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El 17/03/2006 se publicó la Ley N° 28687, en cuyo artículo 4.

1 se estableció que
las Municipalidades Provinciales asumirían de manera exclusiva y excluyente la
competencia correspondiente a la formalización de propiedad informal hasta la
inscripción de títulos de propiedad; estableciendo en su artículo 8 que el
procedimiento para dicha formalización constaba de los siguientes pasos/etapas:

1. Toma de competencia de posesiones informales.


2. Identificación y reconocimiento de la posesión, ocupación, tenencia y titularidad de
terrenos.
3. Aprobación de planos.
4. Empadronamiento de los ocupantes de las posesiones informales e identificación de los
lotes vacío.
5. Entrega de títulos de propiedad.

Y precisando en su artículo 11 que los procedimientos administrativos de


declaración de propiedad previstos los párrafos primero y tercero del artículo 11 del
D.S. N° 009-99-MTC, son:

1. Por prescripción adquisitiva de dominio.


2. Por regularización del tracto sucesivo.

Lea también: ¿Es procedente la demanda de nulidad de acto jurídico contra el


acto de inscripción en Cofopri?

Siendo los requisitos de cada procedimiento, los señalados en los Capítulos 2 y 3 del
Título IV del D.S. N° 006-2006-VIVIENDA (Reglamento del Título I de la Ley N°
28687); es decir, los siguientes:

Para la declaración por prescripción adquisitiva (artículo 58)

 Ejercer la posesión continua y sin interrupciones por un plazo de diez años o más años.
 Ejercer la posesión pacífica.
 Ejercer la posesión en forma pública.
 Ejercer la posesión como propietario.
Para la declaración por regularización del tracto sucesivo (artículo 90)

 Presentación de la solicitud.
 Calificación e inspección tratándose de lotes individuales.
 Anotación preventiva.
 Notificación de la pretensión.
 Diagnóstico técnico y legal.
 Elaboración de planos.
 Emisión de la resolución e inscripción.

Lea también: Casación 11026-2014, Piura: Personas jurídicas pueden adquirir


bien por prescripción adquisitiva de dominio

Asimismo, en el artículo 92 se estableció -para este segundo procedimiento- que a la


solicitud se debe acompañar: 1) Documentos que acrediten la cadena ininterrumpida
de transferencias del propietario registrado al propietario actual. 2) Documentos que
acrediten el error de cálculo de los antecedentes gráficos del predio matriz.

El 02/12/2006 se publicó la Ley N° 28923, que estableció un régimen temporal de


formalización a cargo de COFOPRI por tres años (plazo ampliado en el 2009 por
la Ley Nº 29320 y en el 2011 por la Ley Nº 29802), y en cuyo artículo 4 precisó
que mientras exista Convenio de Delegación de las municipalidades provinciales,
COFOPRI llevaría a cabo los (dos) procedimientos de declaración de propiedad a
que se refiere el artículo 11 de la Ley Nº 28687 (Véase: Decreto Supremo N° 030-
2008-VIVIENDA).

CONTENIDO DE LOS TÍTULOS OTORGADOS POR COFOPRI

Lea también. Todo lo que debes saber sobre la posesión en el ordenamiento


peruano (parte I)

El título otorgado por Cofopri, no constituye un negocio jurídico sino un documento


que sirve para probar la existencia de éste o una situación de hecho (la posesión).
Hay que tener en cuenta que el artículo 225 del Código Civil efectúa esta distinción,
en los siguientes términos:

“No debe confundirse el acto con el documento que sirve para probarlo. Puede
subsistir el acto aunque el documento se declare nulo”.

El documento viene a ser el continente y el negocio jurídico el contenido. Los


requisitos de validez del negocio jurídico se encuentran regulados en el artículo 140
del Código Civil, mientras que los requisitos del documento, entendido aquí como
formalidad, varían dependiendo de su naturaleza. No hay que confundir la
naturaleza del documento (por ejemplo: privado o público) con el tipo de formalidad
del negocio jurídico (ad probationem o ad solemnitatem).

 En el caso del procedimiento de declaración de propiedad por prescripción adquisitiva


de dominio, para la obtención de su título, el solicitante no acredita la existencia de un
negocio jurídico, sino una situación de hecho: el ejercicio de la posesión, pacífica,
pública y continua sobre un determinado bien.
 En el caso del procedimiento de declaración de propiedad por regularización de tracto
sucesivo, para la obtención de su título, el solicitante debe acreditar la existencia de
negocios jurídicos anteriores al suyo, contenidos en documentos de diversa naturaleza,
sin analizar su validez. Aquí, la verificación del ejercicio de la posesión no es relevante.

Lea también: Todo lo que debes saber sobre la posesión en el ordenamiento


peruano (parte II)

CUESTIONAMIENTO DEL CONTENIDO DE LOS TÍTULOS OTORGADOS


POR COFOPRI

Para lograr la nulidad del título otorgado por COFOPRI en cualquiera de los dos
procedimientos antes descritos, el interesado puede cuestionar el contenido de éstos.
Lo explicamos:

3.1. En el caso del título obtenido por prescripción adquisitiva de dominio, el


interesado puede cuestionar judicialmente, el ejercicio de la posesión del adquirente:
cumplimiento del plazo, la publicidad y/o la pacificidad; y puede basar su demanda
en cualquiera de las causales contenidas en el artículo 219 del Código Civil.

Ejemplo:

Si el solicitante (poseedor) presentó documentos falsos para acreditar el


cumplimiento del plazo en el ejercicio de su posesión, el interesado (propietario)
puede demandar la nulidad basándose en la causal de fin ilícito, argumentando que
su propósito era despojarlo de su derecho.

3.2. En el caso del título que contiene por regularización de tracto sucesivo, quien
tenga interés puede cuestionar la validez de los negocios jurídicos contenidos en los
documentos presentados por el solicitante, basándose también en cualquiera de las
causales contenidas en el artículo 219 del Código Civil.

Ejemplo:

A = Solicitante

B = Transferente de A

C = Transferente de B

D = Verdadero propietario

Si “A, B y C” se ponen de acuerdo para un documento (privado o público, ad


probationem o ad solemnitatem) de transferencia de éste último a favor de “D” a
favor de “C”, y para ello falsifican la firma “D”. Con dicho documento “C”
transfiere el supuesto derecho adquirido a “B” y éste finalmente a favor de “A”.

Lea también: Los prácticos deben enseñar Derecho Procesal Civil

Ante ello “D”, como verdadero propietario (u otro con interés), puede demandar la
nulidad del primer documento por falta de manifestación de voluntad en la
creación del negocio jurídico que peste contiene, dado que éste contiene una
declaración que en realidad no ha sido emitida por él. Asimismo puede demandar la
nulidad de los posteriores negocios, por la causal de fin ilícito (si acredita que la
finalidad ha sido despojarlo de su derecho).

CONSECUENCIA DE LA DECLARACIÓN DE NULIDAD DEL CONTENIDO


DE LOS TÍTULOS OTORGADOS POR COFOPRI

No hay que olvidar que la nulidad o anulabilidad de un negocio jurídico (ojo: no


hablamos de un acto administrativo) solo puede ser declarado judicialmente (en un
proceso civil) y su consecuencia lógica es que el título que lo contiene también
devenga en nulo, pues la razón de ser de éste último es justamente acreditar la
existencia válida del primero.

Lea también: IX Pleno Casatorio Civil. Aspectos relevantes del precedente


vinculante

CONCLUSIÓN: Para alcanzar la declaración de nulidad del título otorgado por


COFOPRI, en un proceso civil, se debe atacar la validez del negocio jurídico o la
situación de hecho que éste contiene y/o declara.
CAS. N.º 780-2016

AREQUIPA

Nulidad de Acto Jurídico. Esta Sala Suprema viene


estableciendo como doctrina jurisprudencial que las
nulidades derivadas de los títulos expedidos por
COFOPRI deben ser tramitadas por vía contenciosa
administrativa. No existe razón alguna para modificar
este criterio, si se tiene en cuenta las normas que regulan
la actividad de COFOPRI y lo dispuesto en el artículo 10
de la Ley del proceso Contencioso Administrativo.

Lima, diez de noviembre de dos mil dieciséis.

LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA


REPÚBLICA: vista la causa número setecientos ochenta - dos mil dieciséis, en audiencia
pública llevada a cabo en la fecha y producida la votación con arreglo a Ley, emite la
siguiente sentencia:

I. ASUNTO

Viene a conocimiento de esta Suprema Sala, el recurso de casación interpuesto por el


demandante Bruno Emilio Chávez Díaz, mediante escrito de fecha quince de enero de dos
mil dieciséis (página trescientos cincuenta y cinco), contra la resolución de vista de fecha
once de diciembre de dos mil quince (página trescientos cuarenta y cinco), que confirma la
resolución de primera instancia de fecha treinta de julio de dos mil quince, que declaró nulo
todo lo actuado y la conclusión del proceso por defecto insubsanable.

II. ANTECEDENTES
1. DEMANDA. Mediante escrito de fecha nueve de diciembre de dos mil once (página
cincuenta y cinco), Bruno Emilio Chávez Díaz interpuso demanda a fin que se declare la
nulidad del acto jurídico de la Escritura Pública de compraventa de fecha veintitrés de abril
de dos mil diez, a favor de Eliana Ramírez, otorgado por la Municipalidad Provincial de
Islay, el Organismo de Formalización de la Propiedad Informal – COFOPRI y el Ministerio
de Vivienda, Construcción y Saneamiento por las causales de objeto física o jurídicamente
imposible, fin ilícito y por ser contrario a las leyes que interesan al orden público y a las
buenas costumbres. Como pretensión objetiva originaria accesoria solicita la cancelación de
la inscripción del título de propiedad. Argumenta que tiene derechos de propiedad sobre el
bien materia en litigio, pues fue cónyuge de la fallecida Juana Antonieta Chirinos Flores,
quien a su vez fue declarada heredera de Daniel Chirinos Sánchez, copropietario del
inmueble. Sin embargo, Eliana Elsa Ramírez Salas (quien tenía derechos hereditarios
también sobre el inmueble) inicia un procedimiento de formalización de propiedad individual
y titulación ante COFOPRI, culminado con el otorgamiento de título a su favor.

2. FORMULACIÓN DE EXCEPCIÓN DE AGOTAMIENTO DE LA VÍA


ADMINISTRATIVA. Mediante escrito de fecha nueve de setiembre de dos mil trece (fojas
cinco del expediente N.º 00899-2011), la codemandada Eliana Elsa Ramírez Salas, formula
excepción de falta de agotamiento de la vía administrativa, indicando que COFOPRI es un
organismo público descentralizado del estado por lo que todos sus actos, que coadyuvan a la
ejecución del Programa de Formalización de la Propiedad, revisten naturaleza administrativa;
es así que, entre otras normas pertinentes, el artículo 14 del D.S. 009-99-MTC ha establecido
que las acciones de formalización de la propiedad que ejecute COFOPRI se inician de oficio
y, progresivamente, sobre las áreas que COFOPRI determine, siendo que los interesados
podrán impugnar los actos administrativos que COFOPRI dicte durante la ejecución de las
acciones de formalización, entre las cuales se menciona la resolución de adjudicación del
bien inmueble.

3. RESOLUCIÓN DE PRIMERA INSTANCIA. El Juez mediante resolución número


quince de fecha treinta de julio de dos mil quince (página doscientos sesenta y cuatro),
declara infundada la excepción de falta de agotamiento de la vía administrativa; al indicar
que la pretensión del actor es la declaración de nulidad de un acto jurídico, razón por la cual
no es requisito agotar la vía administrativa. Sin embargo, en esa misma resolución, el juez
refiere que de lo actuado se llega a establecer que en realidad el demandante está
cuestionando la decisión administrativa por la cual la Municipalidad Provincial de Islay,
COFOPRI y el Ministerio de Vivienda Construcción y Saneamiento, han otorgado el Título
de Propiedad Gratuito Registrado, a favor de Eliana Elsa Ramírez Salas, en la forma que se
expone en la demanda; por lo que la vía procesal expedita para cuestionar tales actos en sede
jurisdiccional es la acción procesal administrativa. Razones por las cuales declara nulo todo
lo actuado y por consiguiente la conclusión del proceso.

4. RESOLUCIÓN DE VISTA. Mediante resolución número veintiuno, de fecha once de


diciembre de dos mil quince, se confirma la resolución de primera instancia, indicando que
el proceso idóneo para pedir la nulidad del acto administrativo contenido en el título de
propiedad emitido por COFOPRI a favor de la codemandada, es el proceso contencioso
administrativo y no el proceso de nulidad de acto jurídico, aun así el actor no haya participado
en el procedimiento administrativo. Se agrega que al existir una vía específica para tutelar la
pretensión alegada por la parte demandante, no corresponde declarar la conclusión del
proceso, sino que se debe declarar la nulidad de los actuados solo hasta la calificación de la
demanda a fin de que el a quo, calificando nuevamente la misma, remita el expediente al
órgano jurisdiccional competente a fin que se efectúe nueva calificación.

III. RECURSO DE CASACION

La Suprema Sala mediante la resolución de fecha diecinueve de julio de dos mil dieciséis ha
declarado procedente el recurso de casación interpuesto por el demandante Bruno Emilio
Chávez Díaz, por la infracción normativa de los artículos 386 del Código Procesal Civil y
139 incisos 3 y 5 de la Constitución Política del Estado.

IV. CUESTION JURIDICA A DEBATIR

La controversia gira en determinar si se han infringido las reglas del debido proceso.

V. FUNDAMENTOS DE ESTA SALA SUPREMA

PRIMERO. El debido proceso formal constituye una garantía constitucional que asegura
que en la tramitación de un proceso, se respeten determinados requisitos mínimos[1]. Tales
requisitos, que han sido objeto de discusión[2], en general se considera que abarcan los
siguientes criterios: (i) Derecho a ser oportunamente informado del proceso (emplazamiento,
notificación, tiempo razonable para preparar la defensa); (ii) Derecho a ser juzgado por un
juez imparcial, que no tenga interés en un determinado resultado del juicio; (iii) Derecho a
tramitación oral de la causa y a la defensa por un profesional (publicidad del debate); (iv)
Derecho a la prueba; (v) Derecho a ser juzgado sobre la base del mérito del proceso; y, (vi)
Derecho al juez legal. Derecho fundamental que asiste a todos los sujetos de derecho a
plantear sus pretensiones o a ser juzgados por auténticos órganos jurisdiccionales, creados
mediante Ley Orgánica, pertenecientes al Poder Judicial, respetuosos con los principios
constitucionales de igualdad, independencia y sumisión a la ley, y constituidos con arreglo a
las normas comunes de competencia preestablecidas. Tales elementos mínimos del debido
proceso han sido respetados de manera escrupulosa, advirtiéndose que sustancialmente lo
que discute la parte recurrente es la motivación de la sentencia recurrida.

SEGUNDO. Con respecto a defectos en la motivación de la sentencia debe señalarse lo que


sigue: 1. La obligación de fundamentar las sentencias propias del derecho moderno se ha
elevado a categoría de deber constitucional. En el Perú el artículo 139, inciso 5, de la
Constitución del Estado señala que: “Son principios y derechos de la función jurisdiccional:
(...) 5. La motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las instancias, excepto
los decretos de mero trámite, con mención expresa de la ley aplicable y de los fundamentos
de hecho en que se sustentan”. Igualmente el artículo 12 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial prescribe: “Todas las resoluciones, con exclusión de las de mero trámite, son
motivadas bajo responsabilidad, con expresión de los fundamentos en que se sustenta...”.
Estando a lo dicho este Tribunal Supremo verificará si la sentencia se encuentra debidamente
justificada externa e internamente, y si además se han respetado las reglas de la motivación
en estricto. 2. Que se haya constitucionalizado el deber de motivar implica que se está ante
una obligatoriedad universalizada e indisponible tanto para la esfera privada como para la
pública. Además, siendo la motivación un instrumento comunicativo cumple funciones tanto
endoprocesales como extraprocesales. 3. En el primer caso (función endoprocesal) la
motivación permite a las partes controlar el significado de la decisión. Pero además permite
al juez que elabora la sentencia percatarse de sus yerros y precisar conceptos, esto es, facilita
la crítica interna y el control posterior de las instancias revisoras[3]. En el segundo supuesto
(función extraprocesal) se posibilita el control democrático de los jueces, que obliga, entre
otros hechos, a la publicación de la sentencia, a la inteligibilidad de la decisión y a la
autosuficiencia de la misma[4]. Por lo tanto, los destinatarios de la decisión no son solo las
partes, sino lo es también la sociedad, en tanto el poder jurisdiccional debe rendir cuenta a la
fuente del que deriva su investidura[5]. 4. De otro lado, es ya común mencionar que la
motivación no significa la exteriorización del camino mental seguido por el juez, pues ello
implicaría considerar que no importa la decisión en sí misma, ni lo racional o arbitraria que
ésta pueda ser, sino solo el proceso mental que llevó al juez a emitir el fallo. Por el contrario,
la motivación como mecanismo democrático de control de los jueces y de control de la
justicia de las decisiones exige que exista una justificación racional de lo que se decide, dado
que al hacerlo no solo se justifica la decisión sino se justifica el mismo juez, ante las partes,
primero, y ante la sociedad después, y se logra el control de la resolución judicial[6]. 5. Tal
justificación racional es interna y externa. La primera consiste en verificar que: “el paso de
las premisas a la conclusión es lógicamente —deductivamente— válido” sin que interese la
validez de las propias premisas. Por su parte, la justificación externa consiste en controlar la
adecuación o solidez de las premisas[7], lo que supone que la(s) norma(s) contenida(s) en la
premisa normativa sea(n) norma(s) aplicable(s) en el ordenamiento jurídico y que la premisa
fáctica sea la expresión de una proposición verdadera[8]. 6. En esa perspectiva, la
justificación externa exige[9]: (i) que toda motivación debe ser congruente, de lo que sigue
que no cabe que sea contradictoria; (ii) que toda motivación debe ser completa, por lo que
deben motivarse todas las opciones; y (iii) que toda motivación debe ser suficiente, por lo
que es necesario ofrecer las razones jurídicas que avalen la decisión. 7. Teniendo en cuenta
los conceptos antes señalados, la motivación puede presentar diversas patologías que en
estricto son la motivación omitida, la motivación insuficiente y la motivación
contradictoria[10]. En esa perspectiva: 7.1. En cuanto a la motivación omitida: (a) Habrá
omisión formal de la motivación cuando no hay rastro de la motivación misma. (b) Habrá
omisión sustancial de la motivación cuando exista: (i) motivación parcial que vulnera el
requisito de completitud; (ii) motivación implícita cuando no se enuncian las razones de la
decisión y ésta se hace inferir de otra decisión del juez; y (iii) motivación per relationem
cuando no se elabora una justificación autónoma sino se remite a razones contenidas en otra
sentencia. 7.2. Habrá motivación insuficiente, entre otros supuestos, cuando no se expresa la
justificación a las premisas que no son aceptadas por las partes, no se indican los criterios de
inferencia, no se explican los criterios de valoración o no se explica por qué se prefiere una
alternativa y no la otra. 7.3. Habrá motivación contradictoria cuando existe incongruencia
entre la motivación y el fallo o cuando la motivación misma es contradictoria. 8. Por último,
lo que debe motivarse es[11]: a. La decisión de validez respecto a la disposición aplicable al
caso. b. La decisión de interpretación en torno al significado de la disposición que se está
aplicando. c. La decisión de evidencia, esto es, a los hechos que se tienen como probados. d.
La decisión de subsunción relativa a saber si los hechos probados entran o no en el supuesto
de hecho que la norma contempla. e. La decisión de consecuencias[12]. Tal como se advierte,
la deducción lógico formal de la Sala es compatible con el silogismo que ha establecido, por
lo que se puede concluir que su resolución presenta una debida justificación interna.
TERCERO. En esa perspectiva en cuanto a la justificación interna (que consiste en verificar
que “el paso de las premisas a la conclusión es lógicamente —deductivamente— válido” sin
que interese la validez de las propias premisas), se advierte que el orden lógico propuesto por
la Sala Superior ha sido el siguiente: (i) Como premisa normativa la sentencia ha considerado
lo dispuesto en el Decreto Supremo No. 09-99-MTC y su Reglamento Decreto Supremo N.°
013-99-MTC que establecen que el proceso a seguir es el que corresponde al contencioso
administrativo. (ii) Como premisa fáctica la Sala Superior ha indicado que se está
impugnando la validez de un título expedido por COFOPRI actuando como instancia
administrativa. (iii) Como conclusión la sentencia considera que no es como proceso de
nulidad de acto jurídico como debe tramitarse la presente demanda. Se trata de una
conclusión formalmente correcta y que atiende a las premisas planteadas.

CUARTO. En lo que concierne a la justificación externa, ésta consiste en controlar la


adecuación o solidez de las premisas[13], lo que supone que la(s) norma(s) contenida(s) en
la premisa normativa sea(n) norma(s) aplicable(s) en el ordenamiento jurídico y que la
premisa fáctica sea la expresión de una proposición verdadera[14]. Por tanto, este Tribunal
Supremo estima que la justificación externa realizada por la Sala Superior ha sido la
adecuada. En efecto, las normas glosadas son las pertinentes para resolver el presente caso,
pues tienen relación con el proceso que se ha demandado, vinculándose con los hechos que
se han examinado, y que tienen relación con la impugnación de una resolución
administrativa. En tal sentido, los argumentos referidos a que no se ha adecuado una debida
motivación, deben ser desestimados.

QUINTO. Además debe indicarse: 1. Que en sentencia casatoria no es posible evaluar los
hechos alegados por la recurrente porque este Tribunal no examina el mérito de la
controversia sino el control de legitimidad del Derecho. 2. No se vulnera la tutela
jurisdiccional efectiva porque ella no significa que puedan tramitarse las demandas de
cualquier forma, sino que ellas deben ser planteadas por los cauces adecuados y dentro de
los procedimientos fijados por la ley, que en el caso en cuestión han sido regulados
debidamente con antelación a los hechos expuestos por el accionante. 3. La Cuarta
Disposición Transitoria, Complementaria y Final del Decreto Supremo No. 039-2009-MTC
ha sido expulsada del ordenamiento legal, en virtud de una Acción Popular; sin embargo, ello
es irrelevante para resolver la presente causa porque la sentencia de la Sala Superior de
ninguna forma se ha amparado en ella para emitir su decisión; por el contrario, tal como se
observa en el considerando quinto de la impugnada, tal disposición legal no es tenida en
cuenta. 4. En anteriores circunstancias, esta Sala Suprema viene estableciendo como doctrina
jurisprudencial que las nulidades derivadas de los títulos expedidos por COFOPRI deben ser
tramitadas por vía contenciosa administrativa (Apelación 2509-2013-Madre de Dios,
Casación 189-2014-Ica), habiendo dispuesto, incluso, nueva calificación de la demanda,
como es de ver de la Casación 153-2016. No existe razón alguna para modificar este criterio,
si se tiene en cuenta las normas que regulan la actividad de COFOPRI y lo dispuesto en el
artículo 10 de la Ley del proceso Contencioso Administrativo.

SEXTO. En la parte resolutoria de la sentencia se indica que se debe dar por concluido el
proceso, lo que no es compatible con el sexto considerando del referido fallo; se trata de error
material posible de subsanar en esta sede, por lo que en vía de corrección se enmendará ese
extremo, debiendo entenderse que lo que corresponde es anular lo actuado y que el juez del
caso califique nuevamente la demanda.

VI. DECISIÓN

Por estas consideraciones y en aplicación del artículo 397 del Código Procesal Civil:
Declararon INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por el demandante Bruno
Emilio Chávez Díaz, NO CASARON la sentencia de vista de fecha once de diciembre de
dos mil quince que declaró nulo todo lo actuado; la CORRIGERON en el extremo que
declara la conclusión del proceso, siendo lo correcto que el juez de la causa cumpla con
calificar nuevamente la demanda; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial El Peruano conforme a ley; en los seguidos con el Ministerio de
Vivienda, Construcción y Saneamiento, sobre nulidad de acto jurídico; y los devolvieron.
Interviene como ponente el señor Juez Supremo Calderón Puertas.

SS. TELLO GILARDI, DEL CARPIO

VISTOS; y,
CONSIDERANDO
Primero
- Es materia de conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación interpuesto por
M.M.C.A., para cuyo efecto este Colegiado debe proceder a calificar los requisitos de
admisibilidad y procedencia de dicho medio impugnatorio, conforme a la modificación
establecida por la Ley número 29364.
Segundo
- En cuanto a la observancia por parte de la impugnante de los requisitos de admisibilidad del
recurso de casación previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado por la
citada Ley, se aprecia lo siguiente: 1) Se interpone contra una resolución emitida por una Sala
Superior que ha puesto fin al proceso; 2) La recurrente ha optado por presentar el citado
recurso ante la Sala Superior; 3) Se interpone dentro del plazo de diez días de notificada la
resolución impugnada; y, 4) La impugnante goza de auxilio judicial por lo que está exonerada
de adjuntar la tasa judicial correspondiente al recurso de casación interpuesto.
Tercero
- Respecto a los requisitos de procedencia del recurso impugnatorio previstos en el artículo
388 del mencionado Código Procesal, modificado por la acotada Ley, se verifica lo siguiente:
a) La impugnante no consintió la resolución de primer grado que le fue desfavorable; y, b) Se
invoca la causal de infracción normativa procesal y material prevista en el artículo
386 del Código Procesal Civil modificado por la citada Ley número 29364, que a criterio de la
recurrente incide en la decisión impugnada.
Cuarto
- La recurrente lo hace consistir en los puntos siguientes: a) La resolución de vista infringe el
Principio de Congruencia Procesal previsto en el artículo VII del Título Preliminar del Código
Procesal Civil y 139 inciso 3 de la Constitución Política del Estado, por cuanto en el cuaderno
de excepciones se desestimó por infundada la excepción de incompetencia deducida por la
parte demandada y saneado el proceso, lo que no fue impugnado por la parte contraria, por lo
que el tema de la competencia ha sido superado y no puede existir un nuevo pronunciamiento
al respecto; y, b) Alega, que contra los títulos de la Comisión de Formalización de la Propiedad
Informal - en adelante COFOPRI, procede la impugnación judicial de su validez a efectos de
controlar la legalidad de la actuación administrativa, siendo inaplicables los artículos 16 y 17
del Texto Único Ordenado de la Ley de Promoción del Acceso a la Propiedad Formal -
Decreto Supremo número 0009-99-MTC porque nunca llegó a funcionar el Sistema Arbitral de
Propiedad, no habiéndose reglamentado el funcionamiento de dicho sistema mal puede
pretender que se someta a su arbitrio, por lo que es procedente accionar en la vía civil
ordinaria la nulidad del acto jurídico. Añade que la S. Superior ha preferido hacer uso de
normas especiales pese a que las mismas no han sido implementadas o reglamentadas en
cuanto al referido Sistema Arbitral de Propiedad, las que debieron ser inaplicadas por
inoperantes y de esta forma controlar la legalidad de los actos administrativos más aún si está
acreditado que el demandado vulneró las propias normas reglamentarias y su actuar ha sido
contrario a la ley. Sostiene que el concepto de fin ilícito para la doctrina nacional comprende
tanto lo legal como lo moral y queda al criterio del Juez apreciar esta última, en el caso de
autos existe la sentencia penal que condena al referido demandado y su conducta se adecúa
a la causal de nulidad esgrimida en la demanda.
Quinto
- Conforme a lo previsto en el artículo 388 del citado Código Procesal, modificado por la Ley
número 29364, quien recurre en casación debe describir con claridad y precisión la infracción
normativa o el apartamiento inmotivado del precedente judicial, asimismo debe demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada.
Sexto
- En cuanto a lo sostenido en el punto a) del fundamento anterior, es del caso destacar que el
Principio de Congruencia Procesal es un precepto rector de la actividad procesal por el cual en
toda resolución judicial debe existir conformidad o concordancia entre el pedido formulado por
cualquiera de las partes y la decisión que el Juez tome sobre él. De este modo, se destaca la
congruencia externa, la misma que se refiere a la concordancia o armonía entre el pedido y la
decisión sobre éste, y la congruencia interna que es la relativa a la concordancia que
necesariamente debe existir entre la motivación y la parte resolutiva. Dicho principio es
transcendente en el proceso, entre otros aspectos, porque la sentencia judicial tiene que
respetar los límites de la pretensión toda vez que la infracción a este principio, previsto en la
segunda parte del artículo VII del Título Preliminar del citado Código Procesal, determina la
emisión de sentencias incongruentes.
Sétimo
- En el presente caso, el tema central de la controversia ha consistido en determinar si el acto
jurídico respecto al cual incide la pretensión demandada adolece de causal de nulidad por
finalidad ilícita que origina la declaración de invalidez del título de propiedad y si procede la
cancelación del asiento de inscripción. La Sala Superior al resolver la controversia ha emitido
un pronunciamiento inhibitorio desestimando por improcedente la demanda, señalando que el
Titulo de Propiedad Urbano otorgado por la Municipalidad de Lima con intervención de
COFOPRI a favor del codemandado J.L.C.A., materia de nulidad, ha sido emitido a
consecuencia de un procedimiento administrativo seguido ante el COFOPRI, en su calidad de
autoridad administrativa, encontrándose bajo la regulación legal prevista en el Texto Único
Ordenado de la Ley de promoción del Acceso a la Propiedad Formal - Decreto Supremo
número 0009-99-MTC, y consecuentemente, para que la parte actora ejercite su derecho debe
proceder conforme a la citada normatividad. De lo expuesto, se determina que la Sala
Superior ha expresado las razones fácticas y legales que determinan la inviabilidad de la
demanda con la facultad prevista en la última parte del artículo 121 del Código Procesal Civil,
lo cual no implica que se infrinja el Principio de Congruencia Procesal en los términos
planteados.
Octavo
- Respecto a las alegaciones expresadas en el punto b) del fundamento precedente, tal como
se ha indicado en los párrafos superiores la resolución impugnada contiene un fallo inhibitorio,
en el cual se ha concluido por la inviabilidad de la demanda, en razón que el acto jurídico en
referencia deriva de un procedimiento administrativo seguido ante el COFOPRI, lo que
indudablemente trae a colación lo previsto en la última parte del artículo 15 del Texto Único
Ordenado de la Ley de Promoción del Acceso a la Propiedad Formal - Decreto Supremo
número 0009-99-MTC. La alegación de la recurrente según la cual el codemandado J.L.C.A.
vulneró las propias normas reglamentarias del COFOPRI y su actuar -según refiere- ha sido
contrario a la ley, no pueden ser materia del debate casatorio precisamente porque no se ha
emitido un pronunciamiento sobre el fondo del asunto en atención a la improcedencia de la
acción entablada. Por consiguiente, no habiéndose demostrado la incidencia de la infracción
normativa procesal y material denunciadas en el recurso propuesto, el mismo debe rechazarse
por improcedente. Por tales razones y en aplicación de lo dispuesto en el artículo
392 del Código Procesal Civil, modificado por la citada Ley, declararon: IMPROCEDENTE el
recurso de casación interpuesto por M.M.C.A., mediante escrito obrante a folios mil cuarenta,
contra la resolución de vista de fecha veintinueve de setiembre del año dos mil once, obrante
a folios mil veintiséis; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario
Oficial ?El Peruano?, bajo responsabilidad; en los seguidos por M.M.C.A. contra la Comisión
de Formalización de la Propiedad Informal ? COFOPRI y otros, sobre Nulidad de Acto
Jurídico; y los devolvieron. Ponente S.A.R., Jueza Suprema.-
S.S.
TICONA POSTIGO
ARANDA RODRÍGUEZ
PONCE DE MIER
VALCÁRCEL SALDAÑA
MIRANDA MOLINA
RCD/CBS
Mediante la sentencia el Juez pone fin a la instancia o al proceso en definitiva,
pronunciándose en decisión expresa, precisa y motivada sobre la cuestión controvertida
declarando el derecho de las partes, o excepcionalmente sobre la validez de la relación
procesal.
Artículo 15.- Las resoluciones que emitan los órganos de COFOPRI son impugnables ante el
Tribunal Administrativo de la Propiedad, que constituye la segunda y última instancia
administrativa de COFOPRI. El Estatuto de COFOPRI establece la conformación y demás
características de dicho órgano.
Las resoluciones que emita el Tribunal Administrativo de la Propiedad agotan la vía
administrativa y causan estado. Los interesados podrán impugnarlas ante el Sistema Arbitral
Especial de la Propiedad, a que se refiere el Artículo 16.
Se exceptúan de recurrir ante el Sistema Arbitral Especial de la Propiedad, las reclamaciones
o impugnaciones que tengan por objeto cuestionar el derecho de propiedad del Estado sobre
el terreno matriz formalizado, las resoluciones que dicte COFOPRI sobre Declaración de
Propiedad mediante la Regularización del Tracto Sucesivo o la Prescripción Adquisitiva de
Dominio del terreno matriz, y, las que dicte sobre Determinación o Rectificación de Areas,
Medidas Perimétricas y Linderos sólo cuando afecten derechos privados referidos al terreno
matriz. En estos casos, contra la resolución que agote la vía administrativa y dentro de los 15
(quince) días útiles contados desde su notificación, podrá interponerse acción contencioso-
administrativa conforme al Código Procesal Civil. No obstante lo dispuesto precedentemente,
el interesado podrá optar por acogerse al Sistema Arbitral Especial de la Propiedad.

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