff llamó al muchacho y le
preguntó: "¿Le dije que no dejara entrar a nadie sin mi
permiso?"
"Sí, señor Gurdjieff.
"¿Dejó entrar a alguien hoy?"
"Sí, señor Gurdjieff".
"¿Porqué?"
P. permaneció en silencio, y Gurdjieff comenzó a regañarlo; pero
en medio de la andanada, Z. se levantó y dijo, casi gritando:
"Georguivanich, ¿por qué regaña a P.? Usted sabe que no fue su
culpa. S. le pidió que dejara entrar a la gente, y P. no sabía qué
hacer. S. es el culpable, no P." Gurdjieff le dijo unas pocas
palabras más a P. y luego se sentó al lado de S. y comenzó a
hablar de otra cosa. Durante todo este tiempo S. no dijo nada.
Los demás nos sentamos alrededor bebiendo café,
intensamente interesados, tratando, como de costumbre, de
comprender de qué se trataba todo esto, pues Gurdjieff nunca
hacía una escena como ésta sin un propósito.

Un día, en el Henri Deux, Gurdjieff conversaba sobre cuánto


habían degenerado los hombres; y que, desde el punto de vista
de la naturaleza, ciertos animales eran mucho mejores que el
hombre. "Hasta las ratas", dijo, volviéndose hacia mí, "son
mejores que el hombre". Comencé a preguntarme por qué
mencionaría tan significativamente a las ratas. Entonces recordé
que unos pocos días antes yo había estado en los establos
cuando una rata corrió a lo largo de una viga, y cuando la vi
salté y me puse a temblar. Esto le fue informado a Gurdjieff.
Antes de la guerra yo no temía a las ratas, pero mis
experiencias con las ratas en las trincheras las habían asociado
con toda la suciedad, la crueldad, el miedo, la miseria y el
sufrimiento en las trincheras durante la guerra. Había estado en
un templo oriental lleno de serpientes venenosas sin sentir el
menor temor, pero no podía ver una rata sin temblar y sin
enfermarme. Sé que es así y conozco la razón, pero aun hoy,
sólo recordándome de mí mismo firmemente, puedo
sobreponerme a esta repugnancia que me produce escalofríos.
Pero Ganesha, el dios del conocimiento y del aprendizaje con
cabeza de elefante, tiene como símbolo una rata, una de las
criaturas más sagaces y astutas.
Al hablar una vez más sobre la personalidad y la esencia,
Gurdjieff decía que sólo un hombre consciente puede distinguir
una de otra. "Todos los roles ordinarios que desempeñamos
vienen de la personalidad; pero si, por accidente, nos
encontramos en condiciones inusitadas, puede que nos
comportemos de acuerdo a la esencia. Algunos hombres
adultos, por ejemplo, cuando han bebido demasiado, o cuando
están bajo la influencia de alguna mujer joven, suelen
comportarse como niños -lo que son
80esencialmente-. Por otro lado, en momentos de peligro pueden
comportarse ya sea inteligente y racionalmente o como niños
aterrorizados. Bajo el impacto de la aflicción, el inflexible
hombre de negocios o el estadista pueden volverse humanos y
tiernos. Nuestra tarea es morir a esta personalidad, que es una
cosa falsa, que no nos pertenece. Puede ser necesario fundirla
en el fuego de un gran sufrimiento, pero cuando esto se hace
correctamente, en su lugar crecerá la individualidad; un hombre se
convertirá en un individuo, poseedor de una voluntad verdadera
y de un 'Yo'. Ese hombre será él mismo".
Dijo que una gran parte de nuestras mentiras, codicia, envidia,
celos y odio es provocada a menudo por una acumulación de
energías que les corresponden. Las energías no usadas
provocan frustración, la cual es desviada hacia la expresión de
una emoción negativa. El hombre tiene una individualidad
verdadera inherente a él; le pertenece, es su derecho de
nacimiento que ha vendido a cambio de la sopa confusa de la
falsa personalidad.
La identificación se produce cuando nuestra energía y nuestra
atención se fijan en un aspecto de una cosa; es el trabajo de un
centro, una forma de hipnosis, y debe distinguirse de la
concentración y de la atención, que son útiles y necesarias.
En el Instituto nuestras debilidades eran observadas y tenidas
en cuenta, y se nos daban oportunidades para verlas; y
teníamos que verlas por nosotros mismos. La atención era
necesaria de manera que no perdiéramos nada de lo que era
dicho o hecho. Aparentemente, las observaciones o acciones
casuales pueden ser muy reveladoras para una persona. La
enseñanza era impartida en fragmentos y con frecuencia de
maneras inesperadas, y teníamos que aprender a juntar las
piezas y relacionar los fragmentos con nuestras propias
observaciones y experiencias.
Gurdjieff hablaba de la necesidad de pensar de manera
diferente sobre ciertas expresiones de uso común: pecado,
oración, ayuno, confesión, arrepentimiento, súplica, sumisión,
expiación, muerte, resurrección, vida. Bajo la definición
comúnmente aceptada de estos términos subyace otro
significado, un significado verdadero, que está relacionado con
un estado de cambio en la psicología del hombre. El ayuno, por
ejemplo, la abstinencia de comida ordinaria, puede ser muy útil
si se realiza bajo la guía de un maestro. En la religión ortodoxa
se ha vuelto sólo una costumbre, pero realizada
apropiadamente puede purificar el sistema y cambiar el
metabolismo del cuerpo. Y hay otro tipo de ayuno, que no está
solamente conectado con nuestros alimentos; la abstinencia de
manifestaciones involuntarias e inútiles, de la expresión
constante de las emociones negativas.
En respuesta a una pregunta sobre las así llamadas
facultadessobrenaturales, tales como la clarividencia y la
telepatía, dijo que éstas surgen del centro instintivo-motor a
través de la contracción muscular o a través de la fluctuación
molecular del centro emocional. Un movimiento en un centro es
inmediatamente comunicado por ondas a los otros centros, y a
todas las partes del organismo.
En los primeros tiempos, antes de que se echaran a perder, las
personas podían comunicarse entre sí y hasta ver lo que estaba
sucediendo a gran distancia. Ahora esa facultad es conservada
sólo por la que es llamada gente "incivilizada", entre algunos de
los lapones, por ejemplo, o en tribus de pieles rojas, o hasta por
los aborígenes australianos. O les sucede a algunas personas
por accidente, y entonces es considerado como algo "extraño".
Yo estuve muy interesado en esto, pues había tenido
experiencias de este tipo. Durante la guerra, a mí y a otro oficial
se nos ordenó que lleváramos a nuestras respectivas compañías
a trabajar en la llanura de Salisbury. Se nos condujo en
camiones por diez millas, luego tuvimos que caminar cuatro
millas a través de la llanura desierta y sin árboles hasta nuestro
trabajo. Esperando regresar durante el día, no determinamos
nuestra posición, pero oscureció antes de que termináramos.
Partí seguido de mis hombres, y quince minutos después nos
encontramos en medio de una oscurísima, helada y nublada
noche de febrero, y me di cuenta de que no conocía el camino.
Pero en aquel momento, un sentido desconocido apareció: supe
que conocía el camino y seguí adelante. Uno de mis subalternos
comenzó a decir que nos habíamos perdido en la llanura y le
dije que se callara. Caminamos más de una hora, sin decir
palabra, por la llanura ondulante, tan oscura que no podíamos
ver más allá de diez yardas. Traté de no pensar, sino de guardar
silencio interiormente y de permitir que mi innato sentido de
orientación, o "instinto", asumiera el mando. Finalmente sentí
que estábamos acercándonos a los camiones, y cinco minutos
después llegamos a ellos repentinamente; media hora más
tarde estábamos comiendo comida caliente en el campamento.
El otro destacamento fue encontrado la mañana siguiente justo
después del alba, vagando en la llanura, con frío, cansados,
hambrientos y perdidos. Algunos meses después, el mismo año,
estábamos en la región del río Somme. Se me ordenó que
condujera una patrulla nocturna a un bosque situado a media
milla más allá del frente de batalla en misión de reconocimiento.
Después de dejar a mis hombres en el bosque, continué con el
sargento para examinar, o más bien, para "sentir" los
alrededores. De repente me detuve. No pude continuar. Algo me
decía "peligro". Aparentemente el sargento no sintió nada, pues
seguía su marcha despreocupadamente, hasta que lo detuve.
Traté de seguir por uno o dos caminos diferentes, pero cada vez
que trataba de continuar, la sensación que me lo impedía era
tan fuerte que era como si estuviera frente a una red de acero.
Poco después retiré a mis hombres y regresamos al frente, e
informé que consideraba que el bosque estaba ocupado por el
82enemigo. La noche siguiente, hombres de otra compañía se
dirigieron al mismo lugar, y cayeron en una emboscada. Varios
fueron muertos, incluyendo el oficial a cargo; el resto regresó
corriendo. Más de una vez salvé mi propia vida y la de mis
hombres al escuchar la voz interior del "sexto" sentido. En los
matorrales de Nueva Zelandia y de Australia me libré con
frecuencia de situaciones difíciles dejando que el sentido
desconocido se expresara, y más de una vez dejando al caballo
que cabalgaba seguir su camino.
Había tenido muchas experiencias de sentir cosas a distancia, y
de prever de antemano lo que iba a ocurrir, al igual que otras
personas que conocía. Desgraciadamente, como estamos
echados a perder por la educación y la crianza, estas
experiencias con el sexto sentido comúnmente llegan de una
manera muy general y usualmente somos incapaces de
aprovecharlas. Además, con frecuencia es difícil distinguir lo que
la imaginación ha puesto en marcha y lo que se siente en
realidad. En cualquier caso, las experiencias reales tienen poco
o nada que ver con la mente; ellas provienen de los centros
instintivo-motor y emocional. Cuando Gurdjieff decía: "No nos
proponemos construir algo nuevo, sino recuperar lo que se ha
perdido", se refería, en un aspecto, al sexto sentido casi
desaparecido. Hasta ahora, como he podido descubrir a través
de la investigación de todo tipo de fenómenos, ninguna de las
así llamadas "técnicas modernas" es de alguna utilidad. El único
método realmente útil es el antiguo, transmitido bajo una forma
moderna por Gurdjieff, aunque éste es sólo uno de los muchos
aspectos de su enseñanza.
Antes de conocerlo yo consideraba estas experiencias cómo
accidentes. Muchísimas personas "sencillas" poseen este
sentido adicional: pescadores y granjeros, por ejemplo.
Funcionarios, "intelectuales" y "expertos" están casi
desprovistos de él, lo cual es probablemente la razón por la que
casi siempre se equivocan. Los seres humanos, además de ser
máquinas transformadoras de substancias, son también
instrumentos para recibir y transmitir vibraciones. También les
es posible usar su sistema para su propio beneficio.
Aquel verano de 1924, mi primero en el Instituto, fue uno de
esos veranos tremendamente calurosos que a veces visitan el
norte de Francia, y todas las comidas, excepto ias especiales
servidas en el comedor inglés, se realizaban al aire libre. Se nos
alcanzaban los platos de comida desde la ventana de la cocina
que daba al patio de grava. Yo había tomado mi plato, y en mi
camino hacia la mesa del fondo pasé al lado de Gurdjieff, que
estaba sentado con algunos otros. Cuando me acercaba, me
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lanzó una mirada rápida, y un cigarrillo cayó de la caja que
había sacado de su bolsillo. Vacilé; una parte de mí, o un "yo",
dijo: "Recógelo", otro dijo: "No, no lo hagas". Mientras el "Sí" y el
"No", que duraron unos pocos segundos, permanecían en mí,
otra persona lo
83recogió. Fui a mi mesa y me senté, y después de pensar en
ello, se lo conté a mi vecino.
"El estaba probándote", me dijo. "Cinco tipos diferentes
hubieran reaccionado de cinco maneras diferentes".
"No en el ejército", le dije.
"No. Pero yo no estoy hablando de máquinas. En el ejército, si
cinco o quinientas máquinas están conectadas al mismo
interruptor, todas actúan como si fueran una sola. Aquí estamos
empezando el proceso de sufrir la metamorfosis de máquinas a
hombres. Gurdjieff experimenta con personas de acuerdo con
sus tipos. Algunas personas que oyen esto lo desaprueban;
consideran humillante ser usados como perros o monos para
experimentos. Pero si usted lo toma de la manera correcta
tendrá oportunidades para aprender mucho sobre usted mismo.
Es un privilegio".
Cada día uno podía tener una nueva experiencia, pero sólo en el
grado en que uno hubiera trabajado y hecho esfuerzos para
superar la pereza y la inercia del cuerpo, y los gustos y
disgustos de los sentimientos. Los aforismos tomaban un
significado verdadero:
• "Aquél que se ha liberado de la enfermedad del mañana tiene la
posibilidad de alcanzar lo que aquí vino a buscar".
• "El más alto logro para el hombre es el ser capaz de hacer*'. "Amo a
quien ama el trabajo". "Ayuda sólo a quien lucha por no ser ocioso". "Una de
las razones más fuertes para trabajar sobre sí mismo es 'l darse cuenta de
que uno se puede morir en cualquier momento ".
Cuando Gurdjieff hablaba sobre ia inutilidad de la mayor parte
de nuestro sufrimiento, que proviene de nuestros propios callos
o de pisar los callos de otras personas o de las otras personas
que pisan los nuestros, uno recordaba el aforismo: "Uno de los
principales instrumentos para lograr la felicidad es poder
considerar exteriormente siempre, nunca interiormente". Y,
"Tenga en cuenta sólo lo que los otros piensan de usted, no lo
que dicen".
Gurdjieff siempre daba "choques" a la gente para hacerles usar
su facultad crítica. A un joven alumno le dijo: "Nunca creas nada
de lo que me oyes decir. Aprende a discriminar entre lo que
debe ser tomado literalmente y lo que debe ser tomado
metafóricamente".
Algunos de nosotros estábamos cenando con él en su
apartamento del Boulevard Pereire. Un hombre joven, un
norteamericano, le preguntó por qué siempre cerraba las
ventanas a la hora de las comidas. Gurdjieff comenzó a explicar
largamente cuan necesario era impedir que las vibraciones se
perdieran a través de las ventanas abiertas, y así
sucesivamente, mientras el joven escuchaba con los ojos muy
abiertos. Se marchó antes que el resto de nosotros. Cuando se
fue, Gurdjieff dijo:"Ya lo ven, él toma todo literalmente, sin
reflexionar. Regresará al Prieuré y cerrará todas las ventanas
todo el tiempo, y yo no podré tomar ni una bocanada de aire
fresco". Las ventanas se cerraban, por supuesto, para impedir
que entrara el ruido de la calle.
A otro alumno le dijo: "Tú nunca crees nada de lo que te digo.
Siempre dudas. Aun cuando sabes que debes creer comienzas a
dudar".
Había un aforismo: "Si no tienes una mente crítica por
naturaleza tu permanencia aquí es inútil".
Algunos alumnos veían, o querían ver, algo "místico" o
"esotérico" en la menor palabra o el menor gesto de Gurdjieff.
Puesto que él estaba tan por encima de nosotros en
conocimiento, en comprensión y en "ser", esto no era
sorprendente. Uno tenía que estar alerta todo el tiempo, y
cuando uno se encontraba en un estado de recuerdo de sí rara
vez cometía un error. Era comparativamente fácil recordarse de
sí mismo cuando Gurdjieff estaba allí, pues su estado de
conciencia lo mantenía a uno despierto; todo el tiempo teníamos
que aprender a discriminar qué debía ser tomado seriamente y
qué en broma, y él siempre hacía comentarios exagerados con
el objeto de impresionarnos.
Algunos de nosotros, los alumnos más jóvenes, tratamos de
definii para cada uno la vanidad y el orgullo de sí mismo.
Cuando decimos: "Mi orgullo fue herido", o "Ella o él es tan
vanidosa(o) como un pavo real", ¿qué entendemos con eso? El
consenso determinó que, en su aspecto negativo, el orgullo de sí
mismo, la autoestima o el amor propio, era una opinión
pretenciosa que teníamos sobre las cualidades o logros con los
que uno había nacido o adquirido; una falsa creencia de que las
cualidades del organismo se deben al mérito, y que los demás
deben considerarnos en este aspecto. Cuando alguien dejaba de
darnos lo que merecíamos, algo en nuestros sentimientos se
sentía herido y sufríamos en consecuencia. De cierta manera, el
Orgullo de Sí o el Amor Propio era la parte activa; la Señora
Vanidad pertenecía a la parte femenina pasiva en nosotros. Pero
la vanidad era aún más difícil de definir. Orage decía: "Es ese
algo por el cual sacrificaríamos casi todo antes que hacerlo
sufrir". Quizá no es posible definir la vanidad como no sea
usando ejemplos; podemos ver sus manifestaciones en otros,
pero verlas en nosotros -en el momento y no después- es casi
imposible. En tiempos de psicosis de masas estos dos enemigos,
la vanidad y el egoísmo, se intensifican. En una ocasión, durante
la guerra, el oficial de mi batallón sacrificó, por vanidad, las
vidas de veinte hombres antes que admitir que estaba
equivocado. En otro sentido, la vanidad es el gasto de tiempo,
energía y dinero en lo que es esencialmente sin valor e inútil; la
expectativa de un beneficio duradero de las cosas de este
mundo. "Vanidad de vanidades, vanidad, todo es vanidad, dice
el Predicador". Joseph Conrad dijo: "La vanidad hace trucos
extravagantes con nuestra memoria". Rochefoucauld: "La
vanidad hace que hagamos más cosas contra nuestras
inclinaciones que lo que
85hace la razón". Tolstoy: "La vida sin vanidad es casi
imposible". Shakespeare: "La vanidad mantiene a las personas a
favor de sí mismas cuando realmente están en desgracia ante
todas las demás". "La vanidad", Somerset Maugham escribió,
"es la más devastadora, la más universal y la más inextirpable
de las pasiones que afligen el alma humana, y es sólo la
vanidad la que le hace negar su poder. Es más voraz que el
amor. Misericordiosamente, con el avance de los años, puedes
burlarte del terror o la servidumbre del amor, pero la edad no lo
libra a uno de la tiranía de la vanidad. El tiempo puede mitigar
los tormentos del amor, pero sólo la muerte puede calmar la
angustia de la vanidad herida. El amor es simple y no busca
subterfugio, pero la vanidad te engaña con cien disfraces. Es
parte de cada virtud; es el origen del coraje y la fuerza de la
ambición; da constancia al amante y resistencia al estoico;
añade combustible al fuego del deseo de fama del artista, y es
al mismo tiempo el soporte y la compensación de la integridad
del hombre honesto; hasta mira cínicamente la humildad del
santo. No puedes escapar de ella, y aunque te afanes para
protegerte de ella, usará esos mismos afanes para hacerte caer
en la trampa. Estás indefenso ante su embestida porque ignoras
por qué lugar desprotegido te atacará. El cinismo no puede
protegerte de sus asechanzas ni el humor de sus burlas.
Finalmente es la vanidad la que hace que el hombre soporte su
sino abominable".
En La Conferencia de los Pájaros, Attar relata: "Entonces llegó el
gorrión de débil cuerpo y tierno corazón, temblando como una
llama. Dijo: 'Soy frágil como un cabello. No tengo a nadie que
me ayude, y no tengo ni la fuerza de una hormiga. No tengo ni
plumón ni plumas, nada. ¿Cómo puede un enclenque como yo
viajar al Simurgh? Un gorrión nunca podría hacerlo. En
consecuencia, puesto que no estoy apto en absoluto para esta
empresa, estaré satisfecho de buscar a mi José aquí".
"La abubilla replicó: 'Oh tú que a veces estás triste y a veces
alegre, no me engañan estos astutos argumentos. Eres un
pequeño hipócrita. Aun en tu humildad muestras cien signos de
vanidad y orgullo".
Hablamos todo el tiempo de la vanidad y del orgullo de sí
mismo, pero hasta que no veamos ejemplos en nosotros
mismos, sólo¡ seguirán siendo palabras y expresiones. No
queremos verlos, pues | sufriríamos. No podemos verlos, pues
nuestros topes nos lo impiden,' Sin embargo, si queremos crecer
a partir de la esencia, debemos verlos, pero gradualmente.
Gurdjieff me preguntó una vez: "¿Sabe usted quiénes tienen
más vanidad?" Respondí: "¿Actores, estrellas de cine, altos
oficiales?" El dijo: "No, los ángeles y los demonios".
En varias ocasiones Gurdjieff habló sobre los símbolos y su I uso,
entre ellos el del Eneagrama, que contiene entre otras cosas el
funcionamiento de la Ley de Tres, de la Ley de Siete y de la j Ley
deOctava, cuyas claves pueden encontrarse en los Relatos] de
Belcebú. Una gran cantidad de material fue recopilado en la i
forma de "Una conferencia sobre el simbolismo". En pocas I
palabras, la idea es que todo hombre tiene en sí un deseo del
conocimiento, que difiere sólo en intensidad, pero la mente del
1 buscador se topa a menudo con un muro cuando pregunta:
"¿Por i qué?" Aunque, por lo general, la pregunta es "¿Cómo?",
no "¿Por I qué?" El hombre no se da cuenta de que bajo la
superficie de las \ cosas está oculta la unidad de todo cuanto
existe. El hombre ha buscado siempre esta unidad en las
religiones y las filosofías, y I ha tratado de definirla con palabras
-que se vuelven muertas y vacías-. Las palabras y las ideas
cambian según la época y el I lugar, pero la unidad es eterna e
inmutable. Algunos hombres con un conocimiento verdadero, al
darse cuenta de lo inadecuado de las palabras han construido a
través de los tiempos símbolos para la transmisión de
conocimiento verdadero. Alguien que estudia un símbolo y llega
a comprenderlo, se da cuenta de que tiene el símbolo dentro de
sí mismo. "Todo en el mundo es uno y está gobernado por leyes
uniformes". Como en la Tabla Esmeralda de Hermes Trismegisto:
"Como arriba, así abajo". Las leyes del cosmos pueden
encontrarse en el átomo: pero para el hombre, el objeto de
estudio más cercano es él mismo. Con respecto a esto, la
fórmula usada por Sócrates (aunque originaria de Egipto),
"Conócete a ti mismo", está llena de significado. Al estudiar las
leyes del universo, el hombre puede ver el funcionamiento de la
ley en sí mismo; y cuando lucha seriamente con su parte que
niega, su parte negativa, se involucra en la lucha que se
produce en la totalidad del universo -"la guerra divina"-y
construye en sí mismo el gran símbolo que proviene de tiempos
remotos y que conocemos como el Sello de Salomón. El sello de
Salomón es todo hombre que mira dentro de sí mismo.
En su enseñanza, Gurdjieff siempre trató de hacernos
comprender que debemos usarlo en nuestro trabajo diario. La
lucha entre el "Sí" y el "No" continúa sin fin. Estamos llenos de
vanos deseos -"ello desea"- y a ellos debemos oponer nuestro
"Yo" deseo. Si esto se hace de la manera correcta, se produce
un buen resultado.
Dio como ejemplo lo siguiente: "Supongan que necesito
urgentemente una información, o algo, de alguien. Pero este
alguien me ha ofendido. 'Ello' no desea pedir humildemente, y
tendré que luchar con mi amor propio y con mi orgullo, que
sufrirán en caso de rechazo. Si persisto en mi lucha contra mi
parte que niega y supero la inercia, y voy hacia la persona, algo
en mí se habrá fortalecido y mi comprensión se habrá
profundizado. Por otra parte, si no voy, aunque me haya
ahorrado una descarga nerviosa y un posible desagrado, mi
comprensión no habrá aumentado".
Después habló sobre la iniciación. "A la iniciación se la considera
generalmente, como un acto por el cual un hombre que sabe
transfiere a
87otro hombre conocimiento y poder, que se convierten en su
más reciente posesión inalienable, sin esfuerzo de su parte.
Esto, por supuesto, nunca puede suceder. Sólo existe la
autoiniciación, que se adquiere por un esfuerzo constante. Es
imposible dar a un hombre algo que pueda volverse suyo sin
esfuerzo hipócrita. Aun en tu humildad muestras cien signos de
vanidad orgullo".
Hablamos todo el tiempo de la vanidad y del orgullo de sí mism
pero hasta que no veamos ejemplos en nosotros mismos, sol
seguirán siendo palabras y expresiones. No queremos verlos,
pue sufriríamos. No podemos verlos, pues nuestros topes nos lo
impiden Sin embargo, si queremos crecer a partir de la esencia,
debemo verlos, pero gradualmente.
Gurdjieff me preguntó una vez: "¿Sabe usted quiénes tienen
más vanidad?" Respondí: "¿Actores, estrellas de cine, altos
oficiales?" El dijo: "No, los ángeles y los demonios".
En varias ocasiones Gurdjieff habló sobre los símbolos y su uso,
entre ellos el del Eneagrama, que contiene entre otras cosas el
funcionamiento de la Ley de Tres, de la Ley de Siete y de la Ley
de Octava, cuyas claves pueden encontrarse en los Relatos de
Belcebú. Una gran cantidad de material fue recopilado en la
forma de "Una conferencia sobre el simbolismo". En pocas
palabras, la idea es que todo hombre tiene en sí un deseo de
conocimiento, que difiere sólo en intensidad, pero la mente del
buscador se topa a menudo con un muro cuando pregunta:
"¿Por qué?" Aunque, por lo general, la pregunta es "¿Cómo?", no
"¿Por qué?" El hombre no se da cuenta de que bajo la superficie
de las cosas está oculta la unidad de todo cuanto existe. El
hombre ha buscado siempre esta unidad en las religiones y las
filosofías, y ha tratado de definirla con palabras -que se vuelven
muertas y vacías-. Las palabras y las ideas cambian según la
época y el lugar, pero la unidad es eterna e inmutable. Algunos
hombres con un conocimiento verdadero, al darse cuenta de lo
inadecuado de las palabras han construido a través de los
tiempos símbolos para la transmisión de conocimiento
verdadero. Alguien que estudia un símbolo y llega a
comprenderlo, se da cuenta de que tiene el símbolo dentro de sí
mismo. "Todo en el mundo es uno y está gobernado por leyes
uniformes". Como en la Tabla Esmeralda de Hermes Trismegisto:
"Como arriba, así abajo". Las leyes del cosmos pueden
encontrarse en el átomo: pero para el hombre, el objeto de
estudio más cercano es él mismo. Con respecto a esto, la
fórmula usada por Sócrates (aunque originaria de Egipto),
"Conócete a ti mismo", está llena de significado. Al estudiar las

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leyes del universo, el hombre puede ver el funcionamiento de la
ley en sí mismo; y cuando lucha seriamente con su parte que
niega, su parte negativa, se involucra en la lucha que se
produce en la totalidad del universo -"la guerra divina"-y
construye en sí mismo el gran símbolo que proviene de tiempos
remotos y que conocemos como el Sello de Salomón. El sello de
Salomón es todo hombre que mira dentro de sí mismo.
En su enseñanza, Gurdjieff siempre trató de hacernos
comprender que debemos usarlo en nuestro trabajo diario. La
lucha entre el "Sí" y el "No" continúa sin fin. Estamos llenos de
vanos deseos -"ello desea"- y a ellos debemos oponer nuestro
"Yo" deseo. Si esto se hace de la manera correcta, se produce un
buen resultado.
Dio como ejemplo lo siguiente: "Supongan que necesito
urgentemente una información, o algo, de alguien. Pero este
alguien me ha ofendido. 'Ello' no desea pedir humildemente, y
tendré que luchar con mi amor propio y con mi orgullo, que
sufrirán en caso de rechazo. Si persisto en mi lucha contra mi
parte que niega y supero la inercia, y voy hacia la persona, algo
en mí se habrá fortalecido y mi comprensión se habrá
profundizado. Por otra parte, si no voy, aunque me haya
ahorrado una descarga nerviosa y un posible desagrado, mi
comprensión no habrá aumentado".
Después habló sobre la iniciación. "A la iniciación se la considera
generalmente, como un acto por el cual un hombre que sabe
transfiere a otro hombre conocimiento y poder, que se
convierten en su más reciente posesión inalienable, sin esfuerzo
de su parte. Esto, por supuesto, nunca puede suceder. Sólo
existe la autoiniciación, que se adquiere por un esfuerzo
constante. Es imposible dar a un hombre algo que pueda
volverse suyo sin esfuerzo de su parte. Uno sólo puede señalar y
orientar, pero no iniciar. Uno sólo puede dar a un hombre
únicamente lo que está preparado para recibir".
Como he dicho, Gurdjieff siempre continuaba después de una
charla teórica con trabajo práctico; y yo, junto con otros, me
veía conducido a situaciones en las cuales me hacía consciente
de "Sí, aquí hay algo que debería hacer"; "No", desde el cuerpo,
una resistencia acompañada por todo tipo de excusas
razonables a mí mismo para no continuar con la lucha. Cuando
se hacía el esfuerzo, la fuerza neutralizante entraba en juego, y
se experimentaba un sentimiento de fuerza creciente. A veces
no se hacía el esfuerzo, con un sentimiento consecuente de
debilidad en el plexo solar.Cuando participaba en cierta danza
basada en lo que se llama el "Eneagrama", algo comenzaba a

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trabajar en mí, en mis sentimientos; esto era provocado en
parte por la música, en parte por las posturas y los Movimientos.
La música era una sencilla melodía y armonía recurrentes, pero
arreglada de tal manera, y tan bellamente, que penetraba hasta
las profundidades de mi ser. Era como si yo estuviera
comprendiendo algo, haciéndome consciente, participando en
un ritual. Sentí algo del significado del eneagrama de la ley de la
eterna recurrencia, de la eterna repetición, y de las posibilidades
de una salida; y con el tiempo el eneagrama se convirtió para mí
en un símbolo vivo y móvil que me daba un sentimiento de
alegría cada vez que lo miraba; podía aprender algo cuando lo
examinaba. El cronograma de María Estuardo decía: "En mi fin
está mi principio".
***

Era una calurosa mañana de julio; el bosque, al menos la parte


en donde estaba trabajando, podría haber estado en el trópico.
A media mañana estaba muy sediento, dejé mi trabajo y me fui
a la casa a tomar un poco de té. En el camino, por el gran prado,
me topé con tres de los rusos, los cuales conversaban con
expresiones ansiosas en sus rostros. Con mi reducido
conocimiento de ruso no pude captar mucho, pero el nombre
"Gueorguivanich, Georguivanich" era repetido constantemente.
Me detuve y me dijeron que Gurdjieff había tenido un grave
accidente; una ambulancia lo estaba conduciendo al Prieuré y
podía llegar en cualquier momento. Caminamos hacia la casa y
el patio, y llegamos al portón justo cuando llegaba la
ambulancia. Gurdjieff fue sacado en una camilla, su cabeza
cubierta con vendas; estaba inconsciente, pero murmuraba:
"Mucha gente, mucha gente". Fue llevado a su cuarto del piso
superior.
Una quietud se apoderó de nosotros; todos regresaron a sus
trabajos sin hablar y con expresión seria. Algunos sollozaban,
aunque había una total ausencia de expresiones convencionales
de pena. La condición de Gurdjieff era muy grave; los doctores
no estaban muy esperanzados en su recuperación. Era un
milagro que no hubiera muerto instantáneamente.
Más tarde, ese mismo día, fui al taller de Fontainebleau para
buscar algo en su auto, un pequeño Citroen, que había sido
remolcado hasta allí. El radiador estaba aplastado, el motor
estaba fuera de lugar, la barra de la dirección rota, el
parabrisas, las puertas y las ventanas destrozados, el tren
delantero y los guardafangos despachurrados. Habían
encontrado a Gurdjieff tirado sobre la hierba del borde de la
carretera que va de París a Fontainebleau, con su cabeza sobre

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un cojín del automóvil. El cómo salió del auto, si salió por sus
propios medios o si fue ayudado, no estaba claro. El vehículo
había chocado contra un árbol.
Parece que el día anterior a su salida de París, en su viaje
semanal de regreso al Prieuré, había hecho algo
desacostumbrado. Le había pedido a la señora de Hartmann que
fuera al taller y le dijera al mecánico que examinara el auto
cuidadosamente, especialmente los tornillos, las tuercas, la
dirección y las luces; ella nunca lo había visto tan insistente.
Igualmente, sin dar razón alguna, le había entregado sus
papeles a ella y le había dado un poder para que actuase en su
nombre. Otra cosa inusitada, le había pedido que regresara a
Fontainebleau por tren, y respondió a su mirada atónita con un
gesto de despedida.

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1
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Nadie sabe qué sucedió, pues Gurdjieff mismo recordó sólo una
"embestida y un impacto" hasta que despertó algunos días más
tarde en su habitación -como "un pedazo de carne viva en una
cama limpia",según dijo. Pudo haber sido cegado por las luces
de un auto en sentido contrario, o pudo haberse quedado
dormido por un momento.
El hecho de que un accidente así hubiera podido sucederle a
Gurdjieff nos conmocionó; algunos pensaban que era
invulnerable, libre de la ley del accidente. Una dama
extravagante, una teósofa, habló misteriosamente de la
"obscura confraternidad" que estaba tratando de destruir la
obra de Gurdjieff. Pero Gurdjieff mismo señalaba que si uno está
en este planeta está sujeto a las leyes del accidente físico,
cuyas causas pueden estar muy lejos en el pasado. Los grandes
maestros sabían esto. Jesús amonestó a sus discípulos cuando
atribuyeron al pecado las muertes de los hombres sobre los
cuales cayó la torre de Siloam. Sólo vemos, o creemos ver, las
causas inmediatas de los accidentes.
Hay otro aspecto. Todos los maestros -Buda, Hermes
Trismegistos, Mahoma, los gnósticos cristianos-enseñaron que
algo indeseable se ha mezclado en nosotros, lo cual sólo puede
ser purgado por medio de esfuerzos conscientes y sufrimiento
voluntario. Este "algo", el resultado del órgano Kundabuffer, es
la causa de nuestro olvido, de nuestro sueño, y de esta manera
provoca cientos de dificultades innecesarias. En el Mahabharata,
Vyasa cuenta historias de dioses, héroes y demonios que tienen
que expiar en este planeta los resultados de las pasadas
acciones inconscientes (y en consecuencia malas): como lo
expresa la liturgia rusa, los "resultados del pecado voluntario e
involuntario".
La vida entera es una serie de sucesos inesperados, de los
cuales la gente sencilla, granjeros y jardineros por ejemplo,
están muy conscientes; y de esta manera, en nuestras vidas las
cosas raramente resultan como nosotros esperamos que
resulten (como incluso deberían resultar lógicamente), salvo por
accidente. En el mejor de los casos, las cosas quizá resultan en
un cincuenta por ciento.
Había silencio en el Prieuré; hablábamos en voz baja; la
campana ya no sonaba en el campanario; no había danzas ni
música en el Study House, y todos deseaban con todo su ser la
recuperación de Gurdjieff. La señora de Hartmann tomó la
dirección del Prieuré, y el doctor Stjoernval y la esposa de
Gurdjieff se encargaron de cuidarlo. La señora Ouspensky llegó
desde Londres y permaneció por unos pocos días.
Pero era como si el corazón de una máquina se hubiera roto y la
máquina estuviera funcionando con su propio impulso. La fuerza
que movía nuestras vidas se había ido.
Cuando el doctor Stjoernval nos dijo, aproximadamente una
semana después, que Gurdjieff estaba fuera de peligro, fue
como si el príncipe hubiera entrado en el castillo de la bella
durmiente: todo comenzó a cobrar vida. Los niños volvieron a
jugar ruidosamente en los jardines; nuestras voces recuperaron
su volumen normal; la señora Galumian empezó a dar clases de
Movimientos en el Study House, y de Hartmann tocaba música
para nosotros por las noches. Comenzando con los

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91obligatorios, trabajamos todos los Movimientos y las danzas,
todos los que podíamos recordar. Ninguno de los Movimientos y
pasos habían sido anotados, puesto que Gurdjieff guardaba todo
en su cabeza, y cuando tratamos de reproducir la Iniciación de
la Sacerdotisa, un Fragmento de un Misterio, descubrimos
consternados que no podíamos hacerlo. Podíamos recordar
nuestras propias partes, pero nadie podía recordar la secuencia.
Lo mismo sucedió con el Big Seven. Eran estas dos piezas las
que me habían impresionado tanto en Nueva York -dos
fragmentos de arte objetivo-. Afortunadamente, teníamos la
música compuesta por de Hartmann bajo la dirección de
Gurdjieff.
El trabajo rutinario era mucho más difícil sin el estímulo de la
presencia de Gurdjieff. Nosotros, los alumnos jóvenes, teníamos
que hacer mucho más esfuerzo para trabajar con atención
cuando no había nadie cerca que nos "pinchara con el tridente
ya se sabe dónde". Un alumno me confesó que no podía trabajar
en absoluto, a menos que Gurdjieff estuviera con él; pero hay
que decir que éste era conocido como "el burro del Prieuré".
Aproximadamente un mes después Gurdjieff apareció en el
jardín, con la ayuda de su esposa y de la señora de Hartmann.
Tenía puesto su grueso abrigo negro y su gorro de astracán.
Tenía la cabeza vendada y sus ojos ocultos tras anteojos
obscuros. Su vista estaba tan deteriorada que no nos reconoció.
Contrariando las instrucciones y advertencias de los médicos,
había hecho un enorme esfuerzo para levantarse. Primero dio
algunos pasos y luego se detuvo. Después de quince minutos
fue llevado a su cama. Pero cada día se quedaba un tiempo
mayor y caminaba un poco más. En octubre, cuando el tórrido
clima dio paso a los brillantes y templados días de otoño, hizo
traer su silla, y desde allí nos hizo encender una gran hoguera
de leña al descampado. Sentado, contemplaba las llamas
durante una hora o más; la idea era que el fuego le diera fuerza.
Todos ayudábamos, y las llamaradas junto a nuestra actividad
parecían ayudarlo. Esto continuó hasta cuando pareció que
tendríamos que talar la mitad del bosque para mantener el
fuego. Entonces, un día nos detuvo y comenzó a observarnos
trabajar, aunque sin pronunciar palabra ni aparentar que
conocía a alguno de nosotros. Era difícil darse cuenta de que
éste era el hombre poderoso, activo y vital de unas pocas
semanas atrás, el hombre que nos había lanzado a la vida. Sin
embargo, uno podía percatarse y sentir todavía esa fuerza
intacta de su ser. Pronto comenzó a dirigir desde su silla, y
comenzamos a trabajar como antes, luchando para sentir y
recordarnos de nosotros mismos, trabajando con atención, y
darnos cuenta de que si trabajábamos conscientemente
estaríamos ayudándolo a él tanto como a nosotros mismos.
Todos los que no desempeñaban labores de cocina trabajaban
afuera: Stjoernval, de Salzmann, de Hartmann, hombres,
mujeres y niños. Gurdjieff rara vez hablaba, y desde su
accidente no había sonreído.
Un día estábamos sacando un árbol que había caído en un pozo.
De Hartmann y yo trabajábamos con el agua hasta nuestras
rodillas, los otros alumnos lo hacían desde la orilla.
Repentinamente, el árbol se deslizó y cayó sobre mi pierna
lesionada. Alcé la voz: "¡Maldición!" Todos se detuvieron y
clavaron su mirada en mí. "Todo está bien", dije, "no me hice
daño, fue sólo la molestia". Una suave sonrisa se dibujó en el
rostro de Gurdjieff; todos se echaron a reír, y un nuevo
sentimiento, casi de alegría, surgió del grupo. Esto coincidió con
una fase de su recuperación, y desde entonces empezó a
conversar con nosotros un poco.

Retomamos nuestro ritmo de trabajo, y esperábamos con


impaciencia lo que estaba por venir, cuando el trabajo estuviera
organizado igual que antes. Pero una mañana se corrió la voz de
que Gurdjieff quería que todos sin excepción nos reuniéramos
en el Study House. Estaba sentado en su sillón en el centro del
salón. Nos agrupamos alrededor de él, nos sentamos y
aguardamos. Comenzó a hablar con una voz tranquila, a veces
en inglés, otras en ruso. Dijo que ahora todo el trabajo en el
Prieuré había terminado. Iba a liquidar el Prieuré. "En dos días",
continuó, "todos deben irse de aquí, sólo mi gente se queda. Por
mucho tiempo yo viví para los demás, ahora empiezo a vivir
para mí. Todo se detiene ahora -danzas, música, trabajo-. Todos
ustedes deben irse en dos días".
Mientras hablaba nuestras caras se alargaron tanto que uno
habría pensado que tocarían nuestros pechos. Luego de hablar
un poco más en ruso hizo un gesto con su mano, y lentamente
nos levantamos y salimos, permaneciendo en grupos en el jardín
y preguntándonos qué significaba aquello.
Fue un choque, como era su propósito. No trabajamos más ese
día, pero conversamos entre nosotros, tratando de averiguar si
alguien comprendía de qué se trataba todo esto. "¿Es éste el
final de todas las esperanzas que han crecido en nosotros?
¿Realmente todo ha terminado? ¿Realmente ha terminado su
trabajo?" Todos fueron engañados -tanto los alumnos antiguos
como los nuevos-. "¿Por qué esto?" Me preguntaron algunos de
los rusos. "¿Qué se puede hacer? Abandonamos todo, vinimos
aquí y todo se acabó. ¿Qué hacer?" Parecían personajes de una
obra de Chejov. Yo estaba igual que ellos.
AI día siguiente la mayoría de los rusos, algunos
norteamericanos, y otros, empacaron y partieron para nunca
regresar al Prieuré. Tomaron literalmente las palabras de Gurdj
ieff. Algunas de las inglesas se fueron pero regresaron después.
El resto de nosotros también se fue. Nos fuimos a París y nos
hospedamos en el miserable hotelito Unic de Montparnasse.
Pero antes de irnos conversamos con la señora de Hartmann,
con el resultado de que Gurdj ieff dijo que los norteamericanos
podían volver después de algunos días y quedarse, y que los
que estaban "cerca" de él también podían regresar. En realidad
todos, excepto su familia y quienes lo cuidaban, se fueron por
unos días.
Cuando volvimos a Fontainebleau el Prieuré parecía vacío. Sólo
un tercio de nosotros había partido, incluyendo los alumnos
antiguos -los más cercanos a Gurdj ieff-. El trabajo en los
jardines y en el bosque se reanudó, y todas las noches de
Hartmann tocaba música para nosotros en el Study House, tanto
música de Gurdj ieff, como piezas rusas. A fines de octubre
Gurdj ieff caminaba solo de nuevo, aunque lentamente, y
comenzó a darnos tareas otra vez. Se me pidió que trabajara
con Olgivanna; cada uno en el extremo de una sierra
tronzadora, cortando troncos para el invierno y apilándolos en
ios cobertizos. Ella me contó su vida con Gurdjieff en el Cáucaso.
En Tbilisi le había preguntado si tenía un deseo, un deseo
verdadero. Ella respondió: "Deseo la inmortalidad". El dijo:
"¿Qué hace ahora?" "Me ocupo de mi casa y de mis sirvientes",
respondió ella. "¿Usted trabaja? ¿Cocina, cuida bebé?" "No, mis
sirvientes lo hacen por mí". "Usted no hace nada, ¡Y desea la
inmortalidad!" dijo él. "Pero eso no se alcanza por un deseo sino
mediante un tipo especial de trabajo. Debe trabajar, hacer
esfuerzos, para la inmortalidad. Ahora le indicaré cómo
trabajar.Primero, diga a sus sirvientes que se vayan y comience
a hacerlo todo, por sí misma".
"Me indicó cómo", añadió ella. "Me indicó cómo hacer el trabajo
doméstico diario, no como lo haría un sirviente, sino trabajando
y usando al mismo tiempo su método"
Durante dos semanas aserramos juntos con la misma sierra, y
cada día Gurdjieff daba una vuelta y nos observaba. Solía
conversar con Olgivanna unos pocos minutos, y luego se dirigía
hacia otro grupo. Por lo que pude seguir de la conversación,
parecía que tenía que ver con los planes de ella para el futuro.
Finalmente se marchó a Norteamérica con su pequeña hija
Svetlana, en donde, más tarde, llegó a ser la esposa de Frank
Lloyd Wright. En los catorce años siguientes, no la volví a ver,
salvo una vez, y sólo por un instante. Como todas las mujeres
que trabajaron realmente con Gurdjieff, ella era admirable y
extraordinaria, poseía interioridad, individualidad, y podía
emprender cualquier cosa.
El asunto de la sierra me causó una impresión grande y
duradera por lo que sucedió al final, lo cual, una vez más, se
produjo como resultado de los meses de trabajo. Comencé a
darme cuenta de que estaba experimentando algo diferente
mientras realizaba este trabajo físico, algo que nunca había
experimentado durante mis largos años de vida de trabajo.
Entonces, un día, Gurdjieff se acercó en su visita diaria y,
mientras estaba viéndome transportar los leños y apilándolos,
algo en mí dijo: "Estoy sintiendo mi cuerpo, me estoy
recordando de mí mismo". Este darme cuenta de un estado de
conciencia incrementada estuvo acompañado de un sentimiento
de alegría verdadera. Entonces él dijo:"Suficiente, creo. Ahora
sabe muy bien cómo trabajar con madera. Le voy a dar una
nueva tarea".
Esta frase sin mayor significado aparente, en la forma como fue
dicha, confirmó en mí, algo. Yo había tenido, como solían decir,
una "convicción de pecado", la conciencia de que mi vida, hasta
ese momento, había sido totalmente mecánica y automática.
Era como si un mago hubiera dicho: "Deja la forma de máquina
y asume tu forma correcta de hombre". Esta fue mi primera
iniciación y las palabras de Gurdjieff, el ritual que la acompañó.
Se había producido un misterio. Ese día durante el almuerzo,
mirando a mis compañeros, los vi y me vi de manera diferente,
y recordé un pasaje de la historia del Vellocino de Oro: "Cuando
los Argonautas regresaron a la nave tras participaren los
misterios de Samotracia les parecieron dioses y no hombres a
Atalanta y Meleagro; un tenue nimbo de luz brillaba en torno a
sus rostros. Pero cuando estuvieron en el barco y se pusieron
sus trajes habituales, el resplandor se esfumó -volvieron a ser
hombres, pero habían cambiado-".
Un día, la señora de Hartmann nos dijo que Gurdjieff iba a viajar
para someterse a un tratamiento, y que si alguno de nosotros
deseaba hablar con él antes de que se fuera podríamos hacerlo
esa tarde. Habían quedado ocho de los alumnos más jóvenes,
todos norteamericanos. Yo estaba muy nervioso, sin saber qué
preguntar, aunque no quería perder la oportunidad. Nos
sentamos en la hierba, bajo la brillante luz otoñal, y esperamos.
Finalmente salió y caminó lentamente hacia su silla. Primero uno
y después otro, se levantaron y fueron hacia él. Pospuse mi
turno tanto como me fue posible, pues mi mente estaba en
blanco, pero cuando me levanté las preguntas surgieron y,
sentándome a sus pies, le dije: "Señor Gurdjieff, me gustaría
quedarme en el Prieuré, pero he hecho arreglos para empezar
un negocio de libros en los Estados Unidos; además, quiero
casarme, aunque no tengo a nadie en mente por el momento. Y
quiero ayudar a otros". Me dijo: "todo esto puede ser útil". "Muy!
necesario obtener dinero para vivir. Vaya y empiece su negocio,
después quizá hagamos negocios juntos. En cuanto al
matrimonio, primero debe distinguir entre la mujer y la esposa.
La esposa es para siempre, la mujer temporaria. Si se casa
ahora quizá no dure. Más tarde tal vez. Igualmente, antes de
que pueda ayudar a otros, ser de verdadera utilidad a los
demás, debe conocerse y ser capaz de ayudarse a sí mismo.
Ahora es egoísta, se preocupa siempre de sí mismo. Debe
aprender cómo ser egoísta con un buen propósito, después será
capaz de ser realmente altruista y de ayudar a otros". Eso fue
todo, pero la fuerza detrás de las palabras, como una brisa
fresca, despejó mi nublada mente de sentimentalismos, de la
"trivial emoción exagerada por un pensar turbio" acumulado I It
largo de los años con respecto al sexo y a "hacer el bien".
(luandi entró a la casa para descansar, caminé por el bosque
sopesamli > IU palabras. Gurdjieff se marchó al otro día, y no lo
volví a ver hasta el vtl U10 siguiente. Llegó

1
2
6
95noviembre y había frío. El Study House se CWTÓ desocupamos
el comedor inglés y practicamos Movimientos alli, \ hasta
aprendimos algunos Movimientos obligatorios nuevos.
I
Regresé a Londres a fines de I mes para poner a
punto mi negocio. Mi viejo amigo Walter Fu I ler,
que era entonces el editoi literario del Weekly
Westminster, invitó a algunas personas para oírme
hablar sobre la vida en el Prieuré. Fracasó, pues
no pude transmitirles ninguna descripción
inteligible de la vida, del sistema, o el método de
enseñanza. Percibieron que ya no estaba
interesado en las causas por las cuales
habíamos trabajado juntos: el socialismo, la
reforma social, la educación. "Y sus experiencias
no parecen haberlo hecho más feliz", añadieron.
Ellos continuaban trabajando por las causas,
diciendo a los demás qué es lo que debería
hacerse; pero yo no puedo ver que la vida del
hombre haya mejorado desde entonces, ya sea
su vida interior o exterior. Un gran obstáculo
para la vida correcta es la actitud arrogante de
los así llamados "intelectuales" por un lado, y de
los burócratas por el otro, cualquiera sea su raza
o su credo; esos que están convencidos de que
saben, y quieren poner a los demás en el
sendero. Y siempre se equivocan. De alguna
manera todos somos así, y lo seremos hasta que
comencemos a ser capaces de ver dentro de
nosotros mismos y de enfrentar la verdad sobre

1
2
8
nosotros mismos. Como dicen los sufíes: "Por
mucho conocimiento que tenga un hombre, a
menos que se haya observado a sí mismo y
confesado a sí mismo que realmente no
comprende nada, todo lo que ha adquirido será
como 'el aire entre sus manos". Se han
sembrado semillas en mí y éstas han comenzado
a germinar. Pero, como sabe todo jardinero, a
menudo hay un largo período. entre germinación
y crecimiento; entre el crecimiento v la
transformación en planta; y aún mucho más
tiempo ante de que dsÍlTf y A frU,0S' llegar a Ser
hombre desarrollado es un proceso aún más
largo.NUEVA YORK Y
FONTAINEBLEAU 1925-6

1
2
9
A Fines de noviembre de 1924 regresé a Nueva York, alquilé un
apartamento en Washington Square y procedí a complacer mi
capricho de tener una librería. La abrí en la calle 47, en una de
esas viejas casas tipo brown stone. Dos veces por semana iba al
grupo de Orage, que se reunía en el apartamento de un
psicoanalista interesado en las ideas. Más personas se unieron
al grupo, y nos mudamos a la Little Gallery de Jane Heap, en la
Quinta Avenida con la calle 11. Finalmente, Muriel Draper, una
de las mujeres más brillantes de la sociedad norteamericana,
ofreció su apartamento en la calle 40 Este, y allí continuó
reuniéndose el gran grupo. Orage tenía otros grupos que se
reunían en otras partes. Entre los miembros de uno de esos
grupos estaba Herbert Croly, editor del New Republic, y John
O'Hara Cosgrave, editor literario del diario New York's World.
Nuestro propio grupo estaba compuesto por lo que en Inglaterra
se podría llamar la "clase media inteligente", en su mayoría,
exitosos profesionales y hombres de negocios de mediana edad.
Había también una o dos personas bastante adineradas.
Porcada reunión, pagábamos dos dólares. También había clases
de Movimientos y danzas dos veces a la semana en el Estudio
O'Neil, organizadas por la señora Howarth y la señorita Lillard,
quienes habían estado en el Prieuré durante sus primeros dos
años. También para ello, pagábamos igualmente dos dólares por
clase. Y los alumnos de mayores recursos pagaban más. Estaba
laramente establecido que cada uno debía pagar conforme con
sus posibilidades. Además, la mayoría de los alumnos encontró
medios para conseguir dinero para el Prieuré con alguna
actividad aparte de su trabajo diario. En nuestro grupo había
entre cincuenta y sesenta personas.Oficialmente, el grupo de
Orage se reunía a las ocho, aunque él por lo general llegaba
alrededor de las nueve. Sin embargo, en ese intervalo nos daba
la oportunidad de sentarnos en calma y relajarnos, o de
conversar con quienes no teníamos oportunidad de reunimos
durante la semana."Entonces", decía Orage, ¿tienenpreguntas?"
Después de una pausa, alguien preguntaba, y él contestaba.
Enseguida, las preguntas fluían. Cada uno compartía según su
tipo y de acuerdo con su nivel de comprensión o falta de
comprensión. Y cada quien recibía la respuesta acorde con ella.
Un tipo emocional-instintivo como yo, \ recibía todo sin crítica, a
través de los sentimientos y siempre I pidiendo más. Un tipo
mental como S. exigía una explicación intelectual de cada
punto; insistía a pesar de las protestas, "¡Por amor de Dios, S.!"
de algunos; mientras Orage, con infinita paciencia, trataba de
hacerle sentir y experimentar algo. A mí me indicó que era
necesario pensar más; la necesidad de usar más la mente,
mientras a S. le indicaba tratar de sentir más, sentir con sus
sentimientos y no con su cabeza. Orage, sentado ante nosotros
en su silla, constituía la fuerza activa frente a la fuerza pasiva de
nosotros como grupo. A partir de las preguntas y respuestas
emergía una tercera fuerza. El resultado era un grado de
comprensión acorde con el esfuerzo que cada uno era capaz de
hacer.Llegábamos a la reunión cansados, después de un largo
día de trabajo, pero al terminar se había generado tanta energía
que, en lugar de irnos a casa, nos encontrábamos en un
restaurante Child's a "mascar keva" frecuentemente hasta las
dos de la mañana. El conocimiento de las cosas y de la gente
que tenía Orage era asombroso. Estaba muy enterado de lo que
ocurría entre bambalinasrespecto a los asuntos públicos y
literarios. También podía adivinar lo que estaba sucediendo
detrás de nuestra propia fachada. Parecía saber la respuesta a
toda pregunta; eran tan acertadas que muchos de nosotros nos
habituamos a contarle todo -tanto los problemas mundanos
como los psicológicos-. Al principio esto nos ayudó mucho, pero
algunos de los más débiles llegaron a apoyarse enteramente en
él y le consultaban sobre todas las cosas. Con todo su
conocimiento era un ser humano cálido, con debilidades y
defectos humanos, que luchaba para perfeccionarse a sí mismo.
Como solía decir, él mismo aprendía al trabajar con nosotros;
nos necesitaba y lo necesitábamos. Impartía la enseñanza de
Gurdj ieff tal como él la entendía; su lugar, con relación a
Gurdjieff, era como el nuestro con respecto a él. Estábamos
impacientes por "saber" más y más y nos enojaba en ocasiones
el hecho de que la enseñanza no nos fuera entregada ya lista y
completa con todas las explicaciones.Entre Orage y algunos de
nosotros se había establecido una relación emocional y mental
muy estrecha, y él parecía ser "todo luz", alguien en quien no
existía obscuridad (nuestros héroes tienen que ser intachables).
Al principio, no era posible ser ¡mparciales acerca de Orage,
puesto que éramos incapaces de ser imparciales sobre
cualquiera, y mucho menos sobre nosotros mismos. Como él
solía decir: "Antes de poder ser imparciales con otras personas,
deben aprender a ser imparciales con su propio organismo -ésta
es una de las metas de la enseñanza de Gurdjieff-".
Naturalmente había diferencias y roces entre los alumnos del
grupo, lo que producía fricciones, haciendo que las raíces se
hundieran
98más adentro y uniéndonos en lo que podría llamarse una
hermandad. Pero uno fácilmente se apega a las personas
emocionalmente y quiere dar todo de una sola vez. Y cuando la
otra persona inevitablemente hace algo que no parece justo,
uno reacciona fuerte y negativamente, produciendo una cadena
de sufrimiento, y por lo tanto se convierte en fuente del mal. "El
amor emocional, sea por un hombre, una mujer o una causa,
evoca lo contrario", dijo Orage.
Una alumna, que solía sumergirse en la autocompasión,
estaba diciendo io difícil que era la vida, y cómo todos y todo
parecían estar en contra suya. Si las cosas y la gente fueran
distintas, la vida sería tolerable. Ella sabía que era un gusano,
pero no veía qué podí hacer en esa situación. Orage
simplemente repitió la letra de ur Canción:

Querría yo ser un Elefantiafus,


Y poder arrancar los cocos con mi trompa,
Pero, ¡ay! No lo soy, ¡ay! No puedo ser un Elefantiafus,
Pero soy una cucaracha, y soy una chinche de agua;
Puedo arrastrarme por ahí y esconderme tras el fregadero.
La alumna empezó a reír, y nosotros también. Orage, con
Gurdjieff, pudo despertar nuestro sentido del humor y hacer que
nos riéramos de nosotros mismos.
De vez en cuando, Orage nos daba ejercicios simples; los
llamaba "kindergarten". Nos hizo escribir en una columna lo que
considerábamos nuestras características positivas o "buenas", y
al lado las negativas o "malas"; luego debíamos guardar el
papel sin volver a verlo durante un año o dos. Yo hice una lista y
me olvidé de ella. Más de dos años después, la encontré
inesperadamente entre algunos papeles y la leí. Me impactó ver
que ninguna de las que habían considerado mis características
buenas -y era una lista bastante extensa- realmente existía. Mis
verdaderos rasgos eran casi exactamente lo contrario de
aquellos. Estaba viendo la realidad -mi propia realidad- a la
inversa. Yo estaba cabeza abajo e invertido.
El nos dio en esa época otros dos ejercicios. Uno de ellos
"revisar los acontecimientos del día", un ejercicio para la
memoria, la voluntad y la concentración. La idea era que antes
de dormir, uno debería empezar lentamente a contar 2,4, 6, 8,
10 - 10, 8, 6, 4, 2 y así sucesivamente, hasta llegar a cien. Tras
haber iniciado este ritmo, tratar de hacer una película de sí
mismo imparcíalmente -levantándose de la cama, vistiéndose,
desayunando, dirigiéndose a la oficina en autobús,
encontrándose con la gente y así sucesivamente, hasta el
momento de regresar a la cama- como si estuviéramos viendo
un filme no muy interesante; de otra manera podríamos
identificarnos con él. "No piensen en él", nos dijo, "pensar
falsificará la película. Durante el recuento ustedes tendrán
lapsos de olvido y dejarán de contar. Deberán reparar el filme y
empezar a contar de nuevo. Además, desearán dormir y
necesitarán de un gran esfuerzo para continuar el ejercicio. A
menudo cuando se acuesten se olvidarán de hacerlo, como
sucede con todos los ejercicios reales, el organismo conspira
para hacerles olvidar".
El otro fue un ejercicio de atención.
"Tomen su reloj y fijen su mirada en el segundero; obsérvenlo
mientras realiza un giro completo de un minuto sin permitir que
su vista se distraiga. Cuando estén bien seguros de poder
enfocar su atención durante una vuelta completa, habrán
empezado a desarrollar su poder de pensar. Habiendo logrado
esto, mientras mantienen el centro de su atención en el
segundero, empiecen a contar para sí mismos del uno al diez y
luego regresen. Esto requiere una doble atención: una parte
puesta en el movimiento del segundero y la otra en la cuenta.
Pueden encontrarlo fácil al comienzo, pero sigan adelante hasta
que se torne difícil. Logrado esto, mantengan su vista en el
movimiento del segundero y sigan contando mentalmente, al
mismo tiempo que repiten para sí mismos un poema rimado.
Háganlo por dos o tres minutos".
Mucho tiempo después, se dieron ejercicios más difíciles; pero
los más difíciles fueron aquellos dados por Gurdjieff y ejecutados
bajo su dirección. Algunos incluían el uso consciente del aire y
de las impresiones.
Durante el invierno, Orage mantenía contacto regular con la
señora de Hartmann. Gurdjieff se estaba recuperando. Se había
comprado un automóvil grande y antiguo y conduciéndolo él
mismo, nuevamente hacía salidas. En ocasiones hacía
levantarse a sus acompañantes a las seis abandonando el calor
de su hotel en una fría mañana de invierno. Conducía sin
pronunciar palabra hasta que horas después se detenían a
tomar un café. Hacía enormes esfuerzos para sobreponerse a la
resistencia de su enfermo cuerpo planetario, el cual quería
tomar las cosas con calma y recostarse y no hacer nada.
Algunas personas decían: "¡Pero la gente común y corriente
también ha hecho esto, ha hecho enormes esfuerzos! ¡Vean lo
que la gente hizo durante la guerra!" La diferencia está en que
durante la guerra los hombres hacen esfuerzos por obligación.
"Entonces", dijo uno de los miembros del grupo, "¿usted
considera que este esfuerzo de Gurdjieff es un ejemplo de una
verdadera voluntad?" "Sí", respondió Orage, "como ya he dicho,
una voluntad verdadera sólo puede ser definida como aquella
iniciada por uno mismo, no obligada ni deseada por el
organismo. Un esfuerzo por lograr un 'Yo' quiero, no un 'ello'
quiere. Los esfuerzos de Gurdjieff son los de un elefante y los
nuestros los de una hormiga".

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"¿Cómo puedo yo comenzar a adquirir una voluntad verdadera?"
Preguntó alguien."Bien", dijo Orage, "escoja un deseo que usted
tenga, un deseo inofensivo y haga un esfuerzo por satisfacerlo.
Algo que ha deseado hacer por mucho tiempo y obligúese a sí
mismo a realizarlo. Esto le dará un sabor de voluntad verdadera.
A menudo requiere más esfuerzo hacer lo que usted desea
hacer que lo que no desea hacer. El puritanismo pervertido
dentro de nosotros nos susurra al oído que cuando nos
'negamos' a nosotros mismos estamos complaciendo a Dios.
Cuando el puritano promedio inglés o norteamericano hace algo
que realmente le gusta padece con frecuencia de sentimientos
de culpa que lo inducen a justificarse pretendiendo que esto es
'bueno' para él, especialmente cuando se trata de vino o de
mujeres. La gratificación de deseos inofensivos puede servir de
acceso hacia la adquisición de una voluntad real, pero no los
cultiven".
En marzo, Orage nos dijo que había recibido un manuscrito del
Prieuré. Gurdjieff lo había escrito en armenio, y había sido
traducido al ruso por la señora Galumian, una alumna armenia,
y luego al inglés por rusos que hablaban inglés, con
correcciones hechas por alumnos ingleses no muy cultos.
"Lo devolví", dijo Orage, "y les dije que es completamente
ininteligible. No tengo idea de qué trata. Pero la señora de
Hartmann dice que Gurdjieff se ha propuesto escribir un libro
que recogerá el conjunto total de sus ideas. Si esto es un
ejemplo, sólo puedo desear que no lo haga. No logro ver qué
sentido tiene".
Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que llegara una
versión revisada, que Orage nos leyó. "Esto es completamente
diferente", dijo. "Ahora se siente algo muy interesante".
Nos la leyó muchas veces, pero no pudimos hacer mucho. Sin
embargo, pronto algo empezó a trabajar en nosotros, y a
medida que llegaban más capítulos, el impacto en nuestros
sentimientos se hizo más fuerte. El libro sería llamado Relatos
de Belcebú a su Nieto o Una Crítica Objetiva e Imparcial de la
Vida del Hombre. Belcebú, mientras viaja en una nave espacial
con su compañero Ajún, y su nieto Jassín, cuenta a este último
sus observaciones de la vida del hombre sobre el planeta Tierra,
que había hecho en sus descensos a la Tierra desde el planeta
Marte. Alguna gente del grupo decía que el obstáculo era su
estilo extraordinario. Orage decía que era mucho más inteligible
que el Ulises de Joyce o que el libro de Gertrude Stein, que
habían sido publicados recientemente en Estados Unidos en
Little Review. Uno del grupo, un escritor, expresó lo que
pensábamos.
"Orage", dijo, "usted tendrá un enorme trabajo entre sus manos
si lo va a transcribir en un inglés legible. Primero que nada, la
gente lo va a dejar de lado por su estilo y la gente común no lo
comprenderá en absoluto. Gran parte de la gramática y de la
puntuación no es culta siquiera".
"No voy a proponer reescribirlo", dijo. "En realidad, aparte del
trabajo general de imprenta, lo dejaré tal cual hasta,
probablemente, la revisión
101final, cuando ésta sea posible. El libro tomará forma. Está
lleno de ideas. Como yo lo veo, es verdaderamente una obra de
arte objetivo, de literatura de la forma más elevada. Está en la
categoría de una escritura. Parece que Gurdjieff lo planeó
mientras yacía en cama después del accidente. Está
conscientemente concebido para tener un efecto definido sobre
cualquiera que se sienta atraído por su lectura. Aquél que trate
de reescribirlo lo distorsionará".
No puedo decir que yo haya comprendido mucho, sí algo
comprendí, de la teoría del sistema de Gurdjieff. En un
comienzo, el trabajo fue para mí, quizá afortunadamente,
enteramente práctico; pero el solo esfuerzo de tratar de
comprender el sistema había empezado a tener el efecto de
hacer que mi mente perezosa trabajara.
Comencé a ver la diferencia entre pensar con mis sentimientos
y pensar con mi mente, y empecé a darme cuenta de la
diferencia entre sentimiento y sensación. También me di cuenta
de una ligera aunque perceptible fuerza creciente en el plexo
solar -una disminución de esa aguda sensación de aprensión
que, ante un rechazo, me hacía encogerme en algunas
ocasiones-; una debilidad heredada intensificada por la guerra
(Orage decía que en algunas enseñanzas orientales se afirma
que el plexo solar es el sitio del poder, o de la voluntad real).
Empecé a ser capaz de intentar con situaciones y con gente de
una manera más competente.
La mente de Orage estimulaba la nuestra; era viva, muy
diferente de las de los rígidos "intelectuales" con los que me
había mezclado en el Club 1917 en Londres, cuya charla no era
más que el flujo de asociaciones brotando de su aparato
formatorio. Orage sentía tan bien como pensaba. Y aunque
ninguno de nosotros, y ningún intelectual, ni siquiera mí viejo
amigo C. K. Ogden, le era un digno rival, Orage podía, al igual
que Gurdjieff, hacer que una persona simple se sintiera cómoda.
Fue durante ese año de 1925 que tomé conciencia por primera
vez de la "emoción negativa". Un día, cuando un alumno del
grupo de Nueva York, a propósito de mi actitud hacia él, me dijo:
"Usted tiene una tremenda cantidad de emociones negativas",
me indigné y hablé con Orage. El me dijo: "Una de las cosas que
tengo que agradecer a Gurdjieff (y a Ouspensky por transmitir la
idea) es su enseñanza sobre las emociones negativas o
inferiores. Usted mismo da fácilmente rienda suelta a las
emociones negativas. Es susceptible, fácilmente herible, abriga
resentimientos, no puede soportar la menor crítica; y casi todo
el mundo es igual. La emoción negativa es inconsciente, y en
consecuencia maligna". Fue para mí un choque. Nunca había
considerado mi sufrimiento como "emoción negativa", sino
como resultado de la "presión al espíritu", una consecuencia de
la guerra, de la mala salud por la vida en las trincheras. Fue una
sorpresa darme cuenta de que todo esto podía ser resumido en
la expresión "emoción negativa". El trabajopreparatorio que hice
durante mi visita al Prieuré me posibilitaba ahora, meses
después, comenzar a enfrentar el hecho de mi negatividad. Pero
una cosa es saber con la mente y otra muy diferente es
comprender. Orage decía: "Si trasladamos nuestro sufrimiento a
otros se convierte en 'mal', el que, como dice el profesor Seurat
en Las Tres Convenciones, es 'sufrimiento separado de la
creación'. Los santos son digestores de sufrimiento: lo
consumen, lo transforman y lo emplean para la creación del ser.
Cuando nos hundimos en la autocompasión, en el resentimiento
o en el odio irracional hacia los demás, nos convertimos en
canales de sufrimiento, lo trasladamos. La compasión es divina,
la autocompasión es diabólica. No queremos enfrentar el hecho
de que frecuentemente estamos llenos del sentimiento de
autocompasión. La autocompasión es una enfermedad de las
emociones; significa apenarse por uno mismo y culpar a los
padres, a las condiciones y a la gente por nuestro propio y
miserable estado; la autocompasión es una de las
manifestaciones de la emoción negativa que hace que
disgustemos a los demás, donde la arrogancia, el desprecio
altanero, se esconde a menudo en una humildad abyecta,
sintiéndose un gusano".
"¿Pero hay algún sufrimiento útil?" pregunté. "Sí, puede ser.
Solamente debes preguntar: '¿Qué tipo de sufrimiento?' Si
aceptamos nuestro sufrimiento sin resentimiento ni queja
estamos, conforme a Gurdjieff, pagando una vieja deuda o
preparando un mérito futuro".

La expresión "emoción negativa" es útil, pues define en gran


medida el sentimiento que motiva la actividad humana. Casi
todos los reportes periodísticos y las "noticias" tienen que ver
con la emoción negativa. Debo decir que nunca oí la expresión
en el Prieuré ni a GurdjiefTusarla. Existe tal cantidad de estas
emociones negativas, que la lengua inglesa tiene que usar
montones de palabras y expresiones para significar las
diferentes clases y matices que tienen. Tomando algunas que
comienzan con la letra "D", por ejemplo: desaliento, depresión,
desesperación, doliente, desánimo, descorazonado, devastado,
despojado, desarraigado, desconsolado, desolado, disgustado,
descontento, decepcionado -uno podría continuar por páginas-;
y otras como susceptibilidad, irritabilidad, rencor, calumnia,
resentimiento y todo lo que viene con la expresión "desidia".
Luego están las palabras básicas tales como odio, envidia, celos,
ira, que tienen un aspecto positivo tanto como uno negativo.
"Envidiado para ser imitado", dice Gurdjieff. "Nunca teman odiar
lo aborrecible", dice Orage. Belcebú habla acerca de los seres de
este planeta, que sólo conocen la fuerza opositora, de la cual
surgen las emociones negativas. Luego
están las diversas formas de
sentimentalismo -la actitud inglesa hacia los animales, en la
cual la sensiblería pretende hacerse
pasar por humanitarismo- La
introspección, el autorreproche inútil, ciertos tipos de "amor",
son negativos. La vida ordinaria, la social y la de los negocios es
en gran
103medida una máscara de la cortesía que oculta una
desbordante masa de emociones negativas.
La depresión es una forma común de emoción negativa. En
algunos es una enfermedad que se produce periódicamente, y
de modo regular en ciertos períodos del año. Algunos usan las
drogas o la bebida para escapar de ella. Las causas son
variadas: alimentación, clima, sexo insatisfecho o empleo
excesivo de energía sexual, falta de dinero, influencias
planetarias; en algunos es hereditaria. La jardinería y algunas
artesanías figuran entre las mejores curas, también el lavado de
la vajilla, despejar un cuarto de trastos viejos -trabajo físico de
diversas clases-. Una cura casi infalible es hacer esto mientras
uno se recuerda de sí mismo, y realizar la tarea más lentamente
o más rápidamente que de costumbre. La dificultad está en el
primer esfuerzo. Pero, como decía el padre de Gurdjieff: "Una
vez que te has hecho cargo de ello, es la cosa más sencilla del
mundo".
¿Qué es lo "negativo"? Es lo que carece de atributos positivos,
es lo que resta, la negación de algo, lo que niega: el oponente,
el demonio, el adversario. Ser negativo es ser pasivo cuando
uno debería ser activo. La negatividad es esa parte de la Santa
Negación, que se ha distorsionado y corrompido en nosotros, lo
que en nosotros se ha vuelto corrupto. Pero la basura y la
suciedad, puestas en el montón de estiércol, pueden ser
transformadas en una tierra de suave aroma donde nacen flores
y frutos. Igual nosotros.
Pablo, que comprendió este sistema y lo interpretó de acuerdo a
su tiempo, dijo: "Mirad, les mostraré un misterio; no todos
dormiremos, sino que todos cambiaremos, en un momento, en
el pestañeo de un ojo, en el último toque de trompeta; pues una
trompeta sonará, y los muertos se levantarán incorruptos. Pues
lo corruptible será incorruptible, y lo mortal será inmortal; luego
vendrán a transmitir el proverbio que está escrito: 'La muerte ha
sido devorada victoriosamente". Este no es un estado de un
futuro imaginario, sino un proceso psicológico que puede tener
lugar ahora.
En el Prieuré había muchísimas expresiones de emociones
negativas. Gurdjieff rara vez reprendía a los jóvenes alumnos
que entraban en un estado de ira y resentimiento; pero solía
decir unas cuantas palabras, y ellos se detenían
repentinamente, como si se hubieran despertado. En momentos
adecuados solía provocar una exhibición de emociones
negativas, porque hasta que uno no se daba cuenta que las
tenía, no se podía hacer nada con ellas. Reprimidas se vuelven
acidas y venenosas; si se las expresa, son destructivas; la vida
es como es. Sólo la alquimia del método puede transformarlas.
Las emociones negativas son la materia prima que podemos
usar para trabajar sobre nosotros mismos. Es el vapor que pone
en movimiento el pistón, por decirlo así. La energía controlada
conforme al Método es benéfica; sin control es maléfica.
Reprimir la expresión de las emociones negativas puede ser útil
sólo

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1
104cuando ello se logra por el esfuerzo de recordarse de sí
mismo. Sólo cuando uno está en un estado de recuerdo de sí, la
emoción negativa puede transformarse en emoción positiva.
Al hablar de la fuerza opositora, Gurdjíeff usaba a veces la
palabra dabbel. "Usted desea ser un ángel", decía, "pero dabbel
también necesario. Ángel puede hacer una cosa, dabbel puede
hacer todo".
Lo que sigue proviene de conversaciones que mantuve con F. S.
Pinder: "La negatividad es 'nada'; sin embargo, tiene una
especie de actividad al difundirse a otras cosas que tienen la
posibilidad de ser 'algo' o 'nada'. Es una resta, una disminución
con relación a cualquier actividad potencial. Es algo que atrae
energía para sí mismo. En sentido objetivo, exclusivamente, es
un receptor, un Pasivo en todas las escalas cósmicas, con el
único propósito de concebir y procurar a los procesos cósmicos
un medio para transformar el concepto en un Activo.
"La causa de todos los equívocos ha de buscarse sólo en la
mujer' -éste es el lenguaje de los símbolos, no de la gramática
literaria. En consecuencia puede verse, después de meditar y
sopesar, que un varón que es un Pasivo-Activo, en vez de un
Activo-Pasivo, es una monstruosidad, un 'simio'. Una hembra
que es una Activa-Pasiva en vez de una Pasiva- Activa, como
debería ser, también es una monstruosidad, un 'simio': las
sufragistas, la mujerona que lleva los pantalones, muchas
intelectuales y mujeres en la vida pública; son una especie de
cualidad deficitaria. El diablo en el Fausto de Goethe dice: Ich
bin der Geist der stets verneint: 'Soy el espíritu que niega
siempre'; igualmente: Das ewige Weiblicheziet uns hiñan: 'El
eterno femenino se sirve de nosotros".
"Sí', la afirmación, o la respuesta activa; 'No', la negación o
condescendencia. Siempre una 'obstruye' a la otra, o vence a la
otra, la hace caer. Objetivamente, cualquier disminución de la
fuerza del 'sí' con relación al 'no', o viceversa, lleva a la
psicopatía; deben ser equilibradas y desde allí se obtiene el
sentimiento de igualdad.
"Tomen el centro mental: la parte pensante dice: 'Sí', la parte
motriz 'No'; la fuerza conciliadora dice 'mitad y mitad', y se
disuelve en un simple noúmeno o concepto; y potencialmente
un pensamiento objetivo -pero no del todo y por completo-, pues
tenemos tres centros, que deben funcionar de la misma manera;
y un gran 'Sí' contra un gran 'No' produce un gran sentimiento
-cuando los tres centros trabajan a la máxima vibración y en
armonía-".
"No hemos alcanzado ese estado.
"Aún tenemos que luchar contra las emociones negativas que
afectan la parte emocional de los centros intelectual y motor".
"Tomemos las sensaciones del centro instintivo-motor. Pueden
ser más o menos, afirmadoras o negadoras, agradables o
desagradables, necesarias para posibilitarnos ir por la vida,
como cuando se prueba un trozo de carne y nos damos cuenta
de que está 'malo' y el organismo lo rechaza. Lo mismo sucede
con el aire fresco y el aire viciado, con el frío y el calor; podemos
usar estos instintos positivos y negativos para ir por la vida con
el mínimo de incomodidad; y al movernos -cuando estamos
cansados de caminarnos sentamos o nos regresamos".
"El estado de aburrimiento es negativo; el aburrimiento empieza
cuando la mente se va, y afecta el aparato formatorio a través
del centro intelectual y el centro emotivo".
"Una emoción es realmente algo que sube y que baja, por
decirlo así. 'El amor del sentimiento evoca lo contrario'; y
podemos ver que esa alegría irreprimible, una excesiva
confianza, una cantidad superflua de alegría, compañerismo,
simpatía y así sucesivamente (que generalmente son
considerados como positivos) pueden convertirse fácilmente en
sus opuestos; pues habitualmente no tenemos emociones
permanentes o estables como deberíamos tener; y esto no es
posible en el estado ordinario de conciencia despierta, en donde
todos estamos. En torno a nosotros hay ejemplos de cómo el
amor se vuelve odio y celos, y cómo a causa de ello podemos
perder a quién o a lo que amamos".
"Alrededor y dentro de nosotros pueden verse emociones
negativas permanentes -en las manifestaciones de petulancia,
irritabilidad, vanidad, egoísmo, egolatría, presunción, jactancia y
así sucesivamente-; éstas son permanentes hasta que
despertamos y luchamos contra ellas 'subiendo por la cuesta
escarpada', cuando puedan ser transformadas gradualmente".
Gurdj ieffnos recordaba constantemente, en todas las formas,
que "dabbel también es necesario", pero que no debemos
permanecer pasivos y permitirnos ser esclavos de nuestra parte
negadora, nuestras emociones negativas, él decía que no
debemos volvernos esclavos de nuestra parte pasiva que se
representa mediante una mujer. Un hombre no debe ser
dominado por la mujer o por la amante. Varrón refiere que
Sócrates dijo: "los errores de una esposa deberían ser destruidos
o soportados. Al ayudarla a librarse de la falta, un esposo la
vuelve más agradable, y tolerando la falta se vuelve un mejor
hombre".
Cuando Alcibíades, que representaba a la vida ordinaria, le
preguntó a Sócrates por qué aguantaba a una mujer tan
regañona y de mala lengua como Jantipa, él respondió: "Al
soportarla en casa me acostumbro a ello, y hago con esto un
ejercicio que me posibilita, cuando salgo de casa, soportar la
ojeriza y los insultos que me lanza la gente".
Parte del entrenamiento de Gurdj ieff consistía en revelar y
desarrollar la parte activa en sus alumnos, y la parte pasiva en
sus alumnas; revelaba lo masculino en los hombres y lo
femenino en las mujeres. Los hombres debían aprender a ser
activos hacia sí mismos, hacia su propia inercia y debilidad, y a
ser activos en sus relaciones con otros hombres y mujeres; en la
medida en que la verdadera parte activa se desarrollaba, la
pasiva, la parte creativa, hace lo mismo; y, por consiguiente, la
parte conciliadora.
Es posible usar conscientemente un atributo, tal como la
vanidad, de manera especial y obtener beneficios de él. Todo lo
que está en contra del trabajo es negativo. La negatividad es
mecanicidad, inconsciente, y en consecuencia dañina.
Un escritor, muy conocido en Londres, un seguidor de Adler, me
dijo una vez: "Una de las cosas impactantes sobre el efecto de
la enseñanza de Gurdj ieff en sus alumnos es que los hombres
-al menos los que he
conocido- se vuelven más masculinos y las mujeres más
femeninas".
* **

En la primavera de 1925 regresé a Inglaterra para comprar


libros. Desde ahí a París, Viena, Berlín, también para comprar
libros y grabados antiguos. Después de arreglar mis asuntos de
negocios fui a Antibes de vacaciones, y de allí a Fontainebleau.
Gurdjieff me saludó:
"j Ah! Sr. Norteamérica, primero debe tomar baño turco y
librarse del olor norteamericano, luego podemos hablar".
"¡Pero yo no soy norteamericano, soy inglés!"
"Usted Sr. Norteamérica. Olor norteamericano, olor inglés, es lo
mismo, uno peor que el otro".
Y así, durante dos años, continuó dirigiéndose a mí como Sr.
Norteamérica, hasta que descubrí que quería que yo viera, por
un lado, que estaba adoptando inconscientemente una
personalidad norteamericana, y por el otro, que habiendo
reprimido previamente mis sentimientos ingleses, ahora estaba
empezando, al igual que un norteamericano, a sobre actuar en
cada ocasión. Esto formaba parte del proceso de mostrarme
cosas referentes a mí mismo, de manera que yo fuera capaz de
lograr una medida de individualidad verdadera que tomara el
lugar de mi personalidad siempre cambiante; una individualidad
fundamentada en una conciencia de mi propia significación.
En ese entonces, mayo de 1925, Gurdj ieff estaba casi
recuperado, aunque tenía problemas con sus ojos, y tenía que
descansar mucho más. También estaba aumentando de peso;

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en realidad, era más pesado y más grande en todas las formas
en el sentido del Ser; aunque, paradójicamente, estaba más
ligero -irradiaba más "luz"1-. La vid en el Prieuré seguía su curso
habitual, aunque se echaba de meno algunos rostros familiares.
Había baños turcos los sábados, ) comidas en el comedor inglés.
Las danzas en el Study House s habían reanudado, y de
Hartmann interpretaba tanto la música par las danzas como los
himnos y otras piezas de Gurdjieff. Nuevamente Gurdjieff nos
daba tareas en el bosque y los jardines, pero él mism; no
tomaba una parte muy activa. Reanudó sus viajes a su
apartament del Boulevard Pereire y sus sesiones en el Café de la
Paix. Y¡ conducía otro pequeño Citroen.
Ahora su tarea principal era escribir, y se aprovechaba de todo y
de todos para llevar adelante su meta de completar los Relatos
de Belcebú.Siempre llevaba consigo una provisión de cuadernos
baratos de ejercicios y lápices, y escribía en cualquier lugar y
en' cualquier momento: en su habitación, en el jardín, en el café
en Fontainebleau y en el Café de la Paix, y durante sus paradas
en sus recorridos por el país. Pero a menudo escribir constituía
un esfuerzo para él, y recurría a trucos para forzar a su
organismo a trabajar. Por ejemplo, solía llevar a dos o tres de
nosotros al café para conversar. El flujo de ideas empezaba y
sacaba su lápiz y papel y empezaba a escribir, mientras los
demás conversaban o permanecían sentados en silencio. En una
ocasión me pidió que me encontrara con él en el Café de la Paix
a las ocho, la mañana siguiente. Allí estaba, aparentemente
observando el flujo de tráfico y de gente. Me preguntó qué
quería beber. Dije: "Armagnac". Hizo el pedido, bebimos, y
comenzó a escribir. Durante dos horas escribió sin decir palabra,
salvo a intervalos para ordenar café o bebidas. A la una paró de
escribir.
"Ve usted", me dijo, "cuánto he hecho. Muy buen trabajo esta
mañana. Ahora lleve esto al Prieuré y pídale a la señora de
Hartmann que lo mecanografíe". Eso fue todo. Todo el tiempo
que estuve sentado allí era como si yo hubiese sido cargado con
electricidad, magnetizado con energía proveniente de Gurdjieff;
como si una fuerza hubiera pasado entre nosotros. Aunque me
sentí apático y cansado cuando llegué, y me senté durante dos
horas sin hacer aparentemente nada, ahora estaba cargado
hasta el tope con una energía burbujeante, como una batería.
En realidad, hice un esfuerzo para estar activo interiormente-no
pasivo e impaciente-. También aprendí algo: recordé lo que un
rishi de la India me dijo: que para un maestro era posible
enseñar a un alumno sin decir una palabra. "Hay ocasiones en
que es necesario no hacer nada -pero no estar ocioso-", como
dice un proverbio chino.
No hubo gente nueva en el Prieuré ese verano. Orage llegó poco
después de mí, y uno o dos regresaron de Norteamérica más
tarde. Y no paraba de llover; fue uno de esos veranos húmedos
del norte de Francia cuando todo está siempre mojado; nubes y
lluvia tibia, semana tras semana, con ocasionales horas de
cálido sol, como un verano húmedo en Inglaterra o en Long
Island, Estados Unidos.
Una húmeda mañana, Orage y yo estábamos sentados en el
comedor ruso tomando una taza de té. Gurdjieff entró, luciendo
muy apuesto con un traje gris de tela delgada, y llevando un
bastón. Se detuvo, se sentó en la mesa y encendió un cigarrillo.
Entonces comenzó a hablar sobre el accidente. Dijo que era su
costumbre, cuando conducía por ese sector de la ruta de París a
Fontainebleau, sacar su mano por la ventanilla y coger una
manzana de una hilera de árboles plantados allí. En esa ocasión,
cuando lo hizo, la rueda del auto debió haber chocado contra
algo, pues no recordaba nada más. Dijo que debía haber tomado
inconscientemente un cojín del automóvil colocando su cabeza
en él para evitar que la sangre subiera hacía ella. Del resto del
relato no pude sacar
nada en claro. Hablaba en parábolas, transmitiendo algo a
Orage. Luego
108de una pausa, en que encendió otro cigarrillo, prosiguió:
"Usted sabe, Orage, cuando da algo a un hombre, o hace algo
por él, la primera vez se arrodillará y besará su mano; la
segunda, se quita el sombrero; la tercera, hace una venia; la
cuarta, lo adula; lá quinta, inclina la cabeza; la sexta, lo insulta,
y la séptima lo demanda por no darle lo suficiente". Luego,
mirándome, dijo: "Sabe, Orage, debemos pagar por
todo" (Juego de palabras entre el adjetivo inglés lighl (ligero, liviano), y el
sustantivo light (luz) |N. deIT. |)
Cuando se fue, pregunté a Orage qué quería decir.
"Probablemente nos estaba atacando por no saber cómo dar",
me dijo. "Parece que ninguno de nosotros todavía lo aprende.
Quizá Gurdjieff mismo tuvo que aprender cómo dar".
Orage siempre estaba emanando amor hacia la gente; yo, de
miedo, siempre me restringía. A uno de sus alumnos más
antiguos, no,a Orage, Gurdjieff le dijo un día: "Usted me quiere
demasiado. Cuando me deje sufrirá, pues me quiere
demasiado".
Reflexionando sobre lo que Gurdjieff dijo, empecé a ver que hay
que pagar por todo, hasta por la salvación. Jesús dijo: "Ustedes
no saldrán adelante antes de haber pagado hasta el último
céntimo". Pues literalmente todo lo que tenemos alguien ha
tenido que pagarlo, en esfuerzos, en sudor, o en sufrimientos o
luchas de algún tipo. V| debemos aprender cómo pagar nuestras
deudas, aprender incluso a pagar con dinero por nuestra
salvación. Existe un viejo provervio inglés:
• Lo que poseía lo perdí, Lo que tenia lo gasté, Lo que di lo
conservé.
Consultado acerca de cómo lo había afectado el Comunismo, ui
ruso dijo: "Antes de la revolución, una hogaza de pan era sólo
una hogaza de pan que provenía de una tienda. Ahora cuando
veo una hogaza de pan también veo a los campesinos luchando
en el frío y la lluvia y bajo el cálido sol para sembrar y cosechar
el grano; veo los molinos moliéndolo y a los panaderos
horneando la masa; me doy cuenta de todo lo que hace falta
para hacer una hogaza de pan". Sin embargo, no se necesita
una revolución para posibilitarnos ver y percibir la realidad. „
A principios de ese año Gurdjieff introdujo "La ciencia del_
Idiotismo" y el ritual de brindar por los idiotas. Al principio
parecía ser una manera de animar las comidas y hacerlas más
interesantes. Pero pronto uno se dio cuenta de que aquello
representaba algo muy serio y profundo para el estudio de sí
mismo y de otros. Gurdjieff usaba el término "idiotismo" en
parte en el sentido del griego antiguo y en parte en el del inglés
medieval. Hasta la época de Donne, el idiotismo significaba el
lenguaje o la lengua propia de un país; el carácter peculiar o el
genio de un lenguaje, o una desviación de sus estrictas reglas
sintácticas. Donne escribió en 1631: "Es el lenguaje e idiotismo
de la Iglesia de Dios el que tiene que ser creído como Artículo
de Fe..." En 1440, Capgrave escribió: "Seanhonestos como doce
idiotas, dijo San Agustín. Se refería a los doce apóstoles, pues
ellos eran iletrados". Jeremy Taylor habla de "Los santos idiotas
inocentes o la gente llana y simple del pueblo". En griego
"idiota" significaba persona particular, y alguien que poseía algo
propio. Pero Gurdjieff atribuía al término otro significado más
profundo. Su comprensión de la psiquis humana era tal que
cuando nominaba a una persona con su "idiota" especial parecía
casi milagroso, pues daba a los otros una clave para entender el
patrón de su comportamiento, aunque a veces a ésta le tomaba
mucho tiempo reconocer esto por sí misma. Gurdjieff decía que
la ciencia del idiotismo era un espejo en donde un hombre podía
verse a sí mismo. No todos tenían derecho a ser incluidos en
una de las veintiuna categorías. Aparte de los brindis, durante el
trabajo diario podía llamar a una persona idiota, doorak, en el
sentido opuesto, queriendo decir que era insensato.
Aunque en el Prieuré había hombres y mujeres "representantes
del arte contemporáneo", como Gurdjieff los llamaba, y del arte
en su máxima expresión como lo entendemos, de la música, de
la pintura, del diseño, del canto, de la literatura, no recuerdo ni
una sola discusión. No porque estuviera prohibido, sino que
carecía de importancia comparado con nuestro propósito allí. En
el ala oeste había una espléndida biblioteca de paneles de roble,
una de las bibliotecas más curiosas que haya conocido: no
contenía un solo libro.

El único libro que leí en Fontainebleau fue el Bhagavadgita. En


la India yo había conocido a Annie Besant, quien me habló sobre
el Gita y la abundante literatura india, de la cual yo nunca había
oído. Después, Orage habló de las maravillas del Mahabharata,
siendo el Bhagavadgita una de las muchas partes de esa gran
obra. Sin embargo, hasta que estuve en el Prieuré y me
prestaron un ejemplar nunca lo había visto. Fue una revelación.
Lo leí una y otra vez; y desde entonces fue para mí una fuente
de ayuda y de iluminación. También me sirvió de introducción al
Mahabharata, el cual, efectivamente, leí de principio a fin al
menos dos veces.
El Bhagavadgita llegó en un momento en que mi mente y mis
sentimientos, gracias al sistema, estaban empezando a abrirse.
Mi desilusión con la religión institucional y su moralidad estéril
me hizo imposible continuar la lectura de la Biblia. Cuando,
tiempo después, libre de las viejas asociaciones, fui capaz de
leerla, su enseñanza volvió con toda su simplicidad y
profundidad y con I renovada fuerza. Comencé a comprender
cosas que hasta entonces habían sido incomprensibles.
Proverbios que había oído cientos de veces mecánicamente
comenzaron a tener una verdadera I significación. Lo mismo con
los proverbios de los maestros chinos, Lao Tse por ejemplo; con
la poesía sufí, con las enseñanzas gnósticas, con Sócrates y
Platón, y con los egipcios. En Some Sayings ofthe Buddha2, se
encuentra una descripción
110casi exacta del estado de "Recuerdo de Sí" tal como lo
entendemos. La medida de comprensión que fui capaz de
obtener de la antigua sabiduría ha sido uno de los resultados del
sistema de Gurdjieff.
Reconozco ahora que mucho le debo a la sencilla fe de mi
padre. Cuando joven abandonó la iglesia Anglicana y se unió a
los Metodistas de Wesley-la religión del hombre número uno que
llenó su vida con una especie de felicidad interior- No dudaba
que la forma de religión Wesley era la mejor que podía existir, y
que al seguirla un día llegaría a las mansiones celestiales. Mi
padre era Gurdjieff era un hombre religioso, al igual que Orage
-no ortodoxo, sino en esencia-. Un día durante el almuerzo
hablaba acerca de cómo las enseñanzas y la imagen de Jesús
habían sido distorsionadas. Dos de las visitantes de aquel día
eran inglesas, que hablaban con bastante sentimentalismo
sobre "Jesús y su amor". Gurdjieff dijo: "Odio su Jesús, pobre
niño Judío" -con el énfasis puesto en "su"-.
Cenando un día nos dijo: "Una cosa importante. El hombre no
puede permanecer por mucho tiempo en un solo estado
subjetivo. Muchísimas cosas pueden surgir de un estado
subjetivo. Ustedes nunca pueden conocer el estado subjetivo de
otro; el estado subjetivo de dos personas nunca es el mismo,
pues los estados subjetivos son como huellas digitales,
diferentes para cada persona. Y nadie puede explicar a otro su
estado subjetivo. Un hombre no sabe realmente porqué está
furioso con usted. Usted puede decir, 'El no está furioso
conmigo, su estado está furioso conmigo'. Recuerden esto, y
nunca respondan con su interior, lo cual es consideración
interna, y no guarden asociaciones de venganza y
resentimiento. Los buenos deseos pueden ser efectivos a
grandes distancias, y los malos deseos también".

(Un Traducido por lí L. Woodward, Oxford, 1925 y 1939.)

Había estado escribiendo en el jardín, y vino hasta las mesas


donde algunos de nosotros estábamos sentados, fuera del
comedor. Empezó a hablar sobre Triamazikamno, la Ley de Tres,
de las tres fuerzas, de los tres principios. La única cosa que
recuerdo de esta charla fue su referencia a los antiguos
Tolositas. Posteriormente, al discutir esto, uno de los alumnos
dibujó el diagrama de un símbolo de la catedral de Tolosa.
Puede ser visto en algunas iglesias inglesas.
Cuando lo estudiamos, vimos la conexión entre el diagrama y el
Credo de Atanasio. El Credo es un discurso sobre la Ley de Tres
-al menos la primera parte-y el diagrama es un símbolo de lo
que es mucho más antiguo que la cristiandad. Y ahora el Credo
tomaba un significado totalmente diferente al significado literal
que uno había oído durante la niñez -que todos los que no creían
en él, en el sentido de la Iglesia, estaban realmente condenados
a sufrir en el infíerno-El Credo dice:Aquél que quiera su
salvación: ante todo es necesario que abrace 1 Fe Católica.
Menos aquél que no mantenga la Fe íntegra e impoluta: éste si
duda perecerá eternamente.
Y la Fe Católica es ésta: Que veneremos a un Dios en Trinidad, y
la Trinidad en Unidad:
No confundir a las Personas: Ni dividir la Substancia.
Pues hay una Persona del Padre, otra del Hijo: y otra del Espíritu
Santo.
Pero el Dios del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo es todo uno:
La Gloria igual, la Majestad coeterna. Tal como el Padre, es el
Hijo: y tal es el Espíritu Santo. El Padre increado, el Hijo
increado: y el Espíritu Santo increado. El Padre incomprensible,
el Hijo incomprensible: y el Espíritu Santo incomprensible.
El Padre eterno, el Hijo eterno: y el Espíritu Santo eterno.
Y, sin embargo, no hay tres eternos, sino un eterno.
Como tampoco hay tres incomprensibles, ni tres increados: sino
un increado, y un incomprensible.
De la misma manera que el Padre es Todopoderoso, el Hijo es
Todopoderoso: y el Espíritu Santo Todopoderoso.
Y, sin embargo, no hay tres Todopoderosos: sino un
Todopoderoso.
Así, como el Padre es Dios, el Hijo es Dios: y el Espíritu Santo es
Dios.
Y, sin embargo, no hay tres Dioses: sino un Dios. De la misma
manera que el Padre es el Señor, el Hijo es el Señor: y el Espíritu
Santo es el Señor Y, sin embargo, no hay tres Señores: sino un
Señor. Pues así es como somos obligados por la verdad
Cristiana: a reconocer a cada Persona por sí misma como Dios y
Señor:
Así, nos es prohibido por la Religión Católica: decir, hay tres
Dioses, o tres Señores.
El Padre está hecho de ninguno: ni creado ni engendrado. El Hijo
es sólo del Padre: no hecho, no creado, sino engendrado. El
Espíritu Santo es del Padre y del Hijo: ni hecho, ni creado, ni
engendrado, sino procedente de Ellos.
Así, hay un Padre, no tres Padres: un Hijo, no tres Hijos: un
Espíritu Santo; no tres Espíritus Santos.
Y en esta Trinidad ninguno está antes, o después de otro:
ninguno es más grande ni menos que el otro:
Sino que las tres Personas son juntas coeternas: y mutuamente
iguales. Así en todas las cosas; como se ha dicho anteriormente:
la Unidad en Trinidad, y la Trinidad en Unidad han de ser
veneradas.
Aquí hay una declaración precisa, en el lenguaje de la Iglesia, de
"La Santa Afirmación, La Santa Negación, La Santa Conciliación",
que, en los Relatos de Belcebú, se describe en el lenguaje de la
ciencia objetiva. Quienquiera que haya sido el autor del Credo,
comprendía la Ley de Tres; aunque tenia que interpretarla en el
lenguaje religioso de la

112
época. Hasta el nombre Atanasio se deriva de "en contra de" o
"no" muerte; thanatos, muerte: 'a', no. La Ley de Tres tiene que
ver con la lucha que se produce entre las fuerzas activas y
pasivas, tanto en el universo como en nosotros mismos, la lucha
y la conciliación, cuyo resultado puede cristalizar algo en
nosotros, transubstanciar algo, sobre lo cual la muerte mecánica
no tiene dominio. La muerte perderá su ponzoña, y la tumba no
triunfará. De nuevo, no es sólo poesía, sino algo práctico, un
proceso psicológico.
Uno de nosotros dijo: "Fui educado en la religión cristiana, y
siempre me impresionó la diferencia entre los que hablaban de
las enseñanzas de Jesús y se llamaban a sí mismos cristianos, y
su conducta". Gurdjieff replicó: "Esta cuestión del cristianismo
es muy importante. Hablando en general, hay tres tipos de
cristianos: quien quiere ser cristiano, quien quiere poder llegar a
serlo y quien lo es. Sólo el tercero puede vivir según las
enseñanzas de Jesucristo con su esencia así como con su mente.
Un pre-cristiano es alguien que sigue los preceptos cristianos
sólo con su mente; un no-cristiano, un pagano, no puede
seguirlos con la mente o con la esencia".
Uno de los ayudantes de cocina había entrado clandestinamente
a escuchar la charla en vez de cumplir con su tarea. Al
reprenderlo, Gurdjieff le dijo: "Tu tarea está ahora en la cocina.
Si descuidas las tareas de la vida, descuidarás este trabajo.
Debes tratar de hacer todo bien, en todas las circunstancias.
Aquellos que se ayudan a sí mismos en la dirección correcta
recibirán ayuda. Al luchar por hacer todo bien ayudaremos al
trabajo, al maestro y al grupo". No pude captar todo lo que
siguió, pero escuché: "Recuerda lo que escribí en Belcebú, 'Si se
trata de tomar, toma. Cada vez que hago algo, lo hago
abundantemente".
***

Regresé a Nueva York en noviembre y trabajé con los grupos


durante el invierno y principios de la primavera. El verano
siguiente, en 1926, estuve de nuevo en el Prieuré. Se colocó un
pequeño órgano en el salón, y todos los días de Hartmann
interpretaba música de Gurdjieff. Al escucharla en el órgano uno
recibía una comprensión fresca de ella. Gurdjieff compuso
muchas piezas nuevas ese verano y otoño, y fueron arregladas
por de Hartmann. Entre ellas había música de Pascua y Navidad:
"La Santa Afirmación, la Santa Negación, la Santa Conciliación",
e "Himnos de un Gran Templo". Se tocaba música casi todas las
tardes y todas las noches. Todos ios que podían dejaban su
trabajo, iban al salón y se sentaban silenciosamente. En los
fines de semana, cuando usualmente había una gran
concurrencia, de Hartmann tocaba varías piezas. Algunas de
ellas conmovedoras hasta el punto de ser casi intolerables, y las
lágrimas corrían involuntariamente por nuestras mejillas; uno
tenía que recordarse de sí mismo con todas sus fuerzas para no
verse obligado a salirse. De Hartmann decía que él mismo sabía
que algunas de las piezas eran muy

113
difíciles de interpretar. Una de las piezas estaba hecha de
acordes lentos y solemnes de una fina armonía celestial, y en
los armónicos uno podía oír una especie de canto gozoso como
la voz de un serafín. Yo nunca había oído nada como estos
himnos de Gurdjieff, salvo tal vez alguna de la música religiosa
muy antigua que puede oírse en Notre Dame, y alguna de Bach,
quien a veces toca el centro emocional superior.
Al escuchar la música, uno podía observar en sí mismo tres
diferentes procesos que se daban simultáneamente: uno en el
centro intelectual, otro en el centro emocional, y aun otro en el
centro instintivo.
Uno recordaba a la señora Vivitskaia en la historia del príncipe
Lubovedsky de Encuentros con Hombres Notables. Ella viajaba
por Asia Central con el grupo de Gurdjieff. Habían estado en un
monasterio y habían oído una música que les despertó un gran
interés y los conmovió profundamente. Al día siguiente, cuando
estaban marchándose, le preguntaron por qué su dedo estaba
vendado. "Fue esa maldita música", dijo. El efecto sobre ella fue
tan poderoso que no pudo dormir. Se había mordisqueado el
dedo, perpleja por el efecto que la música le había causado.
Hubo una lectura de Relatos de Belcebú, del capítulo sobre el
Purgatorio, en el salón, después de almorzar en el comedor
inglés. En respuesta a una observación de alguien, Gurdj ieff
empezó a hablar sobre los "ángeles tontos", y dijo que si un
hombre trabaja sobre sí mismo y se libra de elementos
indeseables, será mejor que un ángel, un ser con más
comprensión y experiencia. Uno de nosotros, que quizá había
bebido un vaso de Armagnac de más, hizo una pregunta y
comenzó a hacerse un poco el sabihondo. Gurdjieff, dirigiéndose
a él, lo reprochó por no tratar de comprender, lo que, por
asociación, trajo a mi memoria un pasaje de la Pistis Sophia.
Andrés le decía a Jesús: "No te enfades conmigo, sino ten
paciencia y revélame el misterio; es para mí difícil y no
comprendo". Jesús dijo: "Bien, pregunta y te explicaré
claramente". "Es un asunto prodigioso para mí", dijo Andrés.
"Cómo los hombres del mundo y en el cuerpo de esta materia, si
salen del mundo, pasarán a través de estos firmamentos y
soberanos, señores, dioses, grandes invisibles y entrarán al
Reino de la Luz". Jesús dijo con enojo: "¿Cuánto tiempo tendré
que soportarte? ¿Eres tan ignorante que aún no comprendes?
¿No sabes que tú y los ángeles y arcángeles, los dioses y los
señores y los soberanos, y los grandes de la emanación de la
Luz, y toda su gloria, están hechos de la misma pasta, materia y
substancia -todos ustedes son de la misma mezcla... pero los
grandes, al purificarse a sí mismos, no han sufrido ni se han
afligido...- Pero tú, tú eres el desecho de todos ellos, y sufres y
estás afligido al ser vaciado dentro de diferentes clases de
cuerpos en el mundo. Ahora, Andrés, y todos ustedes, cuando se
hayan purificado a través de sus sufrimientos, subirán a! Reino
de la Luz, y si alcanzan la región del gran Señor de la Luz, serán
reverenciados entre ellos porque ustedes son el desecho de su
materia y se han vuelto más puros que
114todos ellos".
Esto también ayuda a explicar lo que Gurdjieff nos decía
constantemente: que éramos la merde de la merde.
Attar, en La Conferencia de los Pájaros dice: "Cuando el alma
estaba unida al cuerpo era parte del todo; nunca ha habido un
talismán tan maravilloso. El alma tiene una parte de lo que es
superior y el cuerpo una parte de lo que es inferior; fue formado
de una mezcla de basta arcilla y de puro espíritu. Con esta
mezcla el hombre se volvió el más sorprendente de los
misterios".
El poeta sufí, Jalali, dice: "Si eres bastante bueno para ser un
hombre, eres demasiado bueno para ser un ángel. Las razas de
Adán provenientes de blanqueado polvo son santuarios que los
ángeles veneran".
A Dante, antes de ascender a la montaña del Purgatorio, se le
dice que debe limpiar su rostro de las lágrimas que derramó en
el Infierno; y Virgilio lava su rostro con rocío. El primer deber del
penitente al ir al Purgatorio es la alegría; al haber visto su
pecado y al haberlo reconocido, debe sacarlo de su mente y no
debe hundirse en la autocompasión y el autorreproche, que son
formas de egotismo.
Un alumno, que hablaba de la dificultad para despertar el
interés de la gente por las ideas de Gurdjieff, se refirió al
"Caronte" de Luciano. Caronte dice: "A pesar de que sus vidas
sean breves como las hojas, Hermes, mira cómo luchan entre sí
para tener poder, honor y posesiones, aunque tienen que
dejarlo todo atrás y están predestinados a tomar nuestra barca
sólo con un óbolo para la tarifa. Ahora que estamos en estas
alturas, ¿no crees que sería bueno que les diéramos una dura
advertencia diciéndoles que cese su afán inútil y que luchen
para mantener la realidad de la muerte siempre frente a ellos?
Yo gritaría: '¡Oh, hombres necios, ¿por qué luchan tras esas
cosas vanas? Detengan esos esfuerzos y afanes. ¿Van a vivir por
siempre? Estos honores y riquezas no son duraderos, ni ustedes
los pueden llevar consigo. Ustedes partirán desnudos, ¡dejando
a otros sus casas y tierras!' ¿No crees que si yo les gritara esto
les ayudaría a existir más sabiamente?"
Hermes: "¿No ves a qué los ha llevado su modo de vida
anormal? Ni siquiera con un taladro destaparías sus oídos. Ellos
los han taponado con la cera que usaban Ulises y sus amigos
contra los cantos de sirena, y no escucharían aunque gritaras
hasta reventar. Lo que el Leteo hace en tu averno, se hace en la
tierra por ignorancia. Muy pocos se abstienen allí de sellar sus
oídos, para poder comprender la realidad de las cosas".

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Un proverbio persa dice: "El hombre sabio comprende al necio,
porque él una vez fue necio; pero el necio no comprende al
sabio, ya que nunca fue sabio".
Y hay otro dicho persa: "¡Arriba! ¡Arriba! Sólo queda una breve
vida, el camino es largo y en la ilusión estás sumergido".
Gurdjieff hablaba a menudo sobre la necesidad de subsanar el
pasado: no permanecer en él y entregarse a un inútil
autorreproche, sino sentir un idioma inglés de los siglos XII al
XV3, es Ayenbite of inwit -el "morder de nuevo del conocimiento
interior, de la comprensión"-. Comparar el francés remorare
-"morder de nuevo"- lo contrario de calmarse a sí mismo.
Dijo a un alumno: "Las alegrías pasadas son inútiles para un
hombre en el presente; son como las nieves del año pasado, que
no dejan traza alguna para que puedan ser recordadas. Sólo las
huellas del esfuerzo consciente y del sufrimiento voluntario son
reales y pueden ser usadas en el futuro para obtener el bien".
En otra ocasión dijo: "Un hombre cosecha lo que siembra. El
futuro se determina por las acciones del presente. El presente,
sea bueno o malo, resulta del pasado. Es deber del hombre
prepararse para el futuro a cada momento del presente, y
corregir lo que ha sido hecho incorrecto. Esta es la ley del
destino. ¡Alabada sea la fuente original de todas las leyes!" A
alguien que se quejaba de que nunca nada era como
lógicamente debía ser, le dijo: "Toda satisfacción está
acompañada de una insatisfacción".

Al hablar de la necesidad de ayudarse entre sí, dijo:


"Usualmente conocemos a los otros mejor de lo que ellos se
conocen, en consecuencia, la ayuda mutua se hace necesaria y
provechosa. Pero a menudo el amor propio y el orgullo nos
impiden aprovechar cuando se nos señalan nuestros defectos y
debilidades, pues a menudo nos negamos o tratamos de
justificarnos".
"En todas nuestras acciones debemos luchar para conseguir lo
que es útil para los demás y agradable para nosotros mismos".
Hablaba a menudo sobre "los desafortunados que a veces se
volvían afortunados". A propósito, Lao Tse relata: "Un anciano
vivía con su hijo en una vieja fortaleza abandonada en una
colina. Un día, su caballo, del que dependía, se extravió y se
perdió. Sus vecinos vinieron y le expresaron su solidaridad ante
su mala suerte. '¿Cómo saben que esto es mala suerte?' les
preguntó. Unos días después su caballo apareció, junto con
algunos caballos salvajes, que fueron domados por el anciano y
su hijo. Esta vez, los vecinos lo felicitaron por su buena suerte.
'¿Cómo saben que es buena suerte?' preguntó el anciano. Y
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mientras esto sucedía, su hijo, que cabalgaba uno de los
caballos, fue derribado y quedó permanentemente lisiado. Sus
vecinos le dieron sus condolencias, y de nuevo hablaron de su
continua mala suerte. '¿Cómo saben que es mala suerte?' les
preguntó. Poco después, estalló la guerra; y el hijo, a causa de
su invalidez, no pudo ir".

Habíamos estado hablando entre nosotros sobre la electricidad y


el magnetismo, o el magnetismo animal, y cómo unas personas
tienen más magnetismo animal que otras. Cuando uno de
nosotros le preguntó a Gurdjieff sobre esto, dijo: "Hay dos
substancias en el hombre, la substancia de los elementos
activos del cuerpo físico y la substancia hecha de los elementos
activos de la materia astral. Al mezclarse las dos, se forma una
tercera substancia. Esta tercera substancia es una mezcla; se
junta en ciertas partes de un hombre y forma una atmósfera en
torno a él al igual que se forma una atmósfera en torno a un
planeta. Las atmósferas alrededor de los planetas están
ganando o perdiendo substancia continuamente a causa de
otros planetas circundantes. El hombre está rodeado de otros
hombres así como los planetas están rodeados de otros
planetas. Cuando, dentro de ciertos límites, dos atmósferas se
encuentran -siempre que las atmósferas sean afines- se produce
un contacto entre ellas y ocurren resultados válidos: algo fluye;
la cantidad de atmósfera es la misma, pero la calidad cambia".
"Un hombre que ha trabajado sobre sí mismo y comprende,
puede controlar su atmósfera. Es como la electricidad, tiene
partes positivas y negativas; y una parte puede hacerse fluir
como corriente. Todo tiene electricidad negativa y positiva. En el
hombre, los deseos y los no- deseos son positivos y negativos.
El material astral siempre se opone al material físico o materia".

"Antiguamente, los sacerdotes, los verdaderos sacerdotes,


sabían cómo usar el magnetismo, y eran capaces de curar
enfermedades bendiciendo con las manos. Algunos sacerdotes
colocaban sus manos sobre una persona enferma, otros podían
curar a corta distancia, otros a largas distancias. Un sacerdote
era un hombre que poseía la tercera substancia, la substancia
mixta, y podía usarla para curar a otros".
"Un sacerdote era un magnetizador. Jesucristo fue uní
magnetizador. Las personas enfermas tienen una deficiencia de
esta substancia mixta, magnetismo o 'vida'. Esta substancia
mixta puede ser vista cuando está concentrada. Existe un aura,
un halo o un nimbo. Aún puede ser visto por algunos en ciertos

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lugares sagrados y en ciertas iglesias: y a veces en torno a
ciertas personas. Mesmer redescubrió el uso de esta
substancia".
Alguien preguntó: "¿Cómo podemos nosotros usar esta
substancia?" Gurdjieff. "Para ser capaz de usarla, primero deben
tenerla en sí mismos. Adquirirla, es lo mismo que adquirir
atención, mediante el esfuerzo consciente y el sufrimiento
voluntario; es decir, haciendo pequeñas cosas voluntariamente,
conscientemente. Comiencen haciendo alguna cosa pequeña
que deseen hacery que ahora no son capaces de hacer. Al
realizar este esfuerzo y hacer, adquirirán magnetismo". (U-ngua
Miálk lingMQt del 'i)

Gurdjieff habló sobre aprender a representar papeles, pero uno


debería empezar con algo muy pequeño y simple. El mismo era
un maestro de tal técnica. Con los profesionales, por ejemplo,
podía desempeñar el papel de un hombre sencillo, casi
desprovisto de inteligencia, y de esta manera desarmarlos. Una
vez, dos psicólogos ingleses fueron al Prieuré de paso a una
conferencia en Ginebra, supuestamente para conocer las
opiniones de Gurdjieff sobre las diversas escuelas. Eran
conocidos de Ouspensky. Gurdjieff les ofreció un almuerzo
estupendo, pero cada vez que le hacían una pregunta, la
desviaba con un chiste. Después de almorzar los llevó a pasear
por ia propiedad y de vuelta al Study House, haciendo chistes y
comportándose como un excéntrico. Yo estaba de pie junto a la
puerta, y me preguntó: "¿Qué día es hoy?" Dije: "Martes". Se
volvió hacia ellos con una sonrisa: "¡Imagínense! Dijo martes, y
todo el tiempo, yo pensaba que era miércoles". Y los condujo al
Study House. Los hombres estaban perplejos. Cuando se
marcharon, su actitud cambió. "Ahora", dijo, "me dejarán en paz
para dedicarme a mi meta".
Otro aspecto de Gurdjieff era su habilidad, por un lado, para
hacerse casi invisible, y por el otro, aparecer como uno de los
rishis, irradiando energía. Cuando a los visitantes se les
mostraban los terrenos a veces pasaban a su lado sin apenas
verlo, como un norteamericano que me habló de lo maravilloso
que debía ser el señor Gurdjieff y que le gustaría conocerlo. En
ese preciso momento Gurdjieff pasó y entró a la casa. "Ese es el
señor Gurdjieff" le dije. "¡Caramba!" Dijo, "¿no es eso extraño?
Hablé con él en el jardín y pensé que era el jardinero".
En la vida ordinaria la gente desempeña papeles
inconscientemente. Gurdjieff los desempeñaba
conscientemente, y los que trabajaban estrechamente con él
usualmente sabían cuando estaba desempeñando un papel.
En su "Carta a un Derviche", escribió: "El signo de un hombre

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perfeccionado y su particularidad en la vida ordinaria debe ser
que, con respecto a todo lo que sucede fuera de él, es capaz, y
puede, como una acción valiosa, desempeñar a la perfección
externamente la parte correspondiente a la situación dada; pero
al mismo tiempo nunca debe involucrarse o estar de acuerdo
con ella. Yo también, en mi juventud, como ustedes más o
menos saben, con el convencimiento de esta verdad, trabajé
mucho sobre mí con el propósito de alcanzar una bendición que
yo creía predestinada por el Cielo; y después de enormes
esfuerzos y de continuo rechazo de casi todo lo merecido en la
vida ordinaria, finalmente logré un estado en el que nada del
exterior podía realmente tocarme internamente; y, en lo que se
refiere a la actuación, llegué a tal perfección como nunca había
sido soñado por la gente culta de la antigua Babilonia, para los
actores en el escenario".

Gurdjieff nunca dejaba pasar nada de lo que hacíamos o


decíamos en momentos de olvido. Si estaba presente cuando
esto sucedía, la agarraba en el acto; y si le contaban el
incidente, solía esperar una oportunidad para "hacernos pasar
las de Caín" en la presencia de los demás. Yo había hecho a
alguien una observación tonta y petulante a propósito de
Gurdjieff. Tres días después me encontraba en el Study House,
sentando sobre los espléndidos tapices con él, Stjoernval, de
Hartmann y otros. Estábamos tomando café. El me dijo: "Repita
lo que usted dijo a tal y tal el otro día". Me di cuenta al instante
de lo tonto que había sido en un momento de olvido. Sentí una
inmensa resistencia para reconocer que había actuado como
alguien irresponsable. Me preguntó de nuevo, sonriendo. Pero yo
guardaba silencio y sufría. Entonces me dijo: "Si lo hace, Foma
(de Hartmann) le tocará cualquier pieza que usted desee".
Después de una lucha, repetí aquello, vencido por la
humillación. Gurdjieff sonrió y dijo: "¿Qué desea?" Respondí: "Un
fragmento de un Himno Esenio". Le hizo un gesto a de
Hartmann, que se dirigió al piano y lo interpretó. El incidente me
golpeó tan fuerte en el plexo solar que nunca lo olvidé.
Una vez, en un momento difícil, cuando yo trataba de enfrentar
una situación que me involucraba a mí, a Gurdjieff y a tres
mujeres, le pregunté: "¿Por qué les permite quedarse aquí
cuando dicen semejantes cosas sobre usted, cuando se le
oponen en todas las formas?"
Gurdjieff respondió: "Usted no comprende; ellas no dicen lo que
realmente sienten. Los hombres son lógicos, las mujeres no
lógicas. Usted se equivoca porque espera que una mujer
1
6
1
reaccione como reaccionaría un hombre. Los hombres son
hombres. Las mujeres son mujeres. Otra cosa: a veces es
necesario tener alrededor suyo a gente que le desagrada. Si
gente siempre agradable, a usted le gusta -no incentivo para
trabajar-. ¡Estas mujeres le dan muy buena oportunidad para
trabajar, y yo también debo hacer esfuerzo!"
Como de costumbre, Gurdjieff tenía razón. Fue una falta de
comprensión de mi parte. La paciencia y su trabajo hicieron de
ellas muy buenas alumnas.
En el Pilgrim's Progress, Cristian y Fiel se encuentran con
Hablador, quien comienza a discutir con ellos los misterios de la
religión. Al final Fiel le dice a Hablador: "Si un hombre tiene todo
el conocimiento, puede seguir siendo nada, y de este modo no
es hijo de Dios. Cuando Cristo dijo a sus discípulos: '¿Saben
todas estas cosas?' Y ellos respondieron: 'Sí', El añadió:
'Benditos sean si las saben'. Pues existe un conocimiento que no
se alcanza haciendo. Un hombre puede saber lo que sabe un
ángel y sin embargo, no ser cristiano... Hay un conocimiento que
permanece en la simple especulación de las cosas, y hay un
conocimiento que está acompañado con la gracia de la fe y del
amor que coloca a un hombre por encima al hacer la justa
Voluntad de Dios desde el corazón. 'Dame comprensión para
que guarde tu ley y la cumpla con todo el corazón". (Salmo 119,
34)
Hablador, furioso, los abandona y se va.
Durante ese verano, Gurdjieff estuvo escribiendo notas sobre los
capítulos de Ashyata Sheyimash, y una noche empezó a
hablarnos, especialmente a Orage, sobre la Fe, la Esperanza y el
Amor conscientes, particularmente sobre este último. Luego
Gurdjieff fue a su habitación temprano, como lo hacía a
menudo, para descansar y a veces invitaba a gente a conversar.
En esa ocasión le pidió a Orage que fuera. Al día siguiente,
Orage me dijo: "Lea esto. Anoche conversé con Gurdjieff durante
mucho rato y después me fui a mi habitación y escribí hasta las
cuatro de la mañana. Este es el resultado". Era el borrador de un
ensayo "Del Amor" -los tres tipos de amor que afectan las
relaciones entre hombres y mujeres-. Era la cosa más
interesante que yo había leído sobre este tema universal, y lo leí
y releí. Más tarde fue publicado en el Atlantic Monthly. Cuando
Orage regresó a Inglaterra quiso publicarlo allí, y como ningún
editor lo aceptó, yo pagué por su publicación en forma de libro,
en Londres. Desde entonces ha tenido varias ediciones 4. Es una
piedra preciosa; aunque, para la mayoría, un ideal casi

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6
2
4
DelAmar y Oíros \insctyos, I !A. Gancsha, Caracas,
1995.inalcanzable. Este breve ensayo, aparte de lo que está
escrito en Relatos de Belcebú, que está en una categoría
diferente, es el único estudio moderno publicado sobre la
posibilidad de alcanzar un estado de amor consciente entre
hombres y mujeres. Aun quienes están felizmente casados
pueden aprender algo de él.
En respuesta a una pregunta sobre el segundo alimento, el airt
Gurdjieff dijo: "El aire tiene dos partes, una que evoluciona y otn
que involuciona. Sólo la parte que involuciona puede vivificar ei
'Yo'. Actualmente, esta parte que involuciona sólo sirve para
propósitos cósmicos
generales. Sólo cuando tengan en sí mismos un deseo
consciente serán capaces de asimilar, para ustedes, esta parte
buena de aire, que proviene de la fuente primordial".
"Con el objeto de poder asimilar la parte del aire que
involuciona, deberían tratar de darse cuenta de su propia
significación y la de los que están a su alrededor. Son mortales y
algún día morirán. Aquél en quien recae su atención, ese es su
prójimo; también morirá. Ambos son nulidades. En el presente,
la mayor parte de su sufrimiento es 'sufrimiento en vano'; surge
de los sentimientos de cólera, celos y resentimientos hacia los
demás. Si adquieren informaciones como para darse cuenta
siempre de la ¡nevitabilidad de la muerte de los demás y de la
de ustedes, tendrán un sentimiento de piedad por los otros, y
serán justos con ellos, ya que sus manifestaciones que les
desagradan a ustedes se dan sólo porque ustedes o alguien les
ha pisado los callos, o porque sus propios callos son sensibles.
Actualmente ustedes no pueden ver esto. Traten de ponerse en
el lugar de los otros -ellos tienen la misma importancia que
ustedes-; ellos sufren como ustedes y, al igual que ustedes,
morirán. Sólo si ustedes tratan siempre de sentir esta
significación, hasta que se vuelva un hábito cuando su atención
recaiga sobre otros, sólo entonces serán capaces de asimilar la
parte buena del aire y de tener un 'Yo' verdadero. Todo hombre
tiene deseos y anhelos que le son caros, y que perderá con la
muerte".
"Al darse cuenta de la significación de su prójimo cuando su
atención recaiga sobre él, que va a morir, surgirán en ustedes la
piedad y la compasión hacia él, y finalmente lo querrán;
igualmente, al hacer esto constantemente, surgirá en alguna
parte de ustedes la fe verdadera y consciente, y abarcará a
otras partes, y tendrán la posibilidad de conocer la felicidad
verdadera, porque de esta fe surgirá la esperanza objetiva, -la
esperanza de una base para continuar"-.
Gurdjieff trabajaba como de costumbre cada día en los Relatos
de Belcebú, reescribiendo y revisando, trabajando, como
siempre, en cafés y en el Prieuré -a veces dentro de la casa, a
veces en el jardín, a veces con gente a su alrededor, a veces a
solas-. Cuando se leían capítulos en voz alta en el salón,
después de la cena, solía observar la expresión de nuestros
rostros. Había comenzado a redactar el capítulo sobre los

1
6
4
121Estados Unidos; y si llegaba un visitante de ese país, hacía
leer partes del capítulo, y siempre solía reírse durante ciertos
pasajes. También nosotros reíamos, aunque la mayoría de
nosotros nunca estábamos seguros de qué se reía. Sospecho
que era de nosotros.
Un día, en la biblioteca sin libros, dijo: "Orage, ¿por qué los
ingleses, y especialmente los norteamericanos dicen Allright
(Está bien) aun cuando no está bien?" Orage respondió: "Sí,
cuando todo va mal decimos: 'Allright, ¿qué vamos a hacer?".
De Salzmann consideró esto muy cómico, y empezó a bromear
respecto a la expresión Allright. Y Gurdjieff dijo: "Usaré esto en
mi capítulo sobre los Estados Unidos. 'Cuando nada está bien',
entonces, \All rightl" Cuando se leía un capítulo, a menudo pedía
al lector que hiciera una pausa, y el lector ponía una coma en
ese lugar. De ahí, la puntuación a veces extraña de la traducción
inglesa.
A menudo solía preguntar acerca de un pasaje o un capítulo,
"¿Qué le hace sentir esto?" El énfasis en "sentir", nunca "¿qué
'piensa' de ello?" Había frecuentes discusiones sobre el uso de
la palabra correcta. Gurdjieff decía "la ciudad Samlios". El lector
decía: "Eso no es inglés, nosotros decimos 'la ciudad de
Samlios". "¿Usted dice 'el hombre de Smith?" preguntó Gurdjieff.
"No, 'el hombre Smíth". "¿Entonces por qué no 'la ciudad
Samlios?"
"Porque eso no es inglés".
"Entonces el inglés es una lengua idiota", replicó Gurdjieff.
Quería que la expresión the next day (el día siguiente) fuera
definitiva. El lector decía: "Usted debe decir: the very next day
(el día inmediato).
"Pero next day es next day. ¿Por qué very?" "Así es como lo
decimos". Con un rápido movimiento torcía su bigote, luego
hacía un gesto con su mano que quería decir: "Incluso para mí la
lengua inglesa desafía todas las reglas de la expresión lógica".
En otra ocasión, la expresión era: "Para ver si ello no sería
posible". Gurdjieff dijo: "Quiero decir 'para ver si ello seria
posible". El lector dijo: "Eso es lo que significa".
Gurdjieff dijo: "No posible significa imposible. Yo quiero decir
'posible'. ¿No es posible pensar correctamente en su lengua?"
Los extraños nombres en Belcebú son combinaciones de
palabras o raíces, o partes de palabras, en varias lenguas;
símbolos para que el lector reflexione y piense.
Se mantenía un balance constante entre las ideas objetivas y las
necesidades de la vida diaria. La necesidad de dinero, por
ejemplo; del cual se necesitaba una gran cantidad para
continuar el trabajo.
Para algunos era difícil comprender que dinero, para Gurdjieff,
significaba dinero para el trabajo. La gente revelaba mucho
sobre sí misma en su actitud con respecto al dinero, y en la
manera como lo daba. La actitud de Gurdjieff lo hacía difícil,
pues con el dinero como con otras cosas, él nunca se
comportaba como los otros.
Cuando la gente había hecho un esfuerzo para conseguir dinero
para él, a veces se sorprendía de ver que lo gastaba en una
gran fiesta o en un viaje; aunque nunca, excepto para
comprarse trajes ocasionalmente, lo gastaba en él.
Su manera de gastar el dinero, como dije, a menudo estaba
determinada por la actitud del donante. Una alumna de Nueva
York,
una mujer bastante tacaña aunque acomodada, le dio un
cheque por 168aproximadamente cincuenta dólares,
pero
escrito en francos para aparentar que era una cantidad mayor.
La misma noche, después de cenar, en el salón, Gurdjieff con la
señora X sentada a su lado, hizo que pasaran todos los niños.
Comenzando con los más pequeños, distribuyó los francos entre
ellos, hasta la cantidad de quinientos. A otros alumnos que le
daban dinero, Gurdjieff se lo devolvía y decía: "Guárdelo. Ahora
lo necesita. Quizá después tendrá dinero que dar". Siempre
ayudaba a la gente que realmente necesitaba dinero. "Usted es
ingenuo con respecto al dinero", me dijo. "La mayoría de la
gente lo es. Pero usted es también un avaro, no sólo en cuanto
al dinero sino en todo. Mientras siga siendo ingenuo todos se
aprovecharán de usted. Si una persona es 'simpática' para
usted, usted le dará dinero, por sentimiento, y luego lo
lamentará. Lo mismo en sus negocios. Si usted es complaciente
con las personas por debilidad, no lo respetarán sino que
sacarán provecho de usted -en los negocios y en otras cosas-.
Debe aprender a ser, cómo se dice en inglés, "¿astucio?"
"Astuto", sugerí. Sí, astuto. Pero con un buen propósito y de
manera correcta". Constantemente nos recordaba que debíamos
hacer todo bien, que siempre debíamos estar listos para
adaptarnos a las circunstancias cambiantes, para ser inventivos,
y para aprender a ser capaces de convertir un fracaso o una
desventaja en algo provechoso para nosotros -para considerar la
vida como un gimnasio en el que uno pudiera usar las
condiciones para desarrollar la voluntad, la conciencia y la
individualidad, para aprender a no ser ordinario sino
extraordinario-.
"El hombre extraordinario", decía, "es justo e indulgente con las
debilidades de los demás, y depende de los recursos de su
propia mente, adquiridos con sus propios esfuerzos".
Como dije, cuando él me hablaba yo sentía que podía hacer.
Pero siempre estaba la inercia del organismo para oponerse, su
deseo de tomar las cosas fácilfnente, de hablar en vez de hacer;
la tendencia a ser atrapado por la vida exterior, a ir con la
corriente de las cosas. Es tan fácil ser arrastrado. En la vida, una
vez que cesa el esfuerzo, el movimiento es hacia abajo. Esto se
sabe desde tiempos remotos.
Después que Eneas había orado, antes de su descenso al
Averno, la profetisa responde: "Semilla de la Sangre Divina,
hombre de Troya, hijo de Anquises, el descenso al Averno no es
difícil. Cada noche y cada díala negra puerta de Plutón
permanece abierta de par en par. Pero desandar tus pasos y
regresar al aire superior -ésta es tu tarea, tu trabajo-".La Rama
Dorada, el Método, es necesario.
***

A fines del otoño de 1926 me encontraba otra vez en Nueva


York. En diciembre me hicieron una oferta por mi negocio de
librería, y pocas semanas después fue vendido y dejó de ser
mío. Con alguna sorpresa recordé que menos de cuatro años
atrás había temido que si me hubiera interesado por el sistema
de Gurdjieff no hubiera sido capaz de llevar a cabo el proyecto
que entonces me importaba tanto; y ahora había salido de él no
sólo sin lamentarlo sino incluso con alivio. Vi cómo desde mi
niñez había estado tan identificado con los libros que casi los
había venerado. Había sido un bibliólatra, un bibliómano, un
bibliófilo, un bibliopolista, y hasta un bibliotafio. Ahora, un
sentimiento de gratitud me invadía por haber sido curado de la
enfermedad de los libros. Recordé lo que Gurdjieff me había
dicho durante el verano anterior en el tren de París a
Fontainebleau. Un hombre y yo estábamos hablando
animadamente sobre primeras ediciones y libros raros. Gurdjieff
escuchaba, y luego me dijo: "Le digo esto: llegará el día en que
no se venderá un solo libro en Inglaterra. Si sigue queriendo
vender libros, es mejor para usted que venda libros
pornográficos en vez de los que está vendiendo ahora".
Un hombre ingenuo que nos acompañaba tomó esto
literalmente, y más tarde difundió la historia de que Gurdjieff
había dicho que no estaba lejos el tiempo en que no se
publicarían libros en Inglaterra, y que había aconsejado a uno de
sus alumnos que vendiera libros pornográficos para hacer
dinero. Por supuesto, lo que Gurdjieff dijo sólo se dirigía a mí.
Era una de sus representaciones características, casi
caricaturescas, en su conversación, para producirme un choque
con el objeto de que me hiciera consciente de mi identificación
con los libros, como objetos en sí mismos. Aunque yo había
empezado a descubrir, en el transcurso de mis negocios y de mi
relación con el First Edition Club de Londres, que hay una
asociación entre la identificación con los libros -colección de
libros, acumulación de libros y robo de libros-y los desarreglos
sexuales. La identificación con los libros, incluso el robo de
libros, es sólo una de las muchas manifestaciones de la
desviación de la energía sexual de su verdadero propósito, el de
las relaciones sexuales normales y su uso para el desarrollo
interior. Aun cuando un hombre puede tener relaciones sexuales
ordinarias con mujeres y al mismo tiempo ser demasiado
pasivo, especialmente si su parte creativa femenina es fuerte.
Tal como dije, Gurdjieff y su enseñanza desarrollaba lo
masculino en los hombres y lo femenino en las mujeres. Sus
métodos para tratar enfermedades psicológicas eran
heterodoxos y a veces despiadados, pero las curas eran
notorias. Los que tenían tendencias homosexuales se hacían
masculinos, y las lesbianas se convertían, como él lo decía, en
"mujeres madres".

1
6
9
124Con el dinero de la venta compré un granero y algunos acres
de fierra en Connecticut y construí una casa, una ocupación de
mayor afinidad conmigo que la venta de libros. Poco después
me casé. Mi esposa había estado en el Prieuré durante sus dos
primeros años de fundado, de manera que viajamos al
extranjero y pasamos allí la mayor parte del verano. Creo que
Gurdjieff se sorprendió, y obviamente le agradó vernos. Empezó
a decir a los que estaban a su alrededor que habíamos realizado
un milagro, que habíamos cuadrado el círculo; tal como lo
expresaba, el idiota redondo se había casado con el idiota
cuadrado. Detrás de su broma había un mundo de significación
y mucho material de reflexión.

Ese verano fue de lo más interesante. Orage y algunas personas


del grupo de Nueva York estaban allí, y Gurdjieff nos dio todo su
tiempo libre cuando dejaba de escribir, para trabajar con
nosotros individual y colectivamente. Estos pocos meses valían
por años de actividad y de impresiones. Recuerdo poco de sus
palabras exactas, pero sí me acuerdo de la fuerte impresión
producida -la manera como nos manipulaba, nos confundía, sus
digresiones durante las comidas-. Su método produjo un cambio
consiguiente en todos nosotros, incluyendo a Orage. Cada día
nos reuníamos y discutíamos lo que Gurdjieff había dicho, lo que
significaba. Los resultados se me hicieron manifiestos al año
siguiente, y hablaré de ello en su debido momento.
Se observaba el ritual del baño turco cada sábado, y el de los
almuerzos y las cenas en el comedor inglés. Se leía en voz alta,
en el salón, los capítulos revisados de Belcebú, y todos los días
había música. En lugar de la lluvia del verano anterior tuvimos
semanas de clima cálido lleno de luz.
Había varias parejas jóvenes en el Prieuré. Un día, mientras
esperábamos por el café en el salón, una de las jóvenes recién
casadas hizo señas a su esposo y señaló el sitio vacío a su lado
de modo bien preciso, y él, como perfecto marido
norteamericano, se paró obedientemente y se sentó allí.
Gurdjieff le lanzó, no a ella sino a él, una mirada mal
intencionada, y luego de una pausa empezó a decir que un
hombre no debía ser esclavo de una mujer; también habló sobre
el bajo status de las mujeres norteamericanas comparado con el
de los países más antiguos, debido a que los hombres habían
abandonado su responsabilidad. Añadió: "Si se es el número uno
la esposa es el número dos. Pero si la esposa es el número uno
usted debe ser cero, sólo así sus gallinas estarán a salvo". Luego
pidió que trajeran algunos papeles y pidió a alguien que leyera
lo siguiente: "El sabio griego Sócrates fue un seguidor de este
método (el método que Gurdjieff enseñó) y, con el objeto de
lograr choques para evocar una intensa manifestación de su
lucha interior, buscó incluso una esposa apropiada y, al casarse,
se obligó a sí mismo a soportar externamente, de una manera
paciente, por el resto de su vida, los constantes regaños y
sermoneo de su Jantipa". Algunos decían que Gurdjieff trataba a
menudo de provocar resentimientos entre maridos y esposas.
No fue así. Trataba de hacerles comprender lo que debería ser
una verdadera relación entre marido y mujer. No conozco un
sólo ejemplo de parejas casadas a quien Gurdjieff hubiera
separado, pero conozco de muchas que se unieron más gracias
a él. Su manera de tratar a la gente siempre fue difícil y
desconcertante, porque era inusitada; pero cuando se trataba
de una comprensión de la psiquis humana Gurdjieff siempre
estaba en lo correcto. Cuando las circunstancias inmediatas
hacían parecer que estaba equivocado, acontecimientos
posteriores probaban que tenía razón.
Aquel verano se organizó el trabajo físico a gran escala. Se
instaló una línea de rieles a lo largo del sendero que atravesaba
el bosque, y que venía desde una cantera de piedra cercana al
portón sur.
Hicimos rodar muchas toneladas de enormes piedras y las
descargamos a lo largo del sendero, donde las picábamos para
hacer un camino. Un día, mientras trabajaba, me invadió el
sentimiento muy fuerte de que debía regresar a Londres
inmediatamente. Era tan apremiante que no hice esfuerzo
alguno para resistirlo, regresé a la casa y di la excusa de que
negocios urgentes me llamaban de regreso a Inglaterra. Partí de
inmediato y llegué esa misma noche.
Era muy tarde para llamar a mi queridísimo amigo Walter Fuller,
tal como hacía usualmente al llegar a Londres, de manera que
continué a Harpenden para pasar la noche con mis padres.
Cuando abrí el Times la mañana siguiente, había una reseña de
la súbita muerte de Fuller, y un extenso obituario, pues era muy
conocido en los círculos literarios y periodísticos y era entonces
redactor de Radio Times.
Durante muchos días estuve aturdido por el pesar. Cuando
regresé a Fontainebleau después del funeral, Gurdjieff fue muy
amable conmigo. Me dio apoyo, y un día habló de la importancia
de no dejarse llevar por el pesar. Hacerlo es malo para uno y
quizá también para el que se ha marchado. Uno no puede evitar
sentir una aflicción verdadera, que es muy diferente del
pseudopesar en el cual la gente se permite caer. Pero uno debe
tratar de no identificarse con el sufrimiento, sino usarlo; al
hacerlo uno se ayudará a sí mismo y a] los otros.

Gurdjieff me pedía muchas veces que me sentara con él en el


café mientras escribía Belcebú. En esa época yo trataba de
escribir los relatos de mis viajes alrededor del mundo. Un día
saqué mi papel y mi lápiz y comencé a escribir. Gurdjieff se
detuvo, me miró y dijo: "¡Ah! ¡Usted también escribe!" Y me
preguntó qué estaba escribiendo. Se lo dije. Dejó su lápiz, se
tocó el bigote y me dijo: "Si usted escribe ahora la gente dirá
que es un hombre enfermo. Mejor espere, luego tal vez pueda
escribir". Dejé el papel a un lado. Pero el prurito de escribir era
fuerte y poco a poco terminé el manuscrito. No era bueno y fue
debidamente rechazado por los I editores. Pasaron años antes
de que pudiera hacer que me aceptaran algo.
Gurdjieffmontaba escenas a menudo para darnos choques.
Parece que Orage le había dicho a Gurdjieff que se quedaría en
el Prieuré durante dos meses, ya que, por razones personales,
había prometido a cierta gente de Nueva York que regresaría al
final de dicho período. Cuando se acercaba ese momento
Gurdjieff trató de persuadirlo para que se quedara, pues lo
necesitaba para revisar la versión inglesa del capítulo sobre
Estados Unidos en el que trabajaba entonces. Igualmente, le
gustaba tener cerca a Orage, pues poca gente sabía mejor que
él cómo bromeary divertirse sin exceder los límites entre
maestro y alumno. La mente de Orage era más vivaz que la de
Gurdjieff, y estar con ambos era mejor que presenciar una obra
teatral. Orage era estimulante, y como Gurdjieff lo veía por lo
general sólo durante dos meses en el año, aprovechaba cada
momento posible para tenerlo cerca, y para transmitirle su
enseñanza -con frecuencia cuando estaban bromeando- Parecía
que Gurdjieff pensaba, o pretendía pensar, que había
convencido a Orage para que se quedara. El domingo anterior al
día en que debía embarcarse, Gurdjieff organizó un grupo
grande para ir a París. Después del almuerzo había siete autos
listos en el patio, toda la gente preparada para partir. Cuando
Gurdjieff salía de su habitación, una mujer le dijo que Orage
viajaría el día siguiente. Bajó al patio y empezó a reprochar
coléricamente a Orage por dejar su trabajo en el Prieuré y
regresar con los don nadie de Nueva York. El aire se cargó de
electricidad. Orage no dijo nada; después, bastante pálido, sacó
su valija del carro de Gurdjieff y se dirigió a su cuarto. Unos
minutos después Gurdjieff lo siguió, y poco después ambos
salieron tranquilos y sosegados, y entraron al auto. La caravana
partió, y después de una parada en un café, llegamos a París y
fuimos al restaurante favorito de Gurdjieff en Montmartre,
L'Ecrevisse, o "Madame Langostino" como lo llamábamos, para
cenar. Veinte de nosotros nos sentamos. Todos nos quedamos en
el pequeño hotel vecino al apartamento de Gurdjieff, y
conversamos en el cuarto de Orage hasta el amanecer. El nos
dijo que, habiendo prometido a su esencia volver a Nueva York,
estaba obligado a hacerlo. Una promesa desde la personalidad
puede ser cambiada si es necesario; una promesa desde la
esencia nunca.
Un día en París me encontré con un conocido de Nueva York que
me habló sobre las posibilidades de publicar literatura moderna.
Como mostré algún interés, me ofreció presentarme a un amigo
suyo que pensaba entrar en el negocio editorial, y convenimos
en encontrarnos el día siguiente en el Select de Montparnasse.
Su amigo llegó; era Aleister Crowley. Ordenamos bebidas, que
por supuesto yo pagué, ycomenzamos a conversar. Crowley
tenía magnetismo, y el tipo de encanto que tienen muchos
charlatanes. También tenía una especie de peso muerto que era
impresionante de alguna manera. Su actitud era paternal y
benigna, y unos años atrás yo podría haberme sentido
tremendamente atraído por ella. Ahora veía y sentía que no
podía tener nada con él. Hablaba en términos generales sobre el
asunto editorial, y luego derivó hacia su jerga de magia negra.
"Para tener éxito a partir de la nada", dijo, "incluyendo la
actividad editorial, uno debe tener cierta combinación. Aquí
debe tener al Maestro, aquí al Oso, allí al Dragón -un triángulo
que dará resultados...-y así sucesivamente". Cuando se calló
dije-«Sí »*J uno deba tener dinero. ¿Estoy en lo correcto al
suponer que SconAntuS:AA responsable por introducir a tal tipo
de hombre 7iAZAT Asorpresa, apareció allí pocos días después y
SA salón. Los nmos estaban presentes, y él le dijo a uno de lo
niño algo sobre su hyo, a quien estaba enseñando a ser u7di3
Gurdj,effse levantó y habló con el niño, que luego de ello no'e
presto mas atención a Crowley. Hubo una conversación ente
Crowley y Gurdjieff, quien le tuvo el ojo puesto endmt«J i t-
empo. Tuve la fuerte impresión de dosAos b| "y Ao uno fuerte,
poderoso, Heno de luz; el otro también plíZZl pesado, insulso e
ignorante-. Aunque "negro" es una nlZ ?
fuerteparaCrowley;élnun™AAA magia negra, aunque cientos de
personas cayeron bajo su «hechizo'' Enil,sto Pero, como Gurdjieff
decía: «Es estúpido quien es ,i A'' Orage decía sobre esto: «¡Ay!
Pobre Crowley, lo conoc a bien"' Sobamos encontrarnos en la
Sociedad para la Investigación Pe ' cuando fui secretario en
ejercicio. Sna VAZTAA conversanA me preguntó: J«A propósito,
¿qué S£ fu ed"AoA nnl' t' ¿J° 055 rea,mente?' **«<*, "Yo sólo soy siete-
Durante e verano me vino la idea de que si mi maestro, GurdAff
homhAH3 ? g°' C'ert0 SCCret0' y° comP™dería todo Como el hombre de
los cuentos de hadas al que se le conceden tres deseos v siente
que todo está a su alcance; pero no sabe qué pedir v en
consecuencia desea las cosas equivocadas. Me parecía que OrLe
y especialmente Gurdjieff, eran capaces de decirme algo que
hada las cosas mas claras, en lugar de, como era actualmente
%travI otroT UnaT CrlStal" AA A *» ide* «* 4A otros. Una joven pareja
del grupo de Nueva York se había quedado en el Prieuré. Habían
dicho adiós dos veces y dos veces habían regresado. Cuando
regresaron por tercera vez les pregunté con sorpresa. "¿Por qué
han vuelto de nuevo?". Me respondieron: "Gurdjieff nos lo pidió,
y cada vez hemos sentido que nos dirá lo que queremos saber,
y que podría decírnoslo esta vez". "¿Y qué quieren saber?" Les
pregunté. Eso, desgraciadamente, no lo sabemos; sólo sabemos
que queremos saber". Conversé con de Hartmann al respecto, y
debió habérselo dicho a Gurdjieff, pues aproximadamente un día
después se leyó un borrador de un capítulo de la Segunda Serie
-"Profesor Skridlov"-. En la historia, el Padre Giovanni habla
sobre la diferencia entre saber y comprender. "Comprender",
dice, "es la esencia de lo que uno obtiene de la

1
7
5
128información intencionalmente adquirida y de las experiencias
que uno mismo ha vivido, mientras que conocer es sólo el
recuerdo automático de palabras en cierta secuencia. El
conocimiento puede ser impartido de una persona a otra, pero
es cien veces más fácil que un camello pase por el ojo de una
aguja que alguien dé a otro la comprensión formada en él".
Decía que aun si él deseara impartir algo de su propia
comprensión a sus queridos hermanos no sería capaz de
hacerlo. Nosotros queríamos la comprensión a la que no
teníamos derecho; todavía teníamos que darnos cuenta de que
la comprensión puede obtenerse sólo por nuestros propios
esfuerzos bajo la dirección de un maestro.
El otoño llegó pronto a Fontainebleau-Avon aquel año, y las
estufas tenían que encenderse en nuestras habitaciones a fines
de septiembre. En las noches un fuego brillaba en el salón
mientras Gurdjieff hablaba o de Hartmann tocaba. Seguíamos
practicando las danzas en el Study House, aunque no había
presentaciones.
La vida en el Prieuré era un paradigma de la vida patriarcal.
Gurdjieff-con su esposa, su madre, su hermano y su hermana
con sus familias, hijos, sobrinos y sobrinas, alumnos y amigos-
era el gran patriarca. Se recordaba los onomásticos y los
cumpleaños. Era una verdadera vida de hombres; un ideal para
nosotros los hombres; como decía Orage: "Todos quisiéramos
vivir como lo hace Gurdjieff, pero no tenemos ni las agallas ni el
conocimiento". Gurdjieff subrayaba la importancia de tener
buenas relaciones con los de su misma sangre, especialmente
con el padre y la madre. Una esposa es diferente -no es una
relación sanguínea-; un hombre puede tener varias esposas,
pero sólo una madre y un padre. Hasta su salud puede verse
afectada por una mala relación. El me decía: "Su padre, para
usted, es como Dios, y usted, a través de su padre, puede llegar
a ser como Dios". Un aforismo en el Study House decía: "Es
señal de un hombre bueno el amar a su Padre y a su Madre".
II
En el capítulo "Mi Padre", en la Segunda Serie, cuenta
I
que su Padre hablaba de reglas que, si se mantienen
hasta los dieciocho años de edad, los jóvenes pueden
obtener una libertad interior y prepararse a sí mismos
para una edad madura feliz. Primero, amar a sus padres.
Segundo, ser casto. Tercero, ser exteriormente atento
con todos sin distinción, ya sean ricos o pobres, amigos
o enemigos, poderosos o esclavos, y cualquiera que sea
la religión a la que pertenezcan -pero ser libre
interiormente, y nunca confiar en nadie o en nada-.
Cuarto, amar el trabajo por él mismo y no por
interés.COMENTARIOS DE ORAGE SOBRE BELCEBU

Regresamos a Nueva York hacia finales de 1927, y reanudamos


nuestro trabajo con el grupo. Durante el invierno Orage revisó
nuestro estudio de Relatos de Belcebú de los tres años
anteriores. Tomé abundantes notas de sus charlas y reuní y
cotejé notas y fragmentos de otros. Más tarde, cuando Orage
vino a vivir a Londres, discutí con él el material por un período
de tres o cuatro años y lo revisamos. El siguiente comentario,
reunido a partir de cientos de páginas de notas, no es sino una
pequeña porción de ellas. Aunque he tratado de colocar las
notas en forma secuencial, no están en orden cronológico. En
varias ocasiones él hace referencia a los mismos pasajes; a
menudo desde diferentes puntos de vista, por ello habrá
algunas repeticiones; y, aunque algunas de las notas puedan
parecer fragmentarias, todo tiene conexión.
Orage decía: "Algunos de ustedes aún critican la gramática y la
puntuación con errores y preguntan por qué no hago algo al
respecto. Bueno, aunque desde la primera redacción el sentido
está en cada capítulo, Gurdjieff está reescribiendo y revisando
constantemente. Como sabrán, él escribe con lápiz en armenio;
éste es traducido al ruso, y luego a un inglés literal por rusos;
luego éste es revisado por uno o dos alumnos ingleses y
norteamericanos en el Prieuré, quienes tienen un conocimiento
superficial del uso de las palabras. Todo lo que puedo hacer
ahora es revisar el inglés cuando éste obscurece el sentido.
Aunque he conversado con Gurdjieff sobre los capítulos y
discutido su sentido, él nunca explicará el significado de nada.
Su tarea es escribir el libro, la nuestra es hacer el esfuerzo de
comprender. El estilo y el sentido son de Gurdjieff. Lo
17
7
sorprendente es que, a pesar de las dificultades de traducción,
el sentido y el estilo son transmitidos muy bien. Puede decirse
que en inglés, siendo éste un lenguaje más flexible que el
francés, es posible jugar con las palabras, de manera que la
traducción inglesa tenga una calidad propia".

1
7
8
Orage nos previno con relación a tratar de explicar a los nuevos
alumnos el significado, tal como lo habíamos comprendido, del
contenido de Belcebú; uno sólo podía aportar sugerencias. Con
los que tenían un mismo nivel de comprensión que nosotros, la
discusión podía ser útil. En las semanas que siguieron, Orage
revisó j los capítulos; nosotros, de nuestra parte, tratábamos de
contribuir. \ Y puesto que todos estábamos más o menos en el
mismo nivel de 3 comprensión, las charlas eran realmente muy
útiles. Con respecto a 1 su comentario, lo que sigue es sólo un
esbozo, por decirlo así, de 1 los Relatos de Belcebú a Jassín
-indicios de la riqueza y I profundidades de la sabiduría-. Cada
lectorcomprenderá según su 1 propio desarrollo interior; al
comienzo es como un capullo; luego 1 se abre como una flor.
"El prefacio del libro", decía Orage, "es lo que una obertura para
una ópera; las ideas por desarrollarse apenas se esbozan, son I
expresadas, no con una afirmación directa, sino por parábolas.
El prefacio se llama 'Despertar del Pensar'. El libro se abre con
una invocación a los tres centros, a la totalidad, pero
especialmente al Espíritu Santo. El libro ha de leerse desde el
corazón verdadero, es j decir, con una comprensión emocional.
La gente normal solía comenzar cualquier empresa seria con
una actitud de total idad, pero, j en este remoto planeta lunático
nunca lo hacemos, salvo parcialmente. Gurdjieff coloca su mano
sobre el corazón, es decir, sobre su plexo solar, que para
nosotros es el corazón, puesto que no tenemos Espíritu Santo,
ninguna fuerza neutralizadora, puesto que somos ciegos a la
tercera fuerza. El no tiene deseos de escribir; se obliga a escribir
por voluntad, que es indiferente a la inclinación individual, y
ésta es la actitud en que cada uno de nosotros debería
acercarse al Método. El libro es una obra de arte objetivo. El arte
objetivo consiste en variaciones conscientes del original
conforme al plan del artista o escritor que se esfuerza por
provocar una impresión definida en su audiencia. El arte que
conocemos es tan natural como el canto o el nido de un ave. El
nido de la oropéndola nos parece más perfecto que el nido de
una gallineta, pero no atribuimos al ave ningún valor
consciente. Igual con John Milton y Miguel Ángel, 'Milton cantaba
como el jilguero canta'. Gurdjieff no usará el lenguaje de la
intelligentsia; las ideas del libro no serán presentadas con
nuestros patrones mentales habituales. Nuestra vida intelectual
está basada en asociaciones fortuitas que se han vuelto más o
menos fijas. Sólo cuando éstas se rompen podemos empezar a
pensar libremente. Nuestras asociaciones son mecánicas; toda
una disposición de ánimo puede ser destruida por el uso de una
palabra que tiene un grupo diferente de asociaciones. En una
discusión seria, por ejemplo, una persona irreflexiva, al
permitirse una palabra vulgar, puede destruir la disposición de
ánimo de ese grupo".
"Gurdjieff pregunta: '¿En qué lengua escribiré?' Comenzó en
ruso, pero no pudo ir lejos con él, pues el ruso es una mezcla de
esencia y personalidad; ios rusos filosofan por un tiempo corto,
luego caen en el chisme, cuentan historias increíbles. El inglés
es útil para los asuntos prácticos pero inadecuados para la
meditación y la reflexión sobre 'la Totalidad'. La psicología de los
rusos y los ingleses es como la solianka, un guiso en el cual hay
de todo excepto el 'tú' esencial y el 'Yo' verdadero. Ellos no
pueden decir la verdad sobre sí mismos".
"El armenio es esencia -el armenio de nuestra niñez- cuando
hablábamos desde la esencia. Conforme crecíamos aprendimos
'ruso e inglés'. Pero uno no puede expresar ideas modernas en
la lengua de la esencia. Queda el griego: pero nuevamente, el
griego de hoy no es como el griego de nuestra niñez; conforme
uno va creciendo, nuestro comportamiento es
131diferente. Para una persona consciente, la conducta es una
lengua". "Muchos de los libros escritos, hasta los libros de
literatura, son anifestaciones de un estado patológico; existe,
por ejemplo, el estilo canceroso, el estilo tuberculoso, el estilo
sifilítico".
"¿Pueden distinguir, como críticos literarios, la diferencia entre
un estilo que consiste sólo de palabras, y un estilo que consiste
de palabras más contenido? La Canción de Débora en el Antiguo
Testamento es un ejemplo de lo último. Pero esto, aunque
escrito desde lo más profundo del corazón, no es aún arte
objetivo, porque su contenido depende de asociaciones
accidentales".
"Relatos de Belcebú es un libro que destruye los valores
existentes; obliga al lector serio a revaluar todos los valores y,
para una persona sincera, es devastador. Como dice Gurdjieff,
puede destruir tu gusto por tu plato favorito, tus teorías
favoritas, por ejemplo, o esa forma de arte que sigues. Será
como el ají picante, perturbador de tus asociaciones mentales y
emocionales, de tu inercia".
"En cuanto a mí, me di cuenta de que durante dos años traté de
utilizar estas ideas, traté de asimilarlas a mi propio conjunto de
valores, esperando enriquecer los valores sin dejarlos de lado.
Pensaba que las nuevas ideas ampliarían el alcance y
extenderían la perspectiva de las viejas ideas y darían variedad
al contenido. Pero ahora siento que el marco real está perdiendo
su valor. Entonces llega el momento, para casi todos en este
trabajo, en que se preguntan: '¿Debo perder los viejos valores
que daban incentivo, y ser capaz de aceptar nuevos valores,
valores de un orden diferente?"
"Más adelante, en el libro, hay insinuaciones de que el universo
está conducido razonable e inteligentemente, y que hay muchos
detalles que deben tenerse en cuenta, que la vida no es normal
en nuestro planeta, sino que el hombre, por medio de ciertos
esfuerzos, puede volverse normal. Belcebú ha sido exiliado.
¿Qué es lo que ha sido exiliado en nosotros? Estamos
identificados con el plexo solar, con los sentimientos. El plexo
solar es un centro desorganizado y desconectado. Uno de los
resultados de un trabajo continuado sería la concentración de la
emoción en una meta definida, en lugar de los altibajos del
sentimiento, de la derrochadora lucha entre sentimientos
conflictivos".
"Belcebú construyó un observatorio, pero sólo después de
muchos intentos, y cuando se hicieron mejoras. Tenemos que
trabajar mucho tiempo sobre nosotros mismos antes de que
podamos empezar a observarnos correctamente".
"Una de las primeras objeciones hechas a menudo al Método y
al sistema es que es egoísta y carente de amor. Jesús decía: 'No
te preocupes por ti mismo'. Belcebú dice 'Preocúpate sólo por ti
mismo' (de la manera correcta, por supuesto), 'pues sólo
entonces serás capaz de preocuparte por los demás'. Hay un
dicho de Jesús según los gnósticos:'Síganme y me perderán.
Síganse a sí mismos y me encontrarán y se encontrarán'. Los
gnósticos introdujeron en el cristianismo este método que
estamos estudiando; pero cuando los dirigentes 'cristianos' de
lajoven Iglesia se hicieron poderosos, expulsaron y persiguieron
a los gnósticos".
"Karnak es una palabra armenia, y está relacionada con la idea
griega del cuerpo como tumba del alma".
"Los Relatos de Belcebú están dirigidos a los muertos, a los
dormidos en la tumba del cuerpo. El libro consta de palabras
expresadas por 'Yo'. Lo que se comprende en él debe ser llevado
a la práctica. No hay nada en el libro que yo no haya conocido;
pero, hasta ahora, no he despertado ni lo he llevado a cabo".
"Ustedes conocen el mantra: 'Más brillante que el sol, más puro
que la nieve, más sutil que el éter es el Yo dentro de mi corazón.
Yo soy ese Yo, ese Yo soy yo'. Podemos decir que el joven Jassín
representa ese Yo dentro de nosotros. Jassín, el joven 'Yo".
"Con respecto a los sistemas de naves espaciales, podemos
decir que el sistema de Gurdjieff es un sistema psicológico que
requiere un trabajo activo de parte del alumno. Reemplaza el
viejo y pasivo sistema de la fe, el amor y la esperanza. ¿Qué es
el cilindro? El barril fue sellado herméticamente; sellado con el
sello de Hermes quien enseñó este método, que es el camino
del hombre ladino! cuanto mas densas son las substancias -la
niebla y el gas de las emociones negativas- con tal que se
prevea cómo usarlas, tanto mejor navega la nave. En las
antiguas religiones uno permanecía dentro de la iglesia, y era
conducido mecánicamente a un cielo mecánico. En este sistema
uno tiene que iniciar las cosas por sí mismo. Es un peregrinaje,
lleno de dificultades y de lucha, pero, paradójicamente, un
camino más rápido y más seguro que los sistemas fáciles
importados a Europa desde Asia".
El Capítulo Seis, es a la vez una parábola y también una
caricatura. En realidad, muchos de los capítulos son caricaturas
en el sentido religioso. Aquí, una caricatura es un cuadro de un
aspecto de la vida de un hombre en este planeta, exagerada de
cierta forma con el objeto de llamar la atención, para hacer que
uno reflexione y de este modo llegue a la verdad. Es una sátira
de 10S diversos cultos religiosos, sectas, rituales, misterios,
sistemas de respiración, ayuno y así sucesivamente: todos los
cuales manifiestan conceder la inmortalidad. El racionalismo
"ego y les rompió la cabeza. Pero el racionalismo es igualmente
negativo".
"Hacerse consciente del genuino Deber-Eseral'. Este no es un
deber hacia la sociedad, o 'hacer el propio deber'. Desde un
aspecto se relaciona con dirigir y usar nuestro cuerpo como una
máquina, realizando sus potencialidades. Nuestro cuerpo es una
máquina con muchos usos; actualmente la psiquis usa sólo una
fracción de estos usos del cuerpo. Esto es inmoral. Si
habitualmente trabajamos con soio uno o dos centros,
133vivimos como seres unicerebrales o Nce reDraies; esto es
objetivamente inmoral para un ser tricerebral potencal. Cuando
comenzamos a preguntarnos, con remordimiento, como jassin:
'¿Como puedo pagar por mi existencia y por todo lo que otros
han hecho por mí?', entonces comenzamos a darnos cuenta del
genuino Deber-Eseral. Todos los seres tricerebrales, en cierto
nivel -y no necesariamente en este trabajo- se preguntan: '¿Cuál
es el significado y la meta de la existencia? ¿Para qué estoy
aquí? ¿Por qué nací? ¿Cómo fue que nací en esta familia en
particular, en estas condiciones? ¿Qué debo hacer?"
"Belcebú le dice a Jassin que todavía no piense mucho en eso.
Aún es joven y debe estudiar. Más tarde sabrá qué hacer. Somos
jóvenes en el trabajo y, como Jassin, debemos estudiar-
prepararnos-, leer el libro. Pues las llaves para las respuestas
están todas allí, aunque, como dice Gurdjieff, cerca de las
puertas".
"Aquél que es demasiado perezoso ahora para aprender todo lo
que puede, no será capaz, más tarde, de poner su conocimiento
en práctica'. Sufrir en el purgatorio es saber y comprender lo
que deberíamos hacer, y, sin embargo, no ser capaces de
hacerlo. Pero recuerden: 'Deleite con moderación'; y cuidado
con los ejercicios prematuros. Nosotros somos el hijo pródigo, o
algo en nosotros lo es. Esta historia, dicho sea de paso, viene de
los gnósticos. En 'El Himno de la Túnica de la Gloria' el hijo fue a
buscar una túnica que había sido robada, pero cayó en la vida
mecánica y olvidó su meta. Se quedó dormido, y mientras
cuidaba su cerdo despertó y recordó su meta y regresó donde su
padre".
"Gurdjieff dice que un hombre perfeccionado es superior a los
ángeles; la idea es que los hombres, perfeccionados hasta un
cierto grado de razón, son células en la mente de Dios. Los
ángeles son sus emociones. Una de las tragedias del cosmos es
que los hombres, en vez de estar bajo las influencias solares,
están bajo las influencias lunares; en consecuencia son
lunáticos. La leyenda dice que éste es el planeta Ridículo o
Lunático. George Bernard Shaw dijo que este planeta es el asilo
de lunáticos del universo, usa esta expresión en este sentido. La
tomó de Luciano, que la tomó de los griegos, los griegos de los
egipcios, y los egipcios de los antiguos babilonios y los
sumerios".
"Sin embargo, la vida en el maléfico planeta tiene sus
compensaciones. A pesar de sufrir de la ventaja de la terrible
desventaja de ser humano, tenemos la posibilidad de
perfeccionarnos y volvernos superiores a los ángeles. Hay más
alegría en el cielo por un hombre perfeccionado por sus propios
esfuerzos que por noventa y nueve ángeles naturalmente
desarrollados".
"Gurdjieff escribe en Belcebú: 'Nunca entenderá los sufrimientos
de otra persona quien no los ha experimentado en sí mismo,
aunque tenga la divina Razón y la naturaleza de un genuino
Diablo".
"Esto tiene que ver con los verdaderos, no con los sufrimientos
mecánicos ordinarios"."Existen leyendas en muchos países y
religiones sobre un accidente, un suceso no previsto por los
poderes superiores, que provocó que un gran fragmento de la
tierra se desprendiera y se convirtiera en la luna. Gurdjieff dice
que había dos fragmentos; y el más pequeño se convirtió en
Kimespai, 'Nunca permitir que uno duerma en paz'. En nosotros
se repiten los accidentes que le ocurrieron al planeta. En ciertos
períodos, ocurren cambios psicológicos en nosotros; se separan
dos centros. Debemos descubrir en nosotros mismos cuáles son
estos fragmentos. Somos como el Osiris desmembrado. Con la
ayuda del Método podemos remembrar-nos, reunir-nos, llegar a
ser un todo. ¿Cuál es el cometa que choca contra nosotros a
cierta edad?"
"Los arcángeles Algamatant y Sakaki, como todos los otros
ángeles y personajes mencionados, son inteligencias
personificadas comparables a los Principados y Potestades
mencionados en la Biblia. Hay individuos cósmicos superiores,
los ayudantes de Nuestra Eternidad en el gobierno del Universo,
a cargo de los numerosos sistemas solares pero,
aparentemente, no son todo inteligentes ni todo omniscientes;
de otra manera habrían previsto las posibilidades de una
catástrofe cósmica. Sólo Nuestra Eternidad es omnisciente, todo
sabiduría y todo amor; y su nombre verdadero, a pesar de los
mil nombres de los hindúes y de los cientos de nombres de los
musulmanes, nunca puede ser conocido o proferido por el
hombre ordinario".
"Estamos conscientes de la luna, cuyo nombre esotérico sigue
siendo 'Lunderpertzo', de la cual Powys escribe: 'Esa pálida
traidora, la luna, causa de todas nuestras miserias', pero Anulios
nos es desconocido. Si el psicólogo racional, el artista, el escritor
o el reformista siente ansias de perfección, no le presta ninguna
atención a ésta, o sueña que podría remediarse mediante un
arte mejor, una mejor escritura, o mejores condiciones de vida.
Han estado soñando con esto durante cientos de años, y un
verdadero remordimiento de conciencia resultante de un darse
cuenta del deber eseral no realizado no tiene sentido alguno
para ellos". "Sólo los mitos griegos están llenos de analogías de
un método para el desarrollo de sí, para perfeccionarse a sí
mismo -la necesidad constante de trabajos conscientes y
sufrimientos voluntarios: los Trabajos de Hércules, La Búsqueda
del Vellocino de Oro, Ulises, Perseo y las Gorgonas, Ariadna (y el
hilo mediante el cual uno encuentra la salida al Laberinto de la
Vida), la guerra de los griegos y los troyanos por Helena- ¿qué
representa Helena en este sistema? Y en el Mahabharata,
igualmente, que fue inspiración para los mitos griegos, las ideas
están expuestas de un modo mucho más elaborado".
"La lectura del libro es un ejercicio de atención sostenida junto
con una comprensión imaginativa. Para comprender debe
hacerse un esfuerzo con los tres centros. Los esfuerzos
fragmentarios fallan en la composición de un todo. ¿Cuánto
tiempo puedo mantener mi atención? Ello varía; y uno tiene que
aprovecharse de esos momentos en que uno descubre que su
135atención está tomada por la narración".
"Consideren la calidad épica del marco de la historia. Es una
especie de diálogo entre Belcebú, un hombre realizado, ideal,
objetivamente consciente, cuya función ha cesado, y que tiene
ahora una crítica que está expresando sus conclusiones
imparcialmente, constructivamente, y sin prejuicios, y un joven
ser no desarrollado que tiene un deseo vehemente de
comprensión".
"Belcebú, desapegado e imparcial, vigila y observa el cuerpo del
cosmos (como nosotros debemos observar nuestro organismo).
Da a entender que el universo tiene un propósito, y que él
comprende este propósito. Los sistemas solares, los planetas,
los seres, la vida del hombre, toda la vida orgánica, tienen no
una función teórica o mística sino una función práctica; y las
diversas partes del megalocosmos, incluyéndonos a nosotros los
hombres, cumplen o no cumplen su función".
Se hizo una pregunta sobre Jesús, y Orage dijo que Jesús estudió
en escuelas entre las cuales estaba la de los esenios. Al
principio fue aclamado como un sanador, pero ésta fue sólo una
pequeña parte de su trabajo. El vino para dar a la gente un
método simple -una nave cuyos motores tenían pocas partes
móviles, por así decirlo- en vez del complicado mecanismo
construido por sacerdotes hebreos.
Orage continuó: "La vida singular de este planeta es el resultad
de un accidente. Nuestra luna es un resultado; no fue
desarrollada naturalmente como muchos otros planetas, sino
que nació prematuramente. En consecuencia, un tipo especial
de vida tuvo que organizarse de manera que unas radiaciones y
vibraciones especiales pudieran desarrollarse con el objeto de
mantener a la luna y a Anulios. Para este propósito tenían que
ser usados seres de este planeta; pero, si ellos se daban cuenta,
podrían rehusarse a continuar su existencia. Se colocó un
órgano en los hombres, Kundabuffer, que tenía el efecto de
hacerles ver y sentir la realidad al revés. Fue como si algo
hubiera sido irradiado en la atmósfera del planeta. Tan pronto
como la posibilidad de peligro para la armonía cósmica hubo
pasado, se removió el órgano, pero sus consecuencias
permanecieron. Y los hombres, con pocas excepciones, han
vivido desde entonces en un estado de sueño y de ilusión".
"¿Cómo explicamos que si nosotros -que nos consideramos
inteligentes- revisamos imparcial y sinceramente nuestro
comportamiento al final de cada día, descubrimos que nos
hemos comportado como idiotas, cobardes, pusilánimes, que
ensuciamos nuestros nidos por dondequiera que vamos? Si en

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consecuencia tuviéramos que considerar ¡mparcialmente el
comportamiento de otra persona, la condenaríamos, como lo
hacemos habitualmente. Sin embargo, permanecemos
impasibles y hasta complacientes con nosotros mismos. Somos
tan complacientes, tan poco críticos, que damos por sentado
que estamos cumpliendo nuestras funciones, y nunca nos
damos cuenta que nosotros, y la vida en general, estamos
volviéndonos más mecánicos. El problema del por qué somos
como somos, del para qué nos sirve la vida, del para qué nos
sirve el cuerpo, con qué valores vivimos, nunca se nos presenta
como algo que debe ser percibido y pensado, como lo fue, por
ejemplo, para el escritor del Génesis, que dijo, mitológica pero
inteligentemente, que la caída -la degradación y la mecanicidad-
se produjo porque sucumbimos al centro instintivo, a la parte
negativa pasiva. Como dice Belcebú: 'Tus favoritos,
desgraciadamente, conocen sólo la parte que niega".
"Nosotros los hombres fuimos puestos en el Jardín del Edén, y se
esperaba que cuidáramos el Jardín. Nos dormimos, dejamos de
hacer esfuerzos, y se nos expulsó. Pero puesto que en el
principio no éramos enteramente culpables, Su Eternidad, desde
el tiempo de Adán, envió a sus mensajeros uno tras otro:
patriarcas, profetas y maestros para presentar un método por
medio del cual pudiéramos despertar y liberarnos del efecto de
nuestra mecanicidad inducida por el Kundabuffer".
"¿Por qué fallamos en usar, o en preservar, los tesoros de cada
civilización sucesiva, la ciencia y el arte de Egipto, la filosofía y
la religión de la India, la sabiduría de Caldea, el sistema de
relaciones personales de la antigua China? ¿Por qué no somos
los 'herederos de todas las épocas'? ¿Por qué esa urgencia en
destruir lo viejo? ¿Por qué, en vez de pararnos sobre los
hombros del pasado, tenemos que comenzar y comenzar, y
llegar a un estado, en muchas de las artes y las ciencias, inferior
a los antiguos? ¿Por qué creemos y tenemos esperanza en el
'progreso', cuando en todas partes, a nuestro alrededor hay
pruebas de que estamos deteriorándonos y trabajando día y
noche para producir fuerzas que destruirán incluso lo que
nosotros hemos construido?"
"La respuesta es Kundabuffer: nuestra falta de voluntad, nuestra
incapacidad de hacer cualquier esfuerzo para trabajar sobre
nosotros mismos. Pero ésta es una cosa demasiado pequeña
para nuestros 'reformadores".
"La psiquis está constantemente bajo las influencias de las
sugestiones de masas; es lo mismo en cada hombre, ya sea
blanco, marrón, negro, rojo o amarillo. Tomen el origen de la

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8
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palabra 'héroe'. Belcebú le dice a Jassín que un héroe es alguien
que voluntariamente emprende un trabajo para el beneficio de
la Creación. En este sentido el mismo GurdjiefTes un héroe. Pasó
treinta años recorriendo el Asia Central, el Cercano y el Lejano
Oriente, soportando dificultades increíbles para satisfacer su
ansia de conocimiento y comprensión, y para descubrir y
enseñar un método por el cual los hombres puedan
perfeccionarse".
"En el planeta Tierra, hasta hace muy poco tiempo, un 'héroe'
era alguien que caía más fácilmente bajo la psicosis de masas
de la guerra y destruía las vidas de muchos hombres. Los
antiguos atribuían la locura de los hombres en la guerra a los
dioses y los demonios (en el Mahabharata y en la Eneida, por
ejemplo). En épocas remotas la guerra puede haber sido
necesaria para el propósito de la naturaleza, pero ahora, según
Belcebú, la guerra se ha convertido en 'un horror de horrores' en
el gran Universo, y en un impedimento para el plan divino.
Ahora, sólo el hombre y su capacidad de sugestión son
responsables de la ilusión de 'la pompa y circunstancia de la
gloriosa guerra".
"El Primer Descenso ocurre en el tiempo de la Atlántida. Si la
Atlántida existió o no, no nos interesa aquí; pero de que la
Atlántida existe en nosotros es algo de gran interés psicológico.
La Atlántida fue sepultada en las profundidades del planeta. Una
de nuestras tareas es desenterrar la Atlántida sumergida, la
Conciencia Objetiva sepultada".
"Mientras nos encontramos en un estado intelectual-emocional,
debemos continuar el intento de establecer un punto de vista
sobre la raza humana. Una actitud intelectual es fácil, pero esta
actitud por sí sola no nos llevará muy lejos; hoy está aquí y
mañana se ha ido. Pero si estudiamos algo en un estado
intelectual-emocional y leí discutimos prácticamente,
estableceremos un estado triple en el que será posible
comprender una verdad, y esto puede ser duradero". II libro es
la historia del origen del hombre y una descripción objetiva del
mismo. Los hechos no son nuevos; están en nosotros, i «i un
estado de caos y desorganización; no están en nuestra i
tmciencia. Como dice Gurdjieff: 'No tratamos de descubrir algo
nuevo, sino de recuperar lo que se ha perdido'. Algunas de las
parábolas del Nuevo Testamento se refieren a esto".

1
9
0
"Como ejercicio, traten de imaginar, generalizando, las cinco
razas pi mcipales del hombre que habitan en la Tierra. Cada una
ha tenido una historia. ¿En qué sucesión aparecieron? ¿Cuáles
son sus i uacterísticas raciales, su estado de evolución y
degeneración? ..< nales son las características objetivas
comunes a todas tal como «• manifiestan según los resultados
del órgano Kundabuffer? Por ajemplo, cada hombre y cada
mujer de las cinco grandes razas están poseídos por la vanidad,
el amor propio, el orgullo, el egoísmo, etc. Sin embargo, en
nosotros permanece cierto estándar objetivo, aunque i on
frecuencia profundamente sepultado, que considera estas i ¡ii
acterísticas como deplorables. ¿Qué queremos decir por
egoísmo, por ejemplo? Desde un aspecto, significa creer que el
organismo al cual estoy unido es superior a otros, de manera
que mido a los otros por lo que me gusta y lo que no me gusta,
no por sus necesidades, sino por mis preferencias; e
impúdicamente critico al otro por haber cometido un desliz
mientras que yo soy culpable de ! desatinos colosales. El
egoísmo es yo, yo, yo. Quizá recuerden la anécdota de La
Conferencia de los Pájaros. 'Dios le dijo un día a Moisés: "Ve a
pedirle un consejo a Satán". Así, Moisés se dirigió a Iblis, y pidió
un consejo. Iblis le dijo: "Siempre recuerda este simple axioma,
nunca digas 'yo', de modo que nunca puedas volverte como
yo"."Y la vanidad, esa por la que sacrificaríamos casi todo antes
que herirla. Y la autocompasión, que es diabólica, aunque la
compasión verdadera es divina. Estas son algunas de las
características que nosotros compartimos con todos los
hombres. ¿Por qué? Según Belcebú esto es debido a que somos
productos biológicos de un planeta anormal: somos
normalmente anormales. Estas fallas de carácter son anormales
en relación a la esencia verdadera".
"Los grandes maestros religiosos no fueron reformadores en el
sentido en que Shaw emplea este término (él nunca comprendió
a Jesús); no trataron de cambiar o de reformar ninguna cultura
determinada, sino de cambiar la química de la psiquis humana
de manera que los hombres pensaran, sintieran y actuaran
normalmente. Al mismo tiempo, todos los grandes cambios que
han renovado y vivificado el espíritu del hombre -todas las
grandes obras de arte, la música, la literatura, la arquitectura-
surgieron mediante pequeños grupos de hombres conscientes
que trabajaban conforme a las enseñanzas interiores de los
grandes maestros. Toda organización religiosa externa, de
cualquier clase, ha surgido por la distorsión de la palabra de los
grandes maestros; esto es parte del proceso de circulación
descendente de la Ley de Octava, la cual, aunque consciente en
su origen, es mecánica cuando llega a nosotros -la involución-
La evolución en nosotros es el resultado del esfuerzo consciente
y del sufrimiento voluntario, de la lucha contra esta corriente
que circula hacia abajo".
"El primer descenso de Belcebú se debe a un joven
inexperimentado pariente suyo que estaba en dificultades con el
rey Apolis. (Esto nos trae a la memoria el paralelismo con Krisna
en el Mahabharata.) La narración del primer descenso, desde un
aspecto, es una advertencia contra el reformador dominado por
los sentimientos, que afirma que 'Si confían en la gente todo irá
bien'; el reformador que ve a la gente trabajar y sufrir por
propósitos que no tienen nada que hacer con sus propias
necesidades. El ve claramente ciertas cosas, pero piensa que
sabe lo que debe hacerse, y es aquí donde está su error. De allí
que, si logra realizar una reforma en su generación, dicha
reforma se convierte en el abuso de la siguiente. Belcebú
advierte a Jassín para que no mantenga ciertas nociones
sentimentales sobre la raza humana. Le dice que esas 'babosas'
tienen una naturaleza doble. En ciertos estados de ánimo
hablan como si la mantequilla no pudiera derretirse en sus
bocas; en otros estados, actúan como monstruos y se hacen
tales cosas unos a otros que hasta las bestias salvajes se
abstendrían de hacer. Ninguna de las otras religiones ha sido
responsable de una destrucción mutua en tan enorme escala
como la cristiana, y esto ha tenido mucha influencia para
desacreditar el principio del amor en mucha gente de
mentalidad seria. Sin embargo, el principio del amor es
indispensable en la búsqueda del conocimiento verdadero. Todo
el tiempo la gente escribe y habla del amor, aunque no tiene ni
siquiera una vislumbre de lo que es verdaderamente, el

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139amor consciente. Un aforismo en el Study House dice:
'Practica el amor consciente primero con los animales; ellos son
más sensibles".
"El descenso de Belcebú fue desde el planeta Marte. ¿Cómo
entendemos esto? Ares, el Marte griego, fue originalmente el
dios de los juegos y el deporte; no del deporte como lo
conocemos nosotros, sino de la lucha para entrenar y conservar
el cuerpo para servir. Con el tiempo, como siempre sucede, esta
idea de Ares degeneró en el símbolo de Marte como un dios de
la guerra y del derramamiento de sangre. Desde un aspecto,
entonces, podemos hablar de los que viven en el planeta Marte
como la Abubilla hablaba de su especie, comprometidas en la
'guerra divina', en la 'lucha divina".
"Debemos tener presente siempre lo que Gurdjieff dice sobre los
Relatos de Belcebú: Hay tres 'versiones' del libro: una exterior,
una interior y una íntima; igualmente, todas las afirmaciones
completas en el libro tienen siete aspectos. Desde un aspecto,
entonces, debemos reflexionar lo que se dice sobre el
observatorio en Marte, desde donde Belcebú fue capaz de
observar imparcial y críticamente la vida del hombre en la tierra.
Debemos aprender a adoptar esta actitud imparcial hacia
nuestro organismo".
Orage hablaba constantemente con respecto a no tratar de
cambiar algo en nosotros sin instrucciones de Gurdjieffo de uno
de los alumnos más antiguos. Si tratamos de cambiar algo sin
trabajar conforme al Método, podría aparecer una manifestación
peor. Citaba a Belloc:
Be sure to keep íight hold of nurse For fear of meeting
something worse (Asegúrate de no soltar lo que te amamanta
por miedo a encontrar algo peor)
Orage decía: "Si al organismo se le limpia y se le decora con
ciertos métodos pseudo-ocultistas o proselitistas -si se le purga
de emociones negativas, en vez de que las emociones sean
transformadas al usar el Método- podrían entrar siete demonios
peores que el primero. Una de las cosas extraordinarias con
respecto al Método es que, al practicarlo, se produce
indirectamente un cambio hacia la normalidad. Mediante la
sensación del cuerpo, el recuerdo de sí, la observación de sí, se
provoca un cambio en el organismo tal como se provoca un
cambio en ciertos químicos si un catalizador está presente.
Desde otro aspecto es como si tres niños, hermanos, estuvieran
en una habitación, peleando y molestándose entre sí. La puerta
se abre lentamente y el padre dirige su mirada al interior. No
dice ni hace nada, sólo observa. La pelea se acaba y cada niño
retoma lo que estaba haciendo".
Una de las preguntas formuladas en los nuevos grupos era sobre
el aumento de la eficiencia.
Pregunta: "¿Trabajar con el Método mejorará lo que escribo?"
Orage: "Sí".
Pregunta: "¿Inmediatamente?"Orage: "Es imposible decirlo. De
seguro que lo hará, con el tiempo". Pregunta: "Pero el trabajo
evitará que escriba por un tiempo. ¿Suponga que no puedo
permitirme esperar?"
Orage: "Entonces no trabaje con el Método".
Esto hizo que se discutiera lo que Gurdjieff decía a menudo con
relación a esforzarse por hacer todo bien. "Si empiezan
haciendo bien las cosas pequeñas, serán capaces de hacer bien
las cosas grandes; más tarde podrán trabajar bien sobre ustedes
mismos. Cosas pequeñas como cocinar, lavar, fregar el piso,
pero deben hacerse con atención".
Gurdjieff y Orage, cuando enseñaban, cuando estudiábamos
ideas importantes tales como las leyes del cosmos, eran
capaces de traernos de regreso a las cosas pequeñas de cada
día y relacionarlas con esas ideas. Nunca dejaban de recalcar la
importancia de hacer cosas pequeñas conscientemente, pues
sólo así podríamos comprender lo mínimo de las grandes leyes.
Pues es posible saber todo con el aparato formatorio, y, sin
embargo, no comprender nada. Como dice el proverbio:
"Consigue la comprensión con todo tu esfuerzo".
La comprensión es una de las cosas más difíciles de
comprender. Como decía Gurdjieff a menudo: "Ustedes no
comprenden lo que significa la comprensión".
En La Conferencia de los Pájaros, la abubilla, al relatar a las aves
sobre el Tercer Valle, dice: "Después del valle del cual he
hablado viene otro: el Valle de la Comprensión, que no tiene
principio ni fin. Ningún camino es igual a este camino. La
comprensión, para cada viajero, es duradera, pero el
conocimiento es pasajero. El alma, como el cuerpo, está o
progresando o declinando, y el camino espiritual se muestra
sólo en la medida en que el viajero ha superado sus faltas y
debilidades, su sueño e inercia, y cada cual se acercará a su
meta según su esfuerzo... Hay diferentes vías para cruzar este
valle, y todas las aves no vuelan de la misma manera. Uno
puede alcanzar la comprensión de diversas maneras -algunos
han encontrado el mihrab, otros el ídolo-. Cuando el Sol de la
Comprensión ilumine este camino, cada cual recibe la luz
conforme con sus méritos y encuentra el grado que se le asigna
en la comprensión de la verdad. Cuando el misterio de la
esencia de los seres se da a conocer claramente a cada cual, el
horno de este mundo se convierte en un jardín de flores... Pero
es necesario tener un deseo profundo y duradero para llegar a
ser lo que debemos ser a fin de atravesar este difícil valle... En
cuanto a ustedes que están dormidos... ¿Cuánto tiempo

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permanecerán siendo como son, como un burro sin dogal?"
Attar añade: "En China hay un hombre que recoge piedras sin
cesar. Derrama abundantes lágrimas, y cuando las lágrimas
caen al suelo se vuelven piedras, que él continúa juntando. Si
las nubes derramaran lágrimas como éstas, habría razón para
apenarse y quejarse. El conocimiento verdadero se convierte en
el tesoro del buscadorverdadero... Pero el conocimiento
ordinario es distorsionado por la mente formalista; se petrifica,
como las piedras".
Alguien preguntó a Orage cuál era la diferencia entre e
mejoramiento y el perfeccionamiento de sí. Dijo que
"mejoramiento de sí" es un "arreglo" de algo que ya existe.
"perfeccionamiento de sí" es una realización de potencialidade
aún no desarrolladas.
"Como dije, una de nuestras grandes desventajas es que, com
hombres, no aprendemos nada del pasado. No sólo no
aprendemos nada, sino que la educación y la mayor parte de lo
que llamamos escritos de información es una conspiración para
hacernos creer que la sabiduría del pasado, comparada con lo
que sabemos, es sólo el resultado, como dice Gurdjieff, del
'saber petulante de antiguos bárbaros'. Nuestra civilización no
está construida sobn las civilizaciones precedentes; y la ciencia
realmente es una repetición, aunque se piense que es el
descubrir cosas por primera vez. Belcebú se refiere por lo menos
a dos civilizaciones que precedieron a los tiempos históricos en
las que los inventos eléctricos llegaron a un punto tan elevado
como en nuestro propio tiempo. Gurdjieff cuenta que en una
ocasión participó en una expedición al desierto de Gobi. En
determinado lugar, veinte yardas por debajo de la superficie,
encontraron los restos de una ciudad; debajo de ella otra y otra
más. Otros arqueólogos han encontrado condiciones similares
en Troya y en Jericó. La gente que vive hoy en día allí no tiene
tradiciones o siquiera leyendas de esas ciudades perdidas. Esto
hace parecer a Egipto como algo de un ayer reciente. Cuando yo
era un niño nos enseñaban que los grandes terraplenes de
Inglaterra eran restos de campamentos romanos. Ahora se ha
descubierto que son restos de una civilización que ya era
antigua cuando Roma era joven, y que los grandes aros de
piedra de Avebury son miles de años más viejos que
Stonehenge. Las opiniones históricas comúnmente aceptadas
son la vida del hombre vista a través de un espejo
distorsionado. Gibbon, al comienzo de su Decadencia y Caída
del Imperio Romano, dice que la 'historia' es principalmente un
registro de crímenes".
"Hoy, la actitud científica ha tomado el lugar de la actitud
religiosa. Un sistema de supersticiones ha reemplazado a otro.
Los científicos están empeñados en diseccionar el cadáver del
universo; están preocupados por el 'cómo', no por el 'porqué'. La
ciencia ve todo de una manera mecánica, a través de una parte
del centro motor-instintivo; no tiene respuesta para las
necesidades humanas en una crisis. Estoy hablando del
científico ordinario, el cual posee un surtido de información, de
conocimiento parcial, no verificado por la experiencia personal,
y que a menudo es refutado por otro 'científico".
"La ciencia objetiva tiene como propósito la investigación del
significado y la razón de la existencia; no descubrir más y más
cosas, sino la verdad, la verdadera relación de las cosas".
Alguien preguntó: "¿Cómo definiría a la superstición?"
142"La superstición", respondió, "es una actitud emocional hacia
una mentira".
Al hablar del capítulo sobre el Tiempo, Orage dijo que la
afirmación de Gurdjieff, "El Tiempo es lo Único Subjetivo", era la
clave para todo lo que se había escrito y dicho alguna vez sobre
el tema.
Belcebú dice: "AI Tiempo, como tal, ningún ser puede
comprenderlo por la razón, ni sentirlo por medio de una función
eseral exterior o interior (...) Notemos que en el Gran Universo
todo fenómeno, sin excepción, cualquiera sea el lugar donde
aparezca y se desarrolle, no es más que el resultado de
'fragmentaciones' sucesivas, conforme con las leyes, de algún
fenómeno integral que tomó su origen del 'Muy Santo Sol
Absoluto'. De suerte que todos los fenómenos cósmicos,
dondequiera que se produzcan, tienen un significado 'objetivo'.
Y esas 'fragmentaciones' sucesivas, conformes a las leyes, se
realizan, en todos los aspectos, incluso en los de su involución y
su evolución, según la ley cósmica fundamental del
Heptaparaparshinoj sagrado. Sólo el Tiempo no tiene significado
objetivo alguno, porque no es el resultado de la fragmentación
de ningún fenómeno cósmico determinado. Al no surgir de nada
-mas identificarse siempre con todo y mantenerse
soberanamente independiente- sólo él, en el Universo entero,
puede ser llamado y glorificado con el nombre de 'Único
Fenómeno Idealmente Subjetivo' (...) El tiempo, al cual se le da
a veces el nombre de 'Heropás', es el único fenómeno cuya
aparición no depende de ninguna fuente; él sólo, a la imagen
del Amor Divino, fluye siempre independientemente (...) y se
mezcla, de modo proporcional, con todos los fenómenos
presentes en un lugar dado, que se produce en todos los
surgimientos de nuestro Gran Universo".
"Somos como un reloj con tres cuerdas", continuó Orage, "que
varían según la herencia y el ambiente inicial -a las tres se les
da cuerda para tres o cuatrocientos años- Gurdjieff dice que en
el principio nuestros órganos estaban hechos para durar mil
quinientos años -la edad de los patriarcas no es sólo un mito—.
¿Qué impide que nuestras cuerdas duren? La respuesta es: la
vida anormal del hombre; su vida física, emocional, intelectual.
El regulador de nuestro reloj no trabaja apropiadamente;
comienza a andar mal en la edad de la responsabilidad. ¿Qué
hace que la época de la niñez y de la juventud parezcan ser tan
largas, y el resto parece ser tan rápido, tan corto? El tiempo es
la potencialidad de la experiencia, del número de experiencias
contenidas en un centro dado; y estas experiencias pueden ser
sucesivas, secuenciales o simultáneas. El 'tiempo' de nuestras
vidas dependerá de la velocidad a que estas experiencias
potenciales se gastan. Ustedes conocen el aforismo del Study
House: 'El hombre tiene un número limitado de experiencias; al
economizarlas, prolonga su existencia". "Belcebú habla de la
corta duración de la vida de los seres en j una gota de agua
comparada con la nuestra. De manera similar, si esta habitación

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143en donde nos encontramos, y nosotros con ella, tuviéramos
que encogernos al tamaño de una pelota de tenis, no nos
daríamos cuenta de ello. Tal vez esto es lo que sucedió con las
hormigas y abejas de hace millones de años; entonces enormes
criaturas degeneraron y se convirtieron en un peligro para el
plan cósmico, de manera que la Naturaleza las encogió. El
tiempo y la vida actuales podrían parecerles lo mismo a ellas
tanto hoy como entonces. Puede ser que si la degeneración del
hombre continúa, sí su energía sigue siendo desviada hacia las
trivialidades, si los científicos continúan inventando medios de
destrucción cada vez más fantásticos y si los hombres continúan
contaminando y envenenando los ríos y la tierra con químicos y
sprays, entonces la Naturaleza puede hacerles lo que hizo con
las hormigas y las abejas".
"Tal como somos, las experiencias nos ocurren; nosotros no las
usamos, ni podemos usarlas conscientemente hasta que
aprendamos a controlar la energía física y emocional que surge
cuando somos confrontados por acontecimientos súbitos e
inesperados. Por ejemplo, una persona lee algo en el periódico,
o se entera de algo, e inmediatamente se identifica; siente
intensamente, y se desperdicia una valiosa energía emocional y
mental; esa persona ha acortado su tiempo. Lo mismo sucede
con las experiencias difíciles con las personas, las cuales
pueden hacernos 'gastar la cuerda' en pocos minutos o en pocas
horas; algo que en condiciones normales tomaría muchos años".
"El tiempo es lo infinito, lo absoluto, lo potencial de toda
experiencia".
A una pregunta sobre la curvatura del espacio, Orage respondió:
"Podemos comprender algo de esto al estudiar el
funcionamiento de la ley de octava en nosotros. Puesto que el
espacio también obedece a la ley de la deflexión de las líneas de
fuerza, una línea tomada desde un punto en el espacio
eventualmente regresará a sí misma. El espacio también debe
ser concebido en octavas y por consecuencia es curvo".

"Hay tres dimensiones en el espacio y el tiempo: sucesión-la


línea; simultaneidad-el plano; tres o más sucesiones-la
eternidad. La eternidad es observar todas las potencialidades de
una serie de manera simultánea. El profesor Eddington,
hablando de sí mismo como un gusano de cuatro dimensiones,
está a punto de concebir un tiempo tridimensional. Realmente,
el profesor es sólo bidimensional en su concepto; la tercera
dimensión entra si ustedes ven todo su pasado, presente y
futuro simultáneamente. GurdjiefF nos llama 'ovejas'; nos
movemos en una especie de línea unidimensional".
"La recurrencia es una esfera. Las líneas de la latitud forman
círculos -un octavo de ellos desde el Ecuador- y los seres tienen
una longevidad que corresponde a su latitud de tiempo; los que
están más cerca del Polo tienen la más corta. Las líneas de
longitud son espaciales, la longitud es la reencarnación en el
espacio, la latitud es la recurrencia en el tiempo. Sin
adentrarnos mucho en la teoría, esto no puede estar claro para
ustedes ahora; las mentes que tienen ahora son incapaces de
captar estas ideas. Nosotros nos proponemos desarrollar mentes
para las cuales estas ideas serán tan relativamente fáciles como
las ideas bidimensionales lo son ahora".

Alguien preguntó: "¿Excluye usted a la gente que


aparentemente puede prever el futuro o leer el pasado?"
Orage: "Nunca he conocido alguien que pudiera. Cuando yo era
investigador en la Sociedad para la Investigación Psíquica,
nunca vi u oí sobre un caso auténtico. Pueden verse las
potencialidades, pero la longitud y la latitud no pueden
determinarse para su realización. Incidentalmente, nunca me
encontré con ninguno de los así llamados fenómenos
sobrenaturales, que no pudiera ser explicado por medios
nafurales".
"Una de las metas del libro de Gurdjieff es i n d u c i r
desesperación en las mentes mejor entrenadas en lo que
respecta a su tipo de razón".

"Belcebú representa al hombre normal ideal. Su función en este


planeta ha cesado. Tiene la totalidad de la experiencia humana
detrás de sí. Tiene una crítica de la naturaleza humana. Es
objetivo, imparcial, desprejuiciado. Está indignado, pero es
capaz de tener piedad y de ser benévolo. Utilizó su exilio para
llevar una existencia consciente, y no ha escatimado esfuerzos
para dar realidad a sus potencialidades. El es lo que nosotros
podríamos ser. Es lo que deberíamos ser. En sus relatos nos
presenta un método a través del cual podemos llegar a ser lo
que deberíamos ser".
"Belcebú ve a los seres humanos viviendo en condiciones de las
cuales son responsables ellos mismos; condiciones no
'convenientes' a seres tricéntricos. 'Convenientes' aquí significa,
a la vez, ser 'apropiadas' y aquéllo que les posibilitará 'devenir',
'ser'. A causa del sistema de educación, la comprensión del
cosmos en el que viven ha desaparecido de su psiquis. Así como
tenemos conciencia de la flora y la fauna de la naturaleza y de
la civilización en la que existimos, los seres tricéntricos deberían
estar conscientes de las funciones del cosmos: el sol en relación
con los planetas, la tierra en relación con la luna. Esto sería 'ser-
conocimiento', es decir, conocimiento personal directo, no de
oídas. Un ser tricéntrico normal comprendería los fenómenos
cósmicos, y cómo le afectan las radiaciones, las emanaciones,
las tensiones. En nuestra anormalidad no estamos conscientes
de ella, o la vemos de manera distorsionada. ¿Por qué? Gurdjieff
mismo es un espejo para cada uno de nosotros que refleja la
realidad. El libro es esta clase de espejo. El Kundabuffer también
es un espejo, pero un espejo distorsionante en elque vemos la
realidad al revés. La educación es el resultado de las
consecuencias del órgano Kundabuffer. Platón decía que su
república podía fundarse sólo si pudiéramos comenzar con niños
recién nacidos; pero puesto que tienen que ser educados por
adultos, serán malcriados. Platón, por supuesto, era el filósofo,
mientras que Sócrates era maestro de un método, como
también filósofo. Mucha gente de hoy tiene una inteligencia
superior a su conducta; están libres de supersticiones sobre
religión, ciencia, moral, política, pero continúan siendo
irracionales con relación a sus hijos. Ven las estupideces del
sistema educativo y, sin embargo, continúan educando a sus
hijos en él".
"Según Belcebú, nuestro sol ni alumbra ni calienta. Aparte de
sus implicaciones psicológicas, ¿qué entendemos por
conocimiento personal sobre las causas del calor y de la luz que
llegan a nuestro planeta? Sólo ayer, relativamente, toda las
autoridades de la Iglesia enseñaban que el sol era una pequeña
bola de fuego que giraba alrededor de la tierra, creada para
darnos luz y calor, y casi todo el mundo creía esto. Ahora, los
científicos nos enseñan que el sol es un enorme globo de fuego
cuyas llamas se disparan por miles de kilómetros en su
atmósfera, y casi todo el mundo lo cree. ¿Cómo lo saben?
Belcebú dice que el sol es frío y de hielo, y que el calor y la luz
son el remordimiento de la materia. El Sagrado Aieioiuoa es el
suspiro del remordimiento objetivo. Es lo que uno debería sentir
en presencia de un ser que se ha desarrollado a sí mismo hasta
alcanzar un estado de conciencia superior al de uno; un deseo
de ser lo que uno debería ser".
"Nuestro planeta, la tierra, es la vergüenza de nuestro sistema
solar. Es el patito feo, el enano deforme, la bestia de los cuentos
de hadas, los cuentos de hadas en los que están encerrados
fragmentos de enseñanza verdadera, de manera que no se
sospeche de ella como propaganda herética. La idea es que, si
los hombres pudieran llegar a ser normales, este planeta podría
redimir al sistema solar. También los trovadores enseñaban esta
idea; eran emisarios de una escuela esotérica".
"La totalidad del Universo existe debido a -y es mantenida por-el
sistema Trogoautoegocrático, la alimentación recíproca. Yo
mismo como. Me nutro de tres alimentos: el alimento ordinario,
el aire y las impresiones. Nos alimentamos el uno del otro; con
algunas personas uno puede decir:/"El o ella me alimenta;
después que he hablado con ellos me siento alimentado". Otros
son vampiros; lo dejarán seco, si usted es lo bastante necio para
permitirlo. El alimento que ingiero es cambiado en substancias
que se convierten en las células de mi cuerpo. Soy lo que he
comido y digerido; literalmente, me he comido a mí mismo".
"El Universo es un ser semejante, que come para vivir. Cada
parte del universo físico es un producto de la comida del Gran
'Yo'. 'El Gran YO SOY', que es Dios. Esta idea se encuentra en los
mitos. Los primeros cristianos pensaban que Jesús cortó partes
de su carne, y que sus discípulos la comieron y bebieron su
sangre. Según Gurdjieff algo así

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146sucedió realmente. Muchos ritos y ceremonias están
vinculados a esta ¡dea (la Santa Comunión, por ejemplo) y, por
supuesto, distorsionados. En los ritos de canibalismo y en la
ingestión de los órganos sexuales -la fuente de procreación y de
virilidad- tenemos un ejemplo de distorsión absoluta".
"Mi cuerpo come. ¿Dónde está 'Yo' entonces?"
"Gurdjieff dice que debemos aprender a distinguir entre 'yo' y
'ello'. ¿Qué es 'yo'? No podemos ofrecer ninguna evidencia de la
Individualidad, la Conciencia y la Voluntad, la tríada o el
triángulo de los cuales 'yo' está compuesto. Sin embargo,
podemos tener, con el tiempo y con el trabajo, una comprensión
de algo que no sólo es organismo. El nacimiento de 'yo' y su
desarrollo ha sido el tema de enseñanzas alegóricas en todas las
religiones, y fue enseñado en los Misterios. Desempeña una
función importante en la historia de Jesús".
"Si uno de tus 'yoes' te ofende, arráncatelo".
"Si tu 'Yo' es uno, tu cuerpo entero estará lleno de luz".
"Quédate tranquilo, y sabe que 'Yo' soy Dios".
"Yo Soy el que Soy".
"Yo' está bajo la Ley de Tres".
"Ello' está bajo la Ley de Siete".
"Si tenemos una formación metafísica es más fácil comprender
mucho de la enseñanza de Gurdjieff. Deberíamos poder
discriminar entre lo potencial y lo que es. Lean el libro de Saurat
Las Tres Convenciones".
AI hablar del capítulo sobre el Arte, Orage dijo que en la época
de Pitágoras se les hablaba a los artistas mientras trabajaban
para evitar ser atrapados emocionalmente por su tarea.
Continuó diciendo: "Hay dos categorías de arte: subjetivo y
objetivo, inconsciente y consciente".
"El arte evoca un rango de emociones que la naturaleza
quisiera, pero no puede, producir. Lo que define la importancia
de un artista, desde nuestro punto de vista, es el grado hasta el
cual él está consciente de esto. El artista debe estar en el
espíritu de la Naturaleza, en las leyes de la Naturaleza. Una
comprensión de los principios matemáticos de la Naturaleza no
es una comprensión de la dinámica de la Naturaleza. La
comprensión del artista es diferente de la descripción científica
de las huellas de la Naturaleza. El científico no puede
anticiparse a la Naturaleza; el artista debería ser capaz de
hacerlo".
"El artista subjetivo se dedica al arte para desarrollarse
personalmente. La meta del artista objetivo es producir un
efecto definido y calculado sobre la gente; su propia meta
personal puede estar incluida en esto".
"El arte es un medio para comunicar emoción. El arte subjetivo
satisface al artista; el arte objetivo afecta a quien lo recibe, de
acuerdo a lo que el artista se propone".
"El arte objetivo está basado en los principios implícitos de la
Ley de
Siete en la arquitectura, la pintura y la escultura, en la música,
la literatura, la danza, el teatro. En sus Siete Lámparas, Ruskin
iba en esa dirección, pero se confundió. Hokusai dijo que cuando
muriera esperaba unirse al grupo de artistas de la Naturaleza
que dibujan con luz y crean flores. Blake tuvo una visión de la
verdadera creación:
Tyger, Tyger, burning bright In the forests ofthe night, What
immortal hand, or eye Couldframe thyfearful symmetry! "*
¡Tigre, tigre, lux brillante/ De los bosques Je la noche,/ Qué
mano, qué ojo inmortal/ Pudo fraguar tu terrible simetría!
"El uso moderno de la palabra 'creación' está fuera de lugar. El
arte moderno sólo sucede. Estamos hablando del bohemio, el
típico artista subjetivo que se expresa a sí mismo. Muchos
artistas sólo tienen emociones estéticas, no emociones
humanas. Podemos decir: 'Busca el arte, busca la razón'. Los
artistas verdaderos son las antenas de la Naturaleza; la
Naturaleza futura moldea a sus artistas con antelación. Hay un
aforismo en el Study House: 'No ames el arte con tus
sentimientos".
"El arte objetivo provoca un estado de no identificación. El único
gran arte, en lo que concierne a este trabajo, es el de hacer de
sí un ser humano completo".
"En el capítulo de 'Archi-Absurdo', Belcebú dice que no usamos
el primero y el tercer santo principio; dice: "... y sólo las
cristalizaciones de la segunda parte del Okidanoj omnipresente,
la Santa Negación, sirven al revestimiento de su propia
presencia. Así que la presencia de la mayoría de ellos no está
constituida sino por el solo cuerpo planetario que, como tal, será
destruido para siempre".
"¿Se les ha ocurrido alguna vez que casi toda la actividad
humana está preocupada, no en satisfacer las legítimas
necesidades del cuerpo planetario, sino en satisfacer sus deseos
y debilidades? Piensen en Wall Street, en el Royal Exchange, en
las tiendas de la Quinta Avenida y de Bond Street; piensen en
los millones que están ocupados en hacer artículos para
satisfacer los caprichos y vanidades de las mujeres, los millones
gastados en armas y explosivos, en el deporte, en los
fertilizantes artificiales que envenenan la tierra, en las drogas
creadas para aliviar las enfermedades consecuentes. Piensen en
los miles de hectáreas de árboles talados cada mes para hacer
pulpa de madera sobre la cual se imprimen las jactancias de los
periodistas y los escritores iletrados; la energía que se emplea
en la producción de aviones y automóviles. A medida que el
ritmo de la vida se acelera y la vida se vuelve cada vez más
complicada, el hombre tiene cada vez menos de lo que le
pertenece. Toda esta energía y tensión, inútil para
nuestro ser, es tomada por la Naturaleza para sus propios
propósitos". "Una de las grandes ilusiones, consecuencia del
órgan Kundabuffer, es que la búsqueda de la felicidad como
meta en sí misma es algo bueno. Si tenemos una meta
verdadera, entonces podemos alcanzar la felicidad por
añadidura".
"Aunque nos familiaricemos con las teorías, no podemos
comprender nada sobre el Universo hasta que hayamos
establecido una correspondencia en nosotros mismos. Gurdjieff
condena el uso que damos a la imaginación porque la usamos
principalmente para la fantasía. Pero el libro proporciona una
oportunidad para hacer un uso correcto de ella; uno de los
ejercicios en el uso de la imaginación es el tránsito frecuente de
lo personal a lo universal, y viceversa".
"Si comprendemos algo del funcionamiento de las fuerzas
activa, pasiva y neutralizante en nosotros, entonces podemos
comprender algo de la Ley de Tres en el Universo; lo mismo con
la Ley de Siete. ¿Ya han tenido alguna manifestación del
funcionamiento de estas dos leyes (cuyos procesos están en
marcha todo el tiempo) en ustedes mismos? Si no, será sólo
saber, y como tal, puede desaparecer.
"Noventa y seis por ciento de nuestra civilización está
interesada en el centro instintivo-motor, el cuerpo planetario;
tres por ciento en la cultura verdadera, las emociones; uno por
ciento en '¿POR QUE?', la mente verdadera. El centro instintivo-
motor, que debería ser la parte pasiva, se ha convertido en
nuestra civilización en lo activo, lo positivo. Somos el hombre
invertido, crucificado cabeza abajo".
"Pitágoras enseñó este sistema y este método, pero no ha
quedado ningún registro de su enseñanza, salvo algunos
fragmentos provenientes quizá de uno de sus grupos
secundarios. Los libros que se han escrito sobre él son casi
todos suposiciones. Pero su enseñanza tuvo una enorme
influencia. El Timeo de Platón contiene la cosmogonía de
Pitágoras. Algunos de los Movimientos y danzas de Gurdjieff
están basados en los fragmentos de la enseñanza de Pitágoras
-'La Iniciación de la Sacerdotisa; Fragmento de un Misterio'-, por
ejemplo. Cuando Aristóteles comenzó los capítulos de su libro
sobre metafísica, se proponía discutir sobre el espacio, el
tiempo, el pensamiento y la fuerza a la luz de la enseñanza que
había recibido de Pitágoras; pero parece que nunca avanzó en
ello". "La peculiaridad de los seres de este planeta se debe a
condiciones especiales; estos seres son únicos, especialmente
en la naturaleza de su razón distorsionada. ¿Por qué pienso que
la mayoría de la gente que conozco es tonta? ¿Por qué ellos
piensan que yo soy tonto, y me compadecen? ¿Y por qué todos
tenemos razón? ¿Por qué, en nuestros momentos más
tranquilos, reconocemos la insensatez esencial de la gente? ¿Por
qué es tan fácil ver los defectos de los demás y tan difícil verlos
en nosotros mismos? Esto siempre se ha sabido; ver la obra de
Sócrates, y la historia de Sakuntala en el Mahabharata"."Esta
insensatez la dan por sentada los seres que tienen poder, y la
usan en sus tratos con lo que llaman 'las grandes masas' o 'el
pueblo'. ¿Por qué se nos hace difícil comportarnos
razonablemente cuando nos enfrentamos a una gran cantidad
de gente? Todos reconocemos que el setenta y cinco por ciento
de las leyes y las regulaciones son estúpidas, y tratamos de
evadirlas. Sin embargo, rara vez alguien protesta".
"El calor y la luz son el remordimiento de la materia. Cuando
estamos en un estado de recuerdo de sí hay elementos de
nuestro cuerpo que sienten remordimiento, no un sentimiento
de inferioridad, sino una especie de pena por lo que somos,
combinada con aspiración, y una luz surge en nosotros;
podemos observar algo en nosotros que había estado oculto en
la obscuridad".
"En la física moderna a veces se dice que somos producto de la
electricidad. Las tres fuerzas están reunidas en una: Okidanoj,
electricidad -positiva, negativa y neutralizante-. Gurdjieffdice
que dos civilizaciones anteriores desaparecieron a causa de un
uso demasiado mecánico de la electricidad; la nuestra podría
ser la tercera. Debido a este uso extremadamente mecánico de
la electricidad, hay menos para el uso psicológico; de allí la falta
de voluntad y de metas de la gente. La educación ha sido
afectada. En nuestra época la educación termina donde la
educación de los tiempos antiguos comenzaba, es decir, entre
las edades de dieciocho y veintiuno, el período idealista en el
que la juventud espera algo que dé más sentido a la vida del
que ve manifestado en la gente en torno a ella. En este período
idealista la vida está llena de electricidad, pero no hay nadie
que muestre a la juventud qué hacer con ella. El resultado es
que los más idealistas se vuelven cínicos, extravagantes o se
entregan a las drogas, o a un exceso de sexo; se repliegan hacia
su centro instintivo-motor".
"En el capítulo 'Por qué los "hombres" no son hombres' se nos
dice que, a causa de una 'imprevisión' de parte de los Muy Altos
Individuums, un cometa chocó con la Tierra, y dos partes se
desprendieron de ella. Orgánicamente somos producto del
planeta, y reproducimos las deficiencias orgánicas del planeta.
Dos centros se desprendieron; nuestra naturaleza se dividió.
Sakaki vino a la Tierra para investigar y encontró que era
necesario que la Tierra y toda la vida en ella deberían
suministrar a los dos satélites una substancia llamada Askokin.
Esta sólo podía obtenerse con sudor, por esfuerzo -físico,
emocional y mental-. Cada organismo, cada átomo, tenía que
asumir su parte de la carga. Sakaki temía que los habitantes de
este planeta, que quizá no tenían una razón suficientemente
desarrollada, se rebelaran y rehusaran tener hijos; así el órgano
Kundabuffer fue implantado en ellos. Esto tuvo el efecto de
hacerles 'ver la realidad al revés'; confundieron lo efímero con lo
real, y por primera vez comenzaron a hacer algo que no se hacía
en ningún otro planeta -comenzaron a destruir mutuamente sus
vidas, y la Naturaleza recibió la ayuda que necesitaba-. Tan
pronto como se
150consideró seguro hacerlo, Nuestra Eternidad hizo que
extrajeran el órgano, pero las consecuencias permanecieron. El
hombre continuó en su estado de sueño, y desde los últimos
tiempos babilónicos, hace ocho mil años, ha degenerado
lentamente. Es así como estamos viviendo un período en el cual
el proceso de degeneración se está acelerando —incluso desde
el siglo XVIII ha aumentado su velocidad-".
"¿Por qué este mandamiento de Dios: 'Comerás con el sudor de
tu frente'? ¿Por qué esta maldición del trabajo, la necesidad de
sudar? ¿Por qué esta aparente malevolencia de Dios? Según
Belcebú, no es malevolencia, sino una necesidad cósmica. Nadie
puede escapar, todos deben pagar. Pero Su Eternidad, casi
desde la creación del mundo, envió a la Tierra a sus Mensajeros,
y continúa enviándolos para enseñar a los hombres cómo pagar
a la Naturaleza y al mismo tiempo trabajar sobre sí mismos y
usar parte de sus esfuerzos para su propio ser. Sus Mensajeros
enseñaron a los hombres el Método por el cual El Mismo venció
al despiadado Heropás. Les dio el único Hijo que había
concebido, de manera que ellos mismos pudieran llegar a ser
Hijos de Dios y ayudarlo a El en Su divino propósito. Este
Método, en diferentes formas, fue enseñado por todos los
grandes maestros. Ahora tenemos la posibilidad de pagar
conscientemente, de manera que hasta la misma maldición
puede llegar a ser una bendición. Platón, que había aprendido el
método de Sócrates y estudió el sistema con los sacerdotes en
Egipto, dijo: 'Las maldiciones de Dios son nuestras
oportunidades".
"Ustedes no se pertenecen; ustedes tienen un precio', dijo
Pablo". "Tenemos una naturaleza dual, 'Yo' y 'Ello', pero sólo
vagamente somos conscientes de este estado. Tal como somos,
el cuerpo no es de ayuda para la conciencia. Cuando hayamos
aprendido a separar 'Yo' de 'Ello', entonces podremos hacer uso
del cuerpo. Al hacer los Movimientos y las danzas de Gurdjieff,
estamos usando el cuerpo -somos obligados a realizar un
esfuerzo por ser conscientes-¿Por qué el cuerpo no refleja la
mente? ¿Por qué no hay correspondencia entre el cuerpo y la
conciencia? ¿Por qué somos como extraños en el cuerpo? Pablo
decía: 'Las cosas que hago, no debería hacerlas; las que no
debería hacer, las hago".
"La anormalidad incluye no sólo a la naturaleza humana, sino a
toda la naturaleza: 'La totalidad de la creación se lamenta y
trabaja, esperando la manifestación de los Hijos de Dios'. La
Tierra sufre por algún propósito cósmico. Si nosotros mismos
enfrentamos el infortunio con quejas y autocompasión, sufrimos
más y hacemos sufrir a los otros. Si lo enfrentamos
conscientemente, podemos hacer un esfuerzo para convertirlo
en un apoyo a nuestro favor, para un uso más elevado. No basta
con sufrir en silencio; esto podría desembocar en un estado de
resentimiento. El esfuerzo consciente produce comprensión.
Belcebú mismo tenía que sudar para comprender lo que ya
sabía".
Alguien hizo la pregunta perenne: "Mientras estoy aquí, en el
grupo, escuchándolo a usted, siento con mis sentimientos que
todo esto es

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151verdad; aquí siento que puedo hacery que de aquí en
adelante viviré conforme con la enseñanza. Pero sé, con mi
mente, que cuando deje la reunión todas las viejas debilidades
regresarán. Me olvidaré y viviré de la misma vieja manera,
repitiendo y repitiendo, hasta que venga otra vez al grupo".
"Por el tono de su voz", Orage respondió, "parece que está en
peligro de dar rienda suelta al desaliento -el octavo pecado
capital-. En este trabajo sucede como si uno estuviera
comenzando una y otra vez. Cada vez que usted hace un
esfuerzo adquiere un poco más de músculo espiritual. Como un
niño que está aprendiendo a caminar, usted comienza una y
otra vez; y este trabajo es infinitamente más difícil y
complicado. Pero los resultados están garantizados. Debemos
recordar que debido a los efectos del órgano Kundabuffer,
sufrimos una especie de enfermedad de la columna que nos
afecta como lo haría el opio; de allí nuestra dificultad en hacer
un esfuerzo verdadero. Este órgano nos ha vuelto lunáticos; y
aunque del órgano ahora sólo quedan vestigios, los resultados
siguen allí. Hablando en general, nacemos sanos, pero nos
enfermamos por medio de la influencia de nuestros mayores,
del deseo de hacer lo que hacen los otros, mediante la
educación en el sentido amplio -ese enemigo de la raza
humana-".
"¿Cuál es el significado verdadero del sacrificio y de los
sacrificios? Belcebú habla mucho al respecto. Los grandes
maestros y héroes se sacrifican por la humanidad. En algunos
casos son, en realidad, conducidos a la muerte en la tierra como
un sacrificio. Jesús, por ejemplo. Y, según Belcebú, Judas (que
fue el más cercano a Jesús y el de más confianza) se sacrificó
por el bien de los otros discípulos y para la posteridad".
Yo dije: "Siempre me ha parecido que hay algo equivocado o
algo distorsionado en la teoría de los evolucionistas en cuanto a
que los sacrificios y los rituales de fertilidad fueron el principio
de las ideas religiosas de los pueblos primitivos. Debe ser lo
contrario. La idea de un Dios o un Héroe muriendo por el bien de
la humanidad se distorsiona, se mezcló con ideas religiosas
distorsionadas; Dios se encarnó en el Rey, y el Rey fue
sacrificado. Se dice que la muerte de William Rufus, por
ejemplo, fue un sacrificio ritual para la antigua religión (no
cristiana). Hay muchos ejemplos del sacrificio de un rey o de un
sacerdote, para no decir nada de los hombres ordinarios, por el
bien del pueblo".
Orage respondió: "Hay muchas cosas en lo que usted dice. Es
posible, también, que en los tiempos antiguos los sacerdotes
verdaderos comprendieran que en ciertos períodos es necesario
tener una gran cantidad de muertes, de allí la enorme cantidad
de animales sacrificados por los antiguos pueblos hindúes,
semitas y griegos. En el Mahabharata se dice que los dioses son
alimentados con los sacrificios. Pero, ¿qué sacrificios?""Desde
un aspecto podemos considerar la matanza de seres en el Tercer
Descenso como la matanza de deseos instintivos inocentes.
Nuevamente, desde uno de los siete aspectos, los tres centros
de cultura son tres formas de Yoga, y cada uno es destructor de
la unidad de la totalidad. El tercer descenso es al centro
instintivo-motor, donde los deseos inocentes son sacrificados
por puritanos, monjes, ascetas de todas clases que reprimen las
necesidades físicas naturales, los instintos y los deseos".
"Los deberes instintivos objetivos son para ser buen padre y
madre, esposo y esposa, hermano y hermana, hijo e hija, y
ciudadano. El Yoga de los ascetas, en un sentido amplio, hace
que esto sea virtualmente imposible".
"Todo esto tiene que ver con el proceso de la alimentación
recíproca, el Trogoautoegócrata. En la religión cristiana, la idea
del sacrificio ha degenerado en la renuncia a las cosas de las
que gozamos. Esto alcanzó su punto extremo con los puritanos,
que aprobaron leyes aboliendo el baile, el canto secular, los
festivales, las obras de teatro, la caza de osos, y sobre todo el
sexo, porque la gente gozaba de todo esto. El puritano, la más
intolerante de las personas, cree que si una cosa es
desagradable debe ser buena para uno. En este sentido todos
somos puritanos pervertidos; sacrificaremos todo excepto
nuestro sufrimiento mecánico. Pero si queremos progresar en
este trabajo debemos sacrificar este sufrimiento mecánico
-resentimiento, irritación, desaliento, autocompasión,
sentimentalismo-, todo lo que representa nuestra personalidad.
Los tormentos mortales de la personalidad son los dolores de
parto del 'Yo'. Ángelus Silesius dijo: 'Yo mismo debo convertirme
en María y dar a luz a Dios".
"Nosotros realizamos un esfuerzo, al reflexionar y sentir, a
través de la contemplación, para comprender estas ¡deas, y
cuando comprendemos tenemos una sensación y un
sentimiento de la luz. Esta es la luz verdadera de los Evangelios
que recibimos mediante la 'tierna misericordia de nuestro Dios;
mediante la cual el alba de Lo Alto nos ha visitado para dar luz a
los que yacen en la obscuridad'. La luz de la comprensión:
'Salve, gozosa Luz vertida de Su pura gloria'. Los santos y los
poetas siempre la han conocido. Cuando no logramos
comprender, el sentido de la imposibilidad produce una
emoción. Uno exclama: '¿Por qué no puedo comprender?'
Entonces somos como la serpiente que muerde su propia cola
disgustada de sí. Pero al esforzarnos por comprender,
desarrollamos la mente verdadera. Para esto es necesario que
todos los centros trabajen juntos".
"La substancia primordial es una. Pero uno es tres: la afirmación,
la negación, la conciliación; o positivo, negativo, neutralizante.
¿Puede diferenciar estas tres cosas? En pocas palabras, en un
átomo de hidrógeno el protón es lo positivo, el electrón lo
negativo, el movimiento del electrón alrededor del protón
produce energía -lo neutralizante-. Este

153
es un concepto altamente metafísico. Tenemos tres cerebros,
cada uno manifiesta una forma de electricidad. Un ser normal es
alguien en quien estos tres se corresponden. La naturaleza ha
desarrollado el cerebro del cuerpo planetario casi hasta la
perfección (aunque nosotros lo hemos echado a perder), pero
nos ha dejado a nosotros el desarrollo de los cerebros de los
centros emocional y mental. Tal como somos, somos anormales.
'Sí' es de la mente, 'No' es del cuerpo, lo conciliador es de las
emociones. El cuerpo conoce el 'cómo' de las cosas, la mente
conoce el 'qué' de las cosas; la emoción, más la mente y el
cuerpo, comprende el 'por qué' de las cosas. Los científicos
están interesados en el 'cómo', no en el 'por qué'. Cualquier
nuevo invento, independientemente del daño que pueda hacer a
la humanidad, es considerado como 'sagrado' por las masas -la
moderna superstición de que el conocimiento es un fin en sí
mismo está así justificada-. Un aforismo del Study House dice:
'Toma el conocimiento de Occidente y la comprensión de
Oriente y luego busca'. El conocimiento sin comprensión es la
raíz de toda clase de males".
"La comprensión y 'Yo' somos uno. Ser capaz de sentirme
transportado fuera del cuerpo: éste es el significado original del
éxtasis. Los poetas místicos orientales usaban el amor erótico
como un símil. En la cima del amor sexual experimentaban un
sentimiento de estar fuera de sí mismos, una no identificación;
no, como entre la mayoría de la gente, lo que Gurdjieff llama
'palpitante olvido de sí'. La naturaleza no nos ayudará a
desarrollar el segundo y el tercer cuerpo. Ella nos ha provisto de
las substancias, y nosotros, al usar el Método, podemos
transmutar estas substancias en materia para los cuerpos
superiores".
"En el 'Segundo Descenso', la historia de la Atlántida sumergida
puede ser comparada con la Conciencia Objetiva, sepultada
profundamente dentro de nosotros, devorada por la
personalidad. La Conciencia Objetiva es la función de un ser
normal; es la representación de Dios en la esencia. ¿Qué
significa Juan Bautista?
Es la conciencia objetiva clamando en el desierto del cuerpo,
decapitado por la vida exterior".
"Belcebú utiliza una superstición de los seres de este planeta
con el objeto de llevar adelante su meta. Nosotros, en este
trabajo, tenemos que estar en guardia aun frente a nuestros
maestros. La razón del hombre ordinario es tan fantasiosa que
los maestros tienen que recurrir a trucos e incluso a mentiras
para alcanzar un buen propósito. Gurdjieffnos hace trucos
constantemente para forzarnos a usar la razón. Escribió un
aforismo en el Study House, 'Si no tienes una mente crítica por
naturaleza, tu estadía aquí es inútil'. Damos por sentado que
Jesús enseñó el evangelio del amor para nuestro bien. Podría
haber sido para nuestro bien si lo hubiéramos comprendido; y
aún puede serlo si aprendemos a distinguir entre las tres
principales clases de amor (aunque hay siete en total), y si I
aprendemos cómo practicar el amor consciente. Y cuando
hayamos desenterrado la conciencia objetiva
154sepultada, tendremos un guía infalible. No hay duda de que
Jesús estaba al tanto de los efectos finales (conforme con la ley
de la deflexión de la línea de fuerza, la ley de octava), de los
efectos nocivos del amor mecánico que, como todo lo
inconsciente, es malo. Conforme con los textos griegos, el
mismo Jesús usaba dos palabras diferentes cuando hablaba de
amor consciente y de amor inconsciente".
"Uno de los principales propósitos de un hombre es desarrollar a
partir de una substancia llamada 'esencia', una clase especial
de razón -la razón objetiva- que hará de él una neurona
permanente de la totalidad de la vida. El hombre, al alcanzar la
razón objetiva, puede ayudar a redimir la Creación. La
naturaleza, dice Gurdjieff, necesita de estos seres relativamente
liberados. A medida que desarrollamos el despertar, la voluntad
y la individualidad, ocupamos nuestro lugar como una de las
neuronas del Universo. La razón del hombre ordinario es la
razón del saber; la razón del hombre desarrollado es la razón de
la comprensión. Compartimos con los animales la razón
instintiva, pero nosotros tenemos un tipo de razón más elevado.
La razón asociativa funciona conforme con las asociaciones
verbales. En la actualidad conocemos muy poco de la razón
objetiva; nuevamente, ésta puede desarrollarse sólo mediante
la práctica del Parktdolgdeber eseral. La razón objetiva es lo
opuesto al mero intelectualismo, a la mera especulación
filosófica, que sólo produce monstruos".
"Bernard Shaw me contó una vez que cuando tenía
aproximadamente veinticinco años, tuvo una comprensión del
propósito de la Naturaleza al respecto -el desarrollo de los
cerebros-. Pero Shaw trabajó principalmente con su centro
mental, y llegó a ser un reformador, no un maestro".
"En el Tercer Descenso también hay un ataque contra la
autoindulgencia en el sentimentalismo de parte de los hindúes y
de los ingleses modernos en su actitud hacia los animales-la
emoción negativa del sentimentalismo disfrazada de
humanitarismo-".
"¿Cuál es la semilla de amapola de la cual habla Belcebú en la
narración de su tercer vuelo al planeta Tierra? ¿Cuáles son sus
efectos? La semilla de la amapola hacía que la gente inventara
valores, hacía imposible que viera la realidad, le impedía tomar
sus propios instintos y su experiencia como una guía.
Consideren el papel contemporáneo de la publicidad y
conéctenlo con el número de cosas que hacemos, de cosas que
obtenemos, de cosas que deseamos, ninguna de las cuales nos
proporcionan satisfacción del ser; añadan a esto el delirio de la
publicidad. En el Mahabharata hay muchas referencias a los
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infinitos deseos del hombre por las cosas efímeras; por muchas
que obtenga siempre habrá más pidiendo ser satisfechos. Los
deseos y anhelos inútiles del organismo son como 'el botón de
oro' rastrero que, a menos que se le vigile, asfixiará un apacible
jardín. La mascadura de las semillas de amapola empieza en la
infancia, cuando tomamos en serio a nuestros
155padres y niñeras. La mayoría de los niños son las víctimas
-preestablecidas-del vendedor. Esto continúa toda la vida. Si
alguien me dice una verdad tónica que me muestra algo de mí,
mi vanidad y mi amor propio quedan heridos. Lo resiento. Si me
dice algo halagador, aunque pueda ser malo para mí, me hago
su amigo de por vida.
Cuánta gente considera a las celebridades públicas como
'grandes personas', celebridades que en privado son vanas,
presuntuosas y susceptibles. Las masas adoran a los dictadores
y consideran como 'grandes hombres' a quienes en realidad
están sumergidos en la vanidad, el orgullo, el amor propio y el
egoísmo hasta el extremo de la locura. Admiramos la
teatralidad. H. G. Wells, por ejemplo, cuando joven, leía los
libros de C. H. Hinton, que estaban llenos de ideas extrañas.
Hinton fue un matemático que puso sus ideas en forma de
cuentos -Novelas Científicas-., pero era un escritor mediocre.
Wells fue un buen vendedor, un artista. Desarrolló algunas de
las ideas de Hinton en La Máquina del Tiempo y en otros libros,
se hizo de un nombre y ganó dinero por sí mismo. Hinton
permaneció en la obscuridad".
"La gente sólo puede asimilar verdades en forma de mitos y
cuentos. Otro libro de Gurdj ieff, Encuentros con Hombres
Notables, que él conoció, es una obra maestra del cuento
-cuentos que contienen fragmentos de la verdad- A propósito,
Gurdjieff, cuando era joven, estudió filosofía hindú y después
leyó los libros de la señora Blavatsky, y en el transcurso de sus
viajes a la India y al Tíbet descubrió que nueve de diez de sus
referencias no estaban basadas en su conocimiento personal.
Dijo que le costó varios años de exploración para verificar esto.
En el Tíbet él no fue un agente secreto; fue nombrado cobrador
de pagarés de los monasterios para el Dalai Lama, y en esta
función podía ir a cualquier monasterio. Descubrió casos de
desarrollo anormal, 'altas elevaciones', lo que se llama 'poderes
mágicos', pero dice que encontró poco, aparte de algo en
ciertas danzas y ceremonias, que pudieran ser descritas como
conocimiento objetivo. La mayoría de los poderes desarrollados
por ciertos monjes eran desviaciones de lo normal -interesantes,
pero inútiles para un método de desarrollo de sí para la gente
de Occidente, tal como él tenía en mente-. Sin embargo, la vida
del pueblo tibetano estaba mucho menos deteriorada y más
cercana a una vida normal que ninguna otra en el planeta
actualmente. Ha estado menos sujeta tanto a la influencia
deteriorante de la civilización occidental como a la destructiva
influencia del comunismo que ningún otro país. Pero no está
muy lejos el día en que el 'mar de fango', como lo llama
Gurdjieff, de estas dos fuerzas, sepulten la vida de los tibetanos,
como están asfixiando la vieja vida del resto del planeta".
"Durante el viaje al Tíbet, Belcebú relata cómo él y sus
compañeros tuvieron que hacer un anillo de fuego en la noche
para mantener alejados a los animales salvajes. Cuando
estamos en un estado de recuerdo desí, estamos a salvo de los
ataques de las emociones negativas. Cuando estamos dormidos,
cuando no estamos en guardia, 'en la noche', nos atacan. Buda
enseñó el método. Enseñó a sus discípulos cómo soportar las
manifestaciones desagradables de otros; pero gradualmente se
salieron del camino, y finalmente alcanzaron las cimas del
intelectualismo en donde 'la vida' no es posible. También en
Occidente hay gente que sabe con su mente todo acerca del
budismo, pero que no comprende nada con su 'ser'. Buda, como
Pitágoras y Jesús, fue un trabajador práctico, no solamente
alguien que hablaba".
"Debemos aplicar a nosotros mismos el capítulo sobre los
simios. Somos una especie de simios, caricaturas de seres
normales. Hay casos extremos: el filósofo especulativo, que
trata con palabras y conceptos; el sacerdote, que trata con
símbolos cuyo significado ha olvidado; el financista, que ha
olvidado el propósito del dinero y trata con él sólo como
mercancía. Ellos trabajan con un centro. Consideren también los
volúmenes de tratados de metafísica; el centro intelectual
tratando de producir por sí mismo. El intelectualismo es meras
palabras, y no produce ningún efecto sobre el centro
emocional". "Belcebú lleva a Marte a algunos simios para ver si
es posible hacer seres humanos con ellos. ¿Podemos nosotros,
simios, trabajando con el Método, llegar a ser humanos, seres
humanos normales?"
"En el transcurso de nuestra existencia, a medida que
crecemos, la esencia (en la cual se esconde la conciencia
objetiva) se sumerge, y queda sólo la personalidad, en la cual
los tres centros se separan.

Es posible ser muy desarrollado en un centro, rudimentario en el


otro, y atrofiado en un tercero. Antes del nacimiento, el embrión
repite fisiológicamente la historia de las especies; después del
nacimiento, según GurdjiefF, repetimos la historia del planeta;
dos centros se separan, la conciencia objetiva se hunde,
aparecen desiertos, desiertos emocionales. El centro mental,
que debería estar activo, el padre, ya no busca al centro
instintivo, que debería ser pasivo, la madre. Y así, en vez de
producir un resultado conciliador representado por un niño -el
centro emocional- el centro mental se vuelve, por decirlo así,
homosexual; titilación en lugar de alimentación, palabras y
palabras -masturbación mental- Los simios son aquellos cuya
actividad no está de acuerdo con la razón objetiva".
"El yogui es otro tipo-abstraído en sí mismo- ocupado solamente
con los procesos mentales".
"Ninguno de los aquí presentes trabaja simultáneamente con
tres centros; también nosotros nos ocupamos mucho con las
palabras.
En este sentido somos mecánicos, en consecuencia, pecadores,
que no alcanzamos la gloria de Dios. El tremendo poder y ser de
Gurdjieff es el resultado de vivir y trabajar simultáneamente en
tres centros. Este es el trabajo verdadero. En el Instituto de
Fontainebleau se nos muestra cómo
157trabajar con tres centros. Los Movimientos y las danzas, aquí
en Nueva York, son un medio para alcanzar este fin".
"En Egipto, Belcebú se puso en cierto 'estado eseral llamado
contemplación surptakalniana', en la cual era posible leer
formas de pensamiento llamadas 'cintas korkaptiles de
pensamiento' dejadas por seres del pasado que habían
alcanzado la razón objetiva.
Pero pueden ser leídos y comprendidos sólo por Jos que han
alcanzado el grado necesario de razón objetiva, como Gurdjieff,
por ejemplo. Algunos otros, como algunos de los santos y
místicos, pueden leerlos, pero sólo accidental y parcialmente; y
nunca son comprendidos totalmente. Ciertos tipos patológicos
pueden captar algo aquí y allá y hacer un revoltijo con ello. Esta
idea puede arrojar luz sobre fenómenos como la escritura
automática, las visiones, las revelaciones".

"Cuando Mabel Collins escribió Una Luz en el Camino por medio


de la escritura automática, la señora Blavatsky dijo que era una
traducción de un 218 libro muy raro, desconocido en Occidente.
Pero los teósofos no tenían el Método, y su enseñanza, carente
de la disciplina del Método, se diluyó hasta parecerse a la
famosa sopa de pollo del profesor Kishmehoff'.
"En el estado eseral llamado 'contemplación surptakalkiana',
Belcebú aprendió sobre Bel-Kultassi, fundador de la Sociedad de
los Ajldaneses. Un día, Bel-Kultassi se dio cuenta de un error
estúpido que había cometido y, en lugar de ceder a la calma y
de sacarlo de su mente, comenzó a revisar su vida pasada de
manera seria e imparcial. Como resultado de su reflexión,
descubrió que este incidente no era más estúpido que otros
actos de su vida; pero, puesto que era más vivido, parecía
peor".
"¿Cuan a menudo ustedes y yo hemos hecho cosas tan necias y
estúpidas que, si hubieran sido descubiertas, hubieran echado a
perder algo precioso?"
"Bel-Kultassi, al revisar imparcialmente su vida, descubrió que
no había correspondencia entre lo que él habría deseado hacer y
lo que había hecho; siempre había una contradicción entre sus
deseos y teorías y su hacer real. Concluyó que debía ser una
clase especial de tonto y que era imposible que sus amigos y
conocidos fueran tan estúpidos como él, pues todos parecían ser
muy bien equilibrados. Luego interrogó a sus amigos,
confesando su insensatez y pidiéndoles que lo condenaran. Su
sinceridad los desarmó, y comenzaron a reconocer que ellos
también estaban llevando unas vidas igualmente sin sentido.

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Formaron una sociedad de investigación con el propósito de
averiguar el significado y la meta de la existencia, y para buscar
un remedio para la locura de estar en posesión de tres centros,
cada uno de los cuales hablaba una lengua diferente.
Comenzaron como un pequeño grupo privado, no para 'confesar
sus pecados' en orgías de emoción, sino para ser sinceros en el
grupo y para hablar sobre sus defectos y debilidades, y para
tratar de observarlos imparcialmente. Revisaron el pasado de
sus vidas y su conducta presente, y formularon los resultados
para el grupo. Después se dividieron en cinco grupos".
"¿Están siguiendo el significado de esto? ¿Comienzan a
comprender cómo debemos aplicar esto a nosotros mismos?"
"Uno de estos grupos estaba interesado en las matemáticas en
su sentido más amplio. Gurdjieff dice que la vida está basada en
las matemáticas; todo gran arte, toda gran música tiene como
base a las matemáticas. Los pensamientos varían en peso y en
rapidez, los sentimientos en intensidad, los movimientos
musculares en tensión. ¿Pueden observar y determinar la
diferencia entre estos pesos, intensidades, tensiones? Hacer
esto sería introducir la medida en la psicología. La psicología
moderna es sólo fisiología. ¿Quién puede medir y pesar en sí
mismo, y distinguir entre dos pensamientos? Por ejemplo,
Gurdjieff dice: 'El Tiempo es el Único Subjetivo'. Contrasten esto
con los volúmenes de Alexander sobre Space, Time, andDeity,
etc. Alexander dice: 'El tiempo es el Padre del Espacio'; y en
esto, se supone que muchas cosas se comprenden; mucho de
esto es antojadizo, y no tiene nada que ver conmigo. La frase de
Gurdjieff tiene mucho más peso, y de inmediato produce un
mayor impacto personal. En la filosofía hindú se dice a menudo:
"El Tiempo es 'Yo". Esto es similar a la frase de Gurdjieff, pero
con un peso diferente". "La emoción. Los norteamericanos dicen
a veces: 'Esto me enloquece', cuando en verdad sólo hay un
pequeño grado de interés. Los que tienen emociones verdaderas
no usan expresiones superlativas para sentimientos mediocres.
Los que tienen emociones genuinas, aun cuando hablan de una
experiencia intensa, continuarán usando el comparativo si
pueden concebir una experiencia más intensa".
"¿Pueden diferenciar entre tensiones? La diferencia, digamos,
entre siete y ocho libras de peso?"
"Debemos tratar de observar las manifestaciones resultantes de
nuestras percepciones. Recibimos percepciones y manifestamos
resultados".
"Otro grupo investigó la frecuencia de las vibraciones. ¿Cómo
podemos, por medio de esfuerzos conscientes y de sufrimientos

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voluntarios, elevar la proporción de vibraciones en nuestro
propio organismo?"
"El cuarto grupo estudió física y química. Observaron, entre
otras cosas, los cambios producidos en sí mismos por el paso de
las percepciones". "El quinto grupo estudió fenómenos que
sucedían en sí mismos como resultado del funcionamiento de
los tres centros", "Cuando hicieron un estudio de los fenómenos
incluidos en las cinco categorías, descubrieron que se
necesitaba algo más, y decidieron enviar delegados para tratar
de descubrir estudiantes más avanzados que ellos. Fueron al
África. África, en este contexto, es una especie de caricatura del
organismo; ¿pero dónde está el centro instintivo-motor, el
emocional, el mental? Aquí también hay una descripción del
antiguo sistema y método egipcio de desarrollo de sí, de
autoperfeccionamiento, y una explicación del sistema de
Belcebú. Aquél fue adaptado admirablemente para la gente de
ese tiempo, como el de Belcebú lo es para el nuestro".
"Nuestro sistema emocional es un clima, o una variedad de
climas. ¿Pueden ustedes registrar los vientos cambiantes de sus
estados de ánimo? ¿Pueden cambiar desde un estado negativo
de baja humedad hasta un soleado día de brisa? La respuesta,
actualmente, es 'No'. Mientras permanezcamos como somos,
estamos a merced de cualquier persona que encontremos, de
cualquier acontecimiento, de cualquier alimento que comamos.
Somos el juguete de cualquier viento que sople". "Los antiguos
sacerdotes egipcios tenían una meta consciente. Al tiempo que
enseñaban a sus estudiantes cómo cambiar las substancias
negativas que había en ellos a substancias positivas, también
realizaban cambios en la vida exterior de Egipto con el uso de
ejemplos de arte objetivo. Los griegos los llamaban 'Maestros de
los Sueños', no víctimas. La Esfinge, por ejemplo, es copia del
original que existía en la antigua Caldea. En la figura original
tres partes estaban conectadas; una cuarta estaba aislada con
ámbar. La Esfinge egipcia connotaba una interrogación, ¿Por
qué? No tenía alas; pues la esencia, que estimulaba la
aspiración, faltaba".
"El florecimiento de la cultura griega fue un producto indirecto
del contacto de los filósofos con las escuelas egipcias. Así como
un jardín bellamente arreglado no se crea por accidente sino
que se logra con una especie de amor consciente por parte del
jardinero, también un florecimiento de cultura verdadera en
cualquier civilización se produce por el trabajo de unos cuantos
seres conscientes. Pitágoras, Sócrates, Platón y Solón, entre
otros, fueron a estudiar a Egipto".

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"Si reflexionamos sobre las sentencias de Belcebú, y las
formulamos en nuestro propio lenguaje, la razón habrá cumplido
una de sus funciones: acortar el período necesario para el
desarrollo de sí; proporcionarnos un vehículo más rápido que el
llegar por medio de ensayo y error a través de los sentidos".

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"En el Quinto Descenso, Belcebú cuenta que desde Marte
observó que la vida del hombre se hacía más corta. Descendió a
la Tierra para investigar. En la entonces moderna Babilonia, la
degeneración de la psiquis del hombre había comenzado. Antes
de eso, el concepto de ciencia en la antigua Babilonia estaba
basado en el desarrollo de las potencialidades normales del
hombre; se daba por sentado que una de las obligaciones de la
vida era el desarrollo del segundo y tercer centros, o cuerpos-
exactamente como la educación ordinaria se da por sentada en
nuestra época- La vida en la antigua Babilonia estaba
organizada para esto; y el arte, la literatura y el trabajo estaban
subordinados a esto. Perocuando la intuición y las
potencialidades se debilitaron, los medios mecánicos tomaron
su lugar; el científico objetivo fue suplantado por el 'científico de
nuevo formato' que no tenía intuición sino un dominio
sorprendente de la técnica mecánica. Se acumuló conocimiento
de todo tipo, y la comprensión se debilitó. El nuevo científico se
ocupó, como dije, en disecar el cadáver del universo; se
preocupó del 'cómo', no del 'por qué', viendo todo a través de
una parte del centro instintivo-motor. Así como era entonces,
también es hoy, pero intensificado. El hombre, que era una
espada, se torció hasta convertirse en un signo de
interrogación".
"¿Podemos, en esta vida, desarrollar nuestras potencialidades
emocionales y mentales, convertirnos en Platón o en Hipatía, lo
cual en tiempos pre-Babilónicos era normal? Durante esta
decadencia desde la intuición y la comprensión hasta el
racionalismo, llegó la decadencia de la religión y la invención de
la dañina idea del bien y del mal".
"¿Cuál es nuestra visión del mundo? ¿Es el cosmos el resultado
del puro azar? ¿Considero que está gobernado por un Ser
omnisciente y benevolente? ¿Dependo de una Providencia
compasiva? ¿O lo considero como una prisión o un 'Valle de
Lágrimas'? ¿O considero el mundo como una escuela a la cual
soy enviado para adquirir cierta comprensión, una especie de
gimnasio en el cual puedo desarrollar mis potencialidades?"
"Deberíamos tratar de establecer, para nosotros mismos,
nuestra concepción de la vida".
"Una primera lectura de algún trozo de Relatos de Belcebú debe
ser penosa para algunos de ustedes; es como leer jeroglíficos
egipcios. Científicamente suena absurdo. Sin embargo, la
lectura constante levanta la obscura cortina detrás de la cual
nada perceptible parece moverse".
"En el Quinto Vuelo a la Tierra, Jamolinadir representa la forma
más elevada de razón ordinaria, admitiendo que no conoce
nada sobre el más allá. Incidentalmente, cuando hablé de este
capítulo con Gurdj ieff, me dijo que él no era un literato, pero
que en Belcebú estaba proporcionando material del cual poetas
y escritores crearían epopeyas".
"Es absurdo tratar de llegar a una comprensión literal de
Belcebú; Belcebú es un mito, y un mito es un monstruo
alegórico para impactar la mente, así como un símbolo artístico
produce un choque en la imaginación. La lectura constante del
libro a veces parece dejar estupefacta a la mente; sin embargo,
paradójicamente, despierta la comprensión".
"Jamolinadir leyó un documento sobre 'La Inestabilidad de la
Razón Humana'. Fue un científico de primera clase que había
estado en todas las escuelas, incluyendo a Egipto. Como los
demás, suponía que la mente, como la mano, se había
desarrollado naturalmente por medio de la evolución, en
respuesta a la necesidad; pero todo su aprendizaje, su estudio y
entrenamiento no lo habían ayudado a resolver ni siquiera un
161problema que concernía a todos: '¿Qué sucede después de la
muerte?' Había escrito libros sobre el tema, que todos
admiraban. El admite que, al escuchar las teorías presentadas
por los otros expositores, en un determinado estado de ánimo
podría estar de acuerdo con que el hombre es sólo un cuerpo;
en otro estado, que es sólo mente; y en otro que el hombre
tendría un alma inmortal que después de la muerte iría a su
lugar designado. Y ahora admite ante su culta audiencia que él
no ha tenido ninguna experiencia personal de este asunto y que
no comprende nada, e invita a cualquiera que tenga un método,
o un medio para el conocimiento, que no ha probado, para que
se lo cuente. Nadie habla. Entonces, completamente
desilusionado, sale del salón sollozando, para no volver jamás.
Se retira a su granja para cultivar 'tchungari' -un alimento
eseral- Es decir, va a una escuela esotérica, donde puede
aprender a trabajar sobre sí mismo". "Su estado es el nuestro".

En este punto, Orage nos dijo que, como editor del New Age,
había leído todo en Oriente y Occidente sobre religión, filosofía,
psicología y ciencia; había leído todo el Mahabharata dos veces;
era amigo de artistas, músicos, científicos, psicólogos; había
conocido todo el mundo intelectual y estaba familiarizado con
todas las teorías religiosas, científicas, teosóficas, psicológicas,
económicas y políticas, y, a pesar de todo, se daba cuenta de
que con todo su conocimiento no comprendía casi nada sobre el
significado y la meta de la existencia, o sobre qué sucedía al
morir. Cuando conoció a Gurdjieff supo inmediatamente que allí
estaba su maestro y, a la edad de cincuenta años, desilusionado
con la vida ordinaria, abandonó todo para ir a trabajar al Prieuré
en Fontainebleau. "Jamolinadir", añadió, "es una caricatura del
pensador moderno desilusionado, cuya razón es insuficiente
para llegar a conclusiones objetivas".
"El razonamiento verbal", continuó Orage, "está basado en la
experiencia de las palabras; el razonamiento formal
-razonamiento con formas- en el significado que le da Gurdjieff,
está basado en la experiencia por medio de los sentidos. Un
hombre que ha leído sobre los camellos, pero que nunca los ha
visto, podría entrar en una larga discusión sobre camellos, pero
¿cuánto valdría su opinión sobre una u otra clase de camello
comparada con la del hombre que ha criado camellos? En
nuestra sociedad ambos tipos de razón son necesarios, puesto
que la existencia de la sociedad depende de gente que se
mantiene junta, y esto depende de la comunicación con
palabras, las cuales, para este propósito, son símbolos; son
como monedas, como billetes, con relación a la reserva de oro.
Este papel tiene un uso pero ningún valor, o más bien, un valor
simbólico. El razonamiento verbal, como el dinero en circulación,
sufre de una inmensa inflación. Deberíamos estar muy claros
acerca de los méritos y defectos del razonamiento verbal,
puesto que mucho de lo que se llama educación,

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162instrucción, sermones y literatura popular está basado en
esto. No está respaldado por una experiencia real".
"El razonamiento verbal es el centro intelectual que trabaja solo.
Nadie aquí se ha dado cuenta aún de que nuestra tendencia a
verbalizar excesivamente es causada por la acción inadecuada
del centro intelectual. El centro intelectual tiene energía para la
razón objetiva, y al fallar este uso correcto la energía se va
hacia la verbalización. Esta energía es una forma de energía
sexual, y se dice que nuestra verbalización se debe al mal uso
de la energía sexual que debería servir para el desarrollo de la
razón objetiva. Estudien el capítulo sobre los simios".
"No podemos comprender la razón objetiva a la luz de la razón
subjetiva. La razón objetiva significa terminar con la razón
subjetiva y tener entonces una experiencia totalmente
diferente".
"El estudio constante y la lectura de Belcebú pueden producir
una actitud nueva en la cual comencemos a comprender-y a
razonaren otro nivel. El fin de la razón subjetiva, como en el
caso de Jamolinadir, significa la desesperación total.
Afortunadamente tenemos el Método, por medio de cuya
práctica la razón objetiva tiene una oportunidad de
desarrollarse". "Las emociones y las ideas persisten como lo
hacen los objetos físicos, pero los objetos se desintegran más
rápido que las ideas. ¿Qué queda de los objetos físicos hechos,
por ejemplo, por la raza judía en sus primeros tiempos? Nada,
aunque sus ideas religiosas aún persisten y son aún vitales, si
bien no podemos saber cómo usar esta vitalidad. Lo mismo
sucede con las ideas de los antiguos hindúes, preservadas en el
Mahabharata. ¿Qué queda de los objetos físicos producidos por
esos antiguos hindúes? Nada salvo fragmentos de ciudades
sepultadas. Sin embargo, las ideas del Mahabharata siguen
revitalizando nuestra literatura cientos de años después".
"El razonamiento verbal es peligroso porque las palabras son
figuraciones, entidades, un fenómeno creado por el hombre
capaz de proporcionar una especie de experiencia. Consignas
como: 'Todo el poder para los trabajadores', y 'Libertad', agitan
las emociones de las personas, las llenan de vigorosas fantasías.
Cuando obtienen su famosa libertad, comienzan de inmediato a
despojar del poder y de la libertad a los que no están de
acuerdo con ellas".
"La razón especulativa no tiene otro valor que el de su
discriminación verbal. Gurdjieíf la coloca en un nivel inferior
porque no conduce ni al razonamiento formal ni al objetivo".
"Deberíamos hacer esfuerzos constantes para adquirir la
habilidad para discriminar entre ideas 'vegetales', 'animales' y
'humanas', que son ideas en planos diferentes. Las ideas y las
emociones tienen su puesto en una escala. Hay emociones que
expanden el ser y emociones que lo contraen. Es un asunto de
cantidad de vibraciones. Vivificar las ideas y las emociones
produce grandes cantidades de vibraciones".
Alguien preguntó: "¿Cuál es el tipo intelectual? ¿Es Hamlet un
ejemplo?" Orage: "No, Hamlet es un introvertido que no puede
'oír' nada. Los centros están conectados con un enlace
magnético que, cuando está desconectado, produce sueño, y así
da a los centros la oportunidad de descansar de la vibración
afín. El enlace magnético entre los centros de Hamlet está tan
debilitado que él se acercaba al sueño la mayor parte del
tiempo. Su verdadera queja era: '¿Por qué, cuando mi centro
intelectual está tan estimulado, no puedo sentir el horror de
este incesto y este asesinato, y por qué no puedo actuar?"
"Cada vez que hacemos un esfuerzo para traer nuestra atención
de regreso a nosotros mismos, a lo que estamos haciendo, a
recordamos a nosotros mismos, los centros se conectan".
"Las Leyes de la Asociación" tienen una aplicación práctica. Por
ejemplo, en lo que respecta al peso del pensamiento, si usted
sigue la expresión de un pensamiento liviano con uno más
pesado, el efecto del primero se destruye. Un intervalo
suficiente entre ellos, sin embargo, habría dejado intacto al
primero. Ahora bien, se puede sorprender a un oyente en un
estado de ánimo inadecuado, de acuerdo a su centro de
gravedad. El arte de la psicología consistiría en la comprensión
y el uso de estas leyes y de las leyes de la vibración".
"Como se ha dicho, un hombre debería pasar la mitad, o al
menos un tercio de su vida reflexionando. Helkdonis está en
relación con la asimilación de los alimentos como la reflexión lo
está en relación con las impresiones". Uno de nosotros dijo: "Un
hombre debe hacer un esfuerzo para resolver la lucha entre
afirmación y negación, o de otro modo la impresión no alcanzará
la esencia sino sólo a su almacén de información".
Orage: "Sí. En otras palabras, la reflexión es la fuerza
neutralizante del pensamiento. Sin esto, el organismo se queda
sólo con depósitos positivos y negativos. Reflexionar es pesar
las ideas. La reflexión debería incluir la claridad".
Pregunta: "¿En qué se diferencia la reflexión de la meditación y
la contemplación?"
Orage: "Hay notas en la escala del pensar, en la cual Sol es
concentración, La es meditación, Si es contemplación. Pero cada
una sigue siendo un proceso de pensamiento, en el cual lo
emocional puede aparecer; y esto debe estar presente en la
reflexión, la cual es motivada por el centro emocional, por la
relación personal con el tema de la reflexión. La reflexión es un
pensamiento esencial. Si la emoción faltara, la reflexión sería
sólo el peso. La reflexión es establecer valores por el peso; de
otra manera sólo hay claridad y lógica".
Pregunta: "¿Cómo se diferencia la acción impulsiva de la acción
que resulta de la reflexión?"
Orage: "Lo que se pesa con la reflexión es la inclinación a favor
o el rechazo como opuestas al pensamiento, en el cual las ideas
y conceptos se pesan. Los contenidos del centro emocional
-gustos y desagrados- son las unidades pesadas con relación al
criterio de más o menos ser". "La reflexión es la asimilación del
tercer alimento. Junto con el Salmo se puede decir: 'Cuando
considero los cielos, la luna y las estrellas que has ordenado',
pregunto: '¿Qué es el hombre que cuidas, y el hijo del hombre
que tú visitaste?'. Esto es preguntar, después de la
contemplación, '¿Qué soy yo?' -la transferencia de la nota 57
desde la octava pensante hasta el Do de la octava
reflexionante-. La reflexión es pensar con el centro emocional
(con su centro intelectual secundario) que es la sede de la
esencia. Se" dice que este centro secundario es el más
desarrollado de los centros secundarios".
"Supongan que nuestro estado de ser depende de nuestra
capacidad de servir al Creador, que nuestro ser futuro, nuestra
vida, depende de nuestra creación de valores que contribuyen
al propósito del Creador. Al no conocer el propósito -el
significado y la meta de la existencia- estos valores objetivos
son materia de reflexión. En la suposición de que existimos por
la voluntad de un Ser, la pregunta individual es si se están
produciendo los valores deseados. Esta pregunta no es
intelectual porque mi ser depende de esta comprensión".
"En el libro, se hace constantemente la distinción entre
existencia y ser. Los valores de acuerdo a los gustos y
desagrados son infantiles; el cálculo de acuerdo con el bienestar
del cuerpo planetario es existencia; el bienestar o malestar de
mi ser es contemporáneo a la existencia y al mismo tiempo es
continuo. La reflexión es una actividad propia del ser, ese
esfuerzo del ser que está relacionado con el ser continuo. 'Ello'
puede pensar, pero sólo 'Yo' puede reflexionar. Una máquina
fina, o un cuerpo, al final de una existencia, puede encontrar el
'ser' reducido casi hasta la nada".
"Cuando uno considera que el ser del Creador depende del
crecimiento y desarrollo del ser de sus criaturas, uno ve que él
no puede ser hostil a ningún esfuerzo que hagamos hacía una
expansión del ser. Un estado de seres dinámico, se mueve hacia
una realización de sí mismo. La actitud subjetiva hacia este
tema se determina por la reflexión. La pregunta es: '¿Cuál es mi
estado, no precisamente como una máquina
Trogoautoegocrática, sino con relación al cosmos?' Puede ser
que cuando lleguemos al final de nuestra existencia planetaria
se nos pregunte: '¿Cuál es ahora tu estado de ser comparado
con el que era cuando entraste a este período de existencia?'
Podríamos ser obligados a soportar otro tipo de existencia
planetaria merecida por nuestro grado de mérito -quizá una
existencia en el reino animal-".
"Pensamiento intencional" es pensar con un propósito, con
atención. Esto implica control; no pensar sólo por asociaciones;
control del centro intelectual inferior por el centro intelectual
superior; control del aparato formatorio por 'Yo"."La mente
ordinaria es constantemente desviada, estimulada, por las
impresiones que llegan y por los contenidos que ya están allí".
"La parábola, desde el punto de vista de Gurdjieff, es una
verdad para al menos dos, y usualmente tres centros con
significado entremezclado. Las parábolas son el lenguaje, el
discurso, de figuras míticas que son representaciones
conscientes de seres totalmente desarrollados. Ya saben cómo
atribuimos más de un significado verbal a las palabras de seres
relativamente desarrollados -'Pónganle más a eso'-. Por ejemplo,
es el mito de Gurdjieff, que no puede pedir algo en la cena sin
que algunos piensen que su pedido es parabólico; que quiere
algo más".
"En su forma de octava la parábola va desde la alegoría a través
de la parábola, con una inclusión de sus significados, hasta que
alcanza el oráculo, susceptible de traducción en siete formas. En
la parábola, se hace que los hechos de un plano correspondan
con los hechos de otro plano. En general, el libro de Gurdjieff es
una parábola mitológica. Cuando escribe sobre la dispersión de
las razas está escribiendo sobre los centros, aunque ésta es más
una forma de alegoría".
"Los milagros relatados en la Biblia obviamente no sucedieron
en la forma en que son contados. Algunos de ellos pueden haber
sido manifestaciones de las leyes de un cosmos superior en uno
inferior. Algunos relatos sobre milagros son tan verosímiles
como si hubieran ocurrido. Una parábola genuina debe ser leída
para ser comprendida; su significado interno no se manifiesta en
lo superficial y no está en el mismo plano que el grueso del
relato. La mente llevada al texto escrito es el intelecto, que no
es capaz de comprensión. Pero la mente que reflexiona puede
comprender".
"Los significados cambian tanto que hasta palabras del
Evangelio carecen de sentido para nosotros-pan, pez, la
habitación superior y así sucesivamente son términos técnicos
que hoy no reconocemos-. Los significados explícitos no tienen
valor en la parábola excepto en la medida en que están en
nuestro lenguaje corriente, pero el significado implícito siempre
puede ser alcanzado".
"La pregunta es: '¿Cómo podemos encontrar la clave de una
parábola?' ¡Qué significado tendría el libro de Gurdjieff sin el
Método! No es sólo que sin haber trabajado nunca en un grupo,
algunas personas no obtendrían mucho del libro, sino que, sin la
experiencia práctica del Método, los significados más profundos
no serían hallados. ¿Qué es la Biblia sin las claves? Sugiero que
la división entre el Antiguo y el Nuevo Testamento tiene un valor
parabólico. El antiguo Testamento es una tríada: do, re, mi;
luego está el choque de la aparición del Universo encamado,
después de lo cual el relato va desde la historia de Jesús hasta
la historia de Cristo, que nació en el intervalo. El Antiguo
Testamento, entonces, debería ser una historia parabólica del
desarrollo del hombre a través de los tres centros inferiores, y el
Nuevo Testamento a
través de los tres centros superiores, con, por supuesto, una

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166correspondencia entre ellos. San Pablo tradujo algunos de los
relatos del Antiguo Testamento al significado del Nuevo
Testamento, el relato de Hagar, por ejemplo. Jesús se refería al
Viejo Adán y al Nuevo Adán. La promesa significa potencialidad,
y se decía que muy poca gente del Antiguo Testamento
prometía. El Antiguo Testamento es una parábola histórica; el
Nuevo Testamento una parábola psicológica. En ausencia de una
clave, las interpretaciones de gran parte del libro de Gurdjieff-al
igual que de la Biblia-pueden ser consideradas como tonterías".
"En el Nuevo Testamento se dice que quien practica este Método
saca de su tesoro tanto cosas nuevas como viejas. Incrementa
nuestros recursos mentales interiores, por un lado, y esto
capacita para tener mayores recursos de memoria para ser
usada en el trabajo".
Pregunta: "¿Es la teoría de Einstein una parábola?" Orage: "No,
es un código -no un lenguaje-. En la parábola se emplean
términos comunes". Pregunta: "¿Y con respecto a los libros
proféticos de Blake?" Orage: "Son alegorías elaboradas e
imágenes poéticas". Pregunta: "¿Y con respecto al Anillo de
Wagner?" Orage: "Es una alegoría. Wagner comenzó como un
amoral y no pudo seguir así; se convirtió en cristiano,
progresivamente sentimental, hermoso y débil. Swinburne es un
ateo infantil, como Henley, 'Sangriento pero indómito'; es creíble
pero no cósmico".
"Al leer poesía, si piensan en lo que se diría o significaría en
prosa, obtendrán una doble satisfacción. También la música
tiene este doble contenido. Pero la mayor parte de la música,
como Ja mayor parte de la poesía, es sólo pompa. Si reducen a
Wagner a prosa, es de una trivialidad insoportable. Bach y
Palestrina tienen algo que decir, Beethoven ocasionalmente.
Desafortunadamente, con relación a la música somos como la
mayoría de los niños con respecto a la poesía: si suena bien
creemos que es buena".
Pregunta: "¿No tenemos derecho a esperar un análisis
intelectual de la música?"
Orage: "Eso es justamente lo que el poeta dice cuando no tiene
nada que decir en su poesía".
"Es exactamente así como ahora estoy pidiendo que lean el
contenido de la música -aparte de su forma sonora-, como
deberíamos ser capaces de leer parábolas, ignorando lo que
dicen manifiestamente y regresando al verdadero significado de
la 'prosa'. Una parábola viene de una expresión integrada; es
por esto que no somos capaces de escribirlas, ni de escribir
verdaderos cuentos de hadas, cuyo contenido es una verdad
cósmica".
Se formuló una pregunta sobre la diferencia entre mentalización
y "mentalización eseral".
Orage: "Supuestamente, por algún tiempo, el término
'mentalización eseral' era tan ampliamente conocido y usado
como el de 'subjetivo' y 'objetivo', que se remontan a una época
no más lejana que la de Coleridge, que los tomó del alemán,
aunque son de origen latino".
"Las dos formas de metalización sobre las que se habla en el
prólogo del libro se convierten en los dos ríos dinámicos del
epílogo".
"Jassín dice: 'Las cosas en mí son un no-pensar'. La mente
siempre es un 'no-pensar', si intervenimos y dirigimos el pensar,
esto es una mentalización eseral activa; es el resultado de una
experiencia digerida y convertida en parte integrante de nuestro
ser. En la 'mentalización eseral' mentalizamos con materiales
que, por ser parte de la experiencia, tienen un elemento
emocional. En vez de tratar con las palabras y sus asociaciones,
lo cual hace posible la lógica verbal, tenemos que usar las
experiencias y sus asociaciones, que hacen posible una lógica
eseral".
"Al reflexionar le tomo más el peso a las asociaciones. La
mentalización eseral activa es usada en mantras como 'deseo
recordarme 'de mí mismo', cuando uno evoca con cada palabra
la más vivida experiencia conectada con tal palabra; y entonces
uno se encuentra en estado de desear recordarse de sí mismo".
"La comprensión formal -la comprensión por formas- es
producida por la mentalización eseral".
"Gurdjiefif sugiere frecuentemente que el valor de la
mentalización eseral está en la actividad de reunir todas las
experiencias, cualquiera sea el tema".
"En el razonamiento verbal substituimos la asociación por la
experiencia real. Todavía no podemos explorar el carácter de la
verdad objetiva y el carácter de la técnica para alcanzar esto".
"Hemos llegado a la conclusión de que tenemos dos formas de
razonamiento, formal y asociativo, y la distinción se hace sin
referencia a la razón objetiva. No es posible desarrollar la razón
objetiva mientras nuestro centro de gravedad permanezca en el
razonamiento asociativo; tenemos que ir de lo formal a lo
objetivo. El material del lenguaje gestual, de las posturas, del
tono de voz, de la expresión facial y del movimiento, es el
material del razonamiento formal, y el método Gurdjieff está
diseñado para mover el centro de gravedad hacia el
razonamiento formal y luego, al razonamiento objetivo,
haciendo uso de este material".
Pregunté: "¿Una lectura constante de Belcebú lo conducirá a
uno, con el tiempo, a este estado?"
Orage respondió: "Sí, pero si uno trabaja simultáneamente con
el método podría llegar a alcanzarlo mucho más rápido. Nadie
puede comunicar ni explicarle a uno la experiencia del
razonamiento objetivo; pueden mostrarle el camino, pero uno
debe trabajar para lograrlo". "Deberíamos tratar de distinguir
entre sensación y sentimiento, y entre sentimiento y
pensamiento -las tres formas más importantes de estados-. La
gente imagina conocer la diferencia, pero constantemente
confunde una sensación con un sentimiento, y un sentimiento
con unpensamiento. Comiencen haciendo una lista de estados
emocionales. Cuántas variedades de enojo, por ejemplo, de
indignación, de rencor, de fastidio, de disgusto, de irritabilidad,
de rabia, de furia, de amargura. Una persona en un estado de
recuerdo de sí podría observar y estar consciente de estos
estados diferentes sin, quizá, ser capaz de definirlos en términos
corrientes. Los científicos de Babilonia de 'nuevo formato'
instituyeron el 'razonamiento verbal' y pusieron fin a la
búsqueda del ser; sustituyeron el pensamiento verbal por la
intuición entrenada. Llegamos educables al mundo, y somos
corrompidos por las palabras. El conocimiento ya no es el
resultado de la 'experiencia esera!' sino de los conceptos
cristalizados".
"Había dos escuelas de moral en Babilonia: la dualista o
idealista, y la materialista o atea. La primera daba por sentada
la existencia de dos principios en el mundo: bien y mal. En
nosotros encontramos la tendencia a clasificar así las cosas, no
sólo con relación a nosotros mismos, sino en forma absoluta. Es
natural que cada especie clasifique las cosas con relación a sus
necesidades o deseos. 'Esta hierba es buena para mi", dice el
caballo; 'este brandy me hace bien', dice el hombre; y esto no
implica un juicio del objeto mismo. Si digo: 'esto es bueno en sí
mismo', estoy aplicando mi juicio personal. Este doble uso de la
palabra 'bueno' es la causa de la mayor parte de nuestra
confusión; y a esta falsa atribución de valores personales la
llamamos moral. Aunque Gurdjieff dijo que existe el 'mal
objetivo' en el Universo, no puede decirse que algo de lo que
conocemos sea uníversalmente bueno o malo. A pesar de saber
esto, ninguno de nosotros puede evitar usar las palabras 'bien' y
'mal', y sentir que tenemos algún derecho para emitir juicio;
este es el resultado de un sistema educativo que se originó en
los tiempos de Babilonia. La moral subjetiva hizo su aparición
cuando la moral objetiva comenzó a decaer".

"La segunda escuela, la materialista, llegó a la conclusión de


que no había psiquis, ni ser, ni 'alma'. Para los conductistas,
socialistas e intelectuales 234modernos, el hombre es sólo
una especie de
animal que recibe impresiones y excreta conducta; se
preocupan de la conducta externa, con la psicología sutil. El
sistema de Gurdjieff está de acuerdo con que el hombre es una
máquina, pero este sistema comienza donde el conductismo
termina. El hombre tiene la posibilidad de llegar a ser un alma
viviente, capaz de alcanzar la razón objetiva".
"En Belcebú, está sugerida la concepción de un ser humano
normal. No podemos concebir un ser humano normal tomando
el promedio de los individuos. Esta distinción entre promedio y
humano es muy importante. En el libro se da la definición de un
hombre normal, pero se necesita reflexionar sobre ésta durante
mucho tiempo antes de que sea captada. Gurdjieff dice a
menudo: 'Lo que estoy diciendo ahora ustedes lo comprenderán
dentro de un año, o dos años -o diez años- aunque su

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169afirmación sea clara".
"En un mundo normal, un hombre (o una mujer) joven a la edad
aproximada de veintiún años comenzaría a encontrar en sí, de
una manera natural, el desarrollo de ese estado de conciencia
que llamamos conciencia de sí, en el verdadero significado del
término; llegaría a ser consciente de sí mismo, consciente de su
cuerpo en el sentido de estar psicológicamente en posesión de
él; y esto sucedería normalmente, acompañado de una
dedicación a ciertos intereses. Alrededor de la edad de treinta
años, se produciría otra fase, en la cual llegaría a ser consciente
del mundo en el que vive, de éste y de otros planetas, y de su
relación con ellos. Esto variaría según los individuos, pero la
calidad de las fases sería la misma. Llegaría a ser, no, como dice
Gurdjieff, 'un hombre joven entre comillas, con un exterior
agradable y un interior dudoso', sino un hombre consciente de sí
mismo, consciente del propósito de la vida y de su lugar y
función en ella".
"Pero, en este planeta, debido a nuestra vida anormal, las fases
son más o menos caóticas para mucha gente joven, y están
acompañadas de períodos de frustración y desaliento. Nada
funciona como debería funcionar lógicamente".
"Belcebú se impone la tarea de descubrir por qué esto es así.
Como dije, él revisó la historia del planeta (así como es útil para
nosotros revisar la historia de nuestras vidas individuales), y
encontró que la tierra había sufrido una catástrofe; había sido
dividida, y dos fragmentos habían salido volando al espacio: la
Luna y Anulios. Cada uno repite la división en sí mismo, pero las
consecuencias, aunque graves, no son fatales, puesto que
Nuestra Eternidad nos dio la posibilidad de convertir esta
desgracia en algo que nos beneficie".
"Nuestro estado de desgracia se debe a las consecuencias de
los resultados del órgano Kundabuffer. Este órgano está ahora
atrofiado, pero la tradición sociológica continúa las
consecuencias. Como condición para un desarrollo normal, esta
tradición debe ser analizada en detalle". "Es imposible alcanzar
un armonioso desarrollo interior de sí por medio de las ideas
sociológicas -a través de una síntesis del conocimiento que
hemos adquirido—. Todo esto es inútil en ausencia del desarrollo
de la esencia, el germen biológico".
"Aquí está el origen de la idea de renacer, no en el sentido
religioso u ocultista corriente, sino en un regreso al estado
biológico anterior al estar sujetos a la sociología. Aquí es donde
aparece el método de Gurdjieff, un método prácítco para sentir
el cuerpo, recordarse de sí mismo, observarse a sí mismo, para
el desarrollo interior de sí".
"La esencia es la verdad sobre uno mismo en contraste con las
opiniones sociales y previsibles sobre uno mismo. La esencia es
la verdad independientemente del tiempo, del lugar y de los
sentimientos de quien sea. Es lo que uno se atrevería a confesar
si no hubiera consecuencias por una declaración de la verdad.
Es la verdad ante Dios. La personalidad es la verdad ante los
hombres, ante el mundo, condicionado por 'el qué dirán".
"Es necesario saber lo que usted desea realmente. Cuando
descubre su deseo verdadero, las circunstancias externas
cambiarán y llegarán a ser más como usted desea. Los animales
salvajes viven conforme con la esencia; en esto, el hombre es
inferior a los animales. Los animales domesticados tienen sus
impulsos esenciales distorsionados".
"La sociología nos ha distorsionado; fuimos atrapados tan
jóvenes que se hace casi imposible discriminar entre nuestro
estado original, esencial, y nuestro estado sociológico, de
personalidad. El hombre 'no civilizado' puede llegar a la verdad
objetiva; y no hay posibilidad de desarrollo interior individual a
través de condiciones sociológicas ordinarias".
"La sociedad escoge lo que será realizado de nuestras
potencialidades heredadas y esenciales. Heredo un instrumento;
yo, como psiquis, desarrollaré conforme con mi habilidad para
explotar las posibilidades del instrumento. Pero, desde la
temprana infancia, sólo una fracción de las potencialidades son
realizadas por el estímulo del medio ambiente, y quizá estaré
identificado por toda mi vida con esa fracción".
"Al mismo tiempo, toda personalidad existe conforme con la
esencia, aunque sólo una parte de la esencia. Si, por decirlo así,
yo soy un piano en el cual sólo se toca jazz, voy a lo largo de mi
vida pensando que soy un instrumento de jazz; o, si me
identifico con la carrera de abogado, por ejemplo, exploto sólo
una fracción de mis potencialidades. Pero es posible
desempeñar un papel 'como si' uno estuviera identificado con
él, y, sin embargo, no estarlo. Las circunstancias pueden
forzarlo a uno a desempeñar un papel a lo largo de la vida, pero
en la medida en que uno no se identifique con él, la esencia se
desarrolla".
"En el drama antiguo, los actores permanecían tras bambalinas.
En el escenario la obra había empezado. Los que estaban tras
bambalinas podían, en cualquier momento, ser llamados con
una seña para que entraran en el escenario, sin ninguna
preparación con respecto al papel por desempeñar". "Un
hombre que vive en su esencia puede, aparentemente, hacer
cosas contradictorias, pero todas están relacionadas con la
esencia. Para ser capaz de vivir conforme con la esencia
también debemos desarrollar la razón".
Pregunta: "¿Si actuáramos esencialmente actuaríamos
inhumanamente?"
Orage: "No necesariamente. Una esencia encubierta no es
necesariamente inhumana. Las esencias, a menudo, son
mejores de lo que pensamos. No es una de las reglas
gurdjievianas de Moral Objetiva que la esencia no obedezca
instintivamente. Para la mayoría de la gente, la luna es una
influencia diabólica y, a través del órgano Kundabuffer, les hace
algo a las esencias tricéntricas. Es como si la esencia, que llega
del sol y de los planetas, recibe un enfriamiento al llegar a la
tierra".
"Desde un cierto punto de vista, la personalidad es el guardián
de la esencia. Se dice que una de las Mediéis, educada en una
escuela platónica, vivió en un convento de monjas durante
quince años y llegó a ser abadesa; luego regresó a la corte y fue
capaz de desempeñar el papel tanto tiempo como su razón se lo
dictó. Si tuviéramos los medios y el conocimiento, podríamos
seguir la pista de cientos de casos similares en Europa a lo largo
de la Edad Media y el Renacimiento".
"Gurdjieff habla del 'querer' de la esencia y el 'deseo' de la
personalidad. Puesto que tengo una esencia tricéntrica, que es
una réplica en miniatura del mundo, de Dios, en mi esencia no
puedo sino tener el mismo 'querer' que él tiene. Debo descubrir
cuál es este 'querer' de la esencia".
"Hay una diferencia entre conciencia subjetiva y conciencia
objetiva; y cuando usted ha experimentado el reconocimiento
universal y se ha dado cuenta de que no significa nada para uno
en relación con su conciencia objetiva, entonces empezará a
comprender la diferencia".
"Gurdjieffvive desde la esencia conforme con la razón objetiva".
"Pero para una persona en la vida ordinaria, la conducta de un
hombre consciente y la de un charlatán es a menudo
indistinguible.
De allí las historias que surgen con respecto a Gurdjieff, y la
animosidad de los que están de paso por ahí y de los alumnos
más jóvenes. En el hombre consciente, la conducta está
relacionada con una meta consciente; en el charlatán, la
conducta es inconsciente".
"Voluntad, conciencia e individualidad: no debemos jactamos de
tener la menor idea de lo que significan. En la actualidad, la
analogía más cercana para nosotros es 'querer' (o anhelo),
pensamiento y personalidad. Estas determinan para nosotros el
valor de los términos abstractos, irreal izados, no
experimentados. La diferencia entre un 'querer' (o anhelo)
ordinario y la voluntad es la diferencia entre un estado pasivo en
el que actúa una fuerza activa y un estado activo en el que
actúa uno mismo".
"Yo mismo no doy origen al 'querer'; éste me ocurre a mí. La
voluntad se inicia a sí misma. Si, como dice Gurdjieff, uno toma
algo pequeño que quiere verdaderamente realizar y se obliga a
hacerlo, entonces podrá experimentar el comienzo de un sabor
de voluntad verdadera".
"Cada 'querer' que tenemos puede ser considerado como una
entidad psicológica, cada impresión como una unidad, las cuales
desempeñan en nuestra psiquis el mismo papel que nosotros
como individuos desempeñamos en la vida del planeta. Gurdjieff
decía que si un hombre pudiera ser disecado psicológicamente,
vería innumerables seres: de anhelos, de organismos pensantes.
Vería toda su población".
"La personalidad es la suma total de nuestros reflejos -físicos,
emocionales, intelectuales; la personalidad es un reactivo-. La
individualidad es la habilidad para actuar, no reaccionar; se
supone que hay un ser que es capaz de usar el cuerpo. Uno de
los objetivos del Método es hacer realidad las distinciones que
ahora podemos hacer sólo intelectualmente".
Pregunta: "¿Podemos comparar la voluntad, la conciencia y la
individualidad a Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo?
Siendo el Espíritu Santo la fuerza conciliadora, pero ahora una
persona doble con la Virgen María, ¿cuál haría que el Hijo fuera
el conciliador en vez del Espíritu Santo?"
Orage: "Esta es una de las discusiones de la primigenia iglesia
Católica". "Los seres", decía Orage, "sólo se convierten en
individuos o individuums, indivisibles, tres en uno y uno en tres
-con tres centros ya desarrollados- cuando lo activo, lo pasivo y
lo neutralizante están en su orden normal: una repetición del
estado original de la creación. Cada 'querer' del que somos
conscientes deriva de uno de nuestros tres centros, y para los
otros dos centros éste es una aparición, una interrupción.
Cuando los tres centros tienen el mismo 'querer', a eso lo
llamamos Voluntad. Entonces un hombre puede decir 'Yo quiero',
con todo su ser. Este es el estado de 'yo soy".
"Cuando los tres centros están ocupados en un 'querer' uno no
está consciente de un 'querer'; todo el ser lo consiente. El
sufrimiento psicológico cesa, pero el esfuerzo continúa, a
menudo con un sentimiento de decepción, debido a la
frustración de la Voluntad. Con el crecimiento del ser viene un
aumento de las dificultades; al mismo tiempo viene un aumento
de fuerza".
"Una de las metas del Método de Gurdjieff es la obtención de un
estado de conciencia de sí que ahora asumimos poseer, sin
evidencia. Gurdjieff no asume, como lo hacen los métodos
místicos y ocultos, que somos conscientes de nosotros mismos.
El hombre ha perdido el camino, ha caído en el presente estado
de conciencia de vigilia patológica, y a menos que pueda
recuperar el camino, está condenado. Este Método está
concebido para ayudarlo",
"Todas nuestras manifestaciones físicas y psicológicas son
interrelaciones de nuestro organismo y su entorno, desprovisto
de voluntad; es decir, del poder de actuar por iniciativa propia.
Así, tenemos la definición gurdjieviana de hombre: 'Un hombre
es un ser que puede hacer'. De aquí se desprende que en
general no conocemos a ningún hombre, sino sólo a 'hombres'
entre comillas. Si la carencia de voluntad pertenece al orden

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natural, la pregunta es, '¿Qué tipo de actividad es necesaria
para desarrollar la voluntad?"
"Es difícil convencernos a nosotros mismos, darnos cuenta, del
hecho de que todos los fenómenos psíquicos y psicológicos son
del mismo orden que los fenómenos fisiológicos. El proceso de
pensar que se está produciendo en mí ahora que estoy
hablando y el de ustedes cuando no están hablando, cuando
están escuchando, están tan desprovistos devoluntad como el
sentido del tacto en el contacto físico. No hay más voluntad
involucrada que lo que habría en figuras oníricas que se
desplazaran a lo largo de estos movimientos. No suponemos
que la figura onírica ha iniciado su propia actividad; tampoco
somos nosotros los iniciadores de las figuras oníricas. Ni siquiera
son títeres, pues esto implicaría un titiritero. Nuestro estado es
tal que nosotros somos más o menos figuras oníricas -sobre 'el
telón pintado que llamamos vida"-.
Un alumno: "Pero el sufrimiento es real".
"Depende de qué clase de sufrimiento. En un sueño el
sufrimiento puede parecer muy real, verdaderamente, y a veces
uno puede recordarlo después durante mucho tiempo. En la
vida, aunque podamos recordar la ocasión, el sufrimiento de
hace un año puede ser olvidado. 'Nada seca más rápido que una
lágrima".
"Uno de los propósitos del mito en el libro es explicar la
influencia de la luna y de Kundabuffer. No sorprende que el
hombre no tenga voluntad; sorprende que crea que la tiene.
Esta convicción del hombre de que tiene voluntad, contra toda
evidencia, contra el análisis científico, es uno de los efectos del
Kundabuffer. Uno de los primeros resultados del recuerdo de sí y
de la observación de sí sería desprenderse de esta ilusión de
voluntad. En cierta etapa de la práctica del Método aparece la
convicción de la carencia de voluntad, la convicción de la propia
nadidad y mecanicidad, de la desesperanza de la expectativa de
algo verdadero en la vida ordinaria. Esto, en los inicios de la
cristiandad, era llamado 'convicción de pecado', una toma de
conciencia de que uno había 'errado el tiro'. Esta experiencia
psicológica era necesaria antes de que un ser pudiera alcanzar
la voluntad o la 'salvación".
"Asumiendo que la toma de conciencia de la carencia de
voluntad haya sido experimentada, el problema, ahora, es si es
posible nacer de nuevo y entrar en la vida verdadera, y por cuál
medio. Y aquí, en el umbral, se levanta la palabra voluntad".
"Se dice que el problema de la voluntad es el misterio de los
misterios. La Voluntad verdadera, la fuerza que crea, preserva y
destruye el Universo es ininteligible para el pensar ordinario.
Dios, el Absoluto, creó el gran universo con un acto de voluntad
consciente, superando la inercia, la materia inerte. A medida
que nosotros, a nuestra pequeña escala, desarrollamos una
voluntad verdadera, así, de ese modo, llegaremos a ser como
Dios, llegaremos a ser Hijos de Dios. ¿Cómo empezamos?
Nuevamente, vuelvo a citar a Gurdjieff: 'tomen algo pequeño
que deseen hacer y que ahora no pueden hacer, y obligúense a
hacerlo".
"El capricho es el comienzo de la voluntad. El capricho es una
mosca, la voluntad un elefante. El esfuerzo de San Patricio para
cambiar el curso de la historia humana, para civilizar Irlanda, es
un ejemplo de voluntad de elefante".
"Se asume, por supuesto, que uno ha estudiado el Método. Cada
174esfuerzo para recordarse de sí mismo y para observarse a sí
mismo de manera imparcial es un acto, un pequeño acto hacia
el estado de voluntad verdadera; de hecho, el primer paso".
En una reunión posterior, cuando se discutía sobre el bien y el
mal, Orage tenía que hacer constantemente que sus alumnos
regresaran al punto en discusión. Decía: "Todos escuchan
preguntas y las responden desde el centro de gravedad en el
que se encuentran en ese momento. Su interpretación depende
sólo de eso; de su estado subjetivo. La esencia toma la forma
del ser que en ese momento está ocupando el centro de
gravedad: sea un animal, un niño o un bárbaro; y en cada
momento la psiquis cambia de forma, y es a estos seres a
quienes se dirigen las doctrinas. Pueden imaginar cómo un ser
así transforma una doctrina, al haberla oído en uno u otro de los
tres centros. No es de extrañarse que Gurdjieff hable siempre
sobre la extraña psiquis de estos seres tricerebrales. Las
dificultades de un maestro de escala mundial son inmensas. No
es de extrañarse que tuvo que ser un Hijo de Dios -y su doctrina
ha fallado aparentemente- quien explicara a los hombres unas
pocas y simples doctrinas éticas".
"Los seres del planeta Purgatorio participan en el plan divino;
sufren porque saben lo que deberían hacer, aunque hasta ahora
sean incapaces de hacerlo. Cuando la voluntad, la conciencia y
la individualidad se desarrollan armoniosa y simultáneamente,
entonces, en el proceso, somos purificados y podemos ser
liberados del Purgatorio. El desarrollo de estas tres cosas
simultáneamente es anti-yoga. Belcebú le dice a Jassín que
cuando la velocidad en un centro sea demasiado alta, debe
cesar la actividad en él y traer a los otros dos centros a las
órdenes del cuarto centro. Esto es Iramsamkeep: me mantengo
a cargo de los tres centros".
"El Absoluto, por definición, es la totalidad considerada como
unidad. El Absoluto al que nos referimos es la totalidad de
nuestro mundo. Este absoluto unitario y autónomo presenta dos
rasgos: el statu quo y el movimiento; los rasgos estáticos y
dinámicos. Estos dos presuponen un plan o designio que
requieren del mantenimiento y desarrollo del universo. Este
desarrollo puede ser llamado plan de campaña, y el statu quo es
el ejército para realizarlo. El plan tiene como objetivo el
desarrollo de las potencialidades de todos los seres
constituyentes del plan total. La culminación del plan es la
obtención de la razón objetiva: la realización del 'ser' de todos
los seres. El plan ha de ser ejecutado por todos los seres,
conscientes o inconscientes, hasta el punto en que
permanezcan siendo seres -y no completos Jassnamusses- Una
de las potencialidades de los seres es ser conscientes del plan y
desarrollar la voluntad para cooperar con él. La obtención de un
estado de cooperación consciente con el plan puede definirse
como el bien; el fracaso en alcanzar este estado puede definirse
como el mal. El plan sepuede descubrir; pero, en ausencia de
descubrimiento, todos los informes de su naturaleza deben ser
considerados como moral convencional o religiosa, moral
subjetiva. La obediencia servil a la moral subjetiva constituye
una mala obra objetiva".
"El texto del libro de Gurdjieff afirma que los principios de la
moral objetiva, como están establecidos, se derivan de una
fuente primordial por un ser que ha tenido acceso a el la. Toda
gran religión, en sus orígenes, ha enseñado la moral objetiva. Se
da una técnica, un método, destinado a traer al estado
consciente la conciencia objetiva, de manera que un ser pueda
comprender y cooperar en el plan divino. Con la comprensión
viene la responsabilidad de un ser para con su propio
desarrollo".
"Actualmente, la única cosa objetivamente correcta que
podemos hacer es practicar el Método, que tiene el efecto de
traer la conciencia objetiva al estado consciente".
"La psiquis es lo que no es cuerpo. Ella está cubierta con el
cuerpo. Es una entidad, recubierta planetariamente de manera
incidental. La fisiología es el instrumento de la psiquis. Dentro
de la psiquis es posible el desarrollo de los tres centros. La
psiquis es el instrumento del 'Yo'. El concepto de psiquis no
incluye el cuerpo físico. El verdadero cuerpo físico es el cuerpo
etéreo. Gurdjieffse refiere al otro como cuerpo planetario. Los
cuatro cuerpos -planetario, físico, emocional, mental- quieren
decir seres del tetartocosmos. El cuerpo planetario está formado
por substancias planetarias, el cuerpo físico de radiaciones del
planeta. En el centro emocional hay una dualidad de
substancias -radiación de planetas y emanación del sol- que
contribuyen a las emociones inferiores y superiores,
simbolizadas en la cruz. Cada cosmos, incluyendo el
Tetartocosmos, es una entidad tricéntrica en la cual ocurre la
transformación de las substancias. El cuerpo Kessdyan y el
cuerpo mental son los cuerpos superiores".
Pregunta: "¿Cómo define la presencia? ¿Cuál es la diferencia
entre presencia y personalidad?"
Orage: "Gurdjieff relacionaba la 'presencia' con lo que está
presente en uno. Incluye la potencialidad en la medida en que
ella comience a hacerse evidente. Decía de un arbusto: 'joven
presencia'.Es tanto el hecho realizado como el proceso de
realización. Masa más energía".
"Con respecto al rasgo principal, una de sus características es
que uno asume ser lo que esencialmente desea ser".
"Un sentimiento de culpa sociológica proviene de la conciencia
subjetiva, una consecuencia de la moral subjetiva. La vergüenza
eseral proviene de la conciencia objetiva -una toma de
conciencia de que uno ha fracasado en llegar a ser lo que uno
debería ser-".
"A menos que usemos nuestras energías para el desarrollo
psíquico normal, nos volvemos, literalmente, inferiores a los
animales".
"La octava es el desarrollo de los tres principios -la ley de tres-
En el
176espectro hay sólo tres principios -rojo, amarillo, azul- Si, como
un símil, tomamos el rojo como positivo, el azul como negativo,
el amarillo como neutralizante, ahora bien, en el hombre el rojo
y el azul están invertidos". A una pregunta sobre el
parktdolgdeber, Orage respondió: "Este es el deber en tres
lenguajes, es el esfuerzo consciente y el sufrimiento voluntario.
Por un lado es un deber intelectual esforzarse para comprender
el significado y la meta de la existencia, un deber emocional
para sentir el peso del mantenimiento de todo lo existente, y un
deber físico para hacer que el cuerpo planetario sea el sirviente
de nuestra meta".
"Nunca he sido capaz de hacerles sentir la deuda que tiene cada
uno de nosotros por haber sido encarnados. Todo lo que
llamamos 'natural' es el producto de seres superiores a
nosotros, proporcionado a un gran costo, para que pudiéramos
tener experiencias. La existencia -la participación en las
experiencias de la encarnación- cuesta algo a alguien. Sentir la
deuda de esto es tener una comprensión de lo que significa
pagar por nuestra existencia. No sentir esto es un signo de
anormalidad y de incapacidad para cualquier concepto de
justicia. Damos un valor infinito a la vida, y a una vida larga y
feliz, pero en primer lugar a una larga vida. La deuda por
nuestra vida no es algo que debería ser sentida, sino que es
sentida por un ser humano normal".
Un alumno: "Luego llegamos al 'Ser o no ser' de Hamlet". Orage:
"Hamlet no era normal, sino loco. Era un caso típico de carencia
de voluntad envenenada por la filosofía alemana. ¡Piensen!
¡Todos nosotros podríamos ser mesas, o animales inferiores! Y,
tal como la vida está hecha, el número de experiencias
agradables, hablando de manera general, es ligeramente
superior al de experiencias desagradables".
"El deber es definido por los budistas como 'lo que debe hacerse
sin esperar mérito, pero que debe hacerse si, en realidad,
hemos de obtener mérito".
"El principio de la edad adulta es el deseo de separar 'Yo' de
'Ello'. Un adulto es alguien que se está esforzando para hacer
esta separación: separar el YO del yo. El adulto puede no estar
completamente consciente de esta separación, pero la
presencia de este deseo indica el ingreso al estado de madurez
espiritual".
"Sin 'Yo' no hay conciencia. La gente que ha tenido momentos
de conciencia de sí conoce la diferencia entre éstos y la
conciencia de vigilia. La conciencia cósmica es todavía
diferente; no es posible describirla, de manera que no existen

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registros de ella. El libro Conciencia Cósmica de Bucke describe
sólo la conciencia de sí. Ouspensky cuenta que se convenció de
que no era consciente de sí mismo cuando Gurdjieffle preguntó
dónde había manchado de grasa su chaleco, y no lo pudo
recordar".
"La diferencia entre un pensamiento y la conciencia es que el
pensamiento es una sucesión de imágenes, una serie o una
secuencia; la conciencia es un simultáneo darse cuenta de los
contenidos de la mente y, por supuesto, de los sentimientos y
las sensaciones".
"La exposición de un camino de desarrollo es difícil debido a que
los conceptos no son familiares, axiomáticos o asociativos.
Gurdjieff supera esta dificultad escribiendo en forma de
parábola. La exposición directa fracasa debido a la incorrecta
asociación con los datos psicológicos".
"La radiación se dispersa por su propia fuerza; la emanación no
sufre disminución".
Alguien preguntó sobre la vergüenza orgánica y su pérdida,
especialmente en las mujeres.
Orage dijo: "he oído a Gurdjieff referirse igualmente a su pérdida
en los hombres. De hecho, en un capítulo tiene pasajes en los
que exonera a las mujeres de Estados Unidos del estado en que
han caído, pues esta decadencia empezó en los hombres, y las
mujeres sólo hacen manifiesto el grado en que la vergüenza
orgánica se ha perdido en los hombres". "Ustedes saben que la
palabra Jehová o Yavé está formada por Yod y Evoé, Adam y Eva.
La religión judía es considerada por el esoterismo objetivo como
degradada porque retiró de Yod la responsabilidad del mal y se
la puso a Evoé. Los 'hombres' que trasladan la responsabilidad,
pasándola de su parte activa a su parte pasiva, son 'hombres de
Yod". "Los sufíes dicen que a los judíos se les había dado la
verdad -el conocimiento objetivo- pero la abandonaron, y en
consecuencia, han sido castigados y dispersados".
"La vergüenza orgánica no es de un órgano sino del organismo,
el cual mira a la anormalidad con miedo. Sólo un organismo
normal siente esto".
A una pregunta sobre recurrir directamente a la conciencia
objetiva, Orage respondió: "No se puede recurrir a ella
directamente. Ashyata Sheyimash recurría a ella
indirectamente. La curiosidad por una buena meta, como dice
Gurdjieff, es un motivo puro para estudiar el método de
observación de sí, porque ella no lo adorna. Con respecto a esto
somos como Saúl, que salió a buscar asnos y logró un reino. El
Método proporciona un medio para descubrir y darnos cuenta de

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nuestra anormalidad. Esto inspira un deseo de cambio, que es la
vergüenza orgánica. Esto está conectado con el Santo Aieioiuoa
-la aspiración de las vibraciones inferiores a compartir la
experiencia de las vibraciones superiores-. Es esto lo que
sentimos en presencia de un ser superior, no 'algo' social
superior; un deseo por ser así. Esto es el culto al héroe, siendo
el héroe objetivamente superior".
"Nuestra reacción mecánica hacia la gente es uno de los signos
de nuestro servilismo. Uno de los ejercicios psicológicos en
nuestro control es el esfuerzo constante para estar al tanto de
las emociones negativas. Durante estos últimos meses muchos
de ustedes han atravesado un intenso período de emociones
negativas; al mismo tiempo tienen en sus manos el antídoto,
por decirlo así. Pero todos estamos tan enamorados de nuestro
sufrimiento mecánico, somos tan perezosos, tan inertes, que
preferimos sufrir mecánicamente, pasivamente, antes que hacer
el esfuerzo de practicar un poco de sufrimiento voluntario".
"Con relación a los esfuerzos conscientes, tomemos a Ashyata
Sheyimash. Empezó a reflexionar por capricho, por decirlo así.
Reflexionó sobre todas las enseñanzas precedentes, y
finalmente estableció una crítica y una nueva técnica. Fue un
autodescubrimiento. Descubrió cuál era su meta en la vida por
medio de sus propios esfuerzos; y se puso a trabajar para
inventar el medio más eficiente para llevarla a cabo. Esto es un
esfuerzo consciente".
"El sistema de Gurdjieff define una meta para cada individuo,
que es: el logro de la conciencia de sí y cierto grado de razón
objetiva. La idea es, en última instancia, poder relacionar toda
acción con la conducta intencional, que puede, ella sola, dar
sentido a una vida que de otro modo sería mecánica. El orgullo
legítimo comienza con el trabajo de 'Yo'. Esta es la 'satisfacción
eseral' de haber realizado un esfuerzo".
"Ashyata Sheyimash comenzó a cuestionar su propia capacidad
para formular un método para salvar a los seres del planeta
Tierra de una degeneración que va en aumento. Después de
mucho trabajo sobre sí, después de mucha reflexión y dándose
cuenta que él mismo había sido condicionado subjetivamente,
fue capaz de traspasar las capas de su educación y, en un
estado de objetividad y de imparcialidad, comenzó a formular su
misión. Dejó un documento para un linaje de iniciados, de los
cuales quedan hoy unos cuantos, en Asia Central".
"Recuerden que, en los Relatos de Belcebú, todo tiene tres
significados y siete aspectos".
"Ashyata Sheyimash escribió 'El Horror de la Situación".

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En este punto, Orage dijo que deseaba que tuviéramos, en
Nueva York, la música que Gurdjieff había compuesto para
acompañar la lectura de este capítulo, puesto que en ella las
ideas están expresadas para tocar el sentimiento tal como en el
libro lo están para llegar al intelecto.
Continuó: "Ashyata Sheyimash comenzó con una oración, es
decir, asumió una actitud emocional definida tan precisa como
una postura física. Ordenó conscientemente sus emociones
-asumió un estado de 'Yo-soy'-. 'Yo' está siempre. 'Yo soy Padre,
Hijo, Ayer,
Mañana".
"En cuanto a nosotros, 'Yo' se manifiesta periódicamente; en un
comienzo, accidentalmente".

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"Ashyata Sheyimash se liberó de todas las asociaciones, y pudo
ser imparcial. Examinó los resultados de las religiones fundadas
sobre la Fe, la Esperanza y el Amor, y vio que los seres ya no
tenían la posibilidad de recibir sus influencias; y que ya no era
posible recurrir a su razón ordinaria. Es inútil predicar la cordura
a los locos. Cuestionó todas nuestras emociones así como
nuestras ideas; y llegó a la conclusión deque aún quedaba,
sepultado en la esencia, algo que no es adquirido, sino que es
nuestro y no ha sido corrompido: la Conciencia Objetiva".
"Eligió treinta y seis seres provenientes de monasterios, es
decir, pensadores independientes individuales, capaces de
pensar en contra de las tendencias sociológicas en curso, en
contra de las tendencias de su propio organismo y de las del
mundo alrededor de ellos. (Todo pensador independiente vive en
un 'monasterio'). Ashyata Sheyimash enseñó el Método a los
treinta y seis, de manera que fueran capaces de hablar desde su
propia experiencia, no basándose en los libros; y que fueran
capaces de ayudar a otros a hacer lo mismo".
"Durante un largo período su organización floreció, ya que sus
ideas seguían siendo transmitidas por los iniciados. Finalmente
fue destruida por Lentrojamsanín. Este nombre está formado,
dicho sea de paso, por algunos nombres hoy muy bien
conocidos. En cada uno de nosotros hay un Lentrojamsanín.
Como ya dije, también en este trabajo llegará un tiempo en que
ciertas personas, con un conocimiento del sistema de Gurdjieff,
pero sin la comprensión necesaria, harán uso de las ideas para
sus propios propósitos subjetivos; las distorsionarán y las
cambiarán, engañándose a sí mismas en cuanto a que están en
el 'Camino'. Pero, siempre, permanecerá un núcleo de los que
comprenden verdaderamente y que mantendrán el Método y el
Sistema tal como Gurdjieff los enseñó".
"En nuestro tiempo, todos los llamados a la Fe, la Esperanza y el
Amor tienen un tono de sentimentalismo, y provocan cierto
asco; intelectualmente estamos en guardia contra ellos. Pero
somos tan civilizados como los babilonios de su tiempo e
igualmente corruptos, y exigimos pruebas intelectuales".
"Con respecto al llamado a la razón ordinaria tenemos, por
ejemplo, a Buda, reconocido por los hindúes como el mayor
dialéctico, razonador sutil y lógico del mundo, que fue tan
malentendido por la segunda o tercera generación de sus
seguidores que comenzaron a mal interpretarlo".
"Ashyata Sheyimash se dio cuenta de que los maestros que le
habían precedido, y que habían recurrido a la Fe, a la Esperanza
y al Amor habían fracasado; al igual que los que vinieron
después y que recurrieron a lo mismo fracasaron, y propuso
recurrir a algo que no hemos racionalizado todavía, y de lo cual
pocos, salvo en circunstancias desesperadas, tendríamos
experiencia".
"¿Por qué un perro es siempre un perro? ¿Por qué se comporta
como un perro? ¿Por qué no se comporta, por decirlo así,
razonablemente? Se comporta como lo hace porque está
obligado a ser lo que es, cualquiera sea el resultado,. Es
indiferente a si está subiendo o cayendo en la escala, a si está
multiplicándose o extinguiéndose. Es inocente, esencial".
"El mineral, el vegetal, el animal, obedecen a la ley de su
especie. 'Todos
180inclinan la cabeza bajo el yugo que Dios impone en su
sabiduría' (Attar). Para ellos no hay mal en nuestro significado
de la palabra, no hay necesidad de esfuerzo psicológico; su
especie es estable. El hombre es inalterable exteriormente, pero
psicológicamente tiene en sí todas las especies. Puede ser,
según la ocasión, un ratón, un perro, un león; obsérvese a sí
mismo y a sus amigos. El hombre es la nota 'si' en la octava.
Esta nota es precaria, es un estado de responsabilidad, una
octava en la que el hombre puede ya sea subir o bajar en la
escala. ¿Puede hacerse el esfuerzo por medio del cual
ascenderá a la octava superior siguiente? Esto es el Horror de la
Situación, porque si no se hace el esfuerzo, el hombre puede
descender y degenerar".
"Ashyata Sheyimash introduce la idea de Dios -lo cual determina
que el hombre debería desarrollar sus potencialidades en
dirección ascendente-. Las especies por debajo del hombre no
necesitan esto. El hombre es la primera especie biológica en
ocupar este punto crucial en la octava, y su función cósmica es
cooperar en el plan impuesto al Universo por el Creador: la
evolución de este mismo Universo".
"Ashyata Sheyimash enseñó un método, el Método por medio
del cual el hombre podría llegar a ser un hombre normal, un
Hijo, en vez de existir, como hace ahora, como una simple
máquina para la transformación de las substancias. Parte del
plan requería que en cierto momento debería aparecer una
cierta cantidad de agentes conscientes de sí mismos, no simples
sirvientes, que cooperarían en llevar a cabo este plan arbitrario.
Ashyata Sheyimash proponía traer conciencia a la vida, y partir
de allí". "El diagnóstico del hombre y su condición psíquica es
que, como raza, está sufriendo, en diversos grados, de una
personalidad dividida. Por ejemplo, es imposible recordarle a un
hombre su condición normal cuando está ebrio o bajo la
influencia de una droga, o de una fuerte emoción como el amor
o el odio. Es meta y propósito de todos los maestros verdaderos
recordarle al hombre su estado normal -un estado en el cual la
persona promedio tiene, a veces, al menos un vislumbre
momentáneo y un momento de recuerdo parcial de un estado
de conciencia verdadera-. Hay una historia hindú sobre un niño
en el vientre que cantaba: 'Déjenme recordar quién soy yo'. Y su
primer grito después de nacer fue: '¡Oh, lo he olvidado!' Esta
idea le es familiar a los seguidores de la religión cristiana en la
historia del Hijo Pródigo, basada en el antiguo 'Himno de la
Túnica de la Gloria' gnóstico, el cual, como otras historias,
consideramos que sucede en los 'tiempos bíblicos'. No lo
aplicamos a nosotros mismos, o lo vemos a la luz de la moral
subjetiva". "Ashyata Sheyimash enseñó a sus alumnos un
método por medio del cual podían 'despertar' al hecho de que
estaban viviendo en el remoto país del Hijo Pródigo, el cuerpo
planetario, y por medio del cual, con el tiempo, podrían dejar de
identificarse con sus innumerables deseos y anhelos, y regresar
a su verdadero ser. El Método era lo que llamamos la técnica
de la sensación de sí, del recuerdo de sí, de la observación de sí;
es el

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181'parktdolgdeber eseraP; un método muy simple y, sin
embargo, al mismo tiempo muy difícil. ¿Por qué? Porque la
totalidad de la vida, junto con otras cosas en nosotros mismos,
es una conspiración para hacernos olvidar, para mantenernos en
un estado de sueño. Igualmente, es peligroso que una persona
intente siquiera usar el Método a partir de una descripción
verbal, sin mencionar cualquier tipo de texto; sin embargo, lo
encontrarán registrado en todas las grandes enseñanzas". "Si
recordamos al grupo original que fundó los Caballeros
Templarios, o la Orden de Caballería, cuando los grandes nobles
consideraban un privilegio recibir el permiso para trabajar en la
cocina, o al grupo desconocido de hombres que, con
herramientas e instrumentos sencillos, construyeron el milagro
de la catedral de Ely en una ciénaga de una isla en un remoto
lugar de Inglaterra, tendremos algo comparable al grupo de
Ashyata Sheyimash".
"Los fundadores de estos grupos tenían, en un alto grado,
voluntad verdadera, conciencia verdadera, individualidad
verdadera -el triángulo del eneagrama, contra el flujo que
desciende la escala de la ley de octava-".
"En los Scientific Romances de C. H. Hinton, un personaje cuenta
que caminaba por una calle de Greenwich Village, en Nueva
York, y vio en una placa sobre una puerta: 'John Smith,
Deseducador'. La profesión de Smith era ayudar a la gente a
que desaprendiera la basura que habían acumulado con la
educación. Nosotros tenemos que desaprender, y ser
reeducados".
"Ashyata Sheyimash enseñaba que un hombre debería tener el
sentido de la obligación de cumplir el deber para el cual ha sido
creado, y que tal hombre evolucionaría sólo hasta el grado en el
cual cumpliera esta obligación. Al hacer esto tendría que
abandonar todo tipo de cosas que estimaba necesarias para una
'buena vida' -puntos de vista, poder exterior, conocimiento,
vanidad, falso orgullo, egoísmo- los cuales, además del amor por
el dinero y el sexo, constituyen la verdadera lujuria de la carne".
"La crítica de Lentrojamsanin fue la de un buen filósofo y, sin
embargo, un racionalista puro: Razón Objetiva sin Conciencia
Objetiva. Su opinión era que si un hombre era creado para servir
era, en consecuencia, un esclavo. Verosímil y astutamente,
propuso repudiar este servicio y alcanzar la libertad absoluta.
Consideraba posible alcanzar esto sin hacer el esfuerzo
vinculado al trabajo consciente y al sufrimiento voluntario. En un
sentido, Lentrojamsanin fue precursor de nuestros ancestros
espirituales, los griegos y los romanos, que nosotros
consideramos como el principio de la civilización -poco antes
que fueran bárbaros e inhumanos- Pero Gurdjieff dice que la
antigua civilización babilónica fue muy superior a la griega, de la
cual ésta desciende, no de Ashyata Sheyimash, sino de
Lentrojamsanin -el racionalista sin impulso emocional superior-".
"En cada uno de nosotros, Lentrojamsanin trata de deshacer el
trabajo de Ashyata Sheyimash -una fuerza inconsciente que
trabaja contra una fuerza consciente-".
"En este Trabajo, el trabajo en eí cual estamos comprometidos,
algunas personas en las que el conocimiento ha dejado
rezagada a la comprensión pueden no ser capaces de soportar
el sufrimiento que viene después: sentimiento de culpa,
remordimiento, reproche a sí mismas, desesperación de sentir
que son incapaces de hacer algo con respecto a sí mismas. Esta
es la noche obscura del alma. Algunos pueden irse por la
tangente, buscando un camino más fácil, el camino de una
escuela filosófica, por ejemplo; o un culto oriental no adaptado
para la psiquis occidental; o pueden volverse Lentrojamsanínes
y, con las mejores razones egotísticas, oponerse en realidad al
trabajo. Este trabajo es un positivo fuerte y, como dice Gurdjieff,
'un fuerte positivo provoca un fuerte negativo".
"Lentrojamsanín es la personificación en nosotros de la
renuencia a soportar el sufrimiento que es necesario para
obtener la Conciencia Objetiva paralela a la obtención de la
Razón Objetiva".
"Dios tiene un plan. En este plan están involucrados los seres
humanos, y parte del plan consiste en dar al elegido la
oportunidad de trabajar para sí mismo y al mismo tiempo para
El. Es un elevado y vasto plan; y el nivel de sufrimiento está en
proporción a la importancia de dicho plan. ¿Quiénes son los
elegidos? Todo aquel que está dispuesto a pagar el precio del
esfuerzo consciente y el sufrimiento voluntario; no el elegido de
Calvino, predeterminado desde la creación del mundo".
"Lentrojamsanín decidió trabajar con gente sencilla, de buenos
sentimientos, que no habían alcanzado la Razón Objetiva -los
insatisfechos que empezaban a pensar que no había esperanza
de acceder a la Razón Objetiva en base al sufrimiento-. En lugar
de la gran meta, enseñó que la cosa más importante en la vida
era la búsqueda de la felicidad, y la felicidad consistía en no ser
obligado a hacer esfuerzos constantes e incesantes. En ciertos
estados de ánimo podemos sentirnos dispuestos a estar de
acuerdo. Lentrojamsanín recurrió a dos características del
hombre: el deseo de obtener algo por nada, y la idea de ser
libre, o de una libertad para lograr la felicidad en el futuro. No
fue un monstruo ni un traidor consciente, sólo pensó que sabía
más. No tomó eO cuenta el plano emocional superior. En tal
estado un hombre no puede hacer el mal; la Conciencia Objetiva
está despierta; se halla en un estado de recuerdo de sí -de
recogimiento de sí-. En nuestra razón ordinaria ya hay lo
suficiente para derrotar a Buda, a Jesucristo, y a Ashyata
Sheyimash. La debilidad de Lentrojamsanín fue n° tener la
urgente necesidad de comprender el 'por qué', por estar
satisfecho con el saber 'cómo".
"Gurdjieff dice que el 'por qué' es para lo que se desconoce,
aunque al mismo tiempo exista"."Como he dicho, de estas dos
corrientes posibles -la de Ashyata Sheyimash y la de
Lentrojamsanín- heredamos ¿sta> 'a gr,ega Y 'a romana. Sin
embargo, en Grecia existían gfupos esotéricos verdaderos, que
fueron responsables del florecimiento de su cultura. Sócrates
fue miembro de uno de ellos- Aristófanes fue una especie de
Lentrojamsanín de su tiempo -nunca comprendió a Sócrates-".
"Los seguidores de Ashyata Sheyimash, cuando la enseñanza de
éste fue sumergida por la corriente de la filosof ,a racionalista de
Lentrojamsanín, se retiraron y formaron pequeños grupos. Estos
pequeños grupos existen en nosotros".
"Todas las explicaciones populares de la vida están ahora
basadas en lo personal; lo objetivo ha sido devorado por el
egoísmo. No podemos formular ninguna filosofía salvo desde el
punto de vista del interés personal. Nietzsche dijo: 'Ya no le
pregunto a un filósofo "¿Es verdad?" sino: "¿dónde está su
interés?' Sin el nivel emocional superior toda filosofía se
convierte en una cuestión cerebral con una perspectiva de
bienestar personal, coloreada subjetivamente y determinada por
el egoísmo-como nuestra razón degenerada-. Sin la
comprensión emocional superior, el hombre ordinario tiene la
idea de que el Universo sólo sucedió, y que en consecuencia la
vida en nuestro planeta, incluyendo al hombre, debe ser
explotada; o que Dios no tenía ningún propósito útil al crea*" el
Universo y que no somos de utilidad para El; o que lo creó sólo*
Para nosotros, que ama a los seres humanos y sólo quiere que
sean felices -y que si no son buenos y felices y hacen lo que El
quiere se enfurecerá con ellos y los castigará-. Esta es una de
nuestras actitudes más infantiles: que nuestro propósito
principal es ser felices y que el camino hacia la felicidad es
hacer felices a otros. Esta es la actitud de Schopenhauer. Otra
variante es que sólo cuenta la felicidad individual -el error
subjetivo en que cayó Nietzsche-, que la humanidad existe con
el propósito de producir unos cuantos superhombres y aun otra
variante es la del patológico comunista-socialista: ¿Qué importa
ahora mi felicidad y la de los que me rodean con tal que haya
'progreso' y felicidad para otros en el futuro? Y el científico
moderno, que inventa más y más sistemas para el beneficio de
las generaciones futuras. 'La enfermedad del mañana".
"La Razón Objetiva no se alcanza mediante ninguna emoción
egotista subjetiva o por ninguna angustia personal: la
Conciencia Objetiva es, además, una necesidad. La cosmología
de Gurdjieff puede parecer ridicula a la mente ordinaria, pero en
comparación con los conceptos pueriles implícitos en nuestro
punto de vista subjetivo general, es adulta e inteligente".
"Ashyata Sheyimash dice: 'Existe un método por el cual
podemos llegar ahora a una comprensión de lo que es".
"Lentrojamsanín dice: 'Existe un medio por el que podemos
adaptarnos a lo que es, sin comprenderlo'. Los griegos fueron
los responsables de la

2
6
4
184corrupción de la razón humana, los romanos de la corrupción
de la conciencia orgánica".

"Belcebú, durante su sexto y último descenso al planeta Tierra,


se dedica a investigar las causas que acortan la existencia del
hombre. Recientes estadísticas occidentales muestran un
alargamiento de la existencia física de la gente. En esta
parábola, Belcebú está interesado en hacernos despertar al
hecho de que la existencia tricéntrica del hombre se está
haciendo más corta. Si estudiamos las formas de existencia en
el mundo occidental, resulta totalmente obvio que la vida
esencial del hombre ha sufrido una considerable y rápida
disminución durante los últimos dos o trescientos años, y esto
persiste. Una de las causas es que, después de la edad de
veinticinco o treinta años, la gente deja de pensar con
originalidad; piensa mecánicamente, de la misma forma; y a los
cuarenta la mayoría deja de tener originalidad en su
sentimiento, continúa como un animal vegetante, repitiendo y
repitiendo, casi totalmente muerto".
"¿Cuál es la causa de esta muerte prematura? Radica en parte
en la educación -en la incapacidad para desarrollar la Conciencia
Objetiva- y en la ausencia de una Conciencia Moral".
"En una sociedad normal, que posee una educación normal, sus
miembros llegarían a un desarrollo de los dos cuerpos superiores
en la dirección de la Razón Objetiva. En lugar de la Conciencia
Objetiva, la Voluntad, la Conciencia y la Individualidad
colocamos la filosofía, el psicoanálisis, la ciencia, el arte, la
literatura, las sectas religiosas, el deporte, la salud y así
sucesivamente. Somos como Amundsen en su avión sobre el
Polo Norte, cuya brújula marcaba en todas direcciones y ninguna
en particular. Ninguno de nosotros tiene un claro sentido interior
de la dirección de la vida. Estamos en el espacio y, sin embargo,
forzados a movernos; y la única dirección en la cual podemos
movernos es la que han convenido los que están a nuestro
alrededor: de allí la confianza en las convenciones sociales,
morales y los ideales -un arreglo pragmático-. El criterio
subjetivo es idiosincrático y rebelde, o convencional;
objetivamente no hay mucha diferencia entre ellos; ambos son
subjetivos. De esta manera, caemos en diferentes sofismas. Por
ejemplo, el criterio es 'adaptación', evolución. La escuela de
Jung se basa en '¿Estamos adaptados? Si es así, debemos estar
en lo correcto'. Esta es la postura más cómoda-la poltrona en el
inodoro- sobre la que Belcebú escribe; sustituir los medios por
los fines. Si uno no tiene una meta consciente, un propósito
consciente en perspectiva, uno sobrevalora los medios. Por
ejemplo, el propósito de la filosofía es la verdad; pero lo
perdemos de vista y nos rendimos ante el esplendor del método,
el epigrama, de la retórica, del razonamiento sutil. Adoramos los
medios".
"Lo mismo sucede con la idea de la justicia. La verdadera idea
de la justicia es la imparcialidad sujeta a normas que se aplican
a todo. Pero nos hemos vuelto legalistas, buscamos formas
legales y la legalidad en vez de la lógica psíquica".
"Y el sexo. Desde un punto de vista objetivo el propósito del
sexo es doble, procreación y autocreación -la procreación de
cuerpos planetarios, y la creación en nosotros del cuerpo
Kessdyan y del cuerpo mental- Es gracias a los romanos que
usamos el sexo sin un propósito definido, sustituimos la
auténtica satisfacción que deriva de su uso como un fin, por la
búsqueda del placer inherente al proceso sexual. O, bajo la
influencia de la religión puritana organizada, negamos el sexo, lo
consideramos un mal, el gran pecado; entonces la gente se
entrega a fantasías sexuales. ¿A qué se debe la gran cantidad
de reflexión en Occidente dirigida al estudio de los resultados
del mal uso o no uso, o la errada dirección de la energía sexual?
Los problemas sexuales no surgen en Oriente salvo en la gente
que ha sido influenciada por el puritanismo occidental. Junto al
resto de la vida orgánica, tenemos derecho al placer derivado de
la unión sexual, pero como seres humanos debemos usar la
fuerza, o parte de ella, para una meta consciente. Y cuando la
energía sexual no es usada de esta forma, se desvía hacia
propósitos mucho más dañinos que lo que llamamos
'desviaciones sexuales".
"Nuestra herencia objetiva es que deberíamos saber por qué
hemos nacido, saberlo pronto en la vida y ser entrenados para
llevar a cabo nuestras funciones. Los animales y los vegetales
en su estado natural hacen esto. Las plantas producen semillas
y, aunque puede haber frustraciones que causen retrasos, no
desvían su función. El mundo vegetal tiene grandes poderes de
adaptabilidad para superar los obstáculos. Los seres tricéntricos
tienen tres cerebros para el desarrollo del germen de la
Conciencia Objetiva, pero desde el nacimiento, la educación y el
medio ambiente presiona y sepultan este germen. Como Saúl,
entregamos nuestra primogenitura a cambio de una ración de
sopa de vida ordinaria; éste es el significado del relato"."No
tenemos un criterio natural propio, de manera que aceptamos
forzosamente el criterio de los que están a nuestro alrededor. La
dificultad crece por el hecho de que no tenemos un
conocimiento preciso del planeta, de su geología y de sus
etnias. Sólo tenemos especulaciones de científicos, geólogos,
arqueólogos, etnólogos; y una generación, o una escuela,
discutirá o desaprobará, a su propia satisfacción, los hallazgos
de otra".
"¿Puede alguien rememorar las civilizaciones pasadas, su
ascenso y caída, su cultura, arte y filosofía, y llamarse su
heredero? Sólo hay rumores sobre ellas, no hay continuidad de
conocimiento".
"Gurdjieff dice que desde los tiempos de la Atlántida han
existido una serie de escuelas esotéricas, custodias del
conocimiento secreto, el cual, de vez en cuando, es interpretado
y enseñado por maestros enviados por esas escuelas. Todos los
grandes Mensajeros de Lo Alto han hablado de esto: Krisna,
Moisés, Buda, Jesús, Mahoma. También han existido mensajeros
y maestros menores".
"El capítulo sobre el Arte es una descripción de los medios
diseñados por un pequeño grupo de hombres conscientes para
la transmisión del conocimiento objetivo; no por una generación
o dos, sino por cien o más años. Lo que llamamos "arte" -arte
subjetivo ordinario- es tan natural para los hombres como
construir nidos lo es para las aves. Un artista no debería ser una
clase especial de hombre, sino que todo hombre debería ser una
clase especial de artista; y lo fue, comparativamente, aun en la
memoria viviente. Consideren el arte campesino de Europa,
incluyendo a Rusia, y el que existió incluso en Inglaterra hasta la
llegada del industrialismo y la difusión de la educación. La
campiña inglesa, con sus aldeas, casas de campo, jardines, y
granjas, fue considerada la más bella de Europa, un fruto del
sentido inherente de belleza y de proporción de los
terratenientes, artesanos y campesinos. Con la caída del
hombre en la "Era del Progreso", esto comenzó a desaparecer
bajo la proliferación del ladrillo rojo de los manufactureros y
constructores especulativos. En Rusia, el arte campesino, las
costumbres y danzas folklóricas, las ceremonias religiosas -la
vida orgánica de Rusia- fueron matadas por el comunismo. El
viejo capitalismo, el destructor de la vida orgánica de Occidente,
y el nuevo comunismo, el destructor de la vida orgánica de
Oriente, son síntomas de la degeneración interior de la psiquis
del hombre".
"Gurdjieff dice que la degeneración, el deterioro y la decadencia
de la civilización a escala mundial ha ocurrido más de una vez; y
la degeneración y decadencia de grupos étnicos y naciones es
algo demasiado evidente aun para nosotros, como para no
darnos cuenta de ello. En el Mahabharata hay referencias a esta
degeneración gradual, que está en las últimas etapas -el Kali
Yuga-".
"Belcebú relata que los seguidores del Legamonismo se
apoyaban en los principios de las leyes cósmicas que ellos
comprendían, e introdujeron innovaciones, 'inexactitudes de
acuerdo con las leyes' en diversas expresiones artísticas.
Rechazaron la literatura, no sólo por lo perecedero del papiro o
el papel, sino porque la literatura es la más subjetiva de todas
las artes; depende de los idiomas, que cambian y mueren. Todos
pueden apreciar las antiguas obras de arte en Gran Bretaña,
como el Burghead Bull, Stonehenge, algunos de los Caballos
Blancos On the Downs, los ornamentos celtas y la alfarería
'prehistórica', pero ¿qué sabemos acerca de la gente que los
hizo? Nada. Y debido a que esos pueblos antiguos no dejaron
nada por escrito, la educación pública inglesa está convencida
de que la civilización comenzó en Gran Bretaña con los
romanos. ¿Cuánta gente puede leer el anglosajón, nuestro
lenguaje de ayer? Además: la literatura es la configuración de
las sombras.
Las novelas son las ensoñaciones de los escritores".
"El arte menor se relaciona con la expresión de la individualidad.
El arte mayor es un esfuerzo por transmitir ciertas ideas para
beneficio del espectador; no necesariamente para ventaja del
artista. Al hablar del arte subjetivo ordinario, decimos que una
obra de arte perfecta satisface completamente nuestro sentido
de la armonía -cada parte de nuestro ser sensorial, emocional e
intelectual-. Desde el punto de vista de Gurdjieff, desde el punto
de vista de uno de los aspectos de su meta -despertarnos del
sueño-, la búsqueda de esa armonía (que no es una tranquilidad
verdadera sino una forma más elaborada de dormir) es lo menos
deseable. La contemplación estética es el sueño sublime; la
conciencia está latente, suspendida temporalmente".
"El objetivo de los seguidores del Legamonismo era hacer que la
gente 'se recordara'. Introdujeron inexactitudes de acuerdo con
las leyes en todas sus obras de arte, de manera que la gente
preguntaba: '¿Por qué es así?'. Esta idea se encontró en las
antiguas escuelas de budismo Zen, que fueron responsables del
florecimiento del gran arte japonés. Entre las tradiciones que
surgieron estaba la idea de que en una obra de arte perfecta
algo debería dejarse inacabado".
"Gurdjieff cuenta que durante sus viajes al Asia Central sus
compañeros y él encontraron una figura, una enorme imagen,
en el desierto. Al principio pensaron que no era nada más que
una reliquia. Allí acamparon. Algo de ella despertó su curiosidad
y empezaron a estudiarla. A medida que pasaba el tiempo
parecía que ella les estaba enseñando algo, no a través de sus
mentes, sino a través de sus sentimientos y sus sentidos. Era
una obra de arte objetivo".
"Del arte griego nadie dice: 'Es extraño, ¿Qué significa?'
Satisface completamente. No evoca una curiosidad interior. Pero
cuando observamos ciertos frescos egipcios tenemos un
sentimiento de algo extraño y maravilloso; el artista egipcio
tenía la técnica de los griegos y no era inferior como artesano.
Lo extraño de la obra proviene del deseo del artista de perturbar
a los espectadores, y no sólo agradarlos. Aún en el arte griego,
en una época, parece que hubo obras de arte objetivo. Existe la
leyenda de la estatua de Zeus en Olimpia que producía en todos
una impresión definida e idéntica. Leonardo da Vinci, al estudiar
las obras de arte antiguas, pre-griegas, preguntó: '¿Por qué, con
tal maestría, estos antiguos artistas hicieron tal y cual
yuxtaposiciones?' Y él, según Gurdjieff, estuvo a punto de
descubrirlo".
"Los mismos principios, basados en leyes cósmicas, se usaron
en la música. Algunas de las danzas de Gurdjieff son ejemplos
de arte objetivo, y también la música. Los que comprenden las
leyes de las vibraciones pueden componer música en la cual
hay tres grupos separados de vibraciones, que producen efectos
diferentes sobre los centros respectivos, conscientemente
compuestos para inducir en losoyentes un esfuerzo, un deseo
de ser. Es como si uno fuera reducido a un estado en el que es
obligado a recordarse de sí mismo para liberarse de los
tormentos de la miseria estética".
"También introdujeron inexactitudes de acuerdo con las leyes,
dentro de las ceremonias religiosas y sociales, y éstas fueron
comprendidas por los fundadores (no necesariamente los
'padres') de la Iglesia Cristiana primigenia. Gurdjieff dice que la
religión cristiana en sus primeros días fue quizá la mejor de
todas las formas de religión organizada inventadas hasta
entonces; que los fundadores de lo que se convirtió en la Iglesia
Católica, que introdujeron el ritual y la liturgia, comprendieron
los principios del efecto sobre los sentidos y las emociones, de
los colores a través de vitrales, de la música, de la presión del
volumen de aire, de las líneas y la forma de la arquitectura:
comprendieron y usaron todo esto para el bien de los devotos.
Los efectos eran consciente y matemáticamente calculados. El
estridente sonido de la campana en la misa, por ejemplo, fue
tomado de una ceremonia de los tiempos de la antigua
Babilonia para cambiar un ritual que de otro modo podía
volverse soporífico, y para provocar la pregunta '¿por qué?' El
tañido del Ángelus, haciendo el signo de la cruz, era un
recordatorio para que los monjes 'se recordaran de sí mismos';
el tañido de la campana que dobla a muerto, un recordatorio de
que somos mortales. Reminiscencias de efectos similares se
encontraron en las procesiones religiosas, y hasta en la
coronación de reyes y reinas"."En la arquitectura tenemos
ejemplos de arte objetivo en Chartres y en Notre Dame y en el
Taj Mahal, que es un producto de una escuela esotérica sufí".
"Pueden encontrarse ejemplos de pintura objetiva en algunas
pinturas persas de los siglos XIV y XV. Hay una grata falta de
armonía causada por el uso de colores contiguos de una manera
no natural. Cuando el ojo percibe un color, el complementario
que le sigue en el espectro es supuesto naturalmente por el ojo,
y se forma en la retina. Los babilonios, al comprender 'lo que
espera el ojo', colocaban un color inesperado que, aunque
perturbador, era agradable; pero exigía un ajuste consciente.
Cuando esto se hace inconscientemente, o para causar un
efecto, el resultado es frecuentemente desagradable. La gente
muy sencilla siente esto y dice, 'esos colores no combinan".
"Las danzas, los movimientos y los ritmos de los seguidores del
Legamonismo eran de dos clases: religiosa y social. Introdujeron
ciertos movimientos, no naturales, que afectaban de cierta
manera a los danzantes, de manera que la danza, o el
movimiento, se volvía una invocación a un centro superior en el
ejecutante mismo. Los movimientos, si se realizaban
correctamente, producían cierto estado psicológico. Se
provocaron estados contrarios, perturbadores. Además, las
danzas eran escrituras, una especie de libro, que hacían
recordar ciertas cosas al espectador. Las danzas también
estaban destinadas a producir en el espectador un deseo de
recuerdo de sí, un estado de remordimiento de

2
7
1
189conciencia. A este respecto, muchas de las danzas de
Gurdjieff son obras de arte objetivo. El no inventó todos los
Movimientos, vio muchos de ellos y estudió sus principios en
templos del Asia Central; pero, al comprender las leyes de tres y
de siete, al descubrir el antiguo arte de la danza objetiva,
fundamentó sus Movimientos y danzas en este arte consciente,
y los adaptó al mundo occidental. Por cierto, su escuela de
danza será una fuente de inspiración para las generaciones
venideras".
"Gurdjieff dice: 'Se puede juzgar a un país por sus danzas'.
Países de todas partes están abandonando sus propias, antiguas
y buenas danzas folklóricas. Las canciones banales están
tomando el lugar de la canción folklórica".
"En Norteamérica, una forma de danza religiosa existe entre los
indios Hopi: la Danza de la Serpiente es una invocación. ¿Pero
de qué? Lo han olvidado. En el África Central el ritmo de los
tambores tiene un efecto extraordinario sobre los centros
instintivo y emocional, y lo mismo en la India. Los ritmos
africanos, como su arte, no son los albores de una cultura de un
pueblo primitivo, sino los tenues restos de una civilización que
fue grande alguna vez. Entre los hindúes y los sufíes se
encuentran ritmos desarrollados; las danzas de Gurdjieff están
en esta categoría". "Los seguidores del Legamonismo,
comprendiendo que la danza es una necesidad instintiva de la
gente y que siempre existirían, introdujeron en las danzas
populares y folklóricas algunos trozos de arte objetivo. Así
encontramos entre la gente 'primitiva', en Europa Central, por
ejemplo, danzas folklóricas que atraen fuertemente hasta a los
ingleses y norteamericanos. Entre las danzas de la fertilidad,
que surgieron de las danzas religiosas, pueden encontrarse
fragmentos de conocimiento verdadero. Lo mismo sucede con
los cuentos de hadas. Nuevamente, las saturnales, en su forma
original, fueron una ceremonia religiosa, que consistía en danzas
y rituales. Los antiguos comprendían que en ciertas épocas del
aflo eran necesarios sacrificios de animales en gran escala. En
otras, era necesaria la liberación de energía humana instintiva,
emocional y sexual, en gran escala. La naturaleza lo exigía. Las
ceremonias eran conscientemente organizadas y controladas, y
estas costumbres se han encontrado en todo el mundo. El
capitán Cook descubrió que en algunas islas de los Mares del
Sur, en ciertas épocas del año, se llevaban a cabo danzas que
terminaban en cópulas colectivas. La razón de ello se ha
olvidado. En Inglaterra, hasta la época del reino de los
puritanos, se nombraba cada año un Abad del Desorden, y en
Londres los aprendices elegían a un Lord del Desorden y se
dedicaba un día entero al jolgorio y a danzar en las calles, y los
maestros actuaban como sirvientes. Cuando las antiguas
costumbres degeneraron, la Naturaleza se vio obligada a
encontrar otras formas: de allí las olas de histeria colectiva,
psicosis colecti v.-i, crímenes, grandes guerras y revoluciones".
"La danza desempeñó un papel importante en la religión
cristiana primitiva. Se dice que Jesús dirigió a sus discípulos en
una danza ritual". "Los seguidores del Legamonismo basaban su
escultura en la Ley de Siete, en las matemáticas. Se
introdujeron inexactitudes tic acuerdo con las leyes, de manera
que quien contemplaba una escultura reflexionaría, se
preguntaría por qué. La Esfinge y el toro asirio con cinco piernas
son algunos ejemplos".
"La sección dedicada al teatro presupone un conocimiento y un
control del cuerpo. Tengo un cuerpo compuesto de instintos,
sentimientos, imaginaciones. Deseo aprender a usarlo; deseo no
dejarlo que haga siempre lo que quiere. Antes que podamos
controlar el cuerpo debemos tener un 'Yo'. El Método
proporciona una técnica para acceder al 'Yo', entonces puedo
manipular el cuerpo con sus tres centros para alcanzar mi meta.
Esto incluye mis relaciones con otros; pero esto, nuevamente,
presupone un conocimiento de los tipos de personas, que son
veintisiete. Las escuelas esotéricas -no 'ocultistas' o de magia-
usaban el teatro como ejercicios para comportarse en la vida, y
para representar obras de teatro en el escenario de la vida, tal
como ahora mostramos obras en el escenario teatral; las obras
de misterios y de milagros, en una época presentadas en las
catedrales e iglesias, son reminiscencias de esto".
"Los que comprenden los principios y las leyes del Arte Objetivo
comprenden también la naturaleza del hombre, su psiquis, cómo
sus tres centros casi nunca trabajan juntos armoniosa y
simultáneamente, sino que varían según el grado de experiencia
de cada quien. En general, clasificamos a las personas en tres
tipos: físico, emocional e intelectual. Decimos 'hiper-emotivo',
'hiper-intelectual', cuando deberíamos decir 'sub' en uno u otro
centro. El conocimiento de los tipos puede ser expresado
matemáticamente. Un hombre consciente, al comprender los
tipos, puede producir la reacción que desea de una persona;
sabe cómo reaccionará dicha persona".
"En las antiguas civilizaciones los tipos tienden a volverse fijos.
En nuestra propia pequenez podemos hacer una lista de tipos
exteriores: Falstaff, Hamlet, Micawber, Sam Weller, Don Juan,
Becky Sharp. O el abogado, el subalterno, el soldado, el portero,
el cura, y así sucesivamente. Detrás de estos tipos exteriores
está el tipo esencial, por decirlo así; y la adivinación de éstos es
verdadera psicología".
"Las experiencias son procesos fisiológicos que se realizan en
nosotros, de los cuales, en el momento, no estamos
habitualmente al tanto -los recordamos posteriormente-. Los
cambios de dirección o las divisiones de la corriente sanguínea
tienen contrapartes psíquicas, que usualmente conocemos
como la conciencia".
"Cuando un ser está viviendo experiencias, sus manifestaciones
son la única forma de comunicación. Lo subjetivo en mí nunca
se convierte en lo objetivo del espectador; él sólo puede ver mis
manifestaciones y comprender solamente lo que yo mismo
manifiesto".
"En el teatro antiguo se enseñaba al alumno a 'actuar'
conscientemente, es decir, no a dar rienda suelta a una
manifestación inconsciente de sus sentimientos, pensamientos
y deseos, sino a transmitir la impresión que deseaba. Se puede
decir que sí hacemos esto en la vida se trata de una falta de
sinceridad; lo es, si por sinceridad se quiere decir una
incapacidad para controlar las manifestaciones".
"Los actores de la escuela de teatro objetivo tenían que
aprender a actuar conscientemente en uno, dos o tres centros.
San Pablo hablaba de serlo todo para todo hombre; pero esto es
para una persona consciente. Al tratar de hacer esto nos
daremos cuenta de nuestra identificación con todos los demás.
Podemos empezar por tratar de ponernos en el lugar de otra
persona. Recuerden el aforismo del Study House: 'Juzgue a los
otros como a sí mismo y rara vez se equivocará".
"El teatro consciente tiene que ver con interpretar papeles".
"Incluirlo en la educación verdadera de los niños sería, entre
otras cosas, permitirles que desarrollen su facultad de mímica,
la cual, como en toda vida animal, es parte de su actuar natural.
También la adivinación; la cuchilla inexperta de un poder que, si
se entrena, desarrollaría ciertamente la intuición, la cual, a su
vez, es el juicio verdadero. Pero se desalienta a los niños a
adivinar y a usar la imaginación controlada, a lo cual se le llama
'decir mentiras', uno de cuyos resultados es que los niños
aprenden a mentir como los adultos".
"Gurdjieff dice que algunas de las primeras obras de teatro
griegas eran improvisadas, como las describe en Belcebú.
También Platón habla sobre las obras improvisadas. Con tales
obras se necesitaba una audiencia crítica. En las antiguas
escuelas de teatro de la India, las epopeyas como el
Mahabharata, y más tarde en Grecia La Iliada y La Odisea,
mucho antes que fueran escritas eran recitadas en el escenario,
y el recitador tenía que actuar los diferentes papeles. Cuando
participaban varias personas, los alumnos más antiguos
interpretaban los papeles más importantes, de dioses; no dioses
como seres celestiales, sino hombres poseídos de razón y
comprensión objetivas, hombres en un estado de éxtasis ("ék-
stasis") fuera y por encima de la mecanicidad de la vida
ordinaria".
"La escuela de teatro fue originalmente un terreno de
entrenamiento para la vida, para la vida universal: una
universidad verdadera, no como actualmente, de lo que se
quejan tantos jóvenes, un monasterio sin contacto con la vida.
La escuela de Pitágoras era un campo de entrenamiento de esa
categoría. Los pitagóricos eran creadores de 'misterios'. En el
misterio está lo extraordinario, lo no ordinario. Los espectadores
tenían que mantener su atención sobre el actor para discernir lo
inesperado, de lo cual podían aprender algo"."En las formas más
elaboradas del teatro consciente se esperaba que el alumno
tomara una situación e interpretara un papel consciente con
actores inconscientes, pero de manera que pudiera ser
comprendido"."El Misterio cristiano, el nacimiento, la vida y la
muerte de Jesucristo, se ensayó primeramente en una escuela
esotérica de los esenios, con quienes trabajó Jesús. En el
momento apropiado fue interpretado históricamente de manera
que afectara el pensamiento, el sentimiento y el
comportamiento de la gente durante generaciones. Puede ser
que el Misterio cristiano fuera el resultado de la escuela de los
seguidores del Legamonismo. En Fragments of a Faith Forgotten,
recopilados y traducidos por G. R. S. Mead, hay señales de cómo
Jesús entrenó a sus alumnos, sus discípulos, para interpretar
papeles especiales, para interpretar danzas especiales. Judas, el
más devoto y consciente de sus discípulos, tuvo que interpretar
el papel más difícil, seguro de que sería mal comprendido y tal
como el villano de la obra, ser abucheado por el público ingenuo
a través de los siglos".
"La vida de Cristo no fue la vida de Jesús. Cristo existió antes
que Jesús y después de él. La misión divina fue principalmente
Cristo. Jesús, siguiendo tras su meta y su misión, se perfeccionó
a sí mismo, como dice Pablo, por medio del sufrimiento -no por
medio del sufrimiento mecánico ordinario, sino del sufrimiento
voluntario y del esfuerzo consciente-". "Gurdjieff interpreta
papeles que pocos interpretarían o podrían interpretar. Yo
mismo me siento desconcertado a menudo; e incluso Stjoernval,
de Hartmann y de Salzmann, y especialmente Ouspensky, a
veces se sienten engañados, y eso sin mencionara los más
jóvenes". "¿Qué ha quedado de la escuela pitagórica de teatro?
Algunas resonancias en los antiguos misterios. El teatro
moderno tiene dos propósitos; diversión y propaganda. El
misterio ya no es posible; no hay actores conscientes. Nuestros
actores imitan, no desde adentro sino desde afuera; sólo
provocan una ilusión en el espectador, quien nunca siente un
desafío, sino que es estimulado a recordar experiencias
grabadas previamente. El teatro, hoy, no es una nueva
experiencia sino una re-experiencia; es un cosquilleo. No es una
afluencia de material nuevo, sino un estímulo que pone en
movimiento material viejo. Es evocador, no representativo
-procreador, no creativo- y su efecto es una intensificación de la
mecanicidad tanto del actor como del espectador".
"Existe en Relatos de Belcebú, en el libro como totalidad, un
paralelo con la Biblia, al iniciarse con una cosmología y una
cosmogonía, un relato de cómo y por qué fue creado el mundo,
y de la caída del hombre". "La Biblia se desarrolla a través de
una serie de episodios semihistóricos entretejidos con mitos, en
los cuales aparecen finalmente los profetas mayores y menores.
Se espera que el lector de la Biblia se dé cuenta de su estado y
de su deber para con Dios. Cuando la Conciencia Objetiva ha
sido despertada, viene el Nuevo Testamento, el Método,
enseñado
193por individuos. Luego viene la Razón Objetiva, que sigue
creciendo conforme con el Método. Culmina con la decantación
de la naturaleza personal de los alumnos que diligentemente
aplican la disciplina del Método. En consecuencia, la Biblia
puede ser considerada como un teatro, una de las más elevadas
obras de arte objetivo".
"El Antiguo Testamento es el hombre mecánico despertándose;
el Nuevo Testamento, es el hombre consciente. El Antiguo
Testamento representa realidades; el Nuevo Testamento,
potencialidades".
"La Biblia es simbólica e histórica; es dudoso que alguien (al
menos alguien con quien podamos entrar en contacto) tenga la
clave de todos los misterios de la Biblia. Gurdjieff podría
tenerlos. Relotos de Belcebú es una especie de Biblia; las
anomalías que nos parecen incongruentes y absurdas pueden
ser un texto dentro de un texto, las cuales, cuando son
extraídas, pueden encerrar un alfabeto de la doctrina"."Según
Gurdj ieff, la clave para el Legamonismo y la clave de las
inexactitudes están en nuestras manos; la de estas últimas ha
de ser descubierta por intuición. La clave para el Legamonismo
es el Método. Puede decirse que nuestra comprensión de este
libro es un examen de nuestra comprensión y realización del
Método. El libro es el único ejemplo de una obra de arte
codificada accesible a nosotros en nuestra época; es inútil ¡r a
lugares lejanos para encontrar otros ejemplos. Gurdjieff afirma
que una lectura correcta del libro haría innecesaria la
decodificación de todas las obras de arte producidas en la época
de Aksharpanziar. El libro de Gurdjieff, quizá, es una especie de
Biblia para el futuro".
"Cada uno de nosotros es un cosmos con elementos
desconocidos distantes en el espacio; se necesitan naves para
visitar lugares y encontrar cosas olvidadas. La cosmología es la
psicología concreta. El sistema de Gurdjieff es completo. Tiene
literatura, teatro, danza y música -y un método con ejercicios
que sólo pueden ser enseñados en grupos por maestros que han
estudiado y trabajado durante años-".
"El tema del libro de Gurdjieff es que nosotros, como seres
humanos, debemos aceptar el sufrimiento y el esfuerzo; no
podemos eludirlo, es obligatorio. Y aunque es sufrimiento, está
distribuido de tai manera que a veces a algunos les parece que
no les toca su parte, 'el Tiempo muele todos los granos'. El
impuesto total es el mismo. Más de dos mil millones de
personas pagan este impuesto.
El propósito de los maestros genuinos es mostrar cómo este
impuesto de sufrimiento, además de ser pagado, puede ser
utilizado por el individuo. No hay manera de que sea derogado.
Todo en el Universo sufre -aunque no como usualmente
comprendemos el sufrimiento-. Una de las ideas del libro es que
deberíamos ayudara 'Nuestro Eterno- Unico-Portador-de-Cargas'
tratando de comprender el Método, y que al trabajar
correctamente, ayudamos a aliviar la pena de nuestro ' Hacedor-
Creador"."El hombre existe para un propósito que no le es
propio. Este propósito incluye a todos los seres: animales,
pájaros, insectos y bacterias. Cada especie está destinada a
cierto uso cósmico. La norma del hombre es el cumplimiento del
designio para el que ha sido creado -como una máquina
destinada a hacer un tipo de trabajo-. Pero debido a ciertas
circunstancias, no previstas por los Altos Individuums, este
planeta (y con él, los hombres) se ha convertido en una
máquina anormal y ya no cumple su designio; hasta se ha
convertido en una amenaza para el Universo. De allí que la vida
ahora exista aquí sólo por la Gracia; y la Naturaleza tiene que
'resoplar', adaptarse y seguir adaptándose, de manera que la
máquina continúe trabajando".
"Al existir como los hacemos, nosotros los hombres ya no somos
capaces de una verdadera felicidad, es decir, capaces de la
felicidad que acompaña al cumplimiento de un designio".
"Renán, en sus Diálogos Filosóficos, dice que la Naturaleza es
hostil al desarrollo del hombre y desea las imperfecciones
humanas. Gurdjieff dice que, aunque esto es verdad, no es
irremediable, y que la Naturaleza tiene ahora necesidad de
seres relativamente liberados. Las pequeñas oportunidades de
salvación del hombre son reforzadas por dos cosas: en primer
lugar, el deseo del Creador de que esta máquina funcione
normalmente -de allí los Mensajeros que han sido enviados cada
cierto tiempo para indicar el camino-; y en segundo lugar, la
existencia continuada en todo hombre, salvo en el Jassnamuss,
de la Conciencia Objetiva-una inquietud interior al reconocer
que no somos como deberíamos ser-".
"En el Jassnamuss, el germen de la Conciencia Objetiva
permanece dormido, quizá muerto; él es incapaz de vergüenza
orgánica".
"Todos los Mensajeros de lo Alto concuerdan sobre el hecho del
horror de la situación; sobre la desviación del hombre de su
propósito verdadero, de su desvío hacia dioses falsos, del
dejarse absorber por el lado físico y práctico de la vida, o por los
ideales en boga, por los valores sociales en vez de los valores
personales, de la substitución del sentido común por metas
ambiguas, del desarrollo y la complicación de la vida exterior a
expensas de la interior".
"Relatos de Belcebú a su Nieto es como una cebolla con un
número casi infinito de capas. Ustedes pelan unas cuantas, y
entonces se dan cuenta de que debajo queda capa tras capa,
significación tras significación".
"En cada mente existe cierta gramática de la asociación. Hay
dos categorías: asociaciones de palabras -razonamiento verbal y
asociación de formas- y mentalización por formas, razonamiento
por ideas. Esto no tiene nada que ver con lo que estamos
habituados a llamar 'formalidad' o mente 'formal' ordinaria. El
noventa por ciento de lo que llamamos pensamiento es
asociación mecánica de palabras. Si usted dice 'agonía' a un
escritor superficial, responderá 'sudor', 'angustia', 'noche
obscura del alma' tan rápidamente como un loro, sin conciencia
personal del
195hecho de estar en un estado de agonía. La asociación por
formas, o la 'metalización por formas' depende de la experiencia
personal; sigue siendo una asociación, pero diferente de las
meras palabras. Es la forma como piensan a menudo los
campesinos y los animales -o los que llamamos 'personas de
entendimiento'-. Esto se refiere estrictamente a la experiencia
-una gramática de las personas en la cual existen las
experiencias-. La asociación verbal se desarrolla por las
palabras; la asociación formal se desarrolla al estar en compañía
de hombres de entendimiento y al estar con gente 'simple'. Los
hombres que han ' pasado mucho tiempo en compañía de
árabes y de gitanos, por ejemplo, han regresado con una
comprensión mayor. ¿Por qué a los niños no echados a perder
les gusta asociarse con artesanos y campesinos?" "Una función
verdadera del aparato formador es formular. Formular nuestros
sentimientos así como nuestros pensamientos; el esfuerzo para
hacer esto resultará en una clara cristalización, las cosas se nos
harán más claras, y por lo tanto lo serán para los demás. Casi
toda nuestra comunicación entre nosotros, en la vida, es por
asociación verbal -sin contenido interior-. Una de las cosas que
impresiona a las personas al conocer a Gurdjieff es la manera
como se comunica por formas; una perogrullada vuelve en sí,
llena de significado".
"Todos los seres pueden ser clasificados según su razón. Cada
uno de ellos se encuentra en el peldaño de una escala,
evolucionando o involucionando -la escalera de Jacob-. La razón
de un ser es la suma coordinada de sus funciones, y se expresa
en sus manifestaciones. El hombre es superior a los animales
sólo porque los elementos que intervienen en su razón son más
complejos. Puesto que la mayoría de las funciones humanas son
anormales, su razón es anormal. El hombre, por definición, es
superior a los animales, pero, en realidad, su razón es anormal".
"El hombre normal es un ser que siente; que está destinado a
encontrar, crear y superar dificultades -un contraste con el
hombre ordinario, que cree que el hombre existe para su propia
paz y felicidad-. Lo que cuenta es 'superar', el 'esfuerzo'; un
hombre puede crear dificultades en el campo de su propia
elección, y debe tener una meta que requiera de un esfuerzo
para llegar a ella. Pero, como dice el aforismo, debemos tomar
el trabajo como un medio, no como un fin".
"En la vida ordinaria respetamos la persona que se topa con
dificultades y se esfuerza para superarlas; si lo logra la
admiramos, si fracasa le tenemos lástima y condenamos al
hombre que elude las responsabilidades de su vida".
"Gurdjieff nos transmite el consejo de su abuela: 'Mi nieto
mayor, escucha y recuerda siempre mi estricta orden para ti: en
la vida, nunca hagas lo que hacen los otros... O bien no hagas
nada-sólo ve a la escuela- o haz algo que nadie más hace"."Esto
no quiere decir que deberíamos cultivar la excentricidad o
amaneramientos, o que vayamos deliberadamente en contra de
las convenciones. En realidad, Gurdjieff dice: 'en Roma haz lo
que hacen los romanos'. También nos dice que debemos
considerar exteriormente más de lo que hacemos ahora -ser
más considerados hacia los demás-". Orage decía que cuando
publicaba New Age y veía que la corriente de opinión fluía
mecánicamente en cierta dirección, él iniciaba una contra-
corriente.
Continuaba: "Una de las maneras de obtener comprensión es a
través de la reflexión, que es un esfuerzo para examinar temas
abstractos, como la metafísica o la cosmología, para tratar de
llegar al significado. Hay muchísimas ideas en el libro que nunca
seremos capaces de comprender, por lo menos en esta vida;
pero también hay otras que podemos comprender si hacemos el
esfuerzo de sopesarlas. Usualmente suponemos que si la
verdad es expresada claramente la comprendemos. Es una
ilusión; la comprensión se desarrolla no sólo con la reflexión sino
al manejar situaciones de manera práctica, como un buen
jardinero maneja su jardín. La comprensión se desarrolla a
través de 'sufrir percepciones de la verdad' sobre nosotros
mismos y el cosmos".
"Cuando hablamos de psicología hablamos del tipo de deseos
que animan a un ser psíquico. Un hombre normal es el filo
cortante del Universo. Cuando nos separamos de la norma
somos anormales; esto explica la crítica acumulada en el libro
de esos artistas, escritores, actores, científicos, políticos y
hombres de negocios que substituyen las metas normales por
algunas formas temporales, tales como la búsqueda de la
belleza, la conquista material del planeta, la codicia de poder o
la adquisición de riquezas. Y puesto que, por ejemplo, el artista
subjetivo y el escritor subjetivo influyen en otros hombres,
Belcebú los considera como influencias negativas que tienden a
desviar el interés y la energía del hombre de una meta normal a
una que es hostil al gran modelo".
"La esencia de un hombre normal es un hambre y una sed
bíblicas que resultan de la virtud: una sed de Razón Objetiva".
"Una de las opiniones actuales sobre la vida es que no hay un
propósito cósmico, ni una meta cósmica, que el protoplasma se
formó accidentalmente y que todo simplemente ocurre; otra
opinión es que el hombre fue creado para el Estado, cuyo
objetivo es proporcionarle un creciente estándar de vida -en el
futuro-. Otra opinión es que Dios es omnipotente y todo
amoroso; creó el mundo a partir de su pura benevolencia y
preside el Universo sin ninguna otra idea sino que sus hijos sean
felices; que no tenemos deberes salvo con los demás, que el
hombre recibió un poder sobre la tierra y los animales y está
autorizado para explotarlos; ésta es la actitud del niño mimado,
egoísta y engreído hacia sus padres, del niño que no es lo
suficientemente grande para darse cuenta de que nada existe
sin que le haya costado algo a la
197Naturaleza o a alguien. Esta última es una actitud
ampliamente extendida, y es la doctrina de la Iglesia cristiana
organizada".
"A manera de ejercicio, traten de expresar con sus propias
palabras la idea que tienen de la vida tal como la ve uno de sus
amigos, o ustedes mismos. ¿Cuál es la idea que tienen del
mundo? ¿Es sólo un azar, o hay un designio? ¿Hay un propósito
consciente, una meta, un objetivo?" "En los primeros capítulos
del libro hay un indicio de la opinión de que el mundo es
cognoscible, que el Universo es un trabajo de creación
consciente, y que está mantenido conscientemente para un
propósito consciente -una máquina enorme-. Dios lo creó, no
para nuestro goce, sino para buscar una meta consciente, y la
responsabilidad de la razón recae en Dios. Esta, quizá, es una
visión antropomórfica; también es teomórfica; si le da a Dios la
forma del hombre, también hace al hombre a la imagen de
Dios".
"Los animales no pueden hacer ni comprender a las máquinas.
El hombre posee razón, con la posibilidad de comprender a una
máquina más grande que cualquiera que él mismo podría
construir. El propósito del hombre es hacer esto, pero debido a
la catástrofe que ocurrió casi al principio de su existencia sobre
la tierra, su razón se distorsionó. Y desde entonces ha estado en
un estado de hipnosis, como bajo la influencia de una droga.
Mientras los vapores de la droga permanezcan, no podemos
volver en nosotros mismos y razonar normalmente. Al mismo
tiempo, en nuestra conciencia vibra un débil recordatorio de que
no estamos actuando razonablemente -como el Hijo Pródigo nos
damos vaga cuenta de ello en el remoto país del cuento, pero
no podemos recordar el país de nuestro padre-. El problema es
cómo despertar. No hay un atajo, ni caminos mágicos para ello.
El único camino seguro hacia un estado de permanecer
despierto es a través del sufrimiento voluntario y del esfuerzo
consciente; y podemos comenzar haciendo un intento diario de
reflexionar y sentir el significado de la vida, e intentar enfrentar
las situaciones no sólo sin quejarnos, sino animosamente. Así
sentiremos el sabor de una actividad normal, una actividad
conforme a la Moral Objetiva".
"Pregúntense a sí mismos qué quieren realmente. Pero antes de
que puedan hacer esto deben aprender a distinguir entre los
deseos y anhelos efímeros, por un lado, y un deseo de la
esencia, por el otro. El profesor Denis Saurat dice que los deseos
y las ideas son entidades. Si ustedes tienen un deseo habrán
hospedado a un ser; si es un deseo o un anhelo efímero, morirá
pronto al no ser complacido. Si es un deseo verdadero y
elevado, vivirá tanto como su energía lo permita. Si ustedes
tienen una rica naturalezaA pueden tener deseos que durarán
toda su vida. Desde el punto de vista de Saurat, nuestra
inmortalidad depende de tener deseos que sobrevivirán al
cuerpo. Desde nuestro punto de vista, un deseo de comprender
y ser podría sobrevivir al cuerpoplanetario".
"Gurdjieff dice que 'Un "querer" verdadero es lo más alto; pero
yo debo ser para hacer, para querer. Si "yo soy", sólo entonces "
yo puedo"; si "yo puedo", sólo entonces merezco y tengo el
derecho objetivo de "querer".
"Opuestamente a la presente concepción física ortodoxa del
Universo como máquina cuya energía se está agotando, el libro
sostiene la opinión de que el Universo se está expandiendo,
creciendo. Aunque cada parte es susceptible de deterioro, es
reemplazada. Esta enorme máquina necesita una atención
constante. Para esto, Nuestra Eternidad tiene ayudantes.
Cuando el hombre apareció, decidió utilizarlo también como
ayudante, pero, debido a la catástrofe, el hombre se ha
convertido en una especie de zombi, va de un lado a otro en un
estado de sueño, como un esclavo drogado".
"Sin embargo, estamos dentro del alcance de la normalidad; es
como si sólo un delgadísimo muro nos separase".
"Dios es un ser tricéntrico; su cuerpo mental es el Sol Absoluto,
su cuerpo emocional todos los soles, su cuerpo planetario los
planetas. Estamos hechos a imagen de Dios, con tres centros,
pero dos de los nuestros están subdesarrollados; nuestra
función es ayudar a su desarrollo. La vida normal del cuerpo
Kessdyan es una pasión por comprender; la del cuerpo mental,
el poder para comprender. Al seguir el Método satisfacemos la
necesidad y desarrollamos los cuerpos. La búsqueda de una
meta menor, de un atajo para el desarrollo y la comprensión por
medio de la magia o del Yoga o por medio de los diversos
sistemas importados del Asia y de Indonesia, resultarán en una
distorsión del crecimiento de las emociones y de la mente.
Todos los intentos por enriquecerse rápidamente en el sentido
del desarrollo y déla comprensión están en el reino de la magia
negra. Es característico del principio de Lentrojamsanín en el
hombre, que tan pronto una enseñanza comienza a impartirse,
alguien o algún grupo, temeroso de los tremendos esfuerzos
que puedan tener que hacer, trata de encontrar un atajo y de
este modo distorsiona la enseñanza. Siempre ha sido así".
"¿Cómo podemos darnos cuenta del genuino deber eseral?
Nosotros, como seres, encarnamos este deber. Comiencen
preguntando lo que piensan que está mal con la raza humana,
luego traten de formular lo que consideran como las
características de un ser humano normal. Puesto que están
educados a la occidental, usen lápiz y papel. El hombre
pregunta con su razón y desea con sus sentimientos".
"Estamos constantemente ocupados en evitar dificultades,
tratando de llegar a un punto donde el esfuerzo ya no es
necesario. El hombre está en un bote, remando hacia una
dirección mientras su mirada está en otra parte".
"Uno de los resultados de las consecuencias del órgano
Kundabuffer es que la lectura, el cine, la radio, la televisión, se
han convertido en el opio
199moderno. Los comunistas decían que la religión es el opio del
pueblo; de esta manera, ellos han sustituido las procesiones
religiosas, con su color, riqueza y música antigua por las
procesiones y las bandas militares".
"El Kundabuffer está atrofiado pero sus consecuencias
permanecen, de manera que la gente juzga por lo que dicen
otros, y no por su propia experiencia interior. Se nos dijo en la
niñez que ser rico es un estado más feliz que ser pobre; que la
gente es superior o inferior conforme a su status en la vida, o a
sus posesiones o a su encanto, o a su educación o dones -tales
como un don para escribir, el cual es comparable a una verruga
o un lunar-. Se nos enseña a creer que la grandeza natural es
una condición de la felicidad individual, que las diversiones
divierten, que la compañía distinguida es brillante, que los
elogios de los demás son necesarios y que su desaprobación
nos debilita; que los libros, la pintura y la música son
estimulantes, que el ocio sin trabajo es deseable, que es posible
no hacer nada, que la fama, la posesión de poder, títulos, éxito,
tienen un valor verdadero". "Aceptamos todo esto sin
reflexionar ni pensar. No deseamos reflexionar porque podría
perturbar nuestro propio tranquil idad, que es paz de la mente
sin deseo de comprender el significado de la existencia; debido
al egoísmo que sustituye la moral objetiva por ‘me gusta y no
me gusta' -las expresiones de los niños-. Somos víctimas de la
sugestión, que es el mecanismo de nuestra psicología.
Dependemos de la recompensa y del castigo, que son una parte
necesaria de la educación de un niño -pero nunca crecemos-
Rara vez adquirimos comprensión por medio de las
experiencias; siempre vemos hacia afuera para buscar la
comprensión. Paradójicamente, sólo podemos comprender por
medio de la experiencia. La comprensión está dentro de
nosotros. 'Si se conocen a sí mismos sabrán que son los Hijos
del Padre".
"Los planetas son seres enormes, y tienen relaciones entre ellos
al igual que la gente. Hay reacciones, tensiones. Varían en
forma y en aspecto, pero su giro en el espacio los hace aparecer
como esferas. Se comunican por emanaciones -una fuerza pura
que no opera a través y mediante la materia-; y por radiaciones
-que operan a través y por medio de la materia-. Nuestra tierra
es un planeta que se comunica con otros planetas a través de
su sistema orgánico, que es como una piel, más delgada que
una capa de barniz sobre el gran globo pétreo de Swanage. Las
tensiones entre los planetas se sienten en nuestra tierra y
ocurren en épocas especiales; entonces sucede lo que Gurdjieff
llama Soliunensius".
"En tiempos muy remotos, los sacerdotes, que entonces eran
hombres de comprensión, sabían cómo organizar las ceremonias
religiosas en una gran escala, de manera que podían usar las
fuerzas de la tensión. Pero el órgano Kundabuffer les hizo olvidar
y se inventó la guerra.Nosotros mismos como individuos
estamos sujetos a estas tensiones, nos ponemos de mal humor,
irritables, imprudentes, y hacemos y decimos cosas que
después lamentamos. Cuan a menudo una persona sigue una
dirección bajo la influencia de uno de sus yoes, completamente
identificada, olvidando todo lo demás; y luego, con un
sobresalto, por decirlo así, regresa a sí misma, despierta, y se
horroriza al darse cuenta de lo que ha estado haciendo.
Ejemplos de esto, desde lo cómico y lo simplemente irritante
hasta lo trágico, se ven todos los días. En La Metamorfosis de
Ovidio hay muchos ejemplos. Este es el resultado de la
influencia de los planetas, y especialmente de la luna, que
actúan sobre nosotros a través de los resultados del órgano
Kundabuffer cuando no estamos en un estado de recuerdo de sí,
es decir, cuando estamos inconscientes; con el resultado que el
mal se manifiesta. Pero 'la culpa, querido Bruto, no está en
nuestras estrellas, sino en nosotros mismos, que somos sus
subordinados', que somos esclavos a merced de todas las
tensiones planetarias, el deporte de todo viento emotivo que
sopla".
"Nosotros, como grupo, tenemos el Método; estamos
empezando a ver qué deberíamos hacer. Deberíamos comenzar
a ser capaces de usar algo de esta energía en vez de dejar que
se vaya toda a la luna. Nada se pierde en el plan cósmico -la
energía que gastamos en las emociones negativas es usada por
la luna- Y las emociones negativas no son sólo aquellas de tipo
violento y depresivo, tales como el resentimiento, la ira y el
desaliento; los diferentes tipos de sentimentalismo son
igualmente negativos -como la emoción manifestada en una
reunión religiosa Revivalist, o en una reunión para recabar
fondos para el amparo de perros o gatos callejeros, o el
sentimiento de lástima, que es en realidad autoconmiseración,
provocado al leer en el periódico algo sobre la mala suerte de
alguien que uno no conoce en absoluto-; todo esto es emoción
negativa".
"La fricción, que es el resultado de una tensión, puede ser de
gran utilidad sólo si podemos recordarnos de nosotros mismos
en ese momento. En el Prieuré, Gurdjieff produce
frecuentemente fricciones entre los alumnos cuando atraviesan
un período de sueño. Por ejemplo, un alumno, ex oficial del
ejército, cuya manera de dar órdenes era bastante perentoria,
estaba a cargo del trabajo físico. Comprendía mucho del trabajo
de Gurdjieff. Otro alumno, un joven no muy inteligente, que
comprendía muy poco, se resentía porque el alumno más
antiguo le dijera qué hacer. Hubo un choque de vibraciones, y el
joven se negó a obedecer. El alumno más antiguo le contó a
Gurdjieff, quien le dijo: 'la próxima vez que se niegue, insúltalo'.
Gurdjieff previo el resultado. Sucedió, y se produjo tanta, fricción
y tanta emoción negativa, que todos nosotros tuvimos suficiente
estímulo para el recuerdo de sí durante varios días. El joven
debió aprender algo del choque. Puede que sí, pero nosotros, sin
sombra de duda, sacamos algo de allí. Gurdjieff
201decía que cuando tenemos una discusión con alguien
deberíamos usar inmediatamente la energía generada de esta
forma en un trabajo útil". "Se dice que Wagner tuvo esta ¡dea
accidentalmente. Cuando caía en la melancolía, armaba una
discusión y usaba la energía resultante para continuar
escribiendo y componiendo. En la vida ordinaria, de una manera
mecánica, es beneficioso poder usar esta descarga de energía
haciendo algo que uno ha postergado, incluso arreglar una
habitación; de otra manera, dicha energía se convierte en odio y
resentimiento, o en mal humor y melancolía".
"Se necesitan ciertas vibraciones para el mantenimiento de las
relaciones entre la Tierra, la Luna, Anulios y para sus relaciones
armónicas. Lo mismo con nuestros tres centros.. La razón de un
ser es la suma de sus funciones totales; si algunas faltan o son
anormales, la razón es anormal, y el ser es incapaz de
proporcionar la calidad de vibraciones necesaria, Askokina. Hay
dos clases de esfuerzo: esfuerzo consciente voluntario y
esfuerzo mecánico involuntario.
El esfuerzo involuntario está determinado por circunstancias y
condiciones externas -es el esfuerzo de los esclavos, de los
soldados, de los sirvientes, útil para la luna- Periódicamente, la
tensión en ciertas partes del planeta llega a ser de tal magnitud
que la gente se vuelve loca, la energía acumulada explota, y
comienzan a destruirse entre ellos. El esfuerzo consciente, el
trabajo consciente, produce lo que nos ayuda, lo que ayuda a
Dios y a su propósito".
"Amen todo lo que respira', dice Gurdjieff; esto se relaciona con
el amor consciente. Principalmente conocemos la vanidad, el
egoísmo. 'La sinceridad' es la habilidad de ser injustos con los
demás, con los que amamos y con los que odiamos. Nuestra
vanidad prefiere permanecer en un apacible estado de
ensoñación, en lugar de que nuestra falsedad pueda ser herida.
Lo que Gurdjieff llama 'El Señor Orgullo' y 'La Señora Vanidad' se
refiere a la ignorante presunción de que las calidades del
organismo y nuestro status en la vida se deben a nuestro
mérito; que ya 'sabemos' y no necesitamos que nos 'enseñen'.
Tanto los dones como los defectos se deben a la biología y a la
sociología. Si me enorgullezco de mis dones soy ingenuamente
impertinente, igualmente si me disculpo por la falta de ellos.
Para comprender esto debemos haber conocido en alguna
medida, la 'vergüenza eseraP. Una continua lectura de Relatos
de Belcebú y la reflexión nos dará eso. Pero, cuando nos demos
cuenta de algo débil e ineficaz en nosotros, no hay que caer en
un estado de desaliento. Todos estamos en el mismo barco,
aunque tal vez en partes diferentes. Cada esfuerzo verdadero
que ustedes hagan para trabajar sobre sí mismos tiene
resultados permanentes, aunque el proceso puede tomar años y
aun vidas". ,; f i "En el Archiabsurdo, Belcebú hace un
movimiento con la cabeza, viendo
los seres de este planeta. 'Nuestro Sol ni alumbra ni calienta'.
Cuando

2
9
1
202se nos presentan ideas elevadas como las del libro y
hacemos un esfuerzo para comprender, el resultado es la luz en
el sentido verdadero. 'En el principio fue la Palabra, y la Palabra
era Dios. En El estaba la Vida, y la Vida era la luz de los
hombres'. Al reflexionar sobre las ideas del libro, llega la
comprensión -la luz-; y con la luz llega la vida -algo vivificante-".
"Okidanoj es la substancia de la vida. Cuando los científicos
comprendan la tercera fuerza de la electricidad, podrían crear
vida orgánica. De la manera como las cosas marchan, quizá sea
de esperar que nunca la descubran, puesto que, además de
producir explosivos suficientemente poderosos para destruir una
ciudad de un solo golpe, podrían crear monstruos que causarían
la muerte a la raza humana. Y todo esto sería 'en nombre de la
ciencia', y en consecuencia, según los semieducados, 'legítimo".
"El Universo, como totalidad, existe para el Sol Absoluto. El Sol
Absoluto es el alma cuerpo de Dios. Nuestro cuerpo existe para
'Yo', 'Yo' es el Dios de nuestro organismo.
"Prana es la substancia de la esencia (Shaw se acercó a ella con
su 'fuerza vital'). La vida del cuerpo planetario es la sangre, y la
vida del cuerpo Kessdyan es Prana. Si Prana se cristaliza en un
ser consciente o accidentalmente, el ser debe trabajar sobre sí
mismo para perfeccionar este embrión de alma, o recurrirá
perpetuamente con diferentes capas exteriores, y entre tanto
sufrirá y languidecerá, hasta alcanzar la perfección. 'Feliz el que
tiene un alma, feliz quien no la tiene, pero dolor y pena para el
que sólo la tiene en embrión'. Quizá es ésta la razón por la que
algunos de nosotros estamos aquí, por la que nos reunimos en
grupos para trabajar sobre nosotros mismos para
perfeccionarnos. Aquí es donde el amor y la compasión de
Nuestra Eternidad se manifiesta. Su deseo de ayudar a este
reducido número en su dificultad. En la muerte la esencia de los
seres es lanzada al crisol (Peer Gynt y el Button Moulder) del
cual emergen nuevos seres, pero no con la misma esencia. Ellos
renacen como las hojas de un árbol, con las mismas tendencias
para crecer, de la misma manera, quizá con variaciones
menores, para cumplir un propósito divino".
"Todos los maestros han mostrado un camino en el que los
embriones de las almas puedan desarrollarse y librarse a sí
mismos del sufrimiento. Como dice Attar: 'Cada maestro lo
enseña a su manera particular y luego desaparece'. Buda, por
ejemplo, les mostró los ocho niveles del justo pensar".
"¿Qué es Ajldán? Jldán significa 'luna', 'A' significa 'no' o 'contra'.
Es un buscador, alguien que reflexiona, alguien que lucha contra
la corriente de la vida ordinaria que desciende de la escala para
cubrir las necesidades de la luna".
"¿Por qué en algunas épocas, ciertas partes del planeta se
convierten en áreas de guerra intensa -partes de Europa, por
ejemplo?- ¿Por qué otras partes se vuelven urbes densamente
pobladas -Londres, Nueva York, París?- Es porque la Naturaleza
requiere ciertas vibraciones de estas áreas, que sólo pueden ser
obtenidas por medio de la muerte de los seres y de la tensión
ocasionada por las masas en estrecha proximidad".
Las preguntas sobre la reencarnación surgían constantemente
en los grupos. Todo lo que puede ser dicho abiertamente ha sido
dicho por Gurdjieff tal como Ouspensky lo ha relatado en
Fragmentos de una Enseñanza Desconocida. En Relatos de
Belcebú puede descubrirse mucho más; y los que busquen
encontrarán allí casi todo lo que podemos comprender sobre la
recurrencia y la reencarnación. Pero todos deben descubrirlo por
sí mismos, de otro modo, como dice Gurdjieff, esto conducirá a
una mala interpretación, a una distorsión y a un sueño más
profundo.
Orage dio una analogía de la recurrencia. Empleó la barra
redondeada de Brighton Rock, un tipo de dulce que comíamos
de niños. Las palabras Brighton Rock, en rojo, estaban escritas a
través de la barra, de manera que dondequiera que uno cortaba
encontraba las palabras. Nuestro pasado y nuestro futuro
existen en esta clase de tubo sólido. Pero tenemos la posibilidad
de cambiar el tubo, o entrar en otro tubo. Dijo: "Además de la
pulsación estática del tubo, hay un movimiento dinámico. El
tubo mismo se mueve. Cada sección transversal está completa,
revelando el tubo del tiempo. En los aspectos estáticos
dinámicos todo lo que ha sido y será está implícito".
"La enseñanza teosófica, basada en su interpretación de
algunos de los pasajes del Mahabharata, supone que todos
reencarnamos.
I
Gurdjieff enseña que esto les sucede a muy pocos, y sólo a los
de gran desarrollo. Ellos eligen. La esencia del conjunto de las
personas recurre en otras formas. Y luego están aquellos en los
que algo ha cristalizado, en los que hay un impulso por
perfeccionarse, los que empiezan a buscar a un maestro y que
quizá lo encuentran. No tenemos experiencia personal de lo que
sucede después de la muerte. Esto es explicado en Belcebú con
cierto detalle, pero ustedes tienen que buscarlo. Existen
aquellos que regresan a la vida y buscan el Método, y lo
reconocen cuando lo ven -'recuerdan'-. Tomemos nuevamente la
analogía del árbol. Hay una diferencia entre la semilla y la hoja.
La meta del árbol es producir semillas. En el otoño la hoja
entrega su vida al árbol. Pero parte de la vida del árbol se va
con la semilla. En la muerte entregamos nuestra vida a la
Naturaleza, pero tenemos la posibilidad de adquirir parte de
esta vida para nuestro propio uso; con el trabajo, con un
esfuerzo justo, esta vida se convierte para nosotros en un ser
imperecedero. En la mitología escandinava, el árbol de la vida,
Ygdrasil (cuyo origen se encuentra en la mitología hindú)
produce semillas de cuando en cuando: dioses y semidioses que
se sacrifican por el bien del mundo. Se encarnan, tras cristalizar
y perfeccionar el Prana en sí mismos".
"Podemos decir que la primera dimensión es recurrencia
idéntica; la segunda dimensión es recurrencia espiral; la tercera
dimensión es un corte transversal de todos los aspectos".
"Al hablar acerca del nacer, Gurdjieff descartó la 'encarnación' y
la 'materialización' debido a sus implicaciones espiritualistas; la
psiquis no toma un cuerpo. Es lo mismo con la expresión:
'encarnar'. Los árboles, las rocas y todos los objetos sensibles
desde su punto de vista están 'encarnados', han nacido. ¿Cómo
podemos expresar la idea de la psiquis que manifiesta su
potencialidad de manifestación? Gurdj ieff sugirió un término de
la electrólisis-sumergir algo imperceptible en un baño eléctrico
por medio del cual se hace perceptible-. Así, usamos 'cubierta'
para significar la superimposición, sobre un objeto real pero
imperceptible, de algo que lo hace perceptible".

"Para resumir, comenzamos preguntando: '¿Cuál es el


significado y la meta de la existencia?' Ashyata Sheyimash
define esto en las Cinco Tendencias de la Moral Objetiva. Como
Belcebú lo relata: 'Todos los seres de este planeta comenzaron
entonces a trabajar sobre sí mismos para tener en sus
conciencias esta función divina de conciencia genuina, y para
este propósito, como en todas partes del Universo,
transubstanciaron en sí mismos lo que se llama 'tendencias
eserales obligoluadas".
"¿Qué debemos nosotros hacer para tener en nuestra conciencia
la divina función de la conciencia genuina? Debemos
transubstanciar en nosotros las cinco tendencias eserales
obligoluadas".
"La: primera: tener, en el transcurso de su existencia eseral
ordinaria, todo lo que es realmente indispensable y satisfactorio
para nuestro cuerpo planetario".

2
9
5
"Satisfactorio aquí no tiene nada que ver con la gratificación.
Tenemos la obligación de esforzarnos para mantener el cuerpo
saludable, para satisfacer sus necesidades tanto como podamos
con el objeto de que sea un buen instrumento para nuestro uso.
Es decir, mantener en un estado de preparación este cuerpo
que hemos heredado. Tengo un cuerpo. Esto incluye no sólo
salud, sino un tipo de elasticidad, de manera que el cuerpo esté
listo para el uso de la inteligencia. Mientras que es necesario ser
completamente competente en algún campo especial, una
habilidad especial obtenida a expensas de la elasticidad está en
contra de la Moral Objetiva. Gurdj ieff dijo que además de su
propio campo especial, en el cual él fue un maestro, había
trabajado en cuarenta oficios diferentes. En ninguno de éstos
fue un especialista, sinoque tuvo dos propósitos: primero, dar la
sensación a su centro instintivo- motor; segundo, estar listo
para las necesidades potenciales en búsqueda de su meta. La
mayoría de la gente tiene un sentimiento de crítica hacia el
especialista extremo -un vago sentimiento de que el desarrollo
ideal debería estar en la dirección de la totalidad- "La segunda:
tener constantemente en sí mismo una necesidad instintiva
inextinguible de perfeccionamiento, en el sentido del Ser".
"Esto no está definido por lo que sabemos o hacemos
ordinariamente; éste es un estado basado en el Conocimiento
verdadero con el objeto de Hacer. El crecimiento individual
consiste en el crecimiento de la esencia, en el
perfeccionamiento del 'ser' -no de la personalidad exterior-.
¿Qué tipo de ser soy yo? Lo sé cuando he hecho un 'esfuerzo
eseral'. Estar en un estado de actividad constante no es
necesariamente 'esfuerzo eseral'. Una forma de esfuerzo eseral
es obligarnos a nosotros mismos a realizar ejercicios sencillos
mañana y tarde; no los ejercicios físicos habituales, sino los que
se dan en los grupos. O podemos hacer un esfuerzo eseral
obligándonos a superar la inercia física o emocional y realizar un
trabajo que el cuerpo resienta. El ser se alcanza a través del
esfuerzo consciente, haciendo pequeñas cosas voluntariamente.
En este sentido la vida es un gimnasio -o como decía San Pablo,
'correr en la gran carrera'-. Gurdjieffdice que siempre debemos
estar más allá de la propensión, pero no excesivamente,
entonces nos volvemos 'espiritualizados' en el sentido que le da
Gurdjieff, con lo que quiere decir 'con espíritu' -no espirituales,
sino dotados de vida, de espíritu-".
"La tercera: esforzarse conscientemente por conocer siempre
más afondo las leyes de la creación del mundo y de la
existencia del mundo". "La meta de la filosofía verdadera es
comprender la vida, y esto no es un privilegio de pocos; es la
función de un ser humano normal preguntar '¿Por qué?'. Puede
ser que no seamos capaces de dar las respuestas correctas,
pero la dignidad del hombre consiste en su interés en estas
preguntas. En toda situación hay material para cuestionar, con
una facultad se indaga, mientras que con las otras uno se
comporta ordinariamente. No hay necesidad de estar
distanciado de la vida o ser idiosincrásico. El esfuerzo que se
hace al reflexionar sobre el funcionamiento de las leyes de la
creación del mundo y de la existencia del mundo amplía
inevitablemente las facultades de la mente; la atención, la
memoria, la concentración, la imaginación verdadera aumenta,
no a través del ejercicio directo sino del indirecto. Después de
una media hora de reflexión ustedes podrían no tener nada que
decir; peor aún, puede haber solamente mayor constatación de
la ignorancia; pero, según Sócrates, 'La constatación de la
ignorancia es el comienzo de la sabiduría'. Gurdjieffdice:
'Descubrirá que mientras más cuenta se dé de que no sabe,
más comprenderá".
"La cuarta: pagar desde el comienzo y cuanto antes por su
llegada al mundo y por su individualidad, afín de ser libre, luego,
para aliviar dentro
206de lo posible, la Aflicción de nuestro PADRE COMÚN".
"En general, todos nosotros somos parásitos. Gurdjieff usa
constantemente esta expresión en el Prieuré. Ninguno de
nosotros ha pagado su deuda a la Naturaleza. Estar vivo es un
milagro único -tener la posibilidad de Ser en lugar de No-Ser-
Piensen lo que le ha costado a la Naturaleza la preparación de
las condiciones planetarias, los largos períodos de
experimentación, quizá, a fin de que, además de servirla,
podamos convertirnos en los Hijos del Padre. Y a cambio, ¿qué
hacemos? Nos comportamos en la familia de la Naturaleza como
niños mimados cuyo único objetivo es disfrutar. Si ustedes
reflexionaran seriamente por media hora sobre la manera en
que explotamos los recursos naturales, la tierra, los bosques y
los animales, para la gratificación de deseos anormales, no
podrían evitar la consternación". "Emerson dijo: 'Gánense la
vida' -gánense el derecho a vivir-".
"A veces es sorprendente que la Naturaleza permita a los
miembros de la raza humana que continúen su existencia, y que
no los haga inofensivos o haga desaparecer la especie humana
como lo ha hecho con otras especies".
"La quinta: siempre ayudar a sus semejantes, así como a los
seres de otras formas, con miras a su perfeccionamiento
acelerado, hasta alcanzar el grado de 'Martfotai sagrado', es
decir, hasta el grado de individualidad de uno mismo".
"Debemos discriminar entre satisfacer las debilidades de otros
para obtener su buena opinión con respecto a nosotros, y
ayudarlos a convertirse en lo que realmente desean ser. Pero
sólo podemos volvernos 'exigentes' con otros cuando hayamos
aprendido a ser 'doblemente exigentes' con nosotros. El único
servicio verdadero que podemos dar a los demás es un servicio
que los ayudará a cumplir sus funciones como seres humanos".
"Aquí hay una clave para lo que a veces se llama el
comportamiento despiadado de Gurdjieff hacia los demás. El es
completamente indiferente a lo que los demás piensen de él.
Cuando lo ha humillado a usted en presencia de los otros,
cuando le ha puesto nombres ofensivos, cuando lo ha tratado
'abominablemente', luego, una semana o tal vez un mes o un
año después, surgirá en usted un sentimiento de gratitud hacia
él y se dará cuenta de que una fuerza interior ha crecido". "Las
cinco tendencias de la Moral Objetiva contienen la esencia del
Método de Gurdjieff. Pero antes que seamos capaces de
esforzarnos de la manera correcta, debemos comprender el
significado d&\ esfuerzo consciente y del sufrimiento voluntario,
pues de estos dos principios básicos: Parktdolgdeber Eseral y las
tendencias, dependen todas las leyes y predicciones del sistema
de Gurdjieff. Ellos forman una octava básica, y nada se les
puede añadir o quitar"."Una de las cosas que tenemos que
hacer es anticipar -y no identificarnos con- el inevitable estado
de pesimismo que llega con el colapso de la ciencia moderna, la
religión y la ética. Las ideas del sistema de Gurdjieff* son
actualmente prematuras para mucha gente. Hablar de ellas es
como recomendar un doctor a un hombre que se imagina estar
en buena salud. Pero es deseable y necesario que haya un
núcleo creciente de gente que trabaje conforme con estas
ideas. El pesimismo afecta a las mentes más finas; nadie
escapará tan fácilmente como Bertrand Russell, quien 'se siente
terriblemente a sus anchas en el infierno', y que dijo una vez:
'Construyo mi casa sobre la roca de la inflexible desesperanza".
"Belcebú habla de siete factores que hacen que el organismo
sea como es. Estos van mucho más allá de cualquier
contribución de los modernos conductistas. El dice: 'Te
acuerdas, hijo mío, al explicarte cómo definían tus favoritos "el
curso del tiempo", te he dicho que, una vez liberada su
presencia del órgano Kundabuffer, con todas sus propiedades -y
siendo de ahí en adelante la duración de la existencia de ellos,
conforme con el principio Fulasnitarnnia.nQJa misma que la de
todos los seres tricerebrales normales en el Universo entero-
ellos habrían debido necesariamente existir hasta que su
segundo cuerpo eseral, el cuerpo Kessdyan, se hubiera
revestido totalmente en ellos y perfeccionado en razón hasta el
Ishmetsh sagrado. Pero más tarde, cuando comenzaron a existir
de manera cada vez menos digna de seres tricerebrales y
hubieron cesado completamente de realizaren sus presencias
los parktdolgdeberes eserales previstos por la Gran Naturaleza,
los únicos susceptibles de suministrar a la presencia de los
seres tricéntricos los datos para el revestimiento de las partes
superiores -de manera que la calidad de su irradiación ya no
respondía a las exigencias del gran proceso Trogoautoegocrático
universal- la Gran Naturaleza se vio obligada, con miras a
restablecer el "equilibrio de las vibraciones", a conformar
progresivamente la duración de su existencia al principio
llamado Itoklanotz que gobierna en general por todas partes la
duración de la existencia de los seres unicerebrales y
bicerebrales, los cuales están privados de las posibilidades
deparadas a los seres tricerebrales y son, por consiguiente,
incapaces de realizar en sus presencias los parktdolgdeberes
previstos por la Naturaleza. De acuerdo con este principio, la
duración de su existencia eseral, así como todo el contenido de
su presencia general, depende habitualmente de los resultados
que provienen de siete datos circundantes, que son:

1. La herencia en general.
2. Las personas cercanas y las condiciones en el
momento de la concepción.
3. La combinación de la irradiación de todos los planetas
de su sistema solar durante su formación en el seno de su
procreadora.
4. 208El nivel de las manifestaciones eserales de sus
procreadores -en tanto ellos mismos no hayan alcanzado la
edad de un ser responsable-
5. La calidad de existencia eseral de los seres de su
círculo íntimo.
6. La calidad de las ondas de pensamientos llamadas
teleokrimalnitchnianas formadas en la atmósfera que los
rodea hasta llegar a la mayoría de edad; en otros términos,
los deseos y los actos llenos de bondad sinceramen te
manifestados por 'seres de la misma sangre'.
7. La calidad de sus propios 'egoplastikures eserales', es
decir, de los esfuerzos eserales que ellos realizan para
transmutar en sí mismos todos los datos necesarios para la
obtención de una Razón Objetiva".
"Estos, mencionados simple y sucintamente, son los siete
factore cuyos resultados constituyen el organismo. A la vez que
podemos examinarlos brevemente debemos reconocer que, al
igual que otras declaraciones en Belcebú, sólo pueden ser
comprendidos cuando se toman en conjunto con el resto del
libro. En otros capítulos se encontrarán llaves para las puertas
de la comprensión. Como todo lo demás en el libro, hay tres
corrientes de comprensión principales".
"Bueno pues, con esto en mente, examinemos los siete
aspectos".
(1) "La herencia en general'. Esto no es sólo nuestro parentesco
inmediato sino el conjunto de ambas familias, y detrás de ellas,
la raza-y hay cinco razas principales, cada una con su historia
peculiar, experiencias, y psiquis- Detrás de la raza, nuevamente,
hay una historia biológica -mineral, vegetal y animal- El cuerpo
es el resultado de un complicado proceso biológico que se
remonta a la aparición de la vida orgánica en este planeta".
(2) "Condiciones en el momento de la concepción'. En el
momento de la concepción empezamos la vida como un ser
unicelular. Este momento incluye factores del estado físico y
psíquico de los padres y su historia reciente; también la posición
geográfica, el aire, el suelo, las fuerzas magnéticas, y así
sucesivamente. Todo esto es demasiado complejo para que lo
analicemos. Nuestra habilidad para tener una experiencia está
determinada por los factores precedentes. Hemos nacido
máquinas, con una serie de carretes. Tal como somos no
podemos disminuir ni aumentar nuestra experiencia, como
tampoco controlar la longitud del tipo de sueño que ocurre en
nosotros".
"La combinación de la irradiación de todos los planetas, etc.' Las
irradiaciones de los planetas-las influencias planetarias operan
en nosotros a través de nuestra madre, durante el período de
gestación-. Esto siempre ha sido aceptado por los antiguos,
aunque no puede ser probado. Pero hay una gran cantidad de
evidencia circunstancial en favor de ello".

(3) "El grado de las manifestaciones eserales de sus procreadores, etc.' Las
manifestaciones eserales son de la esencia, genuinas y en consecuencia contadas.
Un acto de sinceridad verdadera tiene un enorme efecto sobre un niño -sobre su
carácter-. Una razón por la cual los niños crecen sin carácter no se debe a que los
padres no los amen, sino a que les esconden su amor en su comportamiento".
(4) "La calidad de existencia eseral de los seres, etc.' La naturaleza de la
existencia eseral de la gente con la que los niños entran en contacto. La
civilización moderna genera todo tipo de conducta artificial por parte de la gente,
y esto afecta a los niños -de la misma manera, los jóvenes son alimentados con
comidas procesadas-; de allí la enorme cantidad de drogas que supuestamente
corregirían los nefastos resultados, a medida que crecemos, de la alimentación y
de la vestimenta inadecuada, del mal sueño, de la postura incorrecta, y así
sucesivamente. Y habitualmente ejercitamos sólo un centro a la vez, y nos
convertimos en personas sedentarias, por ejemplo, o en personas activas de
manera no natural, como los adictos al deporte profesional. Pocos de nosotros
respiramos naturalmente; nos ahorramos esfuerzos y nunca hemos sido obligados
a respirar profundamente como hacen los trabajadores.
Casi no tenemos necesidad de pensar; la educación, los periódicos los libros y la
radio nos ahorran esto. Todo está preparado para nosotros; se nos dice qué y
cómo hacerlo todo, con respecto a todo lo que sucede en la tierra; y son los que
están desprovistos de una verdadera comprensión quienes nos dicen todo,
aquellos cuyo conocimiento es parcial y cuyas conclusiones son en consecuencia
falsas. La enseñanza verdadera es reemplazada por un ejercicio mecánico de
memoria, de manera que un muchacho o una muchacha brillante es quien,
dotado de una memoria fotográfica, puede ganar premios pasando exámenes y
pruebas de inteligencia, los cuales, como todos admitirán en privado, no tienen
casi ningún valor verdadero. La comida, el aire, las impresiones -los tres
alimentos básicos-, ya están echados a perder. Los niños de la ciudad empiezan
con la desventaja de ser incapaces de copiar la conducta de los seres normales; la
vida en el campo se acerca más a lo normal, de manera que los así llamados
niños 'sin educación', provenientes de las granjas, aventajan a menudo a los niños
citadinos; esto ocurre especialmente en Europa, porque tienen que usar sus
facultades".

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"La calidad de las ondas de pensamientos llamadas teleokrimalnitchnianas, etc.'
Aún no comprendemos lo suficiente ni siquiera para hablar de esto. Sólo
podemos hacer alusión. Por ejemplo, si los dos padres son hostiles entre sí, aun si
su conducta exterior es educada, los niños percibirán la hostilidad y sufrirán de
manera correspondiente. En la civilización moderna el hijo 'único'es
usualmente neurótico, y se convierte en un niño 'problema'.
Casi todos los psicólogos infantiles son padres de un niño
problema y, como la mayoría de los psiquiatras, son neuróticos.
Los niños delincuentes, ricos y pobres, provienen de hogares
donde sus instintos naturales y sus posibilidades han sido
desviados distorsionados o suprimidos".
(5) "La calidad de sus propios egoplastikures eserales, etc.' 'El
esfuerzo por comprender', que los niños hasta la edad de la
adolescencia han sido alentados a realizar. Suponemos que ellos
tienen curiosidad; y la satisfacemos inmediatamente y, en
consecuencia, le ahorramos al niño su propio esfuerzo para
satisfacer dicha curiosidad. El apetito por algo provoca un
esfuerzo propio; pero el combustible vertido en gran cantidad
sobre el fuego termina apagándolo".
"La curiosidad es una manifestación tan valiosa en la vida que
su satisfacción debería ser dosificada. El maestro, en vez de
estar ansioso por enseñar, debería alentar la curiosidad
verdadera, es decir, el conocimiento de la vida. Gurdjieff dice
que en el Oriente no hay maestros, sólo aprendices. Ahora, con
la desaparición de los antiguos modos de vida en el Oriente y la
propagación de la educación -con los así llamados 'pueblos
atrasados' que se vuelven 'civilizados', es decir,
industrializados-, el antiguo conocimiento desaparecerá para ser
preservado sólo en las escuelas esotéricas. La gracia salvadora
es que por debajo de la superficie cambiante de la vida sigue
fluyendo la profunda corriente del inconsciente o el
subconsciente humano. La vida es vitalmente curiosa; sin
embargo, debemos cuidarnos de identificarnos con la
curiosidad. Lean al príncipe Lubovedsky en la Segunda Serie".
"La vida, desde el período de la adolescencia, es el desenrollar
inconsciente de una película que ha sido enrollada en nosotros.
Después de la adolescencia comienza a desenrollarse a través
de las experiencias que tenemos. Por ejemplo, uno elige una
profesión (no puede decirse que se decide; sucede a causa de
una combinación de algo dentro de uno y algo fuera de uno). El
destino no está determinado por lo que uno hará en él, sino que
lo que hará en él ya está determinado por estos factores
precedentes. No vivimos
verdaderamente; vemos desplegado aquello de lo cual somos
víctimas inconscientes: nuestro pequeño carrete. A medida que
se desenrolla, nosotros, como solemos decir, 'vivimos'. En
realidad, existimos. Esto es conductismo con venganza.
Gurdjieff dice que los conductistas ni siquiera han comenzado a
darse cuenta de hasta qué punto ellos están predeterminados".
"Los accidentes reales ocurren -el carrete puede caerse-.
Podemos tener un desenrollar prematuro del carrete como
resultado de un accidente, o de la influencia de la gente que nos
rodea; esto último es uno de los peligros de la civilización en
oposición a lo que es un accidente. No podemos especular sobre
lo que es un 'accidente', pero sí
211podemos especular sobre la civilización. ¿Qué provoca,
además de un accidente, un desenrollar prematuro? La
sugestión. Por ejemplo, cada uno de nosotros tiene una
capacidad establecida para pensar; si actuamos, no desde un
deseo propio sino a partir de las sugestiones de los demás,
podemos encontrarnos leyendo muchas cosas que realmente no
nos interesan, y asistiendo a conferencias 'cultas' para obtener
información que podamos transmitir a los demás y así parecer
'alguien' a sus ojos, como dice Gurdjieff, y 'no simplemente
nadie".
"Esta titilación pasiva agota nuestro potencial sin que haya un
pensar activo de parte nuestra".
"Lo mismo sucede con las emociones. Por medio de la
asociación con artistas patológicos de cualquier rama de! arte,
nos convertimos en víctimas de la 'belleza', sin emociones
humanas genuinas. Seguir una carrera estética, no activamente
sino apreciativamente, es un atajo hacia la pérdida del gusto y
de los poderes innatos. Busca el arte, busca la razón. Y
nuevamente, 'No ames el arte con tus sentimientos".
"De manera similar en el mundo físico, el mundo del deporte;
puede haber un envejecimiento prematuro de los órganos por el
ejercicio practicado no por necesidad, sino por pseudo razones
de rivalidad y publicidad".
"Nuestro remedio específico contra un agotamiento prematuro
del carrete de cualquiera, es el Método, el aspecto llamado
'Iramsamkip': me mantengo; nunca abandonarse a las
actividades de un centro; nunca volverse un especialista
extremo que tiene como meta la grandeza intelectual,
emocional o física, sino esforzarse por mantener un equilibrio de
los tres centros".
"La sociedad crea monstruos porque es difícil resistir el atractivo
que ofrece la sociedad. Leonardo da Vinci, realmente uno de los
europeos sobresalientes, rehusaba convertirse en especialista a
pesar "Entonces vi que todos prosiguieron, salvo Cristian que se
retrasó, y no siguió hablando sino consigo mismo, a veces entre
suspiros, a veces confortablemente; también leía a menudo el
Pergamino que uno de los iluminados le había dado, con lo que
se reanimó.
"Vi entonces que todos continuaron hasta llegar al pie de una
Colina, en cuya base corría un Manantial. También en el mismo
lugar había dos caminos además del que venía directamente del
Portón; uno doblaba a la izquierda, el otro a la derecha, al pie de
la Colina; pero el camino estrecho conducía directamente a la
Colina (y el nombre del que subía por el costado de la Colina es
Dificultad). Cristian fue ahora hacia el Manantial y bebió de él
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0
5
para refrescarse, y luego comenzó a subir la Colina, diciendo:

Esta Colina, aunque elevada, deseo subirla:


La dificultad no me perturbará;
Pues percibo que el camino de la vida está aquí;
212Ven, Corazón, anímate; no te desalientes y temas;
Aunque difícil, éste es el camino correcto.
Mejor que el equivocado, que es fácil, donde al final [está la
aflicción".

"Los otros dos también llegaron al pie de la Colina. Pero viendo


que ésta era empinada y alta, y que había otros dos caminos,
suponiendo que podrían encontrarse nuevamente con el que
Cristian había tomado, al otro lado de la Colina, resolvieron ir
por esos caminos (el nombre de uno de ellos es Peligro y el otro
Destrucción). Entonces uno tomó el camino que se llama Peligro
que lo condujo a un gran Bosque; y el otro tomó el camino
Destrucción, que lo condujo a un vasto campo lleno de obscuras
Montañas, donde tropezó y cayó para no levantarse más".
"Miré entonces hacia Cristian, que subía la Colina, donde dejó de
correr para caminar, y luego de caminar para arrastrarse sobre
las rodillas, debido a lo empinado del lugar. A mitad de camino,
hacia la cima de la Colina había una agradable Glorieta, hecha
por el Señor de la Colina, para que los Viajeros fatigados se
refrescaran.
En consecuencia Cristian fue allí, donde se sentó a descansar.
Luego sacó su Pergamino de la pechera de su camisa y leyó
tranquilamente; también volvió a ver el Abrigo o Traje que le
dieron cuando estaba junto a la Cruz. Entonces, poniéndose
cómodo, se amodorró, y luego se durmió, lo que lo retuvo en
ese lugar hasta que fue casi de noche, y durante su sueño el
Pergamino cayó de su mano. Cuando estaba durmiendo alguien
se le acercó y lo despertó, diciendo: Ve donde la Hormiga, tú,
perezoso, observa sus maneras y sé prudente. Con esto Cristian
se levantó y se apresuró, y caminó hasta llegar a la cima de la
Colina".

Luego recordé la experiencia similar de Orage aquí. Se sintió


como yo, quizá en este mismo cuarto. Y entonces algo me
obligó a hacer un mayor esfuerzo. Regresé a mi tarea, tomé mi
pico y mi pala, y comencé de nuevo; para recordarme de mí
mismo y evitar que mi inquieta mente vagara en medio de
ensoñaciones, agradables o resentidas, por momentos trabajé
más rápido que de costumbre, o más lentamente, llevaba
cuentas, repetí listas de palabras en secuencia. Pero los días
seguían pasando con lentitud y monotonía.
Un día, cuando había abandonado toda esperanza de encontrar
agua, los resultados aparecieron. Cuando golpeé con mi pico la
arcilla, apareció una mancha de agua. Cavé más
profundamente, y mientras lo hacía apareció un chorro delgado,
luego otro más grueso. Con una gran excitación volví a cavar, y
repentinamente un manantial borboteó alrededor de mis pies.
Lo contemplé con asombro, creyendo a duras penas lo que
veían mis ojos, pues el agua subía hasta mis tobillos. Mientras lo
miraba, era como si un velo interior hubiera sido levantado,
como si una nube hubiera desaparecido, y una luz me
hubieraatravesado.
Salí del hoyo y de la arcil la fangosa, y fui a la casa para
contárselo a Gurdjieff, pero él no estaba. La felicidad y la alegría
borboteaban en mí como un manantial. Fui a mi habitación, me
senté y tomé mi Biblia. Leí, aparentemente al azar: "Bendito el
hombre que vence la tentación, porque cuando sea puesto a
prueba recibirá la corona de la vida". Pasando las páginas,
llegué a la Revelación: "Aquél que se supera heredará todas las
cosas. Yo seré su Dios y él será Mi Hijo". "A aquél que se supere
le haré un pedestal en el templo de mi Dios, y no volverá a salir,
y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y escribiré sobre él mi
nuevo nombre..." "Y me mostró el río puro del agua de la vida,
claro como el cristal, proveniente del trono de Dios y del
Cordero... y ellos verán su rostro, y su nombre estará en su
frente".
Estas palabras, que había oído desde la niñez y leído cientos de
veces, y que en el pasado habían motivado agradables
sentimientos religiosos, ahora estaban libres de asociaciones.
Era como si las hubiera visto por primera vez, y su significado
estaba claro. Ellas tienen que ver no con un pasado remoto o
con un futuro distante, sino con el ahora. Están conectadas con
hacer, con la superación de las propias debilidades, con no
abandonar justo en el momento en que se requiere un mayor
esfuerzo. Tienen que ver con los procesos psicológicos del
desarrollo interior, que a su vez son el resultado del esfuerzo
consciente, de una especie de superesfuerzo.
El estado de éxtasis, el vislumbrar a través de "las puertas de la
percepción", la presencia de Dios, o como decimos ahora, el
"estado de conciencia superior", duró todo el día. Cuando la
intensidad se redujo algo quedó -no sólo un recuerdo sino una
cristalización, por decirlo así- Cuando Gurdjieff regresó el día
siguiente, fue al pozo, lo miró, y dijo: "Ahora, pienso, terminado.
Ya no es necesario. Tengo otros planes. Buscamos agua en otro
sitio". La tarea había cumplido su propósito.
Eso sucedió un sábado por la mañana. La misma tarde, en el
baño turco, durante los pocos minutos de tranquilidad antes de
ir al baño de vapor, Gurdjieff empezó a hablarme, seriamente
pero con una luz que brotaba de sus ojos: "Usted ha hecho
buena tarea en el Prieuré. Ahora usted ya no va a ser sólo Nott
sino Patriarca Nott, y tendrá un nuevo nombre en el Prieuré que
será suyo para siempre". Estuvimos en silencio por un rato,
luego me hizo una seña para que lo siguiera. Nos levantamos y
nos dirigimos al baño de vapor.

Cuando llegamos me hizo sentar a su lado, y él mismo me


golpeó levemente con las ramas después de la severa prueba
del vapor. Durante la cena, me hizo sentar junto al doctor
Stjoernval, a la derecha de Gurdjieff. Durante el brindis, cuando
se propuso una "ronda", me dijo: "Ahora usted ya no idiota
redondo, qué clase de idiota todavía no lo sé, pero alguna otra
clase. Como dijo el ciego: 'Ya veremos'. Ahora,
214mañana, le doy tres botellas de armagnac. El doctor le hará
ensalada especial del Prieuré, y llevará a todos los hombres a su
manantial y hará fiesta. Sólo hombres, no mujeres.
¿Comprendido?" Yo asentí.
Esa noche comencé a reflexionar sobre un "nuevo nombre" y
encontré en la Revelación: "A aquél que se supere le daré de
comer del maná oculto, y le daré una piedra blanca, y sobre la
piedra un nuevo nombre escrito, que nadie conoce, salvo aquél
que la reciba". Este es uno de los misterios del cristianismo
esotérico. Al día siguiente, domingo al atardecer, los hombres se
reunieron en el manantial con provisiones para el picnic.
Después de comer y de charlar, alguien, animado por el
armagnac, empezó a cantar una canción folklórica rusa, una de
esas canciones "sentidas" de las profundidades del corazón
ruso, sobre nada en particular. Entonces otros cantaron
canciones folklóricas griegas, armenias, alemanas. Yo mismo
canté: Through bushes and through briars. Luego Stjoernval, un
hombre grande y barbudo, se puso de pie, con su camisa rusa y
sus pantalones metidos dentro de sus botas, y cantó con una
hermosa y profunda voz que resonó en el bosque. Esta, creo yo,
fue la única vez que se le oyó cantar en el Prieuré. Gurdjieff,
intencionalmente, no fue; era mi fiesta, pero sonrió con
aprobación al día siguiente cuando le contaron sobre ella.
Después, hacia fines de septiembre, cuando hacía frío en las
tardes, Gurdjieff regresó de París, y justo antes de la hora de la
cena, avisó a Stjoernval, de Hartmann, de Salzmann y a mí para
que nos reuniéramos con él en la pequeña piscina circular que
estaba oculta de las ventanas al extremo del prado. Nos dijo:
"Ahora nos desvestimos". Nos desnudamos. Se sentó en uno de
los escalones
que conducían a la piscina, con sus piernas dentro del agua, y
me hizo una seña para que me sentara junto a él, y los demás
se sentaron detrás de nosotros. Bromeó un poco, luego bajó otro
escalón. Empezó a hablar sobre la necesidad de hacer ciertos
esfuerzos cuando un hombre ha alcanzado un nivel de trabajo
en sí mismo, un nivel en una octava, y cuan necesario es para él
realizar dicho esfuerzo. Si lo hace así, sube una octava más,
llevando consigo todo lo que ha adquirido. Si el esfuerzo no se
realiza puede retroceder, y aquello por lo que ha trabajado
puede perderse. Al principio, este esfuerzo debe efectuarse bajo
la dirección de un maestro; después, un hombre puede saber
por sí mismo cuándo tiene que hacer un esfuerzo, y cómo
hacerlo. También dijo que yo había tenido un sabor de
superesfuerzo. En este trabajo el esfuerzo ordinario que
realizamos está implícito. Todos, lo quieran o no, tienen que
realizar esfuerzos; laNaturaleza nos obliga, como obliga al
salmón a remontar las cascadas. Un hombre debe ser capaz de
hacer. La magia, la verdadera magia, está basada en hacer.
Debemos realizar superesfuerzos. A medida que avanzamos, el
trabajo se hace másdifícil, pero nos llega más fuerza. Si ustedes
realizan un esfuerzo consciente, laNaturaleza debe pagar, quizá
inmediatamente. Es una ley. "Escalón siguiente", dijo, y bajamos
más dentro del agua. Ahora comenzó a hablar en ruso y habló
durante un tiempo; de esto comprendí muy poco. Y así, aun más
abajo, de un escalón a otro, siguió hablando hasta que él y yo
estuvimos sentados con el agua a la altura de nuestros cuellos.
Hacía frío. Comenzamos a titiritar. Finalmente Gurdjieff se lanzó
al agua y comenzó a nadar, y nosotros lo seguimos. Nos
vestimos y fuimos a su habitación a comer ante el gran fuego de
la chimenea.
Al día siguiente Stjoernval me preguntó si sabía algo sobre el
Zen. "Un poco", le respondí. "Bueno", dijo, "en las verdaderas
escuelas Zen el maestro utiliza a menudo métodos extraños con
sus alumnos para fijar en ellos parte de su enseñanza. La razón
que tuvo el señor Gurdjieff para lo de ayer en la noche fue dejar
grabado en usted lo que había aprendido acerca de 'hacer".
Había sido un proceso de iniciación, autoiriiciación. Gurdjieff
había planeado cada paso de la tarea. Y gracias a él yo la había
cumplido. El, como los dioses de los misterios, pero con su
propio, peculiar y efectivo ritual, lo había confirmado. Y yo había
sido capaz de moverme a otra octava de ser y de comprensión.
A partir de este momento mis relaciones con él y los demás
fueron de otro nivel.
EPILOGO

En cuanto al regreso de Orage a Londres y mi asociación con él


allí; mi
216posterior asociación con Ouspensky en Inglaterra, y en los
Estados Unidos durante la guerra, y la renovación de mi
contacto con Gurdjieff después de la guerra -todo esto es otra
historia-. Sólo añadiré unas pocas palabras sobre la pregunta
que se formula a menudo "¿Cuáj era la meta de Gurdjieff? ¿Qué
vinp_ahacer?"
Posiblemente sólo Gurdjieff mismo comprendió su gran meta y
previo las consecuencias de su trabajo; y sólo dos o tres de los
que trabajaron con él desde el principio y nunca lo abandonaron
comprendieron algo de ello.
Con respecto a la pregunta: "¿Qué vino a hacer?", citaré un
resumen de las conversaciones con un viejo amigo, F. S. Pinder,
un hombre que estuvo muy cerca de Gurdjieff.
Pinder dijo que Gurdjieff vino para dar un gran Do, para ayudar
al avance de la Ley de Siete en contra de la corriente de la vida
mecánica. Siempre, con cualquier maestro, en el proceso de su
trabajo, unos pocos luchadores serios se enganchan. Pero en
cualquier caso, la Ley de Siete continúa avanzando, aunque sólo
sea por la fricción que surge de las inevitables disputas y
diferencias que ocurren -cuáles necesidades deben surgir, pero
desdichado el que...-Gurdj ieff vino para darnos a nosotros un
Mundo Nuevo, una nueva idea de Dios, del propósito de la vida,
del sexo, de la guerra. ¿Pero quiénes somos "Nosotros?"
"Nosotros" somos los que lo aceptamos y aceptamos su
enseñanza, y ayudamos a llevar a cabo este trabajo. Este
mundo nuestro no puede ser salvado dentro de nuestra medida
del tiempo. Si esto hubiera sido posible habría sido "salvado"
hace tiempo por los profetas y maestros que fueron enviados.
Los que tratan de que el mundo sea salvado por un solo maestro
en un tiempo dado están rehuyendo su propia responsabilidad.
Están a la espera de una "segunda venida" sin esfuerzo de su
parte -y se entregan a la enfermedad del mañana-.

"Si tomas, entonces toma", dice Gurdjieff. Al trabajar sobre


nosotros mismos podemos "tomar la posibilidad" de llegar a ser
Hijos de Dios, el Cristo, el Ungido o el Mesías, donde la unción es
por medio del cuerpo superior. Pero, habiendo caído tan bajo, el
camino de regreso es largo y difícil, y lo hemos olvidado. "El
buey conoce a su dueño, y el asno conoce el establo de su amo.
Pero los míos no consideran. Han abandonado las aguas
vivientes, y se abren paso a través de cisternas rotas".
Somos lo que somos por nuestro fracaso en hacer las labores de
presos, de manera que tenemos que moler el grano una y otra
vez. El molino es una buena analogía, pues simboliza las
dificultades-las recaídas, los lamentos, los olvidos, los reproches
a sí mismo, los hundimientos, las postergaciones-; pero
podemos tomar aliento, pues no

3
1
4
217se nos convoca para hacer nada que toda partícula del
Absoluto -y Gurdjieff mismo- no haya tenido.
Aunque Gurdjieff protegía del viento a sus trasquiladas ovejas
-dando a cada una su oportunidad conforme a su estado de ser
y comprensión- sus choques irritaban a algunos. La gente piensa
que se le puede enseñar a un hombre en una escuela verdadera
como en una universidad; las universidades no son ahora nada
más que aparatos reformadores para la ciencia convencional, el
arte y la literatura, mientras que su función original era enseñar
lo universal.
"La máscara arrancada", dice Lucrecio, "deja desnudo lo que
es". Persona significa máscara, y la idea viene de las escuelas
objetivas. Gurdjieff decía: Matemos nuestra personalidad, la
falsa personalidad, la cosa falsa que creemos que es nosotros.
Tiene que morir para que la individualidad pueda crecer. Para
alcanzar su meta, Gurdjieff, como todos los maestros
verdaderos, tuvo que desempeñar un papel, desempeñando al
mismo tiempo varios papeles secundarios o auxiliares,
trabajando sobre sí mismo para su propio desarrollo. Mientras
propagaba su enseñanza tuvo que adaptarla a gente de
diversos niveles de desarrollo. En un grupo, durante las comidas
por ejemplo, utilizaba la hipérbole, la exageración, la broma, la
contradicción aparente, diciendo algo a una persona mientras se
refería a otra; lo cual confundía a algunos, que a menudo lo
tomaban de manera literal y hacían comentarios extraños sobre
lo que habían malinterpretado.
Todo hombre quisiera tener un "mundo mejor", pero conforme a
sus propias ideas. Las del gángster van en la dirección de un
botín más grande; el comunista desea un estado de hormigas,
con él al mando. Mientras más lejos de la realidad esté la
escuela del reformador del mundo, más gente atraerá, pues él
dejará todo a Dios, o al Estado, sin asumir ninguna
responsabilidad él mismo. Esto es lo opuesto a la "aceptación de
las cosas" en el sentido que le daba Gurdjieff, es decir, a
nojnquietarse y preocuparse por lo que no podemos cambiar.
"Lo que no puede curaree_¿tebesufrirsew.
El himno dice: "¿Cuándo salvarás a la gente, Oh Dios de la
Misericordia, cuándo?" Como si esto dependiera del capricho de
Dios. Sólo el hombre puede salvarse a sí mismo; y Dios le ha
dado todos los medios y oportunidades posibles. Podríamos
igualmente pedir a una central eléctrica que nos dé luz y calor
mientras retenemos el combustible. La Iglesia organizada dice
que la salvación es completa y gratuita, y que el hombre, para
ser salvado, sólo tiene que "creer y ser bueno".
Cuando el cochero le pidió a Júpiter que sacara su coche del
fango, Júpiter le dijo: "Primero pon tu propio hombro contra la
rueda".
Los hombres no pueden ver que antes que nada es necesario
hacer algo acerca de sí mismos; por miles de años han estado
tratando de reformarse. Si un hombre se pusiera a trabajar
sobre sí mismo en vez derezar a su lejano Dios para que salve a
la gente, encontraría que el reino de los cielos no es indiferente
hacia los que tratan. Vernos a nosotros mismos tal como somos
-el hombre viejo-y crear el hombre nuevo esel CamlSodela Cruz,
la religión esotérica. El Caminojle la Cruz fue el camino de todos
los maestros objetivos. Todos tienen que ir a Egípjoj/ todos
tienen que ser crucificados. Como Sakra, señor de los Dioses,
dice al rey Yudhisthira al final de su vida en la tierra, "todos los
reyes deben contemplar el infierno". Tienen que vivir la vida en
todos sus aspectos, actuar como el diablo con el diablo -«se
viejo adversario, Shaitan-. Y el hacer esto exitosamente es la
Santa Fuerza, en contraposición de la identificación con la
Fuerza Negativa, que es Shaitan. La vida mecánica, con su
educación, es muy positiva en esta función negativa. Esta
masticación es Trogoautoegocrática -me alimento de mí mismo
y así adquiero la "Yo-cracia", el Yo-comando, el poder-. Tria-Mazi-
Kamno, hago junto con tres. Mazi o mazy (laberíntico), derivado
de metaxy. Kamno, "hacer", como contra kamno en griego
clásico significa "trabajar arduamente", laborar y luchar
laboriosamente, y sólo secundariamente a "hacer" en el sentido
gurdjieviano para el cual poiein y prassein tienen que usarse. La
corriente mecánica de la vida fue inventada y adaptada por la
Dama Rea Perséfone Naturaleza por necesidad, quien nos ha
dejado en zuecos, sin importarle en absoluto ninguno de
nosotros, preocupada en producir vibraciones masivas y así
sucesivamente. Ella, aunque en un nivel más elevado que
nosotros, no se dio el trabajo de prever. Formamos parte de sus
experimentos. Pero el Eterno nos dejó un residuo que ella no
puede arrebatarnos. Como Isaías (1.9) dice: "Sólo el Señor de
las huestes [es decir, del cielo] nos ha dejado un residuo muy
pequeño, nosotros hemos sido como Sodoma y Gomorra". Esto
tiene que ver con la partícula de Gurdjieffen Relatos de Belcebú;
pero esta partícula, o residuo, no tiene poder para evolucionar
por la gravedad específica cuando el correcto esfuerzo eseral no
está dirigido hacia ella. Aquí, la Dama Naturaleza tiene que
hacer un regreso lleno de disculpas. Ella ha sido obligada por los
altos poderes a mantener y a poner a nuestra disposición ciertos
órganos que no son exclusivamente para su propio uso; ha
tenido que concedernos esta posibilidad como parte de su pago
por sus poderes. Si a ella no le interesan los individuos sino sólo
la masa, lo mismo sucede con nosotros, que mostramos poco
interés por las células individuales en nuestros tejidos, aunque
nos preocupamos mucho por la salud del organismo en general,
perdiendo a veces partes de él por el bien del conjunto. En
cuanto al residuo, Perdita en Cuento de Invierno, dice: "Pues he
oído decir que existe un arte que comparte su colorido con la
gran Naturaleza creadora". Polixenes: "Digan que lo hay, pero la
Naturaleza se mejora por un medio que ella misma tiene;
entonces, sobre ese arte que dicen acrecienta la Naturaleza, es
un arte que la Naturaleza hace... Injertamos un suave vastago al
tronco más salvaje y
219concebimos una corteza de una clase inferior con un germen
de raza más noble; éste es un arte que repara a la Naturaleza,
más bien la cambia, pero el arte mismo es Naturaleza".
Nosotros tenemos que realizar todos los quehaceres básicos,
por más irritante, agotador y absorbente que esto sea; sin
embargo, "lo que sembremos en lágrimas lo cosecharemos en
dicha".
Pero no podemos comenzar a crecer hasta que hayamos
formado el punto de crecimiento, la luna, en nosotros. Nuestro
centro de gravedad, junto con el de la tierra, está en la luna
astronómica, y por ello nos falta el contrapeso en nosotros
-puesto que debemos "contener en nosotros todo lo que es
representativo del mundo-". La formación de la luna en nosotros
viene del equilibrio de los centros, del parktdolgdeber eseral, del
esfuerzo consciente y el sufrimiento voluntario, y de las Cinco
Tendencias de la Moral Objetiva.

La palabra "lunático" proviene de las escuelas objetivas, aunque


hace tiempo era evidente que los hombres estaban afectados
por la luna; hoy en día, la palabra "lunático" se usa jocosamente
o para señalar al notoriamente loco, cuyo estado es también el
nuestro, aunque de una manera menos notoria. En el mito
griego, Selene.JaJhmji2que besó a Endimión para que durmiera,
se hace"referencia a esto. Endimión se deriva de Endima, un
atuendo-envoltorio, un cuerpo, un simple cuerpo de hombre, un
ser envuelto en un cuerpo.
Además", dice Isaías, (30.26), "la luz de la luna debe ser como la
luz del sol, y la luz del sol tendrá siete partes, como la luz de
siete días, el día que el Señor vende la herida de su pueblo y
cure su herida". Y de nuevo (60.20): "Tu sol no se pondrá
nuevamente, ni tu luna se retirará". Y Revelación (12.1): "Una
mujer vestida con el sol, y la luna bajo sus pies". Los alumnos de
Ouspensky tomaban todo esto de manera demasiado literal, o
demasiado poética, _v desde un aspecto -que la tjen-a Adebe
volverse un sol y la luna una tierra-. La luna es una bobina de
inducción, que produce corrientes inducidas, que barren toda la
energía desperdiciada, perdida para nosotros, a causa de
nuestra mecanicidad. Las escuelas objetivas han sabido esto, y
también sobre el magnetismo y la electricidad, desde la
antigüedad; ha quedado en manos de los modernos -en la fiebre
del industrialismo creado por prolíficos esbirros, hormigas- el
desarrollar esto.
Gurdjieíf hablaba v escrihía usando un discurso lleno de
imágenes, en un lenguaje simbólico, el cual es necAaricTpara ¡a
comprensión; porque las palabras, que son contadores o
caracteres descriptivos, desembocan en definiciones, y las
definiciones congelan finalmente la lengua, pues cuando todo se
determina y se define, se pierde, o deja solamente una
impresión superUciaTén el que oye o utiliza sus definiciones.
"ETTaojjuepuede expresarse en palabras no es el Tao Eterno". La
alegoría lo fuerza a uno aTelTeluoñar para alcanzar el
significado. Este es un principio en todos los métodos y técnicas
objetivos.
No hay atajos para el desarrollo interior. Todos los maestros han
hablado de esto. Los que, habiendo emprendido el trabajo una
vez, lo abandonan por un camino aparentemente más fácil, más
tarde o másAtejppranojienen queA recomenzar.
Cada uno de nosotros tiene un deber. Cada uno tiene un camino
por delante. Cada uno tiene una tarea y debe cumplirla. ¿Sé
cuál es la mía? Nuevamente regresa al hombre mismo el estudio
de sí. En medio de la confusión, de los vaivenes de la vida
ordinaria, no podemos escapar del constante deseo, consciente
o inconsciente, de saber, de ser, de comprender. "Si asciendo a
los Cielos, Tú estás allí; si hago mi lecho en Sheol, Tú estás allí;
si tomo las alas de la mañana, y habito en las partes más
profundas del mar, Tu mano me tomará". "Estoy hecho de
manera terrible y de manera maravillosa. Mi figura no estaba
escondida de Ti cuando me hicieron en secreto, y en Tu libro
todos mis miembros estaban escritos". Salmos.
"El libro en donde yacen todos los misterios es el hombre
mismo; pues él mismo es el libro del ser de todos los seres, ya
que él es a la semejanza de Dios". Jacob Boehme.
"Te digo, quienquiera que seas, que deseas explorar las
profundidades de la Naturaleza, si lo que buscas no se
encuentra dentro de ti mismo, nunca lo encontrarás afuera. Oh,
hombre, conócete a ti mismo, pues en ti está escondido el
tesoro de los tesoros". Isis Unveiled.
"El Reino de Dios está dentro de vosotros. Tratad pues de
conoceros a vosotros mismos, y sabréis que estáis en la ciudad,
y que vosotros sois la ciudad". Jesús.
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