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Tales nació en la ciudad de Mileto (griego: Μίλητος, turco: Milet) aproximadamente en el año

624 a. C., una antigua ciudad en la costa occidental de Asia Menor (en lo que actualmente es la
Provincia de Aydın en Turquía), cerca de la desembocadura del río Menderes. La mayoría de los
historiadores lo presentan como genuino milesio (aunque, según Diógenes Laercio, doxógrafo
griego, fue admitido en la ciudad jonia de Mileto, a orillas del Mar Egeo, después de ser
expulsado de Fenicia junto con Nileo). Nacido o no en Mileto, es incuestionable que residió en
aquella ciudad, y que fue allí donde desarrolló su filosofía, sus investigaciones científicas y sus
intervenciones políticas.Sus aportaciones más importantes las encontramos en campos como
la física, las matemáticas o la astronomía. En la primera, estudió los cambios del agua entre sus
estados sólido, líquido y gaseoso, y a partir de aquí elaboró un modelo que explicaba todos los
elementos naturales como basados en el líquido elemento. Entre otras cosas afirmó que la
Tierra era un disco plano que flotaba sobre agua, la cual había de ser el origen de la vida. Sería
un grave error considerar estupideces estas teorías, puesto que era el primer intento serio de
explicar el universo sin necesidad de divinidades que lo hicieran posible y, de este modo, Tales
inauguró una tradición que, mucho tiempo después, desembocaría en los eminentes Newton,
Einstein o Hawking.

También en Matemáticas fue un gran pionero. Hasta entonces, los logros de egipcios o
babilonios se basaban en resolver los problemas geométricos sin un proceso lógico deductivo,
es decir, se fundamentaban en la observación, la cual es imprescindible en las ciencias físicas
pero no así en las matemáticas. Tales de Mileto fue el primero en abstraerse de las cosas
tangibles y estudiar los ángulos, las líneas y las superficies como elementos teóricos y no a
partir de los objetos cotidianos. Gracias a este método podemos aplicar parte de los avances
matemáticos a nuestra vida para obtener resultados precisos. Tales, de este modo, enunció
teoremas muy avanzados para su época, como que todo diámetro divide al círculo en dos
partes iguales o que los ángulos de la base de un triángulo isósceles son iguales.

En Astronomía se le atribuye una hazaña sorprendente, y es que fue capaz de predecir un


eclipse, cuando no era posible hasta que no se dispuso de mejores conocimientos, varios siglos
después. Las interpretaciones predominantes sobre este hecho son que, o bien tuvo mucha
suerte o bien no pudo ser demasiado preciso. También se le atribuye en este campo haber
aconsejado a los marineros que se guiaran por la Osa Menor en lugar de por la Osa Mayor, y
haber sido el primero en determinar con exactitud la duración del año.
TALES DE MILETO

Tales de Mileto (c. 625-c. 546 a.C.),Fue un filósofo griego nacido en Mileto (Asia Menor). Fue el fundador
de la filosofía griega, y está considerado como uno de los Siete Sabios de Grecia. Tales llegó a ser
famoso por sus conocimientos de astronomía después de predecir el eclipse de sol que ocurrió el 28 de
mayo del 585 a.C. Se dice también que introdujo la geometría en Grecia. Según Tales, el principio original
de todas las cosas es el agua, de la que todo procede y a la que todo vuelve otra vez. Antes de Tales, las
explicaciones del universo eran mitológicas, y su interés por la sustancia física básica del mundo marca el
nacimiento del pensamiento científico. Tales no dejó escritos; el conocimiento que se tiene de él procede
de lo que se cuenta en la Metafísica de Aristóteles.

Tales de Mileto fue una persona que viajo mucho por el mundo.

Se cuenta de el que midió la altura de una pirámide de Egipto , teniendo en cuenta la sombra de la
misma, en e l momento en que su propia sombra media exactamente lo mismo que el .
También se dice que supo predecir mediante cálculos matemáticos un eclipse solar en el año de 585
antes de Cristo.

Tales opinaba que el agua era el origen de todas las cosas, opinaba que toda clase de vida tiene su
origen en el agua, y que toda clase de vida vuelve a convertirse en agua cuando se disuelve.

Estando en Egipto, es muy probable que viera como todo crecía en cuanto las aguas del Nilo se retiraban
de las regiones de su delta.

Se preguntaba como el agua puede convertirse en hielo y vapor, y luego volver a ser agua de nuevo.

Al parecer, Tales de Mileto también dijo que "todo esta lleno de dioses".

Tales de Mileto hace parte de los tres filósofos de Mileto: Anaximandro, Anaxímenes y él.

Pitágoras de Samos (en griego antiguo Πυθαγόρας) (ca. 569 a. C. – ca. 475 a. C.1 ) fue
un filósofo y matemático griego considerado el primer matemático puro. Contribuyó de
manera significativa en el avance de la matemática helénica, la geometría y la
aritmética, derivadas particularmente de las relaciones numéricas, y aplicadas por
ejemplo a la teoría de pesos y medidas, a la teoría de la música o a la astronomía. Es el
fundador de la Hermandad Pitagórica, una sociedad que, si bien era de naturaleza
predominantemente religiosa, se interesaba también en medicina, cosmología, filosofía,
ética y política, entre otras disciplinas. El pitagorismo formuló principios que influyeron
tanto en Platón como en Aristóteles y, de manera más general, en el posterior desarrollo
de la matemática y en la filosofía racional en Occidente.

No se ha conservado ningún escrito original de Pitágoras. Sus discípulos -los


pitagóricos- invariablemente justificaban sus doctrinas citando la autoridad del maestro
de forma indiscriminada, por lo que resulta difícil distinguir entre los hallazgos de
Pitágoras y los de sus seguidores. Se le atribuye a Pitágoras la teoría de la significación
funcional de los números en el mundo objetivo y en la música; otros descubrimientos,
como la inconmensurabilidad del lado y la diagonal del cuadrado o el teorema de
Pitágoras para los triángulos rectángulos, fueron probablemente desarrollados por la
escuela pitagórica.

Pitágoras fundó una escuela filosófica y religiosa en Crotona, al sur de Italia, que tuvo
numerosos seguidores. Se llamaban a sí mismos matemáticos (matematikoi), vivían en
el seno de esta sociedad de forma permanente, no tenía posesiones personales y eran
vegetarianos. Hasta 300 seguidores llegaron a conformar este grupo selecto, que oía las
enseñanzas de Pitágoras directamente y debía observar estrictas reglas de conducta. Sus
máximas pueden sintetizarse como:

 que en su nivel más profundo, la realidad es de naturaleza matemática;


 que la filosofía puede usarse para la purificación espiritual;

 que el alma puede elevarse para unirse con lo divino;

 que ciertos símbolos son de naturaleza mística;


 que todos los miembros de la hermandad deben guardar absoluta lealtad y secretismo.

En la Hermandad Pitagórica eran aceptados tanto hombres como mujeres. Aquellos


que no pertenecían al núcleo duro del grupo eran llamados acusmáticos (akousmatikoi).
Éstos vivían en sus propias casas, se les permitía tener posesiones personales y no se les
imponía el vegetarianismo; sólo asistían como oyentes durante el día. Según Krische,3
las mujeres pertenecían a este grupo; no obstante, muchas pitagóricas fueron después
reconocidas filósofas y matemáticas.

La escuela practicaba el secretismo y la vida comunal de manera muy estricta, y sus


miembros solían atribuir todos sus descubrimientos a su fundador. De darles crédito, el
alcance y la cantidad de trabajo de Pitágoras tendría una extensión inverosímil;3 aunado
a esto, no se conserva ningún escrito de Pitágoras propiamente, por lo que la distinción
entre sus trabajos y los de sus seguidores es de difícil demarcación. Las contribuciones
de los pitagóricos y su enorme influencia fueron determinantes para el desarrollo las
matemáticas, la astronomía y la medicina, entre otras ciencias naturales, y es razonable
dar crédito a Pitágoras por muchos de sus hallazgos.7

Con respecto a las prácticas y estructura interna de la hermandad, sólo algunos trazos
característicos pueden ser considerados fidedignos, como la práctica del ascetismo y la
metempsicosis. Todas las narraciones sugieren que sus miembros guardaban absoluto
hermetismo sobre lo que allí se hacía, y era una máxima conocida el que «no todo debe
revelarse a todos» (Diógenes, Aristóteles). Las especulaciones filosóficas, religiosas y
políticas más profundas eran posiblemente discutidas entre los miembros más selectos,
mientras que los estudios científicos ordinarios —matemáticas, música, astronomía, etc.
— estaban abiertos a todos los discípulos. Tenían, al parecer, símbolos convencionales
establecidos, que les permitían identificarse como miembros de la hermandad aún sin
haberse visto anteriormente.nota 7 Escuelas similares se abrieron en Síbari, Metaponto,
Tarento y otras ciudades de la Magna Grecia.3

Se sabe que los pitagóricos se expandieron rápidamente después de 500 a.C., que la
sociedad tomó tintes políticos y que más tarde se dividió en facciones. En 460 a.C.
fueron atacados y suprimidos, sus casas de encuentro saqueadas y quemadas; se
menciona en particular la "casa de Milo" en Crotona, donde más de 50 pitagóricos
fueron sorprendidos y aniquilados. Aquellos que sobrevivieron se refugiaron en Tebas y
otras ciudades.7

El teorema de Pitágoras establece que en todo triángulo rectángulo, el cuadrado de la


hipotenusa (el lado de mayor longitud del triángulo rectángulo) es igual a la suma de los
cuadrados de los catetos (los dos lados menores del triángulo, los que conforman el ángulo
recto). El teorema de Pitágoras tiene este nombre porque su descubrimiento recae sobre la
escuela pitagórica. Anteriormente, en Mesopotamia y el Antiguo Egipto se conocían ternas de
valores que se correspondían con los lados de un triángulo rectángulo, y se utilizaban para
resolver problemas referentes a los citados triángulos, tal como se indica en algunas tablillas y
papiros. Sin embargo, no ha perdurado ningún documento que exponga teóricamente su
relación. Protágoras de Abdera (en griego Πρωταγόρας; Abdera, c. 485 a. C.- c. 411 a. C.) fue
un sofista griego. Admirado experto en retórica que recorría el mundo griego cobrando
elevadas tarifas por sus conocimientos acerca del correcto uso de las palabras u ortoepeia.
Platón le acredita como el inventor del papel del sofista profesional o profesor de "virtud"
(entendida no como "bondad" sino como conocimiento y habilidad para tener éxito
mundano).Se construyó basándose en el llamado triángulo sagrado egipcio, de proporciones 3-
4-5. El principio filosófico más famoso de Protágoras alude al estatus del hombre enfrentado al
mundo que lo rodea. Habitualmente se designa con la expresión Homo mensura («El hombre
es la medida»), fórmula abreviada de la frase Homo omnium rerum mensura est («El hombre es
la medida de todas las cosas»), que traduce al latín la sentencia original en griego. Esta última,
El dominio de esta técnica ofrecerían al poseedor -el dialéctico- la disposición, por medio de su
arte, de convertir en más fuerte el argumento más débil. Sin embargo, es importante señalar
que Protágoras no contemplaba el uso de esta técnica de forma meramente instrumental, por
mero afán oportunista, sino que la apoyaba en un complejo discurso en el que se debatía la
virtud.

Respecto a los contenidos esenciales de su interpretación de la naturaleza,


siguiendo la línea abierta por los filósofos de Mileto, podemos destacar:

a) la afirmación del cambio, o devenir, de la realidad, (Este cosmos [el mismo


de todos] no lo hizo ningún dios ni ningún hombre, sino que siempre fue, es y
será fuego eterno, que se enciende según medida y se extingue según
medida.) que se produce debido a:
b) la oposición de elementos contrarios, que es interpretada por Heráclito
como tensión o guerra entre los elementos. (Conviene saber que la guerra es
común a todas las cosas y que la justicia es discordia y que todas las cosas
sobrevienen por la discordia y la necesidad.) Ahora bien, esa "guerra" está
sometida a:
c) una ley universal, el Logos, (que podemos interpretar como razón,
proporción...) que regula todo el movimiento de la realidad conduciéndolo a
la armonía, y unificando así los elementos opuestos; de donde se sigue la
afirmación de la unidad última de todo lo real. (No comprenden cómo esto,
dada su variedad, puede concordar consigo mismo: hay una armonía tensa
hacia atrás, como en el arco y en la lira.)

La identificación del cosmos con un fuego eterno probablemente no deba ser


interpretada en el sentido de que el fuego sea una materia prima original, del
mismo modo en que lo eran el agua para Tales o el aire para Anaxímenes. El
fuego sería la forma arquetípica de la materia, debido a la regularidad de su
combustión, que personifica de un modo claro la regla de la medida en el
cambio que experimenta el cosmos. Así, es comprensible que se le conciba
como constitutivo mismo de las cosas, por su misma estructura activa, lo
que garantiza tanto la unidad de los opuestos como su oposición, así como
su estrecha relación con el Logos.

Era natural de Éfeso, ciudad de la Jonia, en la costa occidental del Asia Menor (actual
Turquía). Como los demás filósofos anteriores a Platón, no quedan más que fragmentos
de sus obras, y en gran parte se conocen sus aportes gracias a testimonios posteriores.
La obra de Heráclito es netamente aforística. Su estilo remite a las sentencias del
oráculo de Delfos y reproduce la realidad ambigua y confusa que explica, usando el
oxímoron y la antítesis para dar idea de la misma. Diógenes Laercio (en Vidas..., IX 1–
3, 6–7, 16) le atribuye un libro titulado Sobre la naturaleza (περὶ φύσεως), que estaba
dividido en tres secciones: «Cosmológica», «Política» y «Teológica». No se posee
mayor certeza sobre este libro. El primer estudioso en proponer un ordenamiento de los
fragmentos fue P. Schuster (1873),3 poniendo a la cabeza de todos el que posteriormente
fue dispuesto como B56 (Diels-Kranz) y que refiere la adivinanza que unos niños
plantearon a Homero, y que éste, "el más sabio de todos los griegos", como lo pinta
Heráclito (véase más abajo), no supo resolver. I. Bywater en 1877 hizo un reacomodo
de los fragmentos conforme a la indicación de Laercio, traducido al español por José
Gaos. Es curioso que Bywater no considera importante el fragmento que Schuster pone
a la cabeza de todos, y no lo incluye en su propia ordenación. Agustín García Calvo
reconstruye la posible estructura del libro en su edición de los fragmentos del mismo,
titulada Razón común. Distingue tres apartados: «Razón general», «Razón política» y
«Razón teológica».

Heráclito afirma que el fundamento de todo está en el cambio incesante. El ente deviene
y todo se transforma en un proceso de continuo nacimiento y destrucción al que nada
escapa.

Es común incluir a Heráclito entre los primeros filósofos físicos (φυσικοί, como los
llamó Aristóteles), que pensaban que el mundo procedía de un principio natural (como
el agua para Tales, el aire para Anaxímenes y el Ápeiron para Anaximandro), y este
error de clasificación se debe a que, para Heráclito, este principio es el fuego, lo cual no
debe leerse en un sentido literal, pues es una metáfora como, a su vez, lo eran para Tales
y Anaxímenes. El principio del fuego refiere al movimiento y cambio constante en el
que se encuentra el mundo. Esta permanente movilidad se fundamenta en una estructura
de contrarios. La contradicción está en el origen de todas las cosas.

Todo este fluir está regido por una ley que él denomina Λόγος (Logos). Este Logos no
sólo rige el devenir del mundo, sino que le habla (indica, da signos, fragmento B93DK)
al hombre, aunque la mayoría de las personas «no sabe escuchar ni hablar» (fragmento
B73DK). El orden real coincide con el orden de la razón, una «armonía invisible, mejor
que la visible» (B54DK), aunque Heráclito se lamenta de que la mayoría de las personas
viva relegada a su propio mundo, incapaces de ver el real. Si bien Heráclito no
desprecia el uso de los sentidos (como Platón) y los cree indispensables para
comprender la realidad, sostiene que con ellos no basta y que es igualmente necesario el
uso de la inteligencia

Consideraba el fuego como la sustancia primordial o principio que, a través de la condensación


y rarefacción, crea los fenómenos del mundo sensible. Heráclito incorporó a la noción de "ser"
de sus predecesores el concepto de "devenir" o flujo, al que consideró una realidad básica
subyacente a todas las cosas, incluso a las más estables en apariencia.

(Atenas, 470 a.C. - id., 399 a.C) Filósofo griego. Pese a que no dejó
ninguna obra escrita y son escasas las ideas que pueden atribuírsele con
seguridad, Sócrates es una figura capital del pensamiento antiguo, hasta
el punto de ser llamados presocráticos los filósofos anteriores a él.
Rompiendo con las orientaciones predominantes anteriores, su reflexión
se centró en el ser humano, particularmente en la ética, y sus ideas
pasaron a los dos grandes pilares sobre los que se asienta la historia de
la filosofía occidental: Platón, que fue discípulo directo suyo, y
Aristóteles, que lo fue a su vez de Platón.
La cuestión moral del conocimiento del bien estuvo en el centro de las
enseñanzas de Sócrates, con lo que imprimió un giro fundamental en la
historia de la filosofía griega, al prescindir de las preocupaciones
cosmológicas de sus predecesores. Como se ha visto, el primer paso
para alcanzar el conocimiento consistía en la aceptación de la propia
ignorancia, y en el terreno de sus reflexiones éticas, el conocimiento
juega un papel fundamental. Sócrates piensa que el hombre no puede
hacer el bien si no lo conoce, es decir, si no posee el concepto del mismo
y los criterios que permiten discernirlo.

El ser humano aspira a la felicidad, y hacia ello encamina sus acciones.


Sólo una conducta virtuosa, por otra parte, proporciona la felicidad. Y de
entre todas las virtudes, la más importante es la sabiduría, que incluye a
las restantes. El que posee la sabiduría posee todas las virtudes porque,
según Sócrates, nadie obra mal a sabiendas: si, por ejemplo, alguien
engaña al prójimo es porque, en su ignorancia, no se da cuenta de que
el engaño es un mal. El sabio conoce que la honestidad es un bien,
porque los beneficios que le reporta (confianza, reputación, estima,
honorabilidad) son muy superiores a los que puede reportarle el engaño
(riquezas, poder, un matrimonio conveniente).

El ignorante no se da cuenta de ello: si lo supiese, cultivaría la


honestidad y no el engaño. En consecuencia, el hombre sabio es
necesariamente virtuoso (pues conocer el bien y practicarlo es, para
Sócrates, una misma cosa), y el hombre ignorante es necesariamente
vicioso. De esta concepción es preciso destacar que la virtud no es algo
innato que surge espontáneamente en ciertos hombres, mientras que
otros carecen de ella. Todo lo contrario: puesto que la sabiduría contiene
las demás virtudes, la virtud puede aprenderse; mediante el
entendimiento podemos alcanzar la sabiduría, y con ella la virtud.
Sócrates toma la cicuta (detalle de un óleo de David)

Sin embargo, en los Diálogos de Platón resulta difícil distinguir cuál es la


parte de lo expuesto que corresponde al Sócrates histórico y cuál
pertenece ya a la filosofía de su discípulo. Sócrates no dejó doctrina
escrita, ni tampoco se ausentó de Atenas (salvo para servir como
soldado), contra la costumbre de no pocos filósofos de la época, y en
especial de los sofistas. Si, como parece, las ideas éticas antes
expuestas son del propio Sócrates, su filosofía se sitúa en la antípodas
del escepticismo y del relativismo moral de los sofistas, pese a lo cual, y
a causa de su pericia dialéctica, fue considerado en su tiempo como uno
de ellos, tal y como refleja la citada comedia de Aristofánes.

Con su conducta, Sócrates se granjeó enemigos que, en el contexto de


inestabilidad en que se hallaba Atenas tras las guerras del Peloponeso,
acabaron por considerar que su amistad era peligrosa para aristócratas
como sus discípulos Alcibíades o Critias; oficialmente acusado de
impiedad y de corromper a la juventud, fue condenado a beber cicuta
después de que, en su defensa, hubiera demostrado la inconsistencia de
los cargos que se le imputaban.

Según relata Platón en la Apología que dejó de su maestro, Sócrates


pudo haber eludido la condena, gracias a los amigos que aún
conservaba, pero prefirió acatarla y morir, pues como ciudadano se
sentía obligado a cumplir la ley de la ciudad, aunque en algún caso,
como el suyo, fuera injusta; peor habría sido la ausencia de ley.

segun socrates:
etica: como ser felices
el opina que el saber que le sirve al hombre no le viene del conocimiento que tenga del
universo, sino del conocimiento que tenga de si mismo, de su mente. la razon de esto es
que la realidad del hombre no es de indole cosmologica sino que el hombre es ante todo
un ser moral

la moral: conocete a ti mismo


que el hombre conozca a traves de si mismo es lo mas importante. y la cuestion que mas
le interesa es saber "que debe hacer el hombre para ser feliz" ser feliz es la recompensa
terrena que espera al hombre justo y bueno.

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